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Madre Marie Pelagie

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MADRE
MARIE
PELAGIE
A “ E N V E R D A D , E N V E R D A D L E S
D I G O : S I E L G R A N O D E T R I G O N O
C A E E N T I E R R A Y M U E R E , Q U E D A
S O L O ; P E R O S I M U E R E , D A M U C H O
F R U T O ” ( J N . 1 2 , 2 4 )
Rio de Janeiro, novembro de 2020
Equipe do informativo
 La vida de esta ejemplar mujer sierva de Dios, se ve envuelta de la
presencia de Dios. Encuentra en su familia el impulso de un caminar que la lleva
a la vía de las virtudes evangélicas, donde se deja guiar por un “instinto” el
instinto superior del Espíritu Santo a un gran proyecto de Dios. Ella se encuentra
profundamente atraída por la vida religiosa y así, una atracción determinada la
lleva, la orienta, hacia una Congregación dedicada a la Virgen María: Las
Hermanas del Corazón Sufriente e Inmaculado de María. Y el 21 de febrero de
1870, la señorita Louise Coustarot, decide consagrarse a Dios en la vida religiosa,
deja Ségus, pequeño pueblo de Batsurguére, a 4 kilómetros de Lourdes, la
acompaña su padre, e ingresa al postulantado de Lannemezan. Es recibida por
el Padre Peydessus y por la Madre María de Jesús Crucificado, ambos se alegran
por su llegada. Ellos ya tienen antecedentes de esta joven postulante, ya que le
llegan hermosos testimonios de su persona sobre sus virtudes y aptitudes
intelectuales, llena de promesas como una gran esperanza. 
 Así la pequeña comunidad de Lannemezan es muy pobre y probada, pero
la joven postulante no se escandaliza ni se agobia, no se queja, ni menos se
desanima, al contrario, se regocija porque es lo que ella quiere vivir, la pobreza
como en Belén y el trabajo como en Nazaret. Dios irrumpe nuevamente en la
pequeña comunidad ¡Monseñor Pichenot, Obispo de tarbes, invita a la
Fundadora Madre María de Jesús Crucificado a trasladarse a Lourdes. La
Fundadora compra el terreno en Lourdes, la cual es acompañada por la joven
postulante Louise Coustarot.
 El 07 de diciembre de 1870 fiesta de la Visitación, Louise toma el hábito
cerca de la Gruta y pasa a llamarse María Pélagie Una ceremonia llena de
emoción en la Capilla de la Cripta, cuando las religiosas del Corazón Sufriente e
Inmaculado de María, reciben por parte de Monseñor Pichenot, el nombre nuevo
y definitivo de Hermanas de la Inmaculada Concepción de Nuestra Señora de
Lourdes, toman también nuevo habito.
 08 de diciembre de 1872, fiesta de la Inmaculada Concepción, en la capilla
del Petit Couvent, en una ceremonia muy íntima y sencilla, la joven novicia, con el
alma colmada de gozo pronuncia sus votos religiosos y se entrega a Dios para
toda la vida. En la comunidad su conducta es ejemplar. Se le reconoce capaz y
siempre está dispuesta a sacrificarse, por ende rápidamente es cargada y aun
sobrecargada de diversos empleos. Después de 
MADRE MARIE PELAGIE
MADRE MARIE PELAGIE
su profesión, a la edad de 27 años, el Padre Peydessus y la Madre María de Jesús
Crucificado estiman que le pueden confiar el importante y delicado cargo de
Maestra de Novicias. Madre Pélagie es joven para esta función, es mucho peso
de responsabilidades, pero ella está preparada. La naturaleza y la gracia se han
unido para darle un hermoso conjunto de cualidades y un justo equilibrio, y de
una madurez precoz. Con un don de simpatía, inspira confianza y atrae, esto
facilita la apertura. Su fuerza principal reside en el corazón.
 Esta riqueza de sensibilidad la hace intuitiva. Con pocas palabra ella
comprende las situaciones y a las personas. Es ferviente y generosa, se deja guiar
y asistir por la acción del Espíritu Santo que actúa siempre con firmeza y
suavidad. Es de carácter firme y dulce, con mirada penetrante, y de un rápido y
seguro discernimiento, posee el don de aliviar las conciencias y de establecer la
paz, adquiere todo lo necesario para ayudar a las almas. Busca constantemente
los consejos del Padre Peydessus, quien le dice: “Sea Madre, madre tierna para
sus hijas, pero haga de ellas “Religiosas”. Que sepan glorificar a Dios en todas las
cosas y hacerlo amar por todo el mundo.” La relación del Fundador y de la
Maestra de Novicias es muy buena. En cuanto a su relación con la Madre
Fundadora Madre María de Jesús Crucificado, cuando llegó el momento de las
pruebas, Madre Pélagie le mostró un gran cariño, y por su tacto, su delicadeza,
su prudencia contribuye a aliviarle un poco las angustias de esos momentos
difíciles.
 Formando a las novicias durante ocho años, Madre Pélagie afianza una
vida espiritual más profunda sobre las bases sólidas de la esperanza y de la
caridad. Está preparada para asumir mayores responsabilidades. Después de la
muerte del Padre Peydessus, Monseñor Fouran, Vicario General de Tarbes, es
elegido Vicario Capitular, quien conoce bien la Congregación de las Hermanas
de la Inmaculada Concepción de Nuestra Señora de Lourdes, pues bien! él
estima que ha llegado el momento de proceder a la elección regular de una
Superiora General, según las normas del Derecho Canónico. Da el anuncio y
todas las comunidades se preparan en la oración para este gran acontecimiento.
En el convento de Lourdes se reúnen todas las hermanas de Votos Perpetuos y
luego de haber invocado al Espíritu Santo, y reflexionado en el recogimiento,
expresan su preferencia por Madre Maria Pélagie. Es elegida Superiora
General por tres años, el 27 de octubre de 1882. Será una feliz experiencia,
Madre Pélagie se entrega toda a todos, infatigablemente. En lo
que se refiere a la gloria de Dios, al culto de María Inmaculada,
al bien de las almas, ella se da sin medidas. “Colma la espera
de todas sus hijas, y su gobierno sabio, bueno y firme a la vez,
es muy apreciado”. En abril de 1885 es reelegida nuevamente
como Superiora General y en la pequeña Congregación se va
viviendo la alegría de la esperanza.
 Es la época en que comienzan en Lourdes, las
conmovedoras procesiones del Santísimo Sacramento, se
inaugura en los Santuarios la Adoración nocturna. María
Santísima llama a la muchedumbre a Lourdes, para que estén
en los brazos de su Hijo. El impulso de devoción eucarística que
se vive en torno a la Gruta, entra enseguida al convento de las
Hermanas de la Inmaculada Concepción de Nuestra Señora de
Lourdes. Madre Pélagie tiene prisa por realizar el deseo de la
Fundadora, que quería la Adoración del Santísimo Sacramento
en las distintas casas de la Congregación. Así animada por este
gran amor a la Eucaristía, Madre Pélagie dio al Instituto su
lema: “Todo a Jesús Hostia por María Inmaculada”, inauguran en
la capilla del Grand Couvent, la Adoración del Santísimo
Sacramento.
 Madre Pélagie conoció durante seis meses,
aproximadamente, Lannemezan, la cuna tan pobre de la
Congregación. En ella se impregnó del espíritu de los orígenes.
Allí, la Madre María de Jesús Crucificado tuvo la intuición de
que esta “joven postulante” sería la heredera de su obra y le
prodigó sus consejos. El Padre Peydessus hasta su muerte,
continuó formándola, guiándola, asociándola a la elaboración
de las Reglas de la Congregación. La Providencia Divina la
preparó así para tarea grande y ruda como fue la suya:
mantener el espíritu de los Fundadores, continuar su obra, darle
su pleno desarrollo realizando sus proyectos. Todo esto lo fue
logrando plenamente y es por ello, justamente, que las
Hermanas y el mismo Obispo de Tarbes la llaman “La
cofundadora y el alma de la Congregación” de las Hermanas
de la Inmaculada Concepción de Nuestra Señora de Lourdes.
MADRE MARIE PELAGIE
“No llore; sólo pasará lo que el
Buen Dios ha permitido. Todo
pasa en este mundo! Oh, qué
dulce es no apegarse a nada a la
hora de la muerte! Diga a la
Comunidad que la bendigo, y a
cada una de mis hijas, que las
ayudaré desde el cielo”Autora: Hermana Marisol del Carmen Perez
Comunidad: Peñaflor

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