Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
¡JI, JI, JI! ¿Os preguntáis cómo he acabado haciendo un libro sobre Karl Lagerfeld? Todo comenzó en 2012. Por entonces estaba en el paro y me hice un blog que se llama "Le Meilleur des Mondes Possibles". Me estaba tomando un descanso después de algunos años trabajando en los sectores del arte y la moda. El blog era una válvula de escape, contaba anécdotas de mi vida de desempleada y compartía mis experiencias profesionales pasadas. ¿HOLA? LA LLAMO PARA INFORMARLE DE QUE NO HEMOS ACEPTADO SU CANDIDATURA. Mi antigua jefa Me pones de los nervios. Por tu culpa tengo insomnio. Ya te puedes olvidar del aumento. —¿Vamos juntas a desayunar? —¡Ja! Kirsten, ¡¡¡tú estás de cachondeo!!! Después comencé a introducir —cotilleos— de famosos (es que me encanta) y noticias de moda (allí aparecía Karl con regularidad). El blog fue teniendo cada vez más éxito y un editor me propuso hacer un libro. —¿WHAT? —¡Ah, pues claro! Estilo parada Cuando tuve el libro en las manos (y después de ver toda la gente que vino a la presentación) fue una revelación. Pero... ¿por qué te matas a buscar un trabajo coñazo cuando currarías de fábula de esto y te divertirías más? Decidí lanzarme y desde entonces ¡no han dejado de surgir proyectos! He hecho ilustraciones para revistas. ¡He creado una colección de camisetas y fulares que se vendió en Colette en un escaparate exclusivo! He publicado un segundo libro, apadrinada por Lewis Trondheim. Entonces, en septiembre de 2014, tras la salida de mi segundo libro, me pregunté qué me apetecía hacer a continuación. Dado que, claramente, la fortuna me sonreía, me pregunté con QUIÉN desearía trabajar si TODO fuese posible. La respuesta inmediata fue: Ya admiraba su talento, su franqueza y su manera de sacar partido a su imagen... Publicar un primer libro, hecho. Ser distribuida en Colette, hecho. Sacar un libro gracias a uno de mis autores preferidos, hecho también. ¡KARL LAGERFELD! Así que le escribí una carta en la que le transmitía mi admiración y le proponía colaborar en el ámbito de su marca epónima. Acompañé la carta de una camiseta y un fular de mi colección, además de una copia de todas las ilustraciones que había hecho del propio Karl y de su gata Choupette desde el comienzo de mi blog. Y lo envié. ¿Por qué no hacer unos escaparates chistosos? ¿O unos motivos ilustrados para una de sus colecciones? ¿O qué tal si le lavo los calcetines? ¡Me vale lo que sea! Creo que está todo...
Compartir