Ateísmo

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El ateísmo 
Segunda parte: el conocimiento de Dios a través de la razón natural
Ateísmo
Teórico
El problema del mal y del dolor
Corrientes filosóficas
Práctico
“No me interesa si Dios existe o no”
“Dios no puede existir” / “Es imposible que Dios exista”
	Ateísmo cientificista o positivista	Agnosticismo
	 No existe Dios
 Nada viene de él
 Sólo la ciencia es verdadero conocimiento. La fe es superstición	 Sólo la ciencia es verdadero conocimiento. 
 Si hay un Dios, nada podemos saber racionalmente de él. 
*Fideísmo: Dios existe, pero es demasiado trascendente como para conocerlo por la razón. 
Segunda parte: el conocimiento de Dios a través de la razón natural
El agnosticismo 
Actitud espiritual de quien suspende el juicio sobre la existencia y naturaleza del Absoluto y de la Divinidad. 
Propone una especie de cautela científica, tanto para la afirmación como para la negación de Dios. 
Tres formas (estrechamente ligadas entre sí):
	Agnosticismo	Se refiere a:
	Positivista	La reducción de las certezas únicamente en el ámbito de la investigación experimental.
	Filosófico	La reducción de las certezas únicamente a ciertos procedimientos filosóficos.
	Teológico (fideísmo)	La reducción de las certezas acerca de Dios sólo pueden provenir de la fe en lo que Él directamente revela. 
Segunda parte: el conocimiento de Dios a través de la razón natural
El agnosticismo
“La razón humana tiene el destino singular (…) de hallarse acosada por cuestiones que no puede rechazar por ser planteadas por la misma naturaleza de la razón, pero a las que tampoco puede responder por sobrepasar todas sus facultades. (La razón…) se ve obligada a recurrir a principios que sobrepasan todo posible uso empírico” (Immanuel Kant, Crítica a la razón pura).
Segunda parte: el conocimiento de Dios a través de la razón natural
Para Kant…
No es posible proceder a un conocimiento intelectual y riguroso de Dios porque Dios queda al margen de la experiencia empírica.
No se conoce la realidad en sí misma sino a través de categorías mentales (problema con la causalidad)
La idea de Dios procede de la razón, que nos lleva a ver el mundo como si procediera de una causa necesaria.
El ateísmo contemporáneo
Presente en muchas corrientes
Inmediatez: la negación de Dios es punto de partida, no de llegada
Problemas con el cristianismo (mundo occidental)
Se presenta como exigencia del progreso científico (presupone una contraposición entre la ciencia y la creencia en Dios)
Afirmación del hombre: postula un nuevo humanismo donde se entiende a Dios como enemigo de la libertad del hombre
“Nueva religiosidad”
Se define en función de las inclinaciones de la subjetividad del individuo (se presenta como una demanda psicológica)
La religión no se entiende como una verdad que me interpela sino como algo que me conforta
La determinación de las prácticas religiosidad corre a cargo de la subjetividad (no de una “iglesia”)
Puede ser sincretista (tomar elementos de diversas religiones según las preferencias personales)
Se aleja de un Dios personal y trascendente para acercarse más al panteísmo
Cristianismo
Nueva religiosidad
Relación personal con un Dios trascendente, que se dirige a mí para dialogar, exige de mí un comportamiento ético y me ofrece su salvación
Configurar la propia religiosidad con base en deseos subjetivos, vividos por la conciencia
Argumentos ateos: corrientes filosóficas
“¡Dios ha muerto! ¡Dios está muerto!, y ¡nosotros lo hemos matado! ¿Cómo podemos consolarnos los asesinos de todos los asesinos? Lo más santo y lo más poderoso que el mundo poseía hasta ahora, se ha desangrado bajo nuestros cuchillos (…). ¿No es demasiado grande para nosotros la grandeza de este hecho?, ¿no deberemos convertirnos en dioses nosotros mismos, sólo para aparecer dignos de ello? No hubo nunca un hecho más grande – y cuantos nazcan después de nosotros pertenecerán a una historia superior a toda la historia precedente a causa de este hecho” (Friedrich Nietzsche, La Gaia Ciencia) 
Segunda parte: el conocimiento de Dios a través de la razón natural
“Dios ha muerto” implica…
Supone reconocer que lo originario ha sido reconocer su existencia
Supone afirmar que lo finito NO remite a una instancia trascendente
En el fondo de los valores éticos y religiosos no hay una instancia “en-si”(Dios) sino la voluntad de autoafirmación del hombre
No hay más allá, no hay trascendencia, el mundo no se dirige a ningún fin. Estos son inventados para huir de lo finito
No existen valores absolutos, ni verdad, ni bien en sí.
La libertad del hombre es pura potencia de autoafirmación (no se encamina hacia ningún fin de bien o felicidad o a una trascendencia)
Las actitudes que derivan de su pensamiento son :
Autoafirmación del hombre (“superhombre” que tiene autonomía moral absoluta)
Sacralización de la vida como único horizonte 
Nihilismo (el mundo no tiene sentido, gira en el eterno retorno)
Argumentos ateos: corrientes filosóficas
“Imagínate que a un ser inteligente de algún planeta o cometa le caen a las manos unos párrafos (…) que tratan de la existencia de Dios. ¿Qué sacaría ese ser de tales párrafos? ¿Acaso la existencia de un Dios tal como la entiende la dogmática cristiana? No; sacaría únicamente la conclusión de que también en la Tierra hay seres pensantes; en las definiciones que los habitantes de la Tierra dan de su Dios no hallaría más de la propia esencia de éstos: por ejemplo, en la definición “Dios es un espíritu” no verían sino la expresión de su propio espíritu y la prueba de que lo poseen” (Ludwig Feuerbach, La esencia del cristianismo)
Segunda parte: el conocimiento de Dios a través de la razón natural
Dios es un mito que expresa las aspiraciones de la conciencia humana
El hombre que desea la justicia, la sabiduría o el amor personifica estas cualidades en un sujeto fantástico, producto de su imaginación y lo llama Dios.
El cristianismo es una ilusión psicológica
Argumentos ateos: el mal en el mundo
Segunda parte: el conocimiento de Dios a través de la razón natural
Argumentos ateos: el mal en el mundo
El mal no existe en sí mismo. 
“Si el mal fuera completo, se destruiría a sí mismo” (Aristóteles, E.N. IV)
Segunda parte: el conocimiento de Dios a través de la razón natural
En todo caso…
“Admitido o rechazado, conocido o ignorado, Dios está presente en todos los repliegues de nuestra existencia; la idolatría es a su manera un acto religioso; divinizar a la criatura es igualmente inclinarse ante el creador. Nuestra necesidad de encontrar un sustituto de Dios, sea como sea y por lo que sea, revela, con más elocuencia aún que las disertaciones teológicas, su existencia y su necesidad. La prueba por la idolatría no es el argumento más débil para probar la existencia de Dios: muy necesaria ha de ser una cosa, pues que haya tanta necesidad de reemplazarla” (Gustave Thibon, Nietzsche o el Declinar del espíritu”)