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Hernando Alonso de Herrera La disputa contra Aristóteles y sus seguidores Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispano La disputa contra Aristóteles y sus seguidores. 2 Transcripción: Asma Bouhrass A partir de la versión bilingüe Disputatio Adversus Aristotelem Aristotelicosque Sequaces. Salamanca: [Juan de Porras], 1517. Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispano La disputa contra Aristóteles y sus seguidores. 3 Las hablas no son cantidades. Justadores. Mantenedores: Ventureros Vencedores: Aristóteles. Hernando de Herrera. Maestre Pedro. El Versorio. Diego de Herrera. El Conventual. Alonso Ruyz de Isla. Boecio y Jacobo Fabro. Graviel de Herrera. Georgio Valla. Don Pedro Mártir. Alberto Magno. Hernan Nuñez. Joanes Majoris. Don Pedro del Campo. Don Gorge Varacaldo. Somete todo lo que dijere a la fe romana En nombre de nuestro Salvador Jesu Cristo, sea. Comienza a loor de Dios una breve disputa de ocho levadas contra Aristóteles y sus secuaces, que las hablas nuestras no sean cantidades como lo enseña el mismo filósofo en sus predicamentos. Compuesta por Hernand Alonso de Herrera, hijo de Lope Alonso de Herrera, dedicada al ilustrísimo y muy religioso señor don Francisco Ximenez, Arzobispo de Toledo, Cardenal de Santa Balbina, Inquisidor Mayor vencedor en batalla, y gobernador de estos reinos por el rey don Carlo primero de este nombre. Prólogo. Debemos a vuestra gran señoría ilustrísimo señor virrey la paz y unión que después de Dios, usando de autoridad real ponéis en estos reinos, aquende y allende de los puertos de Castilla y Aragón. Es le también obligada la santa fe romana porque con vuestra industria y trabajo el nombre de Cristo, en muchas nobles ciudades de la costa de allen la mar en África, que antes era blasfemado, ahora es loado. Débele aún la misma España y todos los reyes de ella cuantos de hoy en adelante fueren, porque vuestra señoría les acrecentó su patrimonio y corona real, cuando a vuestra costa muy poderosamente con el favor [Im. 6]celestial hicistes gente, armastes flota, y con vuestra hueste pasastes en allende embarcando en Cartagena, desembarcastes en Orán, que está frontera en el mismo trecho, y aunque era muy fuerte, así por su sitio como por sus edificios, no a hurto como almogávar, mas guerreándola la tomó a escala vista porque Dios la tenía guardada para que le hiciésedes de ella sacrificio con vuestra espada. Espantóse todo el mundo de tan gran milagro, que más presto que aun yo lo cuento se hizo con increible estrago de moros y de la gente cristiana. Apenas Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispano La disputa contra Aristóteles y sus seguidores. 4 faltaron una o dos, aun extendiéndose por la mano de Dios la luz de aquel día como lo afirman los que se acertaron y aun los que no se acertaron a la pelea, como se cuenta del caudillo Josue porque más cumplida victoria se hubiese de aquellos descreídos. Es le eso mismo en cargo a Vuestra Señoría su iglesia de Toledo que tiene mayor jurisdicción desde que recobrastes a Baza. Y quién hay que no le sea encargo por su munificencia, justicia, providencia y cristianísimo celo. Aun por Dios, los mismos moros enternegados en su secta, así los del reino de Granada como los mudéjares, que son sin número, ahora a boca llena confiesan que Vuestra Señoría les ganó sus almas en reconciliarlas a Cristo cuando por vuestro consejo y industria se les comunicó la gracia del bautismo que tantos siglos habían rehuído. Son le también en deuda las mujeres por muchas razones. La primera porque a las monjas de todas las órdenes les mostrastes a vivir más recatadamente quitándoles la hospedería de religiosísimos ancianos sacerdotes, que aunque no se deshonestaba, daban a las malas lenguas materia de murmurar. La segunda por haberles edificado en Alcalá, en Toledo y en otros cabos asaz monasterios con suficiente dote en cada uno tres repartimientos; hermosa invención para hacer mercedes a toda suerte de hembras que dentro de una llave vivan vírgenes profesas, y en otro apartamento estén viudas, que ya libres de las fatigas del matrimonio se quieren retraer al puerto seguro de la oración y templanza. El tercero seno enseñe la doctrina cristiana a las doncellas que aún no están determinadas cual camino de la letra de Pitágoras seguirán, de casarse o ser freilas. Qué haré que no propuse sino de cojer una suma de las mercedes de Vuestra Señoría, que ni pasen la ley de los premios y que den a los coronistas materia de [Im. 8] que puedan henchir muchos volúmenes; véome metido en muy espesa arboleda, tantas cosas hay que no sé de cuál eche mano, do quiera que vuelvo mi consideración, todo lo veo lleno de sus dádivas. Chicos y grandes a una boca confiesan que nacistes en buen sino para hacer largas mercedes a muertos y vivos. La orden de vuestros franciscos ve que por esas sagradas manos ha sido en colegios y monesterios acrecentada. La clerecía del arzobispado de Toledo so vuestra saludable gobernación habiéndose por el descuido o disimulación de los perlados antepasados desmandado algo en el vivir. Ahora con el presente ejemplo de vuestra limpieza, vase ya recogiendo en buen son a la vida regular. Mas la providencia de Vuestra Señoría no solamente las lenguas de las gentes, mas aún la misma tierra de España, aunque muda la nuestra, cuando vos como buen pastor habiendo con pasión de la gente del campo que cada día por no saber granjear la tierra hacían mil erradas, distes cargo a mi hermano Graviel que de muchos autores latinos compusiese en castellano una agricultura, placer habrá Vuestra Señoría de oír qué fruto se ha sacado de ella. Buena parte de la gente noble que pasaba tiempo en leer hablillas de Amadís, Leonís y otras consejas, ahora desque han topado con mejor materia de buena gana pasan el día y pasan la noche en leerla y releerla y dalla a la memoria, ni se meten ya en juegos ni en otras vanas ocupaciones. Contemplan la naturaleza de las cosas. Ahora ya encomienzan a vivir y conocer lo que les da la vida. Gentil Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispano La disputa contra Aristóteles y sus seguidores. 5 invención fue de perlado vigilante para sacarles de entre manos el libro pintado de cuarenta y ocho hojas que llaman naipes, sacastesles los dados y su linaje ya no reniegan tanto ni descreen. Holgazanes, enamorados y otros males que con la ociosidad se crían, ya se han vuelto en negocio de pro. Que no solamente los legos, mas aún religiosos se allegan a tan santa y inocente ocupación. Aun las dueñas al espejo de este libro alinnan cada una su hacienda. Los labradores venida a sus manos como del cielo lectura tan deseada y conveniente a sus menesteres, dejan ya las fiestas de hacer sus juntas concejiles en las tabernas, aprendiendo en los disantos lo que obren en días de labor. Otros oyendo tan [Im. 10] sabrosa lectura o aprenden a leer o engolosinados de tal manjar procuran de saber latín por vivir en la fuente lo que gustaron en el arroyo. Los predicadores luego se emboscan en este libro que trata propiedades de cosas porque las comparaciones que se traen del arte militar, verdad es que animan. Mas las de la agricultura son claras y misteriosas; y generalmente quien ha entendido los secretos del libro, con maravilloso aliento querrie luego tener el aparejo de tierra para poner por obra el aviso o avisos que notaron; porque los hombres son de esta condición, que lo que se huelgan haber visto en leyenda luego buscan ocasión para probar de hecho la verdad del precepto; cual libro leemos tal vida hacemos, y de las letras se nos forman costumbres. Luego tienen razón los campos de alegrarse y reir que de aquí adelante por la industria de Vuestra Señoría estarán más labrados, lindos y fructuosos. Así, vos sacratísimoseñor, habéis dado orden en vuestra vida que a muertos y vivos, presentes y venideros se extienden vuestras mercedes que sin cansarles procuráis. Obligados le son todos los estudios y todo saber por haberles edificado aquel estudio general en vuestra villa de Alcalá, lleno de variedades de ciencias y atestado de muy sabios lectores. No contento Vuestra Señoría de saber mucho para sí, anda procurando lo posible porque todos salgan letrados. Habéis puesto en estima a las letras que hasta el dia de hoy por estas regiones occidentales andaban a vara, y allende de nos mantener espiritualmente con ciencias repartís para entre los hambrientos como siempre lo hubistes de costumbre, abrís vuestra mano abastada haciendo la misión cotidiana a más de doscientas almas de estudiantes. Comenzastes a remedar aquella notable muchedumbre de los colegios de París, y ha tomado tal empresa ese vuestro corazón real que después de un suntuoso colegio deputado a teólogos casi mayorazgo, otro habéis poblado y dotado, uno para frailes franciscos, a lógicos y filósofos y a otras profesiones a cada uno el suyo. Vuestra muy magnifica persona es traslado verdadero de todas las noblezas de Carlo Magno que dicen haber sido el primero y de los siguientes príncipes que fundaron con sus limosnas colegios en París. Tanto vuestra mano llena ha emprendido en breve tiempo de hacer, cuanto aquellos grandes señores en tan luengo espacio de siglos apenas han podido llevar adelante, añadida Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispano La disputa contra Aristóteles y sus seguidores. 6 muy prestamente una estantigua1 de casas donde los estudiantes se aposenten aparte de los vecinos. De manera que Alcalá, que por las corrientes los an- [Im. 12]- tiguos llamaron Compludo, pequeña villa hasta nuestros tiempos, ahora tratándola como a hija ha subido de tal forma que ya anda a la par con nobles y antiguas ciudades, así le crece el vientre en pueblo y grandeza. Claro está de ver que a los arzobispos de Toledo que sucederán, les ha venido muy bien en quedarles tan florido señorío con puebla de gente docta. Cuanto más que entre otras ordenanzas del colegio queda un capítulo, que de las rentas que sobraren multipliquen otras y otras familias de colegios, luego que buenamente pudieren, así que presto se cumplirá el número de los lechones de la puerca blanca de Ascanio. Todas estas grandezas que muy lueñe suben sobre los altos pensamientos de asaz reyes, apenas se pueden llamar primeras levadas de las excelentes obras que esa vuestra fértil hondura de altos consejos cada dia más y más pare y rodea, porque viendo vuestra Señoría que la manera del aprender en nuestros tiempos algo va avieso y que todos los libros de las artes liberales o por mal trasladados o por otras semejantes culpas huelen a Berbería, desviándose notablemente en muchos pasos de la fuente de su nacimiento y que a las veces no llevan sano entendimiento por ser el texto sospechoso de falsedad. A este tan gran mal luego le halló remedio Vuestra Señoría con su divina destreza de ingenio. Convocastes varones muy primos en lo griego y aun nacidos en Grecia y desque venidos en Alcalá les mandastes que ambas escuelas griega y latina las junten imprimiéndolas en cada plana hagan de dos libros uno, no solamente respondiéndose una columna a otra y renglón a renglón, mas aún para más presta inteligencia sobre cada palabra griega puesta fielmente su glosa romana. Increíble es el gasto que sobre este caso muy de buena gana hacéis en tal que redunde en provecho nuestro. Dáis a los muertos que vivan y a los verdaderos que sepan besan y besaran para siempre las manos de Vuestra Señoría por tan gran beneficio, Aristóteles y Platón con toda la librería griega donde resplandece el saber porque los librastes de tan gran cuita; que habiendo reinado grandes tiempos por toda la Grecia, ahora desque los turcos hollaron a Constantinopla con todo su imperio, por poco se quedaran a buenas noches estos y otros doctores, que no vinieran a España si por Vuestra Señoría no fueran ahora trasplantados, como barbados pueden ya gozarse de placer y cantar aquello de Horacio: Durarán mis obras más que el metal, y son muy mas altas que agujas de reyes, que ni a diluvios ni a cierzo2 mortal teman jamás, aunque quieran las leyes de la olvidanza que el tiempo acarrea, ni he miedo al turco por grande que sea. [Im. 14] Y si queremos decir la verdad, otro mayor cuidado reina en vuestro corazón del libro celestial que ya comúnmente suelen llamar Biblia porque es el totum continens de los altos secretos que Dios por su merced ha tenido por bien de nos revelar. El amor de la santa teología os posee del todo, y el celo 1 Procesión de fantasmas, o fantasma que se ofrece a la vista por la noche, causando pavor y espanto 2 Viento septentrional más o menos inclinado a levante o a poniente, según la situación geográfica de la región en que sopla. Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispano La disputa contra Aristóteles y sus seguidores. 7 de la casa de Dios os carcome. Como la iglesia católica en los tiempos pasados estuviese divisa por diversas transacciones del testamento nuevo y viejo, así de los setenta intérpretes como de Aquila, Simaco, Teodotion, San Jerónimo y otros como con bandos, unos aprobaban uno otros otro; tanto que aquel mal monje Sergio, discípulo de Nestorio heresiarcha que reconoció la ponzoña de Mahoma, nos levantó así viva el que teníamos falsada la santa escritura, y hubo otros que queriendo cumplir con todos usaban de biblias seis y aun siete veces dobladas; vos ingeniosísimo Señor, movido por el espíritu de Dios dejando los arroyos de las opiniones, os fuiste como San Jerónimo a la fuente de la verdad, cosa por muchos deseada que algunos grandes varones han prometido y pocos la han atentado, y aun estos en balde o por ser la obra muy difícil o por las grandes expensas que requiere, Vuestra Señoría sin prometerlo lo puso por obra. Y en tres principales lenguas, latina y griega y hebrea, que en el título de la santa cruz fueron autorizadas, posistes el sacro canon de la ley divinal do parece clara semejanza de la santa trinidad y unidad, la materia y sustancia de los secretos celestiales; una es que en cada plana con tres columnas de tres distintos lenguajes como personas se muestra, donde nos con religiosa reverencia nos humillamos a tal lectura que parece imagen dibujada de Dios poderoso que en ella se enseña, y benignamente se cree que esta será la postrera mano que se puede dar a esta obra, en todo y por todo perfecta por ser hecha a semejanza de Dios. O dichosos los siglos presentes y venideros que de hoy más beberán aguas puras y vivas de santa teología en sus primeros manantiales. O tres y aun quatro veces bienaventurado tan esclarecido primado de las Españas, a quien Dios dio tanta gracia que tres lenguas nobles en quien está puesto el tesoro de los divinales sacramentos las juntásedes en uno. Asaz manifiesta muestra del milagro que muchos creen que anda Dios rodeando de hacer por vuestras manos, que vos [Im. 16] cristianísimo perlado con el poder de Dios lo hagáis todo uno una ley, una grey, un pastor. Traen a la memoria que no en balde os fue dado sin pedirlo el cardenalazgo rodeando Dios que fuese en el día de la exaltación de la cruz, y en la villa de Mahamud, dando a entender que habíades de ensalzar la bandera de Dios contra la gente no santa que sigue a Mahoma, como dende a poco se comenzó a hacer cuando Dios os dio en las manos a Orán como desuso es apuntado. Así tienen los más buena esperanza que el que lenguas extrañas concilia con la latina, también reunirá, como se va haciendo, gentes bárbaras a la iglesia romana. Y de lo que que yo más esto edificado y donde más cierto se muestra que es Dios con vos, que con todosestos dones de gracias, no os habéis hecho orgulloso ni elevado en vuestro pensamiento porque la caridad del espíritu santo no ensoberbece. Daré siquiera sola una prueba de cuán lejos estáis de altivez, que al recibimiento que se le hizo cuando vino de Orán a los muros de Alcalá, se habían caído o los derribaron a la puerta de Guadalajara y por ninguna fuerza ni maña pudieron acabar con vuestra señoría. Ningún estruendo de atabales3 ni chapido de trompetas le 3 Tambor pequeño o tamboril que suele tocarse en fiestas públicas. Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispano La disputa contra Aristóteles y sus seguidores. 8 embelesó a que descuidase a entrar como los otros por lo ancho, que estaba aportillado, porque parecía resabio de triunfo de gentiles, mas por la puerta quesistes entrar aunque estrecha, dando a Dios el honor y a su bandera sagrada; esta me parece a mí gran victoria vencer a la victoria que de suyo es engreída. Estaba cabe mí a la sazón cuando mirábamos el recibimiento una gran muela de gente y un mozuelo, no sé con qué espíritu, alzó la voz y dijo: por la puerta entra el cardenal y no por los derrondaderos. Unos clérigos que estaban ende, <<así es hijo>>, dijeron, <<por lo estrecho de la virtud y afanes y no por lo ancho del vicio y holgazanería>>. Todo esto tan lejos va de decirlo yo con ánimo de lisonjear haciendo que lo grande parezca mayor, que ante me temo que me tengan por escaso y corto los que sin pasión juzgan las cosas, y quién osaría mentir en cosas tan notorias mayormente habiendo tantos que nunca faltan, que de semejantes cosas murmuran; como ellos no son para nada, pésales cuando loan al virtuoso y aunque algunos se enrruinan conmigo por esta razón, mas a mí no me pena en tal que yo diga bien de lo bueno, consuélome con que la séptima bienaventuranza es ser perseguido por la verdad, y que es maldito por boca del profeta el que [Im. 18] dice mal de lo bueno y bien de lo malo. Por ende a tal y tan grande patrono de letras y otro mecenas de nuestros tiempos todas las oficinas de las artes liberales debíen dedicar sus obras, mayormente yo que fui el primero que por cartas de vuestra Señoría, fui convidado a echar los cimientos de letras oratorias en vuestra universidad. Pues besando sus esclarecidas manos le hago reverencia con esta obra que ayudado del arte de Aristóteles contra el mismo Aristóteles labré. PRIMER AUTO. ARISTÓTELES Y HERNANDO ES EL LUGAR DE DEFINICIÓN, Y EL RAZONAMIENTO EN CAMESTRES. Leyendo yo, por causa de mi profesión los elementos de Aristóteles que el mismo inventor de ellos llamó en griego Categorías y nos en latín los solemos llamar Predicamentos, algunas cosas se me ofrecieron no muy sabiamente pensadas ni dignas de filósofo tan recatado, o paridas con sazón, sino como en alguna viaraza4 abortan sin días, así ante de tiempo sin madurarse parece que salieron a luz. Y maravillóme lo uno del público descuido, que ni griegos ni latinos ni moros en los siglos pasados han mirado en este yerro que de yuso se dirá, y lo otro que aquellos dos diligentes fiscales de letras, el uno le dieron honrado renombre de alumbrado, al otro llamaron mordaz en sus tiempos, quiero decir Francisco de Mayrones, doctor alumbrado, y Lorenzo Valla, que cada uno de ellos hizo libro por sí, en que los yerros de Aristóteles dignos de reprehensión o los alimó o los herró en la frente o los traspasó con un gurguz y les dio una estocada por los degollar. Y a este trampal de que hoy tratamos o no le vieron o se pasaron de él o le 4 Flujo de vientre. Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispano La disputa contra Aristóteles y sus seguidores. 9 disimularon; por ventura será esta la causa que aquellos de muy ricos contentáronse de coger largas mieses y vendimia cumplida, y a tal pobre como yo dejáronme alguna rebusca o que anduviese a espigar. Y por no tener con longura de prólogos a las humanísimas orejas de Vuestra Señoría, vengamos a lo que hace al caso. Léese en Aristóteles en el predicamento de la cantidad, un paso muy notorio por estas palabras: las cantidades unas son continuas, otras apartadas. Item unas tienen sitio común entre sí en sus partes, y otras no tienen puesto tal sitio. Cantidades apartadas decimos como son los números y las hablas. Continuas [Im. 20] cantidades son: liña, sobrehaz, cuerpo y aun allende de estas, tiempo y lugar; que los números no han término común donde se junten sus partes como cinco si son partes de diez; no tiene término común cinco y cinco do se junten, mas siempre están apartados unos de otros, allende de eso lo mismo es en tres y siete que en ningún término común se juntan, que en ninguna manera podéis hallar en el número común término de sus partes, mas siempre están desviadas y apartadas; asi que número cantidad es apartada; las hablas eso mismo apartadas están. Y que las oraciones sean cantidad cierto es, porque se miden con sílaba breve y luenga, la oración digo pronunciada con la voz que sus partes a ningún término común se cose una con otra, ca no se puede dar término común a donde cada sílaba y pauseta se junte, mas cada una está apartada en sí una de otra. Esto es lo que dice Aristóteles. Con todo mejor será y más a fuer de lógicos si no andamos a hablas largas como procesado, sino a demanda y respuesta corticas, que conviene más a disputas de lógicos. De manera que a voz viva pasemos una levada, el mismo filósofo y yo entrando en lucha a arcas partidas, yo por ventura le venzo en el tomo del cuerpo, mas él sin duda me lleva casi infinita ventaja en demasiados grados de fuerzas. Espero esperanza buena en Dios que con mi verdad saldré victorioso. ARISTO. Qué tenéis Hernando que hacer con mi obra que volvéis y revolvéis estos mis predicamentos. HER. Atónito y casi enhechizado esto de ver cuan avenido río de aguas espejadas lleváis con muy pocos entropiezos, en qualquier materia que habláis todo lo decís a punto con una vena singular de decir, ni por eso os dejaré de loar aunque en vuestros escritos labrados a vuestra yunque algunas veces salta el escoria o porque de flaqueza humana, aun en la limpia agua de vuestro saber, hay algun asiento de cieno. AR. Qué son esos entropiezos, que escoria, que cieno? HERN. Ay, que he empacho de lo decir! ARI. Y por qué? HERN. Porque me parece caso de ingratitud si habiendo oído vuestras maestrías, desenvaine la espada de vuestros avisos contra vos que me lo distes. AR. Eso de buena crianza es, mas tomad [Im. 22] ejemplo en mí que tengáis en más reverencia a la verdad que a los más amados y más reverendos maestros vuestros; tened gran amistad con Aristóteles y Platón, y más fe con la verdad. Más me ofenden falsos testimonios que me levantan unos vanos Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispano La disputa contra Aristóteles y sus seguidores. 10 que se honran conmigo y de ellos, en lugar de aclarar mis textos, los enfrascan y anublan con sus glosas. De ellos retuercen mis dichos a falsos sentidos y aún de ellos y hay que a gran daño suyo y de sus discípulos enormemente se desvían de mi lógica, imprime devaneos peores que a los entresueños que vienen en las luengas enfermedades, mas vos caminad a buscar la verdad por camino real y no por retorcidos senderos, no os curéis de ellos que ciegos son, y guías de ciegos que barajar tales naipes es jugar a la gana pierde; y decid ya qué os desagrada en mis dichos. HER. Y habré perdón? AR. No solamente os perdono mas aun os lo gradezco, y será una gostadura de vuestro ingenio y de lo que aprovecha mi arte como se ha de tresnar5. HER. Aquello nunca me pareció bien y perdonadme porque asi lo digo, que la cantidad apartada tenga so si dos mozas: las cuantías y hablas; en los números vaya que sean como decís medidas apartadas, mas quelas hablas sean cantidades otra y otra vez echo en este caso vuestro gran saber. AR. ¿Y cómo? No di claras y bastantes razones porque las oraciones hubiesen de ser tenidas por cantidades y aun por medidas apartadas. HER. De claras, claras son vuestras razones y bien fáciles de entender como vos lo habéis de costumbre, mas no son bastantes. AR. Si las mías no os parecen bien, mostradme vos otras mejores que en oyéndolas yo, diga que son buenas. HER. Buen comienzo será para nuestra habla si me respondierdes qué cosa es cantidad. AR. Eso a la mano está. Sabido está que cantidad es medida de substancia y si quier la cantidad mida a lo substancial como una aranzada de tierra o mida a otras cosas, que no sean sustanciosas como luenga jornada, breve lección, una hiebre, dos tercianas, tres cuartanas de eso no curo, en tal que la cantidad sea medida. HER. Buena respuesta es, cosa vulgar es y que los niños la saben que la cantidad en solo medir se conoce, no halláis enojo si os diere otro tiento. ARI. Hace que no habré. HERNA. Si la cantidad es medida, la que no fuere medida no será cantidad. ARYS. Eso juradlo vos, ¿quién quita que la que no fuere medida no se llame cantidad? [Im. 24] Toda medida es cantidad y toda cantidad es medida. HE. Luego el paño, pues es medido, cantidad es. ARIS. ¿Cómo es eso? HER. Yo os lo diré. ¿A un paño no lo medimos con la vara, decimos este paño de que hice un sayo dos o tres varas tiene? ARIS. Si, ¿por qué lo decís? HER. Luego el paño medida es, pues que le mide la vara. ARIS. Qué gracia! No sabéis diferenciar entre medir y ser medido, que lo uno es hacer y lo otro padecer, lo que a otra cosa mide es cantidad y medida, y lo que es medido en cuanto es medido ni es cantidad ni medida. HER. ¿Cómo decis tal Aristótil? Decidme, esta capa ella misma no la miden 5 Arrastrar. Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispano La disputa contra Aristóteles y sus seguidores. 11 y mide ella, a ella mide una vara. Y ella también se puede llamar medida de otra cosa cuando extendiendo la capa con ella mido otra cosa. ARISTO. Asi es, mas no por la via que a ella miden sera cantidad, ca por diverso respecto una cosa puede ser juntamente medida y medida. HERNAN. ¿Eso os parece? ARISTO. No hay cosa más cierta. HERNAN. Luego nuestro departir no es cantidad. ARISTO. ¿Cómo así? HERNAN. Vos me concedistes de suso que lo que no es medida no es cantidad. ARISTO. Ni miento ni me arrepiento. HERN. Venistes también en que las hablas por la parte que las miden no son cantidades. ARISTO. Si bien me acuerdo nunca tal dije. HERNAN. Sí hicistes, por cierto, en el paño. ARISTO, En el paño es verdad, y no me desdigo. HE. Pues el mismo derecho es y la misma razón en las oraciones, porque nuestra habla y cada pauseta, unas breves otras luengas porque el tiempo las mide, ellas no son cantidades mas el tiempo es su medida, y si la tal sílaba y oración porque otro las mide, no se pueden decir ellas medidas. Queda que no son cantidades, y por el consiguiente no seran cantidades apartadas. Entonce Aristótiles como lastimado con pasavolante de vergüenza arrufó, calló un ratillo fatigándose entre si con gesto de pensativo, buscó echando seso a montón que evasión ternía, y desque no se le deparó nada, mirome y dijo: ARIST. Agradezco os lo Herrera que tan lindamente habéis mostrado lo cierto [Al márgen: Concluye dando un salto][Im. 26] Y yo confieso sin debate que estos mis predicamentos con razón le pueden parecer a quien quiera que mis oyentes con calor juvenil a sin tiendas los sacaron a luz, y que en algunos pasos han menester revista y con vuestra merced. HER. Asi desapareció el filósofo y yo metíme en otros cuidados. ACTO SEGUNDO. DIEGO DE HERRERA Y MAESTRE PEDRO, ES EL LUGAR DE DIFERENTES Y EL APARATO EN CELAREN. Dende algún tiempo, como estos mis escritos anduviesen por manos de algunos no faltaron los que nunca faltaran, murmuradores, mayormente algunos que leen las Summulas del maestre Pedro. El linaje humano no tiene freno en el envidiar, y como dice el refrán: envidia del vivo de los muertos olvido. Pesábales de corazón que yo hubiese ganado honra de Aristóteles y no miran que en otro tiempo floreció un Juan Gramático, que asaz veces se toma con Aristótil segun se lee en el comentador Avenrviz y en Juan Pico Mirándula. Mas estotros tenían por gran aleve boquear nada contra maestre Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispano La disputa contra Aristóteles y sus seguidores. 12 Pedro, comun maestro de principiantes en Lógica casi en todas partes. No les pudo sufrir sus lenguas Diego de Herrera hermano y oyente mío, cuyas loas al presente no digo porque no me repruebe por testigo de casa que finjo algo de mío, aficionado a la carne y a la sangre, pues él movido con celo de la verdad como si lo hubiera con el mismo maestre Pedro, comenzó asi: HERR. Decidme señor maestro, ¿por qué en aquellas vuestras Summulas que sacastes de Boecio y Aristóteles no desechastes lo malo y escogistes lo bueno? PE. ¿Cuál malo? HER. Asaz errores hay en él, así vuestros como ajenos. PE, Ea, dadme uno siquiera de tantos que decís que habéis hallado en mi obra. HER. Para otros pasos hoy les verná su San Martín, al presente digamos de uno en que tenéis que nuestros departires son cantidades sueltas. PEDR. Ey, ¿y no sóis vos del mismo parecer? HERR. ¿Por qué? PEDRO. La razón a la mano está; porque una silaba esta definida de otra no se puede dar algún común término que engrude una sílaba con otra, como parece en esta palabra, Hernando, que aquellas tres silabas están vecinas y no apegadas. HER. [Im. 28] Ha, ha, ha; y esa llamáis razón bastante que os convenció a poner la oración entre cantidades sueltas, ¿dó se venden por vuestra fe tan chapadas razones, tan redondos argumentos?, ¿qué turquesa forja tales bodoques? PED. Hacéis burla, y si de la mía escarnís dad vos otra que adoremos. HER. Ya veo cuánta obra pasáis vos y Aristótil, a quien vais arrimado en cosa demasiada y harto pueril falacia de hilván, que a varones tan sabios como vosotros no está bien en probar que las pausetas de una palabra están por sí, cada una como que voy yo y todos los hombres no estamos unos de otros desapegados; mas ni por eso nos miden con cantidad apartada sino continuada, cuanto más que ni vos conmigo ni yo con vos estamos cosidos, mas no somos cantidad apartada ni aun cantidad. PED. Vos que tan feroz venís a nos sacar el ojo, echad acá ya alguna razón perentoria. HER. que andemos a vuestros muedos parecedes por dicha que de hombruno y asnuno se podríe fraguar una otra especie. PE. ¿Qué es eso? HE. Pues habéis de prestar paciencia en oír y responder si queréis que nuestra disputa presto llege a conclusión. PED. Ea, respóndoos que de hombre y de asno yo nunca vi ni leí ningun injerto. Mas bien me acuerdo haber leído que de hombruno y caballuno han salido y vivido los centauros, cual fue aquel afamado Chirón centauro, en cosa tan notoria no es menester gastar palabras. HER. ¿Cómo y filosofo tan grande como vos dais fe a hablillas? No sabéis que so el sayal de esas consejas hay ál que entender que aquellos centauros fueron pueblos de Thesalia, que primeros sin ningún escalón ni estriberas en Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispano La disputa contra Aristóteles y sus seguidores. 13 caballo subieron y a la guisa pelearon por donde hubieron lugar las poéticas ficiones. PED. Dejo aparte hablillas y poesías por cuando se trata del curso de natura mayormente entre lógicos que andan a caza de la verdad, ni engendros ni consejas se deben de admitir, mas una cosa me hace resurtir que veo de yegua y asno cada año se engendra mulo romo. HER. Bien hecistes en confesarlo, habéisme librado de grandes longerías de disputa porque hay algunos matreros, queadrede con sus ronces, de un desvío en otro desquician la cuestión de sus primeros términos. [Al margen: celada][Im. 30] cuál era esta materia de ahora en que pudiérades si fuérades porfiado darme un rato que heñir6, en novelas, en diformes partos de hembras, en las mezclas de peces del mar. Mas vos muy bien atajastes todo esto, y en su lugar pusistes cotidianos ejemplos del mulo que nace de padres desemejantes y del mastín que de loba y perro se engendra. Pudiérades también del melocotón que de enjerirse durazno en membrillo brota, y hacer eso mismo mención de otras frutas por hijadas que cada dia salen de diversos pimpollos. No miráis cómo aun yo os ayudo contra mí, tal concierto ha de haber entre nos que como de eslavón y pedernal así salte de nuestra disputa centella de la verdad. Yo, que con mis preguntas os provoco, tengo veces de eslavón, vos de pedernal, por ende en concordia busquemos ambos lo cierto de este negocio. No nos curemos de la honrilla de los sofistas que yo de vos o vos de mi saquemos honra en que uno de nos lleve la ventaja. Todas estas suertes de cosas que habéis dicho, mulo, mestizo, melocotón y otros así como sirenas del mar y tritones no hacen al caso, porque yo preguntaba no si una yegua se casaba con un asno o una loba con un perro, aquel durazno con aquel membrillo en uno o en otro decís verdad. Mas lo que yo os pregunto es si el todo a todo se ayunta. PE. Ya veo por qué andáis a lo que creo preguntáis si dos contrarias suertes o diferencias se pueden mezclar. HER. Eso es. Acertado habéis. Eso es lo que vosotros soléis enseñar y así se lee en vuestro libro y del Porphyrio, que dos diferencias contrarias no se compadecen. PE. Pues que ansí es, eso os llevad luego por respuesta, que aun no es dicho mío sino de los antiguos, que dos suertes contrarias todas con todas nunca se envuelven. ¿Soy más menester? HE. Sí, en buena fe y aun mucho querría saber de vos si medidas continuas y sueltas son una especie o diversas. PE. No solamente diversas, mas aun lo que es peor: frente a frente se topetan; ¿y para qué preguntáis preguntas tan claras? HE. Yo os lo diré: pues yo soy continuado y apartado; seguido en [Al margen: Mayor. Menor] [Im. 32] mí, apartado de vos, parecíame a mí so vuestra enmienda que por la misma razón una misma cosa es cantidad seguida y suelta. PEDRO. Nunca os váis tras mal parecer apartándoos de la vera doctrina por 6 Sobar con los puños la masa, especialmente la del pan. Hay mucho que heñir: para expresar que para concluir algo todavía se necesita trabajar mucho en ello. Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispano La disputa contra Aristóteles y sus seguidores. 14 tantos y tan luengos siglos autorizada, quien quita que vos mismo por diversos respectos os puedan decir que sois seguido y no seguido, mas no por eso se sigue que son una misma cosa continuado y no continuado; ejemplo, vos sois padre y hijo, alguno parió a vos y vos paristes a otro, mas ser padre y ser hijo no son una misma cosa sino bien diferentes; quedad en paz. HER. Atended un poco señor maestro, ya no me queda sino un solo escrúpulo. PEDRO. ¿Qué escrúpulo es este a tal tiempo? HER. Luengo y breve, ¿De qué cantidad os parece que son de la continua u de la apartada? PED. ¡O por Dios! Esos nombres de la cantidad continua son, si algo se llama luengo, o por alguna ducha que de suyo es luenga o por el tiempo o por otras semejantes causas. HE. De todos estos presupuestos queda que nuestras hablas no son cantidades desmenuzadas. PE. Dix, y cómo puede ser, mirad que no os engañéis. HER. Pues quiero hacer como en el juego del ajedrez o alquer, que cuando la una parte se maravilla cómo le han vencido, vuélvense a retratar todos los trechos que han pasado, así ahora que estáis espantado cómo os he concluido, repítase por orden lo pasado, porque si de algo os arrepentís os alcéis de ello y lo que habéis confesado, vaya por no dicho. Ca esta nuestra disputa no es contienda sino búsqueda de la verdad. PED. Hágase así. HERR. Lo primero que confesastes es que dos suertes contrarias no se compadecían en uno. PE. Así pasa. HE. Dejistes también que continuo y quebrado son enemigos capitales, y aun si os acordáis, entonces me desengañastes que pensaba yo que estas dos suertes se podían hermanar. PE. Y no me desdigo. HER. Al cabo me concedistes que ser luengo y breve no eran del bando de cantidades apartadas sino de las continuas. PEDRO. Pues qué aunque lo concediese. HER. Pues si la sílaba luenga o corta es por el tiempo el cual se cuenta entre las medidas continuas, queda que no por las apartadas [Im. 34] porque dos especiales que están so un general nunca se envolvieron en uno, como vos y todo el mundo lo dice, confesemos ya a boca llena que la cantidad apartada no se halla sino en solos los números y no en las hablas. PE. Es verdad y dome por vencido, y maravíllome de donde tan manifiesto error se me entró, sino que los filósofos somos como grullas, y parecemos a cabras cuando saltan de un seto, por do una comienza por allí guían todas; descuidéme con un tan excelente doctor; quién había de creer que un hombre de tan claros ojos como Aristotel no había de mirar tal resvaladero, y después de él tantos siglos de nuestros antecesores que no echaron de ver tal cosa. Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispano La disputa contra Aristóteles y sus seguidores. 15 HE. Luego según eso no lo habéis a mal que aceran de vuestros libros y ahechándolos los limpie de los granzones de pajas. PE. A mal riedro vaya Satanás, antes no hay cosa que a vos y a todos los venideros mas pida de merced que lo que nos habíamos de hacer si miráramos en ello, lo hagáis vosotros; no crea ningún que a Dios parte en sus estudios si a las veces no discanta lo que escriben los autores y a las veces lleva la contra. [Al margen: Escalón; alegoría; sentencia por alegoría] TERCERO AUTO. ALONSO RUYZ DE YSLA Y JOAN VERSORIO. ES EL LUGAR DE LO GENERAL Y EL RAZONAR EN CAMESTRES. Con estas postreras palabras de maestre Pedro se inflamó Alonso Ruiz Ysla una de las ramas nobles del tronco y solar antiguo del Cid Ruy Dias y aun noble en costumbres, clérigo muy limpio, un jerónimo en la honestidad, en el recogimiento cartujo, de sutil ingenio, bien razonado en latín y en castellano, en la traslación que hizo de San Ambrosio se parece muy bien cuan esmerado castellano tiene de muy escogida crianza, celoso de él por común mayormente del eclesiástico y de las letras, y como es muy dado a leer, topo con los libros de Juan Versorio, que sobre el maestre Pedro compuso primero que ningún otro en la escuela de Paris, y maravillose de tan pesado sueño de hombre como quien duerme de espaldas o tiene modorrilla y dijo: YS. Piensanse acá en España que la honrrada escuela de Paris siempre tiene ojos zohorís y que nunca enflaquecen, mas a lo que yo veo también los grandes estudios como los pequeños están atestados de doctores negligentes por no decir indoctos, como en una misma agua los nobles lenguados se crían y viles renacuajos, así algunos hay [Im. 36] generosos autores y algunos raeces como dice Horatio doctos y idoctos nos ponemos a escribir, unos poesía otros en Lógica. No será mal desenvolver las neblinas de este doctor porque no haya alguien que yéndose tras la autoridad de este glosador tope en algún risco de error y peligre, hágase así que Versorio y yo entremos en la tela y palenque de disputa y nos demos sendos encuentros; quiero refrescar el ejemplo de mis antepasados aunque tanta ventaja me llevan en virtud, cuántos siglos, por no decir años, hay entremedias El Cyd Ruy Diaz, peleando con gran denuedo contra gentes extrañas, dejó libre a nuestra España, quiero yo si Dios me diere gracia, a este doctor extranjero mostrarle en qué peca y libraré a mi nación de tan fea servidumbre que tienen en creer de ligero a ingenios bajos, a cuyos libros sinver por qué, luego se aficionan. Verdad es que este Juan Versorio hombre fue de buena vida y a todo maestro que yerre o acierte se le debe agradecimiento porque los unos nos enseñan, los otros nos despiertan mas con todo oficio es de varón eclesiástico enderezar las sendas de la verdad y lo torcido y atolladero hacerlo llano y macizo. Ea Versorio, dad cuenta de vuestras glosas. VER. ¿De cuáles? Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispano La disputa contra Aristóteles y sus seguidores. 16 YS. ¿Reconocéis estas palabras?: Lo tercero es de saber que las hablas en tres maneras se consideran: la una por la voz pronunciada y ansi es segunda suerte de la cualidad; otra maña por la voz compuesta para dar algo a entender, y así es fábrica de nuestra razón, cuanto a su forma que es ordenada a significar; de esta guisa no esta en predicamento; la tercer manera por la medida de los sonidos letras y sílabas que están en la voz pronunciada, y según esto una pausita se dice ser breve o luenga midiéndose por la pronunciación de sus sílabas, y la tal pausa por el son de las letras y en esta manera se toma aquí la forma de la oración por aquella medida de los sonidos de la voz pronunciada, y de aquí parece que no tomamos ahora la oración en cuanto es voz compuesta, mas generalmente como está en cualquier voz, pronunciada como la habla se dice pronunciación de la voz; a lo cuarto es de saber que tal medida de voz pronunciada es cantidad desuñida. Pruebo primero que sea cantidad ca todo accidente que mide la sustancia o lo que está a él sometido es [Im. 38] cantidad, y la tal habla tantea a lo que está so ella o su material, que es voz pronunciada, luego es cantidad, pues que sea desuñida de aquí se muestra, porque sus partes no se juntan a algún término común que sea fin de la una parte de la dicha habla y principio de la otra, o al revés, de manera que en nuestras hablas una pausita no es principio. VER. Esas palabras reconózcolas yo y acuérdome que las dije sobre el maestre Pedro donde se trata de las medidas; y vos, ¿qué tenéis que profazar7 aquí? YS. Aquello me desplace que dijistes al cabo, que las palabras en la tercer vuelta que les distes os parecen ser cantidades. VER. ¿Qué? ¿Y no os parecen ser medidas? YSLA. ¿Y de quién por ventura, de sí mismas? Que las hablas tanteen hablas, ¿qué mayor deslate se puede decir? VER. No es la oración medida de la oración sino de otras muchas cosas. YSLA. ¿Y de cuáles ya? VER. Del cenar, leer, caminar, dormir y de otras mil. YSLA. Si no os declaráis, de verdad no os entiendo. VER. Yo os lo diré algo larguillo pues que así queréis; la salutación del ángel que comúnmente llamamos ave maría, la oración de nuestro señor que se dice pater noster; los artículos de los apóstoles que tienen por nombre el credo y otras semejantes, llamarlas verdades oraciones o no. YS. Oraciones las diría, mas ¿a quién miden? VER. ¿Y cómo? No decimos cada día: Esperadme un poco que no tardare dos avemarías en cenar; en un credo iré al río. YS. Quita allá, ¿y cómo, de esa manera sentís? VER. ¿Por qué no? Como que la tal oración no mide esas obras y otras. YS. Así es, ¿quién dice que no? Mas no por sí, sino por razón del tiempo, no creo yo que sois de tan enajenados sentidos que no veáis claramente que estas ave marías y pater nostres en algún tiempo se rezan hora, media hora, 7 Abominar, censurar o hablar mal de alguien o algo. Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispano La disputa contra Aristóteles y sus seguidores. 17 cuarto de hora, una hora escasa, así que si el tiempo mide al ave maría y el ave maría a la cena, no hay quien cuente que en el tiempo esta la fuerza del medir y que la ave maría en tiempo se reza. Empero al tiempo por ventura no le miden otras medidas, y nos andamos buscando tales cantidades o medidas que ellas midan a otras y no otras a ellas, ¿estáis conmigo o no? VER. Yo de este parecer soy, que aquello que a otra cosa mide se deba contar entre las medidas sin escarbar más en ello. YS. Pongamos por caso que sea como decís por ventura estáis en lo cierto, [Im. 40] veamos a dónde pararán vuestra opinión si con una vara medimos en paño, luego la vara será medida, ¿es esto lo que decís? VER. Sí. YS. Y el dedo, y la palma y palmo, bonete, casquete, calzado, vestir, grevas, guantes, leño, árbol, archa, pelote y todas las cosas corporales del mundo. VER. ¿Quién quita que todas esas se digan medidas si con ellas pudiéremos medir otras cosas? Si no estáis aparejado a negar cosa tan clara como si tuviésedes la piedra que se cría en papos de gallos con que se hacen los hombres arriscados y amigos de contienda. YS. Ni la traigo ni lo creo; mas con confianza de la verdad que traigo que no lleva respuesta, osaré afirmar que dos inconvinientes muy enormes se siguen de vuestro decir. VER. ¿Cuáles? YS. El primero, que habría infinitas medidas si así a bulto admitís que cualquier cosa de cualquier manera que mida a otra se cuente entre las medidas, y si las cantidades son infinitas, luego no se saben; porque el conocimiento de nuestra flaqueza no puede comprehender lo que es sin fin. El segundo es que o Aristóteles o los otros filósofos que en esto entienden y vos con ellos nos engañáis diciendo que hay pocas cantidades, cuando mucho cinco o seis y por ende escribís que largor y anchor, lugar, tiempo, cuerpo y cuantía son cantidades y medidas por sí. Las otras no son medidas por sí, mas a estas cinco se han de reducir como el jeme8 que es cuanto se pueden extender y despernancar los dos primeros dedos, el pulgar y su vecino. Con el tal jeme, quando algo se mide por la longura extendida, se mide; esta tal longura a la tiña se ha de reducir. Este ejemplo así puesto en el jeme también se debe entender en otras cualesquier medidas. De todo lo dicho resulta muy claro aunque con una oración se midan cualesquier otras cosas como el cenar o dormir, no por eso será la oración cantidad, mas el tiempo será cantidad y medida quier de la oración, quier de lo que se midiere con la tal oración. VER. Así es. Claro veo lo que dices, no hay cosa más cierta. Yo os do la yerba. YSLA. Cansado me habéis con aquella vuestra razón retorcida por enderezarla al huso de la verdad. VER. Pues por eso traed con vos de hoy mas como dice el Plinio, para no cansar en ningún trabajo algunos nervios de los alones y piernas del grullo. 8 Distancia que hay desde la extremidad del dedo pulgar a la del índice, separado el uno del otro todo lo posible. Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispano La disputa contra Aristóteles y sus seguidores. 18 YS. Vanidad es; propio lugar era disputar aquí si el cuerpo, lugar [Im. 42] y tiempo era razón de contarlas entre las cantidades o no, que por Aristótil piensa que sí, otros piensan que no, aunque mejor será hacer aquí punto, placerá a Dios que se ofrecerá para esta materia otro tiempo más convenible. CUARTO ENTREMÉS. GRAVIEL DE HERRERA Y EL CONVENTUAL. EL LUGAR DE FRONTERO EL RAZONAMIENTO EN CELARENT. Graviel de Herrera después de haber peregrinado por estudiar así en las partidas de Italia como de Francia parió un especial libro de agricultura de que días avíe que andaba preñado sacado de diversas leyendas de latinos autores y moriscos, desque le hubo desparcido por mano de todos en aldeas, villas y lugares a gran sabor de las gentes, recogióse a los estudios liberales y dijo: GRA. Pues que ya a Dios gracias vine a mi patria y he dado cuenta a mi nación en que he despendido mis velas, porque según aquella dorada sentencia de Platón no solamente nace hombre para sise, mas aun ha de redundar en pro de los suyos; y ya por las pisadas del Virgilio he mostrado como se quite el orín al arado sulcando la tierra, tiempo es ya que limpie el sarro de mi lenguaen disputas escolásticas, y de ónde puedo mejor comenzar que de aquella cuestión, que veo que mis hermanos han tratado, y caso que para dar contra aquella errónea opinión que por espacio de dos mil años y más, ha poseído el crédito de muchos mortales, no han menester mis banderas ni es tanto necesario pelear cuanto hacer el regozijo de su victoria ni aun tampoco es mucha loa a moro muerto gran lanzada. Con todo no lo habrán a deservicio si sigo el alcance para concluir esta guerra; veo que hay algunos glosadores que piensan que son tenudos de hacer homenaje a sus maestros y no filosofan como libres sino como esclavos, defendiendo cualquier que sea la sentencia del libro que declaran. Yo no tengo que es bueno el que a sabiendas engaña o adrede se engaña y a ojos vistas se mete en el peligro para anegar, y a esta causa me maravillo mucho porque este santo varón que me cupo en suerte para luchar con él pudo acabar consigo que sobre el maestre Pedro tal escribiese. CONVENTUAL. El cuarto notable es que a las hablas muchas vueltas les dan, una de segundas intenciones y aun esta se parte en tres, una es de gramáticos que hace para ver [Im. 44] concierto o desconcierto de las partes; la segunda es de lógicos, y vale para apartar la mentira de la verdad; la tercera es de retóricos y en estas mañas no se ponen las hablas en predicamentos porque se cuenta entre las segundas intenciones considerase en otra manera, en cuanto es de primera postura; y esta se parte en dos, la una manera es por la voz o las mientes elevadas en Dios y así es quedado hacer, en la otra manera se toma en cuanto es medida de pronunciar de esas voces, que unas suceden a otras; y de esta guisa es cantidad apartada que está asentada en el aire mediante la pronunciación de la voz y compónese de Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispano La disputa contra Aristóteles y sus seguidores. 19 partes muy menuditas si se compara a las partes divididas de la voz. Mas si la comparáis a la voz seguida entonce es cantidad continua, y aunque esté compuesta de partes sin briznar, no por eso son ni se deben llamar cuantía porque las tales partecicas que están en lo postrero de su delgadez que no se pueden más desmenuzar no permanece más una ida y otra venida y apartadas una de otra. GA. ¿Dónde comenzaré? ¿A quién llamaré? ¿Cuál diré primero? que quien esto se avíe ninguno de parar a escribir, tal se avie de fantasear; mirad señor padre cuán diferentes pensamientos tenemos vos y yo, cuanto a quien vuestra reverencia ahora ha rezado puede para que a vos y a vuestros estudiantes agradara que pensaran que hiláis delgado, mas así me valga Dios que si tales imágenes se me subiesen al cerebro o con tres antyciras de vedegambre9 me purgase la cabeza cada primavera por medicina o me consintiese sangrar de mitad de la frente como si yo con la frenesí dijese dislates, que en el camafeo aunque tuviese el sino de Aquerio engastado en anillo ninguna confianza tendría, y maravíllanse las gentes de dónde ha venido que las artes liberales, que por su muy crecido provecho en los tiempos pasados fueron muy preciadas, ahora ¡oh, qué lástima! les ha venido tal fatiga que su estima se va guindando10; ¡Tan pervertido anda este siglo en las letras de humanidad! CO. Paso señor, que aun vos eclesiástico sois y yo profeso en orden sagrada. GA. Si yo en algo me desentono, llevadme vos padre el compás como maestro de capilla, y bien veo a dónde tiráis. Que querríedes impedir esta nuestra disputa malmetiéndome con frailes de religiones floridas, y que los santos conventos como quien hace un batallón diese contra mí. ¿Tan ociosos pensáis que están varones letradísimos [Im. 46] y perfectos que se les antoje defender lo que vos quesistes dibujar en papel? Antes creo qe, de indinados con vuestras glosas que no responden al gran saber de sus esclarecidas profesiones, han pensado de echarle en penitencia una disciplina de un canticumgrado o un miserere mei de cinco ramales para penitencia, santidad, paciencia. Para predicar a las gentes los misterios de la fe católica y ganarle nuestras almas los crió el señor, que él hoy en este noble estudio de Salamanca, río caudal de donde como de uno de los cuatro del paraíso no solamente España, mas aún la India se riega, tiene espantados a todos el padre fray Juan Hurtado, tal en vida, que poco tiene que decir su culpa y en doctrina abrasada de la caridad; del supuesto como buen hijo a su madre Salamanca, la mantiene con el pan del evangelio, su carnal cuaresma, y su cuaresma Semana Santa y por concluir en todo y por todo no sale un cantero de uña de lo que deseó su padre Santo Domingo; para estas y otras semejantes cosas fundó Dios las órdenes, no para abajarse a tal cuestioncilla 9 Planta de la familia de las Liliáceas, con tallo erguido, de seis a ocho decímetros de altura, hojas alternas, blanquecinas por el envés, grandes y elípticas las inferiores y lanceoladas las superiores, flores blancas en espiga, y fruto capsular con multitud de semillas comprimidas y aladas. El polvo del rizoma se emplea en medicina como estornutatorio. 10 Guindar. Colgar a alguien en la horca. Descolgarse de alguna parte por medio de una cuerda, una soga u otro artificio. Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispano La disputa contra Aristóteles y sus seguidores. 20 como esta nuestra que no hace mucho al caso para salud de nuestras ánimas creería así o así. CON. Si lo que arriba recé tanto ha desagradado a vuestro delicado estómago, mostrad primero por algunas razones fundadas qué es y por qué causa no hace vuestro paladar y después empinad, clamuñad, acriminad con las mayores calumnias que podáis, que ni sois vos el primero ni seréis el postrero a quien esta moderna lógica desagrada, que aun en Paris aquel gran peripatético Jacobo Fabro cada día casi nos da una tunda y nos atiesta de bárbaros hasta no más, por ende ea, si tenéis algo dezidlo ya. GABR. Que me place. Cuanto a lo primero una cosa os ée decir, que en aquella vuestra distinción pasada casi igualan los yerros a las palabras, pero ahora no me vaga meter la mano sino solamente en aquello que andáis titubando que las hablas ya os parecen cantidades seguidas, ya apartadas. En todo lo ál, ay, si habrá algún día en que entendamos y se ponga en la yunque de la verdad y se maceen11 con el martillo de la razón. Mas recélome de una de dos, o que todas vuelen en esquemas de escoria o que se vayan en humo a guisa de aquellos cuatro que llaman espíritus, los alquimistas piedrasufre, azogue, oro pimente, sal armoniaco. [Im. 48] CON. Pues luego guardese para algún tiempo convenible, al presente discútase eso. GAB, lo primero que os pregunto es si dos fronteros pueden posar en uno. CON. Demándoos yo a vos que primero me declaréis a quién llamáis fronteros, porque no entiendo bien ese vocablo, si no llamáis acaso frontero lo que está en lugar muy arredrado y puesto a ojo, como la Luna cuando está llena todo el cielo pone en medio de si y del Sol. La una asoma al levante, el Sol se zampuza en las ondas del poniente. ¿Llamáis frontera a esta tal gran lejanía de lugar, cuando una cosa de otra está en muy desviados trechos apartada o fronteros cual Alcalá la Real o Alcaudete en los años pasados estuvieron por fronteros de la morisma de Granada? GAB. Ponéisme en necesidad que lo diga algo largo: dos cosas que quisierdes considerar o tienen algún concierto entre si o están diferentes, ¿entendéislo? CON. Sí, a mi parecer. GAB. Donde hay concierto o es sustancial como vos y yo que somos hombres y llámense unos mismos. CON. Pasad adelante. GA. O se parecen en las calidades, como ambos nos que hicimos profesión de castidad, y somos por eso semejantes. CON. Bien me parece. G. O son de un tamaño como los dos cairos, nuevo y viejo, que diz que teníanun grandor y por ende se digan iguales, de manera que ser unos mismos sea en substancia parejos por cantidad, semejantes en calidad. CON. Con presta, hermosa chapada división galanamente ensartastes toda la ralea de los que tienen conveniencia, pasad al otro miembro de los diferentes. 11 macear. Golpear con el mazo o la maza. Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispano La disputa contra Aristóteles y sus seguidores. 21 G. Los que entre si están desacordados o son diversos o adversarios. CON. Dad un ejemplo de lo uno y de lo al. G. Los diversos que otros llaman disparatos no tienen entre si pelea como cerrajas, bohemios, hanequín, tafurca, brivega, marlota, argolla, gavilla de sarmientos, pica, cangilón, balandrán, lanza de armas, Fuenterrabía, halabarda, chillón, cerefoy, codera, desafíos, arriate, chirivia, albérchigas, zahor, Esclavonia, Belamarin, catalanes, Túnez, Trintin, Azamor, leño, aragoneses, confites de anís, almete, Orense, pasteles, bergantín, Logroño, suela, zamarrativo, Villamanta, Consuegra, Almería, Briviesca, menudos de puerco. Estas y otras, que sino por no enojaros pudiera decir, se llamen diversos o disparates. [Im. 50] CON. Bien. GRA. Los adversarios que se llamen discordes, que rifan entre si como padre e hijo y llámense respectos y blanco y negro díganse contrarios; luz y tiniebla llámense desposeídos. Sentado y no sentado puédense bien decir contradicientes. CON. Aunque podía en algo contrastar a eso que sacastes del Boecio sobre los lugares del Tullio, mas pues veo que todos comúnmente así letrados como no letrados se han concertado en hablar así y en las reglas de hablar nos hemos de conformar con el pueblo como lo dice Platón en Alcibiades, y su discípulo Aristótil, que hablemos como los mas y sintamos como los menos. Yo confieso ser buena esa forma de hablar que traéis y de aquí adelante usaré que no me desvíe de ella [un] tantico. GRA. Ahora volved a lo que de suso os comencé a preguntar, si dos fronteros pueden estar en uno. CON. ¿Cómo preguntáis eso? GRA. Si por caso blanco y negro, sano y enfermo, doblo y mitad y otros de esta suerte pueden juntamente poner los pies en la hospedería de un mismo lugar y estar aposentados en uno y concordes. CON. ¿Queréis que diga lo que me parece o que me pare a conjecturar que es lo que querríades que os respondiese y hable al sabor de vuestro paladar? GA. ¡Nunca Dios quiera que concedáis otra cosa sino lo que tenéis en el corazón! Con todo, una cosa querría acabar con vosotros vos que ni deis de cabeza ni desbaratéis ni deis con la carga en suelo, pues es vuestra y mía, que tanto os va a vos como a mí en hallar la verdad, así que donde la vierdes relucir eso confesad, lo que en vuestro pecho tuvierdes por bueno. CON. Pues en mi conciencia, que me parece que dos deseos que llamáis fronteros, bien pueden albergar juntamente en una posada misma, que blanco y prieto no siempre se dan de morocadas como enemigos. Mas dellas veces dejadas aparte las contenencias se abrazan en bazo, pardillo y otros colores medios. GR. O, o! No vais más adelante; ya veo por qué andáis, bien veo lo que tenéis en el buche cuando sobre dos fronteros os importuno si por ventura se pueden ambos posar en una silla no les quiebro las alas, ni les enflaquezco las fuerzas, porque cuando lo frío y lo caliente se hallan en lo tibio ni es muy recio calor ni muy bravo frío, mas entre ambos remisos. Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispano La disputa contra Aristóteles y sus seguidores. 22 CON. Ya lo veo; y sin duda luego [Im. 52] me pasaría a vuestro parecer mas lo que me estorba de os consentir es lo que arriba pusistes de la sanidad. Eso me hace que no confiese a boca llena eso que queréis que dos cosas que no se miran de buen ojo no se pueden compadecer en uno; porque veo que no hay cosa mas creída entre médicos que la sanidad y enfermedad poderse acertar en un mismo miembro y en tal caso aquel cuerpo se llama neutro. GRA. No os saquen de quicios esos decires de médicos, que si los examináis a lo que parece al sentido dicen la verdad, mas si al nivel y punto de la razón luego desdicen; harto les basta a ellos si en el hablar siguen la vía popular que cuando alguno va arribando de alguna enfermedad o torna a dar recaída le llaman medio sano, medio dañado. Mas vos antes os arrimad a lo que los filósofos dicen que la sanidad consiste en peso y balanza de humores cuando están en su temple, del cual si malavesito se desvían luego caen en mala disposición; el verso del Horacio hace bien a nuestro caso: “si aquende o allende desvara la cosa del medio que tiene, error le comprende” Por ende, no obstantes los libros de la medicina a quien se les permite esa forma de hablar, confesad conmigo libremente lo que tantas veces os pido: que dos fronteros no pueden estar en uno. CON. De buena gana lo confesaría si no fuese por aquel tercer ejemplo que no sé a qué fin pusistes arriba, el me pone escrúpulo cuando decíades del doblo y sin mitad y otros semejantes, veo que esta cuantía de diez en respecto de cinco es al doblo, mas si a veinte, es a mitad, asi que doblo y mitad que son fronteros en una misma cuantía de diez juntamente se hallan. GA. ¡Cómo! ¡No nos meta en rebuelta por Dios! Ese embarazo vano y pueril, y bien sé que mas le dijistes para tentarme de paciencia por ver si hiciera algún fiero que no porque os parece ansí, que el doblo y la mitad, padre e hijo y otros que se tienen respecto bien pueden concurrir en uno, empero por otra y por otra razón; lo que yo al presente os pido y molesto es que dos fronteros estando en sus fuerzas y por una misma consideración nunca por nunca estén juntos. CON. Con esas limitaciones pase. GRABIEL. Pareceos que hay diferencia entre grande y grandor. CON. Y grande cuestión vulgar es si el [Al márgen: Mayor][Im. 54] grandor es ál que lo grande, y yo del parecer de aquellos sería que tienen que hay distinción entre el grandor y la cosa grande; porque a una misma masa de harina, dellas veces la encojo en el puño y la hago bollo o buñuelo, dellas vezes la extiendo en la palma como orejas de abad, así que quedándose una misma sustancia hay variedad en el grandor. GRA. A otro entendimiento echáis mi pregunta que el que yo quería, porque esta habla al «es lo grande al grandor», dicha ansí so velamen dudoso tres entendimientos tiene. CON. Como el cerbero, perro infernal que con un riesgo de boca da juntos tres ladridos. GAB. Allá va, la primera diversidad es de hecho, la segunda por razón, la tercera en el respecto. Ca este dicho al es lo grande al el grandor que quiere decir: la medida y lo que es medido se distinguen, si le damos este Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispano La disputa contra Aristóteles y sus seguidores. 23 entendimiento que se distinguen realmente en el ser; pare esta cuestión que ahora tocastes en que unos dicen que hay diferencia otros que no, mas vos por la mejor parte os determinastes a mi ver, y no es este el sentido de que yo quiero con vos discutir. El segundo entendimiento de esta proposición «diferencia hay entre grande y grandor» es que se distingan o no, distingan en la difinición, y aún en este entendimiento no hace hoy a nuestro caso. En la tercera manera significa diversos respectos que por diversas consideraciones se diga un mismo medio y medida. Pongamos ejemplo en mi pie que él es grande y grandor, grande porque le miden a él dieciséis dedos, grandor porque él mide al paso, el paso corto tiene dos pies y medio, el paso largo que es tranco le miden cinco pies. CON. A esa postrera significación me parece que tenéis ojo cuando preguntáis si es otra cosa grande y otra cosa grandor. GAB. Bien lo habéis entendido. CON. Entendiéndolo de esa manera, os respondo asi: ser medido y ser medida aunque se hallen en uno mas no por uno mismo respecto. GAB. Pues luego queda de aquí quelo que es grande en cuanto es grande no es grandor. CONVEN. Así es. GABRIEL. Qué os parece de esto que diré, ¿Hay diferencia entre luengo y longura? CON. Sí, y grande. No son una misma cosa, empero son compadres, como la sabiduría es sabiduría del sabio y el ciente por la ciencia [Al márgen: Menor] [Im. 56] es ciente, asi la longura de lo luengo es longura y las cosas luengas por la longura son luengas, y lo luengo es grande, luego la longura es grandor. GRA. Ya no os quiero ser enojoso que de los méritos del proceso se concluye que ni nuestras hablas ni las pausetas o sílabas dellas son cantidades, porque las tales sílabas como vosotros decís, o son breves o luengas, pues lo que luengo o breve es medido es, y lo medido no es medida, la que no es medida no es cantidad apartada ni seguida tampoco, así que todo lo que arriba al principio dejistes, perdonadme por ello mejor estuviera por decir o por escribir; mejor consejo es el del Oracio que ninguna cosas de estas saliese a luz hasta nueve años, como doncella que está en casa tras puerta, porque resfriado ya el ardor de vuestra invención como ajeno y no como padre, lo reveyésedes; y no cualquier cosa que el ángel de Satanás so especie de ángel de luz, nos representa o se nos viene a la boca, asi luego cochite hervite escribir lo que una vez está escrito sin más pensar en ello, darnos prisa a echarlo de casa. Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispano La disputa contra Aristóteles y sus seguidores. 24 QUINTO ACTO. DON PEDRO MARTYR Y BOECIO Y JACOBO FABRO, EL LUGAR ES DE PRIMEROS A POSTREROS, EL RAZONAMIENTO EN CELAREN. Don Pedro Martir nacido en Italia en el nono repartimiento donde está Milán en la Lombardía, su patria es Anglería que algunos llaman Heloredia y si estos dicen verdad no es tiro fuera de blanco pensar que es la que el Plinio llama Eporedia, que el pueblo romano mandó edificar creyéndose de los libros de Sybilla; él es varón que ha visto mucho, muy diestro en los estudios de humanidad que se dicen artes liberales y principalmente en poesía, en que por su muy subido ingenio tiene conocida desenvoltura. Viviendo en Roma, a ruego del conde de Tendilla don Iñigo Lopez de Mendoza, embajador de nuestros reyes don Hernando y doña Ysabel, se vino a España, creo que le convidaron las nuevas de la guerra de Granada que entonce se hacía y la grandeza de las cosas de España, a que dejase su naturaleza por probar nuestras cosas. Ha dado buena cuenta de sí en hechos de importancia, ca por su gran habilidad y despacho en el hablar y generosa de corazón, aunque era de nación extraña a la nuestra, nuestros reyes le escogieron para que al soldán12 de Egipto fuese por embajador sobre unos negocios grandes, desque de allá volvió con mucha honra despachado todo a pedir de boca, encomendaron que escribiese la crónica de las minas de oro que están so nuestros pies y de sus comarcas que primero fueron halladas por [Im. 58] Cristóbal Colón, genovés por mando de nuestros reyes, y después por otros. No hay otro más señalado protonotario en nuestros tiempos, si es este oficio para escribir las historias cristianas y el aumento de la iglesia. Algunos protonotarios hay que aún su nombre no saben firmar en latín, y procuran de traer roquete como obispo y otras exenciones romanas. Desque uso estas nuestras disputas dijo: MAR. Aun estas pláticas de Lógica en mi mocedad me dieron que hacer. Par de mi tierra, no lejos de aquel gran río Pado de quien dice el Virgilio, Eridano, rey de los rios, y en Italia le dicen el Po y en genovesco el Bondico, hay un estudio general bien solemne que dicen ahora Pavia y en los tiempos pasados Ticino, donde están hoy día las sepulturas de San Augustín y San Sever, que se cree que fue Boecio, sabidisímo en tres sectas nobles de filosofía estoicas, académicas y peripatéticas, gran defendedor de su tierra, que se vio en hartos afanes por Dios en santidad de vida, aprobado en opinión de milagros santificado. Yo aunque cuando mozalbillo cuando estudiaba en Pavia en las obras de Boecio asaz veces leí esto que se sigue: BOE. Por eso dice Aristótil que nuestras hablas son cantidades porque se componen de nombres y verbos, y estos estan hechos de sílabas, toda sílaba o es luenga o breve, pues luengo o breve sin duda cantidades son, luego lo que de cantidades está hecho claro es que es cantidad; pues ya que la oración es cantidad de suyo se está que es cantidad apartada, porque cuando digo 12 soldán. Sultán. más comúnmente para referirse a los soberanos musulmanes de Persia y Egipto. Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispano La disputa contra Aristóteles y sus seguidores. 25 «Cicerón» que es una parte de la oración, cada partecica de este nombre ci, y ce, y ron, no tiene algún término común donde se junte; ma y quién pueda hallar donde se junten esta sílaba ci con esta sílaba ce, ni por el consiguiente esta pausita ce a esta pausa ron, de aquí parece que las oraciones son cantidades apartadas, y si algún quisiese decir que estas tres sílabas tienen algun término común que las cose y es la significación que tiene esta palabra Cicerón, porque si aquella silabilla, ce, que está en medio se pase al principio y ron, que estaba al cabo se ponga en medio y ci, que estaba al principio se mude al cabo, el nombre primero que era Cicerón, trastocando las sílabas de sus lugares, no [Im. 60]significara nada. A este tal argumento asi se responde que cualquier cosa o palabra se diga por todo el proceso de un razonamiento, ahora signifiquen ahora no. Las tales sílabas no tienen alguna cosa común donde se junten, y si alguien dijere o presupusiere que la tal palabra algo significa y que este nombre cicer algo da a entender, verdad es que le pudistes añadir significado, mas no hay quien apegue una sílaba a otra. Queda concluido de aquí a la llana de Calvarrasa que aunque la tal palabra en que queráis poner ejemplo signifique algo o no, sus partes de la tal dición apartadas y desunidas están, ni hay algun término que comunmente las ayunte entre sí. Mas porque allá en griego esta palabra logos quiere decir muchas cosas, la una los pensamientos y cuentas que hombre hace dentro de sí, logos también se dice la habla, porque no pensase alguien que cuando Aristótiles dice que logos, tomándolo por la habla era cantidad apartada, tomaba a logos por la razón que cada uno ordena en su pensamiento, añadí, digo aquella oración que prueba la voz, porque en latín diferentes vocablos tiene la habla y la razón, en griego esta palabra logos significa razón y pensamiento, y porque no tomasen al trasladador en mentira, añadí estas palabras, de aquella oración hablo que se hace con la voz. Acá en latín no hay otra habla sino la que se pronuncia con la voz, en griego como dije logos significa también los pensamientos; yo, porque no hubiese alguna falta le di un ensanche conforme a la lengua latina, y ya he dado la cuenta por qué lo hice asi. MAR. Todo esto que ahora, so la persona de Boecio, sobre los Predicamentos de Aritótiles se ha rezado, no puedo con ningunas palabras tan honestamente mostrar como querría cuánto me ha descontentado, mas he empacho tomarme tal pecador como yo con varón tan santo y en todas las ciencias, provechoso, aunque este cristianísimo padre según su entrañable celo para con todo el mundo, más quisiera no errar que mucho escribir. Con todo no tanto me mueve uno o dos pasos entre sus obras a discordar de él cuanto su celestial vida digna de ser canonizada a reverenciarle y quererle, encomiéndome en su santa alma que está allá puesta con los [Im. 62] serafines, y le suplico que de aquellas divinales dulzuras de que sobre todo poder de lengua goza en contemplar la santísima trinidad, procure que siquiera un tantico sea por su intercesión mi alma visitada. Por ende, alzo mano de tomarme con San Sever yme pongo so su tutela; venga en su lugar uno de los lúcidos doctores de nuestros tiempos y verdadero filósofo en vida y doctrina. A este tal os digo yo que con razón debe y puede tener en Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispano La disputa contra Aristóteles y sus seguidores. 26 reliquias la venerable escuela de París. Este es Jacobo Fabro Stapules, garrido teólogo, filósofo acendrado, sutil geómetra, vivísimo aritmético, músico muy fundado, famoso astrólogo, no digo que lo aprendió sino que sabía y copiosamente lo escribió y enseñó, ha leído tanto en griego y en latín que yo me espanto dónde le cabe; en limpieza de vida esmerado, luz de las Francias, risco y mazo de los que bastardan las ciencias y por concluir en una palabra es antigualla, no mé de Dios salud si salgo del pie a la mano en sus loas, que ante peco de corto. Sus palabras formales son estas sobre los Predicamentos de Aristótil. FA. La oración, la habla y el acento de ella, y por eso añadió Aristóteles: digo que la oración se ha de pronunciar con la voz; otra causa da Boecio porque lo añadió porque esta palabra -logos en griego- de que Aristótil usa en este paso tiene muchos entendimientos, unas veces quiere decir los pensamientos, otras veces la habla pronunciada por la voz; a nuestros pensamientos ninguno los dijo cantidades mas a la habla o por mejor decir al acentuar de las sílabas en la oración que ya se aluenga ya se acorta llamaron cantidad y aun apartada, porque aquellas pausitas que unas se pronuncian corticas y otras longuezuelas están desmanadas entre sí y no tienen unas con otras algún común lindero como venda que las ate, y esto no lleva dificultad en el entender, y aquel acentuar de la oración al presente así lo podemos deslindar que es encojer y extender las sílabas en la oración y así mismo la cantidad de la oración. MARTIR. Una cosa me creed vigilantísimo señor Fabro, que, y perdonadme por ello, se puede creer de vos que en esto que habéis tomado de Aristótil y su trasladador Boecio algo os habéis echado a dormir como dicen del gran Homero [Im. 64] FAB. ¿Tan mal os han sabido? MAR. Cuanto más alabo, reverencio y precio a vos y al Boecio por muy cernidos en todo, tanto menos me parecen aquellos dichos de arriba, vuestros o suyos, responder a vuestra fragua. En otros maestros baladís que a cada tres palabras muy cuitadamente entropiezan, ni una raza ni dos, si no son muy perjudiciales, no son mucho de culpar, como en guingao, frisa, bernia y sacos de picote y gavanes de pardillo y burdalengo, no se echa de ver una mancha. Mas en el lindo paño de Londres, Ruan, Velarte, Brujas, Contray, Remes, grana, escarlata, carmesí o camelote, por muy pequeña burbujita que sea, afea un rico manto o loba. En esa misma manera el lustre de vuestras glosas con un sutil borrón hiere nuestros ojos y suelta nuestras lenguas. FAB. Ea, señor Pedro Martir si lo que hoy ha rezado vuestro Fabro no os parece fabricado pulidamente, martirizadlo vos abarrándolo a la piedra aguda y viva de vuestra lógica. MAR. Haré lo que pudiere si prestáis paciencia de responder. Una cosa os pregunto si creéis que entre dos contrarios hay tan formada enemistad que a la clara y de so capa en dicho y en hecho se maltrata uno a otro, o por caso placeramente rompen entre sí, empero de callada se ayudan. FAB. No veo ahora yo bien qué es lo que queréis preguntar en pregunta tan Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispano La disputa contra Aristóteles y sus seguidores. 27 arrebozada. MAR. ¿No? Pues yo traeré ejemplos que todo el mundo me entienda; habéis leído en el Plinio que el quejigo y la oliva no solamente tienen vocablos diversos mas aun en las obras se tratan tan mal y están tan desavenidos que la una en el hoyo de la otra se muere y el quejigo cabe el nogal, la berza y la vid enemigos capitales. Y esta hortaliza de que rehúye la vid puesta en frente del ciclamen y del orégano se seca. FAB. Ya he oído de los que se persiguen, veamos de los que bien se quieren. MARTIR. A la mano está: el rábano y la cebolla albarrana se hacen buena vecindad y la verbena aprovecha a las sembradas como el avellano desmedra a las parras y por eso nos avisa el poeta que en el viñedo no haya tal árbol; el ámbar alza la paja del suelo, la piedra imán que según Filio Italico nace en Guinea así [Im. 66] atrae al hierro aunque pesado, que muchos eslavones aunque sueltos los hace estar colgados unos de otros, como encadenados. FAB. Ya veo todo eso, mas qué hace al caso. MAR. De todas estas comparaciones os demando si dos especiales herederos de algún general se hacen entre sí la barba y el copete, como la bervena a las mieses y por traer compación más familiar a estudiantes, lo razonal y lo bruto hijos solos de animal si se ayudan achiticalla uno a otro. FAB. Buena cuestión es, y yo rasamente respondería lo que todos los filósofos claman: que dos especies hijas de un padre en ningún siglo ternán tal amor que una repta de su ser con la otra como Etheocles y Polinices, Cleopatra y Arsinoe, Guelpho y Gibellin, Cayn y Abel, el rey Luis y Charles franceses, don Pedro y don Enrique reyes de Castilla, y si hay otros ejemplos de malos hermanos que se andaban por sacar del mundo unos a otros, ¿quién es el que no sabe aquellos bocados que están en nuestros autores o en el cuarto de los Tópicos del Boecio o en la diferencia del conciliador que ninguna suerte de cosas ayuda al ser de su contraria? Demasiado es en cosa tan clara traer peso de autoridades mayormente que la Lógica: más hincapié hace en razones que en textos. MAR. Pues veis la verdad tan patente y que autores y razones la dicen, confesadla ya sin temor alguno. FABRO. Dos causas son y luego las dije que me detienen que no conceda a rienda suelta, que dos especies contrarias una a otra no se engendra, la una es que el plomo como veis harto tiznado es, mas de él sale el albayalde que no dará ventaja a la nieve. MAR. ¿Por qué lo decís? FABRO. No deja de hacer al caso, que el albor del albayalde y la oscuridad del plomo dos hermanas son hijas de un padre y ellas bien discordes entre sí, ca el color que es su linaje se parte en blanco y tinto. MAR. Cosa maravillosa es esa que decís si es así, que lo prieto en natura engendre de si blanco en esencia. FAB. ¡Cómo! ¿Y no os parece buena prueba la de la gallina y cabra? Por prietas que sean, paren la una huevo como de alabastro y la otra leche de color de azucenas. MAR. Y a esa razón había [Im.68] yo de aprobar si que la gallina y la cabra so capa de azavache tienen carne de aljofar. Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispano La disputa contra Aristóteles y sus seguidores. 28 FAB. Y si el huevo que yo truje en ejemplo salió huero suplamos con otra cosa. Vos que habéis andado en España deseoso de saber, ¿cómo no habéis barruntado lo que en algunas fraguas se hace? MARTIR. Ahora lo oyo, estas son las primeras guindas de que me hago nuevo ogaño. FABRO. Pues yo os lo dije de pe a pa como se lee en los Hornos del Bulchasi. MARTIR. Placer habré de oírlo. FABRO. Para hacer albayalde como se usa en España tomad una buena vasija de barro, más ancha de boca que de suelo y póngase en casa oscura llena de estiércol de ganado, no entre viento y sea estrecha la casa, y las dos partes de la vasija estén enterradas en el estiércol y pongan en el hondón de la vasija un poco de vinagre bueno, añejo, con su hez; y sobre el vinagre echad de uva buena y bien madura cuanto llegue hasta la mitad de la vasija o algo menos, y no haya ende ninguna uva negra porque no dañe al albayalde. Haya también un paño grueso de lana o peludo agujerado de agujeros redondos sea del tamaño de la boca de la vasija y los agujeros del paño sean treinta o cuarenta o más o menos, según el grandor de la boca de la vasija, y de cada un agujero del paño cuelgue un hilo grueso y recio y al cabo de los hilos aten
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