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Kosovo--del-nacionalismo-etnico-a-la-independencia

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mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
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Agradecimientos
A mis padres: porque todo lo que he logrado y todo lo que soy como persona, se 
lo debo a ellos, que con el buen ejemplo y sabios consejos han orientado mi 
rumbo.
A Lizbeth: con quien he crecido, aprendido y madurado, fuiste un apoyo 
fundamental en este trabajo, además de serlo en cada meta que me planteo. 
Gracias bbza. 
A mi hermano Antonio: que sé que cuento con su apoyo y que aún sin decirnos 
muchas palabras, sabemos que deseamos el bienestar mutuo. 
A la UNAM: mi alma máter, de la cual me siento muy orgulloso de pertenecer. 
Siempre llevaré en alto el nombre de la mejor universidad de México. 
A mi asesor, el Dr. Juan Manuel Portilla Gómez: quien además de brindarme 
atención y apoyo en este trabajo, me ofreció su amistad y orientación. 
A la Mtra. Georgina Villafranca López: a quién admiro y respeto por ser la experta 
del nacionalismo en la región balcánica. Gracias por sus correcciones tan valiosas. 
A la profesora Mary Cruz: a quien tengo la fortuna de conocer desde que entré a la 
Universidad, valoro mucho la orientación y amabilidad que me brindó durante mi 
formación profesional. 
A la Mtra. Blanca Araceli Fajardo Martínez: gracias por sus observaciones y la 
orientación en la búsqueda de información para articular mejor mi investigación. 
Al Mtro. José Arturo Salcedo Mena: quien paso varias horas revisando línea por 
línea mi trabajo, ayudando a mejorarlo. 
A Carlos, Eloy y Martín: con quienes he crecido y compartido grandes aventuras, 
terulias y buenos momentos desde la secundaria, gracias por la amistad tan 
sincera que hemos forjado en ya más de una década. Es su turno. 
A Dr. Hugo Ernesto Mancilla Nava: gran amigo, excelente socio, persona de 
enorme calidad humana y de gran inteligencia, gracias por todo tu apoyo. 
También gracias al Lic. Ricardo Angoso, a la Lic. Elizabeth Infante Fuentes, a mi 
amigo el Lic. Raziel Jacobo Correa, y todas las personas que contribuyeron y me 
brindaron su apoyo en este trabajo. 
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http://images.google.com.mx/imgres?imgurl=http://media.maps.com/magellan/Images/KOSOVO. (24 agosto 2008).
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“LAS FOSAS SON LOS ÚNICOS 
 POBLADOS ÉTNICAMENTE PUROS” 
Matija Beckovic. 
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Índice
INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………..
CAPITULO 1. Marco Teórico……………………………………………………. 
1.1 Función de la Teoría Internacional y sus enfoques……………… 
1.2 El poder y la teoría realista…………………………………………. 
1.2.1 El poder como determinante del comportamiento 
internacional…………………………………………………………..
1.2.2 Antecedentes del realismo…………………………………… 
1.3 El realismo en la teoría de las relaciones internacionales del
siglo XX…………………………………………………………………… 
1.3.1 Reinhold Niebuhr…………………………………………… 
1.3.2 Nicholas J. Spykman………………………………………. 
1.3.3 Hans J. Morgenthau……………………………………….. 
1.3.4 George F. Kennan………………………………………….. 
1.3.5 Henry A. Kissinger…………………………………………. 
1.4 El realismo y sus contribuciones…………………………………. 
6
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15
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 25 
26
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30
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41
CAPITULO 2. Historia del conflicto y comienzo de la crisis en Kosovo……. 45 
2.1 Perspectiva albanesa y serbia: El mito………………………….. 45 
2.2 Arribo de los turcos…………………………………………………. 49 
2.3 Guerras balcánicas………………………………………………….. 54 
2.4 Guerra mundiales y Kosovo……………………………………….. 59 
2.5 Bajo el mandato de Tito…………………………………………….. 62 
2.6 Nacionalismo………………………………………………………… 67 
2.6.1 Etnicidad…………………………………………………… 72 
2.6.2 Nacionalismo étnico………………………………………. 77 
2.6.3 Discurso nacionalista…………………………………….. 83 
2.7 Nacionalismo albanés y serbio: discurso nacionalista de 1989.. 85 
2�
�
2.7.1 Del final de Yugoslavia a la crisis en Kosovo………….. 95 
2.7.2 El ELK de Thaci versus Milosevic: actores 
principales…………………………………………………...……..
98
CAPÍTULO 3. Intervención de la OTAN……………………………………...... 109 
3.1 La matanza de Racak, antecedente de Rambouillet…………… 109 
3.1.1 Rambouillet: un esfuerzo diplomático………………….. 112 
3.2 OTAN va a la guerra……………………………………………….. 118 
3.2.1 Un cambio en la Diplomacia…………………………….. 127 
3.2.2 El fin de la guerra…………………………………………. 133 
3.2.3 La última dificultad………………………………………... 137 
3.3 Lo que la guerra dejó………………………………………………. 141 
3.3.1 Mitrovica: el gueto serbio………………………………… 144 
3.3.2 Cifras de Kosovo…………………………………………. 146 
3.3.3 Daños al Patrimonio y tendencia a emigrar…………… 149
CAPÍTULO 4. Situación actual………………………………………………….. 152 
4.1 Del fin de la guerra a la declaración de Independencia………… 152 
4.2 La Independencia…………………………………………………… 162 
4.2.1 Reacciones………………………………………………... 165 
4.3 Derecho Internacional……………………………………………… 167 
4.3.1 Asamblea General y Corte Internacional de Justicia…. 172 
4.2 Datos el nuevo Estado……………………………………………... 176 
CONCLUSIONES……………….………………………………………………... 181
CRONOLOGÍA DE LA REGIÓN………………………………………………... 186 
BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………………… 194 
6�
�
INTRODUCCIÓN.
El nacionalismo ha ocupado un lugar central en las revoluciones y guerras 
de independencia, y en Kosovo no es la excepción. Los Balcanes es una región 
especialmente nutrida de rencores étnicos y nacionalismos fuertemente 
arraigados, con problemas que han desembocado en fatales guerras, las cuales 
han impactado de forma considerable, no sólo dentro su ubicación geográfica sino 
a escala mundial. 
Como planteamiento del problema, nos remontamos a los siglos XVII, XVIII 
y XIX en los cuales los grandes imperios gestaron batallas en diversos escenarios 
del mundo en busca de expansión y poderío, desde aquel entonces el objetivo 
principal era el dominio y control sobre el mayor territorio posible. Las batallas que 
desencadenaron los imperios turco-otomano y austro-húngaro dejaron para la 
posteridad un conflicto en la zona ahora conocida como los Balcanes. 
En la región de los Balcanes se creó un Estado multiétnico, conjunto de 
varias etnias nombrado Yugoslavia, siendo este la creación del supuesto 
experimento más fructífero de la construcción de una federación multinacional en 
Europa.
Al paso de medio siglo comenzó el desmoronamiento gradual y doloroso 
desmembramiento que dio lugar a una guerra civil. La desintegración de 
Yugoslavia va de la mano con los conflictos étnicos y con el nacionalismo. 
7�
�
El objetivo general de esta investigación es demostrar que la hipótesis 
planteada en la cual se dice que el nacionalismo étnico es el factor principal que 
llevó a Kosovo a declarar su independencia unilateral el pasado 17 de febrero del 
2008, convirtiéndose así en el último Estado resultante de la disolución de la 
antigua Yugoslavia. El conflicto en Kosovo ha sido una constante problemática en 
Europa en los últimos años. 
Para ello, en el primer capítulo planteo las diferente teorías de lasrelaciones internacionales para después elegir a la real politik y sustentar en ella 
parte de mi investigación, siendo esta la que opino se adapta al caso kosovar. 
En el segundo capítulo elaboro un recuento histórico, con el objeto de llegar 
a los orígenes de este conflicto, se plantea una investigación sobre los siguientes 
conceptos: nacionalismo, Estado-nación, etnicidad, nacionalismo étnico y discurso 
nacionalista, con el fin de relacionar la historia de Kosovo con el nacionalismo 
étnico. Con este propósito y tomando como punto de partida el discurso 
nacionalista de Milosevic en 1989, que en mi muy particular punto de vista fue el 
momento coyuntural de una nueva era de rencores nacionalistas, constituyendo el 
inicio de un movimiento que resultó desfavorable para los serbios de Kosovo. 
En este mismo capítulo, se puede observar que el pasado de Kosovo se 
remonta a la discusión de quienes lo habitaron primero y a quienes les pertenece. 
Ambas etnias, tanto albaneses como serbios tratan de demostrarlo con diferentes 
argumentos, pero lo verdaderamente comprobable, es que no fue sino hasta 1170 
cuando se establece el primer Estado serbio con una población mayoritariamente 
8�
�
serbia, la cual tuvo un crecimiento rápido debido a la propagación de la religión 
ortodoxa, construyendo numerosos templos y monasterios.
El auge serbio junto con el de la iglesia ortodoxa se vieron interrumpidos 
con la llegada del gran Imperio turco otomano en el año de 1389, cuando se 
produjo la desastrosa derrota serbia, la batalla de Kosovo Polje o Batalla del 
Campo de los Mirlos, que significó, no sólo el dominio otomano en la zona, sino la 
islamización de toda la región. El cambio religioso y poblacional derivó en un 
aumento considerable de albaneses.
Después de varios siglos de dominación turca, a inicios del siglo XX, y ante 
el repudio de diferentes etnias hacia el Imperio turco otomano, se suscitaron una 
serie de batallas con las cuales diferentes pueblos trataron de recuperar el control 
de sus tierras. Es aquí cuando los serbios y otros pueblos vecinos finalmente 
triunfaron en las llamadas Guerras Balcánicas, que después de todo, significaron 
la unión de Kosovo a Serbia tras el colapso otomano. 
Después de la Primera Guerra Mundial, que fue originada en los Balcanes, 
Serbia se convirtió en un Estado fuerte y ambicioso, lo cual ocasionó al mismo 
tiempo un sentimiento antiserbio, debido a que los albaneses se convirtieron en 
un grupo étnico autoritario y represivo. Fue así como en 1918 se conoció la 
primera versión del Estado yugoslavo, “Reino de los serbios, croatas y eslovenos”.
Una vez concluida la Segunda Guerra Mundial, Kosovo pasó 
momentáneamente a manos italianas, la ocurrencia de los dirigentes fue la de 
expulsar a los albaneses de Kosovo, a lo que los mismos albaneses respondieron 
9�
�
matando a varios serbios. Pero una vez más Kosovo, regresaba a poder 
yugoslavo, esta vez bajo el mandato de Josip Broz Tito. 
En el año de 1974 fue aprobada la constitución yugoslava y a Kosovo se le 
concedió el status de provincia autónoma, aunque no de República. Su destino 
quedaba vinculado al de Serbia y por tanto, los albaneses serian marginados, 
iniciándose así un movimiento nacionalista. 
El nacionalismo tiene diferentes acepciones, por lo que en el libro 
Nacionalismos, Monserrat Gibernau manifiesta que es un sentimiento que tiene 
que ver con la adhesión a un país de origen, una lengua, ideales, valores y 
tradiciones comunes, y también con la identificación de un grupo con una serie de 
símbolos (una bandera, una canción, una pieza musical o un dibujo) que lo definen 
como “diferente de los demás”. 
Existen dos tipos de nacionalismos: el modelo francés y el modelo alemán. 
El primero es promovido por quienes gobiernan el Estado-nación como un 
mecanismo homogeneizador de la población, mientras el segundo está ligado a 
cualidades objetivas, tales como la historia, el lenguaje, cultura y lazos sanguíneos 
lo cual es llamado por Hegel, Volksgeist en su obra Fenomenología del espíritu. El
modelo francés conduce a la creación de Estados mientras que el modelo alemán 
es de las naciones sin Estado, y es precisamente aquí en el segundo caso donde 
encaja Kosovo. 
El Estado-nación es un fenómeno político, mientras que el nacionalismo es 
un fenómeno psicológico, es decir, el nacionalismo es la ideología que atribuye 
10�
�
entidad propia diferenciada a un territorio y sus ciudadanos, en la que se funden 
aspiraciones políticas muy diversas. 
Por otra parte, el concepto de etnicidad nos dice que la religión, la lengua, 
los mitos, las leyendas y los héroes crean un sentido de unidad y pertenencia. La 
etnicidad es mayoritariamente de carácter mítico y simbólico. Si la nación es la 
politización de un grupo étnico y la etnicidad se define estrictamente por sus 
rasgos culturales (lazos con ancestros comunes) entonces se le llama etnonación, 
ya que este grupo busca perpetuarse a través del establecimiento de su propio 
Estado. Esto quiere decir, que la etnia no podría adquirir status de etnonación si 
no tuviera conciencia política de su existencia propia. 
Ahora bien, una vez analizados los conceptos anteriores podemos 
conjuntarlos y decir que el nacionalismo étnico, es la exaltación de los valores 
culturales de una nación o de un grupo étnico que se considera posmoderno, pues 
los valores etnoculturales (lengua, religión, símbolos, ritos, pasado histórico de 
grandes héroes y batallas y pertenencia a un territorio) se sustentan en hechos 
históricos y simbólicos anteriores a la era moderna que inicia en el siglo XVIII. 
El nacionalismo étnico asociado a las guerras separatistas pasa en algunos 
casos por procesos lentos de violencia extrema para lograr su objetivo final. La 
historia y la religión son elementos clave que dan sentido de identidad y de 
pertenencia.
11�
�
La importancia del discurso nacionalista se debe a que la forma de hablar 
moldea nuestra conciencia, y esto convierte en algo suficientemente problemático 
para generar más problemas y preguntas. 
Dentro del mismo capítulo y después de abrir este paréntesis para explicar 
el nacionalismo étnico, se retoma el marco histórico de Kosovo para poder 
conjuntar y demostrar que tanto el nacionalismo étnico como el discurso 
nacionalista de 1989, se convierten en factores que incitan a diferentes 
movimientos nacionalistas que derivan en una inminente intervención de parte de 
la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) en Kosovo. 
El discurso nacionalista al que se hace referencia, se lleva a cabo en el 
marco del 600 aniversario de la Batalla del Campo de los Mirlos, la cual significó a 
partir de 1389, el dominio turco otomano en la región de los Balcanes, suceso que 
no fue una victoria serbia sino todo lo contrario, pero es este mito el que le da vida 
a los serbios y por el cual en este aniversario, Milosevic promete a su pueblo que 
jamás serían vencidos de nueva cuenta.
En 1991 se dio la independencia de Croacia y Eslovenia y le siguieron en 1992 
Bosnia-Herzegovina y Macedonia. El caso de Kosovo pasaba así a segundo 
plano, la política norteamericana le daba prioridad a la Guerra del Golfo. Fue hasta 
1995, una vez firmados los Acuerdos de Dayton que Kosovo llamaría la atención 
de nueva cuenta. Pero esto no fue casualidad, este impacto se debió al 
surgimiento del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK), el cual con una serie de 
ataques violentos atrajo la atención internacional rápidamente. 
12�
�
El nacionalismo albanés comenzaba a manifestarse, el ELK incomodó 
rápidamente a Slobodan Milosevic. El objetivo principal fue en primer plano causar 
inestabilidad política en Belgrado y segundo, una vez logrado el primer cometido, 
iniciar una intervención por parte de la OTAN. 
Las manifestaciones lentas y violentas del nacionalismo étnico llegaban a 
su punto más alto y esto trajo cambiosradicales sobre el control de Kosovo. 
El contenido del tercer capítulo inicia con la manifestación del nacionalismo 
étnico a través de un grupo radical, el ELK, el cual comenzó una nueva era de 
ataques desalmados en varias poblaciones y fue en Racak en 1999 donde se 
suscitó la matanza más numerosa en aquellos días hacia los serbios, dejando 
alrededor de 50 muertos. Por primera vez los ojos de mundo pusieron real interés 
en estos sucesos.
Había que tomar medidas severas en Kosovo, y es así que los gobiernos de 
Estados Unidos y Gran Bretaña comenzaron a trabajar en conjunto para tratar de 
solucionar el conflicto étnico. Se formó un Grupo de Contacto para dialogar con la 
delegación albanesa y serbia, se invitó a ambas partes al castillo de Rambouillet 
en Francia para iniciar la reunión diplomática en la cual no hubo acuerdo, y así 
comenzaron los 78 días de bombardeos sobre Kosovo. 
Serbia asumió las responsabilidades pero al paso de los ataques se dio 
cuenta que no mantendría por mucho tiempo la resistencia, así que optó por 
desquitar su furia en contra de los albanokosovares. Incendios, saqueos, 
13�
�
matanzas y despojos figuraban como las principales imágenes en los medios de 
comunicación. Las críticas hacia la OTAN no se hicieron esperar.
Se tuvo que acudir a políticos con reconocimiento internacional para mediar 
en este conflicto. Finalmente todo derivó en que la sola amenaza de la incursión 
terrestre intimidó a Milosevic el cual autorizó que entraran las tropas de la OTAN. 
Eso significó su fin, su resistencia había concluido. La Organización de las 
Naciones Unidas (ONU) tomó el control de Kosovo, se inició una era de 
protectorado. Se creó una administración por parte de la ONU vía la resolución 
1244, en la cual la UNMIK (Naciones Unidas Misión Kosovo) y el KFOR (Fuerzas 
de Kosovo) se convirtieron en parte primordial de la presencia internacional. 
Esta guerra dejó miles de desplazados y expulsados, pocos serbios 
encontraron cabida en Estados aledaños, mientras la mayoría emigró al norte, a 
Mitrovica, que hoy en día es la reserva serbia de Kosovo. La tendencia a partir por 
parte de los serbios y otras etnias es una constante y se debe a su exclusión 
social y a su paupérrima situación económica. 
En el cuarto y último capítulo se aborda la situación actual de Kosovo, 
comenzando con el relato de cómo se presionó a la ONU para lograr la 
independencia.
Finalmente la fecha significativa y relevante fue el 17 de Febrero del 2008, 
al declararse la independencia, el discurso incluía la protección de la minoría 
serbia. Las reacciones en Kosovo fueron de festejo, por supuesto, de los 
14�
�
albanokosovares, mientras Serbia y Rusia se opusieron tajantemente a esta 
decisión.
Así comenzó una nueva discusión en el Derecho Internacional, y ésta tiene 
que ver con la validez de la independencia. Serbia presentó casi de inmediato a la 
Asamblea General de la ONU un proyecto de resolución que solicita a la Corte 
Internacional de Justicia (CIJ) una opinión consultiva sobre la legalidad de la 
autoproclamación de independencia, la cual emitirá su opinión en los próximos dos 
años y será de gran valor e importancia en ese ámbito del Derecho. 
Finalmente, se hace un estudio sobre los datos políticos, económicos y 
geográficos del nuevo Estado, así como la ayuda que está recibiendo por parte de 
la Unión Europea, con un apoyo especial en el fortalecimiento de sus instituciones 
judiciales.
�
15�
�
1. Marco Teórico. 
1.1 Función de la Teoría Internacional y sus enfoques. 
La función esencial de la teoría internacional es permitirnos mejorar 
nuestro conocimiento respecto de la realidad internacional, sea con el fin de la 
“pura comprensión” o con el fin más activo de cambiar dicha realidad. La teoría 
nos ayuda a ordenar nuestro conocimiento existente y a descubrir nuevos 
conocimientos de forma más eficaz, suministrando un marco de pensamiento en el 
cual definimos las prioridades de investigación y seleccionamos las herramientas 
disponibles más adecuadas para recoger y analizar datos. 
La teoría dirige nuestra atención a similiridades y diferencias significativas y 
sugiere relaciones que no se han percibido antes. En el mejor de los casos, la 
teoría sirve como prueba de que las potencias de la mente humana han sido 
aplicadas a un problema concreto con previsión, imaginación y profundidad, y esta 
prueba inspira otras para esfuerzos ulteriores tendientes al desacuerdo o la 
coincidencia.
No hay un solo modelo de teoría. La teorización social se produce en 
muchos niveles y a través de muchas perspectivas disciplinarias, con varios 
experimentos y enfoques interdisciplinarios en curso. La teoría de las relaciones 
internacionales, que va más allá de la teoría de la “política exterior”, contiene 
componentes que son descriptivos, especulativos, predictivos y normativos. 
16�
�
Los esfuerzos por teorizar acerca de la naturaleza de las relaciones entre 
los estados son bastantes viejos; algunos de hecho se remontan a la antigüedad 
en la India, China y Grecia.
A continuación presento a groso modo un resumen de los diferentes 
enfoques teóricos, para posteriormente presentar la teoría con la cual relacionaré 
mi investigación. 
Naciones-estado. Los teóricos realistas suscriben lo que se llama el 
enfoque “centrado del estado” de las relaciones internacionales, ocupándose en 
especial de la acción de los estados y los gobiernos.
En los últimos siglos, el mundo se dividió en potencias imperialistas y 
territorios o protectorados coloniales. El número de estados que reclamaban ser 
legalmente soberanos y políticamente independientes aumentaron rápidamente 
en el siglo pasado. Por otra parte, los realistas no afirman que las estructuras de 
las naciones-estado que actualmente existen durarán para siempre, pero no tienen 
duda de que tales estructuras ahora están firmemente atrincheradas y es probable 
que constituyan las unidades básicas de la realidad política internacional durante 
un largo tiempo por venir1.
Grupos transnacionales y organizaciones no conformadas por estados. Esta 
categoría incluye todas las entidades –poíticas, religiosas, económica-
comerciales y otras por el estilo- que operan transnacionalmente (a través de una 
o más fronteras internacionales), pero no tienen gobiernos o a sus representantes 
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1�Singer,�J.�David,�The�level�of�analysis�problem�in�International�Relations,�New�York,�The�Free�Press,�1969.�
P.20.�
17�
�
formales como miembros. Entre los fenómenos transnacionales que han atraído la 
atención académica durante las últimas décadas está la empresa multinacional. 
Las empresas multinacionales, en contraposición con las naciones-estado, 
consideran las fronteras y el territorio como algo sin importancia. A pesar de la 
gran preocupación expresada acerca de su potencial de intervención política en 
los países anfitriones (especialmente en los países en vías de desarrollo), es tan 
primordialmente interesadas en las ganancias más que en la política, excepto en 
la medida en que la última afecte a las primeras. 
Grupos internacionales y organizaciones formadas por Estados o sus 
representantes. Éstos incluyen agentes internacionales universales a tal punto 
principal hoy en día como la Organización de las Naciones Unidas.
El sistema internacional. En el nivel más abarcador y abstracto llegamos al 
sistema internacional o global. En este esquema global, las naciones-estado 
específicas y otros agentes internacionales no están ausentes, pero se los 
presenta más con un perfil borroso que agudo. De manera general, quienes 
favorecen un nivel de acercamiento a los sistemas internacionales están 
convencidos de que el sistema internacional ejerce un efecto más profundo sobre 
las partes que lo forman que lo contrario.
Por ejemplo, los pluralistas que estudian las empresasmultinacionales, las 
organizaciones internacionales, los grupos terroristas y la creciente importancia de 
la interdependencia económica, insisten en que los realistas son demasiados 
estrechos y unilaterales en su enfoque, sino absolutistas y simplistas. Las 
18�
�
decisiones de política exterior que afectan al sistema internacional no son 
tomadas, en realidad, por las naciones-estado, que son abstracciones cosificadas 
por los realistas. Por el contrario, las decisiones las toman grupos o individuos que 
puedan actuar con la autoridad del Estado.2
Política, economía e interdependencia. Durante las últimas décadas, varios 
teóricos de las relaciones internacionales han buscado tender un puente en la 
amplia brecha que va entre los sistemas internacional y nacional, entre el orden 
político y económico y entre los realistas y los pluralistas/globalistas, subrayando 
los conceptos de “interdependencia” y “regímenes internacionales”.
Los regímenes internacionales son aquellos de acuerdos en vigencia –
procedimientos, normas, reglas y, en algunos casos, instituciones funcionales 
especiales- diseñados para regular y controlar cierto tipo de actividad 
transnacional, aquella en que tal regulación y control parecería ser un asunto de 
interés común (o al menos de interés coincidente) entre varios o muchos estados.3
Serian ejemplo de ello los regímenes internacionales pensados para manejar las 
tasa de cambio (en el Fondo Monetario internacional), para quitar impedimentos al 
comercio internacional, el sistema de salvaguarda de la Agencia Internacional de 
Energía Atómica (IAEA) y varios acuerdos entre países provedores de armas 
nucleares para regular sus exportaciones, entre algunas otras. 
La controversia entre tradicionalistas y conductista. El enfoque conductista-
cuantitativo pone un énfasis considerable en lo que considera métodos 
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2� La� critica� pluralista� de� los� realistas� está� bien� descrita� en� Paul� R.� Viotti� y�Mark� V.� Kauppi:� International�
Relations�Theory:�Realism,�Pluralism,�Globalism,�New�York,�Macmillan,�1987,�p.�7.�
3�Keohane,�Robert�O.,�Power�and�Independence:�World�Politics�in�Transition,�Boston,�Little�Brown,�1997,�p.�5.�
19�
�
científicamente precisos. Diferentes especialistas en ciencias sociales subrayan 
diferentes métodos o combinaciones de métodos: investigación de actitudes, 
análisis de contenido, simulación y juego, correlaciones estadísticas, construcción 
de modelos y el uso de análisis cuantitativo tanto como de computadoras como 
base para obtener presión en las mediciones. El enfoque científico no debe 
equipararse totalmente con la metodología cuantitativa, pero a la última es mucha 
más probable que se la emplee y por cierto que se la utilice en mayor escala en el 
enfoque científico que en el tradicional. 
Los tradicionalistas a menudo critican a los conductistas por ser 
supuestamente demasiado confiados en la capacidad de generalizar, de convertir 
afirmaciones problemáticas en proposiciones casuales y de usar tales 
proposiciones para predecir el comportamiento en u área en la cual las cosas no 
son predecibles. 
El analista científico considera la desconfianza del tradicionalista ante el 
método preciso, la cuantificación y la verificación a través de pruebas estadísticas, 
irresponsables y arrogantes. 4 los tradicionalistas retrucan que, a su propia 
manera, ellos desarrollan un cuidadoso “análisis de contenido” de las fuentes 
primarias y secundarias (documentales y de orto tipo) que presentan como 
evidencia –discursos, declaraciones ante la prensa, informes gubernamentales, 
mensajes diplomáticos, memorias personales, descripciones y comentarios 
periodísticos, entrevistas, estudios especializados y otros por el estilo- e 
������������������������������������������������������������
4�Knorr,�Klaus�and�N.�Rosenau,�James,�Contending�approaches�to�international�politics,�Princeton,�Princeton�
University�Press,�1969,�p.�14.�
20�
�
intuitivamente seleccionan lo que consideran importante y relevante sin un conteo 
sistemático de palabras y frases. 
La teoría tradicional: el equilibrio del poder. La más antigua, persistente y 
polémica de todas las teorías de la política internacional –el equilibrio del poder- 
fue reconocida al menos implícitamente en la antigua India y en la antigua Grecia. 
Los teóricos de la realidad social internacional emplean “equilibrio” como un 
concepto organizador central para las relaciones de poder de las naciones-estado 
y suponen que las últimas están llevadas, casi por una ley de su propia naturaleza, 
a buscar su seguridad por alguna forma de equilibrio de poder.
Equilibrio de poder: problemas y definición. El término equilibrio de poder ha 
sido redondamente criticado por causar considerable confusión semántica. Ernest 
B. Hass descubrió al menos ocho significados diferentes del término, sin ahondar 
en la descripción de los mismos paso al siguiente comentario en el cual L. Claude 
nos dice que “El problema con el equilibrio de poder no es que no tenga sentido 
sino que tiene demasiados sentidos”.
Claude llega a la conclusión de que el concepto de equilibrio de poder es 
extremadamente deificil de analizar porque quienes escriben sobre él, no sólo 
fracasan en ofrernos claves precisas acerca de su sentido, sino que a menudo 
“pasan alegremente de un uso del término a otro y de vuelta al primero, a menudo 
sin hacer ninguna advertencia de que existen sentidos múltiples5.
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5�Inis�L.�Claude,�Power�and�International�Relations,�New�York,�Random�House,�1962,�p.�13.�
21�
�
El equilibrio de poder como guía política prescribe a los estadistas que 
quieren actuar “racionalmente” que deberían mantener una vigilancia eterna y 
estar preparados a organizar una coalición contrapuesta contra el perturbador del 
equilibrio. El equilibrio de poder como sistema se refiere a una sociedad 
multinacional en la cual todos los agentes esenciales preservan su identidad, 
integridad e independencia a través del proceso de equilibramiento. 
En cuanto a los fines y funciones del equilibrio del poder podemos decir 
que, si el equilibrio de poder hubiera funcionado perfectamente como todos los 
estadistas esperaban y si la distribución de poder existente no le hubiera 
planteado ninguna amenaza a su seguridad nacional, entonces el equilibrio de 
poder como situación, política, ley y sistema casi con seguridad hubiera 
contribuido a la prolongación de la paz. Pero la dinámica del sistema político 
internacional no conducía ni a la estabilidad serena ni a una toma de decisiones 
racional y prudente en todo momento. 
22�
�
1.2 El poder y la teoría realista. 
Los libros de texto de los especialistas realistas y sus otros escritos, a 
menudo orientados hacia la política, especialmente en la generación posterior a la 
Segunda Guerra Mundial, han tenido una amplia circulación tanto en círculos 
oficiales como académicos. La influencia de tales trabajos sigue siendo sustancial 
a fines del siglo XX. La teoría realista se presenta como una crítica del utopísmo, 
cuyo énfasis normativo del derecho internacional y la organización. A diferencia de 
los utopistas, los realistas suponen que no hay una armonía de intereses esencial 
entre las naciones. Por lo contrario, sugieren que las naciones-estado a menudo 
tienen objetivos nacionales en conflicto, algunos de los cuales pueden llevar a la 
guerra.
Los atributos de poder de los estados, pero también las medidas políticas 
planteadas, son cruciales para el resultado de un conflicto internacional y para la 
capacidad de un Estado de influir en el comportamiento de otro. Sin embargo, 
pocas veces, si es que alguna vez se da, la noción de capacidades o poder es 
sinónimo, en la teoría realista, de los niveles de de fuerza estrictamente militares.
Se dice que el poder es unfenómeno multidimensional, tanto con 
componentes militares como no militares como no militares y los teóricos realistas 
han desarrollado marcos para clasificar los elementos del poder nacional. Tales 
capacidades incluyen no sólo fuerzas armadas sino también niveles de tecnología, 
población, recursos naturales, factores geográficos, forma de gobierno, liderazgo 
político, estrategia e ideología.
23�
�
En resumen, el poder consiste en factores cualitativos y cuantitativos. Su 
eficacia como conjunto de capacidades mantiene una relación necesaria con las 
metas para las cuales se lo utilizará, tanto como con los medios disponibles para 
otros agentes en armonía, con o contra los cuales el poder se utilizará. 
Los teóricos realistas suponen que ciertos factores en gran medida 
inmutables, tales como la geografía y la naturaleza del comportamiento humano, 
configuran la conducta internacional. En contraste con el utopismo, el realismo 
sostiene que la naturaleza humana es esencialmente constante, o al menos no 
fácilmente alterable.
En el marco utópico, se dice que el comportamiento humano es mejorable y 
quizás inclusive perfectible. Los utopistas se basan en la idea de que se puede 
lograr que la política se adecue a un patrón ético. Las normas de comportamiento, 
tales como aquellas especificadas en el derecho y la organización internacionales; 
pueden establecerse y, más tarde o más temprano, pueden convertirse en la base 
del comportamiento internacional. En contraste, los realistas plantean que hay 
graves limitaciones en la medida en la cual la reforma política o la educación 
pueden alterar la naturaleza humana: la humanidad es mala, pecadora y busca el 
poder. Según la teoría realista, la naturaleza humana no s innatamente buena o 
perfectible.
Debido a la dificultad de lograr la paz a través del derecho y las 
organizaciones internacionales, o aún por medio de un gobierno mundial, es 
necesario diseñar otros planes para el manejo del poder. El equilibrio de poder se 
24�
�
dice que suministra un recurso regulatorio importante para impedir que cualquier 
nación u otro grupo político logre hegemonía. 
Los realistas generalmente coinciden en que la ubicación de un Estado 
afecta sus capacidades nacionales y la orientación de la politca exterior. Se dice 
que la geografía configura las opciones disponibles para los Estados y que impone 
limitaciones a las opciones abiertas a los estados en sus políticas exteriores. 
Debido a la geografía, ciertos Estados son más vulnerables que otros. El acceso 
a los cursos de agua claves y a la medida en la cual la configuración de las 
fronteras expone a un Estado a los vecinos hostiles o genera protección respecto 
de ellos, se sostiene que influyen su política exterior. 
La ubicación geográfica afecta el clima y la extensión de la estación de 
crecimiento de los cultivos, así como la capacidad de movilizarse contra otras 
naciones. En suma los factores geográficos, demográficos, vinculados con los 
recursos naturales y geopolíticos son centrales para la teoría realista de las 
relaciones internacionales. 
25�
�
1.2.1 El poder como determinante del comportamiento internacional. 
Poder es la palabra que más a menudo se usa en el estudio de la ciencia 
política, especialmente en las relaciones internacionales. La ausencia, en el nivel 
internacional, de instituciones adecuadas y procedimientos para resolver conflictos 
comparables a aquellos propios de la mayoría de los sistemas políticos internos, 
hace del llamado elemento de poder algo más obvio que en el nivel interno.
Se dice que el poder de u Estado consiste en capacidades, algunas de las 
cuales son de naturaleza económica, tales como los niveles de industrialización y 
productividad, el producto bruto nacional, el ingreso nacional y el ingreso per 
cápita.
Según Klaus Knorr, el poder, la influencia y la interdependencia están 
inextricablemente vinculados. Dos estados pueden estar en conflicto por algunos 
temas mientras que cooperan en otros. “Cuando operan, se benefician de la 
creación de nuevos valores, materiales o inmateriales. Cuando están en conflicto, 
intentan ganar valores a expensas del otro. En cualquier caso, son 
interdependientes.”6 El poder se vuelve importante en situaciones conflictivas, 
mientras que la influencia es central tanto en circunstancias de conflicto como en 
relaciones cooperativas. 
Se dice que la interdependencia connota la capacidad de un Estado para 
influir en otro de alguna forma. Si la interdependencia es mutua, cada uno podría 
perjudicar tanto al otro como así mismo cortando la relación que existe entre ellos. 
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6�Knorr,�Klaus,�The�power�of�Nations,�New�York,�Basic�Books,�1975,�p.�3.�
26�
�
1.2.2 Antecedentes del realismo. 
Al igual que el utopismo en la teoría de las relaciones internacionales, el 
realismo tiene sus raíces intelectuales en la vieja filosofía política de Occidente y 
en los escritos de autores antiguos no occidentales, tales como Mencio y los 
Legalistas en China y Kautilya en India, tanto como Tucídides en la antigua 
Grecia.
En su celebrada historia de la Guerra del Peloponeso, Tucídides escribió: 
“Lo que hizo la guerra inevitable fue el crecimiento dl poder ateniense y el temor 
que esto produjo en Esparta”.7 Su concepción de la importancia del poder, junto 
con la presión de los estados a formar alianzas en conflicto, ubica a Tucídides bien 
dentro de la escuela realista. Tanto como Tucídides había desarrollado una 
comprensión del comportamiento del Estado a partir de su observación de las 
relaciones entre Atenas y Esparta, Maquiavelo analizaba las elaciones entre los 
estados en el sistema italiano del siglo XVI. 
Maquiavelo está claramente vinculado con la teoría realista por su énfasis 
en la necesidad del gobernante en adoptar patrones morales diferentes de los del 
individuo, a fin de asegurar la supervivencia del Estado; su preocupación por el 
poder; su presupuesto de que la política se caracteriza por una colisión de 
intereses y su visión pesimista de la naturaleza humana. 
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7�Thucydides,�History�of�the�Peloponnesian�War,�Harmondsworth,�Penguin,�1972,�p.�49.�
27�
�
Thomas Hobbes, al igual que Maquiavelo, consideraba al poder crucial en 
el comportamiento humano: el hombre tiene “un perpetuo e incansable deseo de 
un poder tras otro que cesa sólo con la muerte”8, Hobbes creía que “los 
emplazamientos, sin la espada, no son sino palabras, y sin fuerza alguna para 
hacer sentir en absoluto seguro a un hombre”. 9 sin un soberano fuerte, el caos y 
la violencia surgen. 
Al igual que otros realistas modernos, Hobbes se preocupaba por las 
fuerzas subyacentes de la política y por la naturaleza del poder en las relaciones 
políticas. Si bien Hobbes creía que un soberano fuerte era un obligatorio para 
mantener el orden dentro del sistema político, veía escasas perspectivas de que 
cambiara fundamentalmente el comportamiento humano o el entorno. En su 
énfasis sobre las instituciones políticas fuertes para manejar el poder e impedir el 
conflicto, Hobbes paradójicamente estaba más cerca de los defensores de un 
gobierno mundial, que de los realistas que subrayan un equilibrio de poder entre 
los principales grupos políticos. Hobbes consideraba la última condición análoga a 
un estado de naturaleza anárquico, pero dudaba de la posibilidad de establecer un 
imperio mundial. 
Hegel, más que cualquier otro filósofo político, elevó la posición del Estado. 
Si bien los autores realistas, por lo general, en ningún sentido son hegelianos, la 
creencia de Hegel de que el deber más alto del Estado consiste en su propia 
preservación, se encuentra en la teoría realista. Hegel razonaba que “dado que los 
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8�Hobbes,�Thomas,�Leviathan,�Oxford,�Basil�Blackwell,�1946,�p.��64.�9�Ibidem,�p.�109.�
28�
�
estados están vinculados entre sí como entidades autónomas y también como 
voluntades particulares de las cuales depende la validez de los tratados, y dado 
que la voluntad particular del todo es, en su contenido, una voluntad de propio 
bienestar, se deduce que el bienestar es la meta más elevada que gobierna la 
relación de un Estado con otro”10, más aún Hegel sostenía que el Estado tiene 
una “totalidad individual” que se desarrolla según sus propias leyes. El Estado 
tiene realidad objetiva; es decir, existe aparte de sus ciudadanos. Hegel sostenía 
que el Estado tiene patrones morales diferentes de los del individuo y superiores a 
ellos, un tema que se encuentra en muchos textos realistas. 
Entre los antecedentes de la teoría realista está el trabajo de Max Weber 
(1864-1920), cuyos escritos tratan extensamente no sólo de la naturaleza política 
y del Estado, sino también del poder como elemento central de la política. Si bien 
la riqueza del pensamiento político de Weber no puede abarcarse en un breve 
análisis, baste seguir que, respecto de la teoría realista, muchas de las 
formulaciones contenidas en su trabajo configuraron a las siguientes generaciones 
de escritores y especialistas. Para Weber, al igual que para los realistas ulteriores, 
la característica principal de la política es la lucha por el poder. 
El elemento de poder de la vida política es especialmente notorio en el nivel 
internacional porque “toda estructura política naturalmente prefiere tener vecinos 
débiles antes que fuertes. Más aún, como toda gran comunidad política es un 
aspirante potencial al prestigio, también es una amenaza potencial a todos sus 
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10�Hegel,�G.�W.�F.,�Philosophy�of�Right,�Oxford,�Claredon,�1942,�p.�264.�
29�
�
vecinos; en consecuencia, la gran comunidad política, simplemente porque es 
grande y fuerte, está de forma latente y constante en peligro”.11
Entre las dimensiones de la política como una lucha por el poder, más aún, 
está la de la economía. En el pensamiento de Weber, la política económica está 
en relación de subordinación a la política, en la medida en que “los intereses 
políticos de poder de las naciones” abarcan una lucha económica por la 
existencia. 
En el pensamiento realista contemporáneo, el sentido de la ética de la 
responsabilidad se plantea en la noción de que cada acción política debe ser 
juzgada por méritos específicos más que según cierto patrón abstracto y universal. 
Semejante idea hace sonar una nota familiar en gran parte del pensamiento 
realista evaluado en este capítulo. 
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11�Weber,�Max,�Economy�and�society,�Los�Angeles,�University�of�California�Press,�1978,�p.�911.�
30�
�
1.3 El realismo en la teoría de las relaciones internacionales del siglo XX. 
1.3.1 Reinhold Niebuhr. 
Si bien muchos especialistas del pasado y el presente han configurado el 
desarrollo de la teoría realista de las relaciones internacionales, los escritos del 
teólogo protestante Reinhold Niebuhr (1892-1971) han tenido un efecto 
importantísimo y por cierto único en la teoría realista. 
El comportamiento moral es difícil pero posible para el individuo: es 
extremadamente difícil para los grupos, especialmente los grupos grandes. Al 
discutir la naturaleza del poder en los grupos y las naciones, Niebuhr afirma que el 
poder nacional es la proyección de la “voluntad-de-poder” del individuo. Cuando 
hay menos restricciones morales sobre el individuo como miembro de un grupo o 
nación que como individuo, se da mayor violencia en el grupo o el nivel nacional. 
Un individuo que actúa como miembro de un grupo pierde su identidad, 
volviéndose por el contrario miembro de una masa anónima.12 Así las tendencias 
hacia el poder se magnifican en el nivel grupal o nacional. 
Los norteamericanos no han sido conscientes del tema del poder en la 
política internacional, porque su nación disfrutó un largo periodo de aislamiento 
respecto de las confrontaciones de poder de otras naciones. 
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12�Niebuhr,�Reinhold,�The�Irony�of�American�History,�New�York,�Scribner´s,�1952,�p.�2.�
31�
�
Al criticar a los que propugnan un gobierno mundial, Niebuhr sugería que la 
teoría política deriva de la práctica política: 
Los gobiernos no pueden crear comunidades por el simple motivo de que el 
gobierno no es primordialmente la autoridad de la ley ni la autoridad de la fuerza, 
sino la autoridad de la comunidad misma. Las leyes se obedecen porque la 
comunidad las acepta como correspondientes, en general, a su concepción de la 
justicia.13
Niebuhr criticaba a aquellos realistas que ponen un énfasis excesivo en el 
“interés nacional”, porque en el nivel nacional como en el individual, “el egoísmo 
no es la cura adecuada para un idealismo abstracto y pretencioso”.14
Para Niebuhr, el equilibrio de poder es un recurso organizativo para lograr 
una apariencia de justicia, algo de equilibrio de poder es la base de cualquier 
justicia que se logre en las relaciones humanas. Donde la desproporción de poder 
es demasiado grande y donde un equilibrio de las fuerzas sociales está en falta, 
ninguna mera exigencia racional o moral puede alcanzar la justicia. 
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13�Niebuhr,�Reinhold,�The�� illusion�of�World�Government,�Bulletin�of�Atomic�Scientists,�V,�October,�1949,�p.��
290.�
14�Niebuhr,�Reinhold,�op.cit.,�p.�48.�
32�
�
1.3.2 Nicholas J. Spykman. 
Nicholas J. Spykman (1893-1943) supuso que solo las condiciones que 
caracterizan las relaciones interestatales durante las crisis y derrumbes de la 
autoridad central son normales para las relaciones entre estados en el sistema 
internacional. Los estados existen porque son fuertes o tienen otros estados que 
los protegen, en el sistema internacional, como en otros agrupamientos sociales, 
Spykman veía varios procesos básicos en funcionamiento: cooperación, 
adaptación y oposición.
Para asegurar su supervivencia, los estados “deben hacer de la 
preservación o el mejoramiento de su posición de poder un objetivo principal de su 
política exterior”.15 Dado que el poder, en la última instancia, es la capacidad de 
librar la guerra, los estados siempre han subrayado la formación de fuerzas 
militares.
Spykman reconocía que un equilibrio de fuerzas inestables por naturaleza, 
siempre moviéndose, siempre en cambio es un elemento indispensable de un 
orden internacional basado en estados independientes. Spykman vinculó la 
búsqueda del interés nacional limitado con el equilibrio de poder y conceptos 
geopolíticos.
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15�Spykman,��Nicholas�J.,�Geographic�Objectives�in�Foreign�Policy,�American��Political�Science�Review,�XXXIII,�
1939,�p.�392.�
33�
�
1.3.3 Hans J. Morgenthau. 
Hans J. Morgenthau (1904-1980) nos dijo que en las luchas de poder, las 
naciones siguen políticas diseñadas para preserver el status quo, lograr expansión 
imperialista o ganar prestigio. En opinión de Morgenthau, la política interna y 
exterior puede reducirse a una que corresponda a alguno de estos tres tipos 
básicos: Una política busca ya mantener poder, ya aumentar el poder, ya 
demostrar un poder”.16
Si bien el fin de una política de status quo es preservar la distribución de 
poder existente, la nación que adopta semejante política no necesariamente actúa 
para impedir todos los cambios internacionales. Por el contrario, las naciones que 
busquen el status quo se proponen coartar el cambio que pueda producir cambios 
fundamentales en la distribución internacional del poder. Morgenthau cita la 
Doctrina Monroe como ejemplo de una política de status quo que satisface sus 
dos criterios.
Primero, se la diseñó para mantener el equilibrio de poder prevaleciente en 
el hemisferio occidental.Segundo, expresaba la no disposición de Estados Unidos 
a permitir todo cambio. Por el contrario, Estados Unidos sólo actuaría contra el 
cambio que amenazara la distribución de poder existente. De igual forma, los 
tratados concluidos al finalizar la guerra invariablemente codifican el status quo
prevaleciente en ese momento. 
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16�Morgenthau,�Hans,�Politics�Among�Nations,�California,�Knopf, 1985�p.�12.�
34�
�
El imperialismo es la segunda alternativa principal a disposición de las 
naciones. Se trata de una política diseñada para lograr una reversión de las 
relaciones de poder existentes entre naciones. 
Para lograr objetivos imperialistas, los estados pueden recurrir a la fuerza 
militar o a los medios culturales y económicos. La conquista militar es la más 
antigua y más obvia forma de imperialismo. El imperialismo económico no es tan 
efectivo como técnica como la conquista militar, pero si un Estado imperialista no 
puede ganar control sobre otro por medios militares, puede intentar hacerlo a 
través de sus capacidades económicas. El imperialismo cultural representa un 
intento por influir en la mente humana como instrumento para cambiar las 
relaciones de poder entre naciones. 
Morgenthau se preocupaba no sólo por la búsqueda de poder, sino también 
por las condiciones de la paz internacional. Su concepto de orden internacional 
está estrechamente vinculado con su concepto de interés nacional. La búsqueda 
de intereses nacionales que no son esenciales para la supervivencia nacional 
contribuye al conflicto internacional 
Al igual que el equilibrio del poder, la diplomacia juega un papel crucial en la 
preservación de la paz. De hecho, una precondición para la creación de un mundo 
pacífico es el desarrollo de un nuevo consenso internacional en el siglo XX. El 
papel del diplomático se ha visto disminuido por el desarrollo de las 
comunicaciones avanzadas, por el descrédito público de la diplomacia y de los 
35�
�
diplomáticos y por la tendencia de jefes de gobierno a conducir sus propias 
negociaciones en conferencias cumbre.
El aumento de importancia de las asambleas internacionales, la sustitución 
de la diplomacia abierta por la secreta y la inexperiencia por parte de las 
superpotencias contribuyó a la decadencia de la diplomacia durante gran parte del 
siglo XX. 
36�
�
1.3.4 George F. Kennan. 
De manera muy similar a Morgenthau, George F. Kennan (1904-2005) basa 
su teoría de las relaciones internacionales en el análisis histórico, especialmente 
de los siglos XVIII y XIX. Sin embargo, el modelo de Morgenthau se deriva en gran 
medida de un concepto europeo, mientras que el de Kennan está basado en gran 
medida en la diplomacia norteamericana desde 1776 a 1812. 
Según Kennan las metas estadounidenses eran fijas, limitadas y carentes 
de benevolencia internacional o presupuestos de superioridad moral por parte de 
una nación u otra. Al igual que Morgenthau, deriva su modelo de los datos 
históricos de una era en que prevalecían los conceptos limitados más que los 
universalistas de interés nacional. 
Además de criticar el presupuesto norteamericano de una armonía 
internacional de intereses, Kennan afirma que los norteamericanos perdieron de 
vista que las reglas que gobiernan el comportamiento de los individuos 
probablemente difieren drásticamente de las que existen en las relaciones entre 
estados. El comportamiento gubernamental no puede estar sometido a los mismos 
patrones morales que se aplican al comportamiento humano. 
Al igual que la mayoría de los otros escritores analizados en este apartado, 
Kennan cree que la naturaleza humana es “irracional, egoísta, obstinada y tiende 
a la violencia”17 es difícil si no imposible realizar cambios básicos en el individuo y 
poca gente tendrá jamás una devoción abstracta a los principios de la legalidad 
������������������������������������������������������������
17�Kennan,�George�F.,�Realities�of�American�Foreign�Policy,�Princeton�University�Press,�1993,�p.�13.�
37�
�
internacional capaces de competir con los impulsos de los cuales las guerras 
pueden surgir. Más aún, en ningún sentido es cierto que los gobiernos expresen 
en su política exterior sus aspiraciones de su pueblo. “todo gobierno representa 
sólo el producto momentáneo de una competencia sin fin por el poder político 
dentro del marco nacional respectivo.
En el sentido más directo, en consecuencia sólo habla en nombre de una 
porción de la nación; en nombre de una facción política o una coalición de 
facciones”.18 En la política exterior, la opinión pública no puede jugar un papel 
similar a su papel en la política nacional, dado que los asuntos internacionales, 
después de todo, son asuntos de relaciones entre gobiernos y no entre pueblos. 
Al igual que Morgenthau, Kennan le asigna a la diplomacia un papel 
importante en la mitigación de conflicto internacional, si bien es altamente crítico 
acerca del uso generalizado de la diplomacia de cumbres de fines del siglo X, 
porque conduce a la imprecisión en el discurso internacional y los acuerdos, hace 
difícil la conducción de negociaciones delicadas en privado, plantea expectativas 
sin fundamento en la opinión pública y reduce la eficacia de los embajadores y 
diplomáticos profesionales, cuyo conocimiento, entrenamiento y temperamento los 
equipan más plenamente que a la mayoría de los líderes políticos o democráticos 
para tratar los temas complejos de la política exterior. A través de la Diplomacia, 
las naciones por lo general han podido ajustar diferencias y lograr cambios 
internacionales pacíficos. 
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18�Kennan,�George�F.,�History�and�Diplomacy�as�viewed�by�a�Diplomatist,�Review�of�Politics,�XVIII,�April,�1956,�
p.�173.�
38�
�
Al igual que la mayoría de los otros realistas, Kennan basa su realismo en 
conceptos geopolíticos. Supone que el poderío militar en una escala capaz de 
alcanzar al de Estados Unidos, puede ser movilizado sólo en unas pocas partes 
del mundo, es decir, en aquellas regiones donde un gran poder industrial, que 
disfruta de un acceso adecuado a las materias primas, se combina con grandes 
reservas de mano de obra educada y técnicamente especializada.
39�
�
1.3.5 Henry A. Kissinger. 
Remitiéndose en gran medida al periodo de 1815-1822, Kissinger postula 
que la paz se logra no como un fin en sí mismo, sino que por el contrario emerge 
como un resultado de un sistema internacional estable, por contraste con uno 
revolucionario. En consecuencia, Kissinger desarrolla dos modelos para el estudio 
de la política internacional: primero, un sistema estable y segundo, un sistema 
revolucionario. Plantea que la estabilidad ha sido resultado no ya “de la búsqueda 
de la paz, sino de una legitimidad general aceptada”.19 Según la definición de 
Kissinger, legitimidad significa “no más que el acuerdo internacional acerca de la 
naturaleza de los arreglos factibles y sobre las metas permisibles y los métodos de 
la política internacional”.20
La legitimidad implica una aceptación del marco del orden internacional por 
parte de todas las grandes potencias. El acuerdo entre las grandes potencias 
respecto del marco del orden internacional no elimina los conflictos 
internacionales, pero limita su alcance. El conflicto dentro del marco ha sido más 
limitado que el conflicto acerca del marco. La diplomacia, a la que Kissinger define 
como el ajuste de diferencias a través de la negociación”, se vuelve posible solo 
en los sistemas internacionales donde la legitimidad rige.
En el modelo de Kissinger, el objetivo primordial de los agentes nacionales 
no es preservar la paz. De hecho, siempre que hay paz –concebida como elusión 
de la guerra- ha sido el objetivo primordial de una potencia o un grupo de 
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19�Kissinger,�Henry.�A.,�A�World�Restored�Europe�after�Napoleon,�New�York,�Grosset�and�Dunlap,�1964,�p.�1.�20�Ibidem,�p.�2.�
40�
�
potencias, el sistema internacional ha estado a merced del miembro más brutal de 
la comunidad internacional. Por contraste, “toda vez que el orden internacional ha 
reconocido que en ciertos principios no podía transarse siquiera en aras de la paz, 
la estabilidad basada en un equilibrio de fuerzas el menos era concebible”.21
En el ajuste de las diferencias entre naciones, Kissinger, al igual que la 
mayoría de los realistas, le asigna un papel importante a diplomacia. 
Históricamente, la negociación se vio ayudada por las capacidades militares que 
una nación podía aplicar si la diplomacia fracasaba. El amplio aumento de 
capacidad destructiva ha contribuido a la perpetuación d las disputas. Nuestra era 
enfrenta el problema paradójico de que debido a que la violencia de la guerra ha 
crecido fuera de toda proporción con los objetivos que se busca conseguir, no se 
ha resuelto ningún tema. Más aún, la reducción en el número de potencias que 
tienen una fuerza aproximadamente equiparable, ha aumentado la dificultad de 
concluir la diplomacia. 
Los autores realistas, Kissinger incluido, a menudo han buscado separar la 
política interna de la política exterior. Se dice que la conducción de una diplomacia 
eficaz es difícil, si no imposible, si debe someterse, en un su concepción y 
ejecución, al constante escrutinio de la opinión pública en una democracia como la 
de Estados Unidos. La flexibilidad, característica del estilo diplomático de 
Kissinger, puede lograrse en secreto más fácilmente que en un proceso político 
abierto a la luz de la publicidad. 
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21�Ibidem,�p.�4.�
41�
�
1.4 El realismo y sus contribuciones. 
Ningún enfoque teórico del estudio de las relaciones internacionales carece 
de críticos. El realismo despertó críticas en parte debido a la audacia con la cual 
sus defensores afirmaron presupuestos acerca del comportamiento político, tanto 
como a los presupuestos mismos a las propuestas políticas surgidas de ellos. Si 
bien cada teórico tiene defensores y críticos, la siguiente crítica se refiere 
principalmente a conceptos compartidos por más de uno. 
Fundamental en la crítica al realismo fue el cuestionamiento, rechazo o 
modificación del paradigma tradicional de las relaciones internacionales en la cual 
se basaba el realismo en su formulación clásica. La política definida como una 
lucha de poder en un sistema centrado en los estados y basado en agentes cuyas 
disputas exteriores podían separarse claramente de la política interna, había dado 
paso, paro los años sesenta, a un paradigma, o un modelo, más nuevo y complejo 
del sistema internacional. En lugar del paradigma realista euro céntrico apareció 
un sistema internacional, global en alcance, y que contenía un número de estados 
y agentes no estatales sin precedentes.
En la medida en que la política interna configura la política exterior, la 
separación claramente definida supuesta en la teoría realista se hizo como mínimo 
borrosa y como máximo produjo una gran deformación del complejo proceso por el 
cual la acción del Estado tiene lugar.
42�
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Según Jonh A. Vazquez: 
Las explicaciones de la real politik no suministran una teoría de la política mundial, 
sino que simplemente dan una imagen que los encargados de tomar decisiones 
pueden tener del mundo. La política de la fuerza no es tanto una explicación como 
la descripción de un tipo de comportamiento que se encuentra en el sistema 
político global. Si esto es correcto, entonces la política de la fuerza en sí misma 
debe ser explicada: ella no explica.22
Los autores realistas, se han señalado, han sido criticados a raíz de sus 
esfuerzos por sacar del sistema eurocéntrico del pasado una serie de conceptos 
políticos para el análisis de un sistema global contemporáneo enormemente 
diferente. La búsqueda de objetivos nacionales limitados, la separación de la 
política exterior y de la política interna, la conducción de una diplomacia secreta, y 
de los reclamos de que las naciones pongan un énfasis menor en la ideología 
como condicionante de la política internacional tiene poca importancia en el 
sistema internacional de hoy.
Al instar a las naciones a volver a las prácticas de un periodo anterior, 
algunos autores realistas sobreestiman el alcance hasta el cual semejante cambio 
es posible en el sistema internacional actual. Si las naciones obedecen leyes de la 
naturaleza, que los realistas afirman haber descubierto, ¿por qué es necesario 
instarlos, como lo hacen los realistas, a volver a prácticas supuestamente basadas 
en tales leyes?
Si bien la historia suministra varios ejemplos de comportamiento 
internacional que sustancian la teoría realista clásica, los datos históricos ofrecen 
casos que se desvían de ella. Al pedirles a los hombres de Estado que alteren su 
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22�Vazquez,�Jonh�A.,�The�power�of�Power�Politics:�A�critique,�New�Brunswick,�Rutgers�University�Press,�1983,�
p.�216.�
43�
�
comportamiento, el realista se vuelve normativo en su orientación teórica y fracasa 
en suministrar una explicación adecuada acerca del por qué los líderes políticos a 
veces no adhieren a los dogmas realistas en la política exterior. 
Al subrayar el poder como la motivación principal del comportamiento 
político, los realistas se han hecho objeto de críticas. Los críticos han sugerido que 
los escritores realistas, en su mayor parte, no han conceptualizado de forma clara 
el poder.
El realismo se ubica como el intento más importante, hasta el momento, por 
aislar y centrarse en una variable clave del comportamiento político –es decir, el 
poder- y por desarrollar una teoría de las relaciones internacionales. Aunque solo 
sea como consecuencia de haber establecido sus premisas de forma tan audaz, el 
realismo ha pintado un paisaje teórico global con agudos contornos que puede ser 
(como lo ha sido) modificado por otra generación de creadores de teorías. El 
realismo suministra un buen punto de arranque para el análisis de la cooperación 
y la discordia, dado que su estructura tautológica y sus presupuestos pesimistas 
acerca del individuo y el comportamiento del Estado sirven como barreras contra 
el optimismo infundado.23
En una medida mucho mayor que sus predecesores, los estudiosos 
realistas de las relaciones internacionales intentan construir la teoría a partir de 
datos históricos. Además de sus esfuerzos por determinar cómo los agentes 
nacionales se comportaban de hecho, los realistas desarrollan un cuerpo de teoría 
������������������������������������������������������������
23�Gilpin,�Robert,�G.,�The�Richness�of�Tradition�of�Political�Realism,�New�York,�Cambridge�University�Press,�
1981,�p.�11.�
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normativa con prescripciones dirigidas especialmente a los encargados de trazar 
políticas. Al haber aislado lo que se consideraban que eran determinantes 
importantes del comportamiento político en el pasado, compraron la política 
internacional contemporánea con un modelo basado en un estudio de la historia. 
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2. Historia del conflicto y comienzo de la crisis en Kosovo. 
2.1 Perspectiva albanesa y serbia: el mito. 
Durante siglos, serbios y albaneses han reclamado a Kosovo como su tierra 
prometida, poniendo especial énfasis en que ambos llegaron antes y por ello el 
mítico24 territorio les pertenece. Las dos culturas e identidades han pugnado 
durante años con diferentes argumentos acerca de sus derechos históricos sobre 
Kosovo, desdeñando el diálogo y el encuentro entre estas dos etnias. Durante 
toda la era titista (1945-1980) y después, ya en pleno proceso de descomposición 
de Yugoslavia a principios de los 80, estos sentimientos estuvieron adormecidos 
por el peso de la represión policial y la intolerancia hacia toda forma de 
nacionalismo por parte de los comunistas, pero no permanecerían así añosdespués. 
En tiempos de Yugoslavia se denominaba a este territorio como Kosmet, 
dos sílabas que se refieren a los territorios de Kosovo y Metohija. También el 
nacionalismo serbio siempre se refirió a este territorio como Kosmet, mientras que 
para los albaneses es “la cuestión de Kosovo”. Es preciso aclarar que el nombre 
de Kosovo pronunciado “KOS-SO-VO” por los serbios y “JO-SO-VA” por los 
albaneses, parece tener su fuente en la palabra eslava kos que significa mirlo 
(mirlo es un nombre común que se da a varias aves distintas) y es confirmada por 
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24�Más�adelante�se�explicará�la�utilización�del�término�“mítico”.�
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la amplia distribución del nombre en países eslavos y nombres alemanes 
históricos para el Campo de Kosovo, Amselfeld, que significa “campo del mirlo”.25
Dos pueblos, serbio y albanés en la lucha por reivindicar y ocupar este 
territorio, sin deseos de vivir los unos con los otros. Los serbios son ortodoxos 
mientras que los albaneses son mayoritariamente musulmanes, aunque existen 
algunas pequeñas comunidades católicas. También hay comunidades turcas, 
gitanas, arrúmanos e incluso croatas.
En la antigüedad Kosovo era un territorio habitado por los Dárdanos que 
formaban parte, según las crónicas, de las tribus ilirias. Los historiadores 
albaneses remontan sus orígenes a los ilirios, con los cuales sus antepasados ya 
habrían estado en Kosovo en la época romana, mucho antes que los eslavos, que 
no emigraron a este territorio sino hasta el siglo VI. La historiografía serbia no 
reconoce estos orígenes, como es lógico, y siempre han asegurado que su llegada 
fue anterior a los albaneses. De acuerdo con los albaneses, estos prototipos 
albaneses habrían conservado su identidad étnica no solo durante la época de 
ocupación romana, sino también en la época de las invasiones eslavas de la Alta 
Edad Media. Como lo aclara el historiador alemán Peter Barlt. 
“En cualquier caso la argumentación albanesa presenta una laguna, ya que los 
albaneses no aparecen mencionados en las fuentes hasta el siglo XI (1078-
1079), y entre la antigüedad y estas primeras menciones transcurre un periodo 
de tiempo de al menos 600 años. Resulta más que dudoso que la gran masa de 
la población iliria de Dardania sobreviviese sin verse afectada por la 
romanización y la eslavización puesto que en otras zonas de la península 
balcánica tampoco fue ese el caso. Lo más probable es que los antepasados de 
los albaneses actuales conservaran sus lenguas y costumbres únicamente en 
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25�Malcom,�Noel,�kosovo:�a�short�history,�New�York,�University�Press,�1998,�p.�16.�
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territorios aislados, especialmente en zonas de montaña; es evidente que las 
llanuras de Kosovo no presentan tales características. Es significativo que los 
albaneses sean mencionados por las fuentes serbias antiguas como meros 
pastores nómadas”26
De esta forma, la tesis de un poblamiento albanés interrumpido en Kosovo 
no se sostendría con firmeza; tampoco se sostendría la tesis serbia de que los 
albaneses siguieron emigrando la región hasta los siglos XVII y XVIII. La población 
de Kosovo, al menos durante la Edad Media, era predominantemente serbia.
A partir de 1170, en que el Príncipe serbio Esteban Nemanja establece el 
primer Estado serbio de la historia, independiente de los gobernadores bizantinos 
de Constantinopla, Kosovo pasaría a ser el centro económico, político, religioso y 
cultural del pueblo serbio; de sus ricas minas, entre las que destacaban Novo Brdo 
y Trepca, se extraían metales preciosos que luego eran vendidos a todos sus 
vecinos. Los bellos monasterios de Dacani, Gracanica, la iglesia catedralicia de 
Bogodorica, Ljeviska en Prizeren, así como el patriarcado de Pec, atestiguan la 
prosperidad que reinaba durante la Edad Media en esta zona de Serbia. En Pec 
también se hallaba el centro eclesiástico de Serbia, la sede del patriarcado serbio. 
El primer descendiente de la recién creada dinastía Nemanja, fue conocido 
como San Sabas, un monje viajero que adoptó el nombre de Simeón y consiguió 
del patriarca de Constantinopla la autocefalia (status de una iglesia jerárquica) de 
la Iglesia ortodoxa serbia, en el año de 1219. Un nuevo descendiente de Esteban 
Nemanja fue el Rey Milutín, quien sabría extender y enriquecer el reino hasta 
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26�Angoso,�Ricardo,�Kosovo:�La�herida�abierta�en�los�Balcanes,�Madrid,�Ikonos�Press,�2006,�p.�9.�
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convertirlo en un gran imperio cristiano ortodoxo, más rico incluso que el imperio 
bizantino. Fue este rey el que construyó Gracanica. 
No sería hasta la aparición del Rey Esteban Dushan, nieto de Milutin, 
cuando el reino vuelve a resurgir. Se establecen los principios de la ley basados 
en el código Dusha, se organiza un sistema tributario y los serbios intentan crear 
una unidad política con todos los eslavos balcánicos. La ambición territorial de 
Dushan fue la causa indirecta de la aparición y establecimiento del imperio 
otomano en Europa. Alarmados los bizantinos por la constante presión de que los 
ejércitos otomanos cruzaran Asia Menor y entraran en Europa para formar una 
cabeza de puente que frenara el avance serbio. La maniobra resultó innecesaria 
pues el rey Dushan, moriría de repente al año siguiente y la amenaza sobre 
Constantinopla cesó de momento, pero aquella acción tuvo una consecuencia no 
deseada, aconteció la gran “catástrofe” para la historiografía serbia, es decir la 
llegada de los turcos a la región. 
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1.2 Arribo de los turcos. 
El 28 de Junio de 1389, comenzó la decadencia serbia y la dominación 
otomana en todos los Balcanes. Este hecho fue conocido como La Batalla de 
Kosovo Polje caracterizado por las confrontaciones armadas más grandes de 
Europa, incluso comparada a la Batalla de Thermopile (480 a.n.e). Este evento no 
fue de gran trascendencia para la historia universal, pero impactó severamente a 
generaciones de serbios. La importancia fue que de todas las batallas de Kosovo 
solo una cuenta en la formación del pensamiento serbio. Así pues para algunos 
historiadores serbios “Kosovo no es solo un mito, sino una idea histórica, la cual 
ayuda a la nación a olvidar sus lazos con su real pasado histórico.”27 Esta Batalla 
del Campo de los Mirlos, como es conocida, terminó abruptamente con el Estado 
serbio y significó el fin de las aspiraciones de todo un pueblo en busca de su 
identidad y espacio vital. La conquista de este territorio consolidada finalmente en 
el año 1445, implicó la islamización de los nuevos súbditos y la imposición de los 
modos de vida y hábitos sociales turcos. 
Pero el significado de esta batalla tiene una trascendencia fundamental 
para el pueblo serbio: el comienzo de una nueva era de oscuridad y dominación. 
Cada acontecimiento que se cuenta se acompaña de la pregunta: ¿Esto ocurrió 
antes o después de nuestro sometimiento? 
“En el curso de los tiempos, la batalla de Kosovo comenzó a ser vista como el 
origen de todas las desaventuras que Serbia debía sufrir durante los largos años 
de sumisión a los turcos. Al tema de la derrota se añadió el de la esperanza y la 
resurrección. Al haber sacrificado voluntariamente Lazar al pueblo, su vida por la 
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27�Bieber,�Florian�y�Daskalovski,�Zidas,�Understanding�the�war�in�Kosovo,��London,�Frank�Cass,�2003,�p.�15.�
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fe y la patria, los serbios sabían que a causa de este martirio a manos del infiel, 
Dios había protegido a su pueblo y le salvaría un día de la esclavitud”.28
Así comenzaba este periodo de dominio y sometimiento de los Balcanes a 
manos turcas. Debido a la islamización anteriormente mencionada la presencia 
serbia se fue extinguiendo y es preciso decir que aún no ha concluido este 
proceso. Si tenemos en cuenta losregistros fiscales turcos, podemos deducir que 
en aquellos días tan sólo entre el 4% y el 5% de la población era albanesa. La 
conquista turca del territorio traería grandes cambios, pues concluiría su 
asimilación y comenzaría la conversión masiva de los albaneses al islamismo, 
algo que no ocurría con los serbios que seguirían practicando la fe ortodoxa. 
Los serbios eran cristianos ortodoxos de obediencia, lo cual les acarreaba 
tener que pagar numerosos tributos ante la presión musulmana; la mayoría fue 
emigrando hacia otras tierras y una minoría optó por mejorar su suerte 
convirtiéndose en masa al Islam. Los repobladores llegados a la región mostraron 
menos reparos ante el nuevo credo y, gozando de todas las facilidades que daba 
la pertenencia al Islam a la hora de habitar aquellas tierras. 
Los serbios de fe ortodoxa prefirieron marcharse. Se dio una emigración 
masiva a Voivodina, la cual es una provincia autónoma al norte de Serbia, y 
constantes movimientos migratorios hacia el mismo norte a lo largo de los siglos. 
Un censo realizado en los primeros años del siglo XIX, señalaba que la población 
albanesa podía llegar al 55%. Los cambios demográficos, incluso antes del final 
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28�Angoso,�Ricardo,�op.cit.,�p.�10.�
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de la dominación otomana, determinarían en un futuro la debilidad serbia para 
controlar y administrar la región. 
Por un lado, estaba la realidad, la triste y adversa historia que se imponía 
para los serbios pero también estaba, el mito y la leyenda, siempre tan presentes 
en el proceso de formación nacional serbia. 
Así se refirió e estos mitos el periodista Carlos Bradac: 
“Durante la larga lucha de los serbios por construir un Estado nacional contra el 
Imperio Otomano, iniciada en 1804, se fue tejiendo la leyenda, según la cual, en 
vísperas de la batalla de Kosovo Polje, un halcón voló desde Jerusalén hasta el 
cuartel general del Príncipe Lazar, llevando una alondra en el pico. El halcón era 
San Elías y la alondra era un mensaje enviado por la Virgen María. Horas antes 
de enfrentarse a las tropas turcas, Lazar era invitado por el Altísimo a elegir entre 
la victoria y el reino de este mundo o la derrota y la gloria de los cielos.”29
Momento en el que Lazar se sacrificó en la Batalla del Campo de los Mirlos 
http://img147.imageshack.us/i/kosovkadevojkabc3.jpg/#q=campo%20de%mirlos. (28 septiembre 2008) 
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29�Ibidem,�p.�11.�
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Lazar, al parecer, reflexionó y escogió la segunda alternativa, dejando como 
consuelo a los serbios ser testigos, con su sacrificio, de la redención de Cristo y, al 
mismo tiempo, constituirse en punta de lanza para la constitución del reino 
cristiano terrenal. La determinación de reconquistar Kosovo, presente en toda la 
historia de Serbia desde la Batalla del Campo de los Mirlos, se apoyaba en unir 
dos reinos, el mundano y el celestial, en el esplendor de una única victoria. 
Sorprende como hasta llegado el siglo XIX esta mentalidad, forjada por la 
Iglesia Ortodoxa y los cantores de la épica Serbia, sobrevive en un mundo en 
profundo cambio y donde las revoluciones liberales son ya el discurso movilizador 
de los nuevos nacionalismos en todo el continente europeo. En los Balcanes, sin 
embargo, a diferencia de lo que ocurría en Europa Occidental, la religiosidad 
ortodoxa iba a ser uno de los ejes en torno a los cuales giraban los nuevos 
nacionalismos anti otomanos. 
La albanización de Kosovo durante toda la época otomana, pero cada vez 
con mayor presión y fuerza, respondía a una razón obvia: se trataba de crear 
zonas tapón islamizadas que no plantearan problemas al Imperio Otomano y que 
fueran dóciles a las autoridades turcas. Este proceso de albanización institucional, 
comenzado inicialmente por razones religiosas, continuó a lo largo de toda la 
dominación turca; posteriormente las guerras balcánicas hicieron que la región se 
integrase en la nueva Serbia, recién llegada a la escena internacional tras el 
colapso otomano, por supuesto que sin importar en ese momento que los 
albaneses rebasaran ya a la población serbia en número. 
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Los albaneses que se movieron de los recientemente terrenos serbios 
liberados, contribuyeron a los cambios de la demografía de Kosovo. El serbio 
etnógrafo Niko Zupanic, meniona en su obra Les Origins des Serbs que 150.000 
Serbios dejaron Kosovo entre 1876 y 1912. 
Alcance territorial del Imperio turco-otomano 
http://www.bahaullah.org/images/map-ottoman-empire.jpg. (26 septiembre 2008) 
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2.3 Guerras Balcánicas. 
Las Guerras Balcánicas fueron dos contiendas consecutivas libradas entre 
Serbia, Montenegro, Grecia, Rumania, Bulgaria contra el Imperio otomano durante 
1912 y 1913 por la posesión de los territorios de este último en la península de los 
Balcanes. Estas guerras perjudicaron gravemente las alianzas europeas y 
contribuyeron a avivar la ya candente situación que en 1914 llevó al estallido de la 
Primera Guerra Mundial.
Los antecedentes de estas batallas se originaron a partir del término de la 
Guerra Ruso-Turca, también llamada Guerra de Oriente que había dado 
comienzo en 1877. El Tratado de Berlín, firmado el 13 de julio de 1878, otorgó la 
condición de principado autónomo a Bulgaria, en tanto que las regiones de 
Rumelia oriental y parte de Macedonia (pertenecientes hasta entonces a la Gran 
Bulgaria) quedaron bajo el control de los turcos otomanos. En 1885 estalló una 
rebelión en Rumelia oriental que concluyó con la unificación de la región con 
Bulgaria. Rusia se opuso a esta anexión y ordenó la retirada de sus oficiales 
alistados en el ejército búlgaro.
El Rey serbio Milan Obrenovic aprovechó esta circunstancia para intentar 
ver cumplidas sus aspiraciones territoriales, y el 14 de noviembre de 1885, Serbia 
declaró la guerra a Bulgaria. Serbia fue derrotada en una campaña que duró 
menos de cinco meses, pero se salvó de una aniquilación total gracias a la 
intervención del Imperio Austro-Húngaro. A este episodio bélico le siguieron varias 
intrigas de carácter internacional. Conspiradores rusos y búlgaros secuestraron al 
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Príncipe Alejandro de Battenberg (soberano del principado de Bulgaria), quien fue 
rescatado pocos días después., se vio obligado a abdicar y finalmente abandonó 
el país en septiembre de 1886. El Príncipe Fernando, miembro de la dinastía de 
Sajonia-Coburgo-Gotha (desde 1908 Fernando I, Rey de Bulgaria), sucedió a 
Alejandro un año después.
El Imperio Austro-Húngaro desempeñó un papel destacado en los 
levantamientos de los Balcanes. Los distintos Ministros de Asuntos Exteriores 
austriacos intentaron sembrar la discordia entre los países eslavos (Bulgaria y 
Serbia) y los demás (Grecia y Rumania). En 1908 estuvo a punto de producirse 
otra guerra cuando Austria-Hungría se anexionó Bosnia-Herzegovina, una acción 
que ofendió profundamente a Serbia. Bosnia-Herzegovina permaneció bajo 
dominio turco hasta 1878 con la excepción del periodo comprendido entre 1718 y 
1739, en que estuvo bajo control austríaco. En el siglo XIX creció la enemistad 
entre el sultán y el pueblo, alentada por el triunfo nacionalista en la vecina Serbia. 
La represión por Abdulhamit II de las revueltas de 1875 provocó la intervención 
rusa, que declaró la guerra al Imperio Otomano en 1877. Acabado el conflicto, el 
Congreso de Berlín otorgó en 1878 la administración del país a Austria-Hungría. 
Un conflicto que antecede a la primer Guerra Balcánica es la revolución de 
los Jóvenes Turcos (iniciada en 1908 y que un año después logró destronar al 
Sultán Abdülhamit II) y la victoria italiana en la Guerra Ítalo-turca (1911-1912), al 
acrecentar la debilidad del Imperio otomano, proporcionaron a los estados 
balcánicos la oportunidad de desquitarse de sus antiguos opresores. Serbia forjó 
una alianza con Bulgaria en marzo de

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