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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MÉXICO
 
 
 
Tesis para obtener el 
“FRAY BARTOLOMÉ DE LAS CASAS, PROTECTOR DE LOS 
INDIOS, Y PRECURSOR DE LA DEFENSA DE LOS 
DERECHOS HUMANOS.”
Sergio Armando Lara Gortarez
Asesor: Maestro Gonzalo Vilchis Prieto
 
 
 
 
 
 
 
Ciudad Universitaria, Febrero de 2012.
 
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MÉXICO
 
FACULTAD DE DERECHO 
 
Seminario de Derecho Romano 
e Historia del Derecho. 
 
 
Tesis para obtener el título de Licenciado en Derecho:
“FRAY BARTOLOMÉ DE LAS CASAS, PROTECTOR DE LOS 
INDIOS, Y PRECURSOR DE LA DEFENSA DE LOS 
DERECHOS HUMANOS.” 
 
Sergio Armando Lara Gortarez 
 
Asesor: Maestro Gonzalo Vilchis Prieto 
Universitaria, Febrero de 2012. 
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MÉXICO 
 
título de Licenciado en Derecho: 
“FRAY BARTOLOMÉ DE LAS CASAS, PROTECTOR DE LOS 
INDIOS, Y PRECURSOR DE LA DEFENSA DE LOS 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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· POR Ml RAZA HABI.ARAEL £Sr[AITlI" 
 
 
 
“Dedicada al mejor hombre que ha existido, 
Don Juan Gortarez Figueroa” 
 
 
 
AGRADECIMIENTOS 
Gracias a Dios por ser mi roca y mi fortaleza, mi escudo y mi luz. 
A mi madre María del Rosariopor hacerme sentir orgulloso de mis orígenes, por 
sus oraciones, por darme la vida y regalarme su sangre. 
A mi madre María Yolanda por su amor puro e incondicional. 
A mi Blanca, María Stephanie, por caminar de mi mano haciendo poesía, por su 
gran paciencia, por liberarme de la soledad. Por enseñarme a descifrar los signos 
de la vida, por iluminar el mundo con su belleza. Sobre todo gracias por ser mí 
esposa y amarme sin medida. 
Gracias a mi hijo que todo lo ocupa, que me inspira a vivir, Gracias Mateo porque 
en ti volví a nacer. 
A mi hermano Enrique, el soldado más leal, gracias por cuidarme y levantarme en 
las caídas. 
Gracias a mi tío Jorge por enseñarme que con esfuerzo no existen imposibles, por 
curarme en las enfermedades. 
Gracias a mi hermano y primo Christian por apoyarme en este y en todos mis 
proyectos. 
Gracias a los Gortarez. 
Por último, mi más sincero agradecimiento a mi maestro Gonzalo, que me apoyó y 
me alentó en todo momento. Gracias por tantos y tantos consejos. 
 
 
 
ÍNDICE. 
Págs. 
Introducción...…………………………………………………………………….. 
 
1 
 
 
CAPÍTULO 1 
 
Su niñez.………………………………………………………………………….. 4 
 
Su juventud………………………………………………………………………. 5 
 
Pedro de Las Casas…………………………………………………………….. 11 
 
CAPÍTULO 2 
 
El sermón de adviento de Fray Antonio de Montesinos…………………….. 13 
 
La Matanza de Caonao…………………………………………………………. 17 
 
El sermón en Sanctí Spíritus y renuncia a sus repartimentos……………… 22 
 
Su relación con los frailes dominicos: Fray Pedro de Córdoba y Antonio 
de Montesinos…………………………………………………………………… 26 
 
Su fracasada entrevista con Fernando El Católico………………………….. 32 
 
Su nombramiento como Procurador y Protector Universal de todos los 
indios……………………………………………………………………………… 37 
 
Las Casas reconoce la razón en los indígenas……………………………… 43 
 
CAPÍTULO 3 
 
Entrevista con Carlos I de España…………………………………………….. 48 
 
Polémica: Ginés de Sepúlveda-Las Casas…………………………………… 64 
 
Las Leyes de Burgos……………………………………………………………. 66 
 
La Junta de Valladolid…………………………………………………………... 79 
 
 
 
Verapaz…………………………………………………………………………… 113 
 
 
CAPÍTULO 4 
 
Aportaciones de Las Casas al Ius Naturalismo……………………………… 122 
 
Apologética Historia……………………………………………………………... 124 
 
Memorial de Remedios…………………………………………………………. 
 
128 
 
Brevísima Relación de la Destrucción de las Indias………………………… 130 
 
Treinta proposiciones muy jurídicas…………………………………………… 137 
 
Las Leyes Nuevas………………………………………………………………. 140 
 
 
CONCLUSIONES………………………………………………………………... 145 
 
BIBLIOGRAFÍA y FUENTES…………………………………………………… 147 
 
 
ANEXO DE ILUSTRACIONES y CRONOLOGÍA. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Firma de Fray Bartolomé de Las Casas, tomada de antiguos documentos encontrados Chiapas (1543).
1 
 
INTRODUCCIÓN 
“No hay amor más grande, 
que el que da la vida por sus amigos” 
San. Juan 15,13 
Esta tesis es un reconocimiento al trabajo que con toda una vida construyó el 
padre Fray Bartolomé de Las Casas, un destacado abogado y muy respetable 
sacerdote, que envestido de dichas vocaciones armonizó conceptos esenciales de 
ambas vocaciones para dar vida a nociones jurídicas universales, trascendentales, 
vigentes en la conquista y hasta siempre. 
¿Cuál fue la trascendencia que tuvo el padre Las Casas para el Derecho 
Internacional Moderno y para el Derecho de Gentes? Reconociendo que este 
dominico vivió adelantado a su época y con su doctrina revolucionó el modo en 
que se relacionan las culturas, a través de una doctrina basada en los principios 
jurídico-teológicos más básicos, como la justicia, la igualdad, el amor y el bien 
común, principios con los que logró convencer sobre sus ideales pacifistas a sus 
enemigos, a una corte real intolerante, a sus compatriotas ambiciosos, a los indios 
renegados, y sobre todo a sí mismo, dando un ejemplo real de vida digna. 
¿Por qué debe considerarse al Padre Las Casas Como Precursor de los Derechos 
Humanos? Esta idea de homenajear al padre Las Casas surgió al cursar la 
materia de Derecho Novohispano, donde percibí que dentro del proceso en el que 
se forjó nuestra nación, el padre Las Casas fungió como punto de entendimiento y 
concordia entre los pueblos indígenas de América y sus conquistadores. Al tiempo 
en que terminé la materia antes señalada, obtuve a través de mi madre un libro 
llamado “Leyendas negras de la iglesia”, en el que se exponía la ardua obra 
lascasiana como producto de la sangre judía llena de venganzaque corría en las 
venas de Las Casas; venganza generada por la expulsión dejudíos que 
ordenaron los Reyes Católicos en 1492. Lo cual me provocó una seria de 
interrogantes, pues si bien podía ser cierto que Las Casas tenía raíces judías, se 
había ordenado como sacerdote católico, además, era bien sabido que sostuvo 
2 
 
una buena relación con el Carlos V, siempre guardando un amplio respeto hacia la 
Corona, por lo que si se hubiera tratado de una venganza, habría sido el mismo 
rey su primer enemigo. La incongruencia de esa obra me hizo entender que el 
error y la leyenda a veces tienden a difundirse más que la verdad; y es necesario 
volver a estudiar los viejos temas, para esclarecer la historia. 
¿Qué aportaciones hizo Bartolomé de Las Casas al Ius Naturalismo y al derecho 
en general? Gracias a mi Maestro Gonzalo Vilchis, tengo en mi poder las obras del 
protagonista de esta tesis, por lo que en esta obra no hay lugar a interpretaciones, 
abordaré de manera objetiva su doctrina visionaria universal, para demostrar que 
aportaciones jurídicas trascedentes brindó la escuela lascasiana, y comosu lucha 
fue decisiva para propiciar la creación de leyes justas. 
 
En cuatro capítulos redactaré una tesis que pretende en un futuro ser una 
referencia bibliográfica, cuando del origen de los derechos humanos o del puro 
concepto de justicia se trate. 
 
El primer capítulo es acerca de la infancia y juventud de Bartolomé de Las Casas, 
sus raíces judías, el primer acercamiento con un indio americano, el ejemplo 
aventurero de su papá y su primera visita a América. 
El inicio de la lucha y los primeros años en América se abordan en el segundo 
capítulo, desde las primeras amargas vivencias hasta su nombramiento como 
Protector Universal de todos los Indios. Su refugio en la fe, la influencia dominica, 
su orden sacerdotal y la primera conversión. 
El tercer capítulo muestra a un Las Casas maduro, un abogado innovador que 
aportó los cimientos del derecho de gentes y que mantuvo un gran acercamiento 
con la Corona española para poderdenunciar sin limitaciones: 
“Entre estas son las matanzas y estragos de gentes inocentes y despoblaciones de 
pueblos, provincias y reinos que en ella se han per petrado, y que todas las otras no 
de menor espanto…” 
3 
 
Denotaré su revolución pacífica, exaltando su fortaleza implacable en la polémica 
que sostuvo con Juan Ginés de Sepúlveda que hasta hoy lo distingue. 
El tercero es un capitulo que da testimonio de la lucha lascasiana, consagrada en 
Verapaz. 
El cuarto capítulo es de las aportaciones que Bartolomé de Las Casas a través de 
sus obras combativas hizo al Ius Naturalismo, remediando los males del indio con 
una doctrina justa y sensible, que al día de hoy sigue vigente. 
Fray Bartolomé de Las Casas merece esta tesis, por su batalla en favor de los 
derechos del hombre, y por su incansable pugna por la fraternidad humana digna 
y en paz. 
 
4 
 
CAPITULO 1 
SU NIÑEZ. 
Bartolomé nació en Sevilla, España, exactamente en el barrio de Triana, donde 
radicó toda su infancia. Sus primeros biógrafos señalaban que había llegado al 
mundo en el año de 1874, pero estudios más recientes y empatados tanto con los 
viajes de Colón donde viajó su padre Pedro, como con la fecha de su llegada a 
América, indican que la fecha exacta de su nacimiento fue el 11 de noviembre de 
1484. 
Descendiente de una familia francesa judía convertida al cristianismo, Las Casas 
desde muy pequeño conoció a los reyes católicos y al propio Cristóbal Colón, en 
aquel entonces “La llegada de los europeos a las tierras insulares que Cristóbal 
Colón descubrió para España durante sus viajes realizados entre 1492 y 1503 
despertaron el interés de una multitud de hombres, que por diversas razones -
persecución religiosa, misión evangelizadora, deseo de fama y fortuna o simple 
afán de aventura- se embarcaron en las naves que partieron en expediciones 
subsecuentes”1. 
 
Desde temprana edad escuchó a su tío Francisco, hermano de su papá -el cual 
murió en lucha contra los moros-, narrar historias increíbles acerca de América, 
por lo que desde entonces se ilusionó con conocer las tierras conquistadas. 
 
En el año de 1499 y con 14 años de vida, Bartolomé obtuvo como regalo por parte 
de su padre Don Pedro de Las Casas un indio traído de América, que le sirvió 
como esclavo, hecho que marcó la vida del niño para siempre. El indio le significo 
muchas cosas desconocidas, así que este, en gran parte, le cambio el panorama 
de la vida misma, el indio sirvió a Bartolomé como sujeto de observación y de 
cuestionamientos, la mayoría internos, conoció su mitología, la comparó con la 
 
1
DELGADO DE CANTÚ, GLORIA. 2008 Historia de México, legado histórico y pasado reciente, Ed. Pearsons 
Prentice Hall Pág.21 
 
5 
 
propia, descifró su modo de vida e intentó conocer al Nuevo Mundo descubierto 
por Colón, a través de su siervo. 
Tanta meditación y observación sirvió a Las casas para enamorase aún mas de 
todos los relatos mágicos de los aventureros que ya conocían América; Bartolomé 
pudo disponer muy poco tiempo de su paje, ya que en cuanto la Reina Isabel la 
Católica se enteró de que Colón había regalado indios a sus acompañantes, 
condenó este hecho, y mando sopena de la vida que todos los españoles 
poseedores de indios los devolvieran a la corona para regresarlos a América. 
De adolescente estudió gramática y latín, con el primer autor de la gramática 
española, el reconocido humanista Antonio de Nebrija, el cual introdujo esta 
lengua en España, su alma autodidacta también lo llevó al campo del estudio del 
derecho en Salamanca, pero el hecho de haber llegado a titularse como tal, sigue 
siendo incierto hasta nuestros días, ya que el propio Bartolomé nunca agregó a su 
firma tal título universitario, como era de rigor en esa época. 
Por otro lado algunos autores dicen que obtuvo las órdenes sacerdotales menores 
antes de su primer viaje llevado a cabo en el año de 1502 a América, pero otros 
indican que fue hasta 1506. 
SU JUVENTUD. 
A los 17 años viajó junto con su padre Pedro de Las Casas, bajo el mando del 
Capitán Ovando a las Américas. Contando con un buen nivel de formación 
intelectual, Bartolomé llegó a La Española, en Santo Domingo, el 15 de abril de 
1502. 
Pero cual habrá sido su sorpresa al encontrarse con una realidad que 
seguramente no se acerca ni por poco a la de aquellas historias míticas y 
mágicas, pues se topó con unos indios aguerridos y heridos en todos los sentidos, 
y unos españoles corroídos por la codicia y el poder, hechos que seguramente 
comenzaron a activar en Bartolomé su propia conciencia. Así de golpe descubrió 
que América no era un paraíso donde el anhelado oro no sobraba, de inmediato 
6 
 
se percató que para progresar en las tierras nuevasnecesitaba trabajar la tierra y 
cultivarla, pero eso podía significar esclavizar a los indios para realizar tarea tan 
ardua. 
 A finales de 1502 Las Casas observó las primeras redadas violentas de conquista 
por parte de los españoles, actos violentos e injustos de los cuales adquirían 
esclavos e iban apropiándose de los territorios. Se dice que durante el año 
siguiente obtuvo ganancias extrayendo oro. 
Teniendo 19 años, participó en una de las campañas de conquista y viajó a Puerto 
Príncipe como miembro de un destacamento bajo las órdenes del mismo 
gobernador Nicolás de Ovando, en ese entonces cada arribo a un poblado nuevo 
representaba todo un procedimiento solemne, el primer acto de este 
procedimiento era el contacto con los indios por parte del predicador de paz que 
simbolizaba el inicio de una relación pacífica (hecho muy alejado de lo que en 
realidad sucedía). El segundo de los actos era cuando los nativos daban un 
evento, parecido a un banquete de bienvenida; fue en uno de estos 
acontecimientos la primera vez en la que nuestro Bartolomé conoció en carne 
propia los atropellos llevadosa cabo por los conquistadores, ya que a media 
celebración y por instrucción del propio gobernador Ovando, sus hombres 
atacaron por sorpresa y acribillaron a los caciques de esta comunidad (esto lo 
hacían regularmente) un hecho que hasta ese momento era desconocido por Las 
Casas. 
En ese momento, Las Casas era dueño de una gran encomienda (“Las Raíces 
peninsulares de esta institución -la encomienda- fueron la organización cuasi 
feudal de las regiones recientemente conquistadas por los moros y la behetría 
hispánica”2)heredada por su padre, ubicada cerca de Concepción de la Vega, de 
esta obtenía muy buenos ingresos,ya queaún no abandonaba la idea de 
multiplicar los bienes que su padre le heredó; esefue su modus vivendi por 
aproximadamente ocho años y no precisamente por convicción sino porque así las 
 
2FLORIS MARGADANT, GUILLERMO. 1976 Introducción a la Historia del Derecho MexicanoPág. 77 
7 
 
circunstancias lo determinaron, como para casi todos los colonizadores, aunque 
su espíritu noble y sencillo tarde o temprano se cansaría de tanta injusticia. 
Algunos historiadores dicen que en 1507 estuvo en Roma. Para 1510 ya habiendo 
recibido las ordenes sacerdotales estaba de regreso en América,tiempo después 
en calidad de clérigo conoció a Ramón Pané, un monje español que fue la primer 
figura religiosa que tocó su conciencia y sembró en el la preocupación por la 
evangelización de los indios. A este monje se sumaron otros tres religiosos 
dominicos: Pedro de Córdoba, Bernardo de Santo Domingo y Antonio de 
Montesinos, los tres venían de Salamanca con la misión de evangelizar a los 
indios y crear un convento en América, los lazos que formó con estos tres 
personajes hicieron en Bartolomé renacer la fuerza de su vocación eclesiástica-
evangelizadora. 
En el año de 1511, a través de esos Dominicos, se convocó a una misa en época 
de adviento a la que asistiría el virrey, esta misa fue dirigida por Fray Antonio de 
Montesinos y esta misma significó un hecho trascendente, no solo en la 
conciencia de nuestro protagonista, sino también para toda América, ese hecho 
fue un baluarte para la confianza de Las Casas, ya que en esa misa, el sermón 
recitado por el fraile Montesinos, censuró la conducta de los colonos, condenó el 
maltrato hacia los indios, arremetió contra todos los abusos por parte de los 
conquistadores y dejó claro que los naturales debían verse como figura de 
evangelización, como hijos del mismo Dios, Montesinos, utilizando las palabras de 
Juan el Bautista les dijo: “Yo soy la voz que clama en el desierto, enderezad el 
camino del señor…3” denuncia que no le fue suficiente, pues el Fraile repitió sus 
ideas una semana después, por lo que el impacto en Bartolomé fue más profundo, 
y fue entonces cuando dejó de sentirse encomendero, para comenzar a sentirse 
misionero. 
Por otra parte Pedro de Córdoba, también tocóla conciencia de Las Casas, pues le 
cuestionó su estilo de vida y le hizo recordar que como enviado de Dios debía 
 
3
 Evangelio según San Juan 1:23 
8 
 
poner su corazón en lo espiritual y no en lo terreno. Estos hicieron que en los 
momentos de soledad el sevillano revisara y cuestionara su actuar en las Indias, 
hasta llegar a entender que ser sacerdote no iba de la mano con ser 
encomendero, años después se arrepintió profundamente de haber vivido por un 
tiempo velando por intereses materiales y no celestiales. 
Para terminar de decidir su destino, Bartolomé de las Casas tuvo que presenciar 
algunos hechos sangrientos durante los años de 1512 y 1513, esto ocurrió al 
cabo de que el Capitán Diego Velázquez, envestido como responsable de la 
colonización de Cuba y Las Casas como capellán del conquistador Pánfilo 
Narváez,losacompaño a esta expedición. Diego le estimaba mucho y para esta 
ocasión lo necesitaba como consejero y predicador de paz. 
Las Casas, como mensajero de paz tuvo la tarea de tener el primer contacto con 
los poblados y avisar a los Caciques que dieran la orden a sus pobladores de 
permanecer quietos y sin alejarse ya que no les harían ningún daño. También 
solicitaba la comida para los colonizadores y la presencia obligatoria de los niños 
para ser bautizados y la de los adultos si estos así lo decidían. 
Las Casas pretendía que los indios no sufrieran maltratos, ni mucho menos 
murieran por resistirse a la colonización, predicaba el bien y resaltaba las ventajas 
de vivir a la luz de la justicia, buscó siempre la paz, en cada poblado se dio a la 
tarea de persuadir a los Caciques para que se bautizara a todo el pueblo, su 
misión evangelizadora fue bien cumplida por su parte, pues acerco a muchos 
indios a las legiones cristianas. Pero su esfuerzo no tuvo grandes cosechas, ya 
que él quería salvarles el alma, pero los naturales preferían salvar el cuerpo, de 
los atropellos españoles. Los indios no comprendían porque el cura Las Casas les 
inculcaba la paz y los conquistadores actuaban con violencia, lo que forjó una 
actitud de incredulidad entre los americanos, y la tarea del sacerdote se hizo 
doblemente pesada, pues era contradictorio hacer creer a los indios en un Dios 
justo, mientras vivían las injusticias de los conquistadores. 
9 
 
Durante esta expedición por Cuba, Las Casas vivió uno de los momentos más 
crueles de su vida, ya que después de la matanza de Camagüey a cargo de 
Narváez, presenció una masacre aun peor: El episodio conocido como “la 
matanza de Caonao” hecho tan impactante, que dejándolo estupefacto lo 
convenció de procurar el remedio de esta gente, por lo que posteriormente, 
cuando el conquistador Narváez le cuestionó sobre estos hechos (como si él no 
fuera responsable), Bartolomé le respondió: 
“Que os ofrezco a vos y a ellos al Diablo”4 
Fue muy difícil para el sevillano presenciar estos acontecimientos, no solo por su 
fe, sino también porque ya simpatizaba con muchos indios, muchos lo querían y lo 
seguían. 
 
La suma de esos hechos le forjaron la idea de una conquista pacífica; en la 
realidad, todo seguía empeorando. 
 
Al finalizar la expedición en Cuba, con los territorios asegurados al servicio de los 
españoles, Velázquez repartió estas tierras y encomendó a sus acompañantes los 
indios oriundos, evidentemente al padre Las Casas le tocóuna porción de estas 
ganancias, recibiendo un repartimiento en Jagua y otro en Canarreo. 
Para ese entonces las ganancias derivadas de las encomiendas eran mayores, 
pero tantos abusos, ya lo estaban saturando, por lo que decidió hablar con 
Velázquez en la Villa del Espíritu Santo para tomar una de las decisiones más 
importantes en su vida, previo a esa entrevista, habló con su amigo Diego 
confidencialmente para renunciar a sus encomiendas, pidiéndole que esta 
decisión la guardara en secreto, Diego lo estimaba tanto, que le dio quince días 
para pensar y reflexionar si en verdad quería dejar todos esos bienes, sin embargo 
Las Casas ya convencido en cuerpo y alma le replicó de este modo: 
 
4
 THOMAS, HUGH. 2007 La conquista de México, Ed. Planeta Pág. 397 
10 
 
“Le agradezco, pero ante Dios le juro que si me arrepiento, que el mismo me 
castigue y no me perdone”5 
Días después, Bartolomé consideró que para que su decisión tuviera repercusión 
en las conciencias españolas, sería mejor hacerla pública, entonces el día de 
Pentecostés, 15 de agosto de 1514, imitando a su amigo y maestro Montesinos, 
en el sermón, mientras celebraba misa en Sancti Spíritus, reprendió a los 
españoles abusivos, dio un discurso contra lo infamia y lo injusto de los 
conquistados, increpo a los codiciosos, alentó a sentir la confianza de obrar bien 
bajo el amparo de Dios, y renunció públicamente a sus encomiendas, sirviendo así 
como ejemplo, y al mismo tiempo como autoridad moral, rompiendoel secreto que 
tenía con Velázquez y ganándose de parte de este un mayor respeto. 
Inmediatamente después de la renuncia, regresó a La Española, demostrando que 
esa renuncia a los bienes temporales fue el resultado de una recapacitación y un 
encuentro consigo y con sus sentimientos, ya que al ver tanta violencia y 
desconsuelo de los oprimidos (siendo el consuelo, don de Dios, al igual que la 
felicidad) él decidió dedicar su vida a orientar al desamparado. A partir de este 
momento muchas frases bíblicas le sirvieron de fortaleza y guía, renovando su 
espíritu en gracia con el Espíritu Santo. 
Debo aclarar que su buena condición económica no pudo acabarse rápidamente 
ya que era muy fuerte, pero para bien de los conquistados este cambio no se dio 
en tan largo plazo, pues como Las Casas ya había escuchado su conciencia, solo 
le bastaron unos días como punto de partida. 
En sus estudios -que fueron su apoyo para no claudicar- siempre halló razón en la 
justicia, misma que materializó a través de sus actos evangelizadores. 
Ya sin encomiendas, el sevillano sabía que encontraría dificultades y oposiciones 
(incluso de algunas autoridades), pero sin importarle ese hecho, comenzó a 
 
5
 GONZALEZ CALZADA, MANUEL. 1948 Las Casas el Procurador de los Indios, Talleres Gráficos de la Nación 
Pág. 89 
11 
 
convencer a algunos nacionales de que la ambición no debía molestar la intención 
de evangelizar, siendo así la voluntad de Dios. 
Como predicador debía tener una vida ejemplar, por lo que paso a formar parte de 
los Dominicos en 1515, en ese mismo año vio crecer la hostilidad en su contra de 
parte de algunos conquistadores, motivo por el cual tuvo que volver, acompañado 
de Fray Antonio de Montesinos, a la península Ibérica, enviado por Fray Pedro de 
Córdoba para dar a conocer esta situación a Fernando V y para lograr reorientar 
la política colonizadora, buscando replantear la asimilación del indio americano e 
injustificar todas las formas del maltrato al indígena, al fin apareció un Bartolomé 
intolerante a los abusos, forjador de un propio proyecto de colonización pacífica. 
Bartolomé de las Casas volvió a España, sin imaginarse nunca, que tiempo más 
tarde se le nombraría “Procurador y Protector Universal de todos los Indios”. 
PEDRO DE LAS CASAS. 
Radicaba en Triana, era comerciante de Tarifa, su apellido original se dice que fue 
Peñaloza, aunque por motivos desconocidos decidió adoptar Cassaus de su 
madre, una noble francesa; al convertirse al cristianismo se transformó a Las 
Casas. 
No se sabe con exactitud cuándo contrajo nupcias con Isabel de Sosa, con la que 
procreó dos hijos, la primogénita una niña y el segundo un varón al cual llamaron 
Bartolomé. Isabel murió joven. Pedro se encargó de sus hijos, y fue él quien 
sembró en Bartolomé la semilla de aventurero. 
Gracias a su tío, el continuo real Juan de Peñaloza, Pedro de Las Casas se hizo 
amigo de Cristóbal Colón, y en una época en la que su negocio no daba grandes 
frutos decidió viajar en la segunda expedición del explorador en busca de nuevas 
oportunidades, en compañía de 1200 hombres más, incluido su hermano 
Francisco. 
“El padre de Bartolomé, Pedro Cassaus acompañó a Colón en su segundo viaje al 
otro lado del Atlántico, se quedó en las Antillas y confirmando sus dotes de 
12 
 
habilidad e iniciativa semíticas, creó una gran plantación donde se dedicó a 
esclavizar a los indios, práctica que como hemos visto había caracterizado el 
primer periodo de la conquista y al menos oficialmente solo ese periodo”.6 
Pedro dejó a su pequeño Bartolomé a los nueve años a cargo de su hija, regresó a 
España en 1499. Cuatro años atrás en 1495 había regresado ya su hermano 
Francisco junto con Colón, su hermano, el tío de Bartolomé, deslumbró y enamoró 
a nuestro protagonista con las historias de nuevas tierras cuando apenas tenía 11 
años. 
Pedro de Las Casas volvió a su tierra natal en navidad de 1499 para 
reencontrarse con sus hijos, trayéndole de regalo a su hijo menor un indio que le 
regalo Colón para que le sirviera como esclavo. 
En febrero de 1502 regresó a América acompañado de su hijo Bartolomé, pero 
esta vez bajo el capitaneo de Nicolás de Ovando. 
Muere en América, con la satisfacción de haber forjado en su hijo un hombre de 
principios y valores bien cimentados, al cual, de algún modo, le dio a conocer la 
propia naturaleza india, lo que le permitió en un futuro velar por su respeto, con 
ímpetu de justicia y con la firme convicción perpetua de luchar por un trato digno a 
la raza de aquel indio amigo que su padre le regaló. 
 
 
6
 MESSORI, VITTORIO. 1997 Leyendas negras de la Iglesia, Ed. Planeta Testimonio Pág.37 
13 
 
CAPITULO 2 
EL SERMÓN DE ADVIENTO DE FRAY ANTONIO DE MONTESINOS. 
Es bien sabido que fueron los Dominicos quienes iniciaron la lucha por la defensa 
de los derechos de los naturales en América, y si se trata de nombrar al padre de 
esta lucha, mismo personaje que no solo alentó a continuar en esta batalla a 
Bartolomé de las Casas, sino que también le fue ejemplo de vida y maestro en el 
arte de la protección del indio, indudablemente fueFray Antonio de Montesinos. 
Montesinos llegó a La Española en 1510 en calidad de fraile, proveniente del 
Convento de San Esteban de Salamanca (cuna del moderno derecho 
internacional). 
Se cree que la voz de Montesinos llegó a ser estruendosa, no tanto por sus 
demandas, sino más bien por su papel de misionero dominico. 
Egresado del Colegio de San Esteban (provenir de tan renombrado y respetado 
colegio significaba poseer la semilla del intelecto más avanzado de esa época), 
contaba con los ideales de Santo Tomas, que estaban bien acompañados de la 
manifestación del Cardenal Tomas Vío, (también dominico), quien fue considerado 
uno de los promotores del cuestionamiento de la justificación de la conquista que 
surge a raíz del descubrimiento de América, ambas doctrinas coadyuvaban al 
interés dominico por la protección del indio. 
Se dice que en la época colonial, los españoles poseedores de encomiendas, 
confundían a las mismas con un cierto tipo de esclavitud, hecho que por ser 
contrario a libertad se consideraba censurado por los dominicos, quienes 
pugnaban por libertad para todos por igual, por todos ser iguales ante los ojos de 
Dios, estas ideas fueron las que propiciaron las primeras reacciones dominicas a 
favor del indio, en estos acontecimientos surge como portavoz de los misioneros 
católicos Fray Antonio de Montesinos, quien era considerado un orador 
apasionado, y mismo que según el propio Bartolomé, el día 30 de noviembre de 
1511, predicó ante el Almirante Don Diego Colón y algunos otros oficiales del rey, 
14 
 
un sermón a la luz de la cita bíblica del evangelio de Juan: “Ego vox clamantis in 
deserto” palabras dichas por el profeta Isaías y repetidas por Juan el Bautista para 
reprender a los fariseos: “Enderezad el camino del Señor” dijo a las 
muchedumbres españolas, “que el tiempo de Dios está cerca y se tiene que estar 
preparado para su llegada”, así surgió la primer protesta pública deliberada y de 
gran importancia contra el trato dado por los colonos a los americanos. 
Este primer rugido a favor de los conquistados, fue un parte-aguas en la historia 
de la conquista de América, se dice que también fue uno de los más importantes 
acontecimientos en la propia historia espiritual de la humanidad. 
Este sermón sigue presente hasta nuestros días y está documentado gracias a 
nuestro Bartolomé de Las Casas, quien lo describe en su “Historia de las Indias” 
texto donde no sería sorprendente que haya incluido ideas propias. 
Las Casas relata que el sermón fue muy representativo, exclusivo para los oídos 
pecaminosos de los conquistadores, conteniendo en él una gran intención, la de 
condena y reprensiónhacia estos, como lo sigue siendo en las misas actuales, 
con una escondida intención de sembrar temor en la audiencia para corregir e 
inducir su actuar, quiero decir una total intención de infundir temor a Dios, y horror 
por sus actos en todos los oyentes. 
La idea central de todo el sermón indicaba que los españoles al someter en 
esclavitud a los indios vivían en pecado mortal, y este pecado les traería consigo 
la condenación eterna, además de hacer hincapié en recordar a todos los 
creyentes las palabras propias de Jesucristo: “Id por el mundo y predicad el 
evangelio7”, de este modo Montesinos pretendía recordar a sus compatriotas las 
misión de todos los católicos encomendada por Dios encarnado, y aún mas para 
ellos que acababan de descubrir nuevas tierras con sed de Dios. 
En resumidas cuentas las palabras esenciales de Montesinos fueron las 
siguientes: 
 
7
 Evangelio según San Marcos 16:15 
15 
 
“Para os dar a conocer me he subido aquí yo, que soy la voz de Cristo en el 
desierto desta isla, y, por tanto, conviene que con atención no cualquiera, sino con 
todo nuestro corazón y con todos vuestros sentidos, la oigáis; la cual voz os será 
la más nueva que nunca oísteis, la más áspera y dura y más espantable y 
peligrosa que jamás no pensasteis oír…Todos estáis en pecado mortal y en él 
vivís y morís por la crueldad y tiranía que usáis con estas inocentes gentes. Decid. 
¿Con que derecho y con qué justicia tenéis en tan cruel y horrible servidumbre 
aquestos indios? ¿Con que autoridad habéis hecho tan detestables guerras a 
estas gentes que estaban en sus tierras mansas y pacíficas, donde tan infinitas 
dellas con muertes y estragos nunca oídos habéis consumido? ¿Cómo los tenéis 
tan opresos y fatigados, sin dalles de comer, ni curallos en sus enfermedades, que 
de los excesivos trabajos que les dais incurren y se os mueren, y por mejor decir, 
los matáis por sacar y adquirir oro cada día? ¿Y qué cuidados tenéis de quien los 
doctrine, y conozcan a su Dios y criador, sean bautizados, oigan misa, guarden las 
fiestas y domingos? Estos ¿No son hombres? ¿No tienen ánimas racionales? ¿No 
sois obligados a amallos como a vosotros mismos? ¿Esto no entendéis, esto no 
sentís? ¿Cómo estáis en tanta profundidad de sueño tan letárgico, dormidos? 
Tened por cierto que en el estado en que estáis no os podéis más salvar que los 
moros y turcos que carecen y no quieren la fe de Jesucristo8” 
Montesinos supo interpretar los evangelios y transmitir el mensaje salvador de 
Jesús a sus connacionales, pues si Cristo dejó mucha doctrina para vivir, todo lo 
resumió (incluso los 10 mandamientos), en lo siguiente: 
“Que se amen los unos a los otros, así como yo los he amado”9 
Este mandamiento nuevo, fue el que movió a Fray Antonio de Montesinos, quien 
después de dar este memorable sermón, se retiró de la iglesia, con la cabeza 
 
8 LOSADA, ANGEL. 1970 FRAY BARTOLOMÉ DE LAS CASAS, a la luz de la moderna crítica histórica., Editorial 
Tecnos, Madrid España Pág. 62 
9
 Evangelio según San Juan 15:12 
16 
 
erguida y muy seguro de sí, ante el inmenso asombro del almirante Colón y demás 
autoridades. 
Según Las Casas ninguno de estos funcionarios rectifico su actuar, sino por el 
contrario algunos colonos se reunieron en la entrada de la casa del almirante 
gobernador Diego Colón, para protestar contra las acusaciones realizadas por 
Montesinos, misma que por estos fue considerada como un atentado contra la 
soberanía del rey de España, protesta mediante la cual también solicitaban al 
gobernador destituir a Montesinos. Fray Pedro de Córdoba trató de someter a los 
colonos protestantes, con el argumento de que Fray Antonio había fungido 
simplemente como portavoz de la orden de los dominicos, al tiempo que les 
prometía que Montesinos no lo repetiría al domingo siguiente. 
Para el domingo inmediato, Montesinos no se retractó de sus palabras, sino por el 
contrario se mostró más estricto en todos sus razonamientos ya expuestos, e 
incluso amenazó con privar de la confesión ó llegar a la excomunión de los 
españoles que no acataran las normas expuestas en sus sermones, sin temor 
alguno les propuso que si alguien no estaba de acuerdo, estaba permitido que le 
escribieran al rey o a quien ellos creyeran pertinente, sin que esto fuera a cambiar 
su postura. Este discurso -tal como Devesa Brown cita en su obra a la “Historia 
de las Indias”, fruto de la pluma del propio Bartolomé de las Casas- Montesinos 
lo basó en un pasaje del libro de Job: “Tornaré a referir desde su principio mi 
ciencia y verdad, que el domingo pasado os prediqué y aquellas mis palabras, que 
así os amargaron, mostraré ser verdaderas”10 
“El sermón de Fray Antonio de Montesinos, revolucionario a todas luces, fue 
pronunciado el domingo previo a la navidad de 1511”.11 Las reacciones a la 
conducta de Montesinos no se hicieron esperar y el propio encargado de los 
dominicos en España, Fray Alonso de Loaysa, se dirigió al encargado de los 
 
10 DEVESA BROWN, ROSAURA. 1991 BARTOLOMÉ DE LAS CASAS: El derecho a la libertad., Editorial 
Colección V Centenario, Veracruz, México Pág. 20 
11
Ibídem. Pág. 19 
17 
 
dominicos en La Española, el mismo Montesinos, acusándolo de que provocaría 
una rebelión en las Indias, y que todo esto solo podía ser por inspiración diabólica, 
ya que para él la predicación no debía ser objeto de escándalo, Loaysa amenazó 
a los frailes dominicos en América con la excomunión, si es que seguían por el 
mismo camino. 
Por su parte el Rey Fernando, al enterarse de lo sucedido, le escribió al Almirante 
Colón, muy sorprendido por el sermón de Montesinos, pero para no incurrir mucho 
en la problemática, expresó que se sentía satisfecho con la represión verbal 
realizada por Loaysa, así las amenazas de Montesinos quedaron en meras 
palabras, la realidad fue que las acusaciones de Fray Antonio de Montesinos y su 
muy especial interrelación con palabras propias de Jesucristo, hizo cambiar por 
completo el rumbo de la actitud Las Casas. 
Las acciones de Montesinos no fueron meramente contra la encomienda, sino 
contra el modo en cómo era llevada estadurante la Colonia. 
Bartolomé de Las Casas guardó para si las ideas de Montesinos, asimilándolas 
hasta crear su propio sistema de colonización, el cual se basaba en una idea 
fundamental: La evangelización pacífica, libremente admitida por el indio , así 
Bartolomé absorbió los ideales de las palabras de Montesinos, para tiempo 
después plasmarlos en todos sus tratados, lo que él mismo considera como una 
prolongación del sermón de su hermano dominico. 
LA MATANZA DE CAONAO 
Fueron diversos los acontecimientos que marcaron la vida de Bartolomé de Las 
Casas, los que despertaron su sed de justicia y qué le mostraron el camino para 
llegar a ser “El Procurador Universal de todos los Indios”, tal vez el primer 
Ombudsman. 
No sé si fue el más importante de estos acontecimientos el que a continuación 
describiré, pero si puedo tener la certeza de que fue el más impactante “La 
espeluznante Matanza de Caonao” incidente en la cual tropas españolas 
18 
 
asesinaron a más de dos mil aborígenes que se habían reunido pacíficamente 
para recibir a los colonizadores en un poblado de la recién colonizada Cuba. 
Tiempo después de que el sermón de Montesinos conmovió a Las Casas, 
provocándole una revolución interna, una renovación de ideales que vinieron 
naciendo del fondo de su conciencia y florecieron en hechos históricamente 
trascendentales, desde este punto de su vida y hasta su muerte, podemos decir 
que Montesinos sembró la semilla, y la terrible Matanza de Caonao fue la tormenta 
que hizo crecer y reverdecer espontáneamente el árbol de la justicia en el 
sevillano. 
Este acontecimientoha perdurado en la historia como uno de los sucesos más 
crueles e injustificados, no solo de la conquista, sino de todos los tiempos. 
Corría el año de 1513, cuando Bartolomé de Las Casas viajó con Pánfilo Narváez 
y Diego Velázquez en el procedimiento de conquista y población de la isla de 
Cuba. 
Los planes de Velázquez contemplaban la ocupación de todo el territorio de la isla, 
para lograr esta meta, dividió a sus hombres en tres grupos, que avanzarían en 
diferentes direcciones, todos bajo las órdenes del propio Velázquez (ordenes que 
no fueron muy respetadas por el grupo terrestre, del cual se había infundido el 
rumor de ser un grupo sanguinario y sin escrúpulos). 
El padre Las Casas querían evitar a toda costa el uso de la violencia en el arribo a 
los poblados, y con este propósito en mente formuló y propuso a Narváez una 
estrategia que consistía en que al entrar en cada pueblo indio, Las Casas se 
adelantaría acompañado de alguien de su confianza y le pediría a los naturales 
que se reuniesen en una mitad del pueblo, dejando la otra parte vacía, para que 
allí se alojasen los españoles durante su estancia en cada poblado. Hecho esto 
entraban las tropas que ocuparían las viviendas vacías, quedaba prohibido a los 
soldados pasar a la mitad ocupada por indígenas; esta estrategia se puso en 
práctica y dio muy buenos resultados. 
19 
 
A su vez, los indios tenían la obligación de proporcionar a las tropas comida y 
hombres cargadores de su equipaje hasta su llegada al pueblo siguiente, al mismo 
tiempo Narváez imponía a los caciques el sometimiento a la autoridad real, 
mientras que el padre Las Casas bautizaba niños. 
Bartolomé de Las Casas inspiró una fuerte confianza entre los naturales, tan 
grande, que ya avanzada la colonización de Cuba no era necesario que se 
adelantara nadie, bastaba que un mensajero indicara a los indios que hacer y 
estos lo hacían. 
Tengo que abrir un paréntesis para hablar de otro momento crucial de la vida de 
nuestro personaje en cuestión, ya que mientras evangelizaba Cuba, tuvo lugar la 
nombrada “Primera Conversión” o conversión lascasiana, la cual sucedió al 
tiempo de que realizaba grandes obras misioneras en territorio cubano, mientras 
estudiaba los sermones que predicaría en la pascua, analizó con gran 
detenimiento el libro bíblico del Eclesiastés, cuyo mensaje se le clavó en lo más 
profundo del alma, pues se dice que este texto es una guía para la vida plena, vida 
que según las sagradas escrituras fuera de Dios, no tiene ningún significado. Un 
capítulo de ese libro, que el propio Las Casas nos menciona en sus escritos, es el 
XXXIV, que dice textualmente lo siguiente: 
“Quien roba el pan del sudor ajeno, es como el que mata a su prójimo. Quien 
derrama sangre y quien hace fraude al jornalero, hermanos son” 
Ese tipo de frases y lo mundano de los bienes materiales y la vanidad, son 
considerados como la gota que derramó el vaso de arrepentimiento en Bartolomé, 
es decir el Eclesiastés le recordó que por majestuoso que sea un hecho tarde o 
temprano se olvida, pues esta vida es pasajera, los mensajes bíblicos fueron 
absorbidos por Las Casas para entender que nada tiene comparación con la vida 
eterna destinada por Dios para sus hijos, el mismo Las Casas lo describe del 
siguiente modo: 
“Pasados algunos días en aquella consideración, y cada día mas y mas 
aseverando por lo que leía cuanto y vía del hecho, aplicando lo uno y lo otro, 
20 
 
determino en sí mismo, convencido de la misma verdad, ser injusto y tiránico todo 
lo que acerca de los indios en estas Indias se cometía” 
Fue así como el sacerdote, curador de almas, iluminado por las sagradas 
escrituras decidió cambiar su modus vivendi. 
En este punto de la historia, y con una nueva filosofía de vida, parecía que 
comenzaba a prevalecer un trato refinado entre españoles y conquistados, lo que 
cambió cuando los peninsulares llegaron llenos de ambición a Caonao, cuya 
etimología significa: Lugar donde hay oro, un pueblo grande de la provincia de 
Camagüey. 
Los conquistadores se establecieron a la orilla del poblado, en los márgenes del 
rio Caonao, su ambición por el oro y la búsqueda de comida los hizo interesarse 
mucho en este pueblo, los nativos por su parte se mostraban muy sorprendidos 
con la gente nueva, por su color de piel y sobre todo por las bestias inmensas que 
montaban. 
Una mañana, ya establecidos en dicho pueblo, los españoles se disponían a 
desayunar en una parte seca del río, que por su condición estaba llena de piedras 
curveadas y grandes, y fue la desaventurada ociosidad de los conquistadores que 
permitió que estas piedras les sirvieron como herramienta para afilar sus espadas, 
así después de un largo almuerzo las espadas quedaron como nuevas, de vuelta, 
en el centro de Caonao, se había reunido mucha gente que venía llena de comida 
(calabazas, pan y pescado) y regalos para los visitantes, en ese momento, según 
la propia versión del padre Las Casas, mientras los indios daban una ceremonia 
de bienvenida, ofrecían sus mas deliciosos platillos y no dejaban de admirar a los 
caballos, los conquistadores sin siquiera permitir el pestañeo de los aborígenes de 
pronto decidieron probar el nuevo filo de sus espadas y salvajemente 
descuartizaron a miles de indios. 
Las Casas testigo de esta masacre, describe este acontecimiento en su libro 
“Historia de las Indias” , en mis palabras dice lo siguiente -Desaventurados 
indios, no hubieran salido de sus casas, no hubieran sido tan ingenuos, no se 
21 
 
hubieran dejado embaucar por las promesas de los blancos, el mismo cielo se 
tiño de rojo desde la llegada del hombre que tapaba con vestidos todo su cuerpo, 
su manera de hablar era estruendosa y asfixiante, venían montados en bestias de 
cuatro patas, solo se acercaban a ellos para tomar el pan y el pescado que les 
ofrecían. Pobre indio, que confundido se preguntaba: ¿Serán hombres o híbridos 
de bestias? ¿Serán divinos o demoniacos? Malvados extranjeros arrogantes, en 
lugar de ser agradecidos, responden con desprecio a la generosidad. Pobre indio, 
que al darte cuenta de su maldad has huido, pero no has escapado, los gritos 
estremecedores de tus hermanos ensordecen todo tu mundo, te han roto el alma, 
su espada filosa partió tu buena fe y tu inocencia. Los invasores descuartizaban 
por igual y sin piedad, a viejos, hombres, mujeres y niños. Pocos quedaban con 
vida y su sabiduría les hizo percibir el peligro, pero esta no era tan grande como 
para imaginar que estos malditos no te tenían odio, era la pura vanidad de probar 
el filo de sus espadas. Malditos extranjeros, entraron en las casas para continuar 
la carnicería, algunos se escondieron en el tejado y volvieron a librar la muerte, 
pero cuando ya parecía que estos intrusos se habían cansado y habían saciado su 
instinto animal, apareció como líder un sacerdote, que les decía estar al mando, 
este mismo pidió a los sobrevivientes que se acercaran, les dijo que no corrían 
peligro. ¿Serían ciertos los rumores que corrían en la isla? -Los sacerdotes 
tranquilizan, para que los soldados asesinen- “También aseguran esas 
habladurías que las cruces que enseñan los sacerdotes a fingir a los hombres en 
la cara y en el pecho no significan otra cosa que los nudos de las cuerdas con las 
que serán atados para llevarlos a sacar el oro, el cual es el verdadero dios de los 
extranjeros12” Sin embargo los incrédulos creyeron y se acercaron, y al apenas 
estar a la justa distancia de una espada, recibían una cuchillada mortal, 
moribundos los dejaban, entonces el sacerdote se les acercaba de prisa, los indios 
creían que para pedirles perdón, pero todo era al revés, el solo les obligaba a 
arrepentirse, les vertía agua y al fin los dejaba descansar en paz- 
 
12
LAS CASAS, BARTOLOMÉ. “Historia de las Indias” Morir en Paz. 
22 
 
Narváez tuvoque explicar a Velázquez la crueldad de este suceso, y se justificó 
diciéndole al Capitán que a su llegada a Caonao se empezó a correr el rumor 
entre los españoles de una emboscada, rumor que llegó a oídos de Narváez, 
quien decidió responder atacando a los indios, el padre Las Casas desmintió esta 
justificación señalando a esta matanza como un mero acto de inaudita crueldad, 
derivada de la afición que la gente de Narváez tenía por la sangre. 
Algunos autores dicen que el hecho fue tan perturbador para el propio de Las 
Casas que sufrió como suyo el dolor de los indígenas. 
Después de la matanza de Caonao, la expedición partió a Sabaneque y 
posteriormente se dirigió a La Habana, en este transcurso Narváez quiso quemar 
vivos a algunos caciques, hechos que fueron evitados por la intervención de 
Bartolomé de Las Casas, después de ese recorrido, se reunieron con otro de los 
tres grupos, el que había ido al norte, y junto a este se dirigieron a Sancti- Spíritus, 
lugar importantísimo en la vida de Las Casas (más adelante diré el porqué), donde 
se encontrarían con Velázquez. 
Las Casas destacó tiempo después que la ocupación de Cuba se llevó a cabo con 
menos derramamiento de sangre que cualquier otra de las tierras conquistadas 
por españoles, ya que el suceso de Caonao fue en contra de las órdenes de 
Velázquez. 
En 1514 y como premio por su desempaño en la toma de Cuba, Las Casas recibió 
un nuevo repartimiento en Canarreo, pero el acontecimiento de la matanza, la 
sangre y la injusticia, habían provocado una reacción en el, con tal fuerza que ese 
mismo año renunció a todas sus encomiendas y permitió que su vocación de 
defensor del indígena rigiera su vida entera. 
EL SERMÓN EN SANCTÍ SPÍRITUS Y RENUNCIA A SUS REPARTIMENTOS 
Ya decidido a abandonar todas sus encomiendas,en nombre de Dios, el padre 
Bartolomé se concientizo de los incontables obstáculos que encontraría en el 
desarrollo de su labor misionera, incluso de la fuerte oposición de parte de sus 
23 
 
connacionales (soldados, colonos e incluso funcionarios). Sabía que sobre él 
caería una lluvia de calumnias y vituperios, con la única finalidad de truncar su 
vocación, pero él estaba dispuesto a compartir una vida tan dura como la de 
quienes el osaría defender. 
El primer plano de su lucha contra la encomienda y el mal trato a los indios, lo 
colocó frente a su amigo y protector Don Diego Velázquez, el cual le tenía plena 
confianza y le había proporcionado de todos los medios para vivir en la opulencia. 
El sevillano consideró todo, inclemencias y trabas, calumnias y amenazas de parte 
no solo de españoles, sino también de americanos cuyos intereses se verían 
afectados y hasta de los propios miembros del clero que eran propietarios de 
indios, pero su determinación ya era total, nada lo hizo dudar ni un instante, la 
buena voluntad ya era la rectora de su conciencia y de sus actos, y así como de 
niño las historias mágicas que escuchaba de América lo impulsaron a viajar miles 
y miles de kilómetros, ahora en su mente la presencia de muchas dificultades eran 
el motor para realizar su ardua tarea. 
Las Casas estableció algunos puntos para una buena colonización cristiana, de 
los cuales inmediatamente puso en práctica dos, el primero señalaba que los 
oyentes deben de estar convencidos que ninguna ambición de riqueza mueve a 
los predicadores, el otro, que los predicadores deben llevar una vida ejemplar, 
santa y justa. 
Cumpliendo el primero de esos puntos, Las Casas le hace una visita a su viejo 
amigo Velázquez para hacer de su conocimiento los planes colonizadores. 
En resumidas cuentas, lo más importante de esta visita fue cuando Las Casas le 
dejó claro al Capitán que para ejercer su oficio en gracia con Dios, determinaba 
renunciar a los indios y los dejaba a la libre voluntad del gobernador. 
Diego Velázquez quedó muy sorprendido, pues su propio protegido, el mismo que 
estaba lleno de incontables privilegios, en un instante decidió pasar a formar parte 
24 
 
de las filas dominicas, mismas que predicaban a diario contra los infames 
procedimientos que usaban los castellanos en su trato con los indios. 
Velázquez, replico al padre, diciéndole que lo pensara bien, que no se fuera a 
arrepentir, Diego juraba ante Dios que quería ver a un Bartolomé rico y próspero, 
que por lo pronto no admitía esta renuncia y le otorgaba quince días para meditar 
esta decisión. 
Pero Las Casas, con un plan ya maduro, le replicó - Le agradezco sus buenos 
deseos de prosperidad y su confianza, pero haga de cuenta que ya pasaron los 
quince días. Y quiera Dios que si me arrepiento, el mismo rigurosamente me 
castigue y no me perdone este pecado. Yo solo le suplico a usted mi amigo, 
guarde esto en secreto-. De este modo nuestro Bartolomé convenció al Capitán, 
que lejos de defraudarse, aumento el respeto y buen trato hacia el sacerdote. 
Como mencioné en el primer capítulo, días después de la entrevista con 
Velázquez, Las Casas consideró que para que su decisión tuviera mayor 
repercusión en las conciencias españolas sería mejor hacerla pública, por lo que 
el día de la asunción del señor, para ser exactos el día de Pentecostés de 1514 
siguiendo el gran ejemplo de su maestro Fray Antonio de Montesinos, al celebrar 
misa en la catedral de Sanctí Spíritus, durante el sermón que presenciaba la 
mayoría del pueblo incluyendo las autoridades del mismo, les recordó en tono 
conmovedor la obligación con Dios de cumplir y vivir la caridad que indica el 
evangelio, poniéndola en práctica en el trato con los indígenas. 
Tal vez no resultaba tan intenso el mensaje viniendo de un encomendero más, sin 
la autoridad de un limpio de pecado, esto lo sabía bien Las Casas, y para evitar la 
incredulidad de la audiencia, la desconfianza del pueblo y las críticas a su 
proposición, violó el secreto que tenía con su amigo Diego y dirigiéndose a él dijo: 
“Señor, yo os doy licencia que digáis a todos los que quisieres cuanto en secreto 
habíamos concertado, y yo la tomopara a los presentes decirlo” 
25 
 
De este modo Las Casas borró sus defectos y limpio sus pecados, logrando al fin 
mover la conciencia de algunos presentes, al tiempo que muchos otros con este 
acontecimiento comenzaron a atribuir dotes de santidad en el alma de Bartolomé. 
Cabe destacar que la gran mayoría, al ver amenazados sus bienes y su posición 
social reaccionaron en su contra, descalificando al sacerdote de todos los modos 
posibles. 
Ya con permiso de Velázquez para divulgar el secreto de su renuncia a la 
encomienda, Bartolomé de Las Casas pronuncio el primer discurso contra todo 
lo infame, lo injusto y lo bárbaro que implantado p or los españoles imperaba 
sobre la vida y la libertad de la población autócto na del Nuevo Mundo. 
Realizando así lo que se podría considerar la primer “Recomendación” en la 
historia de un Ombudsman. 
Mientras daba su discurso, gracias a su amplio acervo cultural, Las Casas se 
inspiró por filósofos de todos los tiempos, y lleno de energía pudo increpar a los 
injustos, a los necios, a los perversos y a los codiciosos. 
Iluminado por el propio Espíritu Santo, mostró grandísimos dotes de erudición, 
procurando ser claro en todo momento, al mismo tiempo que elocuente, pasajes 
de la vida de Jesucristo que hablan de amor y caridad fueron citados por el 
sacerdote, también grandes enunciados de famosos teólogos sobre la moral, el 
derecho, la justicia y la igualdad ante Dios. 
Finalizando su sermón los habitantes de Sanctí Spíritus quedaron el doble de 
sorprendidos que Velázquez con la noticia a la renuncia a los repartimientos, tanto 
que algunos escandalizaron, otros, muy pocos rectificaron, pero para no dejar 
lugar a duda, Bartolomé eliminó todos los pequeños detalles que podrían haber 
usado en su contra para acabar con su propuesta, no solo renunciando a sus 
encomiendas, sino también liquidando algunas cuestiones económicas y haciendograndes donaciones a la Iglesia. 
26 
 
Las Casas solo tenía un propósito en mente: Buscar el total remedio de los indios 
desaventurados, para llevar a cabo ese propósito, organizó un viaje a España para 
encontrarse con el Rey Fernando V, yproponerle a Su Majestad un proyecto de 
colonización pacífica sustentado en la caridad de los evangelios. 
Después del sermón de pentecostés y la renuncia a los bienes temporales, se 
siguieron repitiendo constantemente las argumentaciones recriminatorias por parte 
del sacerdote, en una serie de sermones, platicas y en cuanta ocasión así lo 
propiciaba, lo que tomó tintes de escándalo, recorriéndose muy rápido en todas 
las islas, hecho que para los hombres blancos y sus autoridades fue considerado 
del tipo delictuoso, ya que ponía en peligro la tranquilidad de las familias 
castellanas y propiciaba una insurrección por parte de los aborígenes contra la 
corona. 
Viendo Las casas que su enemigos crecían en número, decidió poner a en marcha 
su plan y se trasladó a España para poner tal situación en conocimiento de 
Fernando V, al tiempo de proponerle su proyecto de colonización, esto lo hizo en 
secreto, pues hizo circular la versión de que viajaría a Paris a estudiar, pero la 
realidad fue que acompañado de su amigo Fray Antonio de Montesinos se 
embarcó a España una mañana de septiembre de 1515. 
SU RELACIÓN CON LOS FRAILES DOMINICOS, FRAY PEDRO DE CÓRDOBA 
Y ANTONIO DE MONTESINOS. 
Fueron cuatro los primeros frailes dominicos que llegaron a América en 1510, dos 
fueron de gran peso en la vida y en el sentir de nuestro actor principal Bartolomé 
de Las Casas, con la llegada de ellos se inició una etapa de cambios en la época 
colonial y en la vida del sevillano. 
El primero, Fray Pedro de Córdoba, de ascendencia noble y cristiana, alto 
físicamente y con gran presencia, en palabras del propio Bartolomé: Un hombre 
de hermosa alma y apariencia. 
27 
 
El segundo pero no menos importante, Fray Antonio de Montesinos, ferviente 
amante de la religión católica y de un rigor ortodoxo al límite, destacado por 
poseer el don de gentes, un gran predicador y misionero. 
Estos frailes eran procedentes del Convento de San Esteban de Salamanca, cuna 
del moderno derecho internacional y el cual se caracterizaba por su intento de 
revivir la austeridad y la pasión apostólica. Al desembarcar en La Española los 
padres dominicos, llegaron con la misión de evangelizar hasta el último de los 
indios. A su llegada, el gobernador Diego Colón, se encontraba ausente de Santo 
Domingo, así que se hospedaron en una choza que les proporcionó un tal Pedro 
Lumbreras, en la cual pasaron algunos días de meditación, austeridad y 
predicación contra la corrupción de las costumbres. 
El superior de este cuarteto era Fray Pedro de Córdoba, se dirigió a Concepción 
de la Vega para dar cuenta de su presencia en la isla, y de la intención de fundar 
un convento en Santo Domingo al gobernador Colón, por azares del destino esa 
ciudad era el lugar de residencia de Bartolomé de Las Casas, hecho que propició 
el primer encuentro entre estos hermanos de religión, y que sin duda impulso la 
vocación de Las Casas. Este encuentro se dio un sábado, y para el domingo 
posterior inmediato Fray Pedro de Córdoba predicó en Concepción un sermón 
sobre la gloria del paraíso reservada para los escogidos de Dios, entre todos los 
oyentes se encontraba Las Casas, así que ese momento fue la primera vez que 
las palabras de un fraile influyeron en las ideas que respecto de los indios y de sus 
derechos concebiría y expondría más tarde con tanto fervor, el mismo describe a 
este sermón del siguiente modo: 
“Sermón alto y divino e yo lo oí, e por haberlo oído me tuve por felice” 
Por el modo de vivir la fe cristiana, Las Casas tuvo un tono muy especial al 
referirse a los frailes dominicos: 
“…en el año de 1510, creo que por el mes de Septiembre, trujo la Divina 
Providencia la Orden de Santo Domingo a esta isla, para luz de las tinieblas en 
ella entonces había… Predicaban y confesaban como varones divinos, y porque 
28 
 
esta isla toda estaba (los españoles digo) en las costumbres de los cristianos 
pervertida, en especial en los ayunos y abstinencias de la Iglesia…13” 
Al parecer fueron esos frailes dominicos los primeros evangelizadores en darse 
cuenta de que en las Indias no se cumplían la ley de Dios, incluso ni las del propio 
rey, más bien en las nuevas tierras se velaba por los intereses personales y la 
búsqueda de un mayor empoderamiento, esa época estaba caracterizada por una 
gran falta de atención de los asuntos espirituales y el olvido del motivo 
evangelizador, de las ordenes reales y las del propio Sumo Pontífice. 
Se dice que los misioneros dominicos se reunían frecuentemente a deliberar la 
forma y el rumbo de la conquista, analizaban los asuntos espirituales (por muchos 
olvidados), y la relación de estos asuntos con los habitantes de América. Después 
de un largo tiempo de deliberaciones para 1511 estos dominicos resolvieron 
condenar públicamente las injusticias de los castellanos contra los nativos, 
exhortando a los primeros a seguir los mandamientos de Dios y enseñando a los 
segundos a amarlo. En el libro “Bartolomé de Las Casas” Pedro Henríquez 
Ureña describe estas deliberaciones del siguiente modo: 
“Los hermanos de la Orden de Santo Domingo, a su arribo a la Española, habían 
visto con irritado asombro la conducta de los colonos privilegiados, los 
encomenderos, a quienes estaban confiados los indios jurídicamente como 
pupilos, pero prácticamente comosiervos. Después de meditar y orar largamente, 
los frailes decidieron cual habría de ser su conducta…Los predicadores 
devolvieron al cristianismo su antiguo papel de religión de los oprimidos” 
Movidos por la fe, los frailes dominicos redactaron un sermón monumental en el 
que condenaban todos los actos realizados por españoles fuera del camino recto 
de Dios, después de su redacción, lo firmaron para responder solidariamente a 
sus consecuencias, bautizaron a ese famoso y muy importante sermón con el 
nombre de EGO VOX CLAMANTIS IN DESERTO, pues estaba inspirado en la 
 
13
 LAS CASAS, BARTOLOMÉ Historia de las Indias .Pág. 383 
29 
 
respuesta que dio Juan el Bautista a los que le cuestionaban su identidad, y esta 
fue su respuesta: Yo soy la voz que clama en el desierto… 
Así las cosas, en el adviento del año de 1511, exactamente un domingo antes de 
Navidad, el fraile Antonio de Montesinos pronunció este sermón en La Española, 
frente a una multitud de españoles, incluidas las autoridades de la Isla, y les dijo: 
“Yo que soy Voz de Cristo en el desierto de esta isla y por tanto conviene que con 
atención, no cualquiera, sino con todo vuestro corazón y con todos vuestros 
sentidos, la oigáis…Todos estáis en pecado mortal y en el vivís y morís por la 
crueldad y tiranía que usáis con estas inocentes gentes…Tened por cierto que en 
el estado en el que estáis, no os podéis más salvar, que los moros o los turcos 
que carecen y no quieren la fe de Jesucristo” 
El sermón provocó indignación y escándalo entre los colonizadores de la isla, 
tanta que los propietarios de encomiendas y de tierras, acudieron a la casa del 
gobernador Colón para que obligara a los frailes a retractarse. 
Por tal motivo el gobernador Don Diego Colón, visitó a los frailes dominicos para 
sugerirles que se retractaran, y de este modo no alejar ni molestar a los devotos. 
Los religiosos prometieron corresponder a la sugerencia del gobernador, pero 
llegado el siguiente domingo, el dominico Montesinos lejos de cumplir su promesa, 
increpó con mayor fuerza a quienes habían cambiado las leyes divinas por la 
codicia. 
“Colon acuerda ir a ver al prelado Córdoba para pedirle que el predicador se 
modere en sus expresiones. El prelado promete que al domingo siguiente todo 
quedaría aclarado.No fue así Fray Montesinos se reafirmó en sus argumentos”14 
 
Esta doble condena, estimuló aún más la indignación de los encomenderos 
españoles, quienes decidieron dar a conocer al Rey está situación, argumentando 
que los dominicos en lugar de fomentar la comercialización y el buen provecho de 
 
14
 MURO OREJON, ANTONIO. 1989 Lecciones de Historia del Derecho Hispano-Indiano, Editorial Porrúa, 
México Pág. 48 
30 
 
la conquista, perjudicaban los intereses económicos de la propia corona, e 
incitaban una insurrección. 
En respuesta del movimiento encomendero, los frailes acordaron mandar a 
Montesinos como emisario a España para que este expusiera a La Corona la 
cruda realidad que se vivía en las Indias, y aunque estaban carentes de dinero, la 
fe triunfó, y Montesinos marchó a España en busca de la exterminación del poder 
que el demonio había adquirido en las Indias. 
El traslado se logró con éxito, pero como ya se había corrido la voz de que los 
dominicos perturbaban los intereses de encomenderos, de españoles, de nobles, 
de comerciantes y de la propia corona, Montesinos sufrió un largo martirio para 
concertar su entrevista con el Rey Fernando el Católico, después de una serie 
interminable de desprecios, grosería y amenazas, cierto día valiéndose de una 
farsa y en base a la fe, el fraile dominico pudo colarse a la cámara del católico y 
así relatarle todo los que sus súbditos compatriotas hacían en las Indias para 
dominar a los indios, el Rey Fernando quedó impactado con tanta injusticia y 
barbarie cometida en nombre de la corona y del cristianismo, a tal grado que el 
mismo prometió a Fray Antonio de Montesinos tomar las medidas necesarias para 
acabar con cualquier tipo de abuso realizado en las tierras recién conquistadas. 
Impulsado por Fray Antonio de Montesinos, el Rey Fernando V reunió a su 
consejo para resolver la situación que imperaba en América y para que se 
reconociera a los indios derechos y libertades a la par de los españoles. 
Este consejo integrado por filósofos, religiosos e intelectuales de la época, entró 
en deliberaciones muy complejas que poco a poco lograron formular consejos 
para el rey, muchos contrarios a la tesis de Montesinos, algunos de estos basados 
en malinterpretaciones del dogma religioso, fue tan grande esta contracorriente, 
que los dominicos al sentir que perdían la batalla decidieron enviar también a 
exponer a la corte española situada en Burgos, a nuestro ya mencionado Fray 
Pedro de Córdoba, personaje idóneo para esta situación por su gran nivel culto-
teológico. 
31 
 
Posteriormente, ya con leyes promulgadas para imperar en las Indias (casi todas 
estas erradas por motivo de la ignorancia de sus redactores), la tarea para 
Córdoba fue doble, sin embargo se reunió con el rey y lo hizo cambiar de opinión, 
entonces Fernando V tuvo que reunir de nuevo a su consejo para rectificar las 
leyes ya promulgadas para las Indias, pero con la condición de que todo el 
consejo escuchara y siguiera las sugerencias de Pedro de Córdoba, pues de 
ninguna manera era intención real incurrir en injusticias o atropellos. 
El consejo escuchó al dominico, el cual en sus recomendaciones siempre veló por 
el bienestar de los indígenas. Así el consejo llegó a conclusiones más justas con 
los indios y más cercanas al mandato de Dios. En este punto los dominicos Fray 
Antonio de Montesinos y Fray Pedro de Córdoba consideraron ganada la partida y 
volvieron a La Española. 
Al tiempo que sucedía esto, nuestro protagonista sevillano, sostenía una lucha 
interna espiritual, pues llevando ya diez años de encomendero, cometiendo 
muchas veces las injusticias condenadas por Montesinos, comenzó a sentir una 
fuerza profunda e inexplicable que lo acercaba a una radical rectificación 
conductual, pues ya habiendo recibido en 1510 las ordenes sacerdotales y 
también ya celebrada su primer misa en la ciudad Concepción de la Vega, siendo 
esta la primer misa nueva que se cantó en las Indias y por ser la primera fue muy 
celebrada por el almirante Colón, empezó a entender la función sacerdotal. 
El nuevo sacerdote Las Casas comenzó a ejercer las funciones propias de su 
ministerio pero sin abandonar las típicas de un colono. 
Una de las primeras misiones sacerdotales de Bartolomé de Las Casas, fue la 
predicación, misión que le fue encomendada por el fraile dominico Pedro de 
Córdoba durante su estancia en Concepción; Córdoba tenía la costumbre de los 
domingos después de comer, reunir a los indios que estaban bajo la encomienda, 
para evangelizarlos por medio de un intérprete. Refiriéndose a tal costumbre, Las 
Casas escribe: “Y a mí, que esto escribo, me cupo algún tiempo este cuidado”esto 
32 
 
ayudó a que el nombre de Bartolomé de Las Casas se hiciera pronto famoso en 
toda la isla. 
Los lazos que unieron a Las Casas con los dos frailes dominicos, lo hicieron 
reconsiderar su vida eclesiástica y su misión encomendada por mandato divino, su 
ánimo comprendió que Dios lo quería, pero lo quería completo, sin medios tintes, 
tal y como lo ordena el evangelio: “El que quiera seguirme que deje todo…dejen 
que los muertos entierren a sus muertos15” 
Presa aun de la encomienda, Las Casas con un espíritu noble y sencillo, ya no 
soporto ser cómplice de los atropellos de los cristianos contra los indios y el día 
que escuchó el sermón de Montesinos, supo que su destino no era el de un 
encomendero; al tiempo que con una discusión que sostuvo con Pedro de 
Córdoba entendió que la esclavitud disfrazada de encomienda era contraria a la 
leyes de Dios –La verdad tiene muchos enemigos y la mentira muchos 
defensores- Desde entonces este par de religiosos dominicos sembraron la duda 
en el padre Las Casas, duda que interrumpía y perturbaba su conciencia 
frecuentemente. 
Creo firmemente que los consejos dominicos, “Provocaron en la mente de nuestro 
clérigo una crisis, de que resulto triunfante lo espiritual sobre lo terreno16” y fue así 
como en sus ratos de soledad confrontó a su conciencia, y se percató que en sus 
diez años de encomendero no había nada que destacar, y la labor misionera 
cristiana apenas comenzaba. 
SU FRACASADA ENTREVISTA CON FERNANDO EL CATÓLICO 
Como hemos visto la transformación de nuestro Bartolomé tomó tiempo, pero este 
proceso acumulativo tuvo grandes resultados y recompensas para los americanos. 
A partir de este momento, mas lleno de sabiduría y con dotes del tipo divinos, 
Bartolomé no abandonará ni un instante la defensa de la causa indígena, misma 
 
15
 Evangelio según San Lucas 9:60 
16
 GONZALEZ CALZADA, MANUEL. Óp. Cit. Pág. 79 
33 
 
causa que lo había convencido que debía de viajar a España, para persuadir a la 
corona sobre un mejor actuar en las Indias, ahí comenzó un periodo de intensa 
actividad reivindicatoria religiosa, en la que hubo grandes logros, pero también 
fuertes tropiezos. 
Mientras Las Casas preparaba su viaje a Castilla, llegaron a la isla provenientes 
de Cuba y enviados por Fray Pedro de Córdoba, cuatro frailes dominicos: Fray 
Gutierre de Ampudia como vicario del grupo, Fray Bernardo de Santo Domingo, 
Fray Pedro de San Martin y Fray Diego de Alberca, su llegada tuvo gran 
trascendencia simbólica e inspiradora para Las Casas, pues ellos poco antes de 
que el sevillano se embarcara en una gran aventura, aumentaron y reafirmaron su 
ánimo, ya que por su insistencia Las Casas predicó un sermón en el que resumió 
todas sus ideas sobre el trato a los indios, mismas que fue recordando una a una 
para llevarlas como inspiración en su travesía. 
Por otro lado, la realidad no era tan inspiradora como los ideales, los sermones 
aun no tenían un resultado práctico sobre los colonos, motivo por el cual los cuatro 
frailes recién llegados conjuntamente con Las Casas, muy convencidos de que 
debíanexponer sus ideas en la Corte para que se tomaran decisiones oficiales 
con respecto al trato que debía darse a los indios, resolvieron que Gutierre de 
Ampudia acompañara a Las Casas a La Española para que este de allí este se 
trasladase a España, consumando así la primer parte de su cruzada indiana. 
Antes de partir a Castilla, Las casas, se preparó para cualquier inclemencia, así 
que para respaldar sus actos le entrego al alcalde un reporte sobre todos sus 
servicios prestados en Cuba, tanto como labor de predicación, como el número de 
bautizos, entre otros muchos, incluso con este fin solicitó un certificado de 
“Servicios Prestados” a Velázquez, este sin ningún problema se lo concedió. 
Ya situado en Santo Domingo, el padre Bartolomé fue en busca de Fray Pedro de 
Córdoba para informarle su proyecto y solicitar su autorización, situación que 
parecía no consumarse pues lamentablemente Córdoba ya no se encontraba allí 
porque había zarpado hacia tierra firme a predicar la fe cristiana, por fortuna para 
34 
 
la causa lascasiana, como un milagro la embarcación de Córdoba fue azotada por 
un huracán, lo que provocó su retorno a la isla y su reencuentro con el sevillano, 
Las Casas aprovechó la ocasión para platicarle a Córdoba sus planes en la 
península, mismos que este vio con agrado y sin omitir señalarle el sin número de 
dificultades que se le opondrían, Las Casas le agradeció y le asentó su total fe y 
seguridad en hacer lo que debía de hacer como cristiano y lleno de confianza, sin 
dejar su actividad incansable en pro del propósito indio se despidió de su amigo. 
Fray Pedro de Córdoba le dio su bendición y le propuso que Fray Antonio de 
Montesinos lo acompañara en su aventura, sugerencia que tuvo lugar. 
Al abandonar La Española el sevillano no tenía un plan muy definido, si muchos 
ideales, pero ninguna estrategia concreta de aplicación en la metrópoli castellana, 
lo único que Las Casas tenía fijo en la mente era contactar al rey, quien a su 
parecer tenía en sus manos la solución de este problema. Las Casas que conocía 
al monarca desde niño, confiaba que por sus orígenes cristianos, de justiciero 
militar y buen político, Fernando el Católico era el único capaz de enfrentar y 
reprimir los abusos de los colonizadores, para comenzar la batalla por los 
derechos de los habitantes de las Indias. 
En palabras de Las Casas, este acontecimiento sucedió así: 
“”Por el mes de septiembre de 1515 se embarcó el clérigo y el dicho padre con 
otro compañero suyo en una misma nao* , los cuales, por la gracia de Dios 
llegaron a Sevilla con prospero viaje, fuese a su monasterio el padre Antón 
montesinos con su compañero el clérigo a casa de sus deudos por ser de allí 
natural, y en pocos días se dio priesa y despachó para la corte, que a la sazón en 
Plascencia estaba…17 
Bartolomé de Las Casas viajó convencido de que si seguía la voluntad de Dios, su 
voz sería escuchada por el monarca y lograría todos sus propósitos, puesto que 
 
17
LAS CASAS, BARTOLOMÉ. Óp. Cit. Pág.107 
*NAO: Nave 
35 
 
su motivo era el más justo de todos “Pedir que se reconocieran los derechos de 
hombres que no habían cometido delito alguno”. 
Según Las Casas no existía causa alguna que justificara la esclavitud o los abusos 
que sufrían los indios, para él esto solo sucedía a causa de una suma ignorancia 
de la doctrina católica, Bartolomé simplemente trataba a de restituir los derechos 
que Dios había dado a los americanos y que los castellanos les habían 
arrebatado. 
Fue así que movidos por una profunda fe, Las Casas y Montesinos iban 
dispuestos y convencidos de pedir ayuda al Rey Fernando V “El Católico” para 
acabar con las injusticias en América y para finalizar la construcción del Convento 
de Santo Domingo, que serviría como embajada del Sumo Pontífice. 
Tras un largo viaje lleno de oración y meditación, de ayuno y de humildad, de 
plegarias por la salvación de las almas cristianas e indianas, al fin, a finales de 
septiembre o tal vez principios de octubre de 1515, Las Casas y Fray Antonio 
Montesinos desembarcaron en España. Recién llegados de Indias, fueron guiados 
por el propio Montesinos a presentarse ante el Arzobispo de la ciudad de Sevilla, 
Fray Diego de Deza, quien los recibió muy cálidamente y les proporcionó una 
carta de recomendación para que los recibiera el ya muy anciano Rey Fernando 
De Sevilla, prontamente se trasladaron a la sazón de Plascencia, donde por 
consejo del mismo Arzobispo Deza el Rey pasaría todo el invierno. En este lugar 
se encontraron por fin con el Rey Fernando V “El Católico”,el día 22 de diciembre 
de 1515, al cual mediante una audiencia (en uno de los grandes logros de nuestro 
protagonista) le pudieron presentar un largo informe sobre las injusticias que 
vivían los indios de América. 
Bartolomé le narró al rey una breve relación del motivo de su visita, el cual 
simplemente era notificarle, a su majestad, la perdición que imperaba entre los 
colonizadores y hacer de su conocimiento las muertes violentas que sufrían los 
naturales, la manera de cómo la codicia devoraba a los españoles y el modo de 
como los americanos perecían sin fe y sin sacramentos; el rey escuchó con mucha 
36 
 
atención estas quejas y se mostró muy interesado en resolverlas, pero para 
infortunio de la causa lascasiana, el remedio de estas quejas posteriormente 
quedo desierto, pues para esas fechas el estado de salud del rey era ya crítico, 
por lo que este mismo después de atender a Las Casas, difirió el asunto hasta 
nueva entrevista (una segunda audiencia, más extensa en la que Las Casas 
podría entrar en los pormenores y detalles de las acusaciones que venía a 
realizar) que nunca se cumplió, debido al deceso del católico, el cual antes de 
morir solo pudoturnar el asunto a manos del Obispo de Burgos, Don Juan 
Rodríguez de Fonseca. 
Poco antes de la muerte de Fernando V, Las Casas sentía gran satisfacción con el 
primer capítulo de su aventura en la península, ya que consideraba que había 
impresionado al rey de una manera favorable, y sentía que la justicia que tanto 
anhelaba estaba muy cerca y muy pronta a manifestarse. 
Para el 23 de enero de 1516, falleció el Rey Católico, la muerte de Don Fernando 
destruyó la promesa de una segunda entrevista. Se dice que la edad y los 
achaques vencieron al católico, hecho que privó a Las Casas de su único punto de 
apoyo y de su principal eje en el plan para ganar su propia cruzada indigenista. 
Durante los meses de agonía del rey, Bartolomé de Las Casas se percató de una 
situación muy interesante: Las reglas en la Colonia que destruían la vida del indio, 
se debían a una concatenación de circunstancias ajenas a la voluntad del 
Monarca. Entendida esa situación, ya muerto el rey, ese análisis quedaba sin 
fundamento, y ponía a nuestro clérigo en ceros otra vez. La muerte del Rey 
Fernando el Católico, hizo claudicar momentáneamente los planes del padre 
sevillano, situándolo en un callejón sin salida, del que tuvo que retroceder, para 
replantear su estrategia, pues ahora las riendas del gobierno de España pasaban 
provisionalmente a manos del Cardenal Cisneros, y en lo sucesivo hasta que el 
nuevo Rey Carlos llegase a Castilla, era con Cisneros, regente del reino, con 
quien debía entenderse sobre los asuntos de su interés, una situación que no fue 
del todo contraria, pues a juzgar por las propias palabras de nuestro protagonista, 
encontró en Cisneros a un aliado enérgico e incondicional, sin más reserva que su 
37 
 
deficiente conocimiento del asunto, por lo que de modo atropellado, el plan de 
lascasiano comenzaba a tomar forma nuevamente. 
La muerte del Rey Fernando fue una de las pruebas más duras para Las Casas, 
que con un carácter aún más recio e inflexible, después del lamentable deceso, 
puso su mirada en el único heredero de Don Fernando, Carlos V, entendiendo

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