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Olinda Serrano de Dreifuss ha dedicado gran parte de su vida profesional a la investigación y desarrollo de temas vinculados a la psicoterapia breve y a procedimientos que puedan satisfacer la demanda de salud mental en el Perú. Es parte del grupo de psicoterapeutas psicoanalíticos latinoamericanos comprometidos con la necesidad de ampliar el psicoanálisis más allá de la clínica privada. Es licenciada en Psicología Clínica por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Posteriormente se formó como psicoterapeuta psicoanalítica en la primera promoción del Centro de Psicoterapia Psicoanalítica de Lima (CPPL). Es magíster en Salud Mental, Ciencias Humanas y Sociales por la Universidad de León y el Instituto de Neurociencias y Salud Mental de Barcelona, España. Es doctoranda en Psicología de la Universidad San Martín de Porres. Ha sido directora académica de la Escuela del Centro de Psicoterapia Psicoanalítica de Lima. Actualmente es docente y supervisora del área técnica en esta Escuela y docente en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas. Es miembro fundadora y expresidenta de la Asociación de Psicoterapia Psicoanalítica, y miembro de la Asociación Peruana de Psicoterapia Psicoanalítica de Niños y Adolescentes. También es secretaria científica de la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Psicoterapia Psicoanalítica. Hoy en día, la demanda de los pacientes por ser atendidos en psicoterapia breve de orientación psicoanalítica y la de los terapeutas por formarse en esta posibilidad de trabajo se mantiene y, más aún, crece. Por diversas razones, no todos los pacientes pueden tener la experiencia de una psicoterapia psicoanalítica de tiempo abierto o de largo aliento. En este libro, Olinda Serrano de Dreifuss presenta un diseño original y una experiencia grupal de supervisión en psicoterapia breve y focal. Así, esta obra resulta útil para el joven terapeuta que se inicia o para el colega de mayor experiencia, interesado en la reflexión y el debate sobre los alcances de la psicoterapia psicoanalítica en la actualidad. Desde la primera versión de la obra —publicada de manera independiente en 2001— hasta esta edición del Fondo Editorial de la UPC, se han afianzado las propuestas aquí planteadas y surgen nuevas inquietudes y aportes de la experiencia con varios grupos de colegas en el aprendizaje de esta forma de tratamiento breve y focal. La propuesta consiste en un diseño de psicoterapia breve de diez sesiones, un entrenamiento en terapia breve y un modelo de supervisión grupal para los que deseen formarse en procesos de tiempo y objetivos definidos, procedimiento técnico de elección ante una realidad que se impone, cuando son tantas las necesidades y tan pocos los recursos para atenderlas. El énfasis de esta propuesta consiste en el procedimiento de historiar al paciente, en una narración-en-vínculo, agregando intervenciones terapéuticas. La intersubjetividad y la riqueza de la narrativa, subrayada actualmente por varios autores en la perspectiva de un psicoanálisis relacional, otorga un trasfondo teórico-práctico de gran solvencia. Estos temas, sin duda, tomarán la posta hacia posteriores desarrollos, respecto de los cuales esta obra tiene base y plena vigencia. Diagnóstico con intervenciones terapéuticas O L I N D A S E R R A N O D E D R E I F U S S Siga al Fondo Editorial de la UPC en Facebook: www.facebook.com/fondoeditorialupc y visite su página web para adquirir más libros en versión impresa o e-book: www.upc.edu.pe/fondoeditorial El grupo de investigación que participó en este libro estuvo compuesto por: Mg. Lili Callirgos Dra. Inés Cottle Mg. Juana Luisa Lloret de Fernández Mg. Carlos Jibaja Mg. Gloria Luna Lic. Patricia Monge Lic. Martha Stornaiuolo Psicoterapia breve a partir de la historia Diagnóstico con intervenciones terapéuticas O L I N D A S E R R A N O D E D R E I F U S S Psicoterapia breve a partir de la historia 9 7 8 6 1 2 4 0 4 1 9 4 5 ISBN: 978-612-4041-94-5 Lima, diciembre de 2013 © Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC) Primera publicación: diciembre de 2013 Impreso en el Perú - Printed in Peru Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC) Centro de Información Serrano de Dreifuss, Olinda. Diagnóstico con intervenciones terapéuticas Psicoterapia breve a partir de la historia Lima: Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), 2012 ISBN: 978-612-4191-21-3 PSICOTERAPIA, DIAGNÓSTICO CLÍNICO, ESTUDIO DE CASOS 616.8914 Corrección de estilo: Diseño de cubierta: Diagramación: Jessica vivanco Germán Ruiz Ch. Diana Patrón Miñán Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, ni registrada en o transmitida por un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, de la editorial. El contenido de este libro es responsabilidad del autor y no refleja necesariamente la opinión de los editores. Editor del proyecto editorial Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas S. A. C. Av. Alonso de Molina 1611, Lima 33 (Perú). Teléf. 313-3333 www.upc.edu.pe Primera edición: diciembre de 2013 Libro electrónico disponible en http://www.upc.edu.pe/ebooks El contenido de este e-book corresponde a la primera edición del libro impreso, publi- cado en julio de 2012. Pausa «De vez en cuando hay que hacer una pausa contemplarse a sí mismo sin la fruición cotidiana examinar el pasado rubro por rubro etapa por etapa baldosa por baldosa y no llorarse las mentiras sino cantarse las verdades» Mario Benedetti Contenido Prólogo 7 Introducción 11 Agradecimientos 15 Capítulo 1. Psicoanálisis, psicoterapia y psicoterapia breve: diferentes alternativas frente a múltiples desafíos 17 Capítulo 2. ¿Psicoterapia de apoyo o psicoterapia expresiva? 34 Buscando definirnos 34 Capítulo 3. El vínculo y la labor terapéutica: 43 empatía, posición emocional y búsqueda de insight 43 Capítulo 4. La historia clínica como articulador de la psiquis: 49 en la historia está la clave 49 Capítulo 5. Diagnóstico con intervenciones terapéuticas. Psicoterapia breve a partir de la historia clínica 64 Capítulo 6. La investigación 70 Capítulo 7. Casos clínicos 74 Caso María, «Muñeca de trapo» 75 Caso Patty: «La santa inquisición» 96 Caso Verónica: «Lazos antiguos muy apretados» 138 Caso Cecilia: «Mudándose a su propio cuartito» 154 Caso Francisco: «Neurosis obsesiva y psicoterapia breve: misión posible» 169 Caso María José: «Enemigo íntimo» 191 Capítulo 8. Revisando nuestra experiencia 209 Conclusiones 231 Bibliografía 234 Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas 7 Prólogo En primer lugar, agradezco el honor que se me hace al invitarme a escribir el prólogo del libro. En segundo lugar, quisiera comenzar diciendo que, en el lapso transcurrido desde la primera versión de este libro hasta la publicación con la UPC, he visto consolidarse tanto las ideas que animan su temática como el interés y la pasión de la autora en el área de la investigación y la docencia. Rigurosa en el trazado de una disciplina para la aplicación en terapias breves, Olinda ha dedicado tiempo y esfuerzo en conducir grupos de estudio con supervisiones exhaustivas, tanto de los casos clínicos como de su seguimiento. Desde el privilegiado lugar de observador de su larga trayectoria profesional, encontramos en ella la trama afiatada de docencia e investigación en casi todo su quehacer, en particular, en el terreno de las terapias focales o de tiempo limitado. Junto con ella, los miembros del equipo de trabajo que participaron en la investigación y elaboración del libro (todos psicoterapeutas de nuestra institución1) nos han hecho sentir en estos años las extensiones de su interés y compromiso con la tarea formativa clínica y social. Algunos, desde la docencia; otros, desdesu quehacer cotidiano o desde actividades de aplicación clínica; algunos otros, desde la investigación teórica, como es el caso de Gloria Luna y Carlos Jibaja, quienes nos presentaron su interesante libro Un concierto para voces ocultas. Psicoterapia centrada en el sí-mismo2, significativo aporte tanto al pensamiento analítico como a la clínica. Cada uno, desde su quehacer, ha contribuido a la tarea de consolidar el espacio específico de la psicoterapia de base analítica. 1 Centro de Psicoterapia Psicoanalítica de Lima (CPPL). 2 Luna y Jibaja 2009. 8 Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas Olinda Serrano de Dreifuss | diagnóstico con intervenciones terapéuticas No es casual el creciente interés por la psicoterapia psicoanalítica que se ha ido generando en los últimos años. Debido a ello, cada vez tenemos más alumnos en el CPPL solicitando formarse en esta disciplina, no solo con una gran motivación, sino, también, con mayor claridad respecto a nuestra propuesta de aprendizaje y, por supuesto, con una gran valoración de la misma. Estoy convencido de que este permanente aumento en el interés y claridad frente a esta disciplina tiene, también, relación directa con publicaciones como las que nos ofrece la autora, esta vez con el valioso apoyo de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC). El trabajo de Olinda expresa la esencia de nuestra visión de la formación que buscamos consolidar en los terapeutas de nuestra escuela: una sólida comprensión psicoanalítica de la psicodinamia y la psicopatología, junto con una ineludible adecuación de la técnica a las necesidades y posibilidades que nos trae cada paciente a la consulta, lo que —¡cómo no tenerlo en cuenta!— requiere un diseño a la medida de la estrategia a seguir. La estereotipia de aplicación de una sola fórmula terapéutico- psicoanalítica, en particular de las llamadas de largo aliento, choca con la realidad que nos presentan las estadísticas de diferentes investigadores a nivel mundial. En estas, se muestra claramente cómo el promedio de asistencia de un paciente a psicoterapia psicoanalítica o psicoanálisis es de solo seis veces. Este hecho es mucho más palpable en el trabajo en consulta institucional, en el que se ha podido observar que la expectativa de la mayoría de los pacientes mantiene el mismo patrón que el de una atención médica: consulta, diagnóstico y prescripción (o, consejo u orientación). Nuestras propias estadísticas, provenientes de la población que atendemos en nuestro Departamento de Servicios Especializados y Proyección Social, desde hace más de veinte años arrojan cifras similares. Por este motivo, y tomando en cuenta experiencias de diferentes autores, incluimos en nuestro abordaje inicial del paciente la posibilidad de que este tenga entrevistas terapéuticas, en las que, a la vez que un posible diagnóstico, vaya recogiendo devoluciones pertinentes, que el terapeuta va Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas Prólogo 9 tejiendo conjuntamente con el paciente, a manera de resolución del motivo de consulta. Diseño de abordaje al cual, por supuesto, Olinda contribuyó de manera significativa en su periodo de subdirectora del Programa de Proyección Social del CPPL. Dado que buena parte de nuestra inspiración institucional tiene que ver con el apoyo profesional a nuestro entorno socioeconómicamente menos favorecido, a lo largo de los años hemos tenido amplia participación en programas de prevención, divulgación a través de medios, campañas de salud, desarrollo de talleres, charlas, intervención en crisis, etcétera. En estas actividades hemos ido afinando la aplicación de los instrumentos propios de las terapias breves con intervenciones de apoyo al yo, tanto en sus formas individuales como grupales. Tenemos, así, acumulada una amplia experiencia de campo, la cual requiere aún de un proceso de ordenamiento e investigación, que encuentra en esta publicación un magnífico incentivo. Nos falta investigar más en torno a nuestro quehacer. Ojalá tuviéramos muchos más trabajos como el que nos presenta Olinda. Es muy rico lo que se sostiene en la cotidianidad empírica de nuestra labor, amparados en las teorías y los recaudos técnicos que aprendimos, pero que son siempre susceptibles de reformulaciones creativas, terreno en el que hay que caminar con cautela y en el que se hace indispensable aproximar la lupa de la investigación y la validación clínica. En ese sentido, el libro nos muestra un riguroso itinerario, prolijamente recorrido, abierto aún a nuestra mirada reflexiva. Más allá de celebrar la culminación de su realización, nos invita a identificarnos con su espíritu. Los terapeutas solemos circunscribirnos al caso individual y a los procesos largos. Sin embargo, es muchísimo lo que, en simultáneo, hacemos bajo formas variadas de terapia de apoyo. Dicho sea de paso, desde las observaciones de Wallerstein3, el estatus de las intervenciones de apoyo ha recibido un significativo espaldarazo y ya no continúan las miradas de 3 Cfr. Wallerstein 1972: 25. 10 Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas Olinda Serrano de Dreifuss | diagnóstico con intervenciones terapéuticas soslayo sobre esta, al ser comparada con las terapias de «largo aliento», como ocurrió a lo largo de casi todo el siglo pasado. Es más, hay un creciente interés por investigar el potencial terapéutico de la interacción humana y el valor de la alianza terapéutica en el proceso de la cura. A esto se suman múltiples observaciones de encuentros terapéuticos de una sola vez (o de breves intervenciones, sistematizadas o no) provenientes de diferentes y connotados psicoterapeutas y psicoanalistas. Felicito, por lo tanto, a la autora y al equipo que la acompañó en esta tarea. Sé que es una inmensa satisfacción y, por cierto, un acto de generosidad, el regalarnos su obra, pero es muchísimo más valioso nutrirnos de su ejemplo, de su espíritu y de la forma como nos ayudan en el aprendizaje de esta difícil disciplina. Sin pasión no hay aprendizaje; sin involucrarse, menos. Gracias por demostrarlo con tanta consistencia desde vuestra propia pasión y entrega a lo largo del tiempo. Pedro Morales Paiva Presidente del Centro de Psicoterapia Psicoanalítica de Lima Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas 11 Introducción Esta obra intenta relatar y fundamentar dos historias. La historia de una antigua inquietud que surge en los inicios de mi práctica profesional cuando me veo requerida a evaluar pacientes de pocos recursos en un hospital general sobre la base de la historia clínica y las pruebas psicológicas. En ese contexto, surge la constatación de que la evaluación con algunas intervenciones devenía en terapéutica. Este descubrimiento fue entonces objeto de investigación. Posteriormente, la preocupación por atender eficaz y brevemente a un gran número de pacientes de características similares se renueva al entrar en contacto con el Programa de Proyección Social del Centro de Psicoterapia Psicoanalítica de Lima y con los terapeutas en formación que atendían a estos pacientes. La otra historia es la de un grupo de investigación que, animado con la idea del diseño original y compartiendo las mismas inquietudes, se embarcó en una aventura que duró cuatro años, durante los cuales se trabajó de muchas maneras. Al inicio estudiamos sobre psicoterapia breve y focal, en general, y el diseño, en particular. Posteriormente, cada uno de nosotros recibió un paciente del Programa de Proyección Social, quien fue atendido siguiendo el diseño planteado. El resto del grupo supervisó a cada terapeuta y su paciente sesión por sesión (en casi todos los casos), de inicio a fin del proceso, lo cual generó una dinámica particularmente intensa a la que nos referiremos más adelante. Trasmitir estas dos historias no ha resultado tarea fácil, dada la amplitud y complejidad de los temas que abarca la reflexión teórica, la riqueza del trabajo con los pacientes y la dinámicagenerada en el grupo. Frecuentemente pensamos o imaginamos la publicación, incluso la introducción misma, preguntándonos: ¿para qué publicar? Muchas ideas 12 Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas Olinda Serrano de Dreifuss | Diagnóstico con intervenciones terapéuticas surgían en el grupo con ilusión y expectativa: «para pasar a la historia como grupo pionero», «para tener un registro de lo hecho», «para compartir las dificultades de convertirse de “terapeuta de largo tiempo” a “terapeuta de corto tiempo”», «para facilitar otro instrumento de trabajo para el alumno de la Escuela», «para dar otra herramienta a terapeutas de Proyección Social», «para probar las posibilidades terapéuticas de este modelo», «para validar una hipótesis técnica», «para atender la demanda social de un grupo de personas que no pueden o desean acceder a terapias de largo aliento», «para responder al pedido creciente de atención psicoterapéutica en nuestra sociedad», etcétera. También experimentamos temor al preguntarnos si seríamos acogidos al presentar un libro sobre un diseño original y una experiencia grupal de supervisión en psicoterapia breve. Ahora, seguimos pensando que puede ser útil para el joven terapeuta que se inicia o para el colega de mayor experiencia, interesado en la reflexión y el debate sobre los alcances de la psicoterapia psicoanalítica en la actualidad. Esta obra está pensada para ser leída en su totalidad o para ser revisada según los temas o aspectos de interés. La hemos dividido en nueve capítulos. En el primer capítulo se plantea el interés actual por el tema y, al mismo tiempo, los prejuicios e inquietudes que se suscitan por el mismo. En el segundo capítulo se busca definir la naturaleza del diseño terapéutico en tanto terapia de apoyo o terapia expresiva. En el tercer capítulo se presentan nuestras herramientas de trabajo: una mixtura que busca combinar el aspecto afectivo y reparador del vínculo terapéutico y la búsqueda de insight. En el cuarto capítulo4 compartimos una serie de reflexiones surgidas sobre la base de uno de nuestros instrumentos principales: la historia clínica. El planteamiento de un breve proceso terapéutico a partir de una historia focalizada y narrada- en-vínculo se despliega en un entrecruzamiento de tiempos y escenas interconectadas. En el capítulo cinco se esboza muy sucintamente el diseño 4 Preparado con la colaboración de la Dra. Inés Cottle. Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas Introducción 13 propuesto. El sexto da cuenta de los detalles concernientes al diseño de investigación. En el sétimo presentamos el material clínico que ilustra la investigación; consta de seis procesos terapéuticos presentados en el orden en que se llevaron a cabo. Cada caso es redactado por su terapeuta a su propio estilo, con el cuidado necesario para proteger la identidad de los pacientes. En el octavo capítulo, revisamos y discutimos diversos aspectos de la experiencia, del diseño clínico y de la metodología empleada. Finalmente, en las conclusiones sintetizamos nuestros hallazgos y sugerimos líneas de elaboración e investigación. Confiamos en que a través del texto el lector encuentre nuevos elementos de reflexión y debate, así como estímulo en su inquietud clínica y aliento en la investigación. Publicamos una segunda edición repensando el interés actual por el tema de la atención psicoterapéutica de tiempo y objetivos limitados o definidos, la validez del diseño terapéutico propuesto, así como la metodología grupal de supervisión y capacitación. Hoy por hoy, consideramos que la demanda de los pacientes por ser atendidos en psicoterapia breve de orientación psicoanalítica y la de los terapeutas por formarse en esta posibilidad de trabajo se mantiene y, más aún, crece. Pacientes y terapeutas requerimos reconocer que no todos los pacientes pueden ser atendidos o tener la experiencia de una psicoterapia psicoanalítica de tiempo abierto o de largo aliento, como puede ser nuestra expectativa, incluso, a partir de nuestra propia experiencia en la formación. En este sentido, algunos colegas consideran que el paciente no es analizable o que no está en su momento, o que el terapeuta, acaso muy joven, no ha podido analizar las resistencias iniciales para construir una sólida alianza terapéutica; en cualquier caso, afirman, el paciente no sería abordable. Otros colegas pensamos que un terapeuta con formación psicoanalítica puede ir al encuentro de la demanda del paciente en modalidades distintas de la tradicional, pero con la riqueza del trabajo en el vínculo y hasta con pretensiones de insight. La ilusión de continuar luego con un proceso 14 Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas Olinda Serrano de Dreifuss | Diagnóstico con intervenciones terapéuticas psicoterapéutico amplio y sin límite de tiempo estará presente con frecuencia, y podría darse. En todo caso, consideramos que aun los colegas muy motivados en aprender modalidades no tradicionales de psicoanálisis requieren elaborar aspectos de su identidad como psicoterapeutas psicoanalíticos, los cuales se movilizan tanto en la práctica clínica como en la revisión bibliográfica de otras experiencias. A lo largo de los últimos diez años, se han afianzado las propuestas aquí planteadas y nos surgen nuevas inquietudes y aportes de la experiencia con varios grupos de colegas en el aprendizaje de esta forma de tratamiento breve y focal; así, por ejemplo, el desarrollo de la alianza terapéutica a la medida de cada paciente se perfila como un elemento central. La historia, vinculada a los desarrollos sobre la memoria declarativa y la memoria procesal, ligadas a tempranas experiencias, estudiadas también por las neurociencias, otorga mayor énfasis al procedimiento de historiar y narrar-en-vínculo. La intersubjetividad y la riqueza de la narrativa, subrayada actualmente por varios autores en la perspectiva de un psicoanálisis relacional, otorga un trasfondo teórico-práctico de gran solvencia. Estos temas, sin duda, tomarán la posta hacia posteriores desarrollos, respecto a los cuales esta obra tiene base y plena vigencia, razón por la cual, es una enorme satisfacción publicarla con el Fondo Editorial de la UPC. Continuar la difusión e investigación de este procedimiento es parte de las inquietudes de la Facultad de Ciencias Humanas de esta universidad, siempre orientada a la innovación y la creatividad, lo que añade una especial satisfacción en esta edición. Olinda Serrano de Dreifuss Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas 15 Agradecimientos A los pacientes que, aquejados, acudieron a nosotros buscando alivio y, sin saberlo, nos dieron la oportunidad de vivir la experiencia que el diseño propone. Al grupo de investigación: Mg. Lili Callirgos, Dra. Inés Cottle, Mgtr. Juana Luisa Lloret de Fernández, Mg. Carlos Jibaja, Mgtr. Gloria Luna, Lic. Patricia Monge, Lic. Martha Stornaiuolo, que acogió con entusiasmo el diseño propuesto y estuvo dispuesto a embarcarse en la aventura de una nueva e inquietante forma de trabajo clínico y que, durante cuatro años y a pesar de las dificultades, supo perseverar en la tarea, no solo de aprender el procedimiento, sino de servir de apoyo y contención a cada terapeuta a través de la supervisión. Al Centro de Psicoterapia Psicoanalítica de Lima (CPPL), a la Mg. Matilde Caplansky, al Dr. Fernando Maestre y al Dr. Alberto Péndola, quienes nos alentaron en la tarea de investigación y que supieron esperar pacientemente los resultados, con la apertura que, progresivamente, vienen mostrando hacia nuevas formas de trabajo terapéutico de orientación analítica. Al Programa de Proyección Social del CPPL por brindarnos la posibilidad de atender a los pacientes, estimularnos en la urgencia de trabajar en diseños breves pero efectivos, aptos para la mayoría de la población. Al Dr. Pedro Morales, quien nos acompaña en el afán por difundir, sin prejuicios, la psicoterapia breve para quienes la necesiten,pacientes y terapeutas, en nuestro medio. A la Dra. Inés Cottle, interlocutora afectuosa e infatigable en los temas teóricos y soporte desinteresado en la tarea de redacción y corrección final del texto. 16 Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas Olinda Serrano de Dreifuss | Diagnóstico con intervenciones terapéuticas Al Mg. Daniel Dreifuss por leer, cuestionar y apoyar a lo largo de la experiencia. A los alumnos y supervisandos, quienes con su creciente interés nos motivan cada vez más a seguir estudiando e investigando estos temas. A los terapeutas jóvenes y en formación quienes, con tanto entusiasmo, están buscando caminos nuevos que les permitan desarrollar su identidad psicoterapéutica. A nuestros analistas, maestros, supervisores y colegas, quienes nos enseñaron a tolerar la desazón necesaria para cuestionar, crear y confrontar, con paciencia y perseverancia. A nuestros seres queridos presentes y ausentes... quienes creyeron y confiaron en nosotros, permitiéndonos crecer. Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas 17 Capítulo 1. Psicoanálisis, psicoterapia y psicoterapia breve: diferentes alternativas frente a múltiples desafíos5 «Solo mediante un uso más flexible de los principios terapéuticos del psicoanálisis, adaptados a la naturaleza individual de cada caso en particular, puede resultar verdaderamente útil el legado terapéutico que hemos recibido de Sigmund Freud no solo para un pequeño grupo, sino para la sociedad en general» (Alexander y French 1965: 30). No solo en nuestro entorno y en el presente se plantean diversas situaciones en las que se requiere el ejercicio, la investigación y el estudio de la psicoterapia breve y focal de orientación psicoanalítica. A lo largo de estas experiencias, hemos encontrado que surgen diversas actitudes que a su vez solicitan una aproximación no solo informativa, sino también elaborativa. En tal sentido, planteamos a continuación una formulación que permita ubicar no solo a la psicoterapia breve en el marco psicoanalítico, sino situarnos y acercarnos a las vivencias que su quehacer supone. La Escuela del Centro de Psicoterapia Psicoanalítica de Lima (CPPL), de trayectoria en la formación y agrupación de psicoterapeutas psicoanalíticos, ha venido incluyendo el curso de psicoterapia breve, focal o de objetivos 5 Este capítulo se basa en la presentación que con el mismo nombre se realizó en el panel «Desafíos a la psicoterapia en América Latina» (Serrano de Dreifuss 2001). 18 Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas Olinda Serrano de Dreifuss | Diagnóstico con intervenciones terapéuticas limitados en su cátedra de Técnica desde 1990. Desde entonces, la demanda de atención de los pacientes del Programa de Proyección Social del CPPL ha requerido de terapeutas informados y formados en diversidad de recursos técnicos, incluyendo naturalmente la psicoterapia breve o focal, sobre la base de estrategias y formulaciones terapéuticas acordes a los requerimientos y posibilidades de quienes nos consultan. Este proceder ha originado en algunos, o en muchos psicoterapeutas —acaso en todos en algún momento—, profundas inquietudes, en un desconcierto compartido, es decir, vivido no solo de un modo individual, sino también grupal. El desconcierto se dirige hacia la institución y, en particular, hacia algunos miembros cuyos roles los convoca a una dinámica específica, en la cual subyace la angustia, desilusión, temor e, incluso, hostilidad por la sensación de una enseñanza que apunta a una forma de trabajo que podría parecer relegada y alejada de los textos iniciales planteados por Freud, y estudiados al comienzo de la formación, y por sus «verdaderos» seguidores. Paralelamente, en 1998, otra institución que tiene por finalidad reunir a los profesionales abocados al quehacer psicoterapéutico, muchos de ellos formados en el CPPL —nos referimos a la Asociación de Psicoterapia Psicoanalítica (AdPP)—, luego de un sondeo entre sus miembros acerca del tema que les interesaría estudiar y trabajar en los próximos dos años, encontró que la psicoterapia breve estaba en el centro de las inquietudes de los colegas en ese momento, lo que devino en una jornada y en el pedido posterior de un breve curso sobre el tema. Nos preguntamos inicialmente si esa sensación de desazón corresponde solo a una situación particular, de un grupo específico de personas, o se trata de las características propias (¿conflictivas?) de algunos emergentes, o de alguna institución o incluso de las especificidades de nuestra realidad local. Recordamos, por ejemplo, cuando a fines de la década de 1970 y con ocasión del trabajo de tesis sobre el diseño que ahora presentamos, la Facultad de Psicología de la Pontificia Universidad Católica del Perú, para entonces con una Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas Capítulo 1. Psicoanálisis, psicoterapia y psicoterapia breve 19 clara y exclusiva orientación psicoanalítica, planteó ciertos cuestionamientos ante procedimientos psicoterapéuticos poco convencionales, que eran justamente el tema de ese estudio exploratorio6. Concordamos con la concepción que formula E. Braier cuando se refiere a una suerte de talleres de «ablandamiento» en procura de una «buena disposición hacia el aprendizaje del tema (...) porque se sigue insistiendo, equivocadamente, en enfrentar la psicoterapia breve con el psicoanálisis (...)» (Braier 1984: 230). Asimismo, en la jornada de la AdPP que mencionamos, ofrecimos espacios grupales de acercamiento y búsqueda de elaboración respecto a las ansiedades, fantasías y preconcepciones vinculadas a la psicoterapia breve, antes de pasar a las presentaciones propiamente dichas. La combinación entre las características actuales y las demandas crecientes de atención psicoterapéutica, junto con la apertura e invocación de autores del psicoanálisis actual, nos replantean posturas tradicionales en nuestros modos de intervención. La psicoterapia breve de orientación psicoanalítica, como la psicoterapia psicoanalítica, requiere ser apreciada en su justa medida, considerando tanto sus limitaciones como también sus posibilidades. La revisión bibliográfica que presentamos a continuación permite desarrollar una formulación que intenta comprender esta situación más allá de los linderos temporoespaciales de una comunidad. Asimismo, deseamos contribuir a la reflexión y discusión que, sobre el ejercicio de la psicoterapia breve, surge en nuestro medio, deslindando prejuicios y malos entendidos que afectan a nuestra disciplina, a nuestros colegas y, naturalmente, a nuestros pacientes, que requieren ser tratados del mejor modo posible de acuerdo a sus condiciones. 6 Nos referimos a Serrano de Dreifuss 1983. 20 Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas Olinda Serrano de Dreifuss | Diagnóstico con intervenciones terapéuticas El síndrome de la «identidad difusa» Vamos a plantear el síndrome de la identidad difusa para describir una situación posible en el terapeuta, o grupo de terapeutas, que trabaja en procesos breves y focales, con las dificultades que hemos señalado a partir de la idealización del psicoanálisis y las consecuencias de esta situación: paralización, denigración en virtud de actitudes narcisísticas y de ansiedades persecutorias, y fantasías culposas de trasgresión y traición a lo oficial, bueno y freudiano. En este sentido, se toma el artículo de 1919 de Freud y la famosa cita del oro puro del análisis y el cobre de la sugestión de un modo peyorativo7. Al respecto, es muy sugerente la reflexión planteada por Jiménez: «A la luz de estos hallazgos (los del proyecto Meninger en el que los cambios producidos por las terapias de insight y aquellos producidos por las terapias de apoyo tendieron a converger y no a diverger) se debería matizar la metáfora de Freud del “cobre de la sugestión” y “el oro puro del psicoanálisis”, agregando que el oro puro solo existe en los museos. La verdad es que todos los objetos deoro efectivamente usados contienen diversas proporciones de cobre, pues esta aleación ha demostrado ser más dura y resistente al uso y al paso del tiempo. El problema técnico radica, precisamente, en los procedimientos para producir la mejor aleación (...)» (Jiménez 1995: 31). Planteamos una hipótesis histórica que intenta dar cuenta de estas dificultades, en procura también de una elaboración que, entendemos, ha de ser grupal. El ejercicio de la psicoterapia breve de base y orientación psicoanalítica requiere la elaboración de la identidad profesional de quien la ejerce, sea o no psicoanalista. Como es de esperar al tratarse de algo tan fundamental, 7 Cfr. Freud 1976a: 163. Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas Capítulo 1. Psicoanálisis, psicoterapia y psicoterapia breve 21 la identidad del psicoterapeuta no es un tema cerrado, sino más bien una entidad a construir8. Así lo ha entendido nuestra institución y, si revisamos sus publicaciones, podemos encontrar cuánto se ha trabajado este tema. En una reciente publicación, por ejemplo, directivos y jefes de cátedra del CPPL precisan algunas distinciones. Caplansky señala que: «(...) el deseo de una cura rápida ha llevado a muchos pacientes a recurrir a la psicoterapia breve, a formas abreviadas de “psicoanálisis”. Han alentado esta tendencia buen número de psicoanalistas que utilizan una amalgama de psicoanálisis y psicoterapia. Este fenómeno ha creado mucha confusión y conflicto en los círculos de psicólogos y también en los psiquiátricos (...)» (Caplansky 2000: 23). Esta amalgama, confusión y conflicto tienen que ver con inquietudes respecto a la identidad del psicoterapeuta. Creemos que para muchos de nosotros, o para todos en algún momento, la interrogante de quiénes somos, respecto a la psicoterapia psicoanalítica, se reedita en función de la psicoterapia breve en contraste con la psicoterapia psicoanalítica más tradicional. Esta incertidumbre respecto a quiénes somos y qué hacemos cuando no trabajamos tradicionalmente produce angustia, confusión, culpa y prejuicios, que pueden paralizarnos y privarnos, a través de diversas resistencias, de una formación en procesos breves y focales cuando, por otro lado, es obvio que necesitamos proveernos de mayores herramientas para atender a quienes lo requieran, según sus posibilidades. En esta situación, pueden surgir fantasías de ser indignos, de proceder con ilegalidad o de practicar la infidelidad, la trasgresión, la traición, la clandestinidad, como si fuéramos disidentes respecto a Sigmund Freud y sus representantes: otros autores, maestros, el analista personal, los supervisores, si se ejerce psicoterapia breve. A veces, hemos escuchado cómo los colegas 8 Cfr. Allegue 1998: 148. 22 Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas Olinda Serrano de Dreifuss | Diagnóstico con intervenciones terapéuticas perciben a quienes se interesan o nos interesamos por estas técnicas y nos observan con preocupación —si no con repudio—, como si nos estuviésemos alejando de la «buena senda». Así, puede emerger una angustia de abandono y de exclusión, parafraseando a Bion9 , como si se tratara del ejercicio de una técnica sin nombre, que alude al terror sin nombre, al temor de lo innombrable por momentos de nuestra práctica, con cierta frecuencia técnicamente imprecisa. De esta situación, se desprende la necesidad de elaboración no solo individual, sino también grupal. Por esta razón, es que iniciamos esta publicación con este tema, como si se tratara de un capítulo de «ablandamiento», como diría Braier10. Ante la dificultad de identidad y de definición, Péndola señala recientemente: «El Centro de Psicoterapia Psicoanalítica de Lima es una Institución que forma psicoterapeutas psicoanalíticamente orientados, quienes no son menos ni más que los psicoanalistas: son diferentes, y también son semejantes» (Péndola 2000: 10). Análogamente, podríamos decir que la psicoterapia breve de orientación psicoanalítica no es más ni es menos que la psicoterapia psicoanalítica de tiempo abierto, es semejante y a la vez diferente, tiene sus propios procedimientos e indicaciones, sus posibilidades y limitaciones y, especialmente, un compromiso con nuestro entorno, generalmente en marcos institucionales que requieren, por un lado, nuestra creatividad y, por el otro, nuestra seria dedicación. Esta dedicación nos acerca a otra fantasía colectiva, a otro mito que consiste en considerar que el ejercicio de una modalidad terapéutica ha de ser exclusivo, como cuando se dice casi fóbicamente «no, yo no trabajo con 9 Bion 1961. 10 Cfr. Braier 1990: 285. Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas Capítulo 1. Psicoanálisis, psicoterapia y psicoterapia breve 23 adolescentes o niños», asimismo «no, yo no trabajo en psicoterapia breve». Esto puede resultar hoy en día tan utópico como que un analista solo atienda pacientes en tratamiento psicoanalítico clásico. Naturalmente que el trabajo con niños y adolescentes, así como el trabajo en procesos breves y focales, requiere de una preparación especial o adicional, que no está en cuestión. El psicoanálisis: una doctrina idealizada Wallerstein reflexiona acerca de la situación que se produce ante la diversidad teórica en el psicoanálisis. Se refiere al hecho de: «Mantener la unidad teórica del psicoanálisis mediante la expulsión de aquellos cuyas propuestas nuevas, independientemente de su valor potencial, como las de Jung, Adler y otros en generaciones posteriores estaban, o padecían [o querrá decir “parecían”] estar, asociadas con una dilusión o con un total abandono de los conceptos psicoanalíticos centrales (...)» (Wallerstein 1988: 5). En ese trabajo, se hace referencia a disposiciones dogmáticas y a algún pensador aventurado que podría haberse considerado como renegado, hereje, subversivo. Se alude a la necesidad de una mayor tolerancia frente a diversos puntos de vista teóricos dentro del cuerpo del psicoanálisis11. Si esto se plantea de este modo en lo teórico, nos preguntamos: ¿cómo se reacciona hoy frente a propuestas técnicas no tradicionales que se consideran de orientación analítica, como la psicoterapia breve a la que nos referimos? 11 Isaacs, citada por Wallerstein, dijo durante las controversias de 1943: «Escuchando el relato selectivo de las teorías de Freud que han ofrecido algunos participantes de esta discusión, y observando su disposición dogmática, no puedo más que preguntarme qué le hubiera pasado al desarrollo del pensamiento psicoanalítico si por alguna razón la obra de Freud no hubiese continuado más allá de 1913, antes de sus trabajos sobre narcisismo y duelo y melancolía; o más allá de 1919, antes de Más allá del principio del placer y de El yo y el ello. ¡Supongamos que algún otro pensador aventurado hubiese llegado a estas verdades profundas y hubiese osado afirmarlas! Temo que hubiese sido tratado como un renegado del estricto camino de la doctrina psicoanalítica, un hereje cuyos puntos de vista no eran compatibles con los de Freud y por lo tanto un subversivo del psicoanálisis» (Las cursivas me pertenecen) (Wallerstein 1988: 5). 24 Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas Olinda Serrano de Dreifuss | Diagnóstico con intervenciones terapéuticas Wallerstein continúa señalando que tenemos una relación peculiar con el fundador del psicoanálisis: «(...) Sus monumentales contribuciones siguen siendo los jalones con los cuales medir nuestros progresos (...) Para muchos de nosotros, Sigmund Freud sigue siendo nuestro objeto perdido, nuestro genio inalcanzable por el cual nunca hemos hecho un duelo adecuado, al menos no en la plenitud emocional que posibilita un acomodamiento intelectual. Knight en 1952 lo expuso así: “Quizás aún nos encontremos excesivamente bajo la sombra de ese gigante, Sigmund Freud, como para permitirnos considerar al psicoanálisis más como una ciencia de la mente que como la doctrina de un fundador” (...)» (Wallerstein1988: 4). Hugo Bleichmar12 plantea novedosas reflexiones respecto al psicoanálisis y la psicoterapia psicoanalítica. Él se refiere a una «represión del concepto de contraindicación en psicoanálisis», por efecto de la idealización de la intervención analítica. En toda terapéutica, también hay contraindicaciones y efectos secundarios —dice el autor— de tal manera que no podemos considerar que solo existe una forma de tratamiento. Además, este no debe ser monocorde, considerando tanto la diversidad de aproximaciones técnicas como el valor de la actitud, la búsqueda de la verdad afectiva y el vínculo terapéutico no solo facilitador, sino también proveedor. Braier13 en su obra Psicoterapia breve de orientación psicoanalítica dedica un capítulo a las dificultades del terapeuta para la formación, práctica e investigación en psicoterapias breves14. El autor se refiere, incluso, a la psicoterapia breve versus el psicoanálisis, a la idealización de este último, a la sensación de herejía ante las modificaciones técnicas, a las situaciones 12 Cfr. Bleichmar 1997: 211. 13 Cfr. Braier 1984: 283. 14 Tema en realidad ya presentado en 1972. Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas Capítulo 1. Psicoanálisis, psicoterapia y psicoterapia breve 25 persecutorias por el súper yo analítico, recordando también cómo «para muchos, la psicoterapia breve continúa siendo un pariente pobre del psicoanálisis» (Braier 1984: 145). Más aún, Braier considera que en psicoanálisis, el terapeuta obtiene gratificaciones de la relación con el paciente, quien por la neurosis transferencial se vincula de un modo simbiótico y regresivo. La privación de estas gratificaciones narcisísticas influye en ciertas actitudes resistenciales hacia la psicoterapia breve. En nuestro medio también se ha señalado la idealización del psicoanálisis. H. Engelbrecht, en un artículo de 1991, cuyo título ya es sugerente: «Freud: ¿nuestro tótem?», reflexiona acerca de nuestras relaciones inconscientes con la figura de Freud y señala: «Freud mismo escribe Tótem y Tabú justamente en la época de las grandes divisiones dentro del movimiento psicoanalítico, cuando él se sentía atacado por los que en el pasado sintiera como sus hijos (...) Freud para nosotros encarna el psicoanálisis y, por ello, parte de las resistencias y de los fenómenos de la transferencia —positiva y negativa— se pueden dirigir no solamente al analista didacta, sino también al gran padre Freud (...) Todos los sentimientos negativos, el lado negativo de nuestra ambivalencia, son proyectados hacia fuera: hacia los enemigos, los detractores del psicoanálisis; los disidentes, llámense adlerianos, jungianos, lacanianos, etc. (...) Frecuentemente escuchamos, como comentario despectivo, cuando se quiere discutir a alguien dentro o fuera de la propia institución psicoanalítica, que lo que él dice “no es análisis, no tiene nada que ver con el análisis”, y es como si dijera: “Nosotros sí cuidamos el nombre, las reglas, el recuerdo, la herencia de Freud, pero ustedes lo han matado”» (Engelbrecht 1991: 372-373). Finalmente, la autora invoca una cierta distancia crítica, hacer consciente las partes irracionales de nuestra identificación con Freud, que 26 Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas Olinda Serrano de Dreifuss | Diagnóstico con intervenciones terapéuticas nos proteja de caer en una glorificación acrítica15. Por otro lado, debemos tener presente el espíritu freudiano de infatigable investigador y permanente cuestionador de sus propias teorías, de modo que no permanezcamos tan inhibidos frente a nuestras inquietudes y posibilidades de exploración, a la vez rigurosa en su confrontación con la situación clínica. Morales y Paz Soldán se han referido claramente a la idealización del analista de la siguiente manera: «Quiero (o queremos) remarcar que una de las dificultades que se le presenta al psicoterapeuta en formación para procesar su identidad como tal, es la de la idealización del analista, de la técnica psicoanalítica o de su teoría» (Morales y Paz Soldán 1991: 240). Los dogmas psicoanalíticos y los prejuicios En la década de 1950 Alexander y French16 plantearon innovaciones técnicas interesantes que podemos resumir en los conceptos de experiencia emocional correctiva y flexibilidad. Estas innovaciones técnicas resultaron muy discutibles no porque carecieran de utilidad, sino porque pretendieron constituirse en una modalidad más avanzada o evolucionada en la historia de la técnica psicoanalítica. Sin embargo, el aporte en cuanto a la flexibilidad de los procedimientos técnicos en psicoterapia sí puede ser, hoy en día, no solo comprendido sino, incluso, imprescindible. Asimismo, estos autores señalan en la introducción a su Terapéutica psicoanalítica que iniciaron sus modificaciones a partir de cuestionar la validez de ciertas creencias tradicionales que ellos concibieron como dogmas psicoanalíticos, a saber: 15 Cfr. op. cit.: 373. 16 Alexander y French 1965. Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas Capítulo 1. Psicoanálisis, psicoterapia y psicoterapia breve 27 «1) que la profundidad de la terapia es necesariamente proporcional a la duración del tratamiento y a la frecuencia de las sesiones; 2) que los resultados después de “pocas sesiones” son necesariamente superficiales y temporarios (…); 3) que la prolongación de un análisis se justifica porque las resistencias serán finalmente superadas (...)» (Alexander y French 1965: 14). Wolberg señaló una serie de prejuicios que pueden interferir al terapeuta en procesos breves impidiéndole, por ejemplo, conformarse con objetivos reducidos, aceptar la intervención de diversos factores curativos, concebir la actividad como un interesarse por el paciente y también por sus problemas vitales inmediatos. Se requiere superar —dice el autor— los prejuicios de profundidad que supone concebir el trabajo exclusivamente con el pasado regresivo, inconsciente y transferencial aplicando un juicio de valor sobre lo superficial en desmedro del rescate de la interacción humana17. En Lima, en 1998, Paulina Kernberg respondía a nuestros interrogantes puntualizando que la duración de un tratamiento no es señal de su eficacia, como lo mostró Winnicott, pero se requiere —decía— experiencia para el ejercicio de las terapias abreviadas. En estas es de suma importancia la actitud y el cada minuto para intervenir por diferentes canales. Asimismo, hay que ver lo que el terapeuta puede transmitir y lo que el paciente puede recibir. También hay que considerar técnicas específicas para problemas específicos, desprejuiciando la aplicación de técnicas alternativas. Hacia una comprensión del temor y el prejuicio actual: una aproximación histórica Para intentar una comprensión elaborativa de los temores e inhibiciones que pueden dificultar nuestra valoración y disposición para formarnos y 17 «La revelación del inconsciente se integra en la gestalt terapéutica total, pero no la constituye» (Wolberg 1968: 137). 28 Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas Olinda Serrano de Dreifuss | Diagnóstico con intervenciones terapéuticas trabajar en procedimientos no tradicionales, como los de tiempo y objetivos limitados, como el que presentaremos, vamos a recordar algunos momentos y aspectos en la historia del psicoanálisis. Para Freud, el psicoanálisis era —también— un movimiento que requería fidelidad dedicada y disciplinada a diferencia de, o en resguardo de «los disidentes». Esto se señala en 1914 en «Historia del movimiento psicoanalítico», es decir, con posterioridad a los postulados de Adler en 191118 y de Jung en 191319. Los disidentes sufren una suerte de escarmiento en el sentido de darnos el mensaje de que se corre el riesgo de ser apartado o expulsado al distanciarse de cuestiones que se consideran fundamentales. En psicoanálisis, como sabemos, lo central incluye inconsciente, transferencia, represión o resistencia y sexualidad infantil. Enla década de 1920, Rank y Ferenczi muestran innovaciones cuestionables. Rank desarrolla la terapia activa siendo finalmente excluido de la IPA20. La figura de Ferenczi, revalorada en la actualidad como un pionero21, sigue siendo aún muy discutida, especialmente sobre la base de un insuficiente análisis personal, como él mismo lo señala en su obra Sin simpatía no hay curación. El Diario clínico de 193222. Freud, con ocasión de la muerte de 18 «El 1 de febrero de 1911, Adler volvió a la carga con una comunicación sobre la protesta masculina, cuestionando las nociones freudianas de represión y libido (...). De hecho, Adler estaba edificando una psicología del yo (...) sin inconsciente ni determinación por la sexualidad» (Roudinesco y Plon 1998: 25). 19 «Había un desacuerdo completo sobre la teoría de la libido» (Op. cit.: 581). 20 «Ese mismo año, junto con Ferenczi, Otto Rank (...) atacó la rigidez de las reglas psicoanalíticas y, dos años más tarde, en 1926, propuso una teoría llamada de “terapia activa”, preconizando curas cortas y limitadas de antemano en el tiempo, (...) consideraba preferible apelar a la voluntad consciente del analizante y aplicarla a su situación presente, a fin de agudizar su deseo de curarse (...)» (Op. cit.: 898). 21 «Ferenczi (...) desarrolla una técnica dedicada más específicamente a la terapéutica (...) [Freud y Ferenczi] (...) uno es un conquistador y el otro un sanador» (Weissmann 1997: 53). 22 «Mi análisis propio no pudo llegar hasta una profundidad suficiente porque mi analista (él mismo, confesadamente, una naturaleza narcisista), con su enérgica voluntad de salud y su antipatía por las debilidades y anormalidades, no pudo seguirme hasta esas profundidades e introdujo lo “pedagógico” demasiado pronto» (Ferenczi 1997 [1932]: 109). Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas Capítulo 1. Psicoanálisis, psicoterapia y psicoterapia breve 29 Ferenczi, reconoce —más allá de sus limitaciones— el mérito de sus esfuerzos y la vigencia de su actitud innovadora: «La necesidad de curar y asistir se había vuelto hiperpotente en él. Es probable que se propusiera metas inalcanzables con nuestros actuales medios terapéuticos. Desde fuentes afectivas inextinguibles le afluyó el convencimiento de que era posible conseguir mucho más con los enfermos si se les daba bastante del amor que habían añorado de niños. Quiso averiguar cómo podía lograrse esto en el marco de la situación psicoanalítica, y hasta no lograr éxito se mantuvo segregado, inseguro tal vez de coincidir con los amigos. Dondequiera que pudiese haberlo llevado ese camino, no pudo recorrerlo hasta el final (...) Es imposible creer que la historia de nuestra ciencia haya de olvidarlo» (Freud 1979 [1933]: 228). Nos preguntamos hasta qué punto estos momentos en la historia del movimiento psicoanalítico están presentes en la relación que Engelbrecht señalaba que tenemos con Freud y el psicoanálisis, dando así cuenta de las dificultades y resistencias frente a innovaciones técnicas aún en el presente. Sin embargo, no podemos desconocer, presos de una ansiedad persecutoria, aspectos esenciales de Freud, a saber, su espíritu investigador, su honestidad en el formular y reformular sus propias concepciones en una búsqueda infatigable por la verdad y la exploración psicoanalítica aplicada a diversos campos de lo humano. Asimismo, nos encontramos una vez más con que la necesidad del análisis personal resulta imprescindible, también respecto a la investigación y las innovaciones técnicas, así como una tarea de elaboración, clarificación y deslinde. 30 Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas Olinda Serrano de Dreifuss | Diagnóstico con intervenciones terapéuticas Trasgresión creativa En uno de los eventos del CPPL en 1995, Julio Aray nos habló de la trasgresión creativa23, concepto que nos parece motivador para ubicarnos en una actitud investigadora y cuestionadora respecto a nuestro quehacer terapéutico. El autor considera que la trasgresión creativa es necesaria para lograr un cambio trascendental en las disciplinas científicas, en la filosofía, en las artes y en el trabajo terapéutico. En este sentido, se hace referencia a un desorden revelador a diferencia del modelo de la conformidad que puede paralizarnos, inhibirnos y llevarnos a una sumisión que no es ni psicoanalítica ni terapéutica. Así, nos encontramos ante un dilema: atrevernos al «delito» (o «deleite», podríamos decir) de la creación o pensar conservadoramente; en otras palabras, ubicarnos entre la sumisión o la creatividad. Los distintos campos de demanda y aplicación de la psicoterapia y la diversidad de modelos que pueden surgir especialmente cuando no se cuenta con un tiempo abierto, nos desafían a transgredir creativamente. En palabras de Bergmann podríamos concebir al analista creativo como al modificador, cuando señala: «Los modificadores complican la tarea de la formación psicoanalítica, pero son también los que hacen que el psicoanálisis siga vivo (...) se postula que la ortodoxia psicoanalítica pudo haber sido necesaria históricamente hablando, pero que tuvo un coste muy alto. Ya no tiene finalidad práctica alguna» (Bergmann 1997[1995]: 49). Nuestro reto actual Hace unos años, nuestra ciudad fue sede de un megaevento internacional y multidisciplinario titulado «En el umbral del milenio», con una convocatoria y articulación desde el psicoanálisis. De esa ocasión, hemos recogido 23 Cfr. Aray 1998[1995]: 77 Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas Capítulo 1. Psicoanálisis, psicoterapia y psicoterapia breve 31 expresiones que describen una realidad presente y avizoran crecientes aperturas de intervención psicoterapéutica respecto a las situaciones que van surgiendo sin, por supuesto, abandonar las formas clásicas y tradicionales de tratamiento psicoanalítico, cuando este es necesario y posible, es decir, cuando está indicado. En esa ocasión, Morales señala: «Un detalle notable a la hora de intentar el trabajo en base a estrategias terapéuticas es la gran resistencia en los participantes. Las terapias breves tienen poca credibilidad. Tal vez la tendencia a retener al paciente por tiempo prolongado, fomentada por la formulación analítica clásica [idealizada en cuanto a su aplicabilidad, agregaríamos]24, eje de nuestra formación, así como por los procesos terapéuticos personales por los que pasamos todos los que nos hemos formado en esta disciplina, induzca a repetir el modelo en nuestra práctica terapéutica» (Morales 1998: 293). Susana Lustig de Ferrer comentaba que no alcanzan los terapeutas que puedan mitigar las alteraciones que diversas situaciones (droga, sida, violencia, enfermedad mental) producen. Más aún, se ha cuestionado el hecho de llenar las horas de consultorio solamente con pocos pacientes de alta frecuencia. Autores como Leo Rangell transmitieron una concepción amplia del psicoanálisis, entendido como un modo de pensar la conducta humana en todos sus aspectos y como una posibilidad de ayuda para una mejor calidad de vida. Es decir, se trata de pensarlo no solo como un tratamiento, sino también como un modo de comprensión, que conlleve una serie de estrategias e intervenciones en el campo de la prevención, sin culpa, en la medida en que cada vez tenemos una mayor responsabilidad para entender y aportar en los diferentes aspectos de lo humano. 24 Los corchetes me pertenecen. 32 Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas Olinda Serrano de Dreifuss | Diagnóstico con intervenciones terapéuticas En tal sentido, —decía el expresidente de la International Psychoanalytic Association (IPA)—, no hay una muerte del psicoanálisis, todo lo contrario —y por qué no decirlo—, no hay en realidad una falta de trabajo en los profesionales que con tanta dedicación se forman en el psicoanálisis, pero no solo para ejercerlo como forma de tratamiento clásico. Más aún, no se trata de llenar nuestras horas de trabajo solamente en el campoclínico con los pacientes, su estudio y supervisión. Requerimos nosotros, nuestros pacientes, nuestra comunidad y el psicoanálisis mismo que también atendamos a la comunidad, a nuestro entorno. Permitiéndonos una referencia más, quisiéramos comentar el impacto que, desde el título, nos produjo el artículo ya citado de Jiménez: «El psicoanálisis en la construcción de una psicoterapia como tecnología apropiada», especialmente aquello de «tecnología» aplicada a la psicoterapia25. Este es un artículo que nos parece crucial o revolucionario, si se quiere, en tanto que ofrece reflexiones a partir de datos muy significativos, como el siguiente: «el 99 % (¿podemos hablar de porcentajes sin sentirnos fuera de lo psicoanalítico?) de los pacientes que se someten a un tratamiento de corte psicoanalítico está menos de cincuenta sesiones en terapia, es decir, menos de un año» (Jiménez 1995: 24). Por otro lado, debemos ver cómo obtener los mayores resultados a partir de los recursos disponibles, tanto desde el paciente como desde el terapeuta. Finalmente, se trata de ejercer nuestra identidad de psicoterapeutas psicoanalíticos cabalmente, sin sentirnos indignos o confusos al responder a los requerimientos que, hoy por hoy, nos demandan las solicitudes de sectores sociales que buscan tratamiento, que pudiera ser breve y focal. 25 En la introducción se señala que: «Por “tecnología apropiada” se entiende “aquella que busque primordialmente atender a las necesidades de quienes viven y sufren en una cultura y un momento diferentes (...) (es un) aporte tan lúcido como comprometido con las coordenadas en que se inscribe (el autor) como trabajador de la salud mental» (Defey, Elizalde y Rivera 1995: 11). Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas Capítulo 1. Psicoanálisis, psicoterapia y psicoterapia breve 33 Nuestra autoestima profesional requiere tolerarlo para poder crecer y desarrollarnos. Asimismo, respondamos a nuestros llamados internos de estudio, exploración y teorización sin culpa por transgredir, más bien llamados a la búsqueda y la investigación. Nos enfrentamos a diversos cuestionamientos, si nos lo permitimos: ¿cómo combinar la creatividad y la tecnología, la singularidad del vínculo intersubjetivo y los diseños planteados para atender a un mayor número de pacientes? Más aún, ¿qué implicancias tiene, no solo en el sentido técnico o epistemológico del psicoanálisis y de la psicoterapia psicoanalítica, atender o no atender a los cuestionamientos y con ellos a los pacientes de ámbitos socioculturales cada vez más amplios en sus características y en sus modalidades diversas de sufrimiento? Que estas interrogantes nos animen a continuar. 34 Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas Capítulo 2. ¿Psicoterapia de apoyo o psicoterapia expresiva? Buscando definirnos En un momento inicial, nos preguntábamos si el diseño que vamos a presentar podía ser concebido como una psicoterapia breve. Incluso, de origen lo llamábamos «Diagnóstico con intervenciones terapéuticas»26, lo que describía en concreto cómo había surgido esta propuesta, vale decir, como una evaluación que consistía en entrevistas iniciales de historia clínica y pruebas psicológicas, tarea que usualmente puede desempeñar un interno de psicología. Estas entrevistas iniciales están destinadas a establecer un estudio de personalidad, que busca elucidar la condición psicopatológica del paciente, a partir de la cual formular las indicaciones terapéuticas pertinentes y factibles de llevarse a cabo. Usualmente, se elabora un informe psicológico, previamente supervisado; y si se da una psicoterapia, esta se inicia posteriormente como un proceso diferente, conducido por quien evaluó o por otro profesional, usualmente un terapeuta debidamente formado y calificado. Lo curioso fue encontrar en esa experiencia27 que los pacientes eran evaluados en procesos en los que se agregaban comentarios sobre la historia narrada en relación con los síntomas principales y con el vínculo transferencial en una situación en la cual era muy difícil no intervenir. Efectivamente, se 26 Serrano de Dreifuss 1983. 27 Internado de psicología en el Hospital Obrero de Lima en l979. Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas Capítulo 2. ¿Psicoterapia de apoyo o psicoterapia expresiva? 35 trataba de intervenciones que por la evolución que mostraba el paciente resultaban terapéuticas. Así lo consideraba no solo el paciente mismo, sino también el supervisor, un psiquiatra de formación psicoanalítica. Posteriormente, se optó por realizar una investigación respecto a esta forma de atender al paciente. Entonces nos preguntábamos si se trataba de una evaluación o de un proceso terapéutico. Agregaremos que la condición de joven terapeuta en formación, es decir, iniciándose en la asimilación de premisas psicoanalíticas, habrá tenido una presencia fundamental. A esto nos referimos cuando señalamos que hay que considerar no solo las limitaciones, sino también los recursos que el paciente y el terapeuta pueden aportar, si no nos perseguimos demasiado, reformulando la connotación inhibitoria del furor curandis. A su vez, nos interesaba ubicar esta forma de trabajar con el paciente, naturalmente, en el marco psicoanalítico. En este momento nos es claro, por nuestros objetivos y los logros obtenidos expresados por los pacientes y los terapeutas, que la forma de trabajo que vamos a presentar es una modalidad de psicoterapia breve, más aún de naturaleza analítica, dado que: • Partimos de considerar la existencia del inconsciente (desde el motivo de consulta en su nivel latente) y de una primera concepción freudiana de la terapia como un hacer consciente lo inconsciente, es decir, que la revelación o el acceso, técnicamente cuidadoso, de aspectos y porciones de trozos inconscientes de la experiencia y de aspectos del sujeto mismo, han de ser terapéuticos. • El vínculo que se establece entre paciente y terapeuta recibe una lectura en términos de transferencia-contratransferencia, aun cuando no sea señalada e interpretada a la manera de un proceso de tiempo y objetivos abiertos. • Entendemos que la aproximación a los niveles preconscientes e inconscientes del material del paciente, así como los aspectos frustrantes 36 Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas Olinda Serrano de Dreifuss | Diagnóstico con intervenciones terapéuticas del vínculo terapéutico, suscitan resistencias en el paciente, aun con sus especificaciones y manejo técnico propios de los procesos breves y focales. La alianza terapéutica adquiere especial relevancia. • Nos asistimos de un cuerpo de conocimientos y constructos propios de la teoría psicoanalítica (por ejemplo, defensa, conflicto, pulsión, desplazamiento, condensación, complejo de Edipo, compulsión a la repetición) a partir de los cuales esbozar no solo una comprensión psicopatológica, desde la cual intervenir terapéuticamente, sino una concepción de lo humano e interpersonal. La atención libre y flotante, la neurosis de transferencia y la regresión, y la interpretación transferencial como herramienta principal son conceptos centrales en el psicoanálisis como modo de tratamiento, pero no son elementos centrales en los abordajes breves y focales. Más bien, quisiéramos ubicarnos en lo psicoanalítico, naturalmente más allá de actitudes prejuiciosas, a las que nos hemos referido con cierto detalle en el capítulo anterior. Luego de situarnos como una forma de psicoterapia breve de orientación psicoanalítica, en términos de pertenencia y compromiso, podríamos preguntarnos si el diseño de psicoterapia breve que vamos a presentar corresponde a una psicoterapia de apoyo o a una psicoterapia expresiva. Esto sería importante respecto a los pacientes y los terapeutas. Efectivamente, nos interesará saber quiénes se pueden beneficiar con esta alternativa de tratamiento y, a su vez, quiénes pueden ejercer este procedimiento clínico y en qué condiciones se puedenesperar ciertos logros. Pero además de estas cuestiones prácticas nos interesa definir y ubicar esta propuesta técnica, más aún al tratarse de un diseño original. Naturalmente, tendríamos que preguntarnos si sería posible plantear nuestra propuesta como una psicoterapia expresiva, dadas las limitaciones temporales y focales de nuestro diseño. A su vez, nos preguntaremos: ¿qué distingue a una y otra forma de terapia, expresiva y de apoyo? Vamos a definirlas sucintamente y acercarnos a uno de los criterios de diferenciación que es el insight. Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas Capítulo 2. ¿Psicoterapia de apoyo o psicoterapia expresiva? 37 Definir si una terapia es expresiva o de apoyo puede ser tan relevante y trascendente como considerar que sea o no psicoanalítica, puesto que esta distinción tiene que ver con la naturaleza de los procesos terapéuticos en términos de: • su definición y características, • los criterios de indicación: ¿para qué pacientes se plantea o quiénes se pueden beneficiar de ella? ¿Qué objetivos y qué logros pueden esperar paciente y terapeuta? • respecto al terapeuta: ¿quién la puede ejercer o llevar a cabo? ¿Qué formación requiere? ¿Con qué herramientas (por ejemplo, atención libre y flotante o focalización, sugestión o interpretación) trabaja el terapeuta en esta forma de terapia? ¿Cómo entiende y labora aspectos como resistencia, transferencia y contratransferencia, regresión, etcétera? • los procedimientos técnicos: ¿se ubican en una condición determinada, diríamos ortodoxa, o podemos contar con licencias de creatividad y originalidad? ¿Qué estatus clínico o teórico tiene tal o cual proceso? Tal vez una distinción fundamental y útil para muchos colegas parte de ubicar si el terapeuta, además de una actitud esencialmente analítica, busca explorar y trabajar las resistencias del paciente respecto a un despliegue de expresividad sobre la base de transferencias y regresiones que le permiten analizarse o si lo que busca es aliviar al paciente de su sufrimiento y síntomas, sacarlo de la confusión y ayudarlo a resolver dificultades específicas, inmanejables al momento de acudir a consulta. Muchos de nosotros recordamos a un supervisor que, luego de presentar el caso, nos preguntaba invariablemente: «¿qué quieres hacer con este paciente?». La primera elaboración que como grupo preparó la Asociación de Psicoterapia Psicoanalítica (AdPP)28 se refería a un continuo psicoterapéutico 28 Cfr. Gold y otros 1994: 11. 38 Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas Olinda Serrano de Dreifuss | Diagnóstico con intervenciones terapéuticas al interior del cual podían ubicarse matices y graduaciones, desde la psicoterapia psicoanalítica más cercana al psicoanálisis clásico como forma de tratamiento hasta psicoterapias de tipo apoyo. Al respecto, el cuadro comparativo que ofrece Fiorini29 de psicoanálisis, esclarecimiento y apoyo nos ha servido frecuentemente a muchos de nosotros de ayuda y orientación. Wallerstein ya en 1972 se refería al contexto histórico del problema moderno, de validez actual, al tratar de ubicar estas formas de tratamiento. Volviendo a nuestra necesidad de ubicación y definición, encontramos que a partir de considerar al insight, como una experiencia fundamental para la cura, desearíamos estar ubicados, desde las distinciones más tradicionales, en la psicoterapia expresiva. Sin embargo, cabe preguntarse si en la psicoterapia de apoyo el insight estará excluido y, análogamente, si podría hablarse de otros modos «austeros» de concebir la cura, en términos de Eissler30, en el sentido de trabajar solo con el insight. El trabajo o la labor en busca del insight o por la vía del insight se considera, en ocasiones implícitamente, como sinónimo de trabajo psicoanalítico clásico; psicoanálisis clásico solamente, diría Fiorini31. En general, para diversos autores, la búsqueda del insight o el proceso terapéutico basado en el insight marca una frontera entre terapias expresivas y terapias de apoyo. Pensamos con Bleichmar32 y con Wallerstein33 que esta polarización entre terapias expresivas y terapias de apoyo no da cuenta ni del modo de funcionamiento de los procesos terapéuticos psicoanalíticos ni de las posibilidades de aproximación a las demandas que se plantean ni a los recursos que los terapeutas, incluso los más jóvenes, pueden implementar en un momento determinado. Las distinciones son útiles, descriptiva y 29 Cfr. Fiorini 1993: 60-61. 30 Cfr. Wallerstein y DeWitt 1997: 122. 31 Cfr. Fiorini 1993: 98. 32 Bleichmar 1997. 33 Wallerstein 1997. Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas Capítulo 2. ¿Psicoterapia de apoyo o psicoterapia expresiva? 39 didácticamente hasta cierto punto, sin embargo, lo que el paciente puede requerir y lo que el terapeuta puede ofrecer, tal vez no va a polarizarse entre psicoterapia expresiva y psicoterapia de apoyo de un modo tan diferenciado, como si ambas formas no tuviesen que «contaminarse». Más aún, las investigaciones de Wallerstein34, de singular trascendencia, apuntan en una dirección más integrativa, menos prejuiciosa y más realista, respecto a lo que sucede y a lo que puede suceder entre paciente y terapeuta. En nuestra propuesta de psicoterapia breve a partir de la historia, también buscamos insights, en el sentido de que el paciente se aproxime y acceda a niveles de comprensión tolerante de aspectos de sí mismo, básicamente en el sentido de entender qué lo lleva a estar de esta manera con tal queja o síntoma o demanda en este momento de su vida. Igualmente, se busca el insight en términos de recursos —pues toda crisis es también una oportunidad— no solo para que lo entienda el terapeuta, sino el paciente mismo. A partir del insight, entendido como objetivo y a la vez herramienta de trabajo, aparece una inquietud paralela: ¿es posible hablar de insights en esos encuentros intensos, efectivos, pero muy breves, presentados por algunos colegas de nuestro medio?35. Y respecto a nuestros breves procesos terapéuticos de 10 o 12 sesiones en unos tres meses de trabajo, ¿podemos considerar o sostener que buscamos y logramos insights? Y si así fuera, de qué tipo de insights estamos hablando. Ampliaremos estos cuestionamientos en el capítulo de discusión, asistiéndonos del material clínico presentado. No nos estamos refiriendo tan solo al insight intelectual o al falso o pseudoinsight o insight descriptivo, sino al insight como lo que es: «obtenido a través de la experiencia directa con aquello que llega a ser conocido» (Coderch 1995: 387) es decir, el insight ostensivo o emocional, habida cuenta que lo afectivo en nuestros breves procesos con los pacientes siempre nos 34 Wallerstein 1989. 35 Cfr. Cottle y Serrano de Dreifuss 1999. 40 Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas Olinda Serrano de Dreifuss | Diagnóstico con intervenciones terapéuticas ha parecido fundamental. Es lo que Bleichmar llama verdad afectiva36. En este sentido, el tema del insight aparece como un eje integrador de una concepción de totalidad, puesto que se lo considera en función de un estado de la personalidad o del funcionamiento del yo37. Asimismo, respecto a la labor del terapeuta y a la relación terapéutica, el insight es un concepto organizador que otorga una referencia condensada de lo que se busca y sucede en el vínculo terapéutico, siempre que se incluya el aspecto afectivo, cálido y reparador, de tal manera que pueda operar como un auténtico agente de alguna dimensión de cambio psíquico. A continuación, vamos a presentar una extensa referencia con una postura, por demás novedosa, que nos permite redefinir el concepto de apoyo con invalorable apertura que ilustra cómo los conceptos pueden ser repensados y mejor ubicados y utilizados en beneficio de los procesos, los pacientes y los terapeutas: «La controversia entre el valor relativo del insight y de la experiencia emocional es casi tan antigua como el psicoanálisis. Pensamosque se trata de dos dimensiones inseparables de la técnica. De acuerdo con Luborsky (1984), el concepto de apoyo se refiere a aquellos aspectos del tratamiento y de la relación con el terapeuta que el paciente los vivencia como de ayuda para él. De acuerdo con esta definición, el apoyo es una dimensión inseparable de la actividad interpretativa. Si es el paciente quien define lo que es el apoyo, entonces este puede estar dado por muchas cosas: por la estructura del tratamiento, por la sensación de trabajo en común, por las transferencias positivas no chocantes o, incluso, por una buena interpretación que produzca en el paciente la sensación de haber sido comprendido. De este modo, el apoyo existe en cualquier forma de psicoterapia, también en el 36 Cfr. Bleichmar 1997: 195. 37 Bleichmar 1997. Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas Capítulo 2. ¿Psicoterapia de apoyo o psicoterapia expresiva? 41 psicoanálisis y no es más que otra expresión de la importancia del vínculo interpersonal como factor curativo genérico o inespecífico. La revalorización del apoyo en el psicoanálisis contemporáneo no ha venido solo desde la clínica, por ejemplo, el ambiente facilitador de Winnicott o el reconocimiento empático de Kohut, sino también la investigación empírica. Los resultados del proyecto Menninger (1986), de investigación en psicoanálisis y psicoterapia, obligan a asignarle al apoyo un valor mucho mayor que el que le atribuye la teoría psicoanalítica clásica de la curación» (Jiménez 1995: 31). El insight también se relaciona desde sus orígenes con la conciencia de enfermedad y es interesante observar cómo desde un inicio hemos buscado en nuestro diseño la posibilidad de que el paciente «adquiera» o «acceda» a una conciencia de «enfermedad psicológica», considerando este acceso como un criterio, entre otros, de mejoría o de logro terapéutico. Esto fue así, en tanto nuestros primeros pacientes fueron atendidos en el Departamento de Psiquiatría de un hospital general, luego de haber sido derivados de otros consultorios en los que se descartaba un origen orgánico de sus síntomas. Tomar conciencia de la naturaleza psicológica de la queja suele traer de la mano la toma de conciencia de que, entonces, las causas de estas dificultades han de remontarse al plano emocional —y aquí nos acercamos a lo histórico de cada paciente— en un tratamiento que, a su vez, sea también de naturaleza psicológica. Coincidimos con la conceptualización de Etchegoyen38 respecto al insight al plantearlo como un nuevo conocimiento, en tanto hace consciente lo inconsciente; así lo hemos entendido y propuesto desde un inicio, respecto a acceder a los aspectos latentes del motivo de consulta, como un objetivo a alcanzar. Entonces, nos preguntamos si podemos buscar insights al hacer la historia con el paciente, su historia, en un corto periodo de aproximadamente 38 Etchegoyen 1986. 42 Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas Olinda Serrano de Dreifuss | Diagnóstico con intervenciones terapéuticas tres meses a razón de una sesión por semana, si «entendemos por insight un tipo especial de conocimiento, nuevo, claro y distinto, que ilumina de pronto la conciencia y se refiere siempre a la persona misma que lo experimenta» (Etchegoyen 1986: 618). Las orientaciones y respuestas a estos interrogantes hemos de buscarlas en la clínica misma, en el registro que paciente y terapeuta puedan proporcionar y no solo de un modo consciente, también agregamos una prueba psicológica proyectiva como el Test de la Figura Humana, como complemento a nuestro estudio e investigación. En otras palabras, el diseño de «Diagnóstico con intervenciones terapéuticas. psicoterapia breve a partir de la historia» puede ser entendido como una psicoterapia de apoyo, en el sentido tradicional, y no como una psicoterapia expresiva, en tanto que los parámetros de trabajo son específicos y destinados a un alivio sintomático en el corto tiempo disponible (intervenciones terapéuticas diversas, consideración de la realidad externa, implementación de recursos yoicos). Sin embargo, de acuerdo a la concepción de Luborsky39, se relativiza el sentido de definir el diseño en términos de una psicoterapia de apoyo, ya que hasta el psicoanálisis mismo puede serlo, en tanto sus herramientas (como la interpretación transferencial) están destinadas a otorgar al paciente lo que él requiere, terapéuticamente, en un momento dado. Pensamos que en el breve tiempo que ofrecen las diez sesiones con una frecuencia semanal, lo que se le brinda al paciente es un acercamiento a ubicar el momento presente crítico en el marco mayor del relato de su vida, que se realiza en el vínculo con un interlocutor terapéutico, buscando una comprensión afectiva y racional que alivie y reestructure. Cuando podemos acercarnos a este objetivo, terapéutico-analítico, aunque breve y focal, entonces pensamos que buscamos insight y que el proceso, en ese sentido, se acerca a la modalidad expresiva según las distinciones tradicionales. 39 Luborsky 1984, citado por Jiménez 1995: 31. Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas 43 Capítulo 3. El vínculo y la labor terapéutica: empatía, posición emocional y búsqueda de insight La importancia del vínculo emocional aparece a la par de la búsqueda de insight: esta es nuestra premisa fundamental. Este vínculo emocional, cargado de subjetividad, más bien, constituye un encuentro intersubjetivo, en sí valioso y significante. Cada pareja terapéutica es singular, más allá de modelos y propuestas, y eso hay que tenerlo muy presente por encima de condiciones y de preceptos técnicos relativos al método analítico que no deben, sin embargo, aplicarse con rigidez argumentando ortodoxia, en realidad alejada del espíritu psicoanalítico. Esto se extiende también a procesos breves y focales que presentan diversos y sugerentes diseños. El vínculo terapéutico, desde la mirada psicoanalítica, es definido en toda su riqueza por el concepto de campo40 en tanto espacio de mutua interacción con características singulares y no solo como conjunción de dos subjetividades. Más aún, en este campo se estructura una fantasía inconsciente compartida y creativa. Así, «el terapeuta participa activamente desde su historia personal e inconsciente» (Ramos 1999: 37). El concepto de campo se relaciona con el de la pantalla de la sesión psicoanalítica41 en la que se produce una «comunicación directa 40 Cfr. Baranger y Baranger 1993: 129 41 Cfr. Abuchaem 1985: 29. 44 Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas Olinda Serrano de Dreifuss | Diagnóstico con intervenciones terapéuticas de inconsciente a inconsciente», en tanto se trata de identificaciones contratransferenciales y transferenciales por vía extraverbal, que se rigen por las leyes del inconsciente —desconocidas por los protagonistas— y en un clima intensamente afectivo. Esto conforma un segundo plano en la sesión. El primero corresponde a las comunicaciones por vía indirecta, a través de los sistemas preconsciente y consciente, vinculados a lo verbal. Esta interesante formulación, incluso graficada por el autor, se plantea para acercarnos a la sesión psicoanalítica. Sin embargo, no es privativa de ella, pues los procesos breves y focales, e incluso los encuentros terapéuticos fugaces, también están cargados de este nivel primario de comunicación, como lo ilustran los casos que más adelante presentamos. Volviendo al campo —o a la pantalla— de la situación terapéutica, podemos ubicar una serie de elementos o ingredientes que lo constituyen. La empatía, entendida como la capacidad de ponerse en el lugar del otro, es fundamental. En este sentido, ya Ferenczi [1932] lo señalaba: «La ventaja de la empatía es un profundo poder-penetrar en las sensaciones de otro (...)» (Ferenczi 1997: 108). Así, empatía e intersubjetividad aparecen estrechamente conectadas, otorgando calidez y afectividad al vínculo terapéutico. La concepción de Bleichmar42
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