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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES 
 
LA IMAGEN DEL DESEO: 
FANTASÍA ERÓTICA CON MARIO VARGAS LLOSA 
(ENSAYO FOTOGRÁFICO) 
 
TESINA 
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE 
LICENCIADA EN CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN 
PRESENTA: 
PAULINA ROJAS MARTÍNEZ 
 
ASESORA: LIC. LUZ ADRIANA EGAN CASTILLO 
 
 
CIUDAD UNIVERSITARIA 
2010 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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2 
 
DEDICATORIA 
 
3 
 
4 
 
¡GRACIAS! 
 
5 
 
 
6 
 
ÍNDICE 
 
 
 Pág. 
INTRODUCCIÓN 7 
1. CUANDO EN PAREJA TE VEAS 10 
Ser un gato o hacerlo como gato 11 
La Expropiación de mi sexo 15 
Enamoramiento o coctel del amor 17 
La entrega racionalizada 20 
Inspiración sin método 22 
Juego de seducción 25 
El deseo de mi piel 27 
 
2. EL MUNDO VARGASLLOSIANO 29 
El niño mimado 29 
Tirándose al tintero 34 
Pensamiento literario 38 
Un mundo alterno llamado Lucrecia 42 
Mario Rigoberto 43 
Mario Fonchito 47 
Mario Lucrecia 48 
 
3. EIDOLOGÍA DE LOS CUADERNOS DE MARIO VARGAS LLOSA 50 
Elogio de la madrastra 50 
¿Quién es quién? 52 
Los cuadernos de don Rigoberto 53 
Fonchito Schiele 55 
Los fantasmas del lenguaje 57 
Evocaciones 59 
Fantasías 61 
El instante eterno 64 
El mundo de las delicias, el universo del deleite 67 
 
CONCLUSIONES 73 
Los deslices de Lucrecia. Portafolios fotográfico 75 
Fichas técnicas 95 
Fuentes de información 97 
 
 
7 
 
INTRODUCCIÓN 
 
 
El ensayo surge a partir de la reflexión sobre un tema determinado. Octavio Paz así lo 
plantea en sus múltiples trabajos ensayísticos: La llama doble, El arco y la lira, Sor Juana 
Inés de la Cruz o Trampas de la Fe, por mencionar algunos. Son libros que surgieron a 
partir de una interrogante que se formuló. Pero la respuesta no llegó de forma inmediata. 
En varias ocasiones pasaron años para que pudiera esbozar una respuesta y ésta cambiaba 
conforme pasaba el tiempo a partir del conocimiento que iba adquiriendo ya sea de forma 
empírica o científica. Porque en el ensayo no hay verdades absolutas, hay incógnitas que 
se van resolviendo con base en la percepción de la persona. Para ello su experiencia de 
vida, sus conocimientos, su visualidad, la manera de comprender el mundo son pieza clave 
para el ensayo. 
El trabajo que se presenta a continuación es un ensayo que surgió a partir de la lectura de 
Los Cuadernos de don Rigoberto del escritor peruano, Mario Vargas Llosa. El cual provocó 
que revolotearan en mi mente un compendio de imágenes. Con cada página que leía 
surgía una escena que tenía color, personajes, ambientes, cuerpos desnudos que se 
encontraban recreando las palabras escritas por Vargas Llosa. Este ensayo fotográfico 
surge de Los Cuadernos de don Rigoberto y se nutre de la imaginación, la experiencia, la 
fantasía y el deseo. Así que el lector no encontrará una ilustración de la novela, sino una 
apropiación de la lectura que dio cabida a la creación de un universo erótico plasmado en 
la fotografía. 
Esta novela da continuidad a la escrita por el autor diez años atrás titulada, Elogio de la 
madrastra. En esta historia existe una pinacoteca que da cabida a entrelazar las peripecias 
de los personajes con la fantasía que se suscita a partir de estas pinturas. Un elemento 
enriquecedor para el lector que por unos instantes puede confundir la realidad que se 
narra en la historia con la fantasía. Los Cuadernos… ya no están acompañados por una 
8 
 
pinacoteca, pero sí de un vasto bagaje cultural erótico que enriquece la historia 
sobremanera y hace volar la imaginación del lector. 
Posteriormente, fueron surgiendo varias inquietudes con relación al comportamiento de 
los personajes centrales, Rigoberto, la madrastra Lucrecia y el niño Fonchito. Es ahí 
cuando llego a la problematización de las relaciones de pareja. De hecho ése es el centro 
de la novela, un conflicto entre una pareja, que se ama, desea, anhela, que por 
determinada circunstancia, está separada y ahora, lo único que hace es añorarse. Un 
tercero que aparentemente es un ser angelical también experimenta los elementos que se 
viven cuando en pareja te veas. 
Como seres sociales que solemos vivir en par, resulta importante estudiar las diferentes 
formas en que se puede dar una relación, por deseo, amor, instinto, infinidad de 
vertientes que conocemos, pero no sabemos diferenciar porque suelen ser muy complejas 
y en ocasiones incomprensibles. Por ello en este estudio se espera que el lector, a partir 
de los componentes desmembrados, pueda comprender de manera racional las relaciones 
de pareja. 
Hay elementos que el ser humano suele experimentar, pero que no sabe descifrar o 
interpreta mal. Como sucede en el caso del amor, que es presentado como el sentimiento 
que hace sentir un cosquilleo en el estómago, las manos sudorosas, los nervios a flor de 
piel, síntomas que siente una persona enamorada, algo muy distinto del hecho de amar. 
Estar enamorado y amar a alguien es muy distinto. De esto se hablará en el presente 
estudio. 
Para tomar como base a un escritor latinoamericano tan importante como Vargas Llosa se 
requiere conocer más sobre éste. Así es como nos adentramos en El mundo 
vargasllosiano, donde se da a conocer su vida, los fantasmas que en él existen para que 
pueda escribir de la manera como lo hace. Es bien conocida su labor a nivel internacional 
por su contenido político con crítica social, pero ha quedado relegada su intervención en 
el género erótico. Y aquí, es el ámbito que de Vargas Llosa se toma, su visión erótica y su 
profesión como escritor. La relación tan intensa que mantiene con la literatura, que no es 
9 
 
mera inspiración sino un trabajo arduo para conseguir buenos resultados. Para que el 
lector obtenga una buena literatura con elementos suficientes que inmiscuir en su 
intelecto, y así, además poder conformar un mundo erótico enriquecido por la fantasía. 
Aquí se podrá encontrar cómo es que Vargas Llosa crea sus obras literarias, de dónde 
alimenta su imaginación para crear sus personajes y escenarios. Al conocer sobre su vida 
se pone al descubierto que parte de él está inmerso en las historias que relata. Su figura 
queda expuesta, él deja un poco de sí en sus personajes y es así como se devela. Además, 
a través del pensamiento de Vargas Llosa con relación a la literatura se busca resarcir esta 
actividad como un acto que va más allá del entretenimiento. Una actividad enriquecedora 
que abre todo un mundo de conocimientos. 
Finalmente en la Eidología de Los cuadernos de Mario Vargas Llosa se describen 
detalladamente las novelas cómplices de este trabajo, así como sus personajes y las 
referencias eróticas que maneja Vargas Llosa en Los cuadernos de don Rigoberto junto con 
una breve reseña de sus creadores. 
Siendo un portafolios fotográfico no se puede dejar de lado a la fotografía ni a las 
imágenes que han surgido a partir de evocaciones y fantasías suscitadas por la literatura. 
El cómo las imágenes aparecenpara dar cabida a la construcción de un discurso cuando se 
encuentra en la palabra una limitante para la expresión. La manera en que se captura un 
espacio de la realidad en un material fotosensible para plasmar nuestro sentir. El cómo la 
memoria alberga recuerdos para flotar en el momento menos esperado poniéndonos en 
comunicación con nosotros mismos a través de las evocaciones. Así también el cómo es 
que existe un universo en la imaginación capaz de darle forma a los más fervientes deseos 
escapando de la cotidianidad y conformando un mundo idóneo en la imaginación. 
 
10 
 
1. CUANDO EN PAREJA TE VEAS 
 
 
Tener sexo, coger, copular, hacer el amor, echarse un polvo, tener relaciones sexuales, 
follar, fornicar, entre otros términos. Unión carnal entre los seres humanos. ¿Sólo carne? 
Cuando el pene del hombre se introduce en la vagina de la mujer es sólo con el objetivo 
de… ¿¡reproducirse!? 
¿Qué determina las relaciones de pareja? El instinto, la necesidad, la sexualidad, el amor, 
el erotismo, el deseo sexual, todo esto es parte de las relaciones humanas. En ocasiones 
no sabemos distinguir cuál es cuál, qué sentimos, por qué nos comportamos o 
reaccionamos de determinada manera. Sí buscamos sólo placer, por qué no podemos 
obtenerlo con cualquier persona. Por el contrario, por qué si decimos estar enamorados 
completamente de alguien, algunos disfrutamos en mayor medida entablar, de forma 
paralela, otra relación, quizá fugaz, quizá duradera, pero que no reconocemos como amor. 
La seducción y el erotismo son parte fundamental de las relaciones, dignifican el acto 
sexual de la condición animal, como el mismo Mario Vargas Llosa lo reconoce. Pero de qué 
se alimenta la seducción: ¿del amor? O acaso del deseo sexual, qué motiva a los 
individuos a sentirse seducidos a querer seducir a determinada persona… 
¿Y el amor? Somos seres capaces de amar en distintas dimensiones, amamos hasta a las 
cosas: un carro, una casa, una computadora, a los animales. Pero cuando amamos entre 
seres humanos en una relación de pareja, las cosas se tornan diferentes; si bien, amamos 
al carro y este no nos corresponde, por obvias razones, no nos molestamos, por qué sí 
cuando se trata de una persona. ¿Qué sucede con nosotros cuando entablamos una 
relación? 
 
11 
 
SER UN GATO O HACERLO COMO GATO 
 
En todas las formas de vida la sexualidad implica un “instinto”, esto es, un impulso o urgencia imperativa a cumplir una 
función biológicamente circunscrita. 
Josef Rattner 
 
Una función biológica del ser humano es reproducirse. El cuerpo comienza a prepararse 
para ello desde la pre pubertad. Se da una metamorfosis tanto en el hombre como en la 
mujer con el único objetivo de perpetuar la especie. Esto porque tanto en los seres 
humanos como en los animales existe un instinto que es inherente a su ser, el cual busca 
los espacios para hacerse visible y otorgar un impulso a la vida, este es, el instinto sexual 
que se ve reflejado como una necesidad. 
El dilema de la necesidad es que cuando reconocemos que existe, que está presente 
dentro de las necesidades básicas del ser humano, nos encontramos con el problema de 
cómo satisfacer dicha necesidad. No es lo mismo comer un elaborado platillo que tomar 
un licuado con todos los nutrientes que necesita el cuerpo; degustar la comida, percibir 
los aromas, sentir la textura en cada bocado, observar los colores y las formas, acrecienta 
el deseo de satisfacer dicha necesidad de otra manera. Eso sucede con el cuerpo. 
Cuando se reconoce una necesidad lo que se busca es satisfacerla, pero al hacerlo lo que 
estamos propiciando es que desaparezca porque como lo maneja Maslow, “[…] lo único 
que una necesidad, en abstracto puede hacer es presionar por su gratificación, es decir, su 
propia destrucción.” 1 este es un gran problema para las personas que no saben controlar 
su cuerpo, quien no sabe disfrutar de una caricia. Porque al acelerar el acto sexual se 
termina con el placer. Entendiendo por placer la ausencia de dolor en el cuerpo y 
tranquilidad en el alma, un estado de bienestar y equilibrio donde se disfruta a través de 
los sentidos. Sentir la humedad de una lengua recorriendo el cuello y la parte trasera de 
las orejas. O bien un estado en el que se disfruta con el dolor, cuando éste no llega a 
 
1 Abraham Maslow. Motivación y personalidad. p.79 
12 
 
lastimar, cuando se puede disfrutar de una mordida en las nalgas o unas uñas rasgando la 
espalda al límite del orgasmo. 
Según Alexander Lowen en El lenguaje del cuerpo es necesario postergar el placer 
inmediato para poder disfrutar de una sensación avasalladora. Para conseguirlo es 
necesario conservar al margen el deseo que se suscita en el ello; tener un control sin llegar 
a las restricciones del súper yo; mantenerse al filo de la entrega total para acrecentar aun 
más las sensaciones, el deseo, las fantasías, que se producen en el ello. Ser consciente del 
deseo, de cada movimiento, de lo que se puede hacer por ir en busca de mayor placer. La 
actividad debe estar centrada en sentir placer, pero sin dejarnos llevar por completo por 
ésta, manteniendo el control hasta llegar a un punto máximo donde gobernará por unos 
instantes el ello, brindando una enorme satisfacción al individuo en cuerpo y alma. 
Lo anterior sucede porque el ser humano ha descubierto que al intentar cubrir la 
necesidad de perpetuar la especie obtiene una sensación placentera lo que deriva en la 
aparición de los deseos. Esto es porque al ser consciente de dichas necesidades se tiene la 
opción de escoger con qué se desea cubrirlas, para que al hacerlo se disfrute. Así se 
genera el deseo, una necesidad que busca ser satisfecha con placer. Haciendo que aquello 
que era llanamente instintivo abandone su objetivo principal que es la reproducción y se 
convierta en la de obtener placer. 
Contamos con una serie de actividades innatas que permiten nuestro desarrollo biológico, 
nuestro cuerpo nos pide lo que necesita: dormir, comer, beber, coger. Pero somos los 
únicos animales que decidimos con qué satisfacer esas necesidades, en el caso del sexo 
también escogemos postergarlo, precipitarlo, provocarlo y disfrutarlo de múltiples 
maneras, a diferencia de los animales en los cuales, como menciona Paul Chauchard, su 
deseo no es libre, sino estrechamente dependiente de su necesidad, que sería la de 
perpetuar la especie. 
El ser humano pese a que se desenvuelve más allá del instinto, éste no queda relegado, no 
desaparece, se vislumbra en comportamientos que se suscitan cuando el cuerpo está 
sensibilizado y lo que busca es al igual que en los animales, la reproducción. El organismo 
13 
 
de la mujer es susceptible de un embarazo cada mes y es cuando se encuentra más 
deseosa de tener contacto sexual, su libido crece, el cuerpo manda señales que la hacen 
más atractivas para el sexo opuesto. La búsqueda por obtener un encuentro sexual la lleva 
en ocasiones a ser infiel, y esto también responde a un factor de la naturaleza que motiva 
a buscar al hombre más apto para procrear un mejor ser, esto explica el porqué uno de 
cada diez niños es engendrado por un hombre que no es su padre2. 
Si el ser humano se dejara llevar por su instinto sexual estaría copulando todos los días de 
todo el año y esto es porque “[…] la especie humana padece una insaciable sed sexual y no 
conoce, como los otros animales, periodos de celo y períodos de reposo. O dicho de otro 
modo: el hombre es el único ser vivo que no dispone de una regulación fisiológica y 
automática de su sexualidad.”3 Pese a que en la mujer sí existe un ciclo y un periodo para 
la reproducción esto no le impide mantener relaciones sexuales los días fuera de él y es 
porque reconoce en el acto sexual una fuente de placer. Somos los reguladores de nuestro 
deseo, reduccionistas del instinto. 
El ser humano ha aprendidoa regular su deseo sexual a partir de lo que Freud llama 
principio de realidad. Y esto con el único objetivo de inmortalizar la existencia humana. De 
otro modo no existiría el progreso. No es abandonar el placer sólo es postergarlo. Es 
deleitoso pensar en un encierro con la pareja por semanas teniendo sólo sexo, pero es 
necesario realizar otras actividades simplemente para poder alimentarse. Hasta en la 
película Nueve semanas y media (Adrian Lyne, 1986) que plantea precisamente que en ese 
tiempo una pareja mantiene una relación basada única y exclusivamente en el sexo, tanto 
ella como él trabajan. Quizá ese letargo para tener relaciones sexuales es lo que las hace 
tan deliciosas. 
Se ha acordado que el instinto es inherente para los seres humanos como para los 
animales. La diferencia radica en que la razón le permite a estos seres pensantes hacer 
uso de la imaginación como medio para satisfacer el instinto de múltiples maneras; a 
 
2 Human instinct. Deepest desires. (Instintos humanos. Deseos intensos) 
3 Octavio Paz. La llama doble. p. 16 
14 
 
diferencia del animal que sólo puede hacerlo como su naturaleza misma se lo indica, un 
conocimiento innato que no tiene diferencia entre las distintas generaciones de cada 
especie. Así es como los pingüinos emperadores harán el mismo cortejo y padecerán las 
mismas calamidades hasta el fin de la existencia de su especie como se observa en la 
película La marcha de los pingüinos (Luc Jacquet, 2005) 
El hecho de que la naturaleza nos haya premiado con la razón no da por hecho que todos 
los individuos hagan uso de ella y mucho menos la empleen en la cama. Hay personas para 
las cuales la palabra erotismo no existe en su vocablo y mantienen relaciones sexuales 
reiterativas, el mismo preámbulo o existe quien hasta se lo salta, las mismas posiciones, la 
misma intensidad, cayendo en una relación que cualquier animal en celo tiene. Como se 
observa en la película La guerra del Fuego (Jean- Jacques Annaud, 1981) donde el impulso 
por satisfacer el instinto sexual es practicado como animales, no hay más contacto que el 
que conlleva una penetración. Surge del instinto del hombre al percibir los aromas de la 
mujer. En una escena, un hombre primitivo toma abruptamente a una mujer al percatarse 
de un aroma singular que lo atrajo, no importa el lugar, ni siquiera si ella está de acuerdo 
él sólo reacciona y la posee. Posteriormente se ve un cambio en este hecho, la 
penetración cambia de posición en la cual se establece un contacto cara a cara. Al hacerse 
consciente este acto, se establece una relación con la otra persona y el evento cambia. 
Los seres humanos también estamos condicionados como los animales por el instinto, el 
instinto de sobrevivencia y perpetuación de la especie. Sin embargo, tenemos un mundo 
de posibilidades al emplear la razón e imitar aquello que se ve tan placentero en ellos. La 
excitación que puede provocar ver a unos gatos jugar, como acechan el cuello de su 
compañero, ese salvajismo, la euforia con que lo hacen, la forma en que abren sus fauces 
para clavar sus colmillos sin buscar lastimar, ni causar dolor, sólo un placer extenuante 
que hace desear tener en esos instantes una boca tan candente como la de un gato 
recorriendo cada rincón de nuestro ser. 
15 
 
LA EXPROPIACIÓN DE MI SEXO 
 
“[…] los límites físicos de la combustión de cualquier cuerpo humano o inhumano de alguna manera marcan asimismo los 
límites de toda la energía de que son capaces. El alma como combustible. El ser como estallido. La luz como trascendencia del 
cuerpo. El fuego hecho de carne. La pureza original.” 
Alberto Dallal 
 
Según Freud desde el momento en que somos amamantados por nuestra madre 
experimentamos nuestra sexualidad. Sentimos placer al succionar, al percibir otro cuerpo 
que nos brinda calor. Por lo que no es necesario llegar hasta la adolescencia para designar 
al cuerpo como ente sexual. Y así es para toda la vida aunque el organismo ya no esté en 
edad reproductiva o se encuentre limitado por algún padecimiento físico. En la película Mi 
pie izquierdo (Jim Sheridan, 1989) se puede observar cómo el escritor y pintor irlandés 
Christy Brown, el cual sufría de parálisis cerebral, mantenía su sexualidad a flor de piel, se 
concebía como un hombre capaz de sentir, desear y disfrutar aún cuando la única parte de 
su cuerpo de la cual tenía control era su pie izquierdo. 
La sexualidad para mí es la forma en que cada ser humano asimila el sexo como algo 
propio de su ser, que lo determina de forma personal a partir de la manera en que lo 
concibe en su existencia. No es sólo tener un órgano sexual, ya sea un pene o una vagina y 
ser nombrado hombre o mujer, sino de cómo se forja cada individuo a partir de ello, como 
lo vive, lo siente en su interior y en interacción con el entorno. 
Los órganos sexuales tienen la función de perpetuar la especie. Para muestra las 695 mil 
100 adolescentes4 que en el país, en el año 2006, revelaron haber estado embarazadas 
por lo menos una vez. Para disfrutar de la sexualidad es necesario auto explorarse, 
conocerse y no sólo dejarse llevar por la hormona, que en la adolescencia por ser una 
reacción desconocida conlleva, si no se tiene una instrucción sexual adecuada, a los 
confines de un embarazo no deseado. Porque la experiencia sexual como menciona 
 
4 Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006. http://www.insp.mx/ensanut/ensanut2006.pdf 
16 
 
Savater en su libro Ética para Amador, “no puede limitarse simplemente a la función 
procreadora”5. Se debe tener la libertad de escoger entre la reproducción o el simple 
hecho de sólo desear deleitarse con el ejercicio de la sexualidad. 
La sexualidad no se da sólo a través de los genitales, tenemos una superficie promedio de 
piel de 1.8m2 en el hombre y algo menos en la mujer, que con dos milímetros de espesor 
nos puede regalar mucha dicha al estar en contacto con otra piel o con otra superficie. El 
roce de este órgano por muy sutil que sea desencadena toda una descarga de sensaciones 
que aunado a los aromas que se desprenden de cada ser, la percepción de la temperatura 
corporal, la vibración, la sudoración, el contacto visual, los sonidos que se producen, los 
sabores que se identifican, hacen que la penetración sea sólo la cereza del pastel. La 
sexualidad se vive con todos los sentidos. 
Somos seres sexuados y, por ende, seres sexuales que tenemos la necesidad, el instinto 
que nos empuja, las ganas, el deseo de sentir la satisfacción que nos puede brindar 
nuestro cuerpo en comunión con el otro. Cada persona tiene establecido cómo lograrlo. 
La fórmula para la procreación es hombre-mujer, sin embargo el deseo no está delimitado 
por esta combinación. Porque el deleite que trae consigo un beso, una caricia, un 
encuentro sexual o el hecho de observar al otro, no está determinado por la preferencia 
sexual de nadie. 
El reconocer la sexualidad, el saber quién soy, qué deseo, qué sueño ante mi propio ser y 
ante los demás permite un desarrollo libre. Es importante ser sincero con uno mismo 
porque si no, nos estaremos traicionando y no seremos felices en la vida. Así como le 
sucedió al personaje del Cornonel Fitts en la película, Belleza americana (Sam Mendes, 
1999) que por no aceptar su homosexualidad tuvo una vida infeliz y a ella arrastró a su 
esposa e hijo. Esta tesis es la conquista de mi libertad al escribir y fotografiar mi deseo que 
se había mantenido oculto y que gritaba por salir. Soy una mujer que desea, que se sabe 
deseada y que disfruta al ver un hombre o una mujer vestidos por la desnudez de su 
deseo, de cuerpos voluptuosos, sensuales, joviales, que sean seductores por naturaleza. 
 
5 Fernando Savater. Ética para Amador. p. 137 
17ENAMORAMIENTO o coctel del amor 
 
Allí donde habla el corazón es de mala educación que la razón lo contradiga. 
Milan Kundera 
 
El hecho de saber que se verá al ser amado hace temblar, no deja dormir ni comer, el oír 
su voz a lo lejos hace que se sienta un vacío en el estómago, el pulso se acelera, la 
cercanía provoca conmoción y la ausencia enloquecimiento. Son síntomas innegables de 
la explosión química que se está produciendo en el organismo o lo que es igual a… estar 
enamorado. 
La magia que se vive en esta etapa del emparejamiento es lo que todo el mundo desea 
vivir y lo que todos denominan como amor. Los nervios, la euforia, el corazón acelerado, 
la angustia, la desesperación, el desasosiego, la alegría desbordante, el deseo incesante de 
estar con el ser amado es lo que podría originar el amor, pero en esta etapa, no lo es. 
Cuando se está enamorado se tiende a comportar de manera irracional. Todo el tiempo se 
piensa en la persona amada. No importan sus defectos. La atención por las diferentes 
actividades que se realizan, no relacionadas con este ser, disminuye. El mal llamado amor 
se presenta “como una ruptura o violación del orden social; es un desafío a las costumbres 
y a las instituciones de la comunidad. Es una pasión que, al unir a los amantes, los separa 
de la sociedad.”6 Porque las demás necesidades, como comer o dormir parecen no existir, 
todo se ve de color de rosa. Y la responsable de todo esto es la dopamina. 
Esta hormona que segrega el organismo y que funciona como neurotransmisor en el 
sistema nervioso central está asociada al bienestar y a la euforia; hace que las personas 
sientan un aumento de energía, estén hiperactivas, sin sueño y pierdan el apetito. Además 
es la culpable de hacernos sentir esa abrupta aceleración de los latidos del corazón y de la 
 
6 Paz. Op.cit. p. 114 
18 
 
respiración agitada, al fin todos los síntomas que experimenta una persona víctima de 
Cupido. 
La dopamina está asociada también con las adicciones. Un enamorado está dopado, un 
dopado es un adicto. Razón por la cual se da esa necesidad obsesiva de estar con el objeto 
de nuestro amor todo el tiempo. 
Aunada a la dopamina, también se da la segregación de la hormona norepinefrina, 
neurotransmisor que aumenta la capacidad de recordar estímulos nuevos. Razón por la 
cual recordamos los mínimos detalles compartidos con dicha persona. Las horas pueden 
pasar sin ser percibidas. Y si fuera poco, estas dos sustancias en el organismo hacen que 
los niveles de serotonina bajen provocando la compulsión por soñar despierto, fantasear, 
meditar, reflexionar hasta poder llegar a la obsesión. 
Los nervios que se experimentan cuando se ve a la persona amada hacen que el cuerpo 
segregue adrenalina, la cual causa el aislamiento de sangre en el estómago originando una 
excitación intensa que es conocida como el sentir mariposas en el estómago. La 
sudoración que se experimenta a partir de toda esta descarga de energía induce la 
emanación de feromonas que buscan atraer a la persona que las incitó. Esa exaltación 
también causa la precipitación del torrente sanguíneo en los labios y en los genitales, 
sintiendo palpitaciones intensas que buscan ser saciadas. 
Y es ahí donde surge la pregunta: ¿Qué otra sensación se experimenta cuando uno está 
inmerso en las mieles del enamoramiento? La atracción sexual. Los cuerpos se aclaman y 
buscan descargarse el uno sobre el otro. No sólo se sueña con la próxima salida a comer 
con el ser amado, ni con la forma en que sonríe o guiñe el ojo sino también con la manera 
en que besa, toca, huele, gime. La sensación de su cuerpo, su calor son detonantes que 
hacen volar la imaginación y dan la pauta para seguir fantaseando, recreando escenarios 
para el amasiato. Otra vez es la dopamina, la cual estimula la producción de la hormona 
del deseo sexual, la testosterona. 
19 
 
El estar enamorado se asemeja a vivir drogado. El comportamiento cambia. Los niveles 
comunes de estas sustancias en el organismo se encuentran disparados. Y como cualquier 
adicción se necesitan más dosis para permanecer en ese estado de bienestar. Así es como 
llega un momento en que estas descargas emocionales tan abruptas desaparecen. El 
reconocimiento con la otra persona, la falta de eventos novedosos hacen que la relación 
se precipite hacia otro estado y si para entonces no se han creado otros lazos es probable 
que la relación termine. Se suele decir: no era amor, y es verdad nunca lo fue si en el lapso 
en que duró el enamoramiento no se edificó ese sentimiento. 
Es un estado maravilloso el enamoramiento, pero no se puede mantener de por vida con 
la misma intensidad. “Sin una secreta comprensión de los cuerpos, que sólo a la larga se 
establece, la unión es furtiva y superficial, […] el placer esperado suele hacerse esquivo. No 
hay duda de que el gusto por el cambio es enfermizo y que sólo conduce a la frustración 
renovada.”7 Esperar que una relación sea como al principio cuando todos los días había 
una sorpresa en la puerta, es un error. Para efectos del progreso es imposible 
vislumbrarlo. Si al principio no importaban los defectos ni la incompatibilidad de intereses; 
para establecer una relación en pro de un futuro beneficioso, sí. 
Todo evoluciona y las relaciones también. Por eso contamos con la oxitocina y la 
vasopresina, hormonas que nos hacen desarrollar ese sentimiento de apego. Quizá ya no 
sintamos “revolotear mariposas en el estómago”, pero sí una seguridad al estar con la 
persona amada. Es aquí cuando, amar, como dice Erich Fromm es cuestión de decisión. 
Decidimos amar y comprometernos con la otra persona pese a sus defectos y virtudes o 
vamos en busca de una nueva excitación. Porque según la naturaleza la razón de ser del 
amor no reside en crear una pareja feliz para siempre sino sólo en el tiempo necesario 
para poder procrear un hijo, después la relación puede perecer, la necesidad de perpetuar 
la especie ha sido satisfecha. 
 
7 George Bataille. El erotismo. p. 117 
20 
 
LA ENTREGA RACIONALIZADA 
 
“El amor es paciente y muestra comprensión, el amor no tiene celos, no aparenta ni se infla. 
No actúa con bajeza ni busca su propio interés, no se deja llevar por la ira y olvida lo malo. 
No se alegra de lo injusto, sino que ese goza en la verdad. 
Perdura a pesar de todo, lo espera todo y lo soporta todo.” 
(San Pablo. Corintios I-1:13) 
 
Es tan fácil confundir el amor con el enamoramiento. Uno quisiera que fuera lo mismo, 
creer que el amor es miel sobre hojuelas, como el final de los cuentos de hadas, dicha y 
felicidad y lo cierto es que implica muchas cosas más. El amor no es esa llama que abraza y 
quema, de la cual se desprenden deseos desbordantes irracionales. No es el escuchar 
pajaritos cantar, ver al ser amando en todas partes y como un ser perfecto. Es un 
sentimiento diferente al que se siente cuando se está enamorado. Es la evolución de esta 
atracción, en palabras de Octavio Paz en la Llama doble, es voluntaria aceptación. 
 
Cuando la magia química decae, el creer en la existencia de una alma gemela es una 
cuestión incesante que nos hace cuestionarnos si la persona con la que estamos es la 
correcta. Si bien es lindo pensar en el mito del andrógino de Platón, acerca del ser que fue 
separado en dos y que cada parte anda deambulando por el mundo buscándose para 
convertirse de nuevo en un solo ser, en una pareja perfecta. Buscar “una perfección 
sustancialmente inexistente, enarbolar un señuelo, conduce con seguridad al desengaño, a 
la desilusión, a ese momento en el que se acaban los encantos e ilusiones artificiales del 
principio y empiezan las penalidades.”8 Porque para construir una relación se necesita más 
que un coctel químico en el organismo. El raciocinio es parte fundamental para vivir elamor de pareja. Es la aprobación de la otra persona tomando en cuenta todo lo que es y lo 
que no llegará a ser. Es el estar bien con uno mismo y no necesitar al otro, dar sin esperar 
nada a cambio por que la dicha se encuentra en el hecho de darse. Así como lo hizo 
 
8 Michel Onfray. Teoría del cuerpo enamorado. p. 60 
21 
 
Alceste hija de Pelias que dio su vida por la de su esposo, cuando ningún pariente 
consanguíneo fue capaz de hacerlo. Este acto fue tomado en cuenta por los Dioses los 
cuales la devolvieron a la vida. No me refiero a que el amor sea fatalidad, sufrimiento, 
pero es necesario tener presente que tampoco es sólo dicha y felicidad. 
En el amor el sexo juega un papel secundario, el placer es importante pero queda 
relegado a segundo término. En esta etapa lo que se busca es una estabilidad para poder 
conformar una familia y criar en armonía a los hijos. El estar en el amor genera un estado 
de poder ante los demás, nos sentimos invencibles para combatir al mundo, así como los 
andróginos de Platón, que su unidad les dio la confianza para pelear contra los Dioses. 
También en el amor se dan los sentimientos relacionados con el apego como es la 
seguridad, la tranquilidad, la calma y unión con la pareja a largo plazo. Los dos se conocen, 
se aceptan y buscan estar bien con uno mismo; el coqueteo y la seducción, persisten en la 
relación. El trabajo es arduo porque lo que generaba una descarga química instintiva 
ahora se tiene que crear de forma consciente. El amor es un compromiso. Decidimos 
amar. En esta elección no existe la posesión es un acto de entrega por voluntad propia. Y 
así como se decide amar también se puede elegir dejar de hacerlo. 
Cuando se ama a una persona y se disfruta del sexo con ella se busca enriquecerlo 
constantemente y no dejarlo caer en la costumbre y la trivialidad. El sólo hecho de ser 
compatible en primera instancia en la cama no establece que sea así para siempre. La falta 
de imaginación, la repetición pueden acabar con la pasión. Pero el amor, el compromiso 
entre la pareja hace buscar nuevas maneras en el arte de amar. Porque también se puede 
dar que el sexo no sea bueno y en lugar de buscar a otras personas, se trabaja para 
conseguir la satisfacción con quien se ama. Octavio Paz establece que el amor está 
constituido a través de la exclusividad, así que cuando se cae en sus redes se exige y se 
ofrece ser exclusivo, razón por la cual se desea establecer un placer perenne con la misma 
persona, para no buscar en otra cama lo que se tiene en la propia. 
Lo Duca en la Historia del erotismo menciona que el acto de amor no es erótico en sí, pero 
que su invocación, su sugestión y aun su representación pueden hacerlo. Y esto se da en el 
22 
 
preámbulo, en el ambiente que se genera para hacer de la penetración un pretexto para 
disfrutar de las delicias de la carne, del placer de los sentidos en una entrega delirante en 
la que por unos momentos se es libre para actuar, ser y sentir. 
 
INSPIRACIÓN SIN MÉTODO 
 
…el erotismo es ante todo y sobre todo sed de otredad. 
Octavio Paz 
 
Cuando se ha visto copular a una pareja de animales de cierta especie, se puede decir que 
ya se conoce la forma en que se aparea toda ésta. La postura siempre es la misma, quizá el 
cortejo sea diferente entre especies, pero el acto sexual, la manera de penetración 
invariablemente nunca cambia. Y no tendría por qué ser diferente cuando el único 
objetivo es la reproducción. “Cuando más se separa el sexo de la simple procreación, 
menos animal y más humano resulta.”9 Porque existe algo en el ser humano que lo 
diferencia del animal, y eso es la razón, la conciencia que tiene de sí, de sus semejantes y 
de su lugar en el tiempo. Por ello es que en el ser humano, el sexo se torna diferente, es 
un espacio donde puede comunicarse a través del cuerpo; sus pensamientos, deseos, 
fantasías, sentimientos, quedan a flor de piel para exponerse ante la persona deseada. No 
sólo se trata del encuentro de dos cuerpos sexuados desnudos sino de dos seres sensuales 
que buscan la comunión perpetua aunque sólo sea un instante. 
El tacto, la caricia, suprime la separación física, explora un contorno, tantea una consistencia, roza una superficie, ciñe un 
volumen, aprecia un calor, lleva el mensaje de una persona a otra que puede necesitarlo desesperadamente.10 
Cuando dos personas se encuentran en la intimidad lo que buscan es ponerse en común, 
comunicarse a través de su deseo. Para ello se requiere que los involucrados estén en la 
misma sincronía para que pueda existir esta conexión; porque el lenguaje suele ser 
 
9 Savater. Op. Cit. p. 138 
10 Luna Córnea. El cuerpo. p. 16 
23 
 
ambiguo y no es la excepción cuando se trata del cuerpo. Cada ser tiene una información 
entorno al sexo y ésta será volcada en el encuentro sexual. 
La manera de amar de Rigoberto y Lucrecia (Los Cuadernos de don Rigoberto, 1997) era 
diferente, lo que los ayudó en su entendimiento fue que Lucrecia lo supo escuchar, tuvo 
una actitud activa para ponerse en comunicación con él, descifró su deseo y respondió en 
el mismo canal. En un principio ella no comprendía los rituales de Rigoberto, pero no los 
juzgó ni los criticó sólo los observó y tuvo la mejor disposición para entrar en el juego. 
A pesar del vasto universo que ofrece la imaginación para disfrutar cada vez más de la 
sexualidad, existen personas que se conforman con la fogosidad que les da el instinto 
sexual. Habrá variación en la postura, contacto visual cara a cara pero no la inquietud de 
experimentar un placer mayor. Y esto es porque “actuamos culturalmente, y en nosotros 
todo está condicionado por la cultura, nuestra alimentación, nuestra sexualidad.”11 Si lo 
que se consume es sexo rápido, sin compromiso, sin preámbulo, sin juegos, este tipo de 
acción será la que se repita. El creer que una nalgada es un acto excitante sólo porque es 
un evento constante en las películas del canal del conejito, oculta un mundo de 
posibilidades para gozar. 
En este sentido Vargas Llosa señala que “[…] no se puede tener una vida sexual rica, 
creativa, sin una base cultural que estimule la fantasía erótica. El hombre, mientras más 
primitivo es, es más ignorante, menos sensible y también menos dotado para el placer.”12 
Si no existe el contacto con nuestro propio cuerpo es difícil que podamos conectarnos con 
el del otro. Para ello es necesario cultivar la sensibilidad, incentivar la imaginación. Estar 
conectados con nuestros sentidos, viendo con las manos, probando con los ojos, sintiendo 
con los oídos. Absorbiendo cada detalle placentero de la vida para reproducirlo en el 
amasiato, disfrutar de las texturas del cuerpo, de sus aromas y sabores. Deleitarnos con el 
simple sonido del placer. Escuchar el amor como lo hace Rigoberto cuando coloca su oído 
en cada parte del cuerpo de su amada Lucrecia. 
 
11 Paul Chauchard. Fuerza y sensatez del deseo. p. 31 
12 En entrevista con Sanjuana Martínez. http://www.sololiteratura.com/var/tengoquecrear.html 
24 
 
Si el raciocinio es lo que nos diferencia de los animales es necesario hacer uso de éste 
también a la hora de hacer el amor. Si la sexualidad física es al erotismo como el cerebro 
es al pensamiento, analogía que plantéa Bataille, entonces no basta con ser sólo seres 
sexuales hay que transformarnos en entes eróticos. Porque “El erotismo es fantasía es 
teatro, sublimación del instinto sexual en una fiesta cuyos protagonistas son los oscuros 
fantasmas del deseo que la imaginación anima y que ansía encarnar, en pos de un placer 
escurridizo […]”13 es dejarse llevar por el deseo para crear nuevos escenarios y vivir en 
ellos, porque el erotismo es un acto meditado son acciones deliberadas que se realizan 
con alevosíay ventaja para hacer caer a la pareja en un torrente de pasión y a su vez 
dejarse llevar por esa seducción. Es perderse, encontrarse y disfrutarse en el otro. 
El erotismo abre toda una gama de posibilidades para el goce de los amantes, la única 
limitante es su imaginación. El secreto está en postergar con pequeños disfrutes la 
culminación del encuentro, mantener cierta angustia, incentivar el deseo, acrecentar las 
ganas de posesión. “El cuerpo se erotiza de acuerdo a la voluptuosidad de la fantasía. Una 
ropa puede agregar un elemento sensual, lo mismo que una luz colocada de tal o cual 
forma puede modificar una atmósfera y resultar sugerente.”14 Percibir el ambiente de una 
tarde calurosa y sentir el sudor deslizándose a través del cuello recorriendo lentamente la 
espalda o la humedad de una noche lluviosa que refresca el ambiente e incita el anhelo 
del calor humano. 
La voluptuosidad del cuerpo, ese cosquilleo incesante que excita los sentidos y lo lleva al 
límite del placer, reside en hacer vibrar cada centímetro de la piel y no sólo centrar la 
atención en los genitales. Es verdad que en ellos se encuentra una gran cantidad de 
terminaciones nerviosas que producen un enorme placer, pero el reto está en lograr la 
excitación a partir de la estimulación sensorial, de rituales que exacerben los sentidos a 
partir de piezas musicales, caricias con la lengua, de bailes sugerentes, platillos suculentos 
servidos en el cuerpo del amado, cualquier fantasía que incentive el deseo. Sentir hasta lo 
más profundo de nuestro ser. 
 
13 Mario Vargas Llosa. La verdad de las mentiras. p. 207 
14 Andrés de Luna. Erótica. La otra orilla del deseo. p. 123 
25 
 
JUEGO DE SEDUCCIÓN 
Seducir es morir como realidad y producirse como una ilusión. 
Jean Baudrillard 
 
A la hora de la conquista todos dicen preferir a una persona que se muestre como es, que 
sea natural, sin pose alguna, pero la verdad es que cuando existe un interés de por medio 
esto nunca sucede. Hay que venderse y la imagen que se ofrezca debe ser la mejor para 
llamar la atención de la otra persona. Por otro lado, independientemente de ser auténtico 
o no lo que nos atrapa del otro es la manera en que nos conquista, los ritos que realiza 
para apresar nuestra atención sin sentir un cortejo explícito. Es un juego de seducción el 
que cautiva nuestros sentidos. 
Una sonrisa, el roce de una mirada, un juego de palabras que dejan entrever el interés de 
una persona hacia otra, pero que no la comprometen a nada. El hacer que se sienta 
deseada, observada con una naturalidad tal que sólo sea percibido por ella. “La seducción 
actúa a condición de no ser nunca dicha, nunca querida.”15 Son acciones lúdicas que 
excitan, que mantienen en la expectativa a los interesados. No pueden expresar lo que 
sucede a otra persona porque no existen acciones determinantes que puedan ser 
narradas. Son sensaciones que se desprenden, energías que entran en comunicación en 
un código que sólo puede ser descifrado por el sujeto que seduce y aquel que es seducido. 
Me encontraba en una conversación en el Messenger con un hombre que sabía le atraía, no puedo referirme a la conversación 
de forma explícita porque ésta iba y venía de un tema a otro sin ser específica en un punto lo que siempre se suscitaba era un 
juego de palabras que dejaba ver el interés de los dos por algo más, deambulaba el coqueteo, subía y bajaba la temperatura 
hasta que quedó explicito el interés y los inconvenientes para que se pudiera dar algo. Hay cosas que no se dicen, es acabar 
con la fantasía. 
La historia que trata Vargas Llosa en Los cuadernos de don Rigoberto (1997) es un trío 
poco común, donde el tercero en discordia es el entenado de Lucrecia, un jovencito 
angelical que es capaz de hacer surgir en su madrastra sus más oscuros pensamientos. Ella 
 
15 Jean Baudrillard. De la seducción.p.77 
26 
 
no pudo escapar de Fonchito porque nunca supo explicar lo que acontecía entre ellos, no 
había nada explicito. Este audaz niño hacia uso de la coquetería, mantenía un 
comportamiento que pretendía poner en conocimiento a su madrastra que un 
acercamiento sexual podía suscitarse; pero nunca dejaba mensajes concretos de que él 
realmente quisiera eso, esa posibilidad jamás aparecía como una certeza. Eso es lo que 
aterraba a Lucrecia el sentirse seducida por esos mensajes en el aire. 
La seducción es un suceso que se da en dos vías “ser seducido es con mucho la mejor 
manera de seducir.”16 Porque ya se ha obtenido la atención deseada, los ojos de alguien 
están puestos en ti y lo único que se necesita es conservarlo cautivo. Puede que no se 
tenga el control por ser el seducido, sin embargo, no es una posición permanente, de un 
momento a otro los papeles se invierten, colocando al seducido en el lugar del seductor. 
Un detalle de más, un gesto explícito pueden romper con el magnetismo. Es un ambiente 
tenso, abrumador y excitante por lo que no cualquiera se atreve a estar inmerso en la 
magia de la seducción. “Renunciamos a seducir por miedo a ser seducidos.”17 
Según Marianne Van Hirtum en el Léxico sucinto del erotismo seducir es “usar los 
atractivos, los encantos, la totalidad de la gracia que posee un ser, de una manera que 
puede ser consciente o inconsciente, para atraer la atención, el interés, el deseo de otro 
ser.”18 Existen seductores natos que al establecer un simple contacto con ellos pueden 
generar sensaciones intensas descontroladas en más de una persona. Y para ello no es 
necesario que este sujeto sea dueño de una gran belleza, el secreto radica en saber sacar 
provecho de sus atributos. “Lo que seduce en el hombre […] es la belleza ritual. Porque 
ésta es esotérica e iniciática, mientras la otra es sólo expresiva.”19 Una linda cara no lo es 
todo, la actitud hace la diferencia. 
El objetivo de la seducción se encuentra en la acción misma, no busca amor ni sexo. Sólo 
seducir. Porque la persona seducida funciona como un imán hacia el seductor, sus 
 
16 Ibidem. p. 78 
17 Ibidem. p. 113 
18 s/a. Léxico sucinto del erotismo. p. 91 
19 Baudrillard. op.cit. p. 88 
27 
 
encantos, sus atributos son un desafío porque en ellos se descubre su propio reflejo, se 
vislumbra en el otro las propias debilidades y por medio de éstas se le asedia. Sabemos lo 
que desea, lo que teme, lo que le gusta y así es como nos convertimos en el ser que 
imagina, tomamos fuerza de nuestra fragilidad, la desaparecemos y nos volvemos 
apariencia. Rigoberto se recrea y crea a su amada esposa a través de sus ritos, en ellos se 
encuentra su sensualidad convirtiendo su relación en un enigma, todo se puede hacer, 
nada se puede decir. 
 
EL DESEO DE MI PIEL 
 
Un duro deseo muestra la sumisión de los hombres a un destino más fuerte que ellos. La energía que trabaja el cuerpo lo 
taladra, lo socava, lo hurga y lo vacía. 
Michel Onfray 
 
El deseo sexual es el motor que nos hace sentir vivos porque nos permite añorar, aspirar, 
querer, fantasear con “algo” alejado de lo puramente biológico. No es instinto que busca 
ser satisfecho y desaparecer, es anhelo de satisfacer un impulso de manera fascinante, 
palpitante, jadeante, una explosión candente, lujuria, exacerbación de los sentidos, fruta 
prohibida. “Es la tendencia profunda, invencible, y muchas veces espontánea, que empuja 
a un ser a «apropiarse » de la manera que sea de un elemento del mundo exterior, o de 
otro ser. Esta tendencia culmina y se desarrolla en la sexualidad.”20 
Hambre de posesión que crece cada vez que es restringida, cuando queda relegada por no 
encontrar el espacio para saciarla o cuando simplemente es censurada. Puede aparentar 
desaparecer, pero permanece latente hasta el momento mismo en que surge un objeto 
que despierta esa energía sexualcontenida. En ese instante se evocan las imágenes del 
deseo que habían permanecido ocultas, el cuerpo responde a ellas y busca satisfacerlas. El 
deseo es inherente al ser humano, es imprescindible; busca los espacios para hacerse 
 
20 s/a. Léxico sucinto del erotismo. p. 33 
28 
 
visible y otorgar un impulso a la vida. Tiene una fuerza avasalladora que el cerebro se 
encarga de controlar, aligera la presión o deja que se desborde todo ello porque debe 
encontrarse en el deseo el equilibrio entre la pasión y la razón. 
He percibido que podemos ser objetos del deseo, cuando nos inventamos para satisfacer 
el deseo del otro. Porque en nosotros se refleja su deseo, somos lo que él quiere que 
seamos. Dulce cuerpo acompasado que se mueve al son de notas seductoras. Él goza al 
hacerme girar desnuda, al ver mi cuerpo por toda mi circunferencia yo gozo al sentir la 
caricia de su mirada, el aire que choca con mi cuerpo enardecido. Al recrearnos lo que 
buscamos es el mimetismo, convertirnos en sujetos deseantes y encontrar en el otro la 
fuente en la que podamos satisfacer nuestros deseos. La pasividad no existe si se trata de 
gozar quizá uno lleve las riendas pero es un vaivén de deseos que ascienden al 
encontrarse. 
El deseo encuentra en el lenguaje el espacio para ser expresado, no obstante la 
verbalización puede resultar efímera para formular la esencia de cada una de nuestras 
delicadas apetencias, pero es el medio más directo para nombrarlas. Hay quien realiza 
películas como Tinto Brass o Bigas Luna para dejar el registro de sus deseos. Vargas Llosa 
utiliza exquisitamente la pluma para nombrar aquello que lo hace estremecer. La que aquí 
escribe emplea la fotografía para intentar construir una imagen que plasme el deseo que 
siente su propia piel. 
La imaginación es inherente al deseo “son una pareja de amantes perfecta que viven su 
relación en el arte […] el significado de la obra es el deseo, que se establece más allá de 
cualquier código de la lengua.21 Por ello las obras de arte no se pueden nombrar, sólo 
sentir, cada uno le da un significado diferente al apropiarse de éstas, al establecer una 
conexión con nuestros deseos. 
 
 
21 María Noel Lapoujade. Espacios imaginarios. p. 272 
29 
 
1. EL MUNDO VARGASLLOSIANO 
 
 
EL NIÑO MIMADO 
 
Su vida comenzó como el drama de una novela, cuando nació ya no tenía padre. Su mamá 
fue abandonada con un embarazo de siete meses. Mario Vargas Llosa vino al mundo sin 
un hombre que estuviera al lado de su madre. Al parecer decir la verdad era más 
tormentoso que hilar una mentira… “nunca me dijeron que mis padres se habían 
separado. Me dijeron que mi padre se había muerto. La familia conservó esa maravillosa 
ficción y yo crecí en Bolivia creyendo que no tenía padre22”. 
Mario creció cobijado por el cariño y el cuidado de los Llosa. La familia materna es la 
culpable del gusto que se desarrolló en Vargas Llosa por la literatura, porque a los Llosa 
siempre les gustaron las letras y la pintura.23 Tanto el abuelo como el bisabuelo fueron 
abogados y la poesía era parte de sus actividades. El abuelo Pedro llegó a publicar algunos 
escritos en el periódico local. 
Hasta los diez años Mario tuvo una vida esplendorosa, rodeada de mimos, cuidados, amor 
por parte de sus abuelos y tíos maternos. Como él mismo menciona: “fui engreído y 
consentido hasta unos extremos que hicieron de mí un pequeño monstruo.”24 
La literatura es inherente a Vargas Llosa, antes de que pudiera leer, su madre y abuela 
eran las encargadas de incentivar el amor por la narrativa, le relataban cuentos, los cuales 
Vargas Llosa nunca quería que terminaran siempre pedía más. Cuando fue capaz de leer 
era feliz recorriendo la biblioteca del abuelo, leyendo libros de historia y caballería. En 
entrevista con José Miguel Oviedo, menciona que las primeras cosas que escribió, cuando 
 
22 Raymond Williams. Vargas Llosa: otra historia de un deicidio. p. 24 
23 Ibidem. p. 16 
24 Mario Vargas Llosa. El pez en el agua. p. 17 
30 
 
era todavía un niño, fueron continuaciones de historias que le entristecían mucho que 
terminaran. 
Desde su niñez iba y venía, por lo que no es de extrañarse que esta costumbre siga vigente 
hasta la actualidad. Nació en 1936 en Arequipa, Perú. Con un año de vida toda la familia 
Llosa se fue a Cochabamba, Bolivia donde vivió hasta los diez años. Regresaron a Perú a un 
poblado llamado Piura, donde estudió el quinto año de primaria. Sólo duro un año ahí 
debido a la aparición abrupta de Ernesto Vargas Maldonado, el padre muerto, quien se lo 
llevó junto con la madre a Lima. 
En este momento la vida de Vargas Llosa cambió completamente, el mundo de ensueño 
en el que se desenvolvía se destruyó. Conoció el miedo el cual era infundado por su padre. 
Descubre que los niños no los trae la cigüeña, hecho que le hace sentir un profundo 
rechazo hacia el sexo. ¿Cómo imaginar a Mario Vargas Llosa sintiendo repulsión hacia el 
sexo a la edad en que la hormona está a todo lo que da? ¿Cómo describir escenas tan 
seductoras en un futuro cuando de joven juró nunca practicar tales actos que hacían los 
adultos, que para él eran realmente desagradables? Él mismo desmenuza la respuesta de 
ésta interrogante, porque para él fue realmente constructivo el hecho de que el sexo 
hubiera sido censurado en su vida: 
“[…] tal vez sea bueno que el sexo haya pasado a ser algo natural para el común de los 
mortales. Para mí nunca lo fue, no lo es. Ver a una mujer desnuda en una cama ha sido 
siempre la más inquietante y turbadora de las experiencias, algo que jamás hubiera tenido 
para mí ese carácter trascendental, merecedor de tanto respeto trémulo y tanta feliz 
expectativa, si el sexo no hubiera estado, en mi infancia y juventud, cercado por tabúes, 
prohibiciones y prejuicios, si para hacer el amor con una mujer no hubiera habido entonces 
tantos escollos que salvar.”25 
 
25 Ibidem. p. 192 
31 
 
El descubrir que el objeto oculto del deseo es el placer mismo y que se puede disfrutar de 
mil maneras hace tenerle un profundo respeto y adoración. Para quien ha vivido este 
descubrimiento le es fácil sentirse cómplice de su pensar. 
Al estar Vargas Llosa alejado de la familia que tanto lo había consentido, en contacto con 
un padre autoritario, violento que no hacía más que hablar mal de la familia Llosa por 
considerar que habían malcriado a su hijo, se refugió en la literatura, una forma de 
rebelarse contra el padre. “La mala relación con él llegó a su peor momento cuando éste 
descubrió que el hijo se dedicaba a escribir poemas, una actividad que el padre 
consideraba afeminada y, por lo tanto, don Ernesto decidió inscribir al hijo en un colegio 
militar, el Leoncio Prado”26. 
Vargas Llosa concebía un mundo rosa donde no existía la maldad, creía que vivían como él 
todos los peruanos. Un pequeño burguesito que no tenía que preocuparse por comer, que 
interpretaba obras de teatro con sus primos en al patio de su casa. Fue hasta que entró a 
la escuela militarizada que se le reveló la verdad: “debo al Leoncio Prado haber 
descubierto lo que era el país donde había nacido: una sociedad muy distinta de aquella, 
pequeñita, delimitada por las fronteras de la clase media, en la que hasta entonces viví.”27 
En un principio la idea de instaurarse en el colegio militar no le desagradó, todo con tal de 
no estar en la misma casa durante la semana, con el padre que tanto lo aterrorizaba. 
Nunca imaginó el salvajismo en el que se desarrollaban los jóvenes en dicho colegio, una 
verdadera barbarie donde sobrevivía el más fuerte o más astuto. A él le ayudó su cercanía 
con la poesía, se volvió el escribano de cartas de amor para sus compañeros:“en algún 
momento del tercer año, ya venían a buscarme y a pedirme, siempre con discreción y algo 
de vergüenza, que les escribiera cartas de amor *…+”28 
La forma en que descubrió el sexo lo marcó de cierta manera, para él es algo mítico, 
sagrado: “La banalización del sexo *…+ es, según psicólogos y sexólogos, muy saludable 
 
26 Williams. op.cit. p.32 
27 Mario Vargas Llosa. El pez en el agua. p.109 
28 Ibidem. p. 114 
32 
 
para la sociedad, ya que de este modo, se desahoga de abundantes represiones 
neuróticas. Pero ha significado, también, la trivialización del acto sexual y la extinción de 
una fuente privilegiada de placer para el ser humano contemporáneo.” 29 Es necesario 
mantener cierto misterio no develar todo para conseguir una experiencia avasallante. 
A los dieciséis años convence a sus papás de que le permitan concluir la secundaria en 
Piura con sus tan queridos tíos y primos. Él padre acepta y por fin vuelve a la libertad que 
tanto añoraba. Así que se instaló en la casa de su tío Luis y su tía Olga, en compañía de sus 
pequeñas primas Patricia y Wanda. El gusto por la literatura no había decaído en él pero 
creía que de escritor se iba a morir de hambre, así que decide estudiar leyes instalándose 
en la casa de los abuelos. 
Su paso por el Leoncio Prado lo marcaría sobremanera, la madurez que había adquirido no 
se comparaba con la de sus antiguos amigos a los cuales veía como niños. Le debe al 
Leoncio Prado el haberse reconciliado con el sexo. Su primera vez fue con una prostituta y 
las consecutivas también. Hasta el extremo de encariñarse mucho con una de ellas como 
menciona en El pez en el agua. Era algo habitual para la clase media visitar casas de citas. 
Así que cada semana acudía puntual. 
Como si las historias que Mario experimentaba a través de la lectura no le bastaran, 
decide de manera inconsciente ponerle emoción a su vida. Inicia una relación con la 
hermana de su tía Olga a la cual acostumbraba decirle también tía, ella es Julia Urquidi. 
Dicho acto escandalizó a la familia, quién sabe qué era lo que más les afligía, el hecho de 
que eran parientes, de que ella era divorciada o que le llevara 12 años al pequeño Marito. 
Con uñas y dientes defendió el profundo amor que sentía por Julia. Desafía al padre 
casándose con ella a escondidas y falsificando su acta de nacimiento, porque hasta los 
veintiún años era mayor de edad, y apenas tenía diecinueve. Su padre encolerizado 
amenazó con mandar a la tía Julia a la cárcel por pervertidora de menores y, por ende, 
 
29 Ibidem. p. 191 
33 
 
anular dicho matrimonio. Así que la nueva pareja tuvo que vivir separada, ella en su país 
natal, Bolivia y él en Perú. 
Los meses transcurrían y la nueva pareja no podía mantenerse más tiempo alejada, pero 
Marito no podía juntar el dinero para traer de regreso a su esposa. Así que Julia lo 
sorprende vende unas cuantas joyas y regresa a sus brazos. La determinación con la que 
luchó por demostrar que ya era todo un hombre hecho y derecho, los siete trabajos que 
consiguió para poder mantener a su nueva esposa, le valieron para ganarse el apoyo de la 
familia. 
Supo combinar la escuela, sus múltiples trabajos y su papel de esposo, que incluso le daba 
tiempo de escribir. A finales de 1956 consigue publicar su primer cuento titulado El 
Abuelo, en el diario El Comercio. Así continúa publicando por todo el año en diferentes 
medios. Fue a los veintiún años que uno de sus escritos lo llevó por quince días a su ciudad 
de ensueño, París. Ganó un concurso organizado por la Revue Francaise con un cuento 
titulado El desafío. 
El amor que se profesaban Marito y Julita sólo les duró nueve años después de los cuales 
llegó el inminente divorcio que toda la familia les había augurado al conocer su romance y 
que ellos mismos presentían desde un principio. Vargas Llosa es una persona que siempre 
ha procurado a la familia tanto, que contrajo segundas nupcias con Patricia, hija de su tío 
Luis y su tía Olga, al año siguiente de su divorcio. 
Se decía peleado con la paternidad por ser la literatura una actividad muy celosa y 
posesiva, pero al año de casado con Patricia tuvo a su primer hijo. En total tuvo tres 
creaciones artísticas de carne y hueso, dos hombres y una mujer. 
A través de un profesor y senador, Mario consigue una beca para estudiar en la 
Universidad Complutense en Madrid. En este país no pudo encontrar la magia y moción 
que le inspiraba París. Es aquí que descubre que la literatura no es cosa de inspiración sino 
de trabajo arduo, “era el desairado de las musas y estaba condenado a sustituir esa 
34 
 
negada colaboración con terquedad, trabajo y paciencia *…+ si la inspiración existía para 
los novelistas, nunca sería uno de ellos.”30 
No creía que siendo escritor se pudiera vivir, en su país no conocía a alguien que lo 
hubiera hecho. A pesar de todo decidió serlo, a los veintitrés años toma la firme decisión 
de ser escritor, “luego de haber descubierto que tampoco quería enseñar. Ni abogado, ni 
periodista, ni maestro: lo único que me importaba era escribir y tenía la incertidumbre de 
que si intentaba dedicarme a otra cosa sería siempre un infeliz.”31 Así que invirtió la 
prioridad de sus actividades, trabajaría como profesor y periodista sólo por ser hasta ese 
momento el medio para su subsistencia y la literatura se convertiría en su principal 
quehacer. 
Su tenacidad y decisión lo llevaron a ganar el Premio Leopoldo Alas en España (1959) por 
sus cuentos Los jefes. Así despliega lo que sería una carrera literaria exitosa que lo 
convertiría en un escritor latinoamericano de renombre, considerado dentro del boom 
latinoamericano al lado de Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes y Julio Cortázar. 
 
TIRÁNDOSE AL TINTERO 
“Una novela no es una confesión del autor, sino una investigación sobre lo que es la vida humana dentro de la trampa en que 
se ha convertido el mundo.” 
Milan Kundera 
 
En la vida existen pasiones que nos delatan y sólo existen dos opciones: evadirlas e ir 
pasándola o vivirlas recreando la vida. Porque como aprendí al estudiar fotografía, hay 
que saber tomar decisiones, tanto en la fotografía como en la vida, uno debe aprender a 
decidir qué es lo que quiere. 
 
30 Mario Vargas Llosa. Historia secreta de una novela. p. 52-53 
31 Ibidem. p. 51 
35 
 
La razón por la cual nos puede interesar la vida de un mocoso que odiaba el sexo es 
porque con el paso del tiempo ese mocoso nos hace experimentar sensaciones, nos 
envuelve con sus escritos y nos hace conocer un mundo distinto del que tenemos 
enfrente. No cualquier escritor puede lograrlo y la enigmática del cómo lo hace es una 
interrogante que el mismo Vargas se hace. No por algo escribió todo un libro de ello, 
titulado: Historia secreta de una novela. 
Después de leer la autobiografía de Vargas Llosa ya no se sabe qué parte de sus novelas es 
un fragmento de su vida y qué es ficción. Indudablemente todos sus personajes son él, 
parte de acontecimientos que vivió, padeció, gozó y trozos de sus sueños, inquietudes, 
fantasías que no puede vivir más que en la magia de la literatura. 
¿Cómo comprender la existencia de un escritor que relata relaciones incestuosas, ratas 
asesinas, pensamientos infanticidas, un cura liberal a través de otro escritor llamado 
Pedro Camacho? Las entrevistas que le realizan suelen caer en lo mismo, que sí sus 
personajes son parte de él, lo cual Vargas Llosa no niega del todo pero nunca afirma. Eso 
es lo exquisito, saberlo e irlo descubriendo poco a poco, ¿qué sentido tendría que él dijera 
que sí es él? En realidad, ya no serían novelas sino autobiografías. Por lo cual no miente, 
sólo la idea es él, lo demás, no lo ha vivido, desearía pero hay cosas que simplemente 
existenen la imaginación, porque como él dice: “la ficción sirve al novelista para recrear el 
mundo a su imagen y semejanza, a recomponerlo sutilmente de acuerdo a sus secretos 
apetitos.”32 Porque “cuando la novela está terminada, nadie, a menudo ni el propio 
novelista, puede escuchar con facilidad ese corazón autobiográfico que fatalmente late en 
toda ficción.” 33 
Es imposible escribir de lo que no se conoce, sea de forma vivida o como espectador debe 
existir el antecedente que nutra la imaginación. Así como el escritor, un fotógrafo debe 
tener experiencia en la vida para poder construir un discurso, y es verdad, no 
necesariamente tiene que ser verídico lo que se plasme en un material fotosensible. 
 
32 Mario Vargas Llosa. El pez en el agua. p. 336 
33 Ídem. Historia secreta de una novela. p.12 
36 
 
Algo que resulta intrigante es el saber en qué momento el autor se limita para hacer 
partícipe de sus historias a la gente que lo rodea. ¿El cariño? ¿Respeto? En La tía Julia y el 
escribidor narra la historia de su primer matrimonio y concluye mencionando a su nueva 
esposa (la actual) como alguien de quien no piensa hablar porque es de armas tomar. En 
alguna entrevista que le hicieron apareció el mismo recelo a hablar de esa parte de su vida 
cuando le preguntaron por su gusto por las mujeres, él simplemente respondió que le 
gustaban, pero que era un tema que a su esposa no le hacía mucha gracia. Quizá no sea 
más que la afirmación a lo que él mismo menciona: “la materia prima de la literatura no 
es la felicidad sino la infelicidad humana, y los escritores, como los buitres, se alimentan 
preferentemente de carroña.”34 
El éxito que ha obtenido Vargas Llosa como escritor se lo debe al empeño y dedicación 
con que se ha desenvuelto a lo largo de su carrera. Habla de escritores actuales (sin dar 
nombres) que buscan la fama sin darse el espacio para crear una obra de calidad, lo cual 
lamenta y no porque se vanaglorie de ser un excelente escritor sino porque respeta al 
lector siendo él asiduo a la lectura. Menciona que a su edad, si un libro no lo atrapa a la 
primera lo abandona, no tiene tiempo qué perder en lecturas banales. 
La loca pasión de Vargas Llosa por la literatura es reconocida en la revista Letras Libres de 
octubre de 2007, donde a manera de homenaje escriben doce personas, sobre él. Cabe 
destacar el escrito de J.J. Armas Marcelo, quien narra eventos con Vargas Llosa donde deja 
al descubierto su compromiso por la literatura que cae en obsesión: en plenas vacaciones 
abandona un paseo por la playa excusándose porque tiene que cambiarse de ropa y lo 
descubren… dándole a la máquina de escribir. En otra ocasión menciona, en plena jerga 
con los amigos, se levanta apenas dieron las doce de la noche aludiendo que tenía que 
escribir ocho horas al otro día, lo que ganó el comentario siguiente: es el único escritor que 
trabaja como obrero y vive como un burgués. La relación que mantiene Vargas Llosa con la 
literatura, Onetti la cataloga como adúltera, mientras la de él es sólo matrimonial. 
 
34 Ibidem. p.50 
37 
 
Parece que detrás de cada escritor hay una gran mujer, comprensiva y sobre todo nada 
celosa, bajo esta vertiente Vargas Llosa señala que “Con la literatura no se debía hacer un 
pacto a medias, la literatura era como el amor-pasión: había que entregarse a ella sin 
cálculo ni tacañería, con la irreflexión y la generosidad desenfrenada con que uno se 
enamora por primera vez.35” El propio Savater agradece a su esposa su encierro de dos 
meses para redactar su libro Panfleto contra el todo. Bukowsky menciona en uno de sus 
poemas esa lejanía que se necesita del mundo para escribir: sin mujeres/sin comida/sin 
esperanza, ¿sin esperanza? Bueno, es Bukowsky. 
“Escribir y leer, que son el anverso y el reverso de una misma cosa. Y cada vez me convenzo más de que la literatura no sólo 
es un entretenimiento y un placer supremo, sino una actividad imprescindible para que tengamos una rica vida interior, para 
desarrollar un espíritu crítico, para que no mantengamos un asentimiento frente a la realidad, para que estemos conscientes de 
que el mundo está lleno de deficiencias, que aquello que vivimos no puede colmar nuestras expectativas.”36 
La forma en que Vargas Llosa expresa su pasión por la literatura es contagiosa. Un ávido 
deseo por conocer otros mundos, recrearlos en la imaginación, plasmarlo en la fotografía 
a través de un imaginario que ya no es el de él, porque se ha entrelazado con el mío para 
dar cabida a otro universo. Como maneja Roland Barthes, en El placer del texto, el texto 
deja de ser del autor cuando pasan a través de él los ojos del lector, el cual se apropia de 
la lectura y la vuelve suya. Así los escenarios narrados por Vargas Llosa en Los Cuadernos 
no son lo que se verá en el portafolios fotográfico, me he apropiado de la lectura y he 
jugado con ella para plasmar mi sentir. 
 
 
35 http://www.letraslibres.com/index.php?art=9718 
36 Mario Vargas Llosa en entrevista con Sol Alameda para El País. http://www.sololiteratura.com/var/entrevistapais2.htm 
38 
 
PENSAMIENTO LITERARIO 
 
El arte es como una fuente de agua viva. Su gran valor consiste en que permite la introspección y nos salva un poco de ser 
devorados por el sistema atroz y absurdo en que vivimos. Es la única posibilidad de sacar lo bello y grande 
que hay en el ser humano. 
Fernando García Ponce 
 
Al realizar este trabajo me topé con comentarios de varias personas que no comprendían 
la razón de ser de éste: mera ilustración de una novela, que si valía la pena tomar una 
obra literaria cómo trabajo de titulación, más siendo erótica, y la pregunta generalizada 
era: qué iba a aportar a la sociedad. Quizá lo primero que debí haber observado era de 
quiénes venía el comentario, no por demeritar la profesión o a la persona, pero sí para 
comprender qué tan sensibles son ante el mundo que los rodea. Después me topé con la 
frase que da inicio a este apartado y comprendí que no todos los seres humanos estamos 
en la misma sincronía y somos capaces de comprender el mundo de la misma manera, la 
invitación está hecha, cada quien decidirá si la acepta o no. 
La literatura es un arte. Que transporta al lector a vivir en escenarios y con personajes que 
jamás en la vida podría conocer. Se puede convertir en ellos, gozar, sufrir, desear; se 
exalta la imaginación y se acrecenta el espíritu. Vargas Llosa lo sabe y, por ello es un 
asiduo impulsor de la literatura, no sólo como escritor sino como propio lector: “La 
literatura es fundamental para mantener viva una actitud crítica frente a la realidad y el 
mundo, y para mantener un lenguaje renovado, riguroso.37” 
A diario se observa el desapego que existe hacia la lectura, la gente no lee y lo refleja en 
su manera de hablar y escribir, en anuncios de tiendas, carteles, hasta en señalamientos 
viales aparecen faltas de ortografía ¿de quién es la culpa? si la lectura en las escuelas se 
impone como una obligación o un castigo, no existe el interés por parte de los docentes 
 
37 En entrevista con Sol Alameda para El país. http://www.sololiteratura.com/var/entrevistapais2.htm 
39 
 
por fomentarla. Quienes sobrevivimos a ello nos queda incitar a los demás a ser partícipes 
de tan majestuosa experiencia. 
Porque a través de un libro se puede comprender mejor el mundo donde se vive. Puede 
quedar uno desolado al leer una historia de guerra a pesar de que nos invaden a diario 
con imágenes y noticias de ésta. Conocer el sufrimiento a través de las experiencias y 
sentimientos de los personajes de una novela bélica, cambia por completo la imagen de la 
guerra. Es ficción, sí. Pero a fin de cuentas no se puede escribir dealgo que no existe. 
La literatura da cabida a la creación de un compendio de imágenes en la mente que se 
hilan con las ya existentes, realidad y ficción se unen para crear escenarios que buscan ser 
plasmados y crear otro escenario ante la vida, puede ser para explicara, para cuestionarla 
o simplemente para mostrarla. 
Pensar en una sociedad como la que se plantea en el libro Fahrenheit 451 no es una idea 
alejada de la realidad, lo peor, lo más triste es que no es porque exista una ley que 
prohíba los libros sino porque la propia gente se aleja de ellos. Lo más probable es que si 
existiera la prohibición se acercarían más: lo prohibido siempre llama. Sólo basta recordar 
lo ocurrido hace algunos años con la novela de Carlos Fuentes, Aura, que a causa del 
Secretario de Trabajo en turno, Carlos Abascal, motivó la lectura de ésta, debido a que la 
calificó de impúdica para su hija adolescente. En Fahrenheit 451 se vislumbra un fin 
desolador, la inexistencia tangible de un libro. Pero de qué sirve tener bibliotecas repletas 
si los libros permanecen intactos si “la novela no comienza a existir cuando nace, por obra 
de un individuo; sólo existe de veras cuando es adoptada por los otros y pasa a formar 
parte de la vida social, cuando se torna, gracias a la lectura, experiencia compartida.38” 
Algo que plasma perfectamente Ray Bradbury, la transmisión de conocimientos a partir de 
la oralidad. Libros parlantes. Si al fin y al cabo así comenzó la literatura, a partir de la 
necesidad de contar la ¿realidad? corregida y aumentada al placer de su creador. 
 
38 Un mundo sin novelas por Mario Vargas Llosa. http://www.letraslibres.com/index.php?art=6536 
40 
 
Existe un la paradoja entre el hecho de que se realicen películas basadas en libros. Por un 
lado están los que acuden a comprar el libro antes de ver la película y los que prefieren 
esperar su proyección. Son dos experiencias completamente diferentes. En mi práctica, 
prefiero crear mis propios personajes y ambientes con la narrativa del autor. Sin embargo, 
resulta inquietante el saber que alguien ha creado esos escenarios y el deseo de conocer 
esa creación visual surge. Es casi imposible que nuestra imaginación compagine con la del 
creador de la cinta. Así me sucedió con El amor en los tiempos del cólera (Mike Newell, 
2007) Mi percepción fue que lo que se proyectaba era sólo un resumen de la obra del 
mismo nombre autoría de Gabriel García Márquez. Un libro no puede plasmarse en dos 
horas. En El perfume de Patrick Süskind que también fue llevado a la pantalla grande en 
este caso por Tom Tykwer en 2006, pese a que el protagonista no era lo suficientemente 
feo como lo descrito en el libro se logró plasmar la esencia de éste, obteniendo un buen 
resultado. 
Vargas Llosa habla sobre un fenómeno que está ocurriendo en la actualidad con los 
lectores y es la afinidad por las novelas ligh. Las cuales no requieren mayor esfuerzo 
intelectual al realizar su lectura. Es una manera diferente de entretenimiento que se 
asemeja mucho a ver televisión, todo digerido y a la boca. Comprendiendo por un lado 
que también el hecho de ver un programa televisivo parte de estas dos vertientes, el 
programa burdo sin contenido valioso para el intelecto y aquel que nutre al espectador. 
¿Qué es preferible, qué existan lectores ligh o de plano cero lectores? La respuesta, poco 
alentadora sería la primera. El problema con este tipo de lecturas es que alejan al lector 
de la buena literatura. Porque cuando se topan con un Savater, Paz, Orwell, Cortázar 
prefieren regresar a los best seller de Carlos Cuauhtémoc Sánchez. “La buena literatura 
necesita lectores que sean activos, que estén dispuestos a enfrentarse a la complicación, 
41 
 
que trabajen codo a codo con el autor, con su imaginación, con sus conocimientos, para 
poder disfrutar cabalmente la obra.”39 
 “En un mundo aliterario, el amor y el goce serían indiferenciables de los que sacian a los 
animales, no irían más allá de la cruda satisfacción de los instintos elementales: copular y 
tragar.”40 Hay quien se conforma sólo con la química que surge entre dos cuerpos y la 
anatomía humana que le dice que el clítoris es el centro del placer de la mujer, creyendo 
que con la simple estimulación basta. Por lo tanto, cuando la química se va, también todo 
lo demás. Sin saber que se puede construir un mundo alterno (¿cómo Rigoberto?) donde 
el acto sexual es más que la posesión de dos cuerpos, que hay matices, niveles de 
intensidad y que la única limitante está en la imaginación y que ésta se encuentra 
determinada por el mundo circundante que se consume y la capacidad crítica de lo que se 
encuentra en los medios. Como en el caso de la revista H para hombres, la cual debe su 
éxito al morbo por ver a las mujeres famosas del medio de la farándula sin ropa. Esta 
revista no propone más que caras diferentes, las posturas son idénticas, los mismos 
recursos hasta se emplea la misma ropa y aún así alcanza un tiraje mensual de 367 mil 
ejemplares41. 
Así como la literatura no es para todos (no me refiero a que sea parte de una élite o algo 
parecido, sino que no cualquiera puede escribir obras literarias); la fotografía tampoco. 
Con el auge de las cámaras digitales, los celulares que vienen incluidos con una, todo 
mundo se cree fotógrafo. Hasta concursos de fotografía han surgido con la categoría de 
fotografía con celular. Hacer click e imprimir no es hacer fotografía. Es un acto de pensar. 
Es un medio de comunicación que capta un instante irrepetible y único. Es una forma de 
construir un mensaje y poder transmitir pensamientos, sentimientos, sensaciones, 
momentos, que con la palabra no pueden ser expresados o no pueden comprenderse de 
la misma manera. La fotografía también es un discurso como la literatura y, asimismo, es 
 
39 Mario Vargas Llosa en entrevista con Ezequiel Martínez. 
http://www.clarin.com/suplementos/cultura/2005/02/05/u-916311.htm 
40 Un mundo sin novelas por Mario Vargas Llosa. http://www.letraslibres.com/index.php?art=6536 
41 http://www.mediavyasa.com.mx/e107_plugins/vyasa/ver_revistas.php?id=313 
42 
 
un arte. Porque aquel que plasma una imagen en un papel fotosensible está realizando 
una pintura. Es diferente el lienzo y los pinceles, pero es la misma acción. El mismo deseo 
de dejar una muestra de un espacio y un tiempo determinado. 
No comprendo la existencia de un fotógrafo sin lectura y un lector sin ser fotógrafo. Por 
ello no se advierta que un lector pueda hacer fotografía, pero sí que a través de tener un 
bagaje literario es capaz de comprender el discurso que se presenta en una imagen. Y 
simplemente un fotógrafo que no lee limita su capacidad de construcción icónica. 
 
 
UN MUNDO ALTERNO LLAMADO LUCRECIA 
 
Múltiples vidas y sensaciones se pueden experimentar al entregarse a la lectura de un 
libro. En el caso de Vargas Llosa la entrega es doble, cuando lee y cuando crea ese mundo 
alterno donde la ficción se entrevela con la vida misma, con su vida. Hay fragmentos de él 
que no se pueden negar, pero hay otros que sólo queda intuir que son parte de él. Porque 
al fin y al cabo él vive en sus novelas. 
El llegar a la membrana que separa a Vargas Llosa de sus personajes es sorprendente. Él es 
todos, surgen de sí y poco a poco se convierten en un personaje ajeno a él. En el caso del 
Elogio de la madrastra y Los cuadernos de Don Rigoberto esta verdad está presente. 
Mario-Rigoberto, Mario-Lucrecia y Mario-Fonchito, son los personajes centrales de esta 
historia. A partir de mi lectura me atrevo a hacer un análisis con respecto a ellos y a Mario 
Vargas Llosa. Donde Fonchito es Mario, el hijo que se enfrenta a su padre por amor; 
Rigoberto es Vargas, el padre amoroso que nunca tuvo, que sólo le robó el amor de su 
madre; y Lucrecia es Llosa, la

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