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Características de pacientes com Transtorno do Desenvolvimento do Aprendizado Escolar

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IDENTIFICACIÓN DE LAS CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS, 
SOCIODEMOGRÁFICAS Y AMBIENTALES EN 
PACIENTES DE 6-9 AÑOS CON TRASTORNO MIXTO DEL 
DESARROLLO DEL APRENDIZAJE ESCOLAR EN EL 
INSTITUTO NACIONAL DE REHABILITACIÓN LUIS 
GUILLERMO IBARRA IBARRA 
 
 
 
 
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
 
 
FACULTAD DE MEDICINA 
SECRETARÍA DE SALUD 
INSTITUTO NACIONAL DE REHABILITACIÓN 
 
ESPECIALIDAD EN: 
AUDIOLOGÍA, FONIATRÍA Y OTONEUROLOGÍA 
 
PROTOCOLO DE T E S I S 
 
PARA OBTENER EL GRADO DE MÉDICO ESPECIALISTA EN 
AUDIOLOGÍA, OTONEUROLOGÍA Y FONIATRÍA 
 
PRESENTA: 
DRA. ELYDE LUPITA JIMÉNEZ DANIEL 
 
PROFESOR TITULAR: 
DRA. XOCHIQUETZAL HERNÁNDEZ LÓPEZ 
 
ASESORES 
DR. SERGIO DÍAZ LEINES 
DR. EMILIO ARCH TIRADO 
 
 
 CIUDAD UNIVERSITARIA, CD. MX., 2018 
 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
Restricciones de uso 
 
DERECHOS RESERVADOS © 
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL 
 
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respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
1 
 
__________________________________________ 
DRA. MATILDE L. ENRIQUEZ SANDOVAL 
 DIRECTORA DE EDUCACIÓN EN SALUD 
 
 
 
 
 
 
 
__________________________________________ 
DRA. XOCHIQUETZAL HERNÁNDEZ LÓPEZ 
SUBDIRECTORA DE EDUCACIÓN MÉDICA 
 
 
 
 
 
 
 
 
__________________________________________ 
DR. 
JEFE DE SERVICIO EN EDUCACIÓN MÉDICA 
2 
 
 
___________________________________ 
DRA. XOCHIQUETZAL HERNÁNDEZ LÓPEZ 
PROFESOR TITULAR 
 
 
 
 
 
 
 
________________________________________ 
DR. SERGIO DÍAZ LEINES 
ASESOR CLÍNICO 
 
 
 
 
 
 
 
 
__________________________________________ 
DR. EMILIO ARCH TIRADO 
ASESOR METODOLÓGICO 
 
 
 
 
 
 
 
3 
 
 
ÍNDICE 
1. Resumen……………………………………………………………………… 
2. Marco teórico…………………………………………………………………. 
2.1. Epidemiología………………………………………………………………. 
 2.1.1. Trastornos del Aprendizaje………………………………………. 
 2.1.2. Anemia……………………………………………………………... 
 2.2. Clasificación de los Trastornos del Aprendizaje en Niños…………….. 
 2.3. Definición y clasificación de la anemia en niños……………………….. 
 2.3.1. Definición ...………………………………………………………… 
 2.3.2 Clasificación niños …………………………………………………. 
2.4. Fisiopatología ……………………………………………………………….. 
 2.4.1. Generalidades del hierro ………………………………………….. 
 2.4.1. Requerimientos del hierro ………………………………………… 
2.5. Consecuencias de la anemia Ferropénica 
 en el Aprendizaje en niños ………………………………………………… 
 2.5.1. Estudios de correlación …………………………………………… 
2.6. Manifestaciones clínicas ……………..……………………………………. 
 2.6.1. Manifestaciones clínicas 
 en los trastornos del aprendizaje en niños …………………………….. 
 2.6.2. Manifestaciones clínicas 
 de la Anemia ferropénica en niños ……………………………………… 
2.7. Diagnóstico …………………………………………………………………. 
 2.71. Evaluación de lectoescritura………………………………………. 
 2.7.2. Esquema de organización de la ENI en el que se incluyen 
 los dominios, subdominios y tareas o medidas ……………………….. 
 2.7.3. Diagnóstico de Anemia……………………………………………. 
2.8. Tratamiento …………………………………………………………………. 
 2.8.1. Rehabilitación Trastornos del Aprendizaje ……………………… 
 2.8.2. Tratamiento Anemia………………………………………………… 
3. Patrones de crecimiento infantil …………………………………………… 
4 
 
 3.1. Índice de masa corporal ……………………………………………. 
 3.2. Curvas de crecimiento NCHS ……………………………………… 
4. Planteamiento del problema………………………………………………… 
5. Antecedentes………………………………………………………………..... 
 5.1. Antecedentes generales y definición ……………………………… 
6. Justificación…………………………………………………………………… 
8. Material y Métodos……………………………………………………………. 
8.1. Diseño del estudio…………………………………………………….…….. 
8.2. Descripción del universo de trabajo……………………………………….. 
8.3. Criterios de selección de la muestra………………………………………. 
 8.3.1 Criterios de inclusión………………………………………………….... 
 8.3.2 Criterios de exclusión…………………………………………………... 
 8.3.3 Criterios de eliminación………………………………………………… 
8.4. Tamaño de la muestra……………………………………………………… 
8.5. Descripción de las variables de estudio y sus escalas de medición….. 
8.6. Análisis estadístico propuesto…………………………………………….. 
9. Descripción de los procedimientos …………………………………………. 
10. Organización de la investigación …………………………………………. 
 10.1. Programa de trabajo…………………………………………………… 
 10.2. Recursos humanos y materiales .……………………………………. 
11. Consideraciones éticas……………….. …………………………………… 
12. Resultados …………………………………………………………………… 
 12.1. Tablas y gráficos…..………………………………………………….… 
13. Discusión……………………………………………………………………… 
14. Conclusión……………………………………………………………………. 
15. Anexos………………………………………………………………………… 
 15.1. Anexo No.1 Carta de consentimiento informado……………………. 
 15.2. Anexo No. 2 Cuestionario ……………………………………………... 
16. Limitaciones del estudio …………………………………………………….. 
17. Abreviaturas ………………………………………………………………….. 
18. Referencias bibliográficas………………………………………………….. 
Veronica
Texto escrito a máquina
7. Objetivos
5 
 
 
 
 
DEDICATORIA 
Donde quiera que se ama el arte de la medicina se ama también a la humanidad. 
Platón 
 
A mis padres, hermanas y Paco. 
 
AGRADECIMIENTOS 
Maestro, su labor muchas veces subestimada, se enfoca en cuidar los saberes del 
mundo, y permitirle a otros, expandir sus conocimientos. Nos ayudas a vivir del 
sueño de superarnos y cumplir nuestras expectativas, y de siempre ir por la 
constante mejora, para ser mejores seres humanos. 
En esta ocasión no ha sido la excepción, y exalto su trabajo, y le agradezco por 
ayudarme a lograr esta meta, con mención especial al Dr. Sergio Díaz Leines, Dr. 
Emilio Arch Tirado y Lic. Ana Lino que con su apoyo y conocimiento vemos 
realizada esta tesis. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
6 
 
1. RESUMEN 
 
En México, en la división de Patología de Lenguaje del Instituto Nacional de 
Rehabilitación LGII, de las 20 principales causas de morbilidad, los trastornos del 
aprendizaje ocupan el cuarto lugar con el 7% de las consultas, representan el 18 a 
24% en varones y un 13% en mujeres, ocupando el primer lugar de demanda de 
atención en la edad escolar. (5) La anemia es un problema de salud pública que 
de acuerdo a la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud en México en 2012, 
reporta en los niños preescolares una prevalencia de anemia del 23.3%, del 38% 
en los niños de 12 a 23 meses de edad y en escolares del 10.1% (21). Tanto la 
deficiencia de hierro sin anemia, así como la anemia afectan la calidad de vida en 
diversas formas, en niños en edad escolar, se ha demostrado disminución en la 
actividad motora, el rendimiento escolar y la socialización. Según la edad en la 
que ocurra la deficiencia y según su gravedad, algunas de las alteraciones en el 
desarrollo neurológico pueden revertirse con suplementación farmacológica, 
aunque está documentado que a pesar de corregir la anemia pueden persistir 
secuelas en el desarrollo (17,18). 
 
7 
 
2. MARCO TEÓRICO 
2.1. Epidemiología. 
 
2.1.1. Trastornos del aprendizaje. 
 
La proporción de niños y jóvenes estadounidenses de 12 a 17 años con trastorno del 
aprendizaje aumento de manera especial del 6% a 6.9% desde1993 a 2007. Dichos 
trastornos del aprendizaje no se distribuyen proporcionalmente entre toda la 
población. En 1993, los hombres comprendíanel 73% de la población identificada con 
alguna alteración del aprendizaje escolar. Con respecto a grupos raciales/étnicos 
combinados, los alumnos nativos de Alaska y de origen indígena americano eran 1.8 
veces más propensos a recibir ayuda para corregir problemas académicos mientras 
que los estudiantes de origen hispanoamericano lo eran 1.1 veces más probable de 
recibir ayuda académica (4). En el 2004 el Instituto Nacional de Evaluación y Calidad 
del Sistema Educativo en la Unidad de Neuropediatría de la Clínica Universitaria de 
Navarra, España concluyó que la prevalencia de los trastornos de aprendizaje escolar 
se estima entre un 10 a 20% del total de la población escolar. De ellos el 80% tiene 
alteraciones en la lectoescritura y del 3 al 6% en matemáticas (5). En Alemania Moll et 
al obtuvieron la prevalencia del 4 al 9% correspondientes a las alteraciones en la 
lectoescritura, y del 3 al 7% en trastornos del cálculo (6). En México, en la división de 
Patología de Lenguaje del Instituto Nacional de Rehabilitación “Luis Guillermo Ibarra 
Ibarra”, de las 20 principales causas de morbilidad, la patología de lenguaje se ubica 
como la segunda más frecuente con el 13% de los casos y los trastornos del 
aprendizaje ocupan el cuarto lugar con el 7% de las consultas. La proporción por 
sexo se estima de 3 a 4 niños por 1 niña. Los trastornos de aprendizaje representan el 
18 a 24% en varones y un 13% en mujeres, ocupando el primer lugar de demanda de 
atención en la edad escolar. En la división de Patología de Lenguaje se presenta en 
un 38.5% del total de los pacientes atendidos con problema de lenguaje y aprendizaje 
(5). 
 
 
 
 
8 
 
2.1.2. Anemia. 
 
La anemia es un problema de salud pública que afecta a países desarrollados y 
subdesarrollados con consecuencias severas tanto para la salud como para el 
desarrollo social y económico. Ocurre en todas las etapas de la vida, pero tiene 
mayor prevalencia en las mujeres embarazadas y niños pequeños. De acuerdo 
con la base global de datos sobre anemia que publico la Organización Mundial de 
la Salud (OMS) en el 2008, la frecuencia de esta entidad en México de acuerdo a 
género y grupos etarios fue: niños de 0 a 5 años 23.7%; mujeres de 12 a 14.99 
años: 8.2%-14.4%; mujeres de 15 a 44.99 años: 15.6%; mujeres gestantes 20.6%; 
hombres de 15 a 59.99 años: 5.3% (7). Los cálculos más recientes de la OMS 
sugieren que la anemia afecta a alrededor de 800 millones de niños y mujeres. De 
hecho, 528.7 millones de mujeres y 273.2 millones de niños menores de 5 años 
eran anémicos en 2011, y cerca de la mitad de ellos también deficientes de hierro. 
La desnutrición y la malnutrición de micronutrientes tienen graves consecuencias 
económicas, con un costo estimado de US$1.42.1 trillón o 2.3 por ciento del 
producto interno bruto (PIB) mundial por año (8). De acuerdo con la Encuesta 
Nacional de Nutrición y Salud, en Argentina presentan anemia 16% de los 
menores de 5 años, 35% de los niños de 6-24 meses de edad (14). Con lo 
referente a México la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud 2012, reporta en los 
niños preescolares una prevalencia de anemia del 23.3%, del 38% en los niños 
de 12 a 23 meses de edad y en escolares del 10.1% (21). 
9 
 
 
 
 
2.2. Clasificación de los Trastornos del Aprendizaje en Niños. 
 
El término trastorno del aprendizaje hace referencia a un grupo heterogéneo de 
entidades que se manifiestan por dificultades en la lectura, escritura, razonamiento 
o habilidades matemáticas. Aunque el trastorno del aprendizaje puede ocurrir 
concomitantemente con otras condiciones discapacitantes, como la deficiencia 
sensorial y el retraso mental, o con influencias extrínsecas como la desventaja 
socio-cultural o una enseñanza insuficiente o inapropiada, el trastorno del 
aprendizaje no es el resultado de estas condiciones o influencias (9). Las 
clasificaciones más utilizadas en la literatura mundial de estos trastornos son la 
10 
 
Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10) (10) y el Manual Estadístico 
de Trastornos Mentales (DSM-5) (11). 
 
Tabla1 
 
CIE-10: Trastornos específicos del desarrollo del aprendizaje 
escolar (10). 
 
 
Trastorno específico de la lectura 
 
 
Trastorno específico de la ortografía 
 
 
Trastorno específico del cálculo 
 
 
Trastorno mixto del desarrollo del aprendizaje escolar 
 
 
Otros trastornos del desarrollo del aprendizaje escolar 
 
 
Trastorno del desarrollo del aprendizaje escolar sin especificación 
 
 
DSM-V Trastorno específico del aprendizaje (11). 
 
 
Especificar si: 
-Con dificultad en la lectura 
-Con dificultad en la expresión escrita 
-Con dificultad matemática 
 
Esta edición específica la gravedad: leve, moderado, grave. 
 
 
11 
 
Ambas clasificaciones hacen referencia a déficits específicos y significativos del 
aprendizaje escolar y tienen unos criterios diagnósticos propios que pueden 
resumirse en: 
 Las capacidades de lectura, escritura o cálculo medidas mediante pruebas 
normalizadas, administradas individualmente, se sitúan por debajo de lo 
esperado para la edad cronológica del sujeto, su cociente de inteligencia y 
la escolaridad propia de la edad. 
 Estas alteraciones han de interferir significativamente en el rendimiento 
académico o en las habilidades de la vida cotidiana que exigen lectura, 
cálculo o escritura. 
 Si hay un déficit sensorial, las dificultades para la lectura, cálculo y escritura 
exceden de las asociadas habitualmente a él (9). 
 
En cuanto a la clasificación del CIE-10 cabe mencionar lo siguiente: 
Los trastornos específicos del desarrollo del aprendizaje escolar abarcan grupos 
de trastornos que se manifiestan por déficits específicos y significativos del 
aprendizaje escolar. Estos déficits del aprendizaje no son la consecuencia directa 
de otros trastornos (como un retraso mental, déficits neurológicos importantes, 
problemas visuales o auditivos sin corregir o trastornos emocionales), aunque 
pueden estar presentes. 
 
 Pautas para el diagnóstico 
1. Debe haber un deterioro clínicamente significativo del rendimiento escolar 
específico, valorado a partir de la gravedad definida por el nivel de 
escolaridad (por ejemplo, por el nivel esperable en menos del tres por 
ciento de la población infantil escolar), por la presencia de antecedentes (es 
decir si, las dificultades escolares fueron precedidas en la edad preescolar 
por retrasos o desviaciones del desarrollo, del habla o del lenguaje), por la 
presencia de problemas concomitantes (déficits de atención, hipercinesia, 
problemas emocionales o trastornos disóciales), por formas o conjuntos 
específicos de rasgos (es decir, por la presencia de anomalías cualitativas 
12 
 
que no suelen formar parte del desarrollo normal) y por la respuesta a 
intervenciones concretas (las dificultades escolares no remiten rápida y 
correctamente tras ayuda extra a la enseñanza en casa o en el colegio). 
2. El déficit debe ser específico en el sentido de que no sea explicable por un 
retraso mental o por déficits menores de la inteligencia general. La pauta 
clínica general es simplemente que el nivel de rendimiento del niño sea 
considerablemente más bajo que el esperado para su edad mental. 
3. El déficit debe ser precoz, en el sentido de que debe haber estado presente 
desde el comienzo de la educación y no haber sido adquirido con 
posterioridad. 
4. Deben estar ausentes factores externos que pudieran justificar 
suficientemente las dificultades escolares. No obstante, si está claro que el 
bajo rendimiento escolar se debe directamente a un absentismo escolar 
muy prolongado, sin enseñanza en casa o a una educación totalmente 
inadecuada, los trastornos no deben ser codificados aquí. 
5. Los trastornos específicos del desarrollo del aprendizaje escolar no pueden 
deberse directamente a déficits visuales o de audición no corregidos. 
 
Trastorno específicode la lectura (F81.0) 
 
Déficit específico y significativo del desarrollo de la capacidad de leer que no se 
explica por el nivel intelectual, por problemas de agudeza visual o por una 
escolarización inadecuada. Pueden estar afectadas la capacidad de comprensión 
de lectura, el reconocimiento de palabras leídas, la capacidad de leer en voz alta y 
el rendimiento en actividades que requieren leer. A menudo se presentan 
dificultades de ortografía concomitantes con el trastorno específico de la lectura, 
que suelen persistir durante la adolescencia, aun a pesar de que se hayan 
conseguido progresos positivos. 
 
 
 
13 
 
Pautas para el diagnóstico 
El rendimiento de lectura del niño debe ser significativamente inferior al nivel 
esperado de acuerdo a su edad, su inteligencia general y su nivel escolar. La 
naturaleza exacta del problema de lectura depende del nivel esperado de la 
misma y del lenguaje y escritura. Sin embargo, en las fases tempranas del 
aprendizaje de la escritura alfabética, pueden presentarse dificultades para recitar 
el alfabeto, para hacer rimas simples, para denominar correctamente las letras y 
para analizar o categorizar los sonidos (a pesar de una agudeza auditiva normal). 
Más tarde pueden presentarse errores en la lectura oral como por ejemplo: 
a) Omisiones, sustituciones, distorsiones o adiciones de palabras o partes de 
palabras. 
b) Lentitud. 
c) Falsos arranques, largas vacilaciones o pérdidas del sitio del texto en el que se 
estaba leyendo. 
d) Inversiones de palabras en frases o de letras dentro de palabras. 
 
También pueden presentarse déficits de la comprensión de la lectura, como las 
siguientes: 
e) Incapacidad de recordar lo leído. 
f) Incapacidad de extraer conclusiones o inferencias del. material leído. 
g) El recurrir a los conocimientos generales, más que a la información obtenida de 
una lectura concreta, para contestar a preguntas sobre ella. 
 
Es frecuente que en las etapas finales de la infancia y en la edad adulta, las 
dificultades ortográficas sean más importantes y de la lectura. Es característico 
que las dificultades ortográficas impliquen a menudo errores fonéticos y parece 
que, tanto los problemas de lectura como los ortográficos, pueden ser en parte 
consecuencia de un deterioro de la capacidad de análisis fonológico. 
 
 
 
14 
 
Incluye: 
 Retraso específico de la lectura. 
 "Lectura en espejo". 
 Dislexia del desarrollo. 
 Disortografía asociada a trastornos de la lectura. 
Excluye: 
 Alexia y dislexia adquirida (R48.0). 
 Dificultades adquiridas de lectura secundarias a trastornos de las 
emociones (F93.). 
 Trastorno de la ortografía no acompañado de dificultades para la lectura 
(F81.1). 
 
Trastorno específico de la ortografía (F81.1) 
Característica principal es un déficit específico y significativo del dominio de la 
ortografía en ausencia de antecedentes de un trastorno específico de la lectura y 
que no es explicable por un nivel intelectual bajo, por problemas de agudeza visual 
o por una escolarización inadecuada. En este trastorno están afectadas la 
capacidad de deletrear en voz alta y de escribir las palabras correctamente. Los 
niños que presentan sólo problemas para la escritura no se incluyen en esta 
categoría, pero en algunos casos las dificultades ortográficas se acompañan de 
problemas de la escritura. A diferencia de lo que normalmente se encuentra en los 
trastornos específicos de la lectura, las faltas ortográficas tienden a ser correctas 
desde un punto de vista fonético. 
 
Pautas para el diagnóstico 
El dominio que el niño tiene de la ortografía debe ser significativamente inferior al 
nivel esperado para su edad, para su inteligencia general y para su nivel escolar. 
La capacidad de lectura del niño (tanto en lo que respecta a la exactitud como a la 
comprensión) deben estar dentro de los límites normales y no debe haber 
antecedentes de dificultades significativas de lectura. Las dificultades ortográficas 
no deben ser la consecuencia de una enseñanza notoriamente inadecuada o de 
15 
 
los efectos directos de déficits funcionales visuales, auditivos o neurológicos y 
tampoco deben de serlo de algún trastorno neurológico, psiquiátrico o de otro tipo 
adquirido. 
 
Incluye: 
 Retraso específico de la ortografía (sin trastorno de la lectura). 
Excluye: 
 Dificultades de ortografía atribuibles principalmente a una enseñanza 
inadecuada (Z55.8). 
 Trastorno adquirido de la ortografía (R48.8). 
 Dificultades de la ortografía asociadas a trastornos de la lectura (F81.0). 
 
Trastorno específico del cálculo (F81.2) 
 
Trastorno caracterizado por una alteración específica de la capacidad de 
aprendizaje de la aritmética, no explicable por un retraso mental generalizado o 
por una escolaridad claramente inadecuada. El trastorno afecta al aprendizaje de 
los conocimientos aritméticos básicos de adición, sustracción, multiplicación y 
división (más que a los conocimientos matemáticos más abstractos del álgebra, 
trigonometría o geometría). 
 
Pautas para el diagnóstico 
El dominio del cálculo aritmético está significativamente por debajo del nivel 
esperado para su edad, para su inteligencia general y para su nivel escolar. La 
capacidad de lecto-escritura y el CI deben estar dentro de la media normal. Las 
dificultades para el cálculo aritmético no tienen que deberse a una enseñanza 
claramente inadecuada o a déficits funcionales visuales, auditivos o neurológicos. 
Tampoco tienen que ser secuela de trastorno neurológico, psiquiátrico o de otro 
tipo adquirido. 
 
 
16 
 
Los problemas para el cálculo aritmético son de diversos tipos y comprenden: 
fracaso en la comprensión de los conceptos básicos de las operaciones 
aritméticas específicas, falta de comprensión de términos o signos matemáticos, 
no reconocimiento de símbolos numéricos, dificultad en el manejo de las reglas 
aritméticas, dificultad en comprender qué números son adecuados a un problema 
aritmético concreto, dificultad para alinear adecuadamente números o para 
insertar decimales o símbolos durante los cálculos, mala organización espacial de 
los cálculos aritméticos y falta de capacidad para aprender satisfactoriamente las 
tablas de multiplicar. 
Incluye: 
 Trastorno del aprendizaje de la aritmética. 
 Síndrome del desarrollo de Gerstmann. 
 Acalculia y discalculia del desarrollo. 
Excluye: 
 Dificultades aritméticas asociadas a trastornos de la lectura o de la 
ortografía (F81.1). 
 Dificultades del cálculo principalmente atribuibles a una enseñanza 
inadecuada (Z55.8). 
 Trastorno adquirido de la capacidad del cálculo (acalculia, R48.8) 
 
Trastorno mixto del desarrollo del aprendizaje escolar (F81.3) 
Están alterados de un modo significativo tanto el rendimiento aritmético como el de 
lectura u ortografía y en la que la inteligencia general está dentro del rango normal 
y no está presente una mala enseñanza escolar. Esta categoría se utilizará para 
trastornos que satisfagan las pautas de F81.2 además de las de F81.0 ó F81.1. 
Excluye: 
 Trastorno específico de la lectura (F81.0). 
 Trastorno específico de la ortografía (F81.1). 
 Trastorno específico del cálculo (F81.2) 
 
 
17 
 
Otros trastornos del desarrollo del aprendizaje escolar (F81.8) 
Incluye: Trastorno del desarrollo de la expresión escrita. 
 
Trastorno del desarrollo del aprendizaje escolar sin especificación(F81.9) 
Trastornos sin especificar en los cuales hay una acusada dificultad del aprendizaje 
que no puede atribuirse a retraso mental, problema de agudeza visual o a una 
escolaridad inadecuada. 
Incluye: 
 Dificultades de aprendizaje sin especificación. 
 Alteración del aprendizaje sin especificación. 
Trastorno del aprendizaje sin especificación. (19) 
 
Merece apartado especial la mención de gravedad que debuta en esta 
clasificación del DSM-V: 
 Trastorno Leve: algunas dificultadescon las aptitudes de aprendizaje en 
una o dos áreas académicas, pero suficientemente leves para que el 
individuo pueda compensarlas o funcionar bien cuando recibe una 
adaptación adecuada o servicios de ayuda, especialmente durante la edad 
escolar. 
 Trastorno Moderado: Dificultades notables con las aptitudes de aprendizaje 
en una o más áreas académicas, de manera que el individuo tiene pocas 
probabilidades de llegar a ser competente sin algunos periodos de 
enseñanza intensiva y especializada durante la edad escolar. Se puede 
necesitar alguna adaptación o servicios de ayuda al menos durante una 
parte del horario en la escuela, en el lugar de trabajo o en casa para 
realizar las actividades de forma correcta y eficaz. 
 Trastorno Grave: Dificultades graves que afectan a varias áreas 
académicas, de manera que el individuo tiene pocas probabilidades de 
aprender esas aptitudes sin enseñanza constante e intensiva 
individualizada y especializada durante la mayor parte de los anos 
escolares. Incluso con diversos métodos de adaptación y servicios 
18 
 
adecuados en casa, en la escuela o en el lugar de trabajo, el individuo 
puede no ser capaz de realizar con eficacia todas las actividades. 
 
Hay otra clasificación ampliamente utilizada por profesionales en terapia de 
lenguaje, fonoaudiólogos y logopedas la cual divide los trastornos del aprendizaje 
en tres grandes grupos diagnósticos: 
A) La dislexia (trastorno de la lectoescritura). 
B) La discalculia (también denominado trastorno de las matemáticas). 
C) Los trastornos del aprendizaje no verbal (2) (para otros autores en esta 
categoría se incluye la discalculia) (12). 
En algunas regiones de México y Latinoamérica se utiliza la clasificación de 
Azcoaga la cual la divide en tres tipos principales de retardos lectográficos: 
afásico, anártrico y gnósico-práxico. El retardo lectográfico afásico es un trastorno 
causado por una deficiencia en la comprensión verbal y que repercute en 
procesos como la lectura, escritura y cálculo. El retardo lectográfico gnósico-
práxico o apráxico-agnósico es consecuencia de la no consolidación de las 
funciones derivadas de las gnosias visuo-espaciales, temporo-espaciales y de las 
praxias manuales. El de patogenia anártrica provoca alteraciones del deletreo o 
transposición de fonemas, silabas o reemplazar con otras sílabas o palabras, 
originando alteraciones en la lectura oral y silente (generalmente la comprensión 
de lectura y el cálculo no se ven afectados) (13, 5). 
 
2.3. Definición y clasificación de la anemia en niños 
 2.3.1. Definición 
El término deficiencia de hierro hace referencia a un estado producto de niveles 
de hierro en la sangre insuficientes para mantener un funcionamiento fisiológico 
óptimo considerado como normal. Esta condición ha sido definida por algunos 
autores como un índice de ferritina sérica de <12 mcg/L en niños de hasta cinco 
años de edad, y <15 mcg/L en individuos de 5 años o más en ausencia de otras 
condiciones que afecten los niveles de ferritina sérica, particularmente inflamación. 
 
19 
 
La anemia se ha definido como una concentración de hemoglobina de 2 
desviaciones estándar (DE) o más por debajo del valor en bruto considerado como 
normativo en un grupo de población saludable de edad y sexo equivalentes. Los 
umbrales de hemoglobina utilizados para definir la presencia de anemia han sido 
fijados por la OMS de la siguiente manera: 
 Niños de 6 meses hasta <5 años: 11g/dL 
 Niños de 5 hasta <12 años: 11.5 g/dL 
 Niños de 12 hasta <15 años: 12 g/dL 
De esta manera, una definición funcional de la anemia con deficiencia de hierro 
podría ser la siguiente en niños hasta 5 años de edad: 
 Ferritina <12 mcg/L y 
 Hemoglobina <11 g/dL 
En caso de que estos resultados en laboratorio no puedan ser atribuidos a otras 
causas. (22) 
 2.3.2. Clasificación en Niños. 
 
Tabla 2. Tomado Comité Nacional de Hematología, Sociedad Argentina de Pediatría. Anemia 
Ferropénica. Guía de diagnóstico y tratamiento. Achr Argent Pediatr 2009; 107(4):353-361. 
 
 
20 
 
 
Tabla 3. Tomado Comité Nacional de Hematología, Sociedad Argentina de Pediatría. Anemia 
Ferropénica. Guía de diagnóstico y tratamiento. Achr Argent Pediatr 2009; 107(4):353-361. 
 
 
Tabla 4. Tomado Comité Nacional de Hematología, Sociedad Argentina de Pediatría. Anemia 
Ferropénica. Guía de diagnóstico y tratamiento. Achr Argent Pediatr 2009; 107(4):353-361. 
 
 
 
21 
 
 
Tabla 5. Tomado Comité Nacional de Hematología, Sociedad Argentina de Pediatría. Anemia 
Ferropénica. Guía de diagnóstico y tratamiento. Achr Argent Pediatr 2009; 107(4):353-361. 
 
2.4. Fisiopatología. 
2.4.1. Generalidades del Hierro 
El hierro es el nutrimento inorgánico con más amplia distribución entre los seres 
vivos. Este nutrimento participa en gran cantidad de reacciones de óxido 
reducción, de control de la síntesis y de regulación de la actividad de cientos de 
enzimas, así como en el control de vías metabólicas como la del ciclo del ácido 
tricarboxílico, el transporte de electrones, la fosforilación oxidativa, la fijación de 
nitrógeno y el metabolismo del lactato, piruvato y acetato, entre otras. El hierro en 
estado “libre” es sumamente reactivo, por lo que en general se encuentra ligado o 
encapsulado por proteínas, amén de que existen múltiples y muy finos 
mecanismos para regular su absorción y utilización celular. El hierro presente en 
los alimentos se encuentra en forma de hierro hematínico (hierro hem o hemí- 
nico) o bien de hierro no-hematínico (no-hem o nohemínico). El primero se 
caracteriza por su alta solubilidad, que permite la fácil absorción por la mucosa 
intestinal que cuenta con receptores específicos para su absorción, lo que hace 
que su biodisponibilidad sea alta. El hierro hemínico se encuentra 
fundamentalmente en tejidos animales: carne de cerdo, de res, aves y pescados y 
22 
 
el no-hemínico tanto en alimentos de origen vegetal, como en productos lácteos y 
huevo. Para su absorción intestinal, este último debe unirse a una molécula 
transportadora de metales divalentes (DMT-1). El hierro pasa con facilidad de su 
forma reducida (hierro ferroso, Fe2+) a su forma oxidada (hierro férrico, Fe3+) y en 
ambientes reductores (donadores de electrones, como el ácido ascórbico y/o en 
reacciones enzimáticas de reductasas férricas) de su forma oxidada a la forma 
reducida. Para su absorción, el hierro no-hemínico debe estar en forma reducida. 
Dado que la mayor parte del hierro no-hemínico de los alimentos se encuentra 
presente en forma férrica, en el proceso de absorción participa la enzima 
reductasa férrica (citocromo b duodenal o Dcytb) que se encuentra en la 
membrana apical del enterocito, que propicia la reducción del hierro férrico a hierro 
ferroso, permitiendo así el transporte del mismo hacia el interior del enterocito, 
gracias a la acción de DMT-1. En la membrana basal del enterocito ocurren 
conversiones rápidas del estado reducido a oxidado, ya que el hierro oxidado es la 
forma en la cual circula en el organismo unido a la transferrina. Las células del 
organismo tienen receptores de transferrina para captar el hierro circulante, el cual 
luego puede cambiar a hierro reducido o no, utilizándose para diversas reacciones 
o para ser almacenado en forma de ferritina. Además del estado férrico o ferroso 
del hierro en la dieta, existen diversos compuestos que facilitan o inhiben su 
absorción. Los alimentos y bebidas ricos en polifenoles o taninos, tales como las 
verduras de hoja verde, las especias, el té, café, chocolate y bebidas de cola 
inhiben la absorción de hierro no-hemínico. Lo mismo ocurre con los alimentos 
que contienen fitatos, particularmente los cereales y sus productos integrales (no 
refinados). Por otro lado, existen compuestos, como el ácido ascórbico, la vitamina 
A, los carotenos y los alimentos ricos en hierro hemínico, quefavorecen la 
absorción del hierro no hemínico. Cabe destacar que la concentración de hierro en 
la leche humana (0.3 mg/L) es muy baja y a pesar de que su biodisponibilidad es 
alta (50%), es insuficiente para satisfacer las necesidades de hierro del infante (1 
mg/día). De ahí la importancia de permitir la transfusión placentaria, con su aporte 
de hierro, que ocurre al ligar tardíamente el cordón umbilical. 
 
23 
 
2.4.2. Requerimientos del Hierro 
Los requerimientos de hierro para compensar las pérdidas orgánicas son bajos, 
puesto que, con excepción de las pérdidas menstruales en la mujer, usualmente la 
mayor parte del hierro se conserva en el organismo humano. Se estima que el 
total de las pérdidas de hierro por la orina, el tubo gastrointestinal y la piel es, en 
adultos, de aproximadamente 0.88 a 0.98 mg por día. Las pérdidas basales de 
hierro pueden disminuir a 0.5 mg/día en sujetos con deficiencia de hierro y 
aumentar a 2 mg/día cuando las reservas de hierro son elevadas. Durante el 
crecimiento en la infancia y la pubertad se requiere de hierro para la síntesis de 
tejidos. Además, en la pubertad se requiere hierro para reponer las pérdidas 
menstruales en las mujeres una vez que entran en la menarca y en el hombre, 
para cubrir la mayor demanda para el crecimiento muscular, el incremento en 
estatura y el aumento correspondiente del volumen sanguíneo y de la masa total 
de Hb. 
 
2.5. Consecuencias de la Anemia Ferropénica en el Aprendizaje en Niños. 
Tanto la deficiencia de hierro sin anemia, así como la anemia afectan la calidad de 
vida en diversas formas, ya que en todas las células corporales el hierro es 
indispensable para la generación de energía. Su deficiencia se manifiesta en 
menor capacidad de hacer labores que demandan actividad física o mental y en 
dificultad para mantener la temperatura corporal en ambientes fríos. Los estudios 
en animales muestran que la anemia en el período prenatal afecta el desarrollo 
neurológico y en algunos casos este efecto es irreversible. La deficiencia de hierro 
durante el período embrionario de organogénesis en animales de investigación 
muestra defectos en la generación de células cerebrales. Esto se puede deber a 
que la anemia presente durante la gestación puede producir cambios epigenéticos 
en los patrones de síntesis de diversos neurotransmisores, ácidos grasos, 
colesterol y mielina, así como disminución en la síntesis de ADN (debido a que la 
ribonucleótido reductasa requiere de hierro como cofactor) y la duplicación celular. 
Sin embargo, estos hallazgos no se pueden corroborar en estudios en seres 
humanos. En investigaciones realizadas con animales también se ha demostrado 
24 
 
que la organogénesis cardiovascular es sensible a la disponibilidad de hierro y que 
la deficiencia puede alterar la programación fetal aumentando el riesgo de 
hipertensión. Estudios epidemiológicos en humanos muestran la influencia de 
eventos en la vida temprana (incluyendo la etapa fetal) que resultan en procesos 
mórbidos en la edad adulta. En niños en edad escolar, se ha demostrado que la 
anemia causa disminución en la actividad motora, el rendimiento escolar y la 
socialización. Según la edad en la que ocurra la deficiencia y según su gravedad, 
algunas de las alteraciones en el desarrollo neurológico pueden revertirse con 
suplementación farmacológica, aunque está documentado que a pesar de corregir 
la anemia pueden persistir secuelas en el desarrollo. Aun cuando la relación de 
causalidad entre la deficiencia de hierro en edades tempranas y los defectos en el 
desarrollo mental y la capacidad cognitiva no es clara, la literatura sugiere 
fuertemente que muchos de estos defectos encontrados en el niño pequeño 
persisten aún en la adolescencia, agravándose en niños de bajo nivel 
socioeconómico en relación a niños de nivel mediano. La deficiencia de hierro 
disminuye la inmunidad celular y, en consecuencia, incrementa la susceptibilidad a 
infecciones, particularmente las del aparato respiratorio, las cuales aparecen con 
mayor frecuencia y con mayor duración en los niños anémicos que en los sanos. 
La deficiencia de hierro también tiene efecto sobre la respuesta a la 
suplementación con otros nutrimentos, es decir los niños deficientes de yodo y 
hierro tienen pobre respuesta a la suplementación sólo con yodo debido a que la 
peroxidasa tiroidea requiere hierro como cofactor (17, 18). 
 
 2.5.1. Estudios de correlación 
En los últimos 30 años ha habido un considerable número de estudios, sobre la 
relación entre la presencia de anemia ferropriva y la cognición y conducta, pero el 
tema aún permanece polémico. Una de las primeras publicaciones sobre una 
posible relación entre la anemia ferropénica temprana y el funcionamiento 
cognitivo del escolar, la llevó a cabo Cantwell (24), el estudio concluía que la 
deficiencia de hierro durante los primeros meses de la vida produce un déficit 
neuropsicológico a muy largo plazo. 
25 
 
El estudio epidemiológico de observación de Hurtado et al. en 1999, sobre una 
población de escolares en el estado de Florida en los Estados Unidos, ha sido uno 
de los más grandes realizados. El estudio combinó los archivos computadorizados 
de los niños que participaron en el programa nacional de alimentación 
suplementaria para mujeres, bebés y niños, con los archivos de la secretaría de 
educación sobre los niños con educación especial por retardo mental leve o 
moderado. Esta combinación permitió relacionar estadísticamente los datos de 
nacimiento, la participación en el programa de apoyo alimentario y la matrícula en 
el programa de educación especial del mismo niño. La población estudiada incluía 
aproximadamente 20,000 casos del condado de Dade, en Florida. Los niveles de 
hemoglobina que determinaban el diagnóstico de anemia fueron medidos sólo 
cuando el niño entró en el programa (edad promedio = 12.7 meses; DE = 10.6). 
Posteriormente, cuando los niños estaban en la escuela se determinó que las 
probabilidades de presentar un retardo en el aprendizaje, aumentaban entre 
aquellos niños diagnosticados como anémicos. Esta relación era independiente 
del peso al nacer y del sexo niño, de la educación o la edad de la madre, de su 
raza o de la edad del niño cuando fue inscrito en el programa alimentario. El riesgo 
relativo más alto era para aquellos con una anemia moderada, es decir, con una 
hemoglobina menor a 9.0 g/dl (riesgo relativo = 1.63). El ser levemente anémico 
en la infancia se asoció significativamente con el riesgo de tener un desorden del 
aprendizaje. 
Estudios caso-control 
En Israel, los participantes se incluyeron en un programa comunitario de control de 
anemia ferropénica (no en un estudio de investigación) y se les identificó como 
anémicos (9 a 10 meses de edad) para luego ser tratados con hierro por un 
período de tres meses. A los cinco años de edad se les administró la prueba de 
inteligencia Wechsler y a los siete años de edad se evaluó su rendimiento en el 
segundo año de una escuela primaria. Tanto el cociente intelectual como el 
rendimiento escolar de estos niños estaban por debajo de las medidas respectivas 
de los niños de un grupo comparativo, que no habían sido anémicos. 
26 
 
Walter et al.en Chile, comenzaron un análisis prospectivo donde 314 lactantes de 
tres meses de edad, fueron expuestos al azar a dos tipos de alimentación: un 
grupo recibió leche de vaca fortificada con hierro, mientras que el otro grupo 
recibió leche no-fortificada. Hubo controles médicos mensuales, visitas semanales 
al hogar, y se les siguió hasta los 12 meses. Después, los bebés fueron asignados 
al azar a un tratamiento de sulfato ferroso (2 a 4 mg/kg/d) o a un placebo por un 
período de 10 días. Luego, a todos los participantes se les expuso a un 
tratamiento de 15 mg de hierro por 3 meses. A los 12 meses de edad, los bebés 
se clasificaron en tres categorías:a. Anemia ferropénica (Hb <11 g/dl + 2 indicadores de hierro deficientes). 
b. Deficiencia de hierro (2 indicadores y Hb => 11 gm/dl). 
c. Sin deficiencias. 
A los 12 meses de edad los puntajes promedios en la Escala de Desarrollo Mental 
de Bayley de los niños anémicos fueron inferiores a los alcanzados tanto por los 
niños controles como por los insuficientes en hierro sin anemia. Los rendimientos 
en la escala mental de los niños anémicos fueron normales, pero 6-7 puntos 
inferiores a los de los deficientes. La diferencia entre los niños anémicos y los 
otros dos grupos fue estadísticamente significativa. Diferencias similares se vieron 
en la Escala de Desarrollo Motor; los niños anémicos tuvieron un rendimiento 
menor que los niños con deficiencia de hierro sin anemia y que los niños del grupo 
control. 
Un tratamiento con hierro oral (sulfato ferroso 3-5 mg/ kg/día) durante 75 días no 
produjo mejorías en los rendimientos verbal y motor a los 15 meses de edad. Los 
grupos mostraron pequeñas variaciones en los puntajes tanto de Índice de 
desarrollo mental y motor indistintamente del estado nutricional de hierro a los 12 
meses. Sólo 13 de los 39 niños anémicos lograron una completa corrección del 
estado nutricional de hierro. Al analizar por separado este subgrupo de niños, 
tampoco se observan mejorías en los índices de desarrollo, pues los anémicos 
mantienen rendimientos inferiores que los deficientes en hierro sin anemia y los 
controles. 
27 
 
Los niños evaluados a los 12 meses se volvieron a evaluar a los 10 años de edad 
con una batería de pruebas: 
· Escala de inteligencia de Terman y Merrill, forma L y M.
 
· Destreza motora gruesa y fina con la escala de Bruininks y Oseretsky.
 
· Integración motora con la prueba de Beery.
 
· Habilidades psico-educacionales con la batería de Woodcock y Jonson.
 
· Autoestima, evaluada con la escala de Piers-Harris. 
· Presencia de problemas conductuales. 
 
· Rendimiento y comportamiento escolar. 
 
· Desarrollo neurológico. 
 
Además, se evaluó la estimulación del hogar mediante el inventario HOME de B. 
Caldwell, asimismo, una evaluación de la capacidad intelectual de la madre y una 
determinación de síntomas depresivos de ella. 
Los resultados, los investigadores 
hicieron 17 comparaciones entre los distintos puntajes de los niños que a los 12 
meses de edad habían sido anémicos y no anémicos. De estas 17 comparaciones 
una sola arrojó diferencias estadísticamente significativas: el tiempo de reacción 
de un test motor. Los niños sin anemia reaccionaron con mayor rapidez que los 
niños que habían sido anémicos. En el rendimiento escolar, se registró una 
diferencia significativa (p<0.05) a favor del grupo control en el promedio general de 
las notas de clase, así como en las asignaturas de educación física. Los 
resultados obtenidos en este estudio realizado en Chile se deben interpretar con 
cautela, ya que los análisis no incorporan una diferenciación en los grupos 
dependiendo si los niños provienen de los grupos fortificados o sin fortificar. 
 
En Costa Rica, Lozoff et al. han realizado múltiples estudios de tipo longitudinal en 
infantes. El objetivo inicial fue determinar los efectos de una intervención 
terapéutica con hierro en el desarrollo mental y motor de bebés que tenían 
diferentes grados de deficiencia de hierro. Luego, 
el objetivo cambió y se dirigió a 
medir los efectos de la anemia ferropénica temprana en el funcionamiento 
cognitivo durante la edad escolar y el rendimiento en la escuela. 
28 
 
El estudio original se llevó a cabo entre 1983 y 1985 en la comunidad de Hatillo, 
ubicada a una altura de 1,100 metros sobre el nivel del mar, cerca a San José, la 
capital de Costa Rica. La muestra consistió en 191 niños (12 a 23 meses), que se 
clasificaron como anémicos, (Hb <10.5 g/dl), intermedios (Hb entre 10.6 y 11.9 
g/dl) y no- anémicos (Hb >12 g/dl). Este último grupo presentaba tres categorías 
que incluían a niños deficientes de hierro, con pérdida de hierro y niños con las 
reservas de hierro saturadas. A todos los niños con una hemoglobina menor a 12 
mg/dl se les dio tratamiento con hierro vía oral durante tres meses. La dosis y el 
tiempo se calcularon para que al final de este período, la anemia y la deficiencia 
de hierro fuesen corregidas. Los que no presentaron anemia recibieron un 
placebo. Las Escalas de Desarrollo Mental y Motor de Bayley se administraron 
antes y después de los tres meses de tratamiento. 
Al terminar la terapia, los puntajes de las Escalas Motora y Mental de aquellos 
niños (36%) que se habían rehabilitado completamente de la anemia ferropénica 
fueron similares a los puntajes de los que originalmente fueron clasificados como 
no-anémicos. Esto no ocurrió en 64% de los anémicos que no fueron 
completamente rehabilitados. En estos casos la hemoglobina subió por encima de 
los 12 mg/dl, pero, algunos indicadores de hierro aún se mantuvieron por debajo 
del nivel normal. Al mismo tiempo su rendimiento mental y motor continuó 
significativamente por debajo del de los niños sin historia de anemia. 
Los estudios de Palti, Waltery Lozoff, sugieren que la anemia por deficiencia de 
hierro, durante los dos primeros años de la vida puede dejar una secuela funcional 
caracterizada principalmente por un rendimiento escolar por debajo del nivel de 
rendimiento de los niños que no han sido anémicos. Sin embargo, los tres estudios 
tienen las limitaciones propias de las investigaciones basadas en diseños cuasi-
experimentales con ausencia de asignación aleatoria y ausencia de placebo. Estas 
limitaciones impiden tener el control necesario sobre todos los factores que 
pueden confundir la relación entre las variables independientes (suplemento) y 
dependientes (funcionamiento cognitivo y rendimiento escolar). 
 
29 
 
En Indonesia, Idjradinata y Pollitt realizaron un estudio aleatorio doble ciego en 
niños de 12-18 meses de edad (50 anémicos por deficiencia de hierro, 29 
deficientes en hierro no anémicos y 47 suficientes en hierro.). En cada grupo, a los 
niños se les asignó al azar tratamiento con hierro o placebo por cuatro meses. Los 
niños con Hb entre 10.5 y 12.0 g/l se descartaron. Los resultados muestran que 
antes del tratamiento los niños anémicos tienen promedios de Índice de Desarrollo 
Mental de 12 a 14 puntos más bajos que los otros grupos. Los suficientes en 
hierro y deficientes en hierro no anémicos no muestran diferencias entre sí. En la 
escala motora, las diferencias son de 14 a 17 puntos, y no se observan diferencias 
entre los grupos sin anemia. El grupo anémico que recibió tratamiento con hierro 
muestra un fuerte aumento de los puntajes mentales (+19 puntos) y de los 
puntajes motores (+23 puntos). Todos los grupos muestran en general una 
mejoría en sus puntajes, pero las de los grupos deficiente en hierro sin anemia y 
suficiente en hierro son menores (3-5 puntos). El estudio en Indonesia demostró 
que los niños no-anémicos tuvieron un desempeño significativamente superior en 
las pruebas de logros educativos que los niños anémicos. También comprobó que 
el suministro de sulfato ferroso durante un periodo de tres meses mejoraba el 
desempeño de los niños con anemia. Sin embargo, el tratamiento no tuvo éxito en 
alcanzar el nivel de desempeño observado en los niños no-anémicos. (23) 
 
 
 
 
 
 
 
 
30 
 
2.6. Manifestaciones Clínicas. 
2.6.1 Manifestaciones clínicas en los Trastornos del Aprendizaje en Niños 
De una manera general lo podemos dividir en dos períodos, alteraciones de los 
0-6 años, y de los 6-12 años. A continuación, las características de cada grupo de 
edad. 
Características Clínicas en Trastornos del Aprendizaje 
Niños 0-6 años 
Lenguaje 
• Problemas de pronunciación, habla ininteligible 
• Dificultad para entender órdenes sencillas 
• Dificultad para entender preguntas 
• Desarrollo lento en la adquisición de palabrasy/o frases 
• Dificultad para expresar deseos o necesidades a través del lenguaje oral 
• Dificultad para rimar palabras 
• Falta de interés en relatos o cuentos 
Motricidad 
• Torpeza en motricidad gruesa (como correr, saltar) 
• Equilibrio pobre 
• Torpeza en la manipulación fina (como atarse botones o ponerse los zapatos). 
• Evitación de actividades como dibujar, hacer trazos, etc. 
Desarrollo cognitivo 
• Problemas en memorizar los días de la semana, el alfabeto, etc. 
• Problemas para recordar las actividades rutinarias 
• Dificultades en la noción causa-efecto, en contar y secuenciar 
• Dificultades en conceptos básicos (como tamaño, forma, color) 
Atención 
• Alta distracción, dificultades para permanecer en una tarea 
• Hiperactividad y/o impulsividad excesiva 
Habilidad social 
• Problemas de interacción, juega solo 
31 
 
• Cambios de humor bruscos 
• Fácilmente presenta frustración. 
• Rabietas frecuentes 
• Repetición constante de ideas, dificultad para cambiar de idea o actividad 
Características Clínicas en Trastornos del Aprendizaje 
Niños 6-12 años 
Lenguaje 
• Dificultad para aprender la correspondencia entre sonido/letra 
• Errores al leer 
• Dificultades para recordar palabras básicas 
• Inhabilidad para contar una historia en una secuencia 
Matemáticas 
• Problemas para aprender la hora o contar dinero, confusión de los signos 
matemáticos 
• Transposición en la escritura de cifras 
• Problemas para memorizar conceptos matemáticos 
• Problemas para entender la posición de los números 
• Dificultades para recordar los pasos de las operaciones matemáticas 
Motricidad 
• Torpeza, pobre coordinación motor 
• Dificultad para copiar en la pizarra 
• Dificultad para alinear las cifras en una operación matemática 
• Escritura pobre 
Atención 
• Dificultades para concentrarse en una tarea 
• Dificultades para terminar un trabajo a tiempo 
• Inhabilidad para seguir múltiples instrucciones 
• Descuidado, despreocupado 
• Rechazo ante los cambios de la rutina o ante conceptos nuevos 
Habilidad social 
32 
 
Tabla 6. Tomado de Álvarez Gómez M. J., Crespo Eguílaz. N, IV Jornada de 
Actualización en Pediatría. Junio de 2005. Clínica Universitaria de Navarra. 
Tabla 7. Tomado de Álvarez Gómez M. J., Crespo Eguílaz. N, IV Jornada de 
Actualización en Pediatría. Junio de 2005. Clínica Universitaria de Navarra. 
 
Por ser una de las clasificaciones más frecuentes en México además de 
sustentarse en su origen fisiopatológico, consideraremos la clasificación de 
Azcoaga. A continuación, las características de cada uno de los retardos 
lectográficos: 
 
Retardo lectográfico Gnósico-Práxico 
 
Función valorada 
 
Hallazgo 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Escritura espontánea, 
copia y dictado 
 Confusión de letras de configuración gráfica 
similar. 
 
 Rotación de los elementos gráficos. 
 
 Fraccionamiento de grafemas. 
 
 Adición u omisión de los componentes de los 
grafemas. 
 
 Dificultad en el reconocimiento de la grafía. 
 
 Transposición de grafemas, sílabas, 
superposición de letras. 
 
 Inadecuado manejo del espacio gráfico. 
 
 Unión y separación de letras, y sílabas o 
palabras. 
 
 Grafismo deformado, desproporcionado. 
• Dificultad para entender gestos o expresiones faciales 
• Dificultad para entender situaciones sociales 
• Tendencia a malinterpretar comportamientos de compañeros o adultos 
• Aparente falta de “sentido común” 
33 
 
 
 
 
 
Lectura oral y silente 
 Confusión de letras de similar configuración. 
 
 No respetan el espacio gráfico. 
 
 Omisión de palabras o renglones. 
 
 
 
 
Cálculo 
 Dificultad para encolumnar cantidades. 
 
 Confusión de signos aritméticos. 
 
 
 Dificultad para realizar seriación de números. 
 
 Falla en el reconocimiento derecha-izquierda. 
 
 Fallas en el manejo de preposiciones (arriba-
abajo). 
 
Tabla 8. Tomado de Manual de Guía Clínica de Retardo Lectográfico Afásico. 
Subdirección de Audiología, Foniatría y Patología de Lenguaje. Instituto Nacional de 
Rehabilitación “Luis Guillermo Ibarra Ibarra”, México D.F. junio 2015 
 
Retardo lectográfico Afásico 
Función valorada Hallazgo 
 
 
 
 
 
Escritura espontánea 
 Alto porcentaje de errores ortográficos 
 No usan signos de puntuación 
 No emplean mayúsculas 
 Sustitución de palabras 
 Inadecuada utilización de tiempos 
verbales 
 Errores de concordancias de género y 
número 
 Presencia de circunloquios, 
perseveraciones o neologismos. 
 
 
Dictado 
 El modelo auditivo correcto de la 
persona que dicta el texto, funge como 
una facilitación. 
34 
 
 Confusión de grafemas fonéticamente 
similares. 
 La calidad del grafismo no se altera. 
 
 
Copia 
 Realizado grafema por grafema, sílaba 
por sílaba o palabra por palabra. 
 Pocos errores ortográficos. 
 
 
 
 
Lectura oral y silente 
 Confusión de grafemas fonéticamente 
similares 
 Alteraciones en la síntesis silábica 
 Pobre fusión de sílabas 
 Fallas en integración de palabras 
sucesivas 
 Comprensión de la lectura en voz alta 
mejor que la silente 
 Peor comprensión si la lectura la realiza 
el explorador 
 
 
 
 
Cálculo 
 Afección del concepto matemático y la 
abstracción numérica 
 Fallas en el razonamiento lógico 
matemático 
 Errores en comparación de cantidades 
 Dificultad para seriación y clasificación 
 Errores de encolumnado. 
 Fallas en la solución de operaciones 
aritméticas básicas 
Tabla 9. Tomado de Manual de Guía Clínica de Retardo Lectográfico Afásico. 
Subdirección de Audiología, Foniatría y Patología de Lenguaje. Instituto Nacional de 
Rehabilitación “Luis Guillermo Ibarra Ibarra”, México D.F. junio 2015. 
 
 
 
 
35 
 
Retardo lectográfico Anártrico 
 
Función valorada Hallazgo 
 
 
 
 
Escritura espontánea, copia 
y dictado 
 Datos de agramatismo 
 Mal uso de concordancias en modo y 
tiempo verbal 
 Sustitución, omisión, transposición de 
grafemas o agregado de letras 
 Mayor número de errores en el dictado que 
en la copia o en la escritura espontanea 
 
 
 
 
Lectura oral y silente 
 Sustitución de grafemas con similar punto 
de articulación, pero de sonoridad diferente 
 Alteraciones del deletreo o transposición de 
fonemas, de silabas, 
 reemplazar con otras sílabas o palabras 
 La comprensión de la lectura oral o silente 
no muestra alteraciones 
 
 
Cálculo 
 Generalmente sin alteraciones 
 Errores en comparación de cantidades 
 Dificultad para seriación y clasificación 
Tabla 10. Tomado de Manual de Guía Clínica de Retardo Lectográfico Afásico. 
Subdirección de Audiología, Foniatría y Patología de Lenguaje. Instituto Nacional de 
Rehabilitación “Luis Guillermo Ibarra Ibarra”, México D.F. junio 2015. 
 
 
 
 
 
 
 
 
36 
 
2.6.2. Manifestaciones clínicas de la Anemia ferropénica en niños. 
 
El cuadro más común de anemia con deficiencia de hierro es el observado en 
niños o lactantes bien alimentados con una anemia microcítica e hipocrómica leve 
o moderada sin presentar síntomas de otro tipo. Mucho menos frecuentes son los 
casos de niños con anemia severa, que presentan letargo, palidez, irritabilidad, 
cardiomegalia, señales de mala alimentación y taquipnea. (22) 
Se encuentra una serie de síntomas y signos relacionados con hipoxia tisular: 
 Cefalea 
 Fatiga 
 Acufenos 
 Disnea 
 Palpitaciones 
 Dolor precordial 
 Taquicardia 
 Claudicación intermitente 
 Calambres musculares (comúnmente por la noche) 
 Palidez de tegumentos y mucosas 
 Disminución de la capacidad para llevar a cabo actividades cotidianas 
 Parestesias 
 Ardor en la lengua, glositis. 
 Disfagia 
 Pica 
 Síndrome de piernas inquietas 
 Estomatitis 
 Queilitis angular 
 Coiloniquia 
 Esplenomegalia leve 
 Desaceleración de la velocidad de crecimiento pondestatural 
 Déficit de atención Pobre respuesta a estímulos sensoriales (7). 
37 
 
 
2.7. Diagnóstico 
2.7.1. Evaluación de lectoescritura. 
El diagnóstico de las alteraciones del código lectoescrito tiene como fin el 
cumplimentar las metas de la rehabilitación que se le dará al paciente, al concluir 
ésta. En la evaluación del paciente se consideran tres etapas, la primera es la 
realización de un interrogatorio y exploración física completos y el establecimiento 
de una relación positiva con el paciente. La segunda está definida por la aplicación 
y calificación de las pruebas. La tercera y última etapa está marcada por el análisis 
de los resultados. Se requiere la realización de una nota clínica que incluya: la 
anamnesis, investigando el problema que presenta el paciente, las características 
inherentes al trastorno de aprendizaje del código lectoescrito, las características 
de su lenguaje, su comprensión, grado escolar, conducta; los antecedentes 
heredo-familiares, el núcleo familiar, los antecedentes pre- peri y postnatales, el 
desarrollo psicomotor y de lenguaje, los antecedentes patológicos. Se realiza 
además una exploración física, en la que se hace énfasis en cabeza y cuello, pero 
además se explora la coordinación motora, la lateralidad, gnosias y praxias del 
paciente. 
 
Los instrumentos de evaluación neuropsicológica deberán garantizar la 
identificación del nivel del funcionamiento de las funciones cerebrales superiores, 
que las tareas o acciones que realice el niño se dirijan a la valoración de dichos 
mecanismos, estos criterios implican la elaboración de procedimientos de 
evaluación útiles y claros para el especialista. Para evaluar el lenguaje verbal se 
recomienda el esquema de Evaluación Neuropsicológica Infantil Breve, de 
Quintanar y Solovieva, instrumento elaborado a partir de las propuestas de Luria, y 
Akhutina, valora el analizador cinestésico motor verbal, la memoria táctil, la 
organización cinética de los movimientos, la retención audio-verbal y visual, el 
análisis y síntesis espaciales, la regulación y control de la atención, el oído 
fonemático y las imágenes objétales. Esta herramienta es de utilidad para la 
organización del trabajo clínico en la rehabilitación que se proporcione al paciente, 
38 
 
adaptándola de acuerdo a las condiciones socioculturales de los pacientes. Otra 
herramienta útil para la valoración de los pacientes es el Test de Análisis de 
Lectura y Escritura (T.A.L.E.), de Cervera y Toro, el cual se compone de pruebas 
para la lectura y la escritura, toma en cuenta exactitud, velocidad y comprensión. 
En la escritura se evaluará la escritura espontánea, el dictado (deberá realizarse a 
espaldas del niño); la copia de textos consignando las verbalizaciones, 
movimientos, actitudes, posición del cuerpo y del papel, las características del 
grafismo. La lectura en forma oral, silente y por el explorador, así como su 
comprensión. La exploración del cálculo con objetos reales, con representaciones 
gráficas, cifras al papel, el cálculo silente en orden de complejidad creciente; la 
exploración de las nociones matemáticas mediante enunciados de problemas. 
Esta evaluación se realizará de acuerdo al grado escolar, aumentando el grado de 
complejidad según el nivel de exposición a los mecanismos de lectoescritura. En 
algunos casos será necesaria una valoración a Psicología, cuyos resultados 
deberán interpretarse de acuerdo a cada caso, enfatizando una interpretación 
psicodinámica en la que no importa tanto un determinado cociente intelectual, sino 
más bien como se estructura éste y que hace el niño con sus capacidades 
intelectuales (5). 
 
Para la valoración del lenguaje lecto-escrito se utiliza la Evaluación 
Neuropsicológica Infantil (ENI), realizada por la Dra. Esmeralda Matute y 
colaboradores. Es la primera batería neuropsicológica orientada hacia la 
evaluación de niños de edad escolar desarrollada y estandarizada en la población 
latinoamericana, en particular de México (en Guadalajara y Tijuana) y Colombia 
(en Manizales). Las normas de la ENI se obtuvieron en una muestra de 788 niños 
de 5 a 16 años provenientes de México y Colombia, casi la mitad fueron varones, 
de escuelas públicas y privadas, sin antecedentes de problemas de desarrollo y/o 
enfermedades graves. Para poder ofrecer los datos normativos de este 
instrumento se llevó a cabo una serie de procedimientos de confiabilidad y validez, 
tales como confiabilidad de test-retest, confiabilidad entre calificadores, 
correlaciones con el WISC y validez interna de sus tareas. 
39 
 
Permite evaluar 9 dominios neuropsicológicos: habilidades construccionales, 
habilidades gráficas, memoria a corto plazo y diferida en su modalidad verbal y no 
verbal, habilidades perceptuales (visuales, auditivas y táctiles), lenguaje que 
incluye la expresión, comprensión y repetición, habilidades metalingüísticas, 
habilidades espaciales, atención (visual y auditiva), habilidades conceptuales, 
funciones ejecutivas que son los propios de una evaluación neuropsicológica 
estándar. Se incluyen además, 3 áreas académicas: lectura, escritura y aritmética; 
así como el examen de los signos neurológicos blandos, de la lateralidad manual y 
dos formatos para recopilación de la historia del desarrollo y de aprendizaje: el 
Cuestionario para Padres y la Historia Clínica. 
La integración de la información sobre el funcionamiento cognitivo, historia del 
desarrollo y manifestación de signos neurológicos blandos, provee la posibilidad 
de emitir un diagnóstico clínico acertado, o bien, caracterizar a los niños y 
adolescentes típicos y/o con alguna patología. En total son 13 dominios, 36 
subdominios y 79 tareas. **La duración de la aplicación de esta batería es de 
aproximadamente 3-4 horas. La aplicación de la primera parte de la prueba no 
puede interrumpirse antes de la sección 4 (memoria de evocación) (20). 
Dadas las características y alcances de la prueba, ésta se ha utilizado tanto en el 
área clínica como en la investigación con distintas poblaciones, por mencionar 
algunas: los niños con TDAH, con trastornos de aprendizaje, alteraciones 
genéticas, diabetes gestacional, el síndrome alcohólico fetal, niños con lesiones 
cerebrales a consecuencia de hemofilia, entre muchas otras (25). 
 
 
 
 
 
40 
 
2.7.2. Esquema de organización de la Evaluación Neuropsicológica Infantil en el 
que se incluyen los dominios, subdominios y tareas o medidas. 
1. Habilidades construccionales 
1.1. Construcción con palillos 
1.2. Habilidades gráficas 
1.2.1. Copia de figuras 
1.2.2. Dibujo de la figura humana 1.2.3. Copia de la figura compleja 
2. Memoria (codificación) 
2.1. Memoria verbal-auditiva 2.1.1. Lista de palabras 2.1.2.Recuerdo de una historia 2.2. Memoria visual-Lista de 
figuras 
3. Habilidades Perceptuales 
3.1. Percepción táctil
3.1.1. Mano derecha 3.1.2. Mano izquierda 
3.2. Percepción visual
3.2.1. Imágenes sobrepuestas 3.2.2. Imágenes borrosas 3.2.3. Cierre visual 3.2.4. 
Reconocimiento de expresiones 3.2.5. Integración de objetos 
3.3. Percepción auditiva 3.3.1. Notas musicales 3.3.2. Sonidos ambientales 3.3.3. Fonémica 
4. Memoria (evocación diferida) 
4.1.Evocación de estímulos auditivos 4.1.1. Espontánea de la lista de palabras 4.1.2. Por claves 4.1.3. 
Reconocimiento 4.1.4. De la historia 
4.2. Evocación de estímulos visuales 4.2.1. Figura compleja 4.2.2. Espontánea de la lista de figuras 4.2.3. Por claves 
4.2.4. Reconocimiento 
5. Lenguaje 
5.1. Repetición
5.1.1. Sílabas 5.1.2. Palabras 5.1.3. Repetición de no palabras 5.1.4. Repetición de oraciones 
5.2. Expresión 5.2.1. Denominación de imágenes 5.2.2. Coherencia narrativa 5.2.3. Longitud de la expresión 
5.3. Comprensión 5.3.1. Designación de imágenes 5.3.2. Seguimiento de instrucciones 5.3.3. Comprensión del 
discurso 
6. Habilidades metalingüísticas 
6.1. Síntesis fonémica 6.2. Conteo de sonidos6.3. Deletreo6.4. Conteo de palabras 
7. Lectura 
7.1. Precisión 7.1.1. Sílabas 7.1.2. Palabras 7.1.3. No palabras 7.1.4. Oraciones7.1.5. Lectura en voz alta de un texto 
7.2. Comprensión 7.2.1. Oraciones 7.2.2. Lectura en voz alta de un texto 7.2.3. Lectura silenciosa de un texto 
41 
 
7.3. Velocidad
7.3.1. Lectura en voz alta
7.3.2. Lectura silenciosa de un texto 
8. Escritura 
8.1. Precisión 8.1.1. Escritura del nombre 8.1.2. Dictado de sílabas 8.1.3. Dictado de palabras 8.1.4. Dictado de no 
palabras 8.1.5. Dictado de oraciones 8.1.6. Copia de un texto 8.1.7. Recuperación escrita 
8.2. Composición narrativa 8.2.1. Coherencia narrativa 8.2.2. Longitud de la producción narrativa 
8.3. Velocidad 8.3.1. En la copia de un texto 8.3.2. En la recuperación escrita 
9. Aritmética 
 9.1. Conteo 
9.2. Manejo numérico 9.2.1. Lectura de números 9.2.2. Dictado de números 9.2.3. Comparación de números 9.2.4. 
Ordenamiento de cantidades 
 9.3. Cálculo 9.3.1. Serie directa 9.3.2. Serie inversa 9.3.3. Cálculo mental 9.3.4. Cálculo escrito 
9.4. Razonamiento lógico-matemático 9.4.1. Problemas numéricos 
10. Habilidades espaciales 
10.1. Comprensión derecha – izquierda 10.2. Expresión derecha – izquierda 10.3. Dibujos desde ángulos diferentes 
10.4. Orientación de líneas 10.5. Ubicación de coordenadas 
11. Atención 
11.1 Atención visual 11.1.1. Cancelación de dibujos 11.1.2. Cancelación de letras 
11.2. Atención auditiva 11.2.1. Dígitos en progresión 11.2.2. Dígitos en regresión 
12. Habilidades conceptuales 
12.1. Similitudes 12.2. Matrices 12.3. Problemas aritméticos 
13. Funciones ejecutivas 
13.1. Fluidez verbal 13.1.1. Fluidez semántica 13.1.2. Fluidez fonológica 
13.2. Fluidez gráfica 13.2.1. Fluidez semántica 13.2.2. Fluidez no-verbal 
13.3. Flexibilidad cognitiva 13.3.1.Número de ensayos administrados 13.3.2. Total de errores
13.3.3. Porcentaje de 
errores 13.3.4. Número de categorías 13.3.5. Incapacidad para mantener la organización 13.3.6. Número de 
respuestas perseverativas 13.3.7. Porcentaje de respuestas perseverativas 
13.4. Planeación y Organización 13.4.1Diseños correctos 13.4.2 Excedente de movimientos 13.4.3. Diseños 
correctos con el mínimo de movimientos 
 
 
42 
 
2.7.3. Diagnóstico de Anemia. 
 
Hematimetría 
Como parte de la evaluación es necesario un recuento sanguíneo sistemático 
completo que incluya la concentración de hemoglobina, el hematocrito y los 
índices eritrocitarios: VCM en femtolitros (fl), HCM en picogramos y concentración 
media de hemoglobina corpuscular (CMHC) en gramos por litro o decilitro. Debe 
tenerse en cuenta que existen diversos factores fisiológicos que influyen en los 
valores proporcionados por el hemograma (cifra de leucocitos, hemoglobina y 
hematocrito), como la edad, el sexo, el embarazo, el consumo de tabaco y la 
altitud. Otro parámetro de utilidad es el histograma de frecuencia o imagen de la 
distribución de los eritrocitos según el tamaño y el ADE (amplitud de distribución 
del tamaño eritrocitario) que nos proporcionará información acerca de la homo o 
heterogeneidad de la población eritrocitaria, es decir, de la anisocitosis. Su valor 
normal es de 13 ± 1,5 y se eleva cuando existen poblaciones eritrocitarias de 
diferente tamaño. En el terreno práctico, en una situación de anemia ferropénica 
encontraremos un VCM bajo acompañado de una disminución en el hematocrito y 
hemoglobina. Sin embargo, en un paciente con talasemia detectaremos un 
aumento del número de hematíes y un VCM desproporcionadamente bajo con 
respecto al grado de anemia. 
 
Estudio del metabolismo del hierro 
El estudio del metabolismo del hierro permite hacer el diagnóstico diferencial entre 
las entidades citadas. La sideremia es uno de los parámetros de menor valor, 
pues el nivel de éste obedece a un ritmo circadiano que varía de un individuo a 
otro. El descenso o aumento de la concentración puede diferir hasta en un 30% en 
dos muestras si se toma a intervalos de 8 horas. Su valor puede verse 
condicionado por el consumo de fármacos y/o sustancias que lo aumentan 
(anticonceptivos, alcohol y metildopa) o lo disminuyen (hormona 
adrenocorticotropa [ACTH], colchicina y testosterona). La transferrina (Tf) y el 
índice de saturación de la transferrina (IST), aunque más útiles que el hierro 
43 
 
sérico, tienen también sensibilidad baja, ya que sufren modificaciones en algunos 
estados como el embarazo y con la ingesta de fármacos. En la práctica es 
frecuente utilizar la capacidad total de fijación de hierro (CTFH) en lugar de la Tf, 
con un significado muy similar. En situaciones de déficit de hierro encontraremos 
una disminución del hierro sérico y aumento de la Tf y la CTFH, mientras que en 
situaciones de enfermedad crónica detectaremos un hierro sérico disminuido con 
Tf y CTFH baja. Por ello, el IST suele ser más bajo en el déficit de hierro. En las 
hemoglobinopatías y anemias sideroblásticas los parámetros del hierro son 
normales o muestran datos de sobrecarga. La ferritina sérica es un excelente 
indicador de la reserva de hierro en adultos sanos, habiendo sustituido al estudio 
de médula ósea como prueba estándar para el diagnóstico de déficit de hierro. La 
presencia de una ferritina inferior a 30-40 ng/ml es indicativa de déficit de hierro, 
con una sensibilidad del 92-98% y una especificidad del 98%. Los niveles 
inferiores tienen una sensibilidad más baja, aunque en adolescentes el límite 
recomendado es de 12 ng/ml. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que la 
ferritina es un reactante de fase aguda, y puede verse incrementado en 
situaciones de infección, inflamación y cáncer. Es por ello que, en aquellos 
pacientes con presencia concomitante de un estado inflamatorio y un déficit de 
hierro, la ferritina puede tener un valor “falsamente” normal, habiéndose descrito 
ferropenia con cifras de ferritina de 60 y hasta 100 ng/ml. Una regla práctica útil es 
multiplicar por tres el límite de la ferritina. Tampoco hay que olvidar que la lesión 
de órganos ricos en ferritina, como en una hepatitis aguda, y algunas condiciones, 
como la linfohistiocitosis hemofagocítica, pueden asociarse a niveles muy altos de 
ferritina. El cálculo del cociente entre el receptor soluble de la trasferrina (sTfR) y 
la ferritina, o su logaritmo, puede resultar útil para la distinción entre anemia por 
déficit de hierro y anemia de trastorno crónico. Específicamente, un índice menor 
de 1 sugiere el diagnóstico de anemia de trastorno crónico, mientras que un índice 
mayor de 2 sugiere la presencia de anemia por déficit de hierro (16). 
 
 
 
44 
 
2.8. Tratamiento 
2.8.1. Rehabilitación Trastornos del Aprendizaje. 
En la rehabilitación existen diferentes enfoques de acuerdo a las características 
clínicas del paciente e incluyen el trabajo de todos los factores asociados, 
abordando la lectoescritura de forma global, desde una orientación ideográfica, sin 
olvidar el entorno de cada paciente; el enfoque pedagógico se basa en el 
aprendizaje o re-aprendizaje de la lectoescritura a partir del análisis de los 
prerrequisitos y de los procesos implicados, dando importancia a las condiciones 
del aprendizaje. El enfoque sintomatológico, consiste en intervenir de forma 
analítica en el conjunto de trastornos observados, como el trabajo con textos, la 
construcción de oraciones con relaciones espaciales complejas, secuencias en el 
nivel perceptivo y verbal, con cuadros temáticos, secuencias numéricas, 
operaciones aritméticas, etc. Esta terapia incluye el desarrollo de funciones 
complejas, como son las gnosias, las praxias, el ritmo, la coordinación visomotora, 
la decodificación fonológica, entre otras (5). 
 
2.8.2. Tratamiento anemia 
El tratamiento de la anemia por deficiencia de hierro debe dirigirse de manera 
esencial al manejo de la causa que la originó. El tratamiento específico de la 
deficiencia de hierro es ofrecer al paciente suplementos con hierro. Nose 
recomienda prescribir preparados que contengan ácido fólico, vitamina B12 o 
algún otro compuesto vitamínico adicionado al hierro. Es recomendable ofrecer 
siempre que sea posible la administración de sulfato ferroso por vía oral, la dosis 
con base al hierro elemental es: 
 Niños: 3 a 6 mg/kg/día dividido en una o tres dosis. 
 Adultos: 180 mg/día dividido en tres dosis. 
Idealmente los pacientes no deben recibir suplemento de hierro dentro de las dos 
primeras horas después de haber ingerido alimentos o antiácidos; se sugiere 
tomarlo de 15 a 30 minutos antes de los alimentos y no acompañarlo con lácteos. 
El tiempo de prescripción del hierro es variable: una vez obtenido el valor normal 
de hemoglobina y hematocrito debe continuarse con su administración, a igual 
45 
 
dosis, durante un tiempo similar al que fue necesario para alcanzar la 
normalización de la hemoglobina. La decisión de ofrecer hierro por vía parenteral 
deberá tomarla el hematólogo, ésta vía de administración se recomienda en los 
siguientes casos: 
 Intolerancia digestiva grave al hierro oral 
 Patología digestiva que contraindique la vía oral 
 Cuando se prevee que el tratamiento oral será insuficiente o inadecuado 
(7). 
 
3. Patrones de Crecimiento Infantil 
3.1 Índice de Masa Corporal 
El índice de masa corporal (IMC) o índice de Quetelet es una medida que 
relaciona el peso con la talla. Es necesario tener en cuenta que el peso se afecta 
más que la talla por el estado nutricional y la composición corporal; para evitar 
este problema, se aumenta el valor relativo de la talla, elevándola al cuadrado, o lo 
que es lo mismo, se disminuye el valor relativo del peso; el IMC se define por la 
siguiente ecuación: IMC = Peso/talla2 
Se consideran valores normales un IMC comprendido entre 20 y 25 kg/m2, 
definiendo la malnutrición por defecto con valores inferiores a 18.5kg/m2 y por 
exceso con valores por encima de 25kg/m2, estableciendo los grados de obesidad 
a medida que asciende al valor del IMC. 
 
Clasificación del IMC según la OMS (kg/m2) 
Clasificación IMC 
Obesidad grado I 24.9-29.9 
Normal 20.0-25.0 
Desnutrición grado I 17.0-19.9 
Desnutrición grado II 14.0-16.9 
Desnutrición grado III 14 
 
Se trata de un buen índice de valoración nutricional en adultos. Se acepta que la 
malnutrición aparece por debajo de un 25%, mientras que el sobrepeso ocurre por 
encima del 75%, siendo el 90% el límite que define la obesidad (25). 
46 
 
3.2 Curvas de crecimiento NCHS 
Las evaluaciones del crecimiento son indicadores “centinela” de la situación de 
salud y desarrollo socioeconómico de las comunidades. Los estándares de 
referencia se usan como instrumento para la acción, es así como en el ámbito 
individual, su monitoreo sirve para la identificación oportuna de desviaciones del 
crecimiento; en el ámbito local sirven para el tamizaje e implementación de 
acciones; y en el ámbito poblacional, el uso de la antropometría se utiliza en la 
selección de poblaciones para la intervención. La antropometría es el método más 
utilizado para evaluar el tamaño, las proporciones, y la composición del cuerpo 
humano, por ser fácil de aplicar, de bajo costo y no invasivo. Permite predecir la 
nutrición, el rendimiento, la salud y la supervivencia. Por estas razones, se utiliza 
en el control de la salud y nutrición, así como en la selección de individuos y 
poblaciones a ser intervenidas. El patrón recomendado por la OMS hasta el año 
2006 para evaluar a los niños menores de 5 años, era el patrón internacional de 
crecimiento del National Center for Health Statistics (NCHS/OMS) que es citado en 
la Norma Oficial Mexicana NOM-008-SSA2-1993, Control de la nutrición, 
crecimiento y desarrollo del niño y del adolescente. Criterios y procedimientos para 
la prestación del servicio (26) (27) 
47 
 
 
 
 
 
 
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48 
 
 
4. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 
Los trastornos de aprendizaje representan una de las patologías más frecuentes 
en la edad escolar, son secundarios a etiología multifactorial siendo la anemia en 
su mayoría debido a una deficiencia de hierro una posible para su desarrollo. 
Un niño anémico, que acude a la escuela presenta alteraciones en la atención, 
retención, así como fatiga física y mental, que no le permite progresar 
académicamente, consecuencia de ello tenemos un bajo rendimiento que 
constituye un problema para la educación en todos sus niveles e implica una 
pérdida del capital de recursos humanos para la familia, la comunidad y para el 
propio país. En efecto, aun cuando la relación de causalidad entre la deficiencia de 
hierro en edades tempranas y los defectos en el desarrollo mental y la capacidad 
cognitiva no es clara, la literatura sugiere fuertemente que muchos de estos 
defectos encontrados en el niño pequeño persisten aún en la adolescencia, 
agravándose en niños de bajo nivel socioeconómico en relación a niños de nivel 
mediano. 
La finalidad de este estudio nos lleva a realizar la siguiente pregunta de 
investigación, ¿Son las características clínicas, sociodemográficas y ambientales 
en pacientes de 6-9 años con trastorno mixto del desarrollo del aprendizaje 
escolar un factor que influya en su desempeño en la Evaluación Neuropsicológica 
Infantil? 
 
 
 
 
 
 
49 
 
5. ANTECEDENTES. 
5.1. Antecedentes generales y definición 
 
Los trastornos del aprendizaje afectan a un número sustancial de personas en 
edad infantil alrededor del mundo lo que resulta en una disminución del éxito 
académico y social a largo plazo para las personas afectadas (1). En un aula 
cualquiera de niños sanos, dotados de una inteligencia dentro del rango de la 
normalidad, nos encontramos con distintos tipos de niños: brillantes, que aprenden 
y asimilan los conceptos rápidamente y con facilidad; “normales”, que aprenden al 
ritmo esperado y con las dificultades típicas; niños a los que aprender y asimilar 
los conceptos les supone una mayor dificultad que a los demás, pero que con un 
mínimo esfuerzo/tiempo suplementarios llegan a superarlos sin problemas, y 
finalmente están los niños con trastornos del aprendizaje. Estos últimos son 
pacientes que presentan problemas persistentes y graves para asimilar 
determinados conceptos académicos. La definición más utilizada de trastornos del 
aprendizaje es la dificultad persistente, inesperada y específica para adquirir de 
forma eficiente determinadas habilidades académicas: lectura, escritura, cálculo, 
dibujo entre otras y que ocurren a pesar de que el niño tenga una inteligencia 
normal, siga una escolarización adecuada y su entorno socio-cultural sea optimo, 
además de contar con integridad física apropiada. Suele aceptarse que los niños 
con trastornos del aprendizaje han de tener un nivel cognitivo en rangos normales 
o altos. El problema de los niños con déficit cognitivo es distinto y no pertenece al 
campo de los trastornos del aprendizaje. (2). Anemia es la condición en la cual 
existe un número

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