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TEORÍA Y MÉTODO DE LA ECONOMÍA Distribución del ingreso en México: Un análisis a través de la descomposición del índice de Gini por fuentes de ingreso monetario y su asociación con el mercado laboral 2006-2014. TESIS QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE: Maestro en Economía PRESENTA: Núñez Sánchez Julio César TUTOR: Dr. José Nabor Cruz Marcelo Instituto de Investigaciones Económicas, UNAM MIEMBROS DEL JURADO: Dra. Laura Vázquez Maggio Facultad de Economía, UNAM Dra. Isalia Nava Bolaños Instituto de Investigaciones Económicas, UNAM Dra. Flor Brown Grossman Facultad de Economía, UNAM Dra. Lilia Domínguez Villalobos Facultad de Economía, UNAM Ciudad Universitaria, Cd. Mx., enero de 2019 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. ii AGRADECIMIENTOS A mi director de tesis el Dr. José Nabor Cruz Marcelo, no sólo por su respaldo y apoyo en la elaboración del presente documento, también por su amistad y aprecio; acciones que sin duda contribuyeron a que el trabajo se realizara en tiempo y forma bajo las mejores condiciones, procurando siempre el trabajo en equipo, la comunicación y la buena convivencia. Así mismo, quiero agradecer por el aprendizaje y el conocimiento obtenido gracias a todas las experiencias vividas durante el proceso de elaboración del presente trabajo. A usted, doctor… gracias de verdad. A los miembros del jurado: a la Dra. Isalia Nava, Dra. Laura Vázquez, Dra. Flor Brown y a la Dra. Lilia Domínguez, por otorgar el voto correspondiente para la realización del examen profesional y por sus comentarios que, no tengo duda, contribuyeron a mejorar la última versión del presente trabajo. Por otro lado, esta tesis de maestría, si bien ha requerido dedicación y esfuerzo conjunto con el Dr. José Nabor Cruz Marcelo, no hubiese sido del todo posible sin el apoyo de la beca de maestría que me fue otorgada gracias a los recursos del Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC) perteneciente al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT). Así mismo, el buen término de esta tesis fue apoyada, a través de una beca de nivel maestría en la modalidad obtención de grado, que se financió con los recursos del Proyecto PAPIIT IA300718: “Estilos de crecimiento y desarrollo que permitan expandir el empleo y reducir la desigualdad del ingreso, la exclusión social y pobreza en México: escenarios de corto, mediano y largo plazo en un contexto teórico Heterodoxo-NeoKaleckiano”, cuyo responsable académico es el Dr. José Nabor Cruz Marcelo. Y, por último, pero no menos importante, a mi familia, especialmente a mis padres que, sin su educación, apoyo ético, moral y económico no hubiese sido posible llegar a la conclusión de mis estudios de maestría. Gracias por haberme enseñado que la educación es el mejor camino para obtener el éxito y la mejor herramienta para afrontar la vida. A ellos, Pilar y Abel muchísimas gracias. iii ÍNDICE INTRODUCCIÓN ...............................................................................................................1 ASPECTOS POR REVISAR EN CUANTO A LA ESTRUCTURA DE LOS INGRESOS DE LOS HOGARES EN MÉXICO. .............................................................6 I. MARCO TEÓRICO .....................................................................................................7 1.1 Enfoques teóricos sobre la distribución del ingreso ...............................................7 1.1.1. Enfoques clásicos de la distribución del ingreso .....................................................7 1.1.2. El enfoque neoliberal de la desigualdad y el consenso de Washington. .......................9 1.2. El enfoque estructuralista de la distribución del ingreso: el concepto de heterogeneidad estructural. .............................................................................................. 12 1.2.1 El estructuralismo cepalino ......................................................................................... 12 1.2.2 Neoestructuralismo ..................................................................................................... 13 1.3. El enfoque de la relación entre nivel de escolaridad y la distribución del ingreso . 15 II. METODOLOGÍAS APLICADAS......................................................................... 18 2.1 Descomposición del Coeficiente de Gini por fuentes de ingreso ............................... 18 2.1.1 Estructura del ingreso por deciles ............................................................................... 18 2.2 Metodología de las regresiones cuantílicas ................................................................ 21 2.2.1 El modelo de regresión cuantílica ............................................................................... 23 2.2.2 Los coeficientes de la regresión cuantílica y los efectos marginales ........................... 23 III. HECHOS ESTILIZADOS ..................................................................................... 25 3.1 La trayectoria macroeconómica en México en años de crisis ................................... 25 3.2 La desigual distribución del ingreso en México: salarios, transferencias y su relación con el mercado laboral ........................................................................................ 27 3.2.1 La evolución de la desigualdad en la distribución del ingreso en México ................... 27 3.2.2 Composición del índice de Gini por fuentes de ingreso .............................................. 36 3.2.3 El papel de las transferencias condicionadas .............................................................. 43 3.2.4 Las remuneraciones al trabajo: el empleo y los salarios.............................................. 48 IV. INGRESO LABORAL: UNA REGRESIÓN CUANTÍLICA. ................................. 51 4.1. Sobre el tamaño de la muestra y las variables a utilizar .......................................... 51 4.2 Resultados econométricos ........................................................................................... 57 4.2.1 Años pre crisis económica .......................................................................................... 57 4.2.2 Años post crisis económica ......................................................................................... 63 4.3 Pruebas econométricas. ............................................................................................... 72 V. CONCLUSIONES ........................................................................................................ 77 ANEXO A........................................................................................................................... 84 A1. Indicadores de la distribución del ingreso ................................................................ 84 iv A2. Coeficiente de Gini ...................................................................................................... 85 A3. Descripción de las etiquetas de las variables ............................................................. 86 ANEXO B. .......................................................................................................................... 87 B1. Principales cuadros estadísticos .................................................................................87 B2. Descomposición del coeficiente de Gini por fuentes de ingreso ............................... 89 ANEXO C........................................................................................................................... 91 Nota teórica sobre la distribución del ingreso según Kuznets ........................................ 92 BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................................... 95 1 INTRODUCCIÓN La asociación de la existencia de la desigualdad económica en México, derivada de las amplias brechas existentes en la distribución del ingreso en los hogares y de los cambios en las variables económicas que los determinan, principalmente en épocas de crisis, aunada a su relación con las heterogeneidades existentes en el mercado laboral, representa un problema de suma importancia el cual merece ser estudiado. Al respecto, Cortés (2013) ha identificado principalmente, tres orígenes/fuentes comunes de desigualdad económica en América Latina, a saber: i) el acceso y mantenimiento de ingresos cuando se pretende obtener un puesto en el mercado laboral; ii) dispersión de la propiedad de los medios de producción, y iii) la llamada heterogeneidad estructural1. Dichas fuentes no solo están presentes en la economía mexicana, sino que este patrón suele repetirse en distintos países de la región latinoamericana, donde México no es la excepción (Cortés, 2012; Cruz, 2013). Así pues, las técnicas de medición de la desigualdad a través del coeficiente de Gini han sido las formas más ampliamente utilizadas, pues existen diversos ejemplos de estudios en diferentes espacios y periodos temporales en la región. Sin embargo, existen diferencias al momento de abordar el problema, que van desde la perspectiva con la que se analiza, hasta diferencias en el sentido de segmentación, metodología, medición y clasificación de los datos utilizados, por lo que a menudo las diversas investigaciones arrojan distintos resultados y, por ende, pueden ser interpretadas de diferente manera. Por lo anterior, el estudio de la distribución del ingreso en México a través del análisis de su trayectoria y la composición del coeficiente de Gini por fuentes de ingreso durante el periodo de 2006 a 2014 resulta bastante relevante, no sólo por la propia actualización del análisis coyuntural inclusión de la crisis de 2008-2009, sino por la permanencia de los tres aspectos antes mencionados que originan la desigualdad en la economía mexicana. Además, el análisis de la composición del coeficiente de Gini mediante su descomposición por fuentes de ingreso ha tomado peso en la literatura que se ha encargado de estudiar la 1 Cortes (2013) define heterogeneidad estructural a la situación en la cual coexisten diferentes niveles de productividad del trabajo (en función de la tecnología disponible) en los diferentes sectores, ramas o actividades de la economía. 2 desigualdad económica en años recientes. Por ejemplo, Aguilar (2016) analiza el problema de la desigualdad económica en México para el periodo 2000-2012, cuya tesis principal radica en mostrar que en dicho periodo el ingreso de los más pobres aumentó debido a las remesas que se recibieron durante el periodo mencionado, poniendo especial atención a la posible existencia de cambios significativos en el ingreso de las familias que en cierta medida pudiesen explicar la disminución de la desigualdad. Es importante mencionar que dicho autor divide el análisis del coeficiente de Gini en seis fuentes de ingreso, a saber, ingresos al trabajo (salarios), ingresos por negocios (no hace distinción entre micro, pequeños, o grandes), ingresos por rentas (posesión de activos financieros o tangibles), transferencias (pensiones, remesas, beneficios de programas sociales), ingresos por capital y otros ingresos. A su vez, Castrosin (2016) analiza la descomposición del coeficiente de Gini por fuentes de ingreso para Argentina para el periodo 2003-2013, clasificando dichas fuentes en los siguientes rubros: ingresos primarios (salarios), ingresos secundarios (ingresos por otras ocupaciones, préstamos e ingresos retroactivos), transferencias, jubilaciones y pensiones, y por último ingresos por capital. La observación principal que hace la autora es la importancia de la instauración de los sistemas de protección económica que se implementaron en dicho país a principios del siglo XXI, los cuales favorecieron la inclusión económica de los estratos más pobres de la sociedad, implicando así una reducción en la desigualdad del ingreso de los hogares de más bajos recursos. Algunos otros trabajos importantes que han estudiado la desigualdad a través del análisis del coeficiente de Gini por su descomposición en fuentes de ingreso son los realizados por Lerman y Yitzhaki (1985) para la economía estadounidense, Wodon (2000) para América Latina y Wodon y Yitzhaki (2002) para la economía mexicana. Dichos trabajos coinciden en que las remuneraciones al trabajo representan la fuente más importante de ingresos de los hogares dentro de la estructura del coeficiente de Gini2 y por ende tienen un papel bastante importante en la determinación de la desigualdad, dado que dichas remuneraciones se distribuyen de manera desigual. 2 Es precisamente por esta razón que en el presente trabajo se incluyen modelos econométricos que utilizan la metodología de la regresión cuantílica para ayudar a explicar los impactos de un grupo seleccionado de variables del concentrado, las tablas de ingreso y las tablas de trabajo de la ENIGH sobre el ingreso laboral durante el periodo de estudio. 3 Sin embargo, aunque los trabajos anteriores han abordado el problema de la distribución del ingreso desde el punto de vista de la estructura del coeficiente de Gini, existen pocos trabajos sobre todo recientes que se enfoquen específicamente en el análisis de la composición del coeficiente de Gini por fuentes de ingreso en años de crisis en la economía mexicana, que muestren la composición y los efectos que las diferentes fuentes de ingreso tienen sobre la desigualdad económica y que adicionalmente muestren la relación que esta desigualdad económica ha tenido directamente en el mercado laboral. Ante dicho contexto, se presume la hipótesis de que las remuneraciones al trabajo constituyen la fuente de ingreso monetario con más peso y mayor relevancia sobre la desigualdad en la distribución del ingreso en México medido a través de la descomposición del coeficiente de Gini y, por lo tanto, se requiere analizar no solo la evolución al interior de la composición de dicho coeficiente, sino también, el efecto de un conjunto de variables que componen el mercado laboral que ayuden a explicar cómo ha evolucionado ingreso laboral3 de los hogares en los años pre y post crisis económica. Dado que el objetivo principal de la presente investigación consiste en analizar la descomposición del coeficiente de Gini por fuentes de ingreso de los hogares, así como los cambios ocurridos en el ingreso, entre los años 2006 y 2014 a través del coeficiente de Gini, con énfasis especial en los años de la más reciente crisis económica, es válido formular las siguientes preguntas de estudio: ¿Cuáles han sido las principales características socioeconómicas y demográficas de los hogares? ¿Cuáles han sido sus principales fuentes de ingreso? ¿Cuál ha sido la relevancia y el peso de cada una de estas fuentes de ingreso en la desigualdad en la distribución? ¿Cuáles podrían ser algunos de los determinantes del ingreso al interior del mercado laboral y por ende en la distribución del ingreso de los hogares? ¿Cuál es la importancia del nivel del grado de escolaridad del jefe del hogar en el ingreso laboralde los hogares?. Las respuestas a las mismas conforman grosso modo, el cuerpo general de este análisis. 3 De ahora en adelante los términos “remuneraciones al trabajo” e “ingreso laboral” se utilizarán de manera indistinta ya que ambos términos son sinónimos por el hecho de que ambos representan la suma de sueldos, comisiones, horas extras, etc. 4 La investigación está estructurada de la siguiente forma: en el primer capítulo, se realiza una sintética revisión a las principales corrientes económicas que han abordado el tema de la distribución del ingreso en los últimos 70 años. Adicionalmente se hace un breve repaso de las corrientes estructuralista, neo-estructuralista y neoliberal referente al tema. Por último, se realiza una revisión bibliográfica sobre la literatura existente sobre la relación entre el nivel de escolaridad de los jefes del hogar y el ingreso de los hogares. Un segundo capítulo abunda sobre las metodologías utilizadas en la elaboración del presente trabajo, al hacer énfasis en el posicionamiento del coeficiente de Gini como el instrumento más recurrente —más no el único— al momento de medir la distribución del ingreso. Aunado a la anterior, se profundiza en una forma alternativa para el cálculo del coeficiente de Gini desarrollada ampliamente por Lerman y Yitzhaki (1985). Dicha metodología es utilizada en el presente trabajo para la descomposición del coeficiente de Gini en fuentes de ingreso y posteriormente, se describe la metodología de Koenker y Basset (1978), la cual es utilizada para la estimación de las especificaciones de los modelos propuestos para las regresiones cuantílicas de un conjunto de variables económicas sobre el ingreso monetario de los hogares, en donde son incluidas algunas prestaciones sociales y los grados de escolaridad del jefe del hogar. El tercer capítulo presenta un breve contexto macroeconómico de un conjunto de variables tanto a nivel macroeconómico como de microdatos que se consideran relevantes. Aunque no se pretende hacer un análisis exhaustivo de las variables, cabe mencionar que se considera indispensable su revisión para introducir y explicar el tema de la distribución del ingreso en México. En un segundo apartado del tercer capítulo, se analiza si el cambio en la desigualdad económica al interior de los deciles está relacionado con la modificación en los ingresos de los hogares en el periodo de 2006 a 2014 y a las decisiones que estos toman para afrontar las crisis económicas suscitadas en el periodo. Se parte de la idea de que la evolución de las variables macroeconómicas influye de cierta manera en la distribución del ingreso, sin embargo, lo hace de manera indirecta, abriendo múltiples posibilidades de trasmisión de sus efectos sobre las fuentes de ingreso de los hogares. En un tercer apartado, se busca aludir a la política económica que se ha llevado a cabo principalmente en el tema de transferencias monetarias condicionadas a los sectores más vulnerables de la población, especialmente a 5 través del programa de desarrollo humano Oportunidades, para poder establecer la relación que ha guardado ésta política económica con la distribución del ingreso en el contexto de la crisis económica de 2008-2009. Adicionalmente se plantea el caso hipotético que pretende explicar qué pasaría con la distribución del ingreso en México en caso de la inoperancia de dicho programa social. Por último, en el cuarto capítulo, se presenta la metodología econométrica, con los resultados de la estimación de cinco modelos de regresión cuantílica para cada año de estudio con el objetivo de establecer el impacto de un grupo de variables seleccionadas de las tablas de ingreso y trabajo de la ENIGH que determinan el ingreso laboral de los hogares y por ende su impacto en la desigualdad. A partir de las metodologías desarrolladas en este trabajo, en las conclusiones se enfatiza que las reducciones en el valor del coeficiente de Gini acontecidas en este periodo, debido a incrementos de los ingresos de los hogares de los deciles de más bajas percepciones, y a la drástica caída de los ingresos de los hogares de los deciles nueve y diez, no se pueden relacionar directamente con un mejoramiento de las condiciones de vida de la población en general, pues podría tratarse tan sólo de la recurrencia del fenómeno denominado equidad por empobrecimiento, el cual Cortés (2000) define como el aumento del ingreso de los hogares de los deciles más bajos debido a la sobreexplotación de fuerza de trabajo en un contexto de crisis económica. Además, al integrar variables de los módulos de “ingreso” y “trabajo” de las ENIGH, en la modelación, se busca comprobar la hipótesis de que a mayores rasgos o caracterización de formalidad en los empleos de la población mexicana, esto podría derivar en mejores ingresos y por ende en una mejor distribución del ingreso. Finalmente, se constata que el grado de escolaridad de los jefes de familia para el periodo considerado ha perdido importancia como variable determinante del incremento de los ingresos de los deciles más pobres, especialmente en los años post crisis. Lo anterior busca hacer énfasis en la persistencia de cierto grado de precariedad del mercado laboral −sobre todo en los deciles más bajos− a través del análisis de la regresión cuantílica que aquí se lleva a cabo. ASPECTOS POR REVISAR EN CUANTO A LA ESTRUCTURA DE LOS INGRESOS DE LOS HOGARES EN MÉXICO. Elaboración propia. * Transferencias Monetarias Condicionadas. DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO DE LOS HOGARES EN MÉXICO Ingreso monetario Remuneraciones al trabajo Estructura del mercado laboral Metodología de la regresión cuantílica Carcateristicas socio- económicas del hogar Prestaciones sociales Grados de escolaridad del jefe del hogar Remuneraci ones al capital Renta de la propiedad Transferencias Transferencias gubernamentales Cálculo del Coeficiente de Gini con TMC* Cálculo del coeficiente de Gini sin TMC Ingreso no monetario I. MARCO TEÓRICO El estudio de la desigualdad económica a través de la descomposición del coeficiente de Gini por fuentes de ingreso tiene su origen en el trabajo seminal de Lerman y Yitzhaki (1985) cuyo objetivo principal fue determinar el impacto marginal de las diferentes fuentes de ingreso de la economía estadounidense sobre la desigualdad económica en la economía estadounidense. Dicho trabajo, sentó las bases para la realización de diversos estudios empíricos sobre diferentes periodos temporales y espacios geográficos entre los cuales destacan los siguientes: Medina & Galván (2008) realizaron la descomposición del coeficiente de Gini para el caso de América Latina en el periodo 1999-2005; Castrosin (2016) para el caso de Argentina para el periodo 2003-2013; Sánchez (2016) para el caso de Colombia para el periodo 2002-2015; y Reyes (2011) para el caso del Estado de México. Sin embargo, cabe destacar que son pocos los análisis de este tipo que han puesto énfasis en variaciones de dichas fuentes de ingreso y el coeficiente de Gini en años de crisis económicas y la relación que la desigualdad guarda con la estructura del mercado laboral tal como sí se hace en el presente trabajo. Cortés (2000a) realizó un análisis de la descomposición por fuentes de ingreso del coeficiente de Gini para la economía mexicana para el periodo 1963-1994, cuya hipótesis principal consistió en demostrar que la desigualdad económica disminuye después de las crisis económicas debido a las decisiones que tienen su origen al interior de los hogares para afrontar la crisis, argumentando que, en periodos de crisis económica, los hogares de los deciles más bajos de la población, incrementan su ingreso a través de la sobreexplotación del único recurso que tienen para hacer frente a las crisis económicas: su fuerza detrabajo; mientras que, los hogares de los deciles más altos evitan la disminución de sus ingresos a través del empleo de otro tipo de recursos para hacer frente a la crisis como por ejemplo el ahorro. En este sentido, la primera parte del presente análisis sigue la misma línea de investigación, pero para el periodo comprendido entre los años 2006 y 2014. 1.1 Enfoques teóricos sobre la distribución del ingreso 1.1.1. Enfoques clásicos de la distribución del ingreso Aunque los trabajos mencionados anteriormente representan relativamente una forma reciente, válida y empírica de abordar el problema de la distribución del ingreso, el enfoque 8 utilizado por estos trabajos, no ha sido el único enfoque desde el cual se ha analizado el problema. Incluso, a lo largo de la historia del pensamiento económico, el problema de la distribución del ingreso ha tenido diferentes acepciones y distintos grados de importancia en su papel dentro del análisis de la economía. Por lo tanto, no existe una sola teoría que unifique las diferentes acepciones de distribución del ingreso, es decir, que englobe el proceso completo que explique cómo se genera, cómo se apropian los ingresos los diferentes factores de la producción (distribución funcional del ingreso), y los efectos que dicha distribución puede tener a nivel familiar, individual o de los hogares (distribución personal/familiar del ingreso). Sin embargo, no solo el concepto de la distribución del ingreso ha variado a lo largo del tiempo, sino también la manera en que se ha analizado el problema a lo largo de la historia. A continuación, presentamos una síntesis de algunos de los distintos enfoques que han abordado el tema de la distribución del ingreso. De acuerdo con Aguilera (1998), bajo la concepción de los clásicos, específicamente en exponentes como Smith, Ricardo y Marx, el problema de la distribución del ingreso constituía un problema central de la economía. Ellos abordaron el tema desde una perspectiva más cercana a la distribución funcional del ingreso (aquella asociada a la remuneración a los servicios de los factores productivos), pues se enfocaban en el estudio de los niveles de apropiación de la riqueza o del ingreso de los diferentes grupos o clases sociales al interior de la economía (terratenientes, capitalistas, clase trabajadora, etc.). Dichos autores sentaron las bases para el análisis del problema de la distribución del ingreso en la economía en años posteriores. Durante el siglo XX, otras corrientes de pensamiento económico tales como las escuelas estructuralista y neoestructuralista latinoamericana, cuyo principal aporte en el estudio de la desigualdad fue el concepto de heterogeneidad estructural, tomaron el tema de la distribución del ingreso como una prioridad del análisis económico bajo un contexto centro- periferia desde una perspectiva de economía cerrada y abierta, respectivamente. Por su parte, la escuela neoclásica contempla que la economía no debe preocuparse por el tema de la distribución del ingreso, al considerarlo como un problema dado bajo el argumento de que el mercado es el único que puede mejorar/empeorar dicha distribución. Adicionalmente, los neoclásicos afirman que la intervención del Estado a través de la creación de políticas 9 públicas que traten de intervenir en dicha asignación de recursos no es confiable. El presente trabajo discrepa sustancialmente del enfoque clásico en este último punto, ya que consideramos que el actuar del estado a través de políticas públicas es precisamente el mecanismo más adecuado para tratar de incidir en la distribución del ingreso, con el objetivo de influir positivamente en la calidad de vida y el bienestar que tanto individuos, hogares y agentes económicos pueden lograr4. Adicionalmente a las diferentes corrientes teóricas que han abordado el tema de la distribución del ingreso, existen algunos autores relevantes en el estudio de este problema. Tal es el caso de Kuznets quien durante todo el siglo XX había sido considerado uno de los referentes principales en el estudio del problema de la desigualdad económica —no sólo por la importancia de su trabajo— sino porque sentó las bases para el auge en el estudio de la distribución del ingreso tanto para países desarrollados. Incluso en años recientes, Milanovic (2017) retoma la hipótesis de Kuznets debido a la falta de una explicación alternativa coherente para el reciente aumento de la desigualdad en algunos países desarrollados, proponiendo lo que al autor llama “ciclos de Kuznets” los cuales constituyen una extensión de la hipótesis de Kuznets como explicación a los recientes episodios de aumento en la desigualdad en países desarrollados, argumentando que los últimos 500 años pueden explicarse por la existencia de no uno, sino muchos aumentos y disminuciones de la desigualdad de manera alternada. Por lo tanto, las ideas de Kuznets se presentan al final del presente trabajo en una nota teórica. 1.1.2. El enfoque neoliberal de la desigualdad y el consenso de Washington. La entrada del modelo neoliberal en México se acopla como antecedente inmediato al periodo de estudio del presente trabajo. Por lo tanto, consideramos pertinente contrastar el análisis del problema de la distribución del ingreso con la desigualdad económica desde una perspectiva teórica, enmarcando algunos de los planteamientos más importantes que dicho cambio de paradigma trajo consigo en lo referente al problema de la distribución del ingreso. 4 Vale la pena mencionar que no es nuestra intención profundizar en cada una de las escuelas de pensamiento mencionadas con anterioridad debido a que trabajos como el de Aguilera (1998) plantean una amplia reseña sobre la importancia del concepto de distribución del ingreso a lo largo de las diferentes escuelas del pensamiento económico que han existido. 10 El análisis del problema de la distribución del ingreso ha ido de la mano siempre con la dinámica de otras variables económicas. De acuerdo con Amable (2010) dicha relación se hizo más evidente no solo en México, sino en toda América Latina durante la década de 1980 con la entrada de la región al modelo neoliberal entendido como: la ideología económica que se basa en la premisa de que el orden mundial consiste en la libre y justa competencia entre individuos, en la cual el actuar del Estado es de carácter marginal y su intervención solo es útil cuando este se propone preservar las condiciones idóneas para una competencia entre los individuos (Amable, 2010: 5). Sin embargo, la experiencia de los países latinoamericanos en los últimos decenios y en especial el caso de México, nos ha mostrado que el tema de la justa competencia entre individuos es complejo dada la amplia desigualdad persistente no solo en el terreno económico, sino también en el social5. A partir de la implementación de dichas reformas, es un hecho que los datos respecto al tema de la distribución del ingreso y la desigualdad económica no han mejorado significativamente en los años inmediatos al período de estudio analizado6, por lo tanto, es válido preguntarse sobre la existencia de presuntas ventajas y desventajas que dichas reformas pudiesen haber traído a raíz de su implementación en el ámbito distributivo en México. De acuerdo con Ocampo (2006), las desventajas fundamentales de la implementación de dichas reformas en América Latina fueron las siguientes: • Tuvieron un concepto restringido de estabilidad económica, al enfocar su atención solo en el buen desempeño de indicadores macroeconómicos y descuidar el sano funcionamiento de otro tipo de indicadores no menos relevantes en la economía. • Prestaron poca atención al papel que puede cumplir la intervención del Estado en la implementación de política en el sector productivo para inducir la inversióny acelerar el crecimiento. • Mostraron cierta inclinación a sostener una visión jerárquica de la relación entre las políticas económicas y sociales, que adjudica a las segundas un lugar subordinado. 5 En el caso de México, a pesar de la controversia existente alrededor de la correcta definición del término, el llamado neoliberalismo se refiere al conjunto de reformas que fueron implementadas a extender el papel de las fuerzas de mercado en la economía en la década de los ochenta (Birdsdall, 200: 7). 6 Para un análisis pormenorizado de lo que ocurrió con la distribución del ingreso total y el ingreso monetario en México en el periodo inmediato anterior al periodo de análisis del presente estudio véase Gasparini y Lustig (2011). 11 No obstante, en el mismo documento Ocampo también nos presenta una serie de premisas que podrían considerarse como ventajas que se han logrado a partir de su implementación: • Mayor control inflacionario. • Reducción de los déficits fiscales. • Creación de bancos centrales autónomos. Dichas reformas, aunque han incidido en una mayor confianza en las autoridades macroeconómicas, lo que ha incrementado los flujos de capital que son dirigidos no sólo hacia México, sino hacia toda la región de Latinoamérica, no se han visto reflejados en un crecimiento significativo del Producto Interno Bruto (PIB) ni en aumento de la productividad (Birdsall, 2000), y, que como ya se aludió antes, han coadyuvado a la persistencia de la ya citada heterogeneidad estructural, debido a que al centrar casi por completo la atención en el buen desempeño macroeconómico y priorizar la política económica por encima de la política social pronunciaron las diferencias existentes entre los sectores tradicionales (atrasados) y los sectores modernos en cuestión remuneraciones y productividades. Adicional al pobre desempeño de la economía mexicana, y a la heterogeneidad estructural persistente, la implementación de dichas reformas siguió sin atender de manera suficiente al mercado interno al no generarse suficientes empleos (formales, estables y seguros) en la agricultura, la industria y los servicios, coadyuvando al subempleo7 de la mano de obra, manteniendo así, el poder económico que las élites habían acumulado desde la etapa de industrialización anterior (Tello, 2012). Otra consecuencia de la implementación de las reformas fue la pérdida de autonomía del Estado, la cual disminuyó la influencia y el poder para un mejor manejo de la política social en favor del bienestar de la población y su capacidad de incidir positivamente en la distribución del ingreso. 7 De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) el subempleo existe cuando las personas ocupadas no han alcanzado su nivel de pleno empleo, es decir cuando alguna o más de una de las siguientes condiciones no se cumplen: i) que una vez teniendo trabajo, dicho trabajo sea tan productivo como sea posible; ii) cuando las personas tengan la libertad de escoger un empleo y que cada trabajador tenga todas las posibilidades de adquirir la formación necesaria para ocupar el empleo que le convenga. Es decir, existe subempleo cuando hay subutilización de la capacidad productiva de la población ocupada. En términos más sencillos, existe subempleo cuando las personas trabajaron o tuvieron empleo durante la semana de referencia, pero deseaban y estaban disponibles para trabajar más adecuadamente. 12 1.2. El enfoque estructuralista de la distribución del ingreso: el concepto de heterogeneidad estructural. El concepto de heterogeneidad estructural presentado por la corriente estructuralista, acuñado por primera vez por Aníbal Pinto (1965), ha jugado un papel crucial para explicar la amplia desigualdad en la economía mexicana (Cortés, 2000 a; Cruz, 2013; López, 2016). Dicho concepto denota la existencia simultánea de actividades productivas con niveles muy desiguales de productividad y remuneraciones en función de las diferencias tecnológicas existentes en la economía (Capdevielle, 2005). A continuación, presentamos una breve revisión de la corriente estructuralista y neoestructuralista, así como su importancia en el estudio de la distribución del ingreso. 1.2.1 El estructuralismo cepalino Antes de abordar las ideas emanadas del estructuralismo referente a la distribución del ingreso, vale la pena mencionar que las ideas de dicha corriente están relacionadas ampliamente con los trabajos de la corriente desarrollista8 la cual planteó la idea de un Estado activo e incluso articulador de intereses entre las distintas fracciones del capital considerando no solo a las grandes empresas, sino también a las fracciones medianas y pequeñas de la sociedad (Rodríguez, 2016). Dicho enfoque se centró en el análisis de las economías latinoamericanas a las cuales denominó países periféricos en contraposición de las economías desarrolladas o centrales. Los análisis del estructuralismo económico se concentraron en la especialización en la producción de bienes agropecuarios, el bajo desarrollo tecnológico y la poca disposición institucional, pero principalmente en la diversificación de las productividades o lo que ya se definió como heterogeneidad estructural. Bajo este contexto, el tema de la distribución del ingreso representó uno de los ejes principales en los análisis que la corriente estructuralista llevó a cabo. Sin embargo, no fue el único. Adicionalmente dicha corriente se dio a la tarea de abordar problemas relacionados con el progreso técnico, el empleo, y la mejora en las relaciones entre los países del centro con los de la periferia (Bielschowsky, 2009: 176). 8 Entre los principales pioneros de la corriente desarrollista se encuentran Rosentein Rodan, Singer, Nurkse, Lewis y Hirschman (véase Bielschowsky, 2009). 13 Fue así como en los primeros treinta años en las investigaciones cepalinas (1950-1980), surgió la preocupación de relacionar el grado de interacción entre la distribución del ingreso y las disparidades en materia de productividad y remuneraciones al trabajo, principalmente entre los sectores más desarrollados y los menos desarrollados en la economía a raíz de la presencia de una amplia heterogeneidad estructural. La propuesta cepalina de la década de los setenta consistió en atender principalmente los problemas de distribución del ingreso y crecimiento económico a través de sugerencias como la industrialización, el aumento de las exportaciones, la expansión del mercado interno y la exportación de bienes industriales. 1.2.2 Neoestructuralismo En los primeros años de la década de los ochenta, específicamente en el año de 1982 la crisis de deuda condujo a una reformulación de la propuesta estructuralista tras la puesta en marcha de un modelo de apertura comercial y desregulación de la economía. A dicha década se le denominó la década perdida dadas las caídas abruptas del PIB per cápita, el bajo crecimiento del empleo y el producto total en la región latinoamericana (Capdevielle, 2005). Dentro de este contexto, la corriente estructuralista se vio obligada a dejar un poco de lado la preocupación que se tenía por la desigualdad en la distribución del ingreso, la industrialización y el crecimiento económico para centrarse en el estudio de la estabilidad macroeconómica, específicamente en las relaciones entre inflación y políticas de ajuste de la deuda externa. Dichas políticas sobresaltaban el hecho de que era necesario el control de la inflación aunado a la renegociación de la deuda para poder recuperar terreno en el campo de la inversión y por ende del crecimiento económico basado principalmente en aumentar la competitividad de las exportaciones. A la par del surgimiento del neoestructuralismo,surge también el llamado neoliberalismo. El estructuralismo se diferenciaba del neoliberalismo porque el primero consideraba que el Estado debía conservar un papel importante en la búsqueda del desarrollo económico principalmente en los ámbitos financiero, productivo, social y ambiental, a través de la evaluación de las oportunidades, ventajas y retos a los que se enfrentaban las economías latinoamericanas ahora en su caracterización como economías abiertas. La escuela cepalina reformuló sus estudios introduciendo los argumentos de Fajnzylber (1990) en el debate ideológico de la época. Dichos análisis aceptaban la disminución de la intervención estatal 14 en la economía a través de la implementación de ciertas reformas estructurales, pero rechazaban algunos puntos centrales que buscaban ser impuestos por las medidas propuestas por el Consenso de Washington (Bielschowsky, 2009: 178). De acuerdo con Williamson (2003) el Consenso de Washington fue una conferencia convocada por el Instituto de Economía Internacional donde acudieron expertos de diez naciones latinoamericanas para detallar la situación de cada una de estas economías en el contexto de crisis de deuda que azotaba a la región. De dicha conferencia, resultó un conjunto de diez reformas de política económica al que se le denominó Consenso de Washington. Birdsall (2010) resume de manera concisa dichas reformas: • Disciplina fiscal: Reducir déficits presupuestales, empresas paraestatales, etc. • Re-priorización del gasto público: El gasto público debe reorientarse y dejar de gastarse en burocracias infladas, subsidios indiscriminados, hacia campos con altos retornos económicos y el potencial para mejorar la distribución del ingreso como el sector educativo, salud y creación de infraestructura. • Reforma impositiva: Ampliar la base impositiva y moderar las tasas impositivas con el objetivo de mejorar la equidad horizontal. • Tasas de interés reales positivas: Determinadas por el mercado. • Tipo de cambio competitivo: Tipo de cambio lo suficientemente competitivo para fomentar un crecimiento rápido. • Liberalización del comercio: Las restricciones comerciales deben ser reemplazadas por aranceles, y estos deben ser progresivos. • Inversión Extranjera Directa (IED): Abolir las restricciones a las IED y permitir que las empresas nacionales y extranjeras participen en iguales términos. • Privatización: Privatizar empresas paraestatales. • Desregulación: Eliminar barreras para la entrada de empresas extranjeras para fomentar la competencia. • Derechos de propiedad: Garantizar los derechos de propiedad a costos bajos. En la década de 1990 se analizaron los efectos y las consecuencias que dichas reformas liberales habían traído a las economías latinoamericanas. El resultado fue un trade off entre un mayor control inflacionario, reducciones de déficits fiscales, mayor dinamismo 15 exportador, mayor flujo de Inversión Extrajera Directa (IED) y un deprimido crecimiento económico debido al debilitamiento del ahorro y la inversión interna, a costa de disminuciones en el empleo, aumento en la informalidad y una persistente desigualdad en la distribución del ingreso. En términos generales, y después de la sintética revisión teórica plasmada en este capítulo, sobre cómo diversas corrientes teóricas en la economía han abordado los temas de crecimiento económico y su relación principalmente con la distribución del ingreso, cabe destacar el hecho de que el neoestructuralismo no solo centró su análisis en la esfera económica, sino también lo hizo en la esfera social en la cual hubo grandes avances en materia de derechos, ciudadanía y cohesión social a través del análisis de problemas como la desigualdad, la exclusión social y la discriminación a través de la incorporación de la sociología y la ciencia política al estudio del problema del desarrollo (Guillen, 2007: 297). Dicha visión, permitió que se consiguieran resultados positivos en materia de política social principalmente en los ámbitos de educación, vivienda, y salud, mismos que jugarían un papel importante al tratar de incidir positivamente sobre la desigualdad a través de la disminución de las posiciones bajo el contexto del modelo de justicia social imperante denominado igualdad de oportunidades9. 1.3. El enfoque de la relación entre nivel de escolaridad y la distribución del ingreso Son diversos los análisis que evalúan de manera empírica los factores determinantes de los ingresos de los hogares a través del uso de microdatos. En este contexto, son pocos los estudios que utilizan los grados o años de escolaridad de los integrantes del hogar o específicamente del jefe del hogar que intenten explicar su relación con los ingresos de los hogares para la economía mexicana. Dichos análisis se diferencian principalmente por las metodologías econométricas empleadas. Algunos ejemplos de estos análisis son los siguientes: Urroz y Salgado (2014), al estimar la tasa de retorno de la educación por nivel educativo para el caso de Nicaragua, obtienen las diferencias salariales entre los diferentes jefes de hogar 9 Una crítica más amplia a los modelos de justicia social puede encontrarse en el texto de Dubet (2011) desde la perspectiva de dos modelos coexistentes en el capitalismo, a saber: la igualdad de posiciones y la igualdad de oportunidades. El análisis es objetivo en el sentido de que describe ambos modelos para posteriormente identificar fortalezas y debilidades en su aplicación a través de un análisis histórico descriptivo. 16 que lograron la educación media y los que no lo lograron de tal forma que se utiliza un modelo minceriano10. Además, determinan los rendimientos marginales por un año adicional de escolaridad utilizando un modelo propuesto por Heckman. De dicho estudio, los autores concluyen que, para el caso de Nicaragua, que por cada año adicional de educación se obtiene un rendimiento positivo en los ingresos. Para el caso de México, Zepeda y Ghiara (1999), quienes al utilizar variables independientes de corte sociodemográfico tales como sexo y ocupación, muestran evidencia de que la tasa de rendimiento de la escolaridad es muy similar a la encontrada en otros países de Latinoamérica, sin embargo, apuntan que dichos rendimientos son mayores para el caso de los hombres que para el caso de las mujeres. Por su parte Barceinas y Raymond (2006) aportan elementos para tratar de desentrañar la aparente relación paradójica entre la educación y la distribución del ingreso durante el período 1984-2000. Para ello, descomponen las funciones de ingreso de los hogares, que aíslan el efecto de cada una de las variables incluidas en este tipo de funciones, poniendo particular atención a las variables de capital humano. En general, se constata que la escolaridad de la cabeza de familia tiene un papel cada vez más importante en la determinación del nivel de desigualdad en la distribución del ingreso. Si bien dichos estudios relacionan directamente el grado o los años de escolaridad con el ingreso personal o el ingreso de los hogares a través de las características del jefe o jefa del hogar, no lo hacen así con la distribución del ingreso. Al respecto, Barceinas (2005) llega a la conclusión de que el nivel de escolaridad del jefe del hogar explica en gran medida la distribución del ingreso y el nivel de bienestar de los hogares, no obstante, reconoce que también habría que interesarse por analizar lo que acontece con la escolaridad de los demás miembros del hogar. Adicionalmente, apunta que la mejor política para aminorar los efectos que tiendan a concentrar el ingreso continúa siendo una mejor distribución y acceso a mejores oportunidades en lo referente a la educación, ya que, de lo contrario, las diferencias en los ingresos laborales pueden causar seriosproblemas en la desigualdad de distribución del ingreso. 10 Un modelo minceriano es un modelo semilogarítmico estimado a través de MCO, donde la variable dependiente es el logaritmo de los ingresos y como variables independientes se utilizan los niveles de educación, la experiencia laboral y el cuadrado de la experiencia laboral utilizando bases de datos de corte transversal. 17 Son pocos los análisis que relacionan de alguna manera los grados de escolaridad, el nivel de ingreso de los hogares y su propia distribución. Dejamos claro en esta etapa del trabajo que en el análisis que se lleva a cabo utilizamos una causalidad de los grados de escolaridad del jefe del hogar hacia el ingreso de los hogares, pues estamos conscientes de la existencia de trabajos que analizan el caso contrario, es decir, cómo es que el nivel de ingreso de los hogares determina el nivel de escolaridad de los integrantes de estos. Como muestra de la primera causalidad, Carrillo (2001) investiga no sólo los efectos del grado de escolaridad sobre la media condicional del ingreso ─como los hacen los modelos mincerianos─ sino sobre toda la distribución. El autor concluye que la obtención de dicha información adicional es pertinente para estudios de la desigualdad del ingreso, y sobre todo para la evaluación de la escolaridad como inversión. Los resultados indican que la distribución del ingreso depende en gran medida de la escolaridad. La técnica metodológica que utiliza es la regresión cuantílica utilizando información de las ENIGH 1984, 1989, 1992, 1994 y 1996 para el caso mexicano. Como muestra del segundo tipo de causalidad (que el nivel de ingreso de los hogares determina el nivel de escolaridad de los integrantes de estos), De la Luz Tovar y Díaz (2010) a través de la metodología de la regresión cuantílica, además de encontrar fallas al interior del sector educativo como por ejemplo la alta deserción escolar ─la cual asocian al incremento en la desigualdad del ingreso─, parten de la hipótesis de que las diferencias en el ingreso actúan en detrimento de la demanda educativa, a pesar de que los retornos por la escolaridad sean altos. Adicionalmente, utilizan un modelo probabilístico y datos de la ENIGH para demostrar que un aumento de 10% en el ingreso de las familias incrementa en 2.67% la probabilidad de invertir en educación. Es importante mencionar que, aunque algunos de los anteriores trabajos utilizan la metodología de la regresión cuantílica para determinar los efectos marginales de los grados de escolaridad del jefe declarado del hogar sobre el ingreso de los hogares a lo largo de los diferentes deciles de ingreso, dichos trabajos no son del todo recientes y, además, no incorporan otro tipo de variables del mercado laboral que pudieran ayudar a explicar de manera más eficiente las diferencias en el ingreso de los hogares. 18 II. METODOLOGÍAS APLICADAS 2.1 Descomposición del Coeficiente de Gini por fuentes de ingreso Como ya se mencionó en el capítulo anterior, el coeficiente de Gini ha sido ampliamente utilizado para medir la desigualdad en la distribución del ingreso. Descomponer el coeficiente de Gini por fuentes de ingreso permitirá establecer algunos de los factores que inciden en la desigualdad. A pesar de la diversidad de las técnicas utilizadas en la descomposición del coeficiente de Gini, en este trabajo se utilizará la metodología de Lerman y Yitzhaki (1985), la cual descompone al coeficiente de Gini por fuentes de ingreso11. De acuerdo con dicha metodología, el coeficiente de Gini se calcula y desagrega de la siguiente manera: 𝐺𝐺 = 𝛴𝛴 �𝜇𝜇𝑘𝑘 𝜇𝜇 � ∗ � 𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐 (𝑦𝑦𝑘𝑘,𝐹𝐹) 𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐 (𝑦𝑦𝑘𝑘,𝐹𝐹𝑘𝑘) � ∗ [2𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐 (𝑦𝑦𝑘𝑘,𝐹𝐹𝑘𝑘) 𝜇𝜇𝑘𝑘 ] (1) La cual puede ser expresada de forma más simple como sigue: 𝐺𝐺 = Σ𝑘𝑘𝑆𝑆𝑘𝑘𝐺𝐺𝑘𝑘 𝑅𝑅𝑘𝑘 (2) Donde el subíndice k varía de 1 hasta 4, denotando cada una de las cuatro fuentes que serán tomadas en cuenta en el presente trabajo, las cuales constituyen el ingreso monetario de los hogares en México, a saber, las remuneraciones al trabajo, la renta empresarial, la renta de la propiedad y las transferencias. G simboliza el coeficiente de Gini del ingreso monetario y Gk el coeficiente de desigualdad de cada fuente de ingreso. A su vez el término Sk simboliza las participaciones relativas de cada coeficiente de Gini por fuente de ingreso. Rk es la correlación Gini12 del ingreso de la fuente k con la distribución total del ingreso. 2.1.1 Estructura del ingreso por deciles La estructura del ingreso por deciles mide la participación de cada decil en el ingreso monetario. Para obtener la participación porcentual, se ordena la población que percibe ingreso monetario (perceptores de ingreso) por deciles, del más pobre al más rico de acuerdo con su ingreso monetario, luego se obtiene la suma del total del ingreso de cada decil y se 11 En esta sección del documento se describe la realización de dicha tarea a través de la aplicación del comando descogini en el software STATA, el cual descompone el coeficiente de Gini por fuentes de ingreso. Dicho comando, a su vez puede arrojarnos la información de los efectos marginales que una variación en una determinada fuente de ingreso trae sobre la desigualdad. Véase López-Feldman (2006). 12 El término correlación Gini fue acuñado por Cortés (2000 a) para denotar un coeficiente entre 0 y 1 que explica en qué grado la desigualdad en esa fuente de ingreso se correlaciona con la desigualdad total. 19 divide entre el total del ingreso monetario del país. De esta manera se puede obtener la participación porcentual de cada uno de los deciles en el ingreso total para cada año en que el INEGI realiza la Encuesta Nacional de Ingreso-Gasto de los Hogares (ENIGH) cuya periodicidad es bianual. El uso de deciles en la medición de la distribución del ingreso está motivado por el hecho de que dicha distribución es útil para examinar los cambios en los niveles de participación en el ingreso monetario total de los diferentes estratos de la sociedad a lo largo del tiempo. Por su parte el índice de Gini mide la desigualdad de los ingresos de los perceptores individuales13. En general, el coeficiente de Gini mide la concentración del ingreso y sus cambios, pero no permite identificar a quienes benefician o perjudican esos cambios; por ello es importante analizar la distribución del ingreso por segmentos de la población apoyado en el comportamiento de otras variables, principalmente del ámbito macroeconómico tales como el PIB y el empleo. En el proceso de construcción de indicadores, clasificación o medición, es sumamente relevante diferenciar entre la unidad de análisis, la variable observada y la medida utilizada. A continuación, se da una breve descripción de los elementos que componen la construcción del indicador de desigualdad en la distribución del ingreso monetario, en este caso, el coeficiente de Gini. • La unidad de análisis se refiere al qué o quién como objeto de investigación. Por ejemplo, en el caso de la desigualdad puede referirse a agentes económicos, individuos y/o a los hogares14. • La variable observada se refiere en este caso al ingreso monetario de los individuos y/o de los hogares. Constituye un conjunto de características que pueden ser imputadas a personas, cosas, instituciones, etc. Por ejemplo, la variable ingreso 13 El uso de un indicador se encuentra limitado pues no sirve para indicar en qué estratos o segmentos de la población se producen los cambios en la distribución de los recursos. Por ejemplo, un incremento en el coeficiente puede deberse a una transferencia de recursos de sectores de ingresos bajosa sectores de ingresos medios o de estos últimos a sectores de ingresos altos. 14 Es importante mencionar que la unidad de análisis no es siempre equivalente a la unidad de observación o medición. En este trabajo, por ejemplo, las observaciones arrojadas por la ENIGH de los individuos pueden ser generalizadas no solo para obtener información de la situación de los individuos, sino también pueden ser utilizados para analizar la situación de sus hogares. http://www.siise.gob.ec/siiseweb/PageWebs/glosario/ficglo_indsoc.htm http://www.siise.gob.ec/siiseweb/PageWebs/glosario/ficglo_medida.htm 20 monetario15 está compuesta por las remuneraciones al trabajo, la renta empresarial, la renta de la propiedad y las transferencias. • La medida o descripción se refiere a los atributos de cada unidad de observación en la dimensión de interés. La construcción de indicadores económicos y sociales implica traducir las dimensiones abstractas o conceptos sobre la realidad social a medidas y clasificaciones mediante una operación que da como resultado la imputación de una determinada categoría a cada unidad de observación. No está de más aclarar que toda medida está sujeta a errores. En este caso la unidad de medida es el decil que indica la proporción de casos de una determinada distribución que se encuentran bajo o sobre cierto valor. Los deciles son los valores que dividen el conjunto de casos en diez partes iguales, de manera tal que cada parte contiene exactamente el mismo número de casos. La construcción de deciles de ingreso monetario que se realiza en el presente trabajo nos ayuda a mostrar un panorama más realista de la desigualdad en la distribución del ingreso en México durante el periodo seleccionado. Además, permite controlar el tamaño de los grupos sobre el total de los ingresos, es decir, nos permite vislumbrar de manera más clara cuáles son los grupos poblacionales que más se benefician/perjudican ante cambios en la distribución del ingreso (Cortés, 2012 b). Antes de comenzar con el análisis es necesario mencionar algunas limitantes que, dada la naturaleza de los datos, es necesario puntualizar: • Generalmente, las Encuestas de Ingreso Gasto de los Hogares tienden a subestimar el ingreso de los hogares. En la medida en que dichas encuestas no capturen correctamente el ingreso de las personas en la parte más alta y más baja de la distribución, difícilmente reflejarán de mejor manera la situación de la distribución del ingreso en México (Esquivel, 2015). 15 De acuerdo con el INEGI, el ingreso monetario corriente se define como la suma de los ingresos por trabajo, negocios, otros trabajos, rentas, transferencias y otros ingresos. Dicha variable está constituida por la suma de las variables trabajo, negocio, rentas, transferencias, otros_trab y otros. Estas dos últimas variables se dejan fuera de nuestro análisis por el poco peso que representan en la desigualdad económica. 21 • De acuerdo con Cortes (2000 a), existen por lo menos tres maneras de abordar el análisis de la distribución del ingreso en México a partir de los datos emanados de las ENIGH, algunos de los cuales, presentas ciertas limitaciones16: a) El uso de deciles de hogares: Se construyen ordenando los hogares según su ingreso, para luego dividir la distribución en diez partes iguales. Sin embargo, este procedimiento presenta una limitación en el sentido de que al clasificar los hogares no solo se está clasificando en los deciles más altos de la distribución a los hogares que tienen más ingresos, sino a los que tienen un mayor número de perceptores, por lo que sería necesario tomar en cuenta en el análisis el número de integrantes que conforman el hogar. b) El uso de deciles de individuos: Se construyen ordenando los individuos según su ingreso, para luego dividir la distribución del ingreso en diez partes iguales. Empero, este procedimiento estadístico tiene la limitante de que solo mostraría la situación en la que se encuentra cada uno de los individuos, y no la situación en la que se encuentran dadas ciertas características socioeconómicas del hogar al que pertenecen. En este sentido, los individuos pertenecientes a un mismo hogar podrían encontrarse bastante dispersos a lo largo de la distribución de la población y por ende, eso limitaría el análisis económico-social. c) El uso de deciles de hogares según su ingreso: Se construyen ordenando a los hogares según su ingreso per cápita, pero dando distinto peso los hogares según su tamaño, es decir, el número de integrantes que lo componen. El presente trabajo utiliza esta última manera con el objetivo de minimizar posibles sesgos que puedan manifestarse en el uso de los datos y por ende en nuestras conclusiones. 2.2 Metodología de las regresiones cuantílicas Las Regresiones Cuantílicas representan un análisis estadístico/econométrico que nos sirve para detectar otros efectos que procedimientos más convencionales, por ejemplo, las 16 Para una mayor explicación de la construcción, ventajas y limitación del uso de cada uno de estos deciles véase Cortes (2000 a) pp. 47-57. 22 regresiones lineales por Mínimos Cuadrados Ordinarios (MCO), no nos permiten detectar. Este tipo de análisis, al no enfocar su atención en la media condicional, da la opción de analizar la distribución completa de nuestra variable dependiente. La regresión lineal clásica consiste en encontrar el valor de una variable Y dado un conjunto de variables X, es decir, 𝐸𝐸(𝑌𝑌|𝑋𝑋). Aunque existen diferentes tipos de regresiones lineales, todas tienen en común que se restringen exclusivamente a un lugar específico de la distribución de nuestra variable dependiente Y. En esencia, lo que hacen las regresiones cuantílicas es enfocar la atención en diferentes lugares de la distribución de nuestra variable dependiente 𝑌𝑌 para así ofrecer un enfoque global de las interrelaciones entre nuestras variables independientes X y nuestra variable dependiente Y. Las regresiones cuantílicas, fueron introducidas en el análisis econométrico y estadístico por Koenker y Basset (1978) como una extensión de las regresiones por MCO. Más tarde Koenker (2001) propuso la idea de formular la estimación de funciones cuantílicas condicionales vistas como un problema de optimización, utilizando herramientas matemáticas que son comúnmente usadas para el cálculo de la función de la media condicional. Es importante mencionar que los conceptos: cuantiles, percentiles, e incluso deciles en el contexto de las regresiones cuantílicas pueden ser sinónimos. Por ejemplo, el cuantil 0.90 es igual al percentil 90 o al decil 9. El cuantil más conocido es la mediana17. Mientras que la regresión por MCO modela la relación existente entre una o más variables independientes 𝑋𝑋 y la media condicional de la variable dependiente 𝑌𝑌, la regresión cuantílica modela la relación entre las variables 𝑋𝑋 y los cuantiles condicionales de 𝑌𝑌, y no solo sobre su media. Lo cual nos muestra de manera más clara y específica el efecto de las variables independientes a lo largo de la distribución de la variable dependiente. Una característica imprescindible que debe cumplir la variable dependiente es que debe ser continua, es decir, no debe incluir ceros ni muchos valores repetidos, en este caso el ingreso laboral al ser nuestra variable dependiente cumple con dicha característica. 17 Incluso la mediana es la que se toma por default en programas estadísticos como STATA si no se le especifica al software un cuantil en específico. 23 2.2.1 El modelo de regresión cuantílica El principal objetivo que nos lleva al uso de la regresión cuantílica es el hecho de que los parámetros obtenidos por estemétodo puedan ser comparados con los parámetros obtenidos por el método de MCO. Presentamos a continuación el modelo de regresión cuantílica en su forma matricial: 𝑌𝑌𝑖𝑖 = 𝑋𝑋𝑖𝑖𝛽𝛽𝑞𝑞 + 𝑒𝑒𝑖𝑖 (3) Donde 𝛽𝛽𝑞𝑞 es el vector de parámetros desconocidos asociados con determinado cuantil 𝑞𝑞. Mientras que la regresión por MCO minimiza 𝛴𝛴𝑖𝑖𝑒𝑒𝑖𝑖2, la regresión cuantílica minimiza: 𝛴𝛴𝑖𝑖𝑞𝑞|𝑒𝑒𝑖𝑖| + 𝛴𝛴𝑖𝑖 (1 − 𝑞𝑞)|𝑒𝑒𝑖𝑖| (4) El estimador 𝛽𝛽𝑞𝑞 de la regresión cuantílica, minimiza sobre 𝛽𝛽𝑞𝑞 la función objetivo: 𝑄𝑄�𝛽𝛽𝑞𝑞� = ∑ 𝑞𝑞 |𝑦𝑦𝑖𝑖 − 𝑥𝑥𝑖𝑖´𝑁𝑁𝑖𝑖:𝑦𝑦𝑖𝑖 ≥𝑥𝑥𝑖𝑖 𝛽𝛽𝑞𝑞�+ ∑ (1 − 𝑞𝑞) |𝑦𝑦𝑖𝑖 − 𝑥𝑥𝑖𝑖´𝑁𝑁𝑖𝑖:𝑦𝑦𝑖𝑖<𝑥𝑥𝑖𝑖 𝛽𝛽𝑞𝑞� (5) Donde 0 < 𝑞𝑞 < 1 A diferencia de MCO y máxima verosimilitud, las regresiones cuantílicas utilizan métodos de programación lineal. Por lo tanto, ahora tenemos 𝛽𝛽𝑞𝑞 en lugar de 𝛽𝛽 para aclarar que a diferentes opciones de 𝑞𝑞 tenemos diferentes valores de 𝛽𝛽. 2.2.2 Los coeficientes de la regresión cuantílica y los efectos marginales La función de la regresión cuantílica queda expresada de la siguiente manera: 𝑄𝑄(𝑌𝑌𝑖𝑖|𝑋𝑋𝑖𝑖) = 𝑋𝑋𝑖𝑖𝛽𝛽𝑞𝑞 + 𝑒𝑒𝑖𝑖 (6) Por lo tanto, para el j-ésimo regresor, el efecto marginal es el coeficiente para el q-ésimo cuantil: 𝛿𝛿𝑄𝑄(𝑌𝑌𝑖𝑖|𝑋𝑋𝑖𝑖) 𝛿𝛿𝑋𝑋𝑗𝑗 = 𝛽𝛽𝑞𝑞𝑗𝑗 (7) El parámetro de la regresión cuantílica, 𝛽𝛽𝑞𝑞𝑗𝑗 , estima el cambio en un cuantil específico 𝑞𝑞 dentro de la variable dependiente Y producido por un cambio unitario en la variable 24 independiente 𝑥𝑥𝑗𝑗. Sin embargo, a diferencia de MCO la interpretación de la regresión cuantílica necesita especificar a qué cuantil de la variable dependiente nos referimos. Dos tipos de significancia son importantes para los parámetros de este método de estimación: - Deben ser significativamente diferentes de cero. - Deben ser significativamente diferentes de los coeficientes de MCO (dicha significancia puede evaluarse a través de los intervalos de confianza). Si caen fuera del intervalo de confianza, entonces el uso de la regresión cuantílica se justifica totalmente. Una vez explicada la metodología de la descomposición del coeficiente de Gini por fuentes de ingreso y la metodología de la regresión cuantílica necesarias para la comprensión y el entendimiento del presente trabajo, resulta pertinente hacer la descripción de algunas de las tendencias en las variables macroeconómicas que han caracterizado a la economía mexicana durante el periodo de estudio, en el entendido que dichas tendencias a menudo resultan necesarias para un mejor entendimiento de los factores que influyen sobre la evolución de la desigualdad en la distribución del ingreso. 25 III. HECHOS ESTILIZADOS Este capítulo intenta analizar brevemente la evolución de la macroeconomía mexicana de los años 2006 a 2014, centrándose en los indicadores más relevantes del periodo, como es el caso de la tasa de crecimiento económico, indicadores en materia de empleo y de política social. 3.1 La trayectoria macroeconómica en México en años de crisis La crisis económica ubicada entre los años 2008 y 2009 en México ha sido una de las que mayormente ha impactado en la economía mexicana, aunque su recuperación parece ser bastante rápida al ajustarse velozmente a su valor tendencial (línea punteada). Sin embargo, a pesar de dicha rapidez, la economía sigue incrustada en una tendencia de bajo crecimiento económico, misma tendencia que ha seguido ya alrededor de las últimas tres décadas (Ros, 2016: 6). La tasa promedio de crecimiento durante el periodo de estudio 2006-2014 de acuerdo con el Banco de Información Económica (BIE) de INEGI fue 2.08% disminuyendo notoriamente durante los años de recesión tal y como se muestra en la gráfica 1. GRÁFICA 1 PRODUCTO INTERNO BRUTO TRIMESTRAL A PRECIOS DE 2013 EN MÉXICO 2006/01-2014/04 Elaboración propia con base en datos del Banco de Información Económica INEGI. Una vez mostrado el comportamiento del PIB durante el periodo de estudio es importante vislumbrar en qué forma el bajo crecimiento de la economía mexicana, y la fuerte caída sufrida en 2009, año de crisis económica, se ha visto traducida en la distribución del ingreso en México. 12,000,000 13,000,000 14,000,000 15,000,000 16,000,000 17,000,000 18,000,000 20 06 /0 1 20 06 /0 3 20 07 /0 1 20 07 /0 3 20 08 /0 1 20 08 /0 3 20 09 /0 1 20 09 /0 3 20 10 /0 1 20 10 /0 3 20 11 /0 1 20 11 /0 3 20 12 /0 1 20 12 /0 3 20 13 /0 1 20 13 /0 3 20 14 /0 1 20 14 /0 3 M ill on es d e pe so s Trimestre 26 En lo referente al mercado laboral la situación resulta preocupante. La tasa de desempleo total aumentó durante el periodo de estudio, manteniéndose notoriamente por encima de los niveles anteriores a la crisis económica. La tasa promedio de desempleo al final del periodo de estudio, es decir en 2014 (4.9%) se encontraba casi un punto y medio porcentual por arriba de su valor en 2006 (3.5%). El valor máximo de la tasa de desempleo se alcanzó durante el año de crisis económica al alcanzar su mayor valor (5.5%). Es importante mencionar que desde entonces la economía no ha logrado llegar a los niveles de desocupación anteriores a la crisis económica. GRÁFICA 2 TASA DE DESOCUPACIÓN PROMEDIO TOTAL Y POR SEXO EN MÉXICO 2006-2014 Elaboración propia con base en datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS). http://www.stps.gob.mx/gobmx/estadisticas/enoe_men.htm Sin embargo, la sola observación de la pobre evolución de indicadores macroeconómicos como el crecimiento económico y las tasas de desempleo no basta al momento de pretender indagar sobre las condiciones de vida de la población en el periodo de análisis. Se necesita cambiar la perspectiva del análisis a una más profunda que permita vislumbrar de manera más específica las consecuencias económicas y sociales de la crisis económica sobre la desigualdad en la distribución del ingreso. 3.00 3.50 4.00 4.50 5.00 5.50 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 AÑOS HOMBRES MUJERES TOTAL Lineal (TOTAL) 27 3.2 La desigual distribución del ingreso en México: salarios, transferencias y su relación con el mercado laboral 3.2.1 La evolución de la desigualdad en la distribución del ingreso en México Adicionalmente a la descomposición del coeficiente de Gini por fuentes de ingreso monetario, presentamos la descomposición de este por deciles de ingreso18. Antes de emprender el análisis de los recuadros que se presentan más adelante, es necesario especificar el porqué el uso del ingreso monetario en vez del ingreso total. De acuerdo con Cortés (2003), existen por lo menos cuatro razones para usar el ingreso monetario en lugar del ingreso total. La primera razón radica en el hecho de que la información relativa a los aspectos técnicos del diseño de la muestra de las diversas ENIGH, incluida en sus respectivos anexos metodológicos, permite concluir que las mediciones del ingreso no monetario no son estadísticamente confiables, es decir, los errores en las estimaciones de este son exageradamente grandes. La segunda razón es que los precios que se imputan a los consumos no monetarios son debatibles, ya que aún si se deja de lado los regalos en especie que en sentido estricto no se deben contabilizar como ingreso, la evaluación que se atribuye a la parte de autoconsumo19 se basa en valores unitarios, y no en precios de mercado y la imputación del alquiler por el uso de la vivienda propia registra los precios que declaran los entrevistados los cuales reflejan percepciones subjetivas y no necesariamente reflejan las rentas de viviendas equivalentes. La tercera razón para utilizar el ingreso monetario en lugar del ingreso total radica en el hecho de que uno de los objetivos primordiales del presente trabajoes anticipar cuáles han sido los efectos de un conjunto de variables seleccionadas de las tablas de trabajo, ingreso y concentrado de la ENIGH sobre el ingreso de los hogares y por ende sobre la desigualdad económica. Dado que las remuneraciones al trabajo son un componente de la distribución del ingreso al hacer la descomposición por fuentes de ingreso del coeficiente de Gini (como se verá más adelante), es evidente que este es un tema que se vincula de inmediato al ingreso 18 Dicha tarea se logra a través del uso del comando diginig en STATA, mismo que nos permite descomponer el índice de Gini no solo por deciles, sino por subgrupos de la población. 19 El autoconsumo es aquel componente del ingreso no monetario en el que se contabiliza la producción doméstica dedicada al consumo del hogar (Cortés, 2003: 138). 28 monetario. Mientras que, si se toma en cuenta el segundo componente del ingreso total, es decir, el ingreso no monetario, estaríamos alejándonos de dicho objetivo, pues es bien sabido que éste se asocia más con las estrategias de consumo que siguen los hogares. La cuarta y última razón es que al presumir que las remuneraciones al trabajo representan el componente de mayor importancia dentro de la distribución del ingreso en México, dicho motivo es suficiente para saber cuál es el impacto de ciertas variables tomadas de la ENIGH en el ingreso a través de la elaboración de una regresión cuantílica sobre el ingreso monetario y, por ende, sobre la desigualdad. 29 CUADRO 1 INGRESO MONETARIO TRIMESTRAL PROMEDIO POR HOGAR EN DECILES A PRECIOS DEL 2014 (2006-2014) DECIL Año de levantamiento 2006 2008 2010 2012 2014 I $4,637.7 1.2% $4,090.4 1.1% $4,518.0 1.4% $4,568.0 1.4% $4,740.0 1.5% II $10,026.1 2.7% $8,839.4 2.4% $8,854.0 2.8% $8,291.0 2.6% $8,797.0 2.8% III $14,050.9 3.8% $12,870.6 3.5% $12,422.0 3.9% $11,967.0 3.7% $12,151.0 3.8% IV $17,823.7 4.8% $16,708.3 4.5% $15,744.0 4.9% $15,138.0 4.7% $15,078.0 4.8% V $22,167.7 5.9% $21,053.1 5.7% $19,627.0 6.1% $19,420.0 6.0% $18,766.0 5.9% VI $27,315.7 7.3% $26,358.2 7.1% $23,905.0 7.5% $23,275.0 7.2% $22,711.0 7.2% VII $33,937.3 9.1% $33,611.4 9.1% $30,173.0 9.4% $29,144.0 9.0% $28,603.0 9.1% VIII $44,031.0 11.8% $43,657.4 11.8% $38,746.0 12.1% $38,166.0 11.8% $36,173.0 11.4% IX $61,230.0 16.4% $61,486.2 16.6% $53,159.0 16.6% $53,088.0 16.4% $50,954.0 16.1% X $138,652.0 37.1% $141,921.6 38.3% $113,074.0 35.3% $120,167.0 37.2% $118,051.0 37.4% Sumatoria $373,872.2 100.0% $370,596.5 100.0% $320,222.0 100.0% $323,224.0 100.0% $316,024.0 100.0% Promedio $37,387.2 $37,059.6 $32,022.2 $32,322.4 $31,602.4 Gini 0.4927 0.5075 0.4902 0.5027 0.4821 Elaboración propia con base en los microdatos de las ENIGH 2006, 2008, 2010, 2012 y 2014. 30 CUADRO 2 TASA DE CRECIMIENTO BIANUAL DEL INGRESO MONETARIO MEDIO ANUAL POR DECILES SEGÚN AÑO DE LEVANTAMIENTO DECIL PERIODO DE COMPARACION 2006-2008 2008-2010 2010-2012 2012-2014 2006-2014 I -11.80 10.45 1.11 3.77 2.20 II -11.84 0.17 -6.36 6.10 -12.26 III -8.40 -3.49 -3.66 1.54 -13.52 IV -6.26 -5.77 -3.85 -0.40 -15.40 V -5.03 -6.77 -1.05 -3.37 -15.35 VI -3.51 -9.31 -2.64 -2.42 -16.86 VII -0.96 -10.23 -3.41 -1.86 -15.72 VIII -0.85 -11.25 -1.50 -5.22 -17.85 IX 0.42 -13.54 -0.13 -4.02 -16.78 X 2.36 -20.33 6.27 -1.76 -14.86 Elaboración propia con base en los datos de las ENIGHs 2006, 2008, 2010, 2012 y 2014 y los cálculos en STATA, tomando como base el cuadro 1. A partir de los cuadros 1 y 2 se examinan los ingresos monetarios promedio por hogares de 2006 a 2014, donde se reporta que exclusivamente el primer decil tuvo una expansión bastante marginal en términos reales de 2006 a 2014 (2.2%), a pesar del cúmulo de transferencias de programas sociales que exponen a los hogares de dicho nivel de ingreso como su población objetivo tal como es el caso de las Transferencias Monetarias Condicionadas (TMC) como las que se destinan a través del programa de desarrollo humano Oportunidades. Sin embargo, el resto del grupo de los deciles (del II al X), reporta de manera sistemática una caída en sus percepciones monetarias en términos reales, las cuales fueron más pronunciadas durante el periodo 2008-2010 principalmente en los deciles con mayores percepciones. Dicha caída en el ingreso monetario permitió que fuera precisamente en este subperiodo donde se registró el mayor aumento de la desigualdad capturado por el índice de Gini como efecto de la crisis económica mundial que se registró en aquellos años. A su vez, como se observa en la gráfica 3, la tendencia de la desigualdad, aunque disminuyó a lo largo de todo el periodo, tuvo muchos altibajos incrementando el valor del coeficiente de Gini del ingreso monetario en el año 2008, disminuyendo para el año 2010, y aumentando para el año 2012, para después disminuir de nuevo en el año 2014. De acuerdo con Esquivel 31 (2015) quien estima la desigualdad en México a través del uso de dos bases de datos diferentes a la utilizada en el presente escrito: i) la base de datos que produce el Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (CEDLAS) en mutua concordancia con el Banco Mundial, la Socio Economic Database of Latin America and the Caribbean (SEDLAC); y ii) la Income Distribution Database, a cargo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), coincide con el presente trabajo en la existencia de una disminución en la tendencia de la desigualdad en México durante el mismo periodo de estudio. GRÁFICA 3 TENDENCIA DEL COEFICIENTE DE GINI DEL INGRESO MONETARIO EN MÉXICO (2006-2014) Elaboración propia con base en los microdatos de las ENIGH 2006, 2008, 2010, 2012 y 2014. Es importante observar que en el periodo 2008-2010, es decir, durante el periodo de crisis económica, se observa una disminución de la desigualdad al pasar el coeficiente de Gini de 0.5075 a 0.4902 cuando podría esperarse todo lo contrario en tiempos de crisis económica. Por lo tanto, se muestra nuevamente de acuerdo con los cálculos realizados, tal y como ya lo hizo Cortés en publicaciones anteriores (Cortés, 2000, 2012, 2013), que aunado a una crisis económica se suscita también una considerable y sistemática reducción de la desigualdad y también, en el caso de este periodo de estudio, una reducción de la participación porcentual de los deciles de más altos ingresos monetarios. Respecto a lo anterior cabe resaltar que la tendencia que sigue el ingreso monetario corriente en el periodo de estudio es bastante similar 0.4927 0.5075 0.4902 0.5027 0.4821 0.475 0.48 0.485 0.49 0.495 0.5 0.505 0.51 2006 2008 2010 2012 2014 Años 32 a la tendencia que sigue el ingreso total, probablemente debido a que el ingreso monetario corriente representa aproximadamente entre el 78% y 80% del ingreso total. En conjunto, lo anterior constituiría una razón adicional para justificar el uso del ingreso monetario y no el ingreso total en el presente análisis. La caída en la tendencia en la desigualdad del ingreso monetario observada a través del coeficiente de Gini durante el periodo 2006 a 2014 —donde el coeficiente de Gini pasó de 0.492 a 0.482— tiene su origen en los leves incrementos de las participaciones relativas del primer decil en conjunto con la abrupta caída de los deciles más altos, principalmente del décimo, ya que como se puede observar en el anexo A del presente trabajo, debido al principio “débil” de transferencias es lógico que la desigualdad disminuya al darse una transferencia de ingresos de un hogar rico a uno pobre, que en este caso, aunque no se trata propiamente de una trasferencia de un hogar rico a uno pobre, al acortarse la distancia entre ambos extremos de la distribución, estamos ante un escenario de disminución de la desigualdad. Al utilizar el ingreso monetario
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