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TE}(TOS. TEORiAY MÉTODO Grupo, srrbietlttdd y pruyecto sociat TEXTO L V Esto nos conduee al problema de los límites de hprrifesión en. el enfoque, ab¿rque y c*pacidad de res- puesu frente a las demandas sociales que enfrentamos, En este enfoque aparece la sociedad como una cri- tegoría omnrpotente, sobrevalorada; conducente, lleva- da a grados extremos, a una concepcién fatalista y ahisdrica de loe procesos sociales. ¿Qué está ausenre en est¿ forma de analizar los problemas? El hombre. Sin emba¡go, no se trar¡ de re- cordar sirnplemente Ia mcra presencia de los individuos conc¡etos que corporalmence consdtuyen una socie- dad- Por eso, yo diría que más que hablar del hombre, qu€ se cuando hablar del en tode del sujeto principal del,cscenario social. rar alg¡.:nas refle¡riones acerce dc l¿ relación subjetivi- determinadas relaciones sociales y una capaeidad para ebarcar e6ms reldciones y sus posibilidades. En se$rn- do iugar, porque las condiciones de la sociedad pene- tran hast¿ el propio cento de la indivídualided cons- rruyendo una subjerividad a¡ravesada permenent€men- Psicología social. Grupoo subjetividad y proyecto social Mara Fuentes Ávila pregunta se hace rrecesario hablar desde una singulari- dad a partir de la cual, estoy segura, podremos alianzar una suerte de gencralización en la medida e$ que nues- tras inreligencias permitan que lo común sobrepase lo diverso y encontremos en nuestra diversidad to.lo 1o que de común ten€mos, que es, sin duda, la base de nu€stre riqueza como científicos sociales pertenecientes e urie zona, geográfica que necesira hacerse más presen- te en el campo de les ideas. - Si regresrrnos a nuesrra preguff¿ inicial, podemos derqos cuenta fácilmente de que la misma pt ide *rt*. dirigida i¡rdistintamenre a un clérigo, a un filósofo, a un gonomista, a un pedagogo, a un campesino, s un jurista, a un sociólogo¡ a url ama de casa; en fin a cual- quier ser racional; y aünque pudiera ocurrir que las lespyTlas no fueran muy diferentes, Ie-difsrcpcil"" .fu]¿itablE3 ovariable independiente" generadora de cos¿s buenas, y así hablamos de bienesta¡ social, o malns, y entonces ha- vo mirada Si a los ciendficos scciales se nos Fregunr¿ral actuali¿an los miembros de una deter- isar su alcance. No existe una sociedad en ge- o diferenres foffis los niveles de desa¡rollo que, Pafa ÍraEar de corlt€star esta todo no sólo la tor, y los segundos en calidad de portadores de nuevas producciooes de sentido. Estos sistemas valorativos se ccnc¡etizan en cade 44lSUPtÉ[¡ trrT0s ANTHfr opOS uño de los niveles de ins¿rción del hombre en l* socie- ded, a saber: interpersonal, grupal, instinrciona.l y co- munitario¡ los que resultan ser, por lo tanto, niveles *productores" de subjcúvidad. El deserrollo de la subjctivid*d aparecg pues, desde mi punto de vista, asocirdo indisolublemente a las par- ticularidades dcl recorrido vital de cada hombre en ios diferffr¡es contcxto$ socialcs cn ios que de maaera in- medif,ta transsurre su vida- F.n otras palabraq ss¡S.dcs- ? gET ü$: Í¡Í*{¡ilp,Y &{É"fü*t} de una En cada uno de los distinros niyeles de i¡serción so- menera resulta su realidad iomedi¡ra. en estos lruSmo3 miembro en [a que, inevita- ta, como un sujeto ponador dc esras relaciones y- miem- bro activo de [a socio.lo.l " lt +"" F.rgenece. Con esro esroy queriend.o subrayar que [a pene- ¡encia del hombrc a una deterrnfuFdassciedad no pr€- suponc la existencia de una determinación automftica, simplificeda, rectilínea de su conciencia individuel. Te- Grupq cuütüüuldrd y pruyocto soolrl --_-.*.*..^-......-*** escuéla y Ia familie como privilegirdos espacios ssciali- zadores de la personalidad, y las cliferentcs instin¡cio- nes cn gue se fraguan les individualidades que, en una pÉrñancnte relación dialéctice instituido-iastittyentg reproducen sus mecan;smor de pe.rpetuaclón y, e [e vez, inevitrblemente, los van transformando en lá me- dida en que las fuerzas instituyentes se abren c¿mino en las gricas de lo instin¡ido. En ral sentido, las !rutinrciones socialcs oproducen' i*¡idrlt,^s, lns crra@ad de su zubietividad, están en cortdiciones tanto de sosce- - la. La permr,nencia y cantinuidad de las instituciones G una sociedad es una cons€cuencia no sol*me.sre de las condiciones materisles y económicas sino, básica- mente, del eruretejido sociopsicológico que logrcn es- ¡ablccer alrededor de un sistenra de vdore¡ comüncs. panicular, un proyecrc social común; o como un con- glomerado, donde cada una actúa como un todo que sc consume er¡ sí mismo siendo, por lo tanto, imperfecto. Así pues, las insrinrciones socializadoras cle [a pcr- sonalidad, por cjemplo, se¡án vizualizatlas por el psicó- logo, a pardr de su funcionamiento en un marco social determinado, bicn en ¿anto u¡. sis¡ema cohcrente, arti- culado o cono un conjunto dc esp*cios ffsicos donde se reelize una ectivided común Como consecuencia, será entendido el desarrollo de su potencial para ejer- eer .us -cfec++ sociop*icológics dc cocjsnte sobte l* personalidad. OtJo aspecto a considerar en el funcionarniento tnsutuclonal Ég el rol Que se concede el sutcto. r.l pfo- c€so de socializrción, al interno de estas insrituciones, debe atribuirle un papel activo al joven tn e$t€ proc€- un proceso dc formación, en uno de control sociel. De lo antcrionnente expuesto, podemos derivar el hccho de qus l+s F.i"él+So. e.f+¡¡¡^" ft"nte a lt tarea J. f'feccionar los mecanismos a üavÉs de los cuales ". áooro"" l. - yecto social ). el Proyecto individual y¿ que parrimos de la conside¡ación teórica de que no hay proyecro so- cial que pueda ser alcanzado ni llevado a vías de éxito si los hombrcs, que son los cncargados de cjecutarlos, no lo incorporan! en diferen¡es medidrs e sus proyec- tos indiüdualcs de vida, nombÁ o epÉ Rrfl a,ün ?olÉ'S I oeno/ rr!g l Y\üfrLI ,*area üe; ?81cor.%'a riormente plrareados (que enticndo como premisas ge- nerales en la conceprualización del problema) está diri- gida a aquellos esp€clos movilizadores del deserrollo de la subjetividad. En este senrido creo que se hace fundamenral es¡a- bleccr los ámbitos principaies de construcción y dcsa- rrollo de la subjctivided que asocio directamentr con la ión del de inserción e inter¡c- en se concrcflza esta daHsl¡lglxoEEso perrntrncffe- F.ste.análisiE que de maoer* a en la medide en que el ncrone como un srstema coordinado to de las relaciones so- ci¡les dadas en las nicndo en cuenra su vida y vivencias inmcdiams, 1a vida de cada. hombre transcurrc e Io la¡eo de un reco- so, es decir, el-¡'gven no su verdadere esencia y se convierte. mis que en social- etraviesa una subietividad 9JPLEMENTOS ANTHFOFOSd4{ Ét por ello que los psicólogos sociale¡ debemos unffi¡ dc concepciones teóri- cas y deriveciones rnerodológicas que pasan, ineviteble- mente, por un análisis multidctermin¿do dc Ia rclación subjedvidad-gn:palided y su irserción en un ambiente socio-político-económico derermin*do. La emergencia de la grupalidad no debc ser entendida cl gmpo y l¿ sociedad sólo será aprehendidr en su real dimensión si entetdemos qse con$in¡yen rre$ polos de una retra- ción dialécdca que lcs permite un p€rmáncnte inter- cambio en¡ y a través dcl cual, se acrualiz¿rán las rele- general. TEXTOS. TEOHIAV MÉTODO mente cn los disdntos niveles en que se concrt¡iza la inserción sociel de cada individualidad, será consecuen- cia de la parriculeridad que Rsuma la apropiación indi- vidual o colcctive que de etla se haga, Pof eso, en [ucstro Lar r¿prglcnticlones socÍrleÉ tr¿btie *desde el erupo". Nuestr* preocupación es, por'lo tnnro, más epistémica que óntica. formación como si s€ cstuviera pcnsando en un orden de determinaciones o en una suerte de tcnsión cntrc am- bos. Estamos en el campo de lo , dondc, d*.t" tr.t ¡. lo qasial' la truFl y rc iadividu¡l' st ^ssibilitfl l* erea Es evidenre qu€ no estoy hablando de un espacio físico, sino de un espa- cio oue se erise desde el vínculo intersubietivo atrevc- sado pói lo social loinsdtu¡TnJ,Ió históricóGF-nacio*n¡neL L.a a- rinphvr- áad Esra concepción dende no solarncqrc a ubicar el necesafio conteñto para la correct* indagación psicoló- gice, sino que se corivierre en herramiem metodológi- ca indispensable para aquelios cicntíficos qnu tros pl"r- teemos trabajar la psicología en una perspectiva no contemplativa/descriptiva, sino inreryentiv#modifica- dora" de cara al desarrolio perso..l, grupal, comunica- rio, institucional y social, f ¿Cómo potenciar cl vínculo individuo-sociedad? | ¿Cuáles son las barrcras subjctivas y objetivas que obs- I mculizan Ia integración del hombre " su medio y el I surgimieruo de !a subjetividad a la que aspiramos? ' b Es incvimble asocier esres pregftnas al grupo pc- qucño, entendido como uno de los ámbitos principales dc construcción y desarrollo de la subjetivid.i ¡ ptr lo tanto, como un privilegiado espacio scielizador en el cual cada ciudadano recibc urn panicullr influencia so- cial, comuniania, institucional e intcrpersonal, y dondg a la vez, dewclve su reflejo pardcularde Ia misma "q"toto, l"l "faci+ g r le trabaie .en el Srupo", e se actualizan a nivel i como un proceso que ocufTe a de la indiüdualid¡d. Tr*er dc ruenei- ¿l¡ ahordrr rl tam¡ desde r.n enfr\rr¡ r¡¡e-nir-irt¡ Es un error analizar cualesquiera de cstas relaciones a ciones de influencia e interinfluencia que potenciin. l ,+ f r"Süi$gg$.cntendida cor.no un4 co¡-qm'.riáaparticular que se eiige como pftducto de un¿ Eerrrül- debe ser hoy, más quc nunca, 4 4lSUpt ürffih"f 0$ AN jl"[t0Ps$
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