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1 UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES APUNTES PARA UNA EVALUACIÓN SOCIAL DE LA ESCUELA CONTEMPORÁNEA: HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN CIUDAD GUZMÁN, JALISCO T E S I S QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE Licenciada en Sociología PRESENTA GISELA NOEMÍ CRUZ SÁNCHEZ ASESORA DE TESIS: DRA. AURORA ZLOTNIK ESPINOSA MÉXICO, DF 2011 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 ÍNDICE INTRODUCCIÓN | 3 Primera parte. De la época de los indios a la Independencia | 6 Capítulo 1.- Educación y cultura en Tzapotlan- Tlayolan | 7 Capítulo 2.- La educación religiosa en España | 9 Capítulo 3.- España al mando | 10 Capítulo 4.- Guerra de Independencia| 21 1.4.1 Primera etapa | 21 1.4.2 Segunda etapa: Guerrilla insurgente | 23 1.4.3 Tercera etapa: Consumación de la independencia | 24 Segunda parte. Conflictos entre liberales y conservadores | 27 Capítulo 1.- ¿Cómo Europa o como Estados Unidos? Conservadores vs Liberales | 27 Capítulo 2.- Nacimiento de Jalisco como entidad federativa | 29 Capítulo 3.- Zapotlán se independiza de Sayula | 32 Capítulo 4.- El Porfiriato en Ciudad Guzmán | 38 Capítulo 5.- Efectos del ferrocarril en Ciudad Guzmán | 42 Tercera parte. Revolución y época contemporánea | 44 Capítulo 1.- Revolución Mexicana (1910-1934) | 44 3.1.1 1910 – 1925 | 44 3.1.2 ¡Viva Cristo Rey! (Revolución Cristera) | 50 3.1.1 Agrarismo | 51 Capítulo 2.- Ciudad Guzmán 1940-2011: el priismo y el cambio | 53 3.2.1 Crisis económica | 55 3.2.2 Globalización (1980- 2011) | 56 Cuarta parte. Ciudad Guzmán, hoy | 66 Capítulo 1.- Las escuelas guzmanenses, hoy | 68 4.1.1 Educación Inicial | 68 4.1.2 Educación Básica | 68 4.1.3 Educación Media Superior y Superior | 70 4.1.4 Educación para grupos vulnerables | 71 4.1.4.1 Educación para niños y jóvenes con necesidades especiales | 71 4.1.4.2 Educación para la población en rezago educativo | 72 Capítulo 2.-La evaluación y el diseño de políticas educativas en Ciudad Guzmán, hoy | 74 4.2.1 Recomendaciones | 88 CONCLUSIONES | 91 ANEXO ESTADÍSTICO | 93 BIBLIOGRAFÍA | 96 3 INTRODUCCIÓN La comunidad de Ciudad Guzmán, que se localiza en el Municipio de Zapotlán el Grande, Jalisco, se ha visto afectada por una administración pública de carácter centralista que poco se ha preocupado por generar procedimientos que investiguen y atiendan de manera oportuna las situaciones educativas que así lo requieran. Así lo demuestran los informes del Comité de Planeación para el Desarrollo del Municipio de Zapotlán el Grande (COPLADEMUN), que, según el artículo 45, fracción VII de la Ley de Planeación para el Estado de Jalisco y sus municipios, es el encargado de “Coordinar la elaboración, evaluación y en su caso actualización o sustitución del Plan Municipal de Desarrollo y los programas derivados del mismo, considerando las propuestas de las dependencias y entidades de la administración pública municipal, del sector privado y de la sociedad en general” 1 y, sin embargo, formula un Plan Municipal de Desarrollo donde las únicas líneas de acción se orientan a “Aplicar a mediano plazo, con eficiencia y transparencia, los programas de la Secretaría de Educación, gobierno estatal y federal” 2 , por ejemplo: “Adhesión a los programas de calidad educativa, operar el programa escuelas de calidad, operar el programa de estímulos a la educación básica” 3 , así como “realizar guía técnica de las ceremonias cívicas, invitar a diferentes escuelas a participar en todos los actos cívicos y difundir el amor patrio y el respeto en los honores realizados en las instituciones del municipio” 4 . Un caso similar ocurre en la Delegación Regional de la Secretaría de Educación Jalisco, Región Sur (DRSE Sur), uno de los doce organismos desconcentrados de la Secretaría de Educación Jalisco, que tienen por objetivo “Atender por regiones la planeación educativa y las funciones administrativas y de apoyo a los servicios educativos que presta la Secretaría de Educación de manera directa o mediante los organismos descentralizados correspondientes” 5 , cuyas atribuciones son meramente técnicas: “Recabar analizar y procesar electrónicamente la información captada para la obtención de datos preliminares de las estadísticas educativas, de acuerdo con las normas 1 Gobierno de Estado Libre y Soberano de Jalisco, “Ley de Planeación para el Estado de Jalisco y sus Municipios”, [12 p..], [en línea], disponible en: http.://www.guadalajara2011.org.mx/documentos/transp.arencia/Ley_de_Planeacion_para _el_Estado_de_Jalisco_y_sus_Municipios.pdf, p. 7. 2 Gobierno Municipal de Zapotlán el Grande, “P.lan de Desarrollo Municipal de Zapotlán el Grande, Jalisco, 2010-2012”, [261 p.], disponible en: http.://www.zap.otlan.gob.mx/Documentos/General/P.lanMunicip.aldeDesarrollo1012.p.df, p. 66. 3 Ibídem. 4 Ibídem, p. 67. 5 Secretaría de Educación Jalisco, “Delegaciones Regionales de la Secretaría de Educación del Estado de Jalisco”, [2 p..], [en línea], disponible en: http.://www.jalisco.gob.mx/organismos/organismosdes/desconcentrado/delegaregio.pdf, p. 1. 4 y lineamientos establecidos; Actualizar la información correspondiente al inventario de inmuebles; y Llevar a cabo la asignación de nombre a planteles escolares conforme al reglamento vigente para tal efecto” 6 . Si bien las autoridades educativas locales no generan investigación sobre los problemas educativos propios de Ciudad Guzmán, tampoco los investigadores sociales han demostrado estar muy interesados en esta localidad en cuanto a su situación educativa, pues sólo hay un trabajo que toca el tema histórico-educativo de Ciudad Guzmán, elaborado en el año de 1986, por parte de la profesora normalista María del Carmen Orozco Cano. Ofrecer una evaluación social de la educación pública de Ciudad Guzmán con fundamento sólido y con parámetros y líneas de acción locales, sólo será posible una vez que se conozca la historia educativa propia de esta localidad: no como una colección acrítica de eventos considerados “irrepetibles”, sino esclareciendo el proceso, no siempre lineal, en que se fueron conformando los fenómenos educativos actuales, tales como la centralización en la toma de decisiones educativas y la baja participación de la sociedad en las políticas educativas que la rigen. Al respecto, nuestra hipótesis es que la centralización en la toma de decisiones educativas actuales en Ciudad Guzmán, tuvo su origen en una situación análoga en la época colonial, que se vio consolidada hasta el siglo XIX, luego de la subordinación de los municipios en materia económica, política y legal a las legislaturas estatales y de la supresión de la división territorial elaborada por Manuel Orozco y Berra por parte de Juárez en 1867, es suma, luego de la restauración de la república. Por tanto, en este estudio analizaremos, bajo los límites geográficos de la localidad de Ciudad Guzmán, Jalisco, el proceso histórico que la educación formal - aquella formación que es impartida en las escuelasde manera explícita- ha seguido, desde la época de los indios hasta nuestros días, esperando encontrar elementos explicativos novedosos que en futuros análisis permitan configurar una evaluación social de la educación con parámetros emanados desde lo local en un nivel municipal. Para realizar dicha labor, se llevó a cabo investigación documental en libros, revistas, periódicos y páginas web de bibliotecas municipales de Ciudad Guzmán, Archivo Histórico Municipal de Ciudad Guzmán, bibliotecas de la UNAM como la del Instituto de Investigaciones Sobre la Universidad y la Educación (IISUE), Biblioteca Central, y Biblioteca de la FCPyS y la FFyL; bibliotecas de la Universidad de Guadalajara: el Centro Universitario del Sur (CUSUR) y el Centro Universitario de 6 Ibídem, p. 2. 5 Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH); se hicieron, además, algunas visitas a los museos y centros arqueológicos de las localidades referidas. Para nuestros propósitos, hemos juzgado especialmente relevante revisar tres momentos: la conquista de Tzapotlan- Tlayolan por parte de los españoles, además de las décadas inmediatamente posteriores a la independencia y a la revolución mexicana. Dicha importancia se deriva del hecho de que esas décadas fueron decisivas al configurar una relación de poder entre los gobernantes y la sociedad civil con ciertas características, como la centralización en la toma de decisiones que ya hemos mencionado. La importancia de estos eventos para nuestra investigación se refleja en que son sus parteaguas, pues la segunda y la tercera parte inician, precisamente, con la posteridad de la independencia y la revolución, respectivamente. La cuarta parte está dedicada al presente que, en última instancia, es el que nos interesa conocer para atender sus problemáticas. El trabajo inicia, su primera parte, bosquejando la vida de los primeros habitantes del valle de Tzapotlan-Tlayolan, que formó parte de la denominada cultura Capacha, desarrollada en los alrededores del volcán Colima. Un segundo capítulo de esta misma primera parte contrasta lo que se vivía en Tlayolan con el momento que España atravesaba, en cuanto a educación y cultura, esto para enriquecer la comprensión del tercer capítulo donde hablamos del choque de estas culturas y de la época colonial en Zapotlán, pasando por el estallido de la lucha por la independencia y hasta su consumación. Un segundo apartado abarca los acontecimientos de entre 1822 y 1909, y se titula “conflictos entre liberales y conservadores”. Fue en este periodo cuando México ingresó a la modernidad por medio de ciertas instituciones, las más relevantes para nuestros propósitos se establecieron alrededor del año de 1867. La tercera parte lleva por título “Revolución y Época Contemporánea” y allí se abordan los eventos relevantes para nuestra temática ocurridos a partir de 1910 a la fecha, octubre de 2011. Como ya mencionamos, el cuarto y último apartado se centra en la temática educativa vivida en el presente, en cuanto a las escuelas actualmente existentes, cobertura y calidad educativa, es ahí cuando se toca el tema de la evaluación educativa actual. A pesar de ser un análisis crítico, que al mismo tiempo que describe pone a prueba la hipótesis ya mencionada, el tenor de este trabajo pretende ser monográfico al recordar que su objetivo principal es aportar elementos históricos para una evaluación social de la educación -entendida como diagnóstico de la educación formal que elabora juicios a partir de los valores propios de una sociedad determinada- y no concentrarse en poner a prueba una hipótesis. Dichas ya todas estas aclaraciones, podemos proceder a revisar los distintos contextos históricos por los que ha atravesado Ciudad Guzmán, lugar del que provengo, en cuestión educativa. 6 PRIMERA PARTE: DE LA ÉPOCA DE LOS INDIOS A LA INDEPENDENCIA La región Sur de Jalisco, donde se ubica Ciudad Guzmán, tiene por centro geográfico a un impresionante macizo montañoso cuyo ombligo es el Volcán Colima. La palabra Colima se aplicaba al Volcán de Fuego y viene de Colli (viejo), y de Ma (mano, en el sentido de dominio- control). Colima entonces, puede traducirse como “donde reside o manda el dios viejo del fuego” 7 . El nombre dado a la antigua Provincia del Colimotl y al actual estado de Colima les viene del nombre del volcán, y no al contrario. De alguna manera, todos los pueblos que a través del tiempo han vivido en estas latitudes comparten una tradición común que los hermana y los hace diferentes de quienes habitan otras partes de Jalisco. Así, con frecuencia, nos encontraremos con referencias a otros sitios cercanos tanto en el estado de Jalisco como en el de Colima, pues aunque se encuentren divididos administrativamente por cuestiones políticas e históricas, y ese será un asunto que describiremos a su debido momento, las localidades cercanas al volcán Colima tienen fuertes vínculos entre sí tanto económicos como identitarios. 7 Anónimo, “Los hijos del volcán. Arqueología del sur de Jalisco”, Folleto informativo del Museo de las Culturas de Occidente, Gobierno de Jalisco/ INAH/ CONACULTA, 2011. 7 Capítulo 1.- Educación y cultura en Tzapotlan-Tlayolan. Gracias a los vestigios que prevalecen hasta nuestros días, sabemos que el Valle de Tzapotlan ha estado habitado desde el año 1300 a.C. y que fue habitado por diferentes tribus: toltecas, chichimecas y nahualtecos 8 . Se sabe además que no conformaron un pueblo con homogeneidad cultural, sino que, por el contrario, sus pobladores tenían diversa procedencia y se encontraban segregados. Del otro lado del volcán, al sureste de este valle, floreció hacia 1800/1500 a.C. 9 la cultura que la arqueóloga estadounidense Isabel Tuesdell Kelly denominó como Capacha en 1939 10 , más unificada. Debido a la cercanía en tiempo y espacio de estos eventos, es posible vincular culturalmente a los pequeños grupos que habitaron el Valle de Tzapotlan con el complejo de Capacha, así, se dice que: Esta cultura se extendió por lugares de los actuales estados de Colima –Villa de Álvarez, Comala, Capacha, Ixtlahuacán y Cuauhtémoc– y Jalisco – Zapotiltic, Ciudad Guzmán y Autlán-. Sin embargo, la cultura Capacha no se limitó a estos lugares, sino que abarcó una zona más extensa, lo cual significó que había un alto índice demográfico […] Las culturas de El Opeño y Capacha fueron contemporáneas y hay similitud entre ellas 11 . Sus habitantes dependían de la agricultura en pequeña escala cultivando maíz, frijol, calabaza y hortalizas; su cerámica está comprendida por vasijas con asa, ollas de boca ancha, recipientes sobrepuestos y unidos por tubos huecos de barro así como vasijas, ollas pequeñas y recipientes miniatura. Debido a una gran similitud en los vestigios de alfarería y tumbas de tiro, se presume que la gente de Capacha tuvo relaciones culturales con las de Sudamérica y también el Altiplano Central de México, como Tlalilco. Respecto de la religiosidad, Esteban Cibrián Guzmán, uno de los más reconocidos historiadores de Ciudad Guzmán y fundador del Museo de las Culturas de Occidente afirma que: Las primitivas tribus idólatras que tomaron asiento en el Valle de Tzapotlan, horrorizados por las erupciones de nuestros volcanes, por los trepidantes movimientos de tierra, dentro 8 Orozco, C.M.C., La educación en Ciudad Guzmán, Gobierno de Jalisco, México, 1986, p. 19. 9 Museo Regional de Historia de Colima, Sala 1. “Cultura Capacha”. 10 Anónimo, “Cultura de Capacha”, [8 p..], [en línea], 2010, disponible en: http.://es.wikip.edia.org/wiki/Cultura_Capacha 11 Becerra, C.G., et al., “Evidencias Arqueológicas”, en Jalisco. Historia y Geografía, Ed. Limusa, México,2002, p. 45. 8 de su idólatra creencia buscaron la protección de un dios. De allí surgió “COLLI” (Dios del Fuego en el Occidente). Testimonio de ello son las varias esculturas de piedra que se exhiben en el Museo de esta ciudad. Son ídolos que en la espalda tienen una protuberancia. Uno de ellos, juntamente con otras esculturas precortesanas de piedra, fue encontrado en el terreno que está atrás del Club “Saro” de esta ciudad. Tiene una bola sobre la espalda, pendiente de la cabeza por medio del “Mecápatl”. La interpretación que los arqueólogos dan a esta figura es: Que se trata de un venerable sacerdote que acompañaba a las tribus nómadas en su peregrinación por el Occidente cargando en la espalda las cosas sagradas de la tribu. Después de muerto y ante el horror y temor que les infundían las actividades volcánicas de la zona occidental, idearon elevarlo a la categoría de “Dios del Fuego” y nombrarlo su protector contra los temblores y erupciones 12 . Y añade: Los zapotlecas también veneraron a “Tláloc” (Dios de la Lluvia), tanto para que hiciera caer agua sobre sus siembras dentro del Valle, como para que los librara de las fuertes tempestades y los rayos. Según su creencia, este dios residía en un paraíso superior y allá iban a gozar de su compañía, los que morían ahogados y los fulminados por algún rayo. 13 Es posible que esta deidad haya sido adoptada tras establecer comunicación con la cultura tolteca. Otro aspecto que tuvo importancia para los lugareños desde aquel periodo fue la agricultura, especialmente la siembra de maíz, motivo por el cual, según nos explica el Pbro. José María Arreola, el primer nombre ostentado por este pueblo fue “Tlayula”, que más tarde se convirtió en “Tlayolan”, que quiere decir “Tierra de mucho maíz”. El nombre de Zapotlán surgió por el posterior centro ceremonial donde se le daba culto especial a Tzaputlatena, que, según una leyenda local, es aquella que descubrió el arte de curar con emplastos de resina. Gracias al conocimiento que se tiene de dicho centro ceremonial, no obstante la falta de fuentes directas, “no es aventurado especular que estaban organizados en clanes y tribus con sus correspondientes tlayacanquis, escuelas para preparar hombres y mujeres en sus deberes ciudadanos y formar sacerdotes en el Calmécac, puesto que el servicio religioso en el Centro Ceremonial estaba a cargo de sacerdotes”. 14 12 Cibrián, G.E., Origen de la Feria de Zapotlán el Grande. Su gran historial, Ciudad Guzmán. Talleres Linotipográficos Vera, 1973, p. 13. 13 Ibídem. 14 Orozco, C.M.C., La educación en Ciudad Guzmán, op. cit., p. 22. 9 Poco se sabe sobre la evolución cultural específica vivida en Ciudad Guzmán en aquellas épocas, pero se especula que la región permaneció habitada por varios señoríos que se disputaron el territorio antes de la llegada de los conquistadores españoles. Uno de ellos, y muy probablemente el más importante fue el ejercido por Colliman entre los años 559 d.C y 1523. Entre las disputas especuladas, hay una de la que se tiene evidencia y se le conoce como “Guerra del Salitre”: En el año 1480 los purépechas invadieron los actuales territorios de Zacoalco, Zapotlán Sayula, Tapalpa y Autlán con el objeto de apoderarse de sus yacimientos minerales. El señorío de Colliman intervino a petición de estos pueblos, derrotando y expulsando a los invasores en 1510, lo cual generó un eminente descontento entre éstos que se reflejaría en el posterior apoyo del caltzontzin Tangaxoán II ante la campaña española en Colima. Capítulo 2.- La educación religiosa en España. 1492 es un año con profundo significado para España: Terminaba la larga lucha española contra los moros, había cambio en sus fronteras e iniciaban una era de descubrimientos y reencuentros, pues el resto de Europa se había transformado en los ocho siglos en que el territorio español estuvo dominado. Así, nacía en aquel lugar el espíritu dinámico e inquisitivo que convirtió al XVI en el gran siglo español. De esta manera, humanismo y renacimiento se le introdujeron con fuerza al mismo tiempo que el celo de la Reconquista, asuntos que mantuvieron a España entre la apertura y el aislamiento, entre la tradición y la reforma, y aunque esta situación fue agudizada tras la aparición del protestantismo, el pueblo español defendió la ortodoxia tras haber sido obligado a identificar religión y nacionalidad. A pesar de ser un país altamente contrastante, la causa religiosa convirtió a España en nación. Sus descubrimientos geográficos le permitieron dejar de anclarse en la antigüedad y el peso de la tradición cristiana para proyectar sus sueños y utopías en el “Nuevo Mundo”. Tiempo después se hizo evidente la irrealidad de sus pretensiones, pero en un principio los descubrimientos avivaron la sed de conocimiento, abriendo camino a instituciones de enseñanza, impresión de libros, difusión de noticias e ideas. Por este motivo, no obstante el alto porcentaje de analfabetismo en España, la cultura popular se enriqueció y la educación adquirió utilidad inmediata y prestigio. Con los Reyes Católicos, caballero 10 pasó a ser un sinónimo de hombre de letras 15 , y la instrucción comenzó a ser indispensable para ascender en la escala social. También la reforma religiosa española influyó en la expansión de la educación. Desde el siglo XIV se habían fundado colegios para fomentar un sacerdocio y un clero disciplinario y con mayor nivel intelectual. Éste fue el punto de partida de los misioneros españoles. Vasco de Quiroga, Pedro de Gante, Martín de Valencia, Motolinía, Bernardino de Sahagún y tantos otros se enfrentaron a la misma prueba: convertir a todo un continente y restaurar la Iglesia primitiva, y para ello echaron mano de todos sus recursos. Los naturales huían, se suicidaban, vagabundeaban, se emborrachaban: la desolación de los misioneros es fácil de comprender. Había que devolver confianza a los naturales, aprender sus lenguas, hacer gramáticas, bautizar niños y adultos, construir iglesias, destruir la vieja religión, defender su derecho a la tarea. Pero los frailes no se dejarían derrotar tan fácilmente, trían las inquietudes y deseos de reforma de su época y pusieron en la tarea todo su empeño con la esperanza de consolidar un mundo mejor. 16 La labor misionera se trató de un choque cultural profundamente rico e interesante, pero no por ello un encuentro armónico, sino todo lo contrario. Cada parte hizo cuanto se le ocurrió para defender sus creencias al mismo tiempo que buscaba consuelo para la propia desolación. Pero este encuentro no sólo se dio en el terreno de las ideas y las creencias, también fue una lucha de poder que fue configurando la organización política posterior. Capítulo 3.- España al mando en Tzapotlan- Tlayolan. Una vez alcanzado el triunfo sobre el imperio mexica aquel 3 de agosto de 1521, Cortés se dio a la tarea de extender los territorios dominados. Un punto estratégico para alcanzar sus propósitos era la Mar del Sur (hoy Océano Pacífico 17 ), pues así podría establecer puertos seguros que permitieran la prolongación de expediciones con rumbo a los reinos asiáticos. En el camino a realizar esta tarea, los españoles enfrentaron al pueblo purépecha, donde resultaron triunfantes, emprendiendo a fines de 1522 el camino a la conquista de los pueblos hallados en la zona costera del Pacífico. Al pasar por Mazamitla y Tamazula encontraron minas de metales preciosos cuya explotación quedó a cargo de los hermanos Hernando de Saavedra y Alonso de Ávalos o Dávalos Saavedra 15 Sainz, F., citado en: Zoraida, V.J., et al., Ensayos sobre historia de la educación en México, op. cit., p. 6. 16 Cfr. Zoraida, V.J., et al., Ensayos sobre historia de la educaciónen México, El Colegio de México, México, 1981, p. 12. 17 Becerra, C.G., et al., Jalisco. Historia y Geografía, Ed. Limusa, México, 2002, p. 62. 11 (primos de Hernán Cortés) en calidad de encomienda, mientras Cristóbal de Olid procedía su marcha hacia el litoral colimense. Los pueblos bajo la custodia de los hermanos Saavedra abarcaban la región del valle lacustre de Sayula, donde se encuentran las poblaciones de Sayula, Zacoalco, Atoyac, Teocuitatlán, Amacueca y Techaluta 18 . 19 En 1524 Saavedra fue llamado por Cortés a México para incluirlo en la expedición a Honduras, por lo que su hermano Ávalos quedó al frente de toda la encomienda de los pueblos mineros ya señalados, además de Tuxpan, Zapotlán y Amula, que le fueron añadidos, de modo que esta encomienda se convirtió, más tarde y durante la mayor parte del periodo colonial, en la Provincia de Ávalos 20 , parte de la Nueva España. 18 Munguía, C.F., La Provincia de Ávalos, Secretaría de Cultura Gobierno de Jalisco, México, 1998, p. 39. 19 Fuente de la imagen: Martínez, R.F. (director), Enciclopedia Temática de Jalisco, Tomo 1 “Geografía”, Gobierno del Estado de Jalisco, México, 1992, p. 14. 20 Ibídem. 12 El primer misionero de Tzapotlan-Tlayolan fue Fray Martín de Jesús, rápidamente sucedido por Fray Juan de Padilla, quien se dio a la tarea de reunir en el centro a todos los pequeños grupos o barrios diseminados a lo largo de la montaña oriente para formar una nueva población: Santa María de la Asunción de Zapotlán, fundada el 15 de agosto de 1533. Unificar culturalmente a los habitantes de esta nueva población no fue una labor sencilla, pues se sabe que hablaban al menos cuatro lenguas: La zapotleca propiamente, la sayulteca, la náhuatl o la mexicana, y la michoacana o purépecha. 21 Por ello, es altamente probable que Padilla empleara el método de los misioneros de la Nueva Galicia, quienes “ante la diversidad de grupos y las lenguas que se hablaban optaron por enseñar a todos los habitantes del Occidente el náhuatl para facilitar su catequesis.” 22 . Así, en Santa María de la Asunción de Zapotlán fueron apareciendo los mestizos y los criollos, a la vez que se fueron destruyendo los viejos ídolos y costumbres. Padilla, además de realizar su labor evangelizadora, se preocupó por el arte y la cultura de los zapotlenses, motivo por el que entre 1532 y 1540 solicitó a don Antonio de Mendoza que le proporcionara un maestro de música; la labor fue encomendada a Juan Montes, cantante y músico español, quien formó en Tzapotlan el primer coro de niños y el primer conjunto musical. 23 Es lamentable que Fray Juan no haya registrado sus hallazgos en etnografías, como los misioneros del altiplano 24 , pues a pesar de que se presume que para 1540 Fray Juan de Padilla tenía una escuela de primeras letras, hasta 1833 se carece de fuentes directas que den cuenta del proceso histórico vivido en Zapotlán en cuanto a la cuestión educativa. Por tanto, lo único que podemos hacer al respecto, es una reconstrucción a partir de eventos clave. Casi desde principios de la Colonia, Sayula fue considerada la capital económica y administrativa de los Pueblos de Ávalos, y para finales del siglo XVI era habitada por importantes familias españolas, por lo que concentraba grandes capitales invertidos, principalmente en la manufactura de tejido y el comercio, una agricultura fuerte no fue posible por sus suelos ensalitrados y tampoco la ganadería destacó en este lugar. Zapotlán, por su parte, se mantuvo como un poblado pequeño, fundamentalmente agrícola y habitado principalmente por indígenas, lo que hace muy poco probable que haya concentrado un esfuerzo serio por parte del virreinato para educar a su población. 21 Amaya, T.J., “El Zapotlán de la Antigüedad”, en Cibrián, G.E., Origen de la Feria de Zapotlán el Grand, op. cit., p. 144. 22 Becerra, C.G., et al., Jalisco. Historia y Geografía, op. cit., p. 84. 23 Ibídem. 24 Ibídem. 13 Sayula tampoco llegó a ser un centro educativo que se destacara. Uno de los motivos del escaso esfuerzo del virreinato por atender a la Provincia de Ávalos se debe, en parte, a la lejanía de ésta con la capital de la Nueva España, reino al que pertenecía. La ciudad importante más cercana era Guadalajara, capital del Reino de la Nueva Galicia desde 1560, que estaba a cargo de Nuño Beltrán de Guzmán. Debido a esta cercanía, y a los deseos de Nuño de Guzmán –conquistador de la Nueva Galicia y titular de la Primera Audiencia–de extender su área de influencia, los Pueblos de Ávalos fueron un blanco de disputa entre él y Hernán Cortés 25 . Entre 1535 y 1546, la parte que correspondía a Hernando de Saavedra pasó a manos de la Corona, mientras que Avalos conservó la suya y logró que su nombre perdurara en la región durante la mayor parte del periodo colonial, pues los pueblos de Sayula, Cocula y Zacoalco continuaron siendo conocidos como la Provincia de Ávalos, aún después de 1606. 26 Por tanto, Santa María de la Asunción de Zapotlán debía ajustarse a las normas de la Nueva España. De haber sido el caso que allí existiera la educación elemental privada en algún momento del periodo colonial, el maestro que la llevara a cabo debió acatar lo establecido en “La Ordenanza de los Maestros del Nobilísimo arte de Leer, Escribir y Contar”, cuyas diez cláusulas eran: 27 1. La Ciudad, Justicia y Regimiento nombrarán dos maestros, “los más peritos y expertos que hubiere, para que visiten las escuelas y examinen a los maestros de las mismas, a fin de otorgarles, en caso de merecerla, su carta de examen”. 2. El que hubiere de ser maestro, no ha de ser negro, ni mulato, ni indio; y siendo español ha de dar información de vida y costumbres y de “ser cristiano viejo”. 3. Los maestros han de saber: leer romance en libros y cartas misivas y procesos; y escribir las formas de letras siguientes: redondillo, grande y más mediano y chico. 25 Sus disputas iniciaron cuando Nuño de Guzmán, recién avecindado en la Provincia del Pánuco como su gobernador, informó a la Corona de ciertos abusos y arbitrariedades cometidas por Cortés y su gente, lo que movió a las autoridades reales a instituir una Audiencia en Nueva España, cuya presidencia recayó en Nuño de Guzmán, quien asumió el cargo en enero de 1529. Cortés viajó a España para abogar por su causa, y aunque las acusaciones de Nuño de Guzmán fueron imponentes, salió bien librado del juicio y preparó su regreso decidido a enfrentar a quienes actuaron en su contra y lo despojaron de sus bienes. Cuando Nuño de Guzmán ocupó la titularidad de la Primera Audiencia, y por su evidente rivalidad con Hernán Cortés, la mayor parte de sus medidas adoptadas consistieron en restringir los privilegios de los hombres de Cortés, especialmente en materia de encomiendas, deteriorando por completo su relación. 26 Gerhard, P., citado en: Nota al p.ie, Martínez, R.F. (director), Enciclopedia Temática de Jalisco, op. cit., p. 14. 27 Orozco, C.M.C., La educación en Ciudad Guzmán, op. cit., p. 27. 14 4. Han de saber también las cinco reglas de cuenta guarisma, que son: sumar, restar, multiplicar, medio partir y partir por entero; y además, sumar cuenta castellana. 5. Si alguno se pusiese a enseñar sin ser examinado, que se le cierre la escuela, mandándole con pena de veinte pesos de oro común, no la use hasta ser visto y examinado: “porque algunos han procurado con siniestras intenciones, licencias, diciendo que son hábiles no lo siendo”. 6. Que las escuelas deberían de quedar una de otra, por lo menos a dos cuadras en cuadro. 7. Quedaba prohibido…que hubiere “Amigas” 28 (escuelas para niñas) donde se recibiesen niños. 8. Que el maestro titulado,o sea el poseedor de carta de examen, enseñe personalmente y no se valga de persona alguna que lo haga en su lugar. 9. Que las personas que tuvieran tiendas de legumbres o mercaderías, no debían tener escuelas… “porque ha habido alguno de estos, y al presente los hay”…,”Maestros antiguos de diez y doce años de escuelas, hay algunos que son muy hábiles para serlo sin saber escribir las dichas formas de letras”, “a estos tales se les prohíbe que reciban muchachos para aprender a escribir y que solamente enseñen a leer”. 10. Enseñanza de la doctrina cristiana, y modo y orden de ayudar a misa. 29 Estas cláusulas promovían la creencia de que solo los españoles podían ser dignos educadores; limitaban la educación elemental a la enseñanza de los buenos modos católicos, a leer, escribir y realizar operaciones aritméticas en el caso de los varones y labores manuales si se trataba de niñas. Esta información, empero, sólo nos sirve para darnos una idea del ideal educativo de la época, pues como ya lo mencionamos, Santa María de la Asunción de Zapotlán difícilmente habrá tenido un par de estas escuelas privadas, pues sus habitantes eran fundamentalmente indígenas, además de que su lejanía de la capital de la Nueva España lo mantendría en el olvido en este periodo. Nuño de Guzmán nunca logró apoderarse de los Pueblos de Ávalos –que continuaron siendo conocidos con este nombre aun cuando ·desde 1606, sin más herederos entre los Avalos, esta 28 Las “Amigas” eran escuelas dedicadas a las niñas pequeñas, atendidas por mujeres ancianas que les enseñaban nociones elementales de religión, lectura, escritura y labores manuales. (Cfr. Orozco, C.M.C., La op. cit., p. 28). 29 Ibídem, p. 27 y 28. 15 parte de la encomienda fue reasignada a Sebastián Vizcaíno por la Corona 30 –, de modo que estos territorios tuvieron una evolución independiente de la Nueva Galicia y su capital, Guadalajara. De esta manera –y como podemos apreciar en el siguiente mapa–, antes de 1734, Nueva Galicia abarcaba lo que hoy es Zacatecas, Aguascalientes, Nayarit, una parte de Sinaloa (“La provincia de Culiacán”) y San Luis Potosí, así como dos terceras partes del actual estado de Jalisco; mientras que la Provincia de Ávalos hasta Etzatlán y Magdalena eran parte de la Nueva España. 31 Otro territorio hoy jalisciense que no formó parte de la Nueva Galicia corresponde al Gobierno de las fronteras de San Luis de Colotlán 32 ; que estuvo a cargo de un capitán- protector que dependía 30 Gerhard, P., citado en: Nota al p.ie, Martínez, R.F. (director), op. cit., p. 14. 31 Fuente de la imagen: Muriá, J.M., “De Nueva Galicia a Jalisco”, en Revista Internacional de Ciencias Sociales y Humanidades, 2006, año XVI, núm. 002, p. 36. 32 Ibídem, p. 37. 16 directamente del virrey, y cuya función era proteger yacimientos mineros, y otros lugares donde se abastecían de enseres y víveres, de los “bárbaros”. Aunque desconozcamos con precisión los mecanismos de evangelización de los misioneros de Santa María de la Asunción de Zapotlán, sí tenemos la certeza de que los antiguos ídolos de los pobladores prehispánicos dejaron de ser venerados, abriendo paso a un arraigado cristianismo indígena, pero con elementos antiguos tales como las danzas y coloridos elementos ornamentales. La vida religiosa de los zapotlenses cambió de esta manera: Primero desobedecieron las decisiones superiores y nunca adoptaron a la “Virgen de la Asunción” como patrona del pueblo. Luego, muy lentamente dejaron de confiar en “el dios viejo del fuego” (Collima) al punto de que un día pidieron protección –de él– a un recién llegado “forastero” que arribó de una manera muy peculiar, y a quien le juraron fidelidad y le organizaron una fiesta sin aprobación superior. Y todo este cambio de cosmovisión sucedió en tan solo 217 años (1530- 1747). La leyenda de la llegada de la imagen religiosa que el pueblo zapotlense eligió como su santo patrón es la siguiente: Los documentos dicen y la tradición lo confirma que el Sr. San José y la Virgen María que lo acompañaba llegaron a Zapotlán de manera misteriosa, el año de 1747. Por la tradición se sabe que por el camino real de Colima llegó a la antes estancia de Zapotlán, la Cofradía del Rosario (hoy casco de hacienda), ubicado al lado poniente de la laguna, un desconocido caminante, arriando una mula cargada con dos cajones, pidió hospedaje en la posada, descargó al cuadrúpedo y se dio al descanso. El ignoto viajero tal vez cogió en el camino alguna enfermedad de cuidado que le obligó a dejar encargado los cajones para ir en busca de alivio a algún pueblo cercano. Pudo ir a Sayula o a esta Ciudad con la esperanza de recuperar su salud; pero la misteriosa carga y la mula se quedaron abandonadas en Cofradía, porque él jamás volvió y pasados los días nade se presentó a recogerlos o reclamarlos. Transcurrieron muchos días, los vecinos de Cofradía del Rosario incitados por la curiosidad que les causaba la abandonada carga, resolvieron destapar los cajones. Fue grande su sorpresa al levantar las tapas, encontrar dentro y bien empacadas las hermosas esculturas; en una caja la de Sr. San José, en la otra la de la Virgen María. Luego se informó al párroco de Zapotlán lo del hallazgo, que lo era Fray Juan Antonio Caro, quien pronto acudió a verlas, quedando admirado. Se retiró aconsejando prudentemente esperar que el arriero regresara. 17 Así se hizo; pero después de larga espera y en vista de que nadie se presentó a reclamar y recoger la misteriosa carga, se opinó que en tanto esto no aconteciera, las imágenes fueran traídas a esta ciudad. Así fue como el Sr. Cura Fray Antonio Caro y el pueblo cogiendo en hombros a Sr. San José y a la Virgen María, en numerosa procesión los trasladaron al Templo Parroquial, los colocaron en sus altares y los proclamaron Patronos y Protectores de Zapotlán contra las amenazas de nuestro volcán y toda adversidad de carácter natural. El M.I. Canónigo Dr. D. Ramón López, honorable Zapotlense, en la relación escrita por él al respecto dice: “… eso fue en el año de 1747 fecha del primer juramento” 33 . En suma, la labor evangelizadora de Santa María de la Asunción de Zapotlán tuvo tal éxito que, cuando un terremoto sacudió fuertemente el Valle el 22 de octubre de 1749 y tras una ola de temor, los lugareños juraron como patrono a San José, en especial contra los temblores y, más tarde, también las sequías. Desde entonces, y todavía en la época actual, se honra anualmente estos hechos y se renueva el juramento. El escritor más notable del lugar, Juan José Arreola Zúñiga, escribió en 1963 la novela La Feria, aludiendo e inmortalizando este festejo. Este hecho destaca pues no se trataba de una fiesta debidamente instituida, al estilo de la de San Juan de los Lagos, ya que no se tramitó la anuencia del Rey para establecerla debidamente, pero esto no le impidió pasar rápidamente de una modesta fiesta a una verdadera feria, convirtiendo a Zapotlán en el centro religioso más importante del Sur 34 . Es a partir de la implantación del sistema de intendencias, introducida a finales del siglo XVIII, cuando Zapotlán pasa a depender de la Nueva Galicia y desaparecen los pueblos de Ávalos como región articulada, aunque algunos de ellos, años más tarde, se mantendrán unidos en el cantón de Sayula. Siendo rey de España Carlos III de Borbón, decretó en 1767 la expulsión de la Compañía de Jesús de todos sus dominios; 1778 la libertad de comercio entre la Metrópoli y sus colonias de América y de éstas entre sí; y, en 1786 la creación de las Intendencias en la Nueva España como nuevas formas de autoridad y de división territorial. Las Intendencias (que sustituyeron a los Reinos y Provincias) fueron: Arizpe, Durango, Guadalajara,Guanajuato, México, Michoacán, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí, Veracruz, Yucatán y Zacatecas. Las California (La Vieja y la Nueva), 33 Cibrián, G.E., citado en: Anónimo, “Zapotlán el Grande”, Por los caminos del Sur. Tradiciones y costumbres, Universidad de Guadalajara- CUSUR, México, 2004, p.p. 124 y 125. 34 Olveda, J., Gordiano Guzmán. Un cacique del siglo XIX, SEP-INAH, México, 1980, p. 26. 18 Nuevo México y Tlaxcala (que se separó de Puebla en 1793) siguieron dependiendo del Virrey de la Nueva España 35 . Uno de los objetivos del sistema de intendencias era reorganizar las fuentes de ingresos de la Corona y controlar más estrechamente a los funcionarios y a la población en general, estos cambios, llamados “reformas borbónicas”, dispusieron que la recién conformada “Intendencia de Guadalajara” abarcara una gran extensión desde Tepic hasta parte de Colima. 36 El mapa anterior se indica en color gris suave, el territorio de la Nueva Galicia que no formó parte de la Intendencia de Guadalajara: se trata de Zacatecas, que se convirtió en cabecera de otra intendencia, aunque en asuntos judiciales tenía que recurrir a la Audiencia de Guadalajara. El territorio coloreado en negro representa las “Fronteras de San Luis de Colotlán”, de la que ya hemos hablado, y el blanco, a la Intendencia de Guadalajara. 35 Plascencia, I.J., Historia Nacional, Ed. SIMA, México, 2001, p. 35. 36 Fuente de la imagen: Muriá, J.M., “De Nueva Galicia a Jalisco”, op. cit., p. 39. 19 Así, la Intendencia de Guadalajara quedó dividida en 27 jurisdicciones y lo que alguna vez fue la Provincia de Ávalos en adelante estaría segmentada en las jurisdicciones de Sayula, Autlán, Amula y Zapotlán. A pesar del libre comercio decretado en las reformas borbónicas, las acabalas 37 e impuestos encarecían exageradamente los precios y las comunidades tenían que vivir limitadas a lo que sus tierras les podían proveer. Es entonces cuando el potencial económico de Zapotlán, basado en fértiles tierras y abundante salitre pudo empezar a hacerse notar. Para entonces, el comercio de esta región con la ciudad de Guadalajara aún no era importante, por lo que los productos locales eran los únicos que se consumían en las distintas poblaciones. Muchas ciudades que no gozaban de autosuficiencia alimentaria se vieron perjudicadas al grado de la hambruna, tal como ocurrió en Guadalajara en el año de 1785 conocido como “el año del hambre” 38 . La pésima distribución de la riqueza colonial aunada a una organización política ambigua, dio como resultado que el bandolerismo estuviera presente de manera importante y cotidiana en las carreteras de lo que una vez fueron los Pueblos de Ávalos, quienes recién iniciada la guerra de independencia, amotinaron las reservas resguardadas en Sayula encendiendo la chispa que llevara a su decadencia. En el Sur el bandolero más conocido fue Vicente Colombo, que ha inspirado una leyenda acerca de un tesoro, además de la novela “La Hija del Bandido” escrita por Doña Refugio Barragán de Toscano y publicada en 1887. Y mientras esta gran inestabilidad tenía lugar, los zapotlenses se refugiaron espiritualmente en su fe católica manifestándola en festejos, danzas y juramentos hacia su nuevo protector San José, dando lugar a una feria que décadas más tarde terminaría por darle la importancia económica que ya venía mereciendo. Pero por ahora, Zapotlán aún está lejos de siquiera igualar económicamente a Sayula. Pronto la situación cambió. El siguiente cuadro fue elaborado con base en la información presentada por Menéndez Vázquez 39 en su informe elaborado entre 1786 y 1791, cuando la recién creada Intendencia de Guadalajara quería conocer el estado de las poblaciones que se le acababan de añadir. Jurisdicción Sayula Zapotlán Tuxcacuesco Impuestos recaudados 47, 259 pesos 10, 898 pesos 500 pesos Población 47, 360 21,092 7,618 37 Impuestos que cobraba la Corona por mercancías que entraban a una jurisdicción para su venta, en Becerra, C.G. et al., op. cit., p. 94. 38 Ibídem, p. 93. 39 Elaborado con información de Olveda, J., op. cit., p.p. 21 y 22. 20 Aún con las reservas que la información de la época nos puede generar, queda claro que Sayula mantuvo su superioridad económica durante toda la época colonial. El hecho de que en el año de 1796 se ratificara su importancia por medio de la creación de una Diputación comercial, es una expresión acertada de que seguía siendo el centro comercial más importante del Sur, por lo que: Al finalizar el siglo XVIII los habitantes de Sayula estaban muy satisfechos del desarrollo alcanzado por su ciudad. La actividad comercial, la entrada y salida de arrieros y el bullicio de los mismos sayulenses, daban a la población un sello especial 40 . Un nuevo partido apareció en escena. En 1795 41 la hasta entonces novohispana alcaldía mayor de Colima fue anexada a la Nueva Galicia, incluyendo su jurisdicción de Jilotlán de los Dolores, por lo que iniciar el siglo XIX los pueblos sureños se repartían en cuatro partidos: Sayula, Zapotlán el Grande, Tuxcacuesco y Colima. 42 Este último considerablemente más extenso que los demás. 43 En Zapotlán también hubo novedades. El 2 de junio de 1788 a Zapotlán le fue añadido el calificativo de “el Grande” para distinguirlo de otros pueblos que llevaban el mismo nombre, esto 40 Ibídem, p. 20. 41 Martínez, R.F. (director), op. cit., p. 39. 42 Muriá, J.M., citado en: Olveda, J., op. cit., 1980, p. 21. 43 Fuente de la imagen: Muriá, J.M., “De Nueva Galicia a Jalisco”, op. cit., p. 44. 21 gracias a fray Bernardino Lepe y el Br. Dn. Eugenio Bravo 44 A partir de esta segunda etapa colonial, Zapotlán fue cerrando muy lentamente un periodo de estancamiento económico y al mismo tiempo de relativa autonomía cultural que su aislamiento le permitía. El hecho de que no había un esfuerzo por parte del virreinato para educar a la población del Sur, queda verificado en el año de 1799, cuando el indio Nicolás Castellanos se queja ante el mismo Virrey (que pudo ser Juan Vicente de Güemes Pacheco, segundo conde de Revillagigedo, quién gobernó de 1789 a 1799), de que no han instalado una escuela que, según parece, habían prometido situar en las cercanías de Tuxpan. Lo que recibe por respuesta escrita es la instrucción de “arreglar su conducta”, pues de lo contrario sería expulsado de la Jurisdicción con todo y su familia. Mientras tanto en Guadalajara, al terminar la crisis de 1785- 1786, el obispo fray Antonio Alcalde puso en marcha la construcción de obras como el Hospital de Belén, hoy conocido como Antiguo Hospital Civil, el Santuario de Guadalupe y fundó talleres textiles con el objeto de dar trabajo a la población. Su actividad cultural a fines del siglo XVIII recibió un gran impulso cuando se establecieron en la capital neogallega la primera imprenta y la Real y Literaria Universidad de Guadalajara, ambas en el año de 1792. Las dos instancias habían sido una aspiración de la población local para dejar de depender de la ciudad de México. Simultáneamente, se creó el Real Consulado en 1795, cuerpo que agrupaba y dirigía todas las actividades comerciales, lo que favoreció la economía tapatía y le dio cierta autonomía con respecto de los comerciantes del centro del virreinato. El interés en dicha ciudad por abrir espacios para la educación superior se reflejó en la edificación del Seminario Conciliar en Guadalajara, actualmente sede del Museo Regional y el Colegio Jesuita de Santo Tomás 45 . Así, se hace notar que con todo el desarrollo que en la Capital de la Nueva España se tenía ya a principios del sigloXIX, incluso en la enseñanza media superior y superior, y los iniciales esfuerzos de la capital neogallega, la educación popular zapotlense se hallaba en la indigencia. Capítulo 4.- Guerra de independencia 44 Anónimo, “Enciclopedia de los Municipios de Jalisco. Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal- Gobierno del Estado de Jalisco. Zapotlán el Grande”, [42 p.], [en línea], 2005, disponible en: http.://www.e-local.gob.mx/work/temp.lates/enciclo/jalisco/mp.ios/14023a.htm 45 Becerra, C.G., et al., op. cit., p. 94. 22 PRIMERA ETAPA: En el libro del cronista de la ciudad de Sayula para 1970, bajo el título sugerido por Juan Rulfo para sus posteriores ediciones a partir de 1976: “La provincia de Ávalos”, se afirma que “La fuerte población indígena de Zapotlán el Grande, realizó un intento de rebelión en 1808, según lo manifiesta la autoridad representada por Vicente Velázquez, en documento dirigido a José María Calleja” 46 . Sin embargo, para que la lucha por la causa pudiera prosperar, Zapotlán tuvo que esperar el inicio de la rebelión encabezada por el cura Hidalgo en el Bajío. Para principios del siglo XIX se había producido un distanciamiento entre españoles peninsulares y criollos, pues los primeros llegaban de la península ibérica y recibían en la Nueva España toda clase de privilegios mientras que estos últimos “constituían la mayoría de los párrocos, abogados, maestros y miembros de los ayuntamientos, pero no tenían acceso a las funciones más altas y estaban inconformes con estas limitaciones” 47 . En 1778 Miguel Hidalgo fue ordenado sacerdote, ocupando varias parroquias antes de ser cura de Dolores en 1803, una de estas parroquias fue la de Colima en el año de 1792, para entonces sus ideas independentistas aún estaban en formación. La capital de la Nueva España se dio cuenta de la debilidad política del imperio español cuando Francia invadió España en 1808. Como el monarca español ya no era quien gobernaba, parte de los súbditos hispanoamericanos declaraban que no había razón para obedecer al rey que habían impuesto los franceses. En Guadalajara la situación era distinta, los comerciantes se inclinaron más por reunir fondos para la lucha contra los franceses en España que por la independencia, pues a diferencia del Ayuntamiento de México, los miembros del Ayuntamiento y Real Consulado de Guadalajara eran españoles. En septiembre de 1810, el canónigo José Simeón de Uría fue electo representante de la intendencia de Guadalajara en la reunión que se celebraría en la ciudad de México para instalar un gobierno provisional que supliera al rey en su ausencia. Al emprender su viaje y pasar por Querétaro, se enteró del levantamiento del cura Miguel Hidalgo en Dolores, y avisó inmediatamente a la capital de Jalisco. A pesar de los esfuerzos por mantenerlo en secreto, antes de finalizar el mes de septiembre el Grito de Dolores había ya encontrado eco. Para estas fechas, dos grupos de insurrectos hicieron su aparición en el horizonte de los tapatíos: uno con Toribio Huidobro, 46 Munguía, C.F., La Provincia de Ávalos, op. cit., p. 107. 47 Becerra, C.G., et al., op. cit., p. 98. 23 que se desplazaría entre Jalostotitlán, Arandas y Atotonilco para enfrentar las tropas fieles al rey cerca de La Barca; y otro por Sahuayo, Tizapán el Alto, Atoyac y Zacoalco, capitaneado por José Antonio Torres, un próspero hacendado del Bajío, conocido como “El Amo 48 . En noviembre de 1810 el ejército realista fue derrotado en Sayula y poco después en La Barca, motivo por el cual muchos criollos y españoles de Guadalajara huyeron al puerto de San Blas; la gran mayoría de los que se quedaron, apoyaron a los rebeldes. El intendente Abarca, al ver que sólo disponía de 100 hombres 49 decidió no oponer resistencia y el Ayuntamiento tapatío tuvo que pactar con el enemigo, momento en que José Antonio “El Amo” Torres entró a Guadalajara en forma pacífica, ocupación que permitió la rápida expansión del movimiento, aumentando el número de peones, arrieros e indígenas dispuestos a participar en la lucha. Pronto tomaron también el puerto de San Blas (1 de diciembre de 1810). Como el cura Hidalgo no había sido bien acogido en Valladolid después de su retirada de las inmediaciones de México y de su derrota en Aculco a manos de Félix María Calleja 50 , Torres lo invitó a instalarse en Guadalajara. Hidalgo arribó a la capital neogallega el 26 de noviembre de 1810, momento en que emprendió una serie de acciones para reorganizar el movimiento. A pesar de todos los esfuerzos, los insurgentes fueron derrotados en la Batalla del Puente de Calderón el 17 de enero de 1811 por Calleja, recuperando el control de la Nueva Galicia. El Virrey designó a José de la Cruz como el nuevo intendente de Guadalajara. Hidalgo huyó hacia Aguascalientes y Zacatecas, con la intención de llegar a Estados Unidos para buscar apoyos a su causa, pero fue traicionado por Ignacio Elizondo y capturado en las Norias de Acatita de Baján el 21 de mayo de 1811 51 y fusilado en Chihuahua el 30 de julio. SEGUNDA ETAPA: Guerrilla insurgente. A nivel nacional se considera que la primera etapa de la guerra de Independencia terminó con la derrota de Hidalgo en el Puente de Calderón, pero en la Nueva Galicia esta primera parte concluyó hasta la muerte de José Antonio Torres, en mayo de 1812. Cabe comentar que es en este turbulento contexto cuando fue creado el Ayuntamiento Constitucional de Zapotlán el Grande el 29 48 Muriá, J.M., Breve historia de Jalisco, COLMEX/ FCE, México, 2000, p. 75. 49 Becerra, C.G., et al., op. cit., p. 99. 50 Muriá, J.M., Breve historia de Jalisco, op. cit., p. 75. 51 Anónimo, “Biografías y Vidas. Miguel Hidalgo”, [4 p.], [en línea], 2010, disponible en: http.://www.biografiasyvidas.com/biografia/h/hidalgo.htm 24 de junio de 1813, año en que además se pusieron en circulación los “tlacos”, que fue la moneda zapotlense de aquel periodo 52 , instituida por el recién formado Ayuntamiento. La lucha de independencia iniciada por Hidalgo, fue continuada ideológicamente por otro guanajuatense, el Dr. Mora, quien decía respecto de la educación que “Nada es más importante para un Estado, que la instrucción de la juventud. Ella es la base sobre la cual descansan las instituciones sociales de un pueblo cuya educación religiosa y política está en consonancia con el sistema de vida que ha adoptado para su gobierno: todo se puede esperar, así como todo debe temerse, de aquel cuyas instituciones políticas están en contradicción con las ideas que sirven de base a su gobierno” 53 . En la Nueva Galicia, a pesar de que el levantamiento parecía destinado a desaparecer, la represión del gobierno virreinal avivó los sentimientos independentistas, dando inicio una segunda etapa del movimiento que tuvo lugar entre 1812 y 1817 54 y que fue emprendida por medio de guerrillas en el Sur, los Altos y la ribera de Chapala. Al respecto, destacó la figura de Gordiano Guzmán y la guerrilla del Sur como la única que nunca pudo ser del todo apagada por De la Cruz. Cabe adelantar que este caudillo dio origen al futuro nombre de Ciudad Guzmán y de Tamazula de Gordiano. TERCERA ETAPA: Consumación de la Independencia Para principios de 1818 la causa de la independencia parecía definitivamente perdida y la paz reinaba en casi toda la Nueva España. La única excepción era Vicente Guerrero, en la zona sur de las costas del pacífico. Esta situación cambió cuando triunfó en la península la revolución de 1820 y el monarca español Fernando VII aceptó gobernar con la constitución liberal de 1812, que debía aplicarse en todas sus posesiones. Como los principios liberalesde dicha constitución limitaban la autoridad y privilegios de los españoles en México, éstos, para no verse perjudicados, decidieron conseguir la independencia. En la capital de la Nueva España los peninsulares convencieron al general español, Agustín de Iturbide, para que se aliara con ellos y llevar a cabo sus planes. Así cuando el virrey le ordenó ir a combatir a Vicente Guerrero, Iturbide aceptó, estableciendo contacto con Guerrero para convencerlo de que se uniera a su causa. Así, el 24 de febrero de 1821 el Plan de Iguala proclamó 52 Castolo, F., Monografía de Ciudad Guzmán, Jalisco, Biblioteca Pública “Juan José Arreola”, México, 2001, p. 46. 53 Mora, citado en: Orozco, C.M.C., op. cit., p. 34. 54 Becerra, C.G., et al., op. cit., p. 101. 25 la Independencia y con ello el ayuntamiento y el consulado seguían en manos de los españoles conservando todas sus posesiones y privilegios mientras el resto de la población esperaba obtener el orden y la seguridad con el nuevo gobierno. Un enviado de Iturbide llegó a Guadalajara para hablar con las autoridades y el 13 de junio de 1821, en San Pedro Tlaquepaque, fue proclamada la Independencia 55 , dando completo fin al proteccionismo ejercido por España en estas tierras. En el Sur, las consecuencias fueron principalmente económicas: muchos capitanes españoles huyeron de Sayula debido a los constantes asaltos de los insurgentes, estableciéndose en Guadalajara o Zapotlán el Grande. Aunado a ello, con el fin del proteccionismo y las dificultades del tránsito de mercancías, la industria textil de Sayula se vio duramente dañada. Considerando que esta ciudad era la más importante a nivel económico todavía por estas fechas, reinaba un ambiente de inseguridad e incertidumbre, así como de débil oligarquía local. Zapotlán el Grande pudo emerger entonces, en sentido siempre ascendente, como un importante centro económico regional, gracias a la cantidad de gente que atraía en octubre, mes de cosechas, para su fiesta patronal desde 1749. Resulta curioso que las causas de la decadencia de Sayula son, al mismo tiempo, los factores del ascenso zapotlense, como son: “la situación (geográfica) estratégica de Zapotlán, la guerra de independencia y la supresión del proteccionismo económico por el libre comercio” 56 Otros sucesos que he juzgado muy relevantes son, además, la cada vez más concurrida feria de Zapotlán y su suelo propicio para la agricultura. A continuación veremos brevemente cada uno de estos factores. Sin duda la situación geográfica de Zapotlán es más ventajosa que la de Sayula; haciendo a un lado las vías de comunicación que actualmente existen y considerando la poca información que hay sobre los caminos existentes durante los tiempos coloniales, se llegó a la conclusión de que Zapotlán, como cabecera del partido del mismo nombre, en ese tiempo tenía mayor comunicación, independientemente de la buena o mala condición de las rutas. Para empezar su cercanía y la relación con Colima y Manzanillo prometía, tarde o temprano, un futuro dorado. Algunos autores mencionan una conexión comercial –sin que se pueda especificar con precisión –entre Tamazula y Jilotlán de los Dolores con la región del Tepalcatepec, nexo que desde luego beneficiaba directamente a la cabecera del partido, es decir, Zapotlán. El 55 Becerra, C.G., et al., op. cit., p. 103. 56 Olveda, J., op. cit., p. 22. 26 contacto entre estas dos zonas, sin negar que haya existido desde el prehispánico, era evidente desde el siglo XVI. Los encomenderos de la cuenta del Tepalcatepec, que en ocasiones eran los mismos de Jilotlán, exigían a los indígenas como tributo, principalmente productos alimenticios, los cuales estaban destinados a la manutención de los trabajadores de las minas que se localizaban al poniente, “que probablemente eran las de Tamazula 57 ”. Le situación geográfica de Sayula era muy distinta a la de Zapotlán, pues fuera de la comunicación con los pueblos de su jurisdicción, Sayula sólo tenía contacto exclusivo con Guadalajara al norte, y con San Gabriel y Tuxcacuesco al poniente, y durante los meses de lluvia y aún los dos siguientes, se mantenía prácticamente aislada por la cantidad de agua que se reunía. Otra barrera natural que le impedía tener comunicación en la región fue la Sierra del Tigre 58 . El estallido de la guerra de independencia le afectó mucho a las arcas de Sayula, ya que debido a que allí se establecía la Administración de Rentas –donde reunían los impuestos– de los pueblos del Sur, se convirtió en un presa de continuos saqueos de parte de los insurgentes, asunto que provocó la paralización del comercio, de las manufacturas y de la agricultura; y lo que es peor, la huida de muchos capitalistas a otras ciudades, como Zapotlán, Colima o Guadalajara. Otro aspecto que le trajo la decadencia a Sayula fue que en 1821, tras la consumación de la independencia finalizó el proteccionismo económico que se le venía dando por parte de la Corona, en aras del libre comercio, los talleres de tejido de algodón ya no pudieron competir con los productos introducidos por el Puerto de San Blas. En cambio Zapotlán ya figuraba como gran productor de jabón desde los años veintes y en los cuarentas consiguió permiso de la “Junta Administrativa de Michoacán” para explotar el gusano de seda. Sin duda la feria de Zapotlán jugó un papel “facilitador”, pues le permitió concentrar a múltiples comerciantes en el mes de octubre, para intercambiar diversos productos, situación también favorecida por tratarse de un mes de cosechas en una localidad con prosperidad agrícola. Por entonces en Zapotlán se cultivaba maíz, frijol, haba, chile, ajo, alberjón, cebolla, lechuga, legumbres, duraznos, membrillos, manzanas, limas, naranjas, cerezos, guayabos, chirimoyas, uvas, higos y aguacates. También se dedicaban al comercio permanente de lana, algodón, arroz, harina, quesos y vinos; a la engorda de cerdos y a la manufactura de jabón 59 . Fue este ascenso económico el que permitió que, poco después, empezaran a instalarse escuelas con sostenimiento local. 57 Barret, E.M., “La cuenca del Tepalcatepec”, en Colección Sep- Setentas, 1975, núm. 177 y 178, p. 40. 58 Olveda, J., op. cit., p.p. 24 y 25. 59 Ibídem, p. 28. 27 SEGUNDA PARTE: CONFLICTOS ENTRE LIBERALES Y CONSERVADORES Capítulo 1.- ¿Cómo Europa o como Estados Unidos? Conservadores vs liberales A partir de la consumación de la Independencia el país enfrentó el reto de organizarse para solucionar los problemas que heredaba y establecer un gobierno que defendiera la soberanía nacional frente a nuevos invasores. A pesar de que el Plan de Iguala representó la unión de los dos bandos, insurgente y realista, con el propósito común de conseguir la independencia de España, las contradicciones entre estos grupos persistieron. Guerrero representaba la lucha en pro de cambios sociales que favorecieran a la mayoría de la población indígena, mientras que Iturbide defendía los intereses de la clase privilegiada y de los que repudiaban las reformas liberales, quienes además pensaban que la nueva nación debía tener un gobierno central, capaz de mantener unido el enorme territorio que había formado el virreinato y que desde la capital se organizaran todos los aspectos de la vida de la nueva nación. Era el grupo de los conservadores o centralistas que veían a Europa como modelo a seguir. El otro grupo era el de los liberales o federalistas, quienes sostenían que la forma de gobierno adoptada por los Estados Unidos se acoplaba mejor a las necesidades de nuestro país, pues: “permitiría autonomía en cada estado para resolver sus problemas específicos, reactivar su economíay, al mismo tiempo, los mantendría unidos para cuestiones de interés común, como la defensa de la independencia recién adquirida”. 60 Los jaliscienses fueron firmes partidarios del federalismo, destacando las figuras de Gordiano Guzmán, Juan de Dios Cañedo, Prisciliano Sánchez, Valentín Gómez Farías, Mariano Otero e Ignacio L. Vallarta 61 . Mientras el centro del país estaba en combate, la ubicación geográfica y el relieve montañoso del sur de Jalisco le trajeron un periodo de autonomía y fortaleza económica que mantuvo hasta la primera mitad del siglo XIX, esto gracias a que, tras a guerra de independencia fue cambiado el puerto de entrada de productos que arribaban a México por el Pacífico, de Acapulco a Tepic además de que la minería de extracción de hierro de Zapotlán el Grande, Tecalitlán, Pihuamo y 60 Becerra, C.G., op. cit., p. 106. 61 Ibídem. 28 Tamazula se vio altamente beneficiada, y los excedentes que esto produjo permitieron la creación de nuevas y variadas empresas que estimularon el comercio y el transporte local. Poco después y hasta principios del siglo XX, la industrialización de caña de azúcar, se convirtió en la actividad económica más importante, junto con el cultivo del maíz, su importancia llegó a ser tal, que para 1904, “esta región contribuía con 47% de la producción estatal de azúcar, ocupando entonces el primer lugar” 62 Otros proyectos industriales exitosos fueron la fábrica de papel La Constancia (del criollo José Vicente Gutiérrez) y la Ferretería de Tula (de José Corchera), en la Sierra de Tapalpa; la producción de jabón fino, cerillos, tejidos e hilados en Zapotlán el Grande; sosa calcinada a mediana escala, loza vidriada y plantas de beneficio de raíz de zacatón en Sayula. Estas nuevas empresas lograron canalizar capital local y multiplicarlo al estimular actividades económicas derivadas, como el comercio y el trasporte. La consolidación de estas y otras empresas regionales, motivaron que para fines del siglo XIX se intensificara su capacidad de exportación a Guadalajara y a otros estados del centro del país, situación favorecida por la construcción de nuevas vías de comunicación 63 . Gracias a esto para 1823, año en que el criollo Victoriano Roa hizo un inventario de la riqueza jalisciense –con el fin de conocer lo que administraría en adelante–, se encontraron los siguientes resultados 64 : Departamento Población Fanegas de sembradura Zapotlán 34,350 2,500 Zacoalco 32,366 1,997 Sayula 21,495 1,497 Tuxcacuesco 15,640 1,300 En el cuadro anterior podemos verificar que el ascenso económico de Zapotlán estaba rindiendo frutos. Aunado a ello, dicho Departamento era el único que se dedicaba, además, a la explotación 62 Macías, M.A. (coord.), “Características socioeconómicas del sur de Jalisco”, en El Sur de Jalisco. De cara al siglo XXI, Universidad de Guadalajara, México, 2008, p. 26. 63 Ibídem. 64 Olveda, J., op. cit., p. 27. 29 de minas de plata en Tamazula y Jilotlán de los Dolores 65 . Más tarde, la apertura del puerto de Manzanillo (1825 66 ) también favoreció al comercio zapotlense. Capítulo 2.- Nacimiento de Jalisco como Entidad Federativa (1821-1825). En 1821, la Nueva Galicia cambió su nombre por el de Provincia de Guadalajara y Agustín de Iturbide, coronado emperador de la nueva nación, nombró a Luis Quintanar como primer jefe político de esta Provincia. Como ya mencionamos, Iturbide era de ideas conservadoras y empezó a gobernar como monarca absolutista, lo cual despertó inconformidades en las provincias que deseaban contar con libertad para gobernarse, manifestándose en múltiples rebeliones contra él. Agustín I abandonó el trono en 1823, dejando un vacío de poder. Provisionalmente, el Congreso Nacional nombró a Pedro Celestino Negrete, Nicolás Bravo y Guadalupe Victoria “para que se hicieran cargo de la administración y convocaran a la formación del Congreso que debía elaborar una Constitución” 67 . En mayo de 1823 ese gobierno provisional nombró a Joaquín Herrera como gobernador de Jalisco. Ante ello, los diputados jaliscienses se declararon a favor de un régimen federal, creando el Estado Libre de Xalisco, y nombrando a Luis Quintanar como gobernador. El Supremo Poder Ejecutivo se valió del coronel Anastasio Brizuela para quebrantar la pujanza tapatía. A sólo cuatro días de la declaración del Estado Libre de Xalisco, Brizuela, quien se jactaba de representar las aspiraciones de la población de Colima exigió la separación de este Partido. La respuesta de las autoridades jaliscienses fue rotunda y violenta: Quintanar acusó a Brizuela de ser el instrumento de una artimaña urdida desde el centro. De no haber sido por la llegada del ejército de Nicolás Bravo y Pedro Celestino Negrete a Lagos, que obligó a Quintanar y Anastasio Bustamante a marchar hacia esa ciudad, seguramente habría viajado a Colima para someter a Brizuela. El encuentro entre Bravo y el gobernador jalisciense fue pacífico, firmando los “Convenios de Lagos” 68 el 14 de agosto de 1823, que establecía que el 65 Ibídem, p. 28. 66 Ibídem, p.. 34. 67 Becerra, C.G., op. cit., p. 107. 68 Plascencia, I.J., op. cit., p. 108. 30 estado obedecería a las autoridades nacionales siempre y cuando respetara su derecho a la autonomía en asuntos locales 69 La separación de Colima fue confirmada por el Congreso Constituyente en la sesión del 30 de enero de 1824, al erigirla en territorio sujeto a la Confederación, administrado por las autoridades del centro. Con la separación de Colima, Jalisco perdió una porción importante de su antiguo territorio. Poco después, Luis Quintanar y Anastasio Bustamante fueron hechos prisioneros por Bravo y enviados a Acapulco 70 . Maniobras similares a la separación de Colima fueron promovidas por el centro en las discusiones del Congreso Constituyente de 1824, para escindir de Jalisco los territorios de Zapotlán y Lagos, pero la intervención de Quintanar desarticuló estos movimientos 71 . Esto no ocurrió pero el partido de Zapotlán se vio beneficiado, dado que Tonila y Pihuamo se negaron a continuar agregados a Colima y fueron incorporados incuestionablemente a Zapotlán el Grande. Partidos del Sur de Jalisco 72 1725 1824-1878 IV Cantón de Jalisco, con sede en Sayula Partidos: Zacoalco, Sayula, Tuxcacuesco y Zapotlán el Grande 69 Enciclopedia de México, p. 4432, citado en: Martínez, R.F. (director), Enciclopedia Temática de Jalisco, op. cit., p. 32. 70 Plascencia, I.J., op. cit., p. 108. 71 Muriá, José María, citado en: Martínez, R.F. (director), Enciclop.edia Temática de Jalisco, op. cit., p. 32. 72 Fuente de la imagen: Elaboración propia y Muriá, J.M., “De Nueva Galicia a Jalisco”, en op. cit., p. 45. 31 Para su organización interna, el estado de Jalisco decidió que los 28 partidos en que se dividía la provincia de Guadalajara se reuniera en ocho unidades mayores llamadas cantones, con una cabecera que sería la villa o ciudad más poblada, donde residiría un jefe de policía o jefe político, nombrado por el gobernador a propuesta del Congreso Estatal. 73 73 Anónimo, “El gobierno interior. Cantones del Estado de Jalisco en 1825”, [1 p..], [en línea], 2010, disponible en: http.://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/sites/estados/libros/jalisco/html/sec_47.html 32 En 1829 el Ayuntamiento de Colima solicitó su reintegración a Jalisco, “dado el estado decadente en que se encuentra este territorio… y los graves perjuicios que desde 1824 viene resintiendoen su salubridad, justicia, educación…” 74 Tanto Jalisco como Colima insistieron en sus demandas de reincorporación, pero los resquemores del centro no cesaron y Colima permaneció como un territorio sujeto a la Confederación, y eventualmente al Departamento de Michoacán. En el año de 1833, la educación era sostenida económicamente por el Ayuntamiento Constitucional de Zapotlán el Grande (conformado el 29 de junio de 1813) y se brindaba a través de las llamadas “Escuelas de Primeras Letras”, unas eran para mujeres y otras para varones. Estas escuelas empleaban el método lancasteriano 75 y enseñaban a leer, escribir y contar. El dinero destinado era el que provenía de los impuestos de lona, jarca y chile, fondos que resultaban insuficientes las más de las veces, y quienes más padecían estas carencias eran los profesores, que solían quedarse sin sueldo por meses enteros, y cuyas peticiones de material eran ignoradas 76 . No tenemos el año exacto de construcción de la primera escuela de este periodo, ni la cantidad de asistentes a ella, pero sabemos que fueron aumentando lentamente de tal forma que 34 años más tarde, en 1867 había ya seis escuelas municipales, dos particulares y, poco después una escuela pública para adultos 77 . Se destaca que los fondos con que operaban, cuando no eran privadas, provenían de los impuestos recaudados a nivel local. Capítulo 3.- Zapotlán se independiza de Sayula En marzo de 1856, el Congreso Local de Jalisco revisó la estructura interna de la entidad. Zapotlán, capital de departamento, tenía entonces una población mayor a la de Sayula, que era la sede del cantón al que estaba integrado; la eficacia con que Sayula atendía aquel departamento fue cuestionada. Por ello, se fundó el IX Cantón cuya capital sería el propio Zapotlán y a partir de entonces quedó dividido en dos departamentos. Los límites que habían tenido, entre ellos y con los departamentos de Sayula y Zacoalco, fueron respetados. 74 De la Madrid, Alfonso, “Petición del Ayuntamiento de Colima para anexarse al Estado de Jalisco”, en periódico El Occidental, México, 18 de febrero de 1973. 75 Con base en la ideología liberal, surgió una institución llamada “Compañía Lancasteriana”, que se encargó de difundir rápidamente la enseñanza con el sistema inglés lancasteriano basado en monitores (que eran alumnos aventajados que ayudaban al profesor), que respondía a la falta de gente preparada para la docencia. 76 Orozco, C.M.C., op. cit., p. 54 77 Los datos de los cuadros fueron extraídos de: Ibídem, p. 53 y 54. 33 Ese mismo año, haciendo homenaje al General Gordiano Guzmán, que había peleado en el Sur de Jalisco en favor de los liberales, fue cambiado el nombre de Zapotlán el Grande por Ciudad Guzmán y Tamazula se convirtió en Tamazula de Gordiano. Colima no volvió a reintegrarse al Estado de Jalisco ni permaneció bajo el control michoacano, pues en 1857, la nueva Constitución la elevó al rango de entidad federativa. Pero no en todos lados los liberales eran bien acogidos. En la capital del país, una vez promulgada la Constitución de 1857 e Ignacio Comonfort fue electo presidente, los conservadores proclamaron el Plan de Tacubaya, donde desconocían tanto al presidente como a la constitución, obligando a aquél a salir del país. Benito Juárez, que era presidente de la Suprema Corte de Justicia, asumió la presidencia y tras emprender acciones y promulgar leyes que redujeran la intromisión de la Iglesia en el Estado, se desató el conflicto civil llamado “Guerra de Reforma” entre los dos partidos en disputa, donde Juárez tuvo que defender su cargo trasladándose continuamente dentro del país. Destaca que en su visita a Guadalajara en el año de 1858, Guillermo Prieto impidió que fuera asesinado por los conservadores. Entonces Juárez huyó a Veracruz pasando por Ciudad Guzmán y Colima. El gobierno de Juárez tomó la decisión de dejar de pagar la deuda externa durante dos años, hecho que Napoleón III tomó como justificación para invadir México el 5 de mayo de 1863. 78 Los conservadores y Napoleón pactaron la llegada de Maximiliano de Habsburgo para que estableciera un imperio en México. Ambos bandos tenían la pretensión de popularizar el saber, pero fueron las acciones de Juárez las más relevantes, pues tenía la consideración de que ésta debe ser laica y gratuita, ideas incorporadas a la constitución promulgada el 5 de febrero de 1857, que en su artículo tercero ordenaba “La enseñanza es libre” 79 . El 15 de abril de 1861 se realizó un intento de controlar la educación, mediante una ley expedida por Juárez, en la que se proponía la unificación del plan de estudios de instrucción elemental y la creación del mayor número posible de escuelas primarias. Como dijimos, también Maximiliano tenía el propósito de instruir a la población, prueba de ello es que en 1865 dictó una Ley de Instrucción Pública, que no fue del agrado de las fuerzas reaccionarias que en un principio lo apoyaban. 78 Becerra, C.G., et al., op. cit., p. 125. 79 Orozco, C.M.C., op. cit., p. 71. 34 En marzo de 1865, Maximiliano estableció una división del país en Departamentos Imperiales, que elaboró el geógrafo Manuel Orozco y Berra 80 y, a decir de Edmundo O’ Gorman, “ésta constituye la única división política merecedora del calificativo de “organización territorial” en la historia del país, pues a diferencia de las otras (que, finalmente, no son sino variantes de una sola), ésta expresaba un conocimiento del terreno. Los límites que separaban a uno y otro departamento eran perfectamente naturales, y se tenía especial cuidado en que su extensión permitiera un desarrollo equilibrado del país, o como decía el propio Orozco y Berra en sus Ideas de las Divisiones Territoriales de México: “que poco más o menos cada fracción política, en el porvenir, pueda alimentar a un mismo número de habitantes” 81 En el siguiente mapa de los departamentos imperiales en Jalisco, se destaca que Ciudad Guzmán aparece integrado con Colima. Colinda con los departamentos de Autlán, Jalisco, Aguascalientes y Tancitaro. 82 80 Martínez, R.F. (director), op. cit., p. 40. 81 Pie de p.ágina, Ibídem, p. 41. 82 Fuente de la imagen: Ibídem, p. 40. 35 Tras el triunfo de la república, en 1868 se mantuvo la división en cantones. En Jalisco había 9: Guadalajara, Lagos, La Barca, Sayula, Ahualulco, Autlán, Tepic, Colotlán y Zapotlán 83 . Las Leyes Orgánicas de Instrucción Pública de 1867 y 1869 se inclinaban por una educación orientada a destruir cualquier prejuicio, para lo cual se recomendaba que la educación formara hombres prácticos, con base en la enseñanza de las ciencias positivas. Gabino Barreda, principal representante del positivismo en México, decía que en la educación debería proponerse la formación del hombre con fundamento en la razón y en la ciencia. También en 1867 se produjo un evento centralizador que retomaremos en el primer capítulo de la tercera parte debido a sus consecuencias, al establecer en la constitución la reducción del área de competencia de los municipios al ámbito de los servicios requeridos por la población y subordinándolos en materia económica, política y legal a las legislaturas estatales 84 . El 15 de mayo de 1869, se expidió la Ley de Instrucción Pública; en ella la instrucción elemental quedaba como obligatoria, gratuita y laica. Esta ley suprimía la enseñanza de la religión y en ella se consideraron todos los aspectos educativos y se incluyeron múltiples disposiciones para los distintos niveles educativos. Algunas figuras relevantes de la segunda mitad del siglo XIX en materia educativa fueron José Díaz Covarrubias, Ignacio Ramírez y Gregorio Torres
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