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psicopatologia del niño

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PSICOPATOLOGÍA DEL NIÑO
EXPLORACIÓN DEL NIÑO
Prof. Eladia Asir Gómez
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ENTREVISTA 
CLÍNICA
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ENTREVISTA CLINICA
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Conducir las entrevistas de investigación con un niño y su familia es algo sumamente difícil, que exige una larga experiencia y que no puede aprenderse en los libros más que de forma parcial. La multiplicidad de las situaciones, el gran número de personas que intervienen cerca del niño, la inevitable y necesaria aparición de lo imprevisto, todos estos datos, en fin, explican las dificultades para codificar las entrevistas iniciales.
Anotas las conductas motivo de preocupación, analizar sus exacto significado (con el niño, con los padres, con los hermanos, en la escuela, etc.), valorar su papel en la organización psicopatológica del individuo y en el sistema de interacción del grupo familiar, precisar su nivel en relación con el desarrollo genético y reconocer su sentido en la historia del niño y de sus padres: éste es, resumido brevemente, el trabajo multidimensional que debe llevar a cabo el entrevistador.
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En el transcurso de las entrevistas, el fin no estriba únicamente en valorar lo normal o lo patológico de una conducta, sino también en elaborar las posibilidades terapéuticas inmediatas.
Aquí solo hablaremos de los aspectos técnicos de las entrevistas. Dos puntos son especialmente delicados y representan la dimensión más específica de la entrevista en paidopsiquiatría:
Relaciones padres-niño-clínico.
Modos de comunicación entre el clínico y el niño.
 
RELACIONES PADRES-NIÑO-CLÍNICO
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El primer encuentro
La forma como se desarrolla la primera entrevista nos proporciona gran cantidad de información: la manera de contactar (teléfono, visita, carta), la persona con quien se forma contacto (la madre o el padre, la asistente social, un pariente cercano, el mismo niño), las motivaciones brevemente enunciadas, expuestas libremente o mantenidas en secreto, etc.
La primera entrevista y el desarrollo de la consulta dependen en parte del clínico y en parte de la familia.
En ocasiones se pregunta al paidopsiquiatría quién debe asistir a esta primera entrevista, pero las más de las veces éste se halla enfrentado a una situación de hecho muy rica en datos:
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El niño con la madre representan la situación corriente de la cual nada debe prejuzgarse.
El niño con ambos padres es frecuente en las familias interesadas y motivadas, pero también en las familias en desacuerdo, en las que cada uno pretende vigilar lo que expone el otro.
La madre sola, quien con frecuencia intenta implicar al clínico en el dominio omnipotente que ella pretende ejercer sobre el universo de su hijo.
El niño, la madre y los hermanos suponen de antemano problemas de interacción fraterna (ya sea en el psiquismo de la madre o en el de los niños). Se observa también cuando la madre está desbordada por su prole en un inserción social mediocre (sin posibilidad de ayuda o cuidadora).
El niño solo (o con un tercero: asistente social, hermano mayor, abuelo, vecino, etc.) expresa sufrimiento fruto del abandono o del rechazo familiar más o menos encubierto.
El niño con el padre traduce con frecuencia la discordia familiar, divorcio o situación anómala (muerte de la madre, trabajo del padre en casa, etc.) 
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Habida cuenta de estas diversas modalidades, intentaremos atenernos a las reglas indicadas más abajo.
Con el niño pequeño y con el de mediana edad (hasta 11-12 años), el desarrollo deseable debiera ser el siguiente:
1- Los padres (uno de ellos o ambos) se expresan en presencia del niño.
2- Vemos al niño solo.
3- La familia se reagrupa de nuevo.
Debe disponerse de 90 a 120 minutos para esta primera consulta. La técnica de la entrevista con uno o ambos padres debe alternar la libre conversación de éstos con las preguntas sobre puntos específicos. El “interrogatorio” permite rellenar es esquema de los síntomas, pero agota completamente el proceso de la consulta. La libre expresión de los padres muestra al desnudo los modos de comunicación, las defensas y construcciones defensivas, ciertos fantasmas familiares, pero puede manifestarse con una violencia negativa dejando zonas oscuras, prejuzgables.
 
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El profesional debe estar atento a los distintos niveles de comunicación y de intercambio familiar:
Nivel infraverbal: Cómo se sitúan las personas en el espacio, con quien va el niño, como se reparten la palabra, gesto y mímica de los participantes.
Nivel verbal: calidad formal y articulatoria del discurso, contenidos patente, ruptura de estilo o de lógica.
Habitualmente el niño se calla mientras los padres cuentan la historia del síntoma. Después evocan la historia del niño y hablan del niño real, pero también del niño imaginario. No es raro que el niño intervenga en el transcurso de la conversación, a fin de corregir un comentario, para llamar la atención sobre él más o menos exclusivamente o para decir que quiere marcharse. La forma como se introduce en el dialogo padres-clínico es siempre y debe ser observada atentamente.
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 Entrevistas posteriores
En general se precisan tres o cuatro entrevistas de investigación. Si bien la fórmula de la primera depende de la iniciativa familiar, compete al profesional la previsión de los sucesivos reencuentros. La facilidad o dificultad para reunir a los diversos miembros de la familia es un índice de su funcionamiento (sobre todo la asistencia del padre a la consulta) y del grado de motivación.
Un punto clave lo constituye la entrevista con los padres sin la presencia del niño. De forma general, el niño debe estar prevenido acerca del carácter confidencial de sus conversaciones con el profesional. Más o menos podemos decirle: “De estos que hemos hablado o hecho junto no hablaré con tus padres, pero tú haz lo que quieras, les hablas de ello o no les diga nada”.
MODO DE COMUNICACIÓN ENTRE EL NIÑO Y EL CLÍNICO
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Juego: juego de trenes o pequeños autos, juego con muñecas, comiditas, etc., en el transcurso de los cuales el niño escenifica sus imaginaciones, domina su angustia y se identifica con las personas de su entorno. Durante el juego, el niño se mueve y ocupa el espacio: el clínico, en este momento, puede evaluar la calidad de la motricidad valorando la imagen, cierta inestabilidad o distonías, estará justificado realizar una exploración psicomotora.
MODO DE COMUNICACIÓN ENTRE EL NIÑO Y EL CLÍNICO
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Diálogo imaginario: el prototipo lo constituye el juego con marionetas, pero también la historia inventada (tipo: “tú inventas un buen sueño”, o “tú eres el alumno, yo soy la profesora”), propuesta está que con frecuencia nos hace la niña.
MODO DE COMUNICACIÓN ENTRE EL NIÑO Y EL CLÍNICO
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Dibujo: Con frecuencia el niño dibuja espontánea y voluntariamente. Después de un primer dibujo espontaneo puede ser útil, si el dibujo es en exceso convencional o defensivo (una casa, un ramo de flores), proponer un tema para un segundo dibujo (un muñeco, una familia…). Algunos niños fácilmente se inhiben ante la hoja en blanco; entonces puede sugerirse un tema inicial o bien esbozar una forma de acuerdo con la técnica de Squigle propuesta por Winnicott.
 
Dialogo tradicional cara a cara.
EXPLORACIONES COMPLEMENTARIAS
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Técnicas de exploración de la audición
La detección de un déficit auditivo, incluso parcial, debe ser tan precoz como sea posible, dada la incidencia que dicho déficit sensorial tiene en la comunicación humana, particularmente en el lenguaje.
Test psicológicos 
Tests de nivel: miden el éxito o el fracaso a una serie de tareas estandarizadas. Tiene como objetivo la medida de la inteligencia; los resultados se expresan en cocientes de desarrollo (CD) o en cocientes intelectuales.
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Tests de personalidad: tienen como objetivo el estudio de los componentes afectivos de la personalidad; permiten la evaluación cualitativa de los procesospsíquicos que concurren en la organización de la personalidad.
Cuestionarios: No pueden ser utilizado antes de los 17-18 años. Dichos tests en realidad son poco aplicados a los niños dadas sus condiciones materiales (muy largos de administrar, planteamiento fastidioso para el niño, etc.)
 
 
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Tests proyectivos
Su utilización en psiquiatría infantil ha tenido mucho éxito. Todos ellos se basan en el concepto de proyección, articulado a su vez a la noción de percepción. No hay percepción neutra; toda percepción reposa sobre un trabajo de interpretación que está en función de la problemática interna del sujeto. La característica de los test proyectivos.
Cuanto más te conozcas a ti mismo, mayor paciencia tendrás por lo que ves en otros.
Erik Erikson
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