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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES LA AGENCIA UNIVERSITARIA DE NOTICIAS COMO ESPACIO DE PROFESIONALIZACIÓN PERIODÍSTICA TESIS QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE: LICENCIADO EN CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN PRESENTA PABLO DAVID SALDAÑA AMADOR DIRECTORA DE TESIS: CARMEN AVILÉS SOLÍS México D.F., Ciudad Universitaria Junio 2014 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 1 AGRADECIMIENTO-DEDICATORIA (Una disculpa por las omisiones, que serán muchas) A mi madre Angela Amador Cruz Pilar, sustento espiritual y luz en el camino, además de ser un ejemplo de fortaleza, amor y coraje. A mi abuela Goyita Pilar, ejemplo de actitud y humanidad, dadora nata, joven eterna. A mis hermanos Carmen y Alejandro Por su inquebrantable amor, por las peleas, los apoyos y por ser ejemplos (malos y buenos) de vida. A mi padre Por enseñar en vida y desde la ausencia. A mi sobrino Ale En quien tengo fe de que será un hombre íntegro, exitoso y comprometido con él, su familia y el mundo. A la profesora Carmen Avilés Por guiar este trabajo, por todas las enseñanzas diarias, la paciencia, el cariño y compromiso; pero sobre todo por su fe en mí. A la profesora Paula Guerrero Por darme la oportunidad de iniciarme en la docencia y aprender de ella lo que significa ser maestro de la profesión y de la vida. A mis primos Beto, David y Juan Por ser más que primos, hermanos, en muchas etapas de mi existencia. A toda mi familia Por estar ahí, en los momentos adversos y los gozosos. Y por su apoyo siempre, eterno… A mis grandes amistades: Adiel, Alejandra, Ana, Aramara, Armando, Berenice, Brisa, Carmen, Claudia, Dalia, Gisela, José Luis, Karla, Mariana, Moisés, Nancy, Robert, Rocío, Rodrigo, Rosaura, Sandra, Verónica, Vicente… y la lista sigue, inconmensurable. Por valsar conmigo en el cosmos, ayudarme a crecer y ser mi otra familia. A los grandes maestros de mi vida académica: Alicia, Yolanda, Graciela, Lidia, Juan Carlos, Renán, Lourdes, Patricia, Elvira, Rafael, Gustavo y muchos más… Por inculcarme conocimiento, valores, actitudes y dones humanos y profesionales, belleza incuantificable. A Lilo y sus cachorritos Por los desvelos productivos A la UNAM, a la Facultad y a Aunam Por ser casa, pedestal, espíritu. A Dios Por hacer todo esto posible. 2 INDICE Introducción 3 Capítulo I: Periodismo Estudiantil Universitario 10 1.1 Periodismo estudiantil, no deja de ser periodismo 10 1.2 Hacia una concepción del periodismo estudiantil universitario 25 1.3 Orígenes del periodismo estudiantil 30 1.4 Medios estudiantiles, más allá de un fin pedagógico 32 1.5 Delineando al periodista universitario 36 1.6 Periodismo digital estudiantil universitario 43 Capítulo 2: Aunam, enseñanza del periodismo mediante la práctica 51 2.1 Enseñanza del periodismo y la comunicación en México 51 2.2 Enseñanza del Periodismo en la FCPyS 58 2.3 ARAI, el antecedente 62 2.4 Arranca la Agencia Aunam, se concreta un sueño 63 Capítulo 3: Jefatura de información, diseño editorial, manejo de redes y más… 79 3.1 El primer encuentro 79 3.2 Orden en la casa y la primera censura 81 3.3 Con un nuevo Círculo llega la apertura informativa 86 3.4 Año de antología 91 3.5 Estrenando casa en la red 100 3.6 Entre “trinos”, estados y grandes eventos 107 3.7 Trazando alianzas y nuevas metas 116 Conclusiones 124 Anexos 135 Fuentes 155 3 INTRODUCCIÓN En la actualidad, el periodismo se encuentra en una transición y reevaluación que abarca diversas aristas, desde el soporte material en el que se difunde hasta los objetivos centrales del mismo están en discusión, por las nuevas tecnologías pero, también, por las necesidades y retos que imponen los nuevos tiempos, con las transformaciones sociales, económicas y culturales que vivimos. Empero, estas transformaciones no deberían alterar el espíritu básico del periodismo. La acumulación de medios en unas cuantas manos genera desinformación, pues hay voces, actores y hechos que son ignorados por la agenda informativa, pero que son relevantes para la sociedad. Esto también ha alterado la conceptualización del periodismo y, sobre todo, en la forma como se percibe este oficio por parte de la sociedad. Un ejemplo de esto es lo que ocurre en la fuente universitaria. Regularmente, los medios tradicionales solamente se acercan a las escuelas y universidades si pueden extraer de ellos notas alarmistas, sensacionalistas o rojas, salvo honrosas excepciones. El filósofo John Dewey señala que “un periodismo libre de intereses económicos y políticos, hecho por periodistas preocupados por mejorar su sociedad y no por engrosar sus bolsillos, sólo podría existir en un mundo utópico”1. Afortunadamente, existen las universidades, sitios que protegen los ideales sociales y favorecen el nacimiento de nuevos conocimientos. Estas cualidades las conocí en el ejercicio periodístico estudiantil, en el año 2000, siendo aún estudiante, cuando me integré al entonces naciente proyecto impulsado por la profesora Carmen Avilés Solís: la Agencia Universitaria de Noticias (Aunam), del cual formé parte durante más de un año y pude entender la libertad de escribir para un medio no comercial ni atado a intereses políticos ni económicos. 1 Mónica Cruz, “Sobre el periodismo estudiantil”, en Notas UDLA, http://notasudla.blogspot.com/2009/05/sobre-el-periodismo-estudiantil.html. Revisado el 31 de enero del 2012 http://notasudla.blogspot.com/2009/05/sobre-el-periodismo-estudiantil.html 4 Los reporteros estábamos encargado de cubrir las diversas fuentes universitarias, pero se nos hacía hincapié en desarrollar temas de interés general para poder llegar a un público extrauniversitario, en virtud de que la encargada de difundir nuestro trabajo era Notimex, agencia noticiosa del gobierno federal. Durante este tiempo, hubo despachos míos sobre la política del entonces presidente Vicente Fox, en que especialistas del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH), fuente que cubría, realizaban críticas al sistema. Notimex, quizá por ser del hilo Universitario” no intervenía en su contenido. Recuerdo particularmente uno donde Roger Bartra reprochaba el pensamiento del expresidente, vinculando su crítica al debate entre lo moderno y posmoderno. Dicho texto, retomado por varios medios nacionales, fue publicado casi tal cual lo escribí, entendiendo entonces que desde la academia uno tiene la libertad de publicar, y más aún a partir de la iniciativa de Leonardo Aramis Flores, en el sentido que la Agencia contara con su propia página web, misma que se concretó cuando ya no formaba parte del proyecto y me encontraba fuera de la Facultad. Tampoco me tocó publicar en las páginas de los primeros Círculos Universitarios – periódico estudiantil editado por la Agencia-, ni en los primeros años de Aunam Digital, pero conocía su desarrollo porque entre los colaboradoreshabía grandes amigos y compañeros de generación que cimentaron lo que hoy es palpable. Tras concluir el plan de estudios de la Carrera, trabajé como reportero y jefe de información del periódico mensual Impresiones del Mundo de las Artes Gráficas, desde donde, dada la libertad que el dueño Isaachar Valderrábano otorgaba al equipo editorial, tratábamos de hacer un periodismo crítico dentro del rubro que abordábamos, y a iniciativa mía se incluían temas universitarios que encajaban con la temática. 5 Como egresado de la Máxima Casa de Estudios del país creo que la difusión de sus labores cotidianas, así como de las opiniones que sus miembros pueden aportar a la discusión de los temas nacionales es importante, toda vez que nuestra Institución sigue siendo, a pesar de los golpes neoliberales, el más importante impulsor del conocimiento en México. Por ello, en Impresiones se incluían desarrollos tecnológicos y conocimientos aplicables a las artes gráficas surgidos de las facultades, escuelas e institutos de Ingeniería, Artes Plásticas, Ciencias, Filológicas, Química, Históricas, entre otras. También se estableció un convenio con la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales para que estudiantes de periodismo pudieran realizar sus prácticas profesionales. Durante el primer año, se conformó un equipo integrado por tres personas (entre ellas yo) egresadas de la UNAM, de la carrera de Ciencias de la Comunicación, quienes discutíamos en las “juntas editoriales” la línea del medio y los contenidos. Aunque en cuanto a la postura política hubo divergencias, todos acordamos incluir cada mes una o dos notas sobre el quehacer de la Máxima Casa de Estudios del país. Es importante señalar que dicho equipo, a quien el director Valderrábano nos dejaba hacer, logró que el primer año de publicación la Cámara Nacional de la Industria de las Artes Gráficas (Canagraf) reconociera a Impresiones como el mejor medio del gremio. A la par, me desempeñaba como profesor adjunto en las materias de Géneros Periodísticos impartidas por la profesora Paula Guerrero, donde se preconizaba el que los alumnos trabajaran sus textos periodísticos sobre temas universitarios, a iniciativa de la maestra Guerrero Hernández. 6 También, en alguna ocasión se canalizaron textos hechos por los alumnos para el periódico mensual Impresiones, bajo la condicionante que trataran temas relacionados con la UNAM y que se vinculasen de una u otra forma a las Artes Gráficas. Durante mi periodo de profesor adjunto fui descubriendo el prácticamente nulo conocimiento que el estudiantado de la Facultad tenía sobre Aunam, y peor aún: a la fecha, hay profesores que demeritan el trabajo realizado por esta agencia informativa porque “solo hablan de la UNAM y eso a quién le importa” o porque el proyecto “no paga ni un peso por participar”. Esta situación dejar ver un profundo desconocimiento del poder del periodismo estudiantil alrededor del mundo, como método de enseñanza y medio de comunicación. Además, revela la incapacidad de algunos docentes de la Facultad de involucrarse en proyectos que beneficien la enseñanza del periodismo con miras a un mejor ejercicio profesional desde las aulas y ya en el mercado laboral. Aunam surge en este tenor bajo los lineamientos del Programa de Apoyo a Proyectos para la Innovación y Mejoramiento de la Enseñanza (PAPIME), con financiamiento de la Dirección General de Asuntos del Personal Académico (DGAPA) y con el cobijo de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, en cuanto al espacio físico. El PAPIME busca impulsar el desarrollo docente, impulsando iniciativas académicas que favorezcan la innovación y el progreso constante del proceso enseñanza-aprendizaje del alumnado de la Universidad Nacional Autónoma de México. Los proyectos, que pueden tener una duración de uno, dos o tres periodos (años), son evaluados y financiados según su solidez y capacidad de realización. Por eso mismo, el PAPIME “está dirigido a profesores o investigadores de carrera de tiempo completo, asociados o titulares, y a sus técnicos académicos titulares 7 de tiempo completo”2. Aunam ha pasado ya por tres ciclos PAPIME de tres años cada uno, y los resultados han sido tan positivos que en las tres ocasiones la renovación anual ocurrió casi sin problemas. Además, en los últimos años se ha trabajado sin este financiamiento, pero gracias a que el mismo reglamento del Programa establece que “los equipos adquiridos deberán asignarse a funciones académicas en la entidad, preferentemente a la continuidad de los productos generados”3. Sin embargo, uno de las limitaciones a las que Aunam está sujeta con base en las Reglas de operación PAPIME, es la prohibición de vender los productos generados, léase libros (cuatro antologías) y periódicos Círculo Universitario. Esto limita el actuar presente de la Agencia, pues no cuenta con recursos para editar nuevos periódicos, lo cual contradice la idea del Programa de que los proyectos se vuelvan autosuficientes luego de la subvención. En el 2006 fui invitado por las profesoras Paula Guerrero Hernández y Carmen Avilés Solís a formar parte de la Agencia Universitarias de Noticias como jefe de Información, puesto que hasta ese momento ocupaba Mayra Xolalpa. Al llegar, me di cuenta de mi casi nulo conocimiento sobre la historia reciente del proyecto (y las inexistentes fuentes para averiguarla), sobre lo que es y debe ser el periodismo estudiantil universitarios, entre muchas otras fallas personales originadas por lagunas educativas, fruto de mi formación académica en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS). En dichas inconsistencias formativas, del proyecto, personales y el trabajo que ha requerido revertirlas, subyace la razón por la cual he decidido basar mi trabajo de titulación en mi experiencia periodística dentro de la Agencia. Por un lado, por la necesidad de colaborar en la discusión sobre un tipo de periodismo no muy 2 http://dgapa.unam.mx/html/papime/papime.html, Revisado el 10 de enero de 2014 3 Reglas de operación PAPIME, http://dgapa.unam.mx/html/papime/papime.html, revisado el 10 de enero de 2014. 8 abordado por los estudiosos, pero también para contribuir a la comprensión las múltiples ventajas que ofrece el proyecto Aunam a los estudiantes de periodismo de la FCPyS de la UNAM. A la hora de escribir mis informes anuales me he percatado de la escasa literatura sobre el periodismo universitario, así como lo poco que se ha abordado el periodismo estudiantil en nuestro país. Si bien los esfuerzos informativos realizados por estudiantes son considerables y datan incluso del siglo XIX, la importancia dada ha resultado muy poca. Dentro del ámbito académico interno de la FCPyS, el interés generado por Aunam ha resultado pobre, a pesar de ser una realidad exitosa con 14 años de vida. He aquí que la necesidad de tratar el tema se hace imperante, pues si ni la comunidad estudiosa de la comunicación valora esfuerzos como éste, es tiempo de llevar el tema al centro de la discusión. No se trata en este caso de un estudio pormenorizado y profundo del periodismo universitario, sino de la muestra de la labor que a lo largo de este tiempo se ha venido realizando, de los avances logrados, fruto del trabajo en equipo, así como de las deficiencias que se han ido superando y las que no, con sus motivos y posibles soluciones y consecuencias. Y, de pilón, se espera que sirva también como parte de una memoria histórica que debe escribirse sobre Aunam, para que los futuros partícipes tengan a la mano bases firmes para empezar y sustentar su labor en este espacio. Por lo anterior, el presente trabajo está dividido en una exposición breve sobre lo que es el periodismo estudiantil-universitario,previa identificación y separación de conceptos que suelen confundirse pero que no son lo mismo. A continuación se aterrizará la teoría sobre el periodismo estudiantil universitario en Aunam, su pasado, presente y futuro. 9 Mediante el informe detallado y pormenorizado de las labores realizadas se trata de patentizar los conocimientos adquiridos durante la carrera, así como los faltantes. También se manifiestan las necesidades técnico-instrumentales necesarias para el ejercicio de la profesión. En conjunto, se trata de evidenciar el perfil del periodista universitario, que si bien no es otro que el que debiera tener cualquier profesional de la información, sí cuenta con algunas especificaciones. Y para finalizar se hace un balance sobre el trabajo realizado de 2006 a 2011, las perspectivas hacia el futuro y algunas sugerencias o ideas sobre lo que tanto Aunam como la FCPyS y la misma UNAM necesitan hacer para que proyectos como la Agencia Universitaria de Noticias se multiplique, sean fructíferos y permanentes. Espero que el lector encuentre al menos sea un buen empujón para iniciar su propio camino al análisis y la reflexión. 10 CAPÍTULO 1: Periodismo Estudiantil Universitario 1.1 Periodismo Estudiantil, no deja de ser periodismo El periodismo es un oficio-profesión cuyo objetivo es la difusión de sucesos por vía escrita, oral, fotográfica o multimedia. Se define como oficio-profesión porque, anteriormente, para ejercerlo no era necesario estudiar una carrera universitaria, mientras que, datos al respecto del año 2009, señalan que en México hay más de 72 mil estudiantes de Comunicación, distribuidos en aproximadamente 347 centros de formación4. Es necesario destacar que para hacer un excelente periodismo no basta con estudiar Comunicación; se necesita práctica, mucho trabajo y, sobre todo, un amplio bagaje cultural, pues si obtener una noticia es relativamente fácil, la dificultad reside en darle un adecuado manejo, en saber cómo comunicarla. La intrusión de nuevas tecnologías, específicamente internet, y el surgimiento de las redes sociales han modificado la percepción social de lo que es el periodismo y la función del periodista. Lo anterior, porque los usuarios de redes sociales o escritores de un blog parecieran realizar reporteo y cobertura de hechos al momento. Si bien es cierto, la falta de rigor periodístico, así como de conceptos teórico- técnicos sobre el ejercicio de reporteo merman, comúnmente, el resultado final (texto, imágenes, audiovisuales). Mucho se discute ya si existe o no el periodismo “ciudadano”, que no es objeto de este trabajo, pero nos lleva a la reflexión de qué es y cuáles son las funciones y técnicas propias que lo hacen una profesión. Sobre todo, para que quede puntualizado que no porque esté hecho por jóvenes 4 Cifras obtenidas del Blog del investigador Octavio Islas. Disponible en: http://octavioislas.wordpress.com/2009/02/25/2548-mexico-coneicc-primer-encuentro-nacional-de- directores-de-escuelas-y-facultades-de-comunicacion/ Revisado el 20 de enero de 2014. http://octavioislas.wordpress.com/2009/02/25/2548-mexico-coneicc-primer-encuentro-nacional-de-directores-de-escuelas-y-facultades-de-comunicacion/ http://octavioislas.wordpress.com/2009/02/25/2548-mexico-coneicc-primer-encuentro-nacional-de-directores-de-escuelas-y-facultades-de-comunicacion/ 11 estudiantes, el periodismo universitario deja de distinguirse por los lineamientos, valores y cualidades propios. Para empezar, hay que obviar que el periodismo ha contribuido de forma esencial al desarrollo de las sociedades humanas. Hegel afirmaba que la lectura matinal del diario debía constituirse la plegaria del hombre moderno, y quizá por ello, el pontífice Pablo VI, durante la primera mitad del siglo pasado, le confería al periódico dotes de maestro activo: “Estimula el pensamiento; sugiere lo que hace falta decir; anima a la acción; forma la personalidad; en una palabra, es un maestro. (…) El periódico da clases todos los días, sobre todos los conocimientos del mundo, a personas maduras, a gentes responsables; su influencia es imponderable, pero inmensa, proporcional a la fuerza de persuasión del periodista y al número de sus lectores. Es un fenómeno formidable”5. El periodismo tiene como fin primario buscar noticias e información para que la sociedad esté enterada de lo que sucede a su alrededor. Desde su nacimiento, que diversos autores visualizan en diferentes etapas, desde las pinturas rupestres, que buscaban comunicar actos de cacería, agricultura o vida diaria, hasta los primeros diarios ya como medios de comunicación; ha sufrido algunas modificaciones al paso de los años, sin perder de vista que su materia prima es la información. Ryszard Kapuscinski solía decir que la información es, principalmente, una relación social que debe ligarse de manera obligada a valores morales universales e indiscutibles y nunca a meras instancias mercantiles. Según él, es necesario realizar un trabajo serio, con entendimiento de responsabilidad, con gran sentido 5 Adolfo Suárez González, Los medios de comunicación social como factor de cambio, conferencia impartida durante el ciclo “Iberoamérica y el nuevo orden informativo”, realizado en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo del 2 al 13 de julio de 1984. 12 humanista y ver al periodismo como una profesión que implica estudio continuo y permanente. “Vale la pena ser un buen periodista, no sólo por la satisfacción personal, el prestigio social y material, sino por la labor social que esto implica; para ello debemos recordar que la posición no se logra fácilmente, sólo con el tiempo”, afirmó en la conferencia que dictó en la UNAM, el 27 de septiembre del 2002, a invitación de la Agencia Universitaria de Noticias (Aunam). Para el catalogado como “el mejor periodista del siglo XX” el periodismo ha cambiado mucho a partir de los últimos 20 años, debido a las transformaciones en las prácticas del oficio. Tal es la evolución, que Kapuscinski afirma que los periodistas se limitan en ser solamente media workers, esto porque se ha perdido la individualidad y se trabaja dentro de una cadena interna de los medios masivos para generar noticias. Esta situación, afirma el autor de El Emperador, entre muchos otros textos de alto valor periodístico, le ha quitado uno de sus atractivos a la profesión, el orgullo de escribir, el cual devenía en una cualidad esencial del también reconocido como ‘oficio’: la responsabilidad de quien escribe. Lidia de la Torre y María Teresa Teramo escriben que la producción noticiosa era el resultado de un balance entre “el conocimiento de los intereses y las necesidades del público, y la capacidad que tiene el periodista de entregar y procesar la información sin distorsionar la realidad, seleccionando y jerarquizando lo que es noticia”6. Es decir, se trata de un juego lector-periodista que tiene ciertas reglas y obligaciones para quien escribe, que de ser cumplidas cabalmente, el receptor seguirá en el juego por más tiempo, y buscará entonces allegarse aquel medio que le genere más credibilidad en cuanto a la información publicada; dicha 6 Lidia De la Torre y María Teresa Teramo, “La calidad periodística en un diario regional: los periodistas, el medio y sus lectores”, en Palabra Clave vol. 12, núm. 1, Colombia, junio 2009, págs. 84-85. 13 credibilidad será resultado del rigor ético y profesional con los que, obligadamente, se elaboren los materiales. Esas obligaciones se resumen también en la palabra calidad, que se obtendrá siempre y cuando se cumpla una serie de parámetros, a saber: El acontecimientodebe ser “noticiable” y cumplir con un conjunto de valores- noticia que son criterios de importancia definidos a lo largo del “proceso de producción”7; dichos criterios, mencionados por diversos autores, son: grado de implicación que tiene el hecho para el público; proximidad, impacto y relevancia; actualidad, que implica saber en qué momento debe y puede publicarse un trabajo; equilibrio o equidad de la información, y las fuentes de información, puesto que la “potencia informativa de un periódico se pone de manifiesto (…) en el número, la calidad y el pluralismo de sus fuentes de información”8. Estos parámetros son los garantes de que la prensa cumpla con el objetivo para el cual nació: informar con precisión para que la sociedad no ande a ciegas, mantener representaciones colectivas y favorecer la integración social. Sin embargo, los grandes medios de comunicación, en sus espacios informativos, dan solo lugar a las llamadas noticias de “interés nacional” y es imposible que den cabida a acontecimientos pequeños. El periodismo, como constructor de realidades, nos ofrece así una realidad fragmentada, segmentada, segregada, incompleta. Pero ¿por qué los grandes medios desatiendes ciertas temáticas? Más allá de intereses poco democráticos, la respuesta está en la historia misma del periodismo. 7 M. Wolf, La investigación en la comunicación de masas. Críticas y perspectivas, España 1987, págs. 222-223. 8 Manuel López, Cómo se fabrican las noticias. Fuentes, selección y planificación, España 1995, pág. 39 14 Al respecto, Javier Fernández identifica tres momentos claves en la historia del periodismo9: la llegada de la rotativa de vapor, cuando se trataba de un periodismo meramente literario y se pretendía llevar los temas medulares a la discusión nacional –incluso cabe aquí el periodismo partidario-; el surgimiento de las primeras escuelas de periodismo, a principios de siglo pasado, donde se busca dignificar la profesión y surge el periodismo informativo, que pretende narrar o transmitir la realidad como si se fuera un espejo, el periodista debe ser objetivo y neutro; el tercer momento es conocido como “la ruptura del espejo” y se da con la llegada del periodismo de interpretación, que sustituye la objetividad y la neutralidad por la honradez y la honestidad. Hay especialistas que anotan lo que constituiría una cuarta etapa: la comercialización de la verdad. “El periodismo real murió en el momento en que la icónica corporación estadounidense, General Electric (una compañía con participación en la manufactura de armas nucleares), adquirió en 1986 uno de los mayores consorcios mediáticos en el mundo: NBC”10, lo que se percibió como la materialización del control de contenidos por intereses ajenos al periodismo, y orientados al mercado. Esta situación, afirma el analista de medios Danny Schechter, generó una escalada de concentración de medios en unas pocas manos, lo cual roba democracia y “le quita a los espectadores la posibilidad de exponerse a una mayor variedad de puntos de vista”11. Dichos monopolios informativos producen una especie de “juego” o simulación de rivalidad ilusoria, tanto entre las empresas como entre los actores políticos. De esta forma, el receptor se convierte solo en espectador y no en actor de la vida 9 Javier Fernández del Moral, “Periodismo hacia la Sociedad de la Información”, publicado en Palabra Clave núm. 3, Colombia 1999, págs. 33-37. 10 Pijamasurf, “Medios de programación masiva”, publicado en Lenguaraz 27, México, agosto 2011, pág. 23. 11 Ibid, pág. 24 15 política, pues se le informa de aquellas cosas que al mercado le interesa que sepa. La pérdida de democracia y la ausencia de libertades son resultado, en parte, de dicha concentración mediática que desde mediados del siglo pasado ya advertían Fred Siebert y Theodore Peterson en su libro Tres teorías sobre la prensa en el mundo capitalista. Señalan que los medios de comunicación guían su actuar por tres directrices diferentes que son: autoritaria, libertaria y de responsabilidad social. Las dos primeras corresponden al actuar de los medios en general, toda vez que sirven a intereses políticos en preservación del status quo o se convierten en partidarios de ciertos grupos de poder político, económico, religioso o social; mientras que la tercera vía, la de responsabilidad social, es la más adecuada porque de ella se generan medios nacionales, regionales, y locales que buscan ser independientes. Esto resulta casi imposible porque la responsabilidad social de la prensa pasa por la responsabilidad de la sociedad con la prensa; es decir, el público debe ser partícipe en la producción de contenidos y directrices, así como apoyar aquellos medios que luchan por contribuir al desarrollo de sus sociedades a través de una diversidad de contenidos. Peterson y Siebert señalan que un público ilustrado debe asumir sus obligaciones en cuanto a los medios de comunicación, y que por tanto solo quedan tres caminos de acción frente a los medios: Generar instituciones sin fines de lucro que ayuden a los medios a cumplir cabalmente sus tareas y obligaciones sociales. Apuntan aquí a la necesidad de que sean las escuelas y universidades quienes a 16 través de medios generados por ellas sirvan a públicos que se mantienen en oclusión por los medios masivos Fomentar que las instituciones de educación superior generen centros de estudio e investigación, así como publicaciones críticas en el ramo de la comunicación masiva Establecer un organismo independiente que vigile y analice la función de los medios en la sociedad y la haga pública. Los investigadores apuntan que esta responsabilidad de la sociedad para con sus medios es indispensable para el sano funcionamiento de la democracia; pues siempre se deja el peso de la regulación a las empresas, cuando son los ciudadanos los que deberían empezar a accionar mecanismos de superación y mejora de calidad. No se trata de libertad o no, sino más bien de ‘libertad de’ y ‘libertad para’. Los impulsores de la Teoría de la Responsabilidad Social de la Prensa señalan que es imprescindible que el mundo académico se inmiscuya no solo como observadores o críticos. En este sentido, y solo por hacer mención, ha surgido un movimiento estudiantil en México (#YoSoy132) que incluye dentro de sus objetivos la “democratización de los medios”, asumiendo así su responsabilidad con los mismos. Para lograrlo, han implementado un uso especializado de las redes sociales (Twitter y Facebook) poco visto hasta ahora, pero que evidencia la transformación que están sufriendo las estructuras sociales gracias a la internet, cuyo desarrollo e incremento ha permitido la aparición de nuevos conceptos, como la hipertextualidad, la interactividad, la multimedialidad y la ruptura espacio-temporal; que han cambiado la forma de concebir el periodismo, sin alterar el espíritu del mismo, sino añadiéndole a los practicantes de este oficio nuevas necesidades y aptitudes. 17 Una de las desventajas de la llegada de internet y la irrupción del mal llamado “periodismo ciudadano”, como apuntamos anteriormente, es que ha generado la impresión de que resulta innecesaria la existencia del profesional de la comunicación. A la par, los blogs y foros de pseudoperiodismo han traído consigo una serie de pérdida de valores sustanciales, no del deber ser, esencia o mística periodística, sino de la percepción que la sociedad tiene del ramo. Pareciera que cualquiera puede ejercer de periodista… nada más lejos de la realidad. El buen periodista debe poseer ética, brillantez, constancia, capacidad de comunicación, olfato noticioso, versatilidad,tenacidad y sentido de la amistad, aseguró Agustín García Mantilla, profesor de periodismo en la Universidad Carlos III de Madrid, en la presentación del libro Julio Anguita Parrado: Batalla sin Medalla, en el Forum de las Culturas de Barcelona, en 200412. Con esos valores por delante, se puede hablar de que ser periodista implica poseer un alto sentido de cumplir una misión. “Soy periodista porque siento que tengo una misión, de hacer algo bueno por los otros. (...) Esta profesión tiene ese sentimiento compartido de cierta obligación ética”, aseguraba Kapuscinski. En una entrevista concedida al diario La Jornada, con motivo de su visita a la Máxima Casa de Estudios del país, afirma que para cumplir la misión de ser periodista “se sacrifica todo lo que se llama buena vida, porque es una profesión muy dura. (…) Para poder vivir situaciones difíciles hay que tener conciencia que se hace para muy altos fines, tener conciencia de que se tiene una misión: hacer el bien a los demás. (…) No estoy ciego, optimista tampoco, pero creo que es importante ver que junto a ese mundo de medios grandes y poderosos hay todavía periodistas buenos y que los lectores lo saben, porque ambos, buenos periodistas y buenos lectores, se reconocen entre sí, se buscan. La gente sabe cuál es la 12 El texto de la presentación puede consultarse en Rebelión: http://www.rebelion.org/hemeroteca/spain/040428ja.htm. Revisado el 12 de mayo de 2012. 18 prensa mala y cuál es honesta, no es tan pasiva como parece. Es enorme la responsabilidad que tenemos los periodistas” 13. Al respecto, Jorge Medina Viedas asegura que el compromiso del periodista es, en primer lugar y a la par de con la verdad, consigo, con su temperamento, valores, principios y prácticas de la profesión “socialmente más comprometida”14. También define como principios fundamentales del quehacer periodístico a la moral, la responsabilidad, la estética, el respeto, la verdad, la objetividad, el profesionalismo en el manejo del lenguaje y de las estructuras periodísticas. Para él, ser periodista exige escepticismo, incredulidad sistemática, intuición, persistencia, tenacidad, audacia, rigor, sentido del método, y un conocimiento hondo de los hechos. Según Eleazar Díaz Rangel15, periodista venezolano y director del diario Ultimas Noticias, el principio ético del periodismo es la búsqueda de la verdad, procesarla, verificarla y difundirla; sin embargo, asegura que no hay las condiciones para que sean los mismos periodistas los encargados de discutir, en un clima de relativa libertad y distensión, el sentido deontológico del ejercicio periodístico. En este sentido, Martha Elena Reyes Aguilar, periodista y académica guatemalteca, señala que las obligaciones del periodismo son informar con imparcialidad y veracidad y ofrecer a sus usuarios información plural para mostrarles lo complejo de la realidad actual y ayudarles a comprenderla, ella utiliza el término usuarios y no los de lectores o audiencias, por considerarlo más acorde a los nuevos tiempos. 13 Pablo Espinosa, “Una mala persona nunca puede ser buen periodista”, entrevista a Ryszard Kapuscinski, La Jornada, México, 24/01/2007. 14 Jorge Medina Viedas, Los medios en la política, México 2000, pág. 240. 15 Petruvska Simne, Periodistas en la mira, Venezuela, 2004, p. 165 19 Reyes Aguilar acota que la pérdida de la “mística” del periodismo inició con la información de masas, la cual ofrece versiones reducidas, simplificadas y digeridas del mundo; aunque reconoce su importancia para el desarrollo y la modernización social, elevar el nivel educacional, incentivar la interacción y participación ciudadana, integrar sociedades locales, regionales y nacionales y despertar nuevos intereses. O como diría W. Klimes: “La prensa y los demás medios son factores que están al servicio de la liberación del hombre, pero también contribuyen a la mutilación de su individualidad”16. Para la directora ejecutiva del Circulo Internacional de Periodistas del Siglo XXI, Anna Bermeo Turchi, el buen periodista está al tanto del conocimiento adecuado, mantiene una actitud crítica y sabe contrastar opiniones, incluso las que coincidan con su manera de pensar, con otras que se contrapongan pero ofrezcan al lector elementos de juicio que le sirvan para comprender lo dicho; el empobrecimiento de contenidos, por ignorancia o rechazo, “degrada el debate y corrompe la función de los medios”17. Ignacio Ramonet define así, en un tono un tanto lúgubre, la profesión: “Teóricamente, hasta ahora, se podía explicar el periodismo de la siguiente manera. El periodismo tenía una organización triangular: el acontecimiento, el intermediario y el ciudadano. El acontecimiento era transmitido por el intermediario, es decir, el periodista que lo filtraba, lo analizaba, lo contextualizaba y lo hacía repercutir sobre el ciudadano. Ésa era la relación que todos conocíamos. Ahora este triángulo se ha transformado en un eje. Está el acontecimiento y, a continuación, el ciudadano. A medio camino ya no existe un espejo, sino simplemente un cristal transparente. A través de la cámara de televisión, la cámara fotográfica o el reportaje, la mayoría de los medios de comunicación 16 Jorge Xinfra Heras, La información. Análisis de una libertad frustrada, España 1972, p. 65 17 Anna Bermeo Turchi, Recorte de la Libertad de Expresión, Transgresiones Éticas: Machismo y Discriminación, www.indymedia.org. Revisado el 21/03/2008 20 (prensa, radio, televisión) intentan poner directamente en contacto al ciudadano con el acontecimiento”18. Curioso, Ramonet no habla de lo sustancial del periodismo y es incapaz de ver, por lo menos en este artículo, que el periodista no es innecesario. Si bien es cierto que la libertad de expresión, y por ende la de comunicación, es natural y de todos los seres humanos, el ejercicio periodístico cobra mayor importancia por el sentido de responsabilidad que la profesión, inmersa en una sociedad determinada, le confiere. En este tenor, hay que comprender que la libertad de prensa es condición básica de las sociedades democráticas, pues les proporciona conocimiento veraz, suficiente y oportuno de la realidad concreta del mundo. El acceso a la información, en boga en nuestro país, se constituye como un derecho básico. Si sumamos estos tres derechos: expresión, prensa y acceso a la información, entenderemos porqué es necesaria la profesión del periodista. Si bien, como ya se ha dicho, su principal obligación es informar sobre hechos de interés público, de forma exacta y comprensiblemente, la ética de esta profesión fundamenta que la más cara responsabilidad del periodista es frente a la sociedad. Para Noam Chomsky, la función de los medios de comunicación, además de informar, divertir y entretener, es proporcionar a los individuos una serie de valores, creencias y códigos útiles para integrarse a las estructuras sociales19. Tendríamos entonces que gran parte de la función del periodismo sería contribuir a mantener y reforzar la estabilidad de las instituciones y estructuras sociales, y no promover cambios de opinión ni actitud. 18 Ignacio Ramonet, “El periodismo del nuevo siglo”, Revista La Factoría núm. 8, España, febrero 1999. 19 Noam Chomsky y Edward Herman, Los guardianes de la libertad, Barcelona, Ed. Crítica 2000, p. 21. 21 En gran parte, esto sucede porque las empresas periodísticas deben someterse al mercado y, en ocasiones, como ya mencionamos, a otros poderes políticos o fácticos, lo que coarta la labor del periodista; si bien ya no mediante actos directosde censura (aunque estos no han desaparecido del todo). Para evitar estas acotaciones, el periodista debe entender que su labor y el resultado de ésta tienen un alto valor en la sociedad, pues “coordina, educa, socializa, entretiene, organiza, pero su labor más importante es la específicamente política”20. “Los periodistas no se dan cuenta del poder que tienen y de la importancia ética de este hecho. El problema ocurriría si fuese verdad que los periodistas no son más que los relacionadores públicos de la clase dirigente (establishment)”, asegura Maswell MacCombs21. Esta situación de desasosiego, que no es particular del periodismo, frente a factores de poder, se ve acrecentada por la llegada de nuevas reglas o formas de entender la comunicación, principalmente por el elevado desarrollo tecnológico que vivimos. Los “nuevos tiempos” acarrean así nuevas conceptualizaciones respecto al periodismo. Las nuevas tecnologías también han traído nuevos retos y complicaciones para los periodistas, pues obligan a cambios de comportamiento, organización y elaboración del trabajo, así como el aprendizaje del uso de las nuevas herramientas a su alcance; también implica que el receptor es diferente y tiene nuevas necesidades informativas. 20 Martha Elena Reyes Aguilar, La prensa como factor de poder en Guatemala, México, FCPyS- UNAM 2005, p. 46 21 Paulina Leyva Muñoz, “Hay que reinterpretar el concepto de noticia, Entrevista a Maxwell MacCombs”, en Sala de Prensa, http://www.saladeprensa.org/art247.htm, revisado el 10 de octubre de 2013. http://www.saladeprensa.org/art247.htm 22 Sin embargo, no hay que perder de vista que las nuevas tecnologías facilitan la labor periodística, “pero no ocupan su lugar. Todos los problemas de nuestra profesión, nuestras cualidades, nuestro carácter artesanal, permanecen inalterables”, asegura Ryszard Kapuscinski22. Raymundo Riva Palacio, en su libro Más allá de los límites. Ensayos para un nuevo periodismo, habla que esta profesión es la más humilde y desinteresada de las actividades humanas, y “aporta el humus, la savia, el lubricante y la energía con las que el resto (casi) de la actividad humana, de un modo adulto y enterado puede funcionar”23. Para el autor de la columna Estrictamente personal, el periodista es una persona singular: curiosa, desconfiada, vivaz, ágil, osada, multifacética, desinteresada de la retribución económica por su trabajo, ha aprendido a pensar y a actuar rápidamente, de escritura veloz, paciencia inagotable y mente fría. Tantas virtudes en un sólo ser son difíciles de conseguir. Por ello, en muchos países existe un Código Deontológico que rige el quehacer de los entregados a esta profesión. “Los buenos periodistas, como las mejores personas en cualquier profesión, se sienten orgullosos de su integridad y sin duda encontrarán más fácil mantener dicha integridad frente a las presiones de propietarios menos escrupulosos si pueden señalar una cláusula en su código profesional que los avala en su resistencia a ser utilizados de ese modo” 24, señala Nigel Harris. Se trata, efectivamente, de una profesión difícil y no excluida de pecados. Por eso la necesidad de un correcto ejercicio del periodismo se vuelve trascendental para el desarrollo de la sociedad que debería entender que liberación no siempre 22 Ryszard Kapuscinski, Los cínicos no sirven para este oficio, España, Anagrama 2002, p. 32 23 Raymundo Riva Palacio, “Periodistas de carne y hueso”, en Zócalo, http://www.zocalo.com.mx/seccion/opinion-articulo/periodistas-de-carne-y-hueso, revisado el 10 de octubre de 2013. 24 A. Belsey y R. Chadwick (ed.), Ethical Issues in Journalism and the Media, Estados Unidos y Canadá, Roudledge 1992, p. 70. http://www.zocalo.com.mx/seccion/opinion-articulo/periodistas-de-carne-y-hueso 23 significa progreso y que el hecho de que los medios hoy gocen de cierta “libertad de expresión” no significa que el periodismo practicado sea el idóneo. También hay que subrayar que vivimos en una realidad que acota la diversidad; pues sólo hay versiones de un mismo modo de ver. Lo anterior, porque la agenda la determinan las elites o grupos de poder. La mueven todo tipo de intereses y al final, la gente es la menos importante a la hora de determinar qué es noticia. En este sentido, MacCombs señala que las funciones del periodismo deben ser: crear consensos sobre los temas que se discuten en la sociedad en beneficio común, vigilancia de los diferentes aspectos que puedan amenazar a la sociedad y la transmisión de la herencia cultural. Todo lo anterior se completa con una regla: “Los periodistas y medios deben estar atentos a la constante amenaza de la autocensura”25. Esta responsabilidad social se debe combinar con vocación, actitudes y aptitudes, profesionalismo sustentado en una base moral sólida. Sin embargo, estas cualidades deben aprenderse, previo reconocimiento de qué somos quienes nos dedicamos o pensamos dedicarnos al periodismo. Además, existe una estrecha relación entre tecnología de la comunicación, retórica y verdad, de la cual se desprende el descenso de confianza que la sociedad le tiene a los medios, por todos los vicios que el Internet ha magnificado. Según un estudio de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM)26, para los periodistas, la falta de independencia por motivos políticos y editoriales se sitúa como el tercer gran problema de la profesión, poniendo en segundo lugar al intrusismo laboral y en primero a la baja remuneración. 25 Ibid, pág, 12 26 Josep Lluís Micó, et. al., “La ética en el ejercicio del periodismo: credibilidad y autorregulación en la era del periodismo en Internet”, en Estudos em Comunicação núm. 4, Portugal noviembre 2008, págs. 15-39. 24 Los resultados revelan que los periodistas ponen en quinto lugar, dentro de las problemáticas, la falta de códigos de ética. Según estos resultados, más del 65 por ciento de los encuestados cree que en los últimos cinco años el prestigio y la credibilidad del gremio han empeorado drásticamente. Los datos también muestran que, en general, la calidad del periodismo es “regular”, debido a la creciente “espectacularización” de las noticias. Algo para tomar en cuenta respecto a las nuevas tecnologías, es que el Internet es el medio que goza de menor credibilidad (7.7), seguido de la radio y la televisión (18.8 y 31.3) y en primer lugar se sitúan los periódicos, que siguen teniendo el índice de mayor credibilidad, aunque con un porcentaje muy bajo (34.6). El VI Congreso de Periodismo Digital en Huesca coincidió que la falta de credibilidad es el principal problema de los medios digitales; la causa primaria de esta situación, arguyen los investigadores Josep Lluís Micó, João Canavilhas, Pere Masip y Carles Ruiz, es la obsesión de los medios digitales por la inmediatez. Hay quien afirma que el periodismo se transformará de ser un mero transmisor hasta constituirse en un analista que proporcione el significado de los hechos. Esto último, principalmente, en la prensa escrita y en los medios electrónicos. Algo que las universidades, institutos y escuelas de periodismo debieran tomar en cuenta a la hora de formar a los nuevos “comunicólogos”. Eugenio Yañez Rojas asegura que, en gran medida, lo que ocasiona que se pierdan los principios éticos del periodismo (y de los medios de comunicación en general) son la lucha por audiencias; la competencia comercial; el culto a la novedad; el predominio de intereses particulares, entre los que señala económicos, políticos e ideológicos; presiones de los anunciantes, llámese iniciativa privada o gobierno; el desconocimiento del ser humano, “sino sabemos 25 qué es y quién es el hombre no podremos saber qué es bueno o malo para él”27; entre otros. Estos factores fundamentan el surgimiento de un periodismo despojado de ataduras, con la ayuda de las nuevas tecnologías y el hecho de nacer en centros humanistas y de estudio: el periodismo estudiantil universitario. Dicho término incluye tres vertientes: “periodismo”, “estudiantil” y “universitario”. Los dos últimos son el objeto central de este trabajo, el primero es lo sustancial, pues, como ya hemos visto, periodismo solo hay uno, no importa por quién sea realizado ni el seno de su nacimiento. Aunque es precisamente este factor, el dónde nace, lo que hace que lo anteriormente dicho sobre el “deber ser” del periodismo cobra más fuerza, consistencia y realidad. Por ello surgen las preguntas: ¿cómo y dónde surge el periodismo estudiantil? ¿en qué momento se torna “universitario”? ¿es éste capaz de ser Periodismo a secas, sin cortapisas? Quien esto escribe cree que sí; pero no está de más explorarlo desde sus inicios para constatarlo. 1.2 Hacia una concepción del periodismo estudiantil universitario El periodismo estudiantil o escolar debe entenderse desde una serie de premisas esenciales para dimensionarlo a conformidad. La primera de ellas es que se trata de una realidad, más aún con la facilidad que existe actualmente para publicar a través de la red de redes. Si anteriormente los estudiantes reunían recursos para publicar panfletos, revistas o hasta montar radiodifusoras; con la llegada de los blogs solo se necesita iniciativa. 27 Eugenio Yañez Rojas, “Dimensiones éticas de los medios de comunicación”, en Revista Mexicana de la Comunicación núm 71, México, sep-oct 2001, p. 20. 26 El periodismo estudiantil sirve también para la integración y comunicación entre quienes conforman su comunidad, principalmente los estudiantes, dándoles identidad de grupo o colectividad. Al asumir dicha identidad, también se adquieren valores, derechos, obligaciones y responsabilidades para con la institución, la sociedad, pero sobre todo personales. Lo anterior, porque capacita a los involucrados en la investigación y las técnicas propias del ejercicio periodístico, además de desarrollar la capacidad de redactar correctamente, así como de leer con sentido selectivo y crítico; con lo cual se magnifican las potencialidades creadoras, políticas y culturales de los estudiantes. El periodismo estudiantil también instruye en los procesos técnicos, teórico- prácticos, de organización, de trabajo en equipo y división de obligaciones, de financiamiento y administración, así como de relaciones humanas, para la elaboración de proyectos editoriales. Entre las ventajas de practicar periodismo en las escuelas también están: el proporcionar a los educandos valores, principios y usos éticos válidos para cualquier aspecto de su vida, principalmente el profesional; promover y estrechar relaciones sociales; fomentar el autoestudio y consolidar hábitos de investigación y lectura; conocer la responsabilidad de sus acciones y el efecto de las mismas en un espectro más amplio, entre otras premisas del periodismo en las escuelas. El periodismo estudiantil universitario cumple diversas funciones, desde su utilización como recurso pedagógico hasta la fundación y manejo de un medio. Es, en palabras de Mónica Cruz, periodista y exdirectora del periódico universitario La Catarina28, la producción de medios informativos en los que los estudiantes son 28 La Catarina fue una publicación de la Universidad de las Américas (UDLA) que evidenció problemas internos y hasta corrupción dentro de la institución, razón por la cual fue cancelado en dos tiempos por los rectores Pedro Ángel Palou y Luis Ernesto Derbez, el primero con un “golpe de timón” y el segundo con la negación a reabrir el Taller de Periodismo que le había dado vida al proyecto. Mónica Cruz fue la última responsable del medio y a quien le tocó decidir que seguirían publicando vía internet, ya sin el apoyo de la UDLA. Para más detalles, consultar: http://notasudla.blogspot.mx. http://notasudla.blogspot.mx/ 27 los responsables de la producción, edición y difusión de contenidos, e identifica dos tipos de medios estudiantiles, de acuerdo con el Student Press Law Center, y aporta uno más: medios estudiantiles patrocinados por la institución, medios independientes o “underground” y medios estudiantiles en línea. A la par, ofrece tres definiciones respecto a estas categorías: Medios patrocinados: se mantienen gracias al presupuesto institucional y son considerados los medios oficiales de la universidad, aunque puedan ser editorialmente independientes. Medios “underground”: carecen del financiamiento institucional, y van desde una fotocopia hasta un periódico impreso profesionalmente y no siempre gozan del aval y consentimiento de las autoridades escolares. Ejemplo de ellos son las hojas volantes que circularon durante los movimientos estudiantiles de 1968 y 1999. Medios en línea (el aporte de la investigadora a la clasificación de medios estudiantiles): los estudiantes, con acceso a la Internet, pueden tener un mejor conocimiento de la tecnología, es posible que sus sitios noticiosos sean exitosos, imaginativos y atrevidos e incluso compitan con los medios profesionales. Algunos ejemplos de medios estudiantiles en línea son: sitios web, blogs –como Revista Contratiempo o Kaja Negra-, podcasts y PDF. Ante esta definición y categorización, quizá solo baste agregar que el periodismo escolar universitario cobra más fuerza cuando se realiza por estudiantes de la licenciatura en Ciencias de la Comunicación; pues además de lo ya referido, el periodismo escolar forma y profesionaliza a los futuros comunicadores. Antes de seguir adelante, habría que hacer una división entre el periodismo que se realiza dentro de las instituciones educativas como método pedagógico y aquél 28 que tiene por fin producir textos periodísticos. En el primer caso podremos encontrar ejemplos en escuelas primarias hasta de nivel medio-superior. El segundo caso es más recurrente en los niveles medio-superior y universitario; aunque en ambos casos el ejercicio periodístico debe ser realizado siguiendo los valores que impone su ejercicio profesional; el primero de ellos debiera ser la independencia (por ser el menos respetado en el terreno profesional). Y es que, como afirma Elizabeth Arce, periodista colombiana, en el número 141 de la revista estudiantil Nexos, para el periodista no hay temas vedados. La reflexión, investigación, profundización y especialización del periodismo estudiantil es el mismo que el del profesional. Incluso más, porque es en las universidades donde se generan los conocimientos de las sociedades modernas. Para Arce, el periodismo estudiantil debe hacerse dejando a un lado la noticia escueta y complementarla con antecedentes, consecuencias y análisis, teniendo un conocimiento claro, apoyándose para ello en los expertos de la institución de los temas a tratar. En el mismo número de la publicación editada por estudiantes con el apoyo de la Universidad EAFIT en Colombia, Juan Sebastián Ceballos afirma que el periódico estudiantil goza de una cobertura importante en el campus, por lo cual debe contribuir a solucionar los problemas a través de su aportación vía la palabra escrita. El estudiantil tiene, entonces, dos funciones extra que el periodismo convencional. Por un lado funciona en un entorno de aprendizaje constructivista, formulado en las décadas de los años 80 y 90, y según Carlos Mario Correa, profesor de comunicación en la EAFIT y colaborador en la publicación referida, es el más adecuado parauna correcta enseñanza del periodismo en las universidades, “ya que permite la adaptación de condiciones reales de su ejercicio al ambiente 29 académico, para poner en acción el principio de ‘aprender haciendo’ inherente a la construcción de un conocimiento práctico y teórico”29. Por el otro lado, el periodismo estudiantil constituye una invitación a los estudiantes (reporteros y editores), para que se sumerjan en su campus, amplíen, adquieran o profundicen sus conocimientos sobre la institución y su comunidad; además de que si se amplían los límites de sus fuentes abarquen la ciudad y su país y hagan periodismo real, en tiempo real. En este tenor, afirman algunos investigadores como Raúl Canella, Francisco Albarello, Teresa Tsuji y Enrique Aceves, el periodista escolar tiene una ventaja sobre el profesional, carece, o al menos debiera, de ataduras para ejercer el oficio. Esa cualidad es esencial y marca un debate entre los teóricos del periodismo estudiantil sobre el enfoque o la línea que debe tener un periódico escolar ¿un órgano de difusión de logros institucionales o un medio de comunicación periodístico? En el libro Periodismo Escolar en Internet. Del aula al ciberespacio, los autores exponen que ambas opciones deben ser conjuntadas y tanto difundir las tareas de la institución, como también ser utilizado para investigar y plantear las problemáticas internas de los planteles, locales, regionales e incluso nacionales o internacionales. La construcción de un medio de comunicación dentro de una institución educativa tiene desde esta perspectiva una posibilidad inmejorable de ejercer el periodismo real, teórico, ese que aparece en los manuales, libros de texto y “biblias” del periodismo. 29 Carlos Mario Correa, “El periodismo universitario: Meterse al agua para aprender a nadar”, en Revista Nexos, número 141, http://www1.eafit.edu.co/nexos/articulo/141/66443. Revisado el 22 de febrero 2012. 30 1.3 Orígenes del Periodismo Estudiantil Todo apunta a que el pedagogo francés Célestin Freinet es el padre del periodismo estudiantil, diseñado para superar la enseñanza memorística, represora y separada de la vida cotidiana, y que buscaba hacer realidad la denominada “escuela activa”. Freinet desarrolla estas ideas en un ambiente social de pobreza y abandono de las instituciones educativas, durante la Primera Guerra Mundial. La puesta en práctica de la teoría, a través del periódico El Libro de la Vida, nace como una alternativa que permite maximizar las enseñanzas y vincular las aulas con la vida real. Esta publicación no fue solo un complemento de la currícula escolar, sino que se convirtió en eje y motor del proceso educativo. Si bien este ejercicio surge en una institución de educación básica, la importancia de dicho experimento consiste en que los niños no escribían para el aprendizaje individual, sino para comunicar el conocimiento aprendido y su aplicación a la realidad. Los pequeños reporteros salían a las calles del pueblo a entrevistar, realizar sondeos, reportajes y crónicas culturales. A partir del éxito obtenido, muchas escuelas de diversas partes del mundo empezaron a implementar ejercicios periodísticos e impulsaron la creación de medios internos, desde el nivel básico hasta el superior. En 1937 se llevó a cabo en París el primer congreso al respecto, y en 1944 se realizó en América Latina el Congreso de Periodismo Escolar, que tuvo lugar primero en Montevideo y luego en Buenos Aires. Si bien en otras partes de Europa y América ya había medios escritos por estudiantes, como por ejemplo el periódico El Mensajero de Hessen en la Alemania del siglo XIX, se trataba en su mayoría de publicaciones 31 propagandísticas con fines políticos, que poco se ocupaban de la vida interna de los planteles. Los temas escolares, propiamente universitarios, se trataban a través de medios de información general, ya sea por los mismos estudiantes, principalmente a través de cartas o ensayos ocasionales. Una de las virtudes del periódico dirigido por Freinet fue que trataba temas internos de la institución educativa desde la perspectiva de los alumnos. En este sentido, quizá el esfuerzo más cercano al periodismo estudiantil como se concibe en nuestros días, y que es también el medio más longevo en su tipo, es el holandés Propia Cures (que significa ‘preocúpate de tus asuntos’), surgido en 1890 y que aún se publica. Hablando del presente siglo, hay que destacar que las nuevas tecnologías han facilitado el surgimiento de los medios estudiantiles, pues existen plataformas como Blogger o Wordpress que brindan espacio en la web de manera gratuita. En este rubro, uno de los primeros esfuerzos por construir una agencia noticiosa de carácter estudiantil-universitario, incluso con miras a ser multinacional, fue la española Diálogo Iberoamericano. Esta agencia de noticias empezó como un esfuerzo informativo de la Universidad de Granada, que era llevado por estudiantes; sin embargo, poco a poco se intentó transformar en una agrupación de gabinetes de comunicación social de universidades españolas y de América Latina, a fin de constituirse como un lugar de referencia donde encontrar toda esta información agrupada y ordenada, con una actualización y revisión periódica y constante. Lamentablemente, el proyecto que inició a finales del siglo pasado fue cerrado por la Universidad. Solo por mencionar, otro proyecto similar nace en Sudamérica en 1998, bajo el auspicio de la Universidad Nacional de Colombia: La Agencia de Noticias UN. 32 Dicho proyecto opera con estudiantes y profesionales egresados de su escuela de periodismo, y sigue funcionando hasta la fecha, con grandes resultados, entre los que se incluyen la obtención de diversos premios de periodismo. Es así que los nuevos tiempos han traído nuevos medios. A veces financiados por las instituciones y a veces completamente independientes, pero las motivaciones para fundarlo son, en general, las mismas: poner en práctica desde las aulas lo aprendido en las aulas. 1.4 Medios estudiantiles, más allá de un fin pedagógico Una de las principales motivaciones para el surgimiento de medios estudiantiles, además de las meramente pedagógicas o para difundir los chismes internos, ha sido la injusticia que los alumnos ven a su alrededor, aunque ha sido en pocas ocasiones que se habla de inequidades o problemas al interior de los planteles (tratando problemas reales, ya que en ocasiones se abren medios para protestar por la calidad de la comida en las cafeterías o cambios en el uniforme). Esta es una característica de los primeros medios estudiantiles, reconvenida por diversos teóricos e historiadores, su poca capacidad de crítica. Para la ganadora del Premio Mundial Jóvenes Lectores de Periódicos (1998), por El Diario de los Chicos y por su aporte a la educación y el espíritu cívico, otorgado por la World Association Newspaper (WAN), Sandra Della Giustina, lo anterior es impensable, sobre todo considerando que los medios tradicionales han eludido, en obediencia a intereses de mercado, políticos o de otra índole, la responsabilidad social que la prensa debe tener. La periodista argentina reprocha que la tendencia de los medios estudiantiles sea de corte institucionalista, es decir, que solo reflejen y difundan la voz oficial; pues deberían ser la oportunidad perfecta para que los estudiantes desarrollaran su sentido crítico y capacidad de discernir. 33 Uno de los ejemplos de la insumisión institucional que reclama Della Gustina, lo constituiría el periódico birmano Orway. Si bien surge en 1936 como una expresión de los estudiantes de la Universidad de Rangún contra la colonización cultural por parte del imperiobritánico, sus editores pronto empiezan a publicar artículos que cuestionaron la administración de la institución, lo cual deviene en la expulsión del editor Aung San y una serie de movilizaciones en defensa de la libertad de prensa y los derechos estudiantiles. Uno de los países donde los periódicos estudiantiles han cobrado mucha fuerza es Estados Unidos, a la par de su crecimiento se incrementó también la persecución, censura y represión de quienes los realizaban. Por ello, y tras una serie de intentos fallidos, surge en 1974 el Student Press Law Center (SPLC), una organización no partidista, sin fines de lucro, con sede en Arlington, Virginia, con la misión de promover la participación de los jóvenes en los asuntos públicos a través del periodismo. Según su sitio de internet30, la organización ofrece formación para y en nombre de la defensa de los estudiantes que trabajan en los medios de comunicación de escuelas desde intermedia hasta posgrado. El SPLC trabaja para romper las barreras de censura que impiden a los jóvenes periodistas servir a las necesidades de información de sus comunidades escolares. El SPLC promueve la incorporación de habilidades periodísticas, la ética y los valores en un siglo XXI y su "ciudadanía digital", ya que todo el mundo con acceso a Internet es un editor potencial. En este sentido, el periodismo estudiantil cobra importancia, al permitir generar un sentimiento de integración colectiva y social (llamémosle una “ciudadanía universitaria”), tanto a quienes participan de manera activa como periodistas, como a los lectores que se identifican con un medio que 30 http://www.splc.org/aboutus/internships.asp, revisado el 27 de julio de 2012. http://www.splc.org/aboutus/internships.asp 34 refleja la realidad que los rodea. Esta es una particularidad de la que carecen los medios de comunicación masiva. Al relacionarse con la vida académica, normalmente excluida de la agenda mediática, pone ante los ojos de la sociedad aspectos importantes para el desarrollo nacional, como la ciencia, la cultura y las artes. Además, es capaz de llevar la voz de los estudiantes, trabajadores y académicos fuera del plantel, y llevar al interior del mismo los temas de importancia general, a través de la perspectiva universitaria. Este es uno de los puntos centrales en que investigadores como Mónica Cruz se basan para afirmar que los medios de comunicación estudiantiles, máxime los universitarios, deben ser garantes de la libertad de prensa. Si bien apuntan que la dominación de los grandes medios es casi total, la aparición de las nuevas tecnologías ha servido para revertir, un poco, la situación. El Centro para la Libertad de Prensa (CLP) de Puerto Rico, en su Manual de Periodismo Escolar31, sostiene la importancia del periodismo estudiantil, al que considera vital para el desarrollo democrático de las sociedades, y aporta las razones de dicha trascendencia. Para el CLP, practicar periodismo desde las aulas permite a los estudiantes percibir su importancia como un ingrediente esencial de la democracia y conocer sus cualidades y funciones, así como la capacidad de identificar la calidad de los contenidos emitidos por los medios para aquilatar su impacto en la ciudadanía y desarrollar una postura crítica al respecto. Además, realizar periodismo estudiantil permite la vinculación directa de los involucrados con la realidad que los rodea, con los deberes y funciones internos 31 El Centro para la Libertad de Prensa (CLP) es una organización fundada en 1999 por el diario El Nuevo Día y la Universidad del Sagrado Corazón, cuya misión es fortalecer la democracia de la sociedad boricua por medio de programas educativos sobre el derecho a la libertad de prensa. 35 de un medio, así como plantearse objetivos más específicos como el perfeccionamiento de la redacción periodística, de un estilo especializado, y la plena identificación y relación con otros componentes del periodismo, como son la fotografía, la ilustración, y el diseño gráfico. “Entender los deberes y responsabilidades de reportear (…). Conocer y poner en práctica la labor de editar, que conlleva corregir el texto y dejarlo listo para su publicación. Relacionarse con los postulados éticos que tienen que imperar en el ejercicio del periodismo”32, son, además, conocimientos que de no obtenerse en el campo de trabajo, las escuelas proporcionan de manera sesgada. En el mismo manual, el CLP plantea ventajas intrínsecas de que las instituciones educativas inviertan en el desarrollo de proyectos periodísticos como pueden ser: Mejorar el dominio de la gramática y la buena ortografía, principalmente del estilo periodístico, que prefiere la concisión, brevedad y sencillez; despertar el interés por los hechos noticiosos, principalmente aquellos que ocurren en su entorno; desarrollar métodos de investigación y organización de la información; generar una percepción crítica de los medios; perfeccionar el trabajar en equipo; brindar oportunidades de interacción con la comunidad; acrecentar el interés por la lectura, y estimular el pensamiento crítico. Por ello, la implementación de medios dentro de las instituciones de educación se vuelve impostergable, pues es importante resaltar “que los medios estudiantiles no solo entrenan futuros periodistas sino futuras audiencias”33. Este importantísimo valor agregado solo se puede apreciar a plenitud cuando se ve la calidad que actualmente hay en la producción noticiosa de los medios de comunicación, tan baja por las pocas exigencias de la audiencia. 32 Centro para la Libertad de Prensa, Manual de periodismo escolar, Puerto Rico, 2008, pág. 10 33 Mónica Cruz Rosas, Sociedad internacional de estudiantes periodistas, una organización no gubernamental sin fines de lucro para el fomento y la protección del periodismo estudiantil universitario, Tesis de Licenciatura en Ciencias de la Comunicación, México, Universidad de las Américas Puebla 2009, pág. 63 36 Lamentablemente, los medios estudiantiles, en general, son vistos meramente como laboratorios, a pesar de que ofrecen información especializada, de fuentes de información concretas, a un público real. No son simples ejercicios de aula, sino que se constituyen en ejemplos de periodismo que deben ser fomentados y protegidos contra cualquier intento de coartar la libertad. El periodismo estudiantil se reviste así de la responsabilidad de contribuir a la construcción de sociedades más justas, abiertas e incluyentes; alejadas de dogmas y vicios que sólo una correcta comunicación que propicie la movilización podrá erradicar. Para María Reyes Domínguez Lázaro, catedrática de la Universidad de Sevilla, el periodismo escolar se refiere a un medio de comunicación donde los estudiantes de un centro educativo son los encargados de redactar y editar la información. “Habitualmente, trata sobre los hechos acontecidos en el centro (…). Sin embargo, también puede tratar otros contenidos, informaciones de interés general, etc. depende de las necesidades del propio proyecto”34. Para Mónica Cruz Rosas, los medios estudiantiles sirven para que los estudiantes desarrollen su identidad ciudadana y responsabilidad social; además de constituirse, por su tipo de contenido y audiencia, como medios alternativos ciudadanos. 1.5 Delineando al periodista universitario Como se verá más adelante, la enseñanza del periodismo ha pasado por diversos avatares a nivel mundial, teniendo incluso que intervenir la Organización de las 34 M. Reyes Domínguez Lázaro, Los medios en el aula: el periodismo como recursopedagógico, Universidad de Sevilla, http://www.gabinetecomunicacionyeducacion.com/files/adjuntos/Los%20medios%20en%20el%20a ula%20el%20Periodismo%20como%20recurso%20pedag%C3%B3gico.pdf, Revisado: 14/02/2012 http://www.gabinetecomunicacionyeducacion.com/files/adjuntos/Los%20medios%20en%20el%20aula%20el%20Periodismo%20como%20recurso%20pedag%C3%B3gico.pdf http://www.gabinetecomunicacionyeducacion.com/files/adjuntos/Los%20medios%20en%20el%20aula%20el%20Periodismo%20como%20recurso%20pedag%C3%B3gico.pdf 37 Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), que hace algunos años intentó colaborar en la defensa del buen periodismo y promulgó el Código Internacional de Ética Periodística, al cual por cierto hace referencia el Student Press Law Center en algunos documentos, y que se cita a continuación35: 1. El derecho del pueblo a una información verídica: El pueblo y las personas tienen el derecho a recibir una imagen objetiva de la realidad por medio de una información precisa y completa, y de expresarse libremente a través de los diversos medios de difusión de la cultura y la comunicación. 2. Adhesión del periodista a la realidad objetiva: La tarea primordial del periodista es la de servir el derecho a una información verídica y auténtica por la adhesión honesta a la realidad objetiva, situando conscientemente los hechos en su contexto adecuado. 3. La responsabilidad social del periodista: En el periodismo, la información se comprende como un bien social, y no como un simple producto. Esto significa que el periodista comparte la responsabilidad de la información transmitida. El periodista es, por tanto, responsable no sólo frente a los que dominan los medios de comunicación, sino, en último énfasis, frente al gran público, tomando en cuenta la diversidad de los intereses sociales. 4. La integridad profesional del periodista: El papel social del periodista exige el que la profesión mantenga un alto nivel de integridad. Esto incluye el derecho del periodista a abstenerse 35 Unesco, Código Internacional de Ética Periodística, 20/11/1983, publicado en: http://www.aideka.tv/Referentes/codigounesco.html http://www.aideka.tv/Referentes/codigounesco.html 38 de trabajar en contra de sus convicciones o de revelar sus fuentes de información, y también el derecho de participar en la toma de decisiones en los medios de comunicación en que esté empleado. 5. Acceso y participación del público: El carácter de la profesión exige, por otra parte, que el periodista favorezca el acceso del público a la información y la participación del público en los medios, lo cual incluye la obligación de la corrección o la rectificación y el derecho de respuesta. 6. Respeto de la vida privada y de la dignidad del hombre: El respeto del derecho de las personas a la vida privada y a la dignidad humana, en conformidad con las disposiciones del derecho internacional y nacional que conciernen a la protección de los derechos y a la reputación del otro, así como las leyes sobre la difamación, la calumnia, la injuria y la insinuación maliciosa, hacen parte integrante de las normas profesionales del periodista. 7. Respeto del interés público: Por lo mismo, las normas profesionales del periodista prescriben el respeto total de la comunidad nacional, de sus instituciones democráticas y de la moral pública. 8. Respeto de los valores universales y la diversidad de las culturas: El verdadero periodista defiende los valores universales del humanismo, en particular la paz, la democracia, los derechos del hombre, el progreso social y la liberación nacional, y respetando el carácter distintivo, el valor y la dignidad de cada cultura, así como el derecho de cada pueblo 39 a escoger libremente y desarrollar sus sistemas políticos, social, económico o cultural. El periodista participa también activamente en las transformaciones sociales orientadas hacia una mejora democrática de la sociedad y contribuye, por el diálogo, a establecer un clima de confianza en las relaciones internacionales, de forma que favorezca en todo la paz y a justicia, la distensión, el desarme y el desarrollo nacional. 9. La eliminación de la guerra y otras grandes plagas a las que la humanidad está confrontada: El compromiso ético por los valores universales del humanismo previene al periodista contra toda forma de apología o de incitación favorable a las guerras de agresión y la carrera armamentística, especialmente con armas nucleares, y a todas las otras formas de violencia, de odio o de discriminación, especialmente el racismo. Recordemos que Eugenio Yañez Rojas asegura que lo que ocasiona que se pierdan los principios éticos del periodismo son la lucha por audiencias, la competencia comercial, y el predominio de intereses. En el caso del periodismo estudiantil, estas circunstancias no deberían influir en su quehacer, porque las razones principales por las que los medios escolares se crean son la práctica de la teoría impartida en aulas y la inducción en el ejercicio real para acercarles a los participantes herramientas que solo la práctica puede dar. También nacen porque, como diría Alicia Cytrynblum, la prensa tradicional siempre ha priorizado la política y la economía sobre otros temas. “Como consecuencia de esta elección, la oferta informativa de todos los medios está encabezada por secciones dedicadas por completo a desarrollar, desmenuzar e 40 investigar cada hecho que se produce en ambos mundos”36. Lo lamentable, señala, es que los recursos invertidos en ambas secciones siempre resultarán insuficientes, razón por la cual se descuidan otras fuentes de información que merecerían ser incluidas. En su libro, Cytrynblum retoma una encuesta realizada en Argentina entre estudiantes de Comunicación que aporta datos relevantes para asegurar que el periodismo debe voltear a ver hacia otros campos sociales. Para los futuros periodistas, las principales amenazas a la libertad de prensa son: la concentración mediática en pocas manos, la dependencia económica a la publicidad, y las presiones privadas de grupos o personas ligadas a algún tipo de poder. Los principales problemas de la prensa comercial son: la dependencia económica (91.4 por ciento), el manejo político de las noticias (88.5) y la frivolización de la información (91.4). Además, estimaron que falta un mayor compromiso social; elevar la calidad de los contenidos y del uso del lenguaje, y evitar frivolizar la información dada. En este sentido, la instauración de medios estudiantiles con apoyo de las instituciones debería servir para fomentar en los futuros periodistas la construcción de espacios libres de ataduras y cuya única preocupación sea la elevación sistemática de la calidad, así como el fomento a la participación en los espacios creados. Estos medios además de servir como instrumentos concentradores de identidades al interior de las universidades, deben proporcionar información de carácter 36 Alicia Cytrynblum, Periodismo Social, una nueva disciplina, 2ª ed., Buenos Aires, La Crujía Ediciones 2009, pág. 44. 41 participativa, así como propositiva de las problemáticas no solo internas sino locales, regionales y nacionales. Una de las ventajas de ejercer periodismo desde las aulas es la practicidad que implica, pues no es necesaria la inversión de grandes recursos económicos para fundar un medio; por lo tanto, será únicamente el espíritu periodístico (aunado, no siempre, a un interés comercial) el que los guíe. Los universitarios harán, si es su deseo, periodismo sin cortapisas. Para ello, desde las aulas universitarias se deben formar profesionistas que piensen
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