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Inteligencia emocional con PNL - Omar Bravo

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E l C entro E spañol de D erechos R eprográficos (C ED R O ) v e la por e l respeto de los citados 
derechos.
3.0 edición, agosto 2005
D epósito legal: M -33.464-2005 
ISBN: 84-414-0938-8
PR IN T ED IN SPA IN ___ IM PR E S O EN ESPAÑA
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A los A m ig o s d e la S inceridad .
A todos a q u ello s p a ra qu ienes 
la a m is ta d está p o r enc im a de 
cu a lq u ier o tro interés.
A
Indice
Págs.
Introducción ...................................................................... 11
I. LA INTELIGENCIA EM O C IO N A L 15
II. DINÁM ICA CEREBRAL.................................. 29
III. LA GENERACIÓN DE ESTADOS Y EM O­
C IO N E S .................................................................. 51
IV. ELEGIR INTELIGENTEMENTE NUESTROS
ESTADOS Y EM O CIO N ES............................... 73
V. LO QUE NOS COMUNICAN LAS EMOCIO­
NES .......................................................................... 83
VI. ESTRUCTURA DE LAS EM OCIONES 104
VIL INTELIGENCIA EM OCIONAL Y LA CON­
CIENCIA DE SÍ M ISM O .................................. 121
VIII. SELECCIONAR LAS E M O C IO N E S 143
• Técnica para seleccionar las emociones que
convienen............................................................ 144
• Seleccionar la emoción que convenga 145
• Limpiando residuos em ocionales................. 148
• Cambiando la emoción que aflo ra ............... 151
• Antes de que se presente la em oción 154
• Cómo tener acceso a la emoción que desees 155
• Cambiando la relación causa-efecto 159
• A m pliando el abanico em ocional.. 162
• Expresando las emociones de forma ecológica 165
1 0 INTELIGENCIA EMOCIONAL CON PNL
Págs.
• Método para resolver el duelo y la pérdida. 168
• Familiarizándonos con el sueño eterno 171
• Borrando traum as y reordenando recuerdos 175
• Otra forma de expresar em ociones 180
XX. P R E V E N C IÓ N ..................................................... 185
• Técnica para aprender a d isociam os 191
• Técnica para incorporar la ob jetiv idad 193
• Decide tus em oriones....................................... 194
• Otro método para prevenir el regreso de emo­
ciones no desead as........................................... 196
X. GENERAR SALUD EMOCIONAL, ESPIRI­
TU A L Y F ÍSIC A .................................................. 199
• Ordenando la m ente......................................... 200
• Dialogando con los sín tom es......................... 203
• Nuevas respuestas de la mente creativa 206
• El Círculo de L u z .............................................. 208
Apéndice ............................................................................ 213
Las anclas............................................................... 213
Nota f in a l ............................................................................ 219
B ib liogra fía ....................................................................... 221
Introducción
D
e s p u é s de más de veinte años trabajando en tera­
pia y con organizaciones del mundo entero, creo 
haber encontrado un conjunto de habilidades 
comunes que pueden ser las que marcan la dife­
rencia entre una persona competente y otra deficiente, y entre 
un profesional altamente eficaz y los que no lo son.
Por supuesto que no estoy hablando de los seudoaprendi- 
zajes que otorgan los certificados universitarios, ni tampoco 
de los años de práctica laboral, ni tan siquiera de la inteligen­
cia abstracta, me refiero a la capacidad de manejar correcta­
mente los propios estados internos y, como consecuencia, la 
propia vida.
Todo ser humano posee la capacidad de aprender a utili­
zar sus habilidades y estados aním icos para alcanzar un 
grado óptimo de competencia, siempre y cuando haya desa- 
rroll8% orrectam ente sus diferentes talentos intelectivos, y 
muy especialm ente el em ocional. Este es un principio del 
que partimos en PNL y que le otorga al individuo la respon­
sabilidad y el poder de controlar su destino.
El libro que tienes en tus manos en este momento perte­
nece a esa familia de textos que tiene como fin facilitarle al 
lector un modelo de aplicación precisa de las técnicas más 
poderosas de las que disponem os en este m om ento para 
manejar y desarrollar las respuestas de la actividad cerebral
1 2 INTELIGENCIA EMOCIONAL CON PNL
en el área que se conoce como Inteligencia emocional. Las 
técnicas a las que me estoy refiriendo son las aportadas por 
la PNL, abreviatura de P rogram ación N euro Lingüística, 
método que nos faculta para conocer y mejorar las capacida­
des — o incapacidades— de que disponemos.
La PNL tiene la gran ventaja de que puede ser empleada 
por cualquier persona, en cualquier momento, en cualquier 
lugar, y para una amplia gama de situaciones o necesidades 
de cambio o mejora mental. Esta revolucionaria metodología 
maneja un conjunto de técnicas y modelos adecuados para 
cada caso, de muy fácil com prensión y utilización. En la 
mayoría de los casos basta con seguir las instrucciones, los 
pasos que se indican para alcanzar los efectos deseados.
La PN L perm ite que progresivam ente, y con m ínim o 
esfuerzo, podamos amplificar aquellas áreas de nuestra inte­
ligencia, entre las que se encuentra la emocional, y alcanzar 
así mejorías e incrementos de nuestras potencialidades, habi­
lidades y recursos internos, que por cualquier otro medio tar­
daríam os m uchísim os años en conseguirlo . A dem ás, los 
beneficios son tan obvios que podemos recoger sus resulta­
dos a muy corto plazo.
La PNL es conocida com o el «Arte y la Ciencia de la 
Excelencia», por sus altos grados de eficacia, ecología, ética 
y valores humanos. Quienes aplican la PNL a sus vidas, se 
dan cuenta al poco tiempo, y de forma inequívoca, del poten­
cial, del poder que todos llevamos dentro y de que pueden 
sacarlo fuera, para utilizarlo en su beneficio, en el beneficio 
de su familia y en beneficio de la humanidad entera.
La PNL, y en ocasiones así lo explico, es una filosofía en 
su genuina expresión original, en el sentido de que es simple­
mente como la ciencia de la vida, del vivir, pero del vivir 
sano, del vivir ecológico, del vivir satisfecho de tus actos, y, 
en resumen, del vivir consciente.
Los patrones que rigen en la actualidad el mundo laboral 
son muy distintos de los de hace unas décadas. Hoy ya no es 
suficiente con tener títulos, un alto coeficiente intelectual, o
INTRODUCCIÓN 1 3
incluso años de actividad; lo que se demanda actualmente es 
una óptima capacidad de comunicación, de relación personal 
y social. Aunque en muchas ocasiones aún se sigue contratan­
do personal laboral en función a su currículo académico, no 
es menos cierto que quien progresa y alcanza e l éxito es aquel 
que adquiere un grado significativo de inteligencia emocio­
nal. En la mayoría de las ocasiones, es más valorado un buen 
comunicador que un buenprofesional de cualquier otra área. 
Tal capacidad de relación ha de estar sustentada por un preci­
so dominio emocional, o, lo que es lo mismo, por una inteli­
gencia emocional evolucionada.
Es necesario advertir que el desarrollo de la inteligencia 
em ocional viene determ ina por la adquisición de ciertas 
habilidades que son muy preciadas tanto en el ámbito perso­
nal como empresarial: autoestima, dominio de las em ocio­
nes, motivación, capacidad de establecer rapport, de relacio­
narse y de comunicar eficazmente.
Si algún día, cuando un alto núm ero de ind iv iduos 
m aneje adecuadamente los principios y técnicas de la PNL y 
seamos capaces de utilizar la inteligencia emocional, tan efi­
cazmente como otras inteligencias, tal vez entonces consiga­
m os hacer de este un m undo en el que a todos nos guste 
vivir.
Con respecto a las emociones o, si gusta más, a la inteli­
gencia emocional, lo que la PNL aporta es una nueva visión y 
comprensión de las mismas, de sus estructuras y estrategias 
operativas. Ya iremos viendo y estudiando a lo largo del libro 
que las emociones se generan a partir de nuestras representa­
ciones internas, y que como tal, poseen una pauta, una estruc­
tura, y que esta es identificable y modificable. Por lo que, a 
partir de ese punto, podemos ser dueños de nuestras emocio­
nes: cam biándolas, d ism inuyéndolas, increm entándolas, 
haciéndolas desaparecer o surgir, etc., con el fin de disfrutar 
con mayor plenitud y riqueza de nuestra vida.
Ahora, tú, amigo o amiga lector, dispones de una magnífi­
ca oportunidad para comprobar que lo dicho en los párrafos
1 4 INTELIGENCIA EMOCIONAL CON PNL
anteriores son verdades, hechos que solo requieren de tu prác­
tica para que se materialicen.
Recuerda que lo importante no es tener una buena mente; 
lo realmente importante es saber utilizarla bien.
Com o cierre de la introducción, m e gustaría recordar 
unas líneas del insigne Roger Bacon que nos brinda un resu­
men de lo que yo en mi m odesto conocimiento he querido 
transmitir en la introducción.
E n lo m ás pro fu n d o d e l hom bre 
hab itan esos p o d ere s adorm ecidos; 
p o d eres que lo asom brarían , 
que él ja m á s soñó poseer; 
fu e r za s que revo luc ionarían su 
vida si d espertaran y 
en traran en acción.
I
La inteligencia emocional
El amor nace del recuerdo, 
vive de la inteligencia y 
muere del olvido.
R a m ó n L l u l l
R íos d e t i n t a se han gastado y se seguirán gastan­do en plasmar diferentes enfoques y métodos para desarrollar lo que se ha dado por llamar inteligen­cia emocional. Pero lo cierto es que el tema relati­
vo al dominio de las emociones es tan viejo como el hombre. 
Si volvem os un poco la vista atrás, recordarem os que los 
padres de la cultura occidental: presocráticos, socráticos, pla­
tónicos y aristotélicos, gastaron parte de sus acreditadas vidas 
en enseñar que el desarrollo del hombre pasaba inexorable­
mente por el dominio y manejo correcto de sus emociones.
Pero vayam os por pasos. ¿Q ué es eso de la inteligencia 
em ocional? ¿Es que la inteligencia ha de ser em ocional? 
¿O es que acaso hay diferentes inteligencias?
Para responder a todas estas preguntas hemos de acercar­
nos primeramente al concepto de inteligencia.
Con demasiada frecuencia escuchamos decir eso de que: 
«La inteligencia es lo que nos distingue de los animales».
1 6 INTELIGENCIA EMOCIONAL CON PNL
Pero... ¿Qué es eso de la inteligencia?
La definición que más nos acercaría al concepto de inte­
ligencia podría ser: capacidad de flexibilizar y adaptar nues­
tras conductas (externas e internas — pensamientos— ) para 
conseguir aquellos objetivos que nos proponemos. Tal habili­
dad incluye la disposición para beneficiarse de las experien­
cias, resolver problemas y razonar con efectividad.
De forma sencilla, también respondería a la pregunta previa 
afirmando: que es la facultad de conocer, comprender y entender. 
Y entonces estamos hablando de una de las potencias del alma o 
esencia de la especie, caracterizada por el aprender y proyectar.
Se sabe que la corteza cerebral, presente en los mamíferos 
superiores, y especialmente en el hombre, posee abundantes 
centros secundarios, desarrollados en función de los estímulos 
recibidos en el aprendizaje. Es decir, a medida que aprende­
mos, tales núcleos crecen y se consolidan. Entre estos, los sis­
temas sensoriales (visual, auditivo, kinestésico*, olfativo y
K inestésico : E n PN L usam os preferentem ente este vocablo para 
referirnos a uno de los canales de perfección dentro del sistem a represen- 
tacional hum ano — visual, auditivo, olfativo, gustatorio y kinestésico. La 
sinestesia abarca tanto la som estesia com o la cinestesia, incluyendo las 
in form aciones particu lares y generales transm itidas por los receptores 
sensoriales tales como: propiceptores (receptores para la posición corpo­
ral, tensión m uscular y tendones), exteroceptores (para el m edio extem o), 
viceroceptores (área de los órganos internos), interoceptores (m edio inter­
no), nocioceptores (receptores del dolor) y otros.
Por tanto, es un concepto m ucho m ás am plio que el de cenestesia y 
com pletam ente d iferente de sinestesia.
C enestesia: Sensación general de la existencia y del estado del propio 
cuerpo, independiente de los sentidos extem os, y resultante de la síntesis de 
las sensaciones sim ultáneas y sin localizar, de los diferentes órganos y sin­
gularm ente de los abdom inales y torácicos. Diccionario de la RAE.
Somestesia: Conjunto de sensibilidades cutáneas y sensibilidad profunda 
(tacto, presión, calor, frío, etc.), Diccionario de Psicología de Friedrich Dorsch.
C inestesia: Sentido m uscular, conjunto de sensaciones que nos infor­
m an sobre m ovim iento, resistencia al m ovim iento, peso, presión, etc. 
Diccionario de Psicología de Friedrich Dorsch.
S inestesia: Sensación secundaria o asociada que se produce en una 
parte del cuerpo a consecuencia de un estím ulo aplicado en otra parte del 
mismo. Diccionario de la RAE.
LA INTELIGENCIA EMOCIONAL 1 7
gustatorio), son verdaderos centros cognitivos generadores de 
representaciones internas donde se reconocen, interpretan, 
almacenan y evocan las sensaciones. Y los sistemas motores 
registran y almacenan los movimientos voluntarios aprendi­
dos, tales como los de la comunicación verbal y no verbal 
(lenguaje, gestos, utilización de m anos, postura corporal, 
etc.). Aunque las neuronas de un individuo se forman en una 
fase muy precoz de su vida, en el transcurso de esta no dejan 
de perfeccionarse, estableciendo numerosas y complejísimas 
conexiones, entramados y asociaciones entre las de la corteza 
cerebral en función de las experiencias vividas.
Así pues, considerando lo anterior, estaríamos hablando 
de la posibilidad de tener existencia en diferentes focos cogni­
tivos: sensorial, emocional, motor, además de los puramente 
mentales (analítico, conceptual, relacional, creativo, etcétera), 
y que tal experiencia, conocida, entendida y comprendida, 
perm itiría el desarrollo intelectual de tal área en cuestión. 
Aunque, en mi modesta opinión, todas ellas serían, probable­
mente, habilidades de la misma.
Puede decirse que la inteligencia reside en la facultad de 
asociar los estímulos — el feedback— nuevos con la compe­
tencia inconsciente adquirida en el pasado, de integrar los de 
distintas clases y, sobre todo, de llevar a cabo actos de com ­
petencia conscientes no estrictamente iguales a otros ya reali­
zados anteriormente, teniendo como fundamente) elementos 
de conducta adquiridos por aprendizaje.
Pero claro, todo ello está en función a las necesidades y 
condicionamientos culturales. Uno de los mayores vicios de 
nuestra civilización, alimentada aquí por el fundamentalis- 
mo psicológico, es su obsesiva manía de medirlo todo, cuan- 
tificarlo, establecer plusmarca, generar competitividad: «Yo 
soy más, tú eres menos». ¿Quién es más inteligente, el que 
sabe hacer cálculos m atem áticos complejos de cabeza y 
gran velocidad aunque no sirva para nada — hoy en día hay 
m agníficas calculadoras— , o el que m aneja estrictam ente 
las cuatro reglas que u tiliza pero es un hábil y próspero
18 INTELIGENCIA EMOCIONAL CON PNL
comerciante? Por eso es por lo que digo, en la definición de 
inteligencia, que esta trata de la habilidad consistente en la 
disposición a modificar nuestras conductas con miras a con­
seguir un objetivo. Es, por tanto, la capacidad para disponer 
de múltiples y variadas alternativas que nos lleven a la meta 
prevista.
La inteligencia es algo así como el arte de gobernar y 
controlar la mente, y para gobernar y controlar es necesario 
llevar las reacciones automáticas al plano de la conciencia^
El descubrimiento reciente de que las emociones siguen 
un circuito diferente al de otros pensamientos para llegar al 
cerebro, nos apunta que muchas de las respuestas emociona­
les que tenemos van a ser costosas de manejar. Pero lo que sí 
podemos hacer es modificar la estrategia que las genera, o 
utilizar otra diferente.
¿Cómo podremos llevar a cabo este cambio? Aprendien­
do a tom ar nuestras propias decisiones. Sin embargo, para 
ser capaces de decidir correctamente, es necesario expandir 
nuestra conciencia, ya que esta es la parte de la mente donde 
se produce el proceso de la toma de decisiones.
Son muchas las personas que creen ser conscientes por 
el simple hecho de sobrevivir y disfrutar. N ada más lejos de 
la realidad, para ser conscientes hay que tom ar conciencia 
de nuestra conciencia. No es suficiente con utilizar nuestros 
canales de percepción (visual, auditivo, kinestésico, olfativo 
y gustatorio), sino de enterarnos de cuándo y cómo los utili­
zam os, y cu á le s de e llo s ac tú an y de cóm o lo hacen . 
Recuerda: Ser conscientes es tener conciencia de que so ­
mos conscientes.
Sin em bargo, actualm ente no podem os hablar de una 
única y exclusiva manifestación de la inteligencia, como uso 
adecuado de la conciencia, sino que esta se muestra en dife­
rentes y variadas áreas; algo así como si el don de la inteli­
gencia se encontrase en el hom bre de hoy fragm entado y 
dividido en múltiples subinteligencias. Para mí, la inteligen­
cia sería algo así como un sistema complejo compuesto de
LA INTELIGENCIA EMOCIONAL 1 9
m últiples subsistem as interactivos. En la m ayoría de los 
casos se aísla cada uno de esos subsistemas considerándolos 
elementos independientes del conjunto global, lo que lleva a 
una fragm entación y pérdida de efectividad holística. Tal 
vez, cuando hayamos alcanzado el nivel óptimo de evolución 
hum ana, entonces podríam os referirnos a la in teligencia 
como una unidad, la inteligencia unificada como una capaci­
dad aglutinadora de diferentes capacidades específicas que 
trabajan conjunta y simultáneamente.
'L a inteligencia, como la conciencia, llegan a ser manifes­
taciones de competencia inconsciente una vez que aprende­
m os a u tiliza rla s adecuadam en te . C uando el in d iv iduo 
adquiere la experiencia usando correctamente con disciplina, 
constancia y paciencia tales facultades, alcanza el grado de 
com petencia inconsciente en el aprendizaje, y entonces, y 
solo entonces, operará inteligentemente en cualquiera de las 
áreas. Y también podrá manejarlas consciente, cuando solici­
tem os una atención específica, un control o fiscalización 
deliberada, precisa y no reactiva.
El desarrollo humano, el crecimiento mental y la evolu­
ción van de la mano de la conciencia — y de su hija la inteli­
gencia— . Para que el poder de la inteligencia actúe, no es 
suficiente con desearlo, es imprescindible ejercitarla, practi­
carla, ya que, a pesar de su fuerza, se debilita fácilm ente 
influida por el am biente (lugar, momento y gente), por los 
estados internos (emociones) y por los condicionam ientos 
(program aciones m entales). A unque generalm ente toda la 
gente está de acuerdo con la idea de que el hom bre debe 
desarrollarse a todos los niveles, y, por tanto, ha de cambiar, 
muchas veces nos damos cuenta de la necesidad del cambio 
cuando ya es demasiado tarde.
Por todo ello es por lo que insisto que, si queremos pros­
perar, evolucionar, ser conscientes y alcanzar un alto índice 
de inteligencia — en el caso que nos ocupa, de la em ocio­
nal— , necesitam os salir de las rutinas y de la autom atiza­
ción, requiriendo para ello una autoobservación deliberada
2 0 INTELIGENCIA EMOCIONAL CON PNL
que nos facilite la identificación de esas program aciones 
negativas1 que inundan nuestra vida.
Una de las causas del estancamiento en el que se sume 
una gran p arte de la gente se encuen tra en el hecho de 
fomentar la «seudonaturalidad» — diría mejor animalidad— 
y la permisividad, actitudes ambas conducentes a la narcoti- 
zación^y división de la conciencia. Esto no es nuevo en la 
historia de la hum anidad, ha ocurrido siempre, y, si no se 
remedia, seguirá ocurriendo. No nos resultaría excesivamen­
te trabajoso encontrar referentes históricos respecto a las teo­
rías de la división de la conciencia; ya en los siglos xn y xm, 
en las obras de Hakim Sanai2 y R um i3, nos hablan explícita­
m ente de la fragmentación mental en el común de los morta­
les como anomalía evolutiva y los medios de que dispone el 
hombre para subsanarlo.
En la actualidad, la teoría contemporánea de la inteligen­
cia múltiple se debe en cierto modo a Howard Gardner, quien 
recogió el testigo de un predecesor de principios del siglo xx
1 L as p rogram aciones negativas son aquellos v icios o tendencias 
socialm ente adm itidos que im piden el desarrollo y la evolución hum ana. 
L a pereza, negligencia, gula, lujuria, avaricia, culto a la im agen, ansia de 
poder, fam a, etc., son algunas de ellas.
2 H akim Sanai, v iv ió en la p rim era m itad del sig lo xii en Persia. 
G ran M aestro y m ístico , cuya o b ra E l ja rd ín am urallado de la verdad 
(Ed. SU FI) es una m uestra evidente del conocim ien to psico lóg ico que 
ten ía del hom bre y de la R ealidad . Su p rincipal enfoque se cen tra en 
advertirnos de la necesidad de m atar el ego, pues sin esto es im posible 
alcanzar otros planos del conocim iento y de la evolución.
3 M ew lana Jalaludín Rum i, nacido en 1207 y m uerto en 1273, conside­
rado el más celebre y reconocido de los poetas sufíes que hayan escrito en 
lengua persa. Ha sido sin duda un m aestro espiritual de gran trascendencia. 
Su libro E l M asnaw i (Ed. Dervish International, Argentina) es su obra más 
importante. Se trata de un amplio poem a filosófico místico,de 45.000 versos 
repartidos en seis volúm enes Fue el fundador de la Orden M awlawis, que 
desde Konya (Turquía) se extendieron por todo el planeta. El libro Fihi ma 
f ih i (Ediciones del Peregrino, Argentina), es un com pendio de charlas y con­
ferencias del M aestro de Konya para com prender su enseñanza.
— Thurstone— , que a su vez bebía de fuentes mucho más 
antiguas.
No voy a entrar aquí a discutir si lo que Gardner llama 
«múltiples inteligencias» no son sino habilidades o talentos, 
o si fuese más útil fomentar la unificación en vez de la sepa­
ración. Lo que nos interesa a nosotros es el hecho de que en 
la actualidad se habla, se escribe y se alimenta la teoría de las 
diferentes inteligencias, y que una de estas es la emocional.
R etom ando las cuestiones que p lan teaba al inicio del 
tema: ¿Tiene entonces que ser em ocional la inteligencia? 
No, no confundamos; la inteligencia como facultad del hom ­
bre ha de estar al servicio — y cuando digo servicio me 
estoy refiriendo al m anejo adecuado— de cualquier aspecto 
de la naturaleza humana, ya sean las emociones, las relacio­
nes, el estudio o lo cotidiano, todo.
Indagando un poco dentro de todo ese múltiple paquete 
de «inteligencias» — que las escuelas psicológicas do. moda 
proponen— , escuchamos y leemos referencias sobre «inteli­
gencia práctica», esa inteligencia necesaria para resolver 
tareas cotidianas, que pueden ser imprecisas, imprevistasy 
que tienen varias soluciones; sobre «inteligencia académica», 
com o la capacidad de afrontar exitosam ente las pruebas y 
exámenes prescritos y que solo tienen una posible respuesta; 
sobre «inteligencia creativa», como la habilidad para afrontar 
y resolver eficazm ente situaciones nuevas o inesperadas; 
sobre «inteligencia social», como la pericia para gestionar 
con brillantez y desenvoltura cualquier situación social que 
se le presente, y sobre, cómo no, «inteligencia emocional», 
de la que entraremos en detalles.
Y ahora profundicemos un poco en la última de las pre­
guntas que nos hacíam os páginas atrás: ¿Qué es eso de la 
inteligencia emocional?
Pues bien, teniendo en cuenta todo lo dicho, podríamos 
definirla com o esa parte de la inteligencia que nos permite 
ser conscientes de las emociones: percibirlas, identificarlas, 
comprenderlas, manejarlas y expresarlas del modo más ade­
LA INTELIGENCIA EMOCIONAL 2 1
2 2 INTELIGENCIA EMOCIONAL CON PNL
cuado, en función del lugar, momento y personas implicadas. 
Otra variante de la anterior enunciación podría ser: conjunto 
de habilidades que posibilitan al sujeto alcanzar un equilibrio 
en sus estados internos, entre las que se encontrarían el auto­
dominio emocional, la motivación, la perseverancia, la disci­
plina y la comprensión hacia los otros.
Por tan to , la persona em ocionalm ente in teligen te es 
consciente de sí misma, vive en el aquí y el ahora, de forma 
que no permite que un acceso emocional destruya o altere su 
equilibrio. Este individuo posee una habilidad empática tal 
que le resulta fácil tam bién leer las em ociones ajenas; al 
conocerse a sí mismo y ser consciente de sí mismo, conoce a 
los demás. Es objetivo en la valoración de sí mismo cono­
ciendo sus flaquezas y fortalezas. Asume plenamente la res­
ponsabilidad de sus actos y mantiene su palabra con integri­
dad. Se esfuerza día a día por adquirir un mayor grado de 
excelencia personal y profesional, manteniéndose en la direc­
ción de sus objetivos y actuando con diligencia y precisión.
Esta facultad intelectiva, cuando es desarrollada, abre las 
puertas de la evolución consciente; por el contrario, y no te 
quepa duda, de que si sigues expresando tus emociones de un 
modo inapropiado, lo único que harás será empeorar la situa­
ción. Por todo ello, merece la pena tomar en consideración y 
comprometidamente el trabajo de llegar a ser auténticos due­
ños de nuestras emociones.
M aneja conscientemente tus emociones, para que ellas 
no te manejen a ti.
Son innum erables las alteraciones que se producen en 
nosotros cuando nos encontramos a merced de las em ocio­
nes. Estas provocan cambios radicales en los estados menta­
les, modifican los pensamientos, los recuerdos y la imagen 
que tenemos de las cosas. Son los diferentes yoes o mentes 
— fragmentación de la consciencia— que se solapan y mez­
clan sus reacciones alejándonos cada vez más de la realidad 
objetiva. Ya dije que las emociones no siguen el mismo reco­
LA INTELIGENCIA EMOCIONAL 2 3
rrido dentro del sistema nervioso que la información cons­
ciente y razonada, así que, mientras no se doma, posee una 
independencia y m ayor fuerza para controlar las reacciones 
del individuo dominándolo por completo.
Casi a diario, nos llegan trágicas noticias de alguna per­
sona, un adolescente, un modesto empleado, un inversionis­
ta, que tom a un arma y deja salir toda la furia contra sus 
semejantes; o de un vecino que m altrata, apalea, agrede e 
incluso asesina a su esposa, padre o hijos. Luego, resulta que 
nadie podía imaginar que esa persona — un buen alumno, un 
sencillo trabajador en paro, un honrado padre de familia— 
hubiera sido capaz de tal delito. ¿Qué ocurrió en la mente de 
estos seres? Es muy posible que jam ás se preocuparan de 
manejar correctamente sus emociones, y estallaron sin posi­
bilidad de intervención. Y cuando estas llegan al techo de la 
represión, revientan sin control, como el corcho de una bote­
lla de champaña cuando se la agita. Las emociones contradi­
cen los impulsos conscientes; ahí tenemos los ejemplos, pues 
si no, por qué nos molesta la actitud de ciertas personas aun 
sabiendo que su m ala educación no va con nosotros. Las 
emociones operan a escala subconsciente y están impregna­
das de condicionamientos de todo tipo, incluidos los genéti­
cos, a los que solo les importa la supervivencia. Pero en la 
actualidad — salvo las excepciones y el Tercer M undo— , la 
supervivencia está garantizada y en la m ayoría de nuestras 
interacciones no peligra, sin embargo, lafc emociones prim a­
rias surgen y se exteriorizan una y otra vez ocasionando infi­
nidad de trastornos relaciónales y sociales. M ientras estas 
em ociones prim arias sigan aflorando con tanta facilidad, 
poco nos diferenciamos de las bestias, y aún menos de nues­
tros antepasados los neandertales.
•En la estructura de ordenación mental, las emociones son 
el sistema organizador de la mente; en el momento que inter­
vienen, todo queda afectado. Si la inteligencia o conciencia 
— como queramos llamarle— no interviene y las vigila, con­
ducen a la mente hacia conclusiones determinadas en fun-
2 4 INTELIGENCIA EMOCIONAL CON PNL
ción a la satisfacción emocional del momento. Esto ocurre 
porque las emociones son programas para deliberar rápida­
m ente — cerebro antiguo y responsable de la superviven­
cia— , no cuestionan sus respuestas, dado que la aptitud es lo 
im portante en su organización. Uno de los elem entos de 
mayor importancia en el desarrollo de la inteligencia humana 
es su memoria, y esta se encuentra ligada fuertemente a la 
intensidad de nuestras emociones. Diferentes estudios reali­
zados avalan el hecho de que recordamos mejor las palabras 
o hechos que inducen a emociones que los que no lo hacen. 
Los traumas, por ejemplo, que quedan indeleblemente graba­
dos en nuestra memoria tienen su respuesta aquí.
Por ejem plo, el m odelo reim printing, que usam os en 
PNL para resolver conflictos que tienen su origen en situa­
ciones traumáticas, se basa en seguir la cadena emocional 
que los diferentes hechos vividos, con igual contenido emo­
cional eslabona, llegando así al prim er recuerdo origen del 
trauma! Freud decía que era imposible acceder a recuerdos 
que no tuvieran em parejada una cierta carga em ocional. 
Esto no quiere decir que tengamos que experim entar trau~ 
mas o conm ociones em ocionales para poder m em orizar, 
basta con la motivación — que es una emoción— , o la res­
ponsabilidad — que es otra— , para que la m em oria se acti­
ve. A m edida que la motivación es mayor, la memorización 
es más fácil y duradera; cuanto más responsable es de lo que 
em prende una persona, tanto m ayor será su capacidad de 
memorizar y recordar. No es necesario llegar a situaciones 
de gran im pacto em ocional para beneficiarnos del uso de 
nuestros estados internos. Este m ecanismo tiene com o fin 
— siendo como es muy antiguo— mantenernos en estado de 
alerta ante-situaciones de sim ilar naturaleza que pudieran 
presentarse. Así se estructuró en nuestros antepasados para 
prever las situaciones de riesgo y am enaza que podían poner 
en peligro la vida.
Es fácil observar que las emociones más fuertes suelen 
ser de tipo negativo — miedo, ira, alarma, etc.— , y la razón
LA INTELIGENCIA EMOCIONAL
i
2 5
es que están destinadas a proveernos de señales que nos ase­
guren la conservación, como individuos y como especie. Por 
el contrarío, las em ociones positivas suelen ser de m enor 
intensidad y de m enor tiempo de duración, ya que su adver­
tencia es de que todo marcha bien, y eso no afecta significati­
vamente a la supervivencia.
Podemos afirmar, entonces, que las emociones son como 
circuitos impresos, estrategias que organizan, en cierto modo 
y para muchos fines, nuestra mente, f
La mayoría de las personas han comprobado alguna vez 
en su vida que cuando las emociones son demasiado intensas 
producen todo tipo de distorsiones mentales: interfieren, blo­
quean, confunden, dificultany subjetivizan completamente 
la realidad. Un empleado puede ponerse excesivamente ner­
vioso ante la presencia de su jefe y com eter muchos más 
errores que de costum bre; una persona puede sentir tanto 
miedo infundado, que le impida salir a la calle; un individuo 
celoso creerá ver situaciones provocadoras donde no las hay 
y responder irracionalmente ante su pareja.
No creamos que todo en las emociones es contraprodu­
cente; los procesos mentales, como yo los planteo, aunque 
parten de nuestra identidad4, se organizan en torno a valores 
que se encuentran ligados a em ociones — cómo querem os 
que sean las cosas— . Estas aspiraciones o deseos son algo 
así como los valores vitales: tener hijos, vivir en el campo, 
desarrollarse com o persona, servir al prójim o, ser rico o 
famoso, etc. Es el sentido de la vida, una fuerte motivación 
que nos empuja a seguir hacia delante. La emoción o desemo­
ción que produce nos induce a aproximamos o alejamos de 
ese objetivo vital y es lo que nos mantiene firmes en la lucha 
o lo que nos arroja al abandono.
Las emociones — con frecuencia a pesar nuestro— jue­
gan un papel crucial en nuestra vida. Muchas veces estalla­
4 C onsiderando esta com o el conjunto de valores y creencias de una 
persona.
2 6 INTELIGENCIA EMOCIONAL CON PNL
mos en arrebatos de ira, aunque luego nos lamentamos; grita­
mos como energúmenos y más tarde nos disculpamos; nos 
tensamos y agitamos enrojecidos, cuando lo que deseamos es 
perm anecer tranquilos y relajados; al prim er contratiempo 
nos desmotivamos y abandonamos los proyectos. Las emo­
ciones están ahí, queram os o no, entroncadas en nuestro 
cerebro lím bico, y, en consecuencia, actuando sin control 
sobre nuestra vida según su criterio primitivo — o animal— , 
si no intervenimos sobre ellas. Aquí es donde ha de entrar en 
juego la inteligencia emocional. Nuestra evolución cerebral 
nos ha permitido llegar a poseer dispositivos lo suficiente­
mente poderosos para alcanzar el equilibrio, para incremen­
tar nuestras capacidades, para perm anecer ecuánim es ante 
los avatares de la vida y, en consecuencia, para mantener o 
recuperar nuestra salud total. Las emociones son como seña­
les que nos avisan, de nosotros depende el uso que hagamos 
de ellas. Si llegas a ser dueño de tus dispositivos cerebrales, 
podrás alzarte al punto de desees.
La herramienta más poderosa de que dispones para ello es 
la autoobservación, ese proceso consciente que consiste en 
ubicamos en segunda y en tercera posición perceptiva5, tal y 
como si nos viéramos desde los ojos de otra persona. Las posi­
ciones perceptivas o perspectivas mentales son las diferentes 
formas de analizar, experimentar o vivir cualquier experiencia 
presente, recuerdo del pasado o proyecto futuro. Se trata de la 
opción, que cada uno de los seres humanos tiene, para poder 
s itu arse en los espacios m en tales m ás idóneos en cada 
momentoJBstas diferentes perspectivas mentales son impres­
cindibles para comprender correctamente las relaciones inter­
personales, para damos cuenta que los otros también tienen su 
«razón», que es tan buena como la nuestra, y que nosotros no 
somos tan «maravillosos como creemos», y así nos abren las
5 Para m ás inform ación sobre las técnicas, véase el capítulo x i del 
libro, donde se estudia am pliam ente el tem a de las posiciones perceptivas.
LA INTELIGENCIA EMOCIONAL 27
I
puertas de la flexibilidad y de la comprensión. Son apasionan­
tes estas capacidades que tenem os los seres hum anos de 
poder colocamos en la segunda y, especialmente, en tercera 
posición perceptiva frente a nuestro propio «yo», ante los 
«otros», y frente a la situación o contexto en el que se desa­
rrolla la acción. Esta facultad de autoobservación y compren­
sión del prójimo nos habilita el camino que conduce al pro­
pósito de la revisión de las respuestas emocionales, que nos 
serv irá de base para posteriores e im portan tes cam bios. 
Cuando alcanzamos a vernos objetivamente (3.a) o desde los 
«zapatos ajenos» (2.a), comprendemos cómo afecta nuestra 
actitud a los demás, y la ineficacia o inutilidad de la mayoría 
de flu jos em ociona les in co n sc ien tes, y este es un paso 
imprescindible para la transformación, puesto que si no nos 
dam os cuenta, difícilm ente m odificarem os lo que no nos 
sirve o perjudica.
* En cualquier instante puedes desarrollar o practicar estas 
capacidades, y especialmente la de observación objetiva6 — la 
tercera posición— : percatándote de tu postura corporal, de tus 
propios pensamientos, viéndote cómo caminas, te mueves, 
hablas, cómo sostienes este libro, cuáles son los mecanismos 
que utilizas para pensar lo que estás pensando ahora mismo... 
y todo ello observándolo cómo si fueses un observador ajeno 
a ti mismo. Esta es una de las facultades que nos distingue de 
los animales, al permitirnos disociarnos de tal m anera que 
podamos ser espectadores de todo lo que hacemos.
5 V éanse los e jercicios que para desarro llar e sta habilidad vienen
descritos en el capítulo citado en la nota anterior.
II
Dinámica cerebral
Es el cerebro quien forma
parte del mundo material,
y no el mundo material quien forma parte del
cerebro.
H e n r i B e r g s o n
A u n q u e n o s e a del todo necesario saber de m ecá­nica para manejar un coche, no cabe duda de que si tenem os algunas nociones, aun siendo e le­mentales, cualquier avería nos resultará subsana- 
ble, o al menos sabremos a qué tipo de taller llevar el vehícu­
lo; no es lo mismo un fallo del sistem a eléctrico, que una 
rotura del em brague. Con el trabajo que nos ocupa ocurre 
algo similar; no necesitamos conocer fisiología cerebral, ni 
neurología, para llegar a ser dueños de nuestras opciones 
emocionales, pero siempre será mejor tener algunas nociones 
de los mecanismos que actúan para desencadenar los estados 
internos, no confundiendo la función orgánica con los proce­
sos mentales.
Quien no esté interesado en la fisiología cerebral puede 
muy bien prescindir de este capítulo e ir directam ente al 
siguiente.
3 0 INTELIGENCIA EMOCIONAL CON PNL
Con toda seguridad, en más de una ocasión habrás oído o 
leído que el cerebro controla el cuerpo. Esta es una frase bien 
sabida por todos, pero ciertamente mal utilizada. M uy pocas 
personas conocen los mecanismos de funcionamiento de la 
m áquina m ás poderosa que posee el hom bre. D igo muy 
pocas, porque incluso la mayoría de los especialistas en temas 
neurobiológicos y psicológicos no llegan a manejar, holística- 
mente, la dimensión del sistema cerebral. Esto, y no deja de 
ser una opinión personal, es debido a que los árboles impiden 
ver el bosque.
Las ciencias actuales parecen obsesionadas con el estudio 
de los componentes orgánicos, olvidándose con frecuencia de 
lo que realmente es importante: el cómo funcionan las cosas. 
Por supuesto que es importante conocer las piezas que forman 
una máquina, ya que en el caso de que haya una avería sabre­
mos cuál sustituir, pero ¿de qué nos sirve todo ello si desco­
nocemos la utilidad del artefacto? Se supone que las llamadas 
ciencias de la mente — léase psicología— deberían cumplir 
tal función, y, sin embargo, nos encontramos que dan muy 
pocas — por no decir ninguna— respuestas a la operativa que 
rigen nuestras funciones mentales. En el mejor de los casos, 
nos muestran exposiciones estadísticas con sus conclusiones, 
o experimentos de laboratorio con ratas, donde, como sabe­
mos, cada uno encuentra lo que busca. Además, ¿qué simili­
tud existe entre una rata y nosotros? Existe una curiosa anéc­
dota que viene muy bien para ilustrar estas previas afirmacio­
nes. En cierta ocasión un seudoerudito e investigador de un 
perdido pueblo del H im alaya viajó a Europa a realizar un 
estudio de los rituales religiosos que m ayoritariam ente se 
siguen en Occidente. Al regresar a su comunidad estas fueron 
sus conclusiones «científicas»: «Indudablemente, las gentes 
europeas son fervientes creyentes. Semanalmente, incluso en 
ocasiones variasveces en semana, acuden a sus templos. En 
todas las ciudades existen varios, algunos suntuosos y otros 
humildes, y algunos son de tal dimensión que pueden reunirse 
hasta setenta u ochenta mil fieles quienes incluso se desplazan
DINÁMICA CEREBRAL 3 1
cientos de kilómetros solamente para asistir al culto. La cere­
monia que allí celebran es altamente misteriosa y esotérica: 
una vez aposentados los asistentes, encienden las luces que 
iluminan el atrio tapizado de verde destinado al ritual, veinti­
dós oficiantes y tres maestros de ceremonia salen en proce­
sión ataviados de trajes multicolor; a partir de ese momento 
danzan y danzan frenéticamente sin parar durante dos perio­
dos al son de una flauta de una sola nota. El ceremonial debe 
tener tal trascendencia y misticismo, que los feligreses caen 
en frecuentes trances en los que emiten profundos gritos, unas 
veces de dolor y otras de alegría, los cánticos rituales también 
se suceden sin interrupción. Muchos de los asistentes son tan 
devotos que portan estandartes con alabanzas y agradecimien­
tos, y también se atavían con los mismos colores que portan 
los oficiantes. Cuando finaliza la ceremonia, todo el mundo, 
henchido de fervor, se retira a sus casas hasta la siguiente 
semana».
M uy rápidamente olvidamos que el mapa no es el territo­
rio, o mejor dicho, con qué impunidad pretenden imponemos 
como territorio los mapas personales. U na de las premisas 
básicas en el estudio de las técnicas de Programación Neuro- 
Lingüística en su vertiente Sistémica es la de procurar crear 
en los estudiosos de esta materia una completa visión de con­
junto, ya que somos inevitablemente un sistema dentro de sis­
temas cada vez mayores. Desde la organización del medio 
atómico molecular, hasta el gobierno humano completo como 
ser vivo, vam os integrando sistemas dentro de sistemas, y 
todos ellos están interrelacionados e interafectados. Como ya 
dijera Hermes Trismegisto hace ya más de 3.000 años: Como 
es arriba es abajo, lo de dentro es igual a lo defuera.
En el estudio de la PNL, al igual que con el modelo de 
perfeccionamiento de la inteligencia emocional y su adecua­
do uso, considero importante — aunque no necesario— una 
aproxim ación a los m ecanism os elem entales de funciona­
miento cerebral en el ámbito fisiológico, de modo que poda­
mos los neófitos en la materia tener una mejor comprensión
3 2 INTELIGENCIA EMOCIONAL CON PNL
de los procesos operativos de las técnicas que estudiaremos. 
Aunque bien es sabido que nosotros nos caracterizamos por 
ser experimentadores mucho antes que teóricos, buscamos el 
cómo sin importarnos en la mayoría de los casos el porqué. 
Hacemos bueno el dicho oriental de: Información sin expe­
riencia es igual que un asno cargado de libros.
Poco a poco, a través de las explicaciones y comentarios 
que realizaré a lo largo de todo el libro, podremos perfilar 
cada vez m ás la d inám ica in te rac tiv a del traba jo y sus 
influencias en las diferentes áreas del organismo vivo y del 
ser humano como globalidad personal y transpersonal.
Pero antes de continuar con la parte que nos atañe res­
pecto al desarrollo y dominio de esa inteligencia emocional, 
es conveniente, aunque sea de form a muy sim plificada ya 
que para nuestro fin poca importancia tiene, respondernos a 
la pregunta de:
¿CÓMO FUNCIONA NUESTRO CEREBRO?
El cerebro humano es el órgano más complejo de los que 
posee el ser humano. Tan sumamente complicado en su fun­
cionamiento, que en los albores del siglo xxi que estamos 
solo nos hem os aproxim ado un poco a los elem entos que 
desarrolla en sus procesos de funcionam iento. En muchas 
ocasiones se le ha comparado con un ordenador, pero esto no 
es más que una metáfora, un símil de los muchos que usamos 
cuando no conocemos bien algo. La m ayoría de las defini­
ciones que realizam os son m eras aproxim aciones de sus 
desempeños o dispositivos, por ejemplo: que el cerebro está 
formado por neuronas y estas están conectadas entre sí esta­
bleciendo una especie de programas automáticos capaces de 
ordenar y controlar las conductas m ecánicas precisas para 
realizar todo tipo de acciones. Esta definición, como ya decía 
anteriormente, es solamente una alegoría, una imagen. Y no 
olvidemos, pues, que toda metáfora tiene sus propias limita­
DINÁMICA CEREBRAL 3 3
ciones. Sin duda, tú puedes cambiar el programa del ordena­
dor cuando deja de serte útil. Te es suficiente con introducir 
un disquete ,con un nuevo programa y elim inar el anterior. 
Pero ¿verdad que no puedes hacer lo mismo con sus conduc­
tas indeseables o con los recuerdos no gratos? A pesar de 
todo, y en cierta medida, sí es posible, aunque casi nunca en 
el plano consciente. Es una parte de nuestro propio cerebro la 
que se encarga de ello, es el sistema límbico. No obstante, 
hay ciertos estados o conflictos internos que presentan mayor 
dificultad en la eliminación; pongo por ejemplo una fobia o 
un trauma infantil. A hí comienza la complejidad, ¿qué es lo 
que hace que esos tipos de experiencias no puedan ser trans­
formadas por nuestro cerebro o, al menos, no en todos los 
casos?
En las paginas siguientes, y dentro de los com plejos 
mecanismos, intentaremos — sin ánimo de ser pretenciosos e 
ilusos— dar ciertas claves de cómo nosotros consideramos la 
dinámica cerebral. Para ello, haremos una pequeña incursión 
inicial en lo que se conoce de los recientes descubrimientos 
respecto al funcionamiento de este complejo órgano.
Antes de nada, quiero que quede muy claro para todos 
los lectores — a fin de unificar los términos de referencia— 
la diferencia que para nosotros existe en ciertos conceptos, 
que muy a menudo se confunden al tratar temas relacionados 
con el cerebro y sus funciones.
Cerebro: Parte superior y anterior del encéfalo. Aunque 
en muchas ocasiones, cuando hablamos de él, nos estamos 
refiriendo al órgano completo.
Encéfalo: Gran centro nervioso contenido en el cráneo y 
que comprende el cerebro, el cerebelo y la médula oblonda o 
bulbo. Este sería el vocablo correcto para nombrar a todo el 
conjunto de órganos que albergamos en el cráneo y que cum­
plen múltiples funciones.
Mente: Facultad hum ana relacionada con la inteligencia 
o entendimiento, se asocia con una de las muchas funciones 
que tiene el cerebro, aunque esto no se puede asegurar. Es
3 4 INTELIGENCIA EMOCIONAL CON PNL
importantísimo no confundir la función con el órgano, ya que 
podrían existir la una sin el otro, y viceversa.
La Antropología nos cuenta que hace aproximadamente 
unos cuatro m illones de años surgió el prim er hom ínido 
parecido al hombre actual. Poco se distinguía en aquel enton­
ces de sus congéneres los animales más próximos, y como 
ellos se comportaban, depredando y defendiéndose como los 
demás. Lo que lo fue diferenciando poco a poco del resto de 
los animales era su capacidad para construirse herramientas y 
armas que le permitieran m ejorar su potencial de caza y pro­
tección. En la actualidad el hombre se diferencia totalmente 
del resto de las especies.
¿Qué es lo que obró para que solo fuese el hombre capaz 
de esta mutación? La respuesta a la pregunta aún hoy sigue 
sin contestación, o al m enos no tiene una que satisfaga a 
todos. Por ello nos surge otra cuestión: ¿Acaso el hombre 
estaba equipado en su cerebro de algo diferente que le permi­
tiera ser capaz de este desarrollo singular? Aquí hemos de 
contestar que, ciertamente, sí.
E l hom bre está dotado de in teligencia, im aginación, 
capacidad organizativa y de lenguaje muy elaborado con el 
que ha ido desarrollando complejos sistemas de leyes, reli­
giosos, científicos y filosóficos. H a sido capaz de generar 
entramados de creencias que le permiten estructurarse social­
mente y de establecer complicados dispositivos de relaciones 
hum anas, e incluso con el horizonte espiritual. Todo ello
DINÁMICA CEREBRAL 3 5
m erced a esa cualidad especial de la que hemos sido conferi­
dos y que nos dista del resto de los animales.
En este apartadodel presente trabajo pretendo solamente 
una superficial aproximación — puesto que no soy especia­
lista en la materia— a las complejas disposiciones e interco­
nexiones neurológicas y orgánicas, y poner al descubierto 
cóm o operan — según el conocim iento actual— . También 
veremos, y aportaré nuestra hipótesis, qué pasos son los que 
siguen, desde nuestro cerebro hasta su manifestación explí­
cita y tangible de las que somos capaces de ejecutar los 
seres humanos.
El sistema nervioso humano
Dentro de la neurobiología — la ciencia que estudia el 
sistem a nervioso hum ano— , aunque posea una tecnología 
muy avanzada, la m ayoría de sus conocim ientos son muy 
antiguos. Tanto la arqueología como la antropología nos han 
evidenciado que ya desde la época faraónica, o incluso antes, 
se realizaban importantes intervenciones craneoencefálicas. 
Posteriormente, en las culturas maya e inca también se con­
sumaban trepanaciones de cerebro, que cumplían diferentes 
funciones tanto religiosas como ornamentales o terapéuticas. 
Es probable, y así lo dem uestran códices, je ro g lífico s y 
petroglifos — aparte de la traumatología— , que de las cien­
cias médicas, la más investigadas por nuestros antepasados 
haya sido la relativa al cerebro. No obstante, los descubri­
m ientos más significativos son muy recientes, apenas un 
siglo, y hoy en día se siguen produciendo importantes avan­
ces en esta nueva especialidad.
Pero no teman mis amigos lectores, ya que para nuestros 
m odestos fines no entrarem os en las oscuras y com plejas 
profundidades de las estructuras orgánicas, sino tan solo 
proporcionaré unos apuntes que puedan servir de resumen o 
cuadro sinóptico.
3 6 INTELIGENCIA EMOCIONAL CON PNL
1 El sistema nervioso está formado por los nervios, cordo­
nes cilindricos que unen los centros nerviosos de los órga­
nos donde finalizan y de los que reciben y transm iten la 
información. Los nervios están compuestos de una especie 
de h ilo e léc trico : las neuronas co nectadas en tre sí por 
ensamblajes, llamados sinopsis. En su conjunto, vendría a 
ser algo así com o el sistem a de com unicación com puesto 
por todas las neuronas de los sistemas nerviosos periféricos 
y central, y que usan como medio de trasmisión elementos 
electroquímicos.
Esquema de un grupo de neuronas
El Sistema Nervioso Central (SNC) está compuesto por 
el cerebro y la médula espinal.
E l Sistema Nervioso Periférico (SNP) lo form a toda la 
compleja red de neuronas sensoriales y motoras que, partien­
do del sistema nervioso central, llegan a todo el cuerpo.
Las neuronas — que podríamos denominar como unida­
des básicas moleculares del sistema— están formadas, como
DINÁMICA CEREBRAL 3 7
otras células, por el núcleo, nucléolo, citoplasma y las pro­
longaciones, llamadas dendritas y un axón. Las dendritas son 
ramificaciones múltiples y cortas, m ientras que el axón es 
largo y recubierto en ocasiones de una especie de funda pro­
tectora de mielina. Los impulsos que transitan por las neuro­
nas se desplazan a m ayor velocidad que la de la luz, y son de 
naturaleza similar a la eléctrica.
Las neuronas sensoriales son las que transmiten la infor­
mación recogida por los órganos de percepción hasta el siste­
m a nervioso central. Las motoras son las que transmiten la 
información desde el sistema nervioso central hasta las glán­
dulas y los músculos del sistema motor.
A las conexiones entre neuronas, o entre estas y otros 
órganos, se les llam a sinapsis. Estos enlaces son los encar­
gados de conducir el flujo eléctrico transportado por una 
dendrita o un axón para que se produzca la señal o su inhibi­
ción, que es transformada, o, m ejor dicho, recibida en ese 
extremo por ciertas sustancias bioquímicas existentes en ese 
lugar, que se llam an neurotransmisores. En ese punto, los 
im pulsos eléctricos enviados por la neurona em isora son 
recibidos, organizados y sustituidos por la química — neuro­
transmisores— ; a este proceso de transformación de energía 
eléctrica en quím ica se lo denomina transducción. El tiempo 
que un impulso nervioso necesita para recorrer un axón es 
de aproximadamente 1 milisegundo, y el que necesita para 
rea lizar las neuro transm isiones de 50 m ilisegundos. La 
transducción es el momento en el que la información mental 
es transferida al cuerpo.
G enéricam ente, a los neurotransm isores se les conoce 
tam bién como m oléculas m ensajeras o m ensajeras prim a­
rias, algunas de estas son muy conocidas e intervienen en la 
m ayoría de nuestros estados internos o emociones más fre­
cuentes (la adrenalina, cortisol, dopamina, endorfina, etc.).
En el gráfico que viene a continuación puedes ver un 
esquema de sinapsis y los puntos en los que se lleva a cabo la 
transducción de impulso eléctrico a química orgánica.
3 8 INTELIGENCIA EMOCIONAL CON PNL
El sistema nervioso periférico lo com ponen otros dos 
subsistem as, que son el sistem a nervioso esquelético y el 
autónomo. El primero controla los movimientos voluntarios 
de los músculos esqueléticos, es decir, de los responsables 
del movimiento consciente. El segundo controla las glándu­
las y musculatura interna, y aunque actúa inconscientemente, 
podemos provocar conscientemente también sus movimien­
tos. Este últim o sistem a está dividido a su vez en sistema 
nervioso simpático y parasimpático ; el simpático actúa como 
excitante para la acción, y el parasimpático como relajante de 
la misma.
DINÁMICA CEREBRAL 3 9
Sistem a nervioso 
esquelético o somático
Nervios espinales
A ferentes de órganos 
sensoriales
E ferentes a los músculos 
Nervios craneales 
A ferentes de órganos 
sensoriales
Eferentes a los músculos
Sim pático'
Torácico
Lumbar
S is t e m a n e rv io s o p e rifé r ic o
(k
Sistem a nervioso 
autónom o
Rama simpática
Nervios espinales 
(tórax y lumbares) 
Ganglios simpáticos 
Rama paraslm pática 
Nervios craneales 
Nervios espinales 
(región sacra)
Ganglios parasimpóticos
Parasimpático
Craneal
Sacro
El sistema nervioso central
El encéfalo está formado por tres áreas: prosencéfalo, 
m esencéfalo y rom bencéfalo . E l p rosencéfa lo rodea los 
ventrículos laterales y el tercer ventrículo, y lo com ponen el 
telencéfalo y diencéfalo. El telencéfalo alberga la corteza 
cerebral, el sistem a límbico y los ganglios básales. La cor­
teza cerebral se organiza en lóbulo frontal, parietal, tem po­
ral y occipital. La hendidura central separa el lóbulo frontal 
en dos paites, este está especializado en el control de los 
movimientos y su planificación, m ientras que los restantes 
lóbulos tienen que ver con la percepción sensorial y el 
aprendizaje. El sistem a límbico, como veremos más adelan­
te, y que incluye la corteza lím bica , el h ipotálam o y la 
am ígdala (o alm endra), es el responsable de los procesos 
emocionales, y tam bién está relacionado con el aprendizaje 
y la memoria. Los ganglios básales participan en la gestión
4 0 INTELIGENCIA EMOCIONAL CON PNL
del movimiento. El diencéfalo lo forman el tálamo — inter­
cam bia inform ación con el córtex— y el hipotálam o, que 
controla el sistem a endocrino y m odula cierto tipo de com ­
portam ientos. El m esoencéfalo lo forman el tectum y el teg- 
mentum, relacionados con las funciones auditivas y visua­
les y el sueño, respectivam ente. El rom bocéfalo lo forman 
el cerebelo, la protuberancia y el bulbo raquídeo. La m édu­
la espinal es algo así com o la .gran vía inform ativa por la 
que fluye las com unicaciones en tre el sistem a nervioso 
periférico y el cerebro.
Inseparablemente conectado con todo el sistema nervio­
so se encuentra el sistema endocrino y las correspondientes 
glándulas endocrinas generadoras de horm onas, y que se 
podría considerar como la segunda autopista de información 
orgánica, siendo garante de ciertos e importantes tipos de
DINÁMICA CEREBRAL 4 1
comunicación. Una de las glándulas de m ayor importancia 
es la pituitaria, situada en la base del cerebro y bajo el con­
trol del hipotálamo, influye en ciertomodo al resto de las 
glándulas del sistema.
Como ya hemos visto, el bulbo raquídeo es la termina­
ción de la m édula espinal que entra en el cerebro, conduce 
la información nerviosa de todo el cuerpo hasta el cerebro a 
través del tálamo que vigila algunas de las funciones vitales 
del hom bre, com o el ritm o card iaco , la resp iración , los 
ciclos de sueño, el hambre y la sed. El hipotálamo , junto al 
anterior, es el gran subsidiario de la transducción general de 
la comunicación entre la mente y el cuerpo a través del sis­
tema hipotalámico-hipofisárico que actúa vía SNA, sistema 
endocrino e inmunológico. De algún modo, se puede decir 
que es de quien depende la m ayor parte de los programas 
innatos.
El cerebelo, dentro de la com pleja estructura cerebral, 
coordina los movimientos de nuestros músculos, facilita la
4 2 INTELIGENCIA EMOCIONAL CON PNL
ejecución de los movimientos complejos con una total sin­
cronización. Podemos considerarlo como el registro de los 
ap rend izajes conductuales, ya que, una vez adquirida la 
com petencia consciente, es quien ejecuta las conductas de 
com petencia inconscien te . N uestro cerebro se encuentra 
divido en dos hem isferios conectados entre sí por una red de 
fibras nerviosas denominado cuerpo calloso. Ambos hem is­
ferios — llamados derecho e izquierdo— son prácticamente 
sim étricos y poseen funciones claramente diferenciadas.
Nuestras hipótesis del funcionamiento cerebral
Ateniéndonos al estudio que nos ocupa, sabemos que el 
hom bre utiliza su cerebro y su com pleja red neural como 
feedback al ambiente, es decir, para responder en el medio en 
el que se desenvuelve. U na de las funciones, tal vez la princi­
pal, es la de buscar y establecer el equilibrio orgánico. En el 
ser hum ano ese equilibrio equivale a salud, y a ciertos esta­
dos em ocionales tales com o la tranquilidad, serenidad, paz, 
sosiego, etc.
La naturaleza nos ha dotado de los adecuados sistemas 
orgánicos que permiten actuar para reestablecer el equilibrio. 
Hay grupos de neuronas especializados en detectar las varia­
ciones del entorno y transm itir estos cambios — que les lle­
gan a través de los órganos sensoriales— a los sistemas res­
ponsables de responder a las mismas. También hay neuronas 
que velan por el equilibrio psicoquímico del interior (home- 
ostasis) y que nosotros lo traducimos en deseo de paliar las 
necesidades orgánicas básicas: ham bre, sed, necesidad de 
evacuar, etc. Una vez que cualquiera de estas dos informa­
ciones suministradas llega a su destino, el cerebro transmite 
las órdenes correspondientes a las cadenas musculares o a los 
órganos correspondientes para responder al aviso y restable­
cer el equilibrio. Como ya dijimos, el cerebro humano es el
DINÁMICA CEREBRAL 4 3
órgano más evolucionado de la creación — si no se demues­
tra lo contrario— , el único de entre los seres vivos capaz de 
unir trozos de información procedente de sus percepciones 
sensoriales, y gracias a la capacidad asociativa de su corteza 
cerebral, desarrollar estrategias operativas y de pensamiento 
para elaborar conceptos y abstracciones, pudiendo valorar, 
construir objetos y manejar mecanismos complejos más allá 
del adiestramiento conductual — propio de los animales— o 
de las respuestas innatas — comunes también a las plantas.
Podríamos afirmar, como hecho curioso en la naturaleza 
humana, que somos algo así como la recapitulación o el com­
pendio de la evolución de las especies. Ello se debe a que 
poseemos una estructura cerebral triple, o lo que sería igual, 
tenemos tres cerebros muy diferentes en su funcionamiento, 
teniendo que trabajar unidos y comunicarse entre ellos. Estos 
tres cerebros, según investigaciones difundidas y aceptadas a 
partir de la mitad del siglo pasado, serían: un cerebro prim iti­
vo, el más antiguo, tal y como el órgano original sobre el que 
evolucionó el resto. Podría equipararse al que poseen los rep­
tiles, los peces y otras especies inferiores. El segundo cerebro, 
el antiguo, siguiente en la escala darviniana, heredado de los 
primeros mamíferos, y que posiblemente entrara en acción a 
finales del M esozoico — hará entre 141 y 38 m illones de 
años— . El tercer cerebro, o reciente, similar al de muchos 
mamíferos actuales, pero algo más evolucionado, gracias a su 
corteza cerebral y al lóbulo frontal con sus características.
Aunque esta distinción no sea del todo científica, a nosotros 
nos resulta útil y simplificadora para identificar y aglutinar 
los diferentes desempeños cerebrales y sus áreas com prom e­
tidas.
° Lo que llamamos cerebro primitivo o reptilíneo — por su 
similitud con el de los reptiles— lo compondrían el bulbo 
raquídeo, la protuberancia y el mesoencéfalo. Parece ser que 
este grupo orgánico archiva las tácticas de supervivencia 
tanto individual como de especie, planes estos que no se alte­
ran ni modifican. Esta parte registra las estrategias y progra­
4 4 INTELIGENCIA EMOCIONAL CON PNL
mas de vida tanto innatas como aprendidas. Los recuerdos 
aquí archivados son únicamente los del momento que vive. 
Este cerebro responde de form a refleja en situaciones de 
estrés y de peligro inminente. Una parte muy importante del 
93 % del lenguaje no verbal procede de este tipo de respues­
tas automáticas. Al m anejar programas muy primitivos, no 
sabe cómo realizar los cambios, ni cómo hacer frente a las 
situaciones nuevas.
El cerebro reptilíneo es la sede de cinco conductas huma­
n as7 básicas:
• Ejecutar actos reflejos.
• Construir y llevar a efecto las estrategias de evitación, 
huida y ataque.
• Imitación de modelos.
• Comportamientos compulsivos.
• Realización de rutinas.
Cerebro límbico o antiguo , y todo el sistema límbico en 
su conjunto, permiten en el hombre una mejor adaptación a 
las fluctuaciones del entorno, a atender mejor las necesidades 
del momento. Permite, con la ayuda del lóbulo frontal, que es 
su pro longación, que nos adaptem os m ejor socialm ente. 
Podría ser — según aseveran algunos teóricos— el lugar 
donde archivamos las estrategias de nivel superior, como son 
las creencias y valores que están directamente conectados con 
el desarrollo emocional. Es una especie de filtro selecciona- 
dor de la información que llega al córtex. Una de sus preben­
das más conocidas es la emocional, ya que es donde — parece 
ser— orgánicam ente se desencadenan. Fundam entalm ente 
opera dicotómicamente, dividiendo los hechos o experiencias 
en agrado — atracción— y desagrado — rechazo— . Todos los
7 Según los investigadores P. D. M acLean y R. Guyot.
DINÁMICA CEREBRAL 4 5
aspectos de la actividad humana relacionados con las emocio­
nes tienen su sede en el sistema límbico: pasiones, motiva­
ción, bases de la personalidad, atención, etc. Sus mecanismos 
de comprensión son totalmente analógicos y, por tanto, los 
argumentos verbales carecen de validez para él.
Ambos cerebros descritos, el límbico y el primitivo, están 
conectados, y com binan y m ezclan inform ación interior y 
exterior. Para el uno y el otro, lo que se imagina tiene tanto 
valor como un hecho real, lo que explica que una emoción 
fuerte bloquee la razón y la comprensión.
El cerebro m ás evolucionado es el córtex, o cerebro 
m am ífero reciente, que tam bién com partim os con algunas 
especies animales, aunque lo que nos diferencia de estos es 
el m ayor perfeccionamiento del lóbulo frontal. Lo que esen­
cialmente aporta este último cerebro es la capacidad de razo­
nam iento, análisis, creatividad, intuición, lenguaje verbal, 
conciencia y, por tanto, capacidad de elección. Este cerebro 
no responde a los estados emocionales, por lo que se le con­
sidera como frío y calculador.
4 6 INTELIGENCIA EMOCIONAL CON PNL
Cuando el ser humano llega a unificar los tres cerebros y 
los utiliza de forma secuencial y simultánea, le permite reali­
zar dos acciones esenciales:
• Intervenir sobre el entorno en respuesta a los estímu­
los del m edio exterior tales como las variaciones de 
temperatura, luminosidad,volumen del sonido, varia­
ciones mecánicas, químicas, electrostáticas, etc., inten­
tando paliar del m ejor modo posible las deficiencias 
detectadas.
• Procurar un estado de bienestar al organism o que le 
corresponde, obteniéndolo por el equilibrio del medio 
interno, llamado homeóstasis. Busca identificar aque­
llo que le ocasiona incomodidad o displacer, tratando 
de suplir y hacer frente a la alteración con el fin de 
recuperar el estado de armonía y bienestar.
Además de este conjunto de acciones, la coordinación 
tricerebral permite:
Adquirir una imagen interior y exterior, para:
• Crear objetos y conceptos.
• Memorización de experiencias y estrategias de apren­
dizaje, de decisión, organización, etc.
• Creación de estructuras imaginarias.
• C onstrucción del «sí mismo», autoim agen o afirm a­
ción del yo.
• Equilibrio y objetividad ante los deseos de satisfacción 
o recompensa, y de venganza o de castigo.
El mecanismo básico y primitivo de deseo de satisfacción 
provoca la repetición de todas aquellas acciones gratificantes 
para el individuo, y se consolida formando un circuito de cone­
xiones neuronales. Por otra parte, el deseo de venganza, recha­
zo o castigo funciona de forma inversa al anterior. Estas expe-
DINÁMICA CEREBRAL 4 7
riendas son memorizadas como comprometedoras del equili­
brio interno, y en consecuencia son evitadas. Si la acción, el 
combate o la huida, incluido lo imaginado, es imposible, entra 
en funcionamiento el sistema inhibitorio de la acción.
Conducta
Esquema de la organización cerebral
Para que exista una acreditada inteligencia emocional, o, 
lo que sería lo mismo, para utilizar perspicaz y humanamente 
las emociones, y poder diferenciarnos así de los animales, el 
cerebro reptilíneo, el límbico y el córtex deben trabajar en 
sintonía. Esto acontece en el momento que hacemos cons­
cientes y reflexivas las sacudidas emocionales, requiriendo 
para que esto ocurra un conocimiento de las estructuras inter­
nas que subyacen en la identificación de una emoción especí­
fica. Una vez determinada la emoción, y haciendo explícitas 
sus estrategias — o programas neurolingüísticos— , seremos 
capaces de transformar una expresión inútil o contraprodu­
cente en algo útil y eficaz.
Solo las personas superficiales necesitan 
años para verse libres de una emoción. Un hom­
bre dueño de sí mismo puede poner término a un 
dolor con la misma facilidad que puede inventar 
un placer.
O s c a r W il d e
4 8 INTELIGENCIA EMOCIONAL CON PNL
Estas palabras previas de Oscar Wilde nos dan un toque 
de atención para que reflexionemos a cerca de nuestra res­
ponsabilidad en el manejo de los estados emocionales.
M ucha gente, aquellas personas superficiales, estúpidas o 
trastornadas psíquicam ente, afirm a que no puede controlar 
sus em ociones, que los demás son los responsables de sus 
alterados estados de ánimo, que son así porque así los hizo la 
Naturaleza, y que nunca podrán cambiar. Este tipo de indivi­
duos son los condenados al fracaso, a la m arginación o el 
abandono. ¿Qué ocurre cuando nos encontramos ante alguien 
descontrolado em ocionalm ente, histérico, desequilibrado? 
¿Cómo nos sentimos ante la presencia de aquellos que gritan 
desaforadam ente o se enfurecen por no conseguir lo que 
aspiran en el momento que lo pretenden? Todas esas reaccio­
nes de animalidad denotan el arcaico estado de sus portado­
res. Aunque en m enor m edida a la generalidad hum ana le 
sucede algo parecido. No llegan a tales extrem os, pero se 
encuentran subyugados por los vaivenes y caprichos de sus 
em ociones — no tan desorbitadas com o las anteriorm ente 
descritas— , pero que se les avientan al dominio consciente. 
Cómo nos explicamos si no, los cambios de hum or provoca­
dos por ciertas situaciones: esos enfados reprimidos, envidas, 
ataques sutiles de celos, depresiones, ansiedades, frustracio­
nes, desengaños, aburrimientos, etc. Tal vez a ti no te sobre­
venga de form a dramatizada, pero no olvidemos nunca que 
las em ociones son el com bustible de nuestras acciones, lo 
que ocurre es que en ocasiones el carburante se quema inútil­
m ente, en otras la propia ignisción es la que controla a la 
máquina, y en muchas otras intoxica al conductor.
Lo que vamos a aprender en este libro es a ser dueños de 
nuestras opciones em ocionales, a conducir nuestra propia 
vida, a desarrollar una auténtica y genuina inteligencia emo­
cional, a evitar que se desencadenen estados internos de 
negatividad e ineficacia, y conseguir con ello ser más felices, 
vivir una existencia plena y rica de experiencias genuinas y 
variadas.
DINÁMICA CEREBRAL 4 9
Los últimos descubrimientos de la biología y la neuro- 
biología han sido tan fascinantes que poco a poco nos esta­
mos acercando al conocimiento de nuestras enormes capaci­
dades. El ser hum ano dispone de los recursos personales 
internos para llevar a cabo cualquier perm uta que desee 
hacer en su vida, en su mente y, por supuesto, con sus em o­
ciones. Aunque aún es posible que tan solo estemos utilizan­
do el 10 % de nuestro potencial, y, como decía Albert Eins- 
tein, ese 10 % en el caso de los genios.
El doctor Robert E. O rnste in8 afirm a que los cambios 
evolutivos sufridos en el hombre desde el Neardenthal hasta 
la fecha de hoy han sido mínimos, estos son los que nos dife­
rencian de los animales, y en el estado presente de la hum a­
nidad — salvo raras excepciones— , nuestra distancia de los 
simios es bastante escasa, por lo que es muy posible que para 
proseguir nuestro proceso evolutivo tengamos que dar más 
de un paso en la dirección de ser dueños de nuestros estados 
y procesos internos.
Sabemos que una de las leyes de la Naturaleza que está 
presente en todos nosotros, es la de autoconservación, que 
funciona en el organismo humano cuando no interceptamos 
su flujo natural. También sabemos que el organismo repone 
diariamente los entre 250.000 y 750.000 millones de células 
que mueren en nuestro cuerpo. Por ejemplo: los glóbulos 
blancos se renuevan cada diez días aproxim adam ente; la 
constitución celular del páncreas se reem plaza cada veinti­
cuatro horas; las proteínas del cerebro, en su 95 %, lo hacen 
alrededor de cada 28 días. C onocem os que la capacidad 
reparadora del organismo es sorprendente. Hay mecanismos 
enzimáticos que son capaces de reparar cadenas enteras de 
ADN, reproduciendo las partes dañadas. Pero de todas las 
capacidades regenerativas del ser humano, la más significati­
8 Véanse las publicaciones de este autor: P sicología de la Conciencia, 
Editorial Edaf, y La evolución de la conciencia, EM ECE.
5 0 INTELIGENCIA EMOCIONAL CON PNL
va es la reproducción. En este caso, en lugar de sustituir par­
tes se realiza una especie de «superreparación», algo así 
como reemplazar el organismo en su totalidad. El organismo 
sabe que no vivirá siempre, y se autoperpetúa reproduciéndo­
se y transfiriendo sus instrucciones, sus códigos genéticos y 
el modelo para realizar programas diferentes y más perfec­
tos. Es otra ley natural que domina el universo vivo, las plan­
tas y los animales, al igual que nosotros buscamos perma­
nentem ente su procreación y de ese modo m antener en la 
vida aquello que cada individuo ha logrado. Sin embargo, 
somos muy diferentes del resto de la creación. La especie 
humana posee una fuente casi inagotable de capacidades que 
puede — y debe— d esa rro lla r p ara a lcanzar su m áxim a 
expresión com o ser privilegiado del universo. Tenemos la 
obligación, como seres superiores — que deberíamos ser— , 
de tomar las riendas y alcanzar las altas cotas que nuestras 
cualidades nos permiten. Una de estas facultades, posible­
mente la más sorprendente de las que posee el hombre — y la 
mujer— , es la especialización alcanzada por nuestro cerebro. 
Nuestro cerebro, dotado de inteligencia, nos da un poder más 
allá de lo que los demás seres creados poseen. De ti depende, 
y solo de ti, el uso que de ella hagas, la parábola de los talen­
tos sigue vigente.
III
La generaciónde estados y emociones
Mientras usted utilice pensamientos que lo 
atraen o repelen con el solo propósito del estí­
mulo, solo estará vivo a medias. También coo­
pera en mantenerse entrenado para ser condi­
cionado por otros.
Id r ie s S h a h
E
n e s t a s e c c i ó n procuraré poner en claro cóm o 
consideram os en PN L que se generan nuestros 
estados internos o emociones. Pero para tener una 
visión y entendim iento lo más objetivo posible, 
vamos en prim er lugar a conocer qué nos dice la psicología 
tradicional acerca de su consideración tocante a la genera­
ción de una respuesta emocional. Para los teóricos oficialis­
tas, una emoción está constituida por tres tipos de com po­
nentes: conductuales, reactivos y hormonales. Respecto a las 
conductas, estas consisten en respuestas musculares acordes 
con el hecho que las provoca. Por ejemplo, un gato que se 
siente amenazado adopta inmediatamente una postura defen­
siva, se eriza, saca las garras y bufa. Si el agresor no se retira, 
el felino saltará y atacará o saldrá corriendo. Las respuestas 
reactivas facilitan las conductas y una inmediata activación
5 2 INTELIGENCIA EMOCIONAL CON PNL
de energías para poder actuar con rapidez y brío. En el orga­
nismo del gato, en tal circunstancia, se produce un aumento 
de la actividad simpática y una disminución de la parasimpá- 
tica, lo que hace que aumente el ritmo cardiaco, se contrai­
gan los vasos sanguíneos de ciertos órganos para aumentar el 
suministro de sangre a los músculos que requieren más ener­
gía. Por su parte, la segregación hormonal acrecienta la reac­
ción autónoma debido a la adrenalina vertida por la glándula 
suprarrenal que facilita la conversión y asimilación de la glu­
cosa que requieren los músculos para la actividad defensiva. 
Las investigaciones de laboratorio llevadas a cabo han con­
cluido que la estimulación de ciertas áreas del cerebro puede 
provocar reacciones en los animales en dirección de huida o 
a taque, conductas que se re lac ionan con las em ociones 
m iedo o rabia. Com o vim os líneas atrás, em ociones tales 
como las citadas tienen tres componentes: conductual, reacti­
vo y horm onal, y cada uno de ellos dirigido por sistemas 
neurales diferentes, por lo que para que actúen al unísono se 
requiere un centro coordinador, y este es la amígdala. La 
amígdala (también llamada «almendra»), situada cerca de la 
región del ventrículo lateral del lóbulo temporal, desempeña 
un papel especial en las reacciones fisiológicas relativas a la 
supervivencia: comida, sexo, defensa, etc. Diferentes indaga­
dores han detectado la activación de la am ígdala frente a 
estím ulos em ocionales de cierta intensidad. Tam bién, la 
amígdala está ligada a los efectos de las feromonas sobre la 
fisiología y reproducción. Son muchas y variadas las influen­
cias investigadas por el complejo amigdaloide en el control y 
aferencia-eferencias de otras funciones orgánicas, pero lo 
que más nos interesa aquí es su implicación en las respuestas 
emocionales. El núcleo central de la «almendra» influye en 
reg iones del h ipotálam o, m esoencéfalo , p ro tuberancia y 
bulbo responsables de la expresión de los diversos compo­
nentes de las respuestas emocionales. Es también la región 
más importante del encéfalo para la expresión de las respues­
tas em ocionales provocadas por estímulos hostiles, ya que
LA GENERACIÓN DE ESTADOS Y EMOCIONES 5 3
cuando se presentan estos hay un aumento tanto de la activi­
dad neural como de la producción de ciertas proteínas liga­
das a tales respuestas. Una lesión del núcleo central de la 
am ígdala reduce o suprime un amplio rango de conductas 
emocionales y de respuestas fisiológicas, tales como signos 
de miedo, menor estrés, etc. En cambio, cuando la amígdala 
es estimulada se m uestran signos fisiológicos y conductuales 
de miedo pudiendo llegar a producir enfermedades de tipo 
gástrico com o consecuencia del estrés. Las neuronas del 
núcleo central de la amígdala envían axones a regiones cere­
brales responsables de la expresión de varios componentes 
de las respuestas em ocionales. Este resulta especialm ente 
importante para el aprendizaje emocional relativo al ataque- 
huida.
El aprendizaje emocional es muy importante en lo que 
respecta a la supervivencia; ciertos impactos externos produ­
cen automáticamente reacciones de miedo; por ejemplo, rui­
dos intensos inesperados, la aproximación de un animal de 
gran tamaño, las alturas o sonidos concretos. Pero, lo que es 
más im portante, podem os aprender que una determ inada 
situación es peligrosa o amenazadora. Cuando la competen­
cia inconsciente se asienta — aprendizaje— , nos asustaremos 
cuando nos encontremos con una situación similar mostran­
do todos los signos fisiológicos que lo acompañan. Se produ­
ce, pues, una respuesta emocional condicionada cuando un 
estímulo neutro se asocia a otro que provoca otra reacción 
emocional adversa o no. (En PNL llamamos a eso anclaje.)
Por ejemplo, imaginemos que vamos a visitar a un fam i­
liar y estamos subiendo en el ascensor a su casa, y, al poco de 
emprender el ascenso, comienza a hacer un extraño ruido para 
a continuación, dando trompicones, terminar por pararse entre 
dos plantas. Allí quedamos encerrados y sin luz durante una 
hora, generando en nosotros la consiguiente sensación de 
agobio, falta de aire e incluso claustrofobia. Toda nuestra 
fisiología se pone en guardia activando el sistema nervioso 
autónomo y la consecuente segregación de hormonas relacio­
5 4 INTELIGENCIA EMOCIONAL CON PNL
nadas con la ansiedad y el estrés. A los pocos días volvemos 
a casa de este familiar y, aunque previamente nos aseguró 
que el ascensor estaba arreglado, el solo hecho de subirnos 
en él nos pone nerviosos, pero hacemos caso omiso y subi­
mos en el aparato. Al arrancar, vuelve a hacer el mismo chi­
rrido que hizo el día que nos quedamos encerrados. ¿Cuál 
sería nuestra respuesta? Con toda probabilidad, provocaría 
una reacción similar a la experim entada anteriormente, aun­
que ahora no se detuviera, volveríamos a experim entar dila­
tación pupilar, aumento del ritm o cardiaco, y en nuestras 
glándulas endocrinas reaparecería la segregación hormonal 
relacionada con el estrés. En otras palabras, el ruido activa­
ría el anclaje y daría lugar a una respuesta emocional condi­
cionada.
Sin embargo, cuando un individuo aprende a ejecutar una 
respuesta específica — distinta de la anterior— para evitar el 
estímulo disparador hostil, la mayoría de las emociones vincu­
ladas acabarán desapareciendo. Es decir, si el organism o 
aprende una replica para afrontar eficazm ente la situación 
provocadora, las respuestas em ocionales rio se desencade­
nan. Aunque la mayoría de las investigaciones de laboratorio 
en este campo han sido realizadas con animales, una gran 
cantidad de datos indican que la amígdala está involucrada 
en respuestas emocionales en humanos. Diferentes estudios 
sobre extirpaciones y manipulaciones de la amígdala ponen 
de m anifiesto la inhibición o activación de cierto tipo de 
emociones.
Existen indagaciones muy interesantes que tiene mucho 
que ver con las teorías vertidas por la PNL respecto a la 
generación de emociones que fueron realizadas por Angrilli 
(1996) y Cahilí (1995). El primero observó que la reacción 
de susto de un hombre con una lesión localizada en la amíg­
dala derecha no se veía incrementada por la presencia de una 
emoción desagradable. Comprobó también que la respuesta 
de alarma provocada por ruidos repentinos es más intensa en 
las personas cuando están mirando fotos desagradables que
LA GENERACIÓN DE ESTADOS Y EMOCIONES 5 5
cuando miran fotos de contenido n eu tro 9. L a lesión de la 
amígdala interviene en los efectos de las emociones sobre la 
memoria. Normalmente, cuando una persona vive aconteci­
mientos que producen un impacto emocional intenso, es más 
probable que recuerde esos acontecim ientos que aquellos 
otros con baja señal emocional. Por su parte, la indagación 
de Cahilí

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