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ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES CONGÉNITAS EN CANINOS Y FELINOS CARLOS H. LIGHTOWLER MV - DA 2012 ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES CONGÉNITAS EN CANINOS Y FELINOS 3 INTRODUCCIÓN Se definen como cardiopatías congénitas a las anomalías en la estructura o en la fun- ción presentes desde el nacimiento, aunque pueden ser descubiertas mucho tiempo después. Son generalmente la consecuencia del desarrollo anormal de una estructura normal o a la in- capacidad de alguna de las partes del aparato circulatorio para desarrollar más allá del estado fetal o embrionario. Las anormalidades producidas en los flujos circulatorios por dichas anomalías, pueden, a su vez, influir en forma significativa sobre el desarrollo estructural y funcional del resto de la circulación. Las enfermedades cardiovasculares congénitas tienen causas múltiples, entre las que se destacan los factores genéticos, ambientales, infecciosos, toxicológicos y nutricionales. Se sabe que ciertas drogas son capaces también de inducir trastornos en el desarrollo embriona- rio. Es difícil definir con exactitud la prevalencia de las cardiovasculopatías congénitas en la población canina y más en la felina. La localización geográfica, la variable representación de razas y la capacidad diagnóstica son factores altamente variables que impiden contar con un número global de la incidencia de este tipo de enfermedades. Un estudio indica una pre- valencia del 0,65% en caninos y 0,2% en felinos en los Estados Unidos de Norteamérica. En una estadística realizada en Argentina sobre 6.401 enfermos cardiacos, se detectó un 4,26% de cardiopatías congénitas y anomalías de los grandes vasos (Figura 1). Es de hacer notar que la incidencia de las enfermedades congénitas ha crecido en los años recientes debido, casi con seguridad, al mejoramiento de las técnicas diagnósticas, especialmente por el uso de la ecocardiografía bidimensional y el Doppler cardíaco, herramientas fundamentales para el diagnóstico de las enfermedades que nos ocupan. Existen muchas formas de clasificar los trastornos congé- nitos del aparato circulatorio pero la más adecuada, desde el punto de vista clínico, es la que hace referencia al trastorno funcional que la caracteriza. Un primer grupo de enfermedades son las que dificultan la salida de sangre de los ventrículos, caracterizándose por el desa- rrollo de sobrecarga de presión, como es el caso de la estenosis subaórtica y la estenosis pul- monar. El segundo grupo es el que presenta un cortocircuito entre la circulación general y la pulmonar, caracterizándose fundamentalmente por el desarrollo de sobrecarga de volumen. Dentro de este grupo se incluye la persistencia del conducto arterial y las comunicaciones interventriculares funcionales. El tercer grupo comprende las cardiopatías congénitas que, a diferencia del grupo anterior, presentan un cortocircuito que deriva sangre desde el circuito pulmonar al sistémico, donde se incluye a la tetralogía de Fallot y al síndrome de Eisenmenger. Finalmente existen un grupo de enfermedades que si bien afectan el desarrollo del aparato circulatorio producen signos correspondientes a otros aparatos y sistemas de la economía dis- tintos al circulatorio, como es el caso de las anomalías del desarrollo de los grandes vasos y la Figura 1: Distribución porcentual de las enfermedades diagnosticadas en 6.401 cardiópatas Carlos H. Lightowler 6 hernia peritoneopericárdica (Tabla 1). La incidencia de las distintas enfermedades cardíacas congéni- tas es también extremadamente variable, fundamentalmente por el predominio de una u otra raza en cada región, a la luz de que cada raza canina y hasta cierto punto fe- lina tienen particular predisposición para determinadas enfermedades. Es importante recordar también que la incidencia de las cardiopatías con- génitas varía, en una determinada región y también en el tiempo, dado que la mayor o menor cantidad de individuos de una raza fluctúa en función de la moda. Particularmente en Argentina, las en- fermedades de mayor incidencia, en orden decreciente de incidencia son: persistencia del conducto arterial (cocker spaniel, collie, pastor alemán, maltés, caniche toy), persistencia del cuarto arco aórtico derecho (gran danés, pastor alemán, setter irlandés, labrador retriever), estenosis subaórtica (boxer, gran danés, labrador retriever, rottweiler), estenosis pulmonar (te- rriers, yorkshire, beagle, schnauzer mini) comunicación interventricular (bulldog inglés, labra- dor retriever, terriers), tetralogía de Fallot (bulldog ingles, schnauzer gigante, irish terrier) y la hernia peritoneopericárdica (weimaraner). Con mucha menos frecuencia aparecen otras enfermedades que, desde el punto de vista clínico carecen de la importancia de las mencionadas (displasias de las válvulas atrioven- triculares, comunicación interatrial, estenosis mitral, persistencia del tronco arterial, ventrícu- lo derecho con doble salida, transposición de grandes vasos, etc.). Es importante resaltar que es muy frecuente la aparición de varias anomalías congé- nitas asociadas. Ello debe tenerse siempre en cuenta, dado que dichas asociaciones suelen dificultar el diagnóstico. Seguidamente, analizaremos varios ejemplo de cada una de las categorías de enfermedades cardiovasculares congénitas descriptas previamente. ENFERMEDADES QUE PRODUCEN OBSTRUCCIÓN DEL TRACTO DE SALIDA VENTRICULAR ESTENOSIS SUBAÓRTICA La estenosis aórtica constituye alrededor del 30% de las cardiopatías congénitas en caninos, siendo de muy rara presentación en gatos. Anatomopatológicamente se reconocen tres formas de estenosis aórtica: la forma sub- valvular, la más frecuente de todas, constituye casi el 90% de los casos en caninos; debido a la alta incidencia de presentación, la enfermedad se designa como “estenosis subaórtica”. La forma valvular, mucho menos frecuente, involucra alrededor del 7% de los casos y la tercera forma, la estenosis supravalvular constituye una rareza en caninos (2-3% de los casos) pero observada con alguna frecuencia en gatos. Desde el punto de vista etiológico se trata de una enfermedad típicamente hereditaria, autosómica dominante y poligénica. La Unidad de Cardiología del Hospital Escuela de Medicina Veterinaria de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Buenos Aires entre los años 2006 y 2010, atendió TABLA 1 –CLASIFICACIÓN FUNCIONAL DE LAS ENFERMEDADES CARDIOCIRCULATORIAS CONGÉNITAS MAS FRECUENTES �� QUE PRODUCEN OBSTRUCCIÓN DEL TRACTO DE SALIDA VENTRICULAR 99 Estenosis pulmonar 99 Estenosis aórtica �� QUE PRODUCEN SHUNTS SISTÉMICO-PULMONARES 99 Persistencia del conducto arterial 99 Comunicación interventricular �� QUE PRODUCEN SHUNTS PULMONAR-SISTÉMICOS (CIANÓTICAS) 99 Tetralogía de Fallot 99 Síndrome de Eisenmenger �� MISCELÁNEAS 99 Persistencia del 4o arco aórtico derecho 99 Hernia peritoneopericárdica ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES CONGÉNITAS EN CANINOS Y FELINOS 7 12.792 perros cardiópatas, resultando 1.017 con diagnóstico de cardiopatías congénitas. De estos 305 fueron estenosis subaórticas, correspondiendo 250 a perros de raza boxer (85%), 10 casos a rottweiler, 12 a labrador retriever, 8 a schnauzer gigante y los restantes 18 correspon- dieron a razas diversas. Es importante recordar que en la raza boxer, existe la displasia ventricular derecha arritmogénica, haciéndose necesario realizar el diagnóstico diferencial entre esta y la esteno- sis subaórtica. También existe la posibilidad de que ambas enfermedades coexistan y el clínico deberá decidir cual es la enfermedad que produce los signos clínicos para poder realizar un adecuado tratamiento. Fisiopatología La causa de las alteraciones fisiopatoló- gicas es el desarrollo de una estructura fibrosa localizada subendocárdicamente que involucra, parcialo totalmente, el tracto de salida del ven- trículo izquierdo (Figura 2). Dicha estructura es- trecha en distinto grado la salida ventricular y éste debe desarrollar mayor presión sistólica para poder eyectar la cantidad de sangre necesaria para sostener las necesidades metabólicas (Figu- ra 3). Esta situación incrementa el estrés parie- tal en el ventrículo izquierdo y comienza la remo- delación cardíaca engrosándose el séptum inter- ventricular y la pared libre del ventrículo izquierdo como consecuencia de la hipertrofia concéntrica generada por la sobrecarga de presión (Figura 4). Este incremento de la presión sistólica y el estrechamiento del tracto de salida provocan un incremento en la velocidad de la sangre, la cual, una vez que transpone la válvula aór- tica produce turbulencias y a la larga provo- ca dilatación de la raíz de la aorta (dilatación postestenótica). Este fenómeno es el que de- sarrolla el soplo cardíaco característico de la enfermedad. La importante hipertrofia miocárdica que desarrolla (la que está en función directa con el grado de estenosis) provoca áreas de hipo- perfusión coronaria con el desarrollo de sec- tores hipóxicos, responsable del desarrollo de arritmias cardiacas responsables, muchas veces, de muerte súbita. Finalmente se produce un incremento del tamaño del atrio izquierdo, dado que la hi- pertrofia ventricular izquierda altera la «com- pliance» ventricular y el atrio izquierdo debe ejercer mas presión para lograr un adecuado Figura 2: Esquema que muestra la localización de la banda fibrosa (anillo celeste) en el tracto de sali- da del ventrículo izquierdo Figura 3: La fotografía muestra el tracto de salida del ventrículo izquierdo en un caso severo de estenosis subaórtica, las flechas indican los bordes del tracto de salida estrechado. Carlos H. Lightowler 8 llenado ventricular diastólico. Es frecuente que la estenosis subaór- tica se acompañe con una regurgitación de la válvula aórtica, generalmente como con- secuencia de las alteraciones anatómicas que impone el estrechamiento del tracto de salida. En estos casos es frecuente el esta- blecimiento de un cuadro de hipertrofia de presión-volumen. Cabe aclarar, que desde el punto de vista clínico, en el perro y gato es difícil auscultar el soplo correspondiente a la regurgitación aórtica. En las etapas finales de la enfermedad, el cuadro original, caracterizado por una so- brecarga de presión se trastoca en un cua- dro de sobrecarga de volumen, producién- dose la dilatación ventricular y subsecuen- temente insuficiencia cardíaca congestiva. Evaluación clínica Las características clínicas generales y la intensidad de los signos dependerán del momento en el curso del proceso en el cual se realiza la consulta. La mayorías de los pacientes son pe- rros y gatos jóvenes, en general de menos de un año de edad y de las razas predispuestas Desde el punto de vista anamnésico la referencia mas frecuente es la descripción de «lipotimias» o la existencia de un soplo detectado por un clínico general que lo refiere al espe- cialista. Existen muchos casos en que el paciente llega a consulta para una evaluación de rutina sin ningún antecedente y el profesional detecta un soplo cardíaco. En general, la inspección aporta pocos datos, dado que el estado general de los pa- cientes suele ser normal, salvo que el proceso esté lo suficientemente avanzado como para que hayan aparecido algunos signos generales de insuficiencia cardíaca congestiva (disnea, ascitis, congestión venosa, etc.) La palpación precordial suele ser irrelevante o a lo sumo presentar un leve incremento de la fuerza del choque precordial. La palpación del pulso arterial puede mostrar alteraciones tanto de los caracteres ab- solutos (amplitud, celeridad) como relativos, destacándose la importancias de su exploración para el diagnóstico inicial de la presencia de disritmias cardíacas. Sin dudas, la auscultación es la maniobra mas importante en la evaluación clínica de los pacientes con alguna cardiopatía. La auscultación del corazón permitirá detectar la presencia de un soplo sistólico, con epicentro en el foco aórtico (cuarto espacio intercostal izquierdo a la altura de la línea medio- humeral) con propagación a la base cardíaca. Su extensión dentro del ciclo cardíaco (mesote- lesistólico, pansistólico) y su intensidad (1/6 a 5/6) dependerán del grado de estenosis y del periodo evolutivo de la enfermedad (Figura 5). En los inicios de la enfermedad el soplo suele ser telesistólico y a medida que la en- Figura 4: Pieza correspondiente a un caso de estenosis subaórtica grave donde puede observarse el grado de hi- pertrofia alcanzada, tanto en el tabique interventricular como en la pared libre y músculos papilares (flechas negras finas). Las flechas blancas gruesas muestran el estrecha- miento a nivel ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES CONGÉNITAS EN CANINOS Y FELINOS 9 fermedad evoluciona va ocupando cada vez mas espacio en la sístole haciéndose meso-tele- sistólico y terminando como pansistólico. Como se mencionó, su propagación es hacia la base, aunque no es infrecuente, además, su propagación hacia la raíz de las carótidas; este dato es importante pues permite hacer la diferenciación con los soplos pulmonares, con los cuales puede confundir dado que, tanto en la estenosis pulmonar congénita como en la estenosis subaórtica congénita, las modificaciones geométricas que sufre el corazón puede desplazar los epicentros y llevar a confusiones diagnósticas entre uno y otro. Exploraciones complementarias Dentro del conjunto de exploraciones complementarias a las cuales puede recurrirse para confirmar la sospecha de la presencia de una estenosis subaórtica, se encuentra la radio- grafía simple, el electrocardiograma convencional y la electrocardiografía ambulatoria (Hol- ter), la ecocardiografía bidimensional y el Doppler cardiaco. En general el laboratorio aporta poco en la confirmación del diagnóstico. Radiología simple Los pacientes con estenosis subaórtica pueden presentar signos radiológicos inespecí- ficos (generalmente del tipo de agrandamiento de la silueta cardíaca) que aparecen también en muchas otras enfermedades cardiacas y signos específicos que, cuando están presentes permiten caracterizar la enfermedad. En la generalidad de los casos los signos son mínimos y atípicos. En la radiografía late- rolateral se observan las manifestaciones típicas del agrandamiento ventricular y atrial izquier- dos (elevación de la carina, estrechamiento del ángulo traqueovertebral y verticalización del borde cardiaco posterior) (Figura 6). En los casos típicos y bien definidos, el arco aórtico apa- rece prominente y agrandado lo que hace desaparecer la cintura cranial de la silueta cardiaca. En la incidencia dorsoventral la silueta cardiaca aparece alargada como consecuencia de la prominencia del arco aórtico, confundiéndose con la pared ventricular izquierda que pro- truye, acercándose más de lo normal a la pared torácica izquierda (Figuras 7 y 8). Electrocardiografía convencional En muchos casos de estenosis subaórtica el electrocardiograma es totalmente normal; en otros, aparecen signos sugerentes de sobrecarga ventricular y atrial izquierda (Figura 9) a los que se agregan, en muchos casos, distintos tipos de arritmias. Figura 5 - Representación esquemática del ciclo cardíaco y localización del soplo de la estenosis subaórtica. El soplo se ausculta durante la sístole ventricular y, como muestra el inserto, su epicentro está en el foco aórtico y se propaga hacia la base cardíaca. 4: Cuarto ruido; 1: Primer ruido; 2: Segundo ruido; 3: tercer ruido; A: soplo pansistólico; B: soplo mesotelesistólico; C: soplo telesistólico Carlos H. Lightowler 10 La arritmia encon- trada con mayor fre- cuencia corresponde a complejos prematuros ventriculares conori- gen en el ventrículo iz- quierdo (Figura 10) y la taquicardia ventricular, paroxística o sostenida (Figura 11). Si el atrio izquier- do ha sufrido remode- lación importante pue de aparecer también fibrilación atrial (Figura 12). Sin embargo, debe recordarse que ningu- no de los hallazgos mencionados es patri- monio exclusivo de la patología en análisis. Electrocardiografía Ambulatoria (Holter) La electrocardiografía ambulatorio permite no solo clasificar el tipo de arritmia que pa- dece el paciente, sino también conocer cual es su frecuencia y detectar otras posibles altera- ciones del ritmo aso- ciadas y que, debido a su baja frecuencia de aparición, no son detectadas por la elec- trocardiografía simple. En la actuali- dad, la electrocardio- grafía ambulatoria es un procedimiento fá- cil de realizar y perfec- tamente tolerado por los pacientes (Figura 13). Asimismo, este estudio, asociado a los hallazgos de la ecocar- diografía bidimensio- nal y el Doppler car- díaco permite realizar el diagnóstico diferencial entre la estenosis subaórtica y la displasia ventricular derecha arritmogénica en las razas predispuestas. La valoración de la frecuencia de la arritmia es importante desde el punto de vista diag- nóstico, así como también para valorar los resultados de la terapéutica cuando, en función de la gravedad de la misma, sea necesario instaurar tratamiento antiarrítmico (Figura 14). Ecocardiografía bidimensional Los hallazgos ecocardiográficos encontrados en la estenosis subaórtica, dependerán bási- Figura 6 - Radiografía de un caso de estenosis subaórtica moderada. Se observa eleva- ción de la carina, disminución del ángulo traqueovertebral y verticalización del borde cardíaco posterior. Estos signos radiológicos son inespecíficos y están presentes en todas las enfermedades capaces de producir agrandamiento del sector izquierdo de la silueta cardíaca Figura 7- Radiografía dorsoventral (izquierda) y laterolateral (derecha) de un caso de estenosis aórtica. En la izquierda, la silueta cardiaca se observa alargada como con- secuencia de la protrusión del arco aórtico al igual que en la imagen mostrada en la derecha. Las flechas rojas indican el lugar de la proyección del arco aórtico ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES CONGÉNITAS EN CANINOS Y FELINOS 11 camente del momento en que se rea- liza el estudio, en función del estado evolutivo de la enfermedad. La exploración se realiza desde la ventana paraesternal derecha, estu- diando primero las imágenes en eje corto (Figura 15) y luego la imagen en eje largo de cinco cámaras (Figura 16). Las características fundamentales son: engrosamiento de la pared libre ven- tricular izquierda, músculos papilares y tabique interventricular por encima de los valores normales para el peso corporal, modificaciones en la ecoes- tructura del miocardio, el cual pierde su aspecto normal, mostrando zonas hiperecogénicas que coexisten con o- tras casi anecogénicas. Los diámetros ventriculares se en- cuentran reducidos en grado variable en función del grado de hipertrofia concéntrica. La relación atrioaórtica puede ser normal porque el atrio se encuentre normal, al igual Figura 8 - Angiocardiografía selectiva (aortoventriculografía izquier- da) en un caso de estenosis aórtica severa. Se observa el estrecha- miento que sufre la sangre opacificada (flechas) cuando ingresa al ventrículo izquierdo. La imagen muestra también como hace pro- trusión hacia adelante el cayado aórtico y el tronco braquiocefálico y es bien evidente también la dilatación postestenótica de la aorta (cabeza de flecha) Figura 9 - Electrocardiograma que muestra los signos característicos de la sobrecarga eléctrica del sector cardíaco izquierdo (onda P mitral, incremento del voltaje, incremento de la duración del complejo ventricular, onda T amplia y de sentido inverso al mayor potencial ventricular y segmento ST combado) Carlos H. Lightowler 12 que la aorta (no se ha desarrollado la dilatación post-estenótica) o alterada, sea por aumento del atrio o de la aorta. Como se mencionara previamente, la estenosis subaórtica congénita se caracteriza por la presencia de una formación fibromuscular localizada en la parte final del tracto de salida del ventrículo izquierdo que protruye hacia la luz del ventrículo izquierdo. Dicha protrusión obs- truye permanentemente la libre salida de la sangre, obstrucción que muchas veces se inten- sifica durante la contracción ventricular por el engrosamiento de la porción basal del tabique interventricular (obstrucción dinámica). Dicha formación fue clasificadas por Pyle y Patterson de la siguiente manera: Figura 10 - Electrocardiograma, derivación II; estenosis subaórtica congénita. Se observa un bigeminismo extrasistólico monofocal con origen ventricular izquierdo. Figura 11 - Taquicardia ventricular sostenida en un caso de estenosis subaórtica congenita ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES CONGÉNITAS EN CANINOS Y FELINOS 13 -ESA 1 (Figura 17): caracterizada por un engrosamiento endocárdico septal y/o forma- ciones nodulares de 1-2 mm que a veces pueden avanzar sobre las valvas valvulares. Su aspecto es hiperecogénico. - ESA 2 (Figura 18): desarrollo de un «anillo fibroso» representado por un engrosa- miento del endocardio subvalvular que rodea casi completamente el tracto de salida del ven- trículo izquierdo. -ESA 3 (Figura 19): formación de un «túnel fibroso» por proliferación de tejido endocár- dico subvalvular que rodea todo el tracto de salida del ventrículo izquierdo y lo estrecha. Cabe aclarar que no siempre las lesiones descriptas se hacen evidentes a la exploración ecocardiográfica. Doppler cardíaco La exploración se realiza desde la ventana paraesternal izquierda, en la imagen apical de cinco cámaras, dado que es la que permite la mejor ali- neación con el flujo a explorar (Figura 20). Una vez obtenida la imagen adecuada, el ana- lizador de volumen se coloca inmediatamente por deba- jo de la válvula aórtica con el objeto de explorar el tracto de salida;luego se posiciona a nivel del anillo aórtico y final- mente en el punto de máxima apertura de la válvula para me- dir la velocidad de flujo a nivel del vaso. La exploración se co- mienza con Doppler espectral pulsado. Si se produce aliasing se recurre al mapeo de flujo co- lor con el objeto de encontrar el punto de mayor alteración del Figura 12 - Fibrilación atrial en un caso de estenosis subaórtica con atriomegalia severa. Figura 13 - Paciente con el arnés especial para realizar el registro del elec- trocardiograma ambulatorio. La piel en el sector donde van a colocarse los electrodos autoadhesivos se rasura perfectamente. Una vez aplicados y conectados se aplica una faja elástica (1) para mantenerlos en posición y luego se aplica el arnés especial el cual posee un bolsillo (2) donde se coloca la grabadora (3) Carlos H. Lightowler 14 flujo (lugar donde se produce el mayor gra- do de aliasing y varianza). Detectado éste, se coloca el cursor sobre la zona a estudiar y se comienza la exploración con Doppler espec- tral continuo. Es importante destacar, que si bien se consideran como normales valores de velocidad de flujo transaórticos que se encuentran alrededor de 1 mseg, no existe un acuerdo general entre distintos investiga- dores respecto de cual es el límite superior normal. Algunos consideran que el límite superior normal se encuentra en 1,5 mseg., mientras que para otros dicho límite es de 2 mseg. El mapeo de flujo en color ayuda también a identificar la existencia de regur- gitación aórtica cuando ésta se asocia a la es- tenosis subaórtica. Es importante destacar, como se mencionará para la regurgitación pulmonar, que no siempre el flujo estenótico se encuentra alineado con el de regurgita- ción, de tal maneraque no siempre pueden registrase en forma simultánea ambos es- Figura 14 - Imagen de un registro Holter de un paciente con estenosis subaórtica. Se observan complejos ventricula- res prematuros y períodos de taquicardia ventricular paroxísticas (complejos rojos). Cabe aclarar que en el electro- cardiograma convencional de este paciente solo se habían detectado complejos ventriculares prematuros de baja frecuencia Figura 15 - Imagen obtenida desde la ventana para- esternal derecha en eje corto, correspondiente a un perro con estenosis subaórtica de tres años de evolución. Se observa un marcado engrosamiento de la pared libre ventricular izquierda y del tabique interventricular. La hipertrofia de los músculos papilares es bien evidente. La cavidad del ventrículo izquierdo se encuentra reducida. La ecoestructura del miocardio también presenta cambios, caracterizados por la presencia de zonas hiperecogénicas entremezcladas con otras hipoecogénicas y anecogénicas. ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES CONGÉNITAS EN CANINOS Y FELINOS 15 pectros, lo cual requiere alinear independientemente a cada uno de los flujos para proceder a su medición (Figura 21). Sobre la base del gradiente de presión obtenido a partir de la medición de la velocidad de flujo transaórtico, obtenido aplicando la fórmula de Bernoulli simplifi- cada, se realiza la clasificación de la gravedad de la estenosis: -Enfermedad leve (grado 1): gradiente de presión hasta 50 mmHg. -Enfermedad moderada (grado 2): gradiente de presión entre 51 mmHg y 99 mmHg -Enfermedad grave (grado 3): gradiente de presión mayor de 100 mmHg Pronóstico y decisiones terapéuticas El pronóstico de la enfermedad esta determinado fundamentalmente por el momento del curso de la enfermedad en que se haga el diagnóstico y por el grado de la estenosis, deter- minado por Doppler cardiaco. Las decisiones terapéuticas se tomarán en función de las disponibilidades de trata- miento y de la velocidad del flujo transaórtico y el gradiente de presión. Sobre la base del valor del gradiente de presión, en los casos leves (grado 1- gradiente Figura 16 - Imagen obtenida desde la ventana paraesternal derecha en eje largo del mismo paciente que la figura 15. Las flechas indican el anillo fibroso que estrecha el tracto de salida del ventrículo izquierdo. Obsérvese la diferencia entre el diámetro del tracto de salida y el de la aorta (Ao). 1- Arteria pulmonar; 2- Atrio izquierdo; 3- Válvula mitral cerrada. Figura 17 - Las flechas indican dos lesiones ubicadas en el tracto de salida del ventrículo izquierdo en sendos casos de estenosis subaórtica. De acuerdo a la clasificación de Pyle y Patterson, dichas lesiones son de tipo ESA 1. Carlos H. Lightowler 16 de presión hasta 50 mmHg) el pronóstico será favorable, se indicará un control clínico y con ultrasonido cada 6 meses y tratamiento médico mínimo. Para los casos moderados (Grado 2- gradiente de presión entre 51 y 99 mmHg) el pronós- tico es reservado y es aconsejable acortar el periodo de controles clínicos y ultrasonográficos a tres meses. En general se indica tratamiento medico intensivo. Se formula un pronóstico grave (Tipo 3 - Gradiente de presión de 100 o más mmHg). En estos casos el tratamiento médico debe ser intensivo y está indicada la cirugía si se dispone de la infraestructura requerida. Tratamiento Los principios a aplicar en el tratamiento médico de la estenosis subaórtica son: la re- ducción del trabajo cardíaco, lo que se logra reduciendo algo el inotropismo y operando sobre la poscarga y controlar el ritmo cardíaco. Desde el punto de vista quirúrgico lo que se intenta hacer es eliminar la estrechez producida en el tracto de salida ventricular izquierdo. Tratamiento médico La primera indicación es el uso de los betabloqueantes selecti- vos los cuales reducen al frecuencia cardíaca y levemente el inotropis- mo, lográndose con ello la reduc- ción del trabajo cardiaco (ver tabla 2). Los betabloqueantes pue- den asociarse a los bloqueadores de los canales de calcio (ver tabla 2) y a los inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (IECA), cuyo efecto primordial es ac- tuar sobre la poscarga para que el ventrículo izquierdo pueda cumplir su función eyectiva a una presión sistólica mas cercana a lo normal. Finalmente, si el paciente presenta complejos ventriculares prematuros o alguna de las forma de taquicardia ventricular, se recurrirá al uso de antiarrítmi- cos. Es importante recordar que estas drogas deben emplearse exclusivamente si la arritmia existente es frecuente y puede comprometer la hemodinamia del paciente dado que, todas las drogas empleadas para la corrección de los trastornos del ritmo, tienen efecto proarrimogéni- co (ver tabla 2). No debe olvidarse de instruir a los propietarios respecto al carácter hereditario de la enfermedad y sugerirle que el paciente no sea utilizado para la reproducción. Tratamiento quirúrgico Existe todavía mucha controversia respecto del tratamiento quirúrgico de la estenosis subaórtica, tanto en relación a sus resultados como a las técnicas mas convenientes para apli- car en caninos y felinos. Figura 18 - Las flechas indican lesiones de tipo ESA 2 Figura 19 - En este ejemplo, las lesiones del tracto de salida cons- tituyen un túnel fibroso, lo que caracteriza a las lesiones de tipo ESA 3 ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES CONGÉNITAS EN CANINOS Y FELINOS 17 Sin ninguna duda, la cirugía a corazón abierto para realizar la miotomía del tracto de salida y la resección del anillo fibro- so que causa la estrechez del tracto de salida es la cirugía mas adecuada. Sin embargo, los requerimientos técnicos, que incluyen la necesidad de contar con una bomba de cir- culación extracorpórea hace que este tipo de procedimien- to, si bien realizado en algu- nos centros de excelencia con resultados variables, no es la indicación quirúrgica de elec- ción. Lo mismo ocurre con la apli- cación del denominado «con- ducto valvular» el cual se co- loca formando una especie de cortocircuito entre la punta del ventrículo izquierdo y la raíz aórtica con del objeto de ali- via la presión intraventricular y evitar la fuerte hipertrofia del ventrículo izquierdo. Sin em- bargo, el costo de la prótesis, la necesidad de circulación extra- corpórea y de anticoagulación permanente no lo hace un pro- cedimiento adecuado para los pacientes veterinarios. Finalmente la técnica mas aceptada es la denomina- da «valvuloplastia con balón». El procedimiento consiste en introducir un catéter vía arte- ria femoral o carótida con un balón en su extremo el cual se insufla a una determinada presión en el momento en que se encuentra en el tracto de salida ventricular. Todo el procedimiento es seguido por control radioscópico. En manos de personal entrenado el pro- cedimiento es sencillo y seguro, aunque sus resultad lejos están de ser los deseados. Se des- cribe que en un 50% de los casos se logra reducir el gradiente de presión ventricular respecto del prequirúrgico. Sin embargo, al cabo de un año, la mayoría de estos pacientes han vuelto a incrementar dicho gradiente. ESTENOSIS PULMONAR La estenosis pulmonar congénita es una obstrucción que evita el normal flujo de sangre Figura 20 - Aspecto del flujo transaórtico normal. La velocidad se encuentra entre 1 y 1.5 mseg. y, a diferencia del flujo transpulmonar, el tiempo de aceleración es marcadamente mas corto que el de desa- celeración. Figura 21 - Un casos de estenosis subaórtica complicada con regurgitación aórtica. La flecha 1 indica el cursor (en este caso correspondiente a Doppler espectral continuo) correctamente alineado con el flujo aórtico. La flecha 2 muestra la onda espectral de la estenosis subaórtica. Se puede observar que la velocidad es de 4,7 mseg, correspondiendoun gradiente de presión de 88,36 mmHg. La flecha 3 indica el espectro de la regurgitación aórtica. En este caso particular, como ambos flujos se encontraban alineados fue posible registrar simultáneamente ambos espectros. Como se vera mas adelante en el texto, se trata de una enfermedad moderada. Carlos H. Lightowler 18 desde el ventrículo derecho hacia la arteria pulmonar. Al igual que para el caso de la estenosis aór- tica, la obstrucción puede asentar en tres niveles dife- rentes: en el tracto de salida ventricular derecho (deno- minada estenosis infundi- bular), a nivel de la propia válvula o por encima de la misma involucrando la pro- pia arteria pulmonar (Figura 22). La forma infundibu- lar representa un 15% de los casos, la supravalvular el 3%, mientras que la valvular propiamente dicha repre- senta el 82% de los casos encontrados. A su vez, la forma valvular, de acuerdo a su aspecto anatomopatológico se subdivide en dos tipos. El denominado Tipo A, se caracteriza por presen- tar un anillo valvular nor- mal, engrosamiento de las valvas valvulares y fusión casi completa de sus rebor- des. Por el contrario, el Tipo B muestra un anillo hipoplásico y las valvas valvulares están representadas por un simple reborde que se funde al anillo hipoplásico (Figura 23). Puede estimarse una incidencia entre el 11 y el 18% y es muy prevalente en todas las razas terriers y en menor proporción bulldog ingles y chihuahua. En gatos es poco frecuente. La etiología es hereditarias, habiéndose identificado en beagles su herencia poligénica. Fisiopatología La evolución de la enfermedad estará dada por la intensidad de la obstrucción y el tiempo de evolución de la enfermedad. El fenómeno mas llamativo de la enfermedad es el desarrollo de hipertensión ventricular derecha y consecuentemente hipertrofia ventricular (Fi- gura 24) como consecuencia de la sobrecarga de presión, a lo que se agregan otros fenómenos consecuencia de la remodelación cardíaca y vascular para compensar los fenómenos hemodi- námicos que provoca la obstrucción (Figura 25). Tabla 2 - Drogas empleadas en el tratamiento de la estenosis subaórtica congénita en caninos ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES CONGÉNITAS EN CANINOS Y FELINOS 19 Evaluación clínica Dependiendo del período evolutivo de la enfermedad y de la intensidad de la estenosis variará el cuadro clínico general. Muchos pacientes aparecen asintomáticos, salvo por la presen- cia del soplo característico. Trátase de un soplo sistólico, con epicentro en el foco pulmonar (tercer espacio intercostal izquierdo a nivel de la u- nión condrocostal), algunas veces acompañado por otro soplo sistó- lico, pero con epicentro en el foco tricuspídeo (tercer espacio intercos- tal, sobre el hemitórax derecho a la altura mediohumeral). Dicho soplo desarrolla secundariamente como consecuencia del agregado al cuadro fisiopatológico de sobrecarga de vo- lumen cuando a la estenosis pulmo- nar se agrega regurgitación de la misma válvula (co-sa frecuente) y corresponde a regurgitación tricuspídea por dilatación del anillo valvular. En casos donde la re- percusión sistémica es impor- tante, puede observarse déficit en el desarrollo de los pacientes (Figura 26), la aparición de sín- copes, desarrollo de distintos ti- pos de arritmia y, algunos casos, desarrollan muerte súbita. Muchas veces es fac- tible detectar pulso venoso, particularmente cuando la re- gurgitación tricuspídea se hace importante. La palpación del pulso no arroja signos relevantes (salvo para el caso del estudio del ritmo) pero la palpación precordial generalmente permite detectar la presencia de un frémito importante. Al igual que en el caso de la estenosis subaórtica la auscultación vuelve a ser la maniobra mas importante dentro de la evaluación física. Como se menciono previamente, el soplo es sistólico, en principio telesistólico y en la medi- Figura 22 - Distintos tipo de estenosis pulmonar congénita. 1) muestra la posición de la estrechez del tracto de salida (estenosis infundibular), 2) la estenosis tipo valvular propiamente dicha y la 3) la supravalvular o vascular. Figura 23 - pieza correspondiente a un caso de estenosis pulmonar congé- nita grave. El circulo muestra un reborde redundante con un orificio muy pequeño. Ello representa el aparato valvular. De acuerdo a la clasificación se trata de una estenosis valvular propiamente dicha del tipo B Carlos H. Lightowler 20 da que el proceso evoluciona ocupa cada vez mas espacio en la sístole hasta llegar a hacer- se pansistólico y su propagación es hacia la base cardíaca (Figura 27). Es de hacer notar que si bien las características del soplo en la mayoría de los casos permite diagnostica la enfermedad, muchas veces la hipertrofia ventricular derecha eleva el corazón y el epicentro del soplo se desplaza hacia arriba y puede llevar a confundirlo con un soplo aórtico, aun- que el pulmonar nunca tiene propagación hacia las carótidas. De cualquier manera, cuando exista cualquier duda podrá ser dilucidada por el Doppler cardíaco. Exploraciones complementarias Radiología simple Las características radiológicas en esta enfermedad provienen del agrandamiento del sec- tor cardíaco derecho, la puesta en evidencia de la dilatación postestenótica de la arteria pulmonar y sobre los campos pulmonares la disminución de la vascularización pulmonar. En la incidencia la- Figura 24- Corazón correspondiente a un caso de estenosis pulmonar valvular. La letra A muestra el importante grado de hipertrofia del tracto de salida del ventrículo derecho y la letra B muestra, al corte el importante espesor parietal y septal de dicho ventrículo que casi ha obliterado la cavidad Figura 25- Representación esquemática de los feno- menos fisiopatológicos que desarrollan en la este- nosis pulmonar congénita. El fenómeno se desen- cadena por la obstrucción al flujo sanguíneo desde el ventrículo derecho localizada generalmente en la válvula pulmonar o en el tracto de salida (1). Ello hace que el ventrículo derecho deba desarrollar ma- yor presión (2) comenzando la adaptación geométri- ca produciéndose la hipertrofia de la pared libre (3)y tabique (hipertrofia concéntrica). Como consecuen- cia de la mayor presión diastólica final en el ventrí- culo derecho el tabique interventricular se desvía hacia el lado izquierdo (4). El llenado ventricular, por el aumento de la presión diastólica final y reducción de la «compliance», hace que el atrio derecho deba ejercer mayor presión de llenado y se dilata (6). Como en todos los casos, luego de una estrechez, el flujo sanguíneo se hace turbulento y produce la dilatación postestenótica de la arteria pulmonar (5) ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES CONGÉNITAS EN CANINOS Y FELINOS 21 terolateral se observa un incremento del contacto esternal de la pared ventricular derecha, de tal manera que si se traza una línea imaginaria desde la carina has- ta el ápex cardíaco se observará un pre- dominio neto de todo lo que se encuen- tra hacia la izquierda de dicha línea, que corresponde a la hipertrofia ventricular derecha. Asimismo, se borra la cintura cardíaca anterior y aparece una protru- sión que marca la dilatación postestenó- tica de la arteria pulmonar (Figura 28). En la incidencia dorsoventral, las características radiológicas son la ma- yor cercanía de la pared ventricular izquier- da con la parrilla costal y la prominencia de la arteria pulmonar en la ubicación de la hora dos, si se sigue la analogía del reloj (Fi- gura 29). Electrocardiografía convencional El electrocardiograma muestra modificacio- nes características. Se produce una sobre- Figura 26 - Doberman Pinscher de 5 meses de edad afectado por una estenosis pulmonar congénita grave (clasificada por Doppler). Obsérvese el deficienteestado general y la disminu- ción del desarrollo, comparado con el tamaño de un perro de idéntica raza y edad normal. Figura 27 - Representación esquemática del soplo de la estenosis pulmonar congénita. Si se observa la figura 5 se verá que la única diferencia con el soplo de la estenosis subaórtica es el epicentro del soplo. Figura 28- Radiografía laterolateral de un caso de es- tenosis pulmonar. Se observa un incremento del con- tacto del borde cardíaco anterior con el esternón. Las flechas indican la protrusión de la arteria pulmonar Carlos H. Lightowler 22 carga ventricular derecha con desvío del eje a la derecha. El electrocardiograma adopta un pa- trón con una imagen especular al electrocardio- grama normal (Figura 30). Pueden presentarse también variado trastornos del ritmo, que no constituyen datos específicos que permitan ca- racterizar la enfermedad. En la generalidad de los casos no suele ser necesario recurrir al regis- tro Holter. Ecocardiografía bidimensional Las alteraciones que se observarán en la ecocardiografía bidimensional son las deri- vadas de la remodelación del ventrículo dere- cho. Aparte de las vistas clásicas para explorar la válvula pulmonar, deben emplearse otras oblicuas. Tres son los elementos fundamentales a tener en cuenta: la forma del tabique inter- ventricular, el espesor de las paredes del ven- trículo derecho y las características de la válvula pulmonar. Válvula pulmonar Dependiendo del subtipo de estenosis, aparecerán distintas manifestaciones en la vál- vula. Cuando existe fusión de las valvas, apa- rece lo que se denomina «válvula en domo». Asimismo aparecerán alteraciones en los mo- vimientos, modificaciones en la ecogenicidad (Figura 31) y modificaciones en el tamaño del anillo valvular (Figura 32). Ventrículo derecho Tres son los aspectos a tener en cuenta en el estudio ecocardiográfico ante la presencia de una estenosis pulmonar: el tamaño de la cámara ventricular, el espesor del tabique y su posición. Como en general, la estenosis pulmonar congénita asocia mayor o menor grado de regurgitación valvular, el ventrículo derecho sufre una verdadera sobrecarga mixta (presión y volumen) por lo cual no es raro encontrar una cámara ventricular grande y con su pared y el tabique interventricular engrosados. La cuantía de las mencionadas alteraciones dependerá de varios factores (precocidad del diagnóstico, gravedad de la estenosis, volumen de la regur- gitación asociada y otros) (Figura 33). Una característica saliente de esta patología es la com- ba del tabique interventricular hacia el ventrículo izquierdo (en el eje largo) y aplanamiento (en el eje corto) como consecuencia del incremento de la presión intraventricular derecha. Cuando la estenosis pulmonar es de moderada a grave, es frecuente observar lo que se deno- mina dilatación postestenótica de la arteria pulmonar. Esto significa que, como consecuencia de la alteración del flujo sanguíneo laminar, la arteria pulmonar se dilata (Figura 34). Figura 29 - Radiografía en incidencia dorsoventral de un caso de estenosis pulmonar. Se observa la hiper- trofia ventricular derecha evidenciada por el acer- camiento del borde cardiaco derecho hacia la pared del tórax. Las flechas indican la protrusión a la hora dos de la dilatación postestenótica de la arteria pul- monar ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES CONGÉNITAS EN CANINOS Y FELINOS 23 Doppler cardíaco El estudio de la estenosis pulmonar congénita por esta técnica incluye el uso tanto del Doppler espectral como el mapeo de flujo en color. La estenosis valvular implica el incremento de la ve- locidad del flujo transvalvular y el desarrollo de un gradiente de presión. Sobre la base de este último es que se clasifica la gravedad de la estenosis. Cuando se investigan los flujos, tanto valvulares co- mo anormales, muchas veces no alcanzan las imágenes clási- cas para poder lograr una bue- na interrogación del flujo, por lo cual deberán investigarse otras posiciones para obtener la mayor velocidad de flujo po- Figura 30 - Electrocardiograma de seis derivaciones en un caso de estenosis pulmonar congénita. Se observa que la polaridad de los complejos ventriculares esta invertida en todas las derivaciones lo que otorga al regis- tro una imagen especular respecto de lo normal. Figura 31 - Imagen en eje corto desde la ventana paraesternal derecha. La flecha muestra la válvula pulmonar donde se observan alteraciones en la ecogenicidad. Carlos H. Lightowler 24 sible. Es bueno recordar que la mayor velocidad de flujo se detectará cuanto más parale- lo este el eje de interrogación con la dirección del flujo y que, como norma, el ultrasonido tiene a subvalorar la velocidad y nunca a sobrevalorarla, ra- zón por la cual siempre deberá tomarse en cuenta la mayor velocidad encontrada. En condiciones normales, la velocidad del flujo transmi- tral se encuentra entre 0,8 y 1,3 m/seg, lo que implica un gradiente de presión de 2,56 a 6,57 mmHg (Figura 35). Cuan- do existe estenosis y depen- diendo del grado, la velocidad de la sangre se acelera al pasar por el sector estenosado. Como mencionáramos, previamente la gravedad de la estenosis se mide por el valor del gradiente de presión: con gradientes menores de 50 mmHg (velocidad de 3,5 mseg) se considera que la estenosis es leve, de 51 mmHg. a 75 mmHg. (4,3 mseg de velocidad- Figura 36) es moderada y por encima de este valor se la considera severa (Figura 37). Se mencionó previamente que en muchos casos, la estenosis pulmonar congénita se asocia a regurgitación pulmo- Figura 32 - La flecha muestra un incremento de la ecogenicidad en correspondencia con el anillo pulmonar, situación que puede ser debida a fibrosis y/o calcificación del mismo o a fusión de las valvas pulmonares. Figura 33 - Dos casos de estenosis pulmonar congénita. En ambos casos la imagen es en eje corto registrada desde la ventana paraesternal derecha. A- Corresponde a un caso de estenosis pulmonar congénita moderada, acompañada de regurgitación. Obsérvese el aplanamiento del tabique inter- ventricular, resultado de la hi- pertensión ventricular derecha y el incremento del tamaño de la cámara ventricular derecha, producto de la sobrecarga mixta (presión/volumen). La hipertrofia del tabique no es significativa. B. A diferencia del anterior, trátase de un caso grave de estenosis pulmonar congénita. Es notoria la hipertrofia del séptum y de la pared ventricular derecha, indicadora de una sobrecarga de presión extrema. La cavidad ventricular en vez de crecer se ha reducido. VD: ventrículo derecho; S: séptum interventricular; VI: ventrículo izquierdo. ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES CONGÉNITAS EN CANINOS Y FELINOS 25 nar de grado variable. Esta, cuando se rea- liza el mapeo de flujo color es percibida durante la diástole ventricular como un flujo que se acerca al transductor (Figura 38); inmediatamente, durante la sístole ventricular aparece el flujo transpulmonar con grado variable de alisasing, depen- diendo de la gravedad de la estenosis. Sin embargo, cuando se realiza la exploración con Doppler espectral no siempre es po- sible captar simultáneamente el espectro del flujo trasvalvular estenosado y el de la regurgitación, dado que la dirección del flujo no puede captarse con la misma ali- neación del vector de exploración (Figura 39). La técnica más adecuada para el diagnóstico ultrasonográfico de la este- nosis pulmonar es realizar la exploración de la válvula con mapeo de flujo en color, localizar la zona de mayor aliasing y va- rianza, aplicar el analizador de volumen en dicho lugar y medir con Doppler espectral pulsado. Si este marca aliasing pasar a Doppler espectral continuo y realizar la medición de la velo- cidad (Figura 40). Pronóstico Dependerá del estado general delpaciente y de la gra- vedad de la estenosis medida por medio del Doppler cardía- co. Para el caso de las formas leves el pronóstico es favora- ble, requiriéndose controles cada 6-8 meses. En las formas moderadas el pronóstico es re- servado requiriéndose un tra- tamiento médico intensivo y controles seriados cada 3-4 meses. Finalmente en los casos graves el pronostico es grave y el desenlace dependerá de la precocidad del procedimiento quirúrgico. Tratamiento El tratamiento de la estenosis pulmonar congénita tiene dos vertientes, la médica y la quirúrgica, siendo la determinante de la elección de una o de otra la gravedad de la estenosis. Por tratarse de una enfermedad de transmisión hereditaria debe indicarse al propieta- rio la necesidad de no reproducir el animal y la ventaja de proceder a su castración. Figura 34 - Dilatación postestenótica de la arteria pulmonar en un caso de estenosis pulmonar congénita. La relación normal entre los diámetros de las arterias aorta y pulmonar es de 1, mientras que en este caso es de 0,53, predominando netamente el diámetro de la arteria pulmonar. Figura 35 - Flujo transpulmonar normal captado desde la ventana para- esternal derecha en una imagen oblicua del tracto de salida ventricular derecho. La onda de flujo es simétrica y tiene una velocidad de 1,2 m/ seg. La línea que aparece al final de cada onda indica el cierre de la válvula Carlos H. Lightowler 26 Tratamiento médico Se basa en el uso de betabloqueantes como el Atenolol (0,5 a 1mg c/12-24hs) o el Sotalol (0,5 a 2mg c/12 hs). Si se detectan signos de hiperten- sión pulmonar la dro- ga de elección es el sildenafil (1-2 mg/Kg c/12-24 hs.). Si el paciente presenta arritmias se utilizarán las drogas adecuadas al tipo de arritmia presente. Tratamiento quirúr- gico El procedimien- to a emplear es dependiente de la localización del tras- torno. A la fecha no existen posibilidades quirúrgicas para las estenosis supravalvu- lares, salvo la aplica- ción de un conducto derivativo como en el caso de la estenosis subaórtica. Existen varias técnicas para abordar la estenosis valvular (las frecuente en caninos). La valvulotomía con bisturí es una técnica relativamente sencilla que consiste en la realización de una incisopunción en la pared ventricular derecha alrededor de la cual se coloca una sutura en bolsa de tabaco. Se introduce un bisturí que se avanza hacia la válvula y se realizan varios cortes. El mayor inconveniente del procedimiento es que debe traba- jarse a ciegas. La técnica mas sencilla es la valvuloplastia con balón, semejante a la descripta para la estenosis subaórtica. Figura 36 - Mapeo de flujo color y Doppler espectral continuo de una estenosis pulmonar congénita moderada, dado que la velocidad de flujo es de 4,2 mseg. Figura 37 - Mapeo de flujo color y Doppler espectral continuo de una estenosis pulmonar congénita severa, dado que la velocidad de flujo es de mas de 6 m/seg. Figura 38 -Mapeo de flujo en color. La flecha indica la presencia de regurgitación. ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES CONGÉNITAS EN CANINOS Y FELINOS 27 La técnica del parche da buenos resultados cuando se realiza en pacientes jóvenes. El procedimiento consiste en realizar una incisión en correspondencia con el tracto de salida y Figura 39 - Ambos esquemas representan la imagen del mapeo de flujo color de la válvula pulmonar desde la ventana paraesternal derecha en la imagen de la base cardíaca durante la sístole (A) y la diástole (B). La posición de la línea de corte esta en ambos casos en la misma posición. Como puede observarse durante la sístole el flujo transpulmonar (FT) se encuentra bastante bien alineado con el ultrasonido y producirá en el Doppler continuo una onda bien definida y con velocidad aumentada. Sin embargo, durante la diástole, momento en donde se produce el flujo retrógrado (esquema B, FR), el vector se encuentra totalmente desaliñado respecto del flujo y el Doppler espectral continuo no producirá ninguna onda. VD: ventrículo derecho, AAo: arteria aorta. Figura 40 - Mapeo de flujo color y Doppler espectral continuo en un caso de estenosis pulmonar severa y regurgitación. En este caso particular, la dirección de ambos flujos (el transvalvular estenótico y el regurgitante) permite la captación sucesiva de ondas espectrales de estenosis (E) y de regurgitación (R) Carlos H. Lightowler 28 la válvula pulmonar, la cual es cubierta por un parche de pericardio que contiene la sangre y amplia el paso previamente estenosado (Figura 41) . Figura 41 - Representación esquemática de la técnica del parche de pericardio para el tratamiento de la es- tenosis pulmonar en sus formas valvular e infundibular. A muestra el lugar de la incisión y su extensión;B muestra la primera sutura del colgajo de peritoneo (línea roja a la izquierda) y el pasaje de una aguja por los extremos de la futura incisión para enhebrar el alambre de Gigli; C muestra el alambre de Gigli pasado; D muestra la finalización de la sutura del parche pericardio antes de realizar la incisión ; E se comienza a hacer la incisión con el alambre de Gigli; F forma en que queda el colgajo una vez retirado el alambre y ceñido el último punto de sutura. ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES CONGÉNITAS EN CANINOS Y FELINOS 29 ENFERMEDADES QUE PRODUCEN CORTOCIRCUITO ENTRE LA CIRCULACIÓN GENERAL Y LA PULMONAR PERSISTENCIA DEL CONDUCTO ARTERIAL El conducto arterial es un pequeño vaso sanguíneo que deriva del sexto arco aórtico. Durante la vida fetal actúa desviando la sangre desde la arteria pulmonar hacia la aorta posterior para evitar que llegue sangre a los pulmones fetales colapsados. Se origina inmediatamente por detrás de la salida de la arteria subclavia izquierda (Figura 42). En el feto, las circulación pulmonar es mínima debido a la alta resistencia pulmonar como consecuencia del men- cionado colapso y la sangre se oxigena en los vasos placentarios. Inmediatamente después del nacimiento, el ingreso de aire a los pulmones los insufla y, como consecuencia de ello, la presión, tanto en el corazón derecho como en la arteria pulmonar disminuye, a la vez que se eleva la presión sistémica constituyéndose el apa- rato circulatorio, a partir de ese momento, en un sistema de alta presión (el izquierdo) y otro de baja presión (el derecho). Producido el parto, el incremento de la tensión de oxigeno produce una inhibición de las prostaglandinas locales, desarrollán- dose una caída en el oxido nítrico lo que produce la obliteración funcional del conducto arterial por contracción del músculo liso contenido en el vaso. En condiciones normales ello ocurre entre las 12 y 24 horas del parto. Luego del cierre funcional se produce un cierre anatómico definitivo como consecuencia de la proliferación de la intima vascular, degeneración del músculo y fibrosis. El remanente no permeable se conoce como ligamento arterial y permanece uniendo ambas arterias durante toda la vida. Cuando el flujo a través de este vaso persiste mas allá de los 8 a 10 días posparto se dice que existe «persistencia del conducto arterial». Este trastorno es bien conocido tanto en perros como en gatos. Es la anomalía más frecuente en el perro, con una prevalencia de alrededor del 30% y mucho menos frecuente en felinos con una frecuencia de presentación de alrededor del 10% de las anomalías congénitas. Entre las razas caninas, las mas predispuestas son la caniche (particularmente el Toy), Figura 42 - Posición anatómica del conducto arterial. Trátase de un pequeño vaso que une la arteria pulmonar con la arteria aorta, inmediatamente por detrás de que esta última emita la arteria subclavia izquierda. E: esófago; SI: arteria sub- clavia izquierda; TB: tronco braquiocefálico derecho; VCCr: vena cavacranial; T: timo; AD: atrio derecho; AAo: arteria aorta; AP: arteria pulmonar; VD: ventrículo derecho; VI: ventrículo izquierdo; AI: atrio izquierdo; LP: lóbulo pulmonar refle- jado; VP: vena pulmonar; VCC: vena cava caudal; P: pericardio reflejado; CA: con- ducto arterial (modificado de Canine Cardiology, Ettinger, S and Suter,P., W.B. Saunders, 1970) Carlos H. Lightowler 30 cocker spaniel inglés, pastor alemán, maltés y collie. Fisiopatología Desde el punto de vista fisiopatológico se reconocen tres formas: • conducto persistente benigno, en el cual las repercusiones hemodinámicas son leves, el organismo compensa perfectamente el fenómeno y no es necesario el tratamiento. • conducto persistente maligno, donde las repercusiones hemodinámicas y fenómenos de adaptación son importantes y se requiere imperiosamente el tratamiento y • síndrome de Eisenmenger, donde se produce hipertensión pulmonar reactiva y se invierte el flujo a través del conducto permeable. Si ha persistido la permeabilidad del conducto arterial. El aumento de la presión del sector cardíaco izquierdo, que sobrepasa ampliamente a la del sector derecho, hace que el flujo sanguíneo se invierta, fluyendo sangre de la aorta hacia la arteria pulmonar. Ello provoca una fuga de sangre de la circulación sistémica, sobrecargando el circuito pulmonar; esta situación induce, a la larga, al incremento de la volemia. Consecuentemente, el corazón, con el correr del tiempo, va desarrollando adaptaciones geométricas en un intento de compensar las alteraciones hemodinámicas que impone el abe- rrante paso de sangre a través del ducto arterial. Estas son básicamente la pleonemia pulmonar y la sobrecarga de volumen del sector cardíaco izquierdo, respetando el derecho (Figura 43). El cuadro se completa con presión arterial sistólica levemente elevada como consecuencia de la hipervolemia e hipotensión diastólica debida a la fuga diastólica de sangre hacia el circuito menor a través del conducto arterial. Debe recordarse que el flujo a través del conducto arterial permeable se produce durante la sístole y la diástole como consecuencia de la diferencia de presión entre ambos circuitos. Durante las sístole ventricular, la sangre expulsada en parte dilata la aorta y una porción circula por el conducto arterial. Una vez cerrada la válvula aórtica, el remanente de dilatación de la arteria aorta man- tiene el gradiente de pre- sión diferencial lo que ha- ce que continúe el flujo sanguíneo hacia la arte- ria pulmonar hasta que sobrevenga la próxima sístole ventricular. Este fenómeno explica tanto las características del soplo que se presenta en la enfermedad como las modificaciones encon- Figura 43 - Adaptaciones geométricas que se producen en la persistencia del conducto arterial. Parte de la sangre que sale del ventrículo izquierdo hacia la aorta es derivada desde esta a la arteria pulmonar a través del conducto arterial permeable(1) produciéndose un incremento de la sangre a nivel pulmonar (2) (pleonemia). Un mayor volumen de sangre vuelve al atrio izquierdo (3) el cual se dilata para acomodar el mayor volumen sanguíneo. El atrio izquierdo vuelca la sangre al ventrículo izquierdo el cual también se dilata (4) (sobrecarga de volumen) y finalmente vuelve a eyectar sangre a la aorta(5). ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES CONGÉNITAS EN CANINOS Y FELINOS 31 tradas en el pulso arterial. Evaluación clínica Las manifestaciones clínicas dependerán de la severidad del pasaje de sangre y del tiempo transcurrido hasta el diagnóstico. Los casos varían desde los pacientes asintomáticos hasta aquellos que presentan signos de insuficiencia cardíaca congestiva grave, pasando por todos los estadios intermedios. Los paciente sintomáticos suelen presentarse con deficiencias en su estado general y tos. La palpación del pulso arterial y la auscultación permiten, en la generalidad de los casos, realizar el diagnóstico de la enfermedad. Como se mencionó precedentemente, el ventrículo izquierdo eyecta mayor volumen de sangre durante la sístole y durante la diástole la circulación general pierde volumen a través del ducto permeable lo que hace que la presión diastólica baje. Esta situación crea un pulso celer, y amplio denominado pulso de Corrigam (el cual recibe también las denominación de pulso saltón o en «martillo de agua» (Figura 44). Es también el pulso característico de las insuficiencias aórticas severas. El soplo que desarrolla en la persistencia del conducto arterial es un soplo continuo, Figura 44 - Mecanismo del pulso saltón (pulso de Corrigam). El panel A muestra un corazón con el conducto arterial cerrado y convertido en ligamento arterial. Durante la sístole ventricular (izquierda) la aorta se distiende originándose la onda del pulso (panel central). Durante la diástole ventricular la aorta pierde su distensión y como no escapa sangre del circuito sistémico la amplitud del pulso se mantiene normal. El panel B muestra lo que ocurre en la persistencia del conducto arterial. En la sístole ventricular (izquierda) durante la eyección ventricular parte del flujo sanguíneo pasa a la circulación pulmonar a través del conducto permeable, originándose una amplitud del pulso normal (panel central). Sin embargo, durante la diástole ventricular la presión dentro de la aorta sigue siendo mayor que en la pulmonar y continúa el flujo sanguíneo hacia el circuito menor. Esta pérdida de volumen hace que la presión diastólica descienda, desarrollándose una onda pulsátil mas amplia. Carlos H. Lightowler 32 que ocupa la sístole y la diástole, conocido como soplo de Gibson o soplo «en maquinaria». Dicho soplo es ausculta en la parte alta del tórax, inmediatamente por debajo de la columna vertebral y a veces en la entrada del tórax y no tiene una proyección determinada. Su sonido es muy característico y retumbante, recordando el funcionamiento de una máquina, de donde ha tomado su denominación (Figura 45). El componente sistólico es creciente y el diastólico decreciente. El primero es producido por el pasaje de sangre turbulenta por el conducto arterial provocada por el impulso ventricular, mientras que el segundo es debido también al pasaje de sangre por el conducto permeable pero en este caso debido a la energía cinética acumulada por la arteria aorta. Las características del soplo son variables y dependen básicamente de la relación de las presiones de ambos sectores de la circulación. Así, en la medida en que se incremente la presión en el sector derecho ira acortándose el componente diastólico. En el momento en que las presiones de ambos sectores se igualan, desaparece el soplo pues la circulación en el conducto arterial se hace nula. Finalmente, si desarrolla hipertensión pulmonar reactiva (complicación posible y muy grave) se invierte la dirección del flujo (se torna de derecha a izquierda) y reaparece el soplo, pero en este caso solo el componente sistólico (Síndrome de Eisenmenger). En esta última situación los signos clínicos del paciente se agravan, desarrollando trastornos en la respiración, debilidad del tren posterior y en ocasiones convulsiones. Desarrolla también lo que se denomina «cianosis diferencial». Ello significa que las membranas mucosas de la parte posterior del cuerpo aparecen cianóticas mientras que las de la mitad anterior permanecen normales. Ello es debido a que el flujo de derecha a izquierda a través del conducto arterial esta por detrás del tronco braquiocefálico y la subclavia izquierda. Suele también desarrollar policitemia e hiperviscosidad de la sangre, con hematocritos que pueden exceder valores del 65% Exploraciones complementarias Radiología simple y Angiografía En general la radiografía simple muestra signos inespecíficos, especialmente la ple- onemia pulmonar y los signos típicos de lasobrecarga de atrio y ventrículo izquierdo (Figura 46). Figura 45 - Características generales del soplo de la persistencia del conducto arterial. Trátase de un soplo continuo (pansistólico y pandiastólico), de características retumbantes que recuerdan el funcionamiento de una máquina. El punto de máxima auscultación esta inmediatamente por debajo de la columna vertebral a nivel de los espacios intercostales 3º, 4º y 5º y a la entrada del tórax. Su propagación es hacia la base en dirección anterior o posterior. Con frecuencia el soplo oculta todos los ruidos cardíacos normales ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES CONGÉNITAS EN CANINOS Y FELINOS 33 En algunos casos puede observarse dilatación aneurismática de la aorta inmediatamente por detrás de la desembocadura del conducto arterial (Figura 47). Cuando el flujo se invierte, puede observarse radiológicamente mayor incremento de la arteria pulmonar y signos de sobrecarga ventricular derecha. La angiografía selectiva permite verificar la presencia de un conducto arterial permeable. En la actualidad este procedimiento es utilizado pocas veces dado que el diagnóstico clínico es relativamente fácil y el Doppler cardíaco aporta datos muy fidedignos sin necesidad de la invasividad y costos que implica la angiografía (Figura 48). Electrocardiografía convencional El electrocardiograma mues- tra generalmente los signos corres- pondientes a la sobrecarga atrial y ventricular izquierda, datos que en la mayoría de los casos son inespecíficos. Muchos pacientes muestran un trazado característico, conocido como patrón de presión-volumen, caracterizado por presentar complejos ventriculares con alto voltaje y ondas Q profundas en derivaciones II, III y aVF (Figura 49). En el síndrome de Eisenmenger pueden desarrollar signos de sobrecarga ventricular derecha, aunque ello no siempre ocurre. Ecocardiografía bidimensional Como en todos los casos de comunicaciones patológicas, las modifica- ciones geométricas del corazón y grandes vasos tienen asiento en el circuito anómalo (ver Figura 43). En el caso del conducto arterial persistente se involucra la arteria pulmonar (que se dilata) y el atrio y ventrículo izquierdo, que sufren sobrecarga de volumen. La aorta suele dilatarse por detrás de la salida del conducto, muchas veces desarrollándose un verdadero aneurisma (ver figura 47). Es importante señalar que en las vistas estándar de la ecocardiografía bidimensional el conducto arterial no se visualiza directamente, de tal manera que el diagnóstico se realiza teniendo en cuenta los efectos provocados sobre el corazón, los grandes vasos y los signos obtenidos con el Doppler cardíaco. Es importante tener en cuenta que la arteria pulmonar puede también engrosarse en los casos de hipertensión pulmonar y estenosis pulmonar. En esta situación, el nivel valvular no se ve afectado y la arteria se dilata a partir de las válvulas, mientras que en la persistencia Figura 46 - Radiografía laterolateral de un caso de persistencia del conducto arterial en un perro de 18 meses. Se observan los signos característicos de la sobrecarga atrial y ventricular izquierdas Figura 47 - Radiografía laterolateral de un canino donde se observa la dilatación aneurismática (flechas) de la arteria aorta posterior a la desembocadura del conducto arterial permeable Carlos H. Lightowler 34 del conducto arterial, la dilatación involucra la válvula, el tronco principal y sus ramas derecha e izquierda. Figura 48 - Aortografía selectiva. En A se muestra un estudio normal donde solo se opacifica la arteria aorta, las arterias coronarias, el tronco braquiocefálico derecho (1) y la arteria subclavia izquierda (2). B corresponde a un estudio idéntico pero en un caso de persistencia del conducto arterial. La dos flechas rojas indican los extremos del conducto arterial opacificado y la amarilla muestra como ha comenzado a opacificarse la arteria pulmonar, cosa que no debería ocurrir en un estudio de este tipo Figura 49 - Electrocardiograma de un cachorro con peristencia del conducto arterial. El trazado presenta ondas R de alto voltaje y ondas Q profundas en derivaciones II, III y aVF. Esta configuración es sugestiva del trastorno ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES CONGÉNITAS EN CANINOS Y FELINOS 35 En resumen, la exploración bidimensional se realiza desde la ventana paraesternal derecha, en eje corto a nivel de las cuerdas tendinosas para realizar las mediciones en modo-M guiado, en la imagen de la base cardíaca. Permite poner en evidencia la dilatación de la arteria pulmonar y sus ramas y medir la relación atrioaórtica que generalmente se encuentra alterada. También se exploran las imágenes de cuatro y cinco cámaras en eje largo donde también se podrá en evidencia la sobrecarga de volumen del atrio y ventrículo izquierdo (Figura 50). Cuando el flujo se invier- te, se agrega al cuadro los signos correspondientes a la sobrecarga ventricular derecha. Doppler cardíaco Si bien el mapeo de flujo color no permite visualizar directamente el conducto arterial, proporciona una evidencia indi- recta al mostrar aliasing y varianza dentro de la arteria pulmonar en correspondencia con el lugar del conducto (Figura 51). La ex- ploración se realiza desde la ventana paraesternal derecha en eje corto a la altura de la base cardíaca (Figura 52). Inicialmente se realiza mapeo de flujo color y en el punto de mayor aliasing se coloca el analizador de volumen y se inicia el estudio con Doppler espectral pulsado. Si la velocidad es excesiva se cambia a Doppler continuo. La imagen espectral en la persistencia del conducto arterial muestra un flujo continuo y positivo, dado que el flujo se dirige hacia la válvula pulmonar. Este flujo positivo es acompañado también por un flujo negativo que es el que corresponde al flujo pulmonar normal (Figura 53). Pronóstico El pronóstico depende fundamentalmente del tipo de trastorno existente (benigno o maligno), de la precocidad del diagnóstico y del grado de remodelamiento que haya al- canzado el corazón y los grandes vasos. De ello dependerá el resultado de la cirugía y las secuelas que quedaran. Si ha desarrollado síndrome de Eisenmenger, el pronostico es grave. Figura 50 - Ecocardiograma de un paciente canino con persistencia del conducto arterial tomado desde la ventana paraesternal de- recha. La imagen A corresponde a un ecotomograma en eje corto a nivel de la base cardíaca donde se observa una marcada sobrecarga de volumen del atrio izquierdo y una discreta dilatación de la arteria pulmonar. En la imagen B (imagen de cuatro cámaras tomada desde la misma ventana) es bien evidente la sobrecarga de volumen del ventrículo izquierdo. Debe tenerse en cuenta que estos signos ecograficos son enteramente inespecíficos y pueden encontrarse también en otras patologías Carlos H. Lightowler 36 Figura 51 - Esquema que muestra como se diagnostica a través del estudio por mapeo de flujo color la presencia de un conducto arterial per- meable. La figura A muestra una imagen en eje corto a la altura de la base cardíaca. En condiciones normales como el flujo sanguíneo al salir del ventrículo hacia la arteria pulmonar y sus ramas se aleja del transductor aparece color azul durante el momento del flujo, el cual presenta, ademas, una velocidad de alrededor de 1 m/Seg. La figura B muestra la misma imagen y el mismo momento de la exploración pero con un ductus permeable. Se observa que el color del flujo a cambiado a verde y aparecen dentro del color de base una serie de colores que varían del azul al rojo, todo entremezclado. Ello indica la presencia de «varianza», característica ecográfica que indica la presencia de flujo turbulento y aumento de la velocidad de flujo, consecuenciadel pasaje de sangre de la aorta a la pulmonar a través del conducto arterial. Solo en muy pocas ocasiones puede observarse un esbozo del conducto (flecha) hecho que depende de la posición anatómica en que se encuentra en el perro y gato. Es de hacer notar también que el mismo cuadro aparece en la estenosis pulmonar, razón por la cual el hallazgo debe correlacionarse con otros para llegar al diagnóstico (el comportamiento del Doppler espectral, el soplo, etc) Figura 52 - Mapeo de flujo color en un caso de persistencia del conducto arterial. El flujo color en el tracto de salida del ventrículo derecho y arteria pulmonar principal muestra varianza e incremento de la velocidad de flujo. La imagen color que se encuentra por debajo de la línea hiperecogénica que marca el límite de la arteria pulmonar corresponde al conducto arterial permeable. ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES CONGÉNITAS EN CANINOS Y FELINOS 37 Tratamiento Tratamiento médico En todos los casos de conducto arterial permeable con flujo de izquierda a derecha sintomáticos y de menos de dos años de edad esta indicada la cirugía destinada al cierre del vaso permeable. El tratamiento médico esta destinado a controlar los signos de insuficiencia cardiaca que se hayan desarrollado, con el objeto de llevar a cirugía a un pacientes en mejores condiciones hemodinámicas. Esta indicado, según el trastorno los diuréticos, los inhibidores de la enzima convertidora y en caso de existir arritmias, el antiarrítmico más especifico para el trastorno presente. Tratamiento quirúrgico En la actualidad se realizan dos forma de corrección para el conducto arterial permeable, una forma invasiva (cirugía tradicional) y otra no invasiva (cateterismo) La cirugía convencional consiste en la realización de una toracotomía por el cuarto espacio intercostal izquierdo. Una vez abordado el tórax, se desplaza el pulmón, se identifican y protegen el nervio vago y el recurrente y se procede a colocar dos ligaduras en el conducto arterial, uno contra la aorta y otra contra la pulmonar. En los casos de ventana aortopulmonar suele ser suficiente aplicar un solo punto (Figura 54).Cirugía no invasiva. Consiste en la oclusión del conducto por medio de uno o mas coils dependiendo del tamaño del conducto arterial a través Figura 53 - Imagen del flujo espectral continuo en la persistencia del conducto arterial. Se produce un flujo continuo positivo correspondiente a la sangre que fluye por el vaso permeable y un flujo negativo que corresponde al flujo pulmonar normal. Carlos H. Lightowler 38 de un catéter introducido por la vena o arteria femoral. Todo el procedimiento es seguido por radioscopia (Figura 55). Para el caso particular del síndrome de Eisenmenger, el tratamiento suele ser paliativo, tratando primordialmente la policitemia en los casos que la presenten en forma excesiva. No esta indicada la cirugía. COMUNICACIÓN INTERVENTRICULAR El tabique interventricular se forma a partir del desarrollo de la pared del ventriculo primordial y la diferenciación de los cojinetes endocárdicos. Como consecuencia del propio mecanismo de desarrollo, dicho tabique presenta dos partes bien definidas: una distal, mas amplia, conocida como “septum muscular” que desarrolla a partir del músculo de la pared de la cavidad primitiva y otra proxi- Figura 54 - Toracotomía izquierda a nivel del cuarto espacio intercostal. Se observan dos suturas de color verde una (hacia arriba) ubicada contra la arteria aorta y la otra (hacia abajo) junto a la arteria pulmonar las cuales se anudarán para impedir el flujo sanguíneo. (tomado de www. southcoastvethosp.com) Figura 55 - Imagen radioscópica donde se observa una aortografía selectiva efectuada por medio del catéter radiopaco introducido en la aorta. La cabeza de flecha roja marca la presencia de un coil colocado para obturar el conducto arterial Figura 56 - Desarrollo embrionario del tabique interventricular. A) muestra un esbozo de crecimiento del tabique desde la pared del ventrículo único. Los cojinetes endocárdicos todavía no se han desarrollado; B) El tabique muscular ha alcanzado su desarrollo completo, de- jando una solución de con- tinuidad en la parte mas proximal; C) el desarrollo de los cojinetes endocárdicos completa el crecimiento del tabique, originando la parte supeior membranosa ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES CONGÉNITAS EN CANINOS Y FELINOS 39 mal, mucho mas pequeña y que se origina en la diferenciación de los cojinetes endocárdicos, denominada “sépum membranoso” (Figura 56). Se define como comunicación interventricular a la solución de continuidad que presenta el tabique interventricular permitiendo el pasaje de sangre desde la cavidad de mayor presión a la de menor presión. Es una cardiopatía congénita de baja incidencia en perros (7%) y algo mas alta en gatos (15%), pero es la cardiopatía congénita más frecuente en el caballo. No existe predisposición de sexo y en la mayoría de los casos es hereditaria. La raza canina más predispuesta es el bulldog inglés, aunque muchas otras razas puras y mestizas pueden presentarla. En felinos una de las formas más frecuentes es el tipo canal atrioventricular la cual aparece conjuntamente con el defecto de ostium primum. Dos son las características mas importantes que definen la gravedad de una comunicación interventricular: el tamaño del orificio y su ubicación anatómica (Figura 57). Según su ubicación anatómica las comunicaciones interventriculares se clasifican en: musculares (únicas o múltiples) y membranosas, cuando asientan en la parte superior membranosa del tabique interventricular; estas a su vez se subdividen en perimembranosa (llamadas también infracristales o subaórticas), supracristales (o subpulmonar) y las tipo canal atrioventricular, cuando se asocian con el defecto del tabique interatrial de tipo septum primum. Dependiendo del tamaño del orificio las comunaciones inter-ventriculares se dividen en dos tipos: restrictivas (orificios pequeños) y no restctivas (grandes comunicaciones) Figura 58 - Clasificación de las comunicaciones interventriculares según la localización del orificio. A) Perimembranosa (infracristal, subaórtica), B) Supracristal (infrapulmonar), C) tipo canal atrioventricular; D) Muscular Carlos H. Lightowler 40 La forma más frecuente de comunicación interatrial en el perro es la perimembranosa (infracristal o subaórtica) que se encuentra por debajo de la válvula aórtica y cubierta por la valva septal de la válvula tricúspide. Las comunicaciones musculares se encuentran en la parte baja del tabique, la cual esta constituida por músculo. Fisiopatología Desde el punto de vista fisio- patológico y como consecuencia de la diferencia de presiones a través del orificio de comunicación se produce un flujo de izquierda a derecha que sobrecarga la circulación pulmonar, incrementando el retorno venoso hacia el atrio y ventrículo izquierdo. Consecuentemente se producirá so- brecarga de volumen del ventrículo derecho, arteria pulmonar, atrio iz- quierdo y ventrículo izquierdo (Figura 58). La magnitud de la hipertrofia ventricular derecha y el volumen de flujo de izquierda a derecha depende de factores tales como el tamaño y localización del orificio, de la resistencia vascular pulmonar y del estado de la válvula pulmonar. Evaluación clínica Los signos clínicos dependen, en gran medida, del tamaño del orificio. Los pacientes Figura 58 - En el esquema se muestra cual es el circuito que se compromete en la comunicación interventricular. La línea blanca muestra el camino que realiza la sangre: atraviesa la solución de continuidad del tabique y parte sale por la aorta y parte ingresa a la arteria pulmonar la cual vuelca una mayor volumen de sangre en el atrio izquierdo y de este al ventrículo izquierdo.
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