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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO Programa de Posgrado en Ciencias Políticas y Sociales Facultad de Ciencias Políticas y Sociales Instituto de Investigaciones Sociales Centro de Investigaciones sobre América del Norte Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias Facultad de Estudios Superiores Acatlán ANÁLISIS DE POLÍTICAS PÚBLICAS DE CORTE SOCIAL: EL SEGURO POPULAR EN EL DISTRITO FEDERAL T E S I S QUE PARA OBTENER EL GRADO DE MAESTRO EN GOBIERNO Y ASUNTOS PÚBLICOS P R E S E N T A: J E S Ú S V E R A S I L V A TUTOR: DR. CARLOS HUMBERTO RUIZ SÁNCHEZ CIUDAD UNIVERSITARIA, 2010 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. Los sueños arrasa polvos. Azuzados por torbellinos y raíces forjados de contradicción Un seco y repentino golpe en las alturas (Casi en la azotea del cerro: Imagen urbana). Tres mundos en perspectiva: el posible antes que los dos primeros, erguido desde el tercero y los subsiguientes hasta donde la miseria los permite. Merced a las letras, levito frente a la desgracia del desengaño; pero, levitando, no me reconozco cabalmente en los chorros de tinta que desde mis venas hacen escala en la hoja inerme de papel. Es preciso plantar los pies en la tierra. Dicen quienes prolijan, a cada paso suyo, versos mezquinos a los sentidos de la muerte. ¿Qué flor silvestre brotará de unos pies que enraizados en la tierra no probaron el dolor del olvido que suele acompañar al viento, pausado por el tiempo y el silencio forzados? La tierra es bella. Siempre extensa, profunda. Allí yacen los muertos… y sus sueños. A través de sus fragmentos se puede desarmar el rompecabezas de quienes inevitablemente se ausentaron de toda memoria. Bien vistas las piezas, son las mismas que integran el polvo levantado por aquellos que alguna vez soñaron e intentaron alzarse en vuelo con direcciones inéditas. Los sueños no arriban por invitación. Cuestan vida. Hace falta hurgar bajo la piel para vivirlos. Lo demás son accidentes, materia mutante. La tierra, persistente e indubitable, aguarda a quienes deseen plantarse en ella para azuzar luego el polvo, en pos del sueño. Índice 3 ÍNDICE GENERAL Introducción 9 Capítulo Primero Gobernar mediante políticas públicas en México, de la novedad a la adaptación 15 1.1 Las políticas públicas como campo de acción de la administración pública 17 1.2 La nueva gestión pública. El difícil arte de adecuar prácticas político-administrativas a contextos diversos 32 1.3 La definición de los contenidos de las políticas públicas a partir de la nueva gestión pública: por todos lados, pero ¿hacia dónde? 42 1.4 El proceso de diseño e implementación de políticas públicas 47 Capítulo Segundo La política sanitaria y el sector salud como expresiones de la política social en México. Aspectos históricos y consideraciones teóricas 57 2.1. La Política social. Más que un concepto, un adjetivo 59 2.2. La política social en el contexto económico y político de México: instrumental a dos piezas 71 2.3 El sector salud y la política sanitaria. Interpretaciones de una misma radiografía 86 2.4. Ubicación del sector salud y de la política sanitaria como apartados de la política social. De padecimientos crónicos 96 2.5 Curar al enfermo: La reforma del sistema de salud en el marco de la refuncionalización de la política social 104 Índice 4 Capítulo Tercero El contexto institucional del seguro popular. Hacia la gestación de la política pública 113 3.1. El derecho a la salud 115 3.1.1. El derecho a la protección de la salud: Un ideal … ¿realista? El artículo 4° constitucional 121 3.1.2. La ley general de salud 129 3.2. El plan nacional de desarrollo 2001-2006 139 3.3. El programa nacional de salud 2001-2006 147 Capítulo Cuarto El seguro popular. Dilemas en torno a una política pública: entre la reforma del sistema de salud y el asistencialismo 157 4.1 El programa de salud para todos (Seguro popular de salud) 159 4.1.1 Objetivos 160 4.1.2 Características 161 4.2 Críticas al seguro popular de salud y reflexiones en torno a sus orígenes, pretensiones y viabilidad. La ubicación del SP como parte de la reforma del sistema nacional de salud 172 4.3 El sistema de protección social en salud. De la reformulación del seguro popular y su reafirmación como programa asistencialista 189 4.3.1 Tres visiones a cerca de los logros y avances de la primera etapa del seguro popular 191 4.3.2 El sistema de protección social en salud 195 4.4 Análisis del seguro popular como política pública 211 Capítulo Quinto La salud en el Distrito Federal: Condiciones y política- política y condiciones ante el proceso de reforma en la entidad229 Índice 5 5.1 Breve reseña histórica del Distrito Federal 232 5.2 El proceso de reforma política hacia la Ciudad de México. En las arenas movedizas de la negociación política y la necesidad de legitimación 239 5.2.1 Antecedentes 240 5.2.2 Hacia la conformación de los órganos locales de gobierno, propios pero acotados 243 5.3 Las condiciones de salud en el Distrito Federal y el perfil socioeconómico de la entidad como su explicación causal. Contrastes, modos de vida; formas y espacios de sobrevivencia. 254 5.4 La política de salud del gobierno del Distrito Federal: gratuidad ¿a contracorriente? y ¿pretensiones de universalidad? en boga 282 5.5 Las condiciones de salud y la política sanitaria. La relación dialéctica del dúo dinámico en salud colectiva 291 Capítulo Sexto La implementación del seguro popular en el Distrito Federal. La relación entre la política y las políticas públicas como su marco referencial-explicativo 295 6.1 El seguro popular frente a las condiciones de salud en la entidad. De inercias, exigencias teóricas con consecuencias prácticas e insuficiencias 297 6.1.1 Enfermedad, muerte y seguro popular 301 6.1.2 La integración del seguro popular con la política social como estrategia frente a las condiciones de salud 308 6.2 Los obstáculos institucionales para la implementación del seguro popular en el D.F. 324 6.3 Los actores en el proceso 332 6.3.1 Los políticos y los científicos. Las reticencias de los actores en busca de adherencias y evidencias 333 6.3.2 Pero ¿Y la sociedad organizada? 341 6.4 Los hechos y su interpretación: La política pública en los vericuetos de la lucha por el poder 347 Índice 6 Capítulo Séptimo La propuesta: un esquema para el análisis de políticas públicas de corte social 353 7.1 El análisis de políticas públicas y la realidad política. Las precisiones del caso 355 7.2 Los elementos para la elaboración del esquema 361 7.2.1 Las construcciones teóricas que explican la política pública y las que postulan sus contenidos 361 7.2.2 La argumentación e interpretación históricas como una base sólida para la explicación de las políticas públicas 366 7.2.3 El contexto institucional 370 7.2.4 La política pública. Análisis crítico de sus características, su significado, argumentación y evolución 373 7.2.5 Los problemas estructurales que restringen el alcance de la política pública. La delimitación como estrategia analítica 378 7.2.6 La implementación de la política pública. El peso de los actores en el proceso 384 7.3 El esquema para el análisis. Trazos para el estudio casuístico de las políticas públicas de corte social 388 7.4 El sinuoso camino de regreso a la realidad. Sugerencias fincadas desde el análisis para mejorar la política pública objeto de estudio 393 Conclusiones 401 Bibliografía 412 Índice 7 ÍNDICE DE CUADROS Y REPRESENTACIONES GRÁFICAS Cuadros Número de cuadro Página 1 Cuotas semestrales originales para acceder al seguro popular de acuerdo con los deciles del ingreso 162 2 Catálogo de Beneficios Médicos 166 3 Monto de las cuotas familiares del seguro popular para los años 2005 y 2009 206 4 Evolución de la afiliación individual y familiar del seguro popular por entidad federativa entre los años 2006-2009, y total nacional 226 5 Las diez principales causas de muerte en el D.F. 260 6 Aproximación a la dinámica demográfica del D.F., 1990-2006 278 7 Servicios ofrecidos por el seguro popular frente a las necesidades de salud en el D.F., dimensionadas a partir de las principales causas de muerte en la entidad 301 8 Esquema integrado para el análisis de políticas públicas de corte social 391 Índice 8 Representaciones Gráficas Número de R. Gr. Página I La amplitud y la singularidad como estrategias analíticas para la aproximación a la realidad mediante el esquema 358 II Ruta para dimensionar las construcciones teóricas que explican el proceso y los contenidos de la política pública 365 III La argumentación e interpretación históricas como base para el análisis de políticas públicas 369 IV El contexto institucional y la gestación de la política pública 373 V El análisis crítico de la política pública a partir de la teoría, la historia y sucontexto institucional 377 VI La política pública y la integración de políticas frente a los problemas de carácter estructural 382 VII La implementación de la política pública. El marco institucional y los actores en el proceso 387 Introducción 9 INTRODUCCIÓN La dinámica contemporánea en la que además de los problemas y rezagos seculares se verifican transformaciones relevantes, demanda de los gobiernos planteamientos y acciones capaces de darles tratamiento encauzando unas y otras hacia un estado en el que no afecten negativamente a la población. En suma, se requiere de políticas públicas que adaptándose a esas circunstancias en proceso de cambio tengan la idoneidad suficiente no sólo para con las necesidades de sus usufructuarios sino sobre todo con las de sus destinatarios, quienes como un signo de las actuales innovaciones se convierten cada vez más en sujetos de los esfuerzos colectivos organizados. En el campo de la salud colectiva en el país se reproduce ese cuadro signado por la transformación y la complejidad, pues de las altas incidencias de los padecimientos transmisibles se pasa a un estado de cosas en el que dichas enfermedades coexisten con las que ahora se consideran dominantes: las crónico-degenerativas. En la misma tónica se presenta una transición demográfica encaminada hacia el envejecimiento de la población, a la par de Introducción 10 una cobertura y una infraestructura insuficientes, más un esquema de acceso al mercado laboral en condiciones precarias que implican la no protección de la salud. Ahora bien, entre los asuntos públicos se encuentran el gobierno, las políticas públicas y la salud colectiva como temas relevantes de la vida social, los cuales tienen no uno sino varios y sendos espacios reservados en el mundo de las disciplinas científicas, convirtiéndose entonces en objetos de estudio cuyo análisis tiene un valor tanto en el plano teórico como en el terreno práctico en la medida que los resultados obtenidos dentro de ellos son susceptibles de ser aplicados para la atención de los problemas puntuales que se presentan en la vida cotidiana. En estos campos del conocimiento, pues, análisis y realidad están interconectados. Sin embargo, y por lo que hace específicamente a la realidad política y sus análisis, dichos ámbitos del quehacer social parecen caminar en sentidos contrarios. Por un lado las circunstancias fácticas se desenvuelven con caracteres de mayor complejidad debido, entre otras cosas, a la interdependencia que establece con otros ámbitos de la vida social así como en virtud de la multiplicación de los actores que en ella intervienen, además de la extensión de los efectos de las medidas adoptadas hacia espacios y rubros diversos, mientras que los análisis que buscan explicarla tienden a acotar sus miras sobre esa realidad mediante la delimitación de sus objetos de estudio. La razón de ser de esta dinámica tiene que ver precisamente con la búsqueda de explicaciones más certeras de la complejidad involucrada en esa realidad, pues si se reduce la parte que de la misma se estudia se hace más asequible para fines de su comprensión, sin embargo aislar totalmente el objeto de estudio así delimitado de su contexto más general puede conducir a Introducción 11 la tergiversación de los hechos con una explicación sesgada de los mismos al opacar sus por qué, sus cómo, sus quién y sus para qué. Este dilema teórico se patentiza en el análisis casuístico de las políticas públicas, pues si resulta perfectamente válido delimitar el objeto de estudio circunscribiéndolo a una o algunas de tales tecnologías que buscan encauzar los más diversos problemas sociales con el fin de comprender mejor al gobierno y optimizar su accionar, difícilmente se podrá alcanzar éste último objetivo si se encierra su explicación sólo a partir de las características propias de la política pública puesta en examen, pues tal ejercicio, a lo sumo, alcanzará para describirla mas no para analizarla. En este marco uno de los temas relevantes cuando se habla de los asuntos públicos y de las acciones del gobierno es la política social, la cual se implementa precisamente a través de políticas públicas, entre ellas la de salud en la medida exacta en que ésta última abona directamente al tratamiento de algunos de los problemas así como al encauzamiento de ciertas condiciones que desde la estructura más profunda de la sociedad aparecen como las causas que determinan los niveles de vida de la población. Luego entonces la política sanitaria se desarrolla dentro de los caracteres de complejidad ubicados arriba como rasgos distintivos de la realidad política y administrativa contemporánea, a la par de que su vida fáctica tanto como su estudio la ubican como una política pública de corte social, esto último por los temas y valores con los que trata así como debido a los objetivos que persigue. Con esta precisión de las dimensiones teóricas y prácticas de la política pública sanitaria, resulta más fácil discernir la relevancia que tiene el estudio de las características que ella adquiere actualmente en el país a través del análisis del caso del seguro popular, ello ante las pretensiones Introducción 12 gubernamentales de cambio respecto de las políticas públicas que implementa, las cuales enfrentan una realidad que sin complejos evidencia problemas de envergadura como son la pobreza y la desigualdad junto con todas sus manifestaciones. Pero el cuadro de los cambios más profundos se da nuevamente en la realidad, donde se pueden observar concepciones ideológicas y gestiones gubernamentales diversas en los diferentes ordenes de gobierno junto con el crecimiento del número de las organizaciones sociales y la aparición en toda su extensión de dinámicas problemáticas como la sobrepoblación, la informalidad, el empleo precario y los estilos de vida urbanos con su respectiva ocupación del espacio. La riqueza que como objetos de estudio tienen estas características dadas en los espacios locales urbanos, tanto como su complejidad, funcionan como una invitación para delimitar el ámbito geográfico en el que se estudia el impacto de la política pública sanitaria elegida así como los problemas para su implementación. De esta manera se acaba por construir el objeto de estudio de la presente investigación: el seguro popular analizado como política pública (principalmente su gestación, diseño e implementación) dentro de los márgenes propios del Distrito Federal. En este sentido, la hipótesis que orienta el desarrollo de la investigación establece que ante un contexto complejo que en materia de protección a la salud demanda esquemas de aseguramiento y de atención congruentes con esa realidad complicada la cual funciona como repelente frente a las tentativas de solución sencillas; es la concepción política dominante en el país la que determinó la gestación, el diseño e implementación del seguro popular, antes que los problemas reales y concretos en materia de salud colectiva a los cuales dicha concepción identifica sólo parcialmente, interpretándolos en un sentido favorable a la Introducción 13 mercantilización de los servicios de salud, a la vez que requirió para su materialización en el ámbito de la política sanitaria vigente la estructuración de un marco teórico-conceptual que le sirviera como justificación. Con tal respuesta tentativa como guía, la investigación que se efectúa a continuación se divide en tres partes. La primera, compuesta de los tres capítulos iniciales, delimita y rodeael fenómeno estudiado mediante la articulación de los planteamientos teóricos con los históricos y los institucionales referentes al seguro popular como política pública dentro del contexto nacional. De esta manera, en el primer capítulo se revisan las construcciones analíticas que explican el concepto de política pública así como los planteamientos que en general postulan sus contenidos actualmente, ejercicio del cual surgió la observación respecto de la necesidad de adaptarlas a la gestión pública tal como ésta se desarrolla en el país. En el segundo capítulo se hace una revisión histórica tanto del sector salud como de la política sanitaria que permite establecer y comprender cuál es el papel que teóricamente les corresponde en la actualidad, así como la dinámica de sus transformaciones y las directrices que los determinan junto con las expresiones más genéricas de los problemas de carácter estructural que ambos enfrentan. Mientras que en el tercer capítulo se clarifican las reglas del juego de las que se desprende el seguro popular, mismas a las que intenta sostener en el tiempo como la expresión de una serie de intereses desenvueltos en la arena política mexicana. La segunda parte funciona como un punto de conexión entre la que le antecede y la subsiguiente; de lo que se trata aquí es de explicar exhaustivamente la política pública en el capítulo cuarto (único componente de la sección) ubicando sus características distintivas e interpretándolas a Introducción 14 partir de los elementos construidos previamente durante los tres capítulos anteriores, pero también con el objeto de ver posteriormente cómo opera en la realidad local del D.F. Así, en la tercera parte que abarca los dos capítulos siguientes se reconstruye la problemática central que en el plano local busca encauzar el seguro popular por sí mismo y en conjunto con las demás políticas sociales a través del establecimiento y desarrollo de las categorías denominadas condiciones de salud e integración de políticas. Asimismo se revisan los elementos de carácter ideológico junto con los institucionales, pero sobre todo aquellos de tipo político que operaron en contra de la implementación de la política pública en el D.F. Bajo esta óptica, en el quinto capítulo se identifican tanto las condiciones de salud verificadas en la entidad junto con la explicación de la realidad política que en ese ámbito dio pie a la existencia de una política pública contrapuesta en alguna medida con los planteamientos del seguro popular. Inmediatamente después y como consecuente del anterior ejercicio, en el capítulo sexto se contrasta el seguro popular con las condiciones de salud locales y se aborda el tema de su implementación. Finalmente, a partir del trabajo de investigación se perfilan bajo la forma de esquema un conjunto de trazos que pretenden servir para acercarse al análisis de las políticas públicas de corte social, como parte integrante del capítulo séptimo. Capítulo 1 Gobernar mediante políticas públicas en México, de la novedad a la adaptación 15 CAPÍTULO PRIMERO Gobernar mediante políticas públicas en México, de la novedad a la adaptación …ninguna de las elecciones de política corresponde a una manufactura puramente intelectual o de cierto análisis. Todas proceden en algún proceso político: no del cerebro sino del músculo. El análisis puede aportar una gran contribución –por ejemplo puede ajustar las alternativas o encontrar otras- pero finalmente, la elección ocurre en la, frecuentemente, horrorosa arena política. Charles Lindblom Jesús Vera Silva Tesis de Maestría 16 Los intentos para asimilar la experiencia desenvuelta en el accionar cotidiano del gobierno, entendido en su acepción restringida como administración pública, requiere de la construcción de conceptos y relaciones analíticas que aprehendan esas prácticas y que permitan identificarlas. Tales experiencias han de ser explicadas con el fin de estudiar el proceso para dar cuenta de lo que pasa en su interior en una primera instancia, pero también, en un segundo momento, con la intención de mejorarlo en la práctica. Una de esas tentativas, que se origina en el contexto estadounidense en la década de 1950, es lo que puede denominarse como escuelas de políticas públicas. El carácter nítidamente instrumental de éstas últimas, plasmado en su dimensión de construcción analítica, pero también entendida como un medio para llegar a un fin (mejorar el desempeño gubernamental) en el terreno práctico, ponen de manifiesto que tales herramientas se desarrollarán en un contexto determinado y de él adquirirán características específicas. Lo anterior conduce a la necesidad de establecer el alcance teórico y práctico de las políticas públicas como instrumentos de gobierno en una realidad distinta a la de su origen, con el fin de apreciar su pertinencia en un contexto como el mexicano en el que se habla comúnmente de políticas públicas cuando se hace referencia a acciones gubernamentales ligadas con las de los grupos organizados de la sociedad en pos de atender una rica variedad de asuntos públicos. En este capítulo se aborda la ubicación y examen de las políticas públicas como instrumentos de gobierno en el caso mexicano, en donde se resalta como contenido del primer apartado la necesidad de su adaptación para estar en posibilidad de obtener lo mejor de ellas en sus dos Capítulo 1 Gobernar mediante políticas públicas en México, de la novedad a la adaptación 17 dimensiones: analizar el complejo accionar del gobierno y progresar en su práctica. Para ello, en las dos secciones subsiguientes se consideran los paradigmas o modas que actualmente buscan definirlas en una determinada dirección, razón por la cual se atiende su relación con la Nueva Gestión Pública, aunque siempre limitada al caso mexicano. Como complemento, finalmente en el cuarto apartado se describe brevemente el proceso de diseño e implementación de políticas públicas. Las diferentes partes del ejercicio que describe el presente capítulo tienen como intención establecer con claridad el referente conceptual que servirá para el análisis de la política pública objeto de la presente investigación. 1.1 Las políticas públicas como campo de acción de la administración pública La administración pública (AP) juega un papel fundamental en el desarrollo de la vida política en la que esta inmersa; sus dos facetas se complementan e integran para darle sentido, por un lado es administración en tanto técnica de operación de una organización, pero también es pública, debido a que se inscribe en el ámbito político como arena en la que se instrumentan las orientaciones que rigen en un espacio y tiempo determinados. Mas no sólo eso, sino que en ella también se definen dichas disposiciones. Si se toma en cuenta que la política, entendida como su marco referencial, determina la función genérica de la AP y la proyecta en sus dos Jesús Vera Silva Tesis de Maestría 18 orientaciones: dominación política y dirección administrativa1, se puede entender que dicha función es … la de regir, de instrumentar el monopolio público de la coacción, obtenida por el juego combinado de la norma jurídica y de la violencia física, la sujeción de los individuos bajo el orden existente. En este sentido … es su punto nodal, el instrumento impulsor y regulador indispensable a su equilibrio y a su supervivencia.2 Sin embargo, esto no significa que pueda ejercer la coacción de forma indiscriminada, sino que más bien siempre es uno de sus medios el cual queda sujeto,en el contexto de un régimen político democrático y de Estado de derecho, a un conjunto de normas jurídicas (garantías individuales), las cuales se expresan como los instrumentos que protegen los derechos fundamentales del hombre (propiedad, libertad, reunión y asociación entre otros) frente a la arbitrariedad de la acción de las autoridades, cuando ésta se dé. Más aún, la AP busca en su operación cotidiana no recurrir a ella, mediante la manipulación u orientación de los comportamientos de los distintos actores sociales. En los dos casos lo hace a través de la producción, prestación y distribución de bienes y servicios que se erigen como respuestas ante las demandas, así como frente a las expectativas diversificadas de los gobernados. 1 Guerrero Orozco, Omar. La dualidad de la naturaleza de la Administración Pública. Dominio político y dirección administrativa [pp. 266-272] en: La Administración Pública del Estado Capitalista. México, edición del INAP, 1979. 2 Chevalier, Jacques y Loschack, Daniele. La ciencia administrativa. México. Coedición INAP-FCE. 1983, p. 37. Capítulo 1 Gobernar mediante políticas públicas en México, de la novedad a la adaptación 19 Pero para acercarse al concepto de AP, hay que considerar la premisa de que: “No existe una sola definición con validez universal, pero sí de aceptación generalizada que nos permite identificar el significado de administración pública, así como su objeto de estudio (materia) y su estudio del objeto (disciplina)”, además de que cada definición se da en un contexto histórico que limita su alcance y su contenido.3 Así, una aproximación a la definición de la AP, de acuerdo con sus precursores (Bonnin y Von Stein, respectivamente) se da en los siguientes términos: … es una potencia que arregla, corrige y mejora todo cuanto existe, y da una dirección más conveniente a los seres organizados y a las cosas. Mientras que para el segundo de los autores … esta actividad del Estado, que tiene lugar mediante los órganos estatales y constituye, por tanto, la vida propiamente exterior del Estado, es lo que se llama administración del Estado. 4 Si bien los términos en que están enunciadas resultan genéricos, comparados con los de las definiciones actuales más rigurosas, no se puede soslayar el hecho de que se formularon en los siglos XVII y XVIII, aportando desde entonces uno de los pilares en la construcción de la AP 3 Sánchez González, José Juan. La administración pública como ciencia. Su objeto y estudio [Capítulo III, ¿Qué es la administración pública? Complejidad en la construcción de una definición, pp. 101-123]. México, coedición IAPEM-Plaza y Valdés, S.A. de C.V., 2001, primera edición, pp. 120-123. El autor llega a esa conclusión (aquí se utiliza como premisa), luego de una revisión etimológica de las voces administración y pública, así como de una exploración histórica de sus definiciones, además de las que se refieren a ella como actividad, por un lado, y las que la destacan como disciplina científica junto con las que mezclan estas dos facetas. En el plano conceptual, el autor destaca (pp. 121-122) que una definición “aceptable de AP” debe contener elementos históricos, ha ser flexible, subrayar su carácter científico, además de que tiene que combinar su aspecto práctico con su dimensión como disciplina científica y finalmente recomienda que contenga elementos que le doten de integralidad. 4 Ibídem, p. 104. Jesús Vera Silva Tesis de Maestría 20 como disciplina: la comprensión de su objeto de estudio entendido como la administración del Estado y la fuerza que da dirección a los seres organizados en él y por él. Por otra parte, entre las concepciones de la AP como actividad se encuentra la de Woodrow Wilson, quien al delimitar más su campo de acción de acuerdo con su ubicación dentro del poder público y su sujeción al derecho, la define como … la parte más visible del gobierno; es el gobierno en acción; es el poder ejecutivo, el que actúa, el aspecto más visible del gobierno y es, desde luego, tan vieja como el gobierno mismo […] es la ejecución detallada y sistemática del derecho público. Cada aplicación especial, particular de la ley general, es un acto de administración.5 Ante tal concepción, cabe hacer la acotación de que la AP no se desenvuelve aisladamente, sino que para su accionar cotidiano se relaciona con los otros poderes constituidos pero también con los que se estructuran al margen del poder formal del Estado. En cuanto a la AP como disciplina científica, hay que hacer notar que como tal se encuentra todavía en proceso de desarrollo, donde destacan como sus caracteres propios la interdisciplinariedad, así como los esfuerzos en busca de su sistematización con el fin de establecer principios generales de los cuales se puedan obtener técnicas aplicables a los problemas públicos y administrativos que emergen desde la dinámica política. Mientras que más recientemente, entre las definiciones más integrales de la AP se destaca como uno de sus elementos la relación que 5 Ibídem, p. 107. Capítulo 1 Gobernar mediante políticas públicas en México, de la novedad a la adaptación 21 guarda con las políticas públicas, a partir del reconocimiento pleno de su carácter político. En este sentido se tiene que la AP o Es el esfuerzo cooperativo de un grupo en el marco de actividades de carácter público. o Juega un papel importante en la formulación de la política pública y en consecuencia es parte del proceso político. o Guarda estrecha relación con los diversos grupos privados y los sujetos individuales a la hora de suministrar servicios a la comunidad. o Es proceso dinámico que tiene como finalidad la satisfacción de las necesidades públicas reconocidas por el Estado. o Es un instrumento fundamental del Estado para realizar aquellas actividades que el mercado no puede o deja de hacer, pero que debido al interés público deben realizarse. o Como parte del gobierno que genera las políticas, se encuentra vinculada a toda clase de asuntos públicos, que se manifiestan de manera concreta en los servicios que realiza el gobierno.6 Como se puede ver, las políticas públicas son generadas en la AP sin que, desde luego, sea la única instancia que tenga un papel a la hora de su definición, debido a que la AP es una de las partes que operan dentro del proceso político más amplio, aunque la trascendencia de su rol es insoslayable. Bajo similar línea argumentativa, otra concepción de la AP que destaca su papel como parte del gobierno en relación con las políticas públicas dice que es 6 Ibídem, pp. 120 y 122. Los primeros tres puntos son de la autoría de Nigro, Felix A. y Nigro, Lloyd, G. Administración Pública Moderna. Madrid, edición del INAP, 1981, p. 36, Citados por el autor de la obra de referencia en la presente nota al pie de página (José Juan Sánchez González [2001]), de cuya autoría son los tres siguientes. Jesús Vera Silva Tesis de Maestría 22 … el conjunto de operaciones encaminadas a cumplir o hacer cumplir la política pública, la voluntad de un gobierno tal y como ésta es expresada por las autoridades competentes. Es pública porque comprende las actividades que una sociedad, sujeta a dirección política, ejecuta a través de las instituciones gubernamentales. Es administración porque implica la coordinación de esfuerzos y recursos, mediante los procesos administrativos básicos de planeación, organización, dirección y control.7 Con las diferentesconcepciones entrelazadas de la AP que se plasmaron anteriormente, es posible puntualizar de mejor manera la relación desenvuelta entre ella y las políticas públicas para ubicar y comprender éstas ultimas como campo de acción de la AP: si mediante un esquema simplificado se entiende que la administración pública es la rama ejecutiva del poder público que relaciona al gobierno con la sociedad a través de políticas, se puede comprender entonces que las políticas públicas serán los productos de la AP, pero con la acotación de que su significado determinará también la orientación que sustentará ésta última en su accionar cotidiano para ponerlas en marcha. En su carácter ordenador, las políticas públicas pueden ser ubicadas no como un instrumento aislado y sujeto al libre albedrío del gobernante, sino como una expresión directa del marco político más general en el que se desarrollan; así entendidas, expresarán en mayor o menor medida, las ideas, los valores y los intereses que proyecta la acción del gobierno como parte integrante del régimen político. No obstante lo anterior, para poder identificar ese conjunto heterogéneo de representaciones, ideologías e intereses resulta indispensable no tener en cuenta únicamente lo que explícitamente dicen, 7 Anaya Cadena, Vicente (coordinador). Diccionario de política, gobierno y administración pública municipal. México, Coedición Colegio Nacional de Ciencia Política y Administración Pública-Gobierno del Estado de Tlaxcala, 1997, p. 9. Capítulo 1 Gobernar mediante políticas públicas en México, de la novedad a la adaptación 23 sino que es menester interpretarlas tanto como enmarcarlas en los demás instrumentos gubernamentales que las explican y acotan. Si con el auxilio del principio de división de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial)8 se les ubica como productos de la AP, éstas serán los lineamientos mediante los cuales se busca llevar a cabo las acciones de gobierno que le permitan cumplir con sus objetivos y metas, mediante los cuales plasma su función genérica. Es así como en el marco de la AP mexicana, la cual organiza su gestión mediante la ley de planeación y el sistema nacional de planeación democrática, instrumentos cuya existencia se prevé en el artículo 26 constitucional, se puede identificar a las políticas públicas (concepto acuñado en los Estados Unidos de Norteamérica)9 con los programas que 8 Es el tratamiento del problema referente a encauzar funcionalmente al poder público lo que lleva a la estructuración de éste último; desde el siglo IV antes de nuestra era, Aristóteles en su obra “La Política” hablaba de la necesidad de dividir al poder, pero el planteamiento se sistematizó con la conformación del Estado moderno. Así, John Locke en “El ensayo sobre el gobierno civil” señala que el poder se divide en ejecutivo, legislativo y federativo; en tanto que Montesquieau en el “Espíritu de las leyes” plantea la necesidad de que el poder contenga al poder para evitar el abuso en su ejercicio, por lo propone su fraccionamiento en ejecutivo, legislativo y judicial. Frente a este planteamiento y de acuerdo con Rosseau, para quien el poder soberano no se divide o no es soberano, se apunta que más que una división de poderes, lo conducente es hablar de su separación orgánica y funcional con el fin de que colaboren. 9 La necesidad de traducción del término política pública a una realidad distinta del país en que se originó, es analizada desde las raíces etimológicas de la palabra política por Ruiz Sánchez, Carlos Humberto. Las Políticas de Salud en el Estado Mexicano (1917-1997). Un análisis de la evolución de la administración pública de la salubridad en México [Capítulo 1, Política y políticas (policies). Conceptos, definiciones, relación con los regímenes políticos y ubicación en los sistemas sociales, pp. 23-73]. Tesis doctoral, UNAM-FCPyS. El autor. 2001. En cuanto a la implantación y su formalización institucional, por ejemplo Robert P. Stoker, llama la atención sobre el régimen de implementación y su influencia en el proceso de ejecución de las políticas públicas; define al primero (p. 375) como aquel que “regula las actividades del proceso. Un régimen es un ordenamiento que institucionaliza valores importantes para la toma de decisiones públicas (…) es, también un ordenamiento organizativo, que ayuda a definir y a consolidar los valores políticos que le son inherentes”. Ver, del autor: Un marco de análisis para el régimen de implementación: cooperación y reconciliación entre los imperativos federalistas [pp. 373-412] en: Aguilar Villanueva, Luis Fernando (estudio introductorio y edición). La implementación de las políticas [cuarta antología de política pública]. México, grupo editorial M. A. Porrúa, 2003. Jesús Vera Silva Tesis de Maestría 24 tienen como marco el plan nacional de desarrollo así como los programas sectoriales de gobierno en el siguiente nivel descendente. Este planteamiento se entiende a la luz de las características que de las políticas públicas enuncia Saúl Jiménez, luego de una revisión de diferentes autores: o Las políticas (policies) tienen un carácter técnico/científico. o Tienen un carácter multidisciplinario. o Se apoyan en la experiencia y modelos comparativos. o Implican un riguroso análisis racional de alternativas para la mejor toma de decisiones. o Están destinadas a resolver tanto problemas contingenciales como aquellos que no lo son, además ayuda a entender problemas específicos, puntualizados y focalizados. o Son instrumentos de negociación.10 Así pues, en la elaboración de los programas se utilizan herramientas conceptuales, experimentales y de medición en las que participan especialistas de diversas disciplinas científicas, donde se toman en cuenta tanto programas como acciones que fueron instrumentados anteriormente para atender los mismos problemas u otros parecidos, lo cual conlleva a su comparación explícita debido a la variabilidad y profundización del interés por parte de los hacedores en algunas de sus causas. 10 Citado por Ruiz Sánchez, Carlos Humberto. Op. cit. p. 66. La obra fuente es: Melchor Jiménez, Saúl. Fundamentos para la definición y fortalecimiento de la política de la juventud en México. Tesis. FCPyS- UNAM. El autor, 1999. pp.164-167. En esta última obra de referencia se aclara que los autores consultados son: Harold Lasswell, Yehezkel Dror, Fernando Basúa, Alejandro Buendía, Thomas Dye, Fred Frohock, Daniel Fiorino, Luis Fernando Aguilar Villanueva, Ricardo Uvalle Berrones, José Luis Méndez y Carlos Humberto Ruiz Sánchez. Capítulo 1 Gobernar mediante políticas públicas en México, de la novedad a la adaptación 25 Asimismo, antes de seleccionar el programa que habrá de llevarse acabo se analizan las alternativas para ubicar la que esté más acorde con las necesidades que pretende atender, así como con los recursos con que se cuenta y con lo que busca el gobierno, ante lo cual dicho proceso requiere de un alto grado de racionalización para abordar los distintos caminos más los múltiples escenarios que abren las distintas opciones ponderadas. Por la variedad de las características que poseen los problemas que atiende el gobierno y debido a la urgencia con que se presentan algunos de ellos, podrán tener un carácter contingencial como en el caso de una emergencia o ser estructurales como el caso de la pobreza entre otros, especialmente dentro de éstos últimos se tiende a optar por la búsqueda de alguno de los elementos que los causan, para atenderlo sin entrar al tratamiento de la multitud de fuentes que los originan debido tanto a los principios político-ideológicosdel sistema en el que se atienden, como a la limitación real de los recursos de todo tipo con los que se cuenta para darles tratamiento. Finalmente, debido a que involucran a grupos humanos con intereses diversos y hasta contradictorios, entre cuyas relaciones de poder media el gobierno -aunque no de manera neutral ni permanente porque se puede inclinar hacia cualquiera de los grupos sociales, que son por otra parte mucho más que dos, así como en virtud de que las decisiones gubernamentales no logran el equilibrio definitivo entre aquellos-, tanto los objetivos como los propios lineamientos de acción se negociarán de acuerdo con la correlación de fuerzas que se verifique en un tiempo y espacio determinados. La necesidad de adaptar conceptos originados en otras latitudes para aprehender y analizar realidades diferentes se entiende al visualizar que Jesús Vera Silva Tesis de Maestría 26 …una política, en el contexto “no norteamericano”, siempre será pública, porque habitualmente cuando se habla de políticas, se está hablando de las actividades del gobierno. Los estadounidenses, al contrario, su principal referencia es a las organizaciones privadas, por lo tanto, en México se tiene que especificar que “es una política privada”, como en los Estados Unidos se tiene que especificar que “es una política pública”.11 Así, se puede definir la política como un curso de acción seguido por los actores para atender problemas de intereses, mientras que su carácter de pública queda determinado por el hecho de que sean tratados por cuerpos y funcionarios gubernamentales. En este mismo sentido, Enrique Cabrero sostiene que respecto del enfoque de políticas públicas: (…) se puede plantear una crítica al modelo por su visión muy centrada en las prácticas gubernamentales, políticas y democráticas, como las estadounidenses. Sin embargo, no por ello su uso deja de presentar interés para otras realidades políticas y culturales.12 Tras lo cual recomienda cautela en el manejo de las categorías además de no perder de vista la realidad política y cultural en la que se encuentra la acción pública (objeto de estudio del autor en la obra citada) en un país latinoamericano. De esta manera se perfila la política pública, aunque de manera controvertible, como aquello que hace o no el gobierno y que afecta considerablemente a un gran número de personas, de acuerdo con Duncan 11 Ibídem, p. 65. 12 Cabrero Mendoza, Enrique. Acción pública y desarrollo local. México, edición FCE, 2005, p. 26. Capítulo 1 Gobernar mediante políticas públicas en México, de la novedad a la adaptación 27 Mac Rae y James Wilde, así como con Thomas Dye.13 Sin embargo, para Aguilar Villanueva En estas expresiones de autores consagrados, que expresaban y condicionaban la visión de muchos colegas menores, se carecía de precisión y contundencia científica Tras lo cual se pregunta: ¿Hay algo más genérico y extenso que interés público, decisiones y no decisiones gubernamentales, vida y actividad política?14 La preocupación al concebir de tal manera la relación entre la AP y las políticas públicas es de carácter metodológico pero también práctico, pues como sostiene el mismo autor: Metida la administración pública a describir y explicar por qué los gobiernos toman las decisiones que toman, fue absorbida por la ciencia política con sus férreos hechos y destinos, abdicando de sus preocupaciones normativas de eficiencia y responsabilidad.15 Si bien la preocupación de la AP desde el punto de vista de su objeto de estudio así como desde la perspectiva de su accionar cotidiano no tiene porque dejar de lado cuestiones como la eficiencia y la eficacia de las políticas públicas, más las responsabilidades que se involucran en el proceso de su diseño e implementación, además de que no podría hacerlo en un contexto en el que su campo de acción se delimita y acota, después de las reformas de ajuste estructural por las que atravesó el país desde la 13 Ver: Ruiz Sánchez, Carlos Humberto. Op. Cit., p. 65, así como Aguilar Villanueva, Luis Fernando (estudio introductorio y edición) El Estudio de las políticas públicas. [primera antología de política pública]. México, editorial Miguel Ángel Porrúa, 2003. p. 66. 14 Aguilar Villanueva, Luis Fernando (2003). Op. cit., pp. 66-67. 15 Ibídem, p. 67. Jesús Vera Silva Tesis de Maestría 28 década de los ochenta y cuyas consecuencias más notables para la AP fueron tanto su reducción como la exigencia de que se desempeñará eficientemente, ello no obsta para que una política pública, ubicada para su evaluación bajo dichos parámetros, sea en primera instancia lo que el gobierno hace o deja de hacer. Y si bien es cierto que … los últimos trabajos de Lindblom (1980) y de Wildavsky (1979:11), insistieron en que eran muchos más los problemas públicos que los ciudadanos resolvían a través de sus “ajustes mutuos” e “interacciones sociales”, sin necesidad de la coordinación gubernamental, que los que eran capaces de resolver los gobiernos a través del “análisis racional” o la “especulación intelectual” de análisis especializados.16 El hecho de que la diversificación de grupos dentro de la sociedad sea la constante en la actualidad y que éstos sean capaces de resolver por sí mismos asuntos públicos en una sociedad determinada, no quiere decir que la política pública no se identifique más con la acción u omisión gubernamentales, sino que ante los cambios verificados en la sociedad, los cuales por cierto siempre van más adelantados que la teoría, la política pública, sin dejar de ser lo que es en México, puede combinarse con diversos marcos conceptuales en aras explorar otras formas de atención de asuntos y problemas públicos.17 16 Ibídem, p. 69. Los trabajos a los que se refiere son: Charles E. Lindblom. The Policy- Making Process, Prentice-Hall, Englewood Cliff. 1980, y del cual anota que hay traducción al español en coedición INAP, Madrid- M.A. Porrúa, México; así como Wildavsky, Aaron. Speaking Truth to Power: The Art and Craft of Policy Analysis, Litle-Brown, Boston. 1979. 17 Una construcción en este sentido la hace Cabrero Mendoza, Enrique. Op. cit., [capitulo 1, La acción pública y el desarrollo urbano. Una exploración interdisciplinaria, pp.11-70]. Este autor utiliza los conceptos de gobernanza, análisis de políticas públicas, redes de política, aprendizaje de y cambio en las políticas públicas, así como el cambio organizacional e institucional para construir lo que denomina “un marco teórico que si bien es heterodoxo y ecléctico, nos provee de una caja de herramientas para construir un método de estudio de una realidad muy particular como la de la acción pública urbana en ciudades medias” (p. 14). En la construcción del marco conceptual que le permite definir la acción pública, una constante es el llamado de atención para adaptar o adecuar los conceptos que lo componen, Capítulo 1 Gobernar mediante políticas públicas en México, de la novedad a la adaptación 29 Además, no se puede pasar por alto el hecho de que las obras que cita Aguilar Villanueva parten como punto de referencia de la realidad estadounidense, donde la intervención gubernamental se concibe como un mal necesario ante la primacía del individuo, diferente de la realidad mexicana donde se cuenta con un larga tradición en corporativismo, a través del cual se organizó durante el siglo pasado a los diversos sectores económicos y sociales para sujetarlos tanto a las metas como a los objetivos del gobierno en nombre de lo que los gruposgobernantes denominaron la supremacía de la nación. Si bien este esquema se modifica paulatinamente en la actualidad, en buena medida porque los grupos sociales se organizan cada vez más y mejor para atender diversos problemas, es necesario recordar que las sociedades marchan lentamente y el camino hacia un estadio más democrático donde la pluralidad social se manifieste en toda su extensión, con todas sus posibilidades en cuanto a sus capacidades de organización así como de autogestión no es seguro aún.18 De esta manera, el hecho de que afecten a un gran número de personas, más la aspiración de un régimen democrático junto con la retracción de la intervención gubernamental y la persistencia de los a una realidad específica como la de México y más concretamente a los municipios urbanos objeto de estudio. 18 Por ejemplo Alonso, Jorge (compilador), en: El nuevo Estado mexicano. T.I, México, coedición Universidad de Guadalajara-Nueva Imagen-CIESAS, 1994, plantea (pp. 32-33) que: “La demoledora crisis de los ochenta liquidó las características esenciales de ese Estado, nacido de la Revolución Mexicana, el pacto social que lo sustentaba y el nacionalismo revolucionario se vieron como pesados impedimentos para acoplar la economía mexicana a los imperativos de una acumulación capitalista en el contexto de una nueva división internacional del trabajo. Si todavía no se delinean nítidamente todas las características de este Estado diferente al anterior, hay nuevos elementos que configuran una etapa de transición. La novedad no ha implicado la desaparición absoluta del Estado precedente. Viejas y nuevas prácticas se han mezclado inextricablemente. Elementos de la configuración previa se han conservado y reforzado precisamente para garantizar los cambios”. Asimismo, prevé que en el futuro próximo se reforzará el autoritarismo presidencialista para sacar adelante lo que llama el “antipopular proyecto neoliberal.” Jesús Vera Silva Tesis de Maestría 30 problemas públicos conducen a la apertura de la dirección administrativa, lo cual permite concebir a las políticas públicas ya no únicamente como lo que el gobierno hace o deja de hacer, sino que también es lo que coordinadamente gobierno y sociedad organizada hacen en aras de atender los problemas públicos.19 Más aún: la participación de la ciudadanía se erige en tiempos de mayor pluralidad, menos recursos e incremento de la complejidad, como una condición para el éxito de las políticas públicas. No obstante lo anterior, hay que considerar el hecho de que la contribución que puede hacer dicha ciudadanía es variable de acuerdo con las condiciones de tiempo y espacio, es decir, aunque resulta indispensable, no es seguro que ella se verifique ni que lo haga constantemente, además de que el gobierno tiende a llenar los espacios que aquella no hace suyos y donde no es capaz de actuar. Asimismo, no resulta de ningún planteamiento analítico y el gobierno cede a su fuerza únicamente en la medida exacta en que los gobernantes toman conciencia de que aquel no lo puede hacer todo por sí mismo; a final de cuentas si el gobierno se abre lo hace deliberadamente, como una medida de política pública en busca de legitimidad ante los reclamos sociales de diversa índole.20 19 Al respecto, Luis Fernando Aguilar Villanueva dice: “En efecto, una política es en un doble sentido un curso de acción: es el curso de acción deliberadamente diseñado y el curso de acción efectivamente seguido. No sólo lo que el gobierno dice y quiere hacer. También lo que realmente hace y logra, por sí mismo o en interacción con actores políticos y sociales, más allá de sus intenciones”. Ver: La hechura de las políticas. Estudio introductorio [segunda antología de política pública]. México, M.A. Porrúa, 1992, p. 25. 20 Para ver la relación que se da entre la participación ciudadana y las políticas públicas, así como el fenómeno de “contundencia” o saturación gubernamental del espacio público, véase: Uvalle Berrones, Ricardo. “La gestión pública en tiempos de intensidad ciudadana”. Revista IAPEM, México, Instituto de Administración Pública del Estado de México, 2003, número 54, pp.143-180. Respecto del alcance, profundidad e irregularidad de la participación ciudadana en la función de la administración pública, léase: Crespo, José Antonio. “Cultura democrática: ¿avance o retroceso?” Sección Nacional; Columna “Horizonte Político”. México, Excelsior, 20 de octubre de 2006, p.11. Así Capítulo 1 Gobernar mediante políticas públicas en México, de la novedad a la adaptación 31 Así las cosas, en México, al volverse más compleja la relación entre Estado y sociedad verificada a través de las políticas públicas, éstas no dejan de ser lo que hace o deja de hacer el gobierno, aunque no cesen de delimitarse los marcos de lo que dicho gobierno pueda o deba hacer o no hacer y a pesar de lo que al respecto se piense como mejor o más justo. Sin embargo el horizonte plantea mayor apertura en cuanto a la dirección administrativa, lo que hace necesario replantearse dicho concepto para incorporar, además de lo que el gobierno hace o deja de hacer, lo que puede o no hacer, hecho, éste último, que deriva en su coordinación con la sociedad como un imperativo en la atención de asuntos y problemas de carácter público. Como se puede ver, el problema parece de matices: aunque la dominación política se mantenga y la dirección administrativa se exprese en un mayor número de casos que antes bajo la forma de coordinación entre gobierno y sociedad ante la complejidad de los problemas públicos, aquellos dos rasgos distintivos permanecen. Dichas características no desaparecen en tanto que son consustánciales al ejercicio de gobierno que se hace más visible en la AP si se ubica ésta última como el gobierno en acción, de tal forma que los instrumentos a través de los que se manifiesta una faceta de dicha relación (la que va del Estado a la sociedad): las políticas públicas, éstas quedan integradas en la lógica funcional de la AP, pero por su naturaleza instrumental se amoldan en determinadas circunstancias a una manifestación más coordinada de aquella, la cual deviene de la retracción de la actividad gubernamental y de la persistencia de los problemas públicos. Gobernar es también coordinar, pero es mucho más que eso. como Durand Ponte, Víctor Manuel. Ciudadanía y cultura política. México, 1993-2001. México, editorial siglo XXI, 2004, p. 133. Jesús Vera Silva Tesis de Maestría 32 1.2 La nueva gestión pública. El difícil arte de adecuar prácticas político-administrativas a contextos diversos Pero si la AP es también una disciplina social cuyos planteamientos se llevan a la práctica y de esta última alimenta su acerbo conceptual, las ideas que en un momento histórico determinado le orientan cambian, pues la sociedad y el Estado, que son el marco para su existencia también se transforman.21 Es así como en la actualidad se habla de la nueva gestión pública (NGP), como un paradigma para conducir la AP o una moda. Por ejemplo, David Arellano Gault plantea que … las pretensiones retóricas de la nueva gestión pública (NGP o New Public Management en inglés), por un gobierno más eficiente que se administra de una manera más parecida a la forma en que lo hacen las organizaciones privadas, en realidad son el síntoma de un cambio profundo en el espaciosocial y tecnológico donde se mueve la administración pública y no tanto un cambio de paradigma en términos organizativos (Moe, 1994). En otras palabras, vista la NGP como un todo, no estamos enfrentando el surgimiento e implementación de nuevas ideas, ni mucho menos de programas y propuestas totalmente originales en el sector público.22 21 Para ver la evolución histórica del objeto de estudio de la administración pública, léase: Chevalier, Jacques y Loschack, Daniele. Op. cit., pp. 7-37. En líneas generales, estos autores sostienen que en términos cronológicos su primer objeto de estudio fue la administración pública, cuyo nacimiento se da en Europa de manera concomitante con la fase de construcción del Estado Nacional y que es heredero de las ciencias de policía desarrolladas durante los siglos XVII y XVIII, cuyos precursores fueron Bonnin y Von Steinz; en tanto que el segundo objeto fue el derecho administrativo, luego de la Revolución Francesa y el cual relegó a la administración pública hasta el advenimiento del Estado paternalista en el siglo XX, cuando se prestó atención sobre el aparato administrativo reconociéndose con ello la insuficiencia del derecho para abordarlo y mejorarlo; el tercero fue la organización cuya teoría, en general, surgió después de que fueran difundidas las ideas que ubicaban a la administración pública como subordinada de la política donde se destacaba la necesidad de fundamentar su análisis a partir de la observación empírica, lo cual trajo consigo, junto con la aplicación de la técnica en la producción, continúan los autores, la dificultad de discernir entre la administración pública y la gestión de empresas. 22 Arellano Gault, David (coordinador). Más allá de la reinvención del gobierno: fundamentos de la nueva gestión pública y presupuesto por resultados en América Latina. México, [Primera parte; capítulo 1, Nueva gestión pública: ¿Dónde está lo nuevo? Bases para el debate de la reforma administrativa, pp. 5- 47, y capítulo 3 –Edgar Ramírez y Jesús Ramírez- Génesis y desarrollo del concepto de nueva gestión Capítulo 1 Gobernar mediante políticas públicas en México, de la novedad a la adaptación 33 Bajo la pregunta orientadora ¿Dónde está lo nuevo? la proposición del autor en cuanto a la concepción de la NGP se desarrolla en tres direcciones fundamentales: I) ir a sus fundamentos para superar su retórica, II) trascender el planteamiento gerencialista que asimila la AP con la administración privada y, III) puntualizar la necesidad de adaptar o traducir los planteamientos a un contexto ajeno al de su origen. En el primer sentido sostiene que los fundamentos de la NGP son el neoinstitucionalismo económico, que parte del supuesto de un comportamiento egoísta de los actores, así como del concepto de free riders (“gorrones”) quienes no pagarán por un bien que de cualquier forma disfrutarán, retomando –del campo de la economía- “doctrinas claves para el sector público y su reforma” como son: � competencia en vez de monopolio, � transparencia en vez de subsidios escondidos � estructura de incentivos más que modernización administrativa perenne La otra vertiente es el gerencialismo -que se retoma del sector privado-, el cual se ubica en la dimensión organizacional y recupera los siguientes planteamientos para incorporarlos: � traducir las estructuras en sistemas de comportamiento gerencial � movilizar la competencia más en la búsqueda de un nuevo ethos para la burocracia que en la generación de “celdas” dinámicas donde la burocracia ya no pueda escapar de la vigilancia.23 pública. Bases organizacionales para el replanteamiento de la acción administrativa y su impacto en la reforma del gobierno, pp. 99-152]. Coedición Cámara de Diputados LIX Legislatura-CIDE-M.A. Porrúa. 2004. p. 13. En este último apartado se dice (p.128) que lo novedoso es la mezcla de conceptos. 23 Ibídem, p. 32. Jesús Vera Silva Tesis de Maestría 34 En síntesis de lo que se trata es de reducir las funciones del gobierno (competencia en vez de monopolio, eliminación de subsidios, transparencia e incentivos), para reconfigurar las relaciones que éste sostiene con la sociedad en aras de que tanto la eficacia como la eficiencia, según este planteamiento, en la producción y distribución de lo bienes se logre con base en un sistema de incentivos que llevaría a todos los participantes, uno de ellos el gobierno (despojado de muchas de sus herramientas para comunicarse con la sociedad) a que participen y se coordinen, donde la manera de lograrlo es la conformación de un marco institucional que logre tales cometidos. Por otra parte, pero a tono con el anterior planteamiento se postula la estructuración de una burocracia que requiere ser organizada de tal manera que el principio motor de su comportamiento sea la competencia, además de los mecanismos suficientes para que esté vigilada en su desempeño. En cuanto al punto número II ( trascender el modelo gerencialista que pretende implantar en la AP los esquemas de la administración privada)24, es necesario señalar una noción básica que diferencia la esencia de una y otra: mientras que la primera tiene como objeto la dominación política junto con la dirección administrativa, y como objetivo el bienestar 24 Hay que recordar que el planteamiento se remonta a los clásicos de la administración, por ejemplo Henry Fayol (1841-1924), sostiene que hay una sola ciencia administrativa, válida tanto para el sector público como para el privado. Ver del autor: Administration industrielle et générale. reed. Dunod, 1916. Citado por Chevallier, Jacques y Loschack, Daniele. Op. cit., p. 18. Asimismo, resulta interesante observar que uno de los principios fundamentales de la administración que enuncia Fayol a principios del siglo pasado es la subordinación del interés general al interés individual (si bien atenuado por otro: el de solidaridad; otro más es el de centralización), el cual tienen concordancia directa con uno de los supuestos del enfoque gerencialista, que retoma dicha perspectiva de William Niskanen [Bureaucracy and representative governement, Chicago, Aldine, 1971] y Oliver Ostrom [The intelectual Crisis in American Pulic Administration, The University of Alabama Press, 1974] según el cual “las estructuras de la administración pública se mueven en una dinámica de actores políticos y burocráticos que defienden sus intereses a partir de una visión oportunista y calculadora”. Al respecto, ver: Arellano Gault, David. Op. cit., p.23. Capítulo 1 Gobernar mediante políticas públicas en México, de la novedad a la adaptación 35 de los gobernados; la segunda busca maximizar la ganancia, teniendo como objeto configurar la mejor forma de organización en aras de obtener dicha rentabilidad. No obstante meridiana asimetría, el problema se complica cuando se tiene en cuenta el hecho de que las empresas adquieren un poder capaz de poner en predicamento el poder soberano de algunos Estados25 (por cierto no el de los más industrializados y ricos). Además, hay que considerar que representan un elemento central tanto para la creación de empleos como para la producción y distribución de bienes pero sobre todo para la recaudación de impuestos, los cuales se erigen desde luego como factores indispensables para sostener cualquier Estado. A tal grado es el peso político de los propietarios del capital, que las políticas públicas se pueden concebir como la tutela, reconocimiento y legitimación por parte del gobierno, de asuntos que los intereses ya sean privados o socialeslogran colocar en ese pedestal. Así pues, el resurgimiento de la iniciativa privada verificada en buena parte del mundo durante los últimos treinta años en conjunción con el predominio de ideas liberales explican, aunque sea parcialmente, la pretensión de adoptar los principios de organización, funcionamiento y los objetivos de la administración privada a la pública. 25 Por ejemplo en Villamil, José. (compilador). Capitalismo transnacional y desarrollo nacional. México, FCE, 1981, p. 81, se apunta que “la maximización de las utilidades también se logra en el plano global y respecto de las empresas en su conjunto. Esto se ha hecho posible porque las empresas transnacionales transfieren bienes intermedios y de capital, recursos financieros, tecnología, personal e información a través de las fronteras nacionales –en un plano transnacional– pero dentro de los límites de su organización. (...) La tendencia de estas empresas es a independizarse del funcionamiento de los mercados como mecanismo relacionador de unidades de producción y consumo independientes, y remplazarlos mediante la integración de estas distintas unidades dentro de una sola organización y bajo el mando de una sola estructura de decisiones, de tal modo que la planificación para toda la organización sustituya a los mercados”. Jesús Vera Silva Tesis de Maestría 36 Otra razón que se encuentra íntimamente relacionada con la anterior resulta de su origen, pues no se puede olvidar que “nació fundamentalmente de una tradición analítica y de un contexto político particulares.”26 En los que, como ya se apuntó arriba al hacer notar la necesidad de adecuación del concepto políticas públicas en México, la intervención gubernamental es concebida como un mal necesario. En este sentido, hay que acotar con Michael Barzelay que La nueva gestión pública (New Public Management) es una fórmula sintética utilizada regularmente por especialistas y profesionales para referirse a los temas, estilos y patrones distintivos de la gestión de la función pública que tomaron delantera durante las dos últimas décadas, especialmente en el Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda.27 De esta definición destaca su ubicación en el lenguaje técnico utilizado por los especialistas en la materia, así como su referencia explicita al tipo o forma de manejo que se hace de la AP a la cual la NGP no sustituye, además de la delimitación del espacio geográfico en el que aparecieron sus planteamientos trascendiendo hacia el terreno práctico. En cuanto a los rasgos característicos de la proposición gerencialista, se pueden hallar más precisamente en el lenguaje y los elementos que según David Osborne y Ted Gaebler, son comunes entre los “gobiernos empresariales”: � Promueven la competencia entre proveedores de servicios � Capacitan y facultan a los ciudadanos para que controlen a la burocracia � Miden el rendimiento en función de los resultados y no de los gastos 26 Arellano Gault, David. Op. cit., p. 33. 27 Barzelay, Michael. La Nueva Gestión Pública. Un acercamiento a la Investigación y al Debate de las Políticas. México, edición del FCE, 2003, p.16. Citado por Sánchez González, José Juan. Gestión pública y governance. México, edición IAPEM, 2006 [segunda edición], p. 48. Capítulo 1 Gobernar mediante políticas públicas en México, de la novedad a la adaptación 37 � Se inspiran en misiones, objetivos y metas para dejar de regirse por reglas y regulaciones � Redefinen a sus usuarios como consumidores o clientes, al ofrecerles opciones � Previenen problemas antes de que se presenten � Descentralizan la autoridad a través de la gestión participativa � Prefieren los mecanismos de mercado a los burocráticos � Catalizan la acción de los diversos sectores para resolver sus problemas comunitarios, antes que suministrarles servicios públicos.28 Pero los autores aclaran los límites de sus planteamientos cuando más adelante señalan, luego de ubicar las diferencias entre las dos organizaciones, que “el gobierno no puede funcionar como una empresa (…) en el gobierno, la teoría de la empresa no es suficiente.”29 28 Osborne, David y Gaebler, Ted. La reinvención del gobierno. La influencia del espíritu empresarial en el sector público. España, editorial Paidós, 1997 [Leer particularmente la Introducción titulada: Una perestroika norteamericana, pp.25-54]. Para estos autores, no se trata de principios teóricos, sino de elementos que se observan en el funcionamiento y práctica de los gobiernos locales y municipales “emergentes” en los EE.UU., ante la crisis fiscal de los años 70 provocada por la intervención desmedida del gobierno. Los autores desarrollan cada uno de dichos elementos a través de los capítulos que componen la obra. David Arellano Gault es particularmente crítico con esta concepción, nótese ello desde la referencia directa que hace mediante el título de su obra, donde sugiere ir más allá de la reinvención del gobierno, mediante la superación de la retórica de la NGP y su adaptación a contextos distintos a los de su origen. 29 Ibídem, p.52. Las diferencias entre empresa y gobierno que encuentran son: el móvil de los líderes en el segundo es la reelección mientras que en el sector privado es el beneficio económico. Y respectivamente, la fuente de financiamiento son los contribuyentes o los clientes, su forma de organización típica es el monopolio contra la competencia verificada en el caso de la empresa; asimismo, los administradores públicos responden a los grupos de interés según sea la influencia que éstos últimos ejerzan en los políticos a diferencia de los administradores privados. Además, como el dinero proviene de los contribuyentes, éstos intentan controlar a la administración pública, lo cual no pasa con las empresas privadas que requieren de una inversión con riesgo para quien la realiza, pero también si el gobierno es democrático y abierto será más lento para la toma de decisiones y ejecución de sus lineamientos, lo que no pasa en la empresa (recuérdese el principio de centralización de Fayol), y por todo ello concluyen que el gobierno no puede alcanzar la misma eficiencia que la empresa privada. La consecuencia lógica de estos argumentos, que tienen cada uno de ellos elementos de verdad, sería que se debe retraer la actividad o intervención gubernamental porque es menos eficiente que las empresas privadas, sin embargo resulta necesario hacer una aclaración para no caer en equívocos causados por la ligereza o por la predestinación con la que se observa; así John Donahue [La decisión de privatizar. Buenos Aires, editorial Paidós, 1991] después de hacer una revisión de varias experiencias de privatización en los EE.UU., llega a la conclusión de que la complejidad administrativa es inherente a las Jesús Vera Silva Tesis de Maestría 38 A partir de lo señalado hasta aquí, se puede decir que las diferencias consustánciales entre las organizaciones públicas y las privadas son tales que justifican y hacen indispensable la adecuación de los conceptos e instrumentos que por moda o necesidad se intente implantar en las primeras, lo cual conduce a dos cosas: a) la naturaleza que tenían tales planteamientos en la administración privada se diluye; b) después de analizar la pertinencia de su adaptación y si efectivamente se intenta implantarlas, es necesario ponderar su alcance para evitar falsas expectativas tanto de gobernantes como de gobernados, lo cual contribuye a ubicar un “Estado con los pies en la tierra” o, en otras palabras, un “Estado moderno y modesto”. En síntesis y siguiendo a Les Metcalfe,
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