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1 
 
 
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
ESCUELA NACIONAL DE TRABAJO SOCIAL 
 
 
 
 
LA RESILIENCIA: UN RECURSO PARA EL TRABAJO SOCIAL EN LA 
ATENCIÓN INTEGRAL DE MUJERES CON FIBROMIALGIA. 
 
 
T E S I S 
 
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE: 
LICENCIADA EN TRABAJO SOCIAL 
 
P R E S E N T A 
JANICE KIMBERLY XARENI RODRÍGUEZ ÁLVAREZ 
 
ASESOR: LIC. HUMBERTO ISAAC CHÁVEZ GUTIÉRREZ 
 
 
 
 
 
 
 MÉXICO, DF. NOVIEMBRE2015 
 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
2 
 
Agradecimientos 
Este trabajo representa los resultados del esfuerzo y dedicación, por 
ello doy las gracias: 
A mi madre porque me dio el privilegio de traerme al mundo y el 
ejemplo de ser una mujer luchadora y emprendedora. Quien en los 
momentos difíciles me ayudó a no desfallecer y a seguir adelante. 
Por darle un sentido diferente y positivo a todo lo que hago y por su 
apoyo incondicional. 
 
A mi padre por su apoyo total y por todo su esfuerzo para sacarnos 
adelante. 
Agradezco a mi asesor el Licenciado Humberto Isaac Chávez 
Gutiérrez, que ha estado a mi lado dirigiéndome en todo momento 
para lograr alcanzar la meta propuesta. Quien me brindo su tiempo, 
dedicación e interés, para la revisión de esta investigación. 
 
A mis hermanos Kevin y Oscar, por estar a mi lado. 
 
A mi sobrina Yaretzi, por tantas sonrisas que iluminan mi vida. 
 
A Cadena de Ayuda Contra la Fibromialgia A.C. (CACF), por 
abrirme y brindarme el espacio y la confianza para realizar esta 
investigación. Y sobre todo un profundo agradecimiento a todas las 
pacientes que me abrieron su corazón y que sin ellas esta 
investigación no sería posible. 
3 
 
ÍNDICE 
Introducción. . . . . . . . . . 5 
Antecedentes. . . . . . . . . . 7 
Justificación. . . . . . . . . . 15 
 
Capítulo I 
LINEAMIENTOS METODOLÓGICOS 
1.1 Planteamiento del problema. . . . . . . . 17 
1.2 Propósito General. . . . . . . . . 18 
1.3 Propósito específico. . . . . . . . . 18 
1.4 Hipótesis. . . . . . . . . . 19 
1.5 Metodología, técnicas e instrumento. . . . . . 19 
1.6 Consideraciones éticas. . . . . . . . 22 
 
Capítulo II 
LA RESILIENCIA DESDE LA PERSPECTIVA DEL TRABAJO SOCIAL (MARCO 
TEORICO-CONCEPTUAL) 
 
2.1 Definición del concepto resiliencia. . . . . . . 24 
2.2 Características de la resiliencia. . . . . . . 28 
2.3 Factores resilientes. . . . . . . . . 30 
2.4 Estrategias para fortalecer la capacidad resiliente. . . . 38 
2.5 Resiliencia y Fibromialgia. . . . . . . . 42 
 
 
Capítulo III 
 
LA FIBROMIALGIA EN LA MUJER. IMPLICACIONES PSICOLÓGICAS Y 
SOCIALES 
 
3.1 Conceptualización. . . . . . . . . 45 
3.2 Causas, síntomas y diagnóstico. . . . . . . 47 
3.3 Impacto psicológico y social a corto y largo plazo. . . . 55 
3.4Tratamiento de la fibromialgia. . . . . . . 60 
3.5 Fibromialgia y familia. . . . . . . . . 62 
 
 
4 
 
 
Capítulo IV 
 
RASGOS DE LA DINÁMICA FAMILIAR 
 
4.1 La familia. . . . . . . . . . 65 
4.2 Tipos de familia. . . . . . . . . 68 
4.3 La dinámica familiar. . . . . . . . . 70 
4.4.1 La dinámica familiar frente a una enfermedad. . . . 72 
 
Capítulo V 
 
LA DINÁMICA FAMILIAR DE UN PACIENTE CON FIBROMIALGIA. 
 
5.1 Método 
 5.1.1 Población. . . . . . . . . 77 
 5.1.2 Instrumento. . . . . . . . . 78 
5.1.3 Procedimiento. . . . . . . . 79
 
5.2 Análisis e interpretación de resultados. . . . . . 79
 
 
Capítulo VI 
 
PROPUESTA DE INTERVENCIÓN 
 
6.1 Introducción . . . . . . . . 100 
6.2 Objetivo general. . . . . . . . 102 
6.3 Objetivos específicos. . . . . . . . 102 
6.4 Estrategias . . . . . . . . . 104 
6.5 Plan de acción . . . . . . . . . 105 
6.6 Recursos. . . . . . . . . 105 
6.7 Resultados esperados. . . . . . . . 106 
 
 
DISCUSIÓN, CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES. . . 107 
 . . . . . . . . . . . .
 . . . . . 
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS. . . . . . . 120 
ANEXOS. . . . . . . . . . . 126 
 
 
5 
 
INTRODUCCIÓN 
Las enfermedades crónicas son cada vez más frecuentes y comunes, existen 
distintos tipos y se presentan con variada sintomatología en el mundo. Según 
datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 80% de las enfermedades 
actuales son crónicas y para muchas de ellas no hay aún intervenciones médicas 
efectivas. 
Algunas enfermedades crónicas se transforman en enfermedades sociales por la 
incapacidad física que sufre la persona, esto se manifiesta en la manera de 
relacionarse con los demás en el entorno familiar, laboral y social. El paciente vive 
con una disfunción crónica que le impide llevar el ritmo y dinámica de vida al que 
estaba acostumbrado, complicando su posibilidad de interactuar y relacionarse 
socialmente. Debido a que la fibromialgia es una de las enfermedades crónicas 
que son de difícil diagnóstico; necesita ser identificada a través de un proceso de 
descarte por diagnóstico deferencial de otras posibles enfermedades que 
presentan una sintomatología común. 
Es por ello que para Trabajo Social, la investigación sobre este padecimiento es 
de especial importancia; el interés en la intervención y el abordaje investigativo 
sobre el significado que tiene el uso del concepto resiliencia dentro de esta 
investigación, es retomado para abordar la problemática de los aspectos sociales 
y psicológicos de la fibromialgia. 
Desde dicha perspectiva en el estudio e intervención en torno a la fibromialgia, nos 
permite analizar las condiciones sociales y de salud de las pacientes y las 
dificultades que presentan algunas de ellas para sobrellevar la enfermedad al igual 
que sus familias de un modo más constructivo, reconociendo las desventajas e 
intentando movilizar los recursos resilientes de que disponen, tanto la paciente 
como su familia. 
Entre las dimensiones que tiene la resiliencia se encuentra la creación de 
habilidades para la vida como aspectos de atención prioritaria en el marco de las 
instituciones de salud, entendiendo además que una paciente resiliente contribuirá 
6 
 
a mejorar su entorno personal, familiar y social, puesto que será mejor conocedora 
de sus potencialidades y esto favorecerá a su vez a aumentar las potencialidades 
de su familia. 
Por tanto, en la presente investigación se examinaron y analizaron los factores 
relacionados con los procesos de resiliencia en las pacientes con fibromialgia. 
La población participante en el estudio se encuentra conformada por 15 usuarias 
atendidas en Cadena de Ayuda Contra la Fibromialgia A.C. (CACF), 
diagnosticadas con fibromialgia, se investigó si han presentado características de 
procesos de resiliencia y actualmente cuenten con una capacidad para tener 
estabilidad y cohesión familiar, es decir que le permita tener bienestar a pesar de 
la enfermedad. El estudio contribuirá a la generación de conocimiento científico 
sobre la importancia que tiene la resiliencia para las pacientes con fibromialgia. 
La investigación se estructura de la siguiente manera: en el capítulo I se presentan 
los lineamientos metodológicos del estudio, se exponen los propósitos generales y 
específicos, la metodología empleada, las técnicas e instrumentosimplementados 
para la investigación. Se señala el número y características de las pacientes 
entrevistadas que integraron la muestra y el proceso de recolección de la 
información; en el capítulo II se ubica el marco teórico-conceptual, se establecen 
aspectos sobre la resiliencia desde la perspectiva de Trabajo Social; en el capítulo 
III se presentan las implicaciones psicológicas y sociales en la mujer con 
fibromialgia, las causas, síntomas, diagnóstico y el impacto psicológico y social a 
corto y largo plazo y tratamiento de la fibromialgia; en el capítulo IV se plasman 
los rasgos de la dinámica familiar y la dinámica familiar frente a una enfermedad; 
en el capítulo V se encuentran los resultados obtenidos de la aplicación de 
cuestionarios a las pacientes atendidas en Cadena de Ayuda Contra la 
Fibromialgia A.C. (CACF) y el análisis de dichos resultados; por último, en el 
capítulo VI se coloca la propuesta de intervención que surgió a partir de los 
resultados obtenidos. 
Se finaliza con un apartado de discusión, una sección de conclusiones, y la 
bibliografía correspondiente. 
7 
 
ANTECEDENTES 
Comúnmente en la intervención que realizan los profesionales en Trabajo Social, 
a menudo encuentran personas o grupos de personas que viven momentos o 
situaciones de estrés excesivo, cuya superación parece casi imposible, sin sufrir 
algún grado de daño psicosocial que marque o explique negativamente su futuro 
en corto, mediano o largo plazo. 
Sin embargo, la vida cotidiana muestra, que algunas de esas personas o grupos 
no sólo superan las situaciones adversas, sino que salen fortalecidas; este tipo de 
vivencias han sido experimentadas por diversas personas y grupos a través de la 
historia. (Rutter, 1992). 
Es así que las enfermedades que afectan a la población en general, han cambiado 
a lo largo del tiempo, ya que se ha producido un cambio importante en el esquema 
de los problemas de salud de las personas hoy en día. Debido a esto se han 
dividido a las enfermedades o problemas de salud en dos grandes bloques; el de 
las enfermedades agudas: transmisibles o infecciosas y el de las enfermedades 
crónicas: no transmisibles, que es al cual corresponde la fibromialgia. Las cuales 
se han podido estudiar desde un enfoque clínico y epidemiológico que tienen 
como objeto la descripción o magnitud del problema, las causas y el planteamiento 
de las medidas de intervención más adecuadas para el tratamiento. 
 
Dentro del proceso salud-enfermedad existe un conjunto complejo de 
interrelaciones entre el individuo, los agentes causales y el ambiente. Dicho 
proceso se ha enfrentado a varios factores determinantes: físicos o metafísicos (es 
toda la realidad, por ende, el alma humana y creencias religiosas), naturales o 
sociales, individuales o colectivos. Tales factores se combinaban y muestran una 
visión de la enfermedad; la enfermedad como una entidad que se apoderaba del 
cuerpo y una visión funcionalista que menciona la enfermedad como un 
desequilibrio interno o externo al cuerpo. De esta manera el proceso salud-
enfermedad permite observar los cambios que se han dado a través del tiempo en 
el perfil epidemiológico. Es entonces que el proceso salud-enfermedad puede 
8 
 
verse como un proceso social; es decir, a partir de una conceptualización cotidiana 
tanto de la enfermedad, como de sus causas y que lo social actúa como cualquier 
factor biológico. (Laurell, 1981, págs. 7-25). 
 
En el proceso salud-enfermedad hay una configuración de ideas, valores y normas 
generadas y aprendidas socialmente, a su vez condicionadas por características 
estructurales, de accesibilidad económica, cultural, jurídica, etc. que posibilitan o 
dificultan la adopción de conductas saludables por parte de la población. (Kornblit, 
A. y Mendes, A. M, 2000, pág. 18). 
 
Es entones que desde la perspectiva de las ciencias sociales, la concepción de 
salud también responde a diferentes enfoques disciplinares, según se la conciba 
desde el derecho, la sociología, entre otras. 
 
La concepción político-legal de la salud la considera como un bien general que 
interesa a todos. Cuando este bien es tutelado por el ordenamiento jurídico de un 
país, se convierte en derecho exigible por los ciudadanos según una amplia 
variedad de reconocimientos. Jurídicamente, más que de un derecho a la salud 
habría que hablar de un derecho a la integridad física, lo cual supone la protección 
por parte del Estado en aquellos casos en que la integridad pueda verse en 
peligro. A este derecho a la integridad física corresponde correlativamente el 
deber y la obligación de mantenerla, reconocidos por todos los códigos penales. 
Esta concepción de la salud, se extiende por todas las latitudes y los sistemas 
políticos y, aunque las variedades de su reconocimiento como derecho sean 
diferentes entre diversos sistemas, existe un consenso común universal en la 
concepción político-legal de la salud que se reconoce en la Declaración Universal 
de Derechos Humanos. (Kornblit, A. y Mendes, A.M. 2000, págs. 19-23). 
 
La concepción de salud ideal más conocida es la definición de la Organización 
Mundial de la Salud (1964), como “estado de bienestar físico, mental y social 
completo y no meramente la ausencia de enfermedad”. Esta definición es a todas 
9 
 
luces ideal, pues dicho estado de salud es imposible de alcanzar para toda una 
población; de todos modos, es una definición útil, pues sirve de guía para las 
actividades sanitarias que versan siempre sobre estados parciales de salud física, 
psíquica o social. Sin embargo, si bien esta definición ha sido un avance, el 
cambio es todavía insuficiente. 
 
De acuerdo con Kornblit1 y Mendes (2000), la salud no puede ser considerada 
como un “estado”, como tampoco lo es la enfermedad. Ambas son parte de un 
proceso multidimensional, un proceso que podría llamarse de bienestar 
psicosocial. El individuo, a lo largo de su vida se desplaza sobre un eje salud-
enfermedad (y muerte), acercándose a uno y a otro de sus extremos, según se 
retuerza o se rompe el equilibrio entre factores que están permanentemente 
interactuando: estos factores son físicos, biológicos, psicológicos, sociales, 
culturales y ambientales. (Kornblit, A y Mendes, A.M, 2000). 
 
Por otra parte desde la perspectiva de la salud pública se ha observado que 
existen enfermedades que son de mayor prevalencia en determinado medio; por 
ejemplo las enfermedades crónicas son más comunes en el medio urbano y que 
son las de mayor incidencia. La aparición de la enfermedad crónica en cualquiera 
de uno de los miembros de la familia o de la pareja, provoca un impacto que 
desencadena una situación de crisis a la que hay que hacer frente. Las 
enfermedades crónicas pueden obligar a realizar muchos cambios en el estilo de 
vida los cuales pueden ser potencialmente estresantes, como dejar de hacer 
actividades cotidianas de gran importancia, adaptarse a nuevas limitaciones 
físicas y necesidades especiales y costear medicamentos y tratamientos 
costosos. 
 
1 Es Doctora en Antropología por la Universidad de Buenos Aires. Se especializó en sociología de la salud y de la 
educación. Es Investigadora Principal del CONICET. Dirige proyectos de investigación sobre temas como sexualidad 
adolescente y consumo problemático de drogas. Recientemente ha dirigido el estudio multicéntrico: Relevamiento y análisis 
de las respuestas socio-comunitarias al consumo problemático de drogas en tres distritos del país: Ciudad Autónoma de 
Buenos Aires, Partidos del Gran Buenos Aires y Provincia de Córdoba. 
10 
 
En México, como en otros países del mundo, la epidemiología2 ha cambiado; 
debido a diversos factores que se han ido modificado con el paso del tiempo en la 
población, por ejemplo la alimentación, el estrés, la densidad poblacional, el 
sedentarismo, entre otros.Estos factores dan por resultado los problemas crónicos 
que son hoy en día uno de los principales retos clínicos planteados en la sociedad, 
en cuanto a enfermedades que afligen a la población. Es así como el dolor crónico 
se convierte en un síntoma asociado a una enfermedad crónica y que representa 
uno de los síntomas más importantes debido a sus repercusiones sociales y 
económicas, en términos de bajas laborales, modificaciones en la dinámica 
familiar y gastos médicos. 
 
Cabe señalar que el dolor crónico es el principal síntoma de la fibromialgia, la cual 
es una enfermedad que se incorpora en el área de reumatología y que ha sido 
definida como un síndrome de origen reumático cuyo síntoma fundamental es el 
dolor músculo-esquelético generalizado, junto con problemas de sueño y fatiga. 
La era científica en el conocimiento de la fibromialgia comenzó en la década de los 
setenta del siglo pasado. Como reconocimiento de los fenómenos inflamatorios; se 
cambió el término fibrositis (inflamación del tejido fibroso) por fibromialgia (dolor 
crónico en músculos y tejidos fibrosos). (Pros, 2003, pág. 32) 
 
Históricamente se han propuesto diversos criterios diagnósticos y de clasificación, 
todos ellos clínicos para el síndrome fibromialgico antes conocido como fibrositis 
o reumatismo de partes blandas, la cual es una dolencia que afecta 
mayoritariamente a la población femenina. Fue en 1990 cuando el comité del 
Colegio Americano de Reumatología (ACR) propuso los criterios que actualmente 
se utilizan en todo el mundo para diagnosticar la fibromialgia. Y que en 1992 se 
incorporó al catálogo de enfermedades reconocido por la Organización Mundial de 
la Salud (OMS). (Castilla, 2007 pág. 5). 
 
 
2Epidemiología: Parte de la medicina que estudia el desarrollo epidémico y la incidencia de las enfermedades en la 
población. Estudia la frecuencia con que las enfermedades aparecen en diversos grupos de personas y por qué causa. La 
información epidemiológica sirve para proponer y evaluar estrategias de prevención de enfermedades y como guía en el 
tratamiento de los pacientes en los cuales ya se ha desarrollado la enfermedad. (www.facmed.unam.mx) 
11 
 
Es así que la fibromialgia, en el marco de las enfermedades reumáticas, aparece 
como un contexto clínico complejo porque el enfermo no muestra evidencia alguna 
de enfermedad y que los análisis de laboratorio no evidencian la enfermedad, pero 
los síntomas que provoca la fibromialgia dificultan la realización de actividades 
debido al intenso dolor muscular que sienten las mujeres que la padecen. 
El Doctor Manuel Martínez Lavín, pionero en el estudio de la fibromialgia, en 1977 
en México D.F. comenzó su investigación sobre la relación inédita entre la 
reumatología y la cardiología, en el Instituto Nacional de Cardiología “Ignacio 
Chávez” de México, en conjunto con el Doctor González Hermosillo, Jefe del 
Departamento de Electrofisiología; a través del análisis de variabilidad de los 
latidos del corazón y la fibromialgia; su teoría sobre los mecanismos de la 
fibromialgia consiste en que la fibromialgia es “una enfermedad neurológica, 
caracterizada por una disfunción del sistema nervioso autónomo, por el exceso en 
la producción de la adrenalina, que explicaría los múltiples síntomas del 
padecimiento”. (www.jornada.unam.mx). Las investigaciones recientes del Doctor 
Martínez Lavín se han enfocado al estudio del funcionamiento del sistema 
principal de regulación interna y de adaptación al medio ambiente, el sistema 
nervioso autónomo. Este especialista propone que la fibromialgia es un intento 
fallido del principal sistema de adaptación; el sistema nervioso autónomo, para 
amoldarse a un medio ambiente hostil. 
El Doctor Martínez Lavín y un grupo de médicos del Instituto Nacional de 
Cardiología “Ignacio Chávez” de México, se han dedicado a investigar sobre la 
fibromialgia utilizando primordialmente tecnología cardiológica avanzada. 
Dentro de las investigaciones realizadas por el Doctor Martínez Lavín, se 
encuentra que él estudió a un grupo de 30 pacientes con fibromialgia y lo comparó 
con un grupo de 30 mujeres sanas, por medio de una grabadora portátil Holter3, la 
 
3
Es un dispositivo de grabación. Tiene una banda de sujeción que se lleva sobre el hombro o alrededor de la cintura. 
Funciona con pilas y tiene una casete de tamaño normal, muy similar a las que se utilizan en los reproductores de cintas de 
audio. El monitor tiene entre 5 y 7 cables denominados «derivaciones». Las derivaciones se conectan a discos de metal 
denominados «electrodos», los cuales se colocan en el pecho. Estos electrodos son muy sensibles y pueden captar los 
impulsos eléctricos del corazón. El monitor Holter graba los impulsos, brindándole al médico un registro de la actividad 
eléctrica del corazón durante 24 horas.(http://www.ecocardio.com/informacion_paciente/index.asp) 
http://www.jornada.unam.mx/
12 
 
cual registró todos los latidos cardíacos mientras las personas seguían con sus 
actividades normales durante 24 horas. Con dicha investigación se encontró que 
las pacientes con fibromialgia tenían una incesante hiperactividad del sistema 
nervioso simpático4; esta anormalidad fue especialmente evidente durante las 
horas del sueño. 
Estos tipos de estudios realizados por el Doctor Martínez Lavín fueron 
reproducidos por investigadores de otras áreas, con las mismas conclusiones, sin 
que hasta la fecha existan resultados discordantes. Las personas más 
susceptibles a enfermarse son aquellas quienes, por constitución genética, no 
desalojan adecuadamente la adrenalina de su cuerpo. (Lavín, 2009). 
Debido a la saturación de los servicios públicos de salud por la demanda de la 
población, estos se han convertido en lugares ineficaces para tratar a pacientes 
con enfermedades complejas como la fibromialgia, ya que el médico no cuenta 
con el tiempo suficiente para la atención de dichos pacientes, pues es tan grande 
la población que demanda atención médica que debido a esto se puede dar un 
mal diagnóstico o no se canaliza con el especialista correspondiente. 
De esta manera la reumatología ha sido la especialidad médica que ha contribuido 
más a la investigación de este padecimiento y es el médico reumatólogo el que 
debe realizar el diagnóstico. Ya que debe comenzar por descartar las 
enfermedades con similitud en sus síntomas, y debe entrevistar al paciente 
acerca de sus hábitos cotidianos, para detectar si se presentaron cambios en los 
últimos meses o años y de qué forma se han dado y que el dolor ha existido 
durante al menos 3 meses. 
 
La Doctora en Psicología María Isabel Barrera Villalpando del Instituto Nacional de 
Psiquiatría “Dr. Ramón de la Fuente Muñiz”, por medio de una entrevista que le 
realizó el periódico Milenio en enero de 2015, señala que hasta ahora existen dos 
teorías que explican el trastorno doloroso. La primera la cual es retomada de la 
 
4El sistema nervioso simpático es parte del sistema nervioso autónomo que se encarga de activar al organismo en 
situaciones de estrés, lo prepara para la activación física y psíquica. Aumenta la tensión arterial, la frecuencia cardiaca, el 
ritmo respiratorio y la sudoración.( www.enciclopediasalud.com>definiciones). 
 
13 
 
investigación del Doctor Martínez Lavín, la cual explica que hay una alteración en 
el sistema nervioso central, por lo que se considera que ante cualquier estímulo 
doloroso, una persona con fibromialgia siente hasta tres veces más intenso el 
dolor de quienes no tienen la enfermedad. La otra explicación que brinda es la que 
se conoce como teoría de la disautonomía, la cual señala que hay un desequilibrio 
entre las dos áreas en las que se divide el sistema nervioso. Las personas confibromialgia tienen una gran activación del sistema nervioso simpático (encargado 
de la activación de órganos), mientras que el sistema nervioso parasimpático 
(encargado de desacelerar las funciones de los órganos) no funciona 
adecuadamente. (www.milenio.com.mx). 
Por lo general los enfermos de cualquier enfermedad crónica, como la fibromialgia 
se enfrenta a la pérdida algunas habilidades y capacidades físicas y mentales, 
debido al cambio al que se enfrenta su organismo. Las personas que padecen 
fibromialgia, deben enfrentarse a un estilo de vida diferente al que estaban 
acostumbrados. En función de esto se puede hablar de que existen diversos 
cambios, que se ven reflejados en la dinámica familiar, la relación de pareja y en 
sí, en el estilo de vida, al cual deben de hacer modificaciones permanentes para 
conservar su calidad de vida. 
 
De lo antes mencionado, parte la importancia que tiene la resiliencia con 
respecto a las enfermedades crónicas; como menciona Rutter (1992) “La 
resiliencia se ha caracterizado como un conjunto de procesos sociales que 
posibilitan tener una vida “sana” en un medio insano. Estos procesos se realizan a 
través del tiempo, dando afortunadas combinaciones entre las condiciones de la 
persona y su contexto social”. (Rutter, 1992). 
Es por esto que el desarrollo de la resiliencia es especialmente importante para las 
personas con fibromialgia, pues les permite conservar una calidad de vida a pesar 
de los obstáculos y dificultades que involucra su enfermedad. Y es que ser 
resiliente no quiere decir que la persona no experimente dificultades o angustias. 
El dolor emocional y la tristeza son comunes en las personas que han sufrido 
http://www.milenio.com.mx/
14 
 
grandes traumas en sus vidas; en este sentido la resiliencia no es una 
característica que la gente tiene o no tiene; ya que incluye conductas, 
pensamientos y acciones que pueden ser aprendidas y desarrolladas por cualquier 
persona. 
Es así que las personas resilientes tienen un gran sentido del compromiso, una 
fuerte sensación de control sobre los acontecimientos y están más abiertos a los 
cambios en la vida, a la vez que tienden a interpretar las experiencias estresantes 
y dolorosas como parte de la vida. 
La importancia que tiene la resiliencia en el desarrollo de la enfermedad, permite 
orientar el tratamiento hacia el desarrollo de pautas de intervención eficaces para 
mejorar la calidad de vida y el compromiso que tiene para los pacientes con 
fibromialgia en el apego al tratamiento. Trabajo Social puede retomar el enfoque 
de la resiliencia, ya que permite el abordaje de los problemas sociales de un modo 
más integral, y amplía la visión sobre el sujeto de intervención; es decir, llevando a 
cabo acciones socioeducativas y terapéuticas que incentiven el análisis de los 
recursos internos y externos con los que cuenta la mujer con fibromialgia y su 
familia, de los cuales pueden no tener conciencia. 
 
Debido a que la fibromialgia es una enfermedad poco reconocida social y 
medicamente y aunque aún se desconoce la causa exacta de la fibromialgia, 
como ya menciono anteriormente, se cree que se debe a una función anormal del 
sistema nervioso central, originando un aumento de las señales normales de dolor. 
Las mujeres que padecen esta enfermedad viven un constate proceso de lucha, 
que comienza desde la búsqueda de un diagnóstico y hasta la aceptación de 
padecer una enfermedad crónica en la que vivirá muchos cambios significativos, 
como el estilo de vida al acostumbrado. De ahí la importancia de retomar el 
enfoque de la resiliencia desde un ámbito totalmente social, incluyendo aquellos 
elementos que no son palpables como las emociones y sentimientos ocasionados 
por el diagnóstico de fibromialgia; que en conjunto aportan más al proceso de 
salud-enfermedad que el propio tratamiento médico de la fibromialgia. 
15 
 
JUSTIFICACIÓN 
La decisión de estudiar el impacto familiar y social de mujeres que padecen 
fibromialgia se tomó a partir de la experiencia que se tuvo, a lo largo de varios 
meses durante el periodo comprendido durante el segundo semestre del año 
2011, en la Clínica de Trastorno Bipolar, perteneciente al Instituto Nacional de 
Psiquiatría “Dr. Ramón de la Fuente Muñiz” en México D.F., en donde se lograron 
apreciar distintas problemáticas que afectan a las mujeres con fibromialgia y sus 
familias como el despido laboral, rechazo familiar, separación de la pareja, que 
las mujeres -con este padecimiento- tienen que enfrentar en los diversos ámbitos 
en que se desenvuelven. 
Muchas mujeres manifestaban en los testimonios que proporcionaron al concluir la 
sesión clínica con profesionales de la salud (médicos, trabajadores sociales, 
sicólogos y enfermeras), no contar con el apoyo necesario para salir adelante, sus 
matrimonios se fracturaban, tenían que enfrentar infidelidades, o agresiones por 
parte de sus maridos, llegando en muchos casos al divorcio; incluso la relación 
con sus hijos se modificaba, ya que no podían realizar las mismas actividades con 
ellos debido a que la enfermedad limitaba sus capacidades físicas para realizar 
ciertas funciones en casa, a causa de los intensos dolores somáticos, derivados 
del padecimiento. 
La mayoría de ellas expresaban que en el núcleo familiar las hacían sentirse como 
“discapacitadas”, además de que experimentaban sentimientos de culpa ante la 
desfragmentación familiar, pues en la mayoría de los testimonios expuestos, las 
mujeres expresaban que se convertían en una carga para los integrantes de su 
familia. 
Ante esto, la y el trabajador social tiene el compromiso profesional de buscar 
alternativas para ayudar a disminuir los problemas y el sufrimiento y con ello 
contribuir a mejorar el bienestar de las mujeres con este padecimiento. En esta 
búsqueda es necesario primero conocer aquellos aspectos sociales que afectan a 
las pacientes, en los cuales tiene un peso fundamental la estructura y la dinámica 
16 
 
familiar, de modo tal que a partir de esto sea posible la creación e implementación 
de programas dirigidos a mejorar las condiciones individuales y familiares de 
quienes sufren esta enfermedad. 
Con lo anterior, esta investigación contribuirá con su análisis, herramientas y 
conocimientos de trabajo social, a mejorar la dinámica familiar de estas mujeres y 
sus familias; fundamentalmente se pretende aportar elementos que lleven a 
reconocer que este tipo de problemáticas requieren de la intervención profesional 
de las y los trabajadores sociales, ya que con un acercamiento científico puede 
desempeñarse óptimamente en el área de la salud. 
El objetivo del trabajador social en el ámbito de salud, consiste en contribuir a 
aumentar el bienestar y disminuir el sufrimiento del paciente, enfatizando la 
importancia que tiene la resiliencia individual y familiar para una pronta 
recuperación de la paciente. 
Cabe mencionar que de acuerdo con el último censo del INEGI, en el mundo se 
estima una prevalencia de entre el 6 y 8% de la población con diagnóstico de 
fibromialgia5. En México la fibromialgia afecta al 0.2 % de la población general. 
Es de gran importancia señalar que el síndrome de fibromialgia es una 
enfermedad reumatológica, siendo especialmente prevalente en mujeres de entre 
30 y 50 años de edad, la cual presenta un conjunto de signos y síntomas 
caracterizados principalmente por dolor crónico en amplias zonas corporales 
acompañado de otros síntomas físicos como son: dolor corporal constante, fatiga 
crónica, se presenta rigidez en las articulaciones, cefaleas, sequedad ocular, 
afecta la memoria, boca seca e insomnio, y psicológicos como: ansiedad y 
depresión. 
 
 
 
 
5www.aldf.gob.mx, www.inegi.org.mx 
 
http://www.aldf.gob.mx/
http://www.inegi.org.mx/
17 
 
CAPÍTULO I 
 
 LINEAMIENTOS METODOLÓGICOS1.1 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 
Desde que el ser humano vive sobre la tierra ha mostrado una inmensa capacidad 
para sobreponerse a los retos que supone vivir diariamente buscando la 
satisfacción de sus necesidades. Sin embargo, hasta después de mediados del 
siglo XX se ha hecho bastante común escuchar o leer acerca del término 
resiliencia para referirse a la fortaleza que los seres humanos emplean para 
sobrellevar los embates de múltiples fenómenos a su existencia, ya sean naturales 
(terremotos, inundaciones, condiciones biológicas –salud, enfermedad y muerte-), 
o bien sociales (guerras civiles, conflictos interculturales, migraciones, etc.) 
(Quintero, 2005). 
Ahora en la actualidad esta noción ha revestido vital relevancia, sobre todo a partir 
de la compleja dinámica de la vida social que coloca a las personas en un estado 
de estrés permanente que, entre otras cosas, se presenta como fuente 
generadora e intensificadora de enfermedades mentales y físicas. Para el caso de 
las mujeres, la fibromialgia es una enfermedad que se caracteriza por un cuadro 
de dolor crónico musculoesquelético generalizado, benigno, de origen no articular 
y causa desconocida (Goldenberg, 2003), con repercusiones físicas, mentales y 
sociales. Entre los principales síntomas de este malestar destacan: dificultad para 
dormir, dolor de cabeza, periodos menstruales dolorosos, sensación de hormigueo 
o adormecimiento en las manos y los pies y agotamiento físico y psíquico lo cual 
genera, por una parte, un círculo vicioso en los niveles de estrés (después de 
haberse diagnosticado la enfermedad se incrementa aún más), y depresión, y por 
otra, cambios en los hábitos alimenticios, horarios de sueño, en la manera de 
vestir, en las prácticas deportivas, en algunos quehaceres domésticos, en el 
espacio laboral, en la vida de sexual, e incluso en las relaciones sociales con la 
pareja, los hijos y amigos, solo por mencionar algunas. 
18 
 
Sin lugar a dudas, este padecimiento supone transformaciones radicales en la vida 
de las mujeres afectadas, especialmente en la familiar. Ante esto, en el caso de 
aquellas que están casadas y con hijos, se tuvo la oportunidad de escuchar 
testimonios de dichas pacientes en una de las sesiones clínicas en el Instituto 
Nacional de Psiquiatría “Dr. Ramón de la Fuente Muñiz” (INPRFM) en donde las 
mujeres que padecían fibromialgia expresaban frases cómo, “no tienes nada”, “yo 
te veo bien, no sé de qué te quejas”, “mejor di que no quieres que te toque”, “ni 
creas que voy a cambiar mi forma de comer, si la enferma eres tú”, “siempre usas 
el mismo pretexto, mejor me voy a buscar a otra con la que pueda tener una vida 
normal”, etcétera. 
 
Estas expresiones son un reto importante en la capacidad resiliente de las 
mujeres, por lo cual surgen cuestionamientos cómo: ¿qué aportaciones puede 
hacer el trabajo social para entender y atender los problemas sociofamiliares que 
enfrentan las mujeres con fibromialgia?, ¿cuál es la importancia del apoyo de los 
integrantes de la familia para que las pacientes con este padecimiento puedan 
mejorar su calidad de vida?, ¿de qué manera puede aprovechar la resiliencia para 
disminuir los conflictos que se presenten entre el padecimiento, su entorno familiar 
y social? Estas interrogantes tienen el propósito de obtener dicha información 
sobre la situación familiar que enfrentan las mujeres con fibromialgia y proponer 
estrategias para mejorar la dinámica familiar de la paciente y que a su vez la 
familia comprenda de mejor manera la enfermedad. 
1.2 PROPÓSITO GENERAL. 
Caracterizar la influencia de la resiliencia en la dinámica familiar de mujeres 
con fibromialgia para potencializar los recursos familiares. 
 
1.3 PROPÓSITO ESPECÍFICO 
 Establecer las implicaciones sociopsicológicas de la fibromialgia en 
mujeres adultas casadas con familia. 
19 
 
 
 Describir los rasgos estructurales y dinámicos de la familia de la mujer con 
fibromialgia y la importancia del apoyo de los integrantes para el tratamiento 
de pacientes con tal padecimiento. 
 
 Analizar las experiencias sociales de las mujeres que padecen fibromialgia 
en relación con su dinámica familiar. 
 
 Esbozar una estrategia de intervención que contribuya a disminuir el 
sufrimiento social de las pacientes y sus familias. 
 
 
1.4 HIPÓTESIS 
 
 H1: La dinámica familiar de las mujeres con fibromialgia influye de manera 
positiva o negativa en su capacidad resiliente. 
 H2: La resiliencia de las mujeres con fibromialgia transforma su dinámica 
familiar. 
 H0: La dinámica familiar de las mujeres con fibromialgia no influye en su 
capacidad resiliente. 
 H0: La resiliencia de las mujeres con fibromialgia no modifica su dinámica 
familiar. 
 
1.5 METODOLOGÍA 
Esta investigación se realizó desde un enfoque mixto es decir en ese contexto 
Hernández, Fernández y Baptista (2010, pág. 4), en su obra Metodología de 
la Investigación, sostienen que todo trabajo de investigación se sustenta en 
dos enfoques principales: el enfoque cuantitativo y el enfoque cualitativo, los 
cuales de manera conjunta forman un tercer enfoque: El enfoque mixto. Este 
20 
 
último se utilizó para estudiar la influencia de la resiliencia en la dinámica familiar 
de mujeres que padecen fibromialgia. 
El enfoque cualitativo es de vital importancia en el proceso de recolección de la 
información, ya que con este se procuró aprehender y comprender el fenómeno en 
su totalidad, tomando en cuenta el contexto en que se desenvuelve o encuentra 
inmerso el problema a investigar. Enfatiza e interpreta los fenómenos de acuerdo 
con las personas implicadas en la investigación, y que a su vez utiliza variedad de 
instrumentos para recoger información como las entrevistas, observaciones, 
historias de vida, en los que se describen las rutinas y situaciones problemáticas, 
así como los significados de vida de los participantes. 
Es no experimental ya que estudia la realidad en su contexto natural y cómo 
sucede y de igual manera será transeccional descriptivo ya que tiene como 
objetivo recolectar datos en un solo momento, en un tiempo único ya que su 
propósito es describir y analizar la incidencia e interrelación en un momento dado, 
investiga el suceso y los valores en que se manifiestan una o más variables. 
 
Se propone como un trabajo cualitativo ya que tal como apuntan Iglesias & Cortés 
(2004), este enfoque es una forma de “investigar tomando encuestas, entrevistas, 
descripciones, puntos de vista de los investigadores e investigados, 
reconstrucciones de los hechos, no tomando en general la prueba de hipótesis 
como algo necesario”, por lo que permite comprender de manera integral las 
variables que intervienen en el proceso y no sólo medirlas y acotarlas. (Iglesias & 
Cortés, 2004. pág. 10). 
Se considera que este tipo de enfoque hará posible acceder a los puntos de vista 
y las experiencias de las mujeres que padecen la fibromialgia, y con ello poder 
aprehender el tipo de relación que existe entre su capacidad resiliente y su 
dinámica familiar. 
 
Asimismo, es no experimental debido a que no se manipulan de forma deliberada 
las variables, sino que se observan los fenómenos tal y como se dan en su 
21 
 
entorno natural, para después analizarlos (Hernández, Fenández, & Baptista, 
2005). Precisamente por esto, también es transeccional descriptivo ya que tiene 
como objetivo indagar la incidencia y los valores en que se manifiesta la resiliencia 
de las mujeres que padecen fibromialgia y la relación con su dinámica familiar, de 
tal manera que se logre proporcionar una descripción de la situación en que se 
encuentran. 
 
El problema investigado se caracteriza por ser de dimensiones muy particulares, 
propias de cada persona y que no permite la generalización. A partir de lo anterior 
se definió como enfoque para la recolección de la informaciónel método 
cualitativo; por cuanto estudia los significados de las acciones humanas y de la 
vida social, para lo cual utiliza técnicas e instrumentos que propician el 
acercamiento a la realidad de las mujeres con fibromialgia, considerando su propio 
punto de vista y procurando captar su sentir y pensar con respecto a la cuestión 
vivida. 
 
La población que se abarcó en esta investigación fue determinada a partir de una 
muestra no probabilística, o también llamada muestra dirigida, ya que “supone un 
procedimiento de selección informal, se utiliza en muchas investigaciones y, a 
partir de ellas, se hacen inferencias sobre la población” (Hernández, Fenández, & 
Baptista, 2005, pág. 326). 
Desde un enfoque cualitativo, este tipo de muestras son construidas a partir del 
criterio e interés del investigador, es decir, del objetivo de la investigación. Para 
Hernández, Fenández, & Baptista (2005), mediante éstas es posible obtener 
casos (personas, contextos, situaciones) que ofrecen una gran riqueza para la 
elección y el análisis de los datos, por ello, permiten un análisis profundo y no 
buscan la cantidad ni la estandarización de la información. 
Y finalmente se incluirá el enfoque cuantitativo, ya que se utilizará la escala Likert 
con la cual se representarán algunos resultados en gráficas. 
22 
 
En concordancia con estos planteamientos, la muestra de este trabajo estará 
conformada por sujetos tipo, esto es, por 15 mujeres diagnosticadas con 
fibromialgia, cuyo rango de edad oscile entre los 30 y 55 años de edad, y su 
estado civil sea casada o que vivan en unión libre y que tengan hijos, atendidas en 
Cadena de Ayuda contra la Fibromialgia, A.C, la cual es una “Asociación sin fines 
de lucro para pacientes con fibromialgia y sus familias, cuyo objetivo es dar 
información adecuada acerca de la enfermedad, proponiéndoles algunas 
alternativas para mejorar su salud. Cuenta con grupo de apoyo terapéutico que 
proporciona, herramientas para sobrellevar la enfermedad”6. 
El instrumento que se empleo fue un cuestionario integrado por dos secciones, 
las cuales se definieron después de haber determinado los rasgos principales de 
las variables establecidas en los supuestos. 
La primera sección se realizó mediante una escala tipo Likert de 5 opciones 
(Siempre, Casi Siempre, A veces, Casi Nunca, Nunca), mientras que en la 
segunda se plantearán preguntas abiertas. 
 
1.7 CONSIDERACIONES ÉTICAS 
 
La ética es un elemento indispensable para la elaboración de investigaciones, ya 
que se deben de proteger las declaraciones hechas por los informantes. Para 
efectos de éste estudio se consideraron ciertas observaciones éticas, las cuales 
se enlistan a continuación: 
 
 Para poder ejecutar la investigación se realizó y entregó un oficio dirigido a 
la presidenta de Cadena de Ayuda Contra la Fibromialgia A.C. para poder 
contar con el consentimiento para realizar dicha investigación, su finalidad 
es que tenga conocimiento de los objetivos de la investigación para brindar 
el espacio y tiempo para la aplicación del instrumento. 
 
 
6 Cadena de Ayuda Contra la Fibromialgia A.C. 
23 
 
 El investigador, en la aplicación del cuestionario mantendrá en todo 
momento una actitud respetuosa, seria y cordial. 
 
 Se le informará a la paciente sobre la posibilidad de presentar los 
resultados de la investigación ante eventos académicos, cuya finalidad será 
en la contribución de propuestas para la mejorar la atención de calidad y 
calidez hacia el paciente. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
24 
 
CAPÍTULO II 
 
LA RESILIENCIA DESDE LA PERSPECTIVA DE TRABAJO SOCIAL (MARCO 
TEÓRICO CONCEPTUAL) 
 
 
2.1 DEFINICIÓN DEL CONCEPTO RESILIENCIA 
 
En las distintas áreas de las Ciencias Sociales, tradicionalmente se le ha dado un 
mayor énfasis a los estados patológicos del ser humano. El concepto resiliencia ha 
sido un motivo por el cual estudios e investigaciones se han centrado en descubrir 
los factores que influyen en ello. Sin embargo, se ha evidenciado que personas 
que vivían en un ambiente adverso y de riesgo lograban desarrollarse, superando 
condiciones severamente perjudiciales, sobreviviendo a éstas e incluso 
transformándolas en ventaja para sí mismos, su realidad y el entorno en el que 
viven. 
 
La primera vez que se empleó esta expresión fue durante la década de los años 
sesenta. Fue Michel Rutter7 quien la utilizó para aludir a aquellas personas que 
lograban desarrollar un estilo de vida sano y pleno, a pesar de vivir en condiciones 
sociales desfavorables. 
A partir de este momento, se comenzó a recurrir a este término como una manera 
de designar el conjunto de habilidades psico-sociales como son: autoestima 
positiva, manejo de emociones, resolución de conflictos, comunicación asertiva y 
empatía de que dispone una persona para hacer frente a las adversidades que 
supone la existencia humana. 
Tomando la definición del Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española 
(RAE) el cual puntualiza la resiliencia como un término proveniente del ámbito 
psicológico que alude a la “capacidad humana de asumir con flexibilidad 
situaciones límite y sobreponerse a ellas” (www.rae.es). 
 
7Rutter. Postgraduado en neurología, pediatría y cardiología, se adentró en el ámbito psiquiátrico y con 
posteridad en la epidemiologia y genética. 
http://husky1.smu.ca/~arojo/InconsistenciasNuevaPage.pdf
http://husky1.smu.ca/~arojo/InconsistenciasNuevaPage.pdf
25 
 
Es preciso señalar que la palabra resiliencia tiene su origen en el latín, resilio que 
significa volver atrás, volver de un salto, resaltar, rebotar. (Quiñones, 2007, 
pág.76). El término al ser utilizado en la física y la metalurgia de donde se toma ya 
que “Expresa la cualidad de los materiales a resistir la presión, doblarse con 
flexibilidad, recobrar su forma original, no deformarse ante presiones y fuerzas 
externas y su capacidad de resistencia al choque”. (Muñoz y De Pedro, 2005, pág. 
112). 
 
Así mismo Grotberg (2006) ha señalado que, aunque la resiliencia aparece como 
una palabra común en la vida cotidiana no significa que exista un consenso sobre 
su definición. Sin embargo a pesar de la falta de claridad que existe sobre las 
áreas que abarca este constructo encontramos algunas definiciones más 
consensuadas dentro de Trabajo Social. 
 
En este sentido, la resiliencia se convierte en un medio que permite a la persona 
pensar más positivamente de manera esperanzada, mejorando el control de sus 
emociones y su contacto con el mundo enriqueciendo así sus relaciones sociales, 
su ser completo, a un mundo de posibilidades que lo pueden llevar a experimentar 
una forma diferente de ver la vida humana. 
Visualizada de este modo, la resiliencia se despliega como una habilidad 
defensiva y proactiva que posibilita recrear situaciones críticas y traumáticas, en 
las que se hace presente la tensión, la ansiedad, la angustia y, en muchos casos, 
la impotencia inicial ante la adversidad. 
Desde el punto de vista del Trabajo Social, esta habilidad se aborda como la 
“capacidad de una persona o de un sistema social de vivir bien, desarrollarse 
positivamente y de manera socialmente aceptable, a pesar de las condiciones de 
vida adversas” (Barranco, 2009, pág. 138). 
En función de esto, es posible identificar tres tipos de resiliencia: 1) individual, 2) 
familiar y, 3) comunitaria (Barranco, 2009, págs. 138-139). 
26 
 
La individual es la capacidad que tiene la persona para hacer frente a las 
adversidades de la vida. Se refiere a su manera particular de aprender de ellas, 
superarlas y ser transformada por las mismas. Las situaciones complejas que a 
nivel individual se enfrentan son la muerte de un ser querido, el divorcio, 
enfermedades, pobreza,maltrato, abandono, entre otras. 
Desde el punto de vista de Froma Walsh (2004) la expresión “resiliencia familiar” 
designa los procesos de superación y adaptación que tienen lugar en la familia 
como unidad funcional. (Walsh, 2003, pág. 40). 
La resiliencia familiar alude al modo que tiene un grupo familiar para superar los 
momentos difíciles que la impactan, y continuar unida. Por esta razón, es aquella 
que se produce cuando se conjuntan las habilidades de cada uno de sus 
miembros para continuar creciendo personal y grupalmente ante las adversidades. 
Según la autora, este tipo de resiliencia posibilita a la familia mantener una 
coherencia en su vivencia como unidad, consiguiendo además, entender los 
acontecimientos de la vida como parte de un proceso continuo y constructivo de 
perturbaciones y consolidaciones, creando formas activas, saludables y sensibles 
de satisfacer las necesidades y el desarrollo de cada uno de sus componentes 
(Barranco, 2009, pág. 138). El siguiente cuadro, presenta los procesos 
fundamentales de la resiliencia familiar. 
 
 
 
 
 
 
27 
 
C
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Sistema de creencias de la familia 
Dotar de sentido a la adversidad 
Perspectiva positiva 
Trascendencias y espiritualidad 
Patrones de organización 
Flexibilidad 
Conexiones 
Recursos sociales y económicos 
Procesos comunicativos 
Claridad 
Expresión emocional franca 
Resolución colaborativa de problemas 
Extraído del libro: Resiliencia familiar: estrategias para su fortalecimiento, Froma Walsh 2004, pág. 53 
 
 
Y finalmente, la resiliencia comunitaria que es aquella habilidad que caracteriza a 
grupos humanos más amplios para enfrentar y superar desastres y catástrofes 
que los afectan en conjunto. Sin dejar de reconocer la importancia de la resiliencia 
individual y la comunitaria, debido al objetivo planteado en este trabajo se destaca 
la familiar, en tanto “que es útil para evaluar el funcionamiento de la familia 
tomando en cuenta su estructura, sus demandas psicosociales, sus recursos y 
limitaciones” (Villalba, 2006, pág. 15), de ahí que permitirá comprender y explicar 
la dinámica familiar de las mujeres con fibromialgia y su habilidad resiliente de 
ellas y su familia, ideando una propuesta de intervención desde el trabajo social, 
aprovechando dicha capacidad resiliente que tienen todas las personas. 
28 
 
2.2 CARACTERÍSTICAS DE LA RESILIENCIA 
 
Al hablar de resiliencia, es importante considerar que la infancia es la etapa 
fundamental para la consolidación de los modos de interacción con el medio y en 
la medida en que se avanza en la edad, las etapas de crecimiento ofrecen nuevas 
posibilidades de desarrollo personal. La resiliencia implica aspectos internos de la 
persona, pero también influye en gran medida el ambiente social en que se 
desenvuelva, los vínculos afectivos y las experiencias de vida. Es así como este 
enfoque da mayor énfasis a factores positivos que contribuyen a que las 
condiciones de vida de una persona mejoren. 
 
Es así que la resiliencia como ya se ha mencionado anteriormente, surge como 
forma de elaboraciones personales ante la adversidad, producto de la capacidad 
del sujeto autopoiético8 de resignificar eventos y reconstruir su mundo 
intrasubjetivo y las interacciones que elabora en los contextos de ocurrencia de los 
eventos impactantes y adversos, dimensionando otras formas de concebir su vida, 
su entorno y su existencia. (Quiñones, 2007, pág. 21) 
 
En este sentido cabe señalar el aporte de dos autoras que describen las 
características de la resiliencia; primeramente siguiendo a Quintero (2005), quien 
hace referencia de cuatro características principales de la resiliencia familiar: 
 
 Presencia de un vínculo emocional significativo: puede ser el padre o 
madre biológica o una figura parental, de orden psico-afectivo. Esto 
entroniza la importancia de las redes primarias y secundarias. 
 
 
8 El concepto autopoiésis fue formulado por el biólogo chileno Humberto Maturama al intentar dar una definición a la 
organización de los seres vivos. Un sistema vivo, según Maturama, se caracteriza por la capacidad de producir y reproducir 
por sí mismo los elementos que lo constituyen, y así define su propia unidad. 
 
29 
 
 Soporte espiritual: entendido éste como modelos o creencias en fuerzas 
superiores que en la cultura se expresan en prácticas religiosas de 
diversa naturaleza. Ante el cambio de paradigmas. 
 
 Conductas éticas: es el sentido del compromiso y responsabilidad consigo 
mismo, con la familia y con la sociedad. 
 
 
 Consideración ecosistémica: es el contexto relacional, donde los recursos 
o fortalezas no provienen solamente del sistema familiar sino además, del 
entorno. 
 
 
Por otra parte Villalba (2004), enuncia cuatro características de la resiliencia 
individual, que son de suma importancia para el desarrollo personal de cada 
miembro de la familia y que a su vez permite generar un ambiente favorable, que 
fortalece las relaciones de los integrantes del grupo familiar, las cuales son: 
 
 Características propias: aptitudes físicas e intelectuales; autoeficacia, 
introspección: autoimagen positiva, autoestima, metas y aspiraciones. En 
sentido de Humor/creatividad, perseverancia, empatía, expresividad, 
iniciativa autonomía, moralidad. 
 
 Características interpersonales: Relaciones significativas con otros, saber 
mantener su red social, capacidad de saber restablecer la autoestima 
cuando es amenazada por otros, asertividad, atención positiva en los otros. 
 
 
 Características familiares: Calidad en la crianza y educación, expresividad 
emocional, flexibilidad, bajos niveles de conflictos familiares, recursos 
financieros suficientes, colaboración. 
 
30 
 
 Características del ambiente y socioculturales: Ambientes seguros, acceso 
a recursos comunitarios educativos y de ocio, percibir apoyo social, percibir 
integración social, afiliación a organizaciones religiosas. (Villalba, 2004). 
 
Es importante mencionar que una característica principal de la resiliencia es la 
capacidad de lidiar con el estrés y la presión. Esto permite que las características 
temperamentales como flexibilidad, control de impulsos y reacciones, capacidad 
de comunicación; favorezcan a tener un manejo efectivo de las situaciones. 
 
De acuerdo con Quintero (2005) quien señala que “La resiliencia es considerada 
como una estrategia de intervención social, de carácter preventivo-promocional-
educativo, sustentada en la interacción entre la persona y su entorno, útil a los 
diversos sistemas humanos y sus contextos”. 
 
 
2.3 FACTORES RESILIENTES 
 
Los Factores de resiliencia, son aquellos que contribuyen a que las personas, en 
este caso las mujeres que padecen fibromialgia, logren enfrentar las situaciones 
difíciles a lo largo de su existencia y salir de éstas e inclusive superarse en el 
ámbito personal. 
Dentro de estos, se toma en cuenta tanto las fortalezas y potencialidades internas 
de cada una, como aquellos elementos del medio que de una u otra forma han 
contribuido con el sujeto apoyándole e impulsando su desarrollo. 
 
Grotberg (2006) señala que es de esta manera que los factores resilientes pueden 
promoverse por separado, un punto realmente importante para comenzar. Sin 
embargo, a la hora de enfrentar una circunstancia adversa, se combinan todos los 
factores tomándolo de cada categoría, según se necesiten. La mayoría de las 
personas ya cuentan con algunos de estos factores, solo que no poseen los 
31 
 
suficientes o tal vez, desconocen cómo utilizarlos como armas contra la 
adversidad. 
 
Los factores de resiliencia que propone Grotberg (1995) son categorías 
propuestas por la autora como factores de resiliencia son: yo tengo, yo soy, yo 
estoy y yo puedo.Cabe mencionar que se adiciona una quinta categoría “yo 
siento”, porque desde el componente emocional es fundamental explicar el 
reconocimiento que en las mujeres con fibromialgia, hacen de sus emociones y 
sentimientos. (Quiñones, 2007). 
 
 Yo soy: se refiere al autoconcepto que la persona elabora desde su mundo 
interno y de los procesos interrelacionales. 
 
 Yo tengo: hace relación al soporte de naturaleza social que le permite al 
sujeto sentir respaldo y contención ante la adversidad. 
 
 
 Yo puedo: permite identificar las fortalezas de habilidades y competencias 
para generar alternativas de superación. 
 
 Yo estoy: es fundamentalmente la actitud o disposición que asume la 
persona a partir del impacto que ha generado la adversidad. 
 
 
 Yo siento: identifica los estados emocionales que se asocian y 
experimentan ante la vivencia del impacto de la adversidad ya sea en el 
momento de ocurrencia del evento adverso propiamente o, en etapas 
posteriores de enfrentamiento al mismo. (Quiñones, 2007, pág. 163). 
 
Estos factores resilientes pueden verse desde el punto de vista de las 
pacientes y sus familias como un “nosotros somos, tenemos, podemos, 
sentimos y estamos”, ya que la resiliencia es generada desde el núcleo familiar 
32 
 
al mantener contacto con los miembros de la misma familia, el apoyarse entre 
sí mismos y expresar emociones y sentimientos para con la mujer que padece 
fibromialgia y a su vez mantener una actitud positiva para enfrentar dicho 
padecimiento. 
 
A continuación se muestran enumeradas cada categoría que hace referencia a 
estos factores de resiliencia: 
 
Yo tengo (apoyo externo) 
 
1. Una o más personas dentro del grupo familiar en las que puedo confiar y 
que me aman sin condicionamientos 
2. Una o más personas fuera del entorno familiar en las que puedo confiar 
plenamente 
3. Limites en el comportamiento 
4. Personas que alientan a ser independiente 
5. Buenos modelos a imitar 
6. Acceso a la salud, la educación y a servicios de seguridad y sociales que 
necesita 
7. Una familia y entorno social estables 
 
Yo soy (fuerza interior): 
 
1. Una persona que agrada a la mayoría de la gente 
2. Generalmente tranquila y predispuesta 
3. Alguien que logra aquello que se propone y que plantea para el futuro 
4. Una persona que se respeta a sí misma y a los demás 
5. Alguien que siente empatía por los demás y se preocupa por ellos 
6. Responsable de mis propias acciones y acepto sus consecuencias 
7. Seguro de mí mismo, optimista, confiado y tengo muchas esperanzas. 
 
33 
 
Yo puedo (capacidades interpersonales y de resolución de conflictos): 
1. Generar nuevas ideas o nuevos caminos para hacer las cosas. 
2. Realizar una tarea hasta finalizarla 
3. Encontrar el humor en la vida y utilizarlo para reducir tensiones 
4. Expresar mis pensamientos y sentimientos en mi comunicación con los 
demás 
5. Resolver conflictos en diferentes ámbitos: académico, laboral, personal y 
social 
6. Controlar mi comportamiento: mis sentimientos, mis impulsos, el demostrar 
lo que siento 
7. Pedir ayuda cuando lo necesito 
(Grotberg, 2006) 
 
El cuadro que se presenta a continuación, contiene las diferentes cualidades de 
los factores resilientes ya mencionados. 
 
Específicamente desde el autoconcepto (yo soy), el apoyo social (yo tengo), las 
fortalezas (yo puedo), las disposiciones actitudinales a partir del impacto (yo estoy) 
y las emociones (yo siento). Se enuncian mediante una palabra que pretende 
reconocer tanto fortalezas, como debilidades. (Quiñones, 2007 pág. 162) 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
34 
 
Cuadro obtenido del libro, Resiliencia: resignificación de la creativa de la adversidad, Quiñones, M. A. 
2007, pág. 163 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Dentro de los factores de resiliencia se encuentran los llamamos pilares de la 
resiliencia que son aquellas características que se han descripto en los individuos 
35 
 
resilientes y permiten especificar las subjetividades resilientes (Bauer, M. 2007 
pág. 69 y 70): 
 
 La autoestima, porque es la base de todos los pilares, se desarrolla 
desde la infancia y se vincula con el reconocimiento, el amor 
recibido por el sujeto que va produciendo un yo seguro, un yo 
consciente: tiene que ver con el desarrollo de las relaciones 
afectivas primarias y con todas las que vienen después. 
 La creatividad, que empieza a desarrollarse con el juego infantil. 
Por eso es que en todos los programas de resiliencia, 
inmediatamente se tiende a juntar a los niños. 
 La capacidad de relacionarse, es el otro elemento básico de la 
posibilidad de producción de resiliencia. Si está bloqueado es muy 
difícil, porque no puede haber ahí un vínculo nuevo que vaya 
sanando las heridas que vienen de otros vínculos negativos que el 
sujeto ha sufrido en su vida. 
 El humor, la persona que tiene un buen sentido del humor y que lo 
utiliza al enfrentarse a situaciones difíciles puede desarrollar una 
visión optimista de la vida. 
 La moralidad, entendida en un sentido inmediato, de querer para 
los otros el mismo bienestar que se quiere para sí mismo. 
 La independencia, poner límites frente a situaciones adversas a 
partir de un principio de realidad para juzgar la situación. 
 La capacidad de iniciativa, como un elemento de plantear nuevos 
desafíos y cumplirlos. 
 La introspección, es la capacidad de verse uno mismo y darse una 
respuesta honesta de su percepción. 
 La capacidad de pensamiento crítico. 
 
36 
 
Por otra parte otros autores hacen referencia a esos pilares de resiliencia como 
factores resilientes individuales. Se refiere a características propias de la persona 
y se destacan las siguientes (Kotliarenco y Dueñas, 1992, pág.211): 
 
 Autonomía: es el sentido de identidad personal y la habilidad para actuar 
independientemente ante algunas situaciones del medio. 
 
 Características temperamentales: implica las características de la 
personalidad, la forma como se relacionan con las demás personas, cómo 
se comunican con ellas y a la visión que poseen sobre ellos/as mismos/as y 
sobre la vida. 
 
 Capacidad para resolver problemas: es la habilidad que le permite a la 
persona encontrar una solución oportuna ante una situación adversa. 
 
 Autoestima: referida al valor que tiene la persona de sí misma, incluyendo 
sentimientos, pensamientos, experiencias y sensaciones. 
 
 Género: el pertenecer al género femenino es considerado una variable 
protectora en el sentido de que las mujeres, por su socialización, logran 
expresar sus sentimientos, y utilizan más los recursos existentes en el 
medio. 
 
 Religión o Fe: se definen como recursos de apoyo que ayudan a encontrar 
significado a la vida. 
 
Respecto a esta última característica, Campos y Casas (2002) señalan que la 
espiritualidad puede constituir para las personas que sufren, una forma de 
encontrar alivio y fortaleza, además de potenciar las capacidades para afrontar el 
sufrimiento y encontrar sentido a la vida. 
 
37 
 
También enuncian pilares sociales o comunitarios y familiares los cuales 
competen al Trabajo Social: 
 
 Redes de apoyo social: se refiere a las relaciones informales o formales con 
familiares, amigos, compañeros, vecinos u otras personas, en donde existe 
una preocupación auténtica por la persona, pudiendo ésta acudir a ellos en 
cualquier situación. 
 
 Servicios sociales adecuados: es la posibilidad de contar con atención o 
asistencia oportuna. 
 
 Apoyo de parientes: es la ayuda que puede brindar la familia a la persona 
afectada. 
 
Cabe señalar que los factores de resiliencia son todas aquellas “influencias que 
modifican, mejoran o alteran la respuesta de una persona a algún peligro que 
predispone a un resultado no adaptativo”. Es importante mencionar que los 
factores resilientes nosiempre son experiencias positivas o agradables, si no que 
pueden ser eventos incluso potencialmente peligrosos que pueden fortalecer a la 
persona ante futuros eventos similares. (Kotliarenco, 1997, pág.13) 
 
De esta manera los factores de resiliencia, se identifican de tipo externo (apoyo de 
familiares u otros, existencia de respaldo institucional) e interno (espiritualidad o 
fe, alta autoestima, autonomía, cambio cognoscitivo y desmitificación, capacidad 
de introspección y análisis, deseo de superar la situación, incorporar nuevas 
formas para resolver conflictos, y adecuado manejo de sentimientos) los cuales no 
necesariamente se presentan en forma constante en el proceso, siendo que 
algunos de ellos se construyen gracias a la influencia de los otros. 
 
 
 
38 
 
2.4 ESTRATEGIAS PARA FORTALECER LA CAPACIDAD RESILIENTE 
 
Quintero (2005) plantea la resiliencia como “una estrategia preventiva, 
interdisciplinaria e integradora de los procesos individuales, familiares y 
comunitarios. Este análisis retoma las categorías generales de la resiliencia en su 
dimensión multidisciplinaria, expone la resiliencia familiar examinando elementos 
propios de la profesión en su tradición centenaria con este sistema humano y 
finaliza con reflexiones que integran Trabajo Social”. 
 
Dentro de las vitales estrategias para fortalecer la capacidad resiliente de la 
persona, Brooks y Goldstein (2004) señalan las siguientes: 
 
 Ser consciente de los rasgos que cultivan la resiliencia y de los obstáculos 
que impiden conseguir una vida plena y satisfactoria que ayude a obtener 
una mentalidad resiliente y una buena resistencia al estrés. 
 
 Ser resiliente significa reconocer que si no se está satisfecho con ciertos 
aspectos de la vida propia, o si se encuentra constantemente atrapado en 
pensamientos y comportamientos que provocan frustración, ira e infelicidad, 
es la responsabilidad de cada ser humano tomar la iniciativa para reescribir 
los guiones negativos que mantienen esos problemas. (Brooks, R. y 
Goldstein, S. 2004 págs. 27 y 41). 
 
Mientras que Grotberg (2006) señala tres estrategias para enfrentar la situación 
positivamente las cuales fueron definidas de la siguiente manera: protección, 
cambios y apoyo. 
 
1. Protección: es el término que se utiliza para resguardarse de un mayor 
dolor emocional, especialmente en la interacción con otras personas. 
 
39 
 
2. Los cambios: abarcan aprender a manejar los aspectos físicos, 
emocionales y sociales de una patología. 
 
3. El apoyo: incluye la construcción de carácter mediante estrategias 
autogeneradas de promoción y aumento de la autoestima. 
 
Una de las formas en las que ocurre esto es mediante la comparación de la 
persona (uno mismo) con los demás en situaciones similares. Incluso las 
personas con severas discapacidades (y sus familias) sienten que las experiencias 
de los demás son más difíciles de soportar. (Grotberg, 2006 pág. 218) 
 
En este sentido las estrategias que le conciernen a Trabajo Social consisten, en 
ayudar a las familias a reconocer sus fortalezas, a confiar en ellas, y a adquirir 
mayor conciencia social para promover cambios que reduzcan la inequidad y el 
sufrimiento. 
Esto mediante la orientación familiar y el acercamiento a la realidad social de la 
paciente y su la familia, ya que el ejercicio profesional, del trabajador social, está 
soportado en un conjunto de técnicas e instrumentos que operan como 
dispositivos metodológicos de la acción social y como ya se ha mencionado 
anteriormente, su uso no puede aislarse de los contextos donde se aplican, ni de 
los postulados teóricos o metodológicos que los fundamentan. (Pérez, O. 2015, 
pág. 10). 
 
De igual forma en auxiliar a las familias a buscar alternativas de resolución de sus 
problemas; alentar la tolerancia de las diferencias y la aceptación de las 
limitaciones que le causa la fibromialgia a la paciente. Esto es partiendo de los 
recursos que la familia tenga, se podrá trabajar no sólo buscando recursos 
institucionales, sino también aprovechando los recursos vinculares que serán los 
que apunten a lograr algunas transformaciones y modificaciones en la vida 
cotidiana de sus miembros. 
40 
 
 
Es por ello que Quintero (2005) determina que “la resiliencia se establece en la 
agenda de los profesionales de trabajo social, como un campo de acción social 
que en sus pasos iniciales ha estado desarticulado y disgregado. Incorporan 
nuevas rutas teóricas e instrumentales en dominios convergentes e incorporan 
nociones como las crisis de diversa naturaleza que afrontan a diario en los 
contextos no clínicos de atención socio-familiar: recepción-orientación, evaluación, 
prevención, promoción, educación”. 
 
Así mismo Villalba (2006) asume que el “Trabajo Social debe de orientarse a una 
mejor comprensión de las capacidades y recursos de la familia en medio de la 
crisis o de un sufrimiento prolongado y en los esfuerzos que apoyen y estimulen 
las respuestas más saludables para el sistema familiar en estos procesos. He aquí 
la importancia de trabajar las grandes pérdidas y etapas de transición, como la 
muerte, la separación, el divorcio y alguna enfermedad crónica”. (Villalba. 2006 
pág. 23) 
 
De esta manera la resiliencia es considerada como una estrategia de intervención 
social, de carácter preventivo-promocional-educativo, sustentado en la interacción 
entre la persona y su entorno, útil a los diversos sistemas humanos y sus 
contextos. (Quintero ,2005). 
 
Es importante mencionar que la resiliencia es un fenómeno multifacético que tiene 
que ver con la interacción de recursos personales y sociales, que son utilizados 
para incrementar la competencia, crecer y madurar contra los obstáculos. Incluye 
por ello las habilidades, destrezas y conocimientos. Así mismo, la resiliencia no es 
estática sino que se articula en las capacidades y conocimientos que a su vez se 
derivan del acontecer entre riesgos y protecciones. Es transformar la mirada de la 
persona ante situaciones de adversidad, ya que entra a ser valorado como un 
sujeto de acción pensante y actuante, que redimensiona características básicas 
como son la capacidad de afrontar situaciones de gran dificultad, mediante un 
41 
 
fortalecimiento personal y paralelamente que resignifica su mundo, esto a su vez 
permite concebir un proceso que le posibilita generar a partir de la creatividad la 
solución de problemas, para la reconstrucción de otras formas de vida y la 
proyección de alternativas que le permitan una adaptación constructiva para su 
superación. 
 
De esta forma, se comprende la resiliencia como una actitud de reacción positiva 
frente a las dificultades que genera a los sujetos, grupos y familias, la posibilidad 
de construir alternativas a partir de las propias fuerzas. No obstante, en la 
intervención psicosocial, se promueve la resiliencia desde la participación del 
sujeto y su ambiente social en la creación de propuestas que posibiliten 
comprender y superar la adversidad; más allá de su reconocimiento como una 
habilidad propia del sujeto. Esta consideración, da cuenta de la correspondencia 
que dicha perspectiva tiene, en tanto, se reconoce que es a partir del encuentro 
con los otros, y de la activación de sus recursos particulares, que es posible 
construir resiliencia al tiempo que se establecen nuevas relaciones. 
 
Un aspecto importante que menciona Bauer (2007) es que “no se nace resiliente, 
ni se va a adquirir naturalmente algún grado de resiliencia, sino que justamente 
depende de los vínculos que se den en la vida. Depende del proceso interactivo 
con otros seres humanos y en ese sentido, la construcción de resiliencia cada vez 
cobra mayor importancia para los profesionales de la salud, trabajadores sociales. 
Es decir, esa persona que logra que se desarrollen las fortalezas, las 
potencialidades de un sujeto y que tiene determinadascaracterísticas que se 
pueden describir y también asumir, una vez que se conoce”. (Bauer, M, 2007 pág. 
66). 
 
Es importante destacar que al menos la mayor parte de las autoras citadas en 
este capítulo son trabajadoras sociales. 
 
 
42 
 
2.5 RESILIENCIA Y FIBROMIALGIA 
Como se ha mencionado anteriormente la resiliencia es la capacidad de afrontar 
las crisis, reconstruirse, no dejar de luchar y de resistir, estas fortalezas que en 
Trabajo Social se denominan como recursos internos del individuo, los cuales son 
la base, el medio y el fin de muchas de las intervenciones profesionales que 
buscan alcanzar la promoción de las capacidades que suponen la realización y 
bienestar del individuo y la potenciación de su autonomía en el entorno social y 
que permiten desarrollar estos recursos interiores para lidiar con las 
adversidades, en este sentido es la capacidad que tienen las mujeres para vivir y 
aprender sobrellevar el sufrimiento y dolor que causa la fibromialgia. La persona 
resiliente se mantiene y logra un nuevo rumbo aún más consistente que antes de 
ser diagnosticada; ya que la resiliencia es el resultado de múltiples procesos 
dinámicos que contrarrestan las situaciones nocivas o de crisis. Una de las formas 
de fomentar la resiliencia es promover un modo sano de vivir el sufrimiento y dolor 
que causa la fibromialgia. 
Muchas de las pacientes con fibromialgia, son personas que llegan a desarrollar 
resiliencia a pesar del dolor y el sufrimiento, luchan día a día sin quejarse o 
victimizarse, y que intentan convivir socialmente a pesar de tener mucho dolor 
aunque no lo demuestren, y se esfuerzan por tener una mejor calidad de vida. Y a 
veces algunas mujeres no llegan a desarrollar esta resiliencia debido a que entran 
en un estado depresivo ocasionado por los síntomas de la enfermedad y la falta 
de apoyo familiar, médico y social. 
Las reacciones de los integrantes de la familia frente a una misma situación 
pueden ser muy variadas frente a una adversidad similar, cada persona responde 
de manera diferente ante la misma realidad en distintos momentos del ciclo vital 
de la familia. (Moioli, 2013). 
Enfocar a la familia desde su ciclo vital familiar, es verla como un sistema vivo que 
está en constante intercomunicación con otros sistemas debido a que para su 
subsistema demanda necesidades de desarrollo social, psicológico y biológico las 
cuales se pueden ver como las exigencias básicas de cada familia y a su vez de 
43 
 
cada integrante. El ciclo vital de la familia, surge con un inicio o nacimiento, crece 
y se desarrolla, se reproduce y muere. Durante el ciclo vital de la familia existen 
periodos en los que sus integrantes tienden a reunirse y permanecer juntos, esto 
pasa cuando los niños son pequeños; y otros en los que lo sano es separarse y 
desprenderse del núcleo familiar, para que cada miembro de la familia pase a 
formar su propio sistema familiar. (Estrada, 1987). 
A lo largo de este ciclo de la familia se van experimentado pérdidas y ganancias 
durante el proceso. Siendo la familia una unidad con características propias, pasa 
por un ciclo vital cuyas fases, según Estrada (1987), son: 
 Desprendimiento 
 Encuentro 
 Los hijos 
 La adolescencia 
 El reencuentro 
 Soledad y muerte 
La familia pasa por cada una de estas etapas y transita por alguna crisis, la cual 
conlleva generalmente a pérdidas, entre ellas se encuentra la enfermedad de 
algún miembro de la familia. Cuando esto sucede, el sistema familiar se ve 
afectado y requiere de ayuda, en este sentido se habla de ayuda psicosocial, ya 
que cuando el dolor y sufrimiento llega a sus vidas, es difícil saber cómo 
enfrentarlo. (Castro, 2007). 
En este sentido nos referimos a la enfermedad crónica como lo es la fibromialgia, 
que es irreversible, ya que cuando se presenta suele provocar una crisis en la 
familia que genera cambios, algunas familias se vuelven rígidas a dichos cambios 
que trae consigo este padecimiento y va generando poco a poco un mecanismo 
de adaptación de la enfermedad por parte de los miembros de la familia. 
De esta manera para que una familia afronte la enfermedad de uno de sus 
miembros, deben involucrarse y ser parte del tratamiento para enfrentar la 
enfermedad que padece la paciente y para que la enfermedad no afecte aspectos 
44 
 
del ciclo vital de la familia ni incida en el ciclo vital familiar. En este sentido la 
familia va generando la resiliencia familiar que es de suma importancia para que 
los miembros de la familia reconozcan la adversidad como una situación 
provisional, pasajera y natural de la condición humana, y que a su vez se 
fortalezcan lo vínculos afectivos. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
45 
 
CAPÍTULO III 
LA FIBROMIALGIA EN LA MUJER. IMPLICACIONES PSICOLÓGICAS Y 
SOCIALES 
 
3.1 CONCEPTUALIZACIÓN 
 
La fibromialgia es una enfermedad confusa que se caracteriza por la aparición de 
dolores musculares que suelen ser difusos, crónicos y múltiples, se presenta como 
una sensación de cansancio y también se hacen presentes trastornos del sueño 
en las pacientes. 
 
El nombre de fibromialgia deriva de los vocablos: “Fibros” igual a tejidos blandos 
del cuerpo, “Mios” igual a músculos y “Algia” igual a dolor. Es decir, “Dolor 
músculo-esquelético”. A esta definición podemos añadir, “generalizado crónico y 
de causa desconocida”. De esta manera se puede decir que la fibromialgia 
significa “dolor en los músculos, ligamentos y tendones” (es decir las partes 
fibrosas del cuerpo). Hace años este proceso se reconocía con el nombre de 
fibrositis, sin embargo no se ha demostrado que haya inflamación inmediata, por lo 
que se ha adoptado el nombre actual. (López, M. y Mingote, J. C. 2008, pág. 
335). 
 
Es así que López M.9 y MingoteJ. C. 10 señalan que desde la antigüedad se 
conoce el dolor difuso músculo-esquelético, que ya en el siglo XVIII se le dio perfil 
de enfermedad, siendo el médico británico Richard Manningham en 1750 (López, 
M. y Mingote,J. C, 2008), quien describió la “Febrícula o Pequeña Fiebre”, él 
aportó sus observaciones clínicas de sus propios pacientes, los cuales 
presentaban aparición de quejas y síntomas, como cansancio y dolor, sin 
encontrar correspondencia con causa clínica alguna. Esta descripción se ha 
relacionado a través del tiempo con el Síndrome de Fibromialgia y el Síndrome de 
 
9
Psicólogo clínico en consulta privada. 
10
Psiquiatría Hospital 12 de Octubre. 
46 
 
Fatiga Crónica. Es así que hasta el siglo XIX se estableció dicha enfermedad 
como un tipo de reumatismo muscular o de partes blandas, que es caracterizado 
por la presencia de áreas de dolor y rigidez localizadas en músculos y tejidos 
blandos. (López, M. y Mingote,J. C. pág. 347). 
Ya que en el siglo XIX se encontró que existía una forma de reumatismo muscular 
no deformante, en la cual el dolor se acompañaba de hipersensibilidad al palpar 
ciertas zonas donde se localizaba el tejido fibroso de los músculos. 
 
Un avance importante en la historia de la fibromialgia se dio en 1990 cuando el 
Colegio Americano de Reumatología publicó los Criterios de Clasificación de la 
fibromialgia, lo que permitiría establecer un diagnóstico más certero de la 
enfermedad, la realización de estudios científicos más válidos y claros, lo cual 
favoreció a la mejora en el tratamiento para dicho padecimiento. 
 
Es hasta el 1 de enero del año 1993 que la fibromialgia fue reconocida por la 
Organización Mundial de la Salud (OMS) como una nueva entidad clínica que 
forma parte de las enfermedades que se les podría llamar “modernas”, y es 
denominada “síndrome de fibromialgia”, la cual fue incorporada a la clasificación 
internacional de enfermedades y es catalogada en el manual de Clasificación 
Internacional de Enfermedades ICD-10 con el código M79.0 y en la

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