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Resumen Texto Engels El Origen de la Familia, la Propiedad Privada y el Estado - Ayundantía

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Resumen.
F. ENGELS: EL ORIGEN DE LA FAMILIA, LA PROPIEDAD PRIVADA
Y EL ESTADO.
Se respeta el orden del libro.
Prefacio a la primera edición, 1884.
Marx se había propuesto exponer los avances de Morgan desde el punto de vista del materialismo histórico. Engels retomó ese propósito luego del fallecimiento del primero.
Según la teoría materialista de Morgan, el factor decisivo en la historia es la producción y reproducción de la vida inmediata. Se distingue entre la producción de los medios de vida y la del hombre mismo.
Se plantea que a bajo desarrollo del trabajo hay mayor preponderancia de los lazos de parentesco sobre la sociedad, y viceversa. Lo que equivale a formular la tesis de que aumenta la complejidad de las formas de integración y coordinación social a medida que se desarrollan las fuerzas productivas.
Prefacio a la cuarta edición alemana, 1891.
Hasta 1860 ni siquiera se podía pensar en una historia de la familia. Las ciencias históricas estaban bajo la influencia de los cinco libros de Moisés. Desde el cual, se identificaba la forma patriarcal de la familia como la más antigua e idéntica a la familia burguesa contemporánea. En efecto, la familia era un ente a-histórico. A lo sumo, se admitía que en los tiempos primitivos habría existido la promiscuidad sexual.
El estudio de la historia de la familia comienza en 1861, con el Derecho Materno de Bachofen. El autor allí presenta las siguientes tesis: 1) primitivamente los seres humanos vivieron en promiscuidad sexual –heterismo-; 2) en esas relaciones no se puede determinar la paternidad, por lo que la filiación se contaba por línea femenina; 3) a consecuencia de esto, las mujeres gozaban de gran aprecio y respeto que llegaba hasta el dominio femenino absoluto; y 4) el paso a la monogamia encerraba la trasgresión a una antigua ley.
Según Bachofen el paso desde el heterismo a la monogamia y del derecho materno al paterno se produce por el desarrollo de las concepciones religiosas. En tal punto Engels sitúa su crítica materialista al trabajo de dicho autor: el desarrollo de las ideas no explica el desarrollo histórico.
Luego, MacLennan observa que en muchos pueblos el novio se ve obligado a arrebatar a su futura esposa mediante un rapto por violencia (simulado o no). Elabora la distinción entre tribus exógamas y endógamas. En las primeras se asienta la práctica del rapto de mujeres. Explicará las conductas sexuales (poliandria, poligamia y monogamia) como efecto de equilibrios o desequilibrios numérico entre los sexos.
Los avances investigativos terminarían por socavar la propuesta de MacLennan.
Morgan al publicar su trabajo fundamental La Sociedad Antigua (1877), que es la base de la presente obra, incide profundamente en el debate contemporáneo. Planteaba que la endogamia y exogamia no eran antítesis; la existencia de tribus exógamas no está demostrada hasta ahora en ninguna parte. A cambio decía que en la época en que predominaba el matrimonio por grupos, la tribu se escindió en grupos de gens consanguíneas por línea materna, en el seno de las cuales estaba estrictamente prohibido el matrimonio. Entonces, si la gens era exógama, la tribu que comprendía a la totalidad de las gens era endógama.
Asimismo, a partir del estudio de los indios americanos, Morgan formularía una explicación evolutiva del paso desde la gens basada en el derecho materno a la basada en el derecho paterno.
Capítulo 1: Estadios prehistóricos de cultura.
Morgan introduce un orden en la prehistoria de la humanidad: salvajismo, barbarie y civilización. Cada una de las épocas se subdivide en los estadios inferior, medio y superior, según los progresos obtenidos en la producción de los medios de existencia. Porque el hombre es el único de los seres que posee control en dicho aspecto.
El desarrollo de la familia se operaría paralelamente.
1.1 Salvajismo.
En el estadio inferior o infancia del género humano, los hombres permanecían aún en los bosques tropicales o subtropicales, vivían por lo menos parcialmente sobre los árboles. Se alimentaban de frutos, nueces y raíces. El principal progreso de esta época es la formación del lenguaje articulado.
El estadio medio comienza con el empleo del pescado como alimento y el uso del fuego. Con ello los hombres ganaron en mayor independencia del clima y del lugar. Siguieron el curso de los ríos y costas. También aparece la caza.
En el estadio superior empieza con la invención del arco y la fecha, gracias a los cuales llega la caza a ser un alimento regular, y el cazar, una de las ocupaciones normales. Comienzan a surgir los primeros asentamientos con mayor permanencia.
1.2 La Barbarie.
El estadio inferior empieza con la introducción de la alfarería. El rasgo característico del periodo es la domesticación y cría de animales y el cultivo de plantas.
Con la llegada de la barbarie comienzan a notarse diferencias en el desarrollo de los pueblos, derivadas de las distintas condiciones naturales entre los dos grandes continentes. 
El estadio medio en el Este comienza con la domesticación de animales, y en el Oeste con el cultivo de las hortalizas por medio del riego y con el empleo de adobe y piedra para la construcción. 
En el Oeste tal estadio no sería superado hasta la conquista de América por los europeos.
El estadio superior comienza con la fundición del mineral de hierro, y pasa al estadio de la civilización con el invento de la escritura alfabética y su empleo para la notación literaria. Por la invención del arado de hierro se hace posible la agricultura, posible también por la hacha y pala de hierro que permitían la tala de bosques a gran escala. 
Todo esto incentivó el rápido aumento de la población, que se instala densamente en áreas pequeñas.
En síntesis, Salvajismo es el periodo en que predomina la apropiación de productos que la naturaleza da ya hechos, las producciones artificiales del hombre están destinadas a facilitar dicha apropiación; Barbarie es el periodo en que aparecen la ganadería y la agricultura y se aprende a incrementar la producción de la naturaleza por medio del trabajo humano; Civilización es el periodo en que el hombre sigue aprendiendo a elaborar los productos naturales, periodo de la industria, propiamente dicha, y del arte.
Capítulo 2: La familia.
Los apelativos de parentesco no son simples títulos honoríficos, sino que, por el contrario, traen consigo serios deberes recíprocos perfectamente definidos y cuyo conjunto forma parte esencial del régimen social de esos pueblos.
“La familia, dice Morgan, es el elemento activo; nunca permanece estacionada sino que pasa de una forma inferior a una forma superior a medida que la sociedad evoluciona de un grado más bajo a otro más alto. Los sistemas de parentesco, por el contrario, son pasivos; sólo después de largos intervalos registran los progresos hechos por la familia y no sufren una modificación radical sino cuando se ha modificado radicalmente la familia”.
Por el sistema de parentesco legado hasta nuestros días, podemos concluir que existió una forma de familia a él correspondiente.
Morgan llega a la conclusión de que existió un estadio primitivo en el cual imperaba en el seno de la tribu el comercio sexual promiscuo. Que en realidad era un matrimonio por grupos.
Según Morgan salieron del estado primitivo de promiscuidad en una época muy temprana:
1. La familia consanguínea, correspondiente a la primera etapa de la familia. Los grupos conyugales se clasifican por generaciones. Ésta ha desaparecido, pero el sistema de parentesco hawaiano muestra que ha existido.
2. La familia punalúa. Si el primer progreso en la organización de la familia consistió en excluir a los padres y los hijos del comercio sexual recíproco, el segundo fue en la exclusión de los hermanos uterinos y colaterales.
3. La familia sindiásmica. En esta etapa un hombre vive con una mujer, pero de tal suerte que la poligamia y la infidelidad ocasional siguen siendo un derecho para los hombres, aunque por causas económicas la poligamia se observa raramente; almismo tiempo, se exige la más estricta fidelidad a las mujeres mientras dure la vida común, y su adulterio se castiga cruelmente. Sin embargo, el vínculo conyugal se disuelve con facilidad y después, los hijos sólo pertenecen a la madre. 
Ahora las mujeres comienzan a escasear, aquello explica el inicio de prácticas como el rapto y la compra de mujeres.
Convertidas las riquezas, acumuladas a través de la domesticación de animales y agriculturas (algunas veces acompañada de la esclavitud), en propiedad privada de las familias, y aumentadas después rápidamente, asestaron un duro golpe a la sociedad fundada en el matrimonio sindiásmico y en la gens basada en el matriarcado.
Así pues, las riquezas, a medida que iban en aumento, daban, por una parte, al hombre una posición más importante que a la mujer en la familia y, por otra parte, hacían que naciera en él la aspiración de valerse de esta ventaja para modificar en provecho de sus hijos el orden de herencia establecido. Pero para ello tenía que ser abolido el derecho materno, y lo fue.
“El derrocamiento del derecho materno fue la gran derrota histórica del sexo femenino en todo el mundo. El hombre empuñó también las riendas en la casa; la mujer se vio degradada, convertida en la servidora, en la esclava de la lujuria del hombre, en un simple instrumento de reproducción”.
De esto, surge la familia patriarcal que se caracteriza por “organización de cierto número de individuos, libres y no libres, en una familia sometida al poder paterno del jefe de ésta. En la forma semítica, ese jefe de familia vive en plena poligamia, los esclavos tienen una mujer e hijos, y el objetivo de la organización entera es cuidar del ganado en una área determinada”.
“La familia moderna contiene en germen, no sólo la esclavitud, sino también la servidumbre, y desde el comienzo mismo guarda relación con las cargas en la agricultura. Encierra, in miniature, todos los antagonismos que se desarrollan más adelante en la sociedad y en su Estado”.
4. La familia monogámica. Se funda en el predominio del hombre; su fin es el de procrear hijos cuya paternidad sea indiscutible; y esa paternidad indiscutible se exige, pues los hijos serán herederos directos de los bienes de su padre. Se diferencia de la anterior en que los lazos son mucho más sólidos: sólo el hombre puede hacerlo por regla. También se le otorga el derecho a la infedilidad.
El origen de la monogamia, por tanto, no está en el amor sexual individual, sino que en el triunfo de la propiedad privada sobre la propiedad común primitiva. La monogamia en ningún caso aparece como acuerdo entre hombre y mujer, sino que como la proclamación de la dominación de un sexo sobre otro. La monogamia es la forma celular de la sociedad civilizada, en la cual podemos estudiar ya la naturaleza de las contradicciones y de los antagonismos que alcanzan su pleno desarrollo en esta sociedad. 
A su vez, se relaciona el desarrollo de la monogamia con la transformación del legado del matrimonio por grupos en el heterismo extremado en su forma de prostitución (primera contradicción). El heterismo es una institución social como cualquier otra y mantiene la libertad sexual, en provecho de los hombres. No sólo es tolerado, sino practicado libremente. La reprobación recae solamente sobre las mujeres: ¡putas pecadoras!. Con ello se proclama una vez más la ley fundamental de la sociedad de la supremacía absoluta del hombre.
En la monogamia se desenvuelve una segunda contradicción. Junto al marido que ameniza su existencia con el heterismo, se encuentra la mujer abandonada. Aparecen 2 figuras sociales desconocidas: el permanente amante de la mujer y el marido cornudo. Nace el adulterio como práctica recurrente. La certeza de paternidad se basa en el convencimiento moral.
Si la monogamia fue de todas las formas de familia la única en que pudo desarrollarse el amor sexual moderno, eso no quiere decir que se desarrollara como regla un amor mutuo de los cónyuges. En todas las clases dominantes el matrimonio siguió siendo un trato cerrado por los padres, como en el sindiásmico. La primera forma de amor sexual en la historia, el amor sexual como pasión, y por cierto como pasión posible para cualquier hombre y forma superior de la atracción sexual es el amor caballeresco de la Edad Media, que no fue amor conyugal, era adulterio.
En la burguesía hay dos modos de matrimonio. En los países católicos, la familia elige la mujer para el joven burgués. Y en los protestantes, se le da libertad al hombre para buscar pareja al interior de su clase. En los primeros casos es más común el heterismo y adulterio (de ahí la prohibición del divorcio en el catolicismo), en el segundo el aburrimiento mortal compartido llamado felicidad doméstica. En ambos casos, siempre es matrimonio por conveniencia.
El amor sexual no puede ser una regla más que en las clases oprimidas, es decir, el proletariado. Aquí desaparecen los fundamentos de la monogamia clásica: falta la propiedad en virtud de la cual fue instituida la supremacía del hombre; por ello faltan motivos para instituirla. No existen si quiera los medios de conseguirlo: el derecho burgués sólo regula las relaciones en el matrimonio de las clases poseedoras. La proletarización de la mujer la ha convertido muchas veces en sostén del hogar, con ello quedan desprovistos de todo fundamento la dominación del hombre sobre la mujer en el hogar proletario desapareciendo, excepto, la brutalidad para con las mujeres aún arraigadas. La mujer ha reconquistado el derecho a divorcio, cuando los esposos ya no pueden entenderse prefieren separarse. El matrimonio proletario es monógamo en el sentido etimológico de la palabra, pero no en su sentido histórico.
Se señala que los avances en la jurisprudencia remitidos a convertir el matrimonio en un acuerdo pactado entre hombre y mujer libres, es similar al mecanismo del contrato de trabajo: formalmente libres, pero sustancialmente sujetados. No obstante al igual que la república no suprime el antagonismo entre las dos clases, sino que suministra el terreno en que se lleva a su término la lucha por resolver ese antagonismo; el carácter particular del predominio del hombre sobre la mujer en la familia moderna, así como la necesidad y la manera de establecer una igualdad social efectiva de ambos, no se manifestarán con toda nitidez sino cuando el hombre y la mujer tengan, según la ley, derechos iguales. Entonces se verá que la liberación de la mujer exige la reincorporación a la industria social, lo que a su vez requiere que se suprima la familia individual como unidad económica de la sociedad.
Hemos revisado lo siguiente:
	Época de desarrollo
	Salvajismo
	Barbarie
	Civilización
	Tipo de familia
	Matrimonio por grupos
	Matrimonio sindiásmico
	Monogamia + Adulterio y prostitución
*Además está la forma intermedia entre la Barbarie y la Civilización (estadio superior de la Barbarie) que se corresponde con la sujeción de las mujeres esclavas al hombre y la poligamia.
La revolución social inminente (revolución socialista proletaria) al transformar al menos la inmensa mayoría de las riquezas duraderas hereditarias –los medios de producción- en propiedad social, desaparecerán las causas económicas de la monogamia (acumulación de riquezas y preocupación por mantener mecanismos hereditarios de traspaso de la misma) podría extinguir la monogamia. Frente a tal planteamiento se dice que, con fundamente, puede suceder que lejos de desaparecer, más bien se realizase plenamente la monogamia. Pues al desaparecer el trabajo asalariado, se acabaría la necesidad de prostituirse. Con ello la monogamia se haría posible hasta para los hombre.
De todos modos, la posición del hombre y la mujer sufrirían grandes cambios. En cuanto los medios de producción pasen a ser de propiedad social, la familia individual dejará de ser unidad económica de la sociedad. La economía doméstica se convertirá en un asunto social (incluyendo cuidado y educación de los niños). La sociedad cuidará de los hijos legítimos y naturalespor igual, suprimiéndose la causa principal de las preocupaciones que impiden a la mujer entregarse libremente al hombre que ama.
El amor sexual se realizará en esta sociedad, siendo este distinto del mero eros de los antiguos. Supone la reciprocidad en el ser amado. El amor sexual alcanza alta duración e intensidad, que hace considerar la falta de relaciones íntimas y la separación como gran desventura. Surge un nuevo criterio para juzgar a las relaciones sexuales: son o no fruto del amor y afecto recíproco.
Por tanto, el matrimonio no se concertará con toda libertad sino cuando, suprimiéndose la producción capitalista y las condiciones de propiedad creadas por ella, se aparten las consideraciones económicas accesorias que aún ejercen tan poderosa influencia sobre la elección de esposos.
Lo que sin duda desaparecerá de la monogamia será la preponderancia del hombre y la indisolubilidad del matrimonio.
Dado que hasta al momento se ha hablado negativamente de como sería el amor sexual en las sociedad nueva, Engels afirma que sólo cuando ella sea realidad podrá saberse a ciencia cierta cómo cada quién dictará su propia conducta.

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