III Me gustaría dedicar este libro a Mollie Filler Solomon y a Joseph Solomon, mis maravillosos padres, quienes me dieron el tipo de niñez que querría para todos los niños del mundo. HIDDEN TREASURE A Map to the Child’s Inner Self c Violet Oaklander, 2006 EL TESORO ESCONDIDO La vida interior de niños y adolescentes / Terapia infanto-juvenil Violet Oaklander c Editorial Cuatro Vientos, Santiago de Chile, 2008 Traducción: Larissa Boroday y Francisco Huneeus Registro de Propiedad Intelectual No 173.785 ISBN: 956-242-112-6 Diseño de portada: Mario Albarracín Diagramación: Edmundo Rojas Corrección y verificación: Paulina Correa Esta publicación, incluido el diseño de la cubierta, no puede ser reproducida, almacenada o transmitida por cualquier medio, ya sea eléctrico, químico, mecánico, óptico, de grabación o de fotocopia, sin permiso previo, por escrito, del editor. Editorial Cuatro Vientos, Maturana 19, CP 8340608 - SANTIAGO - CHILE V Violet Oaklander www.cuatrovientos.cl El TESORO ESCONDIDO La vida interior de niños y adolescentes Terapia infanto-juvenil Prólogo Peter Mortola * Traducción Larissa Boroday y Francisco Huneeus Cuatro Vientos Editorial www.cuatrovientos.cl VI Oaklander / El Tesoro Escondido Me gustaría agradecer especialmente a mi hijo e hija: Mha Atma Khalsa y Sara Oaklander, quienes me estimularon, presionaron e hicieron amorosamente todo lo necesario para cerciorarse de que escribiera este libro. Y también a mi nuera, Martha Oaklander, quien me ayudó de maneras que ni ella sospecha. VII Contenidos Prólogo / 11 Introducción / 21 * 1 Qué trae a los niños a terapia: perspectiva de desarrollo / 23 2 El proceso terapéutico con niños y adolescentes / 37 3 Fortalecer el sentido de sí mismo en niños y adolescentes / 65 4 las muchas caras de la ira / 83 5 Trabajar con adolescentes / 105 6 Pérdida y duelo / 129 7 Ayudar a niños y adolescentes a ser cuidadosos consigo mismos / 153 8 Trabajar con niños muy pequeños / 173 9 Trabajar con grupos / 183 10 Tratamiento de niños con síntomas de trastorno por déficit atencional hiperactivo / 195 11 Una manera innovadora de usar la música en terapia / 217 * Epílogo / 233 Referencias / 235 Índice de materias/ 237 VIII Oaklander / El Tesoro Escondido Agradecemos a Ana María Bringas y Michelle Parra por su ayuda en la búsqueda de terminología; a Juan Francisco Jordán por su colaboración en las notas; y a Gestalt Press, que gentilmente nos autorizó para traducir y publicar el trabajo de Peter Mortola. Los Editores 11 1 En vez de encargar un prólogo especial para este libro, hemos preferido incluir un artículo (condensado y traducido) de Peter Mortola, Ph.D. (“learning from Experience: The Oaklan- der Approach to Teaching Child Psychotherapists”, Gestalt Review, Vol. 10, No. 2, 2006), Associate Professor of School and Counseling Psychology en lewis & Clark College, en Portland, Oregon, quien ha estado estudiando durante siete años el método de trabajo de la Dra. Violet Oaklander (N. del E.). 11 Prólogo1 Aprender de la experiencia: el enfoque Oaklander en la formación de terapeutas infantiles ¿Qué hay en el abordaje de Violet Oaklander hacia la formación y la te-rapia que atrae a terapeutas infantiles, psicólogos clínicos y educacio- nales, trabajadores sociales, supervisores de asistencia residencial, psiquiatras infantiles y enfermeras psiquiátricas de todo el mundo? Gran parte de su po- pularidad internacional con profesionales de la salud mental se debe al carácter único de su texto fundamental, Ventanas a Nuestros Niños: Terapia Gestáltica para Niños y Adolescentes, traducido primero al alemán y luego al portugués, español, italiano, serbo-croata, ruso, chino y hebreo. Actualmente se trabaja en traducciones al coreano y checo. En los siete años que llevo estudiando el método utilizado por la Dra. Oaklander en la formación de adultos para trabajar con niños y adolescentes, he descubierto que ella aborda su labor formativa de la misma manera vivencial como aborda su trabajo terapéutico con niños. Más aún, he descubierto que este aspecto vivencial del entrenamiento Oaklander —en que los participantes se embadurnan las manos con arcilla y pinturas al óleo— es en gran medida lo que lo hace tan popular entre profesionales de diversos lugares del mundo. En sus talleres de formación, Violet suele decirles a los alumnos que, en la terapia con niños y adolescentes, lo que vale es la experiencia. Con esto quiere decir que para un niño es terapéutico obtener un sentido más fuerte de su yo mediante la vivencia de sí mismo —sus emociones, sentidos, cuerpo y pen- samientos—, para poder abordar y trabajar con temas más difíciles como el trauma o el abuso en el contexto terapéutico. 12 Oaklander / El Tesoro Escondido Gran parte del trabajo de Oaklander puede parecer muy sencillo y juguetón —tanto ella como el niño riéndose a gritos mientras golpean o pinchan un montón de arcilla. Sin embargo, esta etapa de su labor, que ella denomina “tra- bajo del yo”, generalmente conduce a un nivel más profundo de contacto y apo- yo, no sólo entre el terapeuta y el niño, sino también dentro del niño mismo. A partir de este sentido fundacional del yo es que el niño adquiere el “apoyo a sí mismo” que necesitará para enfrentar el trabajo más desafiante de la terapia. las mismas ideas y valores con respecto al rol de la vivencia rigen para su enfoque del entrenamiento de adultos. “Si van a trabajar con niños, deben estar dispuestos a experimentar las mismas cosas que les van a pedir a ellos que hagan”, dice en sus grupos de formación. Tanto así que, por ejemplo, en el segundo día, la Dra. Oaklander dirige a los participantes a la experiencia de primero imaginar y luego dibujar “un lugar muy seguro” en sus vidas. Ense- guida trabaja con un voluntario tal como si fuera un niño en el contexto tera- péutico. Después los alumnos trabajan en parejas, compartiendo luego ideas y sentimientos acerca de sus dibujos. Al tercer y cuarto día de la formación, los participantes realizan experien- cias terapéuticas más prolongadas y profundas, como “trabajar con arcilla” y “los dibujos de la rabia”. Estas vivencias terapéuticas más exigentes mol- dean la forma en que la Dra. Oaklander se dirige a niveles más profundos de dificultad emocional o psicológica. De manera muy adecuada, tanto en el contexto terapéutico con niños como en el contexto formativo con adultos, estas experiencias terapéuticas más desafiantes son introducidas una vez que hay apoyos establecidos —tanto internos como externos— que le permiten al niño o al adulto contener el nivel de trabajo emocional más profundo reflejado en estas experiencias. Ya en la mitad de la segunda semana, los participantes han experimentado con dibujos, arcilla, instrumentos de percusión, títeres y juguetes de bandeja de arena. Todos llegan a vivenciar de primera mano el ser terapeuta, y luego paciente, con estos elementos proyectivos —frecuentemente en presencia de un observador. Antes de que el grupo trabaje en parejas, a menudo les recuerda que “esto es formación y no terapia”, y que el trabajo debe centrarse en ayudar a la persona en el rol de terapeuta a afinar sus destrezas y experiencia. Durante algunas actividades, se les pide a los alumnos que “sean ellos mismos como niños de entre 3 y 16 años” mientras trabajan en parejas o tríos, mejorando no sólo el proceso del participante al actuar como “cliente”, sino también el nivel de realismo de la vivencia del participante al actuar como “terapeuta”. 13 2 J. Sams y D. Carson, La Rueda Medicinal: Las Cartas del Círculo Indio de Sanación a través de los Animales, Barcelona, Integral-RBA, 1997. Prólogo En total, durante el curso de 2 semanas, los alumnos ocupan más de la mitad de las 55 horas de entrenamiento en ejercicios vivenciales, ya sea practicando ser terapeuta, observando el trabajo de otros