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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
 
PROGRAMA DE POSGRADO EN ECONOMÍA 
FACULTAD DE ECONOMÍA 
ECONOMÍA INTERNACIONAL 
 
APUNTES SOBRE LA RELACIÓN ENTRE CAMBIO CLIMÁTICO Y 
LA ACUMULACIÓN DE CAPITAL 
TESIS 
QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE: 
MAESTRO EN ECONOMÍA 
 
PRESENTA: 
BLANCA MARIANA GALICIA RAMOS 
 
TUTOR PRINCIPAL: 
 DR. ALEJANDRO VALLE BAEZA 
Posgrado de Economía, UNAM 
 
COMITÉ TUTOR: 
DR. ANGEL DE LA VEGA NAVARRO 
Posgrado de Economía, UNAM 
DR. GABRIEL MENDOZA PICHARDO 
Facultad de Economía, UNAM 
DR. FRANCISCO ESTRADA PORRÚA 
Centro de Ciencias de la Atmósfera, UNAM 
MTRA. KARINA CABALLERO GÜENDULAIN 
Posgrado de Economía, UNAM 
 
México D. F., febrero 2016. 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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DERECHOS RESERVADOS © 
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reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
 
 
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-¿Podrías decirme, por favor, qué camino debo 
seguir para salir de aquí? 
-Esto depende en gran parte del sitio al que 
quieras llegar- dijo el Gato 
-No me importa mucho el sitio- respondió Alicia 
-Entonces tampoco importa mucho el camino 
que tomes – le contestó el Gato 
 
Lewis Carroll 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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Agradecimientos 
 
A la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) por ser semillero de 
conocimiento, de ideas y proyectos siempre en constante movimiento. 
A la Facultad y Posgrado de Economía por darme la oportunidad de trabajar y estudiar en 
sus aulas. Agradecimiento especial a quienes con su colaboración y ayuda han hecho 
posible llegar al final de este proyecto: a Erika Valladares, Dulce Ruedas, Araceli 
Martínez, Nallely León, Juana Romero, Isabel Nieves. 
Al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) por el apoyo brindado para la 
realización de los estudios de posgrado. 
A la Coordinación de Estudios de Posgrado por el apoyo recibido para la realización de 
una estancia de investigación en Leipzig, Alemania. 
A los miembros del jurado por sus valiosos comentarios que enriquecieron esta 
investigación y más allá de ella. Al Dr. Ángel de la Vega, por su siempre atenta ayuda 
dentro y fuera de clase, al Dr. Alejandro Mendoza por su buena disposición en todo 
momento, a la Mtra. Karina Caballero por todo el apoyo recibido desde mis primeros 
estudios de posgrado, al Dr. Francisco Estrada por su orientación para la realización de 
mis investigaciones. 
A los amigos y maestros que me acompañan y apoyan para seguir estudiando economía. 
Mención especial al Dr. Alejandro Valle por ser mi tutor y un gran maestro. Agradezco a 
Zoila Vargas, José Sandoval, Hugo Ramírez, Bruno Hernández, Martín Rodríguez por sus 
enseñanzas, sus palabras, sus risas, sus consejos. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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ÍNDICE 
 
Introducción .................................................................................................................................. 5 
Capítulo I. Cambio climático, ¿natural o antropogénico? ............................................................. 8 
1.1. Cambio climático ................................................................................................................. 8 
1.2. Cambio climático antropogénico ....................................................................................... 12 
1.3. Cambio climático natural ................................................................................................... 15 
1.4. La postura adoptada en esta investigación ........................................................................ 19 
1.5. La antropogenesis del cambio climático, una visión histórica ............................................. 23 
1.1.1. Los primeros pasos .................................................................................................. 24 
1.1.2. La era del petróleo ...................................................................................................... 27 
1.1.3. El problema se hace evidente ..................................................................................... 30 
1.1.4. El cambio climático y la era actual............................................................................... 31 
Capítulo II. Acercamiento teórico ................................................................................................ 35 
2.1. Relación sociedad-naturaleza ............................................................................................ 35 
2.2. Acumulación de capital ..................................................................................................... 37 
 2.2.1. Acumulación originaria ............................................................................................... 39 
2.2.2. Acumulación de capital en su fase ampliada ............................................................... 42 
2.2.3. Crisis ........................................................................................................................... 46 
2.2.4. Acumulación por desposesión .................................................................................... 51 
2.3. Capitaloceno ..................................................................................................................... 52 
Capítulo III. Acumulación climática ............................................................................................. 55 
3.1. Metabolismo universal actual ............................................................................................ 55 
3.2. Los síntomas, no la enfermedad ........................................................................................ 62 
3.3. Don't blame them for choose profit over the planet .......................................................... 65 
3.4. Nuevos espacios de acumulación ...................................................................................... 72 
3.5. La energía climática ........................................................................................................... 79 
3.5.1. Energía eólica en el Istmo de Tehuantepec ................................................................. 81 
Conclusiones ............................................................................................................................... 93 
Referencias.................................................................................................................................. 95 
 
 
 
 
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Introducción 
El cambio climático es el mayor problema que enfrenta actualmente la humanidad, ya que 
se perfila como una gran amenaza para los ecosistemas mundiales comprometiendo no 
sólo la vida del hombre sino también la de muchas especies que durante miles de años 
han conquistado su lugar en este planeta. 
Ante la emergencia, tomar medidas adecuadas para combatir esta situación se vuelve 
preponderante. Sin embargo, desde que la comunidad internacional tomó cartas en el 
asunto, la condición de la atmósfera no solo no ha mejorado sino que, muy por el 
contrario, ha empeorado; las emisiones de CO2 lejos de disminuir cada vez alcanzan 
nuevos records de partículas suspendidas en el aire y las consecuencias son ahora 
evidentes pues cada año es más caluroso que el anterior. 
¿Qué es entonces lo que está pasando? ¿Por qué no se están tomando las medidas 
necesarias para evitar las catástrofes que se avecinan?¿Será acaso un problema de 
voluntad política? 
Este trabajo intenta responder esas preguntas, acercándose al problema desde un 
enfoque teórico diferente a la manera en la que se ha venido abordando este problema, 
es decir, desde el marxismo que en su metodología intenta establecer la raíz del problema 
buscado en las condiciones materiales que dieron origen y condicionan esta situación. 
El objetivo de este trabajo es entonces entender la dinámica en la que está inserto el 
fenómeno del cambio climático, pensado como un fenómeno social, producto de la 
actividad humana sí, pero no de cualquier actividad ni en un tiempo indeterminado. Se 
partirá de la especificidad histórica, es decir, en los dos últimos siglos en los que se 
originó este fenómeno y no de los dos mil millones de años desde que el Homo Sapiens 
surgió como hombre moderno. La actividad humana entendida no como un desarrollo 
abstracto, sino como un conjunto de actividades específicas, en tiempos y lugares 
determinados por la misma evolución de estas condiciones. 
Partiendo de esta perspectiva, se intentará demostrar que esta situación no se debe a 
falta de voluntades que impide avanzar lo suficiente, sino, por el contrario, se debe a una 
forma de interacción social cuya dinámica a gran escala repercute en la naturaleza en la 
misma magnitud. Es una forma de interacción social contradictoria que depende de dos 
 
 
 
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fuentes fundamentales, el trabajo y la tierra pero que al mismo tiempo, con su actividad, 
las socaba, las explota y degrada. 
Mediante el entendimiento de los dos procesos (la acumulación capitalista y el cambio 
climático) y su conexión -concibiéndolos como un todo integral y dinámico-, se podrían dar 
otras herramientas para acercase al problema, estudiarlo y entenderlo de mejor manera. 
La acumulación de capital es la forma predomínate de regulación social en la que la 
búsqueda incesante de ganancias mueve el sistema económico, genera grandes periodos 
de bonanza económica y en dado momento, por sus misma dinámica genera las crisis 
necesarias para depurar al sistema, reajustarlo e iniciar un nuevo ciclo. Es así como en 
los periodos de convulsión económica se generan otras condiciones para desarrollar 
nuevos espacios de acumulación. Sin duda, la crisis ecológica se perfila para ser un 
nuevo espacio de acumulación de capital y con ello, seguir incrementando la rentabilidad. 
Con el ánimo de poder aglutinar estos elementos, esta investigación se divide en tres 
apartados. En el capítulo uno se definirá el cambio climático, sus determinaciones y la 
situación actual del estado del clima. Posteriormente se retomara la discusión de aquellos 
que adjudican a la actividad humana la emergencia climática y quienes lo niegan o 
“negacionistas”, tomando en cuenta los argumentos y puntos de vista de cada parte. A 
continuación esta investigación tomara una postura en el debate y con ello, se hará un 
recorrido histórico de la actividad energética desde finales del siglo XVIII hasta nuestros 
días. 
El capítulo dos correspondiente al acercamiento teórico de este trabajo, recorrerá los 
diversos enfoques que la teoría marxista ofrece, es decir, la relación sociedad-naturaleza 
a partir del metabolismo universal. Después se analizará la teoría de la acumulación de 
capital, se estudiaran con mayor detalle sus elementos, su dinámica y sus momentos 
como la acumulación originaria, en su fase ampliada, la acumulación por desposesión y la 
crisis. Así mismo, partiendo de la discusión de la antropogenesis del cambio climático, se 
recurrirá a un concepto: capitaloceno, cuyo uso permitirá definir de mejor manera la 
magnitud de la intervención del ser humano en el clima. 
El tercer y último capítulo referirá a la utilidad de la teoría utilizada en esta investigación 
para entender la situación del metabolismo universal actual, es decir, se hará una 
evaluación de las condiciones naturales en nuestros días referentes al estado de la 
atmósfera, la tierra, el agua y la biodiversidad hoy en día afectadas por la actividad 
 
 
 
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humana. Después, se retomará la idea expuesta en el capítulo inicial al respecto de los 
negacionistas así como algunos ejemplos de cómo el discurso verde y el combate al 
cambio climático es utilizado para generar más ganancias. Finalmente, se analizará lo que 
la crisis ecológica representa para la acumulación capitalista, es decir, nuevos espacios 
de acumulación, entendidos como aquellos sectores en los que se puede posicionar 
inversión de capital en busca de generar ganancias y se examinará un caso concreto, el 
de la energía eólica en México, fundamentalmente en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca 
donde la acumulación por despojo es un determinante. 
Con ello, se pretende dar a conocer la utilidad de la teoría marxista para entender no solo 
los problemas sociales sino también los problemas ambientales, entendidos como un todo 
conectado ya que el hombre es parte de la naturaleza. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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Capítulo I. Cambio climático, ¿natural o antropogénico? 
 
1.1. Cambio climático 
 
El clima es un proceso ecológico de intercambio entre plantas, animales a través de la 
fotosíntesis, la respiración y la descomposición; y entre la atmosfera y los océanos a 
través del intercambio de gases así como de la criósfera1 con las emisiones que 
provienen de la erupción de volcanes (National Research Council, 2012). En un sentido 
más amplio, el clima es el resultado de la interacción de la atmósfera, la hidrósfera, la 
criósfera, la litosfera y la superficie de la biosfera. Todos estos elementos determinan el 
estado y la dinámica del clima de la Tierra como lo muestra la figura 1.1. 
Figura 1.1 
 
Fuente: IPCC, 2007 
 
Dado que el clima está en constante movimiento, conviene hacer la diferencia entre "el 
clima a corto plazo" y "el clima a largo plazo". El primero es lo que está ocurriendo en la 
atmósfera en el momento actual (que puede incluir características como la velocidad del 
 
1 Partes de la superficie terrestre donde el agua se encuentra en estado sólido, es decir, hielo y terreno 
congelado. 
 
 
 
 
9 
 
viento, las precipitaciones, la presión barométrica, la temperatura, etc.), y que cambian 
constantemente (diario, semanal, mensual). Por otro lado, el clima a largo plazo es el 
tiempo promedio y ocurre durante periodos más prolongados (de 30 años en adelante). 
Entonces, las evaluaciones de los cambios en el clima a largo plazo resulta ser más 
complejo teniendo en cuenta que a corto plazo hay una infinitud de variaciones en los que 
constantemente influyen diversos elementos y factores. 
Se tiene registro que desde 1880 algunos científicos ya comenzaban a realizar 
mediciones de la temperatura global tanto en la tierra como en los océanos y, en los 
últimos años, con instrumental más sofisticado, se han podido generar datos de miles de 
años, por ejemplo, el laboratorio de núcleos de hielo de la US Geological Survey 
almacena muestras de núcleos de hielo tomadas en los casquetes polares y los glaciares 
de montaña los cuales dan indicios acerca de los cambios climáticos y atmosféricos 
ocurridos hace cientos de miles de años . 
Gracias a estos y otros registros e investigaciones de varias entidades a nivel mundial 
como el Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA (GISS, por sus siglas en 
inglés), el Centro Hadley para Cambio Climático del Reino Unido, la Agencia 
Meteorológica del Japón y el Centro Nacional de Datos Climáticos de la NOAA (NCDC, 
por sus siglas en inglés), entre otros, se han registrado cambios significativos de la 
temperatura superficial del planeta como se muestra en la figura 1.2. Dichos registros 
evidencian que la temperatura superficial promedio de la Tierra se ha incrementado en 
más de 0.8°C (1.4°F) durante los últimos 100 añosy que la mayor proporción de este 
incremento se dio durante los últimos 35 años (National Research Council, 2012). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
10 
 
 
Figura 1.2 
 
Fuente: NASA a través del National Research Council 
Al considerar todos los factores que intervienen en el clima, destaca el llamado efecto 
invernadero. Cuando el sol irradia energía hacia la Tierra, una tercera parte de ella se 
refleja de nuevo al espacio por la acción de los casquetes polares; sin embargo, dos 
terceras partes restantes son absorbidas por la superficie y, en menor magnitud, por la 
atmósfera gracias a la participación de gases suspendidos en ella como el dióxido de 
carbono, nitrógeno, el vapor de agua, etc., quienes absorben gran parte de esta radiación 
térmica emitida por los suelos y el océano y la vuelve a irradiar a la Tierra, como se 
muestra en la figura 1.3. Esto es lo que se denomina efecto invernadero natural (IPCC, 
2007: 180). Dicho fenómeno es muy importante ya que calienta la superficie del planeta y 
genera las condiciones necesarias para la vida. 
Sin embargo, en las últimas décadas, este proceso natural se ha visto trastocado por la 
gran concentración de dióxido de carbono (CO2) en la atmosfera. Este gas incoloro y 
denso que forma parte de la atmósfera tiene un gran impacto sobre la misma como se 
muestra en la figura 1.4. Los datos precisan que las emisiones globales se duplicaron de 
1971 a 2008 al pasar de 14 GtCO2 en 1971 a 29.3 GtCO2 en 2008 (IEA, 2010). Esta 
situación intensifica el efecto invernadero modificando el clima global haciéndolo más 
cálido, es decir, subiendo la temperatura terrestre. 
 
 
 
 
 
11 
 
 
Figura 1.3 
El efecto invernadero 
 
Fuente: IPCC Fourth Assessment Report: Climate Change 2007 
 
Figura 1.4 
Concentración de CO2 en la atmosfera 
 
Fuente: Agencia Europea de Medio Ambiente, 2011. 
 
 
 
 
12 
 
En la medida en que se calienta la atmósfera debido a los niveles crecientes de gases de 
efecto invernadero, la concentración de vapor de agua se incrementa, intensificando aún 
más el efecto invernadero. Esto a su vez causa mayor calentamiento que trae consigo un 
incremento adicional del vapor de agua, es decir, un ciclo de auto-reforzamiento (IPCC, 
2007). 
Estos fenómenos generaron una gran controversia entre la comunidad científica, tal es así 
que en 1988 se creó el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático 
(IPCC por sus siglas en inglés) con la finalidad de proporcionar evaluaciones integrales 
del estado de los conocimientos científicos, técnicos y socioeconómicos sobre el cambio 
climático, sus causas, posibles repercusiones y estrategias de respuesta (IPCC, 2015). Y 
gracias a esta iniciativa, actualmente se tienen estudios detallados en constante 
actualización que tratan de analizar la situación climática desde diversos enfoques. Sin 
embargo, como todo conocimiento nuevo ha generado varias controversias entorno a su 
veracidad. Hubo un primer momento en que se dudaba de la posibilidad de que se 
estuviera generando una transformación del clima y después se elevó el debate sobre las 
causas de la misma. 
Las posturas se han decantado en dos causas diferentes: una causa natural y otra 
antropogénica. La primera considera estos cambios naturales, es decir, modificaciones 
provenientes de un ciclo más largo, el de la Tierra, donde hay periodos más cálidos que 
otros; también se afirma que estos procesos son naturales pero provenientes de los ciclos 
del Sol que incrementa su actividad repercutiendo en la Tierra. Por otro lado, existe la 
postura de que las actividades humanas, básicamente la quema de combustibles fósiles y 
la eliminación de bosques, han intensificado gravemente el efecto invernadero natural, 
dando lugar al calentamiento mundial. 
Frente a esta disyuntiva, conviene describir ambas posturas y, para fines de esta 
investigación, rescatar los elementos más importantes y así contar con más elementos de 
análisis. 
 
1.2. Cambio climático antropogénico 
 
De acuerdo a las investigaciones, hay una presencia mayor de CO2 en la atmósfera pero 
este gas es producido y consumido por muchos procesos naturales como se mostró en la 
 
 
 
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figura 1.1, por ello es difícil hacer mediciones precisas sobre las contribuciones de, por 
ejemplo, las emisiones de gases volcánicos, los procesos de fotosíntesis de las plantas, el 
fitoplancton, etc. No obstante, en la mayoría de los datos registrados se muestra una 
tendencia a la alza de emisiones de CO2 (figura 1.4) a la par del periodo en el cual la 
humanidad comenzó a hacer uso de carbón y petróleo como fuentes de energía que 
cuentan con el dióxido de carbono como uno de sus componentes. Veamos el proceso de 
construcción de esta conclusión en los registros climáticos. 
Hacia 1850, el físico irlandés John Tyndall fue el primero en describir el efecto 
invernadero demostrando que el vapor de agua y otros gases absorben el calor del sol. El 
químico Svante Arrhenius fue uno de los primeros investigadores en estimar en 1896 el 
poder térmico del exceso de CO2 en la atmosfera ya que si se duplicaba dicha emisión 
podría generar un calentamiento de 5 o 6 ˚C en aproximadamente dos mil años. Sin 
embargo, fue hasta bien entrado el siglo XX, en 1938 cuando Guy Stwart Callendar 
advirtió que el calentamiento global estaba ya en curso debido a las emisiones producidas 
por la quema de combustibles fósiles e incluso anunció que este fenómeno provocaría un 
aumento de 1˚C para el siglo XXI (The Encyclopedia of Earth, 2012). 
Según los datos, obtenidos a través del análisis de burbujas de aire atrapadas en los 
núcleos de hielo de la Antártida, durante al menos dos mil años antes de la Revolución 
Industrial las concentraciones de CO2 se mantuvieron relativamente constantes y después 
de esta fecha empezaron a incrementarse notablemente como lo muestran las figuras 1.5 
y 1.6. 
Figura 1.5 
 
 
 
 
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Figura 1.6 
 
Fuente: Programa de Investigación sobre Cambio Climático Global de EU 
Según la definición del IPCC, el cambio climático, tal como se entiende en relación con las 
observaciones efectuadas, se debe a cambios internos del sistema climático o de la 
interacción entre sus componentes, o a cambios del forzamiento externo debido a causas 
naturales o a actividades humanas (2001). 
Por tanto, el grupo de expertos ha llegado a un consenso general en el cual confirma que 
la actividad humana es la causante de dicho fenómeno y pone especial énfasis en la 
necesidad de cambiar el rumbo energético de las economías lo que ha llamado la 
atención de propios y extraños. Incluso el ex vicepresidente de Estados Unidos, Al Gore, 
realizó un documental en el 2006 llamado An Inconvenient Truth (Una verdad incómoda) 
donde alertaba sobre este acontecimiento al público en general y, en consecuencia, 
levantó gran revuelo mediático a nivel mundial. 
Sin duda, la evidencia más contundente es el corto tiempo en que este fenómeno se ha 
presentado; como lo muestra la figura 1.6, el famoso palo de Hockey. Este es la 
representación de las temperaturas globales a lo largo del tiempo desde 
aproximadamente mil años, y se fundamenta en el trabajo de los investigadores Mann, 
Bradkey y Hughes. La conclusión es que el aumento de temperatura durante el siglo XX 
no tiene precedentes en los mil años anteriores, ni siquiera en el periodo cálido de la Edad 
Media. De hecho, las concentraciones de CO2 exceden las 400 partes por millón (Tyndall 
 
 
 
15 
 
Centre for Climate Change Research, 2014), el nivel más elevado que en cualquier 
periodo durante los últimos 400 mil años (National Reseach Council, 2013) lo que resulta 
realmente alarmante. 
Si bien es cierto hay fluctuaciones en los movimientos climáticos a largo plazo, en su 
forma natural, estos conllevan miles de años y ahora lo que se presenta es una 
modificación a escala global en pocomás de cien años, relativamente poco tiempo en 
términos atmosféricos. Los principales riesgos son los cambios en los sistemas climáticos 
locales y en la capacidad de adaptación de las especies que durante miles de años han 
evolucionado junto a la Tierra. 
 
1.3. Cambio climático natural 
 
Como se ha mencionado anteriormente, esta postura responsabiliza a condiciones 
naturales el incremento de la temperatura global. Para ahondar más en el tema, se 
analizarán algunas posturas de los científicos que están a favor de esta perspectiva. 
De acuerdo a los resultados del IPCC, hay un consenso en la mayoría de los científicos 
sobre la intervención del hombre en el clima, sin embargo, existe un pequeño pero 
importante grupo de científicos que afirman que el cambio climático es producto de la 
naturaleza, es decir, que son cambios provenientes de los ciclos naturales de la Tierra y 
del sol, por tanto, no existe ninguna intervención por parte de agentes externos, por 
ejemplo, la actividad humana. 
Algunos de estos científicos hicieron pública su opinión sobre el origen del calentamiento 
global en un documental llamado The Great Global Warming Swindle (La gran farsa del 
calentamiento global) que fue trasmitido en marzo del 2007 a través de un canal televisivo 
del Reino Unido y que se considera una contestación al documental que un año antes 
había presentado Al Gore. Este documental concluye, como el título sugiere, que la 
afirmación que le atribuye a la actividad humana el cambio climático es una mentira que 
responde a intereses políticos y financieros y a ideas del extremismo ecologista, 
neomarxista anticapitalistas y antiglobalización. Entre estos intereses estarían los de la 
energía nuclear que verían la coyuntura como una oportunidad de negocio, los de 
científicos que buscan renombre y financiamiento al hablar de estos temas, las jugosas 
aportaciones nacionales a la causa que ha generado grandes ganancias, especulación o 
 
 
 
16 
 
bien, que son argumentos del norte utilizados para que países del sur no puedan 
industrializarse. 
Sin embargo, este documental generó controversias no solo entre la comunidad científica 
en general sino entre los mismos científicos que en él fueron presentados por haber 
tergiversado algunos argumentos. Pese a la controversia y a las críticas que generó, en él 
se presentaron los puntos de vista de una minoría de científicos que no creen que el 
calentamiento global sea causado por la producción antropogénica de dióxido de carbono. 
Entre los varios científicos presentados en aquel documental, Timothy Ball, profesor de la 
Universidad de Winnipeg, afirma que el calentamiento global no es causado por el 
hombre. Así lo refiere en su página personal (www.drtimball.com) donde discute los 
instrumentos de medición que el IPCC utiliza para sacar conclusiones sobre el impacto 
del hombre en el clima. 
Nir Shaviv, profesor del Instituto Racah de Física de la Universidad Hebrea de Jerusalem, 
afirma que el problema del calentamiento global y su consecuencia el cambio climático de 
debe a la actividad de las manchas solares, como lo refiere en su blog 
(www.sciencebits.com/blog/1). Según sus estimaciones, la actividad solar en los últimos 
siglos se puede reconstruir usando diferentes proxies; estas reconstrucciones muestran 
que la actividad solar del siglo XX no tiene comparación con los últimos 600 años 
(anteriormente alta actividad solar se produjo hace alrededor de 1000 años, y desde hace 
8000 años). 
http://www.sciencebits.com/blog/1
 
 
 
17 
 
Figura 1. 7 
Registro de actividad solar 
 
Fuente: Sciencebits en www.sciencebits.com/CO2orSolar. 
 
Así mismo, Piers Corbyn, director y fundador de WeatherAction quien se dedica a vender 
predicciones de clima basándose en las observaciones solares -sin hacer pública su 
metodología- es otro escéptico del calentamiento global dado que afirma que los cambios 
en el clima se deben a la actividad solar y no a la actividad humana como el acuerdo 
científico internacional lo dice. 
Ian Clarck, profesor del departamento de Ciencias de la Tierra, de la Universidad de 
Ottawa, en su proyecto DeSmogBlog comparte con otros escépticos del cambio climático 
algunas opiniones. En dicho sitio asegura "...estar en desacuerdo que existe un consenso 
de los científicos que este [el cambio climático] es la consecuencia de las actividades 
humanas. Mientras que el derretimiento del permafrost, retroceso de los glaciares y la 
disminución de la masa de hielo permanente puede ser alarmante, sólo es alarmante para 
quienes no están familiarizados con los cambios pasados en el clima en el norte. 
Paleoclimatólogos reconocen estos eventos como parte de los cambios naturales y ajenos 
a las concentraciones de CO2 en la atmósfera. De hecho, el crecimiento y la disminución 
de las plataformas de hielo, junto con los glaciares, capas de hielo y bancos de hielo 
están en gran medida relacionados con los cambios en los insumos solares” (2007, 
traducción propia). 
 
 
 
18 
 
En el mismo blog, dedicado a “limpiar la opacidad de la ciencia sobre el cambio climático”, 
Clarck denuncia que hay “una abrumadora mayoría de los científicos del clima en el 
mundo están de acuerdo en que el mundo se está calentando - el clima del mundo está 
cambiando- y que la quema indiscriminada de combustibles fósiles es la culpable, pero 
por desgracia, una campaña de relaciones públicas bien financiada y altamente 
organizada está envenenando el debate sobre el cambio climático tratando de confundir a 
la opinión pública para tomar acciones que pudieran cortar las ganancias del carbón, el 
petróleo y de la industria del gas” (2006). Sin embargo, DeSmogBlog reconoce que los 
clientes de sus proyectos incluyen a empresas de desarrollo de bienes raíces, empresas 
de alta tecnología, farmacéutica, los gigantes de la industria forestal y centros turísticos. 
Por su parte, otros tantos investigadores como Javier Sala i Martin, profesor de la 
Universidad de Columbia, que colabora en el Cato Institute, un think tank dedicado a la 
defensa de los principios de la libertad individual, un gobierno limitado y el libre mercado 
asevera en sus columnas periodísticas que el IPCC de la ONU esta sesgado a favor de 
posiciones ecologistas (2007). Incluso, el mismo autor afirma que no hay evidencia 
científica convincente que demuestre que la emisión CO2 o de otros gases cause el 
calentamiento catastrófico de la atmósfera y conlleve el cambio climático a la Tierra; por 
tanto, tampoco hay evidencia científica que demuestre la intervención de la actividad 
humana sobre el clima de la Tierra por lo que no se podría hablar de un consenso 
científico del tema; más bien, son políticas para limitar el crecimiento de países pobres. 
No obstante, años atrás, ni siquiera daba crédito a la posibilidad de que existiera cambio 
climático ya que para el investigador, no se deben limitar las posibilidades de crecimiento 
por un “supuesto cambio climático que no está científicamente comprobando”. El cambio 
climático entonces es “una estrategia para alarmar a la población cada vez que se bate un 
récord de temperaturas en algún lugar del planeta y asocian inmediatamente un 
fenómeno meteorológico con el catastrofismo climático” (Sala i Martin, 1999: 7). 
Patrick Moore, mundialmente conocido como el co-fundador de Greenpeace, mantiene 
hoy en día la postura de que el cambio climático es producto de ciclos naturales de la 
Tierra y que este fenómeno se debe a la potencia económica y política de la industria del 
cambio climático que hace multimillonarios a los activistas y empresarios que en torno a él 
se encuentran (Patrick Moore on Climate Change, 2014). 
En México, el doctor José Luis Mateos del Instituto de Física de la UNAM cuestiona el 
cambio climático y el gran revuelo que ha ocasionado ya que considera que si la Tierra se 
 
 
 
19 
 
estuviera calentando,no habría de que preocuparse pues esos gases, que ahora se 
satanizan, son los responsables de crear las condiciones para la vida. Basándose en la 
teoría del caos, considera que el clima es un sistema complejo muy difícil de predecir, por 
tanto aquellos datos que intentan dar proyecciones al futuro como lo hace el IPCC no son 
muy confiables pues hay muchos elementos que influyen en el clima que imposibilitan 
hacer estimaciones a nivel mundial (2013). 
 
1.4. La postura adoptada en esta investigación 
 
Conocidas ambas posturas, esta investigación se adhiere a la explicación antropogénica 
del cambio climático ya que, sin ser un experto en las discusiones metodológicas 
presentadas, se podría afirmar que si bien es cierto el cambio climático es un fenómeno 
natural, la actividad humana lo potencia dada la rapidez con la que se presentan las 
variaciones de CO2 en la atmosfera que no tienen comparación en la historia natural del 
planeta. 
Además si se trata de construir conocimiento científico en materia climática y apuntalar 
su rigurosidad, dicho conocimiento puede tomar en cuenta pero no se puede basar en los 
argumentos que en diversos espacios cibernéticos se presentan a titulo de grados 
académicos. En la construcción de argumentos físicos-biológicos que expliquen los 
cambios en el clima se deben de tomar en cuenta los reportes e informes de instituciones 
internacionales con alto prestigio y de revistas especializadas que refieren un alta calidad 
en el contenido de la investigación, así como de las técnicas utilizadas para llegar a sus 
respectivas conclusiones y de su consulta por la comunidad científica. 
Hasta el momento de realizar esta investigación, no se encontró publicación reciente 
(cinco años) que cumpla con las características arriba mencionadas por parte de los que 
niegan el cambio climático antropogénico en sus espacios cibernéticos pero sí se 
encontró un estudio (Cook, 2013) que analiza la evolución del consenso científico sobre el 
calentamiento global en la literatura científica revisada por pares entre 1991 a 2011. 
Contando con cerca de 11 944 artículos considerados, se llega a la conclusión de que hay 
una posición de consenso con el 97,1% de que los humanos están causando el 
calentamiento global. 
 
 
 
20 
 
Además, numerosas instituciones públicas, privadas y de prestigio internacional tales 
como American Geophysical Union, American Meteorological Society, American Physical 
Society, U.S. National Academy of Sciences así como Académie des Sciences France 
Academies of Arts, Humanities and Sciences of Canada, Academy of Sciences for the 
Developing World (TWAS), Australian Meteorological and Oceanographic Society British 
Antarctic Survey, Canadian Foundation for Climate and Atmospheric Sciences, Ecological 
Society of America, Environmental Protection Agency, European Physical Society, 
European Science Foundation, International Alliance of Research Universities, 
International Council for Science, International Research Institute for Climate and Society, 
Latin American Academy of Sciences, National Research Council, entre otras2 han llegado 
al mismo consenso. 
Así mismo, para realizar sus reportes, el IPCC toma “nueva evidencia del cambio 
climático sobre la base de muchos análisis científicos independientes, de observaciones 
del sistema climático, archivos paleoclimáticos, estudios teóricos de los procesos 
climáticos y simulaciones utilizando modelos climáticos” (IPCC, 2013) que confirman este 
fenómeno producto de la actividad humana. 
El nivel de confianza de los modelos climáticos proporciona estimaciones cuantitativas 
creíbles sobre los cambios climáticos futuros. Esta confianza de deriva del hecho de que 
los modelos se basan en principios físicos aceptados y tienen la capacidad de reproducir 
las características observadas del clima actual y de cambios climáticos del pasado (Adler 
2008). 
Basándose en los resultados del Working Group I (WGI) que se encarga del análisis de la 
evidencia física se resume: 
 El calentamiento del sistema climático es inequívoco, y desde la década de 1950, 
muchos de los cambios observados no tienen precedentes en las últimas décadas 
a milenios. La atmósfera y el océano se han calentado, las cantidades de nieve y 
el hielo han disminuido, el nivel del mar ha aumentado, y las concentraciones de 
gases de efecto invernadero han aumentado. 
 
2 Para ver la lista completa de las organizaciones científicas que mantienen la posición de la acción del 
hombre en el clima, referirse a: http://opr.ca.gov/s_listoforganizations.php. 
 
 
 
21 
 
 Cada una de las tres últimas décadas ha sido, sucesivamente, más caliente en la 
superficie de la Tierra que cualquier década anterior desde 1850. 
 A escala mundial, el calentamiento de los océanos aumenta cerca de 0,11 [0,09-
0,13] ° C por década durante el período de 1971 a 2010. Desde AR4 (IPCC, 
Assessment Report Fourth), los sesgos instrumentales en los registros de 
temperatura superior del océano han sido identificados y reducidos mejorando la 
confianza en la evaluación. 
 En las últimas dos décadas, Groenlandia y las capas de hielo de la Antártida han 
estado perdiendo masa, los glaciares han seguido disminuyendo en casi todo el 
mundo, y el hielo marino del Ártico y la capa de nieve de primavera del hemisferio 
norte han seguido disminuyendo en extensión (confianza alta). Figura 1.9 
 La tasa de aumento del nivel del mar desde la mitad del siglo XIX ha sido mayor 
que la tasa media durante los dos milenios anteriores (confianza alta). Durante el 
período de 1901-2010, el nivel medio global del mar aumentó en 0.19m. 
 Las concentraciones atmosféricas de dióxido de carbono, metano y óxido nitroso 
han aumentado a niveles sin precedentes en al menos los últimos 800.000 años, 
su presencia exceden sustancialmente las concentraciones más altas registradas 
en los núcleos de hielo durante los mismos registros. Tan solo las concentraciones 
de CO2 han aumentado un 40% desde los tiempos pre-industriales, principalmente 
por las emisiones de combustibles fósiles y por el cambio de uso de suelo. 
 El océano ha absorbido alrededor del 30% del dióxido de carbono antropogénico 
emitido, provocando la acidificación del océano. Las tasas medias de aumento de 
las concentraciones atmosféricas durante el siglo pasado son, con muy alto grado 
de confianza, sin precedentes en los últimos 22.000 años 
 El forzamiento radiativo de la atmosfera es positivo, y ha dado lugar a una mayor 
absorción de energía en el sistema climático. La mayor contribución al forzamiento 
radiativo total es causado por el aumento de la concentración atmosférica de CO2 
desde 1750 y no por un cambio en la dinámica solar. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
22 
 
Figura 1.8 
Cambios en la temperatura, en el nivel del mar y en la cubierta de nieve del Hemisferio 
Norte 
 
Variación observada de: a) el promedio mundial de las temperaturas en superfi cie; b) el promedio mundial 
del nivel del mar a partir de datos mareométricos (azul) y satelitales (rojo); y c) la cubierta de nieve del 
Hemisferio Norte. Todas las diferencias han sido calculadas respecto de los promedios correspondientes 
durante el período 1961-1990. Las curvas alisadas representan los valores promediados decenalmente, 
mientras que los círculos denotan los valores anuales. Las áreas sombreadas representan los intervalos de 
incertidumbre estimados a partir de un análisis completo de las incertidumbres conocidas (a y b) y de la serie 
temporal c). 
Fuente: Informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, 2007 
 
El mismo informe afirma que en comparación con el reporte anterior, las observaciones 
actuales son más detalladas y los modelos climáticos son más largos y mejores lo que 
permite atribuir a la actividad humana los cambios detectados en el sistemaclimático 
(IPCC, 2013). 
 
 
 
23 
 
En conclusión, se puede asegurar que la influencia humana en el sistema climático es 
clara debido a la presencia de los gases de efecto invernadero suspendidos en la 
atmosfera y que han modificado considerablemente los patrones climáticos conocidos 
hasta ahora. 
Aclarando la posición aceptada en este trabajo, es importante ser enfático en que no es la 
actividad humana en abstracto la causante de este problema, sino a la que se refiere a un 
tiempo especifico, es decir, a la actividad humana desde la Revolución Industrial en el 
siglo XVIII referente a la extracción y combustión de energía fósil y se ha incrementado 
más cada vez hasta nuestros días. 
 
1.5. La antropogenesis del cambio climático, una visión 
histórica 
 
Hasta el momento, después a conocer los diferentes posturas sobre las causas del 
cambio climático, se ha llegado a la conclusión de añadirse a la postura de que este 
fenómeno es un proceso antropogénico. Sin embargo, también es necesario cuestionar el 
tipo de actividad humana a la que se hace referencia, pues no se refiere al ser humano en 
general sino a condiciones y situación específicas de su historia. Es esta especificidad la 
que se necesita analizar. 
La mayor parte de la historia de la supervivencia humana está colmada de fracasos frente 
a la naturaleza, múltiples obstáculos como hambrunas, sequias, catástrofes naturales 
(inundaciones, incendios, huracanes, etc.), enfermedades etc., en repetidas ocasiones 
pusieron en amenaza la continuidad de la especie en este planeta. Ello manifiesta que en 
tiempos históricos anteriores, la humanidad estaba íntimamente relacionada con la tierra y 
la naturaleza, de ella dependía gran parte de sus actividades y regulaba su población, su 
alimentación y su sustento. Llevó un largo camino de miles de años para que el hombre 
ganara su lugar en este planeta mediante la adaptación, el entendimiento y el dominio de 
procesos antes temidos para posteriormente llegar a un estadio superior. 
El descubrimiento del fuego fue sin duda un paso significativo que, al igual que la 
agricultura representó una verdadera revolución para el hombre. No obstante, ello no 
solucionó el problema principal de producir suficientes alimentos para satisfacer las 
necesidades de la población en constante crecimiento. “A pesar de todos los cambios de 
 
 
 
24 
 
los sistemas políticos, el auge y caída de imperios, la aparición de nuevos Estados, las 
condiciones económicas y sociales prácticamente permanecieron inamovibles, por varios 
estadios de organización social” (Ponting, 1992: 275). 
Fue hasta el nacimiento del capitalismo y con él, la revolución industrial donde se 
modificaron sustancialmente las fuerzas productivas de la sociedad, es decir, las 
capacidades humanas desplegadas en el trabajo para producir aquellos productos que 
satisfacen necesidades. Fue en esta época cuando la humanidad en un tiempo record 
cambió esta relación hombre-naturaleza que hasta entonces había imperado un claro 
dominio natural. Ahora, el problema de la humanidad dejó de ser el alimento y su 
producción para dar paso a temas como el crecimiento y el desarrollo, problemáticas de la 
economía actual. 
 
1.5.1. Los primeros pasos 
 
Las formas de producción del naciente capitalismo intensificaron los usos industriales de 
madera, en un principio para la producción naviera del siglo XV (Braudel, 1984: 313) que 
conquistó los mares más lejanos, y se conocieron las tierras más extrañas, se trazaron 
rutas marítimas y se conquistaron territorios como América. Aquellas aventureras 
expediciones fueron posibles gracias a grandes dotaciones de recursos forestales. 
Posteriormente, con los inicios de la Revolución Industrial, se intensificó el uso de la 
madera ya que las primeras máquinas de vapor eran alimentadas con este recurso al ser 
explotadas sus ventajas, es decir era fácil de encontrar, de recoger, ardía fácilmente y por 
lo general, era gratis (Ponting, 1991: 374). 
Aunque este recurso permitía su constante uso, dado que es una fuente de energía 
renovable, planteaba limitantes pues era poco flexible; los lugares donde las máquinas de 
vapor que sostenían las primeras manufacturas y más tarde industrias habrían de 
localizarse cerca de bosques para la disposición del recurso que poco a poco comenzaba 
a desaparecer a medida que aumentaba las necesidades de consumo de la madera 
(Altvater, 2011: 108). Es decir, la tasa de explotación era muy superior a la tasa de 
renovación, a tal punto que a mediados del siglo XIX se agotaron prontamente los 
bosques de la Europa occidental. 
Frente a esta limitante, el proceso económico ya en curso no podía detenerse por la falta 
de energéticos, esto orilló a que se buscaran otras alternativas que alimentaran la gran 
 
 
 
25 
 
revolución social. La alimentación de la máquina de vapor con carbón se ofreció como 
una alternativa en el proceso industrializador, sobretodo en regiones donde se podía 
encontrar fácilmente como en Inglaterra. Esta opción propició el florecimiento de minas de 
carbón que, dada su accesibilidad, impulsaron fuertemente a las industrias florecientes y a 
su vez, cada avance tecnológico aumentaba más y más la demanda de carbón. La 
producción de éste en Lancashire aumentó de 35 mil toneladas en 1750 a 400 mil en 
1830 (de más o menos el 7 al 13% de la producción total de carbón en Inglaterra), 
expandiéndose para satisfacer la creciente demanda de energía de los nuevos talleres 
textiles mecánicos, la construcción de canales y el funcionamientos de barcas y, en la 
misma industria del carbón, para hacer funcionar las bombas de desagüe (O´Connor, 
2001: 25). 
Este hecho histórico, la Revolución Industrial, en términos económicos marca una pauta 
en la historia humana sin precedente: todas las sociedades humanas anteriores habían 
dependido de fuentes de energía renovables, es decir, seres humanos, animales, viento, 
madera y agua; sin embargo, cuando se utilizó el carbón se inició la transición hacia 
fuentes de energía definitivamente no renovables cuyos resultados serían impensables 
hasta entonces. En 1800 la producción mundial de carbón era de 15 millones de 
toneladas, hacia 1860 había aumentado a 132 millones de toneladas y a finales de siglo 
había superado los 700 millones. Entre 1899 y 1990 el mundo usó más carbón que 
durante todo el siglo XVIII (Ponting, 1991: 381). 
“Pero las consecuencias fueron mucho más lejos de un mero incremento en 
la producción de carbón; una máquina, una de las primeras en el mundo: un 
artilugio automático que trasformaba la energía química del carbón en energía 
física –trabajo- lo hacía con mayor eficiencia que los caballos y hombres que 
sustituía. La máquina nos dio nuestro primer dominio real sobre la energía y 
puso a la humanidad en una carrera que cambiaría el mundo para siempre” 
(Roberts, 2004: 41) 
En términos ecológicos, aquella revolución del carbón que modernizó a Inglaterra con 
una serie de industrias de gran volumen de producción y que incrementó el potencial del 
trabajo vivo, causaba así mismo una gran contaminación atmosférica llenando los cielos 
de humo, hollín, dióxido de azufre y otras sustancias provenientes principalmente de las 
chimeneas industriales y domesticas (McNeill, 2003: 89). 
 
 
 
26 
 
Hasta 1796, cuando James Watt patentó su famosa máquina de vapor, la más usada fue 
la de Newcomen cuyo motor sólo quemaba antracita y tenía una combustión casi 
completa, por lo cual era bastante limpio, pero era técnicamente ineficiente porque la 
combustión tapaba el mecanismo del motor. Watt experimentó con diversos métodos 
hasta que probó su máquina con carbón bituminoso, más barato y con más azufre. El 
resultado fue un motor que no se tapaba pero era una máquina extremadamente 
contaminante. No obstante, el motor de Watt se vendieron por todo el mundo. En 
Lancashire porejemplo, donde se usaban para mover máquinas en las despepitadoras 
de algodón y también las bombas de las minas, no tardó en estar cubierto por un 
repulsivo sudario de humo. El dióxido de azufre que se produce al quemar carbón se 
transforma en ácido sulfúrico cuando se oxida, proceso que se facilitaba en el húmedo 
clima británico. Sin embargo, el humo de carbón redujo la productividad agrícola y eliminó 
muchas variedades de vida vegetal. Lo que Robert Angus Smith habría de llamar lluvia 
ácida (en su Air and Rain, publicado en 1872) redujo la productividad del suelo en 
general. También disminuía el paso de la luz, lo que creó una epidemia de raquitismo —-
recimiento anormal de los huesos—, enfermedad infantil causada por falta de vitamina D 
(O´Connor, 2001: 25). 
De acuerdo con el mismo autor, el famoso "sistema Lancashire" para la extracción de 
carbón se diseñó para sacar de la tierra la mayor cantidad de carbón lo más rápidamente 
que se pudiera (es decir, rentablemente). Los desagües de las minas contaminaron ríos y 
arroyos con ácidos, partículas, hierro y compuestos ferrosos, y concentraciones de 
metales pesados, combinación sumamente tóxica para plantas y animales. La población 
de peces fue diezmada, lo cual incrementó la biomasa vegetal, reduciendo el oxígeno 
para otras formas de vida. La máquina de Watt fue un desastre ecológico tanto como un 
triunfo económico (p.27). 
Los medios de transporte alimentados con combustible fósil, incrementaron la velocidad 
en el movimiento de mercancías ensanchando el radio de actividades económicas. Ello 
ocasionó que la contaminación atmosférica fuera más allá de las grandes ciudades, de los 
centros de producción industrial y que se fuera expandiendo poco a poco a otras zonas. 
 
 
 
 
 
27 
 
1.5.2. La era del petróleo 
 
A mediados del siglo XIX el petróleo apenas se utilizaba pero poco a poco se fueron 
conociendo tantos sus propiedades como su utilidad para la iluminación, así fue posible 
convertir a la noche en día y al proceso de producción fue independiente de la luz solar y 
de los tiempos del día. No pasó mucho tiempo para que se descubrieran y se aplicaran 
nuevos usos del petróleo, el más importante fue el uso de la gasolina como combustible 
de automóviles. 
En poco tiempo este proyecto tuvo alcances mayores pues implicó una transformación 
productiva a través de la técnica de la cadena de montaje conocido como fordismo3, que 
mas que ser una revolución en el proceso productivo de una fábrica en especifico, fue la 
punta de lanza de un plan económico que además creó un proyecto social, político y 
cultural cuya centralidad es el automóvil, una trasformación específica de materia y 
energía pero con implicaciones ecológicas (Altvater, 2011: 88). 
Fue un proyecto social y a la vez individual porque el uso del automóvil se convirtió en un 
estilo de vida, poco a poco se modificaron las costumbres de la población que cada vez 
mas prefería conducir sus automóviles, fue un objeto de lujo y a la vez necesario, un 
elemento de estatus social, se crearon caminos y puentes, se modificaron las calles; y se 
había convertido en un importante potencializador de la económica estadounidense y de 
los países que le siguieron. 
Aunque para 1950 los estadounidenses seguían conduciendo más de la mitad de los 
autos existentes en el mundo, la motorización se generalizó después de la Segunda 
Guerra Mundial empezando por Europa Occidental (1950-1975), pasando por Asia 
Oriental encabezada por Japón que se llegó a convertir en un gran productor mundial 
hasta la fecha (McNeill, 2003: 92). China, por ejemplo, para 1997 tenía tan sólo dos 
millones de automóviles y hoy en día es el principal productor de automóviles a nivel 
mundial ya que, para 2013 produjo 20 millones de unidades (Forbes, 2014). 
Industrias devoradoras de energía surgieron en muchas partes del este asiático a partir de 
la década de los sesenta, sobre todo en Corea del Sur, Taiwán y Malasia, poco a poco 
crecieron las ciudades con grandes concentraciones industriales y la necesidad de 
 
3
 El término hace referencia a Henry Ford, un fabricante de automóviles en Estados Unidos que a partir de 1908 llevó a 
la práctica una producción en cadena que configuró las formas industriales de la época. 
 
 
 
28 
 
energía fue en aumento. La energía se había convertido en un recurso estratégico, 
representaba el factor que impulsaba el ascenso de las economías que lo poseyera o 
bien, metía en aprietos a quien lo necesitara (Roberts, 2004: 45). 
En un espacio de tiempo extraordinariamente corto, el petróleo había pasado a ocupar el 
epicentro mismo de la geopolítica. Empujados por la voraz demanda de petróleo, la 
industria energética se convirtió en uno de los mayores negocios del mundo y ciertamente 
el más extendido, de ahí que empresas como Standard Oil, a cargo de John Rockefeller, 
se convirtiera en la mayor compañía petrolera del mundo. 
El consumo mundial de combustibles en 1890 era de unos 10 millones de toneladas, 
llegando a 95 millones de toneladas para 1920, durante el periodo de conflictos bélicos se 
triplicó hasta 294 millones en 1940, hasta llegar a las 2.500 millones de toneladas al año 
en la década de los años setenta (Ponting, 1991: 390). 
Así como el petróleo se había convertido en la principal fuente del progreso y del 
desarrollo, también se convirtió en el principal suministro de las guerras y la mayoría de 
los conflictos bélicos por su dominio, como declaró un diplomático francés “quien sea 
dueño del petróleo será el dueño del mundo” (Roberts, 2004: 66). 
En la primera y la segunda guerra mundiales Alemania intentó conseguir, en diversos 
momentos, el control del petróleo del golfo Pérsico, Rumania y Crimea, mientras que la 
estrategia bélica de Japón en este último conflicto bélico consistió en incapacitar a la flota 
norteamericana, para asegurarse las vías marítimas a las reservas petroleras del sudeste 
de Asia. Después de la segunda guerra nuevos descubrimientos y tecnologías abrieron 
grandes reservas nuevas y ampliaron la producción petrolera, lo que ha reducido de 
manera más o menos constante el precio del crudo (excepción hecha de los episodios de 
la OPEP durante los setenta). Hoy en día las economías y las maquinarias de guerra de 
todos los países del mundo funcionan con petróleo (O´Connor, 2001: 153). 
La ventaja de los combustibles fósiles para el proceso de producción capitalista es que, a 
diferencia de las energías hidráulicas o eólicas, en aquellos hay una independencia de su 
origen, es decir, pueden ser conducidos a los lugares de consumo con la ayuda de 
oleoductos, gasoductos, etc. Otra ventaja es que los combustibles fósiles son 
independientes del tiempo, pueden almacenarse con facilidad y emplearse las veinticuatro 
horas del día durante todo el año. El carbón y el crudo no se deterioran, no necesitan 
 
 
 
29 
 
alguna pauta para su regeneración (Altvater, 2011:127) pero tiene la gran desventaja que 
son recursos finitos. 
Conforme aumentaba el uso de los combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas) también 
se incrementa la emisión de contaminantes. En 1905, por ejemplo se le llama smog4 a 
una serie de contaminantes procedentes de los escapes de los automóviles 
principalmente. A la par del impulso de esta gran industrialización, también se 
incrementaba los desechos y con ello la contaminación atmosférica como se muestra en 
el cuadro 1.1. Llama la atención el caso de Japón, que en 1970, alcanzó los niveles más 
altos de contaminación al grado de contar con el aire más contaminado de todos los 
países en el siglo XX, dado el estrecho territorio las ciudades aglomeradas y las industrias 
contaminantes. 
 
Cuadro 1.1 
Emisiones mundiales de metales a la atmosfera (1850 - 1990) 
Promedio anual (toneladas) 
Periodo Cadmio Cobre Plomo Niquel Zinc 
1850-1900380 1.800 22.000 240 17 
1901-1910 900 5.300 47.000 800 39 
1911-1920 1.100 8.000 49.000 2.100 49 
1921-1930 1.400 9.600 110.000 2.100 62 
1931-1940 1.700 12.000 170.000 4.900 75 
1941-1950 2.200 17.000 170.000 8.000 96 
1951-1960 3.400 23.000 270.000 14.000 150 
1961-1970 5.400 44.000 370.000 26.000 240 
1971-1980 7.400 59.000 430.000 42.000 330 
1981-1990 5.900 47.000 340.000 33.000 260 
 
Fuente: McNeill, R (2003). Algo nuevo bajo el sol. Historia medioambiental del mundo en el 
siglo XX. Alianza Editorial, Madrid. 
 
Ni siquiera el intento de socialismo de la Unión Soviética estuvo exento de estas 
problemáticas ya que mantuvo el mismo patrón, es decir un progreso económico a un 
ritmo extraordinario a partir de 1929 con los planes quinquenales y los conglomerados de 
las industrias pesadas. El rápido crecimiento económico tuvo su equivalente con 
 
4
 Es una combinación de palabras en inglés: smoke (humo) y flog (niebla) que en español significa “niebla tóxica” 
 
 
 
30 
 
problemas atmosféricos, tal es el caso de la lluvia acida que llegó a expandirse hasta 
Noruega (McNeill, 2003: 91). 
Cabe resaltar el notable aumento en la emisión de estos gases después de la Segunda 
Guerra Mundial, ya que el petróleo se acentuó como el eje de prosperidad para las 
naciones; así mismo, el número de automóviles en Estados Unidos pasó de 25 millones a 
48 millones aumentando igualmente el consumo de gasolina (Roberts, 2004: 67). 
 
1.5.3. El problema se hace evidente 
 
A pesar de que los efectos negativos para la salud de la población de este proceso 
histórico eran cada vez más notables, durante mucho tiempo se consideraban un costo 
aceptable a cambio del desarrollo y crecimiento económico. Sin embargo, en la década de 
los sesenta y setenta, los movimientos ecologistas tomaron fuerza en un entorno 
políticamente álgido a nivel mundial y los problemas de la contaminación atmosférica 
fueron tomados en cuenta por gobernantes y científicos. 
Fue entonces que se recuperaron diversas investigaciones que advertían desde mucho 
tiempo atrás esta situación como los de Svante Arrhenius y de Guy Stwart Callendar 
antes mencionados. Además, la famosa curva de Kelling se convirtió en la primera 
evidencia de los cambios climáticos producto de la actividad humana 
Con estas evidencias traídas del pasado y la activa participación de la comunidad 
ecologista, el cambio climático atrajo la atención de muchos investigadores quienes 
avanzaron enormemente en su estudio; tal es el caso del meteorólogo Syukuro Manabe, 
quien creó el primer modelo simplificado de la atmosfera, iniciando con ello la 
investigación a largo plazo sobre el calentamiento global por medio de simuladores 
(Atmospheric and Oceanic Sciences). 
La base del desarrollo económico que durante años fue admirada y elogiada, en aquella 
época, fue duramente cuestionada por la crisis energética de 1973 y 1979 que 
reconsideraba los patrones de vida de la sociedad industrial, así como por las 
consecuencias ambientales que su utilización generaba. En la comunidad internacional 
había preocupación, así lo demuestra la creación del Programa de Naciones Unidas 
 
 
 
31 
 
sobre el Medio Ambiente (PNUMA)5, la publicación del Informe Burtland, Our Common 
Future en 1987 y las llamadas cumbres mundiales sobre la Tierra, etc. Sin embargo, el 
agotamiento del modelo económico a finales de los años setenta e inicios de los años 
ochenta, acaparó la atención y quedó en manos del nuevo modelo el asunto ecológico. 
 
1.5.4. El cambio climático y la era actual 
 
En la década de los ochenta, debido a una serie de ajustes económicos internacionales, 
la era llamada neoliberal se vuelve dominante y es la encargada de administrar la 
economía mundial en los años siguientes operando para ello todo un cambio en la 
estructura económica. Dentro de la problemática ecologista, el cambio se hace notar, 
mientras que en 1972 se ligaba el deterioro ambiental a la extracción de recursos, en 
1992 se habla de preservar la calidad del medio ambiente mediante instrumentos 
económicos. El pensamiento económico dominante ayuda entonces mas a convivir con el 
continuo deterioro ambiental y la polarización social que ocasiona la sociedad industrial 
que a controlarlo o evitarlo (Naredo, 2006: 36). 
En 1992 la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo 
celebrada en Río de Janeiro, Brasil permitió crear el borrador de lo que después se 
convertiría en el primer tratado sobre el cambio climático, el Protocolo de Kyoto, acordado 
por 184 gobiernos en la ciudad japonesa del mismo nombre en diciembre de 1997 con el 
compromiso de que 37 países industrializados redujeran sus emisiones de seis gases de 
efecto invernadero. Los mecanismos de acción convenidos serían: el Mercado de 
Carbono y los Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL), principalmente (United Nations. 
Framework Convention on Climate Change, 2007). 
El Protocolo constituyó el primer paso histórico para controlar los gases de efecto 
invernadero, sin embargo desde sus inicios mostró fallas ya que Estados Unidos, el 
 
5
 El PNUMA se considera un catalizador, defensor, educador y facilitador que promueve el uso sensato y el 
desarrollo sostenible del medio ambiente global. Según su portal de internet, es la autoridad ambiental líder 
en el mundo, que fija la agenda ambiental global, que promueve la aplicación coherente de las dimensiones 
ambientales del desarrollo sostenible en el marco del sistema de las Naciones Unidas, y que ejerce de 
defensor acreditado del medio ambiente global. Su misión es alentar la participación en el cuidado del 
medio ambiente inspirando, informando y facilitando a las naciones y los pueblos los medios para mejorar 
su calidad de vida sin comprometer la de las futuras generaciones. Fuente: (www.pnuma.org). 
 
 
 
32 
 
principal emisor de gases a la atmosfera, no ratificó el acuerdo e incluso se retiró del 
Protocolo argumentando desigualdades en los compromisos de los países firmantes. 
Además, pese al seguimiento que se pretendía realizar a los acuerdos, poco a poco fue 
perdiendo fuerza ya que, países como Rusia, Japón y Canadá, no respaldaron dichos 
acuerdos por los posibles efectos negativos en sus economías. 
En este mismo periodo, específicamente el 30 de octubre del 2006, se publicó en Reino 
Unido el Informe Stern, un documento que detalla el impacto del cambio climático sobre la 
economía mundial elaborado por el economista Nicholas Stern. Este trabajo resultó ser la 
primera evaluación del cambio climático desde la perspectiva económica. Dentro de este 
documento, se analizaron los costes económicos del cambio climático y la importancia de 
actuar en conjunto en acciones de mitigación. 
El informe calculó que los costes anuales de la estabilización de las emisiones en 500-550 
ppm de CO2 serían de aproximadamente el 1% del PIB mundial para el 2050, un nivel 
significativo pero viable. Estos costes de mitigación son reducidos en relación con los 
costes y riesgos futuros del cambio climático con ello evitados ya que, según las 
estimaciones, si no se actúa rápidamente para frenar el cambio climático, se puede llegar 
a perder hasta el 20% del Producto Interior Bruto (PIB) mundial anual de forma indefinida 
(Stern, 2007). 
Cabe destacar que, según este informe, una política de reducción de emisiones se 
acercaría a los mecanismos de mercado basados en el establecimiento de un precio del 
carbono mediante una reglamentación que implique impuestos o comercio. De esta forma, 
la asignación de un precio apropiado al carbono significaría que la gente hará frente al 
coste social de sus acciones, lo que motivará al individuo y a las compañías a abandonar 
bienes y servicios altos en carbono. La elección del mecanismo de políticaa utilizar 
dependerá de las circunstancias nacionales de cada país, las características de sectores 
específicos y de la interacción entre la política del cambio climático y otras políticas pero, 
el mecanismo que se genere debe asegurar que el precio del carbono se mantenga a 
futuro para dar confianza a inversores y consumidores (Stern, 2007). 
La 15ª Cumbre del Clima se realizó en Copenhague, Dinamarca a finales del año 2009 y 
un año más tarde en Cancún México se celebró la 16ª Cumbre donde, entre otros 
acuerdos, se estableció un Fondo Verde Climático, un organismo financiero que tenía la 
misión de contribuir al cumplimiento de los objetivos de mitigación y adaptación del 
 
 
 
33 
 
cambio climático. Así mismo, se establecieron montos de financiamiento para atender a 
los países en vía de desarrollo y se identificaron cuatro elementos clave: adaptación, 
finanzas, mitigación y tecnología. 
A pesar de todos estos eventos, de los convenios establecidos, etc., los datos muestran 
un retroceso ya que en todo el proceso de negociaciones entre 1990 y 2011 se registró un 
aumento del 30% en el forzamiento radiactivo debido al aumento de las concentraciones 
atmosféricas de gases de efecto invernadero (Organización Meteorológica Mundial, 2013) 
llegando a advertencias realmente alarmantes. Así mismo como se mencionó, en el 2014 
los niveles de CO2 alcanzaron un nuevo record histórico situándose en las 402 partes por 
millón (OMM, 2014). 
Figura 1.9 
Emisiones mundiales de GEI antropogénicos 
 
Fuente: Informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, 2007 
 
Además, los efectos del cambio climático ya están presentes y están generando muchos 
problemas, entre ellos modificaciones en los patrones fluviales así como en los ciclos de 
la agricultura afectando la producción de alimentos. Según la NASA (2014) el deshielo de 
la Antártida es irreversible ocasionando el aumento del nivel del mar hasta por cuatro 
metros que implicará la desaparición de diferentes lugares, en su mayoría islas y zonas 
http://www.science.nasa.gov/
 
 
 
34 
 
pobres pero también terrenos como Venecia y Holanda. Los fenómenos meteorológicos 
serán más agresivos, se propagaran enfermedades tropicales como dengue, malaria, 
fiebre amarilla, etc., que se creían olvidadas y que no tienen cura muchas de ellas. Estos 
últimos eventos hoy en día ya han ocasionado el desplazamiento de 144 millones de 
personas a causa del cambio climático en los últimos cinco años (De Benito E, 2014). 
Entonces, ¿Qué es lo que está pasando? Si se ha levantado todas las alarmas sobre la 
urgencia de detener las emisiones, ¿por qué no han disminuido y muy por el contrario, 
han aumentado? 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
35 
 
Capítulo II. Acercamiento teórico 
 
Actualmente existe una amplia gama de bibliografía dentro de la economía que aborda la 
problemática ambiental y dentro de ella, hay diferentes teorías que intentan abordar esta 
situación partiendo de las más diversas posturas y posiciones. 
Estas corrientes teóricas se han desarrollado a medida que cobra más importancia la 
necesidad de entender la dinámica económica junto a la dinámica ecológica. Siendo así, 
este proceso de entendimiento formal inicia con la Economía de los Recursos Naturales, 
cuyos primeros atisbos datan de fines del siglo XIX; mucho tiempo después, a finales de 
la década de 1960 y la primera mitad de los setenta aparece la Economía Ambiental; y 
posteriormente, durante la década de 1980 surge la Economía Ecológica, que se 
construye como una crítica a las corrientes anteriores (Ávila, 2010:11). 
No obstante el marxismo, como corriente económica, aparenta un retraso en la visión 
ecológica manteniéndose incluso la visión que comúnmente se tiene de él, a saber, se le 
considera como una corriente teórica productivista, antropocéntrica y desinteresada por la 
problemática ambiental (Foladori, 2001: 35) y por tanto, nada tiene que aportar a la 
discusión de hoy en día. Sin embargo, este trabajo de investigación pretende demostrar 
que esta postura no es del todo cierta y, muy por el contrario, los textos de Karl Marx y 
Friedrich Engels pero sobretodo los desarrollos posteriores de la teoría marxista en 
diferentes autores, brindan una fuente metodología muy importante para entender la 
problemática ecológica que encierra la crisis climática. 
 
2.1. Relación sociedad-naturaleza 
 
En su obra inconclusa, El Capital, Marx describe al trabajo como “un proceso entre el 
hombre y la naturaleza, un proceso en que el hombre media, regula y controla su 
metabolismo con la naturaleza” (Marx, 2003: 215). El concepto de metabolismo6 en este 
contexto es muy importante, ya que define esta relación como un movimiento constante 
donde el hombre al transformar a la naturaleza, se transforma a sí mismo. 
 
6
La palabra metabolismo, que tiene su origen en las ciencias naturales, en alemán se traduce como 
Stoffwechsel, es decir, intercambio de sustancia o materia. 
 
 
 
36 
 
Marx explicaba esta relación como el metabolismo universal de la naturaleza, es decir, “la 
condición universal para la interacción entre la naturaleza y el hombre, y como tal, una 
condición natural de la vida humana”. La humanidad, a través de su producción, “extrae” 
sus valores de uso naturales y materiales de este, al mismo tiempo “insuflando una 
[nueva] vida” a estas condiciones naturales “como elementos de una nueva formación 
[social]”, generando por ese motivo una especie de segunda naturaleza. (Foster, 2013). 
La relación hombre-naturaleza es un metabolismo dinámico, un flujo siempre en constante 
movimiento de materia y energía mediada por el trabajo de acuerdo a un momento 
determinado del desarrollo de la sociedad (Marx, 1977: 215). Es importante recalcar que 
esta relación no representa la interacción entre dos entes diferentes que interactuaran 
entre sí, sino que el ser humano es naturaleza y su actividad depende de los procesos 
naturales y sus condiciones para poder sobrevivir. 
Como cualquier metabolismo natural, el metabolismo social se establece cuando los seres 
humanos se apropian de materia y energía de la naturaleza (input) y finaliza cuando se 
depositan desechos, emanaciones o residuos en los espacios naturales (output) (Toledo: 
2011:6). Sin embargo, lo que diferencia a un metabolismo social de uno natural es el 
trabajo ya que a través de él la sociedad crea una segunda naturaleza adecuándola a sus 
necesidades a través de su producción, pero no lo hacen como les plazca, sino bajo las 
condiciones heredadas del pasado (de la historia natural y social), y siguen dependiendo 
de la dinámica básica de la vida y la existencia material (Foster, 2013). 
Este metabolismo es entonces un flujo siempre en constante movimiento de materia y 
energía mediada por el trabajo y con él, la técnica que se utilice en un momento 
determinado del desarrollo de la sociedad. Por tanto, si bien es cierto, esta relación 
hombre-naturaleza ha sido diferente de acuerdo al proceso histórico que ha guiado esta 
relación, “el metabolismo entre la naturaleza y la sociedad es independiente de cualquier 
forma histórica porque aparece previamente bajo las condiciones pre-sociales o histórico-
naturales de los seres humanos” (Schmidt, 1976). 
El hombre sólo puede proceder conforme las pautas de la naturaleza, a saber, sólo 
cambiando la forma de la materia en ella contenida, la naturaleza apoya u obstaculiza 
este proceso de transformación. El trabajo, por lo tanto, no es la única fuente de riqueza 
material, como dijera William Petty, “el trabajo es el padre y la tierra la madre”. 
 
 
 
37 
 
Entonces, la sociedad y la producción humana en general, están en el interior de este 
metabolismo y dependen de él, no obstante, en una economía mercantil capitalista esta 
segunda naturalezacontiene características propias que conducen a una fractura en este 
metabolismo universal 
Pese a que la relación ser humano-naturaleza es una unión transhistórica, para Marx lo 
importante a entender “no es la unidad de la humanidad viviente y activa con las 
condiciones naturales, inorgánicas, del intercambio metabólico con la naturaleza y en 
consecuencia de su apropiación de esta, lo que requiere explicación no es el resultado de 
un proceso histórico, sino, antes bien, la separación existente entre estas condiciones 
inorgánicas de la existencia humana y esta existencia activa, una separación que se 
postula por completo únicamente en la relación del trabajo asalariado con el capital” 
(Marx, 1977: 449) 
Entonces, lo que requiere explicación no es esta unidad de la naturaleza y el ser humano 
sino la condición histórica en el cual se genera una fractura de esta unidad y Marx la 
encuentra en el capitalismo, al referirse a un tipo de relación histórica especifica que es el 
trabajo asalariado con el capital ya que esta segunda naturaleza asume una forma 
alienada, dominada por el valor de cambio antes que por el valor de uso, conduciendo a 
una fractura en este metabolismo universal. 
¿Qué es lo que distingue este modo de producción de los anteriores estadios humanos? 
¿Cuáles son sus características? 
 
2.2. Acumulación de capital 
 
El concepto de acumulación de capital es utilizado para definir el tipo de dinámica de 
producción que sigue este sistema en particular caracterizado por que la riqueza social 
que se genera en los procesos productivos da origen al plusvalor que, al efectuase la 
compra de la mercancía, se convierte en ganancia. 
El plusvalor es trabajo ajeno impago. El capitalista (dueño de los medios de producción) 
compra fuerza de trabajo con un parte del capital originario para un proceso productivo y 
reitera esa compra con un parte de las ganancias obtenidas en el primer ciclo y 
 
 
 
38 
 
nuevamente extrae plustrabajo y por ende, produce de nuevo plusvalor (Marx, 2003: 718). 
Este proceso es el llamado reproducción del capital. 
La acumulación es la reinversión del plusvalor en capital, es decir, medios de producción 
(capital constante) y fuerza de trabajo (capital variable) pero en escala ampliada. Así, el 
capital, en dicho proceso incorpora a los dos creadores de la riqueza social–la fuerza de 
trabajo y la tierra- a través de la contratación de trabajadores y de la compra de materias 
(primas y auxiliares) 
A medida que progresa la acumulación, se las potencias productivas del trabajo social 
mediante la maquinaria y nueva tecnología que aquel proceso trae aparejado generando 
cambios graduales en la composición técnica del capital que aumenta progresivamente 
más rápido en comparación con la magnitud de fuerza de trabajo utilizada. Por 
consiguiente, a medida que el acrecentamiento del capital hace que el trabajo sea más 
productivo, se reduce la demanda de trabajo con relación a la propia magnitud del capital. 
Al progresar la acumulación se altera la relación que existe entre la parte constante del 
capital y la parte variable (Marx, 2003: 783). 
La competencia entre capitalistas individuales en un mismo ramo es la que incentiva estos 
cambios cualitativos y cuantitativos ya que la venta de más mercancías mejorará el 
posicionamiento de la firma en el mercado, por ello, es necesario abaratarlas. Esto 
depende de la productividad del trabajo que, a su vez, está sujeta a la tecnología utilizada 
y de la escala de la producción lo que resulta en el progreso del capital constante por 
encima del variable. 
El grado social de la productividad del trabajo se expresa en el volumen de medios de 
producción que un trabajador, durante un tiempo dado, transforma en producto. La masa 
de los medios de producción con los que opera ese trabajador crece con la productividad 
del trabajo (p.773). Una mayor productividad permitirá transformar más materia en el 
mismo tiempo. Este proceso es primordial para entender la relación capital-trabajo como 
muchos escritos al respecto lo han demostrado, pero también contiene elementos para 
analizar la relación capital-naturaleza pues como se ha descrito anteriormente; a medida 
que avanza la acumulación, los requerimientos de capital constante aumentan en 
comparación con los del capital variable; esto se traduce en mayor utilización de materias 
primas y auxiliares, por tanto, mayor demanda de energía para su transformación. 
 
 
 
39 
 
 Para Marx, la acumulación del capital se manifiesta como condición del modo de 
producción específicamente capitalista, este último ocasiona, como reacción, una 
acumulación acelerada de capital. Con la acumulación del capital se desarrolla, por 
consiguiente, el modo de producción específicamente capitalista y con el modo de 
producción específicamente capitalista la acumulación de capital (2003). 
 
2.2.1. Acumulación originaria 
 
La acumulación originaria fue la etapa primigenia que dio paso a la acumulación 
capitalista y se describe como el proceso de inicio de la separación entre la naturaleza 
humana y la no humana de manera generalizada. El proceso comienza con la 
fragmentación siempre violenta y por la fuerza de las tierras de propiedad común por 
parte de la burguesía, entonces la clase naciente, que con ayuda de leyes y la fuerza 
pública impuso su lógica de propiedad privada sobre la tierra. Este mismo proceso 
genera, retomando el argumento hombre-naturaleza, por un lado, la desintegración de 
comunidades dando lugar a desplazamiento de personas ahora desposeídas a las 
grandes ciudades en formación con la única mercancía que se podía vender, a saber, su 
fuerza de trabajo para poder sobrevivir, generando entre ellos una suerte de atomización 
social. Por otro lado, en la naturaleza, este proceso contribuyó a transformar la tierra en 
una mercancía que se regirá en lo siguiente por las leyes de la acumulación capitalista. 
La creciente población urbana acumulada en grandes centros por la producción industrial, 
las ciudades, perturbó el metabolismo entre el hombre y la tierra, en, por ejemplo, el 
retorno al suelo en forma de abono de aquellos desechos humanos de alimentos, etc., 
reintegración que es condición natural de la fertilidad del suelo pero que en las ciudades 
se convierte en contaminación por su acumulación. Por otro lado, en el campo se 
agravaban las condiciones en la agricultura debido al agotamiento y falta de nutrientes de 
los suelos. Gran Bretaña fue la pionera en el arrebato a escala mundial de los fertilizantes 
naturales, incluyendo el desentierro y el transporte de los huesos humanos de los campos 
de batallas napoleónicas y las catacumbas de Europa, y lo que fue más importante, la 
extracción, por medio del trabajo forzado, del guano (del excremento de las aves marinas) 
de las islas cercanas a las costas del Perú, desatando a nivel mundial una “fiebre del 
guano” (Foster, 2004: 132). 
 
 
 
40 
 
Este proceso de separación resultó una verdadera revolución para la química agrícola ya 
que se avanzó en el estudio de las propiedades químicas de la tierra; sin embargo 
también generó la pérdida de los nutrientes de la tierra que tiempo después mereció la 
crítica de Justus von Liebig en Alemania y James F. W. Johnston en Gran Bretaña 
quienes culpaban a la agricultura intensiva británica pero no a las contradicciones 
históricas en la agricultura industrial capitalista del siglo XIX que orilló al robo extendido de 
tierras de algunos países por parte de otros (p. 135). 
A la par de la creciente industrialización, la tierra no solo fue presa de la mercantilización 
por su derecho de propiedad, sino también del despojo y explotación en forma de 
materias primas necesarias para la expansión del capitalismo en todas direcciones que 
supuso la creación de un mercado mundial. “El capitalismo inicia entonces con la 
conquista y el despojo, nada

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