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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE INGENIERÍA “AVENIDAS DE DISEÑO PARA LOS TÚNELES DE CONDUCCIÓN DEL RÍO GRIJALVA” T E S I S QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE: I N G E N I E R O C I V I L PRESENTA: ANTONIO NICOLÁS GÓMEZ ARTEAGA DIRECTOR DE TESIS: DR. HUMBERTO MARENGO MOGOLLÓN MÉXICO D.F. 2010 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. Agradecimientos A Dios. Al Dr. Humberto Marengo, ejemplo a seguir. Por su tiempo, paciencia y confianza. Al M.I. Ignacio Romero Castro, por su inestimable apoyo y por su guía acertada para mi formación profesional. A los investigadores del Instituto de Ingeniería de la UNAM por su valioso apoyo para la realización de este trabajo. A la Facultad de Ingeniería, y a mis profesores, por proporcionarme las herramientas necesarias para mi formación. A la Universidad Nacional Autónoma de México, por ser mi máxima casa de estudios. Dedicatorias A mis padres, que siempre han estado conmigo, es el resultado de su sacrificio y esfuerzo invalorable, y por ellos he llegado hasta aquí. A mis padrinos Ángel, Aída, Roberto y Santana, quienes han dado todo por verme crecer. A Ariadna, que siempre ha estado a mi lado en todo momento. A mi preciosa familia, por su apoyo incondicional. A mis familiares que en vida me ofrecieron todo su apoyo. A mis amigos y todas esas personas que son parte de mi vida, que con su apoyo, ánimos y consejos contribuyeron a mi formación. “Educar a un niño no es hacerle aprender algo que no sabía, sino hacer de él alguien que no existía” John Ruskin. 2 ÍNDICE INTRODUCCIÓN 12 1 ANTECEDENTES 23 1.1 Deslizamientos 23 1.1.1 Causas de los deslizamientos 23 1.1.2 Los deslizamientos y su clasificación 25 1.1.3 Actividad y peligrosidad de los deslizamientos 27 1.1.4 Modelos para predecir la respuesta de los deslizamientos 29 1.1.5 Deslizamientos en el mundo 30 1.1.5.1 Consecuencias socio-económicas de los deslizamientos a nivel mundial 36 1.2 Características fisiográficas de la Cuenca Grijalva 41 1.2.1 Características principales del río Grijalva 42 1.3 Medidas de mitigación de inundaciones en el bajo Grijalva 45 1.3.1 Gestión de crecientes 48 1.4 Características generales del sistema hidroeléctrico del río Grijalva 50 1.4.1 Central Hidroeléctrica Belisario Domínguez (La Angostura) 52 1.4.2 Central Hidroeléctrica Manuel Moreno Torres (Chicoasén) 53 1.4.3 Central Hidroeléctrica Netzahualcóyotl (Malpaso) 54 1.4.4 Central Hidroeléctrica Albino Corzo (Peñitas) 55 1.5 Situación meteorológica en el año 2007 57 2 CAUSA, MITIGACIÓN Y MANEJO DE LA EMERGENCIA DURANTE EL CAÍDO 62 2.1 Descripción del deslizamiento en San Juan de Grijalva, Chiapas 62 2.1.1 Ubicación del deslizamiento 62 2.1.2 Causas del deslizamiento 64 2.1.3 Daños provocados por el deslizamiento 68 2.1.4 Riesgos derivados del deslizamiento 68 2.2 Manejo de la emergencia 69 2.2.1 Excavación de un canal como solución al problema 70 2.2.1.1 Primera Etapa 73 2.2.1.2 Segunda Etapa 75 2.2.1.3 Tercera Etapa 77 3 2.3 Análisis hidrológico 84 2.3.1 Llenado del vaso superior 84 2.3.2 Llenado de Malpaso 84 2.3.3 Operación del Sistema de presas 87 2.3.4 Manejo de escurrimientos 89 2.3.5 Evolución de almacenamiento en Peñitas 89 3 AVENIDAS DE DISEÑO 91 3.1 Métodos de estimación de las avenidas máximas 91 3.1.1 Métodos Empíricos 92 3.1.2 Métodos Históricos 93 3.1.3 Métodos de Correlación Hidrológica de Cuencas 93 3.1.4 Métodos Directos o Hidráulicos 93 3.1.5 Métodos Estadísticos o Probabilísticos 94 3.1.6 Métodos Hidrológicos 96 3.2 Cálculo de las avenidas de diseño 97 3.2.1 Presa La Angostura 97 3.2.2 Presa Chicoasén 102 3.2.3 Presa Malpaso 105 3.2.4 Presa Peñitas 109 3.2.5 Río Tzimbac 112 3.2.6 Río Sayula 113 3.2.7 Vaso superior e inferior del deslizamiento. 116 4 SITUACIÓN ACTUAL: DISEÑO Y FUNCIONAMIENTO HIDRÁULICO DE LOS TÚNELES INTERCOMUNICADORES 120 4.1 Objetivo, localización y dimensionamiento 120 4.1.1 Detalle de la obra 122 4.2 Análisis hidráulico de los túneles 128 4.3 Conclusiones de los análisis hidráulicos y la opción seleccionada 130 4.4 Información fisiográfica y de operación 131 4.5 Análisis hidráulico (Curvas Elevaciones-Gastos) 136 4.5.1 Curva E-G del Canal 136 4.5.2 Curva E-G de los Túneles 137 4.5.3 Curva E-G del funcionamiento conjunto Canal y Túneles 138 4 4.6 Análisis de tránsito de avenidas 139 5 CONCLUSIONES 147 ANEXO A 152 A1.1 Normas generales para los estudios hidrológicos 152 A1.2 Criterios generales para avenidas de diseño 152 A1.3 Norma hidrológica de 1996 153 BIBLIOGRAFÍA 157 5 ÍNDICE DE FIGURAS Figura 1.1. Respuesta del nivel freático a las lluvias en un deslizamiento de un conglomerado sobre un basalto (Cornforth, 2005). ........................................................................................ 25 Figura 1.2. Clasificación de los deslizamientos (Schuster, 2002). .................................................... 26 Figura 1.3. Estados de actividad de los deslizamientos (WP/WLI, 1993). ....................................... 28 Figura 1.4. Distribución de los deslizamientos en Presas (Schuster, 1988). ..................................... 30 Figura 1.5. Causas de deslizamientos (Schuster, 1988) .................................................................... 31 Figura 1.6. Tipos de deslizamientos (Schuster, 1986) ...................................................................... 31 Figura 1.7. Importancia de los diferentes tipos de catástrofes naturales para el periodo 1950-2000 (Munich Re, 2005). Los .......... 33 Figura 1.8. Distribución de los grandes tipos de catástrofes naturales en el mundo en la segunda mitad del siglo XX (Munich Re, 2005). ....................................................................... 34 Figura 1.9. Evolución en el número de eventos naturales catastróficos en el mundo durante los últimos 50 años (EM-DAT, 2005). ............................................................................... 35 Figura 1.10. Evolución del número de daños (en billones de dólares americanos) ocasionados como consecuencia de los procesos naturales ocurridos durante los últimos 50 años en el mundo (Munich Re, 2005). ........................................................................................... 35 Figura 1.11. Deslizamiento en Sichuan, China (Diario Público, 2008). ........................................... 40 Figura 1.12. Cuenca Grijalva ............................................................................................................ 41 Figura 1.13. Sistema Hidroeléctrico Grijalva. Fuente: CONAGUA. ................................................ 42 Figura 1.14. Sistema hidrográfico de los ríos Grijalva y Usumacinta (Marengo, 2003)................... 43 Figura 1.15. Región hidrológica Grijalva-Usumacinta (CFE, 2008). ............................................... 44 Figura 1.16. Complejo hidroeléctrico Grijalva (Marengo,2003). .................................................... 50 Figura 1.17. Convergencia del viento sobre Tabasco y Chiapas ....................................................... 58 Figura 1.18. Precipitaciones del día 28 de octubre de 2007. Fuente: CONAGUA ........................... 58 Figura 1.19. Precipitaciones del día 29 de octubre de 2007. Fuente: CONAGUA. .......................... 59 Figura 1.20. Precipitación acumulada del 28 al 30 de octubre de 2007. Fuente: CONAGUA ......... 59 Figura 2.1. Ubicación del deslizamiento (CFE, 2008). ..................................................................... 63 Figura 2.2. Imagen de satélite. Composición para efectos de comparación (Patiño, 2008) .............. 63 6 Figura 2.3. Mecanismo de falla del deslizamiento Juan de Grijalva (Arvizu, 2009). ....................... 65 Figura 2.4. Tres bloques del deslizamiento (CFE, 2008). ................................................................. 66 Figura 2.5. Muestra los tres bloques principales en que fue subdividido el deslizamiento (Arvizu, 2009). ............................................................................................................................ 66 Figura 2.6. Volúmenes del deslizamiento (CFE, 2008). ................................................................... 67 Figura 2.7. Comunidad Juan de Grijalva. Cortesía CPH-CFE. ......................................................... 68 Figura 2.8. Zona del deslizamiento entre aguas arriba y aguas abajo. Cortesía CPH-CFE. ............. 68 Figura 2.9. Trabajos de excavación. Cortesía CPH-CFE. ................................................................. 71 Figura 2.10. Vista del sitio del deslizamiento días antes. Cortesía CPH-CFE. ................................. 72 Figura 2.11. Vista del sitio del deslizamiento días después. Cortesía CPH-CFE. ............................ 72 Figura 2.12. Vista del sitio del deslizamiento con el canal operando. Cortesía CPH-CFE. .............. 73 Figura 2.13. Tres frentes de trabajo (CFE, 2008). ............................................................................. 74 Figura 2.14. Panorámica Aérea del Canal 16-dic-2007. Cortesía CPH-CFE. ................................... 75 Figura 2.15. Canal operando. Cortesía CPH-CFE............................................................................. 76 Figura 2.16. Panorámica aérea del canal operando. Cortesía CPH-CFE. ......................................... 76 Figura 2.17. En color azul se muestra el trazo de la galería de drenaje, en color rojo, el trazo de la zanja dren y los barrenos ejecutados (Arvizu, 2009). ................................................... 77 Figura 2.18. Zanja-dren y galería de drenaje. Cortesía CPH-CFE. ................................................... 79 Figura 2.19. Zanja-dren, galería de drenaje y barrenos. Cortesía CPH-CFE. ................................... 79 Figura 2.20. Niveles piezométricos. Cortesía CPH-CFE. ................................................................. 80 Figura 2.21. Gastos aforados en los diferentes sistemas. Cortesía CPH-CFE. ................................. 81 Figura 2.22. Tipos de Instrumentación. CPH-CFE. .......................................................................... 83 Figura 3.1. Avenida de diseño para un periodo de retorno Tr =100 años. Comparación informe 2009 vs informe 2006. Presa La Angostura, Chiapas (Domínguez, 2009). ......................... 100 Figura 3.2. Avenida de diseño para un periodo de retorno Tr =10,000 años. Comparación informe 2009 vs informe 2006. Presa La Angostura, Chiapas (Domínguez, 2009). ................ 102 Figura 3.3. Avenida de diseño para un periodo de retorno Tr =100 años. Comparación informe 2009 vs informe 2006. Presa Chicoasén, Chiapas (Domínguez, 2009). .............................. 103 7 Figura 3.4. Avenida de diseño para un periodo de retorno Tr =10,000 años. Comparación informe 2009 vs informe 2006. Presa Chicoasén, Chiapas (Domínguez, 2009). ..................... 104 Figura 3.5. Avenida de diseño para un periodo de retorno Tr =100 años. Comparación informe 2009 vs informe 2006. Presa Malpaso, Chiapas (Domínguez, 2009). ................................. 107 Figura 3.6. Avenida de diseño para un periodo de retorno Tr =10,000 años. Comparación informe 2009 vs informe 2006. Presa Malpaso, Chiapas (Domínguez, 2009). ........................ 109 Figura 3.7. Avenida de diseño para un periodo de retorno Tr =100 años. Comparación informe 2009 vs informe 2006. Presa Peñitas, Chiapas (Domínguez, 2009). ................................... 110 Figura 3.8. Avenida de diseño para un periodo de retorno Tr =10,000 años. Comparación informe 2009 vs informe 2006. Presa Peñitas, Chiapas (Domínguez, 2009). .......................... 111 Figura 3.9. Avenida de diseño para un periodo de retorno Tr =100 años. Río Tzimbac. ............... 112 Figura 3.10. Avenida de diseño para un periodo de retorno Tr =10,000 años. Río Tzimbac. ........ 113 Figura 3.11. Avenida de diseño para un periodo de retorno Tr =100 años. Río Sayula. ................. 114 Figura 3.12. Avenida de diseño para un periodo de retorno Tr =10,000 años. Río Sayula. ............ 115 Figura 3.13. Hidrogramas de gastos máximos. Cuenca C.H. Malpaso-deslizamiento (CFE, 2009). .................................................................................................................................... 117 Figura 3.14. Hidrogramas de gastos máximos. Cuenca deslizamiento-C.H. Peñitas (CFE, 2009). 118 Figura 4.1. Localización de los túneles. Cortesía CPH-CFE. ......................................................... 120 Figura 4.2. Mapa geológico y columna litoestratigráfica de la zona de túneles. CPH-CFE. .......... 121 Figura 4.3. Sección típica de una sección baúl, Marengo, 2005. .................................................... 122 Figura 4.4. Comparación y sección de túneles. CPH-CFE. ............................................................ 123 Figura 4.5. Portal de entrada. CPH-CFE. ........................................................................................ 125 Figura 4.6. Perfil de la ataguía. CPH-CFE. ..................................................................................... 126 Figura 4.7. Portal de salida. CPH-CFE. .......................................................................................... 127 Figura 4.8. Localización de opción B. CPH-CFE. .......................................................................... 130 Figura 4.9. Curva Elevaciones-Gastos correspondientes al funcionamiento hidráulico del Canal, río Grijalva, Chiapas (CFE, 2009). .................................................................................. 137 Figura 4.10. Curva Elevaciones-Gastos correspondientes al funcionamiento hidráulico de los túneles de conducción, río Grijalva, Chiapas (CFE, 2009)......................................... 138 8 Figura 4.11. Curva Elevaciones-Gastos correspondientes al funcionamiento hidráulico conjunto del Canal y de los túneles de conducción, río Grijalva, Chiapas (CFE, 2009). ................ 139 ÍNDICE DE TABLAS Tabla 1.1. Clasificación simplificada de los movimientos de ladera modificada de Corominas y García (1997) con la terminología en inglés. ................................................................ 27 Tabla 1.2. Datos relativos a eventos catastróficos originados por deslizamiento a nivel mundial, víctimas y daños (EM-DAT, 2005). ............................................................................. 37 Tabla 1.3. Datos de elevaciones y capacidades de las presas del complejo hidroeléctrico Grijalva (Marengo, 2003). .......................................................................................................... 50 Tabla 1.4. Datos originales de las avenidas de diseño y de los vertedores de las presas del Complejo Grijalva(Marengo, 2003). ............................................................................................ 51 Tabla 1.5. Datos de avenidas de diseño y volúmenes para las presas del Complejo Grijalva, con base al estudio de 1993 (Marengo, 2003). .................................................................... 51 Tabla 1.6. Escurrimiento histórico, regulado y controlado en el Complejo Grijalva durante 1999 (Marengo, 2003). .......................................................................................................... 57 Tabla 2.1. Volúmenes de ingreso a Malpaso (González, 2007). ....................................................... 85 Tabla 2.2. Volúmenes de ingreso a Malpaso (González, 2007). ....................................................... 85 Tabla 2.3. Acumulados en Malpaso y Peñitas (González, 2007). ..................................................... 85 Tabla 2.4. Acumulados en Malpaso y Peñitas (González, 2007). ..................................................... 86 Tabla 2.5. Volúmenes (González, 2007). .......................................................................................... 87 Tabla 2.6. Volumen acumulado y gasto promedio (González, 2007). .............................................. 88 Tabla 3.1. Avenida de diseño. Tr =100 años. La Angostura (Domínguez, 2009). ............................ 98 Tabla 3.2. Avenida de diseño para un periodo de retorno Tr =100 años. La Angostura. Informe 2009 vs Informe 2006 (Domínguez, 2009). .................................................... 99 Tabla 3.3. Avenida de diseño para un periodo de retorno Tr =10,000 años. La Angostura. Informe 2009 vs Informe 2006 (Domínguez, 2009). .................................................. 101 Tabla 3.4. Avenida de diseño para un periodo de retorno Tr =100 años. Chicoasén. Informe 2009 vs Informe 2006 (Domínguez, 2009). .................................................. 103 Tabla 3.5. Avenida de diseño para un periodo de retorno Tr =10,000 años. Chicoasén. Informe 2009 vs Informe 2006 (Domínguez, 2009). .................................................. 104 9 Tabla 3.6. Avenida de diseño para un periodo de retorno Tr =100 años. Malpaso. Informe 2009 vs Informe 2006 (Domínguez, 2009). .................................................. 106 Tabla 3.7. Avenida de diseño para un periodo de retorno Tr =10,000 años. Malpaso. Informe 2009 vs Informe 2006 (Domínguez, 2009). .................................................. 108 Tabla 3.8. Avenida de diseño para un periodo de retorno Tr =100 años. Peñitas. Informe 2009 vs Informe 2006 (Domínguez, 2009). .................................................. 110 Tabla 3.9. Avenida de diseño para un periodo de retorno Tr =10,000 años. Peñitas. Informe 2009 vs Informe 2006 (Domínguez, 2009). .................................................. 111 Tabla 3.10. Avenida de diseño para un periodo de retorno Tr =100 años. Tzimbac....................... 112 Tabla 3.11. Avenida de diseño para un periodo de retorno Tr =10,000 años. Tzimbac.................. 113 Tabla 3.12. Avenida de diseño para un periodo de retorno Tr =100 años. Sayula. ......................... 114 Tabla 3.13. Avenida de diseño para un periodo de retorno Tr =10,000 años. Sayula. .................... 115 Tabla 3.14. Hidrograma de avenidas asociadas a periodos de retorno de 50, 100 y 10 000 años para la cuenca comprendida entre la C.H. Malpaso y el deslizamiento (CFE, 2009). ....... 117 Tabla 3.15. Hidrograma de avenidas asociadas a periodos de retorno de 50, 100 y 10 000 años para la cuenca comprendida entre el deslizamiento y la C.H. Peñitas (CFE, 2009). .......... 118 Tabla 4.1. Curva Elevaciones-Gasto en el desfogue de la C.H. Malpaso, (CFE, 2008). ................ 128 Tabla 4.2. Curva E-A-C de la cuenca C.H. Malpaso-Deslizamiento, río Grijalva, Chiapas (CFE, 2009). .......................................................................................................................... 132 Tabla 4.3. Curva E-A-C de la cuenca Deslizamiento-C.H. Peñitas, río Grijalva, Chiapas (CFE, 2009). .......................................................................................................................... 133 Tabla 4.4. Gastos turbinados en las centrales hidroeléctricas Malpaso y Peñitas, río Grijalva, Chiapas (CFE, 2009). ................................................................................................. 134 Tabla 4.5. Política de operación del vertedor de la C.H. Peñitas para avenidas asociadas a periodos de retorno de 50 y 100 años (CFE, 2009). .................................................................. 134 Tabla 4.6. Política de operación del vertedor de la C.H. Peñitas para una avenida asociada a un periodo de retorno de 10,000 años (CFE, 2009). ........................................................ 135 Tabla 4.7. Gastos descargados por el vertedor de la C.H. Malpaso para una avenida asociada a un periodo de retorno de 10,000 años (CFE, 2009). ........................................................ 135 Tabla 4.8. Política de operación del vertedor de la C.H. Peñitas propuesta (CFE, 2009). .............. 142 Tabla 4.9. Resultados del tránsito de avenidas asociadas a diferentes periodos de retorno considerando solo el funcionamiento del Canal (CFE, 2009). ................................... 143 10 Tabla 4.10. Resultados del tránsito de avenidas asociadas a diferentes periodos de retorno considerando el funcionamiento conjunto Canal-Túneles de conducción (CFE, 2009). .................................................................................................................................... 143 Tabla 4.11. Resultados del tránsito de avenidas asociadas a diferentes periodos de retorno considerando el funcionamiento solamente de los Túneles de conducción (CFE, 2009). .................................................................................................................................... 144 Tabla 4.12. Resultados del tránsito de una avenida asociada a un periodo de retorno de 100 años considerando solo el funcionamiento del Canal (CFE, 2009). ................................... 144 Tabla 4.13. Resultados del tránsito de una avenida asociada a un periodo de retorno de 100 años con la política de operación propuesta para el vertedor de la C.H. Peñitas, considerando solo el funcionamiento del Canal (CFE, 2009). .......................................................... 145 Tabla 4.14. Resultados del tránsito de una avenida asociada a un periodo de retorno de 10,000 años con la política de operación propuesta para el vertedor de la C.H. Peñitas, considerando solo el funcionamiento del Canal (CFE, 2009). .......................................................... 145 AVENIDAS DE DISEÑO PARA LOS TÚNELES DE CONDUCCIÓN DEL RÍO GRIJALVA INTRODUCCIÓN Avenidas de diseño para los túneles de conducción del río Grijalva 12 INTRODUCCIÓN Tres cuartas partes de la superficie de la Tierra están cubiertas por mares, lagos, lagunas y ríos. Los ríos y arroyos del país constituyen una red hidrográfica de 633,000 km, en la que destacan 50 ríos principales por los que fluye el 87% del escurrimiento superficial del país y cuyas cuencas cubren el 65% de la superficie de la extensión territorial continental del país (CONAGUA, 2008). Dos terceras partes del escurrimiento superficial pertenece a siete ríos: Grijalva- Usumacinta, Papaloapan, Coatzacoalcos, Balsas, Pánuco, Santiago y Tonalá. La superficie de sus cuencas representa el 22% de la del país. Los ríos Balsas y Santiago pertenecen a la vertiente del Pacífico y los otros cinco a la vertiente del Golfo de México.Por la superficie que abarcan, destacan las cuencas de los ríos Bravo y Balsas, y por su longitud, destacan los ríos Bravo y Grijalva-Usumacinta. Los ríos Lerma, Nazas y Aguanaval pertenecen a la vertiente interior (CONAGUA, 2008). El río Grijalva, que nace a 4,026 metros de altura en el volcán Tacaná en Guatemala; se alimenta de los ríos San Miguel y San Gregorio para tener una cuenca total de 53 mil kilómetros cuadrados y una longitud de 600 kilómetros, el segundo más caudaloso del país y el mayor en potencial hidroeléctrico instalado en México. El complejo hidroeléctrico del río Grijalva fue construido por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en el estado mexicano de Chiapas, con el objeto de regular avenidas y generar energía eléctrica; está compuesto por cuatro presas con sus respectivos embalses; de aguas arriba hacia aguas abajo son La Angostura (1975), Chicoasén (1980), Malpaso (1969) y Peñitas (1987) (Marengo, 2003). Debe señalarse que cada año, el Comité Técnico de Operación de Obras Hidráulicas (CTOOHR) (integrado por la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), la CFE, el Centro Nacional para la Prevención de Desastres (CENAPRED), el Instituto de Ingeniería (II) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA)), establece niveles de seguridad para el comportamiento de las presas en México (Marengo, 2003), y tanto en la presa de La Angostura como en la de Malpaso, se fija la generación media anual considerando los niveles que tienen el primero de enero de cada año y se alcanzan niveles de conservación en los meses de lluvias. La planicie de los ríos Grijalva y Usumacinta se localiza aguas abajo de la central hidroeléctrica Peñitas, misma que está conformada por una gran cantidad de ríos, lagunas y arroyos. Entre los principales ríos que forman este complejo están: el río Mezcalapa, que recibe los escurrimientos de la cuenca del río Grijalva, registrados en la estación Peñitas, y que va de sur a norte hasta la altura de la ciudad de Cárdenas, Tabasco, donde cambia su rumbo hacia el este y se bifurca formando los ríos Samaria y Carrizal. El río Samaria escurre al norte y en dirección paralela al Carrizal, posteriormente cambia su rumbo hacia el noreste hasta su confluencia con el río González, hasta desembocar en el Golfo de México a la altura del puerto de Dos Bocas. El río Carrizal escurre en dirección paralela al Golfo de México hasta la ciudad de Villahermosa (CFE, 2009). La precipitación de la región es la mayor del país y una de las más altas del mundo. Introducción 13 Durante los meses de mayo a noviembre el Golfo de México se ve influenciado por la presencia de sistemas meteorológicos, tales como huracanes y ondas tropicales. Adicionalmente a partir de septiembre empiezan a incidir sobre el territorio del sureste los frentes fríos. Sin embargo, el final de la época de lluvias es la que ocasiona los peores daños en el sureste mexicano, ya que se producen superposiciones de frentes fríos y tormentas tropicales que tradicionalmente han ocasionado avenidas hasta de 8,000 m3/s en la Presa de Peñitas (Marengo, 1999). La temporada de lluvias del 2007 fue especialmente severa en el sureste de México, particularmente en los meses de septiembre y octubre, lo que provocó la mayor inundación que ha ocurrido en el territorio tabasqueño (CFE, 2009). El mes de octubre se caracterizó por la ocurrencia de tres eventos meteorológicos importantes en cuanto a precipitación: el frente frío No. 2, que se combinó con la circulación de una baja presión sobre Guatemala y que ocasionó lluvias intensas durante los días 10 y 11 de octubre, con precipitaciones superiores a 150 mm. Posteriormente, se presentó del 22 al 24 de octubre, la entrada del frente frío No. 4 hacia Tabasco y Chiapas, el cual generó precipitaciones intensas con máximos de 100 a 200 mm. En los días del 28 al 30 de octubre, entró una masa de aire frío intensa y se desplazó hacia el sur afectando el suroeste del Golfo de México y el sureste del país en asociación con el frente estacionario No. 4. En este tercer evento, las lluvias extraordinarias sobre Tabasco y Chiapas fueron ocasionadas por la convergencia de sistemas de origen tropical e invernal: una masa de aire polar y la torme montañosas; en solo 4 días, tuvieron la equivalencia al 25% de la precipitación promedio anual en esa zona (1,077 mm) (CFE, 2009). Prácticamente quedó inundado todo el estado de Tabasco. Debe tenerse en cuenta un hecho muy importante que ocurrió en la cuenca del río Grijalva, en 1983 hizo erupción el Chichonal, el cual expulsó grandes cantidades de ceniza, que con el transcurso de los años llegaron al río, con lo cual disminuyó sensiblemente la capacidad hidráulica del cauce, al extremo de que al operar las turbinas de Peñitas a plena carga (1,440 m3/s), el río se desborda en varios puntos. A esto debe unirse el desordenado crecimiento demográfico en la zona, que ha provocado la invasión en cauces y riveras, por lo que al momento de producirse descargas extremas en los ríos, estos afectan a la población (Marengo, 2003). Por otra parte, el día 4 de noviembre de 2007 se produjo un deslizamiento súbito de tierra y roca de 55 millones de m3, que fue causado por la saturación del suelo y las particularidades del fracturamiento y la estratificación de la roca, en la ladera derecha del río Grijalva, en el municipio de Ostuacán, Chiapas, ubicado a unos 16 km aguas arriba de la C.H. Peñitas y a 56 km aguas abajo de la C.H. Malpaso (CFE, 2009). El alud de roca, tierra y árboles (equivalente a 125 millones de toneladas), de los cuales 18 millones de m3 obstruyeron por completo el cauce del río Grijalva (CFE, 2009), al precipitarse sobre el cauce del río, provocando una ola de aproximadamente 50 metros de altura, que destruyó la comunidad Juan de Grijalva, consecuentemente fue necesario parar Avenidas de diseño para los túneles de conducción del río Grijalva 14 la generación hidroeléctrica de las cuatro presas del Grijalva que estaban prácticamente llenas. El aumento progresivo del nivel del agua en el embalse superior del tapón representó un factor de riesgo de falla masivo o derrame incontrolado por encima del tapón, que podría afectar la cortina de la presa Peñitas con consecuencias catastróficas para las poblaciones situadas aguas abajo (CFE, 2009). La situación en cuanto a riesgos era enorme; se tenía como antecedente la mayor precipitación de la historia en la zona del sureste mexicano, estaba prácticamente bajo el agua todo el estado de Tabasco y las presas aguas arriba del deslizamiento estaban prácticamente llenas (se tenían almacenados del orden de 37,500 millones de m3); no se contaba con accesos suficientes al sitio del deslizamiento y el pronóstico climatológico era que seguiría lloviendo sobre la zona (CFE, 2009). El riesgo más grave (CFE, 2009) era en cuanto a un posible desbordamiento del deslizamiento que por su naturaleza y experiencias a nivel mundial anteriores, podría ser enormemente catastrófico (hay que recordar que la experiencia mundial en casos similares, arroja la cifra de que un 70% de caídos fallaron catastróficamente por acumulación del agua, aguas arriba del mismo). La avenida (gasto pico y volumen) de agua sobre la presa de Peñitas, era muy grande (CFE, 2009); se podrían llegar a liberar del orden de 800 millones de m3 (entre el deslizamiento y la corona de la presa de Peñitas, solo cabían 600 millones de m3) y el gasto pico de la avenida calculada con las ecuaciones de Froehlich (1995) de 32,672 m3/s; Mc Donald (1984) de 87,681 m3/s, el mismo Mc Donald (1984) 26,931 m3/s y en el caso más optimista Barros (2003) de 17,902 m3/s. Por otro lado, las avenidas que se podían liberar sobre la planicie tabasqueña ya inundadas eran por su magnitud verdaderamente catastróficas; según Froehlich (1995) 24,298 m3/s, Mc Donald (1984), 39,875 m3/s, elmismo Mc Donald (1984) 22,263 m3/s y Barros (2003), 12,721 m3/s; en todos los casos el volumen susceptible de derramarse sobre las ciudades de Humanguillo, Cárdenas, Comalcalco y Villahermosa, era del orden de 600 millones de m3. Con objeto de definir la estrategia a seguir, se contó con la opinión técnica de ingenieros especializados de la CFE, CONAGUA y el II UNAM, así como de especialistas independientes y del CTOOHR (CFE, 2009). La recomendación del grupo fue construir de manera inmediata, en una primera etapa, un canal en el taponamiento para controlar y conducir el agua almacenada en el embalse superior y evitar el riesgo de daño inmediato. En estas condiciones, se proyectó e inició la excavación de un canal en el nivel más bajo posible. Uno de los puntos que había que abordar con urgencia era la remoción del material depositado en el cauce (18 millones de m3) y cuyo objetivo era restablecer la comunicación del río. Introducción 15 El 5 de noviembre de 2007 la CFE en coordinación con la CONAGUA, inició labores en la zona a fin de lograr la seguridad de la población en zonas aledañas, la integridad de las presas, y la viabilidad de la generación hidroeléctrica en el corto plazo (CFE, 2009). Como primera acción, se planteó excavar antes del 15 de diciembre de 2007 en una primera etapa a la cota 100, con una cubeta de seis metros de ancho y un volumen de excavación del orden de 900,000 m3. Posteriormente, en la segunda etapa, los trabajos estuvieron encaminados a ampliar el canal a una cubeta de 70 m a la elevación 85. Dado que las lluvias extraordinarias continuaban, y el caudal del río Tzimbac (afluente del río Grijalva que fluye sin control) incrementaban el nivel del agua en el embalse superior del tapón a razón de 10 cm cada día, los trabajos iniciaron con toda celeridad, convocando a las principales empresas constructoras del país para trasladar maquinaria y personal al sitio de manera inmediata, a pesar de las grandes dificultades para el acceso (CFE, 2009). Para llevar a cabo la programación de los trabajos de remoción del material fue necesario revisar y actualizar de manera urgente la hidrología de detalle de la zona y estimar los posibles hidrogramas asociados a diferentes condiciones. Se elaboraron modelaciones matemáticas, donde como resultado de ellas se obtuvieron posibles hidrogramas generados ante una ruptura súbita del deslizamiento de tierra, lo cual se estimó podría presentarse en un tiempo cercano a 8 horas, para ello se utilizó la modelación de flujo no permanente unidimensional del cauce que se forma entre el deslizamiento y la cortina de la central hidroeléctrica Peñitas (CFE, 2009). Dicha simulación se hizo con el objeto de estimar el tiempo de traslado de la onda generada por el rompimiento súbito del tapón de tierra y los posibles niveles alcanzados en el vaso de Peñitas, ya que la ruptura ocasionaría un incremento rápido de ella. Esto se hizo para garantizar que los niveles se mantuvieran dentro de los rangos de seguridad de las presas. También se elaboraron modelos de transferencias de volúmenes de un almacenamiento a otro para estimar los posibles niveles iniciales y finales para diversas combinaciones de operación de la Presa Malpaso y avenidas que se podrían presentar por los ríos que descargan al vaso formado entre la Presa Malpaso y el deslizamiento. La comunicación se restableció mediante la excavación de un canal con lo que se garantizó el flujo del agua entre los vasos. En la segunda etapa, se realizó un monitoreo detallado de la erosión y el comportamiento del canal donde se identificaron entre otros aspectos, su evolución en el tiempo y localización de la sección de control que se presentaba desde la salida del canal hacia aguas arriba (erosión regresiva), debido a la forma heterogénea del acomodo del material deslizado en conjunto con las velocidades del flujo (CFE, 2009). Para aumentar la capacidad de conducción, de manera paralela al funcionamiento del canal se realizaron obras de ensanchamiento del mismo, se estimó la capacidad requerida, y se determinó bajar la elevación de la plantilla, con la problemática de los procesos Avenidas de diseño para los túneles de conducción del río Grijalva 16 constructivos y el movimiento del material respectivo que esto implica ya que los tiempos disponibles eran cortos. A partir de la información recopilada sobre el funcionamiento del canal, se realizaron modelaciones matemáticas para estimar su comportamiento con diferentes anchos y a diferentes elevaciones de plantilla, para dar la capacidad de tránsito a una avenida de diseño con pico de 2,700 m3/s (CFE, 2009). A finales de 2007 se llevó a cabo la construcción del canal ante el deslizamiento del río Grijalva, se removieron aproximadamente 1,200,000 m3 de material en 44 días, equivalentes al 12% del volumen removido en la C.H. El Cajón durante dos años. A principios de 2008 se amplió el canal para garantizar la conducción adecuada del caudal del sistema hidroeléctrico del río Grijalva, así como reducir el nivel de los embalses en las presas aguas arriba del tapón. Durante esta etapa se removió un volumen total de 1,909,653 m3 de materiales. El 11 de marzo de 2008 se restableció la generación del Sistema Grijalva. En lo que respecta a la tercera etapa, dentro de los trabajos realizados, se presentaron modelaciones matemáticas para estimar la superficie libre del agua y las velocidades en el canal que se formaron el cual tiene una longitud de 600 m. Aunado a lo anterior, se elaboró un modelo físico en el laboratorio de hidráulica de la CFE, para corroborar los resultados obtenidos y predecir el comportamiento del agua en el canal, lo cual en la realidad, fue muy semejante (CFE, 2009). La construcción inmediata del canal permitió restablecer parcialmente el flujo del río, la operación de las presas aguas arriba y evitar la erosión de la masa deslizada. El 11 de junio de 2008, CFE reportó que las presas del Grijalva (Angostura, Chicoasén, Malpaso y Peñitas) se encontraban dentro de los niveles de almacenamiento fijados por el CTOOHR para recibir la próxima temporada de lluvias, asimismo, se reportó que el canal funcionaba de manera normal. En nuestro país, lo ocurrido en Juan de Grijalva es un fenómeno que sale de lo convencional principalmente por tres razones, primera el aspecto social ya que al interrumpir el flujo de uno de los ríos más caudalosos del país puso en riesgo los asentamientos humanos ubicados aguas arriba y aguas abajo del tapón, debido a la posible ocurrencia de inundaciones; segunda el aspecto económico, ya que imposibilitó la operación normal de las centrales hidroeléctricas Malpaso y Peñitas y finalmente, por la magnitud del deslizamiento. Este deslizamiento planteó uno de los mayores retos a la ingeniería mexicana de que se tenga noticia. Ya estando controlada la emergencia, dentro de la tercera etapa se planeó el diseño de estructuras permanentes que permitan el manejo del río Grijalva en caso de otro posible deslizamiento en la misma zona, ya que es muy probable por el tipo de material y condiciones geológicas presentes en la zona y la alta precipitación de la misma. Introducción 17 Se debe recordar que la estimación de avenidas de diseño es uno de los análisis hidrológicos más importantes, ya que es la base para el diseño hidráulico de vertedores, obras de desvío rectificación de cauces, bordos de protección contra inundaciones y todo tipo de presas o embalses para el control de avenidas. El diseño hidrológico se emplea para dimensionar las obras y el diseño hidráulico para asegurar su buen funcionamiento (Campos, 2006). En todo análisis probabilístico de datos hidrológicos y principalmente en el de avenidas, el proceso se inicia con una recopilación de información concerniente a la cuenca y su comportamiento hidrológico. Cuando se cuenta con información hidrométrica(gastos o niveles máximos anuales) en o cerca del sitio de las obras en proyecto, la estimación de las avenidas se realiza bajo las técnicas conocidas como Análisis probabilístico de avenidas, el cual consiste en realizar la predicción de crecientes asociadas a periodos de retorno, basándose en técnicas de estadística (Campos, 2006). Las estimaciones de crecientes realizadas a través del análisis probabilístico de sus datos, para obtener avenidas de diseño, son cuantificaciones que requieren que sean lo más precisas posible, ya que una sobreestimación puede conducir a un gran incremento del costo de una obra, mientras que una subestimación generará un mayor riesgo de daños e incluso pérdidas de vidas humanas. Las reflexiones anteriores destacan la importancia de las estimaciones de crecientes en el campo de los diseños hidrológicos de infraestructura hidráulica, buscando su seguridad y economía (Campos, 2006). Según la International Commission of Large Dams (ICOLD), la avenida de diseño se define generalmente como la avenida más grande que puede pasar en un sitio sin causar destrucción. En el caso de una presa, las obras que deben resistir los efectos de las avenidas son la cortina y el vertedor. La avenida de diseño está en función directa con el grado de riesgo que se puede admitir en cada obra (Marengo, 1994), ya que puede diferir para cada tipo o tamaño de presa, e incluso para cada país. La importancia de la estimación de la avenida de diseño, aunada a los avances y a los progresos en el campo de las matemáticas en los últimos años, permiten contar a la fecha con una gran variedad de métodos disponibles para el cálculo de las mismas; los más simples son de aplicación rápida, pero pueden ser imprecisos, poco confiables y generalmente están asociados a una sobrevaloración del gasto pico de entrada (Marengo, 1994). Los métodos complicados (Marengo, 1994) toman en consideración en forma más minuciosa todos los fenómenos que se originan sobre la cuenca en estudio y permiten hacer una evaluación más realista de las avenidas importantes, pero pueden aplicarse únicamente en la medida que exista una base confiable y detallada de datos. Requieren además de mucho cuidado; por tanto, solo pueden ser elaborados por personal altamente especializado. Avenidas de diseño para los túneles de conducción del río Grijalva 18 Describir con detalle los criterios de diseño ante avenidas puede ser materia de extensas discusiones y detallados desarrollos que escapan del objetivo de esta tesis; sin embargo, se puede decir que existen básicamente tres tipos de criterios: los empíricos, los estadísticos y los hidrometeorológicos. A continuación se mencionan algunos de los aspectos más importantes que se relacionan con el diseño de avenidas, cuyas variables influyen en la evaluación del riesgo de falla. Criterios empíricos Agrupan a los métodos que evalúan la avenida de diseño en función de uno o más parámetros físicos de la cuenca, como superficie y pendiente media. Han tenido gran uso para proyectos ya construidos, y a la fecha se utilizan para verificar el orden de los gastos obtenidos con otros programas (Marengo, 1994). En general, estos criterios se han establecido con base en calibraciones reales e históricas de cuencas que tienen ciertas características fisiográficas similares, y su aplicación se ha hecho al considerar que se debe tener similitud entre las cuencas analizadas, las cuales se pueden subdividir en las siguientes variantes: Definición directa del gasto pico de la avenida, solo en función de las características de la cuenca en cuestión. Especificación del hidrograma de la avenida, en relación con la lluvia máxima y las características de la cuenca. Entre estos métodos está el racional y el del servicio de conservación de los suelos (United State Bureau Reclamation, USBR), etc. Determinación de la envolvente de gastos máximos observados en una región dada, para los que se han establecido envolventes, generadas en diversas regiones del mundo. Permiten hacer una evaluación rápida de la avenida de diseño al nivel de estudios e inventarios de sitios, o bien para verificar los resultados obtenidos por medio de otros métodos como los estadísticos o hidrometeorológicos. Criterios estadísticos Práctica actual El principio de aplicación de estos criterios consiste en ajustar una distribución estadística conocida a un registro de datos; donde lo que generalmente se hace es recabar la información de gastos y volúmenes mixtos en una estación dada para N años de registro y se procede a hacer el ajuste mencionado. Estas distribuciones fundamentalmente son la Gumbel, la Gumbel mixta o doble Gumbel, la log-normal (o de Galton-Gibrat), la log- normal de tres parámetros, la de Pearson tipo III, la log-Pearson tipo III, etc. En nuestro país es práctica usual la Gumbel con la misma clase de ajuste. El ajuste de estas distribuciones se puede hacer por medio del método estadístico de los segundos momentos y el de máxima verosimilitud. Existen pruebas estadísticas que permiten verificar si un tipo de distribución se ajusta o no a un grupo de datos, sin embargo, se acostumbra utilizar el mínimo error cuadrático obtenido entre la serie experimental y la teórica como el criterio de mejor ajuste (Marengo, 1994). Introducción 19 El gran inconveniente de este método es que el periodo de registros es generalmente pequeño (de 25 a 50 años como máximo) y se hace una extrapolación a gastos que se fijan con periodos de retorno 200 ó 400 veces mayores, por lo que los errores por extrapolación pueden ser considerables. Método de Pegram El método propuesto por Pegram (1992), se basa en la función de densidad de probabilidad normal bivariada de una muestra estandarizada de los logaritmos del gasto pico y del volumen (valores máximos anuales) con igual período de retorno. Con base en hidrogramas históricos, se obtiene pares de datos del gasto pico y el volumen asociados a períodos de retorno fijos. Se obtiene entonces con una función de distribución bivariada lognormal los valores estandarizados de igual valor de período de retorno. Estos valores se correlacionan entre sí para distintos niveles de significancia (100%, 75%, 50% y 25%) y se obtiene como resultado para cada período de retorno dado, el gasto pico y el volumen asociados simultáneamente entre sí, que dibujados se pueden aproximar a hipérbolas teóricas. Las curvas ajustadas permiten elaborar tablas de período de retorno-probabilidad-gastos pico-volúmenes de las distintas variables estandarizadas. Método de Domínguez Domínguez (1989) propuso utilizar avenidas sintéticas obtenidas a partir de métodos estadísticos, las cuales están basadas en la determinación conjunta de las funciones de densidad de probabilidades del gasto y el volumen de las avenidas. Domínguez propone utilizar toda la información disponible de las avenidas máximas registradas cada año. Para ello se trabaja no solo con el valor máximo y el volumen total de cada avenida, sino que se considera la información de los gastos máximos anuales para todas las duraciones parciales que se requieran. Así, si una avenida máxima anual tiene una duración de 8 días, además de su valor máximo y su volumen, se considera el gasto máximo promedio en dos, tres días, y así sucesivamente hasta el gasto medio máximo para la duración total (Marengo, 1994). De esta forma, con la información de las avenidas máximas anuales registradas, se puede estimar una función de distribución de probabilidad en la que los coeficientes dependen de la duración parcial considerada. Este método se considera como el de mejor aplicación en el desarrollo de este trabajo, fundamentalmente porque se considera que permite un mejor manejo de la información real respecto a cada una de las funciones de distribución de probabilidad analizadas. Con este método se estimaron las avenidasde diseño de las cuatro presas del sistema hidroeléctrico Grijalva y para los ríos Tzimbac y Sayula, éstas se muestran en el capítulo 3. Avenidas de diseño para los túneles de conducción del río Grijalva 20 Criterios hidrometeorológicos Estos criterios se basan en la llamada Precipitación Máxima Probable (PMP), que se define como la máxima tormenta meteorológica posible para una cuenca y una duración dadas, la cual se produciría si en dicha cuenca ocurrieran simultáneamente los valores máximos de un número razonable de factores que causan la precipitación. Se pueden seguir varios métodos para estimar la PMP; los meteorológicos propiamente dichos, que se pueden aplicar a zonas orográficas y no orográficas, y el método de Hershfield, que puede emplearse cuando sean escasos los datos meteorológicos, pero existan en cambio datos de precipitación (Marengo, 1994). Para garantizar que el embalse de la presa Peñitas pueda funcionar a largo plazo, se propuso como solución definitiva, además del canal existente, construir 2 túneles de 14 x 14 m sección portal, cuyo principal objetivo es permitir el paso del flujo que se produce en la presa de Malpaso, los cuales están actualmente en construcción. La obra, que se ubica en el ejido Paso de la Virgen, municipio de Ostuacán, en Chiapas, garantizará que aunque ocurra otro deslizamiento en la zona de Juan de Grijalva que obstruyera el canal, los túneles tienen la capacidad de transitar de manera segura una avenida de diseño con periodo de retorno (Tr) igual a 100 años. La obra tiene el objetivo de garantizar la seguridad de la planicie tabasqueña durante las crecidas del río. Los objetivos que se pretenden cubrir en el desarrollo de este trabajo de tesis son los siguientes: Describir el deslizamiento en el río Grijalva, desde sus causas, daños, riesgos derivados de éste y el manejo de la emergencia. Presentar las avenidas de diseño utilizando métodos estadísticos y funciones de probabilidad para las cuatro presas que se encuentran a lo largo del río Grijalva y para las aportaciones de los ríos Sayula y Tzimbac al río Grijalva. Justificar la construcción de los túneles intercomunicadores en el río Grijalva, su diseño y funcionamiento hidráulico. Para cubrir los objetivos propuestos se han desarrollado cinco capítulos: El primer capítulo se dedica a una recopilación breve de antecedentes, los deslizamientos similares registrados en el mundo, las características fisiográficas de la cuenca, así como, los principales datos técnicos de las centrales hidroeléctricas instaladas a lo largo del río Grijalva, que por su potencial hidroeléctrico instalado es el más importante y el segundo en cuanto al caudal en nuestro país. Se describe la situación meteorológica de la zona previa al deslizamiento. También se presenta un resumen de las medidas de mitigación de inundaciones que se han realizado en la planicie en caso de emergencia. Introducción 21 El segundo capítulo es una descripción del deslizamiento que se presentó en Noviembre de 2007 y que generó un tapón en la zona inmediata aguas arriba del vaso de la presa Peñitas, que obstruyó por completo el cauce del río Grijalva; sus causas, los daños, los riesgos y el manejo de la emergencia, ya que lo anterior generó un vaso de almacenamiento que puso en riesgo la presa Peñitas en caso de falla súbita. El capítulo tres presenta las avenidas de diseño utilizando métodos estadísticos y funciones de probabilidad para las cuatro presas que se encuentran a lo largo del río Grijalva, para los ríos Sayula y Tzimbac y para los embalses superior e inferior del deslizamiento. El capítulo cuatro comprende el objetivo, diseño, construcción y funcionamiento hidrológico e hidráulico de los túneles intercomunicadores. Finalmente, en el capítulo cinco se presentan las conclusiones y recomendaciones de diseño que se derivan del trabajo realizado. Además se incluye un Anexo, donde expone la Norma Hidrológica de 1996, que establece los periodos de retorno de diseño. AVENIDAS DE DISEÑO PARA LOS TÚNELES DE CONDUCCIÓN DEL RÍO GRIJALVA CAPÍTULO 1 ANTECEDENTES Avenidas de diseño para los túneles de conducción del río Grijalva 23 1 ANTECEDENTES En este capítulo se describen las principales causas de los deslizamientos de tierra y se hace notar que la mayoría de ellos son causados por las intensas lluvias, como lo fue el deslizamiento que bloqueó por completo el cauce del río Grijalva. A continuación, se tiene una recopilación de información acerca de la cuenca Grijalva, sus principales características fisiográficas, incluyendo datos técnicos de su sistema hidroeléctrico. Posteriormente se describe la situación meteorológica de la zona afectada antes del deslizamiento y por último, se puede ver un resumen de las medidas de mitigación de inundaciones que se han llevado a cabo. 1.1 Deslizamientos Cada año los deslizamientos de tierra representan una grave amenaza a los asentamientos cubre una amplia variedad de formas de tierra y procesos relacionados al movimiento de descenso del suelo y roca por la influencia de la gravedad. Aunque comúnmente ocurren conjuntamente con terremotos, inundaciones y volcanes, están mucho más diseminados que aquellas amenazas y con el tiempo causan más daño a la propiedad que cualquier otro evento geológico (Programa de entrenamiento para el manejo de desastres DMTP, 1995). 1.1.1 Causas de los deslizamientos Los deslizamientos de tierra ocurren usualmente como efecto secundario de intensas tormentas, terremotos y erupciones volcánicas. Los materiales que componen los deslizamientos de tierra se dividen en dos clases, lecho de roca o suelo (DMTP, 1995). Los deslizamientos de tierra ocurren como resultado de cambios, súbitos o graduales, en la composición, estructura, hidrología o vegetación de una ladera. Estos cambios puede ser causados por: Vibraciones por terremotos, explosiones, maquinaria, tráfico y truenos. Algunos de los deslizamientos de tierra más devastadores han sido provocados por terremotos. Cambios en el contenido del agua causado por intensas precipitaciones e incremento de los niveles del agua subterránea. Remoción del apoyo lateral causado por erosión, falla previa de la ladera, construcción, excavación, desforestación o pérdida de vegetación estabilizadora. Exceso de peso de lluvia, granizo, nieve, acumulación de piedras sueltas o material volcánico, acumulaciones de roca, acumulación de desechos y peso de edificaciones y vegetación. Desgaste y otras acciones físicas o químicas pueden disminuir la fuerza de las rocas y del suelo con el tiempo. La interacción entre la hidrología y la geología determina finalmente que ocurra o no la activación de un deslizamiento. La respuesta puede ser rápida o inmediata en taludes de poco espesor de suelo con intensidades grandes de precipitación, o puede depender de la lluvia acumulada en 5, 15 o 30 días, o el efecto puede demorarse varios días o meses Antecedentes 24 después de los eventos de precipitación, de acuerdo a la complejidad geológica del sitio (Suárez, 2006). La hidrogeología (Suárez, 2006) es un factor determinante en la ocurrencia de deslizamientos de tierra. La mayoría de los deslizamientos que ocurren en las zonas tropicales están relacionados con eventos de lluvias. Si se conoce con cierta precisión el comportamiento hidrogeológico de un sitio o área determinada, es posible pronosticar la ocurrencia de deslizamientos, flujos o avalanchas, relacionados con los eventos de lluvias, lo cual permitiría activar programas de manejo de riesgos. Sin embargo la mayoría de los deslizamientos ocurren en condiciones geológicas complejas y la modelación hidrogeológica es difícil. Se requiere realizar un trabajo muy extenso de investigación con muy buena instrumentaciónpara obtener información detallada útil de la respuesta hidrológica para el manejo práctico de deslizamientos específicos. La hidrogeología no es una ciencia exacta y es difícil cuantificar los procesos con precisión con excepción de casos relativamente sencillos. Sin embargo, el estado actual del conocimiento sobre la respuesta hidrogeológica de los taludes permite entender algunos de los fenómenos y mecanismos de respuesta, lo cual facilita el análisis general de casos específicos. Se debe partir del conocimiento lo más completo posible de la meteorología, hidrología, geología y geotecnia de la zona a analizar. Las lluvias en el sistema climático tropical dependen en buena parte de la zona de convergencia intertropical y generalmente los eventos de deslizamientos catastróficos están relacionados con variaciones de la zona de convergencia los cuales ocasionan lluvias extraordinarias, las cuales a su vez actúan como activadoras de deslizamientos de tierra. Son los eventos lluviosos extremos los que más efecto tienen sobre la ocurrencia de deslizamientos de tierra (Suárez, 2006). El agua producto de las lluvias se infiltra en el suelo y produce cambios en el estado de presiones de poro. Estos cambios corresponden a una respuesta del sistema hidrogeológico del suelo a la ocurrencia de las precipitaciones. La forma y tiempo de esta respuesta dependen de las condiciones hidrogeológicas del sitio y/o del área circundante y a las características de los eventos lluviosos. Esta respuesta hidrogeológica puede conducir a la activación de deslizamientos de tierra. La ocurrencia de deslizamientos, su cantidad y su magnitud depende de la susceptibilidad del terreno a los deslizamientos y de la intensidad tiempo y distribución del evento de lluvias. Cornforth (2005) presenta un caso instrumentado de aumento de nivel de agua freática con intensidad de la lluvia (figura 1.1). El caso corresponde a un deslizamiento antiguo de un conglomerado sobre un basalto. El piezómetro muestra una demora entre la precipitación y los niveles freáticos. La demora entre los picos de la precipitación y el nivel de agua es de 25 horas para este caso. La respuesta del terreno puede ser rápida o puede tomar varios días o semanas. En los sistemas de respuesta rápida los niveles freáticos son difíciles de medir utilizando piezómetros con medición en visitas periódicas debido a que los picos de los niveles de agua son muy transitorios. La instrumentación mediante piezómetros en tiempo real permite estudiar a detalle la respuesta hidrogeológica rápida. Sin embargo no es común la instrumentación en tiempo real y pocos sitios en el mundo cuentan con instrumentación piezométrica automática. Avenidas de diseño para los túneles de conducción del río Grijalva 25 Figura 1.1. Respuesta del nivel freático a las lluvias en un deslizamiento de un conglomerado sobre un basalto (Cornforth, 2005). 1.1.2 Los deslizamientos y su clasificación Sharpe en 1938 definió los deslizamientos como la caída perceptible o movimiento descendente de una masa de tierra, roca o ambas. Según Crozier (1986) un deslizamiento se define como el movimiento gravitacional hacia el exterior de la ladera y descendente de tierra o rocas, el término deslizamiento se utiliza para movimientos de ladera que se producen a lo largo de una superficie de rotura bien definida. Existen varias clasificaciones de deslizamientos, basadas todas ellas en el mecanismo de rotura, la naturaleza de los materiales involucrados y la velocidad de movimiento de masa (tabla 1.1). En la figura 1.2 se muestran los distintos tipos de deslizamientos. Un desprendimiento es aquel movimiento de una porción de suelo o roca, en forma de bloques aislados o masivamente que, en una gran parte de su trayectoria desciende por el aire en caída libre, volviendo a entrar en contacto con el terreno, donde se producen saltos, rebotes y rodaduras (Corominas, 1989). Los vuelcos son movimientos de rotación hacia el exterior, de una unidad o de un conjunto de bloques, alrededor de un eje pivotante situado por debajo del centro de gravedad de la masa movida. Los deslizamientos son movimientos descendentes relativamente rápidos de una masa de suelo o roca que tiene lugar a lo largo de una o varias superficies definidas que son visibles o que pueden ser inferidas razonablemente o bien corresponder a una franja relativamente estrecha. Se considera que la masa movilizada se desplaza como un bloque único, y según la trayectoria descrita los desplazamientos pueden ser rotacionales o traslacionales. El movimiento dominante en las expansiones laterales es la extrusión plastica lateral, acomodada por fracturas de cizalla o de tracción que en ocasiones puede ser de difícil localización. Antecedentes 26 Finalmente los flujos son movimientos de una masa desorganizada o mezclada donde no todas las partículas se desplazan a la misma velocidad ni sus trayectorias tiene que ser paralelas. Debido a ello la masa movida no conserva su forma en su movimiento descendente, adoptando a menudo morfologías lobuladas (Corominas, 1989). Figura 1.2. Clasificación de los deslizamientos (Schuster, 2002). Avenidas de diseño para los túneles de conducción del río Grijalva 27 Tabla 1.1. Clasificación simplificada de los movimientos de ladera modificada de Corominas y García (1997) con la terminología en inglés. 1.1.3 Actividad y peligrosidad de los deslizamientos Atendiendo al estado de actividad en que se encuentra un deslizamiento se pueden definir los términos representados en la figura 1.3. 1. Deslizamiento activo es el que se está moviendo en el momento de la observación. 2. Deslizamiento en suspenso es el que se ha movido en los últimos 12 meses, pero actualmente no es activo. 3. Deslizamiento reactivado es un deslizamiento activo que previamente ha sido inactivo (se conoce por reactivaciones de un deslizamiento). Antecedentes 28 4. Deslizamiento inactivo es aquel que no se ha movido en los últimos 12 meses. Los inactivos se pueden subdividir en los siguientes estados: 5. Deslizamiento latente es un movimiento inactivo que se puede reactivar por las causas que lo originaron. 6. Deslizamiento antiguo es un deslizamiento inactivo que no ha vuelto a ser afectado por sus causas originales. 7. Un deslizamiento estabilizado es aquel inactivo en el que se han adoptado medidas correctoras. 8. Deslizamiento relicto es aquel inactivo que se desarrolló bajo condiciones climáticas o geomorfológicas considerablemente diferentes de las que prevalecen actualmente. Figura 1.3. Estados de actividad de los deslizamientos (WP/WLI, 1993). Los deslizamientos conllevan un riesgo geológico nada despreciable. Aunque el peligro de producir roturas en un lugar sea muy alto, el riesgo no lo será si ello no produce daños en la población o en las infraestructuras. El riesgo trae consigo la existencia de un peligro, pero Avenidas de diseño para los túneles de conducción del río Grijalva 29 un fenómeno peligroso no conduce necesariamente a un riesgo para la población. Los siguientes conceptos basados en Varnes (1984) definen bien la relación entre peligrosidad y riesgo. La peligrosidad (P) es la probabilidad de ocurrencia de un fenómeno potencialmente perjudicial dentro de un periodo de tiempo determinado y en un área específica. La vulnerabilidad (V) es el grado de pérdida provocado por la ocurrencia de un fenómeno natural de una magnitud determinada sobre un elemento o conjunto de elementos. El riesgo específico (Rs) es el grado de pérdida esperado debido a un fenómeno natural y se expresa como el producto de P por V. Los elementos bajo riesgo (E) de un área son la población, las propiedades, etc. Finalmente el riesgo total (Rt) corresponde al número de vidas perdidas, daños a la propiedad y a las personas, etc. Debidas aun fenómeno natural concreto. El riesgo total se define como el producto del riesgo específico y de los elementos bajo riesgo como se observa en la siguiente expresión: ( 1.1) 1.1.4 Modelos para predecir la respuesta de los deslizamientos No existe un modelo que pueda ser aplicado a todos los casos. Existen los modelos estadísticos y los modelos físicos. Entre los modelos físicos existen modelos basados en flujos de agua y presiones de poro positivas, y modelos de flujo no saturado. El modelo a utilizar depende de la información existente y del mecanismo de falla presente (Suárez, 2006). Las investigaciones de análisis estadístico de la información permiten elaborar modelos para predecir que si ocurre un determinado evento lluvioso van a ocurrir o no deslizamientos catastróficos. Si existe información previa específica de los eventos en un sitio determinado se pueden determinar los niveles de catástrofe con base en la estadística. Por ejemplo, los trabajos realizados en Hong Kong han permitido elaborar modelos para los taludes alrededor de esa ciudad. De igual forma se pueden elaborar modelos para otros sitios. Sin embargo, el problema principal es la falta de información histórica para poder elaborar un modelo estadístico. Los modelos físicos con base en programas computacionales que combina elementos hidrogeológicos y geotécnicos son una herramienta útil para determinar niveles de amenaza (Crostra y Frattini 2003), para problemas locales de un determinado deslizamiento cuando la complejidad geológica no es muy grande y la información existente es suficiente para la elaboración de un modelo. Marín Nieto (2003), indica que la complejidad geológica en las zonas tropicales es tal que impide obtener una relación para predecir la ocurrencia de un deslizamiento en una Antecedentes 30 determinada región climática y geológica. La respuesta hidrogeológica depende del marco geológico y no existen dos sitios geológicamente iguales. La extrapolación de información de un sitio para otro generalmente no es confiable. Sin olar entre dos ambientes geológicamente similares, con un determinado margen de error. Resumiendo, en el estado del arte actual el análisis estadístico es la mejor herramienta modelos físicos son una herramienta útil la cual requiere de niveles de investigación muy detallados. 1.1.5 Deslizamientos en el mundo Los deslizamientos de tierra son un fenómeno natural que ha recibido poca atención excepto por los casos históricos o individuales y por sus efectos. Los deslizamientos recientes que se han reportado en el mundo se debieron principalmente a precipitaciones, sismos y erupciones volcánicas. Después de investigar en la literatura sobre el tema, se ha encontrado, que el factor más frecuente y que incide para que se presente este fenómeno es el mal tiempo recurrente en una misma zona; en las figuras 1.4 y 1.5 se muestran la distribución y las causas de los deslizamientos en presas en el mundo, según Robert L. Schuster (1988). Figura 1.4. Distribución de los deslizamientos en Presas (Schuster, 1988). Avenidas de diseño para los túneles de conducción del río Grijalva 31 0 10 20 30 40 50 60 70 Ev en to s Tipos Tormentas de nieve y agua Sismos Erupciones volcánicas Otros Figura 1.5. Causas de deslizamientos (Schuster, 1988) Muchos caídos son de corta duración; en 63 casos documentados (Schuster y Costa, 1986), se tiene que: El 22 % fallan en menos de 1 día y la mitad en menos de 10 días. El desbordamiento y la consecuente erosión regresiva constituyen la causa más frecuente de la falla. El comportamiento del caído y la magnitud de la inundación resultante, dependen de su tamaño y geometría y de las propiedades de los materiales que forman el caído, figura 1.6. 0 10 20 30 40 50 60 N úm er o de d es liz am ie nt os Tipos N o di fe re nc ia do s R oc a y su el o Lo do y d es pe rd ic io s R oc a y de sp er di ci os Li cu ef ac ci ón O tro s Figura 1.6. Tipos de deslizamientos (Schuster, 1986) Los datos registrados durante el último siglo a nivel mundial muestran un incremento en el número de eventos catastróficos debidos a procesos naturales y en los daños producidos por los mismos, especialmente en los últimos 40 años; los países de Asia, América y África son los que más numerosas y mayores catástrofes naturales han padecido (Alexander, 1993; Alcántara-Ayala, 2002; United Nations, 2002; The Centre for Research on the Epidemiology of Disasters EM-DAT, 2005). Antecedentes 32 Las mayores pérdidas económicas se producen en los países desarrollados, debido principalmente a que el valor de los bienes expuestos a las amenazas (infraestructuras, edificios, actividad económica, etc.) es mucho mayor (Crozier, 1986; Alexander, 1993; Uitto, 1998; Berz, 1999; Chardon, 1999; Alcántara-Ayala, 2002, 2004). No obstante, aunque el valor absoluto de los daños sea mayor en los países industrializados, su importancia en relación con el PIB, es mucho menor que en los países en vías de desarrollo (Burton, 1978; United Nations, 2002). Así, por ejemplo, durante el período 1990-99 los gastos afrontados por la Federal Emergency Management Agency (FEMA), como consecuencia de las catástrofes naturales ocurridas en los Estados Unidos, ascendieron a más de 25.4 billones de dólares, cifra absoluta muy considerable pero poco significativa en relación con el PIB del país (FEMA, 2002). Las catástrofes naturales que mayores daños (víctimas y/o pérdidas materiales) causan a nivel mundial son las inundaciones y los huracanes, seguidos por los terremotos (Munich Re, 2005), tal como se muestra en las figuras 1.7 y 1.8. Avenidas de diseño para los túneles de conducción del río Grijalva 33 Figura 1.7. Importancia de los diferentes tipos de catástrofes naturales para el periodo 1950-2000 (Munich Re, 2005). Antecedentes 34 Figura 1.8. Distribución de los grandes tipos de catástrofes naturales en el mundo en la segunda mitad del siglo XX (Munich Re, 2005). Si se tiene en cuenta la distribución geográfica de los distintos riesgos naturales, las inundaciones y los deslizamientos son sin duda los más generalizados, pues afectan a todos los países del mundo. Algunos ejemplos de inundaciones importantes son las ocurridas en Francia (1992), Centroeuropa (1992, 1993, 1995, 2002, 2005), Italia (1994, 2000), República Checa y Polonia (1997), Suecia (2000), EEUU, Bangladesh, China, Guatemala, Honduras, Somalia y Sudáfrica durante la década de los 90 (United Nations, 2002), las inundaciones ocurridas en Nueva Orleans como consecuencia del hu agosto de 2005, y las de México, en los estados de Chiapas y Tabasco (1973, 1998, 1999, 2005, 2007). En segundo lugar, lo que parece ser una tendencia al aumento en el número de eventos catastróficos y en los daños causados por dichos procesos a lo largo de la segunda mitad del siglo XX (figura 1.9). En relación con esto, cabe señalar que el aumento detectado en víctimas y daños (figura 1.10), parece bastante lógico, al haberse producido en ese período un aumento notable del número de personas y de los bienes expuestos en zonas de riesgo. Sin embargo, el aumento en el número de eventos reflejado en los datos registrados puede deberse en parte a una mejora en la recopilación de información para los tiempos más recientes. Esto parece especialmente probable en el caso de los terremotos y de las erupciones volcánicas. Sin embargo, en el caso de las inundaciones, huracanes o deslizamientos, el aumento se deba también al efecto del cambio climático global, una de cuyas consecuencias es el aumento en la frecuencia y/o intensidad de los eventos climáticos extremos (Berz, 1999; Moreno, 2005). Es interesante señalar, sin embargo, que la tendencia al aumento es bastante menor para los desastres de tipoestrictamente climático que para aquéllos en los que intervienen los condicionantes geomorfológicos. Esto se ha interpretado por Cendrero geomorfológi Avenidas de diseño para los túneles de conducción del río Grijalva 35 Figura 1.9. Evolución en el número de eventos naturales catastróficos en el mundo durante los últimos 50 años (EM-DAT, 2005). Figura 1.10. Evolución del número de daños (en billones de dólares americanos) ocasionados como consecuencia de los procesos naturales ocurridos durante los últimos 50 años en el mundo (Munich Re, 2005). Antecedentes 36 1.1.5.1 Consecuencias socio-económicas de los deslizamientos a nivel mundial La mayoría de los deslizamientos que ocurren en el mundo producen únicamente daños materiales, o si acaso un número pequeño de víctimas. Es frecuente que no queden reflejados en las recopilaciones de ámbito global o nacional, a pesar de que, por lo frecuentes y extendidos que son estos procesos, causan, en conjunto, daños muy importantes. Muchos deslizamientos se producen en zonas montañosas, prácticamente deshabitadas, por lo cual el riesgo es mínimo (pero no la peligrosidad). En otras ocasiones, los movimientos son pequeños o superficiales, y los daños que producen son reducidos, y por tanto no se consideran (Remondo, 2001). En muchos otros casos, aunque los daños sean importantes, los deslizamientos coinciden con inundaciones o con sismos y, en menor medida, actividad volcánica. Existen numerosos ejemplos de grandes deslizamientos que han producido daños considerables en muy diversos países (tabla 1.2). La base de datos creada por EM-DAT (2005) a partir de bases de datos preexistentes y de nuevos datos, ha contabilizado, para el período 1900-2001, que los deslizamientos u otros procesos relacionados con ellos han provocado un total de 64,088 víctimas en 364 grandes eventos. Estos datos se aproximan a los obtenidos por Schuster (1986). Sin embargo, y como ya se ha comentado, se debe tener en cuenta que la mayoría de los registros corresponden a las tres últimas décadas, por lo que los datos están incompletos, además de poder haber sido incluidos en los registros de otros procesos. En el caso de las inundaciones y durante el mismo período, estos autores estiman que el número de víctimas es de unos 7.5 millones. Considerando tales cifras válidas, esto supone que las inundaciones son hasta 100 veces más dañinas que los deslizamientos. En América Latina, el número de víctimas y los daños materiales por evento ocurrido han sido siempre muy altos, ya que muchos asentamientos humanos se encuentran al pie de montañas o bien en zonas próximas. Sin embargo, las estimaciones de daños son escasas, sobre todo en eventos poco recientes, y las que hay difieren mucho unas de otras. Los datos que se presentan a continuación corresponden a eventos puntuales de deslizamiento, casi siempre relacionados con otro tipo de proceso. Teniendo en cuenta que estos ejemplos representan sólo una pequeña parte del total, cabe esperar que los daños debidos a deslizamientos sean muy grandes y si se les compara con los producidos por otro tipo de proceso, probablemente sean los movimientos en masa uno de los procesos naturales que mayores daños produce en esta región del mundo. Avenidas de diseño para los túneles de conducción del río Grijalva 37 Tabla 1.2. Datos relativos a eventos catastróficos originados por deslizamiento a nivel mundial, víctimas y daños (EM-DAT, 2005). Antecedentes 38 En Guatemala, en 1976, un terremoto originó unos 10,000 deslizamientos y más de 200 muertos (Harp, 1981). En Honduras, como consecuencia del huracán Mitch en 1998, se produjeron unos 500,000 deslizamientos (cerca de un millón en toda Centroamérica; Harp, 2001; Harp et al., 2002), unas 2,500 personas murieron en Nicaragua durante el mismo evento. En El Salvador en 2001, tuvo lugar un terremoto que produjo alrededor de un billón de dólares en daños, más de 700 muertos, cerca de 1,000,000 damnificados y más de 500 deslizamientos, los cuales causaron la mayoría de estos daños (Munich, 2005). En Venezuela, las pérdidas anuales debidas a deslizamientos se han estimado en 55 millones de dólares. En este mismo país, los flujos de derrubios ocurridos en 1999 produjeron unas 50,000 víctimas y 10 billones de dólares en pérdidas, equivalentes al 12.2% del PIB. El terremoto que tuvo lugar en Huascarán (Perú), en 1970, generó un gran deslizamiento que acabó con la vida de unas 60,000 personas (Oliver-Smith, 2002). En Ecuador se presentó un deslizamiento de 25 millones de m3 de piedra y tierra, y embalsó al río Paute, con un caído de 100 m de alto y un km de longitud, formando un lago de 200 millones de m3. Se excavó un canal de 18 m de profundidad y 6 m de ancho con el fin de bajar el nivel de la cresta de vertido y disminuir la inundación tanto aguas arriba como aguas abajo. A los 26 días el agua se desbordó por el canal y a los 33 días el caído falló por erosión superficial, causando una onda de crecida con un pico de más de 10,000 m3/s, que produjo daños a lo largo de más de 100 km aguas abajo, causó 72 víctimas, se tuvieron 14,000 evacuados y pérdidas directas por USD 147 millones (1.5 % PIB de 1993), destruyó 1,500 casas y dañó más de 40 km de carreteras (González, 2007). En 1974, uno de los deslizamientos de tierra más grandes en la historia ocurrió en el valle del río Mantaro en los Andes del Perú. Una laguna temporal fue formada cuando el deslizamiento represó el río Mantaro causando la inundación de granjas, tres puentes, y unos veinte kilómetros de carretera. Casi 500 personas en el pueblo de Mayunmarca y en sus alrededores perdieron la vida. Este desastre es un ejemplo del potencial destructivo de los deslizamientos de tierra y el por qué son considerados como peligros. Si bien no todos los deslizamientos producen catástrofes, los daños causados por muchos pequeños pueden ser igual o exceder el impacto de un solo gran deslizamiento. Así, los deslizamientos tanto grandes como pequeños son capaces de causar daños significativos y pérdidas de vida (Hutchinson y Kogan, 1975). En el año 2006 un deslizamiento de tierra causado por las fuertes lluvias sepultó la aldea de Saint Bernard, en la isla filipina de Leyte. Confirmaron 33 muertos y otras 1,500 personas desaparecidas. La zona afectada se limitó en un perímetro de 1 km2, se estimó que podían vivir entre 3,000 y 4,000 personas. Por lo que respecta a las causas, fueron las fuertes lluvias en la zona y a la deforestación del terreno, que impidió la filtración del agua. El deslizamiento de tierra Avenidas de diseño para los túneles de conducción del río Grijalva 39 sepultó aproximadamente 500 viviendas del pueblo. El 90% de Saint Bernard quedó barrido por el siniestro (El Mundo, 2006). Las crecientes de ríos y los deslizamientos de tierras son comunes en Indonesia. En el año de 2007 las lluvias torrenciales caídas en la isla más poblada de Indonesia, Java, provocaron deslizamientos de tierra, que a su vez, provocaron 75 muertos. Fue la primera vez, en los últimos 25 años, que ocurrió algo de esta magnitud en Java Central. En los últimos meses, las precipitaciones causaron víctimas mortales en las regiones de Aceh, Sumatra, Riau, Jambi, norte de las Célebes, Gorontalo, sur de Borneo y Yakarta (El Mundo, 2007). Otro caso similar fue lo que sucedió en Nicaragua en 2008, donde 18 deslizamientos de tierra se produjeron a causa de las lluvias en el sureste y norte de Nicaragua. Debido a los aguaceros ocurrieron dos deslizamientos de tierra en la Isla de Ometepe, en el Gran Lago de Nicaragua. Posteriormente se registraron catorce deslizamientos de tierra en la municipalidad de Murra, departamento (provincia) de Nueva Segovia, norte del país. También se registraron dos deslizamientos que afectaron el Centro de Salud de Murra. El número de personas muertas por las intensas
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