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EL CONSTRUCTIVISMO Y LA EDUCACIÓN5Miguel Monroy Farías Actividades iniciales Primera actividad Se extraen dos ejemplos del cuestionario de Adams, Bennion y Huh (1989) para evaluar el estatus o progresión de identidad en relación con el área vocacional e ideológica. Uno referido a la identidad política (IP) y el otro sobre elección vocacional (EV). La progresión de la identidad es el paso gradual desde la difu- sión de la identidad, hasta el logro de la identidad. Difusión de identidad • (IP) No pienso en las ideas políticas, me da igual cualquier propuesta. • (EV) Todavía no pienso en la carrera que quiero seguir, puede ser cualquiera. Identidad hipotecada • (IP) Creo que pienso como mis compañeros sobre lo po- lítico y hago lo mismo que ellos en cuanto a votar y esas cosas. • (EV) Mis padres decidieron hace tiempo la carrera en que me tengo que meter y estoy siguiendo sus planes. Psicología Educativa 154 Moratoria • (IP) No estoy seguro de qué ideas políticas elegir. Me gus- taría decidirme pero aún le estoy dando vueltas. • (EV) No acabo de decidirme a nivel profesional. Hay va- rias carreras que me interesan. • Logro de identidad. • (IP) He pensado mucho en mis ideas políticas y estoy de acuerdo con algunas ideas de mis padres y en desacuer- do con otras. • (EV) Me ha costado mucho decidirme, pero ahora sé qué carrera quiero elegir. Contestar las siguientes preguntas guías: ¿qué interac- ciones sociales pudieron intervenir en la progresión de la iden- tidad política o en la identidad vocacional?, ¿qué ayudas pudie- ron dar los expertos?, ¿qué habilidades de pensamiento hicieron posible la construcción de la identidad?, ¿la diversidad de los ritmos y estilos de aprendizaje sobre la identidad son diferen- tes en cada persona?, ¿qué procesos psicológicos apoyan la construcción de la identidad de las personas para elaborar sus personales posturas políticas o vocacionales?, Segunda actividad. En relación con la progresión desde la heteronomía hasta la au- tonomía, es decir, desde puedo hacer esto con ayuda de alguien que sabe más, hasta, lo puedo hacer por mí mismo, ¿cómo pue- de apoyar el profesional de la educación a los profesores para que los alumnos construyan el aprendizaje? Debatir alguno de las siguientes preguntas o sugerir otras. 1) ¿Cómo hacer posible la construcción de la habilidad para tomar decisiones en los estudiantes? 2) ¿Cómo enseñar a resolver problemas? 3) ¿Cómo hacer una síntesis de la informa- ción que cada alumno tiene? 155 El Constructivismo y la Educación a) Mencionar las etapas o fases progresivas que se dan: (1) desde depender de las decisiones de los otros has- ta llegar a tomar decisiones; (2) desde la manera como otros resuelven problemas hasta resolver problemas de manera autónoma; (3) desde la dependencia de como otros hacen síntesis, hasta hacer síntesis pertinentes de manera personal. b) Mencionar qué tipo de ayudas, ejercicios o actividades ha- rán posible avanzar progresivamente, desde la dependen- cia, hasta el desarrollo autónomo. c) Indicar qué procesos cognitivos habrán que desarrollar en los estudiantes para que hagan posible la toma de decisio- nes, la resolución de problemas o la elaboración de sínte- sis de manera autónoma. En este capítulo se analiza la postura constructivista de la enseñanza y del aprendizaje escolar. En la primera parte se consi- deran elementos teóricos de esta concepción teórica, en donde se aprecia la inclusión de aportaciones desde diferentes disciplinas. En la segunda parte se refl exiona sobre algunas derivaciones edu- cativas en relación con el concepto de educación, el papel de los estudiantes y del profesor, el método, los contenidos y la evalua- ción de los procesos de enseñanza y de aprendizaje. ELEMENTOS TEÓRICOS El constructivismo es la propuesta teórico-metodológica que ac- tualmente genera mayor investigación para comprender, explicar e interpretar los fenómenos educativos. Abundan Instituciones educativas que manifi estan su entusiasmo por incorporar esta concepción pedagógica a las prácticas educativas cotidianas. Sin embargo, no siempre las Instituciones están estructuradas ni ges- tionadas para los fi nes constructivistas; la presencia de grupos conformados por numerosos alumnos o la presencia de exáme- nes departamentales son ejemplo de ello. A pesar de que cada Psicología Educativa 156 vez existen más profesores que dicen ser constructivistas, lo cierto es que han adoptado al constructivismo por decreto Institucional o por moda. Sin lugar a dudas, los profesores cuentan con co- nocimientos conceptuales y metodológicos, pero están lejos de aplicarlos en el aula. Las razones pueden ser diversas: no hay condiciones para que lo hagan posible, la presencia de horarios rígidos, la abundancia de contenidos, los numerosos alumnos por grupo, es decir, factores que impiden que las prácticas educativas se desplieguen bajo los principios del constructivismo. También es cierto que, aunque los profesores tienen ideas, nociones o princi- pios del constructivismo, tal conocimiento no cuenta con niveles de organización pertinente, lo cual es un obstáculo para emplearlo en las prácticas cotidianas. Coll (2005), ante diferentes tipos de constructivismo, opta por la denominación concepción constructivista de la enseñanza y del aprendizaje escolar, para diferenciarlo del constructivismo cognitivo que prioriza procesos internos, o del constructivismo de orientación sociocultural que enfatiza procesos sociales y persona- les. Coll estima que una característica fundamental del constructi- vismo es la preocupación por comprender y emprender mejoras en la educación. El constructivismo, dice Coll, es un marco referencial para tomar decisiones inteligentes cada vez más potentes en los procesos educativos: • En la planeación de las acciones educativas: ¿qué conteni- do seleccionar?, ¿qué actividades elegir?, ¿con qué crite- rios elegir los materiales de apoyo?… • Durante las prácticas de enseñanza y de aprendizaje: ¿qué estrategias de enseñanza emplear?, ¿cuándo y cómo parti- cipan los alumnos?, ¿a quién preguntar?, ¿cuándo cambiar de actividad?… • En la evaluación de los aprendizajes: ¿qué, cuándo, para qué, con qué evaluar? El constructivismo es un marco explicativo o marco referen- cial integrado por nociones, ideas, creencias, expectativas, valores 157 El Constructivismo y la Educación y diversas representaciones que se nutren del conocimiento edu- cativo que ofrecen diferentes disciplinas: • Desde diversas posturas psicológicas como la Psicología del Desarrollo, la Psicología Educativa, la Psicología Huma- nista, la Psicología Cognitiva, la Psicología Genética o la Psicología Sociocultural, el constructivismo ha incorporado conocimientos para comprender e intervenir en el desarrollo humano cognitivo, moral, social, sexual. Cabe señalar que la intervención educativa puede ser más potente gracias a los resultados psicológicos sobre la motivación, el aprendi- zaje, la diversidad de las personas, entre otros. • Desde la Sociología se han incorporado conocimientos para defi nir la situación del aprendizaje: estudios sobre la comuni- cación y sobre las interacciones sociales, por ejemplo, esto para que sean más valiosas las actividades grupales entre los actores educativos; para comprender la vida cotidiana; para comprender la vida institucional de la escuela, entre otros. • Desde la Filosofía, es fundamental el concepto de sabidu- ría, porque ilustra sobre lo que se tiene que hacer con el conocimiento, cómo aplicarlo, cuando emplearlo; las per- sonas pueden contar con conocimientos, pero no con la sabiduría para emplearlo. La Epistemología ofrece ayuda para conocer la diversidad de caminos para hacer posible la construcción del conocimiento y refl exionar sobre cómo se va construyendo. El conocimiento de la Antropología per- mite refl exionar sobre qué concepto de hombre y de cultu- ra sustenta la práctica educativacotidiana. La Axiología, la Ética y la Moral permiten una actuación valiosa de respeto, de diálogo y de cooperación entre los actores educativos. El conocimiento de la Lógica, ofrece oportunidades para dar coherencia el discurso, evitar la falacia y argumentar la validez de las propuestas teóricas. El conocimiento de la Teleología y la Deontología, invitan a refl exionar sobre los fi nes y los deberes que fundamentan la acción de los acto- res educativos. Psicología Educativa 158 • Además incorpora datos desde otras ciencias como la His- toria, la Economía, la Política y, por supuesto, desde el co- nocimiento pedagógico1, incluso desde las ciencias de la naturaleza (Biología, Ecología…) o desde la Arquitectura para diseñar espacios propicios para el aprendizaje. El constructivismo es un marco de referencia abierto a otras aportaciones, siempre y cuando contribuyan a su enriquecimiento, sean coherentes o ayuden a modifi car e innovar los principios teó- ricos. La riqueza que procede desde la diversidad de las discipli- nas hace del constructivismo una herramienta poderosa y útil para analizar y guiar la complejidad de la práctica educativa. El constructivismo es una postura epistemológica, interac- cionista y genética: • Epistemológica porque analiza cómo se origina y modifi ca el conocimiento. Intenta explicar de qué maneras es posible construir el conocimiento en el interior del sujeto, con la fi na- lidad de mejorar sus relaciones en su vida cotidiana (social, física, ambiental). • Interaccionista, porque contempla los intercambios entre sujeto y objeto contemplando condiciones del sujeto y situa- ciones del objeto. • Genética, porque trata de explicar la génesis (el inicio) del conocimiento. Analiza los eventos, sucesos, comportamien- tos desde lo que está en primer lugar en la serie de trans- formaciones, lo que le ha precedido, para conocer el nivel de desarrollo. Busca la historia fi el de la evolución de cada individuo, porque el nuevo conocimiento se explica a partir de conocimientos anteriores (Wallon, 1977). ALGUNOS PRINCIPIOS DEL CONSTRUCTIVISMO Ç • La educación es una práctica social. • El alumno construye el conocimiento. 1 En relación con la Pedagogía, ver el capítulo 4 sobre los modelos pedagógicos. 159 El Constructivismo y la Educación • Las prácticas educativas consideran el nivel de desarrollo del estudiante. • La diversidad supone: estilos y ritmos de aprendizaje en cada uno de los estudiantes. • La construcción de la autonomía es el desafío de la enseñanza. • La persona es un ser en interacción, en socio-construcción. La educación como práctica social Una de las aportaciones más valiosas de Vigostky es la importancia que concede al medio en donde el hombre despliega de manera cotidiana sus prácticas sociales. Vigostky postula que las prácti- cas socioculturales y las interacciones que se realizan con los otros determinan en gran manera el aprendizaje y el desarrollo humano. Postula que el aprendizaje se da en dos niveles, primero en el nivel social y después en el nivel psicológico. En su propuesta sobre la Zona de Desarrollo Próximo, concede relevancia a la dimensión social. Muchos conocimientos se originan por el contacto con los otros, porque quienes tienen mayor experiencia y un conocimiento más específi co en algún tema lo comparten. En el medio educativo se espera que el docente tenga conocimientos con mejor signifi - catividad y organización que los estudiantes. A través de estrate- gias pedagógicas, el profesor irá apoyando a los alumnos en el aprendizaje de contenidos académicos que aún no pueden realizar de manera autónoma. Por ejemplo: “saber hacer una página web”, “resolver un problema matemático”, “hacer una crítica a una obra literaria”. La interacción social se da cuando el profesor va apoyan- do los pasos progresivos de los alumnos, es decir, cuando otorga la ayuda de manera pertinente. La intención de esta interacción social entre alumno y maestro es traspasar gradualmente la res- ponsabilidad del conocimiento hacia el aprendiz, para que el estu- diante logre su autonomía y pueda seguir avanzando de manera personal. Cotidianamente estamos aprendiendo muchos y diver- sos conocimientos y construyendo la comprensión signifi cativa de experiencias para el desarrollo social, afectivo, cognitivo y motriz. Para que esto sea posible, es necesario estar en relación social Psicología Educativa 160 con los que pueden enseñar. La escuela es un espacio de encuen- tro entre diferentes culturas, entre distintas maneras de pensar y sentir, así como entre diversas costumbres y valores éticos. Es un espacio para la formación hacia la tolerancia, el diálogo y la convi- vencia cooperativa entre los diferentes actores sociales. La escuela es esencialmente un encuentro de actores sociales que se presen- tan con culturas distintas debido a la procedencia socioeconómica diferenciada. Además, en la escuela se hace presente la cultura académica que la sociedad ha acumulado. Los contenidos son, sin duda, la riqueza social que la comunidad humana ha acumulado. En este sentido, la escuela es un espacio social porque interactúan seres sociales con la intención de enseñar y aprender contenidos socialmente construidos. El estudiante construye el conocimiento En buena medida juegan un papel decisivo las aportaciones al acto de conocer y aprender que realiza el sujeto (Coll, 2005). La ac- tividad constructiva del alumno le permite interpretar y tener una visión propia de la cultura de la sociedad y de los conocimientos disciplinarios. Cada estudiante es una excepción, pero a la vez que es único, también comparte situaciones regulares que competen a la convivencia social (Wallon, 1975). Quizá el principio explicativo más ampliamente compartido del constructivismo es que el alum- no construye su conocimiento y no lo puede recibir construido de otros, él es el responsable último de su propio proceso de aprendi- zaje, nadie puede sustituirle en esa tarea. Él construye sus propios esquemas y estructuras, diría Piaget, para actuar y modifi car la rea- lidad y a la vez modifi car sus esquemas para resolver situaciones que actualmente no puede. Es una permanente autoconstrucción de modelos explicativos cada vez más complejos, gracias al apren- dizaje personal en la interacción social. Una derivación esencial para el docente es que cada alumno organiza el conocimiento de manera diferente; interpreta conceptos, hechos, habilidades, meto- dologías o estrategias que ha internalizado, y su actitud ante la rea- lidad se dará a través de los valores y las normas que ha construido 161 El Constructivismo y la Educación gracias a su experiencia y a su refl exión. Aprender signifi cativa- mente supone una intensa actividad por parte del alumno. El alumno es el artífi ce del aprendizaje, construye, modifi ca e integra lo conocido con lo nuevo. Coordina sus esquemas gra- cias a la acción interpersonal y contextual. Además, a la vez que se acerca a lo culturalmente establecido, necesita propiciar nuevos caminos personales que lo lleven a inventar, a tener actuaciones novedosas y a iniciar en la búsqueda de comportamientos más allá de los meramente convencionales. El profesor considera el desarrollo del estudiante En la medida en que los profesores incorporen de manera signi- fi cativa principios constructivistas a su pensamiento, será posible analizar, repensar y criticar las propias creencias y postulados con- siderados como obvios y ciertos. Cuando se incorporan los princi- pios como una lista de recetas, resultará difícil comprender la com- plejidad educativa cotidiana. El pensamiento docente es el marco explicativo o referencial del profesor2; cuya sustancia está integra- da por teorías implícitas, creencias y valores, que el profesor se ha apropiado a través de su experiencia personal, pero siempre en un contexto social. El pensamiento docente es la base para tomar decisiones educativas válidasen torno a prácticas valiosas. Por ejemplo, ¿qué concepto de educación tiene el profesor? • La respuesta de algunos profesores equivaldría a la noción tradicional que impulsó Durkheim, es decir, la acción que los adultos deben ejercer sobre la juventud para transmi- tir ideas y costumbres que permitan al individuo adaptarse mejor a la sociedad, cuyo relevo habrán de asumir en un futuro (Wallon, 1981). La función docente se reduce a que los estudiantes repitan de manera fi el el conocimiento im- partido, es decir, que reproduzcan las supuestas verdades que dictaron los profesores. 2 El pensamiento docente conlleva expectativas acerca de cómo se va a actuar, las cuales son una guía indispensable para la acción, aunque sabemos que no existe una linealidad en- tre el pensar y la acción, debido a que ocurren imprevistos y se está sujeto a una institución. Psicología Educativa 162 • De manera contrapuesta para otros profesores, la educa- ción se encargaría de desarrollar al máximo en cada indi- viduo sus aptitudes, con objeto de ofrecer las mayores po- sibilidades de éxito para su futuro, en vez de imponerles el conocimiento. Es la propuesta de la Escuela Nueva. • Para Wallon (1981), asumir el concepto de educación pro- puesto por Durkheim, es estar a favor de que impere la su- pervivencia del pasado. Es la pretensión de la docilidad y fi delidad a los valores que la sociedad estima como perti- nentes. Mientras que, estar de acuerdo con la concepción de la Escuela Nueva en relación con lo que es educar, se acepta que el papel del maestro sería el de facilitar y orien- tar hacia el aprendizaje, para que el alumno sin trabas y sin limitaciones se desarrolle de manera individual. Es la postura, de la Escuela Montessori, porque admite que los procesos de enseñanza y de aprendizaje se reducen al protagonismo del estudiante. Además, atender tan sólo a la actividad original y personal del alumno, ¿permite crear compromiso social? Para Wallon (1981) estas posturas es- cogen entre la sociedad y el individuo, entre la dominación del maestro y su total desaparición y, sugiere resolver esta contradicción superando la actitud de oposición, y consi- derar las posturas como complementarias, debido a que el hombre y la sociedad forman una unidad indisoluble. Así, el profesor se convierte en guía que permite entender por qué el aprendizaje de unos saberes culturales es condición para convertirse en seres adultos y miembros de una sociedad y, al mismo tiempo, es condición para construir un desarrollo personal, pues aunque se compartan condiciones y normas comunes, cada alumno es una excepción. En síntesis, sería valioso que el docente tuviese un concepto de educación como práctica para el desarrollo personal y social. En relación con el principio constructivista que apunta a que las prácticas educativas consideren el nivel de desarrollo del 163 El Constructivismo y la Educación alumno, ¿qué teorías tiene el docente sobre el desarrollo huma- no? La Psicología de Piaget ha puesto de manifi esto la existencia de periodos evolutivos (sensoriomotriz, preoperatorio, operaciones concretas y formales), con características cualitativamente dife- rentes entre sí que en parte condicionan los posibles efectos de las experiencias educativas escolares sobre el desarrollo humano. Pero, ¿basta partir de las posibilidades de razonamiento y apren- dizaje que brindan las diversas etapas de desarrollo del alumno? Hay al menos dos limitantes en la propuesta de Piaget, primero, a él le interesó la construcción general de las estructuras mentales universales, pero no el desarrollo de cada persona en particular; segundo, considero que la construcción del conocimiento es inter- na e individual, en donde la mediación social no es determinante. Según Wallon (1975, 1976 y 1977), no basta fi jar la sucesión de las etapas, tampoco incorporar al individuo en algunas de ellas. Indica que las etapas del desarrollo dependen de los mecanismos psíquicos que en cada uno responden a las posibilidades actuales del sujeto. Toda fase es un sistema de relaciones recíprocas entre las disposiciones de cada uno y las situaciones de su medio. Cada etapa es al mismo tiempo un momento de la evolución mental y un tipo de comportamiento. En todo momento el individuo está en una etapa personal de desarrollo, similar o diferente con los de su edad o con los de su grupo social. Cada uno tiene relaciones peculiares con su medio físico y social y a su vez, posibilidades y mecanismos de asimilación, de integración y transformación para construir el co- nocimiento. Cada persona está en niveles o planos diferentes, esto lo atestigua la historia personal de cada alumno. El conocimiento previo expresa niveles diferentes de organización y complejidad; evidencia que los alumnos memorizan, critican, valoran y transfor- man el conocimiento según sus propias posibilidades y según sus condiciones particulares. También para Vigotsky (1979; Wertsch, 1988), el pensamiento humano se entiende con base en sus cir- cunstancias concretas, sociales e históricas para hacer posibles determinados aprendizajes. Psicología Educativa 164 Cuando el docente cuenta con nociones pertinentes de que el desarrollo humano es diferente en cada estudiante debido a las experiencias particulares y a los modos de apropiación de cada cual, no es posible que otorgue una educación igual porque está en presencia de un grupo desigual. Desde el constructivismo se espera que el docente brinde apoyo diferencial y que traslade, tam- bién de manera diferente, la responsabilidad del aprendizaje y de su aplicación en la vida cotidiana a cada estudiante. El principio constructivista sobre la diversidad de los es- tudiantes. ¿Qué nociones y creencias tiene el docente sobre la diversidad de los estudiantes? Históricamente se ha preferido el desarrollo del sujeto de manera individualista. Rousseau, en su obra, El Emilio, destaca que el individualismo ocupa la primacía en el desarrollo humano. Propone que el desarrollo del niño se realice de manera autónoma, como un Robinson Crusoe y que dependa de sus propias iniciativas. Lo social, según Rousseau, sería perju- dicial para el niño. Wallon (en Palacios, 1981) se pregunta ¿cómo puede brotar uno de sí mismo? En un intento por resolver la pa- radoja entre individuo y sociedad, Rousseau, escribiría después el Contrato Social, en donde postuló la hegemonía de lo social3. Para el también suizo Piaget (Rousseau también nació en Suiza), el punto de partida del desarrollo humano es individualista, ence- rrado en una especie de autismo (término retomado por el también suizo: Bleurer), es decir, absorbido totalmente en sí mismo, extra- ño al mundo exterior, o al menos vinculado por una cierta cantidad de necesidades orgánicas. De aquí pasará al egocentrismo, en donde el niño será el centro de partida y de llegada de todo lo que se produce; él es la razón de ser de todos los acontecimientos. En Piaget, la participación de los otros en la formación de la conciencia tendría lugar tardíamente, alrededor de los siete años con las ope- raciones concretas, con el reconocimiento de los derechos de los demás, lo cual equivale al contrato social que postulaba Rousseau. 3 Rousseau escribió El Emilio para participar en un concurso sobre el tema de la edu- cación y ganó. Después escribió El Contrato Social a petición de un personaje de la nobleza de Polonia. 165 El Constructivismo y la Educación De esta manera, el desarrollo social en Piaget se convierte en una consecuencia del desarrollo intelectual. Cuando así se aplica a la educación, se corre el riesgo de considerar que lo social, lo afec- tivo y la construcción de valores, brotarán de los conocimientos académicos (Wallon, en Palacios, 1981). Con base en aportaciones de Wallon y Vigotsky, el cons- tructivismo intenta resolver la contradicción entre lo individual y lo social4. Es cierto que cada alumno tiene una experiencia personalporque dispone de posibilidades y virtualidades distintas a los otros, pero a la vez, los pensamientos, actitudes y valores personales que construye tienen perfi les comunes a los de otros. La actividad do- cente tiene el desafío de actuar entre estos dos polos: lo particular de cada alumno y las determinaciones comunes de la cultura. La diversidad en los ritmos y estilos de aprendizaje Algunos estudiantes necesitarán mayor atención, actividades “reme- diales” o compensatorias para neutralizar las difi cultades y garanti- zar conocimientos para continuar avanzando hacia mejores niveles educativos. En caso contrario, el profesor estaría negando el de- recho de aprendizajes fundamentales para su adecuado desarrollo humano, o estaría propiciando el abandono o expulsión del sistema educativo. Esto exige iniciativa docente en estrategias de enseñan- za, para dejar de lado pensamientos como nada se puede hacer con este alumno..., aunque le explique dos o tres veces, nunca entende- rá..., debería abandonar la escuela y no perder su tiempo. Sin duda, en grupos escolares integrados por muchos alum- nos es difícil dar atención personalizada para apoyar el desarrollo del aprendizaje signifi cativo en cada uno, para ofrecer a cada alum- no lo que necesita para su progreso o para alejarse de la pretensión de que todos habrán de seguir el ritmo que el docente marca. El reto es ofrecer el apoyo y la ayuda que necesita cada estudiante, que el docente cuente con elementos para valorar y elegir entre las 4 Está implícita la contradicción entre alumno y maestro (representante de la cultura social) y por supuesto, la contradicción entre enseñanza y aprendizaje. Psicología Educativa 166 diversas alternativas pedagógicas, aquellas que resulten más ade- cuadas a la realidad de sus alumnos. Es necesario que a la función docente le acompañe una permanente formación y un proceso de refl exión continuo sobre su práctica, porque él es el garante de la concreción del currículo y tiene la responsabilidad de decidir sobre cómo mejorar el proceso educativo. Lamentablemente, cuando las decisiones le son impuestas ya no hay necesidad de refl exionar, a la vez que se mutila su calidad profesional de refl exión. La construcción del aprendizaje es personal y social ¿Cuáles son las teorías docentes sobre la autonomía y lo social? Nuevamente se presenta una contradicción: decidir entre la auto- nomía del aprendiz y la responsabilidad social. El constructivismo ofrece sugerencias para avanzar hacia la solución de la contradic- ción. Si bien la construcción del conocimiento es una tarea solita- ria, en el sentido de que tiene lugar en el interior del sujeto y que sólo puede ser realizada por él mismo, también es cierto que el aprendizaje se realiza en una situación social que en ocasiones hace posible la construcción del aprendizaje. Los otros facilitan u obstaculizan el aprendizaje que cada sujeto tiene que construir por sí mismo, aunque es posible lograrlo a pesar de los otros. El aprendizaje se realiza a través de una participación (del aprendiz) guiada (por el experto), según dice Rogoff (1993). Ambos actores están involucrados en procesos de colaboración para hacer puentes entre el conocimiento y las habilidades previas y los nue- vos aprendizajes que se quieren construir. Son procesos que impli- can la cooperación compartida y la intersubjetividad entre los inter- cambios tanto cognitivos como sociales y emotivos que ejecutan el aprendiz y el experto. Rogoff propone el concepto de mutualidad en vez de interacción, porque ésta, dice la autora, se entiende como la relación entre dos entidades, en cambio, mutualidad se refi ere a individuos envueltos en el contexto de manera inseparable, del mismo modo que entre la Biología y la cultura no son necesaria- mente infl uencias alternativas, sino aspectos inseparables de un sistema en el cual los individuos se desarrollan. Desde una posición 167 El Constructivismo y la Educación constructivista, el docente habrá de considerar tanto el esfuerzo del alumno y las características personales, como la contribución social que el mismo profesor genera, porque son aspectos insepa- rables de la totalidad del evento. Precisamente en la propuesta de Vigotsky sobre la Zona de Desarrollo Próximo, se aprecia la mutua- lidad entre lo que el alumno es capaz de hacer y de aprender por sí solo y lo que es capaz de aprender con la ayuda de otras personas. Experto y aprendiz están envueltos en un proceso muto en el que se exigen acciones inteligentes para intervenir en aquello que el alumno todavía no es capaz de realizar por sí mismo, pero que pue- de llegar a solucionar si recibe la ayuda pedagógica conveniente. El principio de la socio-construcción. El apoyo del profesor o el de los alumnos expertos habrá de favorecer trabajos grupales, debates y actividades que propicien, además del conocimiento cog- nitivo, la construcción de actitudes y valores como la seguridad, la cooperación y la tolerancia. La socio-construcción es el camino hacia la autonomía, situación que se observa en la Zona de Desa- rrollo Próximo, en donde se parte de acciones que se pueden llevar a cabo con la ayuda de otros, y se culmina cuando tales acciones se pueden realizar de manera autónoma. Así, el conocimiento es un producto de la vida social y personal. En síntesis, el papel del profesor es cuestionarse para en- tender cómo aprenden los alumnos y cómo se les puede enseñar para que aprendan más y mejor. El reto para instaurar procesos educativos con base en el constructivismo exige que el docente refl exione sobre sus teorías implícitas, sus creencias y valores. ¿Cuáles son sus nociones sobre la capacidad y el nivel de desarro- llo cognitivo y social de sus alumnos para hacer posible el aprendi- zaje? ¿Cuáles son sus creencias sobre la importancia del confl icto cognitivo y sociocognitivo en los procesos de aprendizaje? ¿Qué nociones tiene sobre la importancia de seleccionar contenidos potenciales de ser aprendidos? ¿Cuáles son sus teorías sobre la importancia de la actuación de los aprendices en la autoconstruc- ción y responsabilidad del aprendizaje? ¿Qué teorías tiene sobre los diferentes ritmos y estilos de aprendizaje de los aprendices? Psicología Educativa 168 ¿Con base en sus creencias ve errores o malas actuaciones en los alumnos o, más bien contempla diferentes ritmos, distintos niveles o diversidad de hipótesis del aprendizaje? ¿Sus teorías descalifi - can al alumno cuando tiene niveles bajos de desarrollo, o es esta la ocasión propicia para incorporar ayudas ajustadas en calidad y cantidad para apoyar la construcción del aprendizaje, precisamen- te desde ese nivel de desarrollo? Estos y otros cuestionamientos son esenciales para que el profesor construya teorías, creencias y valores más potentes que guíen a sus estudiantes hacia aprendi- zajes signifi cativos, profundos o estratégicos. Esto ocurrirá cuando el docente también se ocupe de disponer a los alumnos hacia el aprendizaje; incremente su motivación, su autoestima y su auto- concepto y establezca un clima de relaciones humanas dignas con los estudiantes. En fi n, será posible cuando emprenda un desa- rrollo profesional permanente y un compromiso para actuar con prácticas valiosas. EL MÉTODO EN LOS PROCESOS DE LA ENSEÑANZA Y DEL APRENDIZAJE El aprendizaje, según Coll (2005), es un complejo proceso de rela- ciones entre tres elementos, al que denomina el triángulo interactivo: • Los alumnos que intentan aprender • El profesor que intenta ayudar para que los estudiantes construyan signifi cados y otorguen sentido a lo que hacen • Los contenidos escolares. Entre las varias aportaciones que el constructivismo ha incorporado a su marco explicativo para comprender y actuar de manera valiosa en los procesos de enseñanza y de aprendizaje, Pérez (2005) cita algunos ejemplos: • Los dos tipos de aprendizaje que mencionan Marton y Säl- jö. El aprendizaje profundo tiene laintención de encontrar argumentos y relacionarlos con el conocimiento previo. Si la 169 El Constructivismo y la Educación intención es sólo memorizar partes importantes del texto, el estudiante se involucra en un aprendizaje superfi cial. • Las cuatro intenciones en el aprendizaje que postulan Entwistle, Hanley y Ratckiffe. Estos autores añaden a la pro- puesta de Marton y Säljö una subdivisión —activo y pasivo— según que la intención de los estudiantes al responder las preguntas de un texto fuera: a) explicar explicar las conclu- siones y conocer cómo las justifi ca el autor, profundo activo; resumir el argumento principal y las conclusiones, profundo pasivo; describir los puntos principales sin integrarlos en un argumento, superfi cial activo; d) mencionar algunos aspec- tos o ejemplos aislados, superfi cial pasivo. • El aprendizaje estratégico de Entwistle y Ramsdem. Este aprendizaje implica la activación intencional de conocimien- tos (conceptuales, procedimentales, actitudinales) para al- canzar metas de acuerdo con un plan establecido). • De Ausubel el constructivismo retoma el aprendizaje signifi ca- tivo (memoria comprensiva y aprendizaje por descubrimiento). Con base en la propuesta de Ausubel, Coll (2005) mencio- na que es posible el aprendizaje signifi cativo cuando el profesor considera los siguientes aspectos: − El nivel de desarrollo cognitivo estudiantil. − Los conocimientos, intereses, motivación y expectativas es- tudiantiles. − Si el alumno aprenderá de manera autónoma o con ayuda. − Que los contenidos sean potencialmente signifi cativos (ló- gicos) y, a la vez, que el alumno tenga elementos previos del contenido. Además, que el alumno quiera aprender, que esté motivado y tenga sentido del acto de aprender. Que el alumno vaya construyendo su autoconcepto e imágenes va- lorativas sobre su capacidad de aprender, de sus recursos y sus limitaciones. − Emplear la memoria comprensiva en vez de la memoria re- petitiva y mecánica. Psicología Educativa 170 − Favorecer conexiones entre el anterior y el nuevo contenido con relaciones sustantivas y no arbitrarias. Además, con- tribuir a revisar, modifi car los conocimientos que el alumno tiene, para enriquecerlos o generar nuevos. Promover pro- cesos de equilibrio y desequilibrio, así como los confl ictos cognitivos y sociocognitivos. − Promover relaciones favorables entre él y los estudiantes. Por ejemplo, cuando como resultado de los procesos edu- cativos los alumnos manifi esten confusiones, hipótesis ca- rentes de lógica o incomprensiones, el docente no las con- templa como errores, más bien, como motivos para ofrecer ayuda desde el nivel de desarrollo que manifi estan los es- tudiantes. − Que se aplique el aprendizaje en diversas situaciones y condiciones. LOS CONTENIDOS EDUCATIVOS5 El constructivismo considera contenidos de aprendizaje tipo: • Declarativo, por ejemplo: datos, fechas, defi niciones, fórmu- las, conceptos, principios. Es el saber. • De procedimientos, tales como habilidades cognitivas y metacognitivas (analizar, comparar, jerarquizar, resolver problemas...), técnicas, reglas, algoritmos, habilidades heurísticas, métodos, procesos, estrategias, destrezas...). Constituyen el saber hacer. • De actitudes: aprendizaje de normas, de valores, de la cons- trucción de actitudes ante el conocimiento. Es el saber ser. La importancia de la clasifi cación de los contenidos radi- ca en que estos exigen diferentes estrategias de enseñanza y de aprendizaje. Resultados de investigaciones sobre las didácticas 5 Ver también: “métodos de enseñanza centrados en los contenidos”, en el capítulo 10 y “los contenidos en la planeación educativa”, en el capítulo 16. 171 El Constructivismo y la Educación específi cas estiman que la enseñanza y el aprendizaje de las cien- cias de la naturaleza requiere estrategias educativas pertinentes y adecuadas, por tanto, estrategias diferentes a la enseñanza y al aprendizaje de las Ciencias Sociales. Por ejemplo, Onrubia, Ro- chera, y Barberá (2005) ofrecen información sobre la enseñanza y el aprendizaje de las matemáticas; García (2005) analiza la en- señanza y el aprendizaje de las ciencias físico-naturales, Mauri y Valls (2005), aportan datos sobre la enseñanza y el aprendizaje de la Historia, de la Geografía y de las Ciencias Sociales. Es importante tener presente que los contenidos se ense- ñan y aprenden considerando las tres grandes dimensiones del conocimiento (declarativo, procedimental y actitudinal), enfatizar sólo una dimensión, equivale a fragmentar el conocimiento. • Primero, es importante saber hechos, datos, comprender conceptos, fórmulas o defi niciones. • Segundo, es necesario enseñar y aprender habilidades des- trezas o aptitudes para analizar, aplicar o criticar el conoci- miento declarativo. • Tercero, es necesario tomar una actitud ante el conocimiento nuevo, analizar cómo ayuda al desarrollo personal de los estu- diantes y para la relación responsable, honesta y tolerante con los demás, tanto en la vida ciudadana como en el mundo laboral. LA EVALUACIÓN Un primer principio explicativo desde el constructivismo es consi- derar la enseñanza, el aprendizaje y la evaluación como elemen- tos del mismo proceso. Segundo, al igual que el aprendizaje y la enseñanza requieren ser diversas, la evaluación también lo exige. Interesa propiciar modos e instrumentos diferentes para que los alumnos expresen su aprendizaje de la manera en la que puedan hacerlo mejor. Tercero, para evaluar se requiere claridad sobre la intención educativa en relación con ciertos criterios o expec- tativas y con indicadores que garanticen la evidencia válida del aprendizaje para formular un juicio valorativo. Psicología Educativa 172 Cuestionamientos que guían una evaluación pertinente: • ¿Para qué se evalúa? Entre las funciones de la evaluación constructivista se indica que esta es una refl exión necesaria para mejorar la relación entre profesores y estudiantes, es decir, para mejorar la enseñanza y el aprendizaje. • ¿Cuándo se evalúa? Se realiza desde el inicio hasta el fi nal de las acciones educativas. Primero, la evaluación diagnós- tica permite refl exionar si el docente entusiasmó a los estu- diantes sobre los nuevos aprendizajes, si indagó sobre sus conocimientos previos y su nivel de organización para cono- cer sus necesidades, o bien si mencionó los objetivos, las maneras de trabajo y la actitud responsable que se espera de los alumnos en la participación activa de su aprendizaje y, entre otros aspectos, si consideró las expectativas estu- diantiles. También se emplea este tipo de evaluación cuando aparece un conocimiento nuevo durante los procesos de la enseñanza y el aprendizaje. Segundo, durante el desarrollo de los procesos educativos, la evaluación formativa o conti- nua tiene una función reguladora sobre cómo se desarrollan las actividades; las estrategias de enseñanza y de aprendi- zaje que se emplean; la diversidad de decisiones que toma el profesor con base en los ritmos y estilos de aprendizaje de los alumnos; la potencialidad pedagógica de las actividades que se realizan; los tipos de interacción que se establecen; la ayuda y el apoyo que brinda el profesor. Tercero, la eva- luación fi nal o sumativa permite refl exionar sobre el nivel de los aprendizajes obtenidos y lo que necesita mejorarse en futuras actuaciones, pero también sobre actividades adicio- nales que habrán de realizar los estudiantes fuera del aula para continuar en la progresión del aprendizaje. • Los tiempos para aplicar los diferentes tipos de evaluación no se emplean con rigidez. Suele suceder que en los mo- mentos de la práctica educativa surjan conceptos, habilida- des o actitudes nuevas o diferentes, por lo que habrá que hacer una evaluación diagnóstica. También es pertinente 173 El Constructivismo y la Educación aplicar evaluación fi nal cuando culmina cierto nivel de aprendizaje o cuando se dan instruccionesy se quiere tener la certeza de que fueron comprendidas. (Coll, et al., 2005). Como se observa, desde el constructivismo la evaluación es tanto sobre la enseñanza (el maestro), como sobre el apren- dizaje (los alumnos). Ambos son cómplices de los procesos de enseñanza y de aprendizaje. Referencias Adams, Bennion y Huh (1989), “Cuestionario para evaluar el estatus de iden- tidad”, en Oliva A. “Desarrollo de la personalidad durante la adoles- cencia”, en Palacios, J.; Marchesi, A. y Coll, C. (2002). Desarrollo psicológico y educación. 1. Psicología Evolutiva. Madrid: Alianza. Coll, C.; Martín, E.; Mauri, M; Miras, J.; Onrubia, J.; Solé, I. y Zabala, A. (2004). El constructivismo en el aula. Barcelona: Graó). Coll, C. (2005). “Constructivismo y educación: la concepción constructivis- ta de la enseñanza y el aprendizaje”, en Coll, C.; Palacios, J. y Marchesi, A. (compiladores). Desarrollo psicológico y educación. Madrid: Alianza. Coll, C.; Martín, E. y Onrubia, J. (2005). “La evaluación del aprendizaje escolar: dimensiones psicológicas, pedagógicas y sociales”, en Coll, C.; Palacios, J. y Marchesi, A. (compiladores). Desarrollo psicológico y educación. Madrid: Alianza. García Milá, M. (2005). “La enseñanza y el aprendizaje de las ciencias fi siconaturales: una perspectiva psicológica”, en Coll, C.; Pala- cios, J. y Marchesi, A. (compiladores). Desarrollo psicológico y educación. Madrid: Alianza. Mauri, T. y Valls, E. (2005). “La enseñanza y el aprendizaje de la geografía, la historia y las ciencias sociales: una perspectiva psicológica, en Coll, C.; Palacios, J. y Marchesi, A. (compiladores). Desarro- llo psicológico y educación. Madrid: Alianza. Onrubia, J.; Rochera, Ma. J. y Barberá, E. (2005). “La enseñanza y el aprendizaje de las matemáticas: una perspectiva psicológica, en Coll, C.; Palacios, J. y Marchesi, A. (compiladores). Desarrollo psicológico y educación. Madrid: Alianza. Pérez, M. L. (2005). “El aprendizaje escolar desde el punto de vista del alumno: los enfoques de aprendizaje”, en Coll, C.; Palacios, J. y Psicología Educativa 174 Marchesi, A. (compiladores). Desarrollo psicológico y educación. Madrid: Alianza. Pp. 285-304. Rogoff, B. (1993). Aprendices del pensamiento: desarrollo cognitivo en el contexto social. Barcelona: Paidós. Vigotsky, L. S. (1979). El desarrollo de los procesos psicológicos superio- res. Barcelona: Crítica, grupo editorial Grijalbo. Wallon, H. (1975). Los orígenes del carácter en el niño. Buenos Aires: Ediciones Nueva Visión. Wallon, H. (1976). Los orígenes del pensamiento en el niño. Vol. I y II. Bue- nos Aires: Ediciones Nueva Visión. Wallon, H. (1977). La evolución psicológica del niño. México: Grijalbo. Wallon, H. (1981). “Rousseau y la educación”, “Sociología y educación”, “El papel de la escuela en la nación”, en Palacios, J. Henry Wallon. Psicología y Educación. Madrid: Pablo del Río Editor. Wertsch, J. (1988). Vygotsky y la formación social de la mente. Barcelona: Paidós. Actividad inicial Con el objeto de conocer acerca del psicólogo educativo, por favor, realice dos entrevistas con psicólogos educativos y pre- gúnteles: • Qué problemas estudian • Cuáles son los escenarios en los que trabaja • Qué estrategias usa en su trabajo • Con qué otros profesionales participa • Cómo se formó como psicólogo educativo • Qué ventajas y problemas se ha encontrado en el ejercicio de su profesión. Después de haber hecho las entrevistas, analice la in- formación recabada en relación con el contenido del presente capítulo. Después de haber expuesto las aportaciones a la Psicolo- gía Educativa derivadas de distintas aproximaciones psicológicas y pedagógicas, se plantearán diversas maneras desde las que se pueden abordar los aspectos que constituyen el perfi l del psicólogo educativo. PERFIL DEL PSICÓLOGO EDUCATIVO6Ofelia Desatnik Miechimsky Psicología Educativa 176 Para esto, se proponen los siguientes componentes: ¿Qué estudia? Problemas estudiados o abordados ¿Hacia dónde? Objetivos planteados ¿Cómo lo hace? Metodología ¿Qué hace? Funciones ¿Dónde incide? Áreas de acción donde impacta ¿Dónde trabaja o actúa? Escenarios sociales de actuación ¿Con quiénes? o ¿hacia quiénes? Personas con quienes participa y a quienes infl uye ¿Desde dónde? Tipos de formación. Por corrientes o grupos de estudio: práctico, con- textual, integrativo ¿Cómo abordar el perfi l del psicólogo educativo? Es impor- tante hacer énfasis en que la manera en que se plantee y explique lo que al psicólogo educativo concierne, se va a relacionar con el modo de pensar los conceptos de hombre, educación y sociedad; con la conexión del contexto, con las defi niciones y prácticas aso- ciadas a estos conceptos como con las posturas epistemológicas y las intenciones y propósitos a su vez asociados al análisis y la práctica educativa y a la conceptualización de la Psicología Edu- cativa, así como con el modo en que pensamos la cuestión acer- ca de la relación entre ciencia y profesión en asociación con este campo disciplinar1. De estas concepciones también se derivan los posibles es- cenarios de aplicación considerados que pueden ser enfocados e incluso defi nidos como campos susceptibles de ser retomados por los psicólogos educativos, respecto a si son tomados en cuenta o no en dichas concepciones. 1 Nota: revisar en el capítulo 1.1 los conceptos acerca de la Psicología Educativa. 177 Perfi l del Psicólogo Educativo El abordaje en cuanto a funciones o papeles que asume, también estará mediado por los conceptos que se tengan de la perspectiva de profesional del psicólogo, como de las formas en que defi namos el modo de actuar en la sociedad y en la interac- ción con las personas. Los problemas estudiados y abordados, los objetivos, así como la metodología propuesta, van a estar relacio- nados con la concepción que se elija de la Psicología como disci- plina, los postulados que sustentan las distintas perspectivas, los resultados que señalan aquéllos que deben ser enfocados y abor- dados —ya sea que se deriven de la investigación básica, aplica- da, o bien, de modelos tecnológicos y del quehacer cotidiano en la práctica educativa— lo que llevaría a la refl exión y a la propuesta de modalidades de investigación que retroalimente continuamente la teoría y la práctica. Asimismo, en relación con las personas con quienes participa, se parte de una postura multidisciplinaria y también interdisciplinaria ¿CÓMO DEFINIR EL PERFIL? Como antecedente cabe mencionar que, de acuerdo con el Diccio- nario de la Real Academia Española, el término perfi l se refi ere al conjunto de rasgos peculiares que caracterizan a alguien o a algo. En un trabajo de Castañeda (1989), se defi ne perfi l como: … el contemplar tan sólo un lado del fenómeno, un contorno de algo, un sólo plano de la situación. Por tanto, el perfi l no da cuenta de todas las posibilidades o perspectivas a con- templar. El perfi l profesional se considera aquí como una categoría conceptual con fi nes operativos. Una descripción que sin ser totalizadora, determina las cualidades sobresa- lientes que sirven para diferenciar un ejercicio profesional de otro. El perfi l señala, en términos generales, la caracte- rización peculiar del profesional de la Psicología educativa a partir de sus cualidades ostensibles, esto es, el conjunto de conocimientos y habilidades que distinguen su modo de ejercer la profesión… (op. cit. P. 302). Psicología Educativa 178 Con base en esta propuesta, se precisa el perfi l profesional de acuerdo con las siguientes dimensiones: Dimensiones para defi nir el perfi l profesional: • La defi nición del objeto de estudio de su áreaLa extensión profesional que abarca su área de acción • Los planos del ejercicio: áreas profesionales, habilidades generales y específi cas • El corpus de conocimientos psicológicos teóricos y tecno- lógicos aplicables a la educación • El inventario de problemas tipo que asiste. A continuación,se exponen algunas propuestas que dis- tintos autores e instancias proponen para referirse al psicólogo educativo; se mencionan, formas de exponer sus componentes, concepciones que sustentan la explicación del perfi l del psicólogo educativo, las dimensiones usadas para la defi nición de sus com- ponentes, las funciones y actividades profesionales expuestas. Ini- cialmente, incluimos dos planteamientos que hablan del perfi l del psicólogo en general: La primera, es la propuesta del CNEIP (CNEIP, 1989) que defi ne el perfi l del psicólogo a nivel nacional: 1. “Especifi cación de las áreas sociales problema, en donde el psicólogo, como profesional del comportamiento, debe in- sertar su actividad y tecnología 2. Identifi cación de las necesidades prioritarias del país a las que debe responder el perfi l profesional, al margen de la demanda momentánea que establece un mercado históri- camente deformado 3. Defi nición de los sectores de la población que deben ser recipientes fundamentales de la acción profesional del psi- cólogo (por ejemplo, sectores medio, pobre o marginal, po- blación indígena o mestiza, zonas áridas, montañosas, cos- teras o urbanas) 179 Perfi l del Psicólogo Educativo 4. Tipifi cación de las tecnologías y procedimientos, en térmi- nos del número de personas benefi ciadas por los servicios, y las características socioeconómicas y culturales de éstas”. (CNEIP, 1989). La segunda propuesta habla del perfi l del psicólogo egresa- do de la Licenciatura en Psicología de la Facultad de Estudios Su- periores Iztacala de la Universidad Nacional Autónoma de México (Silva, 2002a). Este autor sugiere tomar en cuenta tres aspectos necesarios para abordar las dimensiones del perfi l profesional del psicólogo: competencias, funciones y ámbitos de actuación. En relación con la formación del psicólogo, Silva (2002a) propone como competencias del psicólogo las que se enuncian a continuación: • Teórico conceptuales • Metodológicas • Aplicadas • Integrativas • Contextuales • Valorales • Éticas. Este autor menciona las siguientes funciones del psicólogo: • Diagnóstico y evaluación • Tratamiento e intervención • Evaluación de los resultados • Predictiva • Planeación, prevención y promoción. • Investigación • Docencia y supervisión • Servicio, consejería, asesoría, consulta y enlace • Dirección, administración y gestión. En cuanto a los ámbitos de actuación, propone hablar de áreas de actuación y de escenarios sociales de actuación. Psicología Educativa 180 ÁREAS DE ACTUACIÓN: • Producción • Salud • Desarrollo Sustentable • Educacional • Social • Ambiental • Política • Consumo • Cultura • Desarrollo Comunitario • Jurídica • Deportiva • Otras. ESCENARIOS SOCIALES DE ACTUACIÓN: • Sector público: a nivel federal, estatal municipal, en secre- tarías y organismos estatales y paraestatales. • Sector salud: comprende las clínicas de salud, hospitales de primero, segundo y tercer nivel, asilos, unidades de sa- lud laboral. • Instituciones de educación pública y privada de todos los niveles educativos. • Sector privado que comprende las cooperativas, las or- ganizaciones civiles no gubernamentales, organizaciones sociales, sindicatos y partidos políticos. • Empresas públicas y privadas. • Centros de impartición de justicia, centros de reclusión o penitenciarios. • Centros laborales y de producción. • Comunidades urbanas, marginales y rurales. • Laboratorios o centros de investigación dependientes del sector público y del sector privado. • En forma independiente a través de asesorías y consultorías. 181 Perfi l del Psicólogo Educativo DIMENSIONES LABORALES Con base en la defi nición de Castañeda (1989), el psicólogo edu- cativo se interesa por el estudio científi co de los procesos psico- lógicos humanos en el ámbito de la educación; su labor estaría cubriendo cuatro dimensiones: a) Dimensión explicativa. Describe variables psicológicas que in- tervienen en los procesos educativos, y las variables que hacen referencia al comportamiento del alumno; genera conocimiento psicoeducativo que provee nuevos modelos y teorías explicativas para comprender, predecir y controlar el fenómeno educativo en la diversidad de escenarios en los que se presenta. b) Dimensión instrumental. Genera procedimientos para llevar a la práctica los principios propuestos, y metodologías para construir y validar los diseños psicoeducativos tecnológicos generalizables a la práctica educativa. c) Dimensión interventiva. Con base en los conocimientos teóri- cos, aplica diversas técnicas directas de intervención para incidir en la mejora de las prácticas educativas. d) Dimensión prospectiva. El psicólogo prevé las condiciones fu- turas y los escenarios posibles de la educación para infl uir en el desarrollo de sus procesos. De acuerdo con esta autora, la labor profesional del psicó- logo educativo abarca todos aquellos campos, sectores o lugares de trabajo en donde ocurra un proceso educativo, independiente- mente de las fases de edad evolutiva, de las características del desarrollo escolar, social o cultural de los educandos, de los fi nes y contenidos de la educación y de los sistemas educativos o es- cenarios contemplados. En su ejercicio profesional, el psicólogo educativo puede desempeñarse tanto en la célula familiar como en el marco más amplio de las instituciones, realizando funciones de investigador, do- cente o psicómetra; generando conocimiento científi co innovador; o en la práctica tecnológica creativa, diseñando modelos educativos Psicología Educativa 182 e interviniendo en estos procesos. En suma, este profesional está capacitado para diagnosticar problemas educativos y de educación especial, asesorar profesores, instituciones escolares, padres de fa- milia y pedagogos, así como para realizar programas de orientación vocacional, diseñar material didáctico e instruir a personal docente. ACTIVIDADES Y FUNCIONES DEL PSICÓLOGO EDUCATIVO En relación con el perfi l del psicólogo educativo, hay una propuesta mencionada por Martínez y Guzmán (2003); en ésta, después de entrevistar a expertos en el área, se encontró que las principales actividades profesionales y académicas que el psicólogo educativo considera para ejercer, son: • Diagnosticar • Diseñar • Programar • Prevenir • Planear • Investigar • Intervenir • Evaluar. Algunas de estas actividades y funciones coinciden con las propuestas de otros perfi les como los del CNEIP (1989), así como el considerado por el equipo que desarrolló el Examen General para el Egreso de Licenciatura en Psicología (CENEVAL, 1998). Entre las actividades realizadas con mayor frecuencia por los psicólogos educativos, según diferentes autores (Martínez y Urbi- na, 1989; Hernández, 1989, García, 1989), están: la evaluación, seguida en orden descendiente por la planeación, la intervención, la investigación y la detección o el diagnóstico. Las funciones corresponden en gran medida a las del psi- cólogo en general. 183 Perfi l del Psicólogo Educativo Las funciones que se reportan en este estudio son: • Detección • Prevención • Planeación • Rehabilitación • Evaluación • Investigación • Docencia • Orientación • Intervención. Respecto a los profesionistas con los que trabaja el psi- cólogo educativo, Martínez y Guzmán (2003) citan algunas inves- tigaciones en las que se señala que, de acuerdo con lo reportado por distintas investigaciones (Martínez y Urbina, 1989; Bermúdez, Orozco y Domínguez, 1990; León Tapia Cruz Dea y Hernández Pérez M, 1990, citados en Martínez y Guzmán), el psicólogo edu- cativo en su desempeño profesional trabaja básicamente con pro- fesores, pedagogos, psiquiatras, trabajadores sociales. Entre las actividades profesionales realizadas con ma- yor frecuencia, la más efectuada es la docencia, seguida por la planeación y aplicación de programas educativos, la realización de entrevistas y la orientación educativa y vocacional; asimismo, por la elaboración de material didáctico,asesoría, evaluación del aprendizaje, aplicación de instrumentos estandarizados, adminis- tración educativa y educación especial. Según estos autores, algunos campos que han surgido a partir de la demanda social y de la práctica profesional de los psicólogos educativos son: • La innovación de programas para el desarrollo de los pro- cesos cognitivos superiores, el autoaprendizaje y la forma- ción de ciudadanos • La participación en proyectos para abatir la desigualdad y la baja calidad educativa Psicología Educativa 184 • El diseño de ambientes y modelos educativos de enseñan- za aprendizaje • La promoción de educación comunitaria • El desarrollo de programas para la formación docente • La intervención en el diseño, implantación y seguimiento de programas para la educación indígena • El diseño de programas de enseñanza-aprendizaje en en- tornos virtuales y multimedia • Modelos orientados a la tutoría académica • Competencias personales-inteligencias múltiples • Modelos de atención a la diversidad cultural. Por otro lado, Tavera, Meléndez, Contreras y del Bosque (2003) desarrollaron la propuesta de un programa profesionali- zante dirigido a la enseñanza del desarrollo humano y procesos educativos. Analizaron elementos para defi nir el perfi l del psicólo- go educativo, el perfi l profesional y las funciones que el psicólogo educativo realiza. Entre las funciones que proponen, se encuentran las siguientes: Diseñar, aplicar técnicas de evaluación escolar (por ejem- plo, entrevistas, exámenes de rendimiento), diseñar material di- dáctico, asesorar a pedagogos para la elaboración del currículo educativo, y a maestros, alumnos e instituciones; realizar orienta- ción vocacional, diseñar, organizar y realizar actividades docentes relacionadas con temas educativos. Las funciones anteriores se relacionan con otros aspectos como: Asesoría a profesores y a otros profesionales, participación interdisciplinaria en la solución de problemas educativos, inves- tigación educativa, diseño y elaboración de instrumentos, diseño y desarrollo de programas de programas de prevención, interven- ción en programas de educación formal e informal, análisis y pro- moción de relaciones sociales en contextos educativos. Estas autoras plantean la necesidad de que el psicólogo educativo tenga una formación en la que desarrollará conocimien- tos y actitudes que le permitirán enfocar la problemática que atiende 185 Perfi l del Psicólogo Educativo el psicólogo educativo, tomando en cuenta fenómenos asociados a políticas económicas nacionales que inciden en la calidad de la educación (Latapí, en Tavera, Meléndez, Contreras y Del Bosque op. cit.): La problemática que citan estas autoras se refi era a: • Empobrecimiento creciente de la población que deriva en deserción escolar, difi cultad para aprender por la desnutri- ción, poca dedicación de los docentes así como frustración familiar. • Falta de empleo, por lo que se cuestiona el sentido de la educación para lograr insertarse en el mundo laboral. • Limitación creciente de recursos públicos para educación. Por otra parte, Radford y Ross (1984) señalan que las funciones del psicólogo educativo varían según los enfoques: a) Sistemas centrados en alumnos: dan lugar a enfocar el estudio de aspectos psicobiológicos, conductuales, cognitivos, motivación. Cambio de actitudes, capacidades, desempeño, comunicación, vio- lencia. Psicología evolutiva, desarrollo humano por áreas, por teo- rías. Temas éticos, contextuales, integrativos. b) Sistemas centrados en docentes: formación de profesores, en- señanza, didáctica, metodología. Psicología educativa y contexto educativo. c) Procesos. Preguntas sobre el cómo y el por qué del aprendizaje, diferencias individuales, búsqueda de causas según distintos mar- cos teóricos. Análisis de contextos donde se da el aprendizaje. Como se puede observar, los estudios citados se refi eren a la descripción del perfi l del psicólogo en general, y otros al perfi l del psicólogo educativo en particular. Generalmente se enfocan a las funciones y actividades profesionales. También existe la preocupa- ción acerca de cómo se enlaza la formación en concordancia con las funciones que deberá realizar el psicólogo educativo, es decir, qué competencias requiere adquirir el egresado que se interesa en Psicología Educativa 186 trabajar como psicólogo educativo para poder dar respuesta a las demandas sociales que la comunidad le plantea a este profesional. Lo anterior implica, por una parte, el desarrollo de conoci- mientos y competencias y, por otra, la detección de áreas en las que se expresan necesidades y problemáticas específi cas, ante las cuales los psicólogos educativos pueden proponer y llevar a cabo actividades de diagnóstico, intervención, planeación, preven- ción, formación, investigación, asesoría, incidiendo en las proble- máticas que se presentan en áreas como la educación formal e informal, los procesos de enseñanza y aprendizaje, el diseño curricular, la promoción de relaciones sociales, el desarrollo y apli- cación de instrumentos de evaluación. Es notoria la enumeración de contextos donde se puede de- sarrollar la actividad del psicólogo educativo y una propuesta de tra- bajo interdisciplinario; aunque en muchas ocasiones como asesoría a otros profesionales como los docentes, en vez de proponer una visión que reconozca tanto la especifi cidad del psicólogo educativo, como una perspectiva integradora, que tome en consideración a los sujetos como personas no segmentadas en áreas específi cas que se desarrollan por separado; también es conveniente reconocer que en los procesos educativos hay secuencias de eventos, per- sonas que participan y que son estudiadas por separado (alumnos, maestros, administradores, planeadores) pero que en la práctica cotidiana se infl uyen mutuamente de manera continua. Retomando los puntos referidos al inicio acerca del perfi l del psicólogo educativo, nuevamente se señala que es importante enfocar: • Los tipos de formación • Los problemas estudiados • Los objetivos planteados • La metodología • Las funciones • Las áreas de acción • Los escenarios sociales de actuación • Las personas con quien participa. 187 Perfi l del Psicólogo Educativo La forma en que se considere la realidad, la relación entre la teoría y la práctica derivadas de las concepciones asumidas de Psicología, de educación, de sociedad, de persona, van a llevar al abordaje de los niveles de explicación y de acción que asuma el psicólogo educativo. Esto está relacionado con la conceptualiza- ción del fenómeno, ya sea que se consideren abordajes a la per- sona individualmente, a los procesos, a las interrelaciones entre elementos, a los escenarios y contextos como parte integral o seg- mentada de la realidad estudiada. Estas concepciones llevarán a un abordaje particular; a la toma de decisiones acerca de los segmentos de la realidad a ser re- tomada; a las descripciones y análisis de las personas y procesos, con base en la consideración de explicaciones basadas en la parti- cipación de aspectos biológicos, conductuales, sociales, cognitivos, emocionales, individuales, sistémicos, particulares, contextuales. En las investigaciones, explicaciones y abordajes, acerca de cómo se conecta el psicólogo educativo con la teoría y la prácti- ca, se van a incluir los distintos niveles de análisis, ya sea por tener una perspectiva particular de los fenómenos, o bien por decisiones tomadas en consideración a los propósitos de dichas investigacio- nes, explicaciones, discusiones y/o aplicaciones. La implicación del profesional de las Ciencias Sociales debe ser tomada en cuenta para poder ser incluida en el fenómeno estudiado. La Psicología, más que cualquier tipo de estudio es en sí parte de esa cultura: contribuye a formarla y es formada por ella. De acuerdo con el principio de incertidumbre, los autores mencionados refi eren que muchas veces los psicólogosy maestros que trabajan en áreas aplicadas “propenden a desear hechos en vez de teorías, certidumbre en vez de duda y técnicas útiles en vez de investigación” (Redford y Rose, 1984, p. 26). Respecto a la formación de los psicólogos educativos, los marcos teóricos conceptuales y los planes de estudio en los que han participado para formarse en esta disciplina, tenemos que, de acuerdo con estos marcos, se desarrolla una mirada específi ca sobre el conocimiento, sobre el objeto de estudio, así como sobre Psicología Educativa 188 la realidad, por lo que la defi nición de lo que este profesional pue- de hacer, de cómo percibe su papel, de los objetivos o propósitos que se propone alcanzar, van a estar matizados por el tipo de for- mación y modelos teórico-epistemológicos en los que estuvieron inmersos durante su formación. Podemos hablar de distintos modos de conocer y explicar la realidad que implican una perspectiva causal lineal, explicativa o in- terventiva. Todas son parte de la acción del profesional y, a la vez, el profesional tiene una participación incluida con el objeto de estudio. Otro aspecto que infl uye en cuanto a la formación, se refi e- re al énfasis que se da en los distintos programas académicos al trabajo en áreas aplicadas de la comunidad, en escenarios diver- sos, en relación con el énfasis que se da a la formación teórica en oposición a la formación en la aplicación de estos conocimientos. Por ejemplo, si en la formación se dio relevancia a la investigación o a la aplicación de tecnologías. Asimismo, las defi niciones y expli- caciones sobre la educación, sus procesos, entre otros, van a in- cidir en la forma como los psicólogos educativos defi nen su papel, sus funciones, sus objetivos. Un elemento que infl uye en las distintas formas en que se orienta el psicólogo educativo a su tarea, es el enfoque de los planes de estudio, ya sea en el desarrollo de habilidades, o bien, que éstas sean teóricas, de investigación, de aplicación, en comparación con otros programas que defi nen sus objetivos en función de áreas de aplicación, objetivos que se van a lograr con la población atendida, más que habilidades a desarrollar en los profesionales en formación. Lo anterior nos lleva a observar si la formación ha resalta- do el trabajo grupal o individual, si el énfasis es en los sujetos, en los procesos, en las interacciones. Todos estos aspectos, aunque estén relacionados prioritariamente con la formación en la que par- ticiparon, van a infl uir en los modos en que los psicólogos educa- tivos desarrollan un concepto de sí mismos, aplican una serie de funciones y se orientan a escenarios particulares. Algunos modelos teóricos desde los que se formaron estos profesionales dan gran relevancia al contexto en continua interacción 189 Perfi l del Psicólogo Educativo con los sujetos, desde una visión de complejidad donde el contexto no es visto como algo que rodea a la acción educativa y a lo que ocurre en el ámbito escolar, Funciones. Según Tavera, Meléndez, Contreras y Del Bosque (2003); Bradford y Ross, (1984); Woolfolk (1994); Good y Brophy (1996); López, Castañeda y Vega (1989); Silva (2002a, 2002b), las funciones del psicólogo educativo son: • Entender los procesos de enseñanza y de aprendizaje • Desarrollar formas para mejorar estos procesos • Aplicar conocimientos • Desarrollar metodología • Aplicar metodología • Aplicar conocimiento de otros campos y desarrollar el propio • Estudiar del desarrollo y aplicar sus principios a la compren- sión de las personas inmersas en los procesos educativos • Comprender las características del aprendizaje en distin- tos escenarios educativos y aplicar estos conocimientos a la mejora de dichos procesos • Aplicar conocimientos para mejorar enseñanza y aprendi- zaje en distintos ámbitos • Entender los procesos de enseñanza y aprendizaje • Analizar papeles atribuidos al profesor como experto en enseñanza, motivador, asesor, líder, consejero • Investigar sobre la solución de problemas de los escena- rios educativos: observación grupal, hacer correlaciones, investigación-acción • Investigar procesos de enseñanza y de aprendizaje y sus interrelaciones • Desarrollar instrumentos y materiales • Comunicar conocimiento • Asesorar • Comprender y aplicar los principios del aprendizaje deriva- do de la experiencia Psicología Educativa 190 • Participar activamente en situaciones problemáticas que es necesario resolver • Derivar propuestas de los resultados de investigaciones en escenarios controlados, en clase, en laboratorios, simula- ciones, investigación acción • Evaluar métodos • Intervenir en escenarios diversos • Propiciar el desarrollo de personas con capacidades es- peciales • Diseñar técnicas de observación, monitoreo, enfoque y análisis de sistemas • Diseñar sistemas de intervención para individuos, grupos, adultos • Proponer metodología para la formación docente • Promover estrategias para la organización de servicios • Discutir y aplicar los aspectos éticos de la labor docente • Proponer y aplicar sistemas de evaluación de profesores y alumnos • Diseñar y analizar sistemas de evaluación y organización de planes de estudio • Diseñar programas para la ejercitación de capacidades cognoscitivas y sociales • Diseñar estrategias para optimizar la construcción del co- nocimiento • Proponer y aplicar programas para desarrollar habilidades específi cas: estilos de aprendizaje, lenguaje, lectura, ma- temáticas • Comprender y evaluar las condiciones específi cas que se dan en escenarios diversos donde ocurren procesos educativos • Instrucción • Planear y seleccionar métodos • Planear y diseñar espacios físicos • Relacionar modelos de desarrollo con modelos de apren- dizaje y de ahí derivar modelos de enseñanza o de partici- pación de docentes y directivos 191 Perfi l del Psicólogo Educativo • Comprender la motivación y sus aplicaciones • Analizar y comprender relaciones interpersonales. (diseñar las condiciones para que estudiantes y maestros se man- tengan interesados y aprendiendo y enseñando) • Evaluar de manera formal e informal • Diseñar y aplicar métodos de evaluación • Informar y retroalimentar a las personas evaluadas sobre su desempeño • Investigar • Intervenir ante las necesidades educativas de los alumnos • Proveer asesoramiento profesional y vocacional • Detectar conductas de riesgo en poblaciones diversas • Realizar funciones preventivas • Intervenir en la mejora del acto educativo. PROBLEMAS ESTUDIADOS DESDE LA PSICOLOGÍA EDUCATIVA El análisis de los problemas estudiados puede orientarse en dos vías: por una parte en el desarrollo de la disciplina misma, es de- cir, de la defi nición de la Psicología Educativa, de sus objetivos y objeto de estudio, que como una propuesta científi ca propone dar respuesta a una problemática que enfoca un segmento de la reali- dad a la que intenta conocer, investigar, comprender. La segunda vía de análisis de los problemas estudiados surge de la problemática misma de las personas, ya sea de mane- ra individual, o bien de la convivencia entre ellas en contextos com- plejos; emerge de las necesidades expresadas por la convivencia social en los diversos escenarios comunitarios, de las relaciones entre las personas, del desarrollo mismo de los sujetos individua- les, además de los que se originan en pautas culturales a lo largo de distintos momentos históricos. Aunque partamos de una u otra manera de enfocar la proble- mática, en síntesis, se trata de comprender una realidad compleja Psicología Educativa 192 que, para su estudio, se segmenta, se analiza, se parcializa, como una forma de poderla aprehender. Finalmente, el propósito es co- nocer una serie de situaciones entrelazadas que se van analizando e investigando, para poder aportar a la comunidad formas de lo- grar una mejor calidad de vida. Retomando el objeto específi co de la Psicología Educativa, estaríamos enfocando el desarrollo de las personasen el campo de la educación, ya sea de manera individual o bien, en interrelación, asumiendo que los sujetos ocupan lugares particulares, por ejemplo, alumnos, docentes, coordinadores admi- nistrativos, padres de familias, posiciones en los contextos que se interrelacionan con los personajes implicados en lo educativo, así como con los procesos implicados en este quehacer. Los problemas estudiados van a depender de una visión de realidad, de los contextos específi cos en los que actuamos, de la jerarquización de necesidades y de las posibilidades de actuar para poder incidir en este campo y en su problemática. La comple- jidad de los procesos podría parecer una difi cultad para incidir en ellos, sin embargo, sin entender la complejidad antes de analizar y deconstruir los problemas, no se tendría una visión lo más amplia posible de las infl uencias y entrelazamientos que ocurren. Después de reconocer la complejidad de la problemática sería conveniente identifi car áreas que requieren ser atendidas por requerir del desa- rrollo de acciones para promover los procesos, para la construcción de recursos, competencias, actitudes, sentimientos de las perso- nas, o bien de la resolución de situaciones que refl ejan difi cultades. La identifi cación de la problemática en la que puede incidir el psicólogo educativo va a estar permeada por el reconocimien- to de distintas representaciones sociales que se conectan con la vida de las personas y que en momentos históricos específi cos cobran relevancia. Como ejemplos de esta afi rmación podríamos citar la perspectiva que la mirada sobre la violencia ha generado en la comprensión, detección, análisis, discusión de las relaciones violentas que pueden presentarse en la escuela, entre los distin- tos participantes de las relaciones escolares. Recientemente se ha abierto la discusión acerca de la violencia (Desatnik y Monroy, 193 Perfi l del Psicólogo Educativo 1999; Trianes Torres, 2000). En cuanto a la perspectiva de gé- nero, muy recientemente se ha incorporado el debate sobre las relaciones de poder, que infl uyen en la concepción de las perso- nas respecto a su género (Burin y Meler, 2004; Mc Goldrick, 1991; Barragán, De la Cruz, Doblas, Padrón, Navarro y Álvarez, 2001). Resumiendo, la problemática estudiada surge de la rela- ción entre las personas y los procesos educativos, ya sea aquéllos relacionados con la enseñanza y al aprendizaje, a las condiciones en las que estos procesos ocurren y en las que las personas im- plicadas desarrollan áreas, competencias, habilidades, actitudes, sentimientos, valores, ya sea en forma individual o grupal, dando como resultado la necesidad de conocer, comprender, discutir, las distintas metodologías para dar respuesta a la problemática espe- cífi ca, entendida desde su complejidad, especifi cidad y globalidad. Dependiendo de la aproximación teórica desde la que se aborde el campo teórico y profesional de la Psicología Educativa, los problemas que se enfoquen van a estar infl uidos por esta aproxi- mación, por la forma de orientarse a la realidad y de recortar una parte de ésta, que en sí es compleja, pero que para su estudio he- mos acotado partes, a veces fragmentarias, a veces entrelazadas. Conectada con esta mirada sobre la realidad, algunos problemas estudiados van a estar resaltados, aunque también va a depender del momento histórico, de la cultura, de los procesos sociales que están generando modos de convivencia (confl ictivos o no) y proble- máticas que deben ser atendidas. Los estudios de laboratorio y su generalización a ambientes educativos deben ser tomados con reserva y con la perspectiva de comprender cómo aprenden las personas no sólo en ambientes controlados, sino en escenarios complejos de salones de clase, extraescolares, laborales y comunitarios. Por tanto, los objetivos planteados por los psicólogos edu- cativos van a estar en función de la relevancia de los problemas, de los escenarios en los que éstos se presenten; ya sea que se aborden en instituciones o extra institucionales, en escenarios educativos, empresariales, comunitarios, hospitales, campos de Psicología Educativa 194 educación no formal, en escuelas y centros de atención de educa- ción especial, centros donde se dé el aprendizaje y la enseñanza de contenidos, habilidades, actitudes propuestas por los propósi- tos educativos implícitos y explícitos del escenario que se trate, así como de la problemática que deberá ser atendida (personal, familiar, organizacional, institucional, sociocomunitario y educativo en general). La metodología estará también en función de los marcos epistemológicos desde los cuales se esté enfocando la realidad estudiada, así como de las necesidades y los problemas elegidos para ser abordados. La metodología puede responder a perspecti- vas positivistas, construccionistas, sistémicas. Pueden usarse me- todologías cualitativas o cuantitativas, que impliquen procedimien- tos para abordar la problemática usando distintos procedimientos para la recolección de datos, ya sea que se trate de registros con- ductuales, entrevistas individuales o grupales, historias de vida, observaciones en vivo (para registrar procedimientos), interaccio- nes, pruebas psicométricas, escalas estandarizadas o basadas en criterios. El objeto de estudio estará defi niendo los métodos idó- neos que sean congruentes con la construcción epistemológica y con las necesidades que impone la problemática estudiada. Las personas con las que participa el psicólogo educativo van a estar también defi nidas por las áreas profesionales afi nes, por los escenarios de aplicación, así como por las necesidades y proble- mas abordados. Existe una tendencia a la multidisciplina y a la inter- disciplina y, más aún, a la transdisciplina (Morin, 1999), asumiendo que muchas veces las áreas de acción de las distintas profesiones contienen una serie de problemas que requieren de múltiples mane- ras de ver. Los campos profesionales se pueden dirigir a los mismos problemas de la realidad pero su enfoque es distinto, los objetivos propuestos y la metodología también son distintas y tienen una es- pecifi cidad que lleva a los profesionistas a mirar aspectos específi - cos y modos de relación de los fenómenos particulares. Respecto al tema del continuo entre la multidisciplinarie- dad y la especifi cidad de la Psicología Educativa, Coll (Rigo, Díaz 195 Perfi l del Psicólogo Educativo Barriga, Hernández Rojas, 2005) menciona que es relevante tener en cuenta que la conducta debe entenderse como red de signifi ca- dos, sentidos e intencionalidades; de aquí se deriva la necesidad de que al analizar el comportamiento de los profesionales de cualquier área, sería importante tomar en consideración el planeamiento que este autor señala. Al mismo tiempo, también resalta la necesidad de conservar la especifi cidad de la mirada específi ca del campo del que se trate (en este caso, del psicólogo educativo), dentro de una aproximación multidisciplinar acerca de los procesos educativos. Los escenarios de aplicación también marcarán las relacio- nes entre profesionistas que van a estar trabajando en conjunto. Así, podríamos decir que el psicólogo educativo trabaja con pro- fesores, administradores, pedagogos, sociólogos, antropólogos, cuando se refi ere al estudio del comportamiento relacionado a los procesos de enseñanza y aprendizaje, en la escuela o fuera de ella; del mismo modo será importante anotar que los psicólogos educativos también trabajan de manera entrelazada con psicólo- gos especializados en otras áreas profesionales, por ejemplo, es- pecializados en la educación especial, en la capacitación, en la psicoterapia, en la formación de recursos humanos. La relación con otros profesionistas como aquéllos que se han especializado en informática, matemáticos, fi lósofos, ingenieros, entre muchos otros, va a estar infl uida por los problemas estudiados así como por los objetivos
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