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Deifruss - Diagnostico con Interveciones Terapeuticas - Francisco Alegre Espinoza

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Olinda Serrano de Dreifuss ha dedicado gran parte 
de su vida profesional a la investigación y desarrollo 
de temas vinculados a la psicoterapia breve y a 
procedimientos que puedan satisfacer la demanda 
de salud mental en el Perú. Es parte del grupo de 
psicoterapeutas psicoanalíticos latinoamericanos 
comprometidos con la necesidad de ampliar el 
psicoanálisis más allá de la clínica privada.
Es licenciada en Psicología Clínica por la Pontificia 
Universidad Católica del Perú. Posteriormente se 
formó como psicoterapeuta psicoanalítica en la 
primera promoción del Centro de Psicoterapia 
Psicoanalítica de Lima (CPPL). Es magíster en 
Salud Mental, Ciencias Humanas y Sociales por la 
Universidad de León y el Instituto de 
Neurociencias y Salud Mental de Barcelona, 
España. Es doctoranda en Psicología de la 
Universidad San Martín de Porres.
Ha sido directora académica de la Escuela del 
Centro de Psicoterapia Psicoanalítica de Lima. 
Actualmente es docente y supervisora del área 
técnica en esta Escuela y docente en la Universidad 
Peruana de Ciencias Aplicadas. 
Es miembro fundadora y expresidenta de la 
Asociación de Psicoterapia Psicoanalítica, y miembro 
de la Asociación Peruana de Psicoterapia Psicoanalítica 
de Niños y Adolescentes. También es secretaria 
científica de la Federación Latinoamericana de 
Asociaciones de Psicoterapia Psicoanalítica.
Hoy en día, la demanda de los pacientes por ser atendidos en 
psicoterapia breve de orientación psicoanalítica y la de los 
terapeutas por formarse en esta posibilidad de trabajo se 
mantiene y, más aún, crece. Por diversas razones, no todos los 
pacientes pueden tener la experiencia de una psicoterapia 
psicoanalítica de tiempo abierto o de largo aliento.
En este libro, Olinda Serrano de Dreifuss presenta un 
diseño original y una experiencia grupal de supervisión en 
psicoterapia breve y focal. Así, esta obra resulta útil para el 
joven terapeuta que se inicia o para el colega de mayor 
experiencia, interesado en la reflexión y el debate sobre los alcances de la psicoterapia 
psicoanalítica en la actualidad.
Desde la primera versión de la obra —publicada de manera independiente en 2001— 
hasta esta edición del Fondo Editorial de la UPC, se han afianzado las propuestas aquí 
planteadas y surgen nuevas inquietudes y aportes de la experiencia con varios grupos 
de colegas en el aprendizaje de esta forma de tratamiento breve y focal. 
La propuesta consiste en un diseño de psicoterapia breve de diez sesiones, un 
entrenamiento en terapia breve y un modelo de supervisión grupal para los que deseen 
formarse en procesos de tiempo y objetivos definidos, procedimiento técnico de 
elección ante una realidad que se impone, cuando son tantas las necesidades y tan 
pocos los recursos para atenderlas.
El énfasis de esta propuesta consiste en el procedimiento de historiar al paciente, en 
una narración-en-vínculo, agregando intervenciones terapéuticas. La intersubjetividad 
y la riqueza de la narrativa, subrayada actualmente por varios autores en la perspectiva 
de un psicoanálisis relacional, otorga un trasfondo teórico-práctico de gran solvencia. 
Estos temas, sin duda, tomarán la posta hacia posteriores desarrollos, respecto de los 
cuales esta obra tiene base y plena vigencia.
Diagnóstico con
intervenciones terapéuticas
O L I N D A S E R R A N O D E D R E I F U S S
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y visite su página web para adquirir más libros en versión
impresa o e-book:
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El grupo de investigación que participó en este libro
estuvo compuesto por: 
Mg. Lili Callirgos
Dra. Inés Cottle
Mg. Juana Luisa Lloret de Fernández
Mg. Carlos Jibaja
Mg. Gloria Luna
Lic. Patricia Monge 
Lic. Martha Stornaiuolo
Psicoterapia breve a partir de la historia
Diagnóstico con
intervenciones terapéuticas
O L I N D A S E R R A N O D E D R E I F U S S
Psicoterapia breve a partir de la historia
9 7 8 6 1 2 4 0 4 1 9 4 5
ISBN: 978-612-4041-94-5
Lima, diciembre de 2013
© Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC)
Primera publicación: diciembre de 2013
Impreso en el Perú - Printed in Peru
Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC)
Centro de Información
Serrano de Dreifuss, Olinda. Diagnóstico con intervenciones terapéuticas
Psicoterapia breve a partir de la historia
Lima: Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), 2012
ISBN: 978-612-4191-21-3
PSICOTERAPIA, DIAGNÓSTICO CLÍNICO, ESTUDIO DE CASOS
616.8914
Corrección de estilo:
Diseño de cubierta: 
Diagramación:
Jessica vivanco
Germán Ruiz Ch.
Diana Patrón Miñán
Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni 
en parte, ni registrada en o transmitida por un sistema de recuperación de información, 
en ninguna forma ni por ningún medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, 
electroóptico, por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, de la editorial.
El contenido de este libro es responsabilidad del autor y no refleja necesariamente la opinión 
de los editores.
Editor del proyecto editorial
Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas S. A. C.
Av. Alonso de Molina 1611, Lima 33 (Perú).
Teléf. 313-3333
www.upc.edu.pe
Primera edición: diciembre de 2013
Libro electrónico disponible en http://www.upc.edu.pe/ebooks
El contenido de este e-book corresponde a la primera edición del libro impreso, publi-
cado en julio de 2012.
Pausa
«De vez en cuando hay que hacer 
una pausa
 contemplarse a sí mismo 
sin la fruición cotidiana 
examinar el pasado 
rubro por rubro 
etapa por etapa
 baldosa por baldosa 
y no llorarse las mentiras 
sino cantarse las verdades»
Mario Benedetti
Contenido
Prólogo 7
Introducción 11
Agradecimientos 15
Capítulo 1. Psicoanálisis, psicoterapia y psicoterapia breve: diferentes 
alternativas frente a múltiples desafíos 17
Capítulo 2. ¿Psicoterapia de apoyo o psicoterapia expresiva? 34
Buscando definirnos 34
Capítulo 3. El vínculo y la labor terapéutica: 43
empatía, posición emocional y búsqueda de insight 43
Capítulo 4. La historia clínica como articulador de la psiquis: 49
en la historia está la clave 49
Capítulo 5. Diagnóstico con intervenciones terapéuticas. 
Psicoterapia breve a partir de la historia clínica 64
Capítulo 6. La investigación 70
Capítulo 7. Casos clínicos 74
Caso María, «Muñeca de trapo» 75
Caso Patty: «La santa inquisición» 96
Caso Verónica: «Lazos antiguos muy apretados» 138
Caso Cecilia: «Mudándose a su propio cuartito» 154
Caso Francisco: «Neurosis obsesiva y psicoterapia breve: 
misión posible» 169
Caso María José: «Enemigo íntimo» 191
Capítulo 8. Revisando nuestra experiencia 209
Conclusiones 231
Bibliografía 234
Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas 7
Prólogo
En primer lugar, agradezco el honor que se me hace al invitarme a escribir 
el prólogo del libro. En segundo lugar, quisiera comenzar diciendo que, en el 
lapso transcurrido desde la primera versión de este libro hasta la publicación 
con la UPC, he visto consolidarse tanto las ideas que animan su temática como 
el interés y la pasión de la autora en el área de la investigación y la docencia. 
Rigurosa en el trazado de una disciplina para la aplicación en 
terapias breves, Olinda ha dedicado tiempo y esfuerzo en conducir grupos 
de estudio con supervisiones exhaustivas, tanto de los casos clínicos como 
de su seguimiento. Desde el privilegiado lugar de observador de su larga 
trayectoria profesional, encontramos en ella la trama afiatada de docencia 
e investigación en casi todo su quehacer, en particular, en el terreno de las 
terapias focales o de tiempo limitado.
Junto con ella, los miembros del equipo de trabajo que participaron 
en la investigación y elaboración del libro (todos psicoterapeutas de nuestra 
institución1) nos han hecho sentir en estos años las extensiones de su interés y 
compromiso con la tarea formativa clínica y social. Algunos, desde la docencia; 
otros, desdesu quehacer cotidiano o desde actividades de aplicación clínica; 
algunos otros, desde la investigación teórica, como es el caso de Gloria Luna y 
Carlos Jibaja, quienes nos presentaron su interesante libro Un concierto para 
voces ocultas. Psicoterapia centrada en el sí-mismo2, significativo aporte tanto 
al pensamiento analítico como a la clínica. Cada uno, desde su quehacer, ha 
contribuido a la tarea de consolidar el espacio específico de la psicoterapia de 
base analítica. 
1 Centro de Psicoterapia Psicoanalítica de Lima (CPPL).
2 Luna y Jibaja 2009.
8 Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas
Olinda Serrano de Dreifuss | diagnóstico con intervenciones terapéuticas
No es casual el creciente interés por la psicoterapia psicoanalítica que 
se ha ido generando en los últimos años. Debido a ello, cada vez tenemos 
más alumnos en el CPPL solicitando formarse en esta disciplina, no solo con 
una gran motivación, sino, también, con mayor claridad respecto a nuestra 
propuesta de aprendizaje y, por supuesto, con una gran valoración de la misma. 
Estoy convencido de que este permanente aumento en el interés 
y claridad frente a esta disciplina tiene, también, relación directa con 
publicaciones como las que nos ofrece la autora, esta vez con el valioso apoyo 
de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC).
El trabajo de Olinda expresa la esencia de nuestra visión de la formación 
que buscamos consolidar en los terapeutas de nuestra escuela: una sólida 
comprensión psicoanalítica de la psicodinamia y la psicopatología, junto con 
una ineludible adecuación de la técnica a las necesidades y posibilidades que 
nos trae cada paciente a la consulta, lo que —¡cómo no tenerlo en cuenta!— 
requiere un diseño a la medida de la estrategia a seguir.
La estereotipia de aplicación de una sola fórmula terapéutico-
psicoanalítica, en particular de las llamadas de largo aliento, choca con la 
realidad que nos presentan las estadísticas de diferentes investigadores 
a nivel mundial. En estas, se muestra claramente cómo el promedio de 
asistencia de un paciente a psicoterapia psicoanalítica o psicoanálisis es de 
solo seis veces. Este hecho es mucho más palpable en el trabajo en consulta 
institucional, en el que se ha podido observar que la expectativa de la mayoría 
de los pacientes mantiene el mismo patrón que el de una atención médica: 
consulta, diagnóstico y prescripción (o, consejo u orientación).
Nuestras propias estadísticas, provenientes de la población que 
atendemos en nuestro Departamento de Servicios Especializados y 
Proyección Social, desde hace más de veinte años arrojan cifras similares. 
Por este motivo, y tomando en cuenta experiencias de diferentes autores, 
incluimos en nuestro abordaje inicial del paciente la posibilidad de que 
este tenga entrevistas terapéuticas, en las que, a la vez que un posible 
diagnóstico, vaya recogiendo devoluciones pertinentes, que el terapeuta va 
Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas
Prólogo
9
tejiendo conjuntamente con el paciente, a manera de resolución del motivo 
de consulta. Diseño de abordaje al cual, por supuesto, Olinda contribuyó 
de manera significativa en su periodo de subdirectora del Programa de 
Proyección Social del CPPL.
Dado que buena parte de nuestra inspiración institucional tiene 
que ver con el apoyo profesional a nuestro entorno socioeconómicamente 
menos favorecido, a lo largo de los años hemos tenido amplia participación 
en programas de prevención, divulgación a través de medios, campañas 
de salud, desarrollo de talleres, charlas, intervención en crisis, etcétera. 
En estas actividades hemos ido afinando la aplicación de los instrumentos 
propios de las terapias breves con intervenciones de apoyo al yo, tanto en 
sus formas individuales como grupales. Tenemos, así, acumulada una amplia 
experiencia de campo, la cual requiere aún de un proceso de ordenamiento 
e investigación, que encuentra en esta publicación un magnífico incentivo.
Nos falta investigar más en torno a nuestro quehacer. Ojalá tuviéramos 
muchos más trabajos como el que nos presenta Olinda. Es muy rico lo que 
se sostiene en la cotidianidad empírica de nuestra labor, amparados en 
las teorías y los recaudos técnicos que aprendimos, pero que son siempre 
susceptibles de reformulaciones creativas, terreno en el que hay que 
caminar con cautela y en el que se hace indispensable aproximar la lupa de 
la investigación y la validación clínica. En ese sentido, el libro nos muestra 
un riguroso itinerario, prolijamente recorrido, abierto aún a nuestra mirada 
reflexiva. Más allá de celebrar la culminación de su realización, nos invita a 
identificarnos con su espíritu. 
Los terapeutas solemos circunscribirnos al caso individual y a los 
procesos largos. Sin embargo, es muchísimo lo que, en simultáneo, hacemos 
bajo formas variadas de terapia de apoyo. Dicho sea de paso, desde las 
observaciones de Wallerstein3, el estatus de las intervenciones de apoyo 
ha recibido un significativo espaldarazo y ya no continúan las miradas de 
3 Cfr. Wallerstein 1972: 25.
10 Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas
Olinda Serrano de Dreifuss | diagnóstico con intervenciones terapéuticas
soslayo sobre esta, al ser comparada con las terapias de «largo aliento», 
como ocurrió a lo largo de casi todo el siglo pasado. Es más, hay un creciente 
interés por investigar el potencial terapéutico de la interacción humana y 
el valor de la alianza terapéutica en el proceso de la cura. A esto se suman 
múltiples observaciones de encuentros terapéuticos de una sola vez (o de 
breves intervenciones, sistematizadas o no) provenientes de diferentes y 
connotados psicoterapeutas y psicoanalistas. 
Felicito, por lo tanto, a la autora y al equipo que la acompañó en esta 
tarea. Sé que es una inmensa satisfacción y, por cierto, un acto de generosidad, 
el regalarnos su obra, pero es muchísimo más valioso nutrirnos de su 
ejemplo, de su espíritu y de la forma como nos ayudan en el aprendizaje de 
esta difícil disciplina. Sin pasión no hay aprendizaje; sin involucrarse, menos. 
Gracias por demostrarlo con tanta consistencia desde vuestra propia pasión 
y entrega a lo largo del tiempo.
Pedro Morales Paiva
Presidente del Centro de Psicoterapia Psicoanalítica de Lima
Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas 11
Introducción
Esta obra intenta relatar y fundamentar dos historias. La historia de una 
antigua inquietud que surge en los inicios de mi práctica profesional cuando 
me veo requerida a evaluar pacientes de pocos recursos en un hospital 
general sobre la base de la historia clínica y las pruebas psicológicas. 
En ese contexto, surge la constatación de que la evaluación con algunas 
intervenciones devenía en terapéutica. Este descubrimiento fue entonces 
objeto de investigación. Posteriormente, la preocupación por atender eficaz 
y brevemente a un gran número de pacientes de características similares se 
renueva al entrar en contacto con el Programa de Proyección Social del Centro 
de Psicoterapia Psicoanalítica de Lima y con los terapeutas en formación que 
atendían a estos pacientes.
La otra historia es la de un grupo de investigación que, animado con la 
idea del diseño original y compartiendo las mismas inquietudes, se embarcó 
en una aventura que duró cuatro años, durante los cuales se trabajó de muchas 
maneras. Al inicio estudiamos sobre psicoterapia breve y focal, en general, y el 
diseño, en particular. Posteriormente, cada uno de nosotros recibió un paciente 
del Programa de Proyección Social, quien fue atendido siguiendo el diseño 
planteado. El resto del grupo supervisó a cada terapeuta y su paciente sesión 
por sesión (en casi todos los casos), de inicio a fin del proceso, lo cual generó 
una dinámica particularmente intensa a la que nos referiremos más adelante. 
Trasmitir estas dos historias no ha resultado tarea fácil, dada la amplitud y 
complejidad de los temas que abarca la reflexión teórica, la riqueza del trabajo 
con los pacientes y la dinámicagenerada en el grupo.
Frecuentemente pensamos o imaginamos la publicación, incluso la 
introducción misma, preguntándonos: ¿para qué publicar? Muchas ideas 
12 Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas
Olinda Serrano de Dreifuss | Diagnóstico con intervenciones terapéuticas
surgían en el grupo con ilusión y expectativa: «para pasar a la historia como 
grupo pionero», «para tener un registro de lo hecho», «para compartir las 
dificultades de convertirse de “terapeuta de largo tiempo” a “terapeuta de 
corto tiempo”», «para facilitar otro instrumento de trabajo para el alumno 
de la Escuela», «para dar otra herramienta a terapeutas de Proyección 
Social», «para probar las posibilidades terapéuticas de este modelo», «para 
validar una hipótesis técnica», «para atender la demanda social de un grupo 
de personas que no pueden o desean acceder a terapias de largo aliento», 
«para responder al pedido creciente de atención psicoterapéutica en nuestra 
sociedad», etcétera.
También experimentamos temor al preguntarnos si seríamos acogidos 
al presentar un libro sobre un diseño original y una experiencia grupal de 
supervisión en psicoterapia breve. Ahora, seguimos pensando que puede ser 
útil para el joven terapeuta que se inicia o para el colega de mayor experiencia, 
interesado en la reflexión y el debate sobre los alcances de la psicoterapia 
psicoanalítica en la actualidad.
Esta obra está pensada para ser leída en su totalidad o para ser revisada 
según los temas o aspectos de interés. La hemos dividido en nueve capítulos. 
En el primer capítulo se plantea el interés actual por el tema y, al mismo tiempo, 
los prejuicios e inquietudes que se suscitan por el mismo. En el segundo 
capítulo se busca definir la naturaleza del diseño terapéutico en tanto terapia 
de apoyo o terapia expresiva. En el tercer capítulo se presentan nuestras 
herramientas de trabajo: una mixtura que busca combinar el aspecto afectivo 
y reparador del vínculo terapéutico y la búsqueda de insight. En el cuarto 
capítulo4 compartimos una serie de reflexiones surgidas sobre la base de uno 
de nuestros instrumentos principales: la historia clínica. El planteamiento de 
un breve proceso terapéutico a partir de una historia focalizada y narrada-
en-vínculo se despliega en un entrecruzamiento de tiempos y escenas 
interconectadas. En el capítulo cinco se esboza muy sucintamente el diseño 
4 Preparado con la colaboración de la Dra. Inés Cottle.
Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas
Introducción
13
propuesto. El sexto da cuenta de los detalles concernientes al diseño de 
investigación. En el sétimo presentamos el material clínico que ilustra 
la investigación; consta de seis procesos terapéuticos presentados en el 
orden en que se llevaron a cabo. Cada caso es redactado por su terapeuta a 
su propio estilo, con el cuidado necesario para proteger la identidad de los 
pacientes. En el octavo capítulo, revisamos y discutimos diversos aspectos de 
la experiencia, del diseño clínico y de la metodología empleada. Finalmente, 
en las conclusiones sintetizamos nuestros hallazgos y sugerimos líneas de 
elaboración e investigación.
Confiamos en que a través del texto el lector encuentre nuevos 
elementos de reflexión y debate, así como estímulo en su inquietud clínica y 
aliento en la investigación.
Publicamos una segunda edición repensando el interés actual por 
el tema de la atención psicoterapéutica de tiempo y objetivos limitados o 
definidos, la validez del diseño terapéutico propuesto, así como la metodología 
grupal de supervisión y capacitación.
Hoy por hoy, consideramos que la demanda de los pacientes por ser 
atendidos en psicoterapia breve de orientación psicoanalítica y la de los 
terapeutas por formarse en esta posibilidad de trabajo se mantiene y, más 
aún, crece. Pacientes y terapeutas requerimos reconocer que no todos los 
pacientes pueden ser atendidos o tener la experiencia de una psicoterapia 
psicoanalítica de tiempo abierto o de largo aliento, como puede ser nuestra 
expectativa, incluso, a partir de nuestra propia experiencia en la formación.
En este sentido, algunos colegas consideran que el paciente no es 
analizable o que no está en su momento, o que el terapeuta, acaso muy joven, 
no ha podido analizar las resistencias iniciales para construir una sólida 
alianza terapéutica; en cualquier caso, afirman, el paciente no sería abordable. 
Otros colegas pensamos que un terapeuta con formación psicoanalítica 
puede ir al encuentro de la demanda del paciente en modalidades distintas 
de la tradicional, pero con la riqueza del trabajo en el vínculo y hasta con 
pretensiones de insight. La ilusión de continuar luego con un proceso 
14 Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas
Olinda Serrano de Dreifuss | Diagnóstico con intervenciones terapéuticas
psicoterapéutico amplio y sin límite de tiempo estará presente con 
frecuencia, y podría darse. En todo caso, consideramos que aun los colegas 
muy motivados en aprender modalidades no tradicionales de psicoanálisis 
requieren elaborar aspectos de su identidad como psicoterapeutas 
psicoanalíticos, los cuales se movilizan tanto en la práctica clínica como en la 
revisión bibliográfica de otras experiencias.
A lo largo de los últimos diez años, se han afianzado las propuestas aquí 
planteadas y nos surgen nuevas inquietudes y aportes de la experiencia con 
varios grupos de colegas en el aprendizaje de esta forma de tratamiento breve 
y focal; así, por ejemplo, el desarrollo de la alianza terapéutica a la medida 
de cada paciente se perfila como un elemento central. La historia, vinculada 
a los desarrollos sobre la memoria declarativa y la memoria procesal, 
ligadas a tempranas experiencias, estudiadas también por las neurociencias, 
otorga mayor énfasis al procedimiento de historiar y narrar-en-vínculo. La 
intersubjetividad y la riqueza de la narrativa, subrayada actualmente por 
varios autores en la perspectiva de un psicoanálisis relacional, otorga un 
trasfondo teórico-práctico de gran solvencia.
Estos temas, sin duda, tomarán la posta hacia posteriores desarrollos, 
respecto a los cuales esta obra tiene base y plena vigencia, razón por la 
cual, es una enorme satisfacción publicarla con el Fondo Editorial de la 
UPC. Continuar la difusión e investigación de este procedimiento es parte 
de las inquietudes de la Facultad de Ciencias Humanas de esta universidad, 
siempre orientada a la innovación y la creatividad, lo que añade una especial 
satisfacción en esta edición.
Olinda Serrano de Dreifuss
Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas 15
Agradecimientos
A los pacientes que, aquejados, acudieron a nosotros buscando alivio 
y, sin saberlo, nos dieron la oportunidad de vivir la experiencia que el 
diseño propone.
Al grupo de investigación: Mg. Lili Callirgos, Dra. Inés Cottle, Mgtr. 
Juana Luisa Lloret de Fernández, Mg. Carlos Jibaja, Mgtr. Gloria Luna, Lic. 
Patricia Monge, Lic. Martha Stornaiuolo, que acogió con entusiasmo el 
diseño propuesto y estuvo dispuesto a embarcarse en la aventura de una 
nueva e inquietante forma de trabajo clínico y que, durante cuatro años y 
a pesar de las dificultades, supo perseverar en la tarea, no solo de aprender 
el procedimiento, sino de servir de apoyo y contención a cada terapeuta a 
través de la supervisión.
Al Centro de Psicoterapia Psicoanalítica de Lima (CPPL), a la Mg. Matilde 
Caplansky, al Dr. Fernando Maestre y al Dr. Alberto Péndola, quienes nos 
alentaron en la tarea de investigación y que supieron esperar pacientemente 
los resultados, con la apertura que, progresivamente, vienen mostrando hacia 
nuevas formas de trabajo terapéutico de orientación analítica.
Al Programa de Proyección Social del CPPL por brindarnos la posibilidad 
de atender a los pacientes, estimularnos en la urgencia de trabajar en diseños 
breves pero efectivos, aptos para la mayoría de la población.
Al Dr. Pedro Morales, quien nos acompaña en el afán por difundir, 
sin prejuicios, la psicoterapia breve para quienes la necesiten,pacientes y 
terapeutas, en nuestro medio.
A la Dra. Inés Cottle, interlocutora afectuosa e infatigable en 
los temas teóricos y soporte desinteresado en la tarea de redacción y 
corrección final del texto.
16 Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas
Olinda Serrano de Dreifuss | Diagnóstico con intervenciones terapéuticas
Al Mg. Daniel Dreifuss por leer, cuestionar y apoyar a lo largo de la 
experiencia.
A los alumnos y supervisandos, quienes con su creciente interés nos 
motivan cada vez más a seguir estudiando e investigando estos temas.
A los terapeutas jóvenes y en formación quienes, con tanto 
entusiasmo, están buscando caminos nuevos que les permitan desarrollar 
su identidad psicoterapéutica.
A nuestros analistas, maestros, supervisores y colegas, quienes nos 
enseñaron a tolerar la desazón necesaria para cuestionar, crear y confrontar, 
con paciencia y perseverancia.
A nuestros seres queridos presentes y ausentes... quienes creyeron y 
confiaron en nosotros, permitiéndonos crecer.
Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas 17
Capítulo 1. Psicoanálisis, psicoterapia y 
psicoterapia breve: diferentes alternativas 
frente a múltiples desafíos5
«Solo mediante un uso más flexible de los principios terapéuticos del 
psicoanálisis, adaptados a la naturaleza individual de cada caso en 
particular, puede resultar verdaderamente útil el legado terapéutico 
que hemos recibido de Sigmund Freud no solo para un pequeño grupo, 
sino para la sociedad en general» (Alexander y French 1965: 30).
No solo en nuestro entorno y en el presente se plantean diversas situaciones en 
las que se requiere el ejercicio, la investigación y el estudio de la psicoterapia 
breve y focal de orientación psicoanalítica. A lo largo de estas experiencias, 
hemos encontrado que surgen diversas actitudes que a su vez solicitan una 
aproximación no solo informativa, sino también elaborativa. En tal sentido, 
planteamos a continuación una formulación que permita ubicar no solo a la 
psicoterapia breve en el marco psicoanalítico, sino situarnos y acercarnos a 
las vivencias que su quehacer supone.
La Escuela del Centro de Psicoterapia Psicoanalítica de Lima (CPPL), de 
trayectoria en la formación y agrupación de psicoterapeutas psicoanalíticos, 
ha venido incluyendo el curso de psicoterapia breve, focal o de objetivos 
5 Este capítulo se basa en la presentación que con el mismo nombre se realizó en el panel 
«Desafíos a la psicoterapia en América Latina» (Serrano de Dreifuss 2001).
18 Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas
Olinda Serrano de Dreifuss | Diagnóstico con intervenciones terapéuticas
limitados en su cátedra de Técnica desde 1990. Desde entonces, la demanda 
de atención de los pacientes del Programa de Proyección Social del CPPL ha 
requerido de terapeutas informados y formados en diversidad de recursos 
técnicos, incluyendo naturalmente la psicoterapia breve o focal, sobre la base 
de estrategias y formulaciones terapéuticas acordes a los requerimientos y 
posibilidades de quienes nos consultan.
Este proceder ha originado en algunos, o en muchos psicoterapeutas 
—acaso en todos en algún momento—, profundas inquietudes, en un 
desconcierto compartido, es decir, vivido no solo de un modo individual, sino 
también grupal. El desconcierto se dirige hacia la institución y, en particular, 
hacia algunos miembros cuyos roles los convoca a una dinámica específica, 
en la cual subyace la angustia, desilusión, temor e, incluso, hostilidad por la 
sensación de una enseñanza que apunta a una forma de trabajo que podría 
parecer relegada y alejada de los textos iniciales planteados por Freud, y 
estudiados al comienzo de la formación, y por sus «verdaderos» seguidores.
Paralelamente, en 1998, otra institución que tiene por finalidad reunir 
a los profesionales abocados al quehacer psicoterapéutico, muchos de 
ellos formados en el CPPL —nos referimos a la Asociación de Psicoterapia 
Psicoanalítica (AdPP)—, luego de un sondeo entre sus miembros acerca 
del tema que les interesaría estudiar y trabajar en los próximos dos años, 
encontró que la psicoterapia breve estaba en el centro de las inquietudes de 
los colegas en ese momento, lo que devino en una jornada y en el pedido 
posterior de un breve curso sobre el tema.
Nos preguntamos inicialmente si esa sensación de desazón corresponde 
solo a una situación particular, de un grupo específico de personas, o se trata 
de las características propias (¿conflictivas?) de algunos emergentes, o de 
alguna institución o incluso de las especificidades de nuestra realidad local. 
Recordamos, por ejemplo, cuando a fines de la década de 1970 y con ocasión 
del trabajo de tesis sobre el diseño que ahora presentamos, la Facultad de 
Psicología de la Pontificia Universidad Católica del Perú, para entonces con una 
Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas
Capítulo 1. Psicoanálisis, psicoterapia y psicoterapia breve
19
clara y exclusiva orientación psicoanalítica, planteó ciertos cuestionamientos 
ante procedimientos psicoterapéuticos poco convencionales, que eran 
justamente el tema de ese estudio exploratorio6. 
Concordamos con la concepción que formula E. Braier cuando se 
refiere a una suerte de talleres de «ablandamiento» en procura de una «buena 
disposición hacia el aprendizaje del tema (...) porque se sigue insistiendo, 
equivocadamente, en enfrentar la psicoterapia breve con el psicoanálisis (...)» 
(Braier 1984: 230). Asimismo, en la jornada de la AdPP que mencionamos, 
ofrecimos espacios grupales de acercamiento y búsqueda de elaboración 
respecto a las ansiedades, fantasías y preconcepciones vinculadas a la 
psicoterapia breve, antes de pasar a las presentaciones propiamente dichas. 
La combinación entre las características actuales y las demandas 
crecientes de atención psicoterapéutica, junto con la apertura e invocación 
de autores del psicoanálisis actual, nos replantean posturas tradicionales 
en nuestros modos de intervención. La psicoterapia breve de orientación 
psicoanalítica, como la psicoterapia psicoanalítica, requiere ser apreciada 
en su justa medida, considerando tanto sus limitaciones como también 
sus posibilidades.
La revisión bibliográfica que presentamos a continuación permite 
desarrollar una formulación que intenta comprender esta situación más allá 
de los linderos temporoespaciales de una comunidad. Asimismo, deseamos 
contribuir a la reflexión y discusión que, sobre el ejercicio de la psicoterapia 
breve, surge en nuestro medio, deslindando prejuicios y malos entendidos 
que afectan a nuestra disciplina, a nuestros colegas y, naturalmente, a 
nuestros pacientes, que requieren ser tratados del mejor modo posible de 
acuerdo a sus condiciones.
6 Nos referimos a Serrano de Dreifuss 1983.
20 Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas
Olinda Serrano de Dreifuss | Diagnóstico con intervenciones terapéuticas
El síndrome de la «identidad difusa»
Vamos a plantear el síndrome de la identidad difusa para describir una situación 
posible en el terapeuta, o grupo de terapeutas, que trabaja en procesos breves 
y focales, con las dificultades que hemos señalado a partir de la idealización del 
psicoanálisis y las consecuencias de esta situación: paralización, denigración 
en virtud de actitudes narcisísticas y de ansiedades persecutorias, y fantasías 
culposas de trasgresión y traición a lo oficial, bueno y freudiano. En este 
sentido, se toma el artículo de 1919 de Freud y la famosa cita del oro puro del 
análisis y el cobre de la sugestión de un modo peyorativo7.
Al respecto, es muy sugerente la reflexión planteada por Jiménez: 
«A la luz de estos hallazgos (los del proyecto Meninger en el que los 
cambios producidos por las terapias de insight y aquellos producidos 
por las terapias de apoyo tendieron a converger y no a diverger) se 
debería matizar la metáfora de Freud del “cobre de la sugestión” y “el 
oro puro del psicoanálisis”, agregando que el oro puro solo existe en 
los museos. La verdad es que todos los objetos deoro efectivamente 
usados contienen diversas proporciones de cobre, pues esta aleación 
ha demostrado ser más dura y resistente al uso y al paso del tiempo. 
El problema técnico radica, precisamente, en los procedimientos para 
producir la mejor aleación (...)» (Jiménez 1995: 31).
Planteamos una hipótesis histórica que intenta dar cuenta de estas 
dificultades, en procura también de una elaboración que, entendemos, ha 
de ser grupal.
El ejercicio de la psicoterapia breve de base y orientación psicoanalítica 
requiere la elaboración de la identidad profesional de quien la ejerce, sea o 
no psicoanalista. Como es de esperar al tratarse de algo tan fundamental, 
7 Cfr. Freud 1976a: 163.
Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas
Capítulo 1. Psicoanálisis, psicoterapia y psicoterapia breve
21
la identidad del psicoterapeuta no es un tema cerrado, sino más bien una 
entidad a construir8. Así lo ha entendido nuestra institución y, si revisamos 
sus publicaciones, podemos encontrar cuánto se ha trabajado este tema.
En una reciente publicación, por ejemplo, directivos y jefes de cátedra 
del CPPL precisan algunas distinciones. Caplansky señala que: 
«(...) el deseo de una cura rápida ha llevado a muchos pacientes a 
recurrir a la psicoterapia breve, a formas abreviadas de “psicoanálisis”. 
Han alentado esta tendencia buen número de psicoanalistas que 
utilizan una amalgama de psicoanálisis y psicoterapia. Este fenómeno 
ha creado mucha confusión y conflicto en los círculos de psicólogos y 
también en los psiquiátricos (...)» (Caplansky 2000: 23).
Esta amalgama, confusión y conflicto tienen que ver con inquietudes 
respecto a la identidad del psicoterapeuta. Creemos que para muchos 
de nosotros, o para todos en algún momento, la interrogante de quiénes 
somos, respecto a la psicoterapia psicoanalítica, se reedita en función de 
la psicoterapia breve en contraste con la psicoterapia psicoanalítica más 
tradicional. Esta incertidumbre respecto a quiénes somos y qué hacemos 
cuando no trabajamos tradicionalmente produce angustia, confusión, culpa 
y prejuicios, que pueden paralizarnos y privarnos, a través de diversas 
resistencias, de una formación en procesos breves y focales cuando, por otro 
lado, es obvio que necesitamos proveernos de mayores herramientas para 
atender a quienes lo requieran, según sus posibilidades.
En esta situación, pueden surgir fantasías de ser indignos, de proceder 
con ilegalidad o de practicar la infidelidad, la trasgresión, la traición, la 
clandestinidad, como si fuéramos disidentes respecto a Sigmund Freud y sus 
representantes: otros autores, maestros, el analista personal, los supervisores, 
si se ejerce psicoterapia breve. A veces, hemos escuchado cómo los colegas 
8 Cfr. Allegue 1998: 148.
22 Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas
Olinda Serrano de Dreifuss | Diagnóstico con intervenciones terapéuticas
perciben a quienes se interesan o nos interesamos por estas técnicas y nos 
observan con preocupación —si no con repudio—, como si nos estuviésemos 
alejando de la «buena senda».
Así, puede emerger una angustia de abandono y de exclusión, 
parafraseando a Bion9 , como si se tratara del ejercicio de una técnica 
sin nombre, que alude al terror sin nombre, al temor de lo innombrable 
por momentos de nuestra práctica, con cierta frecuencia técnicamente 
imprecisa. De esta situación, se desprende la necesidad de elaboración 
no solo individual, sino también grupal. Por esta razón, es que iniciamos 
esta publicación con este tema, como si se tratara de un capítulo de 
«ablandamiento», como diría Braier10.
Ante la dificultad de identidad y de definición, Péndola señala 
recientemente: 
«El Centro de Psicoterapia Psicoanalítica de Lima es una Institución 
que forma psicoterapeutas psicoanalíticamente orientados, quienes 
no son menos ni más que los psicoanalistas: son diferentes, y también 
son semejantes» (Péndola 2000: 10).
Análogamente, podríamos decir que la psicoterapia breve de 
orientación psicoanalítica no es más ni es menos que la psicoterapia 
psicoanalítica de tiempo abierto, es semejante y a la vez diferente, tiene 
sus propios procedimientos e indicaciones, sus posibilidades y limitaciones 
y, especialmente, un compromiso con nuestro entorno, generalmente en 
marcos institucionales que requieren, por un lado, nuestra creatividad y, por 
el otro, nuestra seria dedicación.
Esta dedicación nos acerca a otra fantasía colectiva, a otro mito que 
consiste en considerar que el ejercicio de una modalidad terapéutica ha de 
ser exclusivo, como cuando se dice casi fóbicamente «no, yo no trabajo con 
9 Bion 1961.
10 Cfr. Braier 1990: 285.
Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas
Capítulo 1. Psicoanálisis, psicoterapia y psicoterapia breve
23
adolescentes o niños», asimismo «no, yo no trabajo en psicoterapia breve». 
Esto puede resultar hoy en día tan utópico como que un analista solo atienda 
pacientes en tratamiento psicoanalítico clásico. Naturalmente que el trabajo 
con niños y adolescentes, así como el trabajo en procesos breves y focales, 
requiere de una preparación especial o adicional, que no está en cuestión.
El psicoanálisis: una doctrina idealizada
Wallerstein reflexiona acerca de la situación que se produce ante la diversidad 
teórica en el psicoanálisis. Se refiere al hecho de: 
«Mantener la unidad teórica del psicoanálisis mediante la expulsión 
de aquellos cuyas propuestas nuevas, independientemente de su valor 
potencial, como las de Jung, Adler y otros en generaciones posteriores 
estaban, o padecían [o querrá decir “parecían”] estar, asociadas con 
una dilusión o con un total abandono de los conceptos psicoanalíticos 
centrales (...)» (Wallerstein 1988: 5).
En ese trabajo, se hace referencia a disposiciones dogmáticas y a 
algún pensador aventurado que podría haberse considerado como renegado, 
hereje, subversivo. Se alude a la necesidad de una mayor tolerancia frente a 
diversos puntos de vista teóricos dentro del cuerpo del psicoanálisis11.
Si esto se plantea de este modo en lo teórico, nos preguntamos: ¿cómo se 
reacciona hoy frente a propuestas técnicas no tradicionales que se consideran 
de orientación analítica, como la psicoterapia breve a la que nos referimos? 
11 Isaacs, citada por Wallerstein, dijo durante las controversias de 1943: «Escuchando el relato 
selectivo de las teorías de Freud que han ofrecido algunos participantes de esta discusión, y 
observando su disposición dogmática, no puedo más que preguntarme qué le hubiera pasado 
al desarrollo del pensamiento psicoanalítico si por alguna razón la obra de Freud no hubiese 
continuado más allá de 1913, antes de sus trabajos sobre narcisismo y duelo y melancolía; o 
más allá de 1919, antes de Más allá del principio del placer y de El yo y el ello. ¡Supongamos que 
algún otro pensador aventurado hubiese llegado a estas verdades profundas y hubiese osado 
afirmarlas! Temo que hubiese sido tratado como un renegado del estricto camino de la doctrina 
psicoanalítica, un hereje cuyos puntos de vista no eran compatibles con los de Freud y por lo 
tanto un subversivo del psicoanálisis» (Las cursivas me pertenecen) (Wallerstein 1988: 5).
24 Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas
Olinda Serrano de Dreifuss | Diagnóstico con intervenciones terapéuticas
Wallerstein continúa señalando que tenemos una relación peculiar 
con el fundador del psicoanálisis: 
«(...) Sus monumentales contribuciones siguen siendo los jalones con los 
cuales medir nuestros progresos (...) Para muchos de nosotros, Sigmund 
Freud sigue siendo nuestro objeto perdido, nuestro genio inalcanzable 
por el cual nunca hemos hecho un duelo adecuado, al menos no en la 
plenitud emocional que posibilita un acomodamiento intelectual. Knight 
en 1952 lo expuso así: “Quizás aún nos encontremos excesivamente 
bajo la sombra de ese gigante, Sigmund Freud, como para permitirnos 
considerar al psicoanálisis más como una ciencia de la mente que como 
la doctrina de un fundador” (...)» (Wallerstein1988: 4).
Hugo Bleichmar12 plantea novedosas reflexiones respecto al 
psicoanálisis y la psicoterapia psicoanalítica. Él se refiere a una «represión 
del concepto de contraindicación en psicoanálisis», por efecto de la 
idealización de la intervención analítica. En toda terapéutica, también hay 
contraindicaciones y efectos secundarios —dice el autor— de tal manera 
que no podemos considerar que solo existe una forma de tratamiento. 
Además, este no debe ser monocorde, considerando tanto la diversidad de 
aproximaciones técnicas como el valor de la actitud, la búsqueda de la verdad 
afectiva y el vínculo terapéutico no solo facilitador, sino también proveedor.
Braier13 en su obra Psicoterapia breve de orientación psicoanalítica 
dedica un capítulo a las dificultades del terapeuta para la formación, práctica 
e investigación en psicoterapias breves14. El autor se refiere, incluso, a la 
psicoterapia breve versus el psicoanálisis, a la idealización de este último, 
a la sensación de herejía ante las modificaciones técnicas, a las situaciones 
12 Cfr. Bleichmar 1997: 211.
13 Cfr. Braier 1984: 283.
14 Tema en realidad ya presentado en 1972.
Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas
Capítulo 1. Psicoanálisis, psicoterapia y psicoterapia breve
25
persecutorias por el súper yo analítico, recordando también cómo «para 
muchos, la psicoterapia breve continúa siendo un pariente pobre del 
psicoanálisis» (Braier 1984: 145).
Más aún, Braier considera que en psicoanálisis, el terapeuta obtiene 
gratificaciones de la relación con el paciente, quien por la neurosis 
transferencial se vincula de un modo simbiótico y regresivo. La privación de 
estas gratificaciones narcisísticas influye en ciertas actitudes resistenciales 
hacia la psicoterapia breve. 
En nuestro medio también se ha señalado la idealización del 
psicoanálisis. H. Engelbrecht, en un artículo de 1991, cuyo título ya es 
sugerente: «Freud: ¿nuestro tótem?», reflexiona acerca de nuestras relaciones 
inconscientes con la figura de Freud y señala: 
«Freud mismo escribe Tótem y Tabú justamente en la época de las 
grandes divisiones dentro del movimiento psicoanalítico, cuando él se 
sentía atacado por los que en el pasado sintiera como sus hijos (...) Freud 
para nosotros encarna el psicoanálisis y, por ello, parte de las resistencias 
y de los fenómenos de la transferencia —positiva y negativa— se 
pueden dirigir no solamente al analista didacta, sino también al gran 
padre Freud (...) Todos los sentimientos negativos, el lado negativo de 
nuestra ambivalencia, son proyectados hacia fuera: hacia los enemigos, 
los detractores del psicoanálisis; los disidentes, llámense adlerianos, 
jungianos, lacanianos, etc. (...) Frecuentemente escuchamos, como 
comentario despectivo, cuando se quiere discutir a alguien dentro 
o fuera de la propia institución psicoanalítica, que lo que él dice “no 
es análisis, no tiene nada que ver con el análisis”, y es como si dijera: 
“Nosotros sí cuidamos el nombre, las reglas, el recuerdo, la herencia de 
Freud, pero ustedes lo han matado”» (Engelbrecht 1991: 372-373).
Finalmente, la autora invoca una cierta distancia crítica, hacer 
consciente las partes irracionales de nuestra identificación con Freud, que 
26 Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas
Olinda Serrano de Dreifuss | Diagnóstico con intervenciones terapéuticas
nos proteja de caer en una glorificación acrítica15. Por otro lado, debemos 
tener presente el espíritu freudiano de infatigable investigador y permanente 
cuestionador de sus propias teorías, de modo que no permanezcamos tan 
inhibidos frente a nuestras inquietudes y posibilidades de exploración, a la 
vez rigurosa en su confrontación con la situación clínica.
Morales y Paz Soldán se han referido claramente a la idealización del 
analista de la siguiente manera: 
«Quiero (o queremos) remarcar que una de las dificultades que se le 
presenta al psicoterapeuta en formación para procesar su identidad 
como tal, es la de la idealización del analista, de la técnica psicoanalítica 
o de su teoría» (Morales y Paz Soldán 1991: 240). 
Los dogmas psicoanalíticos y los prejuicios
En la década de 1950 Alexander y French16 plantearon innovaciones 
técnicas interesantes que podemos resumir en los conceptos de experiencia 
emocional correctiva y flexibilidad. Estas innovaciones técnicas resultaron 
muy discutibles no porque carecieran de utilidad, sino porque pretendieron 
constituirse en una modalidad más avanzada o evolucionada en la historia de 
la técnica psicoanalítica. Sin embargo, el aporte en cuanto a la flexibilidad de 
los procedimientos técnicos en psicoterapia sí puede ser, hoy en día, no solo 
comprendido sino, incluso, imprescindible. 
Asimismo, estos autores señalan en la introducción a su Terapéutica 
psicoanalítica que iniciaron sus modificaciones a partir de cuestionar la 
validez de ciertas creencias tradicionales que ellos concibieron como dogmas 
psicoanalíticos, a saber:
15 Cfr. op. cit.: 373.
16 Alexander y French 1965.
Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas
Capítulo 1. Psicoanálisis, psicoterapia y psicoterapia breve
27
«1) que la profundidad de la terapia es necesariamente proporcional 
a la duración del tratamiento y a la frecuencia de las sesiones; 2) 
que los resultados después de “pocas sesiones” son necesariamente 
superficiales y temporarios (…); 3) que la prolongación de un análisis 
se justifica porque las resistencias serán finalmente superadas (...)» 
(Alexander y French 1965: 14). 
Wolberg señaló una serie de prejuicios que pueden interferir al 
terapeuta en procesos breves impidiéndole, por ejemplo, conformarse con 
objetivos reducidos, aceptar la intervención de diversos factores curativos, 
concebir la actividad como un interesarse por el paciente y también por 
sus problemas vitales inmediatos. Se requiere superar —dice el autor— los 
prejuicios de profundidad que supone concebir el trabajo exclusivamente con 
el pasado regresivo, inconsciente y transferencial aplicando un juicio de valor 
sobre lo superficial en desmedro del rescate de la interacción humana17.
En Lima, en 1998, Paulina Kernberg respondía a nuestros interrogantes 
puntualizando que la duración de un tratamiento no es señal de su eficacia, 
como lo mostró Winnicott, pero se requiere —decía— experiencia para 
el ejercicio de las terapias abreviadas. En estas es de suma importancia la 
actitud y el cada minuto para intervenir por diferentes canales. Asimismo, 
hay que ver lo que el terapeuta puede transmitir y lo que el paciente puede 
recibir. También hay que considerar técnicas específicas para problemas 
específicos, desprejuiciando la aplicación de técnicas alternativas.
Hacia una comprensión del temor y el prejuicio actual:
una aproximación histórica
Para intentar una comprensión elaborativa de los temores e inhibiciones 
que pueden dificultar nuestra valoración y disposición para formarnos y 
17 «La revelación del inconsciente se integra en la gestalt terapéutica total, pero no la constituye» 
(Wolberg 1968: 137).
28 Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas
Olinda Serrano de Dreifuss | Diagnóstico con intervenciones terapéuticas
trabajar en procedimientos no tradicionales, como los de tiempo y objetivos 
limitados, como el que presentaremos, vamos a recordar algunos momentos 
y aspectos en la historia del psicoanálisis. 
Para Freud, el psicoanálisis era —también— un movimiento que 
requería fidelidad dedicada y disciplinada a diferencia de, o en resguardo 
de «los disidentes». Esto se señala en 1914 en «Historia del movimiento 
psicoanalítico», es decir, con posterioridad a los postulados de Adler en 
191118 y de Jung en 191319.
Los disidentes sufren una suerte de escarmiento en el sentido de 
darnos el mensaje de que se corre el riesgo de ser apartado o expulsado al 
distanciarse de cuestiones que se consideran fundamentales. En psicoanálisis, 
como sabemos, lo central incluye inconsciente, transferencia, represión o 
resistencia y sexualidad infantil.
Enla década de 1920, Rank y Ferenczi muestran innovaciones 
cuestionables. Rank desarrolla la terapia activa siendo finalmente excluido de 
la IPA20. La figura de Ferenczi, revalorada en la actualidad como un pionero21, 
sigue siendo aún muy discutida, especialmente sobre la base de un insuficiente 
análisis personal, como él mismo lo señala en su obra Sin simpatía no hay 
curación. El Diario clínico de 193222. Freud, con ocasión de la muerte de 
18 «El 1 de febrero de 1911, Adler volvió a la carga con una comunicación sobre la protesta 
masculina, cuestionando las nociones freudianas de represión y libido (...). De hecho, Adler 
estaba edificando una psicología del yo (...) sin inconsciente ni determinación por la sexualidad» 
(Roudinesco y Plon 1998: 25).
19 «Había un desacuerdo completo sobre la teoría de la libido» (Op. cit.: 581).
20 «Ese mismo año, junto con Ferenczi, Otto Rank (...) atacó la rigidez de las reglas psicoanalíticas 
y, dos años más tarde, en 1926, propuso una teoría llamada de “terapia activa”, preconizando 
curas cortas y limitadas de antemano en el tiempo, (...) consideraba preferible apelar a la 
voluntad consciente del analizante y aplicarla a su situación presente, a fin de agudizar su 
deseo de curarse (...)» (Op. cit.: 898).
21 «Ferenczi (...) desarrolla una técnica dedicada más específicamente a la terapéutica (...) [Freud 
y Ferenczi] (...) uno es un conquistador y el otro un sanador» (Weissmann 1997: 53).
22 «Mi análisis propio no pudo llegar hasta una profundidad suficiente porque mi analista (él 
mismo, confesadamente, una naturaleza narcisista), con su enérgica voluntad de salud y su 
antipatía por las debilidades y anormalidades, no pudo seguirme hasta esas profundidades e 
introdujo lo “pedagógico” demasiado pronto» (Ferenczi 1997 [1932]: 109).
Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas
Capítulo 1. Psicoanálisis, psicoterapia y psicoterapia breve
29
Ferenczi, reconoce —más allá de sus limitaciones— el mérito de sus esfuerzos 
y la vigencia de su actitud innovadora: 
«La necesidad de curar y asistir se había vuelto hiperpotente en él. 
Es probable que se propusiera metas inalcanzables con nuestros 
actuales medios terapéuticos. Desde fuentes afectivas inextinguibles 
le afluyó el convencimiento de que era posible conseguir mucho más 
con los enfermos si se les daba bastante del amor que habían añorado 
de niños. Quiso averiguar cómo podía lograrse esto en el marco 
de la situación psicoanalítica, y hasta no lograr éxito se mantuvo 
segregado, inseguro tal vez de coincidir con los amigos. Dondequiera 
que pudiese haberlo llevado ese camino, no pudo recorrerlo hasta el 
final (...) Es imposible creer que la historia de nuestra ciencia haya de 
olvidarlo» (Freud 1979 [1933]: 228). 
Nos preguntamos hasta qué punto estos momentos en la historia del 
movimiento psicoanalítico están presentes en la relación que Engelbrecht 
señalaba que tenemos con Freud y el psicoanálisis, dando así cuenta de 
las dificultades y resistencias frente a innovaciones técnicas aún en el 
presente. Sin embargo, no podemos desconocer, presos de una ansiedad 
persecutoria, aspectos esenciales de Freud, a saber, su espíritu investigador, 
su honestidad en el formular y reformular sus propias concepciones en una 
búsqueda infatigable por la verdad y la exploración psicoanalítica aplicada 
a diversos campos de lo humano. Asimismo, nos encontramos una vez más 
con que la necesidad del análisis personal resulta imprescindible, también 
respecto a la investigación y las innovaciones técnicas, así como una tarea 
de elaboración, clarificación y deslinde.
30 Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas
Olinda Serrano de Dreifuss | Diagnóstico con intervenciones terapéuticas
Trasgresión creativa
En uno de los eventos del CPPL en 1995, Julio Aray nos habló de la trasgresión 
creativa23, concepto que nos parece motivador para ubicarnos en una actitud 
investigadora y cuestionadora respecto a nuestro quehacer terapéutico. 
El autor considera que la trasgresión creativa es necesaria para lograr un 
cambio trascendental en las disciplinas científicas, en la filosofía, en las 
artes y en el trabajo terapéutico. En este sentido, se hace referencia a un 
desorden revelador a diferencia del modelo de la conformidad que puede 
paralizarnos, inhibirnos y llevarnos a una sumisión que no es ni psicoanalítica 
ni terapéutica. Así, nos encontramos ante un dilema: atrevernos al «delito» 
(o «deleite», podríamos decir) de la creación o pensar conservadoramente; 
en otras palabras, ubicarnos entre la sumisión o la creatividad. Los distintos 
campos de demanda y aplicación de la psicoterapia y la diversidad de modelos 
que pueden surgir especialmente cuando no se cuenta con un tiempo abierto, 
nos desafían a transgredir creativamente.
En palabras de Bergmann podríamos concebir al analista creativo 
como al modificador, cuando señala: 
«Los modificadores complican la tarea de la formación psicoanalítica, 
pero son también los que hacen que el psicoanálisis siga vivo (...) se 
postula que la ortodoxia psicoanalítica pudo haber sido necesaria 
históricamente hablando, pero que tuvo un coste muy alto. Ya no tiene 
finalidad práctica alguna» (Bergmann 1997[1995]: 49). 
Nuestro reto actual
Hace unos años, nuestra ciudad fue sede de un megaevento internacional y 
multidisciplinario titulado «En el umbral del milenio», con una convocatoria 
y articulación desde el psicoanálisis. De esa ocasión, hemos recogido 
23 Cfr. Aray 1998[1995]: 77
Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas
Capítulo 1. Psicoanálisis, psicoterapia y psicoterapia breve
31
expresiones que describen una realidad presente y avizoran crecientes 
aperturas de intervención psicoterapéutica respecto a las situaciones que van 
surgiendo sin, por supuesto, abandonar las formas clásicas y tradicionales 
de tratamiento psicoanalítico, cuando este es necesario y posible, es decir, 
cuando está indicado.
En esa ocasión, Morales señala: 
«Un detalle notable a la hora de intentar el trabajo en base a estrategias 
terapéuticas es la gran resistencia en los participantes. Las terapias 
breves tienen poca credibilidad. Tal vez la tendencia a retener al paciente 
por tiempo prolongado, fomentada por la formulación analítica clásica 
[idealizada en cuanto a su aplicabilidad, agregaríamos]24, eje de nuestra 
formación, así como por los procesos terapéuticos personales por los 
que pasamos todos los que nos hemos formado en esta disciplina, 
induzca a repetir el modelo en nuestra práctica terapéutica» (Morales 
1998: 293). 
Susana Lustig de Ferrer comentaba que no alcanzan los terapeutas que 
puedan mitigar las alteraciones que diversas situaciones (droga, sida, violencia, 
enfermedad mental) producen. Más aún, se ha cuestionado el hecho de llenar 
las horas de consultorio solamente con pocos pacientes de alta frecuencia.
Autores como Leo Rangell transmitieron una concepción amplia del 
psicoanálisis, entendido como un modo de pensar la conducta humana en 
todos sus aspectos y como una posibilidad de ayuda para una mejor calidad 
de vida. Es decir, se trata de pensarlo no solo como un tratamiento, sino 
también como un modo de comprensión, que conlleve una serie de estrategias 
e intervenciones en el campo de la prevención, sin culpa, en la medida en que 
cada vez tenemos una mayor responsabilidad para entender y aportar en los 
diferentes aspectos de lo humano. 
24 Los corchetes me pertenecen.
32 Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas
Olinda Serrano de Dreifuss | Diagnóstico con intervenciones terapéuticas
En tal sentido, —decía el expresidente de la International 
Psychoanalytic Association (IPA)—, no hay una muerte del psicoanálisis, todo 
lo contrario —y por qué no decirlo—, no hay en realidad una falta de trabajo 
en los profesionales que con tanta dedicación se forman en el psicoanálisis, 
pero no solo para ejercerlo como forma de tratamiento clásico. Más aún, no 
se trata de llenar nuestras horas de trabajo solamente en el campoclínico 
con los pacientes, su estudio y supervisión. Requerimos nosotros, nuestros 
pacientes, nuestra comunidad y el psicoanálisis mismo que también 
atendamos a la comunidad, a nuestro entorno.
Permitiéndonos una referencia más, quisiéramos comentar el 
impacto que, desde el título, nos produjo el artículo ya citado de Jiménez: 
«El psicoanálisis en la construcción de una psicoterapia como tecnología 
apropiada», especialmente aquello de «tecnología» aplicada a la psicoterapia25. 
Este es un artículo que nos parece crucial o revolucionario, si se quiere, en tanto 
que ofrece reflexiones a partir de datos muy significativos, como el siguiente: 
«el 99 % (¿podemos hablar de porcentajes sin sentirnos fuera de lo 
psicoanalítico?) de los pacientes que se someten a un tratamiento de 
corte psicoanalítico está menos de cincuenta sesiones en terapia, es 
decir, menos de un año» (Jiménez 1995: 24).
Por otro lado, debemos ver cómo obtener los mayores resultados a partir 
de los recursos disponibles, tanto desde el paciente como desde el terapeuta. 
Finalmente, se trata de ejercer nuestra identidad de psicoterapeutas 
psicoanalíticos cabalmente, sin sentirnos indignos o confusos al responder 
a los requerimientos que, hoy por hoy, nos demandan las solicitudes de 
sectores sociales que buscan tratamiento, que pudiera ser breve y focal. 
25 En la introducción se señala que: «Por “tecnología apropiada” se entiende “aquella que busque 
primordialmente atender a las necesidades de quienes viven y sufren en una cultura y un 
momento diferentes (...) (es un) aporte tan lúcido como comprometido con las coordenadas en 
que se inscribe (el autor) como trabajador de la salud mental» (Defey, Elizalde y Rivera 1995: 11).
Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas
Capítulo 1. Psicoanálisis, psicoterapia y psicoterapia breve
33
Nuestra autoestima profesional requiere tolerarlo para poder crecer y 
desarrollarnos. Asimismo, respondamos a nuestros llamados internos 
de estudio, exploración y teorización sin culpa por transgredir, más bien 
llamados a la búsqueda y la investigación. 
Nos enfrentamos a diversos cuestionamientos, si nos lo permitimos: 
¿cómo combinar la creatividad y la tecnología, la singularidad del vínculo 
intersubjetivo y los diseños planteados para atender a un mayor número de 
pacientes? Más aún, ¿qué implicancias tiene, no solo en el sentido técnico o 
epistemológico del psicoanálisis y de la psicoterapia psicoanalítica, atender 
o no atender a los cuestionamientos y con ellos a los pacientes de ámbitos 
socioculturales cada vez más amplios en sus características y en sus modalidades 
diversas de sufrimiento? Que estas interrogantes nos animen a continuar.
34 Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas
Capítulo 2. ¿Psicoterapia de apoyo o 
psicoterapia expresiva?
Buscando definirnos
En un momento inicial, nos preguntábamos si el diseño que vamos a presentar 
podía ser concebido como una psicoterapia breve. Incluso, de origen lo 
llamábamos «Diagnóstico con intervenciones terapéuticas»26, lo que describía 
en concreto cómo había surgido esta propuesta, vale decir, como una evaluación 
que consistía en entrevistas iniciales de historia clínica y pruebas psicológicas, 
tarea que usualmente puede desempeñar un interno de psicología. Estas 
entrevistas iniciales están destinadas a establecer un estudio de personalidad, 
que busca elucidar la condición psicopatológica del paciente, a partir de la cual 
formular las indicaciones terapéuticas pertinentes y factibles de llevarse a cabo. 
Usualmente, se elabora un informe psicológico, previamente supervisado; 
y si se da una psicoterapia, esta se inicia posteriormente como un proceso 
diferente, conducido por quien evaluó o por otro profesional, usualmente un 
terapeuta debidamente formado y calificado.
Lo curioso fue encontrar en esa experiencia27 que los pacientes eran 
evaluados en procesos en los que se agregaban comentarios sobre la historia 
narrada en relación con los síntomas principales y con el vínculo transferencial 
en una situación en la cual era muy difícil no intervenir. Efectivamente, se 
26 Serrano de Dreifuss 1983.
27 Internado de psicología en el Hospital Obrero de Lima en l979.
Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas
Capítulo 2. ¿Psicoterapia de apoyo o psicoterapia expresiva?
35
trataba de intervenciones que por la evolución que mostraba el paciente 
resultaban terapéuticas. Así lo consideraba no solo el paciente mismo, 
sino también el supervisor, un psiquiatra de formación psicoanalítica. 
Posteriormente, se optó por realizar una investigación respecto a esta forma 
de atender al paciente. Entonces nos preguntábamos si se trataba de una 
evaluación o de un proceso terapéutico. 
Agregaremos que la condición de joven terapeuta en formación, es 
decir, iniciándose en la asimilación de premisas psicoanalíticas, habrá tenido 
una presencia fundamental. A esto nos referimos cuando señalamos que hay 
que considerar no solo las limitaciones, sino también los recursos que el 
paciente y el terapeuta pueden aportar, si no nos perseguimos demasiado, 
reformulando la connotación inhibitoria del furor curandis. A su vez, nos 
interesaba ubicar esta forma de trabajar con el paciente, naturalmente, en el 
marco psicoanalítico. 
En este momento nos es claro, por nuestros objetivos y los logros 
obtenidos expresados por los pacientes y los terapeutas, que la forma de 
trabajo que vamos a presentar es una modalidad de psicoterapia breve, más 
aún de naturaleza analítica, dado que:
• Partimos de considerar la existencia del inconsciente (desde el motivo 
de consulta en su nivel latente) y de una primera concepción freudiana 
de la terapia como un hacer consciente lo inconsciente, es decir, que la 
revelación o el acceso, técnicamente cuidadoso, de aspectos y porciones 
de trozos inconscientes de la experiencia y de aspectos del sujeto mismo, 
han de ser terapéuticos.
• El vínculo que se establece entre paciente y terapeuta recibe una lectura 
en términos de transferencia-contratransferencia, aun cuando no sea 
señalada e interpretada a la manera de un proceso de tiempo y objetivos 
abiertos.
• Entendemos que la aproximación a los niveles preconscientes e 
inconscientes del material del paciente, así como los aspectos frustrantes 
36 Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas
Olinda Serrano de Dreifuss | Diagnóstico con intervenciones terapéuticas
del vínculo terapéutico, suscitan resistencias en el paciente, aun con 
sus especificaciones y manejo técnico propios de los procesos breves y 
focales. La alianza terapéutica adquiere especial relevancia.
• Nos asistimos de un cuerpo de conocimientos y constructos propios 
de la teoría psicoanalítica (por ejemplo, defensa, conflicto, pulsión, 
desplazamiento, condensación, complejo de Edipo, compulsión a la 
repetición) a partir de los cuales esbozar no solo una comprensión 
psicopatológica, desde la cual intervenir terapéuticamente, sino una 
concepción de lo humano e interpersonal.
La atención libre y flotante, la neurosis de transferencia y la regresión, 
y la interpretación transferencial como herramienta principal son conceptos 
centrales en el psicoanálisis como modo de tratamiento, pero no son elementos 
centrales en los abordajes breves y focales. Más bien, quisiéramos ubicarnos 
en lo psicoanalítico, naturalmente más allá de actitudes prejuiciosas, a las 
que nos hemos referido con cierto detalle en el capítulo anterior.
Luego de situarnos como una forma de psicoterapia breve de 
orientación psicoanalítica, en términos de pertenencia y compromiso, 
podríamos preguntarnos si el diseño de psicoterapia breve que vamos a 
presentar corresponde a una psicoterapia de apoyo o a una psicoterapia 
expresiva. Esto sería importante respecto a los pacientes y los terapeutas.
Efectivamente, nos interesará saber quiénes se pueden beneficiar 
con esta alternativa de tratamiento y, a su vez, quiénes pueden ejercer este 
procedimiento clínico y en qué condiciones se puedenesperar ciertos logros. 
Pero además de estas cuestiones prácticas nos interesa definir y ubicar esta 
propuesta técnica, más aún al tratarse de un diseño original.
Naturalmente, tendríamos que preguntarnos si sería posible plantear 
nuestra propuesta como una psicoterapia expresiva, dadas las limitaciones 
temporales y focales de nuestro diseño. A su vez, nos preguntaremos: ¿qué 
distingue a una y otra forma de terapia, expresiva y de apoyo? Vamos a 
definirlas sucintamente y acercarnos a uno de los criterios de diferenciación 
que es el insight.
Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas
Capítulo 2. ¿Psicoterapia de apoyo o psicoterapia expresiva?
37
Definir si una terapia es expresiva o de apoyo puede ser tan relevante 
y trascendente como considerar que sea o no psicoanalítica, puesto que esta 
distinción tiene que ver con la naturaleza de los procesos terapéuticos en 
términos de:
• su definición y características,
• los criterios de indicación: ¿para qué pacientes se plantea o quiénes se 
pueden beneficiar de ella? ¿Qué objetivos y qué logros pueden esperar 
paciente y terapeuta?
• respecto al terapeuta: ¿quién la puede ejercer o llevar a cabo? ¿Qué 
formación requiere? ¿Con qué herramientas (por ejemplo, atención libre 
y flotante o focalización, sugestión o interpretación) trabaja el terapeuta 
en esta forma de terapia? ¿Cómo entiende y labora aspectos como 
resistencia, transferencia y contratransferencia, regresión, etcétera?
• los procedimientos técnicos: ¿se ubican en una condición determinada, 
diríamos ortodoxa, o podemos contar con licencias de creatividad y 
originalidad? ¿Qué estatus clínico o teórico tiene tal o cual proceso?
Tal vez una distinción fundamental y útil para muchos colegas parte de 
ubicar si el terapeuta, además de una actitud esencialmente analítica, busca 
explorar y trabajar las resistencias del paciente respecto a un despliegue de 
expresividad sobre la base de transferencias y regresiones que le permiten 
analizarse o si lo que busca es aliviar al paciente de su sufrimiento y síntomas, 
sacarlo de la confusión y ayudarlo a resolver dificultades específicas, 
inmanejables al momento de acudir a consulta. Muchos de nosotros 
recordamos a un supervisor que, luego de presentar el caso, nos preguntaba 
invariablemente: «¿qué quieres hacer con este paciente?».
La primera elaboración que como grupo preparó la Asociación de 
Psicoterapia Psicoanalítica (AdPP)28 se refería a un continuo psicoterapéutico 
28 Cfr. Gold y otros 1994: 11.
38 Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas
Olinda Serrano de Dreifuss | Diagnóstico con intervenciones terapéuticas
al interior del cual podían ubicarse matices y graduaciones, desde la 
psicoterapia psicoanalítica más cercana al psicoanálisis clásico como forma 
de tratamiento hasta psicoterapias de tipo apoyo. Al respecto, el cuadro 
comparativo que ofrece Fiorini29 de psicoanálisis, esclarecimiento y apoyo 
nos ha servido frecuentemente a muchos de nosotros de ayuda y orientación. 
Wallerstein ya en 1972 se refería al contexto histórico del problema 
moderno, de validez actual, al tratar de ubicar estas formas de tratamiento.
Volviendo a nuestra necesidad de ubicación y definición, encontramos 
que a partir de considerar al insight, como una experiencia fundamental 
para la cura, desearíamos estar ubicados, desde las distinciones más 
tradicionales, en la psicoterapia expresiva. Sin embargo, cabe preguntarse 
si en la psicoterapia de apoyo el insight estará excluido y, análogamente, si 
podría hablarse de otros modos «austeros» de concebir la cura, en términos 
de Eissler30, en el sentido de trabajar solo con el insight.
El trabajo o la labor en busca del insight o por la vía del insight se considera, 
en ocasiones implícitamente, como sinónimo de trabajo psicoanalítico clásico; 
psicoanálisis clásico solamente, diría Fiorini31. En general, para diversos 
autores, la búsqueda del insight o el proceso terapéutico basado en el insight 
marca una frontera entre terapias expresivas y terapias de apoyo.
Pensamos con Bleichmar32 y con Wallerstein33 que esta polarización 
entre terapias expresivas y terapias de apoyo no da cuenta ni del modo 
de funcionamiento de los procesos terapéuticos psicoanalíticos ni de las 
posibilidades de aproximación a las demandas que se plantean ni a los 
recursos que los terapeutas, incluso los más jóvenes, pueden implementar 
en un momento determinado. Las distinciones son útiles, descriptiva y 
29 Cfr. Fiorini 1993: 60-61.
30 Cfr. Wallerstein y DeWitt 1997: 122.
31 Cfr. Fiorini 1993: 98.
32 Bleichmar 1997.
33 Wallerstein 1997.
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Capítulo 2. ¿Psicoterapia de apoyo o psicoterapia expresiva?
39
didácticamente hasta cierto punto, sin embargo, lo que el paciente puede 
requerir y lo que el terapeuta puede ofrecer, tal vez no va a polarizarse entre 
psicoterapia expresiva y psicoterapia de apoyo de un modo tan diferenciado, 
como si ambas formas no tuviesen que «contaminarse». Más aún, las 
investigaciones de Wallerstein34, de singular trascendencia, apuntan en una 
dirección más integrativa, menos prejuiciosa y más realista, respecto a lo que 
sucede y a lo que puede suceder entre paciente y terapeuta.
En nuestra propuesta de psicoterapia breve a partir de la historia, 
también buscamos insights, en el sentido de que el paciente se aproxime y acceda 
a niveles de comprensión tolerante de aspectos de sí mismo, básicamente en el 
sentido de entender qué lo lleva a estar de esta manera con tal queja o síntoma 
o demanda en este momento de su vida. Igualmente, se busca el insight en 
términos de recursos —pues toda crisis es también una oportunidad— no solo 
para que lo entienda el terapeuta, sino el paciente mismo.
A partir del insight, entendido como objetivo y a la vez herramienta 
de trabajo, aparece una inquietud paralela: ¿es posible hablar de insights 
en esos encuentros intensos, efectivos, pero muy breves, presentados por 
algunos colegas de nuestro medio?35. Y respecto a nuestros breves procesos 
terapéuticos de 10 o 12 sesiones en unos tres meses de trabajo, ¿podemos 
considerar o sostener que buscamos y logramos insights? Y si así fuera, de 
qué tipo de insights estamos hablando. Ampliaremos estos cuestionamientos 
en el capítulo de discusión, asistiéndonos del material clínico presentado.
 No nos estamos refiriendo tan solo al insight intelectual o al falso o 
pseudoinsight o insight descriptivo, sino al insight como lo que es: «obtenido 
a través de la experiencia directa con aquello que llega a ser conocido» 
(Coderch 1995: 387) es decir, el insight ostensivo o emocional, habida cuenta 
que lo afectivo en nuestros breves procesos con los pacientes siempre nos 
34 Wallerstein 1989.
35 Cfr. Cottle y Serrano de Dreifuss 1999.
40 Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas
Olinda Serrano de Dreifuss | Diagnóstico con intervenciones terapéuticas
ha parecido fundamental. Es lo que Bleichmar llama verdad afectiva36. En 
este sentido, el tema del insight aparece como un eje integrador de una 
concepción de totalidad, puesto que se lo considera en función de un estado 
de la personalidad o del funcionamiento del yo37. Asimismo, respecto a 
la labor del terapeuta y a la relación terapéutica, el insight es un concepto 
organizador que otorga una referencia condensada de lo que se busca y 
sucede en el vínculo terapéutico, siempre que se incluya el aspecto afectivo, 
cálido y reparador, de tal manera que pueda operar como un auténtico agente 
de alguna dimensión de cambio psíquico.
A continuación, vamos a presentar una extensa referencia con una 
postura, por demás novedosa, que nos permite redefinir el concepto de 
apoyo con invalorable apertura que ilustra cómo los conceptos pueden ser 
repensados y mejor ubicados y utilizados en beneficio de los procesos, los 
pacientes y los terapeutas:
«La controversia entre el valor relativo del insight y de la experiencia 
emocional es casi tan antigua como el psicoanálisis. Pensamosque se 
trata de dos dimensiones inseparables de la técnica. De acuerdo con 
Luborsky (1984), el concepto de apoyo se refiere a aquellos aspectos 
del tratamiento y de la relación con el terapeuta que el paciente los 
vivencia como de ayuda para él. De acuerdo con esta definición, el 
apoyo es una dimensión inseparable de la actividad interpretativa. 
Si es el paciente quien define lo que es el apoyo, entonces este puede 
estar dado por muchas cosas: por la estructura del tratamiento, por 
la sensación de trabajo en común, por las transferencias positivas no 
chocantes o, incluso, por una buena interpretación que produzca en 
el paciente la sensación de haber sido comprendido. De este modo, 
el apoyo existe en cualquier forma de psicoterapia, también en el 
36 Cfr. Bleichmar 1997: 195.
37 Bleichmar 1997.
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Capítulo 2. ¿Psicoterapia de apoyo o psicoterapia expresiva?
41
psicoanálisis y no es más que otra expresión de la importancia del 
vínculo interpersonal como factor curativo genérico o inespecífico. 
La revalorización del apoyo en el psicoanálisis contemporáneo no ha 
venido solo desde la clínica, por ejemplo, el ambiente facilitador de 
Winnicott o el reconocimiento empático de Kohut, sino también la 
investigación empírica. Los resultados del proyecto Menninger (1986), 
de investigación en psicoanálisis y psicoterapia, obligan a asignarle 
al apoyo un valor mucho mayor que el que le atribuye la teoría 
psicoanalítica clásica de la curación» (Jiménez 1995: 31). 
El insight también se relaciona desde sus orígenes con la conciencia 
de enfermedad y es interesante observar cómo desde un inicio hemos 
buscado en nuestro diseño la posibilidad de que el paciente «adquiera» 
o «acceda» a una conciencia de «enfermedad psicológica», considerando 
este acceso como un criterio, entre otros, de mejoría o de logro terapéutico. 
Esto fue así, en tanto nuestros primeros pacientes fueron atendidos en el 
Departamento de Psiquiatría de un hospital general, luego de haber sido 
derivados de otros consultorios en los que se descartaba un origen orgánico 
de sus síntomas. Tomar conciencia de la naturaleza psicológica de la queja 
suele traer de la mano la toma de conciencia de que, entonces, las causas 
de estas dificultades han de remontarse al plano emocional —y aquí nos 
acercamos a lo histórico de cada paciente— en un tratamiento que, a su vez, 
sea también de naturaleza psicológica.
Coincidimos con la conceptualización de Etchegoyen38 respecto al 
insight al plantearlo como un nuevo conocimiento, en tanto hace consciente 
lo inconsciente; así lo hemos entendido y propuesto desde un inicio, 
respecto a acceder a los aspectos latentes del motivo de consulta, como un 
objetivo a alcanzar.
Entonces, nos preguntamos si podemos buscar insights al hacer la 
historia con el paciente, su historia, en un corto periodo de aproximadamente 
38 Etchegoyen 1986.
42 Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas
Olinda Serrano de Dreifuss | Diagnóstico con intervenciones terapéuticas
tres meses a razón de una sesión por semana, si «entendemos por insight un 
tipo especial de conocimiento, nuevo, claro y distinto, que ilumina de pronto 
la conciencia y se refiere siempre a la persona misma que lo experimenta» 
(Etchegoyen 1986: 618).
Las orientaciones y respuestas a estos interrogantes hemos de 
buscarlas en la clínica misma, en el registro que paciente y terapeuta puedan 
proporcionar y no solo de un modo consciente, también agregamos una 
prueba psicológica proyectiva como el Test de la Figura Humana, como 
complemento a nuestro estudio e investigación. 
En otras palabras, el diseño de «Diagnóstico con intervenciones 
terapéuticas. psicoterapia breve a partir de la historia» puede ser entendido 
como una psicoterapia de apoyo, en el sentido tradicional, y no como 
una psicoterapia expresiva, en tanto que los parámetros de trabajo son 
específicos y destinados a un alivio sintomático en el corto tiempo disponible 
(intervenciones terapéuticas diversas, consideración de la realidad externa, 
implementación de recursos yoicos). Sin embargo, de acuerdo a la concepción 
de Luborsky39, se relativiza el sentido de definir el diseño en términos de una 
psicoterapia de apoyo, ya que hasta el psicoanálisis mismo puede serlo, en tanto 
sus herramientas (como la interpretación transferencial) están destinadas a 
otorgar al paciente lo que él requiere, terapéuticamente, en un momento dado.
Pensamos que en el breve tiempo que ofrecen las diez sesiones con 
una frecuencia semanal, lo que se le brinda al paciente es un acercamiento a 
ubicar el momento presente crítico en el marco mayor del relato de su vida, 
que se realiza en el vínculo con un interlocutor terapéutico, buscando una 
comprensión afectiva y racional que alivie y reestructure.
Cuando podemos acercarnos a este objetivo, terapéutico-analítico, 
aunque breve y focal, entonces pensamos que buscamos insight y que 
el proceso, en ese sentido, se acerca a la modalidad expresiva según las 
distinciones tradicionales.
39 Luborsky 1984, citado por Jiménez 1995: 31.
Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas 43
Capítulo 3. El vínculo y la labor terapéutica:
empatía, posición emocional y búsqueda de 
insight
La importancia del vínculo emocional aparece a la par de la búsqueda 
de insight: esta es nuestra premisa fundamental. Este vínculo emocional, 
cargado de subjetividad, más bien, constituye un encuentro intersubjetivo, 
en sí valioso y significante.
Cada pareja terapéutica es singular, más allá de modelos y propuestas, 
y eso hay que tenerlo muy presente por encima de condiciones y de preceptos 
técnicos relativos al método analítico que no deben, sin embargo, aplicarse 
con rigidez argumentando ortodoxia, en realidad alejada del espíritu 
psicoanalítico. Esto se extiende también a procesos breves y focales que 
presentan diversos y sugerentes diseños.
El vínculo terapéutico, desde la mirada psicoanalítica, es definido 
en toda su riqueza por el concepto de campo40 en tanto espacio de mutua 
interacción con características singulares y no solo como conjunción de 
dos subjetividades. Más aún, en este campo se estructura una fantasía 
inconsciente compartida y creativa. Así, «el terapeuta participa activamente 
desde su historia personal e inconsciente» (Ramos 1999: 37).
El concepto de campo se relaciona con el de la pantalla de la 
sesión psicoanalítica41 en la que se produce una «comunicación directa 
40 Cfr. Baranger y Baranger 1993: 129
41 Cfr. Abuchaem 1985: 29.
44 Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas
Olinda Serrano de Dreifuss | Diagnóstico con intervenciones terapéuticas
de inconsciente a inconsciente», en tanto se trata de identificaciones 
contratransferenciales y transferenciales por vía extraverbal, que se rigen 
por las leyes del inconsciente —desconocidas por los protagonistas— y en un 
clima intensamente afectivo. Esto conforma un segundo plano en la sesión. El 
primero corresponde a las comunicaciones por vía indirecta, a través de los 
sistemas preconsciente y consciente, vinculados a lo verbal. Esta interesante 
formulación, incluso graficada por el autor, se plantea para acercarnos a la 
sesión psicoanalítica. Sin embargo, no es privativa de ella, pues los procesos 
breves y focales, e incluso los encuentros terapéuticos fugaces, también están 
cargados de este nivel primario de comunicación, como lo ilustran los casos 
que más adelante presentamos.
Volviendo al campo —o a la pantalla— de la situación terapéutica, 
podemos ubicar una serie de elementos o ingredientes que lo constituyen. 
La empatía, entendida como la capacidad de ponerse en el lugar del otro, es 
fundamental. En este sentido, ya Ferenczi [1932] lo señalaba: «La ventaja de 
la empatía es un profundo poder-penetrar en las sensaciones de otro (...)» 
(Ferenczi 1997: 108). Así, empatía e intersubjetividad aparecen estrechamente 
conectadas, otorgando calidez y afectividad al vínculo terapéutico.
La concepción de Bleichmar42

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