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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO PROGRAMA DE POSGRADO EN ECONOMÍA INSTITUTO DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS INTEGRACIÓN, POLÍTICA ECONÓMICA Y CAJAS DE AHORRO: REESTRUCTURACIÓN DEL SISTEMA FINANCIERO EN ESPAÑA (1970-2012) T E S I S QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE: DOCTOR EN ECONOMÍA PRESENTA: VÍCTOR OMAR CADENA TORRES TUTORA PRINCIPAL: DRA. ALICIA ADELAIDA GIRÓN GONZÁLEZ Instituto de Investigaciones Económicas, UNAM MIEMBROS DEL COMITÉ TUTOR: DRA. MARCIA LUZ SOLORZA LUNA Facultad de Economía, UNAM DR. JOSÉ ANTONIO DÉNIZ ESPINÓS Universidad Autónoma de Zacatecas DRA. MARÍA EUGENIA CORREA VÁZQUEZ Facultad de Economía, UNAM DR. ADERAK QUINTANA ESTRADA Universidad Autónoma de San Luis Potosí Ciudad de México, junio de 2016 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. ÍNDICE GENERAL INTRODUCCIÓN GENERAL 1. Antecedentes 1 2. Planteamiento del problema 5 3. Hipótesis 6 4. Justificación 7 5. Objetivo general 8 6. Objetivos particulares 9 7. Presentación de la investigación 11 CAPÍTULO PRIMERO. SISTEMA FINANCIERO, INESTABILIDAD Y CRISIS. UNA APROXIMACIÓN POSKEYNESIANA. Introducción del capítulo primero 15 1.1. La no-neutralidad del dinero 16 1.2. El dinero-crédito 20 1.3. La ergodicidad e incertidumbre 23 1.4. El sistema financiero 26 1.4.1. El banco central 29 1.4.2. Los bancos comerciales 36 1.4.3. El modelo de cajas de ahorro 38 1.4.3.1. La experiencia europea de las cajas de ahorro: el caso de Alemania, Reino Unido y Francia 41 1.5. La inestabilidad financiera 45 1.6. La crisis financiera 56 1.6.1. La crisis de 2007 62 1.7. La creciente importancia de las instituciones financieras y los mercados 66 Recapitulación del capítulo primero 78 CAPÍTULO SEGUNDO. REESTRUCTURACIÓN FINANCIERA, INTEGRACIÓN EUROPEA Y CRISIS. Introducción al capítulo segundo 83 2.1. La reestructuración financiera en el último cuarto del siglo XX 84 2.2. La reestructuración y transformación financiera 92 2.3. El banco central como fondo de cobertura 98 2.4. La ruptura del modelo inicial de las cajas de ahorro, los casos de Reino Unido y Francia 105 2.5. El Tratado de Maastricht y las asimetrías en la integración económica europea 107 2.6. Antecedentes de la integración europea 108 2.6.1. La Comunidad Económica Europea (CEE) 112 2.6.2. El Tratado de Maastricht 117 2.7. La euforia financiera 118 2.8. De la crisis financiera internacional a la crisis del euro 127 Recapitulación del capítulo segundo 132 CAPÍTULO TERCERO. POLÍTICA ECONÓMICA Y DESARROLLO: 1970-2012. Introducción al capítulo tercero 137 3.1. Revolución industrial tardía 138 3.2. Las políticas de reacomodo 145 3.3. Las políticas de ajuste 154 3.4. Los Pactos de La Moncloa 158 3.5. El proceso de desinversión en España 162 3.6. El desarrollo español 165 3.7. La burbuja inmobiliaria 169 3.8. La crisis financiera en España (primeros doce años del siglo XXI) 173 Recapitulación del capítulo tercero 180 CAPÍTULO CUARTO. TRANSFORMACIÓN DE LAS CAJAS DE AHORRO: DE LOS MONTES DE PIEDAD A LOS NUEVOS BANCOS. Introducción al capítulo cuarto 183 4.1. De los Montes de Piedad a las cajas de ahorro en España 183 4.2. El inicio de las cajas de ahorro en España 187 4.3. Las cajas de ahorro en el franquismo 192 4.4. Las cajas de ahorro, apertura económica y la crisis de 2007 199 4.5. La creciente importancia de las instituciones y mercados financieros en España 213 Recapitulación del capítulo cuarto 219 CONCLUSIONES FINALES 225 BIBLIOGRAFÍA 233 AGRADECIMIENTOS Mi esposa Nancy Escalante y mi hija Paola, que me han dado la madurez y estabilidad suficiente para terminar este ciclo y abrir nuevos proyectos, sin su presencia, amor y paciencia no serían posibles estos logros. Las amo. A mis padres: Víctor Cadena, cuyo trabajo ha sido formarme cada día de mi vida, me inspiro bajo su visión de humildad en que el mundo se podía cambiar si yo quería. Irma A. Torres, este ser ha resultado la persona más definitoria de mi vida, me ha enseñado honestidad, sencillez y sobre todo convicción entre mis pensamientos y mis actos. A mi hermano: Uriel A. Cadena me ha permitido crecer con un sentimiento de responsabilidad por el lugar que nos tocó ocupar en nuestras vidas; asimismo ver que existen otras formas de ser y de pensar que no precisamente se asemejan a la cotidianeidad. Te quiero mucho chinito. A mi abuelita: Galdina González por sus consejos, confianza, paciencia y por estar siempre a mi lado. Mis Tíos Ruth y Jorge, mis primos David y Abraham y mi abuelo Juan Márquez: Quienes han puesto toda su confianza en mi persona, apostando en todo lo que yo he querido hacer, sin pedirme la más mínima retribución. Mis suegros, Gener y Victorina: Que me han aceptado en su vida y me han la puerta de su hogar para mí y mi familia. A los dos, por igual, los apreciare por el resto de mi vida. A mi gran amigo: Ingeniero Elías Bernal, gracias por sus consejos y apreciaciones, sobre todo en aquellos momentos de incertidumbre. Su experiencia y trato amable me han servido para ser mejor profesionista. Agradecimientos especiales: A la Dra. Alicia Girón y a la Dra. Eugenia Correa, quienes me permitieron hacer la presente investigación, además de brindarme asesoría me permitieron participar en sus seminarios, conferencias, coloquios y mesas redondas que ellas organizan, las cuales me permitieron reformular varias ideas y abrieron el campo para ampliar mi conocimiento. Asimismo, quiero expresar mi agradecimiento al Responsable del Posgrado de Economía del IIE-UNAM y Coordinador del Posgrado en Economía por la disponibilidad y el trato amable del que siempre fui objeto. A los encargados del “Centro de Documentación e Información Mtro. Jesús Silva Herzog”, quienes amablemente me prestaron ayuda con los materiales bibliográficos. A los responsable de Servicios Escolares por mostrarse siempre dispuestas a orientarme en el trámite administrativo. Tengo una deuda enorme con mis compañeros del seminario de doctorado con quienes entablé una buena amistad e intercambié puntos de vista esclarecedores respecto de nuestras respectivas investigaciones, en especial a Jesús Sosa, Frasim García, Carlos Saavedra, Raúl Callejas, Elizabeth Concha, Wendolyn Bravo, Franco Acebey, Julio Castellanos y Patricia Duarte. ACRÓNIMOS AELC Asociación Europea de Libre Comercio AL América Latina BBVA Banco Bilbao Vizcaya Argentaria BCE Banco Central Europeo BSCH Banco Santander Hispano Americano BHA Banco Hispano Americano BIRF Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento BIS Banco Internacional de Pagos (por sus siglas en inglés de Bank for International Settlements) BS Banco Santander CBI Teoría central de la independencia bancaria (por sus siglas en inglés de central banking independence) C.S. de CC.OO. Confederación Sindical de Comisiones Obreras CECA Confederación Española de Cajas de Ahorro CECAB Confederación Española de Cajas de Ahorros Benéficas CEE Comunidad Económica Europea CEI Comunidad de Estados Independientes CEMLA Centro de Estudios MonetariosLatinoamericanos CIDE Centro de Investigación y Docencia Económicas CLACSO Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales CSB Consejo Superior Bancario DGAPA Dirección General Asuntos del Personal Académico ECAOL Entidades de Crédito de Ámbito Operativo Limitado ECE Entidades de cometido especial ECSC Comunidad Europea del Carbón y el Acero (por sus siglas en inglés de European Coal and Steel Community) EEE Espacio Económico Europeo EFC Establecimientos Financieros de Crédito ENSIDESA Empresa Nacional Siderúrgica Sociedad Anónima FED Reserva Federal de los Estados Unidos FEEF Fondo Europeo de Estabilidad Financiera FIAT Fabbrica Italiana Automobili Torino (por sus siglas en italiano) FCE Fondo de Cultura Económica FMI Fondo Monetario Internacional FROB Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria GAAP Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados (por sus siglas en inglés de Generally Accepted Accounting Principles) GC Guerra Civil ICCA Instituto de Crédito de las Cajas de Ahorro ICE Información Comercial Española IED Inversión extranjera directa IEME Instituto Español de Moneda Extranjera IIN Industrias de interés nacional IIEC Instituto de Investigaciones Económicas INI Instituto Nacional de Industria LB Lehman Brothers LORCA Ley de Órganos Rectores de las Cajas de Ahorro MEDE Mecanismo Europeo de Estabilidad MOU Memorando de Entendimiento (por sus siglas en inglés de Memorandum of Understanding) NCPM Nuevo Consenso de Política Monetaria NBER National Bureau of Economic Research OCDE Organización para Cooperación y el Desarrollo Económico OECE Organización Europea de Cooperación Económica ONU Organización de las Naciones Unidas OTAN Organización del Tratado del Atlántico Norte PAC Política agrícola común PERI Political Economy Research Institute (por sus siglas en inglés) PIB Producto interno bruto PIGS Portugal, Irlanda, Grecia y España PLAN E Plan Español de Estímulo de la Economía y el Empleo PAPIIT Programa de Apoyo a Proyectos de Investigación e Innovación Tecnológica PSOE Partido Socialista Obrero Español PWC PricewaterhouseCoopers QTM Teoría cuantitativa del dinero (por sus siglas en inglés de quantitative theory of money) REPESA Refinería de Petróleos de Escombreras S.A. RFA República Federal Alemana SAREB Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria SEAT Sociedad Española de Automóviles de Turismo SGA Sociedad de Gestión de Activos SGM Segunda Guerra Mundial SGP Pacto de Estabilidad y Crecimiento SIAT Sociedad Ibérica de Automóviles de Turismo SMI Sistema Monetario Internacional TSB Trustee Savings Banks UE Unión Europea UEP Unión Europea de Pagos UME Unión Monetaria Europea UNAM Universidad Nacional Autónoma de México UNED Universidad Nacional de Educación a Distancia 1 INTRODUCCIÓN GENERAL Dos fenómenos marcan la reestructuración del sistema financiero en España: la concentración del sector bancario en prácticamente dos grandes bancos y la simultánea bancarización de las cajas de ahorro. El objeto de esta investigación es estimular el debate en torno a la transformación de las cajas de ahorro, a través de las siguientes preguntas fundamentales: ¿por qué se presentó este fenómeno?, ¿cuál es su grado de vinculación con la economía española?, ¿a qué problemas dio origen?, ¿el diagnóstico y la respuesta de las autoridades financieras fue el correcto? 1. ANTECEDENTES Las cajas de ahorro fueron instituciones financieras con presencia histórica durante más de ciento ochenta años. Su historia está ligada al desarrollo del sistema financiero y los cambios de la economía de España. A diferencia de los bancos, las cajas de ahorro se concibieron bajo tres objetivos: primero, dotar de servicios financieros a las clases sociales pobres y con reducida participación en el sistema financiero; segundo, el arraigo regional que les confirió una presencia muy importante en las ciudades y provincias donde ejercían su actividad y; tercero, el uso de los beneficios de su actividad a favor de obras con sentido social. Desde la construcción de un camino o una biblioteca hasta la restauración de una iglesia o de algún negocio dentro de la comunidad eran financiados por las cajas de ahorro, por tanto existía una fuerte presión por decidir quien estaría al frente de la caja. En un 2 principio las asambleas se integraban por los socios de la propia caja, sin embargo, al paso del tiempo y con el crecimiento de las actividades financieras de las cajas, la participación de las asambleas en las decisiones importantes de las cajas fue quedando en segundo lugar y el poder de decisión pasó a representantes del gobierno municipal, sindicatos y grupos empresariales de la región, incluso la iglesia participaba en las decisiones. Dicho de otra forma, se mantuvo el sistema de asambleas como organismo de representación de los socios, pero el poder de decisión se concentró en un menor número de personas, quienes tenían un poder no antes visto en la historia de las cajas de ahorro. Con el paso del tiempo las cajas de ahorro se fueron convirtiendo en «bancos», debido a su tamaño y equiparación operativa con estos, además con su influencia regional podían hacerle frente a los bancos superando muchas veces en la captación de recursos o el otorgamiento de créditos. Hacia la década de años setenta del siglo XX las cajas se sometieron a un proceso de expansión geográfica y de ajustes en torno a su naturaleza jurídica, aunque se trato de mantener sus dos rasgos especiales: “primero, su condición de entidades sin ánimo de lucro, segundo, su carácter empresarial” (Castilla, 2006: 17), logrando alcanzar así “su naturaleza de fundaciones sui generis, su actividad como entidades de crédito y la pretendida ausencia en ellas de propietarios” (Castilla, 2006: 17). En otras palabras las cajas de ahorro son «entidades de crédito» desde una categoría funcional y sus beneficios por su actividad empresarial van directamente a las fundaciones y consecuentemente a la obra social.1 1 Una entidad empresarial genera beneficios por sus actividades y estos son repartidos a los accionistas de la sociedad empresarial. Sin embargo, en las cajas de ahorro la inexistencia de socios hace que los beneficios obtenidos sean canalizados a actividades culturales, deportivas, artísticas, etc., conocido como obra social. 3 La equiparación operativa de las cajas de ahorro con los bancos privados ha estado presente en el proceso de transformación estructural del sistema financiero español. A diferencia de sus homólogos alemanes, ingleses, franceses e italianos su modelo persistió hasta la crisis de 2007, cuando el sistema financiero español cayó en una profunda crisis, vinculada a la burbuja inmobiliaria; se creó un enorme hueco en los estados financieros de las cajas, a tal grado que fue necesaria la intervención del gobierno de España a través del Banco de España y de los mecanismos de contención europeos. Por estas razones la transformación de las cajas de ahorro españolas es un interesante proceso dentro de la propia restructuración del sistema financiero, que a su vez se combinó con los cambios financieros internacionales, además, la transformación de las cajas en términos operacionales provocó fuertes cambios en la estructura financiera tradicional de España. De forma particular, en España, la reestructuración financiera y la equiparación operativa entre bancos y cajas de ahorro se combinó con la euforia en el sector inmobiliario, además, el aumento de “la capacidad de financiación de las entidadesde crédito hacia este sector se vio notablemente incrementada por el desarrollo de los mercados internacionales” (Casais, 2011: 49), de esta forma cajas de ahorro y bancos expandieron sus balances sin la necesidad de incrementar su capital social. El último factor decisivo en la reestructuración del sistema financiero y de las cajas de ahorro en España fue “el proceso de incorporación a la Unión Económica y Monetaria, que supuso un impulso adicional a la capacidad de endeudamiento de los agentes” (Casais, 2011: 49). Para Casais (2011: 41) este cambio se consideró un “milagro económico” que permitiría a España acercarse a los niveles de las grandes potencias europeas. Sin embargo, 4 este “auge parecía venir finalmente a su fin en el año 2007, impulsado principalmente por el aumento de las tasas hipotecarias” (Esteban y Altuzarra, 2008: 353). Es decir, el ciclo «exitoso» en España que mostraba el logro de la expansión económica a través de la apertura comercial y libre movilidad de los flujos de capital y que se había combinado con la integración de España en la Unión Europea (UE) mostraba signos de debilidad hacía 2007. Es decir, el modelo español basado en la construcción evidenciaba una fuerte dependencia al capital externo para financiar los proyectos del sector hipotecario, provocando un aumento insostenible de la deuda externa, situación que se combinó “primero con las turbulencias financieras que tuvieron lugar en los años 2007 y 2008, y, en segundo lugar, con la crisis de la deuda soberana en la zona euro, que comenzó con la crisis de Grecia, Irlanda y Portugal” (Ferreiro y Serrano, 2012: 235). Además, el sector hipotecario español en 2007 reflejaba la participación de los bancos y principalmente de las cajas de ahorro. El resultado fue el “constreñimiento acusado de las rentas salariales frente a las ganancias del capital, mientras se generaba una enorme burbuja inmobiliaria (y en menor medida, otra bursátil) debido a las liberalizaciones financiera y del suelo” (Casais, 2011: 41). Esta situación generó la necesidad de acudir al “rescate de la economía inyectando enormes sumas de dinero público con el objetivo de estimular la demanda, estabilizar el sistema financiero, suavizar la intensidad de la recesión, mitigar sus efectos sociales y acortar, en lo posible, la duración del fenómeno” (Casais, 2011: 40). De esta manera se evitó una gran recesión en el corto plazo, pero, a largo plazo los problemas estructurales de la economía española agravaron la evolución de la crisis, además, la política económica aplicada en por el gobierno está en pro de la austeridad, por tanto “las reformas en España permitirán la estabilidad y combinada con reformas 5 estructurales permitirá salir a la economía a flote” (Sáenz de Santamaría, 2012), esta es la cura de los males que aquejan a la economía española. 2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA El análisis de la restructuración del sistema financiero en España adquiere una enorme importancia en el debate actual, la transformación de las entidades financieras tradicionales como las cajas de ahorro bajo el contexto de las nuevas finanzas, abre el pensamiento e invita a la reflexión de los procesos financieros que están ocurriendo en la actualidad. De forma particular la transformación de las cajas de ahorro es una expresión relevante de la reestructuración del sistema financiero español, de una intensa dinámica y cuyas características deben ser incluidas en el análisis de los procesos de internacionalización financiera. Desde la eliminación de las restricciones geográficas, pasando por la equiparación en su funcionamiento con los bancos privados y la redefinición de sus órganos de gobierno, crearon las condiciones idóneas para que los directivos de las cajas, integrados por representantes municipales, empresariales y sindicales, entre otros, lograran anteponer sus intereses sobre la finalidad filantrópica y de apoyo social que las cajas habían logrado durante varios años. Estas condiciones permitieron en muchos casos que los consejos administrativos de las cajas de ahorro actuaran de forma dolosa, puesto que son “los directivos, y no los poseedores del capital, quienes detentan el verdadero poder de la empresa moderna” (Galbraith, 2004: 17), este ejemplo puede observarse en las cajas de ahorro españolas y en otras instituciones bancarias internacionales como Lehman Brothers (LB). 6 Este cambio de dirección permitió que los directivos de las cajas pudieran obtener más beneficios a través del capitalismo de amiguetes y favoritismos (Berzosa, 2014: 65), como consecuencia se suscitaron varios arreglos entre bancos privados y cajas de ahorro con sociedades hipotecarias, promotores hipotecarios y compradores. En especial la relación entre las cajas de ahorro y el crecimiento del sector inmobiliario son dos procesos que provocan la alta concentración de créditos riesgosos en construcción, promoción y compra de vivienda. A modo de resumen, entre finales de los años setenta del siglo XX y los primeros años del siglo XXI, la concentración bancaria entre Banco Santander (BS) y Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), tuvo como preámbulo la transición política y los Pactos de la Moncloa que permitieron la liberalización y con los gobiernos democráticos la privatización de las empresas en propiedad del Estado. En el terreno de las cajas de ahorro los cambios antes mencionados dieron paso para reformar el sector de las cajas de ahorro, a través de Ley de Órganos Rectores de las Cajas de Ahorro (LORCA), todos estos sucesos coinciden con los procesos de desregulación financiera a nivel internacional. 3. HIPÓTESIS Dadas las políticas económicas aplicadas desde finales de los años setenta, asociado con los cambios financieros internacionales en dicho periodo, fue posible, posteriormente, la reestructuración del sistema financiero en España, lo que permitió, a la vez, la transformación de las cajas de ahorro. 7 Debido a la reestructuración financiera, se modificó la estructura jurídica e institucional de las cajas de ahorro, a la vez el proceso de integración entre Europa y España crearon bases adicionales que permitieron profundizar la transformación de las cajas de ahorro. 4. JUSTIFICACIÓN Esta investigación se efectúa con el propósito de explicar cómo los cambios en la década de los años setenta del siglo XX permitieron la reestructuración del sistema financiero. Además se busca evidenciar que la crisis financiera en España no fue el fruto de los desequilibrios provocados por las cajas de ahorro. Más bien, la transformación de las cajas de ahorro se da al mismo tiempo que la reestructuración del sistema financiero y del sistema político. Es el cambio de la intervención del Estado en la economía con sistemas regulados por éste, a una economía abierta y de mercado, donde los agentes financieros pueden y lo hicieron, participar en actividades que implicaban riesgo para la economía. Llevar a cabo la siguiente investigación es darle lugar a las transformaciones de los sistemas financieros tradicionales que durante varios años permitieron el acceso a poblaciones enteras a los servicios exclusivos de los bancos privados. Por otro lado, no se trata de detener el crecimiento del poder del capital financiero, ondeando la bandera de la anarquía. Se trata de una búsqueda académica por mostrar los desastres provocados por el progresivo aumento de los mercados financieros y la importancia que van adquiriendo las instituciones financieras como una elite que poco a beneficiado a la sociedad. 8 Asimismo la presente investigación busca evidenciar el fracaso de la innovación financiera y de titulización como mecanismos de desarrollo económico y lo único que han manifestado es el erróneo contexto social que tiene la maximización de la gananciaa partir de las operaciones financieras. En este sentido la presente investigación tiene relevancia social porque los capítulos que la forman permiten criticar y evaluar la posición que han tenido las instituciones financieras reguladoras, nacionales e internacionales y cuyos malos diagnósticos han creado malas intervenciones, las cuales han provocado crisis más grandes y profundas. Para finalizar el valor teórico de esta investigación se sustenta con el análisis de los fenómenos de crisis, inestabilidad, sistema financiero y dinero a partir de una aproximación al pensamiento poskeynesiano, además que se complementará con la lectura de varios autores heterodoxos. De esta forma la presente investigación ofrece la posibilidad de seguir aportando elementos teóricos para futuras investigaciones y permite al mismo tiempo sugerir ideas, recomendaciones y líneas de investigación para futuros estudios. 5. OBJETIVO GENERAL La presente investigación pretende mostrar los principales cambios que dieron origen a la transformación de las cajas de ahorro. Para lograrlo es indispensable revisar las principales características del proceso de reestructuración del sistema financiero de España. Cabe mencionar que para entender la transformación de las cajas de ahorro se debe profundizar en el análisis de factores internos llevados en la economía española, además de los cambios en la estructura financiera internacional, tomando en cuenta el proceso de integración de España con la UE. 9 Asimismo es imprescindible analizar el caso de las cajas de ahorro dentro del proceso de liberalización y transición económica en España y cómo éste ha buscado desde los años setenta mantener la rentabilidad de los inversionistas institucionales,2 así como la reestructuración de las cajas de ahorro dentro del periodo de la Gran Moderación,3 debido a los cambios de España al entrar a la UE y el fin de la emisión monetaria por el Banco de España. Cabe destacar que la transformación de las cajas de ahorro es parte importante de la reestructuración financiera en España. Éste proceso de transformación responde al reajuste interno de los grandes bancos, no sólo de la primera década del siglo XXI, sino de varios cambios que provienen de la década de los setentas del siglo pasado, como la creación del estado democrático español, las nuevas instituciones gubernamentales, el papel del Banco de España y el papel de los bancos españoles. 6. OBJETIVOS PARTICULARES El análisis de la reestructuración financiera en España lleva al estudio de la reconfiguración de las cajas de ahorro, así como el papel que ha tenido la política económica a raíz del proceso de transición de la década de los setenta del siglo pasado, tomando en cuenta la dinámica de los cambios financieros internacionales. 2 Para Correa “los inversionistas institucionales han sido descritos como la diversa gama de intermediarios y compañías que participan en los mercados financieros comprando, vendiendo y manteniendo títulos en sus carteras, mientras que a su vez reciben depósitos de ahorristas” (Correa, 2004a: 264). 3 De acuerdo a Bernanke (2004) la Gran Moderación es un periodo de estabilidad con pocas recesiones económicas, logradas a través de bajas tasas de inflación, una menor volatilidad y una reducción de los recursos destinados a la cobertura del riesgo. Por ejemplo, en España la financiarización se ha dado gracias al control de la inflación que ha beneficiado la dinámica de las finanzas (Duménil y Levy, 2007), teniendo como principal beneficiado a los mercados financieros (Girón y Solorza, 2013). 10 De esta forma al revisar los cambios en la política económica y su relación con la reestructuración del sistema financiero, será posible destacar los principales cambios ocurridos en España desde mediados de los años setenta hasta el 2012 dentro del entorno de crisis que vive el sistema económico. Además, es esencial estudiar la transformación de las cajas de ahorro españolas no sólo desde una perspectiva histórica, sino desde los cambios más importantes ocurridos a finales de los años setenta del siglo XX a la actualidad. Es importante considerar que la crisis financiera internacional4 y la caída de grandes instituciones financieras servirán para entender la transformación de los sectores financieros tradicionales, que en el caso de las cajas de ahorro españolas fue la desaparición de 47 cajas existentes antes de 2007 a unas cuantas agrupaciones bancarias formadas a través de fusiones y adquisidores dentro del mismo sector. Destacan la creación (o agrupación) de CaixaBank, Grupo Banco Financiero y de Ahorros Bankia, Catalunya Banc (comercialmente conocido como CatalunyaCaixa), estas entidades pasaron a ser considerados entre los diez bancos más grandes de España.5 También es primordial señalar la actuación del gobierno de España y su salida de la crisis de las cajas de ahorro, al fusionar a las cajas y convertirlas en bancos. Así la revisión 4 La crisis actual que inició en 2007 demostró la inminente fragilidad de los mercados financieros y de las instituciones participantes en éstos. La combinación entre la caída de los precios de los activos financieros en las bolsas de valores y el enorme endeudamiento de las instituciones financieras y no financieras a través de valores financieros tienen en picada la economía internacional. 5 En julio de 2012 la revista The Banker publicó las principales entidades financieras de España, destacando Caixa Bank y Bankia (lugar 3 y 5 respectivamente). Tomando en cuenta la clasificación de la revista los activos de las primeras 10 instituciones financieras de España sumaban 3,829,143 millones de dólares, de los cuales, el 30% corresponde a seis grupos de cajas de ahorro fusionadas después de la crisis de 2007 (The Banker, 2012: 244-245). 11 del Plan Español de Estímulo de la Economía y el Empleo (PLAN E)6 creado para estimular la economía de España, fungió más como una cortina de humo para presentación del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB),7 cuyos recursos sirvieron para sanear las instituciones financieras en problemas y para recuperar la cartera vencida de las instituciones rescatadas. 7. PRESENTACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN La presente investigación se presenta de la siguiente forma: Capítulo primero, comprende el marco teórico que se utiliza en el tratamiento de la información y en la estructura de los capítulos subsecuentes. Esta investigación se basa en una aproximación al pensamiento poskeynesiano y por ende en las aportaciones de John M. Keynes. Tomando en cuenta el papel del dinero, el funcionamiento del sistema financiero, la importancia del banco central y el aumento de la inestabilidad financiera, así como el tratamiento sobre la crisis. Capítulo segundo, aborda los procesos de cambio en los sistemas financieros nacionales e internacionales, se incluye un breve análisis del proceso de formación de la UE, visto a partir de la integración de España a dicha Unión. 6 El Plan Español de Estímulo de la Economía y el Empleo (PLAN E) que puso en marcha el gobierno de España para el estimular el empleo. Destacan 80 medidas económicas, financieras y fiscales.“La finalidad de este Fondo, creado a través del Real Decreto-Ley 9/2008, es mejorar la situación coyuntural de determinados sectores estratégicos y acometer proyectos con alto impacto en la creación de empleo” (Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, 2016). 7 El FROB tiene por objeto gestionar los procesos de reestructuración y resolución de entidades de crédito. Es una entidad de Derecho público con personalidad jurídica propia, como lo establece la Ley 11/2015, de 18 de junio de 2015, y cuya actividad consiste en la recuperación y resolución de entidades de crédito y empresas de servicios de inversión (FROB, 2016). 12 Capítulo tercero, para el caso español se recoge desde una perspectiva histórica los procesos económicos más importantes que tuvieron implicaciones en el sistema financiero, desde el fin de la etapa franquista hasta la crisis de 2007. En efecto la reestructuración del sistema financiero impactó a toda la economía en su conjunto y de esta reestructuración, se derivan los cambios en las cajas de ahorro. Entonces las condiciones de reestructuración financiera en España siguen muy de cerca los planteamientos de fragilidad e inestabilidad financiera propuestos por Hyman P. Minsky, quien retoma el papel del crédito, del dinero y las finanzas. Capítulo cuarto, muestra la transformación de las cajas de ahorro españolas desde el nacimiento de los Montes de Piedad hasta la bancarización de las operaciones financieras de las cajas. Retoma el proceso de transición política, destacando la relación que se guarda con la crisis actual en un ambiente de fragilidad financiera que impera en España, así como la importancia de las quiebras de las cajas y el fortalecimiento de los bancos españoles. Las conclusiones finales resaltan la importancia de la transformación de las cajas de ahorro dentro de un proceso de reestructuración del sistema financiero y las repercusiones de la crisis en dichos cambios, los cuales, están estrechamente relacionados con la reestructuración financiera española y la reconfiguración financiera internacional. Para terminar esta introducción, deseo expresar mi agradecimiento a la Universidad Nacional Autónoma de México, universidad pública y gratuita al servicio de México, al Instituto de Investigaciones Económicas, al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) por la Beca Nacional otorgada durante los estudios de doctorado, así como al Programa de Apoyo a Proyectos de Investigación e Innovación Tecnológica (PAPIIT) de la UNAM con clave IN301015, nombre del proyecto: Competencia financiera global y 13 regional: modelos de financiamiento post-crisis. Agradezco a la Dirección General Asuntos del Personal Académico (DGAPA-UNAM) la beca recibida. Igualmente quiero expresar mi más profundo agradecimiento a la Dra. Alicia Adelaida Girón González, perseverante fundadora de investigadores en las áreas de economía y estudios latinoamericanos, quien además me permitió participar en conferencias, coloquios y mesas redondas que ella organiza. El nivel académico de estos eventos y las discusiones ahí realizadas reafirmaron partes importantes de esta investigación. Por su paciencia y orientación. Sin su apoyo, experiencia y consejo este documento estaría aún en proceso. A la Dra. María Eugenia Correa Vázquez por abrirme la posibilidad de participar en el Seminario de doctorado del Campo del Conocimiento de Economía Financiera, a la Dra. Marcia Luz Solorza Luna por el seguimiento de este trabajo de investigación, al Dr. José Déniz por sus correcciones y lectura constante para perfeccionar éste trabajo y al Dr. Aderak Quintana Estrada. Doy las gracias al Levy Economic Institute por la invitación para participar en The Hyman P. Minsky Summer Seminar organizado por Jan Kregel, Dimitri B. Papadimitriou y Randall Wray en New York, Estados Unidos, así como a las valiosas apreciaciones de la Dra. Nuria Alonso de la Universidad Rey Juan Carlos, Madrid, al Dr. Fernando Luengo del Instituto Complutense de Estudios Internacionales (ICEI), Madrid, a la Dra. Bibiana Medialdea del Departamento de Economía Internacional y Desarrollo de la Universidad Complutense, Madrid, al Dr. Ángel Vilariño consultor internacional de Vilariño Consultores y un agradecimiento muy especial al Dr. Enrique Palazuelos del Departamento de Economía Aplicada I de la Facultad de CC. Económicas y Empresariales de la 14 Universidad Complutense, Madrid, quien me brindo la oportunidad de entablar reuniones de trabajo con los citados especialistas. CAPÍTULO PRIMERO SISTEMA FINANCIERO, INESTABILIDAD Y CRISIS. UNA APROXIMACIÓN POSKEYNESIANA. 15 INTRODUCCIÓN DEL CAPÍTULO PRIMERO El desarrollo de la economía capitalista se ha logrado a partir de la existencia del dinero, entendido como un vínculo social, cuya importancia radica en el impulso de las economías monetarias de producción dentro del propio sistema. Este capítulo primero recoge esta propuesta y la conjunta con tres elementos de análisis: la no-neutralidad del dinero, la existencia del dinero-crédito y la no-ergodicidad, que permiten entender el funcionamiento del sistema financiero. Cabe resaltar que estos conceptos inciden en el funcionamiento del análisis del sistema financiero y son parte de las categorías que se aplicarán a lo largo de la siguiente investigación. Además de los tres elementos mencionados, en este capítulo primero se retoma la importancia del estudio del sistema financiero que incluye a las instituciones financieras crediticias y el banco central y se agrega un apartado en torno al modelo de las cajas de ahorro. Al final del capítulo primero se hace una aproximación a los conceptos de crisis e inestabilidad financiera desde una perspectiva poskeynesiana y se analiza a la financiarización como resultado de los cambios más importantes que ha tenido el sistema financiero mundial. De esta forma, la gran variable a analizar es el sistema financiero y la categoría de análisis serán los conceptos de no-neutralidad del dinero, dinero-crédito, no-ergodicidad, crisis, inestabilidad financiera y financiarización. La conjugación de estos elementos guiarán el análisis, tomando en cuenta los actuales procesos financieros y la gran crisis actual desde una perspectiva poskeynesiana. 16 1.1. La no-neutralidad del dinero Desde el siglo XIX una proposición «evidente» es el principio de la neutralidad del dinero, axioma fundamental para la teoría clásica convencional, misma que ha perdurado hasta el día de hoy. Partiendo de dicho principio, el pensamiento económico ortodoxo ha sostenido que el dinero es neutral, porque su cantidad no tiene efecto alguno sobre la economía. Para Hicks, quien con base en Hume, considera que en términos de la teoría cuantitativa, el dinero es una condición de equilibrio, es decir, el dinero [dice Hume] no es más que la representación del trabajo y las mercancías, y sirve solamente como método de elevar o estimar éstos. El que haya abundancia de moneda metálica –cuando una mayor cantidad de dinero representa la misma cantidad de bienes– no puede tener ningún efecto, ni favorable ni desfavorable dentro de una misma nación (Hicks, 1967: 189-190). Por esta razón Hicks concluye “la teoría cuantitativa es válida como una condición de equilibrio a largo plazo” (Hicks, 1967: 190). Sargent, desde una perspectiva econométrica, plantea que en un modelo macroeconómico consistente en m variables endógenas que se expresan en unidades monetarias, no guardan relación con unidades reales, es decir, que las unidades reales no guardan relación con la unidad monetaria de cuenta. Para llegar a esta conclusión Sargent toma ciertos valores particulares para formar su modelo, dichos valores se aplican a variables exógenas y endógenasy las ordena de tal manera que el sistema se iguale a cero. En este sentido el sistema está en equilibrio y para lograrlo se necesita que todo valor escalar tenga la propiedad de neutralidad cero, de esta forma “el sistema neutral, si, a partir de una posición inicial de equilibrio, el multiplicar por un escalar positivo todas las variables endógenas y exógenas expresadas en unidades monetarias, deja el sistema en equilibrio” (Sargent, 1979: 51). Bajo esta condición inicial 17 de equilibrio los precios y los salarios también están en equilibrio y las variaciones de los mismos también estarán en equilibrio, siempre y cuando la tasa de producción de un único bien, el nivel de empleo, el consumo, la tasa real de inversión y la tasa de interés real no cambien. De esta forma en una economía donde el dinero es neutral, el empleo y la producción están determinadas únicamente por factores no monetarios. Este axioma básico de la ortodoxia impera en los manuales de economía, por ejemplo, en el libro Macroeconomía de Blanchard se argumenta que la expansión monetaria provoca en el corto plazo un aumento de la producción, así como una reducción de la tasa de interés y “con el paso del tiempo, los precios suben y los efectos ejercidos para la expansión monetaria en la producción y en el tipo de interés desaparecen. A medio plazo, el aumento de la cantidad nominal de dinero se traduce totalmente en un aumento proporcional del nivel de precios; no influye en la producción y el tipo de interés” (Blanchard, 2000: 138), en este sentido el tiempo que dura la expansión de dinero en la producción se mide a través de modelos macroeconómicos. Wray estudia la teoría convencional del dinero y plantea que para ésta “el dinero es «exógeno» en el sentido de que el banco central controla su cantidad a través del control de las reservas obligatorias” (Wray, 2006: 56), por tanto “un aumento de la oferta de dinero puede tener un efecto real, es decir, una tendencia a aumentar el empleo y la producción a corto plazo” (Wray, 2006: 56), pero en el largo plazo las previsiones del público se anticipan a dichos cambios, “así el dinero es «neutral», dado que sólo afecta los precios nominales” (ibíd.). Este dogma del dinero neutral ha permitido a la ortodoxia convencer de que “sólo un mercado financiero liberalizado y desarrollado puede conducir a la reactivación de la inversión y del crecimiento” (Halary, 2003: 76), por consiguiente es 18 necesario y prudente eliminar todas las regulaciones a los mercados, ya que “si el dinero es perfectamente neutral, el equilibrio económico es determinado únicamente por el lado real del mercado” (Graziani, 2006: 119) de esta forma la economía nacional lograra la prosperidad y estará dentro de los límites impuestos por la escasez de recursos. Sin embargo, esta controvertida visión pierde sentido en una economía donde el sistema es capitalista. Uno de los principales detractores fue Keynes, cuando señaló la existencia de las economías monetarias de producción, que es el rechazo categórico del axioma del dinero neutral, al mismo tiempo, que rechaza la teoría del equilibrio general, tan utilizado en los análisis económicos. Para Keynes la neutralidad del dinero no permite el análisis del nivel de empleo comprendido a través del papel del dinero como mecanismo de solución de las obligaciones contractuales así como el papel que éste juega en torno a la liquidez y en la determinación de los flujos de la producción. Por estas razones la comprensión de la economía monetaria de producción permite entender los efectos de la demanda sobre la oferta, ya que “el empleo y la producción dependen de las expectativas monetarias relativas a los costos monetarios” (Girón, 2005: 138). De esta forma las expectativas monetarias y las expectativas racionales, aumentarán la demanda a través de aumentar la inversión y como consecuencia aumentarán la producción, el consumo y el empleo. Dicho de otra forma, “tanto en el corto como [en el] largo plazo: es la inversión lo que determina el ahorro, y no al revés” (Lavoie, 2005: 24), de ahí la importancia de fomentar el desarrollo económico mediante incentivar la inversión, ya que para la Teoría General de Keynes existe la incapacidad del sistema capitalista de proporcionar pleno empleo a través de planes de estabilización y sin la participación del Estado. 19 Otro principio fuertemente rechazado por los poskeynesianos es que “la escasez regula el comportamiento de la economía” (Lavoie, 2005: 20), al haber escasez el dinero es neutral y por tanto no afecta el curso de la economía. Sin embargo, para el pensamiento poskeynesiano una tesis central es que la demanda efectiva es fundamental para la economía y por tanto, “la producción se ajusta a la demanda” (Lavoie, 2005: 22) y no a la inversa, bajo esta concepción el dinero sí importa para el desarrollo del capitalismo. Cabe subrayar que en un principio, la propiedad de los negocios era de los empresarios y “la inversión dependía de que hubiera suficientes individuos de temperamento confiado e impulsos constructivos, que emprendieran negocios como una forma de vivir” (Keynes, 1936: 159). No obstante, las economías monetarias de producción maduras requieren que los negocios tengan mayores niveles de inversión; pero estos recursos prácticamente no están en posesión de los propietarios de los negocios, es decir, se requiere de recursos que no estén en posesión del empresario o de sus asociados: se requiere de dinero; y como éste “es el costo de adquirir recursos financieros como parte integral del proceso económico” (Girón, 2005: 138), entonces se requiere que el dinero adopte la forma de dinero-crédito para que las empresas contraigan deuda mediante contratos “pactados en unidades monetarias” (Lavoie, 2005: 24). Así, “la transformación del dinero mediante la producción” (Girón, 2005: 130) permite el desenvolvimiento económico. Por tanto, para incrementar la producción es necesario incrementar la inversión y en economías monetarias el incremento de la inversión se logra con dinero-crédito que es parte fundamental de la visión poskeynesiana tema del siguiente apartado. 20 1.2. El dinero-crédito Desde la visión poskeynesiana de la economía un principio básico es el análisis del dinero, no sólo como aquello generalmente aceptado a cambio de bienes (intercambiabilidad) o por su carácter práctico. Más bien el dinero, dentro del análisis monetario, “es la columna vertebral de la economía [y] su creación corresponde a ampliar la demanda agregada a la creación de mayores empleos” (Girón, 2005: 138-139). Así, en una economía monetaria de producción, como las que existen hoy en día, no pueden ser estudiadas sin el dinero. Por tanto el dinero es esencial para la producción porque “la importancia del dinero surge esencialmente de que es un eslabón entre el presente y el futuro” (Keynes, 1936: 282). Para Keynes (1936: 282) el dinero es “sobre todo, un artificio sutil para ligar el presente con el futuro, y no podemos siquiera empezar a examinar el efecto de las expectativas cambiantes sobre las actividades corrientes, excepto en términos monetarios”. En efecto, no se puede separar al dinero y menos de la moneda de la producción capitalista, porque “mientras exista algún bien durable, éste podrá poseer los atributos monetarios” (ibíd.). Entre los atributos del dinero están las relaciones de intercambio y la expresión de valor, además del “valor de uso permitido de la moneda como mercancía para intercambiar otras” (Girón, 2005: 130). En su origen, el dinero destaca por ser “medida de valor, medio de cambio y dinero-crédito” (Girón, 2005: 129). Este último rasgo es el catalizador de la transformación de las estructuras financieras y de los sistemas productivos maduros. Es decir, la transformación de las estructurasfinancieras es posible gracias al dinero. Para Girón (2005: 130), existen tres etapas previas a la transformación: 1) el valor de uso permitido de la moneda, que se adquiere en la forma de mercancía para ser intercambiada 21 por otras. 2) la expresión de valor, cuya expresión es el valor de las mercancías que contienen el trabajo humano de forma implícita y 3) la forma dineraria, la moneda se convierte en el equivalente general por medio de la representación “del valor de las mercancías expresadas en precios” (ibíd.). De esta forma, el dinero importa tanto en el corto, como en el largo plazo, porque influye en el nivel de la producción. Por consiguiente, al influir en la producción, se mejora la economía de manera general porque “toda producción tiene, por fin último, la satisfacción de algún consumidor” (Keynes, 1936: 72). Entonces, al satisfacer el consumo, se modifican las decisiones de negocios y éstas, a su vez, modifican las previsiones del productor. De igual modo, “los cambios en la previsiones pueden llevar a un crecimiento gradual en el nivel de ocupación hasta llegar a la cúspide” (Keynes, 1936: 74), que es el proceso de crear capital para satisfacer un nuevo estado de las expectativas; así aumenta el empleo y también el consumo. Al tener en cuenta la importancia del dinero en la producción y considerar la existencia de economías monetarias, la producción desde la perspectiva poskeynesiana es vista a través de la teoría monetaria de producción. Esta consideración teórica constituye una visión global para entender la importancia del empresario en la sociedad. Así, el orden del capitalismo se da mediante la organización de sus agentes económicos y éstos responden a las decisiones de las empresas de forma general, “de tal manera que los empresarios tienden a aumentar o disminuir su producción si sus ganancias están aumentando o disminuyendo” (Keynes, 1973: 281). Entonces, la relación entre el aumento o disminución de la producción dependerá del aumento de las ganancias de los empresarios. Esta situación, indudablemente, permite el desenvolvimiento de la economía. 22 Asimismo, la creación de nuevas combinaciones permitirán “la introducción de un nuevo bien [...]. La introducción de nuevo método de producción [...]. La apertura de un nuevo mercado” (Schumpeter, 1912: 77). Teniendo en cuenta estos tres aspectos, podemos considerar la existencia de un enlace entre la producción, el empleo y el dinero, en relación con “el aumento y decremento en el volumen de producción y del empleo dependerá de los cambios en el desembolso relativo a las ganancias [...] o de la inversión [en] relación [con el] ahorro” (Keynes, 1973: 281). Es necesario enfatizar que el ahorro dependerá de la inversión y no a la inversa; de ese modo, se rechaza el postulado clásico que enaltece la necesidad del ahorro para llevar a cabo la producción. Así, la postura poskeynesiana muestra que la idea fundamental del sistema capitalista es mantener la ganancia del empresario y éste mantendrá el nivel de empleo por medio del incremento de la producción; el vínculo entre ambos será el dinero. Cuando la moneda adquiere la forma de dinero-crédito, logra la metamorfosis del capital. Esto significa que la riqueza de la sociedad aumenta con el incremento del capital, así se da la “transformación del dinero mediante la producción” (Girón, 2005: 130). De esta forma se necesita dinero para financiar la inversión y quien lo puede proporcionar es el sistema financiero. Ésta es la primera relación de causalidad entre las necesidades de inversión y la posibilidad de dotar de recursos financieros al sistema económico. Este mecanismo de financiación desde la perspectiva poskeynesiana acepta que el incremento del dinero financiará el aumento de la demanda agregada y del empleo. Entonces, se propone que el dinero no es neutral y las economías maduras necesitan dinero para realizar sus inversiones. Para lograrlo “el proceso de producción capitalista ubica el dinero-crédito en el trascurso de la mutación de las mercancías” (Girón, 2005: 130), por tanto, para las economías monetarias de producción, se requiere que exista la 23 “endogeneidad de la moneda” (Girón, 2005: 139), de ahí que es esencial el análisis del dinero-crédito y el papel de los bancos, esta relación será analizada más adelante, por ahora se pasa al análisis de la ergodicidad y la incertidumbre desde la perspectiva keynesiana y poskeynesiana. 1.3. La ergodicidad e incertidumbre El axioma ergódico se concibe en términos de la trayectoria que sigue una economía en el tiempo, en esta trayectoria el tiempo y el futuro se rigen por procesos estocásticos (probabilidad), cuyo resultado futuro de cualquier decisión actual se determina a través de una distribución de probabilidad. Evidentemente al hacer previsiones estadísticamente honestas sobre cualquier resultado futuro en la economía, analiza los datos de una muestra para estimar, probabilísticamente, el valor futuro. Este valor supone un error ya que la economía no está determinada por procesos estocástico ergódicos y afirmar que los datos pasados permiten predecir el futuro sería igual que jugar con una bola de cristal en términos de igualar el futuro con los datos presentes. Dicho de otra forma, el axioma ergódico implica que el resultado en cualquier fecha futura está condicionado, estadísticamente, por los datos pasados y actuales. Lo que implica que el axioma ergódico prevé que el resultado futuro de cualquier decisión tomada hoy se puede predecir con un alto grado de precisión estadística. De tal manera al rechazar el axioma ergódico significa que el futuro es incierto en el sentido de que no se puede predecir de forma fiable mediante el análisis de los datos existentes en la economía. 24 Para el análisis económico no hay nada más ergódico que considerar la existencia del equilibrio del Walras, donde “las ecuaciones de Walras son suficientes para determinar los precios relativos, o sea, los precios en términos de una de las mercancías que se toma como numerario; pero en este numerario no es el dinero en términos del cual se hacen los cálculos. El dinero no entra en las ecuaciones walrasianas; permanece fuera de ellas” (Hicks, 1967: 25). Con esta condición los tomadores del equilibrio de Walras aceptan el axioma ergódico de la neutralidad del dinero y hacen que su sistema opere bajo ciertas condiciones de normalidad. Bajo este comportamiento es posible mantener en todo momento estable una economía, siempre y cuando mantenga el modelo de equilibrio equilibrado. Por esta razón Keynes y el pensamiento poskeynesiano rechazan el desarrollo del axioma ergódico para una economía monetaria. Para Keynes el énfasis que hace en la Teoría General es sobre la importancia de la incertidumbre y de la demanda de liquidez, lo que supone al mismo tiempo la inaplicabilidad del axioma ergódico en la economía. Así, cuando los empresarios reconocen que el futuro es incierto, al mismo tiempo reconocen que para cada proyecto de inversión no es fiable a través de una evaluación probabilística y menos si se trata de calcular los beneficios futuros. Ésta es una de las grandes diferencias entre la Teoría General de Keynes y la teoría de la ortodoxia clásica, donde si es fiable una evaluación estadística de ganancia potencial. Además, Keynes rechaza el axioma ergódico por considerarlo irreal, inconsistente con lo que plantea y lo que se obtiene de él. Un caso especial es el énfasis sobre los mercados financieros, de acuerdo Davidson (2007: 34) las teorías que utilizan el axioma ergódico “no pueden demostrar que los mercados financieros no regulados pueden asignar de manera óptima los fondos de inversión en los proyectos que en el futuro será ganar los 25 mayores retornos. En circunstancias ergódicas se puededemostrar que la función principal de los mercados financieros es proporcionar liquidez y no asignar óptimamente el capital como la teoría clásica sostiene”. De esta forma, para el pensamiento poskeynesiano se consideran importante el análisis del dinero, su lugar en las finanzas, así como el papel que cumple en términos de incertidumbre, conceptos todos que rompen con la visión del pensamiento hegemónico, en donde las “economías integradas al mercado mundial los flujos y la movilidad de los capitales adoptarán una estrategia a partir de la teoría de las ventajas comparativas” (Girón, 2015a: 3), esta perspectiva se aloja en la concepción de que la apertura de la cuenta de capital y la libre movilidad están en función de la rentabilidad. Por otro lado el principio de ergodicidad que actualmente es el primer elemento fundamental en el marco del análisis de la teoría convencional, se basa en la uniformidad y consistencia de las variables económicas a lo largo del tiempo, aislando la posible alteración provocada por el ciclo económico o simplemente por la interacción económica entre los agentes. En consecuencia Davidson (1991: 142) considera que “los problemas que involucran inversión y liquidez, las decisiones [en las que] los grandes cambios son imprevisibles durante largos periodos”, deben tomar el tiempo como una variable que altera el comportamiento de las inversiones. En este sentido los modelos de inversión, tan sofisticados, que toman el futuro como una variable estable –que no cambia en el tiempo– es errónea y carece de aplicación real. Más aún, si un modelo de inversión no toma el tiempo como una variable que altera el funcionamiento de una predicción, entonces dónde queda el principio de incertidumbre, la respuesta es simple: la incertidumbre no se incluye como tal en el análisis convencional de la economía convencional. Al respecto, los teóricos 26 convencionales prefieren utilizar el término «fluctuación» como una mera perturbación en sus modelos de pronóstico, ya que, el principio de ergodicidad existe para ellos y por tanto cualquier «irregularidad» en su sistema de pronósticos esta fuera de su realidad. Por esta razón para Davidson (1991: 142) “la incertidumbre de los modelos poskeynesianos es más aplicable” para entender los riesgos en una economía, porque éstos toman en cuenta la imprecisión de cómo opera la realidad en la economía capitalista. Es cuestionable la combinación entre regularidad, futuro y la neutralidad del dinero, este último, como segundo elemento fundamental del análisis económico convencional, más aún, la neutralidad del dinero “proporcionará una analogía engañosa para el desarrollo de las políticas macro de las economías monetarias de producción, siempre que el dinero realmente importa y afecta a las decisiones de producción en la economía real” (Davidson, 1991: 142). Por último la teoría convencional utiliza dos axiomas restrictivos: dinero neutral y ergodicidad, con ambos buscan demostrar que liberalización de los mercados financieros, de producción y comercial, son la cura para el desempleo y son la opción para el crecimiento y desarrollo. 1.4. El sistema financiero Para el pensamiento poskeynesiano, “el sistema bancario concede créditos a todos los empresarios potenciales con solvencia” (Lavoie, 2005: 26) y se define el dinero a través de su naturaleza y su necesidad, cuyo papel en la economía está determinado por su relación con la sociedad y con el proceso productivo, por lo que el dinero “simboliza un vínculo social” (Girón, 2005: 129), basado en la confianza depositada por la sociedad en aquél. De 27 esta manera, se estimula la producción, manteniendo el nivel de ésta y el consumo en la sociedad capitalista, sucintamente, diremos que “el motor de la economía poskeynesiana es el gasto de inversión” (Lavoie, 2005: 26). Stricto sensu, “el dinero es dinero-crédito y su creación es, en general, necesaria para la expansión de la economía” (Sawyer, 2006: 84). Debido a que esta creación se da a través de los bancos, su función “es primordial, pues son [éstos los que] suministran los adelantos requeridos por las empresas para llevar a cabo la producción” (Lavoie, 2005: 26). Así se da la relación entre el dinero endógeno y los bancos comerciales, lo que conduce al terreno de la política económica, en la que “los bancos centrales son importantes porque la política económica puede guiar el desarrollo de una economía capitalista internamente inestable” (Minsky, 1993: 177). Si el dinero es una institución, ésta evoluciona, así el dinero “que solía ser moneda con cuerpo y ahora es una red de deuda. Mientras que los cambios en el volumen de dinero del primer tipo podrían considerarse exógenos, claramente los cambios en el segundo no” (Chick y Dow, 2000: 10). Entonces, el error de los monetaristas consiste en considerar que tanto la moneda como la deuda son exógenas al mantener su oferta constante y, por tanto, ambas afectan el desarrollo de la economía. La idea contraria sostiene que es un “vínculo causal entre créditos bancarios y la oferta de dinero, colocando el crédito en el centro del debate” [y se subraya] la importancia de las firmas bancarias y de sus operaciones de gestión de activo y pasivo” (Palley, 2006: 79 y 73). Estas firmas bancarias –dentro de la economía capitalista–, crean una estructura que “depende de asientos contables (entradas y salidas)” (Girón, 2005: 138) para un manejo más amplio. De este modo, el dinero-crédito “permite la transformación de las mercancías para acrecentar la riqueza de la sociedad obteniendo un incremento de capital” (Girón, 2005: 130). 28 El dinero endógeno guarda una fuerte relación con la deuda y con la demanda global, relación que, al combinarse con la producción, da como resultado que “la teoría monetaria de la producción de Keynes refiere a una economía monetaria en la que el dinero nunca puede ser neutral” (Wray, 2006: 60). Al respecto Keynes sugiere que la creación de dinero se da a través de los bancos, por tanto “la creación monetaria es un fenómeno contemporáneo en virtud de la existencia de los bancos y de la creación del crédito sobre la demanda y el empleo” (Girón, 2005: 139). Por lo tanto, el dinero endógeno –desde un punto de vista implícito de Keynes– “llega a existir junto con las deudas, que son contratos de pago diferido, y [...] que son ofertas de contratos de venta o de compra” (Keynes, 1930: 3). Estos contratos o títulos se aprovechan en una economía capitalista; consecuentemente “la inversión y las posiciones en activos de capital son financiadas por medio de deudas. Las deudas son dinero hoy –dinero contratado de mañana–” (Minsky, 1993: 179). Por tanto “la creación de crédito por el sistema bancario permite que se efectúen nuevas inversiones a las que no corresponda ‘ningún ahorro genuino’” (Keynes, 1936: 103), en efecto las economías monetarias de producción necesitan inversión a través del dinero endógeno. Para Rochon y Rossi (2007: 540), el dinero endógeno se sostiene bajo una relación tripartita que parte del análisis de los circuitos monetarios, en los que existe la relación entre el “ordenante, el beneficiario y el sistema bancario”. Desde la perspectiva poskeynesiana, la naturaleza endógena del dinero se debe, por una parte, a la relación entre las empresas y bancos, haciendo énfasis en la teoría del circuito monetario y, por la otra, a la relación entre bancos comerciales y el banco central. La simbiosis entre economía financiera y el modo capitalista de producción es irrecusable: su enlace se da a través del crédito y su importancia radica en incluir en el 29 análisis el “papel de sistema bancario en la creación monetaria y en la formación de la tasa de interés” (Piégay y Rochon, 2005: 39). Al respecto, la tasa de interés es controlada por la autoridadmonetaria, representada a través del banco central y quien es garante de una serie de objetivos planteados acorde con las necesidades de la economía, incluso uno de sus principios es mantener la producción y el consumo. El estudio de la producción, el empleo y el dinero lleva a otra dirección, donde intervienen el Estado y los intermediarios financieros, estos últimos son las principales instituciones que llevan a cabo la financiación de la producción, al ser las entidades capaces de adelantar dinero-crédito en la economía, de acuerdo a la demanda de inversión, sin embargo, hoy en día está situación ha cambiado, puesto que han sido las grandes entidades bancarias que han presentado una profunda transformación. A la par de estos cambios otras instituciones bancarias con características especiales y entidades no bancarias también se han reformado, incluso el Estado a quedado dentro de las necesidades de las entidades financieras, tema que se analiza a continuación. 1.4.1. El banco central En una economía monetaria la relación entre sistema financiero y empresas productivas da forma al sistema económico. Dicha relación funciona gracias a que el dinero es proporcionado por los bancos comerciales y dotado, en principio, por el banco central. Además, la complejidad del sistema financiero permite la existencia de otras instituciones financieras no bancarias que permiten explicar el avance de los sistemas financieros dentro de la economía. 30 Así el desenvolvimiento de las instituciones financieras y no financieras dentro de los mercados internacionales conducen a replantear la relación y el uso del dinero para las instituciones financieras y su participación directa en el financiamiento. Además, con este proceso surgió el sistema financiero paralelo y, con éste, el fin de las leyes regulatorias sobre los sistemas financieros que establecieron las nuevas formas de no financiar las actividades económicas. Por ahora se hablara del papel del banco central y sus atribuciones, así como su cambio en el actual capitalismo financiero. Éste ha desempeñado un papel muy importante en los procesos de creación de dinero, en la estabilización del sistema financiero y como mecanismo de contención frente a posibles choques en la economía; incluso como agente del Estado para cubrir sus necesidades de financiamiento. Para cumplir esta primera misión, la creación de dinero se entregó al banco central, es decir, se le dio el privilegio exclusivo de emitir dinero, por medio de un acto de confianza entre todas las instituciones financieras y del propio Estado.8 Entre sus herramientas están la creación, reducción y aumento de las reservas estratégicas de los bancos comerciales dentro del propio banco central y la función de prestamista de última instancia para mantener la liquidez en el sistema financiero.9 Para Diop (2014: 132), el banco central es, dentro de la historia monetaria, una entidad capaz de crear un conjunto de acciones de orden monetario que pueden y deben “identificar los trastornos monetarios, tanto en su naturaleza, en su gravedad, en su agudeza, como en su estabilización”. Por ello, su objetivo principal es buscar “una forma de 8 Esta confianza se remonta a los siglos XVIII y XIX, época en que se crearon los bancos centrales “para proporcionar financiación en términos beneficiosos, subvencionados para el gobierno de la época y fueron recompensados con frecuencia a cambio de ciertos derechos de monopolio en la emisión de la nota” (Goodhart, 1988: 19-20). 9 Por tanto “el Banco Central es una condición necesaria para la estabilización de los sistemas financieros capitalistas” (Diop, 2014: 145), sin importar que exista o no alguna crisis. 31 unificar su sistema monetario, caracterizado por la anarquía en la circulación monetaria, lo que reflejaba la propia fragmentación del poder político” (Diop, 2014: 133). Esta segmentación del poder político reduce la capacidad de las instituciones bancarias frente al desarrollo de las actividades de la estructura productiva. En otras palabras, la “división política fue lo que hizo imposible la existencia de un sistema monetario” (Diop, 2014: 133) en prácticamente cualquier territorio.10 La inexistencia de un sistema monetario da pie a la existencia de varios bancos comerciales, los cuales pueden emitir cualquier cantidad de dinero en un espacio determinado “creando un espacio financiero descentralizado, no regulado y altamente expuesto a la violencia de la especulación del mercado” (Diop, 2014: 134). En este sentido se asevera que la falta de banco central es causa histórica de inestabilidad, debido a la falta de reconocimiento en una autoridad bancaria. Por eso, para lograr un buen funcionamiento de éste, es necesario la creación de un orden monetario y financiero, en el que los diferentes agentes –en especial las instituciones bancarias– tengan la capacidad para implementar el desarrollo del crédito y así contribuir con el desenvolvimiento de la economía. En síntesis, se habla de una armonización monetaria como un elemento clave del orden monetario que reúne el poder político mediante una moneda “para completar la unificación de la circulación y de la unidad de cuenta corriente” (Diop, 2014: 135). De esta forma, la moneda reúne el poder del Estado en el banco central, así se brinda la confianza a los agentes económicos y permite la organización de la actividad 10 En su estudio Diop (2014: 133) menciona que “en Inglaterra, Francia, Austria, desde hacía mucho tiempo, ya tenían un sistema monetario unificado que contaba con un banco central”. Sin embargo, en el caso de Alemania, la existencia de más de trescientos Estados antes de 1815 permitió a cada uno acuñar su moneda y definir los requisitos aduanales de manera independiente. 32 económica por medio de los bancos y del crédito: “la centralización monetaria y la existencia de un banco central son dos fenómenos inevitables que condicionan necesariamente la organización monetaria estable del sistema capitalista” (Diop, 2014: 136). La organización y la regulación son funciones esenciales para el banco central, que es la institución creada y definida por tres niveles de aplicación: 1) control de la oferta monetaria a través de la emisión de dinero; 2) la función de cámara de compensación y 3) el cumplimiento del marco legal y normativo para el sistema financiero. Así, el banco central prevendría “tanto los auges de inversión desenfrenados e inflaciones, como las situaciones depresivas y deflacionarias” (Minsky, 1993: 178). De este modo, el banco central evita, previene y aminora las quiebras bancarias y las crisis financieras mediante la regulación monetaria. En resumen, la regulación monetaria consta del “marco jurídico, la política monetaria y la supervisión de los mercados bancarios y financieros” (Chick y Dow, 1996: 517), que sirven para crear una autoridad monetaria capaz de regular el sistema financiero, y que, incluso, lo estabilizan en caso de una crisis. Conviene mencionar que la banca comercial desempeña un papel especial en el sistema financiero, razón por la que requiere de “regulación y supervisión adicionales de un Banco Central, porque es única en su género como intermediaria financiera, pues combina servicios de pago con gestión de cartera” (Goodhart, 1993: 49). Por lo tanto, la regulación monetaria cumple con una función histórica, desarrollada a la parde los sistemas que regulan; así, se crean nuevas medidas, acordes con las condiciones bancarias que se presentan, es decir, las políticas de regulación se adaptan a las nuevas condiciones de las instituciones financieras que se han de regular. Aunque ha habido medidas de regulación prudencial creadas y utilizadas por los propios bancos, la 33 autoridad monetaria es la que diseña los instrumentos para mantener el estatus de los bancos. Desde las reservas hasta el desarrollo de los mercados de valores, el banco central ha estado presente. Además, el banco central tiene a su cargo el manejo correcto de la economía capitalista, con el propósito de mejorar los procesos de financiamiento e inversión en el propio sistema por dos importantes razones: 1) “La moneda la crea el Estado por medio del banco central por ser una economía monetaria de producción” (Girón, 2005: 137). Por tanto, el dinero fluye anticipadamente a los bancos, que otorgan préstamos a las unidades productoras. Así se garantiza la producción mediante una economía monetaria, en la que el dinero-crédito rompe con los postulados clásicos del dinero como mera mercancía de cambio. Ahora, la moneda respaldada por el Estado permite la relación de endeudamiento entre las unidades productoras y los bancos. Estos últimos gozarán de la capacidad de crear créditos y en contrapartida recibirán flujos de dinero a cambio de los créditos ofrecidos, en este caso las instituciones bancarias crean su ganancia a través de la intermediación. 2) “El Estado contrarresta la incertidumbre en el futuro al mantener el equilibrio entre la tasa de interés y la eficiencia marginal del capital” (Girón, 2005: 137), es decir, el banco central, a través de sus funciones, influye en el financiamiento y la asignación de los recursos monetarios. De hecho, el papel de los bancos se da por su relación directa en la economía a través de crear dinero y a través de una concesión de créditos a una determinada tasa de interés. Desde una perspectiva poskeynesiana “la economía capitalista moderna es un sistema monetario intensamente financiero, y las finanzas no son neutrales” (Minsky, 1963: 34 187). Esta intensidad se manifiesta en los profundos cambios de las estructuras financieras actuales; incluso, “la estructura financiera cambia en tal forma que la estratificación financiera se incrementa” (ibíd.). Con esta estratificación, aumentan las posiciones especulativas, modificando las estructuras de pago de los agentes económicos, situaciones que “intensifican progresivamente la vulnerabilidad del sistema financiero” (Minsky, 1963: 187). Para evitar la ruptura de las estructuras financieras y caer en una depresión profunda, entra en operación la estructura institucional diseñada para contrarrestar los efectos del pánico financiero. Esta estructura institucional surge de la necesidad de regular el sistema financiero. La mejor institución para ejecutar esta regulación es el banco central, cuyas funciones son “a) protector de los valores de cambio; b) agente fiscal del gobierno; c) controlador de la oferta monetaria interna y de los términos de financiamiento; d) prestamista de última instancia” (Minsky, 1993: 178-179). El prestamista de última instancia se confirma como el mecanismo de respuesta del Estado frente a la inestabilidad del sistema; por tanto, “la banca central existe y es necesaria porque una economía capitalista con instituciones financieras capitalistas, que usan activos de capital [...], es inestable” (Minsky, 1993: 178). Así, existen tres conceptos teóricos importantes para la economía financiera, incluso para la soberanía monetaria: el dinero, el banco central y la inestabilidad financiera. El dinero creado por el Estado y su relación con el dinero endógeno, lleva a considerar la corriente chartalista del dinero, consideración teórica que refuerza la importancia del dinero para la sociedad y cómo éste es creado por los bancos para encargarse de la producción en una economía monetaria. En otras palabras, “la moneda de Estado, creada por el Banco Central” (Girón, 2005: 137) sigue rompiendo con el esquema ortodoxo del dinero neutral. Este resultado permite entender la importancia 35 de la moneda dentro de un espacio económico delimitado a través de la relaciones de confianza, no sólo por la relación de intercambio. Por ende, las acciones del banco central permiten la estabilización de las actividades financieras y del crecimiento económico, debido a la inexistencia de los mercados eficientes. El papel de los intermediarios financieros –en especial de los bancos comerciales– dentro de la economía son los que brindan los servicios de transacción, así como la administración de carteras de los agentes económicos: empresas, familias, incluso gobierno. Por esta razón, el banco central “existe y es necesario porque una economía capitalista con instituciones financieras capitalistas, que usan activos de capital complejos u operan intensamente en las relaciones comerciales, es inestable” (Minsky, 1993: 178). Así, la plena supervisión a los mercados financieros y a las entidades que participan en éste, sobre todo a las instituciones bancarias, brinda la pauta para que el banco central se convierta en prestamista de última instancia, para responder oportunamente a las necesidades de la economía. Sin embargo, “el papel y las funciones de un banco central en la búsqueda de mantener la salud del sistema bancario en general, van mucho más allá de las de otros servicios, de los reguladores que actúan en otras partes del sistema financiero” (Goodhart, 1988: 85-86). Sin embargo, hoy en día el banco central ya no ocupa su lugar preponderante en la economía, situación que se da como consecuencia de diferentes puntos de vista en torno al dinero y las finanzas, además de entender el cómo las diferentes instituciones, cómo los bancos y los bancos centrales operan en los mercados financieros y cuáles son sus funciones, esto se debe a que “en la tradición dominante moderna, la comprensión de los bancos centrales ha sido en torno a la teoría central de la independencia bancaria (CBI), que a su vez se basa en el régimen de metas de inflación como la guía para la política 36 monetaria. Esta teoría sobre la banca central puede ser entendida como la conciliación entre las suposiciones de la teoría cuantitativa del dinero (QTM), que es el marco normativo en materia monetaria en esta tradición, y el enfoque de la información asimétrica” (Painceira, 2012: 38). La corriente heterodoxa ha demostrado lo importante de entender la naturaleza del dinero y el papel de los bancos como intermediarios monetarios y financieros. Haciendo hincapié en la necesidad de comprender la relación existente entre el dinero, la renta y el capital, tema que se profundiza en los siguientes incisos. 1.4.2. Los bancos comerciales El énfasis en el dinero se convierte en un componente esencial del sistema económico y lo distingue claramente del modelo convencional. Es decir, el modelo no convencional considera al dinero como un flujo endógeno necesario para la producción, es el sostén de la oferta monetaria endógena, creada por los bancos comerciales como respuesta a la demanda de crédito; esta noción plantea incuestionablemente el papel del banco central y la participación de los bancos comerciales en el proceso de creación monetaria y constituye un fuerte pilar del enfoque poskeynesiano. En este sentido los trabajos de Chick y Dow (2011: 9) abren el debate en torno a mantener el suministro de dinero y la distribución que el sector financiero hace de éste en la economía reafirmando “la relación entre el gobierno, los bancos centrales y el sector financiero”, además denota la importancia histórica que tienen las autoridades monetarias tanto en el suministro del dinero como la regulación
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