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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO SEMINARIO DE DERECHO ADMINISTRATIVO FACULTAD DE DERECHO ANÁLISIS JURÍDICO-ADMINISTRATIVO DEL AUTOTRANSPORTE FEDERAL DE PASAJEROS EN EL DERECHO MEXICANO TESIS QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE LICENCIADO EN DERECHO PRESENTA JORGE ARMANDO HERRERA RODRÍGUEZ ASESORA DE TESIS LIC. AÍDA GUADALUPE LAZCANO VILLALÓN MÉXICO D.F., 2013 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. VN[\f[IR:HlAlD NAqoNAIL AV'f'N°MA m: M[lZnc:,o FACULTAD DE DERECHO SEMINARIO DE DERECHO ADMINISTRATIVO TURNO MATUTINO DR. ISIDRO A VILA MARTÍNEZ DIRECTOR GENERAL DE LA ADMINISTRACIÓN ESCOLAR DE LA UNAM PRESENTE Distinguido Señor Director: Me permito informar que la tesis para optar por el título de Licenciado en Derecho, elaborada en este Seminario por el pasante en Derecho, Jorge Armando Herrera Rodríguez, con número de cuenta 305127549 bajo la dirección de la Lic. Aída Guadalupe Lazcano Villalón, denominada "Análisis Jurídico-Administrativo del Autotransporte Federal de Pasajeros en el Derecho Mexicano" satisface los requisitos reglamentarios respectivos, por lo que con fundamento en la fracción VIII del artículo 10 del Reglamento para el funcionamiento de los Seminarios de esta Facultad de Derecho, otorgo la aprobación correspondiente y autorizo su presentación al jurado recepcional en los términos del Reglamento de Exámenes Profesionales y de Grado de esta Universidad. El interesado deberá iniciar el trámite para su titulación dentro de los seis meses siguientes (contados de día a día) a aquél en que le sea entregado el presente oficio, en el entendido de que transcurrido dicho lapso sin haberlo hecho, caducará la autorización que ahora se le concede para someter su tesis a examen profesional. Sin otro particular, le envío un saludo afectuoso. Dra. c.e.p.-Jorge A. Herrera Rodríguez.-Presente. A la memoria de: Mis abuelitos, Mario y Emma; Mi mamá, María Teresita; Eva, esa mujer especial quien fue testigo en la elaboración de este trabajo. Agradezco a: La Dirección General de Autotransporte Federal (S.C.T.); Por los invaluables conocimientos adquiridos. Y agradezco profundamente a: La Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México; Por brindarme todos los conocimientos necesarios para ser un excelente profesionista y una persona excepcional. ANÁLISIS JURÍDICO-ADMINISTRATIVO DEL AUTOTRANSPORTE FEDERAL DE PASAJEROS EN EL DERECHO MEXICANO. ÍNDICE. INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………………………i CAPÍTULO PRIMERO. Origen y evolución del autotransporte de pasajeros en México..…1 I. Época prehispánica…………………………………………………………………..1 II. Época colonial…………………………………………………………………………3 III. Primeros años de vida independiente………………………………………………7 IV. Siglo XX. Madurez del servicio……………………………………………………..10 a) Desarrollo del transporte carretero y su regulación anterior a 1940………10 b) Principales reformas a la Ley de Vías Generales de Comunicación hasta 1994 y su contexto nacional…………………………………………………....16 c) Creación de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes……………..29 d) Nacimiento de la Cámara Nacional del Autotransporte de Pasaje y Turismo y de la nueva era del autotransporte………………………………………….33 V. El autotransporte federal de pasajeros en nuestros días……………………….36 CAPÍTULO SEGUNDO. Definición y clasificación del transporte en general……………...38 I. Definición etimológica……………………………………………………………….38 II. Diccionario de la Real Academia Española………………………………………38 III. Derecho Mexicano……………………………………………………..……………39 IV. Modalidades del transporte…………………………………………………………41 a) Transporte por tierra…………………………………………………………….41 1) Transporte por carretera (Autotransporte)……………………………….42 2) Transporte ferroviario……………………………………………………….43 b) Transporte por agua…………………………………………………………….44 c) Transporte por aire………………………………………………………………45 d) Transporte multimodal…………………………………………………………..46 V. Otros conceptos relacionados……………………………………………………...48 a) Autobús u Ómnibus……………………………………………………………..48 b) Camino de jurisdicción federal…………………………………………………49 c) Pasajero, viajero o usuario del vehículo……………………………………...49 d) Permisionario…………………………………………………………………….49 e) Terminal individual de pasajeros……………………………………………....49 f) Terminal central de pasajeros…………………………………………………50 g) Boleto……………………………………………………………………………50 h) Tarifa…………………………………………………………………………….51 CAPÍTULO TERCERO. Naturaleza jurídica del autotransporte federal de pasajeros……53 I. El autotransporte federal de pasajeros como servicio público federal………...53 a) ¿Qué es un servicio público?......................................................................53 1) Definición de León Duguit………………………………………………...54 2) Definición de Gastón Jèze…………………………………………………55 3) Definición de Jorge Olivera Toro………………………………………….56 4) Definición de Gabino Fraga………………………………………………..57 5) Definición de Alfonso Nava Negrete………………………………………58 6) Definición de Jorge Fernández Ruiz……………………………………...59 7) Definición legal………………………………………………………………61 8) Definición jurisprudencial…………………………………………………..62 b) Características comunes de todo servicio público…………………………..63 c) Criterios para determinar el carácter público de un servicio………………..67 1) Criterio orgánico o subjetivo……………………………………………….67 2) Criterio legal o formal……………………………………………………….68 3) Criterio funcional o material………………………………………………..68 d) Servicios públicos propios e impropios……………………………………….69 1) Servicio público propio……………………………………………………..69 2) Servicio público impropio…………………………………………………..70 e) Clasificación de los servicios públicos………………………………………...71 1) Servicios públicos federales, nacionales o generales…………………..71 2) Servicios públicos estatales, regionales o provinciales…………………72 3) Servicios públicos municipales…………………………………………….75 4) Servicios públicos internacionales………………………………………...76 II. Servicio público sujeto al otorgamiento de un permiso necesario para su explotación………………………………………………….………………………..77 a) Definiciones de permiso………………………………………………………...77 1) Definición de Rafael I. Martínez Morales…………………………………78 2) Definición de Alfonso Nava Negrete……………………………………...79 b) Diferencias entre permiso, concesión, autorización y licencia……………..79 1) Concesión……………………………………………………………………80 2) Autorización………………………………………………………………….84 3) Licencia………………………………………………………………………85 c) Características del permiso para prestar el servicio de autotransporte federal de pasajeros…………………………………………………………….85 d) Requisitos legales para el otorgamiento del permiso……………………….91 III. Consideraciones finales sobre la naturaleza jurídica de este servicio público...............................................................................................................99 CAPÍTULO CUARTO. Regulación del autotransporte federal de pasajeros en el Derecho Administrativo Mexicano………………………………………………………………………..101 I. Fundamento Constitucional……………………………………………………….101 a) Artículo 5o………………………………………………………………………102 b) Artículo 9o………………………………………………………………………103 c) Artículo 11………………………………………………………………………103 d) Artículo 27………………………………………………………………………104e) Artículo 28, párrafos décimo y undécimo…………………………………...105 f) Artículo 73, fracción XVII……………………………………………………...106 II. Marco institucional………………………………………………………………….107 a) Secretaría de Comunicaciones y Transportes……………………………...108 1) Organización……………………………………………………………….108 2) Competencia en materia de transporte…………………………………110 3) Organización y atribuciones de la Dirección General de Autotransporte Federal……………………………………………………………………...111 b) Cámara Nacional del Autotransporte de Pasaje y Turismo (CANAPAT)……………………………………………………………………..121 1) Organización……………………………………………………………….121 2) Funciones…………………………………………………………………..122 c) Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos, A.C. (CONATRAM)…….…………………………………………………………….123 1) Organización……………………………………………………………….124 2) Funciones…………………………………………………………………..124 III. Marco jurídico……………………………………………………………………….125 a) Panorama general del autotransporte federal, clasificación y ubicación del servicio de pasajeros…………………………………………………………..126 1) Servicio de autotransporte federal de pasajeros……………………….126 2) Servicio de autotransporte federal de turismo………………………….130 3) Servicio de autotransporte federal de carga.…………………………...131 4) Servicios auxiliares al autotransporte federal.………………………….133 5) Autotransporte internacional.…………………………………………….138 b) Responsabilidad en el autotransporte federal de pasajeros y sus servicios auxiliares………………………………………………………………………..141 c) Inspección, verificación y vigilancia del autotransporte federal de pasajeros………………………………………………………………………..143 d) Sanciones……………………………………………………………………….145 e) Procedimiento y medios de impugnación…………………………………...148 IV. Marco normativo…..………………………………………………………………..150 1) NORMA OFICIAL MEXICANA NOM-012-SCT-2-2008, SOBRE EL PESO Y DIMENSIONES MÁXIMAS CON LOS QUE PUEDEN CIRCULAR LOS VEHÍCULOS DE AUTOTRANSPORTE QUE TRANSITAN EN LAS VÍAS GENERALES DE COMUNICACIÓN DE JURISDICCIÓN FEDERAL…..…………………………………………………………………..151 2) NORMA OFICIAL MEXICANA NOM-067-SCT-2/SECOFI-1999, TRANSPORTE TERRESTRE-SERVICIO DE AUTOTRANSPORTE ECONÓMICO Y MIXTO-MIDIBÚS-CARACTERÍSTICAS Y ESPECIFICACIONES TÉCNICAS Y DE SEGURIDAD……………………152 3) NORMA OFICIAL MEXICANA NOM-068-SCT-2-2000. TRANSPORTE TERRESTRE-SERVICIO DE AUTOTRANSPORTE FEDERAL DE PASAJE, TURISMO, CARGA Y TRANSPORTE PRIVADO-CONDICIONES FÍSICO-MECÁNICA Y DE SEGURIDAD PARA LA OPERACIÓN EN CAMINOS Y PUENTES DE JURISDICCIÓN FEDERAL………………….153 4) Acuerdo por el que se fija la cobertura de los seguros de responsabilidad civil que deben contratar los permisionarios del servicio de autotransporte federal de pasajeros, turismo y carga, y que regulan los fondos de garantía de responsabilidad civil que pueden constituir los permisionarios del servicio de autotransporte federal de pasajeros y turismo. (27 de abril de 1998)…………………………………………………………………………….154 5) Acuerdo por el que se establecen modalidades en la prestación del servicio de autotransporte federal de pasajeros y turismo para los efectos de ingreso y fecha límite de operación de unidades vehiculares en dichos servicios. (18 de mayo de 2006)………..……………………………………155 6) Acuerdo mediante el cual se crea el Programa Nacional para el Reordenamiento y Regularización de vehículos destinados al autotransporte federal de pasajeros y turismo y de concesionarios o permisionarios estatales que transitan en caminos y puentes de jurisdicción federal. (18 de diciembre de 2001)…………………………………………..156 CONCLUSIONES……………………………………………………………………………….158 BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………………………………..161 DICCIONARIOS…………………………………………………………………………………163 HEMEROGRAFÍA………..……………………………………………………………………...163 LEGISLACIÓN CONSULTADA………………………………………………………………..164 OTRAS FUENTES……….……………………………………………………………………...166 i INTRODUCCIÓN. Este trabajo de investigación está compuesto por cuatro capítulos en los cuales se analiza el servicio público de autotransporte federal de pasajeros desde la perspectiva administrativa, es decir como un servicio público a la luz del Derecho Mexicano, cuyo estudio se va desglosando de una manera deductiva, partiendo de nociones generales de transporte y de Derecho y posteriormente se van aterrizando los conocimientos a las particularidades del autotransporte federal. En el capítulo primero se estudia la historia del transporte terrestre desde la época de los aztecas hasta el siglo XXI, pasando por los momentos más importantes en la vida de México y cómo influyó cada etapa en el desarrollo del transporte. A lo largo de este capítulo usted podrá entender el por qué de las tarifas como contraprestación a los servicios de transporte, cómo nacieron los primeros autobuses de pasajeros, por qué trabajan en rutas, conocerá sus primeras organizaciones gremiales, podrá conocer los primeros cuerpos jurídicos regulatorios y el impacto que estos tuvieron en el desarrollo operativo del transporte, el cual comenzó a presentar una mayor competencia en el siglo XX, asimismo conocerá usted los principales grupos de transporte que operan en la actualidad con una breve referencia sobre sus zonas de operación. Por su parte, en el capítulo segundo se exponen las raíces de la palabra transporte, se analizan todos los medios de transporte que existen y entre todos ellos se resalta al medio terrestre como el origen del autotransporte federal, así también se analizan algunas definiciones conexas al tema en cuestión que ii ayudarán a comprender mejor el tópico y le serán muy frecuentes a lo largo de su lectura de este trabajo. El capítulo tercero representa el quid, el cenit de toda la investigación, pues en él se hace un minucioso estudio sobre el autotransporte federal de pasajeros visto desde el ángulo administrativo y tratándolo como un servicio público cuya prestación corre a cargo exclusivamente de particulares previa autorización de la autoridad administrativa correspondiente. Aunado a lo anterior usted podrá observar cómo la regulación de esta actividad se encuentra en constante actualización y perfeccionamiento en concordancia con la tecnología, la creciente demanda del servicio en mayores partes de la República y el mejoramiento en la calidad de los servicios por parte de las empresas permisionarias. Para integrar este estudio, en el capítulo en cuestión se analiza también la figura del permiso como acto administrativo cuya emisión autoriza a los particulares prestar el servicio público de autotransporte federal de pasajeros en rutas exclusivas y bajo las condiciones que el mismo permiso establezca. Por último, el capítulo cuarto, al igual que el anterior, es un estudio largo y exhaustivo pero en este caso la atención se fija en el análisis de las principales leyes, reglamentos y normas oficiales mexicanas que regulan el autotransporte federal. Dicho estudio se expone, al igual que en los capítulos anteriores, de una forma deductiva para aterrizar en el autotransporte federal de pasajeros, en este tenor usted conocerá el fundamento constitucional de esta actividad, las atribuciones de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes en materia de autotransporte, según lo señalado en la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, las facultades que el Reglamento Interno de la Secretaría de iii Comunicaciones y Transportes le atribuye a la Dirección General de Autotransporte Federal y se adentrará en la Ley de Caminos, Puentes y Autotransporte Federal, el Reglamento de Autotransporte Federal y Servicios Auxiliares y las principales normas oficiales mexicanas de la materia. En suma, espero que el presente trabajo sirva como punto de partida, para todos aquellos interesados en el mundo del autotransporte federal mexicano, pues considero que es un sector que merece una mayor divulgación jurídica y este trabajo puede ayudar un poco a conocerlo mejor.1 CAPÍTULO PRIMERO. Origen y evolución del autotransporte de pasajeros en México. I. Época prehispánica. Para estudiar y comprender el autotransporte federal de pasajeros es menester, primero, conocer su raigambre en la sociedad mexicana puesto que su desarrollo y regulación no fue igual en 1325, que durante el siglo XX. La etapa prehispánica o precolombina se caracteriza por el nacimiento del transporte en mesoamérica y el trazo de los primeros caminos artificiales, teniendo como principal exponente a la civilización azteca que fue pionera en trazar las primeras vías que unirían a la Gran Tenochtitlán con el resto del territorio. Existieron tres tipos de calles a través de las cuales se desarrolló el transporte: “Calles de tierra (terracería donde la carga la llevaban los hombres, tamemes y topiles a lomo), Calles de agua (las cuales se convirtieron en el medio más común y explotado por los habitantes) y las Calles mixtas, hechas a lo largo y ancho de cuatro parcialidades denominadas “Atzacoalco”, “Zoquipan”, “Moyotla” y “Cuecopan”, que dividieron a la ciudad en regiones las cuales contaba cada una con su centro ceremonial, una plaza y un palacio.”1 Asimismo, a lo largo de la ciudad se trazaron calzadas en dirección a los cuatro puntos cardinales, que enlazaron a la urbe con varios pueblos contiguos. “La primera, calzada Iztapalapa, era la entrada principal que comunicaba con los pueblos del sur. La segunda se dirigía al poniente, con dirección a Tacuba. La 1 Jiménez Bautista, Flor, “Concesión del transporte público individual”, en Cienfuegos Salgado, David y Rodríguez Lozano, Luis Gerardo (coords.), Actualidad de los servicios públicos en México, UNAM, Instituto de Investigaciones Jurídicas, México, 2009, pp. 218 y 219. 2 tercera corría hacia el norte por la actual calle de Argentina y por la última, se iba al oriente por las actuales calles de Guatemala, hasta el embarcadero de Texcoco.”2 En el contexto de este momento histórico, destaca la creación de diversos medios de transporte como los “acallis, albarradones y las jangadas”3, cuyo desarrollo se dio en el medio acuático, los “acallis” o canoas consistían en grandes troncos de roble labrados, con cupo de hasta sesenta personas para desplazarse de un punto a otro en un río. Una especie de dique-calzada eran los albarradones, entre los que destaca el de Nezahualcóyotl, con una longitud de dieciséis kilómetros, cuatro metros de altura y nueve de ancho y por último las jangadas, construidas como balsas de bambú atadas sobre calabazas utilizadas para cruzar los ríos. En materia de caminos, los pocos existentes diseñados por los aztecas cubrían satisfactoriamente las demandas económicas de entonces, los trayectos eran terracería pura y excepcionalmente empedrados por donde pasaba la nobleza, los cuales debían ser reparados por los habitantes durante la temporada de lluvias. La situación fue similar en el resto de mesoamérica, por ejemplo en la zona de Yucatán a estos caminos empedrados los mayas les denominaron 2 Secretaría de Transporte y Vialidad del Gobierno del Distrito Federal. “Cinco siglos de Transporte en la Ciudad de México”, Historia del transporte en la ciudad de México, México, agosto- noviembre de 2012, http://www.setravi.df.gob.mx/wb/stv/cinco_siglos_de_transporte_en_la_ciudad_de_mexico_ 3 Jiménez Bautista, Flor, op. cit., nota 1, p.219. 3 “…“saché”, de más de 300 km de longitud, que unía a las grandes ciudades de Uxmal y Chichén Itzá, y se prolongaba hasta el mar Caribe.”4 Es conveniente precisar que en todo éste periodo la rueda no se usó en medio de transporte alguno, pues la forma circular era considerada sagrada, en honor al ciclo del agua y a la eternidad como parte del culto a Tláloc, el dios del elemento universal. La introducción de la rueda como medio de movilización, se hizo presente en los primeros años de la época Colonial marcando un parte aguas en la historia del transporte, pues con ella se escala el primer peldaño en la evolución del transporte de pasajeros, además de traer de la mano nuevos servicios como los coches de alquiler, los cuales se explicarán en el siguiente apartado. II. Época colonial. La llegada de Hernán Cortes al Nuevo Mundo, trajo consigo nuevas formas de operación y regulación del transporte de personas, lo cual fincó las bases para el autotransporte moderno. Con su desembarco, en 1519 en las costas de Veracruz, arribaron los caballos como animal de tiro y carga, que serían introducidos a la vida nacional como una forma complementaria de transporte, amén de los tamemes y topiles referidos con anterioridad y que sólo serían desplazados por el automóvil en el siglo XX. No obstante, en algunos rincones del territorio mexicano se usa, hoy en día, este tipo de transporte rudimentario. 4 Barona Mayorga, Leonardo R., Autotransporte federal de pasaje. Operación y estructura, Trillas, México, 2006, p. 21. 4 “Con la llegada de los españoles y el inicio de la construcción de la nueva Ciudad, hacia 1522, se dio inicio al nuevo trazo urbanístico. Aunque se conservaron las cuatro parcialidades que habían establecido los aztecas, los conquistadores cambiaron sus nombres. Atzacoalco cambió por San Sebastián; Zoquipan, por San Pedro; Moyotla, por San Juan y Cuecopan, por Santa María Redonda.”5 A su vez, se trazaron nuevas calles, como Pino Suárez, Tacuba, Madero, Brasil, Argentina, Guatemala, Moneda, Corregidora, 5 de Febrero y 16 de Septiembre, las cuales funcionaron a la par de las calles de agua como el Río Tacubaya, San Juan de Letrán y Santa Isabel con los “acallis” y las “jangadas”. Como se apuntaba líneas arriba, el uso de la rueda en el transporte fue una de las “…muchas novedades traídas por la civilización del Viejo Mundo.”6, tan es así que en 1535 se logró inventar la carreta por Fray Sebastián de Aparicio, el “religioso carretero”. Este invento no ayudó, por sí solo, a la eficiente transportación de mercancías y personas, pues la mayor parte de los caminos seguía siendo de terracería con diversos obstáculos, como piedras y baches de magnitud importante, lo cual se agravaba en época de lluvias provocando la demora en la entrega de mercancías y la elevación de los costos de transporte. Esta situación afectó principalmente a los comerciantes, quienes se dieron a la tarea de pavimentar las calles y cobrar una tarifa especial por el tránsito en esos caminos. 5 Secretaría de Transporte y Vialidad del Gobierno del Distrito Federal. “Cinco siglos de Transporte en la Ciudad de México”, Historia del transporte en la ciudad de México, México, agosto- noviembre de 2012, http://www.setravi.df.gob.mx/wb/stv/cinco_siglos_de_transporte_en_la_ciudad_de_mexico_ 6 Barona Mayorga, Leonardo R., op. cit., nota 4, p. 22. 5 En los años del Virreinato fue evidente la construcción de nuevos caminos a lo largo y ancho del territorio nacional, tal es el caso de las “carreteras reales y los caminos de herradura”7. Las primeras se conformaban por trayectos aplanados y en buen estado donde circulaba la nobleza; los segundos eran tramos sin aplanar destinados para animales de carga. “Entre los primeros caminos virreinales pueden mencionarse: México-Durango-Santa Fe, comunicando el centro con el Norte. México-Puebla-Veracruz, que comunicaba el centro con el Golfo de México. México-Chilpancingo-Acapulco, que comunicaba con el Sur y el Pacífico. México-Oaxaca-Guatemala, que llegaba hasta la capitanía general de ésta última. Zacatecas-Nuevo Santander, que unía la región Norte. Guadalajara-San Blas, que unía el Pacífico Norte. Valladolid-Colima,que unía al Pacífico Sur. Durango-Mazatlán, que unía el Norte con el Pacífico.”8 Estos caminos vieron nacer el 20 de julio de 1793, por decreto del Virrey Conde de Revillagigedo, el Servicio de Alquiler de Coches como resultado de una propuesta que el coronel Manuel Antonio Valdés Murguía hizo al mandatario, pues Felipe II había prohibido importar coches a la Nueva España después de percatarse del tráfico que ya se ocasionaba en las calles de la capital. Dicha 7 Idem. 8 Idem. 6 restricción provocó que un gremio de carroceros comenzaran a cobrar por el alquiler de una carreta y esto, a su vez, motivó al coronel a realizar la petición de establecer una casa dedicada a este giro. Este nuevo servicio consistía en la renta por hora de una carreta, con capacidad máxima para cuatro personas y jalada por mulas atadas a un tronco, que servía para trasladarse dentro de la ciudad capital. Cada carreta tenía un reloj que marcaba la hora en que se abordaba y se dejaba la unidad, sin embargo si alguna persona deseaba salir de la ciudad debía rentar un vehículo llamado ómnibus “(Del lat. Omnibus, para todos). Vehículo de transporte colectivo para trasladar personas, generalmente dentro de poblaciones.”9 La primera sede de estos servicios se estableció en la Plaza de Santo Domingo a cargo de su creador, iniciando operaciones el 15 de agosto de 1793, es decir veintiséis días después de publicarse el decreto. Al año siguiente se estableció como primer destino fijo de los ómnibus, la ciudad de Guadalajara. Estos salían de la Ciudad de México los días primero de cada mes con destino a Guadalajara, el regreso se hacía los días 16, igualmente de cada mes, pues el trayecto duraba doce días y “el precio del pasaje era de $250.00 para cuatro personas, $225.00 para tres, $210.00 para dos y $200.00 para un solo pasajero.”10 El servicio de ómnibus representa el antecedente más directo del transporte foráneo de pasajeros, teniendo características similares al servicio de hoy en día, como la regularidad de las salidas y el cobro de una tarifa como contraprestación del servicio. 9 Diccionario de la Real Academia Española, 22a. ed., Espasa Calpe, Madrid, 2001, tomo II (h/z), p. 1620. 10 Barona Mayorga, Leonardo R., op. cit., nota 4, p. 23. 7 El desarrollo de éstas actividades se vio frenado al comenzar el siglo XIX, ya que la guerra de Independencia generó un gran rezago para la economía nacional, así como una crisis política y social superada hasta mediados de ese siglo. Con el siglo XIX culmina la época Colonial, caracterizada por la cerrazón del gobierno hacia la población indígena, la segregación de castas, la prepotencia de la Santa Inquisición hacia conductas contrarias a la religión católica y el poder eclesiástico, que permeó en todos los asuntos de la vida nacional. III. Primeros años de vida independiente. Hay que reconocer que la lucha por la Independencia no resolvió la crisis imperante de entonces, pues concluida la guerra no había propuestas sobre el régimen que se debía asumir, faltó perspectiva, se ignoraban cuales eran las necesidades políticas del país y hacia dónde se pretendía llegar con la Independencia y aunado a esto, el terreno estaba fértil para los levantamientos armados entre facciones y caudillos. El siglo XIX, representó otros cien años de inestabilidad y de conflictos para la nación mexicana, en los cuales la iglesia católica siguió siendo parte importante de la vida nacional pero con tintes más matizados, es decir no era ya la poderosa institución colonial que determinaba discrecionalmente la forma de conducir a la nación y gracias a las pugnas entre grupos centralistas y federalistas y posteriormente entre liberales y conservadores, se logró consolidar al Federalismo como el más adecuado para regir a México. 8 A lo largo de este siglo, los problemas de tráfico aumentaron a la par de la producción de carretas, como consecuencia se creó el primer Reglamento de Tránsito de la capital en 1830, “…que pretendió el control sobre la velocidad, las tarifas y el uso de los vehículos. Paulatinamente, la geometría urbana cambió y aparecieron construcciones francesas, las primeras glorietas y cruceros,…”11 Para el año de 1853, se constituye el Ministerio de Fomento, Colonización, Industria y Comercio (antecedente de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes), el cual tuvo a su cargo la construcción de nuevas carreteras generales como las siguientes: “México-Puebla. México-Orizaba-Jalapa-Veracruz. México-Acapulco. México-Morelia-Guadalajara-Tepic-Hermosillo. México-Querétaro-Guadalajara-Tepic-Hermosillo. México-Oaxaca-Tehuantepec-Tapachula. México-Querétaro-San Luis Potosí-Ciudad Victoria. México-Aguascalientes-Zacatecas-Durango-Chihuahua. México-Querétaro-San Luis Potosí-Monterrey.”12 Paralelamente, el siglo XIX vio nacer otro medio de transporte que jugaría un papel fundamental durante la Revolución Mexicana, una poderosa máquina de vapor construida sobre vías que facilitó en gran medida el transporte de mercancías y pasajeros por todo el territorio nacional y en la actualidad se 11 Jiménez Bautista, Flor, op. cit., nota 1, pp. 220 y 221. 12 Barona Mayorga, Leonardo R, op. cit., nota 4, p. 23. 9 encuentra en desuso: el ferrocarril. En el año de 1825, se otorgó la primera concesión para la construcción de una vía férrea que uniera la capital con el estado de Veracruz. “En 1855, los señores Mosso Hermanos obtienen la concesión del camino México-Villa de Guadalupe, pero no fue hasta el 4 de julio de 1857 cuando se inauguró el tramo bajo los auspicios de don Antonio Escandón. Este servicio inició con cuatro viajes diarios con tarifa general de cuatro reales (0.50 centavos) por viaje; ascendían a 300,000 pasajeros por año.”13 Posteriormente en 1861, se abrió la vía México-Chalco que unía con Tlalpan, Coyoacán y Mixcoac, a través del ferrocarril, sin embargo “…se consideró que el ruido de las máquinas de vapor afectaría a los habitantes de la ciudad, por lo cual se limitó el permiso en las calles, haciéndose éste exclusivamente de tracción animal…”14 El uso del ferrocarril fue muy útil para el transporte de carga en grandes volúmenes, sin embargo en materia de pasaje no tuvo el mismo impacto. El servicio ferroviario en estos años no prosperó, ya que los constantes accidentes en donde los involucrados eran peatones y máquinas de ferrocarril, motivaron a las autoridades de la capital a emitir un reglamento especial que controlara esta actividad, señalándose límites para su velocidad, precios y capacidad de transporte. Con el fin del siglo XIX, el transporte carretero de personas deja atrás un episodio en que su desarrollo se vio estancado por el contexto nacional y sólo hasta inicios del siglo XX pudo experimentar avances importantes, tanto en el 13 Jiménez Bautista, Flor, op. cit., nota 1, p. 221. 14 Idem. 10 ámbito tecnológico como en el jurídico, pues durante el presente siglo no existió, en estricto sentido, una regulación específica del transporte carretero. IV. Siglo XX. Madurez del servicio. En los primeros años de este siglo, México se encontraba gobernado por el General Porfirio Díaz cuyo régimen tiene como exponente, entre otros puntos, el desarrollo del ferrocarril y la construcción de varios kilómetros de vía férrea. Sin embargo, al igual que en la guerra de Independencia, la Revolución de 1910 generó un deterioro en las vías generales de comunicación y particularmente en la infraestructura carretera, debido al paso de la caballería sobre los caminos y puentes. a) Desarrollodel transporte carretero y su regulación anterior a 1940. Desde los primeros años de este siglo se hicieron latentes los avances jurídicos del transporte terrestre. “El 25 de agosto de 1903 se publicó el Reglamento de Circulación de Automóviles y el 28 de ese mismo mes el Reglamento de Coches de Alquiler para la Ciudad de México. El primero establecía 40 km/h como velocidad máxima en calzadas y caminos poco transitados, y 10 km/h en las calles de intenso tránsito. El 22 de septiembre de 1905 se estableció una junta en donde se le concedieron atribuciones para que se ocupara de la construcción y reparación de carreteras que tuvieran el carácter de vías generales.”15 15 Barona Mayorga, Leonardo R., op. cit., nota 4, pp. 23 y 24. 11 Respecto a los avances tecnológicos y a raíz de una huelga de tranviarios y ferrocarrileros en 1918, se crearon los primeros “camiones”. Estos fueron el resultado de desarmar parte de la carrocería de automóviles marca Ford y montando en ellas tablas de madera amarradas a los extremos del vehículo y cubiertas con mantas, convirtiendo así el automóvil en un vehículo para diez pasajeros. Este invento fue creado por los “choferes” (palabra que viene del francés chauffeurs) de coches de alquiler, quienes convirtieron sus unidades en camiones para suplir el servicio tranviario en la ciudad y trabajaron cobrando por persona la misma cantidad que los huelguistas. Al reanudar las labores, los tranviarios y ferrocarrileros se encontraron con la situación de que los nuevos camioneros prestaban servicio en las mismas rutas que aquellos operaban, sin embargo no vieron en estos últimos una amenaza seria, pues complementaban el servicio en horas de mayor afluencia de pasaje. Las “julias”, como ya se les conocía a estos camiones, se formaban alrededor de la plancha del zócalo y sobre avenida 5 de mayo desde tempranas horas del día y colocaban un cartón en el parabrisas indicando la ruta a recorrer, las cuales eran las mismas de los tranvías y posteriormente realizaban el servicio. Sin embargo, había ocasiones en que las rutas eran modificadas por capricho del operador o del mismo usuario “…, y se dieron casos en que el conductor bajara a dos pasajeros en alguna esquina cuando encontraba cuatro o seis que deseaban llegar a un punto fuera del circuito de los primeros ocupantes”.16 Paralelamente a 16 Del Río, Fanny, Historia de las comunicaciones y los transportes en México. El autotransporte, Secretaría de Comunicaciones y Transportes, México, 1988, p. 87. 12 este servicio nació el oficio de “cobrador”, quienes anunciaban las paradas que se harían durante el trayecto. Los choferes pronto comprendieron que la mejor forma de atraer pasajeros era mediante rutas fijas, por lo que el gobierno de la capital decidió implementar un régimen de permisos para rutas fijas para camiones de pasajeros. Como consecuencia de ello, se establecieron las primeras líneas de camiones en la capital, por ejemplo: Santa María Mixcalco y Anexas, Guerrero- San Lázaro, México-Tlalpan, México-Ixtapaluca y México-Texcoco así como los primeros servicios a Chimalhuacan, Chalco y desde la Ciudad de México. “Para el año siguiente ya operaban las rutas México-Toluca, México-Pachuca y México- San Juan Teotihuacan.” 17 En 1923 nace la Alianza de Camioneros de México, que fue una importante agrupación de autotransportistas de carga y pasajeros cuyo objetivo fue representar a sus agremiados ante el gobierno y participar de manera trascendental en las políticas de transporte. Para 1925 se constituyó la Comisión Nacional de Caminos, que poco tiempo después se transformó en la Dirección General de Caminos, adscrita a la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas (SCOP) y cuya tarea principal fue la construcción de las carreteras México-Puebla y México-Pachuca, así como la reglamentación del material a utilizar en los caminos, dependiendo de los vehículos que fueran a circular sobre ellos. Durante esos años se fundó la Alianza Camionera Veracruzana Flecha de Oro, primera agrupación en prestar el servicio de segunda clase en la ruta Perote- 17 Ibídem, p. 90. 13 Veracruz y que posteriormente coordinó sus servicios con la línea Puebla-Perote y México-Puebla Flecha Roja dando nacimiento a la actual Alianza Camionera Veracruzana Flecha Roja. “Para 1931 la línea México-Toluca se unió con la México-Zitácuaro y la México-Morelia, y ya contaba con cuatro autobuses pullman para 10 pasajeros.”18 La década de los treinta es importante para el presente estudio, pues ella vio nacer una regulación jurídica del autotransporte más organizada, por medio de la SCOP y el surgimiento de la Confederación Nacional de Transportes de la República Mexicana, que agrupó a todas las empresas de transporte del país. Este organismo se conformó por los dirigentes de Ferrocarriles Nacionales, la Compañía Mexicana de Aviación, la Alianza de Camioneros, la Compañía de Tranvías y un representante de las empresas navieras. Dicha organización se transformó, al final de la década, en la Cámara Nacional de Transportes y Comunicaciones. En 1931, bajo el mandato del Presidente Pascual Ortiz Rubio, se promulga la primera Ley sobre Vías Generales de Comunicación y Medios de Transporte, publicada el 29 de agosto de este año, la cual contaba con 769 artículos que regulaban la explotación de las comunicaciones y los transportes en todas sus modalidades, así como contratos y concesiones. El artículo 189 del libro segundo, referente a la explotación de los caminos señalaba los siguientes puntos: “1. La Secretaría de Comunicaciones habrá de fijar el número de vehículos que, según las necesidades de la región, debe establecerse en cada camino nacional; 2. las concesiones amparan un solo 18 Barona Mayorga, Leonardo R., op. cit., nota 4, p. 25. 14 vehículo y se otorgan a nombre de la persona que va a explotarlo; 3. ninguna persona puede explotar más de tres concesiones en la red de caminos; 4. para transferir una concesión es necesario contar con la autorización de la Secretaría y que el vehículo haya estado en servicio durante más de un año; 5. el concesionario podrá cambiar el vehículo por otro para mejorar el servicio que presta, pero el cambio debe estar autorizado por la Secretaría; 6. el plazo de vigencia de las concesiones no excederá de veinte años; 7. al fijar el número de vehículos en cada camino, la Secretaría habrá de determinar la parte de este número que ha de otorgarse a los vecinos de los estados por donde pase el camino, teniendo en cuenta las necesidades de cada región, su población y la ayuda material que los estados hayan dado para la construcción del camino en cuestión; 8. por ningún motivo los concesionarios de un mismo camino podrán constituirse en sociedad anónima, antes bien, habrán de hacerlo como cooperativa u otra sociedad similar; 9. serán causas de caducidad de las concesiones: a) que el concesionario se rehúse a formar parte de la sociedad cuando haya llegado el momento de constituirla, b) que se violen las bases constitutivas o estatutos de la sociedad, c) que, sin permiso de la Secretaría, se transfiera una concesión, d) que el concesionario muestre indisciplina o tienda a la desorganización, e) que el concesionario, sus empleados o agentes, reincidan en la violación del reglamento de tránsito, f) que no se instale el servicio dentro del plazo fijado por la Secretaría, y g) por motivos y causas expresadas en el permiso, también podrán revocarse las concesiones.”19 19 Del Río, Fanny, op. cit., nota 16, pp. 143 y 144.15 Como puede advertirse, esta ley buscaba impedir el acaparamiento de rutas en manos de unos cuantos transportistas y la participación de capital extranjero en las sociedades. Sin embargo, el artículo 190 del mismo ordenamiento dejaba la puerta abierta a personas de habla hispana o portuguesa para que pudieran obtener concesiones. Al año siguiente, el 29 de agosto de 1932, se promulgó una nueva Ley de Vías Generales de Comunicación y un Reglamento de Tránsito bajo el mandato del presidente Abelardo L. Rodríguez. 1936, fue un año nuevamente relevante para los concesionarios del transporte, pues el entonces titular de la SCOP, Francisco J. Mújica, envió al Congreso de la Unión un proyecto de reforma a la Ley de Vías Generales de Comunicación en materia de permisos de ruta. Este proyecto proponía restringir el otorgamiento de permisos, pasando de tres como lo establecía la ley de ‘32, a solo un permiso por ruta; asimismo se otorgarían permisos preferentemente a personas o sociedades que radicaran cerca de los caminos que pretendían explotar y se creaba una federación que fungiera como puente de entendimiento entre las cooperativas y el Departamento del Distrito Federal (DDF). Como era de esperarse, este “Proyecto Mújica” generó descontento entre los transportistas, básicamente por la restricción en el otorgamiento de permisos por ruta, así que decidieron realizar un paro de actividades que fue revocado pocas horas después de comenzar, pues los líderes de este movimiento: Antonio Díaz Lombardo y Martín Ruiz, dialogaron directamente con el presidente Lázaro Cárdenas para evitar que las reformas los perjudicaran a cambio suspender el paro. 16 Posteriormente, a finales de 1939, el Proyecto Mújica regresó intacto a la Cámara de Diputados y el 19 de febrero de 1940, se publicó la Ley de Vías Generales de Comunicación aún vigente, en medio de un contexto bélico que involucró al mundo entero, incluido México como consecuencia del discurso de declaración de guerra a las potencias del eje emitido por el presidente, Gral. Manuel Ávila Camacho, el 28 de mayo de 1942. En este período, la creación de líneas de autotransporte de pasajeros siguió dándose en cascada. Se inauguró el servicio directo a Acapulco por parte de Estrella de Oro; se fundó la línea Transportes del Norte, cuyos servicios complementó con transporte de carga a Puebla; se creó en Chihuahua la Sociedad Cooperativa de Transportes, que tiempo después se transformó en la Sociedad de Transportes Chihuahuenses, S. de R.L. y proporcionó servicio en la frontera norte de México a lo largo del Río Bravo, en la ruta Cd. Juárez- Guadalupe-Porvenir. “A ésta se integrarían, después, la Sociedad Cooperativa de Transportes, con servicio Chihuahua-Parral, y Turismos Rápidos Norteños, con servicio entre Chihuahua y Cd. Juárez.”20 b) Principales reformas a la Ley de Vías Generales de Comunicación hasta 1994 y su contexto nacional. Al finalizar la conflicto armado, el Gral. Ávila Camacho declaró que el autotransporte se preparaba para un desarrollo considerable y era preciso estudiar al gremio en cuanto a su desarrollo y modos de operar, para ello se creó una Comisión Mixta conformada por representantes de la SCOP, la Secretaría de 20 Ibídem, p. 101. 17 Economía Nacional (hoy Secretaría de Economía), Secretaría de Gobernación, de Hacienda y Crédito Público, el DDF, Petróleos Mexicanos (PEMEX), la Confederación Nacional de Cooperativas, las Confederaciones de Cámaras de Comercio e Industria y la Alianza de Camioneros de México. “Esta última presentaría ante la comisión un memorando de los principios básicos que la Alianza juzgaba oportuno respetar, eran, a saber, a) nacionalismo en la industria; b) libertad de asociación; c) defensa de la pequeña propiedad; d) transformación del permiso en concesión y goce de la misma por 20 años; e) derecho de transmisión de las concesiones; f) transmisión por defunción; g) derecho de preferencia a los concesionarios para el aumento de concesiones en una ruta determinada; y h) la creación de una comisión técnica consultiva.”21 Esta comisión técnica quedaba integrada por un representante de la Secretaría de Economía Nacional, un representante del autotransporte de pasajeros, otro del sector carga y un representante de las Confederaciones de las Cámaras de Industria y de Comercio. Las funciones de la Comisión Mixta de Autotransporte duraron hasta 1946, enviándose las propuestas a la SCOP y posteriormente al Congreso de la Unión para su aprobación. Con la llegada del Lic. Miguel Alemán Valdés a la presidencia de México en diciembre de 1946, se crea una nueva Comisión de Autotransporte para estudiar el proyecto de reformas elaborado durante el sexenio anterior, las modificaciones resultantes se publicaron en el Diario Oficial de la Federación del 09 de enero de 1948 mediante el “Decreto que reforma el Capítulo Segundo, Título Segundo. 21 Ibídem, p. 146. 18 Libro Segundo de la Ley de Vías Generales de Comunicación de 30 de diciembre de 1939”22, dichas reformas clasifican al autotransporte de pasajeros en tres modalidades, de conformidad con el artículo 152, primer párrafo de la Ley: a) Servicio de primera. b) Servicio de segunda. c) Servicio exclusivo de turismo. La fracción I del mismo artículo señala que las concesiones únicamente podrán conferirse a mexicanos por nacimiento y a sociedades constituidas por éstos conforme a las leyes del país y en ningún caso podrán conferirse a sociedades cuyo capital esté total o parcialmente representado por acciones al portador. Asimismo, la fracción II facultaba a la SCOP para determinar el número de rutas a explotar, su extensión y la clase de servicios a prestar, exigía requerimientos a las sociedades transportistas en cuanto a sus acciones y movimientos de capital. Se obligaba a los concesionarios a agruparse en cooperativas, según lo señalado en la fracción III del mismo artículo 152 de la Ley, cuando estos fueren bastantes en número para constituirlas en una o varias rutas, a menos que el número de vehículos del transportista fuera el suficiente para cubrir la demanda y se limitaba a personas físicas concesionarias para operar hasta con 5 vehículos, de acuerdo a lo establecido en la fracción IV. En los casos en que temporalmente se presentase una demanda extraordinaria en el transporte, la SCOP podía otorgar permisos eventuales para la 22 “Decreto que reforma el Capítulo Segundo, Título Segundo. Libro Segundo de la Ley de Vías Generales de Comunicación de 30 de diciembre de 1939”. Diario Oficial de la Federación. Edición Matutina. Única Sección, publicado el 09 de enero de 1948. 19 satisfacción inmediata del servicio, dando preferencia a los concesionarios de líneas regulares establecidas en la ruta; en su defecto, a concesionarios de otras líneas y en último extremo a transportistas particulares. En aquellos puntos donde no existiera servicio público autorizado, el transporte de personas era libre, entretanto se establecían esos servicios y no estaba sujeto a más condiciones que las aplicables en materia de circulación de vehículos. Lo anterior se establecía en el penúltimo y último párrafo de la fracción V del artículo 153 de la Ley. Por su parte, el artículo 156 suscribía que las concesiones se otorgaban por un plazo de diez años prorrogables, siempre y cuando los concesionarios cumplieran óptimamente con sus obligaciones, asimismo los derechos de dichas concesiones podían transmitirse bajo la condición de que los concesionarios actuaran conforme a la ley y previa autorización de la autoridad. Por último, el artículo 160 facultaba a la SCOP para modificar, entodo momento, las clases de servicios y el número de vehículos a operar en una ruta o tramo así como su capacidad, peso y demás especificaciones, tomando en cuenta los dictámenes de la Comisión Técnica Consultiva. Como consecuencia, la competencia en el autotransporte de estos años se volvió escasa, pues la autoridad determinaba discrecionalmente las rutas, los servicios a prestarse, la cantidad de vehículos que podían trabajar y principalmente limitaba el otorgamiento de concesiones y permisos dependiendo la calidad del servicio que ofrecieran los concesionarios, situación que ejemplifica perfectamente la intención del Gral. Ávila Camacho de promover el progreso del autotransporte. 20 Estas reformas procuraron también acabar con los autotransportistas “piratas” que inundaban el territorio nacional y tratar de regularizarlos, pues el objetivo era estabilizar al transporte carretero y encuadrarlo en las disposiciones legales, para evitar la clandestinidad y fomentar un servicio de calidad. Sin embargo, la ampliación de la red carretera federal, el crecimiento poblacional, el incremento en la demanda de transporte en más puntos de la República Mexicana y las variaciones en la economía nacional durante los siguientes cincuenta años hicieron que estas disposiciones, fuera de controlar el autotransporte, impidieran el desarrollo del mismo, pues las grandes líneas de autotransporte de pasajeros, fundadas en la primera mitad del siglo XX, ya tenían asignadas las rutas y concesiones, operaban con suficiente número de vehículos para cubrir los caminos y dada la exclusividad de rutas, en ciertas regiones las líneas acaparaban el servicio en todas sus modalidades, lo que hizo que se convirtieran, con el paso del tiempo, en los grandes imperios del transporte de pasajeros que operan hoy día por regiones en toda la República Mexicana, impidiendo así una verdadera competitividad en el sector. El autotransporte de pasajeros se desarrolló a la par del entramado carretero en México, en el periodo del maximato “… se logró enlazar por carretera las ciudades de Tehuacán, Córdoba, Acapulco, Cuautla y Valladolid; también Monterrey y Nuevo Laredo.”23 “Entre 1941 y 1946, la red carretera mexicana llegó a Oaxaca, Tuxtla Gutiérrez, San Cristóbal de las Casas, Comitán y Ciudad Juárez, asimismo enlazó a Guadalajara y Nogales.”24 Estos caminos fueron construidos 23 Barona Mayorga, Leonardo R., op. cit., nota 4, p. 25. 24 Idem. 21 por la Federación en cooperación con las entidades federativas, como lo permitía la Ley Sobre Construcción de Caminos en Cooperación con los Estados, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 08 de mayo de 1934 y abrogada por la Ley de Caminos, Puentes y Autotransporte Federal, aun vigente. En la segunda mitad de los años cuarenta se inaugura una terminal de pasajeros operada por Líneas Unidas del Sur México-Cuernavaca-Acapulco, Estrella de Oro prolongó sus servicios a Zihuatanejo y la Unión de Permisionarios de Rutas Foráneas inició sus servicios entre la Ciudad de México y Durango con servicios de primera clase. “Las organizaciones estatales sumaban, en las líneas afiliadas, once empresas: las Alianzas de Camioneros de Jalisco, Puebla, San Luis Potosí y Veracruz; la de Aguascalientes y Ramales; Autotransportes Urbanos de Acapulco y Chihuahua; los Camioneros Unidos de Zacatecas; la Confederación de Autotransportes del Estado de México; Líneas Urbanas de Monterrey y Transportes Michoacanos del Sur. Los camioneros foráneos de primera clase eran nueve: ADO, Autobuses de Oriente y Autos Pullman de Veracruz; Aguascalientes- Ciudad Juárez; Corsarios del Bajío; Cuernavaca Estrella de Oro; Toluca Triángulo Flecha; Tuxpan Línea Estrella; Tuxpan Tres Estrellas y Zacatepec Jojutla Grutas. En cuanto a los foráneos de segunda, estaban: Autobuses Centrales de México; Chimalhuacan-Los Reyes; Coatepec-Chalco; Cuautla-Oaxaca Flecha Roja; Noroeste y Monte Alto; Pachuca Flecha Roja; Puebla Flecha Roja; San Pedro Santa Clara; Sierra Norte de Puebla; Tenango del Valle; Teotihuacan y ramales; 22 Texcoco-Calpulalpan; Toluca Flecha Roja; Transportes Frontera; y Tuxpan- Tampico La Flecha.”25 La proliferación de terminales de pasajeros fue otro fenómeno que demandó una regulación eficiente por parte del gobierno del Lic. Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970), pues era tal la cantidad de terminales dispersas por la ciudad de México que llegaban a causar muchas dificultades a usuarios y operadores por su difícil acceso, pérdidas de tiempo para arribar y gasto innecesario de combustible, independientemente de las escasas y transitadas vialidades para llegar a ellas. Esta desorganización motivó a la Comisión de Estudios de Terminales de Autobuses Foráneos (CETAF), adscrita a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, a promocionar la construcción de terminales centrales, mediante las siguientes medidas: a) Creación de terminales centrales de pasajeros que agrupasen a todas las líneas de pasajeros de una misma región, zona o ciudad. b) Establecimiento de centrales en puntos limítrofes de la capital. Resultado de lo anterior, fue la construcción en la década de los setenta de cuatro terminales centrales de pasajeros de la ciudad de México, ubicadas en los puntos cardinales de la misma, lo cual agilizó la salida y llegada de autobuses, facilitó al usuario la utilización del servicio y brindó otros complementarios como estacionamientos, tiendas comerciales, salas de espera, sanitarios y andenes de ascenso y descenso de pasajeros. Es conveniente precisar que estas terminales centrales de pasajeros, forman parte de las vías generales de comunicación, por lo que al concesionarse 25 Del Río, Fanny, op. cit., nota 16, pp. 110 y 111. 23 el servicio de autotransporte federal de pasajeros los transportistas se obligan a establecer terminales en los puntos de origen y destino de sus rutas. Por otra parte, el trabajo legislativo en materia de autotransporte alcanzó importantes resultados durante la gestión del Lic. José López Portillo y Pacheco (1976-1982), se estableció el Programa de Desarrollo de Autotransporte Federal desde 1977 y hasta el final del sexenio, con el cual se buscó aumentar la eficiencia y mejorar la seguridad integral de los servicios; el marco regulatorio en torno al autotransporte fue ampliado y se concretaron acciones que elevaron la calidad del servicio . “Los avances más importantes fueron los siguientes: creación de los Comités Estatales o Regionales, de Ruta y Técnicos del Autotransporte, la modificación del Capítulo XI del Reglamento del Capítulo de Explotación de Caminos de la Ley de Vías Generales de Comunicación, la expedición del nuevo Reglamento de la Policía Federal de Caminos y la concertación de acciones jurídicas entre la S.C.T. y la Procuraduría General de la República para dar facilidades a quienes se involucren en accidentes en carreteras federales.”26 Para el final del sexenio Lopezportillista “…los caminos de jurisdicción federal llegaron hasta los 41 000 km en noviembre de 1982”27 y hacia 1986 el autotransporte movilizaba alrededor del 96% de los pasajeros que necesitaban usar un medio de transporte para trasladarse por el territorio nacional. Como se puede observar, México nunca despegó el dedo del renglón en el desarrollo del autotransporte. Para los años ochenta la infraestructura carretera cubría gran parte del territorio nacional, el autotransporte de carga y pasajeros 26 Ibídem, pp. 148 y 149. 27 Barona Mayorga, Leonardo R., op. cit., nota 4, p. 27. 24 operaban bajo la batuta de la modernización y el mejoramiento constante en la calidad del servicio, sin embargo ¿cuálera la realidad de estos sectores a nivel internacional? Ciertamente había desarrollo, pero el sistema de transporte en general se había vuelto rígido y exclusivo, debido a una legislación anacrónica y compleja, lo que generó un rezago en el autotransporte haciéndolo inadecuado e ineficiente internacionalmente. Esta situación comenzó a cambiar en 1986, cuando México ingresó al Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio (GATT) con el fin de abrirse al libre mercado, lo cual implicó la planeación de una infraestructura carretera más diversificada y de un sistema de transporte eficiente que no entorpeciera el traslado de mercancías entre países, pero no fue sino hasta 1988 cuando el autotransporte sufrió un cambio de fondo que lo revolucionaría para la posteridad, éstos cambios implicaban reformas jurídicas, institucionales, administrativas y operativas. Según el Plan Nacional de Desarrollo 1989-1994, las directrices bajo las cuales se debía reestructurar el sistema de transporte eran las siguientes: “la desregulación de los distintos servicios de transporte con el fin de reducir sus costos de operación, favorecer la competencia y estimular la competitividad de los transportistas nacionales hasta alcanzar estándares internacionales; las facilidades creadas para ampliar y facilitar la participación del capital privado nacional e internacional, incluso en áreas antes destinadas 25 exclusivamente a mexicanos: caso de las telecomunicaciones y los servicios aéreos y ferroviarios; la promoción de un amplio proceso de privatización, tanto en la esfera de la infraestructura como de los servicios, facilitando ampliamente la participación de la empresa privada nacional e internacional.”28 Para efectos de este estudio será preciso analizar el primer punto relativo a la desregulación. El sexenio de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), tiene una trascendencia especial en el autotransporte federal de pasajeros, ya que la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte con Estados Unidos y Canadá materializó el cambio en las estructuras de transporte planeado desde 1986 y a lo largo de toda la administración Salinista se emitieron una serie de reglamentos que permitieron una apertura comercial del transporte, así como una mayor competitividad al interior de la actividad. La desregulación se realizó principalmente en el área de las comunicaciones y los transportes, respecto al autotransporte federal de pasajeros significó la derogación de las disposiciones relativas a la materia en el antiguo Reglamento del Capítulo de Explotación de Caminos de la Ley de Vías Generales de Comunicación, para regular su contenido en un Reglamento específico, lo mismo aplicó para el autotransporte federal de carga y el servicio exclusivo de turismo. 28 Chías Becerril, Luis, “Cambios en la estructura del sistema nacional de transportes”, septiembre- noviembre de 2012, http://132.248.35.1/bibliovirtual/Libros/Aguilar/Econ/CHIAS.htm 26 Así, el 30 de mayo de 1990, se publicó en el Diario Oficial de la Federación el Reglamento para el servicio público de autotransporte federal de pasajeros, el cual establecía principalmente: “Apertura y simplificación en el otorgamiento de permisos y concesiones. Desconcentración de los centros de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. Prestación libre de servicios en terminales aéreas y portuarias. Permisos por tiempo indefinido. Establecimiento de nuevos servicios de acuerdo con la comodidad y el lujo, con la antigüedad máxima de los vehículos y servicios complementarios para los de lujo. Libertad de elección de itinerario para el permisionario. Reglas claras de entrada y salida de las rutas, así como respecto a itinerarios y horarios mínimos. Mecanismos de información al usuario respecto a cambios en los horarios. Liberación de tarifas.”29 Este ordenamiento señalaba en su artículo 2o., que el servicio público de autotransporte federal de pasajeros “Es el que se presta en caminos de jurisdicción federal, en forma continua, uniforme, regular y permanente, para comunicar poblaciones de una o varias entidades federativas, con el que se satisfacen necesidades colectivas de transporte público, se garantizan el 29 Hernández Ramírez, Laura, Comercialización internacional de los servicios en México. Marco jurídico, McGraw-Hill, México, 1998, pp. 115 y 116. 27 cumplimiento de horarios y frecuencias para la salida y llegada de autobuses, ascenso y descenso de pasajeros y dispone de instalaciones conexas. El servicio se ofrece al público contra el pago de prestaciones en numerario.” Dicha definición señala perfectamente las características de este servicio como la regularidad, puntos de origen y destino y la retribución que el usuario pagará por su uso. Otra particularidad del nuevo Reglamento es el otorgamiento de permisos para la explotación de servicios de “reducida importancia o de modalidades particulares en los términos de la Ley”, es decir permisionarios estatales que utilizan caminos de jurisdicción federal, en un tramo no mayor a treinta kilómetros, para operar sus rutas. La instauración de la modalidad “Primera de lujo” fue otro de los puntos novedosos del Reglamento en cuestión, dicho servicio exigía características especiales en los vehículos, como sanitario, asientos reclinables, cortinas y equipo de entretenimiento para mayor confort del pasajero, lo cual representó un avance importante en la modernización operativa del transporte, sin reemplazar a los servicios de primera y segunda clase que ya existían. En suma, la desregulación del autotransporte federal de pasajeros permitió mejorar la operación, competitividad y desarrollo del sector a través de un reglamento más flexible e incluyente, sin embargo su vigencia no fue muy prolongada pues la modificación de la estructura jurídica fue constante durante toda la administración Salinista. Finalmente, el 22 de diciembre de 1993 se publicó en el Diario Oficial de la Federación la Ley de Caminos Puentes y Autotransporte Federal (LCPAF), que derogó varias disposiciones relativas a la 28 explotación de caminos consagradas en la Ley de Vías Generales de Comunicación y abrogó la Ley sobre Construcción de Caminos en Cooperación con los Estados de 1934. Once meses después, el 22 de noviembre de 1994, se publicó el nuevo y vigente Reglamento de Autotransporte Federal y Servicios Auxiliares (RAFSA), el cual abrogó los reglamentos para el servicio público de autotransporte de carga, pasajeros y del servicio exclusivo de turismo, ahora denominado autotransporte federal de turismo, creados como consecuencia de la desregulación a finales de los años ochenta. Lo más destacable de la nueva ley y su reglamento es el cambio de régimen de concesiones a permisos para la explotación de los servicios de autotransporte, con ello las concesiones quedan reservadas al área carretera y se da mayor libertad a los permisionarios para operar autotransporte federal. En el caso del servicio de carga, se suprime la obligación de operar en rutas y utilizar terminales de carga para hacerse de forma libre en los caminos de jurisdicción federal; en turismo se eliminan los circuitos turísticos y se da completa libertad a los permisionarios de proporcionar o no paquetes turísticos a sus usuarios. Con el nacimiento de la LCPAF y el RAFSA, se cierra una etapa en la historia de México, en la cual el autotransporte de pasajeros se fue estancando con el paso de los años por una legislación que se tornó arcaica, pues el contexto en el cual fue creada cambió drásticamente por el crecimiento demográfico y las demandas que ello implica. En el respectivo apartado se analizará la situación del autotransportefederal de pasajeros desde 1994 hasta nuestros días. 29 c) Creación de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. Ya se había hecho mención del surgimiento de esta Secretaría de Estado en los primeros apartados, sin embargo su función reguladora del transporte mexicano exige tratar su desarrollo y los principales cambios en relación al sector autotransporte. El nacimiento de México como país independiente trajo aparejada una serie de cambios organizacionales y administrativos en el sistema político que ayudaron a fincar las bases del régimen federalista vigente en la actualidad. El primer imperio instaurado, al mando del emperador Agustín de Iturbide, concentró la sede de los Tres Poderes de la Unión en la Ciudad de México en 1824, naciendo así el Distrito Federal, a la vez que instituyó cuatro Secretarías de Estado y del Despacho encargadas de regular las actividades nacionales: “la de Relaciones Interiores y Exteriores; la de Justicia y Negocios Eclesiásticos; la de Guerra y Marina y la de Hacienda.”30 Respecto a la primera Secretaría, se le asignó el ramo de las comunicaciones, los transportes y las obras públicas, posteriormente se le adicionó la función de gobernación, caminos y peajes y la conservación del Palacio Nacional. En 1853, se creó la Secretaría de Fomento, Colonización, Industria y Comercio, como parte de un intenso trabajo de reestructuración de la administración pública federal, esta dependencia se encargó de las vías generales de comunicación, cuestiones fiscales, mantenimiento de edificios del gobierno nacional y, en general, del progreso material de México, sin embargo, el 30 Guerrero, Omar, del Palacio, Jaime, Cárdenas, José Odilón y Rius, Manola, “Crónica de la secretaría de comunicaciones y transportes: 1891-1991”, México, septiembre-noviembre de 2012, http://www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/rap/cont/79/pr/pr10.pdf 30 crecimiento poblacional exigía del gobierno una mayor cantidad y calidad de servicios públicos, lo que significó la creación de una institución más capaz de satisfacer las demandas de la ciudadanía. La respuesta a esta problemática fue la división de la Secretaría de Fomento, Colonización, Industria y Comercio en dos dependencias: la Secretaría de Fomento y la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas (SCOP). “En consecuencia, se estableció que el ámbito de responsabilidad de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas abarcara los correos interiores, las vías marítimas de comunicación o vaporescorreo, la relación con la Unión Postal Universal, los telégrafos, los teléfonos, los ferrocarriles, las obras portuarias y los faros; los monumentos públicos y las obras de utilidad y ornato; las carreteras y calzadas; los puertos, ríos, puentes, lagos y canales; la conserjería y las obras en los palacios Nacional y de Chapultepec, y el desagüe del valle de México.”31 Al iniciarse el siglo XX, se estableció la Inspección de Caminos, posteriormente en la década de los veinte se creó la Comisión Nacional de Caminos, por medio de la cual el autotransporte de pasajeros comenzó a operar bajo supervisión y vigilancia de la SCOP y en 1928 se creó la Oficina de Tránsito en los Caminos Federales, dependiente del Departamento de Caminos y Puentes, adscrita a la Secretaría. En las siguientes décadas la esfera de competencia de la SCOP siguió incrementándose. “En 1936, la organización de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes integraba las direcciones generales de Correos y Telégrafos, y de Ferrocarriles, Tránsito y Tarifas; los Departamentos de Comunicaciones Aéreas; 31 Idem. 31 de Marina; Jurídico; de Obras Públicas; de Edificios, y de Prensa y Publicaciones; y la Dirección Nacional de Caminos.”32 “En la etapa presidencial de Adolfo López Mateos los cambios de mayor relieve que experimentó la administración pública se debieron a la expedición de una nueva Ley de Secretarías y Departamentos de Estado, el 24 de diciembre de 1958. La Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, después de casi siete décadas, abandonó la segunda materia y se ciñó a las comunicaciones y a los transportes, en tanto que la rama desprendida dio origen a la Secretaría de Obras Públicas (SOP). Esta fue una de las transformaciones funcionales más radicales de la Secretaría desde su fundación, en 1891. La Secretaría de Obras Públicas tenía a su cargo la construcción y conservación de edificios públicos, monumentos, obras de ornato, obras públicas de fomento o interés general, caminos federales, puentes, vías férreas y aeropuertos. Asimismo, establecía leyes y normas de los contratos para la construcción de obras públicas. Para la realización de algunos trabajos, podía contar con la colaboración de los gobiernos de las entidades federativas y municipales, con la de particulares, e incluso con la de los gobiernos de otros países. Al suprimirse la Dirección General de Caminos, se crearon en su lugar la Dirección General de Construcciones Federales, la de Conservación y la de Caminos de Cooperación.”33 En colaboración con estas direcciones, se creó en 1962, la Dirección General de Tránsito Federal encargada de regular y vigilar el autotransporte federal y servicios auxiliares. 32 Idem. 33 Idem. 32 Durante el sexenio del Lic. Luis Echeverría Álvarez (1970-1976), la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), siguió experimentando cambios organizacionales importantes. En 1971, la Dirección General de Tránsito Federal se transforma en la Dirección General de Autotransporte Federal (DGAF), para 1973, el Departamento de Inspección General se convierte en Dirección General de Inspección y la Dirección General de Tarifas, Maniobras y Servicios Conexos, cambió su nombre a Dirección General de Tarifas, Terminales y Servicios Conexos, que coadyuvaban con el autotransporte del país al encargarse de vigilar el correcto funcionamiento de las terminales de carga y pasajeros. Respecto a la DGAF, en 1976, contaba con cuatro subdirecciones generales: la Técnica, de Concesiones y Permisos, de Operación y la Administrativa y al año siguiente se crearon los Comités de Autotransporte Federal con el objeto de ser asesores de la SCT. Posteriormente, a raíz de las medidas de austeridad económica promovidas por la administración de Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988), la SCT fusionó a la Dirección General de Ferrocarriles con la de Autotransporte Federal para dar paso a la Dirección General de Transporte Terrestre (DGTT) el 28 de noviembre de 1988, lo que generó que las Delegaciones de Autotransporte Federal se convirtieran en Delegaciones de Transporte Terrestre con el fin de atender a los servicios ferroviarios y de autotransporte, las cuales se encontraban subordinadas a los Centros SCT de cada entidad federativa, pero debido a la demanda de trabajo dichas Delegaciones tuvieron que dividirse en dos departamentos: de Autotransporte Federal y de Transporte Ferroviario, para su mejor funcionamiento. 33 Finalmente para 1994, la Dirección General de Transporte Terrestre retomó el nombre de Dirección General de Autotransporte Federal, vigente en la actualidad, en virtud de haber desincorporado de sus funciones al servicio ferroviario, pasando este a la Dirección General de Tarifas, Transporte Ferroviario y Multimodal. Actualmente la Secretaría de Comunicaciones y Transportes regula las telecomunicaciones, la infraestructura carretera, las radiodifusiones y los transportes, de los cuales destaca el autotransporte como una actividad que demanda una mejor calidad de servicios respecto de sus prestadores por parte del público usuario. d) Nacimiento de la Cámara Nacionaldel Autotransporte de Pasaje y Turismo y de la nueva era del autotransporte. La Cámara Nacional del Autotransporte de Pasaje y Turismo (CANAPAT) “…es una institución de interés público, sin fines de lucro, autónoma, con personalidad jurídica y patrimonio propios, que agrupa a personas físicas y empresas autotransportistas de pasaje y turismo, sus terminales, centros de capacitación, talleres y servicios de paquetería.”34 Nace en 1989, como resultado de la desintegración de la antigua Cámara Nacional de Transportes y Comunicaciones, que al agrupar a todos los medios de transporte del país se obstaculizaba su buen funcionamiento, pues sus miembros 34 CANAPAT, “¿Qué es la CANAPAT?”, Cámara Nacional del Autotransporte de Pasaje y Turismo (CANAPAT), México, septiembre-noviembre de 2012, http://amtm.org.mx/congreso_ponencia3/PRESENTACION_CANAPAT_LIC_ALFREDO_CARD ENAS.pdf 34 perseguían objetivos diferentes y en muchas ocasiones los intereses de los gremios chocaban entre sí. Debido a esto y a iniciativa de grandes transportistas como A.D.O., Estrella Blanca, Omnibus de México y Flecha Amarilla se fundó, el 28 de septiembre de 1989, la CANAPAT. El objetivo fue agrupar a los autotransportistas de pasajeros y turismo para defender sus intereses comunes en momentos de grandes cambios, asimismo se buscó ser un ente con legítima representación que pudiera opinar acerca de las políticas de autotransporte. Este organismo colaboró en la desregulación del transporte carretero federal de pasajeros y turismo en 1990, cuyo exponente principal fue el cambio de régimen de concesiones a permisos para la explotación del autotransporte, igualmente tuvo una destacada participación en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte en materia de autotransporte nacional e internacional. Con el paso del tiempo, la CANAPAT realizaría una importante labor para renovar los parques vehiculares de sus afiliados y mejorar la calidad en la seguridad de los caminos, puentes y las terminales de pasajeros. Como resultado de este trabajo, en los años noventa los permisionarios de pasajeros y turismo pudieron adquirir unidades con tecnología de punta, lo que “…generó una revolución en el mercado de autobuses considerablemente más cómodos.”35 Sin embargo, esta modernización fue suspendida violentamente entre 1995 y 1997, debido a una de las peores crisis económicas en la historia de México, que impactó negativamente en todos los ámbitos de la vida nacional y el 35 Barona Mayorga, Leonardo R., op. cit., nota 4, p. 27. 35 autotransporte no fue la excepción. Las empresas que importaron unidades nuevas tuvieron que pagarlas en dólares a pesar de haberse facturado en pesos, la afluencia de pasaje decreció y como agravante a esta situación, la infraestructura carretera financiada por instituciones bancarias se tornó incosteable por las estratosféricas cuotas de peaje que se llegaron a cobrar en ese momento. Posteriormente, superada la crisis, la CANAPAT amplió la gama de servicios que ofrecía a sus afiliados, otorgando asesoría jurídica y fiscal, gestoría ante autoridades de los tres niveles de gobierno y cursos de capacitación para operadores y actualización del personal administrativo. En suma, la CANAPAT ha revolucionado el autotransporte de pasajeros y turismo para poner a México a la altura de los países con economía estable, sin embargo detrás de la Cámara se encuentran grandes consorcios de transporte que controlan al organismo para responder más a sus necesidades particulares que a los del gremio en general. Los denominados “hombre-camión”, son quienes más resienten el abuso de las autoridades en las carreteras y generan la mayor cantidad de accidentes de tránsito dada su falta de capacitación y la vida útil rebasada de sus vehículos, que ya no cumplen con los estándares de seguridad y comodidad señalados en las normas oficiales mexicanas. Es urgente que la institución en comento y aquellas relacionadas con su labor, brinden mayores facilidades a estos pequeños transportistas, quienes carecen de medios para incorporarse a los programas de chatarrización y capacitación respectivamente, pues ellos representan la mayor cantidad de permisionarios del país, principalmente de turismo. 36 V. El autotransporte federal de pasajeros en nuestros días. A lo largo del presente capítulo se ha explicado la evolución del transporte de pasajeros en México y los principales instrumentos jurídicos regulatorios del mismo, considerando a la Ley de Vías Generales de Comunicación como el eje rector de esta actividad. Para concluir este apartado es preciso hacer una referencia sobre la situación que guarda este servicio público en la actualidad. En el presente año “…el autotransporte moviliza el 97%...”36 de los usuarios dentro del territorio nacional a través de diferentes clases de vehículos, tales como autobuses, vagonetas, camionetas y automóviles, siendo los autobuses la principal fuente de movilización. En México el servicio de autotransporte federal de pasajeros es satisfecho completamente por personas morales, en su mayoría sociedades anónimas de capital variable, que a su vez se conforman en grupos empresariales que dan el servicio por zonas. Entre los principales están: “Grupo Estrella Blanca”, cuya zona de operación cubre veintiocho entidades federativas, abarcando el norte del país, el bajío, zona centro y entidades como Oaxaca y Veracruz. “Grupo ADO”, que cubre la demanda de transporte en el sureste mexicano, Golfo de México y zona centro-sur. “Grupo Flecha Amarilla”, que opera en el centro-occidente del territorio nacional y zona del bajío. 36 Subsecretaría de Transporte, Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Estadística Básica del Autotransporte Federal 2011, México, septiembre-noviembre de 2012, http://www.sct.gob.mx/fileadmin/DireccionesGrales/DGAF/EST_BASICA/EST_BASICA_2011/Es tadistica_Basica_del_Autotransporte_Federal_2011.pdf 37 “Grupo IAMSA”, (Inversionistas en Autotransportes Mexicanos), compite con los Grupos de Estrella Blanca y Flecha Amarilla en las mismas regiones. “Grupo Senda”, opera en la zona norte del país, abarcando entidades federativas como Sonora, Chihuahua, Durango, Nuevo León, entre otras. En materia jurídica, los dos instrumentos legales que regulan a la actividad en cuestión hoy en día son la Ley de Caminos, Puentes y Autotransporte Federal y el Reglamento de Autotransporte Federal y Servicios Auxiliares, con apoyo de varias normas oficiales mexicanas que en su momento se analizarán, como la de pesos y dimensiones y la que determina las modalidades de los servicios de autotransporte. La DGAF, adscrita a la SCT sigue siendo la encargada de vigilar, controlar y regular el autotransporte por las carreteras de México, ayudada por la CANAPAT y otros organismos de la iniciativa privada que brindan servicios de chatarrización, capacitación y expedición de licencias federales de conductor. El autotransporte federal de pasajeros en México es considerado por algunos autores, como el Lic. Leonardo R. Barona Mayorga, como el mejor organizado y más eficiente a nivel internacional, dada la forma de operación de las empresas permisionarias y la variedad de servicios que se ofrecen, por otra parte, la calidad del servicio en general es aceptable y ha sido bien recibido por el público usuario, sin embargo el único punto que no parece subsanarse es el de la seguridad a bordo de las unidades, pues los constantes asaltos generan en la población miedo al abordar un autobús e indignación por la violencia utilizada. 38 CAPÍTULO SEGUNDO. Definición y clasificación del transporte
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