Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
ACEMOGLU Y ROBINSON “EL ASCENSO Y DESCENSO DE LAS LEYES GENERALES DEL CAPITALISMO” Los economistas siempre se han sentido atraídos por encontrar las leyes de capitalismo: 1) David Ricardo: predijo que la acumulación de capital llevaría al estancamiento y desigualdad de la economía. 2) Karl Marx: predijo que el capitalismo llevaría al empobrecimiento del proletariado. 3) Thomas Piketty: está tras leyes generales que desmitifiquen la economía moderna y aclaren los problemas inherentes del capitalismo. Esta búsqueda ignora las fuerzas claves del funcionamiento de una economía: la evolución endógena de la tecnología y las instituciones, y el equilibrio político (esto influencia la tecnología, el funcionamiento del mercado y la distribución de ganancias). Fallas del Capital (crítica a Marx): El pensamiento de Marx está fuertemente influenciado por el contexto histórico (siglo XIX) durante el cual él vive y escribe: la transformación de la sociedad producto de la producción industrial y la enajenación social de los trabajadores. Marx dice que las fuerzas de producción, y sobretodo la tecnología, transforman la economía y la sociedad. Cuando la tecnología cambia, cambian las instituciones. Esto se da porque las fuerzas de producción, en conjunto con la propiedad de los medios de producción, determinan todos los otros aspectos de la economía e instituciones políticas. Para Marx, el capitalismo es el precursor (causante) de la “miseria, agonía, esclavitud, ignorancia, brutalidad y degradación mental” de la clase trabajadora. En el texto se centran en tres predicciones de Marx respecto a la desigualdad que se da por el capitalismo: 1) Forma Fuerte: los salarios reales se estancan bajo el capitalismo. Forma Débil: la participación (ponderación) del trabajo en el ingreso nacional caerá bajo el capitalismo. 2) A medida que se acumula capital, la tasa de ganancia baja. 3) La acumulación de capital lleva a una incrementada concentración de industrias. Estas predicciones no se cumplieron: los datos muestran que los salarios durante esa época subieron o se mantuvieron constantes por dos décadas, el trabajo alcanzó a ser ⅔ partes del ingreso nacional a principios de siglo XX. También, la tasa de ganancias se mantuvo en subida hasta 1870 (donde alcanzó un 25%), y luego se mantuvo estable en un 20% hasta la I Guerra Mundial (esto fue en gran Bretaña, donde se dio con más plenitud la Rev. Industrial). ¿Por qué no se cumplieron estas predicciones? Principalmente porque no tomaron en cuenta la evolución endógena de la tecnología y el rol de las instituciones y políticas en la formación del mercado, los precios y el avance tecnológico. Por ejemplo, en Gran Bretaña, la racionalización de los derechos de propiedad, la desmantelación de monopolios, la inversión en infraestructura y la creación de marcos legales para el desarrollo industrial, incluyendo un sistema de patentes, estuvieron entre los cambios institucionales que contribuyeron al rápido cambio tecnológico y la expansión para su adopción por la economía británica. La Revolución Industrial fue de la mano con mayores cambios políticos: la distribución de las ganancias por el uso de nuevas tecnologías también tomó forma gracias a la evolución del equilibrio institucional (aquí explican varias reformas que se hicieron en Gran Bretaña como ejemplos). Otro ejemplo de porqué Marx estaba equivocado es la falla de su tercera predicción: “la acumulación de capital lleva a una incrementada concentración de industrias.” Por ejemplo, en Estados Unidos, luego de la Guerra Civil (finales siglo XIX), compañías como Du Pont, Eastman Kodak y Standard Oil capturaban casi un 70% de sus respectivos mercados. Esta situación fue sólo transitoria, y se reversó gracias a la movilización popular gatillada por la desigualdad, y luego, por las políticas del Gobierno estadounidense (enmiendas, leyes, tasas de impuesto, etc…). En síntesis, las leyes de Marx no funcionaron porque se basaron en una concepción de la economía que no reconoce la evolución de la tecnología de un país ni la importancia de las instituciones políticas y económicas. El énfasis de Marx en los factores de producción fue inadecuado, puesto que estos dependen también de los puntos antes señalados. Buscando Leyes para el Capitalismo en el siglo XXI (crítica a Piketty): La literatura en economía laboral ha demostrado que hay un aumento en la desigualdad (el cual se debió la distribución de ingresos), que puede ser explicado de manera razonable por los cambios en la demanda y oferta por habilidades y en los cambios de las instituciones del mercado laboral. Piketty va más allá de este análisis, y en uno de sus libros, llega a la conclusión de que, si bien en las economías avanzadas la desigualdad se ha dado por un aumento en la desigualdad de ingresos del trabajo, él visualiza un futuro dominado por los ingresos de capital, la herencia (riqueza) y rentistas multimillonarios. El marco teórico que Piketty utiliza para llegar a esta conclusión es un mix de una economía más bien Marxista con un modelo de crecimiento de Solow (tiene una definición de capitalismo parecida a la de Marx, y la da mucha importancia a los factores de producción, aunque habla un poco más del rol de las instituciones que Marx). Este enfoque da forma a la concepción de capitalismo y la naturaleza de este de Piketty. Él habla de dos “leyes fundamentales”, pero las principales predicciones surgen de lo que él llama “fuerza fundamental de divergencia” o “desigualdad fundamental”. La primera ley fundamental es sólo una definición: Participación del capital en el ingreso nacional = donde “r” es la tasa real de retorno del capital (que puede ser vista como una tasa de interés real), “K” es el stock de capital e “Y” es el PIB. La segunda ley fundamental es un poco más sustancial: donde “s” es tasa de ahorro y “g” es la tasa de crecimiento del PIB. A un nivel intuitivo, la tasa de crecimiento del stock de capital K vendrá dada por la inversión neta, la cual, en una economía cerrada, será igual al ahorro. De esta manera, el radio K/Y va a reflejar el radio “cambio en K necesario para cambio en Y” en el tiempo debido al crecimiento económico, que es s/g. Si combinamos ambas leyes, nos queda: Participación del capital en el ingreso nacional Piketty afirma que, incluso si “g” cambia, “s” y “r” pueden ser tomadas y aproximadas como constantes (o que no cambiarántanto como lo hace “g”). Esto nos lleva a lo que podríamos pensar como la primera ley general de Piketty: cuando el crecimiento es bajo, la participación del capital en el ingreso nacional es alta. Sin embargo, , uno debiera tomar en cuenta si un cambio en la tasa de crecimiento “g” altera la tasa de ahorro “s” o la tasa de retorno “r”, ya que estas son variables endógenas que están conectadas en un modelo de crecimiento económico. Contra esto, Piketty argumenta que “r” no debiera cambiar a una disminución en “g” ya que la elasticidad de sustitución entre capital y trabajo es alta, lo que lleva a un aumento en la participación del capital en el ingreso nacional (esto no es tan cierto ya que la mayoría de los estudios muestran una elasticidad de sustitución en el corto plazo menor a 1, lo que es bajo. Esto se debe ya que debido a la tecnología, la capacidad de sustituir capital por trabajo es limitada). La segunda ley general está formulada como r > g, lo que dice que la tasa de interés real excede a la tasa de crecimiento de la economía. Sin embargo, esto puede llevar a una economía dinámicamente ineficiente. La tercera ley general dice que cada vez que r > g, va a haber una tendencia a que la desigualdad aumente. Esto es porque el ingreso del capital tiende a crecer a una tasa de interés “r”, y el ingreso nacional a una tasa “g”. Ya que el ingreso del capital es distribuído de manera desigual, esto se traduce en una desigualdad impulsada por el capital. Esta desigualdad provoca, según Piketty, que la riqueza heredada crezca más rápido que la producción y el ingreso. Para él, la razón por la cual la riqueza hoy día no es igualmente distribuida es porque no ha pasado suficiente tiempo desde 1945. Existen ciertos aspectos que se pueden debatir de esta tercera ley general. En primer lugar, el énfasis en r g no se une bien al rol central del ingreso laboral en el aumento de la desigualdad. Segundo, r > g es consistente con una desigualdad constante e incluso decreciente. Tercero, r g no se puede tomar como primitiva para un análisis futuro ya que esta depende también de cambios en las políticas, tecnología y stock de capital. Por último, en la presencia de una pequeña cantidad de movilidad social, grandes valores de r g no conducen a una divergencia en la parte superior de la distribución. Sin embargo, el argumento más importante en contra de Piketty es que su análisis de r g deja fuera las instituciones y las políticas. Trabajos de Campo en r > g y Desigualdad en el nivel Superior: La mayor contribución de Piketty fue poner sobre la mesa información relevante respecto a la desigualdad. Para este análisis, Acemoglu y Robinson parten usando una variable dependiente del top 1% (los que tienen mayor parte del ingreso). Combinan esta variable con datos del PIB. La Tabla 1 (ver texto) reporta regresiones utilizando 3 medidas diferentes para r g. Primero, asumen que todos los mercados de capital están abiertos y que todos los países en la muestra tienen la misma tasa de interés. Bajo estos supuestos, una variación de r g sólo pasará si varía g. Encuentran unos estimados negativos (o relación negativa) de poca relevancia. NOTA: después de esto dan puros números que muestran la relación del 1% y 5% con más concentración de ingresos. Lo importante es que Acemoglu y Robinson llegan a la conclusión de que un análisis r g no es suficiente para demostrar por qué hay desigualdad, sino que ésta depende de muchas otras cosas que escapan al análisis de Piketty. Dos Historias de Desigualdad: Suecia y Sudáfrica: Los autores usan estos dos países como ejemplos de por qué son importantes las instituciones, más que las fuerzas de r g. Suecia partió con una partición del ingreso nacional de su 1% más alta que Sudáfrica; sin embargo, esta cayó más rápido (después de la I Guerra Mundial). También, el aumento reciente de este en Suecia partió antes y de manera menos pronunciada que en Sudáfrica. Pero en términos generales, ambos países se comportan de manera muy parecida (parten alto, luego baja muy rápido, sube un poco). Para el caso de Sudáfrica, pasó que durante los años en que existió el apartheid hubo menor desigualdad que cuando llegó Nelson Mandela a la presidencia. Esto pasa porque medir la desigualdad utilizando la parte de los ingresos nacionales que tiene el 1% más rico puede ser engañoso. Si queremos entender la desigualdad en Sudáfrica, los cambios en las instituciones del mercado laboral y el equilibrio político son mucho más relevantes para su comprensión que el análisis r g de Piketty. Durante el tiempo en que la parte del ingreso nacional del 1% iba cayendo, Sudáfrica se fue transformando en uno de los países más desiguales del mundo. Para el caso de Suecia, entre 1965 y 1980, la parte del ingreso nacional del 1% más rico fue bajando, en conjunto con una baja en la desigualdad y durante todo el período (19652010), el índice de GINI se comporta de manera similar a este grupo. La caída inicial de la parte del 1% coincide con grandes cambios en las políticas gubernamentales. La expansión del rol del gobierno y las políticas de impuestos redistributivos afectaron de manera plausible (lenta) y negativa a la parte del 1%. Para ambos casos, la primera caída no se debe a la destrucción de capital producto de las guerras mundiales (como dijo Piketty), puesto que Suecia era neutral, y no se combatió en ninguno de los dos países. Hacia una Estructura Institucional: Para hacer un análisis correcto de la desigualdad se deben tener en cuenta tanto el efecto de las distintas instituciones en la distribución de recursos como la evolución endógena de estas instituciones: (El poder “de jure” es de acuerdo a la ley, sigue estándares normativos, es más formal. El poder “de facto” tiene estándares aceptados ampliamente por una industria y sus consumidores, es más informal y sus normas son más bien sociales.). En este enfoque, las instituciones políticas en un determinado momento del tiempo determinan la distribución del poder político “de jure”. También, las instituciones políticas existentes , en conjunto con la desigualdad en un primer período, afectan el poder político“de facto”. Este último, a su vez depende en cómo se organizan los grupos sociales y económicos, y como estos resuelven problemas colectivos, y como los recursos influencian sus capacidades de hacerlo. Juntos, el poder “de facto” y el poder “de jure” determinan las instituciones económicas y políticas en un segundo período (y no las instituciones políticas que ya existen). Sucesivamente, las instituciones económicas en este nuevo período afectan el suministros de habilidades (que son muy importantes en determinar la igualdad). Estas instituciones también regulan los precios a través de la regulación del mercado y afectan la tecnología y la eficiencia de su uso. Los precios, las habilidades y la tecnología, luego, influencian la desigualdad en un segundo período y el rendimiento económico. Hay que tomar en cuenta que este diagrama no determina la evolución de las instituciones, sino sólo que las influencia. Tampoco incluye todo lo que afecta cada uno de los factores presentes: la tecnología no sólo está determinada por las instituciones, sino que por ejemplo, también por el avance científico. Estructura aplicada a Sudáfrica: las instituciones de jure aseguraron el poder político y la supremacía de la raza blanca, apartando a los negros y quitándoles sus derechos. Esto llevó a la caída del porcentaje del ingreso nacional del 1% (blancos) ya que no se puede ver este conflicto sólo entre grupos de negros y blancos, si no que entre blancos, los empleadores debían pagar más a sus trabajadores blancos, disminuyendo las ganancias.También, hubo fuerzas de distribución entre los blancos más ricos y los blancos más pobres. Ya en 1970, el Apartheid estaba perdiendo su fuerza, y los trabajadores negros ganaron la habilidad de hacer marchas y huelgas y ejercitar su poder de facto (en conjunto con la presión internacional de las firmas norteamericanas y británicas). Al final, este poder de facto forzó el colapso del Apartheid, lo que llevó a la creación de nuevas instituciones económicas (las antiguas, por ejemplo, reprimían el uso de tecnología, ya que incentivaban el uso de mano de obra negra en lugar de capital físico). Estas nuevas instituciones se focalizaron en la correcta distribución de educación, oportunidades y negocios para negros y blancos. Estructura aplicada a Suecia: Importante proceso de Democratización que se consolida en 1918. El nacimiento de la democracia parlamentaria en Suecia vino de la mano con el poder de facto de los trabajadores. La democracia sueca fundó las bases para las instituciones modernas del mercado laboral y el Estado de bienestar, en conjunto con una presión constante para disminuir la desigualdad existente. El gobierno comprimió los salarios de los trabajadores calificados, disminuyendo la brecha entre estos y los de los no calificados, ayudando a aumentar la igualdad. El reciente aumento de la fracción del ingreso nacional del 1% de estos países (y de la mayoría de los países OCDE) pueden ser explicados por factores que están fuera del marco de este texto (globalización, cambio tecnológico sesgado por las habilidades, y el crecimiento del tamaño de las grandes corporaciones). Los autores dicen que la estructura que ellos proponen en el texto no alcanza a capturar todos los factores que pueden afectar la desigualdad. También dicen que este marco ayuda a entender las razones por las cuales nos debiera importar la desigualdad en el 1% superior de los ingresos, ya que esta se puede deber a una desigualdad de oportunidades entre las personas o poca movilidad social. Creen que la movilidad social (por lo menos en USA) no tiene ninguna relación con la distribución de los ingresos: esto lo vemos en que la movilidad en USA se ha mantenido constante mientras los ingresos del 1% más rico aumentan. Conclusión: Las búsquedas de David Ricardo, Karl Marx y Thomas Piketty por leyes generales del capitalismo ignoran las instituciones y políticas, y la naturaleza multifacética y flexible de la tecnología. Toda teoría de la naturaleza y evolución de la desigualdad debe tener como centro el rol de las instituciones políticas y económicas, reconocer la evolución endógena de la tecnología en respuesta a estas instituciones y otros factores demográficos, y también tratar de modelar cómo las respuestas de las economías a shocks y oportunidades van a depender del equilibrio institucional y político existente.
Compartir