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Actos de imagen como testimonio y juicio* de Horst Bredekamp La obstinación de las imágenes La memoria de los tiempos de la Segunda Guerra mundial está moldeada en gran medida por monumentos, pinturas, fotografías, carteles, emblemas, insignias, estampillas, postales, películas y series de televisión. Los álbumes de imágenes existentes han reunido este vasto material con una profusión nunca antes vista. Lo que indica que para la reorientación de los vencedores y los vencidos, victimarios y víctimas han cooperado imágenes documentales pero también versiones distorsionadas y obras de arte independientes. A pesar de que una y otra vez imágenes singulares se hayan constituido como signos distintivos, se tiene la impresión de un inmenso relato imaginero que se encuentra en continuo movimiento. La reconstrucción de este proceso se enfrenta con el fenómeno de que las imágenes, en comparación con otras fuentes históricas, tiene un estatuto peculiar. Una de las razones radica en el enigma de la percepción, por el cual las imágenes aunque aparenten ser sólo de índole ilustrativa son tomadas instintivamente como “verdaderas“, porque en mayor medida que cualquier otro testimonio, transmiten la impresión de poder participar ulteriormente en el acontecimiento que en ellas se presenta. En particular la película es capaz de introducir al espectador en su espacio y secuencialidad propios y por lo tanto de superar la temporalidad de lo presentado, pero también los monumentos y las imágenes singulares de todo tipo disponen de este efecto de activación. Es así que una de las fotografías más reproducidas de la invasión alemana a Checoslovaquia en marzo de 1939 muestra a dos soldados sentados en su coche ante la población que está a los lados de la calle retenida por las fuerzas del orden (imagen 1: D20)1. La contraposición entre el hieratismo de los invasores y los policías y la excitación de la población obliga al espectador a entrar, por así decirlo, en el trágico entrelazado de las condiciones de la capitulación, de la invasión y de una resistencia desesperadamente impotente. La suposición de que las imágenes tienen que ser “verdaderas” en el sentido de un documento auténtico, está unida a este mensaje activador, que responde a la necesidad de encontrarse, con ayuda de las imágenes, con una persona o ser parte de una acción. En tanto las imágenes son consideradas como agentes vivos, generadores de hechos, estos principios son también efectivos en el campo político2. Esta es la razón por la cual es difícil distinguir tajantemente entre historia e * Este trabajo es el prólogo de Flacke, Monika (ed.), Mythen der Nationen. 1945.- Arena der Erinnerungen, volumen I, Berlín, Deutsches Historisches Museum, 2004, pp. 29-66. Bredekamp utiliza la noción “acto de imagen” homóloga a la de “acto de habla” que abre posibilidades de trabajo en el campo de las imágenes porque implica el trabajar sobre lo que se da - las intervenciones de quienes hacen uso de la lengua o de las imágenes- y no sobre el deber ser que la estructura –la lengua o los catálogos iconográficos- prescriben, en una aproximación austiniano-searliana. 1 .- Hoffmann, Derlef: Vom Kriegserlebnis zur Mythe, en el presente volumen. 2 .- La muestra de fotos y diagramas del Ministerio de Defensa alemán que hacía derivar la intervención militar en Yugoeslavia de una serie de fotos, en sí muy problemáticas, fue un ejemplo tan impresionante de de la pretensión inquebrantable de verdad de las imágenes, como la memorable exposición de imágenes multimedia de la Secretaria de Estado norteamericanam de la cual salió la justificación pública de la guerra de Irak ante la ONU. Cfr. “Krieg in Aufsicht - funktioniert das? Die Rolle der Bilder für politische Entscheidungen. Nikolaus Brender im Gespräch mit Rudolf Scharping“, Peter Christian Hall (ed.), Krieg mit Bildern. Wie historia de las imágenes. Las imágenes están en el mundo de los acontecimientos en una relación que es a la vez de reacción y de formación. No sólo repiten la historia pasivamente sino que son capaces, como cualquier otro acto u orden de actuar, de acuñarla: como acto de imagen, crea hechos, mientras instaura imágenes en el mundo. Prescindiendo del motivo del tren que se discutirá al final, las siguientes observaciones son válidas por lo tanto para todas las posibilidades específicas de las imágenes que se han acuñado en los distintos géneros de imágenes y tipos formales propios de monumentos, películas y series de televisión además de la fotografía. Imagen 1 :D 20.- Protesta impotente de la población de Praga ante la invasión alemana, marzo de 1939. Fragen an die deutsche Geschichte. Ideen, Kräfte, Entscheidungen von 1800 bis zur Gegenwart, Deutscher Bundestag (ed.], 4ª ed. aumentada, Bonn 1979. Encontrada en la red: http://mundosgm.com/discusion-general/antes-y-ahora/60/ Monumentos Destrucción de las imágenes La premisa de una nueva política de los monumentos fue creada por la destrucción de las imágenes que se refieren a los símbolos de los nazis y a sus aliados que formó parte de la iconoclasia incluso durante el dominio del nacionalsocialismo, como pasó en Hungría, donde la voladura del monumento del primer ministro Gyula Gömbös, aliado de Hitler, el 6 de octubre de 1944 fue un faro de la resistencia3. El trato para con los signos del fascismo y con las imágenes del culto a la Fernsehen Wirklichkeit konstruiert, Mainzer Tage der fernseh-kritik, volumen 33, Mainz, 2001, pp. 267 ss. y Schweitzer, Stefan/Vorholt, Hanna: “Der “Guernica Cover-Up" vom Februar 2003. Verhüllungen und Ent- hüllungen im zeitgenössischen Bildgebrauch“, Historische Anthropologie, (2003), nº 3 (en prensa). 3 .- Kovács, Éva/Seewann, Gerhard, “Der Kampf um das Gedächtnis“, en el presente tomo. personalidad no fue uniforme después de la rendición, así en Italia permanecieron monumentos como el Foro de Mussolini , en el estadio Olímpico4, mientras en Alemania todos los signos del nacionalsocialismo y particularmente los retratos de Hitler fueron destruidos. Uno de los puntos culminantes fue la voladura de la cruz esvástica dorada de la tribuna principal del Zeppelinfeld de Nüremberg después de un desfile triunfal de los norteamericanos en al año 19455. En el área de influencia soviética se añaden ataques a monumentos, como la del monumento de Tomas Garrigue Masaryk, el primer presidente de la Checoeslovaquia creada en 1918, que pudieran nutrir esperanzas anticomunistas6. En esta tabula rasa se erigieron los nuevos monumentos. Variabilidad de las formas Los monumentos, que llegan a las decenas de miles, que fueron erigidos desde 1945 para los vencedores y las víctimas entre los partisanos, para los civiles, judíos y otros pueblos perseguidos por su condición étnica, pero también para los soldados caídos, se mueven entre esos dos polos. Representan una diversidad poco sistematizable y son, como ya una primera vista puede indicar, difíciles de clasificar en etapas históricas porque la competencia de sistemas de los bloques políticos hasta el año 1989 complicó la cronología estilística. El origen de la práctica de edificar monumentos conmemorativos se sitúa en el campo de concentración de Stukenbrok, donde los reclusos liberados en abril de 1945 erigieron un obelisco en memoria de los muertos7. También en Buchenwald, al mes siguiente, se erigió un obelisco con las tablas de las barracas del campo de concentración hecho por los antiguos detenidos8. En su forma despojada retomaron la tradición de los monumentos casi abstractos como el monumento creado enBerlín para Karl Liebknecht y Rosa Luxemburgo por Mies van der Rohe9. Pero ya en agosto de 1945 el monumento a la liberación de la plaza Schwarzenberg de Viena, cuya inauguración fue pintada por Johan Laurer (imagen 2: A1), proporcionaba el modelo de la iconografía victoriosa que argumentaba en pro de la estatuaria y también el monumento al levantamiento del Gueto de Varsovia de Nathan Rapoport , inaugurado en abril de 1938, exponía la lucha y la expulsión en el páthos de la figuración de una manera paradigmática (imagen 3:PL 20)10. 4 .- Verspohl, Franz-Joachim, Stadionbauten von der Antike bis zur Gegenwart. Regie und Selbsterfahrung der Massen, Gießen, 1976, pp. 220 y ss. 5 .- Reichel, Peter: Politik mit der Erinnerung. Gedächtnisorte im Streit um die nationalsozialistische Vergangenheit, Frankfurt (a. M.) 1999, p. 39. En la magnífica serie de televisión “Histoire parallele“, producida por Arte a comienzo de los años ´90, se incluye una toma fílmica de este acto en los títulos. 6 .- Iggers, Wilma, “Das verlorene Paradies“, en el presente volumen. 7 .- Reichel (1999), pp. 81 y s. 8 .- Young, James E,. Nach-Bilder des Holocaust in zeitgenössischer Kunst und Architektur, Hamburgo 2002, p. 124. 9 .- Riley, Terence/Bergdoll, Barry (eds.): Mies in Berlin. Ludwig Mies van der Rohe. Die Berliner Jahre 1907- 1938, catálogo de la exposición, Münich/Berlín/ Londres/New York , 2001, p. 218. 10 .- Rapoport, Nathan, “Zur Entstehungsgeschichte des Warschauer Ghetto- Denkmals“, Young, James E. (ed.): Mahnmale des Holocaust. Motive, Rituale und Stätten des Gedenkens, Münich/New York 1993, pp. 79 y ss. Imagen 2: A 1.- Johann Laurer, Desfile en la plaza Schwarzenberg con motivo de la erección del monumento ruso, 1945. http://www.zeller.de/en/katalog/auction-104-april-10/auktionsartikel/johann-laurer-1892-wien- 1949-stellte-ua-in-wien-aus-war-mitglied-der-wiener-secession-1/ http://www.zeller.de/en/katalog/auction-104-april-10/auktionsartikel/johann-laurer-1892-wien-1949-stellte-ua-in-wien-aus-war-mitglied-der-wiener-secession-1/ http://www.zeller.de/en/katalog/auction-104-april-10/auktionsartikel/johann-laurer-1892-wien-1949-stellte-ua-in-wien-aus-war-mitglied-der-wiener-secession-1/ Imagen 3: PL 20, Nathan Rapoport, Monumento al Levantamiento del Gueto de Varsovia. 1948. http://www.cacheirofrias.com.ar/mis_visitas_a_los_campos_de_concentracion_y_memorial_de_hol ocausto_3.htm El “Mémorial de la France combattante“ , erigido en 1958 en Fort Mont Valérien, que se difundió como emblema de Francia como estampilla (imagen 4: F9) pertenece a este grupo de monumentos conmemorativos que, como la enorme torre de Kiel en honor de los marinos de los submarinos de la primera guerra mundial11 amplían un motivo figurativo hasta la abstracción estereotipada. 11 .- Mittig, Hans-Ernst: “Das deutsche Marine-Ehrenmal in Laboe“, Plagemann, Volker (ed.), Übersee. Seefahrt und Seemacht im deutschen Kaiserreich, Münich, 1988, pp. 377 y ss. Imagen 4: F 9, Albert Decaris, Mémorial de la France combattante, Mont-Valérien, monumento a la Francia combatiente, 1962. http://www.wikitimbres.fr/timbres/2201/memorial-de-la-france-combattante-mont-valerien En Fort Mont Valérien es la cruz de Lorena ampliada hasta ser una torre la que recuerda el movimiento de resistencia dirigido por el general Charles de Gaulle. Nuevamente diez años después Wiktor Tolkins y Janusz Dembeks desarrollaron en el monumento de Majdanek (1969), mediante un enorme bloque de piedra irregular que descansa en dos delgados soportes, una sombría amenaza en relieve. Una forma geométrica de cautelosa abstracción ofrecía Igael Tumarkin que recordaba una estrella de David en el “Monumento a la Shoah y la resurrección” de Tel Aviv de principios de los años `70 (imagen 5:IL 1). Por la misma época, sobre todo en Alemania Federal se concibieron contra- monumentos como el de Jochen Gerz, “Exit/Dachau” (1972), que intentaron llevar al absurdo al propio monumento con una crítica a los monumentos conmemorativos de los antiguos campos de concentración12. Pero , por ejemplo, en Inglaterra, donde durante décadas los monumentos se había prescindido de monumentos, se descubrieron entre 1988 y 1992, las estatuas del mariscal general Lord Dowding y de Sir Arthur Harris, ligadas conscientemente a las representaciones figurativas del siglo XIX13. También la instalación de la Piedad de Käthe Kollwitz en la nueva estación Schinkel de Berlín fue y es14 muy discutida por los expertos, para los visitantes, sin embargo, ejerce un efecto 12 .- Young 2002 (ibídem nota 8). 13 .- Syriatou, Athena: “Der Krieg wird uns zusammenhalten", en el presente volumen. 14 .- Wenk, Silke: “Die „Mutter mit dem toten Sohn" in der Mitte Berlins“, Käthe Kollwitz. Schmerz und Schuld. Eine motivgeschichtliche Betrachtung, Käthe-Kollwitz-Museum (eds.), Berlín 1995, pp. 84 y ss. http://www.wikitimbres.fr/timbres/2201/memorial-de-la-france-combattante-mont-valerien inesperado, ofrece un ejemplo de la ininterrumpida tradición de los monumentos figurativos. Esta cultura de los monumentos de ninguna manera se rompió en los antiguos países socialistas y el “Parque de la victoria” abierto en Moscú en 1995 (cfr. imagen 18: SU/RU 36) ha dado a los monumentos figurativos, una vez más, una nueva dimensión. Imagen 5: IL 1, Igael Tumarkin, The Monument of the Holocaust and Revival, monumento a la Shoa y a la resurrección, 1975. http://en.wikipedia.org/wiki/File:Tomarkin1.jpg. Sin embargo también se utilizan todavía todos los grados de la abstracción. El Museo judío de Daniel Libeskind de Berlín (1993-1999) es al mismo tiempo architecture parlante y forma abierta como el museo de la memoria de Dani Karavans hecho para Walter Benjamin en Port Bou (1994)15 o también el Monumento al Holocausto de Peter Eisenman de Berlín (2004)16. Considerados en conjunto, predominan los monumentos figurativos, que transmitían la iconografía de las víctimas, los mártires y los vencedores que se había desarrollado en el siglo XIX para la resolución de los traumas de la segunda guerra mundial17. Pero no es cierto que después de la guerra hayan predominado, en primer lugar, los monumentos figurativos, mientras que las formas más abstractas hayan sido elegidas posteriormente; ambas variantes se desarrollaron en paralelo. La fase de la posguerra 15.- Reichel 1999 (como en nota 5), pp. 96 y ss. 16 .- Cfr, respecto a Alemania, Reichel 1999 (como en nota 5), pp. 89 y ss. 17.- Koselleck, Reinhart/Jeismann, Michael (eds.):, Der Politische Totenkult. Kriegerdenkmäler in der Moderne, Münich, 1994. http://en.wikipedia.org/wiki/File:Tomarkin1.jpg No en cuanto a sus formas pero sí en relación a las metas y los mensajes , pueden ser distinguidas tres etapas en la política respecto de los monumentos. En la primera fase de la posguerra se manifestó en toda Europa la necesidad de convocar a las formas válidas universalmente de la memoria social y de atenuar los conflictos internos en pro de la exteriorización del dolor o también del triunfo. Esto fue más claro en las zonas de ocupación de Occidente, es decir Alemania Federal, que debió expiar la culpa total de los alemanes al pretender ser su único representante. Sus monumentos han reaccionado, en principio, con miedo ante la autocondena, con un ocultamiento de la resistencia comunista y evitando toda concreción respecto del genocidio. Evitandoen gran medida indicar a los autores y designar a las víctimas, predominaba una generalización del duelo, tal como es representado por Gerhard Marcks en el impresionante ángel de la muerte de 1949 de Colonia (imagen 6)18. 18 .- Hoffmann-Curtius, Kathrin, “Feminisierte Trauer und aufgerichtete Helden. Figürliche Denkmäler der frühen Nachkriegszeit in Deutschland und Österreich“, Eschebach, Insa/Jacobeit, Sigrid/Wenk, Silke (eds.), Ge- dächtnis und Geschlecht. Deutungsmuster in Darstellungen des nationalsozialistischen Genozids, Frankfurt a. M./New York 2002, pp.. 383 y ss.; cfr., en general, Neumann, Klaus: “ Mahnmale“, Francis, Etienne/Schulze, Hagen, Deutsche Erinnerungsorte, tomo 1, Münich, 2002, pp. 622 y ss. Imagen 6.- Gerhard Marcks, Doliente, 1949, piedra caliza, 295 cm., Colonia, claustro de Santa María del Capitolio. http://commons.wikimedia.org/wiki/File:K%C3%B6lner_Mahnmal_-_Trauernde_-_Gerhard_Marcks- 5327.jpg?uselang=de Una forma tan acusatoria como la formulada por Ossip Zadkine en la escultura de Rotterdam (imagen 7) era difícilmente imaginable en Alemania Occidental. Al admitir motivos del “Guernica”19 de Picasso, también esta escultura, sin embargo, vuelca su expresividad hacia lo universal. Creada originariamente en memoria de la expulsión y exterminio de los judíos de Rotterdam, el título, “La ciudad destruida”, hizo de este destino el de la comunidad en general. Cuán fuertemente se encarna en esta figura la memoria de la nación entera se iba a hacer evidente en 1994 y 2001, cuando fue 19 .- Hoffmann-Curtius 2002 (como en nota 18), p. 390. http://commons.wikimedia.org/wiki/File:K%C3%B6lner_Mahnmal_-_Trauernde_-_Gerhard_Marcks-5327.jpg?uselang=de http://commons.wikimedia.org/wiki/File:K%C3%B6lner_Mahnmal_-_Trauernde_-_Gerhard_Marcks-5327.jpg?uselang=de impresa, junto a otras imágenes de la historia holandesa, como signo de la ocupación y la resistencia, en todos los pasaportes (imagen 8: NL.1)20. Imagen 7.- Ossip Zadkine, De verwoeste stad , La ciudad destruída, 1951, bronce, 250 cm, Rotterdam, Plein 1940. http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Zadkine_rb_I.jpg La imagen 8 es la reproducción de las imágenes de un pasaporte holandés de la Unión Europea. No se consiguió. En otro marco y con otras metas los monumentos del bloque del este desarrollaron una forma específica de generalización abstractizante. Exceptuando los monumentos polacos, la memoria de la persecución a los judíos se había hecho desaparecer gradualmente en favor de las víctimas del 20 .- Tops, Ellen: “Lebendige Vergangenheit“, en el presente volumen. movimiento partisano y del Ejército Rojo, para obtener una base simbólica para la propia victoria y los triunfos futuros. En grandes instalaciones la Unión Soviética se figuraba su victoria militar y si hubo un medio en el que el mito de la gran guerra patriótica, que era al mismo tiempo una reivindicación de los logros de la revolución de Octubre, pudiera figurarse, fueron estos conjuntos. En ellos la unión Soviética era una singular potencia mundial. Así el efecto del monumento conmemorativo sovietico descubierto en 1949 en el parque Treptower de Berlín fue inmenso. En un pequeño número más accesible de replicas , el gigantesco portador de espada de Yevgueni Vuchétich, que se presenta como san Jorge matando al dragón y gracias a que lleva un niño en su mano izquierda, encarna también la virtud de la compasión, se reprodujo (imagen 9:SU/RUS 9) y se acuñaron medallas (imagen 10: SU/RU 7). En la República Democrática Alemana la figura se elevó al rango de emblema de estado (imagen 11: RDA 5)21. 21 .- Flacke, Monika/Schmiegelt, Ulrike, “Aus dem Dunkel zu den Sternen“, en el presente volumen. Imagen 9: SU/RUS 9, Sovctskaja armija - armija osvoboditel'nica , El soldado soviético –el soldado liberador. http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Berlin_Treptow_Ehrenmal_06.jpg Imagen 10: SU/RUS 7.- Moneda conmemorativa soviética de 1 rublo, acuñada en 1965. [No es la que figura en el texto, allí figura una de 1970] Imagen 11: DDR 5.- Dietrich Dorfstecher, Gerhard Rommel, 40 aniversario de la victoria sobre el fascismo de Hitler y la liberación del pueblo alemán del fascismo. http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Bundesarchiv_Bild_183-1985-0417- 031,_Mark_der_DDR,_10_Mark,_Gedenkm%C3%BCnze.jpg?uselang=de Con el grupo escultórico de Fritz Cremer descubierto en septiembre de 1858 (imagen 12: RDA 8) el monumento conmemorativo de Buchenwald se volvió un lugar central de culto de la RDA, después de que el monumento provisorio de Hermann Henselmann de abril de 1946, con su pirámide puesta de cabeza hubiese identificado ya el triángulo rojo de los perseguidos políticos como signo de todos los detenidos. De esta manera, Buchenwald, a pesar de que los comunistas detenidos allí fueran desplazados prontamente de sus posiciones de liderazgo en la RDA , fue reinterpretado como lugar de resistencia comunista22. Al mismo tiempo que se eliminaban de la memoria las víctimas judías, la resistencia política encontró el humus sobre el cual debían salir al sol el martillo y el compás del estado (imagen 13 :RDA 11). 22 .- Knigge, Volkhard: “ Vom provisorischen Grabdenkmal zum Nationaldenkmal“, Bauwelt, 86 (1995), Nr. 39, pp. 2258 y ss.; 2265; cfr. Reichel, 1999 (como en nota 5), pp. 102 y ss. Imagen12.- Fritz Cremer, Monumento de Buchenwald, 1958. http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Fotothek_df_ld_0003122_001_Denkm%C3%A4ler_- _Denkmale_-_Ehrenm%C3%A4ler_-_Ehrenmale_%5E_Mahnm.jpg Imagen 13.- Wofür die Antifaschisten kämpften, ist in der DDR Wirklichkeit [Aquello por lo que los antifascistas luchan es una realidad en la RDA], 1960. http://www.dhm.de/archiv/ausstellungen/mythen-der-nationen/eng/popups/ddr_11.htm Este lenguaje imaginero era válido para todo el bloque oriental y las peculiaridades nacionales estaban solo en Yugoeslavia y Rumania, donde como ejemplo, el monumento de Géza Vida, al a victoria rumana sobre las tropas alemanas (imagen 14: RO 15) muestra solamente a un soldado rumano y por lo tanto resulta un presagio de la política nacional-comunista instituida por Ceaușescu a mediados de los años `6023. Un motivo muy recurrente fue la heroización de las partisanas. Siguiendo el ejemplo de Juana de Arco, como lo muestra la Liberté belga, que aparece en un sello postal de 1944/45 saliendo de la celda del nacionalsocialismo (imagen 15: B 8), fueron sobre todo las mujeres partisanas las que se volvieron alegorías de la nación liberada. En Lituania Marija Melnikaitė, muerta a tiros por los alemanes durante su cautiverio, descollante entre todas, en numerosos monumentos , pequeñas estatuas (imagen 16:LT 11) y reproducciones fue inmortalizada como heroína nacional, si bien es cierto que fue póstumamente nombrada ”heroína de la Unión Soviética” , encarnaba un específico componente lituano24. 23.- Boia, Lucian: “Unterschiedliche Erinnerungen an den Zweiten Weltkrieg“, en el presente volumen. 24 .- Kohrs, Michael, “Von der Opfer- zur Täterdebatte“, en el presente volumen. http://www.dhm.de/archiv/ausstellungen/mythen-der-nationen/eng/popups/ddr_11.htm Imagen 14.- Monumento a los soldados rumanos, Carei, Rumania. [En el libro está la reproducción del monumento en un libro de texto rumanode 1984] http://en.wikipedia.org/wiki/File:The_Romanian_Soldier_Monument_Carei.jpg Imagen 15:B8.- Vrij Nelgie, Belgique libre, [Bélgica libre] 1944/45. http://www.google.com.ar/imgres?imgurl=http://static.skynetblogs.be/media/156683/dyn006_origi nal_429_640_pjpeg_2565708_29a2404bc31553c54acde3cdac2520ec.jpg&imgrefurl=http://sofei- vandenaemet.skynetblogs.be/tag/liberation&h=640&w=429&tbnid=tNTR- LOdr5t4KM&zoom=1&tbnh=274&tbnw=184&usg=__C1tVx-w3EkYdD4lcw9F5XdhNXzM= http://www.google.com.ar/imgres?imgurl=http://static.skynetblogs.be/media/156683/dyn006_original_429_640_pjpeg_2565708_29a2404bc31553c54acde3cdac2520ec.jpg&imgrefurl=http://sofei-vandenaemet.skynetblogs.be/tag/liberation&h=640&w=429&tbnid=tNTR-LOdr5t4KM&zoom=1&tbnh=274&tbnw=184&usg=__C1tVx-w3EkYdD4lcw9F5XdhNXzM http://www.google.com.ar/imgres?imgurl=http://static.skynetblogs.be/media/156683/dyn006_original_429_640_pjpeg_2565708_29a2404bc31553c54acde3cdac2520ec.jpg&imgrefurl=http://sofei-vandenaemet.skynetblogs.be/tag/liberation&h=640&w=429&tbnid=tNTR-LOdr5t4KM&zoom=1&tbnh=274&tbnw=184&usg=__C1tVx-w3EkYdD4lcw9F5XdhNXzM http://www.google.com.ar/imgres?imgurl=http://static.skynetblogs.be/media/156683/dyn006_original_429_640_pjpeg_2565708_29a2404bc31553c54acde3cdac2520ec.jpg&imgrefurl=http://sofei-vandenaemet.skynetblogs.be/tag/liberation&h=640&w=429&tbnid=tNTR-LOdr5t4KM&zoom=1&tbnh=274&tbnw=184&usg=__C1tVx-w3EkYdD4lcw9F5XdhNXzM http://www.google.com.ar/imgres?imgurl=http://static.skynetblogs.be/media/156683/dyn006_original_429_640_pjpeg_2565708_29a2404bc31553c54acde3cdac2520ec.jpg&imgrefurl=http://sofei-vandenaemet.skynetblogs.be/tag/liberation&h=640&w=429&tbnid=tNTR-LOdr5t4KM&zoom=1&tbnh=274&tbnw=184&usg=__C1tVx-w3EkYdD4lcw9F5XdhNXzM Imagen 16:LT 11.- Marytè Melnikäite, 1960-1980. http://www.dhm.de/archiv/ausstellungen/mythendernationen/gemeinsam_widerstanden_litauen.h tm Revisiones El grado de publicidad con el que se recordaba el genocidio estaba sujeto a fuertes oscilaciones. Numerosos sobrevivientes experimentaron el recuerdo como una nueva estigmatización porque no querían ser vistas sólo como víctimas y porque el estado de Israel que estaba luchando por su existencia, tenía poco interés en suscitar la crítica de la falta de resistencia por parte de los judíos, por las discusiones siempre nuevas acerca de su destrucción25, después de la guerra el genocidio no estuvo, en principio, en el centro de la memoria pública. Pero desde los años `70 comenzó a volverse el paradigma del siglo XX y el símbolo del mal por excelencia. Esta universalización ha permitido erigir en todo el mundo nuevos monumentos como el grupo escultórico de George Segal “The Holocaust” del Lincoln Park, en San Francisco (imagen 17)26. 25.- Acerca de la historia de la recepción del Holocausto en los EEUU, cfr. Novick, Peter, The Holocaust in American Life, New York 1999. 26 .- Young, James E.: The Texture of Memory. Holocaust Memorials and Meanings, New Haven/Londres, 1993, pp. 57 y ss. http://www.dhm.de/archiv/ausstellungen/mythendernationen/gemeinsam_widerstanden_litauen.htm http://www.dhm.de/archiv/ausstellungen/mythendernationen/gemeinsam_widerstanden_litauen.htm Imagen 17.- George Sagal, The Holocaust, bronce, 1984, San Francisco, Lincoln Park. http://walter-benjamin-bluemchen.tumblr.com/post/2815534450/george-segal-the-holocaust- 1984-bronze La cuestión de la exponibilidad del genocidio llevó, sobre todo en Alemania Federal a un debate todavía no cerrado hoy acerca de la legitimidad de tales monumentos. Más aún, para que después de Auschwitz no fuera ya posible escribir más poemas, parecía que los monumentos como lugares de institución de sentido estaban prohibidos27. La idea de que ningún monumento podría ser apropiado, fue a su vez cambiada por la de monumentos que trataron de definir su propia legitimidad de existir en términos de negación y que por eso condujeron precisamente a monumentos impresionantes. El “Monumento conmemorativo contra el fascismo, la guerra, la violencia-por la libertad y los derechos humanos”(1986) de Jochen Gerz y Esther Shalev-Gerz de Hamburg-Harburg, que a medida que era escrito y pintado por la gente se hundía en el suelo y ahora es una suerte de botella arrojada al mar para las futuras generaciones, conforma un monumento excepcional dentro de los que se niegan a sí mismos28. El monumento conmemorativo del Aschrottbrunnen en Cassel de Horst Hoheisel (1987) que compensa la destrucción del monumento judío hecha por los nazis no mediante la restauración sino indicando su ausencia como una herida abierta29, es también parte de esta forma de la cultura de los monumentos conmemorativos así como se despliegan en las configuraciones de espacios vacíos, como la “Missing House” de Christian Boltanski del “Scheunenviertel” de Berlín (1990)30, el monumento 27.- Young 2002 (como en nota 8), pp. 108 y ss. 28.- Ibídem, pp. 150 y ss. 29 .-Ibídem, pp. 116 y ss. 30 .- Fischer, Andreas/Glasmeier, Michael (eds.), The Missing House, Berlín, 1990. http://walter-benjamin-bluemchen.tumblr.com/post/2815534450/george-segal-the-holocaust-1984-bronze http://walter-benjamin-bluemchen.tumblr.com/post/2815534450/george-segal-the-holocaust-1984-bronze conmemorativo de la quema de libros de la Babelplatz de Berlín de Micha Ullman 31(1996) o también los “vacíos” de Daniel Libeskind en el Museo Judío32. Atestiguan la voluntad de hacer concebible el vacío como espacio central de la memoria, y se experimentan de manera instintiva como más acertados que los monumentos tradicionales. No obstante, se cuestiona si como parte de una cultura desconstructivista, que llenaba con vacío el espacio como para hacerlo estallar, no corría el peligro de sobrecargarlo. El lenguaje imaginero del “Monumento para los judíos asesinados de Europa” de Peter Eisenman viene de esta cultura y la vuelve su contrario. Cuando en Alemania, donde fueron creados los anti-monumentos más impresionantes se erige en este campo de estelas uno de los más grandes de los monumentos a las víctimas para recordar la culpa de los alemanes se sigue la lógica de una memoria monumentaria que incita a las imágenes aun cuando estas parecen prohibirse33. Un motivo central que sale del monumento conmemorativo judío de Yad Vashem fue, desde los años `70, el intento de romper el anonimato que amenazaba, dado el increíblemente alto número de víctimas, mediante la mención de los nombres. Desde la “Sala de los nombres” , abierta en 1971, del Museo histórico de Yad Vashem hasta el Holocaust Memorial Museum de Washington (1993), que ha añadido los retratos a los nombres, se ha intentado devolver a la víctima la individualidad de la persona. Un fenómeno de los años `90 del siglo XX reside, finalmente, en la anulación de la frontera entre el monumento y el museo. Deriva del concepto de que el acrecentamiento de la distancia respecto del acontecimiento histórico debe ser seguido por un mayor énfasis en los momentos narrativos y de elucidación. El Holocaust Memorial Museum de Washington o la sección del Holocausto del Imperial War Museum de Londres (2000) son al mismo tiempo monumentos que entrecruzan los testimonios de las causas del sufrimiento y de la resistencia con zonas de reflexión. También el Museo Judío de Daniel Libeskind de Berlín vive de esta alternancia entre museo y monumento conmemorativo, que se ha vuelto precisamente una conditio sine qua non de ambosgéneros. Del Monumento al holocausto de Peter Eisenman de Berlín también formará parte un centro de documentación que debe integrar la pretensión discursiva de un museo. La fuerza yace en el vínculo de la obra y la pedagogía; no obstante hay también se siente un miedo a dejar hablar a la forma pura en toda su complejidad y posibilidad de descontrol . Ambivalencias después de 1989 En el bloque del este, la memoria del holocausto, a medida que los disidentes se hacían conscientes del ocultamiento del destino de los judíos, adquirió un carácter crítico al régimen, y estaba en la lógica de la formación de puentes que el movimiento de resistencia más potente de toda la esfera de la Unión Soviética, el de Solidarnośd en Polonia, vio encarnadas sus propias metas en el monumento al gueto de Varsovia de Nathan Rapoport y reconoció ese lugar de culto como un espacio 31 .- Meschede, Friedrich (ed.), Micha Ullman, Dresde, 1999. 32.- Schneider, Bernhard, Daniel Libeskind. Jüdisches Museum Berlin, Berlín, 1999, pp. 48 y ss. 33 .- Heimrod, Ute/Schlusche, Günter/Seferens, Horst (eds.): Die Debatte um das „Denkmal für die ermordeten Juden Europas". Der Denkmalstreit - das Denkmal? Eine Dokumentation, Berlín, 1999. privilegiado para mostrarse en sus manifestaciones34. También sirvió como sustituto del monumento, que faltaba, a la sublevación de Varsovia de 1944. La aparición, después de 1989, de la iconoclasia en los antiguos países socialistas repitió la destrucción de las imágenes de la posguerra con una agudeza insospechada. No sólo en el curso de la implementación del decreto de 1990, por el cual se eliminaban todos los monumentos y símbolos que encarnaban al estado soviético, se proponía la destrucción innumerables monumentos. Ejemplos aislados como el ataque no autorizado a la estatua de Enver Hoxha en Tirana en febrero de 199135 o en agosto del mismo año el tirar abajo la estatua del fundador de la policía secreta soviética, Felik Dzerzinskij , que se efectuó en Moscú, muestran que estos ataques catárticos podrían haber contribuido a lo que llegaron a ser las guerras civiles sólo en sus inicios36. Algunas veces, estatuas como la del monumento a Lenin de Berlín oriental se destruyeron involuntariamente, porque el material no soportaba el ser transportado37. Simbólicamente posterior a la destrucción de imágenes fue la reunión en términos de museo de los monumentos en lugares de depósito como el “Museo del totalitarismo” cerca de la Galería Tretjakov de Moscú38, el museo al aire libre de Drüskininkai en Lituania39, el parque de las estatuas de Budapest40 o también un vertedero de Kiev41. Otra variante fue trasladar monumentos como el “Monumento conmemorativo a los héroes soviéticos caídos por la liberación de Rumania ” de Bucarest hasta el cementerio militar soviético y casi suprimirla allí42. En los países del antiguo bloque del este se llevó a cabo, en general, un doble movimiento, por un lado se volvía a recordar el holocausto y la propia complicidad con el doloroso proceso y, por el otro, se hacían conscientes los crímenes de la Unión Soviética. En memoria del Holocausto y de la propia participación se erigió, después de la caída de Ceaușescu, un monumento conmemorativo delante de la sinagoga coral de Bucarest43, y lo mismo sucedió en 1992 en el sitio de la antigua sinagoga de Riga44 y en Bratislava en 199745. Para recordar la deportación de miles de letones a Siberia en junio 34.- Young, 1993 (como en nota 26) p. 177. 35.- Gamboni, Dario, Iconoclasm and Vandalism since the French Revolution, Londres, 1997, pp. 63 y s. 36 .- Ibídem, pp. 52 y s., pp. 65 y ss. 37 .- Diers, Michael, Schlagbilder. Zur politischen Ikonographie der Gegenwart, Frankfurt (a.M.) 1997, pp. 104 y s., acerca de la crítica de la practica monumentaria después de 1989 en general, pp. 101 yss.; Gamboni, op. cit., pp. 79 y ss. 38 .- Gamboni, op. cit., p. 177. 39.- Kohrs, en el presente volumen. 40.- Beke, László, “Das Schicksal der Denkmäler des Sozialismus in Ungarn“, Bildersturm in Osteuropa. Die Denkmäler der kommunistischen Ära im Umbruch, Münich, 1994 (Icomos, volumen 13), p. 57. 41.- Tscherkes, Bogdan S., “Denkmäler von Führern des sowjetischen Kommunismus in der Ukraine“, Bildersturm in Osteuropa (como en nota 40), p. 38. 42.- Boia, en el presente volumen. 43.- Ibídem. 44.- Onken, Eva-Clarita, “Wahrnehmung und Erinnerung: Der Zweite Weltkrieg in Lettland nach 1945“, en el presente volumen. 45 .- Tönsmeyer, Tatjana, “Der Zweite Weltkrieg: Erfahrung und Erinnerung“, en el presente volumen. de 1941 sirvió un monumento erigido en 200146, y en Hungría, el Parlamento decidió erigir un monumento conmemorativo de las víctimas del comunismo47. Finalmente pertenece a la compleja imagen de la política de los monumentos la circunstancia de que áreas gigantescas de la época de Stalin hayan sobrevivido o incluso fueran terminadas sólo en los últimos años. Esto es válido acaso para el llamado “Parque de la victoria” erigido en Moscú, con su Niké de pie sobre un gigantesco obelisco, proyectado en 1957, comenzado en 1984 y completado en 1995 en un estilo sin cambios e inaugurado en presencia de Yeltsin y de Clinton (imagen 18:SU/RU 35). Después de que la Perestroika hubiese destruido la autoconsciencia ligada a la revolución de Octubre, al menos el recuerdo de la victoria sobre el fascismo tenía que quedar asegurado. Dado que las condiciones en las que había sido concebido habían dejado de existir, el Parque de la victoria se convirtió en el testigo principal de los mitos históricos todavía operantes del estalinismo. Junto a la veneración todavía viva, tales monumentos generan un rechazo creciente48. Éste responde a un repudio existente desde el principio, pero que sólo excepcionalmente podía manifestarse, como en el caso del monumento conmemorativo, proyectado bajo el estalinismo pero recién completado en 1967, de Stalingrado49. El fenómeno de que casi todos los monumentos de la victoria suprimieran los conflictos y las luchas de la guerra interna y el liderazgo militar en favor de una gloria sin sombras, se prueba en esa instalación, que fue erigida después de 1965 sobre una suerte de túmulo (kurgan) que muestra una “madre de la patria”, con la espada levantada al cielo, como Niké (imagen 19: SU/RUS 30), de una manera particularmente opresiva50. La función, cambiante y en su recepción no controlable por completo, de este tipo de monumentos es visible de manera particularmente drástica aquí. Se trata de monumentos de una escisión de la memoria. 46.- Onken, en el presente volumen. 47.- Aquí, sin embargo, se cuestiona si Hungría, como antigua aliada de Hitler, no tiene a la vista el mismo mito de víctima que Austria mantuvo durante décadas con sus monumentos a los caídos. Cfr. Kovacs/Seewann, en el presente volumen; Uhl, Heidemarie, “Vom Opfermythos zur Mitverantwortungsthese: Die Transformationen des österreichischen Gedächtnisses“, en el presente volumen. 48.- Scherrer, Jutta: “Siegesmythos versus Vergangenheitsaufarbeitung“, en el presente volumen. 49.- Arnold, Sabine R., Stalingrad im sowjetischen Gedächtnis. Kriegserinnerung und Geschichtsbild im totalitären Staat, Bochum, 1998, pp. 270 t ss. 50.- Acerca de kurgan, ver Kämpfer, Frank, “Vom Massengrab zum Heroenhügei. Akkulturationsfunktionen sowjetischer Kriegsdenkmäler“, Koselleck/Jeismann, 1994 (como en nota 17), pp. 333 y s. Imagen 18: SU/ RUS 35.- Memorial'nyi kompleks na Poklonnoj gore, Monumento conmemorativo de Poklonnaja Gora, plano general, 1996. (sacada del libro, p. 38) Imagen 19: SU/RUS 30.- V. Poljakov Mamaev Kurgan,colina de la Mamiā, 1986 http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Volgograd,_Mother_Russia_04_%284138578608%29.jpg Lo recíproco sucedió en Buchenwald donde junto a la instalación completa también se volvió a interpretar el grupo de bronce de Fritz Cremer (confr. Imagen 12). Confrontando con “Los burgueses de Calais“ de Rodin, la complejidad desarrollada por sus figuras, que también incluían la encarnación de la duda, daba motivos, después de 1989, para ver en ellas un mensaje de resistencia subversiva dirigido a la RDA51. Por lo tanto el monumento también podía ser válido para las víctimas del estalinismo. Ellas recordaban que el antiguo campo de concentración había sido usado hasta 1950 por del servicio secreto soviético, período durante el cual murieron más de 7000 detenidos52. En 51Schmidt, Diether, “Die Asche brennt auf seinem Herzen: Fritz Cremer - immer im Widerstand“, Fritz Cremer - Ein Künstler im Widerstand, catálogo de la exposición, Antwerpen-Wilrijk, 1993, p. 72. 52.-Reichel, op. cit., pp. 106 y ss. http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Volgograd,_Mother_Russia_04_%284138578608%29.jpg este cambio de percepción la política de la memoria producida por los monumentos se muestra como una historia de conflictos. Esto procesos confirman la idea de que los monumentos en la era de los medios de comunicación han sido superados en tanto forma autónoma de mitificación53. La caída del imperio soviético, también provocada por el influjo de las emisoras de radio y de televisión se llevó a cabo simbólicamente con la caída de los monumentos de Stalin y de otras figuras de dirigentes, cuya ocurrencia fue retransmitida en todo el mundo una y otra vez mediáticamente54. Precisamente esta interacción ofrece siempre nuevos impulsos para instituir contrapesos, con respecto al lugar y hápticamente experimentables, en la forma de monumentos conmemorativos, sin los cuales ninguna memoria puede encontrar fundamentación55. Ahora toda crítica a los monumentos sucumbe a la tentación de ponerse en escena ella misma como monumento; por esta razón la práctica monumentaria que alimentaba mitos ya no es un fin en sí misma. Los monumentos son hoy como ayer la columna vertebral de cualquier política de la memoria que reconstruya la memoria social; trasladan el passatum al futuro II*, mientras apuntan a lo que en un futuro posterior habrá de ser aceptado como digno de recuerdo56. No obstante su destino es , en general, sobrevivir cuando se terminan aquellos mitos que ellos construyen para el futuro. Por eso los monumentos conmemorativos devienen, inevitablemente, monumentos de la diferencia y allí reside más tarde su, a menudo involuntario, escándalo57. Cine y televisión Junto a los monumentos, las películas han contribuido de una manera especial a la construcción de la memoria. A ellas pertenecen, sobre todo, las películas irrepetibles en su densidad, las rodadas inmediatamente después de la guerra entre las cuales “Roma, città apperta“(1945) de Roberto Rossellini en su lobreguez en blanco y negro ha dejado la impresión más fuerte e inolvidable. La película ha contribuido de manera decisiva en el hacer presenta la convicción de que el fascismo era una “infección” en realidad extraña para los italianos y que el movimiento partisano que luchaba contra las tropas alemanas podía ser reconocido como encarnación de la volanté générale. Probablemente no haya ninguna escena aislada que haya impresionado tan fuertemente a la cultura política de los italianos de posguerra como el momento en que el sacerdote que reza ante el comunista que muere confirma que ha resistido la tortura (imagen 20:19). La guerra civil latente , 53 .- Bredekamp, Horst, “Marks und Signs: Mutmaßungen zum jüngsten Bilderkrieg“, Festschrift für Friedrich Kittler, Münich, 2004, pp. 163 y ss. 54.- El análisis más sutil se deriva de Gamboni, op. cit., pp. 51 y ss., para un país aislado es ejemplar Marosi, Ernö, “Sturz alter und Errichtung neuer Denkmäler in Ungarn 1989-1992“, Bildersturm in Osteuropa (como ennota 40), pp. 58 y ss. 55.- Halbwachs, Maurice, Das kollektive Gedächtnis, Frankfurt a.M., 1985, p. 142. * .- En alemán hay dos futuros, el simple y el Futuro II que se utiliza para hechos que habrán ocurrido ya en el momento de hablar o en un momento concreto del futuro. En español la diferencia entre el simple y el perfecto del indicativo, el perfecto tiene un matiz de acción pasada probable, por ejemplo, cuando llegue te habrás ido. 56.- Wenk. Silke/Eschebach, Insa, “Soziales Gedächtnis und Geschlechterdifferenz. Eine Einführung“, Eschebach/ Jacobeit/Wenk, 2002 (como en nota 18), p. 23 57.- Este mecanismo tiene como resultado que los monumentos oficiales puedan convertirse en “antagonistas“ de sí mismos. Acerca del concepto, ver Assmann, Aleida, Erinnerungsräume, Formen und Wandlungen des kollektiven Gedächtnisses, Münich,1999, pp. 134y ss. que la Resistenza había supuesto también, además de la lucha contra la ocupación alemana, se pacificó mediante la comunión de imágenes como esta, que contribuyeron a que, a pesar de todos los desquites , no se llegara a incidentes masivos como los de Francia. Entre estas películas que salen de la experiencia inmediata hay que poner de relieve la película noruega “Kampen om Tungtvannet“ de Titus Vibe-Müller, que muestra la resistencia noruega con el ejemplo de un grupo de intervención que llevó a cabo con éxito una acción de sabotaje mediante su coraje y su familiaridad con el entorno natural. Con el apoyo de unos pocos actores, fue el propio grupo el que se interpretó a sí mismo (imagen 21:N9), lo que dio por resultado una mixtura de documental y ficción no reiterada58. En Alemania “Die Mörder sind unter uns”*Los asesinos están entre nosotros] de Wolfgang Staudte, de 1946 (imagen 22: DS) o también la oprimente película “Morituri”, hoy casi olvidada, de Artur Brammer, de 1948, consumidas por la lobreguez y el ansia, de hacer una contribución al esclarecimiento y al ajuste de cuentas de los crímenes de masa y la resistencia por la cercanía en el tiempo. Imagen 20: I 1: Roberto Rossellini, Roma, ciudad abierta, 1945. http://cinestonia.blogspot.com.ar/2011/12/roma-ciudad-abierta-1945-roberto.html Imagen 21: N 9.- Titus Vibe-Müller, Kampen om Tungtvannet, [La batalla del agua pesada],1948. http://www.imovies.ge/cast_member/228956 58 .- Bruland, Bartje, “Wie sich erinnern? Norwegen und der Krieg“, en el presente volumen. http://cinestonia.blogspot.com.ar/2011/12/roma-ciudad-abierta-1945-roberto.html http://www.imovies.ge/cast_member/228956 Imagen 22: D 8. - Wolfgang Slaudte, Los asesinos están entre nosotros, 1946. http://ocdviewer.com/2010/10/28/the-murderers-are-among-us-oct-15-1946/ Sin poder alcanzar la auténtica fuerza de estas películas se filmaron en los países victoriosos en los años ’50 y ´60 , tanto en el este como en el oeste numerosas películas, que heroizaban a las tropas aliadas para poder hacer pervivir el triunfo militar: “Battle of Britain”, de Guy Hamilton de 1969 ofrecía uno de los puntos culminantes de estos géneros unidimensionales (imagen 23:GB 11). También las tropas de los países de origen de los partisanos fueron glorificadas en cantidad de películas. En Yugoeslavia, las películas de partisanos alcanzaron un estilo propio de una manera curiosa por la conjunción de elementos de las películas de propaganda comunista y de los western, que también se veía a nivel internacional; así los papeles protagónicos de himno de Veljko Bulajic, “La batalla del río Nereva” de 11969 fueron ocupados por Yul Brynner,Curd Jürgens y Orson Welles. Aún más impresionante fueron los intentos que renegaban del heroísmo de los vencedores requeridos política o comercialmente. Andrzej Wajda asumió un gran riesgo con “Kanal” de 1956 (imagen 24:PL 5), al formular en su película un ataque al consenso oficial de posguerra de los países del bloque oriental. En la estética lóbrega de la película, muy elogiada también en occidente, había una afrenta de igual manera que en el tema. Erigía un monumento fílmico al desesperado levantamiento de Varsovia por parte del ejército territorial polaco en agosto de 1944, que había sido minimizado o menospreciado, en contraposición con la glorificación del ejército del pueblo controlado por los soviéticos, para no dar lugar a ninguna competencia. http://ocdviewer.com/2010/10/28/the-murderers-are-among-us-oct-15-1946/ Imagen 23:GB 11.- Guy Hamilton, La batalla de Inglaterra, 1969. [No es la misma imagen que aparece en el texto] http://www.worldwar1.com/tripwire/smtw0309.htm En Rusia sobre todo, “Pasaron las grullas” de Mijail Kalatózov (imagen 25: SU/RU 16) y “La infancia de Iván” de Andréi Tarkovski (imagen 26:SU/RUS 17) con su énfasis en el sufrimiento individual, formulaban el contraste más agudo posible ante el heroísmo exánime de los vencedores que los monumentos conmemorativos de la guerra ya erigidos o concebidos para ser construidos habían llevado adelante, y en Bélgica, la película “Les ennemis” de Hugo Claus de 1967 era capaz de mostrar cómo los frentes psíquicos de los soldados se disolvían a medida que habían dejado las formaciones militares (imagen 27:B30). Imagen 24:PL 5.- Andrzej Wajda, Canal, 1956. http://www.worldwar1.com/tripwire/smtw0309.htm http://econc10.bu.edu/economic_systems/NatIdentity/EE/Poland/wajda.htm Imagen 25:SU/RUS 16.- Mijail Kalatózov, Pasaron las grullas, 1957. http://panoramasgratis.cl/agenda/2010/04/28/vuelan-las-ciguenas/ http://econc10.bu.edu/economic_systems/NatIdentity/EE/Poland/wajda.htm http://panoramasgratis.cl/agenda/2010/04/28/vuelan-las-ciguenas/ Imagen 26:SU/RUS. – Andréi Tarkovski, La infancia de Iván, 1962. http://www.rebeldemule.org/foro/cine/tema1419.html Imagen 27:B 30.- Higo Claus, Los enemigos, 1967 [ No es la que aparece en el texto] http://www.cinefriends.com/film/les-ennemis De la cantidad de producciones alemanas que muestran a los soldados comunes como inducidos por la política y los superiores, y por lo tanto intentado aliviar la responsabilidad personal, sobresale la película austríaco-yugoeslava “Die letze Brücke” *El último puente+ de Helmut Käumer, de 1953, que, mientras usando el lenguaje militar designa como “bandidos” a las tropas territoriales yugoslavas les atribuye una fuerza moral que induce a una enfermera del lazareto alemán a pasarse al bando de los partisanos. “Hunde, woll ihr ewig leben?” *Perros, ¿queréis vivir para siempre] de Frank Wisbar, de 1958, ponía en escena el alejamiento del nacionalsocialismo de un oficial alemán durante el sitio de Stalingrado en una mezcla de documental y película de ficción que tuvo un efecto considerable. Pero sobre todo la película que causó una perturbación real en Alemania fue “Die Brücke” *El puente+ de http://www.rebeldemule.org/foro/cine/tema1419.html http://www.cinefriends.com/film/les-ennemis Bernhard Wicki, de 1959, en la cual se presentaba el fin de un grupo de niños todavía en edad escolar que habían sido incorporados al final de la guerra, sin ningún gesto de conciliación (imagen 28:D10). Ha enfrentado a toda una generación de adolescente con el mortal absurdo del Volkssturm*. Imagen 28: D 10.- Bernhard Wickl, El puente, 1950. http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Die_Bruecke_1959.jpg A las más grandes realizaciones de la memoria fílmicas pertenece la tematización del colaboracionismo, aquel tabú que fue removido por primera vez por la enormemente conmovedora “Nuit et brouillard”, película en el estilo documental de 1955, de Alain Resnais, cuya versión alemana fue elaborada por Paul Celan. Al mostrar junto a los ocupantes también a un gendarme francés como supervisor en medio de un campo de internamiento para niños judíos en Francia, contrarrestando la trivialización del colaboracionismo (imagen 29:F12), lo que llevó a dificultades con las autoridades. * .- La última leva militar en la Alemania nazi. http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Die_Bruecke_1959.jpg Imagen 29:F 12.- Fotografía tomada en Pithciers el 17 de abril de 1941. Abajo, la misma fotografía censurada, Richard Raskin, Nuit et brouillard by Alain Resnais, Aarhus, 1987, p. 31. http://ly-ad-ma-au.e-monsite.com/pages/nuit-et-brouillard/nuit-et-brouillard-victime-de-la- censure.html Imagen 29 bis http://ldh-toulon.net/quarante-et-un-ans-pour-devoiler.html “La chagrin et la pietié“ de 1971 de Marcel Ophüls ha ido a buscar una vez más en los tiempos del régimen de Vichy lo silenciado, creando un nuevo estilo con el montaje de documentos de la época y entrevistas a todos los sectores sociales, que convencía precisamente por su manera de exhibir no pretenciosa. Fue un modelo para la “Shoah” de Claude Lanzmann59, de 1985 (cfr. imagen 56:F23). Esta película se arriesgaba a enfrentar al público con los rostros y las voces de los testigos, que no eran dramatizados ni rectificados. La sosegada igualdad de estas voces testimoniales tuvo un efecto tan enorme que Francia , con la emisión de la serie por televisión, tuvo, de un día para otro, un pasado nuevo y agobiante. 59.- Delage, Christian, “Nuit et Brouillard un toumant dans la mémoire de la Shoah“, Politix. Revue des sciences sociales du politique, 16 , 2003, pp. 1 y s; su análisis es una ejemplar reconstrucción de las circunstancias de la película de Resnais. http://ly-ad-ma-au.e-monsite.com/pages/nuit-et-brouillard/nuit-et-brouillard-victime-de-la-censure.html http://ly-ad-ma-au.e-monsite.com/pages/nuit-et-brouillard/nuit-et-brouillard-victime-de-la-censure.html http://ldh-toulon.net/quarante-et-un-ans-pour-devoiler.html El efecto del documento fílmico de Lanzmann había sido preparado por series de televisión revulsivas como “Vastberaden maar soepel en met mate” (1974) en Holanda60 o el programa emitido en Bélgica a principios de los ´80 “De Nieuwe Orde“, que revaluó la resistencia y el colaboracionismo nacional flamenco61. Pero ningún acontecimiento televisivo logró un efecto similar a la serie norteamericana “The Holocaust: The Story of the Family Weiss“ (1978/1979). Aunque en su tiempo fue tratada despectivamente por la mayoría de la crítica, no hay ninguna duda hoy de que la serie de nueve horas de duración conllevó una conmoción pocas veces vivida antes62. En Particular en Austria, como así también en otros países neutrales, la serie produjo grietas en la fachada de la invulnerabilidad moral63. Sólo “La lista de Schindler” de Steven Spilberg (1993) ha tenido, otra vez, un efecto comparable. Uno de los logros para la cultura de la memoria fue que Spilberg con parte de lo ganado fundó el “Shoah Visual Project”, en el que se recogen las grabaciones en video de los sobrevivientes del Holocausto. Como lo fue la fotografía para el siglo XIX, el cine fue la forma artística específica del siglo XX. Estaba asociado de manera decisiva con la formación de mitos de la época posterior a 1945, pero dado que como género, en razón de su contingencia narrativa y formal, nunca se capta del todo, se encontraban también entre sus actos de imagen los mediosmás fuertes para subvertir esos mitos. Esto es sobre todo válido para una película que desafía todas las categorías y que logró su capacidad de memoria por su cuenta, en solitario, al aproximarse al Berlín de los tiempos inmediatamente posteriores a la guerra como comedia: “A Foreign Affair” de Billy Wilder (1948). La negativa a dividir el Berlín de posguerra en bueno y malo y el no reforzar las acusaciones sino para mostrar los reproches de los soldados de la ocupación, desarma hasta ahora. La película se ajusta al clima de acercamiento político entre los EEUU y Alemania Federal con vistas a la formación de un bloque que se estaba organizando, pero con eso no se capta su asombroso coraje. En su rehusarse a las oposiciones maniqueas es una de las obras de arte más originales del mundo de las imágenes mitopoiéticas posteriores a 1845. Fotografía o la problemática de la contemplación Como productos de procesos mecánicos y químicos, por lo que la intervención humana en gran medida está sustraida del proceso, las fotos actúan per se como medios provistos de un alto contenido de verdad que se incrementa instintivamente también por su caracter estático, que las hace accesible al análisis. Particularmente las fotografías en blanco y negro, no distorsionadas por el color por lo general alientan la esperanza de una reproducción auténtica. Cuando en enero de 1994 emergió una fotografía que mostraba a quienes se quedaban que seguían con la mirada al “Danubio“, donde 532 judíos noruegos eran llevados desde Oslo a Auschwitz (imagen 30: N17), la toma adquiere un carácter icónico. Su lobreguez en blanco y negro parece recoger la verdad histórica de una manera sin igual. En un momento programático de “La lista de Schindler” Spielberg ha jugado precisamente con esta expectativa, al insertar a una pequeña niña del gueto de Varsovia como un punto de color rojo en 60.- Tops, en el presente volumen. 61.- Beyen, Marnix, “Der Kampf um das Leid“, en el presente volumen. 62.- Shandler, Jeffrey, While America Watches. Televising the Holocaust, New York, 1999, pp. 155 y ss. 63 .-. Uhl, Heidemarie, “Vom Opfermythos zur Mitveranrworrungsthese: Die Transformationen des österreichischen Gedächtnisses“, en el presente volumen; Rousso, Henry: “Vom nationalen Vergessen zur kollektiven Wiedergutmachung“, en el presente volumen. medio de una secuencia de imágenes en blanco y negro para tematizar la transmutación de la foto a la ficción de la película con el paso del cuasi documental blanco y negro al color. El contenido de verdad del relato no se disminuye con eso, pero el cuadro mediático se define como tal. La emergencia del color a partir del blanco y negro de lo auténtico admitía la pretensión de autenticidad que es la respuesta maquinal a las fotos en blanco y negro. Imagen 30:N 17.- Georg W. Fossum, Despedida silenciosa, fotografía . http://morgenbladet.no/debatt/2013/historieskriving_er_mer_enn_fakta#.U1bpN1ePA2w El modelo de Spielberg, una fotografía en la que un muchachito sacado del búnker del gueto de Varsovia (imagen 31), que, sin embargo, procede del “documento gráfico” que en enero de 1943 encargó Heinrich Himmler para documentar día tras día el aplastamiento del levantamiento del gueto de Varsovia ; una imagen hecha por un asesino, el general de brigada de las SS y general de policía Srroop64. En su patético mensaje la fotografía se ha vuelto un ícono, a menudo reproducido y montado, de compasión por el sufrimiento de los judíos polacos (imagen 32: D 27)65 y sus efectos se encuentran hasta en los libros de texto de distintas naciones e incluso también en la propia película de Spielberg. Presenta quizás el ejemplo más conmovedor y también irritante por eso de que casi la 64.- “Documento gráfico“ del general de brigada de la SS y general de la policía Stroop. Fue presentado ya en el juicio de Nüremberg. Cfr. Brink, Cornelia: Ikonen der Vernichtung, Öffentlicher Gebrauch von Photographien aus nationalsozialistischen Konzentrationslagern nach 1945, Berlín, 1998, pp. 107 y s. 65.- Así, como partede una exposición, en 1960, en la cual esta fotografía se había transformado en una gráfica de un cartel para llevar al primer plano el retrato de Einstein como co-afectado y fiscal. Die Vergangenheit mahnt, exposición en la Kongreßhalle, Berlín, 1960. totalidad de los registros gráficos de las víctimas fueron hechos a través de la lente de quienes los mataron66. Esto, por sí sólo, ya hace que cualquier fotografía de los tiempos de la Segunda guerra mundial sea un objeto que necesita ser interpretado. Imagen 31.- Echados violentamente del refugio, Jürgen Stroop, “No hay más barrio judío en Varsovia“, Informe al Reichsführer SS Heinrich Himmler, 1943. Instytut Pamieci Narodowej. Büro Udostepniania i Archiwizacji Dokumentów http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/0/0b/Stroop_Report_- _Warsaw_Ghetto_Uprising_06b.jpg 66 .- Hirsch, Marianne: “Täter-Fotografien in der Kunst nach dem Holocaust. Geschlecht als ein Idiom der Erinnerung“, Eschebach/Jacobeit/Wenk, 2002 (como en nota 18), pp. 203 y ss. http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/0/0b/Stroop_Report_-_Warsaw_Ghetto_Uprising_06b.jpg http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/0/0b/Stroop_Report_-_Warsaw_Ghetto_Uprising_06b.jpg Imagen 32: D27.- El pasado exige, 1960. http://www.dhm.de/archiv/ausstellungen/mythen-der-nationen/eng/popups/d_27.htm El contenido de verdad de las fotografías no es en sí mayor que el de las películas o los monumentos. La primera exhibición acerca de los crímenes de la Wehrmacht67 naufragó tan ejemplarmente por este problema que la exposición entera así como el manejo de las imágenes por parte de los historiadores fueron lisa y llanamente cuestionados68. La inmensa investigación fue totalmente desacreditada por una serie de imágenes falsamente interpretadas, que fueron tomadas como pars pro toto. Más tarde, después de este suceso, el concepto de imagen como una fuente histórica meramente ilustrativa ha cambiado, por su parte, al de una instancia a interpretar69. Esto es válido, sobre todo, para las imágenes que capturan el acontecimiento que presentan con tanta pregnancia que parecen coincidir con él. Casi todas ellas fueron arregladas. A ellas pertenecen la foto de la bandera roja flameando en el Reichstag de Evgeni Chaldej (imagen 33:D10) que en la consciencia pública de las naciones victoriosas de Europa del este sella, como ningún otro motivo, el fin de la guerra, que fue puesta en escena libremente por el fotógrafo y, además, fue retocada; en otra de las tomas el soldado que sostiene a quien porta la bandera mostraba relojes, que fueron eliminados en las reproducciones, en cada una de sus muñecas70. Esto sólo disminuye el valor histórico de las fotografías si se espera de ellas un acceso a la escena originaria. Lo que sí documenta, por el contrario, es la voluntad de transmitir una escena tal en imágenes. Remiten a algo 67Hamburger Institut für Sozialforschung (ed.), Vernichtungskrieg. Verbrechen det Wehrmacht 194 1-1944, Hamburgo, 1996. 68.- Hamburger Institut für Sozialforschung (ed ), Verbrechen der Wehrmacht, Dimensionen des Vernich- tungskrieges 1941-1944, Hamburgo, 2002,pp. 718 y ss. 69 .- La historiografía ha comenzado a superar , precisamente en los tiempos más jóvenes su prejuicio, largamente sostenido, de que las imágenes poseerían un caracter de mera nota de color, o, en el mejor de los casos, de acompañamiento ilustrativo . Un excelente inventario proporciona Roeck, Bernd, “Visual turn? Kulturgeschichteund die Bilder“, Geschichte und Gesellschaft, 29 (2003), nº 2., pp. 294 ss. 70.- Volland. Ernst/Krimmer, Heinz (eds,), Von Moskau nach Berlin, Bildet des russischen Photographen Jewgeni Chaldej, Berlín, 1999, pp. 64 y ss. Respecto de otras manipulaciones de las fotografías de Chaldej, cfr. King, David, Stalins Retuschen. Foto- und Kunstmanipulationen in der Sowjetunion, Hamburgo, 1997, p. 172. que posiblemente nunca ha sucedido pero que, sin embargo, podría haber ocurrido. Conforman el rastro de una ficción verdadera. Junto al cambio de las condiciones de encuadre, pertenecen al montaje para el control de la memoria de las imágenes, la puesta en escena adicional y los retoques. Las tomas del fotógrafo alemán Johannes Stage del 11 de mayo de 1945 (imagen 34: N12) ha elegido, de manera particularmente elocuente, esa escena en la que se manifiesta el ascenso de los partisanos noruegos a combatientes regulares como tal vez en ningún otro testimonio en imágenes: la rendición de la fortaleza Akershus ante Terje Rollern, el jefe de los guerrilleros, numéricamente inferiores. En una estampilla creada para conmemorar los cincuenta años de la liberación de Noruega, el diseñador gráfico Enzo Finger puso a los dos protagonistas en el centro y en el escenario de la ocupación de Oslo que había sucedido cinco años antes (imagen 35: N14). Mediante esta superposición la estampilla fortalece el efecto de que el jefe del “frente popular“ que no usa uniforme, como un moderno David , con la cabeza descubierta , aparezca como el vencedor, no sólo fáctica sino también ceremonialmente. La estampilla no sólo capta una capitulación sino una revolución en la teoría de la guerra. Los partisanos designados en todos los territorios en lucha como “bandidos” (imagen 36: I 4) ascienden aquí al rango de ejército regular. Imagen 33: D 17.- Soldado ruso haciendo flamear la bandera soviética en el Reichtag el 4 de mayo de 1945. [No es la que aparece en el texto, en esta el solfao que sostienea quien lleva la bandera tiene los relojes enlas muñecas.] http://flashofgod.tumblr.com/post/49660445688 Imagen 34: N 12.- Johannes Stage, El frente popular toma la fortaleza Akershus , 11 de mayo de 1945. http://www.dhm.de/archiv/ausstellungen/mythen-der-nationen/eng/popups/n_12.htm Imagen 35: N14.- Enzo Finger, 50º aniversario de la Liberación, 1945-1995. [Es la primera de las estampillas] http://www.postbeeld.com/en/stamps/view/sno1178-50-years-liberation-3v/ http://www.dhm.de/archiv/ausstellungen/mythen-der-nationen/eng/popups/n_12.htm Imagen 36: I 4.- ¡Cuidado! ¡Zona de bandidos! ¡Cuidense!, cartel de exposición, 1946. http://metarchivi.istoreto.it/dett_documento.asp?id=288&tipo=FASCICOLI_DOCUMENTI Esto es aún más cierto para los carteles que incorporaron la tradición, tan amplia como problemática, del montaje político de las fotografías. Así, desde el punto de vista del pueblo polaco los soldados del del ejército rojo y los polacos fueron reunidos, ficticiamente, ante la Columna de la Victoria en Berlín, en un cartel (Imagen 37: Pl.16) con motivo del 40 aniversario de la ocupación de Alemania por parte del Ejército rojo, en un momento en que una consideración histórica crítica empezaba a cuestionar los abusos del ejército soviético71. Desde la puesta en escena , pasando por el retoque, hasta el montaje, tales cambios no intentaban, desde una perspectiva determinada, distorsionar los hechos históricos sino reforzarlos con las imágenes. No por eso dejan de ser intervenciones. 71 .- Kosmala, Beate, “Lange Schatten der Erinnerung: Der Zweite Wehkrieg im kollektiven Gedächtnis“, en el presente volumen. Imagen 37: Po 16.- Sławomir Lewczuk, 9-V.-1945, 1979. Poster, 98 x 66 cm. Varsovia, Muzeum Niepodległości. http://www.dhm.de/archiv/ausstellungen/mythen-der-nationen/eng/popups/pl_16.htm La problemática de la fuerza enunciativa de la fotografía se ha mostrado al extremo en las tomas de los campos de concentración liberados, que desde 1945 hasta hoy, han marcado la confrontación con el nacionalsocialismo72. En ellas se condensa el dilema, de que, por una parte, dejan de presentar la realidad, pero, por otra parte, parecen tener una fuerza probatoria que ningún otro medio alcanza. Por esta razón los prisioneros de los campos de concentración se desesperan por la irrealidad de las fotografías, pero, por otra parte, han arriesgado su vida para que se produjeran y difundieran. Los nazis estaban convencidos de poder borrar de la memoria sus crímenes porque habían ocurrido más allá de la capacidad de representación de los hombres. Dado que la extinción del recuerdo del exterminio de los judíos era una parte esencial del crimen mismo, estaba estrictamente prohibido sacar fotografías en los campos de concentración. A esto se contraponía el “narcisismo burocrático” que documentaba meticulosamente todos los sucesos también en fotografías y, después, los sellaba como secretos de estado73. Fotografías semejantes de los campos de concentración causaron una fuerte impresión durante el Juicio de Nüremberg, a favor de la acusación, aunque no pudieron obtener en ningún caso el 72.- Son fundamentales las dos investigacione de Brink, 1998 (como en nota 64), pp. 231 y ss, y Zelizer, Barbie, Remembering to Forget. Holocaust Memory through the Cameras´Eye, Chicago, 1998, passim. 73.- El análisis más penetrate de este proceso y sus contradicciones es el de Didi-Huberman, Georges, “Images malgré tout“, Chéroux, Clement (ed), Mémoire des camps. Photographies des camps de concentration et d’extermination nazis (1933-1999), libro a raíz de la exposición homónima, París, 2001, pp. 227 y ss. http://www.dhm.de/archiv/ausstellungen/mythen-der-nationen/eng/popups/pl_16.htm estatuto de prueba contra alguno de los acusados. Se hacía claro que las fotografías podían presentarse como prueba en el sentido jurídico sólo si se conocía su origen y se aseguraban sus negativos, se protocolizaran el autor y las circunstancias de las tomas y se reconstruyeran las intenciones de las tomas, y esto apenas se hizo en Nüremberg. En el juicio de Auschwitz, de Frankfurt , las fotografías fueron usadas sólo en casos excepcionales, cuando se proporcionó la información adicional necesaria74. Más importante que la cuestión del alcance jurídico de las tomas, era, sin embargo, su testimonio en relación a la fuerza vivencial de lo visto. Los sobrevivientes de los campos de concentración que han puesto por escrito sus impresiones y traumas ha destacado una y otra vez la insuficiencia de las palabras ante las imágenes, pero, al mismo tiempo señalaban también que éstas apenas se acercaban a la realidad que vivieron. Francisco Boix, internado en Mauthausen, que fue asignado para trabajar en uno de los laboratorios fotográficos organizados por los nazis, describió en Nüremberg cómo eran aquellas tomas ficticias de las que él había podido robar los negativos. Que él haya arriesgado su vida para conservarlas para la posteridad, muestra, por otra parte, en qué medida confiaba, a pesar de todo, en su fuerza probatoria75. En este conflicto, la problemática de la fotografía está indisolublemente ligada a que pueda dar cuenta tanto como sea posible de algo que categorialmente se rehúsa a ella. Insistentemente pedía Jorge Semprún en su relato acerca de la época que pasó en un campo de concentración, que también las cámaras de los liberadores al mismo tiempo atestiguasen y pusiesen fin a la realidad de lo vivido76. Las tomas hechas por los aliados seguían un cálculo documentalista, que, al mismo tiempo, era consciente de que la fotografía apenas podíanmostrar la naturaleza de esas fábricas de muerte, que en su eficiencia mecánica, intentaban evitar todo lo que posteriormente devino objeto de las cámaras77. El fotógrafo era consciente, además, de que la violación a la vergüenza que ya implicaba el propio fotografiar, significaba una suerte de complicidad con los asesinos78. Pero a pesar de todo, los liberadores en su desesperación literal de ver algo que después nadie les creyera plantearon el singular valor de las fotografías también para su propio recuerdo: “Tengo los negativos, por eso sé que no las falsifiqué”79. Se trata de la esperanza del “pequeño milagro del recuerdo”80 que, pese a todos los impedimentos, las manipulaciones y las prescripciones, sucede, cuando, sin embargo el objeto a recordar lleva al auténtico reconocimiento: en este caso el testimonio el horror de los campos. Esta ambivalencia está presente en las espantosas fotografías, tomadas a fines del verano de 1944, de las mujeres que son llevadas a la cámara de gas y sus cadáveres son incinerados a cielo abierto. 74.- Brink, 1998 (como en nota 64), pp. 124 y ss. 75.- Ibídem, pp 113 y s., p. 241. 76 .- Semprún, Jorge: Schreiben oder Leben, Frankfurt (a. M.), 1995, pp. 236 y ss. 77.- Brink, 1998 (como en nota 64), pp. 78 y ss. 78.- Reiferth, Dieter/Schmidt-Linsenhoff, Viktoria: "Die Kamera der Henker. Fotografische Selbstzeugnisse des Nazi- terrors in Osteuropa“, Fotogeschichte, 3 (1983), Nº. 7, p. 59; Brink, 1998 (como en nota 64), pp.30 y ss. 79.- Brink, op. cit., p. 31.. 80 .- Ricoeur, Paul, Geschichtsschreibung und Repräsentation der Vergangenheit, Münster/Hamburgo/Londres, 2002, pp. 18 y s. Pudo descubrirse que fueron hechas intencionadamente (imagen 38)81. “Estas fotografías fueron tomadas en secreto por miembros del Sonderkommando del crematorio V de Birkenau. En las tomas estuvieron implicados los prisioneros judíos Alex (apellido desconocido), de Grecia, Szlojme (Szlama) Dragon y su hermano Abram, de Polonia, así como Alter Fajnzylberg , también de Polonia. Fajnzylberg informó que esas fotografías fueron tomadas en conjunto. Alex apuntaba la cámara, accionaba el disparador y la escondía, mientras los otros observaban atentamente los alrededores *…+. Dawid Szmulewski, un miembro de la resistencia polaca, desempeñó un papel indirecto. Había hecho llegar la cámara al Soderkommando en secreto y conseguía, después, que la película se revelase.82” Las cuatro tomas que fueron realizadas bajo el riesgo de vida y por eso, en parte, sin objetivo fijo, habían quebrado la prohibición de tomar fotografías, y precisamente en su falta de definición y su búsqueda de motivo imprecisa se encarna su ilegalidad, que las contrapone a las tomas hechas desde la perspectiva de los asesinos, en tanto acto de resistencia. En su falta de definición reside la forma más alta de autenticidad que se puede alcanzar en la fotografía de los acontecimientos históricos. Imagen 38.- Alex (apellido desconocido), Szlojme (Szlama) y Abram Dragon, Alter Fajnzylberg, Dawid Szmulewski, Quema de cadáveres a cielo abierto, verano de 1944. 81.- Hoffmann, Detlef, "Auschwitz im visuellen Gedächtnis“, Auschwitz. Geschichte, Rezeption und Wirkung, Fritz-Bauer-Institut (ed.), Frankfurt (a. M.), 1996, pp. 242 y ss. 82.- E-mail del Paostwowe Museum Asschwirz-Birkenau al Deutsche Historische Museum, 21 de octubre de 2003. Cfr. el abarcativo análisis de Didi-Huberman, 2001 (como en nota 73), pp. 223 y ss., sobre todo las leyendas de las imágenes 266-267. http://en.wikipedia.org/wiki/File:Auschwitz_Resistance_280.jpg El conocer esto llevó a formas de autenticidad puestas en escena, como muestran las series de fotos de David Levinthal “Hitler moces East” (1977) y “Mein Kampf” en las cuales se organizaban figuras de juguete y eran tomadas con un diafragma tan extremadamente abierto que en su buscada falta de definición, francamente fantasmal, llevaba a fotografías cercanas a la realidad (imagen 39)83. La quintaesencia del dilema, que el sentido documental de una imagen debe explorase sin dejar de criticar su carácter aparentemente documental mientras que las imágenes imprecisas reconocibles pueden ser mucho más auténticas, está formulada en el cuadro de Gerhard Richter, “Onkel Rudi”[Tío Rudi] (imagen 40:D 24). Como si fuera una instantánea tomada desde un coche en movimiento, el pariente sigue siendo tan borroso que, aunque se reconoce claramente que lleva el uniforme de la Wehrmacht, cualquier identificación de la fisonomía o incluso de los sentimientos con los cuales el pintor contempla a su tío, debe quedar, sin embargo, abierta. Entre la imagen histórica del uniforme y la designación familiar de quien se muestra están las discrepancias de la interpretabilidad. En este rango se encuentran sobre todo esas fotografías que han acuñado la imagen de los crímenes de los nazis durante poco menos que cincuenta años. Sus ubicuas reproducciones han contribuido sin duda alguna a la reducción del umbral de inhibición de la percepción y a aminorar la sensibilidad. Es más importante resaltar que también las fotografías, que parecen preservar la historia misma como ningún otro medio, son parte de un mundo de metáforas, y sólo revelan su capacidad de testimonio histórico cuando se toma en cuenta su ficcionalidad. 83 .- Cfr. Young, 2002 (como ennota 8), pp. 54 y ss., y Hirsch, 2002 (como en nota 66), pp. 217 y ss.; cfr.,en general,Ullrich, Wolfgang, Die Geschichte der Unschärfe, Berlín, 2002. http://en.wikipedia.org/wiki/File:Auschwitz_Resistance_280.jpg Imagen 39.- Gavid Levintal, Sin título, de la serie Mein Kampf, 1993-1994, 1994. Fotografía, 60,9 x 49 cm., New York, Paul Morris Gallery, MK 014. http://www.davidlevinthal.com/works_mk.html http://www.davidlevinthal.com/works_mk.html Imagen 40: D 24.- Gerhard Richter, Tío Rudi, 1965. http://www.kettererkunst.de/kunst/kd/details.php?obnr=101003541&anummer=37 Análisis de la imagen en la imagen La reflexión de la imagen en la imagen pertenece a los medios más destacados de afirmar y controlar los efectos de la imagen. Una serie de fotografías particularmente opresivas de la segunda guerra mundial muestra a soldados alemanes que presumiblemente contemplan la fotografía de una matanza de civiles que ellos llevaron a cabo (imagen 41)84. Que los soldados fotografiaran estas masacres estaba prohibido desde 194185 pero las tomas hechas en secreto sobreviven en considerable cantidad86. Eran trofeos, pero sirvieron, como sugieren las numerosas fotografías encontradas en las carteras, también como amuletos contra la muerte propia. Todo esto se refleja en las tomas en las que las fotografías son examinadas87. El mismo principio se aplicó, pero en un sentido diametralmente opuesto, a quienes pertenecían al pueblo autor de los crímenes. Los ciudadanos de Weimar fueron obligados, por orden del general Parron del 16 de abril de 1945, a enfrentarse con los cadáveres apilados de los prisioneros (imagen 42) que debían poner ante los ojos del general y sus soldados el horror de todo el campo y que en las siguientes semanas fueron apilados aún en dos ocasiones. Debían mostrar a una delegación de miembros del parlamento norteamericana y a una británica a las víctimas en una forma que pareciese más apropiada a los hechos que la presentación de los muertos en diferentes lugares88. Las miradas de los ciudadanos de Weimar fueron retenidas en numerosas fotos (imagen 43)89. El “Hände runter” *Manos abajo+, con el que se le prohibió a los a los que miraban que cerraran los ojos o se los cubriesen con las manos90, fue la orden de
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