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EASAL. II prueba. acción social en América Latina 
Clase 09/05 
Cambios en la intelectualidad de los 50 a la actualidad
Varios autores han señalado que en los 50 había forma de entender procesos económicos y sociales, muy distintos a la de hoy. En los 50, la preocupación era por carácter social que adquiere política y economía; y por tanto en función de los grupos que la dominan. Política y economía se expresan en instituciones (entre ellas el estado), y por ende se preocupan por carácter social de estas instituciones. Esta es una forma muy ajena a actualidad.
El carácter social es históricamente cambiante. La visión de política y economía se ha deshistorizado, ha perdido capacidad de ver diferentes estados burgueses. 
Desde 50 el desarrollo de intelectualidad está muy marcado por referentes sociales que influyen en este: clase obrera, campesinado, empresariado, etc. Cuando sectores subalternos de esa estructura social se desarticulan, desaparecen referentes sociales de esta intelectualidad. Ante esto, suelen posicionarse como entelequias por encima de intereses sociales.
La intelectualidad estaba muy asociada a la elaboración de distintos proyectos de transformación social; desde anticapitalistas a reformistas, conservadores, etc. Esto ya no está presente en intelectualidad actual. 
Enfoque del curso América Latina respecto
El interés es por dilucidar las claves para entender el presente. Cuál es el nivel efectivo de giro neoliberal: es distinto en diferentes países; lo que implica condiciones diferentes para la acción social. Se busca recuperar interpretación social de los fenómenos, por comprensión histórica del presente. Se releva por tanto estructura de clases y su vínculo con transformaciones económicas y políticas. 
Distinguir cuanto de lo viejo persiste y cuánto fue arrasado. Cuando persista algo de lo nacional popular, hay cierta resistencia a neoliberalismo; ante mayor desactivación de esos actores, hay mayor condición desarticuladora. Desarrollo no siempre lineal. Cómo entender la acción social conducente a definir las orientaciones del modelo del desarrollo. Es entender actores que inciden en correlaciones fundamentales de fuerza. Se busca desentrañar luchas de poder, avizorando grupos y clases que encarnan luchas de poder en América Latina. Se excluye por tanto a grupos que no influyen en las pugnas sobre las cuales se estructuran los modelos de desarrollo vigente. 
Se busca considerar los niveles de realización concreta que alcanzan proyectos de poder. Se va a tomar el estado y sus variaciones como termómetro fundamental para entender correlaciones políticas de fuerza. Interés es por descifrar el ciclo político de la 2da mitad del s.XX. Ciclo que se inicia con transiciones a democracia. 
Estructura de poder en América Latina 
Hay una marca peculiar de estructura de poder de América Latina: están configurada con pactos y equilibrios de fuerza entre grupos económicos y sociales de muy diversa naturaleza. Estas estructuras dominantes van cambiando históricamente cuando cambian pactos, y por tanto integrantes.
Desde estos equilibrios se articula un sistema nacional de poder, de dominación; porque esto responden en América Latina, a la inexistencia de una clase capaz de imponer sus intereses por sobre el resto por si sola. Esto impide dirección económica, política, cultural y social, sustentada en un proyecto de clase. De ahí que grupos medios hayan tenido más acceso al poder en América Latina.
Hay sumatoria de poderes de alcance parcial, de grupos de diferente naturaleza. Si hay uno que prima sobre el resto, nunca pude prescindir del resto; por ende tiene que dejar márgenes de realización de proyectos de otros sectores. Esto da complejidad y contradicciones internas; que subyacen sin resolución. Por ello tienden a estallar, lo que dificulta posibilidades de estructura política estable. La estructura de dominación es ambigua (de ahí que sea ambigua la modernidad). Hay un mosaico de modos de control social.
En la medida en que pactos logran estabilizarse, es que estos grupos dominantes, desde condición periférica, devienen en representantes de lo nacional frente a intereses externos; devienen en interlocutores ante capitalismo central. Es el poder político, el agente que resuelve condiciones de dependencia, se negocian. 
Se busca caracterizar socialmente a los grupos predominantes hoy, y compararlos con los dominantes hace 30 ó 40 años. Para ello hay que aludir a coyunturas determinantes en configuración de poder. Hay que considerar carácter social de luchas y de hechos. Se trata de eludir el determinismo economicista y culturalista.
Rasgos de la transformación del estado
Se plantea la tesis histórica de que la acción política se constituye en torno al estado. No necesariamente a través de partido. Para Gramsci el problema es cómo se resuelve la unidad política de pueblo entre norte industrial y sur campesino. La dimensión política implica los cambios de funciones y orientaciones del estado. Se operacionaliza en reformas sobre modelos de crecimiento.
La trasformación de carácter del estado es anterior a giro neoliberal. Sienta las bases para giro neoliberal. Hay diferencias en el grado de instalación de discursos de legitimación (gobernabilidad, macroeconómico, etc.). Los discursos de legitimación en inicio son superar el caos; luego con argumentación positiva: la eficiencia; la irracionalidad que generan presiones sociales sobre acción estatal. 
Lo que hace eclosión primero es estado de compromiso, surge proceso de transformación estatal. Este proceso aun no cobija transformación del modelo de crecimiento. Hay inicialmente una clase media más reducida, que con entrada de militares, intenta salvar modelo desarrollista, que luego choca con crisis.
Había una incidencia estatal enorme en conformación de grupos, en la medida en que grupos ocupaban el estado, basaban en él su propia reproducción. También frenaban el acceso a otros grupos al estado –limitando su reproducción. 
Con contracción y agotamiento de modelo desarrollista (fin de etapa fácil de ISI); un estado constituido de tal modo el términos sociales, cede a presiones sociales de quienes lo integran; de este modo se tiende a explicar el espiral inflacionario de los 60. Es decir el distributiismo para los incorporados al estado lleva a emisión de $ inorgánica; subo el sueldo, pero se desvaloriza la moneda, y así progresivamente. Cuando estalla se producen diferencias sociales muy fuertes en la alianza desarrollista. 
Buscan apoyo de facciones militares. Nuevas masas irrumpen en política institucional, durante el estado de compromiso, y las desbordan, esto lleva a presiones internas en alianza dominante. Se inicia proceso de concentración creciente de toma decisiones en burocracias estatales, que pactan con militares. Al desbordamiento, se responde con proceso de elitización del poder. Esto no es advenimiento de hegemonía burguesa. Hay alto componente de presión estatal de capas medias, pero ahora más reducidas (tecnocracia), que naturalizan sus decisiones políticas como técnicas, en función de una razón de estado; que controlan estado bajo lógica de empresa privada más que de desarrollo de la nación. Empiezan a pactar con algunas multinacionales, sin soltar administración estatal.
Los movimiento sociales que fueron anticapitalistas no tuvieron factor determinante en crisis, crisis fue dada por irrupción de masas y por quiebre de alianza desarrollista. Al final de proceso algunos movimientos intentaron superar demandas economicistas (anticapitalistas): Cordobazo en argentina, cordones industriales en chile y huelgas de contagen y osasco en Brasil (68), que tienen que ver con reivindicaciones obreras de control de fábrica, más que salarial nomas. Demandas de participación en gestión. Eso es política de clase. Eran germen de transformación política de acción popular, pero esto se clausura con autoritarismo.
No se restauró un orden de dominio estable; entrada de militarismo era nuevo intento por resolver esa crisis en América Latina.De ahí que muchos autores son reacios a crisis de democracia. Lo que hace crisis no es democracia. Lo que había habido era democratización, al incorporar a más sectores sociales a los beneficios del crecimiento. Militarismos revierten democratización social, más que democratización política. Antes hubo democratización social, sin democratización política, a través de populismos, muchas veces.
Con autoritarismos, se exacerban rasgos autoritarios ya presenten en el periodo anterior. Nueva forma de dominación manu militares, se caracteriza por reversión de democratización social. Prima la clausura del sistema político: prima la despolitización inducida. Despolitización es aquí muchas veces la clausura del acceso al estado. Hay que sacar sectores medios y obreros con capacidad de hacer demandas corporativas; hay que desmantelar despolitización. Hay que separar actores sociales y estado.
interpretaciones 
Alain Touraine: Era un Estado prebendario, hay más política corporativa, que política de clases. Hay una sobre-politización de actores sociales. Actores que en términos clasistas están débilmente constituidos, siendo difícil identificar pautas de conflictos sociales, como pautas de clase, y por ende conflictos de clase. Sin embargo, hay una sobre-politización de actores corporativos: con débil constitución de clases pasaban de forma sobregirada a tratar de incidir en acción estatal. Esto se aplica a sectores subalternos y dominantes.
Se intenta la expulsión de ciertos sectores sociales de los procesos de construcción del estado. Se cambia el carácter social del estado. Sobre todo van a ser los sectores militares, y sectores más altos de clase media (tecnocracia) que se van a vincular y expulsaran a los demás del estado. Es un giro, para Touraine antipopular: es expulsar a viejos clientelismos populares del estado. Otros autores hablan de desclientelización forzada. 
Cardoso plantea que no es sustitución de estado de compromiso por estado burgués; sino que ascienden sectores medios. 
Arriagada: militarismo tiene que ver con imposición de valores militares en sociedad. Aquí hay más bien pura y simple represión popular: no hay militarización de sociedad. Hay más bien desmilitarización del ejército, porque este no se preocupa de problemas militares, sino de problemas políticos. Se habla de partidos militares. No es un ejército que tenga que impulsar conquista de nuevo mercados a nombre de burguesía; al contrario, ante debilidad de burguesía actúa como otro aparato corporativo más en distribución de intereses. No se pone por encima de empresariado, pero con gran capacidad de negociar con él. Hay politización del ejército.
Agustín Cuevas: hay una emergencia de regímenes de carácter fascistas. Sin embargo, las formas de control política fueron muy distintos al fascismo: los fascismos hacen movilización ideológica de la población (por lo que muchas veces implican militarización de sociedad, con discursos contra elite), en América Latina en cambio hay más represión que intento de movilización ideológica de la población. Hay ideología, valores y discursos más tradicionalistas.
O’donnell: Estado burocrático autoritario. Es lo que luego nosotros llamamos tecnocracias. Elite tecnocrática militar es proteccionista pero no nacionalista; hay contracción de distribución de ingreso. Opera como burguesía estatal, hacen producir empresas de estado en beneficio propio. Cambia racionalidad de burocracias. Se busca maximizar utilidad, y no rentabilidad social. Cambio en carácter social del estado.
O’donnell intenta distinguir dictaduras de viejas tiranías patrimonialistas. Las dictaduras serían regímenes antipopulares, de agentes de destrucción de lo nacional popular. En el aspecto económico, intentan continuar con desarrollismo peros sin injerencia de nueva conflictividad social; sobre todo de carácter medio y obreros. Esto es suerte de constituir economía sin sociedad, dado el alto nivel de elitización. Touraine habla de desocialización de economía.
De dictaduras a democracias
Se discute de cuánto hay de contención, de reacción defensiva, y cuando hay de transformación, de proyecto, de refundación capitalista. ¿Hay proyecto económico y social por parte de autoritarismos? En chile sí. Sin resolución de esto comienza traspaso de autoritarismo a manos civiles. La mayoría no logra resolver tensión ante irresolución de modelo de desarrollo; hasta que en los 90 comienzan a impulsar el giro neoliberal, con distinta suerte. Hay presión creciente por incorporarse a mercado mundial.
Hay suerte de destrucción incompleta de nacional popular. Hay nuevos estallidos sociales vinculados a nueva irrupción de sectores sociales desde los 60; dando lugar a gobiernos inestables, en plena crisis de los 80. En chile, a diferencia, la presión popular es contenida, y por tanto ya no es tema en la transición. 
Hay una poca capacidad explicativa en la oposición democracia y autoritarismo, para entender instalación del autoritarismo y restauración de la democracia. Hay más bien regresión social; de mano de concentración de poder estatal, durante periodo autoritario, opera también regresión en patrón de distribución.
Regímenes autoritarios son un intento de desarticulación social de viejos sectores subalternos que tenían acceso a estado y las Nuevas democracias se intentan asentar sobre esta desarticulación. El régimen tripartito (estado, empleado y empleadores) se desarma. Esto atomiza las negociaciones. Repliegue del estado hacia la regulación de esas esferas que son base de la sociedad; se despolitizan esas relaciones sociales. Se despolitiza la acción estatal. 
agotamiento de militares
Va haber proceso de ruptura mucho más fuerte entre regímenes militares a principio de los 90. Lo que hiso crisis fue el predominio de una política simplemente represiva, que muchas veces se apoya en ideología muy vaga de seguridad nacional, que no aporta nuevas respuestas a nueva situación económica, a nueva coyuntura; ni logró cierta legitimidad. De ahí que regímenes caigan con tanta facilidad (excepto en chile). El problema del dominio, de restauración del orden sigue latente, la tarea para la cual surgen no fue resuelta. 
Con agotamiento de militares, no está claro hacia donde se transita, y por eso caen regímenes civiles. En medio de crisis, no se puede basar en participación política. La crisis disminuye capacidad de cooptación de bases desde estado (de clientelismo); cómo se estabiliza entonces el orden. De ahí que algunos autores sugieren la idea de que esto es expresión de crisis más larga. A estos regímenes autoritarios les toca acompañar última fase de modelo de desarrollo hacia dentro, y quedan a extensas de giro conservador, que impulsa neoliberalismo; esto agudiza mucho más el ambiente de polarización social. Reformas de los 90, van a desatar la sonada de masas. Los gobiernos se caen.
debilidad de gobierno civiles
Las transiciones a la democracia, se hacen en época de crisis; desmintiendo la supuesta relación entre crecimiento económico y liberalización político. Esta relación es cuestionable en América Latina, o bien no fue genuinamente liberalización política. 
No son los militares ni estos regímenes responsables del agotamiento de modelo de desarrollo hacia dentro, sino que son quienes comandan última fase de crisis de este modelo; ya venía en crisis cuando hacen los golpes. Hay que entender la irrupción de regímenes militares, como parte de un ciclo histórico más largo. La mayoría de gobierno que asumen con transiciones a democracia, primeros gobiernos civiles, también van a caer, por las mismas razones que la dictadura. No son capaces de sostener problemas de crisis económica. Hay un problema de inestabilidad política, que no es propia de militares. El vacío político es tal que ni propios militares pueden recuperar el poder.
Se da lugar a elite: tecnocracia, ciertos sectores de burguesía nacional, multinacionales, pero no se ha resuelto problema de hegemonía de clase. Esto señala debilidad de fuerzas democráticas, como al debilidad de la ideade democracia en América Latina. Poderes civiles no se sostienen en el poder.
En caso de América Latina es cuestionable que haya existido democracia burguesa previo a autoritarismos. Se habla de retorno a democracia, cuando es cuestionable que haya existido antes. No son las fuerzas civiles las que llegan al poder, sino es más bien que los militares se repliegan (chile es excepción). Militares no son puerta de entrada a nuevo régimen económico. Para entender transición hay que asumir límites de contraposición democracia – autoritarismo. Arrastramos con la ambigüedad de modernidad, de la democracia, la ausencia de hegemonía de clase. Esa dicotomía no permite explicar autoritarismos, ni nuevas democracias. 
giro neolibral
Cada vez madura más un sector financiero, desde el cual comienza a dirigirse los sectores industriales; es más extranjero que nacional; y es actor clave en el nuevo escenario de inserción nacional. El sector financiero en chile por ejemplo es muy desnacionalizado, en Brasil lo contrario. Este sectores empieza a criticar intervención estatal en economía; hay sectores medios que se ven amenazados por expansión popular. Se construye nueva alianza dominante en triada entre estado, grupos monopólicos nacionales e internacionales; que luego impulsan giro neoliberal. 
La Privatización concentra más poder económico, no redunda ni en más mercado, ni en más liberalismo político. Desestatización se plantea como separación de poder político y económico, según Friedman. 
contracción de la política 
Estado burocrático autoritario echó las bases, de quienes impulsaran giro neoliberal. Hay esferas decisionales, que salen de lo electivo (consejo nacional de televisión, de educaicon, etc.); que no permiten control ciudadano de ello, se despolitiza la política. Esta transformación tan impopular requiere fuerte control social y político. Lo que hay que evitar es la capacidad de injerencia de sectores subalternos sobre la política, la esfera decisional. “blindan la esfera de la política, de la política”.
Hay una contracción de la política; de su carácter social. El discurso es que en la esfera decisional las decisiones políticas con carácter social determinado, aparecen técnicas y con carácter social indiferenciado. Surgen sistemas de proporcionalidad “corregida”, segunda vuelta, sistemas bicoalicionales o bipartidistas, tendencias a la moderación para robarle votos al otro. Cada vez hay mayor indiferenciación entre 2 grupos. Hay una política de acuerdos, para mayor gobernabilidad. Se Multiplican los poderes estatales no electivos. Hay des-ciudadanización, contracción de ciudadanía que implica despolitización, hay apoliticismo inducido. Hay una deslegitimación de la política formal y abierta. Los partidos ya no determinan tanto en el sistema decisional, le resta capacidad de determinación al congreso también, a aparatos legislativos, y a veces incluso a ejecutivos. De ahí una suerte de asincrónica entre sistema político formal, y sistema de poder real. Hay debilitamiento de esfera política formal, y la esfera de poder real se ubica fuera de política formal. 
De este proceso de debilitamiento de fuerzas políticas formales; implica debilitamiento de fuerzas políticas históricas de lo nacional popular, viejos programas políticos se debilitan. Algunos se intentan reciclar a lo neoliberal; algunos no logran levantarse. El resultado es una creciente elitización de la lucha política. Espacios de participación y representación son más espurios. En proceso de blindaje el estado se abstiene de regular, en gran parte, las relaciones sociales que están en la base de la sociedad. Hay más política de control de conflicto, que de procesamiento. Democracia se reduce a procedimental. Lechner: política pasa a ser discusión sobre reglas del juego.
La esfera política se hace poco sustantiva, dado el énfasis en procedimental. La democracia no aparece como espacio para confrontar modelos de sociedad y desarrollo, si no como espacio para naturalizarlo. En los 90 cuestionar modelo de crecimiento, era considerado como oponerse al crecimiento. Todo se centra en la discusión estabilidad. A lo que se apuesta es a la consagración de un modelo concreto en términos de economía y de política. A la naturalización de un modelo político y económico.
Se proyectan en nuevas democracia, cuestiones que venían de antes. Con desplome de regímenes militares ¿llego la hora de democracia burguesa, formal, liberal? Los primeros gobiernos civiles buscan reducir efectos de crisis. Se exponen a presiones extranjeras. Medidas implican un cambio en relación entre estado y economía. En particular, el paso de una concepción de estado empresario, a la de estado subsidiario. Estado se reserva vocación de emprendimiento para áreas que no le interesan a los privados.
Enfoques de la sociología latinoamericana
· Calderón F: “los movimientos sociales ante la crisis” (solo presentación)
· Guido R y Fernández “el juicio del sujeto: un análisis de los movimientos sociales en América Latina”
Ante problemas de gobernabilidad y transiciones, gran parte de discusión de movimientos sociales en los 80 tiene que ver con protagonistas de revueltas populares ante crisis y la medida en que puedan ser base de sustanciación del cambio de régimen político. Movimientos menos expuestos a racionalidad clientelar, ligada al estado, serían la base de sustento de nueva gobernabilidad, y nueva racionalidad. 
Viejas utopías tienden a diluirse, sobre todo las que vinculaban a ciertos sujetos sociopolíticos con las sociedades capitalistas. Se pierde relación de posición social y posición política. Se impone nuevas formas de subjetividad y acción social; a partir de los nuevos movimientos sociales (NMS). Este cambio se asocia a un descreimiento global que afectaría subjetividades tradicionales positivas de realización de la historia. La Acción colectiva social implica factores múltiples, no tiene factores organizadores por excelencia., lo que genera problemas al intentar aprehender la totalidad de las interacciones sociales; de ahí que aparece un retorno a las teorías de alcance medio. La totalidad es incognoscible. Discurso de fin de meta relatos, implica progresivo interés en micro procesos. Algunos autores como Brunner, plantean el fin de la sociología. Escepticismo sobre las capacidades predictivas; negación de cualquier grado de determinación estructural de conductas sociales. Auge de formulaciones de corte individualista (rational choice), del pragmatismo. Concepciones indeterministas de las ciencias sociales.
Surge la idea es que América Latina en 80 estaba en punto de inflexión histórica a partir de dos fenómenos:
· Transformación/renovación de movimientos seculares: campesino, obrero, nacionalista, industrialista. Movimiento modernizantes.
· Emergencia de nuevos movimientos sociales, muy diversos.
Nuevos movimientos sociales
Se plantean potenciales insospechadas para construir nuevos órdenes políticos a partir de los NMS. Esto se plantea en contexto de transiciones a la democracia. Se les ve potencialidad democratizante a nuevos actores sociales: estarían reactualizando distinción democratización social y política. Plantearían dilemas nuevos como autogobierno de sociedad, cogestión, autogestión, problema de autonomía, de diversidad de identidades. 
Con nuevos actores sociales se ve una imposibilidad de reeditar viejos pactos sociopolíticos, de revitalizar viejo estado de compromiso. Esto implica superar viejo determinismo estructural al analizar relaciones sociales. Se recoge el discurso de inexistencia de clases puras en América Latina. Se importa el discurso de la crítica a la vieja modernidad.
Los NMS ponen de relieve necesidad de analizar toda la acción colectiva; dimensiones culturales, sicosociales, en particular, se plantea la necesidad de introducir la micro política. Las formas en que esta se vincula a vida cotidiana. Se suponen fundados en actividad reflexiva más profunda, más intensa, menos determinada por posiciones socioeconómica. Se decreta primacía de estossobre partidos políticos; esto explicaría crisis de viejos partidos nacionales populares. Lo que está en crisis es principio de subordinación de actores sociales a viejos sujetos políticos.
Surge una nueva cultura política en América Latina. Hay un desplazamiento de reivindicaciones, pasando el foco de atención de los viejos temas, a la vida cotidiana, o micro política. Habría un nuevo sentido y forma de acción en América Latina. Aparecen como movimientos identitarios principalmente, portadores de procesos de construcción de nuevas normatividades, esto los opondría a movimiento de masas del pasado; haría más difícil su manipulación, porque son más pragmáticos y pluralistas. 
Rafael Guido y Fernández caracterizan ese planteamiento como el juicio al sujeto. Ven un descubrimiento medio artificioso de la sociedad civil; a partir de sujetos nuevos, a los cuales se les atribuye negación de ciertos discursos ideológicos, se pasa a la extrapolación de ciertas coyunturas a portadores de nuevas formas de subjetividad universal. Acá lo que se está negando es la discusión abierta de normas y procedimientos que lleven a institucionalización abierta sobre contenidos de la política. La preocupación que anima ese discurso es mas de gobernabilidad que de democracia. 
Los NMS son vistos más como indicadores de nueva relación de legitimidad de orden político emergente, como discurso de legitimación de descentralización estatal. Hay sustitución conceptual, desde la tradición del conflicto, hacia el enfoque de los NMS; desde una noción de clase a una noción de ciudadanía o de actores con abstracción de su condición social; de la noción de lucha de clases a la noción de concertación o pactos; de la noción de cambios revolucionarios, a la noción de transición a la democracia; de la vieja noción de sistema de dominación a, la de sistema político y/o gobierno. Vieja noción de clase dominante a noción de elite o clase política. De noción de crisis sistémica a la de crisis funcional. De noción de hegemonía a gestión y/o gobernabilidad. De noción de crisis por la de racionalidad.
Este cambio implica un juicio al sujeto; ellos intentan devolver un juicio a la intelectualidad. Lo que está detrás de giro de intelectualidad son preocupaciones por proceso de transición: en particular, cierta conciencia de que estos procesos enfrentan una amenaza de gobernabilidad sistémica, de no producirse ciertas transformaciones internas. Hay una conciencia de crisis latente que amenaza estabilidad de la transición. La crisis de legitimidad se va a trasladar a ordenes democráticos, independiente de discursos que se generen. Esto puede transformarse en descreimiento de democracia en sí. 
Se trata de un esquema más bien interpretativo de transiciones a democracia, con objetivos políticos, definidos, que pretende institucionalización de actores que aparecen en América Latina como reacción a la crisis de los 80. Esta teoría de los NMS, en versión critica, busca esconder o naturalizar procesos de reducir el ámbito de injerencia estatal en aras de una suerte de autonomía de la sociedad civil; sin resolver un juicio a viejos proyectos políticos. De ahí lo que autores llaman huida conceptual a la indeterminación estructural del comportamiento social. Esto es la contracara de teorías que buscan definición de lo político, renegando de lo social. Aparecen como lógicas organizativas que no interactúan con condiciones sociales concretas. Lo social deja de ser un punto social de referencia; la política pasa a ser definida con abstracción de condición social de los protagonistas. Se intenta de legitimar un tipo de democracia, donde las formas democráticas se reducen, se coartan, a posibilitar compromisos entre elites dominantes. Estaría posibilitando un proceso de autonomización de lo política. De lo que se trata es de institucionalizar transición a la democracia prescindiendo de contenidos sociales; en que se sustenta y reproduce. Se invisibiliza el carácter social de estado, carácter social dominante de política. A la vez impermeabiliza la política ante la acción de sectores subvalternos.
Los NMS incorporan diversidad organizacional; importancia de territorio, más que de posición en producción. Hay una reticencia de actores de conectar sus luchas con viejas luchas.
Transformación de los actores sociales tradicionales
Las políticas nacional-populares. Masa, pueblo y nación.
Hay actores generalmente débiles, que logran capacidad de acción política, sin identidad de clase. Se considera una constitución política de movimientos sociales, que son socialmente débiles. En ese sentido se habla de sobrepolitización de actores sociales. Esto se relaciona con que en América Latina prácticamente todo paso por el estado, sin que este sea un estado fuerte. Es un estado débil. Esto marca des-socialización de dinámica histórica latinoamericana (Touraine), no hay enfrentamiento de clases, o entre clases directamente. Este enfrentamiento tiende a rápidamente transformarse en presión política y soluciones de carácter institucional. La política nacional va a expresar una forma dominante de intervención social del estado. Esto caracteriza la política de sociedades dependientes. Tiene que ver con que la política nacional popular tiene base social muy heterogénea, que es alianza social anti-oligárquica, nacionalista, desarrollista, pero que no tiene un carácter de clase definida, y por ende no protagoniza una hegemonía de clase. No le imprime al estado un carácter social definido. Entiende la nación como tema más política que social.
El problema de nación se asocia a la debilidad de la masa popular, sin carácter de clase definido. Masa indica más la exclusión que una condición social propia de una situación de clase. En Europa se explica el proceso histórico en general, desde las clases; pero en América Latina la nación no aparece como una noción de clases. La nación es el modo de existencia de excluidos. El pueblo es imagen mítica de una reunificación, de una sociedad deseada. Más que política de clases, hay política de masas. 
Política de masas tiene que ver con exceso de expresión política y déficit de actores sociales. Ni pueblo, ni oligarquía se parecen a clase obrera y burguesía. Pero es choque entre ambos el que está estructurando el proceso de modernización, y la sociedad que se está construyendo. 
Germani toma el concepto de masas: en vez de pasar de sociedad tradicional a moderna, pasamos de sociedad tradicional a masa. En Europa hablar de masa se habla en procesos de descomposición de clases que permiten surgimiento de proyectos fascistas, que se explican por inorganicidad. 
No solo es idea de nación asociada a masa más que a una clase; los partidos más que partidos de clase, son partidos de masa. Esto genera condicionamientos en acción social. El problema es la expresión social de sectores sociales.
Partidos e ideologías populistas
El populismo básicamente se trata de explicar a partir de dos variantes. Variante biscmarckiano donde estado tiene papel central en constitución de actores y la otra es la vía fascista. El problema es explicar alta movilización política y débil constitución social. 
Tesis de Germani de incorporaciones sucesivas. Se reelabora la idea de política de masas. Se eliminan las formas de representaciones políticas habituales en occidente. El problema con el fascismo es que esta se vincula a estructuración y movilización de masas que en América Latina no se aprecian: No actúa el estado como un ente movilizador, como los estados fascistas europeos. El populismo le confiere un papel central a la acción estatal, centra en este la idea de expresión del pueblo. Es el estado prebendario, el estado que otorga. Lo transforma en centro de historia nacional: no es sociedad civil, es el estado. Aparece la idea de que conjunto de partidos políticos son controlados por estado: es un sistema de partidos con escasa autonomía de acción estatal. La legitimidad del estado no proviene tanto de procesos electorales, sino más bien de la manera en que la masa lo vinculecon los intereses de la nación. Se instala tensión entre democratización social y política. Las masas clientelares buscan distributiismo corporativo: democratización social. No democratización política.
Germani elabora nociones de libertad adquirida y libertad perdida. Las libertades perdidas por esas masas, son las libertades políticas. Hay una dominación carismática. Pero adquieren beneficios sociales en contexto de régimen autoritario. El populismo aparece como imagen de la unidad de la nación, de heterogeneidades sociales, se opone a la lucha de clases. Difumina la posibilidad del conflicto de clases, porque al pueblo al que se refiere el populismo no es una clase, es una comunidad. Es lenguaje anti-elitista, pero no anticapitalista. Hay una relación muy difícil entre populismo y partidos marxistas. Donde hay sistema de partidos poco más constituidos, es donde hay izquierda, pero eso no sucede donde predominan los populismos. Populismos apelan a anti-occidentalismo, en su discurso nacionalista. Traslada esas características a movimientos sociales: masa es antielitista, antioccidental y anti-imperialista. Suele confundirse anti-imperialismo con anti-capitalismo. Populismos son anti-imperialistas, pero apuntan más a identidad nacional, del pueblo, que a superación de capitalismo, o luchas sociales estructurales.
Estado no puede proceder a movilización de masas, porque es dependiente, de inversión extranjera. De ahí que no haya habido fascismo en América Latina. En América Latina los Movimientos sociales son proactivos o reactivos a intervención de estado. Los elementos más modernizantes de burguesía se apoyan en empresas y emprendimientos de estado. Es el estado el que encarna la idea de la voluntad de la industrialización nacional. 
Esto conduce a integración eminentemente corporativista: movimiento obrero busco solución de sus demandas economicistas, y no se abre a alianzas con otros sectores subalternos –campesinos, marginales, etc-.
Intervención estatal y movimientos sociales ¿Acción política o situación de clase?
Empresariado
Altamente dependiente de estado. Apuesta a nichos de acumulación controlada dependen más de favores políticos que oportunidades de mercado. Más estamental que de clase. Hay empresariado que puede construir nexos de alianzas con ciertos sectores.
Movimiento obrero
Actor popular se moviliza, para obtener ayuda estatal. Enarbola discurso proletario, lo que no implica que sea anticapitalista. Se plantea un discurso de clase, pero no prácticas de clases. 
Distinción 1era y 2da clase obrera. 
(1) Primera clase obrera: Proceso más genuino de formación de clase, previo al auge de ISI. En Chile más marcado por el semi-artesanado. Numéricamente es débil, pero tiende a generar una identidad de clase, percepción de sociedad desde su posición social: prensa obrera, teatro obrero, etc. Hay cultura obrera muy fuerte. Va a ser asociada a formación de clase obrera típica (inglesa). 
(2) Segunda clase obrera: Luego se impone esta que responde más a situación de masa. Entra con populismo y en Chile con partidos de izquierda institucionalizados. Migra desde campo, tiene base rural y no urbana. No están sometidos a relaciones claramente de mercados. Numéricamente mucho más grande que 1era. 
En los 60, surgen brotes de grupos de obreros relativamente autónomos, con carácter de clase; pero limitado: cordovazo en argentina, cordones industriales en Up, etc. En la categoría social de obreros, lo que se impone es condición social de masa. Demandan incorporación de políticas estatales, no fin de estado burgués. Los modos de acción obrera son corporativistas, buscan maximizar incorporación, y no la ruptura con estado.
Campesinos
Hasta segunda mitad de s.XX no puede entenderse sin hacienda. Constituye el agro latinoamericano. Hay una tensión latifundio –minifundio. No es figura de campesino como pequeño empresario (no es farmer). En los 50 el campesino está marcado por agotamiento de régimen hacendal. En gran medida deviene como base social de las guerrillas. Una de las figuras más fuertes de marginación de lo popular nacional. Suelen haber alianzas burguesas-obreras que lo excluyen. Solo empieza a romperse la marginalidad con reformas agrarias de los 60, que son interrumpidas por autoritarismos. Como sujeto el campesinado, en la mayoría de los países tiene una existencia efímera. 
Estudiantes
Se asocian al origen de los partidos políticos, en los años 20, gran momento de ebullición. Otro momento grande son los 60, asociado a otra oleada de formación de partidos, a diferencia de procesos europeos (ej: mayo 68). 
En el caso de los 20, 1ero fue la reforma de córdoba irrupción de ideología latinoamericanista. Impronta anti-oligárquica vista como anti occidentalizante. Con gran potencial de critica ética; de formación ideológica, a diferencia de Europa. Mucho de esto se plasma como ideología de construcción del estado. Alcanzan una identidad decisiva en nuevos marcos identitarios nacionales. Son movimientos que se gestan en momentos de crisis. De fuerte ebullición intelectual. Movimiento de transformación estética muy fuerte. Fuerte vinculación entre movimiento estudiantil y vanguardias.
En los 60 también va a expresar en cierto modo crisis ideológica de clases medias funcionarias, desarrollistas, que se están quebrando con fin de fase fácil de ISI. Hay un quiebre de cierta elite que está en la base del surgimiento tanto en los 20 como en los 60 del movimiento estudiantil. Crisis ideológica en clases dominantes, pero también se va a plantear el problema de la crisis del viejo modelo de universidad, y de la relación entre universidad y sociedad.

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