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Piel UABP 3 La piel o cutis recubre toda la superficie externa del organismo; en los orificios naturales, está unida a las mucosas mediante estrechas zonas de transición, las zonas mucocutáneas. La piel tiene varias funciones importantes. Conforma una barrera contra la invasión de microorganismos y da protección contra acciones mecánicas y químicas, el calor, el frío y las radiaciones ultravioletas. También tiene gran importancia en la regulación de la temperatura y para mantener el equilibrio hídrico. Tiene capacidades de absorción y secreción, y tiene importancia en la defensa inmunitaria. Por último, la piel tiene función endocrina y es un extenso órgano sensorial. Por su estructura, la piel se compone de dos capas. La externa o epidermis es epitelial, mientras que la subyacente, más gruesa, o dermis se compone de tejido conectivo. Las dos forman una masa compacta que descansa sobre una capa subyacente de tejido conectivo más laxo, el tejido celular subcutáneo o hipodermis, que posee abundancia de lípidos y relaciona la piel con las estructuras más profundas. La piel contiene distintas estructuras de origen epidérmico, como el pelo, las uñas y las glándulas sebáceas y sudoríparas, que reciben el nombre de anexos cutáneos o faneras. Epidermis La epidermis es un epitelio estratificado plano y su función principal es proteger contra acciones lesivas del medio y pérdida de líquidos. Para ello, la epidermis produce una membrana externa protectora, el estrato córneo, compuesta por células aplanadas muertas que contienen el complejo proteico queratina y está cementado mediante lípidos intercelulares. En condiciones normales, el estrato córneo se elimina como escamas y se forma a la misma velocidad por proliferación y diferenciación de las células de la porción viva más profunda del epitelio. De este modo, se mantiene el espesor característico del estrato córneo sobre cada superficie del organismo. Superficie de la piel La superficie externa de la epidermis se caracteriza por la presencia de finos surcos que en la superficie cutánea se cruzan y forman campos poligonales o romboidales. Una excepción es la piel lampiña de las palmas de las manos y las plantas de los pies y en las superficies laterales de los dedos, donde los surcos son más profundos y tienen recorridos paralelos, separados por estrechas crestas denominadas crestas papilares o crestas de fricción. El nombre se debe a que las crestas favorecen la prensión al aumentar la fricción. Las crestas forman patrones exclusivos para cada individuo y se mantienen sin modificaciones durante toda la vida, Superficie limitante dermoepidérmica. Entre la epidermis y la dermis se distingue una línea lirnitante ondulada irregular, ya que la epidermis emite proyecciones como crestas hacia la dermis subyacente, la cual forma evaginaciones vascularizadas complementarias de tejido conectivo, las papilas dérmicas. Por lo general, la superficie limitante es más simple cuanto más delgada es la epidermis. La conformación irregular de la superficie limitante dermoepidérmica refuerza la relación mecánica entre la epidermis y la dermis. Además, la epidermis avascular (sin vasos) se nutre de la dermis subyacente por difusión a través de la superficie de contacto, que en consecuencia debe ser tan extensa como sea posible, sobre todo donde la epidermis es gruesa. La mayor parte de las células de la epidermis son queratinocitos que sufren queratinización, es decir, se diferencian en células aplanadas con queratina abundante mientras son empujadas hacia la superficie, hacia el estrato córneo. Esto genera una estructura estratificada característica que se distingue bien en la piel gruesa de las palmas de las manos y las plantas de los pies. Los conceptos de piel fina o gruesa se refieren al espesor de la epidermis. En la mayor parte de la superficie corporal, el espesor de la epidermis es de unos 0,1 mm y la piel se denomina piel fina. En la piel lampiña de las palmas de las manos y las plantas de los pies, la epidermis puede alcanzar un espesor de más de 1 mm, y entonces la piel recibe el nombre de gruesa. Las células restantes, los no queratinocitos, comprenden los melanocitos, que producen el pigmento melanina, las células de Langerhans y los linfocitos, que intervienen en la defensa inmunitaria, y las células de Merkel, que son mecanorreceptoras. Queratinocitos Epidermis de las palmas de las manos y las plantas de los pies (piel gruesa). Se distinguen las siguientes capas a partir del límite dérmico: estrato basal, estrato espinoso, estrato granuloso, estrato lúcido, estrato córneo y estrato disyunto. Estrato basal El estrato basal o germinativo se compone de una única capa de células cilíndricas bajas o cúbicas con núcleos ovales y citoplasma basófilo. En el citoplasma se encuentran tonofibrillas y las células se relacionan entre sí mediante desmosomas, y están ancladas a la membrana basal subyacente mediante hemidesmosomas. Las células se caracterizan por contener un citoesqueleto compuesto por filamentos de queratina o tonofilamentos, y sus haces conforman las tonofibrillas. Además, en el citoplasma se distinguen siluetas dispersas de RER y ribosomas libres, donde se sintetiza las queratinas que conforman los filamentos del citoesqueleto. Existen dos queratinas distintas; K5 y K 14. Los filamentos de queratina provienen de los filamentos intermediarios, tienen un diámetro de 10 nm y se encuentran en el citoesqueleto de las células epiteliales. Confieren resistencia mecánica a la capa celular. A menudo se observan los haces de estos filamentos anclados en los desmosomas de las superficies celulares laterales o en los hemidesmosomas de la superficie basal. A través de las moléculas de adhesión celular transmembrana en los desmosomas se transfieren fuerzas mecánicas de una célula a otra para que la epidermis funcione como una barrera mecánica firme y continua. A través de los hemidesmosomas de la superficie celular basal, la epidermis forma anclajes mecánicos similares con la membrana basal. Estrato espinoso Se compone de 3-4 capas de células, o más. Las células son más grandes, poliédricas y con un ligero aplanamiento en la parte superficial de la capa. Los núcleos son redondeados y centrales, y el citoplasma posee moderada basofilia (se tiñe con colorantes básicos), con tonofibrillas. Las células están separadas por una angosta hendidura clara. A través de la hendidura, las células están relacionadas mediante puentes intercelulares formados cuando pequeñas prolongaciones citoplasmáticas provenientes de dos células adyacentes se unen con firmeza extremo a extremo mediante un desmosoma. Las prolongaciones se asemejan a espinas y por eso sus se llaman células espinosas, y la capa estrato espinoso. Las fibrillas de queratina son más numerosas en las prolongaciones, donde se anclan a los desmosomas, y crecen hacia lo más superficial del estrato espinoso. Las células espinosas se asemejan a las células basales, pero contienen más filamentos de queratina. Haces de estos filamentos se extienden desde la región perinuclear hasta las placas de adhesión en los desmosomas. Los filamentos de queratina se componen ahora de dos nuevas queratinas, Kl y K lO, dado que hay gran cantidad de genes de queratina que varían la expresión durante la migración de las células desde el estrato basal hasta el estrato córneo. Las células espinosas también contienen gránulos ovales de unos 150 nm de longitud. Están limitados por la membrana y tienen laminillas gruesas y finas alternadas perpendiculares al eje longitudinal de los orgánulos. Se denominan gránulos laminados y las laminillas transversales están compuestas por membranas de lípidos abundantes. Las células del estrato espinoso también producen una proteína denominada involucrinauna “proteína de envoltura”, que se ubica en la superficie interna del plasmalema. Estrato granuloso Se compone de 3-5 capas de células aplanadas, con el eje longitudinal paralelo a la superficie de la piel. El citoplasma contiene gránulos de queratohialina, masas irregulares de material electrodenso sin membrana entre densos haces de filamentos de queratina. Estos poseen una proteína que contiene fósforo, la profilagrina, que en el estrato córneo se transforma en filagrina. Los gránulos laminados se encuentran en la periferia de las células y vacían su contenido por exocitosis al espacio intercelular. Luego los lípidos hidrófobos complejos ocupan la totalidad del espacio intercelular entre las células del estrato córneo. Junto con los contactos oclusivos que se encuentran sobre todo en el estrato granuloso, estos lípidos forman la barrera de difusión de la piel. En la parte superior del estrato granuloso se produce la transformación enzimática de la involucrina, que después se une a proteínas de membrana en la cara interna del plasmalema. Las dos capas conforman una capa muy resistente con un espesor total de 20 nm. Por último, el núcleo celular y los orgánulos citoplasmáticos son degradados por enzimas en un proceso similar a la apoptosis, que sólo deja la membrana celular reforzada y los filamentos de queratina entrecruzados y se interrumpe toda la actividad metabólica. Estrato lúcido Es una delgada zona muy eosinófila entre el estrato granuloso y el estrato córneo, compuesta por escasas capas de células aplanadas. Los núcleos comienzan a degenerarse en las células externas del estrato granuloso y desaparecen en el estrato lúcido, donde sólo se distingue el contorno del núcleo en células aisladas. Estrato córneo El estrato córneo se compone de capas de células planas queratinizadas y anucleadas, las células córneas. El estrato se distingue como una gruesa masa muy eosinófila de láminas onduladas, en la que no se diferencian células. En la superficie hay una continua descamación de las células córneas que están separadas entre sí; el estrato disyunto o descamativo. Desde el punto de vista estructural, las células totalmente diferenciadas del estrato córneo sólo se componen de haces de filamentos de queratina incluidos en un complejo con filagrina y rodeados por la membrana celular engrosada. Este estrato representa la primera barrera mecánica de la epidermis, mientras que los lípidos del espacio intercelular (junto con los contactos oclusivos del estrato granuloso) forman en conjunto la barrera de difusión. En la parte externa del estrato córneo, se alteran los desmosomas, y las células se separan y se eliminan. Epidermis en el resto de la superficie corporal (piel fina). La epidermis es mucho más delgada, sobre todo debido a que el estrato córneo es más angosto, pero también como consecuencia del adelgazamiento de las otras capas epidérmicas. Así, el estrato espinoso se compone de menos capas celulares, y a menudo el estrato granuloso sólo tiene una única capa El estrato lúcido falta por completo. Crecimiento y diferenciación de la epidermis. La epidermis es una capa dinámica de renovación constante. Una parte menor de las células basales actúa como células madre. En condiciones normales se dividen en forma asimétrica, de manera tal que una de las células hijas permanece como célula madre, mientras que la otra atraviesa una serie de divisiones de refuerzo para conformar una cantidad mayor de células madre que comienzan la ulterior diferenciación a través de las capas antes descritas de la epidermis. En lesiones donde se pierde un fragmento cutáneo, las células madre de la piel vecina proliferan y establecen un nuevo fondo común de células madre correspondientes a las células madre perdidas. Esta capacidad de conformar el propio fondo común de células madre es necesaria para reemplazar la piel perdida. La producción de células del estrato basal está en equilibrio con la eliminación de las células córneas de la superficie, y el período de renovación de la epidermis en los seres humanos es de unas 4 semanas. Ante el aumento de desgaste mecánico de la piel, se incentiva la producción celular e incrementa el espesor de la capa cornea. Melanocitos El color de la piel se debe a tres pigmentos y a la dispersión de la luz. La hemoglobina de los vasos de la dermis contribuye con la tonalidad más o menos rojiza. Los carotenos son pigmentos vegetales amarillo- rojizos que se encuentran, por ejemplo en la zanahoria, y una vez captados de los alimentos se depositan en la epidermis y en los adipocitos de la dermis y la región subcutánea, por lo que aparece la tonalidad amarillenta de la piel. Por último, el color pardo se debe al pigmento mielina producido por la misma piel, en células denominadas melanocitos que se encuentran en la epidermis y en los folículos pilosos. El melanocito posee un cuerpo celular redondeado y ligeramente pigmentado del que parten numerosas prolongaciones ramificadas. El cuerpo celular se ubica en la capa basal de la epidermis, pero siempre sobre la cara epidérmica de la membrana basal. La melanina se distingue como granos pardo-amarillentos, los gránulos de melanina, que en condiciones normales sólo se encuentran en las prolongaciones y en escasa cantidad En la piel muy pigmentada, por ejemplo de simios, el cuerpo celular y las prolongaciones contienen numerosos gránulos de melanina y pueden identificarse por su propio color. También es posible demostrar la presencia de melanocitos mediante inmunohistoquímica. Las prolongaciones del cuerpo celular se extienden por el espacio que hay entre los queratinocitos y, por último, terminan sobre su superficie. En los preparados comunes, los melanocitos tienen tendencia a encogerse, ya que no poseen desmosomas que les unan con las células vecinas. Desde el punto de vista ultraestructural, se observa una típica célula glandular con abundante retículo endoplasmático rugoso y numerosas pilas de cisternas de Golgi. No contiene los filamentos de queratina, los desmosomas de unión con los queratinocitos circundantes e incluso los hemidesmosomas para la adhesión a la membrana basal. Los melanocitos se desarrollan a partir de la cresta neural, desde donde migran como melanoblastos hacia la epidermis, donde aparecen como melanocitos en la undécima semana de vida fetal. Después del parto se mantiene la cantidad de melanocitos sólo por mitosis de los ya existentes, y el número de melanocitos epidérmicos disminuye gradualmente con la edad. La melanina es un producto de polimerización de la tirosina que, para su síntesis, requiere la presencia de la enzima tirosinasa. Los melanocitos forman un orgánulo específico, el melanosoma, que contiene tirosinasa y es asiento de la síntesis de melanina. Los melanosomas son orgánulos elipsoides limitados por membrana de unos 0,7 11m de largo, y su interior contiene laminillas a lo largo del orgánulo. Los melanosomas se llenan gradualmente con melanina y proteína, y por último quedan cubiertos y no se distinguen las estructuras internas. Antes de llegar a este estadio final, se utiliza la denominación premelanosoma, mientras que el término melanosoma se aplica al estadio con melanización total. Los melanosomas se ubican en el citoplasma de los queratinocitos, a menudo en localización supranuclear. En personas de piel clara, los melanosomas forman aglomeraciones dentro de vesículas limitadas por membrana que se denominan complejos melanosómicos, y los melanosomas se encuentran sobre todo en el estrato basal. En personas de piel oscura, los melanosomas son más grandes, aparecen con mayor frecuencia como gránulos individuales en los queratinocitos y se encuentranen todo el espesor de la epidermis. En la piel clara, la producción de melanosomas en cada melanocito es muy inferior a la que ocurre en la piel oscura, y la melanina se degrada con mayor rapidez. En cambio, la cantidad de melanocitos no varía con el color de la piel. Importancia de la pigmentación El contenido de rayos ultravioletas de la luz solar tiene diversos efectos sobre la piel, la mayoría de ellos perjudiciales. Las personas muy pigmentadas presentan menor tendencia a quemaduras solares, y la melanina confiere una importante protección a las células basales mitóticas contra el deterioro cromosómico por la luz ultravioleta. Ante la intensa exposición a la luz solar, se producen extensas lesiones del DNA en las células de la epidermis. Hoy se cree que la luz ultravioleta, sobre todo los rayos UVB de onda corta, tiene efecto lesivo sobre las funciones inmunitarias cutáneas al dañar y reducir la cantidad de células de Langerhans en la epidermis. Así, ante la irradiación UVB, la piel puede perder durante varios días su capacidad de reacción inmunitaria ante nuevos antígenos extraños. Epidermólisis ampollar simple La epidermólisis ampollar simple (EBS) es una enfermedad hereditaria dominante en la cual está muy disminuida la fuerza mecánica de la epidermis, por lo que incluso pequeñas acciones mecánicas causan la formación de ampollas cutáneas. Control hormonal de la pigmentación. La hormona estimulante de los melanocitos es formada a nivel local por los queratinocitos (y en menor grado por los melanocitos), por ejemplo, cuando se exponen a la luz ultravioleta. Los melanocitos reciben influencia paracrina o autocrina de alfa-MSH, lo cual conduce a un aumento del grado de pigmentación. También se forma alfa-MSH en la hipófisis, pero se ha demostrado en muy escasa cantidad o ninguna en la sangre circulante. Las hormonas ováricas, en especial los estrógenos, también tienen efecto estimulante sobre los melanocitos, y es posible que la mayor cantidad de estrógeno y progesterona circulante durante el embarazo sea la causa del incremento de la pigmentación de las aréolas mamarias, los genitales, la cara y la línea alba. Células de Langerhans y linfocitos Las células de Langerhans son células presentadoras de antígeno que representan un componente importante de las defensas inmunitarias cutáneas y, por consiguiente, del organismo. Pertenecen al grupo de las células dendríticas y aparecen en todas las capas de la epidermis, pero se ven con mayor frecuencia en el estrato espinoso. Presentan un núcleo oscuro y un citoplasma muy claro, con tendencia a encoger pues, al igual que los melanocitos, no poseen desmosomas que les unan a las células vecinas. Las células emiten numerosas prolongaciones que forman una red densa en toda la parte suprabasal de la epidermis (en conjunto, las células de Langerhans representan alrededor del 2% del total de células de la epidermis). También aparecen en otros epitelios estratificados planos, por ejemplo el de la cavidad bucal, el esófago y la vagina. El rasgo ultraestructural más característico es la presencia de los gránulos de Birbeck, que están limitados por membrana, tienen forma de bastón y muestran un estriado transversal regular y, en algunos casos, un ensanchamiento en un extremo. Las células de Langerhans se desarrollan a partir de precursores derivados de la médula ósea que a través del torrente sanguíneo llegan a la piel y migran hacia la epidermis, donde se diferencian a células de Langerhans. Estas células pueden captar antígenos extraños que ingresan por la epidermis, tratarlos y presentarlos a los linfocitos T y así inducir una respuesta inmunitaria. Después de captar el antígeno, las células de Langerhans abandonan la epidermis y migran a los ganglios linfáticos regionales, donde llegan hasta la corteza profunda dependiente del timo. Se considera que la cantidad total de células de Langerhans en la epidermis ronda los 1000 millones, con un recambio diario de unos 45 millones, y si bien los linfocitos parecen ser escasos, la cantidad total en la epidermis es equivalente a la que se encuentra en la sangre circulante. Células de Merkel Las células de Merkel se encuentran en el estrato basal de la epidermis y están relacionadas con los queratinocitos circundantes a través de desmosomas. En el citoplasma se distinguen filamentos de queratina y gránulos neurosecretores. Junto con las terminaciones nerviosas aferentes, con las cuales establecen contactos con forma de disco, las células de Merkel funcionan como mecanorreceptores de adaptación lenta. Se encuentran en mayor número en los dedos de las manos. Dermis La dermis es la gruesa capa de tejido conectivo a la que se fija la epidermis y que se continúa en profundidad con el tejido subcutáneo de Iípidos abundantes. En el tejido conectivo dérmico están incluidos los folículos pilosos y las glándulas sudoríparas y sebáceas. La dermis se compone de dos capas no muy diferenciadas: junto a la epidermis el estrato papilar, más delgado, y por debajo el estrato reticular, más grueso. El estrato papilar se compone de tejido conectivo bastante laxo con gran cantidad de células y una red de delgadas fibras colágenas y fibras elásticas. En las papilas suelen verse asas capilares que irrigan la epidermis por difusión (la epidermis no contiene vasos sanguíneos) y corpúsculos de Meissner. El estrato reticular es mucho más denso, con fibras colágenas gruesas dispuestas en grandes haces. Además de las fibras colágenas, la dermis contiene abundantes fibras elásticas que forman una red entre los haces de colágeno. Las células que se encuentran con mayor frecuencia son fibroblastos y macrófagos, pero también hay gran cantidad de mastocitos. Se observa tejido muscular liso, en parte como los músculos erectores del pelo relacionado con los folículos pilosos, y en parte como una red más coherente en la parte más profunda del estrato reticular de la piel de las aréolas mamarias, el pene, el escroto y el periné. Hay tejido muscular estriado en la piel de la cara, donde los músculos de la mímica se fijan a la dermis. La gran cantidad de colágeno confiere a la dermis una notable fortaleza mecánica, muy necesaria para su función protectora. El colágeno también confiere resistencia al cuero curtido. El contenido de elastina contribuye a las propiedades elásticas de la piel. Por último, y sobre todo en la piel gruesa, es posible ver corpúsculos de Pacini en la transición entre la dermis y el tejido subcutáneo, y en este último. Tejido subcutáneo El tejido subcutáneo o hipodermis se caracteriza por su contenido individual muy variable de grasa de depósito. Desde la parte profunda de la dermis se extienden a través del tejido subcutáneo tabiques de tejido conectivo, los retináculos cutáneos, para fijarse a la fascia muscular, la aponeurosis o el periostio subyacentes. Estos retináculos presentan uniones transversales con otros retináculos, y en conjunto dividen el tejido subcutáneo en compartimientos bien definidos, en los cuales se ubica la grasa de depósito. Se observan retináculos cutáneos particularmente largos en la mama donde se denominan ligamentos de Coopero Además de la función como depósito de energía, el tejido subcutáneo tiene importancia como aislante para mantener el calor corporal en ambientes fríos. Pelo En la mayor parte de la superficie externa del cuerpo humano los pelos son cortos, finos y poco pigmentados, y se denominan vellos. Los pelos más largos, gruesos y pigmentados, o pelos terminales, se encuentran en zonas especiales, por ejemplo, el cuero cabelludo y las regiones ciliares. En algunos sitios, el pelo falta por completo, como en las plantas de los pies y las palmas de las manos. Los pelos están fijados enuna invaginación tubular de la epidermis, el folículo piloso, que se extiende hacia la dermis e incluso hasta parte del tejido subcutáneo. El folículo tiene dirección oblicua y termina en la profundidad en un engrosamiento, el bulbo piloso. Dentro del bulbo se encuentra la papila dérmica, compuesta por tejido conectivo laxo. El pelo presenta una porción libre, el tallo del pelo, y una parte fija, la raíz del pelo, que lo fija al folículo. La mitad inferior de la papila está rodeada por células con actividad mitótica que representan la matriz. Las células recién formadas se desplazan hacia arriba y se diferencian a distintos tipos a partir de los cuales se forman el pelo y la vaina radicular interna. A continuación, el pelo y la vaina radicular interna sufren queratinización, que termina cerca de la zona de transición entre los tercios inferior y medio de la raíz del pelo. El pelo queratinizado maduro no contiene células visibles, y la parte superior de la raíz y el tallo están muertos, pero permanecen en el folículo durante períodos variables. Características histológicas del pelo. En la parte interna se encuentra la médula (sólo en los pelos terminales), rodeada por una corteza que representa la mayor parte del pelo y que en el pelo pigmentado contiene gránulos de melanina. Por último, en la parte externa se encuentra la cutícula del pelo. En la porción inferior del pelo, estas tres capas están formadas por células cúbicas que después de la queratinización poseen núcleos rudimentarios o son anucleadas y contienen espacios llenos de aire. En la cutícula del pelo, las células son totalmente planas. Características histológicas del folículo piloso. El folículo piloso se compone de una vaina radicular interna y una vaina radicular externa, derivadas de la epidermis y rodeadas por una vaina dérmica de tejido conectivo. Cada folículo piloso se relaciona con un músculo erector del pelo que por un extremo se fija al estrato papilar, mientras que el otro extremo lo hace a la vaina dérmica que rodea el folículo piloso. Ante la contracción, el pelo se "endereza" y al mismo tiempo se produce una pequeña depresión en el sitio donde el músculo se fija a la piel (piel de gallina). La mayor parte de los folículos pilosos se relacionan con una glándula sebácea. El color de pelo se debe a los melanocitos epidérmicos del bulbo. Además de la mielina común, o la eumelanina, el pelo de los pelirrojos también contiene un pigmento amarillo, la feomelanina. Estos dos pigmentos son responsables del color del pelo. El cabello blando contiene pocos pigmentos y mayor cantidad de aire, y el gris se debe a una mezcla de cabellos blancos y pigmentados. Crecimiento del pelo El crecimiento del pelo y de la vaina radicular interna ocurre por actividad mitótica en la región de la matriz del bulbo, por lo que se desplaza la vaina radicular interna hacia arriba, a través del folículo, junto con el pelo. Al nivel de la glándula sebácea se elimina la vaina radicular interna, mientras el pelo continúa hacia la superficie libre. El crecimiento piloso es discontinuo, dado que se pierde pelo y es reemplazado por nuevos. Se considera que el folículo en crecimiento descrito está en fase de anágeno, que termina con un corto período de transición o fase de catágeno, tras lo cual el pelo pasa a fase de telógeno o de reposo. Durante la fase de catágeno, se interrumpe la división de las células de la matriz, y el pelo termina la diferenciación y la queratinización, con transformación simultánea del bulbo en una masa con forma de clava adosada al pelo, el "pelo en maza. En el ser humano hay renovación continua del pelo, dado que el ciclo de crecimiento de cada folículo transcurre con independencia del ciclo de los folículos vecinos. La longitud natural del pelo depende de la duración del período de crecimiento, que para el cabello es de varios años, mientras que sólo es de unos pocos meses para las cejas y las pestañas. Uñas La uña se compone de una parte grande visible, la placa ungular, y una más pequeña oculta, la raíz ungular. La uña es semitransparente, por lo que presenta una coloración rosada como consecuencia de la gran vascularización del tejido subyacente. Sin embargo, cerca de la raíz la uña adquiere una coloración casi blanca en una parte con forma de semiluna, la lúnula. La uña está rodeada por un pliegue cutáneo, el rodete ungular, separado de la uña por el surco ungular. La uña se compone de numerosas capas de células planas queratinizadas con núcleos que han sufrido degeneración y retracción. La porción visible, salvo la lúnula, descansa sobre el lecho ungular (Fig. 17-19), compuesto por epitelio con dermis subyacente. El epitelio se reduce a los estratos basal y espinoso, y el límite con la dermis adopta la forma de crestas paralelas longitudinales. Por debajo de la lúnula y la raíz ungular, el epitelio aumenta de espesor y forma la matriz ungular, desde donde se genera la uña. El rodete ungular tiene las mismas características histológicas que la piel gruesa. A la altura del rodete ungular proximal el estrato córneo se extiende sobre la superficie libre de la uña y forma el eponiquio, y por debajo del borde libre de la uña, el estrato córneo aparece engrosado como hiponiquio. En el lecho ungular, la dermis se continúa con el periostio del hueso del dedo. El crecimiento de la uña tiene lugar en el epitelio engrosado de la matriz ungular. Después de su formación en la matriz, la uña se desplaza en dirección distal sobre el lecho ungular. Glándulas cutáneas Las glándulas cutáneas humanas son las glándulas sebáceas y las glándulas sudoríparas. A éstas se agrega la glándula mamaria. Las glándulas sebáceas se encuentran en toda la superficie cutánea del cuerpo humano, salvo las palmas de las manos y las plantas y los dorsos de los pies. Las glándulas sebáceas se vacían en la porción superior del folículo piloso. Se encuentran glándulas sebáceas no relacionadas con folículos pilosos en las zonas mucocutáneas y en ciertas mucosas, por ejemplo la de los labios. En la mayor parte de la superficie cutánea, sólo hay escasas glándulas sebáceas y son bastante pequeñas. En las zonas de la cara, el cuero cabelludo y las regiones ventral y dorsal del tórax, son más grandes y se encuentran en mayor número. Estas grandes glándulas son estimuladas por las hormonas sexuales masculinas y terminan de desarrollarse alrededor de la pubertad, cuando comienzan a funcionar. Las glándulas sebáceas de mayor tamaño están relacionadas con los folículos sebáceos que contienen un pelo muy pequeño. Características histológicas. La porción secretora de las glándulas sebáceas se compone de adenómeros redondeados y un corto conducto excretor. Las células más externas del adenómero son pequeñas y aplanadas. Son muy basófilas y representan las células madre de la glándula. Las células se desplazan hacia el centro del adenómero y crecen en tamaño por llenado gradual de gotas de Iípido, mientras que los núcleos se retraen y los demás orgánulos celulares desaparecen. Por último, las células explotan y forman el producto de secreción, el unto sebáceo, secreción holocrina. El unto sebáceo o sebo es una mezcla de Iípidos, entre ellos, triacilgliceroles, ésteres céreos y escualeno. El unto sebáceo tiene actividad antioxidante y antibacteriana, que podría tener relevancia para la protección de la piel. Glándulas sudoríparas ecrinas Se encuentran en casi todas las superficies externas del cuerpo y son especialmente numerosas en las palmas de las manos y las plantas de los pies. Características histológicas. Las glándulas sudoríparas son glándulas tubulares simples. La porción secretora o adenómero y la primera parte del conducto excretor forman un ovillo arrollado que tiene un diámetro de hasta 0,5 mm y está ubicado en la parte profundade la dermis o en la zona de transición al tejido subcutáneo. En la porción secretora hay tres tipos de células. Las células claras y las células oscuras. Se cree que producen una secreción mucinosa. Sin embargo, a menudo es difícil distinguir entre estos dos tipos celulares en los preparados histológicos comunes. Entre las células secretoras y la membrana basal, se distingue una capa incompleta de células mioepiteliales. Poseen un núcleo alargado o ahusado, y el citoplasma contiene miofilamentos. Además, se distingue un reborde eosinójilo luminal debido a la densa agrupación de filamentos en el citoplasma apical de las células luminales. Las glándulas sudoríparas son de fundamental importancia para la regulación de la temperatura, dado que la secreción sudorípara aumenta la liberación de calor por evaporación. La secreción de sudor se realiza en forma refleja, puesto que las glándulas sudoríparas están inervadas por fibras posganglionares simpáticas. El sudor es secretado por el adenómero con un contenido de iones sodio y potasio equivalente al del plasma, pero la concentración de sales disminuye en el conducto excretor, con reabsorción retrógrada activa de iones sodio y la consiguiente retrodifusión de iones cloro. La reabsorción retrógrada de sodio y la excreción de potasio son estimuladas por la aldosterona, en condiciones similares a la de los túbulos renales. Sin embargo, ante la sudoración intensa es posible perder cantidades importantes de cloruro de sodio. Glándulas sudoríparas apocrinas Las glándulas sudoríparas apocrinas humanas se encuentran sólo en las axilas, la región anogenital, el conducto auditivo, las aréolas mamarias y los parpados. Son estimuladas por hormonas sexuales y comienzan su secreción en la pubertad. Es una glándula tubular simple con su porción secretora arrollada en un ovillo con divertículos y algunas anastomosis entre las partes del ovillo. El ovillo se encuentra en la profundidad de la dermis o en la parte superior de la región subcutánea. Tiene un diámetro de hasta 2 mm. El epitelio secretor se compone de células cúbicas o cilíndricas bajas con núcleo redondo. El citoplasma es eosinófilo con numerosos gránulos de electrodensidad variable, y a menudo se ven proyecciones luminales del citoplasma. El conducto excretor de la glándula sudorípara apocrina es recto y posee epitelio cúbico de dos capas, sin células mioepiteliales. Este conducto excretor es muy similar al conducto excretor de una glándula sudorípara acrina y desemboca en la parte superior de un folículo piloso. El sudor apocrino tiene consistencia lechosa y color blanco grisáceo. En sí es inodoro, pero adquiere olor por degradación bacteriana. Irrigación sanguínea La irrigación sanguínea no sólo nutre la piel y sus anexos; además, tiene gran importancia en la regulación de la temperatura corporal. Las arterias de la piel parten de las grandes arterias del tejido subcutáneo y forman una red cutánea en la zona de transición con la dermis. Desde allí se emiten ramas a través de la dermis, que en la transición con el estrato papilar forman una nueva red subpapilar. Desde allí, las arteriolas emiten asas capilares hacia cada papila. Los folículos pilosos son irrigados desde una red perifolicular que también nutre las glándulas sebáceas, mientras que las glándulas sudoríparas son irrigadas por la red cutánea. Las venas forman una red que a grandes rasgos se corresponde con la arterial. Se observa una disposición especial en forma de anastomosis arteriovenosas en los pulpejos de los dedos de las manos y de los pies, que desempeñan un importante papel en la regulación de la temperatura corporal. La piel y sus anexos representan una parte importante del aparato sensorial y están inervados en forma profusa por nervios sensitivos. La piel tiene gran abundancia de vasos vías linfáticos que comienzan como capilares linfáticos ciegos en la parte central de las papilas. Los vasos linfáticos forman una fina red en el estrato papilar y una red de malla más gruesa en el límite entre la dermis y el tejido subcutáneo. Histogénesis La epidermis y los componentes epiteliales del pelo, las uñas, las glándulas sudoríparas y las glándulas sebáceas se desarrollan a partir del ectodermo, mientras que la dermis y los componentes dérmicos de los anexos provienen del mesénquima, que en la región del rostro deriva de la cresta neural, el denominado ectomesénquima, mientras que en el resto de las partes del cuerpo deriva del mesodermo. Piel UABP 3 Epidermis Superficie de la piel Superficie limitante dermoepidérmica. Estrato basal Estrato espinoso Estrato granuloso Estrato lúcido Estrato córneo Epidermis en el resto de la superficie corporal (piel fina). Crecimiento y diferenciación de la epidermis. Melanocitos Importancia de la pigmentación Epidermólisis ampollar simple Control hormonal de la pigmentación. Células de Merkel Dermis Tejido subcutáneo Pelo Características histológicas del pelo. Características histológicas del folículo piloso. Crecimiento del pelo Uñas Glándulas cutáneas Características histológicas. Glándulas sudoríparas ecrinas Características histológicas. Glándulas sudoríparas apocrinas Irrigación sanguínea
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