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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES ACATLÁN EL SUICIDIO: UN ESTUDIO SOCIOLÓGICO DE LOS MENSAJES PÓSTUMOS. TESIS QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE LICENCIADO EN SOCIOLOGÍA PRESENTA VÍCTOR MANUEL GÓMEZ PATIÑO. ASESOR: DR. VÍCTOR ALEJANDRO PAYÁ PORRES. ABRIL 2012. UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. Agradecimientos. A mis padres, por el apoyo y confianza que me han brindado, no sólo para dar término a este proyecto, sino a lo largo de toda mi vida, a ellos mi más sincero y eterno agradecimiento y admiración; el apoyo y estar presentes en mi vida son cosas a las cuales no se les puede asignar valor alguno, lo menos que puedo hacer es corresponder a ello de esta forma. A mí familia, que son parte importante de este trabajo, alentándome a que no desista y quede a medio camino en cualquier empresa que emprenda, con sus altas y bajas; pero al final, el resultado y el producto del trabajo es gratificante, generando una sensación de que se puede dar más y que se deben alcanzar metas de nuevos proyectos. Mi más sincero agradecimiento a mi asesor, maestro y amigo, el Doctor Víctor Alejandro Payá, por la confianza brindada y permitirme formar parte de los diversos proyectos de investigación; por sus valiosas observaciones, aportaciones y las charlas que permitieron dar forma a este trabajo así como generar muchas de las ideas expresadas en el presente escrito, para él mi completa admiración; persona comprometida en el quehacer sociológico, actividad reflejada en la docencia y en las diversas investigaciones sobre situaciones y conflictivas sociales en grupos a través de la investigación de campo; apoyando dentro y fuera de las aulas a los que alguna vez pasamos por alguna de sus clases, brindándonos la oportunidad de vivir la gran experiencia, por demás interesante; generadora de conocimiento y pensamiento de la investigación. A mi Maestro, y más que nada, mi amigo, Said; por compartir experiencias tanto personales como académicas, por sus observaciones y sugerencias sobre el tema, por sus pláticas amenas, acompañadas siempre de un buen café. A la Maestra Wendy por la ayuda brindada para entender parte del fenómeno del suicidio, por las explicaciones de los textos cuando así lo requería y sobre todo por su amistad. Al Doctor Marco Jiménez, maestro y amigo, por la confianza que me brindó para que me integrara al proyecto; por las recomendaciones sobre el material de apoyo para la elaboración de la tesis, así como las observaciones sobre el tema en el aula. A mis amigos del cubículo 221 que siempre han estado presentes en este trabajo, con sus observaciones, aportaciones y discusiones generadas a lo largo del proyecto, en seminarios y demás espacios; por los momentos de apoyo, esparcimiento y diversión que brindan, por sus ocurrencias que permitieron aligerar la carga para dar término a la tesis; paradójicamente dichas ocurrencias de alguna forma permitieron generar ideas; excelentes sociólogos, compañeros en la investigación, pero por encima de todo grandes amigos. Cada uno con una personalidad distinta pero que es capaz de complementar siempre las aportaciones de otro para obtener algo de calidad. A todos ellos les guardo un afecto muy especial, durante más de tres años conviví más con ustedes que con mi familia; es difícil tomar algún criterio para enlistar los nombres de cada uno de ellos pero bien es cierto que el orden de los factores no altera el producto; a todos ustedes, gracias: Grissel López, Verónica Viveros, Jovani Rivera, Quetzalli Rojas, Tania Bárcenas, Paulina Mejía, Christian Ruiz, Saúl Recinas y, aunque fue poco lo que convivimos pero se integró muy rápido al equipo, Sindy Torres. Tratar de nombrar a todos en este espacio llevaría algo de tiempo, no obstante agradezco a todas aquellas personas que de cierta forma han dejado huella en mi vida, que son y serán parte de la misma; por haber compartido tanto este camino de la licenciatura, como momentos fuera de la universidad: Ale, Moni, Ernesto, Ramón, Gerzon, Manuel, Mónica, Ailed, Ehecatzin, Omar Aguas, Toyka Bashkoz, Alex y Diego. A la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que mediante la Dirección General de Asuntos del personal Académico (DGAPA) me proporcionó el apoyo para realizar y dar término al presente trabajo: una beca para la elaboración de tesis; así como los recursos que aporta para que el responsable del proyecto, el Dr. Alejandro Payá y el equipo de investigación pueda dar continuidad y resultados del trabajo de investigación; en un primer momento a través del Programa de Apoyo a Proyectos de Innovación e Investigación Tecnológica (PAPIIT IN300408 “Condiciones Sociales de la Dinámica Familiar y los Actuales Patrones de Violencia Institucional”) y actualmente con el Programa de Apoyo a Proyectos para Innovación y Mejoramiento de la Enseñanza (PAPIME PE300811 “Sociología y Criminología: Violencia Familiar, Suicidio y Delincuencia Femenina”). Cuando la voluntad se enfrente con la razón, podremos razonar y ya no desear, porque a un ser que razona le es imposible desear algo estúpido, o ir conscientemente en contra de la propia razón, hacerse un daño… F. M. Dostoievski. ÍNDICE. Introducción………………………………………………………………..……………..1 CAPÍTULO UNO. DISTINTOS ENFOQUES TEÓRICOS SOBRE EL SUICIDIO..14 1.1 El planteamiento sociológico de Émile Durkheim………………………………..14 1.2 Psiquiatría y salud mental: la visión orgánica…………………………………….24 1.3 Enfoque Antropológico……………………………………………………………...32 CAPÍTULO DOS. COMUNICACIÓN, MENSAJE Y EFECTOS DEL ACTO SUICIDA: LA VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE………………..…………………..43 2.1 La profecía: el intento suicida………………………………………………………46 2.2 Las cartas póstumas como analizadores…………………………………………51 a) Separación, amores y reproches: levantar el velo………...………………57 b) La venganza y la culpa: el cuerpo como proyectil………………………...68 c) Vidas fracasadas: el acto suicida como reparación……………………….82 d) Vidas sin sentido: pertenencia, vejez y enfermedad……………………...86 2.3 Los lenguajes del cuerpo inerte……………………………………………………97 a) Sin dejar huella en el universo: desaparecer el cadáver. El más allá…101 b) La última actuación: la exhibición del suicida…………………………….110 CAPÍTULO TRES. ELEGIR LA MUERTE: LAS TÉCNICAS EN CONTRA DEL CUERPO. OBJETOS Y ESCENARIOS DEL SUICIDIO…………………………..115 3.1 Asfixia por ahorcamiento………………………………………………………….127 3.2 Arma de fuego……………………………………………………………………...129 3.3 Ingesta de medicamentos: el sueño eterno……………………………………..136 3.4 Despedazamiento: las vías del metro…………………………………………...139 3.5 El salto al vacío: precipitación………………………………………………….…141 3.6 Otros métodos……………………………………………………………………...145 a) Envenenamiento…………………………………………………………….145 b) Herida con instrumento punzocortante…………………………………...147 c) Sumersión. El viaje por el Aqueronte……………………………………...149 d) Abrasado vivo………………………………………………………………..150 CAPÍTULO CUATRO. EL SACRIFICIO Y DON: BRINDAR LA MUERTE……..152 4.1 El sacrificio y don…………………………………………………………………..154 4.2 Transmisión y legados…………………………………………………………….162 a) El nombre-identificación…………………………………………………….164b) Fechas………………………………………………………………………..168 CONCLUSIONES………………………………………………………………………172 BIBLIOGRAFÍA…………………………………………...……………………………180 1 Introducción. Morir es un arte, como todo. Yo lo hago excepcionalmente bien. Tan bien que es una barbaridad. Tan bien que parece real. Se diría, supongo, que tengo el don. Sylvia Plath. El presente trabajo de tesis se desprende y surge dentro de un proyecto de investigación más amplio enfocado al problema de la violencia y la dinámica familiar, que es parte del Programa de Apoyo a Proyectos para la Innovación y Mejoramiento de la Enseñanza (PAPIME PE300811) y que promueve la Dirección General de Asuntos del Personal Académico y del cual es responsable el Dr. Víctor Alejandro Payá. El objetivo de la tesis fue la realización de un estudio sociológico de los mensajes póstumos del suicida a través de una muestra de 672 expedientes (años 2006 y 2007) que fueron proporcionados por el Servicio Médico Forense del Distrito Federal, de los cuales se obtuvieron 121 cartas o mensajes póstumos. La investigación pretende dar cuenta del fenómeno del suicidio y su entorno social a partir del análisis del discurso de los mensajes póstumos dejados por los suicidas, así como de los testimonios de familiares y autoridades que son recabados por los expedientes. De esta forma se logró conocer las causas sociales y grupales del fenómeno y, mediante el estudio del discurso del suicida, dar cuenta también de la naturaleza de los vínculos emocionales, el papel del intercambio simbólico entre los integrantes del sistema familiar y la noción sobre la muerte que subyace en el discurso. Del total de los 672 expedientes recolectados, para el presente trabajo se seleccionaron 120 casos que podríamos calificar de prototípicos, en la medida en que abarcan los temas del resto de los casos excluidos de manera más detallada. A partir del análisis de los expedientes se conformaron diversos escenarios sociológicos, mismos que conforman los capítulos del presente trabajo. Cabe señalar que por respeto a las personas mencionadas en las cartas que dejaron los suicidas, los datos como son los nombres y las fechas se omitieron o han sido cambiadas. 2 Parte del interés por llevar a cabo este trabajo surge también por conocer la fragilidad de las personas en un mundo en donde se alaban los alcances tecnológicos, y, el consumo forma parte de la cotidianidad. No obstante, y como refiere Lipovetsky, vivimos una era del vacío en donde no se evita la experiencia del sinsentido alimentado por el sentimiento de abandono, por la imposibilidad de encausar el duelo por la pérdida del ser amado. El suicidio es una forma de continuar una violencia generada tiempo atrás por una cierta dinámica grupal y social y que puede constatarse por los reproches y el enojo que tiene la persona que decide darse muerte por propia mano. En el tema de la muerte el imaginario es prolífico y eso es una constante que se inscribe en toda cultura e incluso grupo humano. El hecho de que algunas personas tienen la creencia de que existe un más allá y que en un tiempo no lejano puedan reunirse con sus seres queridos, puedan hablar con ellos o que desde la muerte se pueda cuidar a los hijos pequeños que son dejados en la orfandad, es un ejemplo de ello. El discurso del suicida es paradójico y ambiguo puesto que combina las palabras amorosas junto con los reproches más tenaces; está lleno de justificaciones y cubre a la familia para no develar claramente la conflictiva entre sus miembros. En nuestra sociedad es difícil comprender un fenómeno social como lo es el suicidio; las razones para que una persona pueda privarse de la vida pueden ser variadas, probablemente el único en saber realmente los motivos que llevan a un individuo a darse muerte, es el mismo suicida quien se los lleva a la tumba; no obstante, la lectura detallada de los mensajes escritos manifiestan algo de esos motivos ocultos. De la misma forma la manera específica en que el suicida se mata, el lugar y el objeto que elige deja ver algo de su verdad y sentir hacia los otros que son su familia, amistades o personas cercanas, es decir, que a través del escenario del suicida se logra observar el tipo de relaciones que mantenía. Existen variados detalles que toman un sentido cuando se logran relacionar entre ellos: por ejemplo el decidir mandar un correo electrónico para avisar de su muerte o hacerlo directamente, o sea, en presencia física de los otros. Cubrir el rostro es otro pormenor que puede implicar no querer mostrar el 3 último rostro desfigurado de la muerte a los familiares y evitar con ello que quede en la memoria de sus allegados, etcétera. La muerte ha sido y es un tema difícil de hablar puesto que sería tanto como pensar en el fin de la propia existencia; por lo general las personas tienen pensado llevar a cabo planes en un tiempo no muy lejano y no tienen la intención de morir sin haberlos realizado. La muerte es un fenómeno del que no se tiene conocimiento de cuándo ocurrirá y por lo tanto nunca se está del todo preparado ante tal fin; en efecto, el individuo tiene noción de que algún día perecerá pero no piensa que ese día este próximo y “aun cuando llega a una aceptación intelectual y forzada de su muerte en su cotidianidad se conduce como inmortal: aplaza la realización de sus proyectos, de sus deseos. El aplazamiento se vuelve un tiempo social, dejando incluso tareas para un más allá de la vida”.1 Las personas constantemente tratan de resolver problemas, dejan pendientes y situaciones que no resuelven en vida pensando que, una vez que hayan muerto podrán resolverlo desde otro lugar no terrenal o que por el contrario con su muerte podrán darle un término a sus asuntos. El hombre no acepta la finitud de su existencia; al conocer o percatarse de la muerte de alguien cercano se da cuenta de que puede sucumbir en cualquier momento, por lo que ante el dolor que causa la muerte de esa persona tiende a negar su propia muerte, se ve impotente ante su presencia. La muerte es uno de los eventos que no puede controlar –debido a su naturaleza irremediable-, el sujeto se halla ante una paradoja ya que “la misma conciencia niega y reconoce la muerte: la niega como paso a la nada; la reconoce como acontecimiento.”2 La muerte es el destino último de la vida de todo ser viviente, el ser humano ante tal acontecimiento se percibe vulnerable e impotente, los individuos tratan de tener el control sobre todo lo que acontece en su vida (de ahí la importancia de los rituales), pero existen casos en que también algunos de ellos tratan de tenerlo sobre su muerte; en dichos casos, el sujeto, al saberse mortal trata de no esperar a que le llegue la muerte y la busca tratando de adelantar su llegada, eligen el cómo y cuándo morir. La muerte puede llegar en cualquier 1 Ramírez Mario, Aporías de la cultura contemporánea, Medellín, Universidad de Antioquia, 2000, p. 63. 2 Morin, Edgar, El hombre y la muerte, Barcelona, Kairós, 2007, p. 24. 4 instante, no hay tiempo para ella, no sabemos cuándo moriremos, pero algunas personas tienen la creencia de que pueden escapar a su mirada; como se observa en el relato de Edgar Allan Poe, en donde el Príncipe Próspero de La máscara de la muerte roja piensa que al cerrar las puertas de la abadía se puede evitar que la muerte penetre en las moradas de los pobladores del reino, para su mala fortuna, para ella no existen límites ni restricciones y en la fiesta de máscaras que el príncipe ofrece, ella (la muerte) es partícipe, además de ser el único personaje que permanece al interior del salón de color negro a la espera de que llegue el tiempo de empezar a hacerse presente. No obstante de que es inevitable la muerte, las ciencias propias del cuidado de la salud se ocupan por hacer lo queesté a su alcance para no dejar que perezcan los individuos y en cierta forma el tener control sobre el cuerpo en tanto organismo bioquímico, anatómico, etcétera, del cual se puede conocer su funcionamiento; pero atrás de todo cuidado también se trata de tener un control sobre la muerte, de sobrepasarla; evitando o prolongando hasta donde sea posible que la gente fallezca. El mundo moderno y tecnológico pretende brindar y hacer extensa la vida de los individuos. Se puede reconocer que la experiencia de la muerte es parte de la socialización del ser humano; anteriormente los rituales referentes a la muerte se observaban como algo familiar, el muerto se velaba en casa, lugar en donde se realizaban diferentes tipos de actividades rituales como preparar el cuerpo, rodearlo de flores y fotografías o el llevar a cabo los rosarios durante los nueve días siguientes al entierro; actualmente se busca o contratan los servicios funerarios de empresas que se hacen cargo del cuerpo hasta su sepultura, poniendo a disposición de las familias diversas salas en donde se velará el mismo. Entre las opciones que se les dan a los deudos está la cremación. En la actualidad es considerado como un método de naturaleza aséptica que es importante para evitar la descomposición del cuerpo en determinadas condiciones ambientales, además de que las cenizas del difunto pueden permanecer en casa ya que no se requiere de un espacio en el cementerio para ir a visitar al ausente; se le podrá 5 poner un altar, para que la familia lo considere inclusive como un miembro que continúa entre los suyos. Cuando llega la muerte de un ser querido, un familiar, un allegado o un conocido, la conciencia de la fragilidad es mayor para el afectado, dada la situación de abandono en que se ve envuelto por la pérdida del ser amado. Nace así el proceso de duelo, a veces también los reproches hacia al ausente. También se despliega un imaginario defensivo en el hecho de que algunas personas tienen la creencia de que existe un más allá, y que en un tiempo no lejano puedan reunirse con sus seres queridos. En el caso de la muerte dada así mismo, el discurso de la familia estará lleno de justificaciones para cubrir alguna posible conflictiva entre sus miembros. En nuestra sociedad es difícil comprender un fenómeno social como lo es el suicidio, ya que horroriza toda muerte que “no sea natural”. Las razones para que una persona pueda privarse de la vida pueden ser variadas, pero el único en saber realmente los motivos que llevan a un individuo a darse muerte, es el mismo suicida; hechos que se llevará a la tumba. No obstante mediante los mensajes escritos, así como las acciones que realizan al llevar a cabo determinado método, y el tipo de objeto específico que eligen para morir, deja ver su sentir hacia los otros y se puede observar el tipo de relación que mantenía; en ocasiones entre los familiares llega a permanecer un sentimiento de odio y reproche debido a que se dio muerte por propia mano, además de que se añade el que haya elegido el modo y cuando morir, mientras los deudos soportarán el resto de su existencia sin su presencia, pero sí con el recuerdo, hasta el final de sus días. El sujeto se cree inmortal y omnipotente; esto lo demuestra con el acto del suicidio ya que él decide cómo y cuándo quitarse la vida, cuando mejor le plazca, no hay límites para eso y la decisión sólo es suya; tiene la facultad de terminar con una vida: la suya, acción decisiva última que demuestra su supremacía y poder sobre su propio destino y hasta cierto punto, el de los que le rodean. Otras observaciones que se aprecian dentro de los mensajes póstumos son el uso de la tecnología para plasmar esta última voluntad por ejemplo, cuando se envía un 6 correo electrónico para hacer del conocimiento a otras personas los deseos de privarse de la vida. Estos medios son un recurso para evitar que el suicida enfrente el hecho cara a cara (como en algunos casos en los que los suicidas se cubren el rostro para evitar exponer la expresión mortal, y que este último gesto quede en la memoria de sus allegados) actualmente, los sujetos permanecen atrás de una computadora para poder llevar a cabo “nuevas formas de relacionarse”, mismas que sin embargo limitan el interactuar con los demás; tiempos modernos que dejan al sujeto frente a una dimensión imaginaria y con un sostén simbólico débil que los ate a la vida, dejándolos muchas veces expuestos a la experiencia del vacío y sin algo por lo cual seguir aferrándose a la vida. De ahí que el sentido de la vida se busque, paradójicamente, en la muerte; en algunos casos la autoagresión queda en intento de privarse de la vida; en esos casos el gesto adquiere el carácter de una llamada de auxilio, de un grito desesperado para lograr cierta atención. En estas situaciones, se observa que no importa perder la vida si no hay alguien con quien compartirla, en otros casos adquiere el carácter de rito de paso, tema de estudio de la antropología; el antropólogo Arnold Van Gennep analiza los ritos considerados de pasaje como por ejemplo las ceremonias realizadas en ciertas comunidades a los niños para adquirir el estatuto de hombres. Para la psicoanalista Silvia Tubert, la carencia de rituales plenos de simbolismo pueden ser sustituidos por juegos en donde se encara directamente a la muerte, como sucede en las sociedades contemporáneas con los jóvenes. A decir del sociólogo colombiano Mario Elkin “la actitud del hombre contemporáneo frente a la muerte se caracteriza por la falta de temor ante ella, de lo contrario, no se explicaría la banalización de la que esta es objeto.”3 El cadáver se entierra, se lleva a la sepultura, se trata de evitar la descomposición natural y que quede reducido a una osamenta, en cambio se opta porque quede reducido a cenizas; en otros casos se trata de que el cuerpo permanezca por más tiempo como estaba, por medio del embalsamamiento, evitando así que el cadáver libere líquidos que sin duda son referentes de que efectivamente el cuerpo está iniciando la descomposición y pronto se reducirá a 3 Ramírez, Mario, op. cit., p. 77. 7 huesos. No obstante, las personas tratan de que el muerto siga presente, de que no se vaya de su lado. Los familiares llevan a cabo los ritos correspondientes en memoria del muerto ya que de no realizar las exequias pertinentes el regreso del muerto es seguro; los mal enterrados o muertos de mala forma regresan: un mal muerto es el que muere asesinado o está mal enterrado estos pueden aparecer como un doble ya sea en la forma de sombra, convirtiéndose en genio protector o en genios malhechores, estos últimos debido a que murieron asesinados o por medio del suicidio, nunca se van, no se separan de los vivos. Este doble es el alma o espíritu del muerto, son los fantasmas o espectros que acompañan a los vivos que incluso se llegan a aparecer en los sueños, manifestando por este medio su deseo o previniéndoles de algo.4 La esencia de una persona fallecida de mala forma como lo es el caso del suicida, permanece junto a los vivos y se queda rondando de manera cercana, en otras ocasiones el fantasma permanecerá en la memoria de la familia, que de algún modo resurgirá y será transmitido a las nuevas generaciones, ya sea por medio de los nombres o en los aniversarios. El suicidio puede considerarse como un parámetro, una forma de medición de la salud social, de la cohesión del grupo. Ya que es juzgado por la sociedad, se trata de guardar el secreto sobre el suicidio, se trata de que el evento sea vedado pues de lo contrario, el grupo quedaría expuesto ante la sociedad y llega a convertirse en un marca con la cual deberán de cargar los deudos. Algunos hechos se evita que se hagan públicos, se mantienen en secreto y se convierten en accidentes lamentableso en muertes inmediatas. Los cuerpos de algunos suicidas quedarán expuestos a la intemperie ya que el acto es realizado en sitios públicos (parques, bosques, calles, transporte público, etcétera) la mayoría de ellos lleva consigo alguna credencial o documento que los identifique y no queden en el anonimato, otros más irán acompañados por algún familiar o conocido y frente a ellos terminarán con su existencia, asegurándose de que alguien 4 Al respecto, Edgar Morin señala que “este doble no es tanto la reproducción, la copia conforme y post mortem del individuo fallecido, sino que acompaña al vivo durante toda su existencia, lo dobla, y este último lo siente, lo conoce, lo oye, lo ve, según una constante experiencia diurna y nocturna, en sus sueños, en su sombra, en su imagen reflejada, en su eco, en su aliento, en su pene e incluso en sus gases intestinales.” Morin, Edgar, op. cit., p. 142. 8 reconozca el cuerpo y de fe de lo que el sujeto fue en vida.5 Con el acto se culpabiliza a alguien o por lo menos les dejan la culpa, se trata de significar algo para alguien, aunque sea muerto; su presencia ya no será física pero continuará con la persona amada; Edgar Morin señala que “todavía hoy, el suicidio por despecho implica una venganza confusa contra el ser amado que se verá «acosado» toda la vida por su «fantasma»”6; sobre todo en situaciones donde existe un conflicto con la pareja, con el suicidio aparentemente da término al problema y el suicida es el último que tiene la palabra en la discusión. Habría que preguntarse qué tan mal se encuentra una sociedad al grado de que sus miembros se deslindan de ella por medio del suicidio, o qué factores influyen en la decisión de una persona para darse muerte por propia mano. El suicidio es un fenómeno social que se llega a percibir en las grandes ciudades por el número de casos que se llegan a presentar; el sociólogo francés Émile Durkheim ya había señalado que en las grandes urbes se dan más casos que en el campo; no obstante que el objeto de estudio del presente trabajo son los mensajes póstumos, se presentan algunos datos cuantitativos que muestran un panorama general a nivel estadístico respecto al tema: el mayor número de casos de suicidio en el Distrito Federal se concentran en las delegaciones Iztapalapa, Gustavo A. Madero y Cuauhtémoc, por el contrario las demarcaciones con el menor número de casos son Cuajimalpa, Milpa Alta, Tláhuac y Magdalena Contreras, los lugares en donde se produce el mayor número de casos son las delegaciones que tienen mayor densidad poblacional, por el contrario las últimas cuatro conservan en su mayor parte del territorio rasgos propios del campo o de las zonas rurales y no es tan elevado su número de habitantes. Existe una constante en los últimos años sobre el número de muertes por suicidio, 2006:399, 2007:424 y 2008:455, de los cuales la mayoría son hombres en una proporción de 1 mujer por cada 4 hombres, ubicándose el mayor número de casos en el rango 5 A decir de Edgar Morin “el dolor provocado por una muerte no existe más que cuando la individualidad del muerto estaba presente y reconocida: cuanto más próximo, íntimo, familiar, amado o respetado, es decir «único» era el muerto, más violento es el dolor; sin embargo, poca o ninguna perturbación se produce con ocasión de la muerte del ser anónimo que no era «irremplazable».” Ibíd., pp. 30-31. 6 Ibíd., p. 158. 9 de edad de 20 a 30 años. A decir del Servicio Médico Forense (SEMEFO) la etiología del suicidio responde a problemas psiquiátricos y conductuales; el método más utilizado para darse muerte es la asfixia por ahorcamiento, esto se puede deber a la facilidad con que se puede conseguir cualquier objeto (cuerda, lazo, cinturón por mencionar algunos) que corte el paso del oxigeno al cerebro, el número de casos se eleva a la mitad de los totales por año 2006:245 de 399, 2007:260 de 424 y 2008:314 de 455 casos. Como se menciona más adelante, la mayoría de los suicidas prefieren la comodidad que les brinda su hogar para llevar a cabo el acto (2006: 264, 2007:288 y 2008: 304), ya que es más seguro que encuentren el cuerpo y sea identificado. El domingo es el día en que más recurren los suicidas para terminar con su vida (2006:68, 2007:72 y 2008:82 casos), tal vez porque el movimiento que se produce en el Distrito Federal es mínimo; es un día en el que la gente descansa, no está ocupada, ni tiene prisas por llegar al trabajo u otro lugar, además de que se puede reunir con la familia y en cierta forma verlos reunidos a todos por última vez. Por último se expone un dato que se vuelve constante en la mayor parte de los expedientes, el consumo de alcohol u otra sustancia tóxica al cometer el acto, al final del expediente se anexan los exámenes toxicológicos realizados por la institución a fin de conocer si el individuo estaba bajo el influjo de alguna sustancia, el número de casos en donde se encuentra algún indicio de alcohol es reducido, la cantidad encontrada en los cuerpos se considera mínima por lo que no influye en la toma de la decisión de privarse de la vida (2006:116, 2007:157 y 2008:138 casos)7 La estructura del trabajo consta de cuatro capítulos que son otros tantos escenarios sociológicos posibles que dan cuenta del suicido. Dichos capítulos se encuentran ordenados de la siguiente forma: Capítulo I. Enfoque teórico.- El capítulo da cuenta de tres posturas sobre el fenómeno del suicidio: la visión sociológica que tiene como máximo exponente al sociólogo francés Émile Durkheim, quien basado en su teoría de los cuatro tipos 7 El Servicio Médico Forense realiza una clasificación conforme a los grados de alcohol que se encuentran en la sangre; de acuerdo a la concentración en miligramos de metabolitos de alcohol etílico por cada 100 mililitros de sangre la intoxicación se puede clasificar en alcoholemia irrelevante, mínima, moderada severa, grave y muy grave. 10 de suicidio (anómico, fatalista, altruista y egoísta) detalla el estudio que realizó en Europa, a decir de él, con cerca de veintiséis mil expedientes. En dicho estudio desecha algunas creencias que se tenían hasta el momento respecto al suicidio ya que se consideraba que podían intervenir factores climáticos, económicos o hereditarios por mencionar algunos, llegando a la conclusión que el acto del suicidio está inscrito en el ámbito de lo social. En el segundo apartado se retoma parte del discurso psiquiátrico para un análisis y discusión con autores del llamado movimiento antipsiquiátrico. Se recurre de igual forma al filósofo francés Michel Foucault. Todos ellos nos aportan elementos teóricos que permiten reflexionar sobre el discurso que manifiestan los familiares de pacientes con enfermedades mentales y asumen como suyos, para justificar el actuar del individuo; por su parte los médicos psiquiatras mediante manuales como el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM lV) y la Clasificación de Trastornos Mentales (CIE 10) fundamentan sus teorías mediante el diagnóstico, la clasificación y la consecuente medicalización, con el objetivo de darle sentido a los atentados realizados en contra de sí mismo por los potenciales suicidas y, en cierta medida justificar el por qué una persona llega a darse muerte a sí mismo. En el área de la medicina psiquiátrica, el suicido adquiere carácter de enfermedad orgánica, la cual mencionan se ubica en el cerebro, sitio en donde se llegan a presentar enfermedades que limitan las funciones del cuerpo, propiciando factores desencadenantes o precipitantes del acto. Por último se encuentra la parte antropológica, la cual está enfocada a la muerte y las exequias desde el punto de vista de autores como Lucien Lévy-Bruhl, RobertHertz y Bronislaw Malinowski. Se hace alusión al carácter sagrado o profano de la muerte, además de que el cuerpo del difunto se considera como un elemento contaminante que puede traer consigo el caos en caso de no llevarse a cabo los ritos y el luto adecuados; además de que durante este tiempo se presentan ciertas prohibiciones tanto en las ceremonias como en el trato del cuerpo. La muerte en las llamadas sociedades primitivas se observa como una transición hacia otro mundo donde morará la esencia del sujeto; en tanto que la muerte por suicidio se muestra como resultado de una 11 sanción de carácter moral, mismo que se puede dar como una forma de protesta, venganza o por haber cometido adulterio. Capítulo II. Comunicación, mensaje y efectos del acto suicida: la vida después de la muerte.- En este capítulo se observa que en varios de los casos los suicidas tienen por lo menos un intento de suicidio previo al intento que resultará efectivo, se considera que el acto es un mensaje que se convertirá en una profecía; además de que el intento suicida es un llamado de auxilio que se trata de enviar a los familiares, en caso de querer morir se seguirá intentando hasta encontrar la muerte. Los mensajes póstumos que dejan los suicidas dejan ver parte de las relaciones del grupo así como los vínculos emocionales o afectivos que sostenía con otras personas. Para su estudio en este trabajo se dividen en temas como lo son: la separación, la venganza, el fracaso, el sinsentido, la enfermedad y la vejez. Entre los suicidas existe una diversidad de formas para dejar un mensaje, estos pueden ser dejados en papel, en la pantalla de la computadora, en recetas, e incluso el cuerpo sirve como lienzo para dejar las últimas palabras de agradecimiento, cariño, reproche u odio; es así que en la escritura del suicida se manifiestan sentimientos y se dejan ver los conflictos que en ese momento tenía hacia otras personas; dentro de las mismas se observa que en algunos casos el suicidio puede llegar a ser una forma de venganza, se deja la culpa a los familiares; por el contrario otros suicidas verán el acto como una forma de reparar el posible daño causado a ciertos miembros del grupo o como mencionan algunos de ellos “liberarlos de ser una carga”; a otros más les preocupará el bienestar de sus familiares por lo que les dejan tareas pendientes o los encargos para darle orden a ciertos asuntos, sobretodo de carácter económico y posesiones materiales. El suicidio también aparece como un remedio a las enfermedades, mismas que en un tiempo no lejano también los hubieran llevado a la muerte debido a posibles complicaciones físicas; así mismo se presentan situaciones en que se privan de la vida por no querer llegar a viejos, sufrir los cambios físicos propios del tiempo o el sentir que no pertenecen a ninguna parte, sintiéndose aislado del grupo familiar. Algunos suicidas buscan que su cuerpo desaparezca, les piden ser 12 llevados a la fosa común, otros piden se deshagan de sus restos de manera rápida mediante la cremación; a los deudos se les solicita realicen oraciones y pidan por ellos para que lleguen al paraíso, y que puedan reunirse con sus seres queridos. Para algunos suicidas se presenta la ocasión para dejar como legado su muerte ya que en varias ocasiones llevan a cabo el acto en frente de otras personas (pareja, familiares o conocidos) y por lo general son lugares públicos o en reuniones; otros por el contrario preferirán la comodidad de su casa y sin testigo alguno. Capítulo III. Elegir la muerte: las técnicas en contra del cuerpo. Objetos y escenarios del suicidio. En este capítulo se recopilan una serie de casos enfocados a dar cuenta de algunas de las técnicas que llevan a cabo los suicidas, los objetos que utilizan en el acto así como los lugares escogidos para darse muerte, de tal forma que en estos elementos se observa que no son elegidos de manera fortuita, sin duda van impregnados de sentimiento con la finalidad de mandar un mensaje al propietario; los instrumentos pueden ir desde medicamentos, raticida, cuchillos, cuerda, armas de fuego hasta ingeniosas creaciones como lo son máscaras de gas; en ocasiones el suicida llega a considerar su cuerpo como un desecho encontrándose el mismo en ocasiones en coladeras, en el panteón o baños públicos. Por lo general en los casos de las mujeres se encuentran métodos que no implican demasiada violencia, la utilización de armas por parte de estas es poco común, no obstante se encontraron algunos casos. Los lugares que comúnmente se utilizan para darse muerte son el hogar y los hoteles, se observa cómo en algunos eventos ocupan herramientas propias de su profesión, ropa o algún objeto de su pareja o algún familiar; el lugar donde laboraban o que era significativo para el suicida será de importancia ya que de cierta forma quedarán impregnados de su esencia por ser un sitio en donde pasaron la mayor parte de su vida y donde deciden llevar a cabo su muerte; las personas enfermas que tienen algún tratamiento médico para restablecer su salud ocuparán el mismo para terminar con su existencia o el caso de los policías y vigilantes que ocuparán su arma de cargo en su contra. Para su mejor estudio el capítulo se divide en apartados que dan cuenta de cada uno de 13 los métodos encontrados en la investigación: asfixia por ahorcamiento, arma de fuego, ingesta de medicamentos, arrojarse a las vías del metro, el salto al vacío, envenenamiento, heridas con armas punzocortantes y otros métodos que se pensaría son difíciles de encontrar en una urbe como lo es el Distrito Federal debido a la dificultad para llevarlos a cabo, son los casos de: la muerte por ahogamiento y el prenderse fuego. Capítulo IV. El sacrificio y don: brindar la muerte. Este capítulo trata de discutir el acto del suicidio como un sacrificio o don que desde la religión católica se puede entender como devolverle la vida un ser creador de todo en el universo, se le brinda la muerte; evento que se considera un pecado puesto que ese ser es quien debe de quitarla, también podría considerarse como una manifestación de inconformidad y una forma de rebelarse no sólo en contra de la divinidad, también de la sociedad. El suicidio podría considerarse como una forma de escape del alcance de las normas y/o prescripciones que impone la sociedad y la religión, no obstante algunos autores señalan que el acto debería de verse como una facultad que tiene el sujeto, mediante la libertad con la que cuenta tiene derecho a decidir sobre su vida, pero también a darse muerte cuando mejor le parezca. El sacrificio implica abstenerse de muchas cosas, un abandono de sí con la finalidad de calmar a la divinidad, este acto es unilateral no se espera nada a cambio; y por el contrario, el don resulta de un sistema en donde se da algo, pero el individuo se ve obligado a devolver y esperar a que se le devuelva algo. En el sacrificio se podría considerar como una correspondencia entre lo solicitado y lo que se esté pagando, en el caso del suicidio es la vida. Se da la vida y la muerte esperando que se devuelva la vida eterna en el paraíso, aunque siempre se queda en deuda con esa entidad superior dadora de vida. 14 1. Distintos enfoques teóricos sobre el suicidio. 1.1 El planteamiento sociológico de Émile Durkheim. Cuando uno experimenta tanto placer en no ser, no puede satisfacer completamente su inclinación sino renunciando completamente a vivir. Émile Durkheim. El suicidio es un fenómeno de interés para la ciencia y varias disciplinas, ya sean estas de carácter jurídico, político, filosófico, histórico, psiquiátrico, médico e incluso de índole religioso, por el hecho de indagar las causas morales del obrar de los individuos quienes buscan deliberadamente autoinfligirse daño al grado de privarse de la vida; para la sociologíaes de gran interés por considerar que el fenómeno responde esencialmente a causas sociales y no como anteriormente se asumía, que era únicamente un acto individual; “lo que busca son las causas por medio de las que es posible obrar, no sólo sobre los individuos aisladamente, sino sobre el grupo.”1 El principal exponente sobre el tema del suicidio dentro de la sociología es Émile Durkheim, el cual llevó a cabo un estudio en diversas regiones de Europa y, a decir del sociólogo francés, mediante una revisión cercana a veintiséis mil expedientes de muertes por suicidio. La investigación realizada dio como resultado que se publicara en 1897 su obra El suicidio, trabajo en el que presenta el análisis y revisión de los datos obtenidos del fenómeno, en dicho estudio aplica la metodología propuesta dentro de su trabajo previo Las reglas del método sociológico (1895), lo que le permite demostrar y desechar concepciones y mitos que se tenían hasta ese entonces en torno al suicidio, así como factores que se pensaba influían en la producción del suicidio y los cuales incidían en el individuo, predisponiéndolo para poner fin a su vida. El fenómeno del suicidio le permite al sociólogo francés no sólo llevar a cabo el estudio de manera científica, sino que, le facilita seguir trabajando con conceptos utilizados en La división del trabajo social (1893). Durkheim, menciona Steven Lukes: 1 Durkheim, Émile, El suicidio, México, Éxodo, 2006, p. 45. 15 consideraba el suicidio como la antítesis de la solidaridad social, y un alto índice de suicidios como el signo de una escasa adecuación de los lazos sociales. Creía que los vínculos sociales relacionaban a los individuos con su grupo o su «sociedad» de dos modos: vinculándolos a una serie de fines e ideales socialmente dados, y regulando sus deseos y aspiraciones.2 El individuo juega un papel muy importante dentro de la colectividad por el hecho de que no puede sustraerse de sus obligaciones hacia el grupo; por su parte la sociedad tiene control sobre el actuar del sujeto, al premiar o reconocer las buenas acciones por parte del individuo o, en su defecto, castigarlas. En el caso del suicidio en donde se priva al grupo de posibles contribuciones futuras también la familia se ve inmiscuida en el evento debido a que, uno de sus miembros ha faltado a sus obligaciones; el acto es un agravio en contra de la sociedad que se castiga moralmente despertando en los demás un sentimiento de horror y repudio; “la conciencia pública impide todo acto que la ofenda a través de la vigilancia que ejerce sobre la conducta de los ciudadanos y de las penas especiales de que dispone.”3 Las condiciones en que se produce el hecho de darse muerte por propia voluntad pueden ser diversas, es difícil conocer el verdadero motivo que puede llevar a una persona a atentar contra su vida, e incluso conocer la finalidad o la intención de llevar a cabo el acto debido a que esta “es una cosa demasiado íntima, para que pueda ser apreciada desde fuera”4, y por lo tanto, para que pueda ser comprendida por los demás. Son los familiares, conocidos o personas más cercanas las que proporcionan los datos necesarios para analizar la etiología del incidente, en la mayoría de los casos se desconocen las verdaderas causas que originaron el suceso por lo que, relacionan el desenlace a diversas razones, desde problemas de índole social como son la economía, el desempleo, hasta razones de naturaleza individual como pueden ser los problemas amorosos, el consumo de alcohol y drogas, los datos recabados se dirigen a encubrir cuales fueron 2 Lukes, Steven, Émile Durkheim. Su vida y su obra, Madrid, Siglo XXI, 1984, p. 205. 3 Durkheim, Émile, Las reglas del método sociológico, México, Quinto Sol, 2000, p. 24. 4 Durkheim, Émile, El suicidio… op. cit., p. 33. 16 realmente las causas del deceso por el miedo o el hecho de ser señalados por presentar un caso de esta naturaleza dentro del grupo familiar.5 En la investigación que realizó Durkheim da a conocer que los factores naturales y congénitos no son los principales elementos que predisponen a los individuos para matarse, que “no es precisamente el medio físico el que la estimula de una manera directa; sobre todo, no es él el que marca su huella en la marcha de los suicidios. Esta marcha depende de condiciones sociales”6, así mismo desecha la idea de que el problema del suicidio sea en la mayoría de los casos debido a alguna enfermedad de tipo mental. Entre los factores naturales que retoma en su estudio y los cuales se creían podrían ser la causa que conduce a los individuos a obrar de esa manera se tiene por ejemplo la idea de que los fenómenos cósmicos (clima) como lo es el propio de la estación invernal se relacionaban con el suicidio ya que, es en esa época en donde la gente se sitúa en un estado de melancolía, quedando en un estado psicológico vulnerable que los puede llevar a atentar en contra de su vida; a decir del sociólogo francés “no es el clima la causa de numerosos suicidios”7 ya que, “no es en invierno ni en otoño cuando el suicidio alcanza su máximum, sino en la bella estación, cuando la naturaleza es más risueña y la temperatura más dulce. El hombre deja con preferencia la vida en el momento en que le resulta más fácil”8; Durkheim infiere que dicha situación está marcada por lo social, por el medio, por las relaciones que tienen lugar en donde se desenvuelve el individuo, las épocas de frío están caracterizadas por un aletargamiento en la actividad humana, caso contrario ocurre en épocas de calor, en donde se intensifican las relaciones, el vaivén, el ir y venir de la gente. Observa que realmente la causa del suicidio está en lo social, que “el día favorece el suicidio, porque es el momento en que los negocios son más activos, en que las 5 Sabemos que analíticamente es sumamente complicado delimitar la naturaleza de un fenómeno como el amor o el consumo de drogas desde una perspectiva estrictamente individualista, o visceversa. El hecho individual nos remite necesariamente a verlo como un analizador grupal o social. 6 Durkheim, Émile, El suicidio… op. cit., p. 128. 7 Ibíd., p. 106. 8 Ibíd., p. 108. 17 relaciones humanas se cruzan y se entrecruzan, en que la vida social resulta más intensa.”9 Otro factor que toma en cuenta en su estudio es el de índole económico, ya que anteriormente se pensaba que las crisis financieras y la situación económica de las personas eran factores que tenían como desenlace la muerte de una manera voluntaria al ser la única salida para no afrontar dichos problemas, aunque en realidad, a decir de Durkheim, éstas no son las causas verdaderas de los suicidios, ya que “si las muertes voluntarias aumentasen cuando la vida se hace más ruda, deberían disminuir sensiblemente cuando el bienestar aumenta”10, situación que no se ve reflejada en el número de incidencias ya que, el sujeto puede terminar con su existencia en cualquier momento ya sea que este en situación de crisis, pero también se puede presentar cuando existe una situación de bonanza, “si las crisis industriales o financieras aumentan los suicidios, no es por lo que empobrecen, puesto que las crisis de prosperidad tienen el mismo resultado; es porque son crisis, es decir, perturbaciones de orden colectivo. Toda rotura de equilibrio, aun cuando de ella resulte un bienestar más grande y un alza de la vitalidad general, empuja a la muerte voluntaria.”11 En algunos casos, los familiares o conocidos del suicida aluden a la situación económica como causa del acto, pero las personas con escasos recursos son las que se dan muerte en una proporción menor en comparación de las que disponen de una posición económica cómoda; es la genteque no presenta problemas de carácter económico la que se da muerte, ya que “si la pobreza protege contra el suicidio, es porque, por sí misma, es un freno. […] cuanto menos posee uno, menos intenta extender el círculo de sus necesidades.”12 El sociólogo francés concluye en este aspecto que “la miseria no es uno de los factores de que depende la cifra social de los suicidios.”13 9 Ibíd., p. 122. 10 Ibíd., p. 274. 11 Ibíd., p. 278. 12 Ídem. 13 Ibíd., p. 202. El número de muertes por suicidio en el Distrito Federal, no es muy significativo, ya que el principal rubro lo ocupan los decesos correspondientes a accidentes de tránsito, homicidios, muerte natural y accidentes en el hogar; en las cifras concernientes al suicidio regularmente se presenta una constante, que como lo había descrito Durkheim, “si evoluciona, lo hace siguiendo un 18 La herencia es otro factor que se creía pudiera ser la causa del suicidio, actualmente dicha creencia sigue presente, sobretodo dentro del área de la medicina y dentro de la psiquiatría, esta situación se piensa que puede ser determinante en el individuo ya que, si se tiene como antecedente casos previos de suicidio dentro del grupo familiar puede predisponer al individuo para que lleve a cabo el acto; se piensa que el individuo está destinado a que su fin sea igual al de sus antecesores. Durkheim manifiesta que “puede ocurrir que reproduzcamos un acto que pasa delante de nosotros o que conocemos, únicamente porque ha ocurrido en nuestra presencia o porque hemos oído hablar de él”14, situación que se presenta en algunos casos de la presente investigación, toda vez que son los hijos, padres o algún otro familiar cercano los que descubren el cuerpo del suicida, circunstancia que los puede marcar debido a la impresión causada al encontrar el cuerpo ya sea pendiendo de una viga, observarlo con un tiro en la cabeza, recostado en la cama o algún mueble debido a que instantes previos ingirió alguna sustancia o medicamento; pero esto no significa que se cometa por el hecho de ser hereditario o por ser un acto de imitación ya que “una cosa es sentir en común, otra inclinarse ante la autoridad de la opinión, otra, en fin, repetir automáticamente lo que los demás han hecho”15, pero sin que esto sea causa de la herencia, ni de la imitación. Existen casos en los que se lleva a cabo el acto en grupo, es decir, suicidio colectivo, estos casos son muy raros y solamente se presentan en algunos grupos o sectas de carácter religioso, pero en ningún instante obedecen a imitación. Durkheim concluye que, aunque el suicidio no es hereditario si puede obedecer a las situaciones vividas dentro del grupo, “en realidad, lo que puede contribuir al desarrollo del suicidio […] no es el hecho de hablar de él, sino la manera como se habla [de él]”16, ya que se puede ejercer una influencia en el coeficiente de aceleración, que es peculiar de cada sociedad; que las variaciones por que pasa en los diferentes momentos del día, del mes, del año, no hacen más que reproducir el ritmo de la vida social.” Ibíd., p. 29, y aunque estas tendencias al incremento del fenómeno no son una ley o una regla que se tenga que respetar, se puede inferir que ninguna sociedad está libre de actos de suicidio, “cada sociedad está predispuesta a producir un contingente determinado de muerte voluntarias.” Ibíd., p. 44, tantas como los años precedentes. 14 Ibíd., p. 133. 15 Ibíd., p. 138. 16 Ibíd., p. 152. 19 individuo por conocer este los por menores del acontecimiento o por el hecho de cuestionarse sobre la vida o por muerte. Muchos de los factores no son realmente la causa de que una persona se prive de la vida ya que, el fenómeno tiende a estar encausado por el ámbito social en que se desenvuelve el individuo, por las relaciones que sostiene con los demás integrantes del grupo; no se niega la existencia en algunos casos de enfermedades de índole mental, las cuales colocan al individuo en una estado de vulnerabilidad que le permita llevar a cabo el acto. Las afectaciones de tipo mental están presentes en los individuos, pero son en un número reducido y no como reflejan las estadísticas, ya que estas se elaboran en base a la declaración de los familiares, los cuales arguyen que el deceso se debió a un mal de esta índole; comentan que el suicida llevaba años padeciendo alguna enfermedad y que se encontraba en tratamiento psiquiátrico. A decir de Lukes: La teoría Durkheimiana del suicidio viene, pues, a decir lo siguiente: que en condiciones sociales adversas, cuando el contexto social de los hombre no les proporciona las necesarias fuentes de vinculación y/o regulación al adecuado nivel de intensidad, su salud moral o psicológica se ve perturbada, y un cierto número de individuos, vulnerables y predispuestos al suicidio responden suicidándose.17 El fenómeno del suicidio interesa a Durkheim por su difícil determinación y su carácter de hecho social, considerando que únicamente “el individuo está dominado por una realidad moral que lo supera: la realidad colectiva”18, que el fenómeno afecta al individuo y a la sociedad, se presenta como una realidad exterior y con la característica de ser coercitivo para el individuo; para él el fenómeno de interés se debe realizar con un tratamiento riguroso, “no debe creerse que un estado general sólo se explica con la ayuda de generalidades, porque puede tener causas concretas que escaparían a la percepción, si no se tuviera cuidado de estudiarlas a través de las manifestaciones definidas que las exteriorizan.”19 El estudio del fenómeno no debe centrarse en lo que dice la familia 17 Lukes, Steven, op. cit., p. 216. 18 Durkheim, Émile, El suicidio… op. cit., p. 29. 19 Ibíd., p. 27. 20 o conocidos del suicida, ya que se caería en una omisión de las que pueden ser las verdaderas causas que motivaron al individuo a llegar a esa instancia ya que, el caso quedaría expuesto ante la mirada de la comunidad y por lo tanto habría que justificar el actuar del sujeto, y aunque el hecho no cuente con una sanción judicial, si existe una de carácter moral por parte del grupo en el cual se desenvolvía el sujeto; así, la familia queda estigmatizada. Durkheim define el suicidio como “todo caso de muerte que resulte, directa o indirectamente, de un acto positivo o negativo, realizado por la víctima misma, sabiendo ella que debería producir este resultado.”20 La definición que realiza es un aporte muy importante y significativo para el estudio del suicidio dentro de la sociología y otras áreas como lo es la médica. Para un mejor estudio del fenómeno lleva a cabo la clasificación del suicidio en cuatro tipos según la integración del individuo en la sociedad: Suicidio egoísta: “el yo individual se afirma con exceso frente al yo social […] es el resultado de una individuación desintegrada; el individuo llega a preponderar los intereses propios sobre los fines comunes sociedad.”21 Suicidio altruista: “el yo no se pertenece, su conducta está situada fuera de él, en el grupo del cual forma parte; la sociedad tiene al individuo muy estrechamente bajo su dependencia.”22 En ambos casos menciona que es fácilmente que el individuo llegue a darse muerte, tanto por el desapego con la sociedad como por estar demasiado adherido a ella, su conducta y actividades pueden carecer de regulación y vigilancia, o por el contrario pueden existir demasiadas restricciones en su actuar. Suicidio anómico: “difiere de las anteriores en cuanto depende, no de la manera en que están ligados los individuos a la sociedad, sino del modo en20 Ibíd., p. 35. 21 Ibíd., pp. 235-236. 22 Ibíd., pp. 249-250. 21 que ella los reglamenta. […] Son las pasiones propiamente individuales las que necesitan y quedan sin normas que las regule.”23 Durkheim hace mención del cuarto tipo de suicidio en una nota al pie de página, el trato que le da a este tipo de suicidio no es el mismo que a los anteriores debido a que no aparece un caso de este tipo en su obra y es difícil encontrarlo en la sociedad, pero no omite mencionar sus características. Suicidio fatalista: en este se muestra el carácter inevitable e inflexible de la regla, contra la que nada se puede hacer. Este cuarto tipo de suicidio es difícil de encontrar ejemplos, Durkheim menciona que “este se relaciona con los suicidios de esclavos, que se dice son comunes en ciertas condiciones, y todos los que, en una palabra, pueden ser atribuidos a las intemperancias del despotismo material y moral.”24 Así, el suicidio egoísta se encuentra en oposición con el suicidio altruista, y el suicidio fatalista en discrepancia al suicidio anómico. La principal característica de estos cuatro tipos de suicidio es que se dan por la reglamentación de la sociedad hacia los individuos; la diferencia entre ellos es la coerción ejercida sobre el individuo, en unos es en demasía y, en otros las normas se relajan; pero en ambas dimensiones (egoísmo-altruismo y anomia-fatalismo) el individuo puede buscar como salida la muerte. “El egoísmo y su opuesto, el altruismo, resaltan lo que ata a un individuo a unos fines e ideales socialmente dados; la anomia (y su opuesto, curiosamente borroso, el fatalismo) resaltan lo que mantiene a raya los deseos del individuo, regulándolos y moderándolos.”25 Los métodos con los cuales los individuos se privan de la vida varían en las características según el sexo, así por ejemplo, la mayoría de las mujeres utilizan medios que no implican violencia, prefieren utilizar sedantes o antidepresivos mientras que los hombres emplean armas o recurren al ahorcamiento, 23 Ibíd., pp. 292-293. 24 Ibíd., p. 317. 25 Lukes, Steven, op. cit., p. 205. 22 considerando estos, como los medios más rápidos y eficaces para privarse de la vida; en algunos casos la creatividad e ingenio están presentes en las técnicas utilizadas que de manera segura lo llevará a la muerte, el único objetivo es el privarse de la vida. En algunos casos, sobre todo de los suicidas que ingieren sustancias o medicamentos, la muerte les llega cuando se encuentran en el hospital, debido a que la dosis no es suficientemente letal para causar la muerte de una manera instantánea, pero no por esto deja de ser suicidio, la intención y el fin del acto es quitarse la vida, así “se mata uno lo mismo rehusando alimentarse, que destruyéndose por el hierro o por el fuego, y no es tampoco necesario que el acto producido haya sido el antecedente inmediato de la muerte, para que ésta pueda ser considerada como efecto suyo; la relación de causalidad puede ser indirecta, sin que el fenómeno cambie por esto de naturaleza.”26 El tiempo es un factor que juega un papel muy importante, la situación no es la misma en todos los casos, muchos individuos planean su muerte con anticipación, la preparación puede ir desde escoger el instrumento con el cual se privaran de la vida, escribir a sus familiares una carta de despedida, aclaratoria, con instrucciones y, hasta comenzar a hacer una repartición de sus bienes; el suicida “escoge su hora y medita su plan con mucha anticipación. Ni siquiera le repugnan los medios lentos. Una melancolía tranquila y que, muchas veces, no carecen de dulzura, caracteriza sus últimos momentos. Se analiza hasta el fin”27 para que el resultado sea efectivo y no errar, ya que de ser así y sobrevivir, pueden quedar secuelas que le dañarían algunas funciones vitales del organismo, llegando incluso a perder la capacidad de movimiento y desplazamiento. Durkheim muestra la importancia de las relaciones del sujeto con el grupo en donde se desenvuelve, así como el grupo familiar ya que “en la constitución del grupo familiar, es donde debe encontrarse la causa principal del fenómeno”28, ahondar en testimonios que permitan conocer la verdadera etiología del acto, que permitan conocer que es lo que precipitó al individuo a tomar la decisión de privarse de la vida, que lo colocó en una situación en la que encontró como única 26 Durkheim, Émile, El suicidio… op. cit., p. 32. 27 Ibíd., p. 323. 28 Ibíd., p. 206. 23 solución a sus problemas el darse muerte por propia mano ya que, en palabras de Durkheim, “se penetra mucho mejor la naturaleza de un fenómeno cuando se sabe su causa.”29 Las declaraciones de familiares y conocidos del suicida ante las autoridades, se ven cubiertas de una serie de argumentos que sólo dejan al descubierto que la muerte fue de manera natural, por lo que las verdaderas causas del evento se deben enmascarar con una serie de enfermedades (paro cardiorrespiratorio, diabetes, hipertensión, etcétera), algún accidente o alguna conducta anormal (alcoholismo y/o drogadicción); los familiares tratan de mantener en secreto el evento por la vergüenza de que la comunidad se entere que dentro del grupo ha habido un suicidio, ya que pueden ser señalados, por lo que ante los demás debe haber una justificación del acto, así, con los datos recabados: se cree descubrir entre los antecedentes de la víctima algún hecho, que se piensa que conducen con frecuencia a la desesperación, se juzga inútil investigar más, y según se sepa que el sujeto ha sufrido recientemente pérdida de dinero, o ha experimentado desgracias de familia, o es algo aficionado a la bebida, se imputa el suicidio a su embriaguez, a sus dolores domésticos o a sus decepciones económicas.30 La utilidad de recabar no solamente datos estadísticos, sino además testimonios permite ahondar en el análisis del fenómeno y tratar de conocer las causas que originan el acto ya que, de acuerdo a Durkheim “una investigación científica no puede cumplir su fin más que fundándose sobre hechos comparables, y tiene menos probabilidades de fracasar, cuanto más seguridades obtenga de haber reunido todos aquellos hechos que puedan compararse con utilidad.”31 La teoría Durkheimiana sigue vigente, los aportes que realiza a diferentes áreas de la ciencia es de suma utilidad, pero pocos son los que han realizado aportes a dicha teoría sobre todo en sociología; Anthony Giddens reconoce que “los avances experimentados por la teoría del suicidio desde la publicación de El Suicidio de Durkheim han sido en verdad limitados: los escritores han presentado 29 Ibíd., p. 157. 30 Ibíd., p. 159. 31 Ibíd., p. 31. 24 términos sucedáneos para expresar, a menudo con menor precisión, los conceptos fundamentales de Durkheim; pero poco más ha podido añadirse a su Teoría.”32 1.2 Psiquiatría y salud mental: la visión orgánica. El hombre en última instancia se determina a sí mismo. El hombre no se limita a existir, sino que siempre decide cuál será su existencia y lo que será al minuto siguiente. Víctor Frankl La muerte dada a sí mismo es sin duda, un acto que puede despertar el asombro y horror de las personas ante el conocimiento de tal evento; las personas cercanas al suicida son los más desfavorecidos por dicha acción, la familia y allegados al difunto son las más perjudicadas dentro de la comunidad ya que cargan con el estigma de pertenecer al mismo círculo íntimo del suicida; situación que no permite sacar a la luz la verdadera razón por la cual decidió poner fin a su vida, “la familia es señalada, indica cómo, si no exactamente la causa, al menos la oportunidad de la alineación. El motivo de eclosión del episodio delocura serán las contrariedades, las preocupaciones de dinero, los celos amorosos, las penas, las separaciones, la ruina, la miseria, etc.; todo eso desencadena la locura y no dejará de alimentarla”33, se trata de justificar el acontecimiento con argumentos diversos, cubriéndose en algunos casos las conflictivas familiares y de pareja que llevaron al individuo a poner fin a su vida. Dentro del grupo familiar sería preferible que la muerte fuera a causa de un accidente a que el deceso sea a causa del suicidio, es decir, es preferible que la pérdida de la vida incluso sea dada por alguien más a que sea el mismo sujeto el que termine con su existencia. Las declaraciones de los familiares estarán enfocadas a enmascarar lo acontecido para que el suceso no manche con el deshonor a la familia y que ésta pudiera ser señalada debido a lo ocurrido, siendo el evento causa de vergüenza social. La 32 Citado en Lukes, Steven, op. cit., p. 204. 33 Foucault, Michel, El poder psiquiátrico, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2005, p. 120. 25 muerte por suicidio será la marca que llevarán los familiares, misma que pretenden desaparecer de alguna forma y por lo cual se busca un sinfín de excusas que justifiquen y encubran el acto, entre ellas se encuentran las enfermedades tanto físicas como de índole mental; ya que “atribuir el suicidio a una enfermedad mental excusa y, aparentemente, desestigmatiza el hecho como la consecuencia no deseada de la enfermedad, al mismo tiempo lo incrimina y estigmatiza de nuevo como una temida manifestación de la locura.”34 El velo testimonial que cubre el suceso estará dirigido a hacer manifiesto que el individuo no actuó de forma racional sino más bien por alguna deficiencia o daño de sus facultades mentales. La familia prefiere pensar que la muerte no fue intencionada, sino más bien, causa de un desorden mental, que el sujeto no lo hizo de una manera consciente y que la enfermedad atacó la razón, de tal forma que su mente no presentaba lucidez alguna para evitar actuar de esa manera; el discurso del médico psiquiatra sobre la enfermedad mental será el que retomará la familia para entender por qué el sujeto tomó la decisión de privarse de la vida; así, “aunque la enfermedad mental se considerada un intruso ajeno a la dinámica de la familia, este intruso hace sentido con la estructura o, para decirlo en términos que la familia prefiere: es un problema que explica los otros problemas, es el problema de donde derivan todos los demás problemas.”35 Se tiene la creencia de que la muerte no será una libre decisión que toma el individuo ante lo insoportable que puede ser la soledad, el vacío, el no sentir afecto, la desesperación por no tener cura a diversas enfermedades que pueda padecer, el no tener un sostén que pueda generar sentido a las actividades que realiza o a la vida misma; a decir de Laing “uno puede sentirse físicamente vacío cuando no se mete dentro de lo que está uno haciendo o cuando aquello en lo que se ha metido se experimenta como carente de significado para uno mismo.”36 En el área de la salud, específicamente para la psiquiatría, el suicidio resulta como manifestación de una enfermedad mental que alude a actitudes anormales que se 34 Szasz, Thomas, Libertad fatal. Ética y política del suicidio, Barcelona, Paidós, 2002, p. 24. 35 Payá, Víctor A., Jiménez, Marco A. (coor.), Institución, familia y enfermedad mental: reflexiones socioantropológicas desde un hospital psiquiátrico, México, Juan Pablos-UNAM, 2010, pp. 105- 106. 36 Laing, Ronald, El yo y los otros, México, Fondo de Cultura Económica, 2002, p. 79. 26 presentan en la conducta de los individuos así como por falta de lucidez para razonar y una percepción inadecuada de la realidad, esto puede ser debido a la falta de componentes bioquímicos aunado al consumo de sustancias como el alcohol y/o drogas, además del posible carácter hereditario de la enfermedad al interior del grupo familiar; para tal situación se requiere de un tratamiento, del que sólo ellos tienen conocimiento y del cual están autorizados a llevar mediante la prescripción de medicamentos. El suicidio se presenta como una enfermedad mental en donde el organismo presenta un deterioro a nivel cerebral y por lo tanto se requiere de un tratamiento, particularmente, enfocado a equilibrar las sustancias propias que genera el cerebro, así mismo se pretende regular el comportamiento y la conducta del individuo con el afán de ayudarlo a que no piense ni atente en contra de su vida a causa de el padecimiento que sufre. El discurso médico, en específico el psiquiátrico, va enfocado a reconocer a tiempo la enfermedad para darle un posible tratamiento; en torno a la causa de la enfermedad mental causante del suicidio manifiesta que: los factores bioquímicos del suicidio se relacionan con la depresión y la manía. Se ha encontrado que el líquido cefalorraquídeo de algunos pacientes deprimidos contiene cantidades anormalmente bajas de 5-HIAA (ácido 5 hidroxindolacético), el cual se produce cuando la serotonina se desintegra en el cuerpo. Existe evidencia de que los receptores de serotonina en el tallo cerebral y en la corteza frontal pueden estar deteriorados, lo que se manifiesta en el individuo por inconformidad e insatisfacción con su modo de vida, por imágenes mentales del suicidio y por la insinuación o afirmación verbal de las intenciones suicidas. Se han detectado alteraciones del funcionamiento del eje hipotálamo-hipofisario-adrenal, con elevación de hidroxi-cetosteroides en la orina de pacientes suicidas.37 Sin duda, se trata de buscar el mal dentro del mismo cuerpo así como en las sustancias y procesos propios de los diversos organismos corporales, con especial atención en el cerebro ya que es el encargado del funcionamiento correcto de procesos vitales del ser humano, además de ser la central nerviosa del cuerpo, por lo que si existe alguna enfermedad es precisamente en el cerebro 37 Juárez Olguín H. y cols, Acta Pediátrica de México [online], 2006, vol. 27, no. 2, marzo-abril, p. 57 [Consultado el 03 de agosto de 2009] disponible en http://www.actapediatrmex.entornomedico.org/archivo/27-02-2006/index.html 27 donde se halla; así, la locura adquiere importancia sobre todo para hacer del suicidio parte del mito de la enfermedad mental; desde el siglo XIX la locura adquiere una importante relevancia médica ya que se cree que se encuentra dentro del cerebro, estudio que se llevaría a cabo a través del cuerpo de los enfermos y cadáveres de suicidas, a decir de Foucault “la práctica de la autopsia fue [...] una práctica regular cuyo sentido consistía esencialmente en decir lo siguiente: si hay una verdad de la locura, con seguridad no se encuentra en lo que dicen los locos y sólo puede estar en sus nervios y en su cerebro.”38 Entre los problemas o desordenes de carácter mental de los cuales se ocupan los psiquiatras y que consideran que existe una relación importante con el suicidio se encuentran la depresión, esquizofrenia, bipolaridad, psicosis, drogadicción y alcoholismo por mencionar algunas39; consideran que “la enfermedad mental es el factor más importante que predispone al comportamiento suicida. Las personas afectadas por enfermedades mentales presentan un riesgo de suicidio diez veces mayor que aquellas personas que no las sufren”40, por lo que las personas que presentan una conducta anormal son consideradas como no sanas mentalmente y sobre todo si su actuar las conduce a eliminarse de manera voluntaria; al respecto H. G. Morgan comenta que “ciertas enfermedades mentales tienen una relación particularmente alta con el riesgo de suicidio: las más comunes, por amplio margen, son las enfermedades depresivasy la dependencia del alcohol.”41 En la mayoría de los casos donde aparece el suicidio por problemas psiquiátricos está presente la depresión; a decir de los psiquiatras, es una condición que pone a los individuos en un estado de fragilidad que permite que cualquier suceso pueda 38 Foucault, Michel, op. cit., p. 295. 39 La principal causa de muerte por suicidio en el Distrito Federal que reporta el Servicio Médico Forense (SEMEFO) en su compendio estadístico según su etiología, alude principalmente a problemas psiquiátricos y conductuales; de un total de 299 decesos en el año 2006 se reportaron 202 correspondientes a este rubro, para el año 2007: 227 de 424 muertes y en el año 2008: 251 casos de un total de 455 suicidios, es decir; más del cincuenta por ciento de las muertes por suicidio registradas por la institución en los últimos años son consecuencia de enfermedades de índole mental. Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, Compendio estadístico del Servicio Médico Forense 2004-2008 [online], mayo 2009, p. 49. [Consultado el 13 de julio de 2009] Disponible en http://www.tsjdf.gob.mx 40 Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio, Día Mundial de Prevención del Suicidio en Revista de Sanidad Militar [online], 2006, vol. 60, no. 5, p. 342, [Consultado el 01 de octubre de 2009] disponible en http://www.medigraphic.com/pdfs/sanmil/sm-2006/sm065h.pdf 41 Morgan, H. G., ¿Deseos de muerte?, México, Fondo de Cultura Económica, 1983, p. 50. 28 desencadenar una situación que lo lleve a poner en riesgo su vida o, en el caso extremo, terminar con ella; “el depresivo, incapaz de dimensionar la realidad, tiende a interpretarse a sí mismo en términos de privaciones o derrotas vividas como acontecimientos irrevocables. […] emite juicios categóricos sobre su propia persona, considerándose a sí mismo como un “perdedor”, predestinado a continuar siéndolo”42; aunado a los sentimientos de abandono, soledad, incomprensión, culpa, vergüenza, falta de atención, de apoyo y de cariño que pueda experimentar; la idea de darse muerte –a decir de los psiquiatras- está más presente que en ningún otro estado. Las enfermedades de índole psiquiátrico modifican la conducta del sujeto de manera tal que no tiene control sobre sus impulsos y su cuerpo, llegando a causarse daño, Morgan menciona que “el impulso hacia la autodestrucción en los que están gravemente deprimidos surge de un estado mental que niega la suposición básica de la vida”43, no existe nada a que aferrarse, nada que los ate a la existencia; la realidad se ve distorsionada debido a la enfermedad mental que padecen y, por lo tanto, la puerta de salida a sus problemas es únicamente buscar la muerte por propia mano; las expectativas sobre el futuro son inciertas, tal vez sólo se perciba la misma pesadumbre que vive en ese momento; “el depresivo selecciona las categorías del extremo negativo, entre otras, la tendencia a hacer de las cosas una catástrofe; la sobregeneralización o generalización excesiva.”44 En el caso de que las personas cuenten con antecedentes de intentos suicidas, los psiquiatras además de diagnosticar y medicar, recomiendan atención y cuidado en todo instante ya que en cualquier momento en que el individuo se encuentre solo puede hacer efectivo dicho intento y perder la vida; otro recurso que se utiliza es el internamiento, con la finalidad de que el sujeto lleve a cabo el tratamiento y tenerlo con una vigilancia constante limitando así su actuar; de este modo “cuando la evaluación indica que un individuo está en riesgo inminente de suicidarse, y la motivación suicida pasa por encima de todo deseo de aceptar 42 Cohen Agrest, Diana, Por mano propia. Estudio sobre las prácticas suicidas, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2007, p. 188. 43 Morgan, H. G., op. cit. p. 52. 44 Cohen Agrest, Diana, op. cit., p. 188. 29 ayuda, entonces la norma usual es disponer inmediatamente el ingreso en una unidad psiquiátrica, si es necesario mediante procedimientos coercitivos.”45 Entre los factores que la psiquiatría retoma como posibles desencadenantes para llevar a cabo el acto se encuentran el alcoholismo y la drogadicción, aunado a la situación que vive el sujeto, pueden ser factores que en determinado momento pueden desinhibirlo, haciendo que llegue a estar en una situación muy vulnerable al grado de privarse de la vida, “la reducción de la inhibición y la liberación del comportamiento agresivo, efectos directos del alcohol, pueden producir el factor precipitante en alguna persona que de otra manera no tendría valor para emprender su autodestrucción.”46 Cabe señalar que para el psiquiatra el consumo de alcohol en cantidades mínimas tiene el mismo efecto que si tomara una cantidad mayor y que “la dependencia del alcohol sólo es superada por la enfermedad depresiva como concomitante del suicidio”47, así mismo hacen notar que “el principal factor de riesgo en los hombres es el ambiente familiar y en las mujeres lo son además del ambiente familiar disfuncional, el sentirse en desventaja con sus amigas, la baja autoestima, la impulsividad, la mala comunicación con la madre y el preferir aislarse en situaciones problemáticas.”48 De igual forma no dejan a un lado el contexto social en que se desenvuelve el individuo: pobreza, escolaridad, consumo y abuso de tabaco o substancias nocivas, agresiones sufridas, desordenes emocionales de los padres, los cuales pueden ser factores desencadenantes de suicidio dentro del grupo familiar sobre todo, en los adolescentes. El sociólogo francés Émile Durkheim retoma para su análisis la idea de que el alcohol es un factor desencadenante del suicidio ya que se piensa que el efecto que puede presentar es el de desinhibir al individuo, haciendo que éste quede en un estado de vulnerabilidad que le permita deshacerse de la vida de una manera fácil; llegó a la conclusión con base en los expedientes revisados de que “el grupo 45 Morgan, H. G., op. cit., p. 136. 46 Ibíd., p. 55. 47 Ibíd., p. 53. 48 González Forteza, Catalina, et al., Al borde de la muerte: problemática suicida en adolescentes en Salud Mental [online] Diciembre 1999, vol. 22 (Esp), p. 145. [Consultado el 01 de octubre de 2009] disponible en http://www.inprf-cd.org.mx/pdf/1999/sm2207/sm2207145.pdf 30 en que el suicidio es mayor, es el de aquéllos en que se consume menos alcohol”49 y que, por lo tanto, el alcohol no influye de manera drástica en la toma de la decisión de privarse de la vida, deshecha la idea de que el alcohol perjudica el juicio de tal manera que un individuo pueda atentar en contra de su vida; y no por el hecho de que una sociedad tenga más o menos alcohólicos va ascender o decrecer de manera notable el número de suicidios. Otro de los argumentos que refieren los psiquiatras como posible causa de suicidio, es que éste puede presentar carácter de hereditario, como una posible enfermedad mental la cual puede pasar de generación en generación, debido a esto, se podrían presentar varios casos de suicidio dentro del grupo familiar, es decir, puede presentarse la muerte voluntaria por suicidio del padre, hermanos e hijos, de forma que los miembros de diversas generaciones estarán destinados a tener el mismo fin que sus antecesores; los médicos realizan estudios y cuestionan a la familia del “enfermo” sobre antecedentes similares al interior del grupo tratando de darle sentido a la familia sobre la enfermedad y el actuar del individuo, a decir de A. Payá: la explicación biológica-hereditaria no mitiga del todo el tormento: los progenitores buscan las fallas, los momentos de fracturas, meditan sobre las violencias reiteradas, las ausencias, los abandonos y las desatenciones que contribuyeron al
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