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Resumen Texto Algunos Tipos de Carácter Dilucidados por el Trabajo Psicoanalítico, S Freud - M Sáez

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Universidad de Chile Marcela Sáez
Facultad de Ciencias Sociales
Carrera de Psicología
Ayudantía Psicología de la Personalidad
SIGMUND FREUD
Algunos tipos de carácter dilucidado por el trabajo psicoanalítico (1916)
Sigmund Freud, médico y neurólogo austriaco, creador del psicoanálisis.
Cuando un médico trata a un neurótico con psicoanálisis, centra su interés en el carácter de éste. Le interesa sobre todo averiguar el significado de sus síntomas y las pulsiones ocultas tras ellos. Pero el enfermo opone resistencia y se manifiestan en él ‘propiedades’ que se creía no tenía.
El objetivo de este trabajo de Freud es describir y reconducir a su origen algunos de los rasgos de estos caracteres.
Las “excepciones”
El trabajo psicoanalítico insta al enfermo a renunciar a satisfacciones cuya consecuencia sea un perjuicio, pero ésta renuncia es temporal. El enfermo debe realizar bajo la guía del médico un avance del principio de placer hasta el principio de realidad, por el cual dice Freud, el hombre maduro se diferencia del niño. Es una labor educativa, donde el médico es un ‘otro eficaz’ (porque no es lo mismo saber algo dentro de sí que oírlo de parte de otro) que se sirve de algunos componentes del amor para enseñar, porque como dice Freud, ‘es el amor el gran pedagogo’.
Pero hay sujetos que por alguna razón particular se revelan contra esta propuesta. Dicen que han sufrido y privado bastante, que tienen derecho a ser disculpados de requerimientos y que no se someterán más a desagradables necesidades, porque son “excepciones” (y piensan seguir siéndolo). Freud pudo indagar que su neurosis tenía relación con una vivencia o sufrimiento de la primera infancia, de la cual eran inocentes y lo estimaron como un ‘injusto prejuicio hacia su persona’, por eso reclaman privilegios sobre los demás y nace la rebeldía.
A modo de ejemplo Freud cita una obra de Shakespeare, Ricardo III: Ricardo era deforme y no podía gozar de los placeres de la vida como los demás, por eso dice Freud él creía que tenía derecho a ser una excepción y ejercer injusticia, pues con él se había cometido, lo invadía la envidia y exigía total reparación debido al daño a su narcisismo.
Los que fracasan cuando triunfan
El trabajo psicoanalítico nos regala esta tesis: Los hombres enferman de neurosis por la frustración. La negación de sus deseos libidinosos, porque para la neurosis es necesario un conflicto entre estos deseos y el “yo”. Este conflicto se produce cuando la libido quiere lanzarse por caminos que el yo ya superó y que están prohibidos. Pero nos sorprendemos, dice Freud, cuando algunos hombres enferman cuando se les cumple un deseo hondamente anhelado y perseguido, ‘como si no pudieran soportar su dicha’, su goce se aniquila.
Existe una contradicción entre estos casos y la tesis. Cuando se quita de la realidad el objeto que la libido desea tenemos frustración exterior, pero no es patógena mientras no sea asociada con una frustración interior, que debe partir del yo y disputar con la libido otros objetos que ahora quiera poseer, entonces se crea un conflicto y la posibilidad de neurosis. Freud dice que en estos casos excepcionales la frustración interior ha producido efectos por sí sola y ha surgido sólo después que la frustración exterior cedió lugar al cumplimiento del deseo. La diferencia estaría, respecto de otros casos de neurosis, en que la formación de ésta generalmente se debe a incrementos de la ‘investidura’ libidinal que hacen de la fantasía antes despreciada algo temido, mientras que en estos casos la señal para el estallido conflictivo es dada por un cambio exterior real.
El trabajo analítico muestra que son poderes de la conciencia moral los que prohíben a la persona extraer de ese feliz cambio el provecho largamente esperado.
Freud utiliza como ejemplo a Lady Macbeth (Shakespeare), que se derrumba tras alcanzar el triunfo después de trabajar energéticamente por él, no tenía más aspiración que cumplir sus metas, se convierte en reina por el asesinato de Duncan, pero manifiesta que “nada se gana, al contrario, todo se pierde, cuando nuestro deseo se cumple sin contento: vale más ser aquello que hemos destruido, que por la destrucción vivir en dudosa alegría”. Freud dice que Lady M. cambia frente a la falta de hijos, lo que la convence de su impotencia frente a la naturaleza y le recuerda que por su culpa ha sido privada de los ‘mejores frutos de su crimen’. Luego, a causa de un estudio de Ludwing, señala que quizás Lady M. y Macbeth eran uno solo: ella se arrepiente y él es temerario, como dos partes desunidas de una única individualidad psíquica copias de un solo modelo.
Luego señala el ejemplo de Rebeca, que comete incesto y ocasiona la muerte de una mujer para quedarse con su marido, y al final de todo cuando el hombre amado le pide matrimonio ella lo rechaza. Rebeca dice que su pasado le bloquea su felicidad, y Freud dice que es entonces su conciencia moral que ha despertado y la culpa le niega el goce, porque en el fondo sabía que había cometido incesto. Y Freud va más allá señalando que todo lo que sucedió con Rosmer es fruto de complejo de Edipo: enamorarlo y ser hostil hacia su mujer. El trabajo psicoanalítico enseña “que las fuerzas de la conciencia moral que llevan a enfermarse por el triunfo y no, como es común, por la frustración, se enlazan de manera íntima con el complejo de Edipo, la relación con el padre y la madre, como quizá lo hace nuestra conciencia de culpa en general”.
Los que delinquen por conciencia de culpa
Es frecuente que cuando jóvenes cometamos actos prohibidos, sobre todo en la pubertad. Pero hay gente que pasada la juventud o bajo del tratamiento de Freud los seguía cometiendo. El resultado del trabajo analítico fue que tales actos se realizaban porque eran prohibidos y porque al hacerlos el sujeto sentía alivio. Este sujeto sufría de una conciencia de culpa, de origen desconocido, que sólo era aliviada al cometer una falta. La conciencia de culpa preexistía a la falta, eran “delincuentes por conciencia de culpa”. ¿De dónde proviene el sentimiento de culpa anterior a la falta? Freud dice que brota del complejo de Edipo, es una reacción frente a los dos grandes ‘propósitos delictivos’: matar al padre y poseer a la madre. Los delitos se cometen para fijar la culpa y aliviar a los ‘mártires’. ¿Acaso es probable que ésta causa participe en la comisión de delitos? Freud dice que esta pregunta sobrepasa en trabajo psicoanalítico, que tenemos que dejar a la investigación futura el decidir cuántos delincuentes son los que delinquen por “conciencia de culpa”.

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