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Apunte Ayudantía Texto Los Tres Tiempos del Edipo, Lacan - J Díaz

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Lacan
Los tres tiempos del Edipo, resumen.
Javier Díaz, ayudantía de personalidad.
Introducción
El complejo de Edipo es un conjunto de representaciones simbólicas, totalmente inconsciente y provistas de un poder efectivo, a través del cual el niño logra tras un proceso de 3 etapas (1.- la identificación con el objeto del deseo de la madre, 2.-el complejo de castración y el padre como agente privador, y 3.-identificación con el padre) la aceptación de la posesión del padre del objeto deseado (el falo en el texto), teniendo como consecuencia de ello, la identificación del niño con su padre por una parte, y por otra el nacimiento del “yo ideal”.
En primera instancia, Lacan nos señala al complejo de castración como la articulación del complejo de Edipo ¿Qué función tiene esto? ¿Qué proceso hay de por medio? Bien, antes de explicar esos puntos, es necesario el planteamiento del sujeto, la metáfora paterna y el deseo del niño, que preceden dicha situación, términos que son bases del texto y que por lo demás, son los centros de “Los tres tiempos del Edipo”.
¿Qué es un sujeto? ¿Se confunde con realidad individual o esta ahí afuera simplemente, o se modifica en tanto se transforma en hablante? Lacan nos señala que apenas hay sujeto hablante, que las formulaciones de estas preguntas son acertadas, el otro esta ahí pero no es él quien tenemos de referencia, sino mas bien un Otro con mayúscula, un símbolo, una imaginación “real”. Dicho de otra manera, existe un otro, un sujeto, pero quien interfiere en nosotros es un Otro que no es más que una imagen mental del que existe con “o” minúscula.
Por su parte, la metáfora Paterna trata de una “simbolización primordial” niño-madre, donde el padre como significante pasa a tomar el lugar de la madre. El complejo de Edipo no seria más que esto, un proceso de cambio de identificación –del niño- de la madre por el padre (todo esto desde un plano imaginario), donde simbolizados con un triangulo, Lacan nos expresa tal vinculo. 
El niño al inicio aún no reconoce al padre, solo a través de la madre percibe la realidad, el padre pasa a ser real en tanto la madre le brinda su papel y función de padre. En nuestro caso como observadores, el padre es real porque las instituciones le brindan tal atribución. En el texto se aclara que el significante del padre finalmente no es dado para quien realiza el coito, sino que es una necesidad de una cadena de significante, particularmente por la función que desempeña él (la Ley, la Palabra, el Otro, etc.).
Con respecto al deseo, aquí recién se ingresa al inicio de los tiempos del Edipo, donde Lacan señala al niño como un ser “dependiente del deseo de la madre”, es decir, se siente identificado con la madre en el sentido en que “desea (ser) el deseo de la madre”, cuestión que en consecuencia instituye a la madre en un papel primordial en su vida. ¿Qué implica este papel primordial? Esto implica que la madre es el principal símbolo de este niño, es la dimensión del deseo de Otra cosa: el deseo de ser Falo, el comienzo del Edipo.
El reconocimiento de la relación de espejismo, la relación donde se articula el deseo entre la madre y el hijo es el paso final para entrar al Edipo, en la cual se anticipa satisfacción del deseo en los movimientos del otro: “aquella madre que va y viene, a la que llama cuando no está y cuando está es rechazada para poder volver a llamarla”. El significado de llamarla, no es más ni menos que el acto de pretender la satisfacción del deseo y de ser el deseo de la madre en espejismo continuo. Junto con ello, ese “vacio” ese algo, es la existencia de todo el orden simbólico implícito del cual todo esto depende.
Los tres tiempos del Edipo: Todo en un plano imaginario-simbólico
Primer tiempo: El niño busca satisfacer el deseo de su madre. El niño se identifica con el objeto de deseo de su madre, el falo, ¿Por qué el falo como objeto de deseo de la madre? Según Lacan porque es privilegiado en el orden simbólico, por necesidad de este. Entonces, como el niño desea el deseo de la madre en pos de satisfacerla, pretende ser el falo. 
Segundo tiempo: el niño identificado con la madre teme de que, si es varón, ser privado de su objeto (ya que la madre no es varón como él), ser castrado (punto nodal), es aquí donde quien –imaginariamente- es castrado, es la madre (por causa del padre ya que el tiene el falo y no ella), ello es la superación de esta etapa (complejo de castración, define al niño como el hombre que será y a la niña como la mujer que será). Aquí el padre hace su aparición por mediación de la madre, él es el falo, el que está en posición de prohibirlo a la madre, es la ley, el obstáculo entre el niño y la satisfacción del deseo de ella, el niño toma posición del hecho de que su madre no tiene falo y el padre queda en posición de darlo o no darlo. En esta ésta etapa se fijan perversiones, o trastornos, neurosis, tales como travestismo y/o fetichismo.
Tercer tiempo: aquí esta la clave del complejo del Edipo, el padre posee el objeto de deseo de la madre y está en posición de darlo porque lo tiene. Interviene como el que tiene el falo y no como el que lo es, aquí aparece el giro de identificación donde el niño se identifica con el padre (en pos de satisfacer de alguna forma a la madre), naciendo con el ello su “ideal del yo”, constituyendo en la madre lo que será la realidad y en el padre el superyó. El padre interviene en esta etapa como real y potente, al mismo tiempo que es interiorizado por el niño en su “ideal del yo”, con esto finalmente el Edipo declina.
¿Qué quiere decir esto? Que el niño es despojado de las funciones que había empezado a despertarse, dejando en “reserva” sus potencialidades para usarlas en su madurez. Mas tarde, su identificación metafórica con el padre, serán la clave para ejercer sus títulos de hombre.
En el caso de la niña, ella encuentra una salida distinta y mas simple, no tiene q conservar el titulo de virilidad, ella se dirige a quien lo tiene, al padre.
Para finalizar, una pequeña reseña de los últimos párrafos, pues en estos Lacan denota una situación muy especial en su trabajo, el significante jerarquizado y las relaciones entre ellos, los cuales en el caso del Edipo, el padre ocupa la posición superior y a la misma vez une los significantes menores, es una relación de conveniencia pues señala enfáticamente “es solo un asunto mítico, por que nadie a podido sujetar nunca una cadena de significación a un significante, en cambio lo que si se puede hacer es fijar un significante a otro significante”. Es la sentencia final sobre la articulación de los significados del Complejo del Edipo.

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