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PIEL

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Piel
UABP
3
La piel o cutis recubre toda la superficie externa del 
organismo; en los orificios naturales, está unida a las 
mucosas mediante estrechas zonas de transición, las 
zonas mucocutáneas. La piel tiene varias funciones 
importantes. Conforma una barrera contra la invasión de 
microorganismos y da protección contra acciones 
mecánicas y químicas, el calor, el frío y las radiaciones 
ultravioletas. También tiene gran importancia en la 
regulación de la temperatura y para mantener el equilibrio 
hídrico. Tiene capacidades de absorción y secreción, y 
tiene importancia en la defensa inmunitaria. Por último, la 
piel tiene función endocrina y es un extenso órgano 
sensorial.
Por su estructura, la piel se compone de dos capas. La
externa o epidermis es epitelial, mientras que la 
subyacente, más gruesa, o dermis se compone de 
tejido conectivo.
Las dos forman una masa compacta que descansa sobre 
una capa subyacente de tejido conectivo más laxo, el 
tejido celular subcutáneo o hipodermis, que posee 
abundancia de lípidos y relaciona la piel con las 
estructuras más profundas. La piel contiene distintas 
estructuras de origen epidérmico, como el pelo, las uñas y 
las glándulas sebáceas y sudoríparas, que reciben el 
nombre de anexos cutáneos o faneras.
Epidermis
La epidermis es un epitelio estratificado plano y su 
función principal es proteger contra acciones lesivas del 
medio y pérdida de líquidos. Para ello, la epidermis produce 
una membrana externa protectora, el estrato córneo, 
compuesta por células aplanadas muertas que contienen el 
complejo proteico queratina y está cementado mediante 
lípidos intercelulares. En condiciones normales, el estrato 
córneo se elimina como escamas y se forma a la misma 
velocidad por proliferación y diferenciación de las células de la
porción viva más profunda del epitelio. De este modo, se 
mantiene el espesor característico del estrato córneo sobre 
cada superficie del organismo.
Superficie
de la piel
La superficie externa de la epidermis se caracteriza por
la presencia de finos surcos que en la superficie 
cutánea se cruzan y forman campos poligonales o 
romboidales. Una excepción es la piel lampiña de las 
palmas de las manos y las plantas de los pies y en las 
superficies laterales de los dedos, donde los surcos 
son más profundos y tienen recorridos paralelos, 
separados por estrechas crestas denominadas crestas 
papilares o crestas de fricción. El nombre se debe a 
que las crestas favorecen la prensión al aumentar la 
fricción.
Las crestas forman patrones exclusivos para 
cada individuo y se mantienen sin modificaciones
durante toda la vida,
Superficie limitante dermoepidérmica.
Entre la epidermis y la dermis se distingue una línea 
lirnitante ondulada irregular, ya que la epidermis emite 
proyecciones como crestas hacia la dermis 
subyacente, la cual forma evaginaciones 
vascularizadas complementarias de tejido conectivo, 
las papilas dérmicas.
Por lo general, la superficie limitante es más simple 
cuanto más delgada es la epidermis. La conformación 
irregular de la superficie limitante dermoepidérmica 
refuerza la relación mecánica entre la epidermis y la 
dermis. Además, la epidermis avascular (sin vasos) se 
nutre de la dermis subyacente por difusión a través de la
superficie de contacto, que en consecuencia debe ser 
tan extensa como sea posible, sobre todo donde la 
epidermis es gruesa.
La mayor parte de las células de la epidermis son 
queratinocitos que sufren queratinización, es decir, se 
diferencian en células aplanadas con queratina abundante 
mientras son empujadas hacia la superficie, hacia el estrato 
córneo. Esto genera una estructura estratificada 
característica que se distingue bien en la piel gruesa de las 
palmas de las manos y las plantas de los pies. Los conceptos
de piel fina o gruesa se refieren al espesor de la epidermis. 
En la mayor parte de la superficie corporal, el espesor de la 
epidermis es de unos 0,1 mm y la piel se denomina piel fina.
En la piel lampiña de las palmas de las manos y las plantas 
de los pies, la epidermis puede alcanzar un espesor de más 
de 1 mm, y entonces la piel recibe el nombre de gruesa. Las 
células restantes, los no queratinocitos, comprenden los 
melanocitos, que producen el pigmento melanina, las células 
de Langerhans y los linfocitos, que
intervienen en la defensa inmunitaria, y las células de 
Merkel, que son mecanorreceptoras.
Queratinocitos
Epidermis de las palmas de las manos y las plantas
de los pies (piel gruesa).
Se distinguen las siguientes capas a partir del límite
dérmico: estrato basal, estrato espinoso, estrato
granuloso, estrato lúcido, estrato córneo y estrato
disyunto.
Estrato basal
El estrato basal o germinativo se compone de una única
capa de células cilíndricas bajas o cúbicas con núcleos
ovales y citoplasma basófilo.
En el citoplasma se encuentran tonofibrillas y las células
se relacionan entre sí mediante desmosomas, y están
ancladas a la membrana basal subyacente mediante
hemidesmosomas.
Las células se caracterizan por contener un citoesqueleto
compuesto por filamentos de queratina o tonofilamentos, y
sus haces conforman las tonofibrillas.
Además, en el citoplasma se distinguen siluetas dispersas
de RER y ribosomas libres, donde se sintetiza las
queratinas que conforman los filamentos del citoesqueleto.
Existen dos queratinas distintas; K5 y K
14. Los filamentos de queratina provienen de los
filamentos intermediarios, tienen un diámetro de 10 nm y
se encuentran en el citoesqueleto de las células
epiteliales. Confieren resistencia mecánica a la capa
celular. A menudo se observan los haces de estos
filamentos anclados en los desmosomas de las
superficies celulares laterales o en los hemidesmosomas
de la superficie basal. A través de las moléculas de
adhesión celular transmembrana en los desmosomas se
transfieren fuerzas mecánicas de una célula a otra para
que la epidermis funcione como una barrera mecánica
firme y continua. A través de los hemidesmosomas de
la superficie celular basal, la epidermis forma anclajes
mecánicos similares con la membrana basal.
Estrato espinoso
Se compone de 3-4 capas de células, o más. Las células
son más grandes, poliédricas y con un ligero aplanamiento
en la parte superficial de la capa. Los núcleos son
redondeados y centrales, y el citoplasma posee moderada
basofilia (se tiñe con colorantes básicos), con tonofibrillas.
Las células están separadas por una angosta hendidura
clara. A través de la hendidura, las células están
relacionadas mediante puentes intercelulares formados
cuando pequeñas prolongaciones citoplasmáticas
provenientes de dos células adyacentes se unen con firmeza
extremo a extremo mediante un desmosoma. Las
prolongaciones se asemejan a espinas y por eso sus se
llaman células espinosas, y la capa estrato espinoso. Las
fibrillas de queratina son más numerosas en las
prolongaciones, donde se anclan a los desmosomas, y
crecen hacia lo más superficial del estrato espinoso.
Las células espinosas se asemejan a las células basales,
pero contienen más filamentos de queratina. Haces de estos
filamentos se extienden desde la región perinuclear hasta las
placas de adhesión en los desmosomas. Los filamentos de
queratina se componen ahora de dos nuevas queratinas, Kl
y K lO, dado que hay gran cantidad de genes de queratina
que varían la expresión durante la migración de las células
desde el estrato basal hasta el estrato córneo. Las células
espinosas también contienen gránulos ovales de unos 150
nm de longitud. Están limitados por la membrana y tienen
laminillas gruesas y finas alternadas perpendiculares al eje
longitudinal de los orgánulos. Se denominan gránulos
laminados y las laminillas transversales están compuestas
por membranas de lípidos abundantes. Las células del
estrato espinoso también producen una proteína
denominada involucrinauna “proteína de envoltura”, que se
ubica en la superficie interna del plasmalema.
Estrato granuloso
Se compone de 3-5 capas de células aplanadas, con el eje
longitudinal paralelo a la superficie de la piel. El citoplasma
contiene gránulos de queratohialina, masas irregulares
de material electrodenso sin membrana entre densos
haces de filamentos de queratina. Estos poseen una
proteína que contiene fósforo, la profilagrina, que en el
estrato córneo se transforma en filagrina.
Los gránulos laminados se encuentran en la periferia de
las células y vacían su contenido por exocitosis al espacio
intercelular. Luego los lípidos hidrófobos complejos ocupan
la totalidad del espacio intercelular entre las células del
estrato córneo. Junto con los contactos oclusivos que se
encuentran sobre todo en el estrato granuloso, estos
lípidos forman la barrera de difusión de la piel. En la parte
superior del estrato granuloso se produce la
transformación enzimática de la involucrina, que después
se une a proteínas de membrana en la cara interna del
plasmalema. Las dos capas conforman una capa muy
resistente con un espesor total de 20 nm. Por último, el
núcleo celular y los orgánulos citoplasmáticos son
degradados por enzimas en un proceso similar a la
apoptosis, que sólo deja la membrana celular reforzada y
los filamentos de queratina entrecruzados y se interrumpe
toda la actividad metabólica.
Estrato lúcido
Es una delgada zona muy eosinófila entre el estrato
granuloso y el estrato córneo, compuesta por escasas
capas de células aplanadas. Los núcleos comienzan a
degenerarse en las células externas del estrato granuloso
y desaparecen en el estrato lúcido, donde sólo se
distingue el contorno del núcleo en células aisladas.
Estrato córneo
El estrato córneo se compone de capas de células planas
queratinizadas y anucleadas, las células córneas. El
estrato se distingue como una gruesa masa muy eosinófila
de láminas onduladas, en la que no se diferencian células.
En la superficie hay una continua descamación de las
células córneas que están separadas entre sí; el estrato
disyunto o descamativo.
Desde el punto de vista estructural, las células totalmente
diferenciadas del estrato córneo sólo se componen de
haces de filamentos de queratina incluidos en un complejo
con filagrina y rodeados por la membrana celular
engrosada. Este estrato representa la primera barrera
mecánica de la epidermis, mientras que los lípidos del
espacio intercelular (junto con los contactos oclusivos del
estrato granuloso) forman en conjunto la barrera de
difusión. En la parte externa del estrato córneo, se alteran
los desmosomas, y las células se separan y se eliminan.
Epidermis en el resto de la superficie corporal (piel
fina).
La epidermis es mucho más delgada, sobre todo
debido a que el estrato córneo es más angosto, pero
también como consecuencia del adelgazamiento de
las otras capas epidérmicas. Así, el estrato espinoso
se compone de menos capas celulares, y a menudo
el estrato granuloso sólo tiene una única capa El
estrato lúcido falta por completo.
Crecimiento y diferenciación de la
epidermis.
La epidermis es una capa dinámica de renovación
constante. Una parte menor de las células basales actúa
como células madre. En condiciones normales se dividen
en forma asimétrica, de manera tal que una de las células
hijas permanece como célula madre, mientras que la otra
atraviesa una serie de divisiones de refuerzo para
conformar una cantidad mayor de células madre que
comienzan la ulterior diferenciación a través de las capas
antes descritas de la epidermis.
En lesiones donde se pierde un fragmento cutáneo, las
células madre de la piel vecina proliferan y establecen un
nuevo fondo común de células madre correspondientes a
las células madre perdidas. Esta capacidad de conformar
el propio fondo común de células madre es necesaria
para reemplazar la piel perdida.
La producción de células del estrato basal está en
equilibrio con la eliminación de las células córneas de la
superficie, y el período de renovación de la epidermis en
los seres humanos es de unas 4 semanas.
Ante el aumento de desgaste mecánico de la piel, se
incentiva la producción celular e incrementa el espesor de
la capa cornea.
Melanocitos
El color de la piel se debe a tres pigmentos y a la
dispersión de la luz. La hemoglobina de los vasos de la
dermis contribuye con la tonalidad más o menos rojiza.
Los carotenos son pigmentos vegetales amarillo- rojizos
que se encuentran, por ejemplo en la zanahoria, y una vez
captados de los alimentos se depositan en la epidermis y
en los adipocitos de la dermis y la región subcutánea, por
lo que aparece la tonalidad amarillenta de la piel.
Por último, el color pardo se debe al pigmento mielina
producido por la misma piel, en células denominadas
melanocitos que se encuentran en la epidermis y en los
folículos pilosos.
El melanocito posee un cuerpo celular redondeado y
ligeramente pigmentado del que parten numerosas
prolongaciones ramificadas.
El cuerpo celular se ubica en la capa basal de la
epidermis, pero siempre sobre la cara epidérmica de la
membrana basal.
La melanina se distingue como granos pardo-amarillentos,
los gránulos de melanina, que en condiciones normales
sólo se encuentran en las prolongaciones y en escasa
cantidad
En la piel muy pigmentada, por ejemplo de simios, el
cuerpo celular y las prolongaciones contienen numerosos
gránulos de melanina y pueden identificarse por su propio
color.
También es posible demostrar la presencia de melanocitos
mediante inmunohistoquímica. Las prolongaciones del
cuerpo celular se extienden por el espacio que hay entre
los queratinocitos y, por último, terminan sobre su
superficie. En los preparados comunes, los melanocitos
tienen tendencia a encogerse, ya que no poseen
desmosomas que les unan con las células vecinas.
Desde el punto de vista ultraestructural, se observa una 
típica célula glandular con abundante retículo 
endoplasmático rugoso y numerosas pilas de cisternas de 
Golgi. No contiene los filamentos de queratina, los 
desmosomas de unión con los queratinocitos circundantes
e incluso los hemidesmosomas para la adhesión a la 
membrana basal. Los melanocitos se desarrollan a partir 
de la cresta neural, desde donde migran como 
melanoblastos hacia la epidermis, donde aparecen como 
melanocitos en la undécima semana de vida fetal.
Después del parto se mantiene la cantidad de 
melanocitos sólo por mitosis de los ya existentes, y el 
número de melanocitos epidérmicos disminuye 
gradualmente con la edad.
La melanina es un producto de polimerización de la 
tirosina que, para su síntesis, requiere la presencia de la 
enzima tirosinasa. Los melanocitos forman un orgánulo 
específico, el melanosoma, que contiene tirosinasa y es 
asiento de la síntesis de melanina. Los melanosomas son 
orgánulos elipsoides limitados por membrana de unos 0,7 
11m de largo, y su interior contiene laminillas a lo largo del
orgánulo. Los melanosomas se llenan gradualmente 
con melanina y proteína, y por último quedan cubiertos 
y no se distinguen las estructuras internas. Antes de 
llegar a este estadio final, se utiliza la denominación 
premelanosoma, mientras que el término 
melanosoma se aplica al estadio con melanización 
total.
Los melanosomas se ubican en el citoplasma de los 
queratinocitos, a menudo en localización supranuclear.
En personas de piel clara, los melanosomas forman 
aglomeraciones dentro de vesículas limitadas por 
membrana que se denominan complejos 
melanosómicos, y los melanosomas se encuentran 
sobre todo en el estrato basal. En personas de piel 
oscura, los melanosomas son más grandes, aparecen con
mayor frecuencia como gránulos individuales en los 
queratinocitos y se encuentranen todo el espesor de la 
epidermis.
En la piel clara, la producción de melanosomas en cada 
melanocito es muy inferior a la que ocurre en la piel 
oscura, y la melanina se degrada con mayor rapidez. En 
cambio, la cantidad de melanocitos no varía con el color 
de la piel.
Importancia de la pigmentación
El contenido de rayos ultravioletas de la luz solar tiene 
diversos efectos sobre la piel, la mayoría de ellos 
perjudiciales.
Las personas muy pigmentadas presentan menor 
tendencia a quemaduras solares, y la melanina confiere 
una importante protección a las células basales mitóticas 
contra el deterioro cromosómico por la luz ultravioleta. 
Ante la intensa exposición a la luz solar, se producen 
extensas lesiones del DNA en las células de la epidermis.
Hoy se cree que la luz ultravioleta, sobre todo los rayos 
UVB de onda corta, tiene efecto lesivo sobre las 
funciones inmunitarias cutáneas al dañar y reducir la 
cantidad de células de Langerhans en la epidermis. Así, 
ante la irradiación UVB, la piel puede perder durante 
varios días su capacidad de reacción inmunitaria ante 
nuevos antígenos extraños.
Epidermólisis ampollar simple
La epidermólisis ampollar simple (EBS) es una 
enfermedad hereditaria dominante en la cual está muy 
disminuida la fuerza mecánica de la epidermis, por lo que 
incluso pequeñas acciones mecánicas causan la 
formación de ampollas cutáneas.
Control hormonal de la pigmentación.
La hormona estimulante de los melanocitos es formada a 
nivel local por los queratinocitos (y en menor grado por los
melanocitos), por ejemplo, cuando se exponen a la luz 
ultravioleta. Los melanocitos reciben influencia paracrina o
autocrina de alfa-MSH, lo cual conduce a un aumento del 
grado de pigmentación. También se forma alfa-MSH en la 
hipófisis, pero se ha demostrado en muy escasa cantidad 
o ninguna en la sangre circulante.
Las hormonas ováricas, en especial los estrógenos,
también tienen efecto estimulante sobre los melanocitos,
y es posible que la mayor cantidad de estrógeno y
progesterona circulante durante el embarazo sea la causa
del incremento de la pigmentación de las aréolas
mamarias, los genitales, la cara y la línea alba.
Células de Langerhans y linfocitos
Las células de Langerhans son células presentadoras de 
antígeno que representan un componente importante de 
las defensas inmunitarias cutáneas y, por consiguiente, del
organismo. Pertenecen al grupo de las células dendríticas 
y aparecen en todas las capas de la epidermis, pero se 
ven con mayor frecuencia en el estrato espinoso.
Presentan un núcleo oscuro y un citoplasma muy claro, 
con tendencia a encoger pues, al igual que los 
melanocitos, no poseen desmosomas que les unan a las 
células vecinas. Las células emiten numerosas 
prolongaciones que forman una red densa en toda la parte
suprabasal de la epidermis (en conjunto, las células de 
Langerhans representan alrededor del 2% del total de 
células de la epidermis). También aparecen en otros 
epitelios estratificados planos, por ejemplo el de la 
cavidad bucal, el esófago y la vagina.
El rasgo ultraestructural más característico es la
presencia de los gránulos de Birbeck, que están
limitados por membrana, tienen forma de bastón y
muestran un estriado transversal regular y, en algunos
casos, un ensanchamiento en un extremo.
Las células de Langerhans se desarrollan a partir de 
precursores derivados de la médula ósea que a través 
del torrente sanguíneo llegan a la piel y migran hacia la 
epidermis, donde se diferencian a células de 
Langerhans.
Estas células pueden captar antígenos extraños que
ingresan por la epidermis, tratarlos y presentarlos a los
linfocitos T y así inducir una respuesta inmunitaria.
Después de captar el antígeno, las células de
Langerhans abandonan la epidermis y migran a los
ganglios linfáticos regionales, donde llegan hasta la
corteza profunda dependiente del timo.
Se considera que la cantidad total de células de 
Langerhans en la epidermis ronda los 1000 millones, con 
un recambio diario de unos 45 millones, y si bien los 
linfocitos parecen ser escasos, la cantidad total en la 
epidermis es equivalente a la que se encuentra en la 
sangre circulante.
Células de Merkel
Las células de Merkel se encuentran en el estrato basal 
de la epidermis y están relacionadas con los 
queratinocitos circundantes a través de desmosomas. 
En el citoplasma se distinguen filamentos de queratina y 
gránulos neurosecretores. Junto con las terminaciones 
nerviosas aferentes, con las cuales establecen 
contactos con forma de disco, las células de Merkel 
funcionan como mecanorreceptores de adaptación lenta.
Se encuentran en mayor número en los dedos de las 
manos.
Dermis
La dermis es la gruesa capa de tejido conectivo a la
que se fija la epidermis y que se continúa en
profundidad con el tejido subcutáneo de Iípidos
abundantes. En el tejido conectivo dérmico están
incluidos los folículos pilosos y las glándulas
sudoríparas y sebáceas.
La dermis se compone de dos capas no muy
diferenciadas: junto a la epidermis el estrato papilar,
más delgado, y por debajo el estrato reticular, más
grueso.
El estrato papilar se compone de tejido conectivo
bastante laxo con gran cantidad de células y una red
de delgadas fibras colágenas y fibras elásticas. En las
papilas suelen verse asas capilares que irrigan la
epidermis por difusión (la epidermis no contiene
vasos sanguíneos) y corpúsculos de Meissner. El
estrato reticular es mucho más denso, con fibras
colágenas gruesas dispuestas en grandes haces.
Además de las fibras colágenas, la dermis contiene
abundantes fibras elásticas que forman una red entre
los haces de colágeno.
Las células que se encuentran con mayor frecuencia
son fibroblastos y macrófagos, pero también hay gran
cantidad de mastocitos.
Se observa tejido muscular liso, en parte como los
músculos erectores del pelo relacionado con los
folículos pilosos, y en parte como una red más
coherente en la parte más profunda del estrato
reticular de la piel de las aréolas mamarias, el pene, el
escroto y el periné. Hay tejido muscular estriado en la
piel de la cara, donde los músculos de la mímica se
fijan a la dermis.
La gran cantidad de colágeno confiere a la dermis una
notable fortaleza mecánica, muy necesaria para su
función protectora.
El colágeno también confiere resistencia al cuero curtido.
El contenido de elastina contribuye a las propiedades
elásticas de la piel.
Por último, y sobre todo en la piel gruesa, es posible 
ver corpúsculos de Pacini en la transición entre la 
dermis y el tejido subcutáneo, y en este último.
Tejido subcutáneo
El tejido subcutáneo o hipodermis se caracteriza por su
contenido individual muy variable de grasa de depósito.
Desde la parte profunda de la dermis se extienden a
través del tejido subcutáneo tabiques de tejido conectivo,
los retináculos cutáneos, para fijarse a la fascia muscular,
la aponeurosis o el periostio subyacentes. Estos
retináculos presentan uniones transversales con otros
retináculos, y en conjunto dividen el tejido subcutáneo en
compartimientos bien definidos, en los cuales se ubica la
grasa de depósito.
Se observan retináculos cutáneos particularmente largos
en la mama donde se denominan ligamentos de Coopero
Además de la función como depósito de energía, el tejido 
subcutáneo tiene importancia como aislante para 
mantener el calor corporal en ambientes fríos.
Pelo
En la mayor parte de la superficie externa del cuerpo
humano los pelos son cortos, finos y poco pigmentados, y
se denominan vellos. Los pelos más largos, gruesos y
pigmentados, o pelos terminales, se encuentran en zonas
especiales, por ejemplo, el cuero cabelludo y las regiones
ciliares. En algunos sitios, el pelo falta por completo, como
en las plantas de los pies y las palmas de las manos.
Los pelos están fijados enuna invaginación tubular de la
epidermis, el folículo piloso, que se extiende hacia la
dermis e incluso hasta parte del tejido subcutáneo. El
folículo tiene dirección oblicua y termina en la
profundidad en un engrosamiento, el bulbo piloso.
Dentro del bulbo se encuentra la papila dérmica,
compuesta por tejido conectivo laxo. El pelo presenta una
porción libre, el tallo del pelo, y una parte fija, la raíz del
pelo, que lo fija al folículo.
La mitad inferior de la papila está rodeada por células 
con actividad mitótica que representan la matriz. Las 
células recién formadas se desplazan hacia arriba y se 
diferencian a distintos tipos a partir de los cuales se 
forman el pelo y la vaina radicular interna. A 
continuación, el pelo y la vaina radicular interna sufren 
queratinización, que termina cerca de la zona de 
transición entre los tercios inferior y medio de la raíz del 
pelo.
El pelo queratinizado maduro no contiene células 
visibles, y la parte superior de la raíz y el tallo están 
muertos, pero permanecen en el folículo durante 
períodos variables.
Características histológicas del pelo.
En la parte interna se encuentra la médula (sólo en los
pelos terminales), rodeada por una corteza que
representa la mayor parte del pelo y que en el pelo
pigmentado contiene gránulos de melanina. Por último, en
la parte externa se encuentra la cutícula del pelo. En la
porción inferior del pelo, estas tres capas están formadas
por células cúbicas que después de la queratinización
poseen núcleos rudimentarios o son anucleadas y
contienen espacios llenos de aire. En la cutícula del pelo,
las células son totalmente planas.
Características histológicas del folículo piloso.
El folículo piloso se compone de una vaina radicular
interna y una vaina radicular externa, derivadas de la
epidermis y rodeadas por una vaina dérmica de tejido
conectivo.
Cada folículo piloso se relaciona con un músculo erector 
del pelo que por un extremo se fija al estrato papilar, 
mientras que el otro extremo lo hace a la vaina dérmica 
que rodea el folículo piloso. Ante la contracción, el pelo se
"endereza" y al mismo tiempo se produce una pequeña 
depresión en el sitio donde el músculo se fija a la piel (piel 
de gallina). La mayor parte de los folículos pilosos se 
relacionan con una glándula sebácea. El color de pelo se 
debe a los melanocitos epidérmicos del bulbo. Además de 
la mielina común, o la eumelanina, el pelo de los 
pelirrojos también contiene un pigmento amarillo, la 
feomelanina. Estos dos pigmentos son responsables del 
color del pelo. El cabello blando contiene pocos pigmentos
y mayor cantidad de aire, y el gris se debe a una mezcla 
de cabellos blancos y pigmentados.
Crecimiento del pelo
El crecimiento del pelo y de la vaina radicular interna 
ocurre por actividad mitótica en la región de la matriz del 
bulbo, por lo que se desplaza la vaina radicular interna 
hacia arriba, a través del folículo, junto con el pelo. Al 
nivel de la glándula sebácea se elimina la vaina radicular 
interna, mientras el pelo continúa hacia la superficie libre.
El crecimiento piloso es discontinuo, dado que se pierde 
pelo y es reemplazado por nuevos.
Se considera que el folículo en crecimiento descrito está
en fase de anágeno, que termina con un corto período 
de transición o fase de catágeno, tras lo cual el pelo 
pasa a fase de telógeno o de reposo. Durante la fase de 
catágeno, se interrumpe la división de las células de la 
matriz, y el pelo termina la diferenciación y la 
queratinización, con transformación simultánea del bulbo
en una masa con forma de clava adosada al pelo, el 
"pelo en maza.
En el ser humano hay renovación continua del pelo, dado 
que el ciclo de crecimiento de cada folículo transcurre con 
independencia del ciclo de los folículos vecinos. La 
longitud natural del pelo depende de la duración del 
período de crecimiento, que para el cabello es de varios 
años, mientras que sólo es de unos pocos meses para las
cejas y las pestañas.
Uñas
La uña se compone de una parte grande visible, la placa 
ungular, y una más pequeña oculta, la raíz ungular. La 
uña es semitransparente, por lo que presenta una 
coloración rosada como consecuencia de la gran 
vascularización del tejido subyacente. Sin embargo, cerca
de la raíz la uña adquiere una coloración casi blanca en 
una parte con forma de semiluna, la lúnula. La uña está 
rodeada
por un pliegue cutáneo, el rodete ungular, 
separado de la uña por el surco ungular.
La uña se compone de numerosas capas de células planas
queratinizadas con núcleos que han sufrido degeneración y
retracción. La porción visible, salvo la lúnula, descansa 
sobre el lecho ungular (Fig. 17-19), compuesto por epitelio 
con dermis subyacente. El epitelio se reduce a los estratos 
basal y espinoso, y el límite con la dermis adopta la forma 
de crestas paralelas longitudinales. Por debajo de la lúnula 
y la raíz ungular, el epitelio aumenta de espesor y forma la 
matriz ungular, desde donde se genera la uña. El rodete 
ungular tiene las mismas características histológicas que la 
piel gruesa. A la altura
del rodete ungular proximal el estrato córneo se extiende 
sobre la superficie libre de la uña y forma el eponiquio, y
por debajo del borde libre de la uña, el estrato córneo 
aparece engrosado como hiponiquio. En el lecho 
ungular, la dermis se continúa con el periostio del hueso 
del dedo.
El crecimiento de la uña tiene lugar en el epitelio 
engrosado de la matriz ungular.
Después de su formación en la matriz, la uña se desplaza
en dirección distal sobre el lecho ungular.
Glándulas cutáneas
Las glándulas cutáneas humanas son las glándulas 
sebáceas y las
glándulas sudoríparas. A éstas se agrega la glándula 
mamaria.
Las glándulas sebáceas se encuentran en toda la
superficie cutánea del cuerpo humano, salvo las palmas
de las manos y las plantas y los dorsos de los pies. Las
glándulas sebáceas se vacían en la porción superior del
folículo piloso. Se encuentran glándulas sebáceas no
relacionadas con folículos pilosos en las zonas
mucocutáneas y en ciertas mucosas, por ejemplo la de
los labios.
En la mayor parte de la superficie cutánea, sólo hay 
escasas glándulas sebáceas y son bastante pequeñas. 
En las zonas de la cara, el cuero cabelludo y las regiones
ventral y dorsal del tórax, son más grandes y se 
encuentran en mayor número. Estas grandes glándulas 
son estimuladas por las hormonas sexuales masculinas y
terminan de desarrollarse alrededor de la pubertad, 
cuando comienzan a funcionar. Las glándulas sebáceas 
de mayor tamaño están relacionadas con los folículos 
sebáceos que contienen un pelo muy pequeño.
Características histológicas.
La porción secretora de las glándulas sebáceas se
compone de adenómeros redondeados y un corto
conducto excretor. Las células más externas del
adenómero son pequeñas y aplanadas. Son muy
basófilas y representan las células madre de la
glándula.
Las células se desplazan hacia el centro del
adenómero y crecen en tamaño por llenado gradual
de gotas de Iípido, mientras que los núcleos se
retraen y los demás orgánulos celulares desaparecen.
Por último, las células explotan y forman el producto
de secreción, el unto sebáceo, secreción holocrina. El
unto sebáceo o sebo es una mezcla de Iípidos, entre
ellos, triacilgliceroles, ésteres céreos y escualeno.
El unto sebáceo tiene actividad 
antioxidante y antibacteriana, que podría 
tener relevancia para la protección de la 
piel.
Glándulas sudoríparas ecrinas
Se encuentran en casi todas las superficies externas del 
cuerpo
y son especialmente numerosas en las palmas de las 
manos y las plantas de los pies.
Características histológicas.
Las glándulas sudoríparas son glándulas tubulares 
simples. La porción secretora o adenómero y la primera 
parte del conducto excretor forman un ovillo arrollado que
tiene un diámetro de hasta 0,5 mm y está ubicado en la 
parte profundade la dermis o en la zona de transición al 
tejido subcutáneo.
En la porción secretora hay tres tipos de células. Las 
células claras y las células oscuras. Se cree que 
producen una secreción mucinosa. Sin embargo, a 
menudo es difícil distinguir entre estos dos tipos celulares 
en los preparados histológicos comunes. Entre las células 
secretoras y la membrana basal, se distingue una capa 
incompleta de células mioepiteliales. Poseen un núcleo 
alargado o ahusado, y el citoplasma contiene 
miofilamentos.
Además, se distingue un reborde eosinójilo luminal 
debido a la densa agrupación de filamentos en el 
citoplasma apical de las células luminales.
Las glándulas sudoríparas son de fundamental 
importancia para la regulación de la temperatura, dado 
que la secreción sudorípara aumenta la liberación de calor
por evaporación. La secreción de sudor se realiza en 
forma refleja, puesto que las glándulas sudoríparas están 
inervadas por fibras posganglionares simpáticas.
El sudor es secretado por el adenómero con un 
contenido de iones sodio y potasio equivalente al del 
plasma, pero la concentración de sales disminuye en el 
conducto excretor, con reabsorción retrógrada activa de 
iones sodio y la consiguiente retrodifusión de iones cloro. 
La reabsorción retrógrada de sodio y la excreción de 
potasio son estimuladas por la aldosterona, en 
condiciones similares a la de los túbulos renales. Sin 
embargo, ante la sudoración intensa es posible perder 
cantidades importantes de cloruro de sodio.
Glándulas sudoríparas apocrinas
Las glándulas sudoríparas apocrinas humanas se 
encuentran sólo en las axilas, la región anogenital, el 
conducto auditivo, las aréolas
mamarias y los parpados. Son estimuladas por hormonas
sexuales y comienzan su secreción en la pubertad.
Es una glándula tubular simple con su porción secretora 
arrollada en un ovillo con divertículos y algunas 
anastomosis entre las partes del ovillo. El ovillo se 
encuentra en la profundidad de la dermis o en la parte 
superior de la región subcutánea. Tiene un diámetro de 
hasta 2 mm. El epitelio secretor se compone de células 
cúbicas o cilíndricas bajas con núcleo redondo. El 
citoplasma es eosinófilo con numerosos gránulos de 
electrodensidad variable, y a menudo se ven 
proyecciones luminales del citoplasma.
El conducto excretor de la glándula sudorípara apocrina 
es recto y posee epitelio cúbico de dos capas, sin células 
mioepiteliales. Este conducto excretor es muy similar al 
conducto excretor de una glándula sudorípara acrina y 
desemboca en la parte superior de un folículo piloso.
El sudor apocrino tiene consistencia lechosa y color 
blanco grisáceo. En sí es inodoro, pero adquiere olor por
degradación bacteriana.
Irrigación sanguínea
La irrigación sanguínea no sólo nutre la piel y sus
anexos; además, tiene gran importancia en la regulación
de la temperatura corporal.
Las arterias de la piel parten de las grandes arterias del
tejido subcutáneo y forman una red cutánea en la zona
de transición con la dermis. Desde allí se emiten ramas a
través de la dermis, que en la transición con el estrato
papilar forman una nueva red subpapilar. Desde allí, las
arteriolas emiten asas capilares hacia cada papila.
Los folículos pilosos son irrigados desde una red
perifolicular que también nutre las glándulas
sebáceas, mientras que las glándulas sudoríparas
son irrigadas por la red cutánea.
Las venas forman una red que a grandes rasgos se 
corresponde con la arterial. Se observa una disposición 
especial en forma de anastomosis arteriovenosas en los 
pulpejos de los dedos de las manos y de los pies, que 
desempeñan un importante papel en la regulación de la 
temperatura corporal.
La piel y sus anexos representan una parte importante 
del aparato sensorial y están inervados en forma 
profusa por nervios sensitivos.
La piel tiene gran abundancia de vasos vías linfáticos que
comienzan como capilares linfáticos ciegos en la parte
central de las papilas. Los
vasos linfáticos forman una fina red en el estrato papilar y
una red de malla más gruesa en el límite entre la dermis 
y el tejido subcutáneo.
Histogénesis
La epidermis y los componentes epiteliales del pelo, las 
uñas, las glándulas sudoríparas y las glándulas sebáceas 
se desarrollan a partir del ectodermo, mientras que la 
dermis y los componentes dérmicos de los anexos 
provienen del mesénquima, que en la región del rostro 
deriva de la cresta neural, el denominado 
ectomesénquima, mientras que en el resto de las partes 
del cuerpo deriva del mesodermo.
	Piel UABP 3
	Epidermis
	Superficie de la piel
	Superficie limitante dermoepidérmica.
	Estrato basal
	Estrato espinoso
	Estrato granuloso
	Estrato lúcido
	Estrato córneo
	Epidermis en el resto de la superficie corporal (piel fina).
	Crecimiento y diferenciación de la epidermis.
	Melanocitos
	Importancia de la pigmentación
	Epidermólisis ampollar simple
	Control hormonal de la pigmentación.
	Células de Merkel
	Dermis
	Tejido subcutáneo
	Pelo
	Características histológicas del pelo.
	Características histológicas del folículo piloso.
	Crecimiento del pelo
	Uñas
	Glándulas cutáneas
	Características histológicas.
	Glándulas sudoríparas ecrinas
	Características histológicas.
	Glándulas sudoríparas apocrinas
	Irrigación sanguínea

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