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Placenta el chakra olvidado

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1 
 
La Placenta, el chacra olvidado, 
de Robin Lim. 
Traducido y adaptado por Violeta Taboas. 
 
"Imagina un mundo en el que cada ser 
humano nace con la capacidad intacta de 
amar" 
Robin Lim 
 
La Placenta, la raíz de tu origen, es 
un órgano milagroso que comparte y 
protege tu vida. Es el hilo conductor 
que te une con tu madre y hace de pa-
nel de control del vientre-buque que te 
mantiene hasta que naces. Fue conce-
bida en el momento de tu creación. Tu 
Placenta es genéticamente exacta a ti. 
Aunque compartes algo de la identidad 
genética de tus padres, a menos que 
tengas un hermano gemelo monocigó-
tico (idéntico), nada ha sido nunca tan 
perfectamente exacto a ti excepto tu 
Placenta. La reproducción sexual, el 
acto de crear nueva vida, solo funciona 
porque existe la Placenta. Como 
mamíferos, nos reproducimos sexual-
mente, así es que el sexo es el azulejo 
más rojo y más cálido en el mosaico 
de nuestra vida terrenal, y la Placenta 
es el mandala que está en el centro de 
ese milagro. Históricamente, los rela-
tos de nuestra creación nos hablan de 
la Madre Tierra dando a luz al mundo: 
su fluido amniótico se convirtió en 
océanos y la Placenta se convirtió en el 
Árbol de la Vida. Ello demuestra cuán 
esencial es la Placenta para nuestra 
supervivencia y cuán imbuida está en 
nuestra psique. 
De acuerdo con la Teoría del Caos, 
los sistemas dinámicos son sensibles a 
las condiciones del comienzo. Los 
seres humanos son sistemas extrema-
damente dinámicos, y nuestra supervi-
vencia depende de la fortaleza de 
nuestros sistemas inmunológicos indi-
viduales. La Placenta es el comandan-
te en jefe del sistema inmunológico 
del bebé durante el desarrollo em-
brionario (es decir, la condición del 
comienzo). Así pues, debemos prote-
ger las Placentas de nuestros descen-
dientes, siendo respetuosos durante la 
transición hacia su nacimiento, para 
dar a nuestros hijos el mejor comienzo 
posible y proteger el auténtico cimien-
to de sus sistemas inmunitarios. 
Mira tu ombligo. Ahí hay una mar-
ca, un recordatorio del lugar en donde 
estabas conectada/o con tu placenta. 
Una conexión crucial para tu desarro-
llo como embrión y feto
1
. Y sin em-
bargo, en nuestra cultura 'moderna' no 
pensamos en nuestro cordón umbilical 
y nuestra placenta. En la mayoría de 
los hospitales occidentales, la placenta 
de los bebés es tirada al tacho de basu-
ra como desecho médico. ¿Cómo fue 
que la placenta, central para nuestra 
sobrevivencia y futuro bienestar, pasó 
a ser considerada un desperdicio? Esto 
sucedió en una 'revolución' ocurrida en 
el siglo XX, por el deseo de dominar la 
naturaleza, a la que el especialista en 
obstetricia que ha difundido el parto en 
 
1 Apuntes para la Cuidadanía respeta el uso 
de la palabra “feto”, si bien prefiere llamarlo 
“bebino” (bebé intrauterino”) 
2 
 
el agua Dr. Michel Odent llama 'la 
industrialización del parto'. 
El proceso natural de traer una nue-
va vida humana al mundo se convirtió 
en los últimos años en un aconteci-
miento médico, de modo que la futura 
madre es hospitalizada y medicada, y 
el bebé es extraído de ella, no parido 
por ella. De alguna manera, en un in-
tento de hacer del nacimiento algo 
seguro, la ciencia fue utilizada como 
medio de prevención, y el nacimiento 
se convirtió en un proceso apresurado 
de alta tecnología para rescatar al bebé 
del vientre de la madre. Para los bebés, 
la transición hacia la vida en la Tierra 
se convirtió en una rigurosa sucesión 
de protocolos, en los que se cortaba el 
perineo de la madre para ensanchar la 
vagina y acelerar el parto. El bebé, con 
frecuencia inerte debido a las sustan-
cias farmacológicas suministradas a la 
madre durante el parto, era tratado de 
forma ruda, incluso colgado cabeza 
abajo y azotado en las nalgas para es-
timular la respiración. Se pinzaba y 
cortaba inmediatamente el cordón um-
bilical sin prestar atención al trauma 
provocado a largo plazo por una re-
pentina y violenta separación del bebé 
de la madre y de la Placenta. Se lleva-
ba a la madre a una sala de recupera-
ción para descansar mientras el bebé, 
que ella había llevado debajo de su 
corazón durante nueve meses, quedaba 
aislado en una cuna y alimentado con 
un biberón. La Placenta, la heroína 
de la gestación, era tirada a la basu-
ra para su incineración. El milagro, 
que en un tiempo perteneció a las fa-
milias, era ahora propiedad de las ins-
tituciones médicas. 
La ciencia médica, que cuando era 
bien aplicada salvaba vidas, había per-
dido su rumbo en el territorio de los 
nacimientos. La medicina se separó de 
la naturaleza y olvidó el respeto a la 
diversidad de la cultura y la tradición 
humanas. De algún modo, en la apli-
cación de tal eficiencia, perdimos 
nuestra humanidad en el momento 
culminante y más tierno de la vida: el 
nacimiento de un/a niño/a. 
Los comúnmente llamados 'miedos 
naturales': a caerse, a sonidos fuertes, a 
lastimarse o tener dolor, son miedos 
que han comenzado al momento del 
nacimiento. La mayoría de los huma-
nos aprenden a vivir con estos miedos 
y a hacerle frente, ya que son instinti-
vos y nos ayudan a sobrevivir. Sin 
embargo, los miedos 'antinaturales': de 
separación, abandono, soledad y muer-
te, se marcan en la psiquis debido a 
traumas, y así, sólo pocos de nosotros 
alguna vez pueden superarlos. 
No estamos solos en el vientre. 
Desde el comienzo disfrutamos el con-
fort que nuestra hermana placenta nos 
ofrece. Con ella compartimos la can-
ción del corazón de nuestra mamá. En 
verdad no nacemos solos, ya que nues-
tra placenta comparte nuestro naci-
miento con nosotros. Sin embargo, 
debido a los 'modernos' protocolos 
hospitalarios para dar a luz, la mayoría 
de nosotros es cortado prematuramente 
de esta sagrada conexión, y así apren-
3 
 
demos a temer ser separados y aban-
donados. Esto es el trauma de naci-
miento, el pecado original -si así se 
pudiese llamar-, y es doloroso y puede 
llevar una vida sanarlo. 
Si la creencia balinesa -de los pue-
blos originarios de Indonesia- fuese 
escuchada, entonces entenderíamos 
que el cuerpo de nuestra placenta mue-
re al momento de nuestro nacimiento 
para quedar con nosotros, por toda 
nuestra vida, en el mundo espiritual, 
tomando con nosotros cada uno de 
nuestros pasos, como nuestro ángel. Al 
fin de nuestro camino en la tierra, es 
ella -la placenta, nuestro ángel- quien 
nos ayuda a pasar por el portal de 
nuestra muerte, así como nos ayudó a 
navegar por el portal de la vida, acom-
pañándonos, guiándonos, transfirién-
donos por el cordón umbilical nuestra 
parte de sangre, para que nuestro co-
razón, cerebro y todos nuestros órga-
nos se pudieran llenar por completo A 
la hora de nuestra muerte, nuestra pla-
centa aparece atrás nuestro como espí-
ritu. Ella nos acompaña por el túnel de 
luz hacia el otro lado, 
En el parto es importante asegurarse 
de que el bebé, la Placenta, la madre y 
la familia estén verdaderamente prepa-
rados para cortar el cordón umbilical. 
Este primer corte rompe la unión física 
entre el bebé y su Placenta-ángel. A las 
Guardianas del Nacimiento: creo que 
si es necesario cortar el cordón, hay 
que hacerlo con reverencia y una in-
tención pura, ya que una vez rota la 
trinidad bebé-cordón-placenta, ella 
no puede ser restaurada. Antes de 
hacerlo, preguntale a la Placenta y al 
bebé: «¿Están de acuerdo?» y pronun-
cia una plegaria silenciosa pidiendo 
perdón por la separación provocada 
por el corte del cordón umbilical. ¡To-
mate el tiempo necesario! ¡Ve despa-
cio! No hay necesidad de apresurarse 
ni de preocuparse. Recordá: cortar el 
cordón no es una operación de rescate, 
aunque si ves hacerlo en un hospital 
pensarás que lo es. Es de las prisas y 
del corte del cordón que tenemos que 
rescatara los bebés! 
 
¿Qué son los chacras? 
Por definición son centros espiritua-
les de poder en el cuerpo humano. Se 
consideran generalmente siete. El 
nombre tiene su origen en Sánscrito, y 
significa 'rueda, que gira, o círculo' 
Desde mi entendimiento, los cha-
cras son como mandalas de energía y 
luz. Y esa luz es la que activa nuestra 
alma eterna para poder vivir en nuestro 
cuerpo. Nuestros cuerpos brillan con 
centros espirituales de energía o luz o 
vibración. Muchas culturas le han da-
do distintos nombres y colores. Mi 
observación es que esos centros son 
como 'colmenas' de actividad hormo-
nal. Los chacras de nuestros cuerpos 
corresponden con los lugares donde 
son producidas las hormonas y están 
en mayor concentración. Tal vez esta 
sea la razón por la que muchas tradi-
ciones y religiones nos guían a estar en 
balance. Porque un ligero desequilibrio 
hormonal puede ser profundamente 
4 
 
desagradable, tanto física como espiri-
tualmente. Son las hormonas las que 
parecen ser el puente entre nuestros 
cuerpos físicos y la energía espiritual 
de nuestra alma. 
Durante mi trabajo como partera y 
estudiosa de los chacras, me pregunté 
muchas veces cómo puede ser que 
nosotros como especie hayamos llega-
do a un punto de tanta autodestrucción. 
En un viaje que me ha llevado toda mi 
vida, y noches sin dormir mientras 
acompañaba el nacimiento de nuevos 
seres a este mundo, me di cuenta de 
que ha habido un gran malentendido 
esencial en la forma en que nosotros, 
hijos y pobladores de la Madre Tierra, 
evolucionamos. Hay un centro que 
falta, y esa es la placenta. Hay muy 
poca información científica que pruebe 
que las hormonas son el puente entre 
espíritu y materia, por lo que no puedo 
probar que la placenta, el órgano MÁS 
rico en hormonas, es el chacra olvida-
do. Sin embargo, cada uno de nosotros 
debería sacar sus propias conclusiones. 
Yo, por mi parte, he acompañado mi-
les de nacimientos, y hecho conexio-
nes. Desde mi punto de vista de parte-
ra, madre, abuela y anciana, el mal-uso 
de la tecnología, la separación de la 
madre y el bebé, la poca amabilidad y 
dulzura en el nacimiento causan un 
profundo trauma y dolor. Y este trau-
ma nos 'persigue' durante toda nuestra 
existencia, por lo general llevándonos 
toda nuestra vida sanarlo, si es que 
podemos. Janniene Parvati dice; 'Sanar 
el nacimiento sana la Madre Tierra'. 
Creo que el pecado original es el trau-
ma de nacimiento, porque él determina 
la forma en que impactaremos nuestro 
ambiente como especie. Por ello, pro-
tegiendo a los bebes a la hora de nacer 
comenzará un mejor mundo, con un 
potencial de cambio sanador, en una 
generación. 
 
El árbol de la vida 
Las raíces de los arboles toman la 
humedad y los nutrientes de la Madre 
Tierra, y por medio de su 'transpira-
ción' devuelven esas aguas a la atmós-
fera, a través del milagro de la lluvia. 
Al mismo tiempo, los árboles trans-
forman el dióxido de carbono en oxí-
geno. Por la lluvia y por el aire, los 
árboles purifican nuestro medio am-
biente. ¡ Y esta misma relación y ac-
ciones las vemos en las placentas! (no 
solo humanas, sino de los mayoría de 
los mamíferos). La placenta es la conec-
tora de la madre y el bebé, que nutre, 
da oxígeno y permite la vida en el 
vientre materno, así como los árboles 
sustentan la vida en la Tierra. 
2
 
 
Cuando me preguntan 
'¿Por qué no cortás el cordón umbilical 
del bebé?', yo digo, "no será la verdadera 
 
2 N de T: Creo que la placenta de cada uno 
de nosotros es nuestro propio Árbol de la Vi-
da. Si alguna vez podés observar con deteni-
miento y respeto una placenta recién nacida, 
entenderás a lo que me refiero, o posiblemente 
como humanidad comprendamos por qué 
hemos tenido, y aun tenemos, tal atracción y 
devoción a los árboles. 
 
5 
 
pregunta: ¿Por qué vos lo cortás?' 
¿No te parece interesante cómo aquellos 
de nosotros que estamos en el camino pacífi-
co somos sometidos a constantes cuestiona-
mientos, y a tener que justificar nuestras 
pacíficas no intervenciones, por los autores de 
intemperantes protocolos? 
Robin Lim 
 
Moderno vs. tradicional 
Si vos naciste en un hospital nor-
teamericano, europeo o de los llama-
dos 'países desarrollados' o 'civiliza-
dos', muy posiblemente tu placenta 
haya sido tirada a la basura, tratada 
como desperdicio y desechada sin un 
ritual o una pausa para ofrecer gratitud 
por su rol en la gestación. En el pasa-
do, los hospitales solían vender las 
placentas a compañías cosméticas, sin 
tu consentimiento. Sin tu permiso, tal 
vez tu placenta terminó en un champú 
o crema facial. En 1994 se descubrió 
que aproximadamente 360 toneladas 
de placenta humana eran vendidas a 
compañías farmacéuticas francesas, 
que usan la placenta para hacer la pro-
teína Albumin. Ninguna de las fami-
lias a quienes esas placentas les perte-
necían fueron informadas, ninguna de 
ellas estuvo de acuerdo en compartir 
su sangre y genética comercialmente. 
Para muchas culturas indígenas en el 
mundo, esto es chocante y trágico. 
La práctica de cortar el cordón um-
bilical inmediatamente después del 
nacimiento comenzó a practicarse solo 
después de que los hombres empeza-
ran a 'manejar' el nacimiento. Hace 
más de dos siglos, Erasmus Darwin 
(el abuelo de Charles Darwin) co-
menzó a cuestionar el corte inmediato 
del cordón, que se había puesto de 
moda en el protocolo de aquel enton-
ces, hasta convertirse en un hábito, 
entre los que acompañaban los partos. 
El dice: "Otra cosa muy perjudicial 
para el bebé, es el pinzar y cortar el 
cordón demasiado rápido; debiera 
siempre dejárselo intacto no sólo has-
ta que el bebé haya respirado repeti-
das veces, sino hasta que deje de pul-
sar. Si no, el niño será mucho más 
débil de lo que debiera ser, ya que una 
parte de su sangre ha quedado en la 
placenta, la cual le pertenecía a ÉL." 
Erasmus Darwin, Zoonomia, 1801 
Antes de que el sistema médico se 
apropiara agresivamente del nacimien-
to, parteras, enfermeras, acompañantes 
de partos tradicionales, abuelas, veci-
nas/os, mujeres, esperaban paciente-
mente antes de separar la trinidad. En 
culturas tradicionales, las parteras usa-
ban sus conocimientos de hierbas, ma-
saje y sabiduría para cuidar de la par-
turienta. También ayudaban a la fami-
lia a limpiar y lavar, luego del parto. 
Algunas cocinaban, y alimentaban a la 
madre. Y todos lo que atendían a ese 
momento celebraban el arribo del 
bebé, sentándose alrededor del fuego 
para charlar, contar historias, y pensar 
posibles nombres. Luego de horas de 
charlas en un tono muy suave de voz, 
la partera partiría, y sólo entonces se 
pensaría en cortar el cordón umbilical. 
Hasta ese momento, la placenta, con el 
cordón intacto, estaría junto a la 
6 
 
mamá, mientras el bebé se amamanta-
ba de sus pechos, y la mamá podía 
descansar y conectarse con su bebé 
recién nacido. 
 
El pinzamiento tardío (o ninguno en abso-
luto) es la forma fisiológica de tratar al 
cordón umbilical, y el pinzamiento temprano 
es una intervención que debe ser justificada. 
La ´transfusión´ de sangre desde la placenta 
al bebé, si el cordón es pinzado luego de un 
tiempo del nacimiento, es fisiológico, y en un 
parto normal son improbables los efectos 
adversos de esta transfusión. Debe de haber 
una razón válida que justifique interferir el 
proceso natural. 
 Organización Mundial de la Sa-
lud (OMS) 
 
Cortar el cordón umbilical 
 
'Debemos tener en cuenta que pinzar y 
cortar el cordón umbilical es originalmente un 
ritual inseparable de un mito (por ejemplo, la 
creencia ampliamente propagada de que el 
calostro es perjudicial) que lleva a una tem-
prana separación de la madre y el bebé. Si 
fuese posible neutralizar el efecto de tal cre-
encia y ritual tanprofundamente arraigados, 
no habría excusa para separar al recién naci-
do de su madre'. 
Michel Odent 
 
En este tiempo en que nos toca vi-
vir, todos entendemos y sabemos de la 
importancia de un fuerte sistema in-
mune. Varios virus, HIV y la creciente 
existencia de enfermedades como el 
cáncer, son amenazas diarias a nuestra 
salud. Sin embargo, a muchos de noso-
tros nos es negada la chance de tener 
un sistema inmune fuerte desde el 
momento en que nacemos. El protoco-
lo global de cortar el cordón umbilical 
inmediatamente luego del nacimiento 
y separar a la madre del bebé, junto 
con el uso de anestesias en el trabajo 
de parto (un cóctel de drogas, inclui-
dos narcóticos, que cruzan la barrera 
entre la madre y el bebé), causan se-
rios daños a nuestros sistemas inmu-
nológico y endocrino, desde el princi-
pio de nuestras vidas. 
En hospitales y en algunos centros 
de nacimiento, en todo el mundo, esta 
práctica insensible basado en protoco-
los ha resultado en que los bebés sean 
separados inmediatamente de su 
mamá, para ser evaluados, pesados, 
medidos, bañados y cambiados antes 
de poder volver a ella. Esta tragedia 
compromete profundamente el vínculo 
entre madre y bebé, y el amamanta-
miento. También incrementa la posibi-
lidad de hemorragias postparto, ya que 
cuando el bebé comienza a amamantar 
dentro de los primeros minutos de su 
nacimiento, el cuerpo envía la señal 
para que el útero se contraiga, lo que 
previene el excesivo sangrado. 
 
"El volumen estimado de sangre transferi-
da al bebe varía entre 20-60% del volumen de 
sangre existente (54-160ml) dependiendo del 
momento en que se corta el cordón umbilical y 
de la posición en la cual el bebé es sostenido 
antes de cortar. Linderkamp y sus colegas 
estiman que la transfusión sanguínea de la 
placenta hacia el recién nacido de término), 
sostenido al nivel de la vagina y esperándose 
3 minutos antes de cortar el cordón, es de 
35ml por kg de peso. Los mismos autores 
recientemente han investigado a bebés colo-
cados sobre el abdomen materno, en los que el 
7 
 
cordón umbilical fue solo cortado una vez que 
dejó de pulsar. Descubrieron que estos niños 
tienen un volumen de sangre 35% mayor al de 
los bebés a los que el cordón les fue cortado 
inmediatamente". 
Prevención neonatal de deficiencia de hie-
rro: La transfusión de la placenta es una solu-
ción económica y fisiológica. (Neonatal pre-
vention of iron deficiency:Placenta transfusion 
is a cheap and physiological solution) Piscane 
A BMJ. Jan 20, 1996. 312 (7024):136-7 
 
"Retrasar el corte del cordón umbilical 
hasta que éste deja de latir aumenta la canti-
dad de glóbulos rojos en recién nacidos de 
término. Es un procedimiento seguro, simple y 
tiene un bajo costo. Esta práctica debería ser 
incorporada en países en vías de desarrollo 
para prevenir la anemia infantil" 
Los efectos tempranos de retrasar el corte 
del cordón umbilical en infantes nacidos de 
término, nacidos de madres libanesas (The 
early effects of delayed cord clamping in term 
infants born to Libyan mothers). Emha med 
MO, van Rheenen P, Brabin BJ. Trop Doct. 
Oct, 2004. 34 (4):218-22. 
 
"...el corte del cordón umbilical en bebés 
nacidos de embarazos de término 2 minutos 
luego de que el bebé emerge del vientre ma-
terno, no hace ninguna diferencia en cuanto a 
los niveles de hematocrito o hemoglobina en 
la vena del cordón umbilical, comparado con 
el corte dentro de los 20 segundos. Por lo 
tanto, el estudio muestra que el corte tempra-
no del cordón ( usado ampliamente) no se 
justifica" 
Extracto de un estudio reciente de la Uni-
versidad de Granada. 
Para leer más sobre el tema: 
www.cordclamping.com 
Lotus Birth: A Ritual for our Times. 2000. 
Sarah J. Buckley 
 
 
 
 
Tétano neonatal, el problema, la 
solución 
 
"El tétano se contrae cuando las esporas 
de la bacteria Clostridium Tetani infectan una 
herida o por el corte del cordón umbilical. Las 
esporas están universalmente presentes en la 
tierra. Seres de todas las edades pueden con-
traer tétano, pero la enfermedad es particu-
larmente común y extremadamente seria en 
recién nacidos (llamada 'tétano neonatal'). 
Requiere tratamiento hospitalario, ya que es 
fatal. Es particularmente común en áreas 
rurales, donde los partos son en casa sin un 
adecuado procedimiento con materiales esté-
riles" 
Organización Mundial de la Salud 
 
Si bien se culpa principalmente a 
los partos en casa y en zonas rurales de 
provocar el tétano neonatal, yo lo he 
visto en partos hospitalarios, especial-
mente en aquellas instituciones con 
mucha demanda de pacientes, y en los 
que se encuentran en zonas de desas-
tre, como ser terremotos y tsunamis. 
El tétanos le puede ser trasmitido a 
cualquier bebé en cualquier país, si el 
cordón umbilical es cortado. El pinzar 
y cortar el cordón umbilical apenas 
nace el bebé lo pone en riesgo. 
Michel Odent, en su artículo para la 
revista The Lancet, dice: 'el tétano 
neonatal, una enfermedad fatal, se 
puede prevenir si el cordón umbilical 
del recién nacido es dejado intacto por 
sólo un par de horas'. Existe una ma-
ravillosa alternativa a cortar el cordón 
umbilical; esa es quemarlo. 
La quema del cordón umbilical 
http://www.cordclamping.com/
8 
 
era practicada en la antigua China. Se 
creía que ayudaba al Qi (Chi) latente 
en la placenta a moverse hacia el bebé. 
Muchas parteras han sido testigos de 
ver cómo bebés con tez azulada y un 
bajo APGAR
3
 adquieren un color 
rosáceo luego de quemar el cordón 
umbilical. De acuerdo a Bobbie Aqua, 
Doctor en Medicina China, el quemar 
el cordón umbilical trae el elemento 
fuego al alumbramiento. El calor es 
esencial para el bienestar de los bebés, 
la recuperación de la mamá y un am-
plio suministro de leche materna. 
Cuando mi organización trabajó en 
lugares donde los desastres naturales y 
las tremendas condiciones de higiene 
eran la norma, esta técnica era la for-
ma más segura de cortar el cordón 
umbilical. Si no tenés instrumentos 
esterilizados para cortar el cordón um-
bilical, esta técnica es más segura y 
limpia. Estas son mis instrucciones 
para realizarlo, seguilas cuidado-
samente. Se necesitan dos personas 
para ello, y lleva alrededor de 10 a 15 
minutos. 
Qué se necesita: 
-dos o más velas largas 
 
3 APGAR es la primer prueba para evaluar 
a un recién nacido, que se lleva a cabo en la 
sala de parto. Se determina su aspecto (color 
de piel), pulso (frecuencia cardíaca), irritabili-
dad (respuesta refleja), actividad y tono mus-
cular, y respiración (ritmo y esfuerzo respirato-
rio). 10 es la puntuación máxima. Cada aspec-
to es evaluado como 2: bueno, 1: bajo y 0: 
ausente. 
 
-fósforos 
-cartón 
-un plato de metal o algo similar 
donde caerá la cera derretida 
Instrucciones 
A no ser que sea una emergencia, es 
recomendable esperar al menos tres 
horas o más desde el nacimiento de la 
placenta. El bebé debe estar envuelto y 
acostado, con la placenta a su lado. 
Para proteger al bebé del calor del fue-
go de las velas, usa un cartón con un 
corte por donde puede pasar el cordón. 
Elegir el lugar donde el cordón será 
cortado -alrededor de 10-12cm desde 
la panza del bebe. Alguien puede sos-
tener firmemente el cordón, ¡pero no 
tirando!: es muy importante ser gentil. 
Prender las velas y posicionarlas en el 
lugar elegido, de forma horizontal, 
opuesta la una a la otra, teniendo justo 
debajo de ese lugar el plato donde ca-
erá la cera derretida. Al comenzar a 
quemar, muy posiblemente se escuche 
un plop o explosión que apague la ve-
la, ello es debido a la concentración de 
gases y significa que todo está bien. 
Prender otra vez la vela, si fuese nece-
sario,y seguir, rotando un poquito de 
vez en cuando el cordón, hasta que se 
quema por completo. De vez en cuan-
do es muy importante sentir el cordón 
del lado del bebé, para asegurarse de 
que no esté muy caliente: si lo estuvie-
se, detenerse por unos minutos y luego 
retomar. Mientras se hace todo esto, 
canta un canción espiritual o un man-
tra en honor a esta ceremonia y tu 
bebé. Una vez separada la placenta del 
9 
 
bebé, esperar un tiempo hasta que el 
cordón se enfríe, así no quema la piel 
del bebé. No vas a necesitar poner 
ningún medicamento en el cordón, el 
mismo se caerá en unos días. Mi ob-
servación es que se seca y cae más 
rápido que en bebés en los que el 
cordón fue cortado. 
 
Cortar el cordón umbilical, y en-
fermedades que ello puede acarrear 
Algunos profesionales de la medi-
cina creen que al dejar el cordón umbi-
lical intacto, fluirá demasiada sangre 
hacia el bebé, causando -posiblemente- 
ictericia. Por ello, estos profesionales 
creen erróneamente que deben contro-
lar el flujo sanguíneo hacia el bebé 
recién nacido cortando el cordón um-
bilical, para disminuir el riesgo de icte-
ricia. En realidad, el cordón umbilical 
se cierra por su cuenta cuando el bebé 
ha recibido la cantidad apropiada de 
sangre. Siendo este el caso, no hay 
necesidad de intervención humana en 
esta natural transfusión sanguínea. 
Para poder entender mejor esta con-
troversia, hay que entender qué es la 
ictericia. Una de las cosas más impor-
tantes es que hay dos clases: patológi-
ca y fisiológica. La ictericia fisiológica 
ocurre naturalmente en muchos bebés. 
Es como una extensión del proceso de 
nacer, es parte del proceso y de los 
cambios que el bebé atraviesa gra-
dualmente mientras su cuerpo se va 
ajustando al mundo fuera del vientre 
materno. 
 
 
"La bilirrubina es un pigmento amarillo 
creado naturalmente en el cuerpo al reciclar 
los viejos glóbulos rojos. El hígado procesa la 
bilirrubina de la sangre para que pueda ser 
evacuada del cuerpo por medio de la materia 
fecal. Antes del nacimiento, la placenta -el 
órgano que nutre al bebé en desarrollo- re-
mueve la bilirrubina del infante, la cual es 
luego procesada por el hígado de la madre. 
Inmediatamente luego del nacimiento, el híga-
do del bebé comienza a desarrollar su trabajo, 
pero puede llevarle un tiempo al hígado del 
bebé funcionar por completo. Por ello, los 
niveles de bilirrubina en bebés recién nacidos 
suelen ser mayores a los de otros infantes. 
Altos niveles de bilirrubina en el cuerpo pue-
den provocar que la piel se vea de color ama-
rillo. Esto es lo que se llama ictericia. La 
ictericia está presente, en distintos grados, en 
la mayoría de los recién nacidos. Esta icteri-
cia fisiológica usualmente aparece entre los 2 
y 3 días de vida, llega a su pico entre el día 2 
y 4, y desaparece hacia las 2 semanas. La 
ictericia fisiológica generalmente no causa 
problemas" 
- Newborn jaundice. MedlinePlus Medical 
Encyclopedia online- 
 
La ictericia patológica ocurre bajo 
un par de condiciones, entre ellas: in-
compatibilidad entre el tipo de sangre 
del bebé y la mamá, incompatibilidad 
entre los factores de sangre, o proble-
mas de hígado. El bebé puede mostrar 
los siguientes síntomas: languidez, 
fiebre, desinterés en amamantar y una 
complexión amarilla. Es muy impor-
tante hacer un chequeo médico si el 
bebé tiene alguno, o todos, estos 
síntomas, ya que va a necesitar fotote-
rapia (que usa una luz azul para ayudar 
al cuerpo del bebe a limpiarse de la 
10 
 
excesiva bilirrubina) bajo la supervi-
sión de un pediatra especializado. 
En la evolución del protocolo obsté-
trico (en su mayoría diseñado e im-
plementado por hombres), los doctores 
comenzaron a preocuparse más y más 
por la prevención de ictericia. Su solu-
ción fue el corte inmediato del cordón 
umbilical, lo cual reduce el volumen 
de sangre en el bebé, por lo tanto pre-
sumiblemente se reduce la chance de 
ictericia. Sin embargo, descuidaron las 
consecuencias de esta intervención. Un 
bebé privado de su total derecho a la 
sangre transferida a través del cordón 
umbilical puede sufrir de anemia neo-
natal, y una cascada de condiciones 
relacionadas a este inadecuado sumi-
nistro sanguíneo. 
 
"Retrasar el corte del cordón umbilical in-
crementa el hematocrito en forma fisiológica. 
No se han observado diferencias siginificati-
vas o efectos nocivos entre los dos grupos 
(corte inmediato del cordón y retrasado). El 
retraso del corte del cordón umbilical parece 
reducir la anemia neonatal. Esta práctica ha 
mostrado ser segura, y debería implementarse 
para incrementar el almacenamiento de hierro 
en el bebé a la hora de su nacimiento." 
Extracto de un artículo publicado en Pe-
diatrics, la revista oficial de la 
Academia Pediátrica Norteamericana. 
 
Los padres en espera de su bebé 
tienen el derecho y la responsabilidad 
de asegurarles a sus bebés que puedan 
disfrutar una vida óptima. El corte del 
cordón umbilical es un acto violento, 
un procedimiento inherentemente peli-
groso. Dejar el cordón intacto hasta 
que deje de pulsar (lo cual puede llevar 
una hora, y a veces hasta 3 horas) es 
ESENCIAL si se quiere lograr la 
óptima salud del bebé. 
Los hospitales son negocios, lo cual 
significa que deberían escuchar los 
deseos de los consumidores. Si estás 
planeando tener a tu bebé en el hospi-
tal, insistí en que tenés el derecho de 
elegir la óptima salud de tu bebé. Mu-
chas parteras creen y practican partos 
suaves y gentiles. Si elegís tener a tu 
bebé en casa o en un centro de naci-
miento, la decisión de no cortar inme-
diatamente el cordón umbilical es más 
fácil. Esta es la decisión que me atrevo 
a recomendar a madres y bebés. Ayu-
demos a los profesionales médicos, 
que están para proteger la salud a 
hacer su trabajo, pidiéndoles que dejen 
el cordón umbilical de nuestros bebés 
intactos, la decisión más saludable. En 
bebés prematuros, es aún más impor-
tante retrasar el corte y la separación lo 
máximo posible. 
 
Placenta y alimentos genética-
mente modificados -OMG 
Queridos lectores, yo escribo desde 
Indonesia, donde trabajo como partera 
desde hace décadas. En el año 2008, 
Bumi Sehat Bali
4
 recibió 573 bebés. 
Se vio un incremento en la retención 
de placentas y muchas hemorragias 
debido a la malnutrición, un gran pro-
blema desde los años '70, cuando la 
 
4 Centro de alumbramiento que Robin Lim ha 
creado en Bali 
11 
 
'revolución verde' aplicada al cultivo 
del arroz generó un profundo impacto 
en la mortalidad materna de Bali. Con 
los años he visto un aumento conside-
rable de casos de placenta llamada 
vasa previa e inserción velamentosa 
del cordón umbilical. Esto es algo de 
lo que poco se habla, pero en mi expe-
riencia empírica esto se ve más y más 
desde la introducción de alimentos 
genéticamente modificados en Indone-
sia (principalmente arroz y soja). Me 
pregunto qué es lo que están viendo 
otros especialistas.
5
 
 
Honrando la etapa expulsiva del 
parto: el nacimiento de la placenta. 
Una mujer muere, a cada minuto, 
cada día del año, por complicaciones 
en el embarazo o alumbramiento. La 
mayoría de esas muertes son debidas a 
hemorragias en la tercer etapa del par-
to, luego de que el bebé nace, en el 
 
5 N de T: esto es algo que deberíamos conside-
rar en nuestro país, Argentina, donde los ali-
mentos genéticamente modificados son la 
norma en la producción del norte del país, y se 
usan en muchísimos alimentos procesados sin 
que su uso sea notificado en las etiquetas. Está 
demás decir que cada año se encuentran más y 
más efectos adversos debido al consumo de 
alimentos transgénicos que ponen en riesgo 
nuestra salud (ya que sus características son 
los efectos inesperadose impredecibles en esta 
técnica de ingeniería genética reciente), 
además del desastre ecológico que genera su 
producción (incremento del uso de tóxicos, 
contaminación genética y del suelo, pérdida de 
biodiversidad, desarrollo de resistencia en 
insectos y vegetación, por nombrar algunos). 
 
proceso de dar a luz la placenta o un 
momento después de hacerlo. Este 
hecho debería ser suficiente para con-
vencer a los presentes en el parto de 
mantener el nacimiento de la placenta 
como un evento físico y espiritual de 
extrema importancia. El problema es 
que, una vez que el bebé nace, incons-
cientemente parteras y doctores tien-
den a manejar el nacimiento de la pla-
centa como un proceso mecánico. Yo 
creo que si tratásemos la etapa expul-
siva del parto con conciencia, recor-
dando que es generada por la oxitocina 
de la madre (la tímida hormona del 
amor), veríamos menos casos de 
hemorragias post parto. 
Antes de que hubiese medicamen-
tos para parar la hemorragia, había 
otros métodos usados tradicionalmente 
por quienes acompañaban el parto, a 
menudo hierbas y plantas medicinales 
(preparadas con anterioridad). Es sa-
bido que la mejor manera de estimular 
el nacimiento de la placenta es poner 
al bebe en el pecho materno inmedia-
tamente luego del parto. En mi prácti-
ca y experiencia, hay un remedio que 
frena y previene hemorragias: ingerir 
un pequeño pedazo de la propia pla-
centa. 
Otro dato interesante es el método 
para revivir bebés que nacen 
´muertos´, que consiste en calentar la 
placenta. Esto se basa en la medicina 
de India, llamada Ayurveda. Por si-
glos, la práctica de estimular la placen-
ta de bebés que nacían sin respirar o 
parecían sin vida a la hora de nacer, se 
12 
 
ha realizado en India, Bangladesh y 
Burma. Calentar la placenta (por 
ejemplo con agua caliente) o estimu-
larla manualmente (por medio de ma-
sajes) activa el jeeva (prana, o fuerza 
vital) del bebé, que está almacenada en 
la placenta, y es pasada gradualmente 
al bebé luego del nacimiento. Pero esto 
sólo puede funcionar si el cordón no se 
corta, ya que la vida (tanto la fuerza 
vital como la sangre) sigue siendo 
transferida de la placenta al bebé luego 
del nacimiento. Algo sumamente esen-
cial para una salud óptima y un bienes-
tar general y duradero. 
 
La trinidad 
Muchas creencias en la historia de 
la humanidad hablan de la sagrada 
trinidad: Doncella-Madre- Anciana; 
Padre-Hijo-Espíritu Santo; Brahma-
Vishnu-Shiva; Lakshmi,Parvati-Kali; 
etc. Tal vez la trinidad está tan profun-
damente arraigada en nuestro incons-
ciente debido a que nuestra vida como 
seres humanos tiene sus comienzos en 
la sagrada trinidad de nuestras raíces: 
bebé, cordón y placenta. 
 
El trauma de nuestro nacimiento 
Terapeutas que trabajan con técni-
cas tales como rebirthing (un método 
para ayudar a la gente a revivir eventos 
traumáticos del pasado y aliviar su 
trauma e influencia en el ahora), cuen-
tan que muchos de sus pacientes pue-
den recordar el momento en que su 
cordón umbilical fue cortado, y viven-
cian la separación con su placenta co-
mo algo traumático. Ellos hacen énfa-
sis en un par de sentimientos, tales 
como una sensación profunda de haber 
perdido algo o alguien muy cercano, 
disociación, anhelo por un ´gemelo´ 
perdido, hasta la sensación de haber 
sufrido una amputación. 
Yo creo que la placenta está verda-
deramente viva, experimenta emocio-
nes y tiene su propia inteligencia. 
¿Cómo podríamos sino explicar por 
qué tanta gente vive con una sensación 
de haber sido cortada y separada de 
una parte de su ser? Muchos de noso-
tros experimentamos una sensación de 
infundado miedo, sin saber exactamen-
te por qué, pero sin embargo experi-
mentamos como algo infinitamente 
real. Los hawaianos creen que los se-
res humanos estamos conectados los 
unos con los otros por medio de cor-
dones de ´aka´ (algunos cordones son 
sanos, otros no) y que muchos de no-
sotros tenemos un cordón que ha sido 
violentamente cortado, y que da lati-
gazos salvajemente a nuestro alrede-
dor, perturbando nuestras vidas. Expe-
riencias de rebirthing en todo el mun-
do aseguran que no estoy sola en esta 
teoría. 
Vivimos en un mundo que se carac-
teriza por ´tener´, donde confiamos en 
las montañas de posesiones. Yo me 
pregunto si la raíz del consumismo no 
se encontrará en el trauma natal, donde 
se corta y separa el cordón umbilical y 
la placenta del bebé antes de que todos 
estén listos para separarse. El trauma 
generado por ser forzado a dejar ir 
13 
 
demasiado rápido lleva a tener profun-
dos sentimientos de separación y 
abandono, lo cual puede resultar en 
comportamientos de querer acaparar y 
agarrar cuanto más sea posible. Para 
muchos de nosotros, es un dolor por 
alguien que perdimos, a quien no po-
demos identificar, una nostalgia muy 
profunda. 
A pesar de todo, lo bueno del pasa-
do es que ¡puede ser curado! Toma 
ánimo y escribile una carta a tu placen-
ta. Se siente increíble al hacerlo. ¡No 
hay nada que perder! Si bien nunca 
encontrarás tu placenta perdida, recor-
darla sanará. Esta es mi carta a mi pla-
centa: 
 
Querida Placenta/ mi Ángel: 
Perdoname por haber sido una pe-
queña sin el poder para haber hecho 
un ritual en tu honor y el de tu cuerpo, 
que murió cuando yo nací. Confío que 
estás conmigo en espíritu, protegién-
dome y guiándome. Gracias por ben-
decir mi vida. Gracias por ser testigo 
de mis alegrías y tristezas. Que mi 
vida sea un ejemplo de servicio y paz. 
 Con Amor, Robin. 
 
Luego de haber escrito esta carta a 
mi placenta, la llevé al jardín, donde 
en un fuego rodeado de flores la 
quemé, imaginando cómo el fuego 
llevaba mis más profundos deseos, 
sueños y rezos al mundo espiritual, 
donde mi placenta me espera. 
De acuerdo a los estudios presenta-
dos por Michel Odent en su libro La 
cientificación del Amor, el trauma na-
tal resulta en una dañada capacidad de 
amar, y es el origen de una vida dis-
funcional. Los seres dañados pueden 
ser crueles e inconscientes. Mientras 
que por el contrario, seres con una 
intacta habilidad y capacidad de amar 
son la urdimbre de una sociedad fun-
cional, la base de la paz. Si lo que qui-
siéramos es sanar la Tierra, nuestro 
único hogar (antes de perderla), debe-
mos respetar y proteger la condición 
de cada individuo a la hora de su na-
cimiento. Así nosotros, la seres huma-
nos, podemos vivir con simpleza y 
belleza juntos, dándole la bienvenida a 
la era de luz, sanación y visión en este 
hermoso planeta. Este planeta acuoso y 
salado como las lágrimas y como el 
fluido amniótico en el que cada uno de 
nosotros ha crecido. 
Al preservar la integridad de la pla-
centa en el nacimiento (lo cual sólo es 
posible si se permite al bebé y la pla-
centa separarse por su cuenta cuando 
estén listos, o retrasando el corte del 
cordón umbilical), mantenemos el flu-
jo de energía en nuestros cuerpos indi-
viduales. Como si fuese un círculo, la 
placenta conecta todos nuestros cha-
cras, permitiéndonos vivir una vida 
íntegra, conectada con otros seres. 
Debido a que la placenta nos conecta 
con nuestra madre, es el chacra de la 
placenta el que da la continuidad gene-
racional. Cada bebé en esta Tierra, 
conectado con su madre, es como una 
de las muñecas en la Babushka Rusa 
alcanzando el presente y el pasado, por 
14 
 
siempre. Al mantener esta continuidad 
intacta, podemos preservar nuestra 
relación con el pasado, el presente y el 
futuro. 
 
¿Cómo mantener la placenta y las 
ceremonias de la placenta? 
La forma más fácil para poder con-
servar nuestra placenta es dando a luz 
en casa. De todos modos, yo reco-
miendo charlar claramente de tus pla-
nes con quien te va a acompañar en tu 
parto, antes de tomar la decisión de si 
te acompañara o no, para asegurarte de 
que respetará y llevaráa cabo tus de-
seos. Si no quisieras cortar el cordón 
umbilical (llamado parto Lotus), debes 
manifestar claramente tus deseos de 
cómo quieres que sea tratada tu pla-
centa. Si por el contrario querés que el 
cordón sea cortado, hacele saber en 
qué momento querés que eso pase, y 
con qué método: cortar o quemar. 
Si estás planeando tener a tu bebé 
en un centro de nacimiento u hospital, 
probablemente serás confrontada con 
más desafíos e instrucciones para po-
der realizar aquello que querés con tu 
placenta. Puede que haya leyes que se 
entrometan en tu camino. Los hospita-
les por lo general siguen ciertos proto-
colos, y no son flexibles en lo que con-
sideran como ´desecho medico´ -o sea 
tu placenta. Sin embargo, si lo planeas 
de antemano, hay un chance de que 
puedas lograr que algunos, ¡o todos!, 
tus deseos respecto a tu placenta se 
realicen. Hablá con tu/s doctor/es o 
partera/s, aquella/s persona/s que reci-
birá/n a tu bebé el día del parto. Hace-
les saber que tus deseos son serios y 
sinceros, y si no están dispuestos a 
llevarlos a cabo, manifestate y buscá 
otro especialista que te apoye en tus 
deseos, por ejemplo para llevar tu pla-
centa de vuelta a casa. Asegurate de 
que todo el equipo -doctor, partera, 
enfermera, etc.- sepa que tu plan es 
llevar la placenta de tu bebé a casa. 
Recordá que tu pareja va a estar ocu-
pada estableciendo un vínculo con el 
recién nacido. No debería sobrecargár-
selo con la responsabilidad de proteger 
la placenta. Una Doula (una persona, 
generalmente una mujer y a menudo 
con experiencia en dar a luz, que ha 
sido profesionalmente entrenada y 
formada para asistir a una mujer du-
rante su alumbramiento, y que posi-
blemente puede apoyar a la familia 
luego del parto) es la persona perfecta 
para ser la guardiana de tu placenta. 
Una enfermera de maternidad, que 
entienda tus deseos, también puede ser 
de ayuda. Otra vez, ¡planeá de ante-
mano!, cuando empaques para ir al 
hospital, llevá 2 bolsas Ziplock o ta-
pers. 
Tenés el derecho de cuidar de la 
placenta de tu bebé, y crear un ritual 
lleno de sentido para ti antes de poner-
la a descansar. Si sólo una pequeña 
parte de tu ser cree, como también lo 
hace la gente de muchísimas culturas, 
que la placenta es el cuerpo físico del 
Ángel Guardián de tu bebé, debés lle-
varla contigo de vuelta a casa. 
 
15 
 
Para llevar la placenta a tu casa, re-
cordá: 
*Acuerdo del hospital y del doctor 
para que te dejen llevar tu placenta a 
casa 
*2 tapers o 2 grandes bolsas Zi-
plock 
*Contar con una Doula, la pareja, un 
familiar que te vaya a acompañar en el 
parto y que asegurará que tus deseos 
con respecto a la placenta van a ser 
respetados. 
 
Ideas de ceremonias para tu placen-
ta 
*Plantá tu placenta bajo un árbol ya 
grande o plantá uno pequeño sobre la 
placenta de tu bebé 
*Escribí una carta de deseos para 
incluir en el sitio donde la placenta 
será enterrada 
*Decidí dónde tendrá su ultimo 
descanso la placenta: en el mar, en el 
bosque, en tu jardín, en el lugar donde 
el bebé fue concebido, en el lugar 
donde nació, etc. 
*Si fuese necesario, plantarla mo-
mentáneamente en una maceta, para 
ser movida en un futuro al lugar de tu 
elección 
*Elegí quién estará presente para la 
bendición de la placenta, antes de po-
nerla a descansar. 
*Ingerirla 
 
Así como es bien sabido que el me-
jor lugar donde un bebé recién nacido 
puede estar es sobre la panza y pechos 
maternos, el mejor lugar donde puede 
estar la placenta es junto al bebé, con 
el cordón umbilical intacto por el ma-
yor tiempo posible. 
 
Una conversacion entre la placen-
ta y el bebé, por Joel Garnier. 
“Hey, soy la placenta, ok?”. “Ok”. 
“Ups, la bolsa de agua de mamá recién 
se rompió, no entres en pánico!”. “De 
acuerdo”. “Pronto estaremos fuera de 
aquí, y tu vas a tener que aprender a 
respirar aire directamente”. “De acuer-
do”. “Sé tan resbaladizo y calmo como 
puedas, yo estaré detrás de ti”. “Estoy 
listo”. “Bien, ese es el espíritu”. “Allá 
vamos”. “Buen trabajo, ya has sacado 
tu cabeza. He escuchado que esa es la 
parte más difícil!, ahora relajá uno de 
tus hombros y verás cómo te deslizas”. 
“He salido, pero hay gente aquí, ahora 
qué debo hacer?” “Tenés que soplar y 
limpiar tu nariz y garganta para poder 
empezar a respirar aire. Yo saldré en 
un momento”. “¡Alguien me puso en 
los brazos de mama!, estoy respirando, 
creo que es seguro salir. ¿Recordás eso 
que me dijiste sobre los pechos?, ten-
ías razón, son increíbles!”. “Ok, aquí 
estoy, he salido también. Esta es buena 
gente, estoy aquí, a tu lado, en un 
cuenco con flores, aun conectada con-
tigo por el cordón. Yo te recomiendo 
que tu y mamá descansen un rato, yo 
estaré aquí junto a ti cuando te despier-
tes”. “Fantástico”. “Ya es la mañana, 
despertate dormilón!”. “Si, ya estaba 
medio despierto”. “Bien, ¿y cómo es el 
aire?” “Es agradable, bien fresca y 
huele bien. “Perfecto, esa es una buena 
16 
 
señal”. “¿Y ahora qué?”. “Ah, este es 
el momento en que tenemos que espe-
rar y ver qué es lo que ellos, ya sabés, 
los padres, deciden hacer. No te lo 
tomes mal, pero habrá mucha charla de 
´bebé´, balbuceos, risas y llanto que ni 
vos ni yo entenderemos. También vas a 
ver algunas cosas, ups, no puedo creer 
que lo olvidé, ¿ya abriste tus ojos?”. 
“Si ya te dije que vi los pechos de 
mama!!” “Y amamantaste?” “Si!, y 
dejame decirte hermana, esto es lo 
mejor!”. “Muy bien!, si bien me siento 
un poco celosa, yo tengo por ahora 
todo lo que necesito”. “Sabés, he nota-
do todo ese balbuceo, risas y llantos, 
¿de qué se trata?” “Quien sabe, es 
siempre distinto. Sabés, el cordón se 
está empezando a secar. No llores por 
mí”. “Si, lo sé, también lo he notado. 
Al menos podemos estar conectadas 
por un rato mas”. “Si. Andá a dormir! 
Cuando despiertes no estaré más aquí. 
Te puedo decir que de lo que hemos 
visto hasta ahora, vos y mamá estarán 
bien juntos. Yo estaré bien también, y 
si escuchás con atención, vas a ver que 
en verdad no te he dejado”. “De acuer-
do. Buenas noches, te amo!” “Yo tam-
bién te amo! Dulces sueños.” 
 
Las opciones para los padres al 
planear el nacimiento del bebé y la 
placenta 
Recordá elegir el camino más gentil 
para tu familia, y la forma más dulce 
que puedas imaginar; tu bebe no puede 
decidir, y depende de tu sabiduría. 
 
 1. Pinzamiento inmediato y corte 
del Cordón Umbilical 
Este es el modelo médico. Es 
´fácil´, ya que los padres no necesitan 
tomar decisiones o elecciones. El doc-
tor o la partera pinzará y cortará el 
cordón directamente luego del naci-
miento del bebé, sin espacio para dis-
cusiones. Por lo general se pinza con 
un pedazo de plástico duro -de entre 3 
y 4 cm- que estará entre la madre y el 
bebé a la hora de comenzar a amaman-
tar. Honestamente, este objeto sí le 
causa molestia al bebé, y si se dobla o 
tira, le causa dolor. Si se opta por esta 
práctica, yo recomiendo ayudar colo-
cando una cinta de tela o cinta adhesi-
va. 
 
 2. Retraso del pinzamiento y corte 
del Cordón Umbilical 
No es demasiado difícil de conse-
guir que tu doctor o partera esté de 
acuerdo con esta opción. El dejar el 
cordón intacto por al menos 3 minutos 
ya provee beneficios para la salud del 
bebé. Sin embargo, el cordón será cor-
tado antes de que la placenta nazca, lo 
cual en mi opinión es muy triste. Y 
presupone las mismas molestias que la 
opción anterior. 
 
 3. Retraso prolongado del corte del 
Cordón Umbilical 
Esta es la opción usualmente practi-
cada por parteras en casa, o en hospita-
les y centros de salud más liberales. 
Generalmente se espera unos 15 minu-
tos antes de cortar el cordón. Sin em-
17 
 
bargo, muchas veces se corta el cordón 
antes de que la placenta nazca. Yo per-
sonalmente sugiero esperar a que la 
placenta nazca, y mejor aún, esperar a 
queamamante por primera vez. Luego 
de esto, yo creo que el bebé ha recibi-
do el 99% de los beneficios físicos que 
supone el retraso del corte del cordón. 
Siempre que veo la placenta, el cordón 
y al bebe (raíz, tronco y fruto) intactos, 
yo lo llamo un Parto Lotus. 
 
 4. Quemar el Cordón Umbilical 
Este método se realiza luego del 
nacimiento de la placenta y de que el 
bebe ya se haya amamantado. Cauteri-
zar el cordón umbilical previene infec-
ciones y no hay necesidad de usar im-
plementos para pinzar el cordón. En 
medicina china se sabe que el quemar 
el cordón umbilical mueve el Chi 
(fuerza vital-fuerza de vida) restante 
desde la placenta al bebé. Una pequeña 
desventaja es que realizarlo lleva 15 
minutos. 
 
5. Esperar, decidiendo día a día 
Algunas familias saben que no de-
sean cortar el cordón umbilical inme-
diatamente, pero aun no están seguras 
del método con el que se sentirán más 
a gusto. Por eso esta opción es ideal 
para ´ir con la corriente´, tomándose su 
tiempo para decidir. Puede ser una 
hora o un día. Cuando sientas que el 
tiempo de transición se ha completado, 
luego de medio día o uno, dos o tres 
días, podés quemar el cordón. Si llega-
se a suceder que el cordón se seca y 
por algún motivo se rompe, no te pre-
ocupes, el bebé debe haber estado 
listo. 
 
6. Nacimiento Lotus Completo 
Este es el modo más paciente, espi-
ritual y especial, y consiste en permitir 
que el cordón se separe del bebé, sin 
apuro. No es para cualquiera, pero vale 
la pena. La familia debe ser más cons-
ciente y moverse más despacio al mo-
ver al bebé, que es dejado intacto con 
su cordón umbilical y su placenta. Si 
bien el bebé que ha sido dejado con el 
cordón umbilical intacto por un par de 
horas ya ha recibido el 99% de los 
beneficios de su placenta, yo amo el 
nacimiento lotus, y creo que es el me-
jor comienzo posible que le podemos 
dar a nuestros bebés y nietos. 
 
18 
 
 
 
19 
 
El Nacimiento Lotus completo 
consiste en dejar la placenta, el cordón 
umbilical y el bebe intactos luego del 
nacimiento. Simplemente eso. Los 
beneficios son principalmente espiri-
tuales, y no pueden ser medidos cientí-
ficamente. Es un ´viaje´ para descubrir 
una paciencia gentil, mientras se espe-
ra que el cordón se seque por completo 
y se separe por su propia cuenta. El 
propósito es simple: esperar un largo 
tiempo antes de cortar el cordón umbi-
lical permite que una gran cantidad de 
nutrientes y sangre -esencial para el 
bebé, y que de hecho le pertenece a él- 
sean transmitidos desde la placenta 
hacia el cuerpo del bebé; protege al 
bebé de sufrir un acto violento de se-
paración, y alienta una unión inmedia-
ta en el vínculo entre madre y bebé. El 
dejar el cordón intacto hasta que se 
seque, ofrece a la familia y al bebé una 
oportunidad única para mantener un 
espacio íntimo y sagrado, de paciencia 
y amabilidad. Hasta que uno no expe-
rimenta un parto Lotus es casi imposi-
ble apreciar la sublime, gentil y suave 
forma de introducir a un bebé en el 
mundo. 
Luego del nacimiento del bebé y de 
la placenta, no hay nada más que hacer 
excepto envolver la placenta en una 
toalla y ponerla junto a la mamá y el 
bebé, mientras él comienza a amaman-
tar. Se puede optar por ponerla sobre 
un plato, para evitar que sangre y 
humedad mojen la cama. Todos los 
movimientos deben ser gentiles para 
no molestar y/o lastimar al bebé y su 
conexión con la placenta, en el ombli-
go. A continuación la partera o pareja 
puede traer un cuenco con agua a la 
cama, y lavar la sangre de la placenta. 
Si diste a luz en el agua, podés lavar la 
placenta directamente en el agua de la 
pileta. Una vez que la sangre ha sido 
lavada, hay que secarla y poner el lado 
esponjoso (´el lado de mamá´) miran-
do para arriba, sobre una toalla seca. 
Luego se la sala generosamente, ase-
gurándose que la sal entre en todos los 
pliegues de los cotiledones. Ahora, la 
placenta debe ser acostada con el lado 
de la mamá para abajo, sobre una cesta 
donde se encuentre una toalla limpia y 
seca. La cesta es mejor que un cuenco, 
ya que permite que la placenta pueda 
´respirar´, lo cual previene malos olo-
res (lavarla y salarla también). Ahora 
agregá más sal al lado brillante del 
bebé, cerrá la toalla y ponela cerquita 
junto al bebé. Asegurate de cambiar el 
´pañal´ de la placenta cada par de 
horas. Tu familia puede optar por 
agregar hierbas a la sal, lo cual dará un 
aroma agradable. Yo uso nuez mosca-
da o romero, mezcla de chai (canela, 
clavo de olor, cardamomo y jengibre), 
y flores de lavanda. 
 
Placentofagia: comer la propia 
placenta 
Si la idea de comer tu placenta te 
repugna, preguntate: ¿cómo puede ser? 
La placenta de una madre está espe-
cialmente formulada para darle benefi-
cios óptimos. No hay otra carne animal 
que le ayude más que su propia pla-
20 
 
centa. La placenta es tan rica en nu-
trientes, que se cree que su ingesta 
previene la depresión postparto. Las 
mujeres que han comido su placenta 
en el postparto, sea cruda para ayudar 
a prevenir o parar una hemorragia, o 
bien cocida, aseguran sentirse más 
iluminadas, atentas y alertas. Es la 
única carne que podemos obtener al 
dar vida, en vez de obtenerla al matar 
violentamente. ¿Por qué resulta enton-
ces algo tan desagradable para algunas 
personas el comer la placenta? Comer 
la placenta no es para cualquiera. 
Doctores en Medicina Tradicional 
China a menudo recomiendan a 
mamás que amamantan hervir un pe-
dazo de su placenta y tomar el caldo 
para mejorar su calidad y cantidad de 
suministro de leche. La placenta 
humana es usada en la preparación de 
la medicina china llamada Zi He Che. 
Tanto los animales carnívoros como 
los herbívoros y omnívoros, tanto 
aquellos que buscan la compañía de 
otros de su grupo cuando dan a luz 
como aquellos que dan a luz en sole-
dad, los que viven en los árboles así 
como los que viven en la tierra, la ma-
yoría de ellos comen la placenta de sus 
crías inmediatamente luego de dar a 
luz. Los animales no son conscientes 
de los beneficios bioquímicos; sin em-
bargo, instintivamente encuentran la 
placenta extremadamente sabrosa lue-
go de dar a luz. Los beneficios de co-
mer la placenta están documentados 
científicamente, por lo que tiene senti-
do que hayan sido los mamíferos que 
comen su placenta aquellos que pros-
peran en el proceso de selección natu-
ral, ya que disfrutan de una ventaja 
biológica que les permite adaptarse 
mejor como especie. De acuerdo a la 
partera alemana Cornelia Enning, la 
ingesta de la placenta con propósitos 
medicinales en el posparto se ha prac-
ticado por generaciones alrededor del 
mundo. 
 
“Las madres chinas y vietnamitas prepa-
ran la placenta para consumirla como parte 
de su tradición, debido a su alto contenido 
proteico” 
 National Post, 12 de Enero de 1999 
 
El ingerir la placenta puede preve-
nir, reducir o frenar hemorragias; pre-
viene la depresión posparto; ayuda a 
amamantar, y de acuerdo a medicina 
china se puede usar para tratar la insu-
ficiencia de leche. A su vez, madres 
con toxemia o preeclamsia que sienten 
que su leche ´no baja´, alivian sus 
síntomas más rápido al comer su pla-
centa y la leche fluye normalmente al 
tercer día posparto. Por otro lado, mu-
jeres que sufrieron de presión arterial 
alta, edema o que tuvieron proteínas en 
su orina durante el embarazo, verán 
cómo el ingerir un poco de su propia 
placenta curará y calmará los riñones, 
y ayudará a resolver los síntomas más 
rápido.
6
 
 
6
 N. de la T: Propiedades de la placenta: 
Contiene gran cantidad de hormonas, como 
estrógeno y progesterona, que ayudan a com-
pensar el déficit que se produce tras el 
21 
 
Preparado de placenta en cápsulas: 
Lo mejor es preparar e ingerir laplacenta el mismo día del nacimiento, 
pero si esto no es posible, se debe re-
frigerar por no más de 2 o 3 días, o 
frizar. Luego de un Nacimiento Lotus, 
la placenta se puede consumir, pero 
sólo usando el Método Tradicional 
Chino, aunque esto es controversial 
debido a la cantidad de sal que tiene; 
mi experiencia al respecto ha sido 
buena. Para comenzar es importante 
enjuagarla bien, para sacar todo exceso 
de sangre, y remover todas las partes 
duras, arterias y venas, membranas y 
saco amniótico. Si se usa el Método 
Tradicional Chino, la placenta se debe 
cocinar al vapor -con el lado brillante 
 
nacimiento del bebé y reduce la depresión 
postparto. La oxitocina ayuda a nivel físico, 
estimulando al útero a contraerse para retomar 
su tamaño original, y a nivel emocional, facili-
tando el vínculo entre la madre y el bebé. 
Además hay una hormona llamada lactógeno 
placentario que estimula la producción de 
leche materna. En la placenta se encuentra la 
Vitamina K en grandes cantidades, que 
es un anti-hemorrágico muy potente y útil, 
sumamente útil tanto después del parto, 
como en los días sucesivos. La placenta aporta 
una gran cantidad de hierro, necesario en la 
cuarentena por la pérdida de sangre que ocurre 
en ese período. Esto disminuye las posibilida-
des de la llamada depresión postparto, relacio-
nada a la anemia materna. Las gammaglobuli-
nas protegen a la madre contra infecciones 
después del parto. La placenta tiene propieda-
des analgésicas, antihemorrágicas y cicatrizan-
tes que facilitan la recuperación de la madre a 
nivel físico y emocional. Nutritivamente tiene 
un alto aporte proteico, que ayuda a la madre a 
recuperarse tras el esfuerzo del parto. 
mirando hacia abajo- durante 15 minu-
tos, y luego darla vuelta y cocinarla 
por otros 15 minutos. Está lista cuando 
al pincharla con un tenedor ya no sale 
más sangre. A continuación, se corta la 
placenta en ´rodajas´ muy delgadas, y 
se las coloca en un fuente, a ´cocinar´ 
en el horno, a fuego mínimo, lo más 
bajo posible (no más de 70 grados). 
Una vez seca, se muelen los pedazos y 
se introducen en cápsulas.
7
 
Algunas parteras, madres y especia-
listas utilizan un deshidratador en vez 
de un horno, para deshidratar la pla-
centa en lugar de cocinarla, y siguen 
los pasos anteriores. 
Si las cápsulas no se consumen de-
ntro de los primeros meses, es reco-
mendable conservarlas en el frizer. Las 
mujeres en su posparto y en la meno-
pausia se benefician mucho al tomar 2 
 
7 N. de T.: Recordá que la placenta y el 
bebé sienten. Al hacer esto es importante 
´avisarle´ y explicarle al bebé y a la placenta, y 
hacerlo con consciencia, amor y reverencia, ya 
que es posible que en ese momento el bebé 
llore o sienta que lo que se está haciendo es 
una ´intrusión´ a algo sagrado. 
La placenta se puede preparar sustituyendo 
la carne de distintas comidas, como ser en 
salsa boloñesa para acompañar pastas, como 
paté de placenta, etc. 
La opción más ´sabrosa´, económica y sana 
para ingerir la placenta luego de dar a luz es 
preparando un licuado, en el que se usa un 
pedazo de la placenta (grande como la mano, 
más o menos, eso depende de cuánto se quiera 
preparar) y frutas, tales como frutos rojos y 
banana. 
 
 
22 
 
o 3 cápsulas de su propia placenta dos 
o tres veces al día. Es especialmente 
útil para prevenir depresiones. 
Mientras preparás la placenta, hace-
lo con reverencia, recordá que es sa-
grada y es un chacra. La persona que 
te prepara la placenta debe estar sana 
en su cuerpo, mente y corazón. 
En caso de emergencia (hemorragia 
o shock), tomar un pedacito de la pla-
centa recién nacida -la cual aun está 
conectada al bebé por el cordón umbi-
lical intacto-, untala con miel, y dárse-
la a la mamá sola o con agua caliente. 
 
Amamantar, así el círculo puede 
seguir ininterrumpidamente. 
Además de los rituales significati-
vos para honrar la placenta, creo que 
aquello que mantiene el círculo madre-
bebé, una vez que el cuerpo de la pla-
centa ya no está, es amamantar. La 
leche materna es el alimento óptimo 
para el bebé. Hay muchísimos estudios 
que prueban que los beneficios de la 
lecha materna se extienden hasta la 
edad adulta. La relación entre madre y 
bebé al amamantar, que está impulsada 
por la oxitocina, la hormona del amor, 
es esencial para mantener el 
´continuum´ de nuestra especie. Para 
madres que amamantan es totalmente 
normal y natural sentirse conectadas 
psíquicamente con todos los seres. Por 
ello es que las mujeres que tienen una 
experiencia positiva en la maternidad 
crecen para convertirse en ancianas 
sabias, y son ellas las que podrán nu-
trir al mundo. 
Amamantar beneficia la salud por 
toda la vida, produce mayor inteligen-
cia, da beneficios espirituales y psi-
cológicos por ser nutrido de una forma 
que naturalmente inspira un sentido de 
seguridad y de autoestima. También 
está la parte económica, ya que la 
fórmula (leche en polvo) no solo es 
muchísimo inferior en calidad, sino 
que también es muy cara, pudiendo 
ocasionar problemas y estrés a la eco-
nomía familiar. Sumado a eso, se debe 
tener en cuenta que niños que fueron 
criados con fórmula tienen estadísti-
camente más enfermedades y alergias, 
por lo que los costos en los cuidados 
de la salud serán muchos en el trans-
curso de la vida del individuo alimen-
tado con fórmula en los primeros años 
de su vida. En Indonesia, un bebé que 
fue alimentado con fórmula tiene 300 
veces más posibilidades de morir que 
un bebé que ha sido amamantado. 
Nos beneficiaría en una gran medi-
da si pudiésemos reducir las interven-
ciones tecnológicas en el nacimiento, 
atrasando el pinzamiento y corte del 
cordón umbilical, y protegiendo así la 
unión y vínculo entre madre y bebé. 
Debemos proteger ferozmente la lac-
tancia, elevando la conciencia de doc-
tores, parteras, enfermeras y doulas, 
así como miembros de la familia, para 
creer en el proceso natural de dar a luz 
y amamantar. Desde esta postura se-
remos más efectivos en apoyar el co-
mienzo de la lactancia, y así, prote-
giendo los cimientos de la capacidad 
de amar de cada individuo, podremos 
23 
 
comenzar a sanar el nacimiento, y de 
este modo sanar a nuestra Madre Tie-
rra 
 
No morimos solos 
Mucha gente a menudo desearía 
poder ver y conocer un ángel. Es hora 
de que cada uno de nosotros recuerde 
y reconozca al ángel que nos ayudó a 
entrar en este mundo y que está con 
nosotros siempre. Si querés ver la for-
ma física de un ángel, un milagro en la 
carne, entonces sostén una placenta. 
Cultivá amistad y respeto por tu pla-
centa/ángel guardián, desde ahora y 
por el resto de tus días en la tierra, y 
verás como sentirás que tu vida es una 
bendición. Más tarde, cuando llegue tu 
hora, estarás más tranquilo afrontando 
tu muerte. Llamala por ayuda, en cual-
quier momento que lo necesites. Habla 
con tu ángel desde tu corazón. Haz 
pequeños rituales para ella. Creyendo 
en tu placenta/ángel, vas a aprender a 
confiar en el proceso de la muerte así 
como en el proceso del nacimiento en 
la próxima fase de la vida espiritual de 
tu alma. Te aseguro, no naciste solo/a, 
y tampoco morirás solo/a. 
 
OM Shanti Shanti Shanti OM 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
24 
 
Nota final de la traductora 
Si pudiese compartir algo mas con-
tigo, te diría que cada bebé y su pla-
centa son únicos/as, tanto física como 
emocional y espiritualmente. Algunos 
bebés traen el regalo de la placenta 
como medicina para la madre. Otros 
aún la necesitan. Otros desean devol-
verla y plantarla en las profundidadesde la tierra. Tal vez sientas con uno de 
tus bebés que debés llevar la placenta 
al mar, mientras que con otro sientas 
que debés usarla como medicina. En 
mi experiencia personal, he notado que 
en cada nacimiento ha habido un 
´mensaje´, ofrecimiento y pedido dis-
tinto. Este libro te dará ideas de las 
opciones. Sin embargo, estate prepara-
da para tomar la decisión más justa en 
el momento. ya que sólo una vez que 
veas a tu bebé y su placenta en tus 
brazos, y los sientas, sabrás cuál es el 
ritual más apropiado para ellos, para ti, 
tu familia y la tierra. Tal vez sea difícil 
cambiar planes (de querer enterrar la 
placenta a de pronto desear comerla, o 
por el contrario planear comerla inme-
diatamente y luego sentir que te llama 
un nacimiento Lotus), sin embargo es 
importante dejar una pequeña posibili-
dad al ´cambio de planes´. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Por último, me quiero referir al si-
guiente párrafo de Robin Lim: “No 
recomiendo a los papás cortar el 
cordón umbilical, ya que perpetúa el 
patriarcado y es una práctica violenta, 
que hará que el niño vincule al padre o 
la figura paterna con la separación”. 
Coincido en que no es recomendable 
que el padre haga el corte de la trini-
dad. Si bien desde afuera se percibe 
como un mero acto físico, en lo pro-
fundo hay muchas otras implicaciones 
en el corte del cordón por parte del 
padre, separando el vínculo con quien 
ha cuidado y proveído al bebé, de for-
ma rápida y cortante, con un objeto 
frío y metálico (tijera). Tal vez esta 
práctica es fruto de un modelo patriar-
cal. Como se cuenta a lo largo de todo 
el libro, son muchos los efectos con-
traproducentes de cortar el cordón de-
masiado pronto, Quien alguna vez se 
haya tomado el tiempo y tenga la sen-
sibilidad de observar a un recién naci-
do cuando es separado de su placenta 
mediante un corte temprano del 
cordón, podrá constatar que en ese 
instante el bebé se pone a llorar, se 
mueve en forma brusca, grita, es decir 
que siente la separación! 
 
 
 
 
 
 
 
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	Página 1
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	tapa interior fanzines agos 2015
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	la placenta, el chacra olvidado 17x22

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Irene Ivette Garcia