Logo Studenta

Concepto de eutanasia

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

Concepto de eutanasia 
La palabra eutanasia procede de una palabra griega compuesta por "eu" (bueno) y "thanatos" (muerte), y significaba literalmente "buena muerte", en el sentido de una muerte tranquila, sin sufrimiento. No tenía, por tanto, la connotación polémica e incluso ominosa que se le atribuye hoy. Se dice que el emperador romano Augusto, cuando le comunicaban que un conocido había muerto serenamente, exclamaba "¡Que los dioses me concedan una eutanasia así! En nuestra época, el término corresponde a ayudar a un enfermo a poner fin a su vida, para aliviarle del dolor y el sufrimiento insoportables. 
La eutanasia es el acto intencionado de proporcionar a alguien una muerte rápida e indolora para aliviar el sufrimiento causado por una enfermedad incurable que causa gran sufrimiento. Se puede clasificar en voluntaria e involuntaria. En la eutanasia voluntaria es el propio enfermo el que, conscientemente y dentro de los parámetros necesarios, pide que lo maten. En la eutanasia involuntaria la persona es incapaz de expresar su deseo de morir y esta decisión la toma otra persona, normalmente cumpliendo el deseo previamente expresado por ella misma en este sentido. La eutanasia también puede clasificarse como activa y pasiva. La eutanasia activa es el acto de intervenir directa y deliberadamente para acabar con la vida del paciente, la eutanasia pasiva consiste en no realizar, o interrumpir, el tratamiento necesario para la supervivencia. Esto último podría confundirse con no practicar la distanasia, pero la diferencia es que el tratamiento abandonado podría ser eficaz para la enfermedad en cuestión, mientras que en este último el objetivo es simplemente prolongar la vida sin ningún otro objetivo.
La eutanasia, cuando está permitida por la ley, debe ser realizada por médicos, o bajo su supervisión, ya que se lleva a cabo por razones clínicas.
Font- https://ordemdosmedicos.pt/a-eutanasia/
Discusion ética 
Algunos filósofos sostienen que esto implica que no hay una diferencia moral intrínseca entre matar y dejar morir, sino que hay una simetría moral. El caso presentado a favor del principio de simetría moral es el siguiente. Dos hermanos quieren que su padre muera para poder heredar su fortuna lo antes posible. Uno de ellos, actuando sólo por su cuenta, introduce un veneno en la bebida de su padre. El otro, por casualidad, se encuentra con las convulsiones de su padre. Resulta que tiene un antídoto contra el veneno, pero se niega a aplicarlo. Uno de los hijos inició un proceso causal que condujo a la muerte de su padre; el otro no interfirió en este proceso de manera que impidiera su efecto.
Quizá este caso demuestre que el principio de simetría moral es correcto: matar y dejar morir son moralmente equivalentes. Si se acepta que ambos hermanos son igualmente culpables, esa parece ser la conclusión adecuada. Aunque persista la intuición moral de que matar y dejar morir no son moralmente equivalentes en los casos reales, ese hecho se debe a la presencia de factores extrínsecos.
Si el principio de simetría moral afirma la equivalencia entre matar y dejar morir, entonces los deberes de no matar y no dejar morir tienen igual fuerza.
Se empieza por distinguir los deberes negativos de los positivos. Un deber negativo es un deber de no hacer daño; un deber positivo es un deber de generar beneficios. El deber de no matar es, por tanto, un deber negativo; y el deber de no dejar morir es un deber positivo para asegurar la vida de alguien
Hay quienes afirman que el debate sobre la distinción entre matar y dejar morir termina en un punto muerto. Y hay quienes van más allá y afirman que la ética de la eutanasia no se ajusta a principios generales como la simetría o la diferencia moral. Es cierto que el caso de los herederos silencia el "ruido" de los factores extrínsecos (motivos, riesgos y probabilidades, entre otros posibles factores). Pero este "ruido" surge en la mayoría de los casos reales. En muchos de estos casos es lo suficientemente ensordecedor como para que tengamos que considerarlo como moralmente relevante. Que el motivo sea acabar con un sufrimiento devastador o con las pesadas cargas de una familia es moralmente relevante. También lo es si acabar con la vida es un gesto compasivo o una muestra de dudosos intereses.
Parece, por tanto, que los factores moralmente relevantes que intervienen en los casos reales no encajan en principios de carácter general. La diversidad de los factores que intervienen en estos casos se corresponde con las diferencias morales. Esto da una idea de la dificultad del debate. Esta dificultad, sin embargo, no termina ahí. Los diferentes factores no sólo introducen diferentes consideraciones morales, sino también diferentes tipos de consideraciones.
Esto significa que la eutanasia puede ser defendida o rechazada sobre la base de consideraciones consecuencialistas. En el primer caso, se defiende la eutanasia porque tiene la consecuencia de minimizar el sufrimiento; en el segundo, se rechaza la eutanasia porque tiene la consecuencia de disminuir la confianza en los profesionales sanitarios. 
https://criticanarede.com/eticaeutanasia.html
https://www.webartigos.com/artigos/eutanasia-aspectos-eticos-na-enfermagem/99939/
https://conpeexonline.ufg.br/images/posteres/edicao2021/2023/Poster---A---tica-das-virtudes-e-a-eutan--sia-pptx.pdf

Continuar navegando