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1 UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO PROGRAMA DE POSGRADO EN ECONOMÍA FACULTAD DE ECONOMÍA ECONOMÍA INTERNACIONAL APUNTES SOBRE LA RELACIÓN ENTRE CAMBIO CLIMÁTICO Y LA ACUMULACIÓN DE CAPITAL TESIS QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE: MAESTRO EN ECONOMÍA PRESENTA: BLANCA MARIANA GALICIA RAMOS TUTOR PRINCIPAL: DR. ALEJANDRO VALLE BAEZA Posgrado de Economía, UNAM COMITÉ TUTOR: DR. ANGEL DE LA VEGA NAVARRO Posgrado de Economía, UNAM DR. GABRIEL MENDOZA PICHARDO Facultad de Economía, UNAM DR. FRANCISCO ESTRADA PORRÚA Centro de Ciencias de la Atmósfera, UNAM MTRA. KARINA CABALLERO GÜENDULAIN Posgrado de Economía, UNAM México D. F., febrero 2016. UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 -¿Podrías decirme, por favor, qué camino debo seguir para salir de aquí? -Esto depende en gran parte del sitio al que quieras llegar- dijo el Gato -No me importa mucho el sitio- respondió Alicia -Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes – le contestó el Gato Lewis Carroll 3 Agradecimientos A la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) por ser semillero de conocimiento, de ideas y proyectos siempre en constante movimiento. A la Facultad y Posgrado de Economía por darme la oportunidad de trabajar y estudiar en sus aulas. Agradecimiento especial a quienes con su colaboración y ayuda han hecho posible llegar al final de este proyecto: a Erika Valladares, Dulce Ruedas, Araceli Martínez, Nallely León, Juana Romero, Isabel Nieves. Al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) por el apoyo brindado para la realización de los estudios de posgrado. A la Coordinación de Estudios de Posgrado por el apoyo recibido para la realización de una estancia de investigación en Leipzig, Alemania. A los miembros del jurado por sus valiosos comentarios que enriquecieron esta investigación y más allá de ella. Al Dr. Ángel de la Vega, por su siempre atenta ayuda dentro y fuera de clase, al Dr. Alejandro Mendoza por su buena disposición en todo momento, a la Mtra. Karina Caballero por todo el apoyo recibido desde mis primeros estudios de posgrado, al Dr. Francisco Estrada por su orientación para la realización de mis investigaciones. A los amigos y maestros que me acompañan y apoyan para seguir estudiando economía. Mención especial al Dr. Alejandro Valle por ser mi tutor y un gran maestro. Agradezco a Zoila Vargas, José Sandoval, Hugo Ramírez, Bruno Hernández, Martín Rodríguez por sus enseñanzas, sus palabras, sus risas, sus consejos. 4 ÍNDICE Introducción .................................................................................................................................. 5 Capítulo I. Cambio climático, ¿natural o antropogénico? ............................................................. 8 1.1. Cambio climático ................................................................................................................. 8 1.2. Cambio climático antropogénico ....................................................................................... 12 1.3. Cambio climático natural ................................................................................................... 15 1.4. La postura adoptada en esta investigación ........................................................................ 19 1.5. La antropogenesis del cambio climático, una visión histórica ............................................. 23 1.1.1. Los primeros pasos .................................................................................................. 24 1.1.2. La era del petróleo ...................................................................................................... 27 1.1.3. El problema se hace evidente ..................................................................................... 30 1.1.4. El cambio climático y la era actual............................................................................... 31 Capítulo II. Acercamiento teórico ................................................................................................ 35 2.1. Relación sociedad-naturaleza ............................................................................................ 35 2.2. Acumulación de capital ..................................................................................................... 37 2.2.1. Acumulación originaria ............................................................................................... 39 2.2.2. Acumulación de capital en su fase ampliada ............................................................... 42 2.2.3. Crisis ........................................................................................................................... 46 2.2.4. Acumulación por desposesión .................................................................................... 51 2.3. Capitaloceno ..................................................................................................................... 52 Capítulo III. Acumulación climática ............................................................................................. 55 3.1. Metabolismo universal actual ............................................................................................ 55 3.2. Los síntomas, no la enfermedad ........................................................................................ 62 3.3. Don't blame them for choose profit over the planet .......................................................... 65 3.4. Nuevos espacios de acumulación ...................................................................................... 72 3.5. La energía climática ........................................................................................................... 79 3.5.1. Energía eólica en el Istmo de Tehuantepec ................................................................. 81 Conclusiones ............................................................................................................................... 93 Referencias.................................................................................................................................. 95 5 Introducción El cambio climático es el mayor problema que enfrenta actualmente la humanidad, ya que se perfila como una gran amenaza para los ecosistemas mundiales comprometiendo no sólo la vida del hombre sino también la de muchas especies que durante miles de años han conquistado su lugar en este planeta. Ante la emergencia, tomar medidas adecuadas para combatir esta situación se vuelve preponderante. Sin embargo, desde que la comunidad internacional tomó cartas en el asunto, la condición de la atmósfera no solo no ha mejorado sino que, muy por el contrario, ha empeorado; las emisiones de CO2 lejos de disminuir cada vez alcanzan nuevos records de partículas suspendidas en el aire y las consecuencias son ahora evidentes pues cada año es más caluroso que el anterior. ¿Qué es entonces lo que está pasando? ¿Por qué no se están tomando las medidas necesarias para evitar las catástrofes que se avecinan?¿Será acaso un problema de voluntad política? Este trabajo intenta responder esas preguntas, acercándose al problema desde un enfoque teórico diferente a la manera en la que se ha venido abordando este problema, es decir, desde el marxismo que en su metodología intenta establecer la raíz del problema buscado en las condiciones materiales que dieron origen y condicionan esta situación. El objetivo de este trabajo es entonces entender la dinámica en la que está inserto el fenómeno del cambio climático, pensado como un fenómeno social, producto de la actividad humana sí, pero no de cualquier actividad ni en un tiempo indeterminado. Se partirá de la especificidad histórica, es decir, en los dos últimos siglos en los que se originó este fenómeno y no de los dos mil millones de años desde que el Homo Sapiens surgió como hombre moderno. La actividad humana entendida no como un desarrollo abstracto, sino como un conjunto de actividades específicas, en tiempos y lugares determinados por la misma evolución de estas condiciones. Partiendo de esta perspectiva, se intentará demostrar que esta situación no se debe a falta de voluntades que impide avanzar lo suficiente, sino, por el contrario, se debe a una forma de interacción social cuya dinámica a gran escala repercute en la naturaleza en la misma magnitud. Es una forma de interacción social contradictoria que depende de dos 6 fuentes fundamentales, el trabajo y la tierra pero que al mismo tiempo, con su actividad, las socaba, las explota y degrada. Mediante el entendimiento de los dos procesos (la acumulación capitalista y el cambio climático) y su conexión -concibiéndolos como un todo integral y dinámico-, se podrían dar otras herramientas para acercase al problema, estudiarlo y entenderlo de mejor manera. La acumulación de capital es la forma predomínate de regulación social en la que la búsqueda incesante de ganancias mueve el sistema económico, genera grandes periodos de bonanza económica y en dado momento, por sus misma dinámica genera las crisis necesarias para depurar al sistema, reajustarlo e iniciar un nuevo ciclo. Es así como en los periodos de convulsión económica se generan otras condiciones para desarrollar nuevos espacios de acumulación. Sin duda, la crisis ecológica se perfila para ser un nuevo espacio de acumulación de capital y con ello, seguir incrementando la rentabilidad. Con el ánimo de poder aglutinar estos elementos, esta investigación se divide en tres apartados. En el capítulo uno se definirá el cambio climático, sus determinaciones y la situación actual del estado del clima. Posteriormente se retomara la discusión de aquellos que adjudican a la actividad humana la emergencia climática y quienes lo niegan o “negacionistas”, tomando en cuenta los argumentos y puntos de vista de cada parte. A continuación esta investigación tomara una postura en el debate y con ello, se hará un recorrido histórico de la actividad energética desde finales del siglo XVIII hasta nuestros días. El capítulo dos correspondiente al acercamiento teórico de este trabajo, recorrerá los diversos enfoques que la teoría marxista ofrece, es decir, la relación sociedad-naturaleza a partir del metabolismo universal. Después se analizará la teoría de la acumulación de capital, se estudiaran con mayor detalle sus elementos, su dinámica y sus momentos como la acumulación originaria, en su fase ampliada, la acumulación por desposesión y la crisis. Así mismo, partiendo de la discusión de la antropogenesis del cambio climático, se recurrirá a un concepto: capitaloceno, cuyo uso permitirá definir de mejor manera la magnitud de la intervención del ser humano en el clima. El tercer y último capítulo referirá a la utilidad de la teoría utilizada en esta investigación para entender la situación del metabolismo universal actual, es decir, se hará una evaluación de las condiciones naturales en nuestros días referentes al estado de la atmósfera, la tierra, el agua y la biodiversidad hoy en día afectadas por la actividad 7 humana. Después, se retomará la idea expuesta en el capítulo inicial al respecto de los negacionistas así como algunos ejemplos de cómo el discurso verde y el combate al cambio climático es utilizado para generar más ganancias. Finalmente, se analizará lo que la crisis ecológica representa para la acumulación capitalista, es decir, nuevos espacios de acumulación, entendidos como aquellos sectores en los que se puede posicionar inversión de capital en busca de generar ganancias y se examinará un caso concreto, el de la energía eólica en México, fundamentalmente en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca donde la acumulación por despojo es un determinante. Con ello, se pretende dar a conocer la utilidad de la teoría marxista para entender no solo los problemas sociales sino también los problemas ambientales, entendidos como un todo conectado ya que el hombre es parte de la naturaleza. 8 Capítulo I. Cambio climático, ¿natural o antropogénico? 1.1. Cambio climático El clima es un proceso ecológico de intercambio entre plantas, animales a través de la fotosíntesis, la respiración y la descomposición; y entre la atmosfera y los océanos a través del intercambio de gases así como de la criósfera1 con las emisiones que provienen de la erupción de volcanes (National Research Council, 2012). En un sentido más amplio, el clima es el resultado de la interacción de la atmósfera, la hidrósfera, la criósfera, la litosfera y la superficie de la biosfera. Todos estos elementos determinan el estado y la dinámica del clima de la Tierra como lo muestra la figura 1.1. Figura 1.1 Fuente: IPCC, 2007 Dado que el clima está en constante movimiento, conviene hacer la diferencia entre "el clima a corto plazo" y "el clima a largo plazo". El primero es lo que está ocurriendo en la atmósfera en el momento actual (que puede incluir características como la velocidad del 1 Partes de la superficie terrestre donde el agua se encuentra en estado sólido, es decir, hielo y terreno congelado. 9 viento, las precipitaciones, la presión barométrica, la temperatura, etc.), y que cambian constantemente (diario, semanal, mensual). Por otro lado, el clima a largo plazo es el tiempo promedio y ocurre durante periodos más prolongados (de 30 años en adelante). Entonces, las evaluaciones de los cambios en el clima a largo plazo resulta ser más complejo teniendo en cuenta que a corto plazo hay una infinitud de variaciones en los que constantemente influyen diversos elementos y factores. Se tiene registro que desde 1880 algunos científicos ya comenzaban a realizar mediciones de la temperatura global tanto en la tierra como en los océanos y, en los últimos años, con instrumental más sofisticado, se han podido generar datos de miles de años, por ejemplo, el laboratorio de núcleos de hielo de la US Geological Survey almacena muestras de núcleos de hielo tomadas en los casquetes polares y los glaciares de montaña los cuales dan indicios acerca de los cambios climáticos y atmosféricos ocurridos hace cientos de miles de años . Gracias a estos y otros registros e investigaciones de varias entidades a nivel mundial como el Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA (GISS, por sus siglas en inglés), el Centro Hadley para Cambio Climático del Reino Unido, la Agencia Meteorológica del Japón y el Centro Nacional de Datos Climáticos de la NOAA (NCDC, por sus siglas en inglés), entre otros, se han registrado cambios significativos de la temperatura superficial del planeta como se muestra en la figura 1.2. Dichos registros evidencian que la temperatura superficial promedio de la Tierra se ha incrementado en más de 0.8°C (1.4°F) durante los últimos 100 añosy que la mayor proporción de este incremento se dio durante los últimos 35 años (National Research Council, 2012). 10 Figura 1.2 Fuente: NASA a través del National Research Council Al considerar todos los factores que intervienen en el clima, destaca el llamado efecto invernadero. Cuando el sol irradia energía hacia la Tierra, una tercera parte de ella se refleja de nuevo al espacio por la acción de los casquetes polares; sin embargo, dos terceras partes restantes son absorbidas por la superficie y, en menor magnitud, por la atmósfera gracias a la participación de gases suspendidos en ella como el dióxido de carbono, nitrógeno, el vapor de agua, etc., quienes absorben gran parte de esta radiación térmica emitida por los suelos y el océano y la vuelve a irradiar a la Tierra, como se muestra en la figura 1.3. Esto es lo que se denomina efecto invernadero natural (IPCC, 2007: 180). Dicho fenómeno es muy importante ya que calienta la superficie del planeta y genera las condiciones necesarias para la vida. Sin embargo, en las últimas décadas, este proceso natural se ha visto trastocado por la gran concentración de dióxido de carbono (CO2) en la atmosfera. Este gas incoloro y denso que forma parte de la atmósfera tiene un gran impacto sobre la misma como se muestra en la figura 1.4. Los datos precisan que las emisiones globales se duplicaron de 1971 a 2008 al pasar de 14 GtCO2 en 1971 a 29.3 GtCO2 en 2008 (IEA, 2010). Esta situación intensifica el efecto invernadero modificando el clima global haciéndolo más cálido, es decir, subiendo la temperatura terrestre. 11 Figura 1.3 El efecto invernadero Fuente: IPCC Fourth Assessment Report: Climate Change 2007 Figura 1.4 Concentración de CO2 en la atmosfera Fuente: Agencia Europea de Medio Ambiente, 2011. 12 En la medida en que se calienta la atmósfera debido a los niveles crecientes de gases de efecto invernadero, la concentración de vapor de agua se incrementa, intensificando aún más el efecto invernadero. Esto a su vez causa mayor calentamiento que trae consigo un incremento adicional del vapor de agua, es decir, un ciclo de auto-reforzamiento (IPCC, 2007). Estos fenómenos generaron una gran controversia entre la comunidad científica, tal es así que en 1988 se creó el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) con la finalidad de proporcionar evaluaciones integrales del estado de los conocimientos científicos, técnicos y socioeconómicos sobre el cambio climático, sus causas, posibles repercusiones y estrategias de respuesta (IPCC, 2015). Y gracias a esta iniciativa, actualmente se tienen estudios detallados en constante actualización que tratan de analizar la situación climática desde diversos enfoques. Sin embargo, como todo conocimiento nuevo ha generado varias controversias entorno a su veracidad. Hubo un primer momento en que se dudaba de la posibilidad de que se estuviera generando una transformación del clima y después se elevó el debate sobre las causas de la misma. Las posturas se han decantado en dos causas diferentes: una causa natural y otra antropogénica. La primera considera estos cambios naturales, es decir, modificaciones provenientes de un ciclo más largo, el de la Tierra, donde hay periodos más cálidos que otros; también se afirma que estos procesos son naturales pero provenientes de los ciclos del Sol que incrementa su actividad repercutiendo en la Tierra. Por otro lado, existe la postura de que las actividades humanas, básicamente la quema de combustibles fósiles y la eliminación de bosques, han intensificado gravemente el efecto invernadero natural, dando lugar al calentamiento mundial. Frente a esta disyuntiva, conviene describir ambas posturas y, para fines de esta investigación, rescatar los elementos más importantes y así contar con más elementos de análisis. 1.2. Cambio climático antropogénico De acuerdo a las investigaciones, hay una presencia mayor de CO2 en la atmósfera pero este gas es producido y consumido por muchos procesos naturales como se mostró en la 13 figura 1.1, por ello es difícil hacer mediciones precisas sobre las contribuciones de, por ejemplo, las emisiones de gases volcánicos, los procesos de fotosíntesis de las plantas, el fitoplancton, etc. No obstante, en la mayoría de los datos registrados se muestra una tendencia a la alza de emisiones de CO2 (figura 1.4) a la par del periodo en el cual la humanidad comenzó a hacer uso de carbón y petróleo como fuentes de energía que cuentan con el dióxido de carbono como uno de sus componentes. Veamos el proceso de construcción de esta conclusión en los registros climáticos. Hacia 1850, el físico irlandés John Tyndall fue el primero en describir el efecto invernadero demostrando que el vapor de agua y otros gases absorben el calor del sol. El químico Svante Arrhenius fue uno de los primeros investigadores en estimar en 1896 el poder térmico del exceso de CO2 en la atmosfera ya que si se duplicaba dicha emisión podría generar un calentamiento de 5 o 6 ˚C en aproximadamente dos mil años. Sin embargo, fue hasta bien entrado el siglo XX, en 1938 cuando Guy Stwart Callendar advirtió que el calentamiento global estaba ya en curso debido a las emisiones producidas por la quema de combustibles fósiles e incluso anunció que este fenómeno provocaría un aumento de 1˚C para el siglo XXI (The Encyclopedia of Earth, 2012). Según los datos, obtenidos a través del análisis de burbujas de aire atrapadas en los núcleos de hielo de la Antártida, durante al menos dos mil años antes de la Revolución Industrial las concentraciones de CO2 se mantuvieron relativamente constantes y después de esta fecha empezaron a incrementarse notablemente como lo muestran las figuras 1.5 y 1.6. Figura 1.5 14 Figura 1.6 Fuente: Programa de Investigación sobre Cambio Climático Global de EU Según la definición del IPCC, el cambio climático, tal como se entiende en relación con las observaciones efectuadas, se debe a cambios internos del sistema climático o de la interacción entre sus componentes, o a cambios del forzamiento externo debido a causas naturales o a actividades humanas (2001). Por tanto, el grupo de expertos ha llegado a un consenso general en el cual confirma que la actividad humana es la causante de dicho fenómeno y pone especial énfasis en la necesidad de cambiar el rumbo energético de las economías lo que ha llamado la atención de propios y extraños. Incluso el ex vicepresidente de Estados Unidos, Al Gore, realizó un documental en el 2006 llamado An Inconvenient Truth (Una verdad incómoda) donde alertaba sobre este acontecimiento al público en general y, en consecuencia, levantó gran revuelo mediático a nivel mundial. Sin duda, la evidencia más contundente es el corto tiempo en que este fenómeno se ha presentado; como lo muestra la figura 1.6, el famoso palo de Hockey. Este es la representación de las temperaturas globales a lo largo del tiempo desde aproximadamente mil años, y se fundamenta en el trabajo de los investigadores Mann, Bradkey y Hughes. La conclusión es que el aumento de temperatura durante el siglo XX no tiene precedentes en los mil años anteriores, ni siquiera en el periodo cálido de la Edad Media. De hecho, las concentraciones de CO2 exceden las 400 partes por millón (Tyndall 15 Centre for Climate Change Research, 2014), el nivel más elevado que en cualquier periodo durante los últimos 400 mil años (National Reseach Council, 2013) lo que resulta realmente alarmante. Si bien es cierto hay fluctuaciones en los movimientos climáticos a largo plazo, en su forma natural, estos conllevan miles de años y ahora lo que se presenta es una modificación a escala global en pocomás de cien años, relativamente poco tiempo en términos atmosféricos. Los principales riesgos son los cambios en los sistemas climáticos locales y en la capacidad de adaptación de las especies que durante miles de años han evolucionado junto a la Tierra. 1.3. Cambio climático natural Como se ha mencionado anteriormente, esta postura responsabiliza a condiciones naturales el incremento de la temperatura global. Para ahondar más en el tema, se analizarán algunas posturas de los científicos que están a favor de esta perspectiva. De acuerdo a los resultados del IPCC, hay un consenso en la mayoría de los científicos sobre la intervención del hombre en el clima, sin embargo, existe un pequeño pero importante grupo de científicos que afirman que el cambio climático es producto de la naturaleza, es decir, que son cambios provenientes de los ciclos naturales de la Tierra y del sol, por tanto, no existe ninguna intervención por parte de agentes externos, por ejemplo, la actividad humana. Algunos de estos científicos hicieron pública su opinión sobre el origen del calentamiento global en un documental llamado The Great Global Warming Swindle (La gran farsa del calentamiento global) que fue trasmitido en marzo del 2007 a través de un canal televisivo del Reino Unido y que se considera una contestación al documental que un año antes había presentado Al Gore. Este documental concluye, como el título sugiere, que la afirmación que le atribuye a la actividad humana el cambio climático es una mentira que responde a intereses políticos y financieros y a ideas del extremismo ecologista, neomarxista anticapitalistas y antiglobalización. Entre estos intereses estarían los de la energía nuclear que verían la coyuntura como una oportunidad de negocio, los de científicos que buscan renombre y financiamiento al hablar de estos temas, las jugosas aportaciones nacionales a la causa que ha generado grandes ganancias, especulación o 16 bien, que son argumentos del norte utilizados para que países del sur no puedan industrializarse. Sin embargo, este documental generó controversias no solo entre la comunidad científica en general sino entre los mismos científicos que en él fueron presentados por haber tergiversado algunos argumentos. Pese a la controversia y a las críticas que generó, en él se presentaron los puntos de vista de una minoría de científicos que no creen que el calentamiento global sea causado por la producción antropogénica de dióxido de carbono. Entre los varios científicos presentados en aquel documental, Timothy Ball, profesor de la Universidad de Winnipeg, afirma que el calentamiento global no es causado por el hombre. Así lo refiere en su página personal (www.drtimball.com) donde discute los instrumentos de medición que el IPCC utiliza para sacar conclusiones sobre el impacto del hombre en el clima. Nir Shaviv, profesor del Instituto Racah de Física de la Universidad Hebrea de Jerusalem, afirma que el problema del calentamiento global y su consecuencia el cambio climático de debe a la actividad de las manchas solares, como lo refiere en su blog (www.sciencebits.com/blog/1). Según sus estimaciones, la actividad solar en los últimos siglos se puede reconstruir usando diferentes proxies; estas reconstrucciones muestran que la actividad solar del siglo XX no tiene comparación con los últimos 600 años (anteriormente alta actividad solar se produjo hace alrededor de 1000 años, y desde hace 8000 años). http://www.sciencebits.com/blog/1 17 Figura 1. 7 Registro de actividad solar Fuente: Sciencebits en www.sciencebits.com/CO2orSolar. Así mismo, Piers Corbyn, director y fundador de WeatherAction quien se dedica a vender predicciones de clima basándose en las observaciones solares -sin hacer pública su metodología- es otro escéptico del calentamiento global dado que afirma que los cambios en el clima se deben a la actividad solar y no a la actividad humana como el acuerdo científico internacional lo dice. Ian Clarck, profesor del departamento de Ciencias de la Tierra, de la Universidad de Ottawa, en su proyecto DeSmogBlog comparte con otros escépticos del cambio climático algunas opiniones. En dicho sitio asegura "...estar en desacuerdo que existe un consenso de los científicos que este [el cambio climático] es la consecuencia de las actividades humanas. Mientras que el derretimiento del permafrost, retroceso de los glaciares y la disminución de la masa de hielo permanente puede ser alarmante, sólo es alarmante para quienes no están familiarizados con los cambios pasados en el clima en el norte. Paleoclimatólogos reconocen estos eventos como parte de los cambios naturales y ajenos a las concentraciones de CO2 en la atmósfera. De hecho, el crecimiento y la disminución de las plataformas de hielo, junto con los glaciares, capas de hielo y bancos de hielo están en gran medida relacionados con los cambios en los insumos solares” (2007, traducción propia). 18 En el mismo blog, dedicado a “limpiar la opacidad de la ciencia sobre el cambio climático”, Clarck denuncia que hay “una abrumadora mayoría de los científicos del clima en el mundo están de acuerdo en que el mundo se está calentando - el clima del mundo está cambiando- y que la quema indiscriminada de combustibles fósiles es la culpable, pero por desgracia, una campaña de relaciones públicas bien financiada y altamente organizada está envenenando el debate sobre el cambio climático tratando de confundir a la opinión pública para tomar acciones que pudieran cortar las ganancias del carbón, el petróleo y de la industria del gas” (2006). Sin embargo, DeSmogBlog reconoce que los clientes de sus proyectos incluyen a empresas de desarrollo de bienes raíces, empresas de alta tecnología, farmacéutica, los gigantes de la industria forestal y centros turísticos. Por su parte, otros tantos investigadores como Javier Sala i Martin, profesor de la Universidad de Columbia, que colabora en el Cato Institute, un think tank dedicado a la defensa de los principios de la libertad individual, un gobierno limitado y el libre mercado asevera en sus columnas periodísticas que el IPCC de la ONU esta sesgado a favor de posiciones ecologistas (2007). Incluso, el mismo autor afirma que no hay evidencia científica convincente que demuestre que la emisión CO2 o de otros gases cause el calentamiento catastrófico de la atmósfera y conlleve el cambio climático a la Tierra; por tanto, tampoco hay evidencia científica que demuestre la intervención de la actividad humana sobre el clima de la Tierra por lo que no se podría hablar de un consenso científico del tema; más bien, son políticas para limitar el crecimiento de países pobres. No obstante, años atrás, ni siquiera daba crédito a la posibilidad de que existiera cambio climático ya que para el investigador, no se deben limitar las posibilidades de crecimiento por un “supuesto cambio climático que no está científicamente comprobando”. El cambio climático entonces es “una estrategia para alarmar a la población cada vez que se bate un récord de temperaturas en algún lugar del planeta y asocian inmediatamente un fenómeno meteorológico con el catastrofismo climático” (Sala i Martin, 1999: 7). Patrick Moore, mundialmente conocido como el co-fundador de Greenpeace, mantiene hoy en día la postura de que el cambio climático es producto de ciclos naturales de la Tierra y que este fenómeno se debe a la potencia económica y política de la industria del cambio climático que hace multimillonarios a los activistas y empresarios que en torno a él se encuentran (Patrick Moore on Climate Change, 2014). En México, el doctor José Luis Mateos del Instituto de Física de la UNAM cuestiona el cambio climático y el gran revuelo que ha ocasionado ya que considera que si la Tierra se 19 estuviera calentando,no habría de que preocuparse pues esos gases, que ahora se satanizan, son los responsables de crear las condiciones para la vida. Basándose en la teoría del caos, considera que el clima es un sistema complejo muy difícil de predecir, por tanto aquellos datos que intentan dar proyecciones al futuro como lo hace el IPCC no son muy confiables pues hay muchos elementos que influyen en el clima que imposibilitan hacer estimaciones a nivel mundial (2013). 1.4. La postura adoptada en esta investigación Conocidas ambas posturas, esta investigación se adhiere a la explicación antropogénica del cambio climático ya que, sin ser un experto en las discusiones metodológicas presentadas, se podría afirmar que si bien es cierto el cambio climático es un fenómeno natural, la actividad humana lo potencia dada la rapidez con la que se presentan las variaciones de CO2 en la atmosfera que no tienen comparación en la historia natural del planeta. Además si se trata de construir conocimiento científico en materia climática y apuntalar su rigurosidad, dicho conocimiento puede tomar en cuenta pero no se puede basar en los argumentos que en diversos espacios cibernéticos se presentan a titulo de grados académicos. En la construcción de argumentos físicos-biológicos que expliquen los cambios en el clima se deben de tomar en cuenta los reportes e informes de instituciones internacionales con alto prestigio y de revistas especializadas que refieren un alta calidad en el contenido de la investigación, así como de las técnicas utilizadas para llegar a sus respectivas conclusiones y de su consulta por la comunidad científica. Hasta el momento de realizar esta investigación, no se encontró publicación reciente (cinco años) que cumpla con las características arriba mencionadas por parte de los que niegan el cambio climático antropogénico en sus espacios cibernéticos pero sí se encontró un estudio (Cook, 2013) que analiza la evolución del consenso científico sobre el calentamiento global en la literatura científica revisada por pares entre 1991 a 2011. Contando con cerca de 11 944 artículos considerados, se llega a la conclusión de que hay una posición de consenso con el 97,1% de que los humanos están causando el calentamiento global. 20 Además, numerosas instituciones públicas, privadas y de prestigio internacional tales como American Geophysical Union, American Meteorological Society, American Physical Society, U.S. National Academy of Sciences así como Académie des Sciences France Academies of Arts, Humanities and Sciences of Canada, Academy of Sciences for the Developing World (TWAS), Australian Meteorological and Oceanographic Society British Antarctic Survey, Canadian Foundation for Climate and Atmospheric Sciences, Ecological Society of America, Environmental Protection Agency, European Physical Society, European Science Foundation, International Alliance of Research Universities, International Council for Science, International Research Institute for Climate and Society, Latin American Academy of Sciences, National Research Council, entre otras2 han llegado al mismo consenso. Así mismo, para realizar sus reportes, el IPCC toma “nueva evidencia del cambio climático sobre la base de muchos análisis científicos independientes, de observaciones del sistema climático, archivos paleoclimáticos, estudios teóricos de los procesos climáticos y simulaciones utilizando modelos climáticos” (IPCC, 2013) que confirman este fenómeno producto de la actividad humana. El nivel de confianza de los modelos climáticos proporciona estimaciones cuantitativas creíbles sobre los cambios climáticos futuros. Esta confianza de deriva del hecho de que los modelos se basan en principios físicos aceptados y tienen la capacidad de reproducir las características observadas del clima actual y de cambios climáticos del pasado (Adler 2008). Basándose en los resultados del Working Group I (WGI) que se encarga del análisis de la evidencia física se resume: El calentamiento del sistema climático es inequívoco, y desde la década de 1950, muchos de los cambios observados no tienen precedentes en las últimas décadas a milenios. La atmósfera y el océano se han calentado, las cantidades de nieve y el hielo han disminuido, el nivel del mar ha aumentado, y las concentraciones de gases de efecto invernadero han aumentado. 2 Para ver la lista completa de las organizaciones científicas que mantienen la posición de la acción del hombre en el clima, referirse a: http://opr.ca.gov/s_listoforganizations.php. 21 Cada una de las tres últimas décadas ha sido, sucesivamente, más caliente en la superficie de la Tierra que cualquier década anterior desde 1850. A escala mundial, el calentamiento de los océanos aumenta cerca de 0,11 [0,09- 0,13] ° C por década durante el período de 1971 a 2010. Desde AR4 (IPCC, Assessment Report Fourth), los sesgos instrumentales en los registros de temperatura superior del océano han sido identificados y reducidos mejorando la confianza en la evaluación. En las últimas dos décadas, Groenlandia y las capas de hielo de la Antártida han estado perdiendo masa, los glaciares han seguido disminuyendo en casi todo el mundo, y el hielo marino del Ártico y la capa de nieve de primavera del hemisferio norte han seguido disminuyendo en extensión (confianza alta). Figura 1.9 La tasa de aumento del nivel del mar desde la mitad del siglo XIX ha sido mayor que la tasa media durante los dos milenios anteriores (confianza alta). Durante el período de 1901-2010, el nivel medio global del mar aumentó en 0.19m. Las concentraciones atmosféricas de dióxido de carbono, metano y óxido nitroso han aumentado a niveles sin precedentes en al menos los últimos 800.000 años, su presencia exceden sustancialmente las concentraciones más altas registradas en los núcleos de hielo durante los mismos registros. Tan solo las concentraciones de CO2 han aumentado un 40% desde los tiempos pre-industriales, principalmente por las emisiones de combustibles fósiles y por el cambio de uso de suelo. El océano ha absorbido alrededor del 30% del dióxido de carbono antropogénico emitido, provocando la acidificación del océano. Las tasas medias de aumento de las concentraciones atmosféricas durante el siglo pasado son, con muy alto grado de confianza, sin precedentes en los últimos 22.000 años El forzamiento radiativo de la atmosfera es positivo, y ha dado lugar a una mayor absorción de energía en el sistema climático. La mayor contribución al forzamiento radiativo total es causado por el aumento de la concentración atmosférica de CO2 desde 1750 y no por un cambio en la dinámica solar. 22 Figura 1.8 Cambios en la temperatura, en el nivel del mar y en la cubierta de nieve del Hemisferio Norte Variación observada de: a) el promedio mundial de las temperaturas en superfi cie; b) el promedio mundial del nivel del mar a partir de datos mareométricos (azul) y satelitales (rojo); y c) la cubierta de nieve del Hemisferio Norte. Todas las diferencias han sido calculadas respecto de los promedios correspondientes durante el período 1961-1990. Las curvas alisadas representan los valores promediados decenalmente, mientras que los círculos denotan los valores anuales. Las áreas sombreadas representan los intervalos de incertidumbre estimados a partir de un análisis completo de las incertidumbres conocidas (a y b) y de la serie temporal c). Fuente: Informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, 2007 El mismo informe afirma que en comparación con el reporte anterior, las observaciones actuales son más detalladas y los modelos climáticos son más largos y mejores lo que permite atribuir a la actividad humana los cambios detectados en el sistemaclimático (IPCC, 2013). 23 En conclusión, se puede asegurar que la influencia humana en el sistema climático es clara debido a la presencia de los gases de efecto invernadero suspendidos en la atmosfera y que han modificado considerablemente los patrones climáticos conocidos hasta ahora. Aclarando la posición aceptada en este trabajo, es importante ser enfático en que no es la actividad humana en abstracto la causante de este problema, sino a la que se refiere a un tiempo especifico, es decir, a la actividad humana desde la Revolución Industrial en el siglo XVIII referente a la extracción y combustión de energía fósil y se ha incrementado más cada vez hasta nuestros días. 1.5. La antropogenesis del cambio climático, una visión histórica Hasta el momento, después a conocer los diferentes posturas sobre las causas del cambio climático, se ha llegado a la conclusión de añadirse a la postura de que este fenómeno es un proceso antropogénico. Sin embargo, también es necesario cuestionar el tipo de actividad humana a la que se hace referencia, pues no se refiere al ser humano en general sino a condiciones y situación específicas de su historia. Es esta especificidad la que se necesita analizar. La mayor parte de la historia de la supervivencia humana está colmada de fracasos frente a la naturaleza, múltiples obstáculos como hambrunas, sequias, catástrofes naturales (inundaciones, incendios, huracanes, etc.), enfermedades etc., en repetidas ocasiones pusieron en amenaza la continuidad de la especie en este planeta. Ello manifiesta que en tiempos históricos anteriores, la humanidad estaba íntimamente relacionada con la tierra y la naturaleza, de ella dependía gran parte de sus actividades y regulaba su población, su alimentación y su sustento. Llevó un largo camino de miles de años para que el hombre ganara su lugar en este planeta mediante la adaptación, el entendimiento y el dominio de procesos antes temidos para posteriormente llegar a un estadio superior. El descubrimiento del fuego fue sin duda un paso significativo que, al igual que la agricultura representó una verdadera revolución para el hombre. No obstante, ello no solucionó el problema principal de producir suficientes alimentos para satisfacer las necesidades de la población en constante crecimiento. “A pesar de todos los cambios de 24 los sistemas políticos, el auge y caída de imperios, la aparición de nuevos Estados, las condiciones económicas y sociales prácticamente permanecieron inamovibles, por varios estadios de organización social” (Ponting, 1992: 275). Fue hasta el nacimiento del capitalismo y con él, la revolución industrial donde se modificaron sustancialmente las fuerzas productivas de la sociedad, es decir, las capacidades humanas desplegadas en el trabajo para producir aquellos productos que satisfacen necesidades. Fue en esta época cuando la humanidad en un tiempo record cambió esta relación hombre-naturaleza que hasta entonces había imperado un claro dominio natural. Ahora, el problema de la humanidad dejó de ser el alimento y su producción para dar paso a temas como el crecimiento y el desarrollo, problemáticas de la economía actual. 1.5.1. Los primeros pasos Las formas de producción del naciente capitalismo intensificaron los usos industriales de madera, en un principio para la producción naviera del siglo XV (Braudel, 1984: 313) que conquistó los mares más lejanos, y se conocieron las tierras más extrañas, se trazaron rutas marítimas y se conquistaron territorios como América. Aquellas aventureras expediciones fueron posibles gracias a grandes dotaciones de recursos forestales. Posteriormente, con los inicios de la Revolución Industrial, se intensificó el uso de la madera ya que las primeras máquinas de vapor eran alimentadas con este recurso al ser explotadas sus ventajas, es decir era fácil de encontrar, de recoger, ardía fácilmente y por lo general, era gratis (Ponting, 1991: 374). Aunque este recurso permitía su constante uso, dado que es una fuente de energía renovable, planteaba limitantes pues era poco flexible; los lugares donde las máquinas de vapor que sostenían las primeras manufacturas y más tarde industrias habrían de localizarse cerca de bosques para la disposición del recurso que poco a poco comenzaba a desaparecer a medida que aumentaba las necesidades de consumo de la madera (Altvater, 2011: 108). Es decir, la tasa de explotación era muy superior a la tasa de renovación, a tal punto que a mediados del siglo XIX se agotaron prontamente los bosques de la Europa occidental. Frente a esta limitante, el proceso económico ya en curso no podía detenerse por la falta de energéticos, esto orilló a que se buscaran otras alternativas que alimentaran la gran 25 revolución social. La alimentación de la máquina de vapor con carbón se ofreció como una alternativa en el proceso industrializador, sobretodo en regiones donde se podía encontrar fácilmente como en Inglaterra. Esta opción propició el florecimiento de minas de carbón que, dada su accesibilidad, impulsaron fuertemente a las industrias florecientes y a su vez, cada avance tecnológico aumentaba más y más la demanda de carbón. La producción de éste en Lancashire aumentó de 35 mil toneladas en 1750 a 400 mil en 1830 (de más o menos el 7 al 13% de la producción total de carbón en Inglaterra), expandiéndose para satisfacer la creciente demanda de energía de los nuevos talleres textiles mecánicos, la construcción de canales y el funcionamientos de barcas y, en la misma industria del carbón, para hacer funcionar las bombas de desagüe (O´Connor, 2001: 25). Este hecho histórico, la Revolución Industrial, en términos económicos marca una pauta en la historia humana sin precedente: todas las sociedades humanas anteriores habían dependido de fuentes de energía renovables, es decir, seres humanos, animales, viento, madera y agua; sin embargo, cuando se utilizó el carbón se inició la transición hacia fuentes de energía definitivamente no renovables cuyos resultados serían impensables hasta entonces. En 1800 la producción mundial de carbón era de 15 millones de toneladas, hacia 1860 había aumentado a 132 millones de toneladas y a finales de siglo había superado los 700 millones. Entre 1899 y 1990 el mundo usó más carbón que durante todo el siglo XVIII (Ponting, 1991: 381). “Pero las consecuencias fueron mucho más lejos de un mero incremento en la producción de carbón; una máquina, una de las primeras en el mundo: un artilugio automático que trasformaba la energía química del carbón en energía física –trabajo- lo hacía con mayor eficiencia que los caballos y hombres que sustituía. La máquina nos dio nuestro primer dominio real sobre la energía y puso a la humanidad en una carrera que cambiaría el mundo para siempre” (Roberts, 2004: 41) En términos ecológicos, aquella revolución del carbón que modernizó a Inglaterra con una serie de industrias de gran volumen de producción y que incrementó el potencial del trabajo vivo, causaba así mismo una gran contaminación atmosférica llenando los cielos de humo, hollín, dióxido de azufre y otras sustancias provenientes principalmente de las chimeneas industriales y domesticas (McNeill, 2003: 89). 26 Hasta 1796, cuando James Watt patentó su famosa máquina de vapor, la más usada fue la de Newcomen cuyo motor sólo quemaba antracita y tenía una combustión casi completa, por lo cual era bastante limpio, pero era técnicamente ineficiente porque la combustión tapaba el mecanismo del motor. Watt experimentó con diversos métodos hasta que probó su máquina con carbón bituminoso, más barato y con más azufre. El resultado fue un motor que no se tapaba pero era una máquina extremadamente contaminante. No obstante, el motor de Watt se vendieron por todo el mundo. En Lancashire porejemplo, donde se usaban para mover máquinas en las despepitadoras de algodón y también las bombas de las minas, no tardó en estar cubierto por un repulsivo sudario de humo. El dióxido de azufre que se produce al quemar carbón se transforma en ácido sulfúrico cuando se oxida, proceso que se facilitaba en el húmedo clima británico. Sin embargo, el humo de carbón redujo la productividad agrícola y eliminó muchas variedades de vida vegetal. Lo que Robert Angus Smith habría de llamar lluvia ácida (en su Air and Rain, publicado en 1872) redujo la productividad del suelo en general. También disminuía el paso de la luz, lo que creó una epidemia de raquitismo —- recimiento anormal de los huesos—, enfermedad infantil causada por falta de vitamina D (O´Connor, 2001: 25). De acuerdo con el mismo autor, el famoso "sistema Lancashire" para la extracción de carbón se diseñó para sacar de la tierra la mayor cantidad de carbón lo más rápidamente que se pudiera (es decir, rentablemente). Los desagües de las minas contaminaron ríos y arroyos con ácidos, partículas, hierro y compuestos ferrosos, y concentraciones de metales pesados, combinación sumamente tóxica para plantas y animales. La población de peces fue diezmada, lo cual incrementó la biomasa vegetal, reduciendo el oxígeno para otras formas de vida. La máquina de Watt fue un desastre ecológico tanto como un triunfo económico (p.27). Los medios de transporte alimentados con combustible fósil, incrementaron la velocidad en el movimiento de mercancías ensanchando el radio de actividades económicas. Ello ocasionó que la contaminación atmosférica fuera más allá de las grandes ciudades, de los centros de producción industrial y que se fuera expandiendo poco a poco a otras zonas. 27 1.5.2. La era del petróleo A mediados del siglo XIX el petróleo apenas se utilizaba pero poco a poco se fueron conociendo tantos sus propiedades como su utilidad para la iluminación, así fue posible convertir a la noche en día y al proceso de producción fue independiente de la luz solar y de los tiempos del día. No pasó mucho tiempo para que se descubrieran y se aplicaran nuevos usos del petróleo, el más importante fue el uso de la gasolina como combustible de automóviles. En poco tiempo este proyecto tuvo alcances mayores pues implicó una transformación productiva a través de la técnica de la cadena de montaje conocido como fordismo3, que mas que ser una revolución en el proceso productivo de una fábrica en especifico, fue la punta de lanza de un plan económico que además creó un proyecto social, político y cultural cuya centralidad es el automóvil, una trasformación específica de materia y energía pero con implicaciones ecológicas (Altvater, 2011: 88). Fue un proyecto social y a la vez individual porque el uso del automóvil se convirtió en un estilo de vida, poco a poco se modificaron las costumbres de la población que cada vez mas prefería conducir sus automóviles, fue un objeto de lujo y a la vez necesario, un elemento de estatus social, se crearon caminos y puentes, se modificaron las calles; y se había convertido en un importante potencializador de la económica estadounidense y de los países que le siguieron. Aunque para 1950 los estadounidenses seguían conduciendo más de la mitad de los autos existentes en el mundo, la motorización se generalizó después de la Segunda Guerra Mundial empezando por Europa Occidental (1950-1975), pasando por Asia Oriental encabezada por Japón que se llegó a convertir en un gran productor mundial hasta la fecha (McNeill, 2003: 92). China, por ejemplo, para 1997 tenía tan sólo dos millones de automóviles y hoy en día es el principal productor de automóviles a nivel mundial ya que, para 2013 produjo 20 millones de unidades (Forbes, 2014). Industrias devoradoras de energía surgieron en muchas partes del este asiático a partir de la década de los sesenta, sobre todo en Corea del Sur, Taiwán y Malasia, poco a poco crecieron las ciudades con grandes concentraciones industriales y la necesidad de 3 El término hace referencia a Henry Ford, un fabricante de automóviles en Estados Unidos que a partir de 1908 llevó a la práctica una producción en cadena que configuró las formas industriales de la época. 28 energía fue en aumento. La energía se había convertido en un recurso estratégico, representaba el factor que impulsaba el ascenso de las economías que lo poseyera o bien, metía en aprietos a quien lo necesitara (Roberts, 2004: 45). En un espacio de tiempo extraordinariamente corto, el petróleo había pasado a ocupar el epicentro mismo de la geopolítica. Empujados por la voraz demanda de petróleo, la industria energética se convirtió en uno de los mayores negocios del mundo y ciertamente el más extendido, de ahí que empresas como Standard Oil, a cargo de John Rockefeller, se convirtiera en la mayor compañía petrolera del mundo. El consumo mundial de combustibles en 1890 era de unos 10 millones de toneladas, llegando a 95 millones de toneladas para 1920, durante el periodo de conflictos bélicos se triplicó hasta 294 millones en 1940, hasta llegar a las 2.500 millones de toneladas al año en la década de los años setenta (Ponting, 1991: 390). Así como el petróleo se había convertido en la principal fuente del progreso y del desarrollo, también se convirtió en el principal suministro de las guerras y la mayoría de los conflictos bélicos por su dominio, como declaró un diplomático francés “quien sea dueño del petróleo será el dueño del mundo” (Roberts, 2004: 66). En la primera y la segunda guerra mundiales Alemania intentó conseguir, en diversos momentos, el control del petróleo del golfo Pérsico, Rumania y Crimea, mientras que la estrategia bélica de Japón en este último conflicto bélico consistió en incapacitar a la flota norteamericana, para asegurarse las vías marítimas a las reservas petroleras del sudeste de Asia. Después de la segunda guerra nuevos descubrimientos y tecnologías abrieron grandes reservas nuevas y ampliaron la producción petrolera, lo que ha reducido de manera más o menos constante el precio del crudo (excepción hecha de los episodios de la OPEP durante los setenta). Hoy en día las economías y las maquinarias de guerra de todos los países del mundo funcionan con petróleo (O´Connor, 2001: 153). La ventaja de los combustibles fósiles para el proceso de producción capitalista es que, a diferencia de las energías hidráulicas o eólicas, en aquellos hay una independencia de su origen, es decir, pueden ser conducidos a los lugares de consumo con la ayuda de oleoductos, gasoductos, etc. Otra ventaja es que los combustibles fósiles son independientes del tiempo, pueden almacenarse con facilidad y emplearse las veinticuatro horas del día durante todo el año. El carbón y el crudo no se deterioran, no necesitan 29 alguna pauta para su regeneración (Altvater, 2011:127) pero tiene la gran desventaja que son recursos finitos. Conforme aumentaba el uso de los combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas) también se incrementa la emisión de contaminantes. En 1905, por ejemplo se le llama smog4 a una serie de contaminantes procedentes de los escapes de los automóviles principalmente. A la par del impulso de esta gran industrialización, también se incrementaba los desechos y con ello la contaminación atmosférica como se muestra en el cuadro 1.1. Llama la atención el caso de Japón, que en 1970, alcanzó los niveles más altos de contaminación al grado de contar con el aire más contaminado de todos los países en el siglo XX, dado el estrecho territorio las ciudades aglomeradas y las industrias contaminantes. Cuadro 1.1 Emisiones mundiales de metales a la atmosfera (1850 - 1990) Promedio anual (toneladas) Periodo Cadmio Cobre Plomo Niquel Zinc 1850-1900380 1.800 22.000 240 17 1901-1910 900 5.300 47.000 800 39 1911-1920 1.100 8.000 49.000 2.100 49 1921-1930 1.400 9.600 110.000 2.100 62 1931-1940 1.700 12.000 170.000 4.900 75 1941-1950 2.200 17.000 170.000 8.000 96 1951-1960 3.400 23.000 270.000 14.000 150 1961-1970 5.400 44.000 370.000 26.000 240 1971-1980 7.400 59.000 430.000 42.000 330 1981-1990 5.900 47.000 340.000 33.000 260 Fuente: McNeill, R (2003). Algo nuevo bajo el sol. Historia medioambiental del mundo en el siglo XX. Alianza Editorial, Madrid. Ni siquiera el intento de socialismo de la Unión Soviética estuvo exento de estas problemáticas ya que mantuvo el mismo patrón, es decir un progreso económico a un ritmo extraordinario a partir de 1929 con los planes quinquenales y los conglomerados de las industrias pesadas. El rápido crecimiento económico tuvo su equivalente con 4 Es una combinación de palabras en inglés: smoke (humo) y flog (niebla) que en español significa “niebla tóxica” 30 problemas atmosféricos, tal es el caso de la lluvia acida que llegó a expandirse hasta Noruega (McNeill, 2003: 91). Cabe resaltar el notable aumento en la emisión de estos gases después de la Segunda Guerra Mundial, ya que el petróleo se acentuó como el eje de prosperidad para las naciones; así mismo, el número de automóviles en Estados Unidos pasó de 25 millones a 48 millones aumentando igualmente el consumo de gasolina (Roberts, 2004: 67). 1.5.3. El problema se hace evidente A pesar de que los efectos negativos para la salud de la población de este proceso histórico eran cada vez más notables, durante mucho tiempo se consideraban un costo aceptable a cambio del desarrollo y crecimiento económico. Sin embargo, en la década de los sesenta y setenta, los movimientos ecologistas tomaron fuerza en un entorno políticamente álgido a nivel mundial y los problemas de la contaminación atmosférica fueron tomados en cuenta por gobernantes y científicos. Fue entonces que se recuperaron diversas investigaciones que advertían desde mucho tiempo atrás esta situación como los de Svante Arrhenius y de Guy Stwart Callendar antes mencionados. Además, la famosa curva de Kelling se convirtió en la primera evidencia de los cambios climáticos producto de la actividad humana Con estas evidencias traídas del pasado y la activa participación de la comunidad ecologista, el cambio climático atrajo la atención de muchos investigadores quienes avanzaron enormemente en su estudio; tal es el caso del meteorólogo Syukuro Manabe, quien creó el primer modelo simplificado de la atmosfera, iniciando con ello la investigación a largo plazo sobre el calentamiento global por medio de simuladores (Atmospheric and Oceanic Sciences). La base del desarrollo económico que durante años fue admirada y elogiada, en aquella época, fue duramente cuestionada por la crisis energética de 1973 y 1979 que reconsideraba los patrones de vida de la sociedad industrial, así como por las consecuencias ambientales que su utilización generaba. En la comunidad internacional había preocupación, así lo demuestra la creación del Programa de Naciones Unidas 31 sobre el Medio Ambiente (PNUMA)5, la publicación del Informe Burtland, Our Common Future en 1987 y las llamadas cumbres mundiales sobre la Tierra, etc. Sin embargo, el agotamiento del modelo económico a finales de los años setenta e inicios de los años ochenta, acaparó la atención y quedó en manos del nuevo modelo el asunto ecológico. 1.5.4. El cambio climático y la era actual En la década de los ochenta, debido a una serie de ajustes económicos internacionales, la era llamada neoliberal se vuelve dominante y es la encargada de administrar la economía mundial en los años siguientes operando para ello todo un cambio en la estructura económica. Dentro de la problemática ecologista, el cambio se hace notar, mientras que en 1972 se ligaba el deterioro ambiental a la extracción de recursos, en 1992 se habla de preservar la calidad del medio ambiente mediante instrumentos económicos. El pensamiento económico dominante ayuda entonces mas a convivir con el continuo deterioro ambiental y la polarización social que ocasiona la sociedad industrial que a controlarlo o evitarlo (Naredo, 2006: 36). En 1992 la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo celebrada en Río de Janeiro, Brasil permitió crear el borrador de lo que después se convertiría en el primer tratado sobre el cambio climático, el Protocolo de Kyoto, acordado por 184 gobiernos en la ciudad japonesa del mismo nombre en diciembre de 1997 con el compromiso de que 37 países industrializados redujeran sus emisiones de seis gases de efecto invernadero. Los mecanismos de acción convenidos serían: el Mercado de Carbono y los Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL), principalmente (United Nations. Framework Convention on Climate Change, 2007). El Protocolo constituyó el primer paso histórico para controlar los gases de efecto invernadero, sin embargo desde sus inicios mostró fallas ya que Estados Unidos, el 5 El PNUMA se considera un catalizador, defensor, educador y facilitador que promueve el uso sensato y el desarrollo sostenible del medio ambiente global. Según su portal de internet, es la autoridad ambiental líder en el mundo, que fija la agenda ambiental global, que promueve la aplicación coherente de las dimensiones ambientales del desarrollo sostenible en el marco del sistema de las Naciones Unidas, y que ejerce de defensor acreditado del medio ambiente global. Su misión es alentar la participación en el cuidado del medio ambiente inspirando, informando y facilitando a las naciones y los pueblos los medios para mejorar su calidad de vida sin comprometer la de las futuras generaciones. Fuente: (www.pnuma.org). 32 principal emisor de gases a la atmosfera, no ratificó el acuerdo e incluso se retiró del Protocolo argumentando desigualdades en los compromisos de los países firmantes. Además, pese al seguimiento que se pretendía realizar a los acuerdos, poco a poco fue perdiendo fuerza ya que, países como Rusia, Japón y Canadá, no respaldaron dichos acuerdos por los posibles efectos negativos en sus economías. En este mismo periodo, específicamente el 30 de octubre del 2006, se publicó en Reino Unido el Informe Stern, un documento que detalla el impacto del cambio climático sobre la economía mundial elaborado por el economista Nicholas Stern. Este trabajo resultó ser la primera evaluación del cambio climático desde la perspectiva económica. Dentro de este documento, se analizaron los costes económicos del cambio climático y la importancia de actuar en conjunto en acciones de mitigación. El informe calculó que los costes anuales de la estabilización de las emisiones en 500-550 ppm de CO2 serían de aproximadamente el 1% del PIB mundial para el 2050, un nivel significativo pero viable. Estos costes de mitigación son reducidos en relación con los costes y riesgos futuros del cambio climático con ello evitados ya que, según las estimaciones, si no se actúa rápidamente para frenar el cambio climático, se puede llegar a perder hasta el 20% del Producto Interior Bruto (PIB) mundial anual de forma indefinida (Stern, 2007). Cabe destacar que, según este informe, una política de reducción de emisiones se acercaría a los mecanismos de mercado basados en el establecimiento de un precio del carbono mediante una reglamentación que implique impuestos o comercio. De esta forma, la asignación de un precio apropiado al carbono significaría que la gente hará frente al coste social de sus acciones, lo que motivará al individuo y a las compañías a abandonar bienes y servicios altos en carbono. La elección del mecanismo de políticaa utilizar dependerá de las circunstancias nacionales de cada país, las características de sectores específicos y de la interacción entre la política del cambio climático y otras políticas pero, el mecanismo que se genere debe asegurar que el precio del carbono se mantenga a futuro para dar confianza a inversores y consumidores (Stern, 2007). La 15ª Cumbre del Clima se realizó en Copenhague, Dinamarca a finales del año 2009 y un año más tarde en Cancún México se celebró la 16ª Cumbre donde, entre otros acuerdos, se estableció un Fondo Verde Climático, un organismo financiero que tenía la misión de contribuir al cumplimiento de los objetivos de mitigación y adaptación del 33 cambio climático. Así mismo, se establecieron montos de financiamiento para atender a los países en vía de desarrollo y se identificaron cuatro elementos clave: adaptación, finanzas, mitigación y tecnología. A pesar de todos estos eventos, de los convenios establecidos, etc., los datos muestran un retroceso ya que en todo el proceso de negociaciones entre 1990 y 2011 se registró un aumento del 30% en el forzamiento radiactivo debido al aumento de las concentraciones atmosféricas de gases de efecto invernadero (Organización Meteorológica Mundial, 2013) llegando a advertencias realmente alarmantes. Así mismo como se mencionó, en el 2014 los niveles de CO2 alcanzaron un nuevo record histórico situándose en las 402 partes por millón (OMM, 2014). Figura 1.9 Emisiones mundiales de GEI antropogénicos Fuente: Informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, 2007 Además, los efectos del cambio climático ya están presentes y están generando muchos problemas, entre ellos modificaciones en los patrones fluviales así como en los ciclos de la agricultura afectando la producción de alimentos. Según la NASA (2014) el deshielo de la Antártida es irreversible ocasionando el aumento del nivel del mar hasta por cuatro metros que implicará la desaparición de diferentes lugares, en su mayoría islas y zonas http://www.science.nasa.gov/ 34 pobres pero también terrenos como Venecia y Holanda. Los fenómenos meteorológicos serán más agresivos, se propagaran enfermedades tropicales como dengue, malaria, fiebre amarilla, etc., que se creían olvidadas y que no tienen cura muchas de ellas. Estos últimos eventos hoy en día ya han ocasionado el desplazamiento de 144 millones de personas a causa del cambio climático en los últimos cinco años (De Benito E, 2014). Entonces, ¿Qué es lo que está pasando? Si se ha levantado todas las alarmas sobre la urgencia de detener las emisiones, ¿por qué no han disminuido y muy por el contrario, han aumentado? 35 Capítulo II. Acercamiento teórico Actualmente existe una amplia gama de bibliografía dentro de la economía que aborda la problemática ambiental y dentro de ella, hay diferentes teorías que intentan abordar esta situación partiendo de las más diversas posturas y posiciones. Estas corrientes teóricas se han desarrollado a medida que cobra más importancia la necesidad de entender la dinámica económica junto a la dinámica ecológica. Siendo así, este proceso de entendimiento formal inicia con la Economía de los Recursos Naturales, cuyos primeros atisbos datan de fines del siglo XIX; mucho tiempo después, a finales de la década de 1960 y la primera mitad de los setenta aparece la Economía Ambiental; y posteriormente, durante la década de 1980 surge la Economía Ecológica, que se construye como una crítica a las corrientes anteriores (Ávila, 2010:11). No obstante el marxismo, como corriente económica, aparenta un retraso en la visión ecológica manteniéndose incluso la visión que comúnmente se tiene de él, a saber, se le considera como una corriente teórica productivista, antropocéntrica y desinteresada por la problemática ambiental (Foladori, 2001: 35) y por tanto, nada tiene que aportar a la discusión de hoy en día. Sin embargo, este trabajo de investigación pretende demostrar que esta postura no es del todo cierta y, muy por el contrario, los textos de Karl Marx y Friedrich Engels pero sobretodo los desarrollos posteriores de la teoría marxista en diferentes autores, brindan una fuente metodología muy importante para entender la problemática ecológica que encierra la crisis climática. 2.1. Relación sociedad-naturaleza En su obra inconclusa, El Capital, Marx describe al trabajo como “un proceso entre el hombre y la naturaleza, un proceso en que el hombre media, regula y controla su metabolismo con la naturaleza” (Marx, 2003: 215). El concepto de metabolismo6 en este contexto es muy importante, ya que define esta relación como un movimiento constante donde el hombre al transformar a la naturaleza, se transforma a sí mismo. 6 La palabra metabolismo, que tiene su origen en las ciencias naturales, en alemán se traduce como Stoffwechsel, es decir, intercambio de sustancia o materia. 36 Marx explicaba esta relación como el metabolismo universal de la naturaleza, es decir, “la condición universal para la interacción entre la naturaleza y el hombre, y como tal, una condición natural de la vida humana”. La humanidad, a través de su producción, “extrae” sus valores de uso naturales y materiales de este, al mismo tiempo “insuflando una [nueva] vida” a estas condiciones naturales “como elementos de una nueva formación [social]”, generando por ese motivo una especie de segunda naturaleza. (Foster, 2013). La relación hombre-naturaleza es un metabolismo dinámico, un flujo siempre en constante movimiento de materia y energía mediada por el trabajo de acuerdo a un momento determinado del desarrollo de la sociedad (Marx, 1977: 215). Es importante recalcar que esta relación no representa la interacción entre dos entes diferentes que interactuaran entre sí, sino que el ser humano es naturaleza y su actividad depende de los procesos naturales y sus condiciones para poder sobrevivir. Como cualquier metabolismo natural, el metabolismo social se establece cuando los seres humanos se apropian de materia y energía de la naturaleza (input) y finaliza cuando se depositan desechos, emanaciones o residuos en los espacios naturales (output) (Toledo: 2011:6). Sin embargo, lo que diferencia a un metabolismo social de uno natural es el trabajo ya que a través de él la sociedad crea una segunda naturaleza adecuándola a sus necesidades a través de su producción, pero no lo hacen como les plazca, sino bajo las condiciones heredadas del pasado (de la historia natural y social), y siguen dependiendo de la dinámica básica de la vida y la existencia material (Foster, 2013). Este metabolismo es entonces un flujo siempre en constante movimiento de materia y energía mediada por el trabajo y con él, la técnica que se utilice en un momento determinado del desarrollo de la sociedad. Por tanto, si bien es cierto, esta relación hombre-naturaleza ha sido diferente de acuerdo al proceso histórico que ha guiado esta relación, “el metabolismo entre la naturaleza y la sociedad es independiente de cualquier forma histórica porque aparece previamente bajo las condiciones pre-sociales o histórico- naturales de los seres humanos” (Schmidt, 1976). El hombre sólo puede proceder conforme las pautas de la naturaleza, a saber, sólo cambiando la forma de la materia en ella contenida, la naturaleza apoya u obstaculiza este proceso de transformación. El trabajo, por lo tanto, no es la única fuente de riqueza material, como dijera William Petty, “el trabajo es el padre y la tierra la madre”. 37 Entonces, la sociedad y la producción humana en general, están en el interior de este metabolismo y dependen de él, no obstante, en una economía mercantil capitalista esta segunda naturalezacontiene características propias que conducen a una fractura en este metabolismo universal Pese a que la relación ser humano-naturaleza es una unión transhistórica, para Marx lo importante a entender “no es la unidad de la humanidad viviente y activa con las condiciones naturales, inorgánicas, del intercambio metabólico con la naturaleza y en consecuencia de su apropiación de esta, lo que requiere explicación no es el resultado de un proceso histórico, sino, antes bien, la separación existente entre estas condiciones inorgánicas de la existencia humana y esta existencia activa, una separación que se postula por completo únicamente en la relación del trabajo asalariado con el capital” (Marx, 1977: 449) Entonces, lo que requiere explicación no es esta unidad de la naturaleza y el ser humano sino la condición histórica en el cual se genera una fractura de esta unidad y Marx la encuentra en el capitalismo, al referirse a un tipo de relación histórica especifica que es el trabajo asalariado con el capital ya que esta segunda naturaleza asume una forma alienada, dominada por el valor de cambio antes que por el valor de uso, conduciendo a una fractura en este metabolismo universal. ¿Qué es lo que distingue este modo de producción de los anteriores estadios humanos? ¿Cuáles son sus características? 2.2. Acumulación de capital El concepto de acumulación de capital es utilizado para definir el tipo de dinámica de producción que sigue este sistema en particular caracterizado por que la riqueza social que se genera en los procesos productivos da origen al plusvalor que, al efectuase la compra de la mercancía, se convierte en ganancia. El plusvalor es trabajo ajeno impago. El capitalista (dueño de los medios de producción) compra fuerza de trabajo con un parte del capital originario para un proceso productivo y reitera esa compra con un parte de las ganancias obtenidas en el primer ciclo y 38 nuevamente extrae plustrabajo y por ende, produce de nuevo plusvalor (Marx, 2003: 718). Este proceso es el llamado reproducción del capital. La acumulación es la reinversión del plusvalor en capital, es decir, medios de producción (capital constante) y fuerza de trabajo (capital variable) pero en escala ampliada. Así, el capital, en dicho proceso incorpora a los dos creadores de la riqueza social–la fuerza de trabajo y la tierra- a través de la contratación de trabajadores y de la compra de materias (primas y auxiliares) A medida que progresa la acumulación, se las potencias productivas del trabajo social mediante la maquinaria y nueva tecnología que aquel proceso trae aparejado generando cambios graduales en la composición técnica del capital que aumenta progresivamente más rápido en comparación con la magnitud de fuerza de trabajo utilizada. Por consiguiente, a medida que el acrecentamiento del capital hace que el trabajo sea más productivo, se reduce la demanda de trabajo con relación a la propia magnitud del capital. Al progresar la acumulación se altera la relación que existe entre la parte constante del capital y la parte variable (Marx, 2003: 783). La competencia entre capitalistas individuales en un mismo ramo es la que incentiva estos cambios cualitativos y cuantitativos ya que la venta de más mercancías mejorará el posicionamiento de la firma en el mercado, por ello, es necesario abaratarlas. Esto depende de la productividad del trabajo que, a su vez, está sujeta a la tecnología utilizada y de la escala de la producción lo que resulta en el progreso del capital constante por encima del variable. El grado social de la productividad del trabajo se expresa en el volumen de medios de producción que un trabajador, durante un tiempo dado, transforma en producto. La masa de los medios de producción con los que opera ese trabajador crece con la productividad del trabajo (p.773). Una mayor productividad permitirá transformar más materia en el mismo tiempo. Este proceso es primordial para entender la relación capital-trabajo como muchos escritos al respecto lo han demostrado, pero también contiene elementos para analizar la relación capital-naturaleza pues como se ha descrito anteriormente; a medida que avanza la acumulación, los requerimientos de capital constante aumentan en comparación con los del capital variable; esto se traduce en mayor utilización de materias primas y auxiliares, por tanto, mayor demanda de energía para su transformación. 39 Para Marx, la acumulación del capital se manifiesta como condición del modo de producción específicamente capitalista, este último ocasiona, como reacción, una acumulación acelerada de capital. Con la acumulación del capital se desarrolla, por consiguiente, el modo de producción específicamente capitalista y con el modo de producción específicamente capitalista la acumulación de capital (2003). 2.2.1. Acumulación originaria La acumulación originaria fue la etapa primigenia que dio paso a la acumulación capitalista y se describe como el proceso de inicio de la separación entre la naturaleza humana y la no humana de manera generalizada. El proceso comienza con la fragmentación siempre violenta y por la fuerza de las tierras de propiedad común por parte de la burguesía, entonces la clase naciente, que con ayuda de leyes y la fuerza pública impuso su lógica de propiedad privada sobre la tierra. Este mismo proceso genera, retomando el argumento hombre-naturaleza, por un lado, la desintegración de comunidades dando lugar a desplazamiento de personas ahora desposeídas a las grandes ciudades en formación con la única mercancía que se podía vender, a saber, su fuerza de trabajo para poder sobrevivir, generando entre ellos una suerte de atomización social. Por otro lado, en la naturaleza, este proceso contribuyó a transformar la tierra en una mercancía que se regirá en lo siguiente por las leyes de la acumulación capitalista. La creciente población urbana acumulada en grandes centros por la producción industrial, las ciudades, perturbó el metabolismo entre el hombre y la tierra, en, por ejemplo, el retorno al suelo en forma de abono de aquellos desechos humanos de alimentos, etc., reintegración que es condición natural de la fertilidad del suelo pero que en las ciudades se convierte en contaminación por su acumulación. Por otro lado, en el campo se agravaban las condiciones en la agricultura debido al agotamiento y falta de nutrientes de los suelos. Gran Bretaña fue la pionera en el arrebato a escala mundial de los fertilizantes naturales, incluyendo el desentierro y el transporte de los huesos humanos de los campos de batallas napoleónicas y las catacumbas de Europa, y lo que fue más importante, la extracción, por medio del trabajo forzado, del guano (del excremento de las aves marinas) de las islas cercanas a las costas del Perú, desatando a nivel mundial una “fiebre del guano” (Foster, 2004: 132). 40 Este proceso de separación resultó una verdadera revolución para la química agrícola ya que se avanzó en el estudio de las propiedades químicas de la tierra; sin embargo también generó la pérdida de los nutrientes de la tierra que tiempo después mereció la crítica de Justus von Liebig en Alemania y James F. W. Johnston en Gran Bretaña quienes culpaban a la agricultura intensiva británica pero no a las contradicciones históricas en la agricultura industrial capitalista del siglo XIX que orilló al robo extendido de tierras de algunos países por parte de otros (p. 135). A la par de la creciente industrialización, la tierra no solo fue presa de la mercantilización por su derecho de propiedad, sino también del despojo y explotación en forma de materias primas necesarias para la expansión del capitalismo en todas direcciones que supuso la creación de un mercado mundial. “El capitalismo inicia entonces con la conquista y el despojo, nada
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