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mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
Agradecimientos 
A mis padres, Alejandra Alanis y Joel Aguilar, por todo su apoyo y enseñanzas, por ser mis 
guías, por impulsarme a superarme todos los días y por su incondicional amor. 
A mi asesora, la Dra. Lilia, por su apoyo y su tiempo. A mis sinodales, Mtro. Eduardo A. 
Pérez Torres, Dr. Gabriel Legorreta Paulín y Mtro. Sergio Yussim Guarneros, por sus 
enseñanzas y sus acertadas correcciones. A la Dra. Teresa Pi Puig, por su interés, por su 
apoyo y por sus enseñanzas; por ayudarme a darle sentido a los resultados y a construir una 
discusión. 
Al laboratorio de Difracción de Rayos X del LANGEM (Laboratorio Nacional de 
Geoquímica y Mineralogía) del Instituto de Geología. 
Al Instituto Nacional de Antropología e Historia por las facilidades y permisos otorgados 
para el manejo de las muestras cerámicas analizadas. Al Arqlgo. Miguel Medina Jaen 
(encargado del Proyecto de Salvamento Arqueológico Gasoducto Tlaxcala-Puebla-Morelos) 
y a la Arqlga. Débora Lucía Muñoz Rivas (Investigadora del Proyecto) por proporcionarnos 
las muestras cerámicas y cierta información relacionada con el sitio del que fueron 
recuperadas. 
A mis amigos y compañeros, Jimena, Teresa, Nayeli, Daniel, Alfonso, Nataly, Mónica, 
Nikky y Alexis, tanto por motivarme a culminar este ciclo, como por el particular apoyo que 
cada uno me brindó. Así como a Humberto Ortíz Pérez y a Emilio Saavedra por su tiempo y 
orientarme en la elaboración de la cartografía. 
A Erik, por estar para mí en mis días más estresados y difíciles, por hacerme sonreír y 
continuar a pesar de los obstáculos, por su amor y dedicación. 
 
 
 
 
 
 
I. Introducción…………………………………………………………….……5 
II. Antecedentes de la zona de estudio y marco teórico………………………...7 
II.I Definiciones…………………………………………………………...................7 
II.II Conceptos……………………………………………………………………...10 
III. Desarrollo histórico………………………………………………………..14 
IV. Planteamiento del problema………………………………………………..20 
V. Justificación………………………………………………………………...20 
VI. Hipótesis………………………………………………………………........21 
VII. Objetivo…………………………………………………………………….21 
 
Capítulo I. Área de estudio: Marco geográfico y geológico. 
- 1.1 Localización……………………………………………………………………23 
- 1.2 Aspectos socioeconómico……………………………………………………....23 
- 1.3 Características ambientales……………………………………………………..23 
- 1.4 Geología regional……………………………………………………………….29 
- 1.5 Importancia de los depósitos producidos por la actividad del volcán Popocatépetl 
en la composición del suelo contenido en el Valle de Atlixco……………………....31 
Capítulo II. La arcilla (barro) de las cerámicas de Santa Ana Coatepec 
- 2.1 Trabajo de gabinete…………………………………………………………......36 
- 2.2 Metodología de Difracción de Rayos X (DRX)………………………………...37 
- 2.3 Metodología en la elaboración de láminas delgadas…………………………….40 
Capítulo III. Resultados y discusión 
- 3.1 Análisis de láminas delgadas……………………………………………...........43 
- 3.2 Análisis de DRX………………………………………………………………..51 
- 3.3 Discusión.………………………………………………………………….…...59 
3.3.1 Pertenencia de cerámicas por grupo………………………………………….63 
- 3.4 Análisis de las diferentes cerámicas y su posible procedencia en el mapa.….......76 
 
Conclusiones……………………………………………………………............................78 
 
Lista de figuras…………………………………………………………………………….80 
Lista de tablas……………………………………………………………………………..82 
Bibliografía………………………………………………………………………………..83 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
5 
 
I. Introducción 
El ser humano ha buscado establecerse en lugares donde tenga acceso a los recursos que le 
permitirán satisfacer sus necesidades, lo cual implica que se verá afectado por las variaciones 
del medio ambiente y por los fenómenos naturales. Por ello estudiar dichos factores se vuelve 
necesario para aprovechar de manera favorable sus características y tratar de disminuir su 
vulnerabilidad ante ellos, como es en el caso de la actividad volcánica, por ejemplo. 
El aprovechamiento de los recursos para los pobladores de la época prehispánica implicaba 
su establecimiento donde existiera abundancia de estos. Su crecimiento como sociedad, la 
expresión de su cultura y el control de los espacios; a la par, requería de la implementación 
de tecnología para transformar la materia prima, en este caso del barro o arcilla para la 
elaboración de utensilios que empleaban en su vida diaria. Dada la conformación de su 
sociedad, con el dominio de unos grupos sobre otros se dieron actividades como el comercio 
y el intercambio de artículos. 
 El caso de la elaboración de cerámicas hace evidente lo anterior; en el Valle de Atlixco, en 
Puebla, se han localizado diversos sitios arqueológicos que han sido clasificados como 
asentamientos periféricos a los centros de control (con importancia comercial o de 
intercambio con centros de control) o centros ceremoniales. Las excavaciones realizadas han 
permitido, entre otros aspectos, conocer cuál era la dinámica territorial del Valle y cuáles 
eran los sitios de mayor importancia. 
El tema de esta tesis deriva del Proyecto de Salvamento Arqueológico Gasoducto Tlaxcala-
Puebla-Morelos, llevado a cabo en el Valle de Atlixco durante los años 2014 y 2015, a cargo 
de la Dirección de Salvamento Arqueológico del INAH. Los trabajos de campo estuvieron a 
cargo del arqueólogo Miguel Medina Jaen, investigador titular de dicha dependencia, quien, 
por medio de comunicación personal, nos refiere que, en el sitio de Santa Ana Coatepec, en 
un estanque sedimentado, cubierto de tierra agrícola y sin alteraciones posteriores a su 
abandono, se encontraron entierros humanos con sus ofrendas. 
Dicho estanque alberga los restos de una población cuya ocupación se calcula entre el 1400 
y el 1521 de nuestra era; como evidencia de ello se han encontrado restos arquitectónicos de 
casas y templos entre los cuales se recuperaron miles de fragmentos de utensilios elaborados 
6 
 
de barro como vasijas y herramientas de piedra, concha y hueso; así como algunos objetos 
de cobre. 
Después de recuperar numerosos restos arqueológicos de vasijas cerámicas en dicho sitio, 
solicitó apoyo de la Dra. Lilia Arana Salinas, con el objetivo de llevar a cabo análisis de 
composición mineralógica a las muestras más representativas. De acuerdo con la 
normatividad del INAH, mediante oficio 401.3S.16-2017/1057 de fecha 26 de mayo de 2017, 
el Consejo de Arqueología autorizó al arqueólogo Miguel Medina Jaen el traslado de las 
muestras. 
Los análisis solicitados se llevaron a cabo en el Instituto de Geología y estuvieron a cargo de 
la Dra. Teresa Pi Puig con la participación de Areli Aguilar Alanis para la obtención, 
interpretación y discusión de los resultados. 
El interés de esta tesis surge al poder relacionar el tipo de suelo con la mineralogía de los 
componentes de las 39 cerámicas encontradas. La hipótesis de la tesis plantea que las 
muestras encontradas en el Sitio de Santa Ana Coatepec no fueron elaboradas con el mismo 
tipo de barro y que no provienen del mismo lugar de donde fueron encontradas, y que eso 
implicaba el intercambio de cerámicas entre regiones. Por medio de la aplicación de las 
técnicas de Difracción de Rayos X y la petrografía de láminas delgadas; la lecturade 
antecedentes históricos y con la generación de mapas de geología, de tipo de suelo y 
localización geográfica de la zona de estudio, se llegó a determinar de dónde provenía cada 
tipo de cerámica encontrada, relacionándolo con la localización de los asentamientos 
prehispánicos del periodo Posclásico, con su dinámica poblacional y las rutas de comercio e 
intercambio dentro y fuera del Valle de Atlixco en Puebla. 
 
 
 
 
 
7 
 
II. Antecedentes de la zona de estudio 
II.I Definiciones 
La génesis de un suelo o edafogénesis es un conjunto de procesos progresivos mediante los 
cuales un material originario, se transforma en un suelo con uno o más horizontes (Barrett y 
Schaetzl, 1998, citado en Porta 2003). De esta manera, el suelo la fuente principal de donde 
se extraen los componentes utilizados para la elaboración de cerámicas. Los factores que le 
dan forma determinaran sus características y su composición. 
El material parental constituye un elemento pasivo en la edafogénesis, sobre el que actúan 
factores que lo transforman, se determina por su composición mineralógica, la cual establece 
la facilidad con que se alteran los materiales. La permeabilidad condiciona la fragmentación, 
translocación y qué tan eficiente es la movilidad del agua en el suelo y su granulometría se 
refiere al tamaño (Jenny, 1941, citado en Porta, 2003). 
Las tendencias regionales de los suelos aparecen al considerar los diferentes climas a nivel 
mundial. La relación entre las características de los suelos con los valores de los factores 
utilizados al caracterizar el clima, como la precipitación anual media, permitieron un mejor 
estudio del desarrollo del suelo; en este sentido hay que considerar que el clima regula la 
temperatura y la disponibilidad de agua del suelo (Porta, 2003). Este aspecto está 
estrechamente relacionado con el tiempo, factor que, para el suelo comienza a contar a partir 
de que la superficie se estabiliza y da lugar a suelos jóvenes, maduros o viejos. El clima 
condiciona los procesos en las laderas, el intemperismo, los procesos edafogenéticos, la 
erosión, así como el transporte y depósito de materiales; y de igual manera condiciona la 
vegetación de una región (Porta, 2003). 
La mineralogía de arcillas del suelo presenta variaciones con el clima, lo que implica que, en 
un régimen percolante haya lavado de bases y sílice. Con precipitación y temperaturas 
elevadas la formación de caolinita; y con precipitación muy alta, la acumulación residual de 
óxidos de hierro y aluminio. En relación con el drenaje, al ser impedido en un sistema de pH 
básico, la formación de esmectita. El porcentaje de la fracción arcilla del suelo aumenta con 
la humedad y la temperatura y al hacerlo el grado de intemperismo (Porta, 2003). 
8 
 
Existe una relación importante entre la distribución de los distintos suelos y la posición que 
ocupan en el relieve, que presenta diferentes condiciones de un área geográfica a otra. Hay 
que considerar que el relieve está condicionado por procesos de erosión y elementos de gran 
importancia como son la inclinación y longitud de las laderas, además de la orientación y la 
posición fisiográfica. La posición que ocupa el suelo en el paisaje condiciona la situación de 
la capa freática y, por consiguiente, las condiciones de drenaje del suelo y los rasgos 
morfológicos asociados a ellas, como el color, indicios de óxido-reducción, tales como 
moteados, concreciones, etc. (Porta, 2003). 
La actividad biológica se refiere al efecto de los organismos sobre los materiales originales, 
la incorporación de materia orgánica viva y muerta, que dan lugar a la alteración de los 
materiales edáficos, como pueden ser las eyecciones de los organismos, o a la acumulación. 
La fracción orgánica del suelo. Los componentes activos del suelo considerado como sistema 
son las plantas, animales, microorganismos y el hombre. La edafogénesis es el resultado de 
la acción combinada de factores abióticos y de factores bióticos. Los procesos de cambio en 
el suelo atribuibles a factores bióticos se deben tanto a efectos directos como a efectos 
indirectos (Porta, 2003). La vegetación natural puede proporcionar información acerca de las 
condiciones del medio (suelo y clima), pues el que consigan implantarse unas u otras plantas 
en un determinado lugar viene condicionado por el medio. La dependencia de la vegetación 
frente a la acidez del suelo (tolerancia o no al aluminio, por ejemplo) es algo notorio, así 
como la diferencia entre la vegetación de suelos ricos en carbonato cálcico y la de suelos 
pobres o sin caliza. La presencia de especies indicadoras permite interpretar las 
características de los suelos (Porta, 2003). 
El suelo contiene minerales que en su mayoría son similares como algunas clases de óxidos, 
y otros que se encuentran con menor frecuencia debido a los procesos de intemperismo, el 
cual, es el procesos por los cuales un material en la superficie terrestre o cercano a ella, 
sufrirán desintegración física (fragmentación), alteración química (descomposición) o ambos 
procesos durante su exposición al aire, la humedad y la materia orgánica; es el principal 
proceso formador de arcillas y disuelve todas las sustancias que serán transportadas por los 
ríos. Al transporte de los fragmentos de las rocas y de suelo resultantes del intemperismo por 
un fluido se le llama erosión. 
9 
 
El término arcilla se usa con diferentes significados, para un ceramista es un material natural 
que cuando se mezcla con agua en la cantidad adecuada se convierte en una pasta plástica; 
se utiliza cual material para la manufactura de utensilios que sirven en la cocción y el 
consumo de los alimentos, así como con finalidad ornamental. La época moderna ha 
integrado a las arcillas en numerosos productos de uso cotidiano a través de las nuevas 
tecnologías (Domínguez y Schifter, 2003). 
Las arcillas minerales por lo general tienen cargas negativas, por lo que ocasiona que 
absorban cationes; algunas absorben agua entre las láminas, provocando que se expandan al 
humectarse y se retraigan al secarse. Estas propiedades, junto con la elevada superficie 
específica, hacen que los minerales de arcilla tengan gran influencia sobre las propiedades 
químicas y físicas de los suelos. Estudiar la mineralogía de las arcillas del suelo resulta 
complejo, al tratarse de mezclas de distintos minerales, que pueden presentar distinto grado 
de cristalinidad y además su procedencia ser de minerales preexistentes en el material 
parental, por herencia, transformación o neoformación (Porta, 2003). 
En los suelos las arcillas son menos estructuradas y más pequeñas que los minerales puros; 
con frecuencia, tienen hojas o partículas cercanas sobrepuestas por lo que comúnmente se 
encuentran interfoliaciones e interestratificaciones de diversos silicatos laminares. Las 
características mineralógicas de estas raras veces son simples o uniformes. Las capas de 
óxidos de hierro, aluminio y materia orgánica depositadas sobre las superficies de la mayoría 
de los silicatos laminares complican aún más las características mineralógicas de las arcillas 
(Bohn, 1993). El tipo de arcilla también tiene un efecto, ya que ciertas arcillas -como la 
montmorillonita- absorben más agua que otras, -por ejemplo, la caolinita- y así dos tipos de 
suelo pueden contener la misma cantidad de arcilla, pero el que tiene montmorillonita será 
más pegajoso que el que tiene caolinita (Bohn, 1993). 
Los minerales primarios más abundantes son el cuarzo (SiO₂) y las plagioclasas 
(MAlSi₃O₈), donde la M representa combinaciones de cationes Na+, K+, Ca²+. También se 
encuentran presentes micas, piroxenos, anfíboles, olivino y una amplia cantidad de minerales 
de origen primario, pero en cantidades menores a las de plagioclasas y cuarzos. Los minerales 
primarios; son un reflejo de las condiciones de formación del suelo, de manera que las arcillasencontradas en suelos en etapas iniciales de la pedogénesis (Buol et al. 1981, Birkeland, 1984 
10 
 
citado en Bohn, 1993). Los minerales de la fracción arcillosa son en su mayoría secundarios, 
es decir, formados mediante reacciones a baja temperatura y derivados de rocas sedimentarias 
o directamente por intemperismo. Los minerales secundarios comunes incluyen minerales 
accesorios de sulfuros y carbonatos, los silicatos laminares y varios óxidos (Bohn, 1993). 
El término "cerámica" proviene de la palabra griega "Kerameicos", que significa "de barro". 
Los productos cerámicos son artículos hechos por el "hombre", que han sido primero 
moldeados o modelados usando un amplio número de minerales y rocas, y luego 
permanentemente endurecidos por el calor (Adams, 1961 en Laporte, 2003). Esta definición 
clásica de producto cerámico se puede simplificar como: "objeto moldeado con materias 
primas naturales plásticas y endurecido permanentemente por el calor". Pero también se 
puede generalizar como "el producto final de un proceso industrial (proceso cerámico) en el 
que se transforman y endurecen los materiales de partida (materias primas)". 
 II.II Conceptos y teorías 
Para el periodo Clásico (200 a 900 d.C.), el área de Atlixco presenta cerámica teotihuacana 
y se sugiere que la región estaba dominada por ese gran centro durante este tiempo. Para el 
Posclásico Temprano (900 a 1200 d.C.) es evidente que hay un cambio notable en cuanto a 
la cerámica, aunque este cambio no se manifiesta muy marcadamente en el patrón de 
asentamientos (Plunket, 1988). 
De acuerdo con Plunket (1988), algunos centros donde se encontró cerámica teotihuacana, 
ya fuera porque se importó directamente de dicho centro o porque se encontraban asentados 
ahí teotihuacanos, fueron abandonados; sin embargo, en las zonas aledañas a estos 
asentamientos y en otros sitios importantes del Valle de Atlixco, encontramos una 
continuidad en la ocupación. Se cree que los centros controlados por los teotihuacanos o 
directamente involucrados en el control de las redes de intercambio establecidas por 
Teotihuacan caen en desuso con el declive de la gran urbe. Sin embargo, la población local 
continúa viviendo alrededor de ellos, y los centros importantes son regidos nuevamente por 
administradores locales. 
El hecho de encontrar cerámica típica de Cholula en el Valle de Atlixco refuerza la hipótesis 
de una creciente importancia política y religiosa de esta urbe en esta zona durante el 
11 
 
Posclásico Temprano, reemplazando el dominio teotihuacano del Clásico, sin que este 
cambio haya afectado de manera importante la distribución de la población local de la región. 
Los sitios que presentan más fuertemente la cerámica Negro sobre Anaranjado se encuentran 
hacia el centro del Valle de Atlixco, concentrándose alrededor de dos focos; el área al oriente 
y sur del Cerro de San Miguel que marca la ciudad actual de Atlixco (Plunket, 1988). 
La cerámica del Postclásico Tardío de esta zona incluye una cantidad significativa de tipos 
cholultecas, lo cual probablemente sea consecuencia de la ocupación huexotzinca ya que el 
complejo cerámico del postclásico de Huexotzinco es muy similar al de Cholula (Schmidt, 
1975 citado en Plunket, 1988). También hay cambios en la distribución de los materiales del 
Postclásico Temprano y Tardío alrededor de la ciudad de Atlixco; mientras que al sur de la 
ciudad de Atlixco la cerámica decorada de Cholula casi desaparece (Dyckerhoff, 1988 citado 
en Plunket, 1988). 
La cerámica Negro sobre Anaranjado es más importante en el centro de valle y se considera 
que eso tiene que ver con que es un material diagnóstico del Posclásico Temprano; los sitios 
del centro del valle se abandonan en el primer siglo del Posclásico Tardío y la población se 
reubica en posiciones que pudieran defender junto a, o sobre, el piedemonte del volcán 
Popocatépetl. La cerámica polícromo Cholula es representativa de la parte norte del valle y 
esto se relaciona con la ocupación de esa zona por grupos de Calpan y Huexotzinco y con la 
cercanía de esta parte del área de Atlixco con la zona de Cholula (Plunket, 1988). 
El estudio sistemático de objetos cerámicos encontrados en un yacimiento puede conducir al 
conocimiento de su temperatura de cocción, los procesos de fabricación, la edad, etc. Para 
ello, es necesario realizar estudios mineralógicos, químicos, petrológicos y determinaciones 
isotópicas de los restos encontrados (De Soto García et al. 2012 citado en Rodríguez, F, 
2017). 
La arqueometría estudia la naturaleza, estructura y propiedades de los materiales utilizados 
para la elaboración de objetos cerámicos mediante diversas técnicas, que van desde los 
análisis químicos y mineralógicos hasta el empleo de métodos espectrométricos (De Andrés 
et al., 1987 citado en Rodríguez F., 2017). 
12 
 
Realizar la caracterización arqueométrica de las muestras cerámicas, es decir, estudiarlas con 
técnicas analíticas mineralógicas y geoquímicas, implica diversas aplicaciones en el campo 
de la arqueología, permitiendo una investigación extensa sobre la relación de los procesos 
culturales y las prácticas productivas y tecnológicas, así como la memoria, trascendencia y 
distribución de las mismas. Presenta grandes ventajas en la restauración de las piezas 
fragmentadas, en la determinación de su autenticidad y en ocasiones para saber la época a la 
que pertenece la pieza analizada. 
La aplicación de técnicas como la Difracción de Rayos X (DRX) y la petrografía (técnicas 
utilizadas en la metodología de esta tesis) han sido aplicadas para diversas investigaciones 
de índole histórico-arqueológico, tanto en México como en otros países. 
Por citar algunos autores está García-Heras et al. (2006), con su trabajo “Estudio 
arqueométrico de figurillas cerámicas mayas de Calakmul (Campeche, México)”. En el cual, 
presentan y discuten los resultados de la arqueometría realizada a un conjunto de figuras 
cerámicas del Clásico Tardío procedentes de la ciudad maya de Calakmul. Su objetivo 
principal fue recabar información sobre la tecnología de manufactura de las cerámicas y 
evaluar su posible procedencia. 
Fournier, P. et al. (2017), aplican dichas técnicas en su trabajo “Caracterización 
arqueométrica en el estudio de tecnologías productivas: Contenedores cerámicos en México 
y Andalucía durante el periodo virreinal”. En el cual se presentan resultados arqueométricos 
parciales en el análisis de un conjunto de fragmentos de contenedores cerámicos recuperados 
en excavaciones en la Ciudad de México, cuya cronología corresponde al periodo virreinal. 
Aldazabal, V. (2016) en su texto “El uso de pigmentos en el área del lago Traful, río Negro 
(Argentina). Un estudio interdisciplinario”, presenta los resultados de los análisis realizados 
sobre pigmentos naturales recuperados en el área del lago Traful, en el Parque Nacional 
Nahuel Huapi, provincia de Neuquén, Argentina, con el objetivo de aportar información 
sobre la selección y frecuencia de uso de pigmentos en el área. 
De Andrés et al., (1987), en “Estudio de cerámicas arqueológicas. Análisis de fragmentos 
cerámicos del asentamiento de "La Isabela", Santo Domingo, República Dominicana”, 
aplican diversas técnicas analíticas a diez fragmentos de cerámicas arqueológicas, para 
13 
 
obtener datos sobre la temperatura y la atmósfera de cocción, la mineralogía presente y 
composición mineralógica de la materia prima y de los desgrasantes (estos últimos se refieren 
a los materiales que disminuyen la plasticidad del material cerámico, y se mejoran las 
condiciones para trabajar la arcilla. También reducen las tensiones que se producen en la 
contracción que se produce en el secado de la arcilla previo a la cocción, evitando que se 
fisuren los objetos cerámicos) utilizados en su manufactura. 
Varela, C. (1999), en “Enigmas cerámicos: análisis petrográfico de la cerámica pizarra deOxkintok, Yucatán, México”, muestra los resultados obtenidos mediante la técnica de 
análisis petrográfico sobre cerámicas de Oxkintok, Yucatán, México. Que, al ser comparado 
con otra técnica como la difracción de Rayos X, por ejemplo, según sus investigaciones, es 
el mejor método para estudiar la variabilidad cronológica y funcional de las cerámicas mayas. 
Por último, Rodríguez, F. (2017), con su tesis “Caracterización arqueométrica de materiales 
cerámicos de Cuatrovitas (Sevilla). Importancia en la ordenación del territorio”, profundiza 
en las técnicas de análisis de piezas cerámicas arqueológicas. Se presenta el planteamiento 
metodológico desarrollado para la investigación de diversas piezas cerámicas y fragmentos 
encontrados en el yacimiento arqueológico de Cuatrovitas (Bollullos de la Mitación, Sevilla). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
14 
 
III. Desarrollo histórico de la zona de estudio y sus cerámicas 
El Valle de Atlixco y Matamoros, al que pertenece Santa Ana Coatepec en el municipio de 
Huaquechula, es una zona de 400 km² aproximadamente, ubicado en el sector suroccidental 
de Puebla (Fig. 1) y colinda al sureste con las faldas del volcán Popocatépetl. 
En 1988, Plunket, plantea que a partir de la segunda mitad del siglo XIV empiezan una serie 
de guerras entre los grupos que habitaban el Valle de Atlixco, los cuauhquecholtecas, y varios 
de los señoríos del Valle Poblano, particularmente el de Huexotzingo; éste último, en 
colaboración con Calpan, logra conquistar el grupo asentado en Huehuecuauhquechollan, y 
los dos señoríos se dividen el territorio del Valle de Atlixco poblándolo con sus propios 
terrazgueros. En el siglo XV el Valle se convierte en una zona de guerra y como consecuencia 
de esos conflictos se abandonan los asentamientos en el centro de éste e inclusive con el 
tiempo se deja de cultivar en esta zona entre los asentamientos de Cuahquechollan y 
Huexotzingo/Calpan. La región queda dividida en dos mitades antagónicas, con un estado de 
guerra casi continuo entre los señoríos conquistados por la Triple Alianza (conformada por 
mexicas-tenochcas, tetzcocanos y tlacopanecas) y los señoríos independientes de Cholula, 
Totomihuacan, Huexotzingo y Tlaxcala. 
La forma en la que se asentaban los pueblos prehispánicos hace referencia a la dispersión, 
extensión, orientación, forma y localización topográfica de las comunidades. Por ello, 
analizar la superficie al que pertenece cualquier sitio arqueológico permite conocer, además 
del desarrollo cultural del área, la dinámica del asentamiento, el uso de recursos, el comercio 
interregional y la evolución sociopolítica (Watson, LeBlanc y Redman, 1974 citado en 
Laporte, 2003). Por otro lado, el reconocimiento y análisis de las áreas periféricas y unidades 
habitacionales a los centros ceremoniales, funcionarán como indicador del cambio social y 
familiar (Wilk, 1983; Ashmore y Wilk, 1988 y Haviland, 1988, citados en Laporte, 2003). 
La implementación de un modelo político formado por segmentos interdependientes con un 
centro rector definido, permitieron que estos fueran la base de unidades territoriales análogas 
que controlaron sectores geográficos definidos y sus recursos. De igual forma se 
establecieron centros intermedios, también eje de unidades interdependientes debido a su 
tamaño, aunque probablemente fueron situados fuera de las rutas principales. Los centros 
15 
 
secundarios existentes a su vez fueron claramente subordinados a los anteriores (Sharer, 1988 
citado en Laporte, 2003). 
Con la aparición de la alfarería, el ser humano descubrió la manera de utilizar los elementos 
naturales para elaborar artículos y así optimizar su aprovechamiento. En este sentido, la 
arcilla, de ser un material plástico cuando esta húmedo y quebradizo cuando se seca, pudo 
ser convertida en un producto duro y resistente, gracias a las transformaciones físicas 
(depuración, adhesión de agua y otros materiales, secado, amasado) y químicas (que 
implicaban variaciones de temperatura de los materiales) (Childe, 1936 citado en Solórzano, 
V., 2015). La cerámica, como producto final de este proceso, mantiene atributos de 
resistencia y durabilidad notables frente a diversas condiciones ambientales, lo que favorece 
que sea uno de los elementos más recurrentes, utilizados para interpretar un sitio 
arqueológico (Orton, Tyers y Vince 1997 citado en Solórzano, V., 2015). 
Plunket en su trabajo del año 1988, hace notar que en dicho valle se establecieron distintos 
grupos étnicos que tenía una dinámica poblacional y bélica característica. El patrón de 
asentamiento y las cerámicas estaban estrechamente relacionadas, pues éstas últimas 
reflejaban la migración y permitían tener claras las zonas aledañas a los centros de mayor 
importancia. Se piensa que la evidencia de que la diversidad étnica se ampliara se expresa en 
la formación de nuevas alianzas políticas, que tendrían sus primeras manifestaciones 
arqueológicas para los inicios del Posclásico Tardío, con la presencia de nuevos estilos de 
cerámicas y cambios notables en el patrón de asentamiento. 
La cerámica que puede asociarse con el Posclásico Temprano (900 a 1200 d.C.) en el Valle 
de Atlixco se caracteriza, según Plunket (1988), por ser una cerámica anaranjada decorada 
con diseños burdos en pintura café muy oscura o negra; dicho tipo también es encontrado en 
Izúcar de Matamoros. Dichas características son coincidentes con las muestras del presente 
estudio: GDM 1(1), GDM 1(2) GDM 3(6), GDM 4(7), GDM 4(8), GDM 5(10), GDM 5(11), 
GDM 6(13), GDM 14, GDM16, GDM 17 (éstas dos últimas, cerámica anaranjadas 
combinadas con un fragmento café); GDM 20, GDM 21, GDM 24 (cerámica anaranjadas 
con grecas color negro), GDM 25 (cerámica anaranjadas con color negro), GDM 28, GDM 
29 (cerámica anaranjada con grecas color rojo); GDM 34, GDM 35 (cerámica anaranjada 
16 
 
combinada con rojo, el color es brilloso); y finalmente GDM 36 y GDM 37, los cuales tienes 
grecas negras (el anaranjado de la última muestra es opaco). 
Dyckerhoff en 1988 (citado en Plunket, 1988), opina que la ocupación de gran parte del Valle 
de Atlixco por los terrazgueros de Calpan y Huexotzingo se debe poder detectar 
arqueológicamente a través de una importante presencia de cerámicas ligadas 
específicamente con el Valle de Puebla en las regiones conquistadas, es decir, al norte del 
Valle de Atlixco. La presencia de los grupos provenientes de la Cuenca de México se debe 
poder detectar a través de la presencia (e importancia relativa) de cerámicas ligadas a esa 
región en el extremo sur del Valle de Atlixco. Además de que los conflictos entre los grupos 
de la Cuenca de México y de los del Valle Poblano, que causaron el abandono de un gran 
número de asentamientos y terrenos de cultivo, se debe detectar a través de una ausencia de 
materiales del Postclásico Tardío en el centro del Valle de Atlixco, la frontera efectiva entre 
los dos grupos en conflicto, y cambios en el patrón de asentamiento con el establecimiento 
de la población local en lugares por lo menos poco probables de defender. Durante la época 
prehispánica, las redes y rutas de intercambio comercial no sólo sirvieron para el trasiego de 
productos y materias primas, también fueron caminos por los que migraron personas, 
costumbres, ritos e ideologías. Los caminos vincularon a las sociedades del periodo 
Posclásico Tardío en más de un sentido: para los grupos del Altiplano Central sirvieron para 
extender su dominio y poder llegar hasta geografías distantes como la Costa del Golfo, donde 
se adueñaron de hombres, tierras y materias primas (INAH, 2018). 
Esas rutas también sirvieron para establecer alianzas matrimoniales y militares, además de 
crear redes de intercambio de productos que reforzaron las conexiones interétnicas y dieron 
unidad a Mesoamérica. Las redes de intercambio importaron técnicas de trabajo, ideología, 
rituales y, sobre todo, fueronel conducto del mestizaje entre diversos grupos culturales, que 
con la conquista española se hizo más notable (INAH, 2018). 
17 
 
 
Figura 1. Mapa de la localización del Valle de Atlixco y Matamoros, incluye los municipios que lo conforman. 
Dentro de él se encuentra el municipio de Huaquechula, lugar donde se ubica Santa Ana Coatepec. 
18 
 
Por otro lado, Morante (2009), afirma que, al haber múltiples opciones en la selección de una 
vía de comunicación, el hombre, sin importar la época y lugar, sigue una logística histórico-
territorial, derivada de una experiencia que en ocasiones se obtiene a través de varias 
generaciones de viajeros. La cual considera factores como son distancia, altitud, condiciones 
del terreno, medios de transporte, sitios de destino, servicios a los viajeros y situación 
sociopolítica. 
En la época prehispánica los caminos eran más rectos debido a que los tamemes (indígenas 
que se ocupaban de llevar cargas sobre su espalda) no requerían de espacios amplios para 
circular; en pendientes muy pronunciadas subían por escaleras hechas con troncos de árbol 
(Morante, 2009). 
19 
 
 
 
 
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20 
 
IV. Planteamiento del problema 
Los minerales presentes en el suelo de Santa Ana Coatepec (localidad ubicada en 
Huaquechula, Valle de Atlixco, en el Estado de Puebla), presentes en los barros con los que 
fueron elaboradas las cerámicas encontradas en dicho lugar, no son los mismos en cada una 
de ellas. Se piensa que no eran elaboradas solamente de los materiales extraídos del suelo de 
esa localidad, sino también de los suelos de las poblaciones aledañas, por lo que es necesario 
localizar los lugares posibles de donde podrían provenir los barros utilizados, además de 
identificar qué tipo de minerales están presentes, para así establecer la composición del tipo 
de roca que dio origen a cada cerámica y proponer rutas de comercio y transporte de las 
mismas. 
V. Justificación 
El conocimiento del entorno es de carácter geográfico, histórico y geológico; de esta forma 
se puede realizar un análisis de los recursos que en él existen y que se pueden extraer para 
ser utilizados con fines económicos o emplearlos en la vida cotidiana en la elaboración de 
instrumentos o herramientas. De igual manera podemos hablar también de la forma en que 
los fenómenos naturales afectarán a la sociedad y cómo modificarán o condicionarán su 
desarrollo poblacional. 
Al estudiar entorno se pueden explicar, vincular y caracterizar los factores que lo componen 
e interactúan en él (no sólo en cuanto a los aspectos físicos, sino también de carácter social), 
modificándolo en cuanto a su distribución y aspecto. Por ello, la elaboración y el uso de la 
cartografía ha permitido plasmar de forma gráfica y matemática las dimensiones de los 
espacios representados, así como el localizar los recursos que en él se encuentran. El mapa 
es el objeto resultante de un trabajo de investigación y es un instrumento de análisis que el 
geógrafo. La cartografía que elaboraron los pueblos primitivos era acerca de los fenómenos 
y hechos geográficos que percibían, lo cual constituye un importante antecedente en la 
historia de la representación espacial (Gómez, 2004). El desarrollo tecnológico ha influido 
de manera importante en la cartografía, ayudando a la aparición de nuevos paradigmas en la 
comunicación cartográfica, y es donde las mencionadas herramientas informáticas se 
incorporan al proceso de presentación de la información geográfica. En este sentido, los 
21 
 
sistemas gráficos son modalidades de lenguaje que nos permiten comunicarnos y de acuerdo 
con ello, puede afirmarse que la cartografía, como lenguaje gráfico, tiene como propósito 
reunir, analizar y procesar la información obtenida en las diversas regiones de la Tierra, así 
como representar esos lugares gráficamente a una escala reducida, cuidando que todos los 
elementos y detalles sean claramente visibles y facilitando la lectura e interpretación de los 
elementos representados (Caire, 2002). 
En cuanto a la modificación del espacio y el relieve, los procesos que se han presentado en 
la zona de estudio a lo largo de los años, han condicionado la distribución de las poblaciones 
y los recursos de los que podrán disponer para su abastecimiento. Por ello se deben investigar 
los aspectos tanto físicos como sociales de la zona de estudio. En este sentido, la actividad 
eruptiva del Volcán Popocatépetl es de suma importancia pues es el agente que ha 
condicionado y afectado principalmente la morfología del Valle de Atlixco y sus alrededores. 
De igual manera, al estudiar los suelos de donde fue extraído el barro para las cerámicas, hay 
que tomar en cuenta las características de geología y geomorfología de la zona de estudio 
para proponer cuál es la procedencia de estos. Se consultarán trabajos previos del Valle de 
Atlixco, información arqueológica disponible en bibliografía, ya que el barro utilizado podría 
provenir de cualquier punto del Valle de Atlixco y sus alrededores inmediatos. 
VI. Hipótesis 
A pesar de que todas las cerámicas se encontraron en el mismo estanque en Santa Ana 
Coatepec, no todas fueron elaboradas con el mismo tipo barro ni en el mismo lugar, por ello, 
se espera que las pastas que las constituyen estén compuestas de distintas minerales y 
provengan de distintos lugares, resultado de la venta o intercambio. Así como que existan 
rutas por medio de las cuales se llevara a cabo el comercio y transporte de cerámicas. 
VII. Objetivos 
La presente tesis tiene como objetivo principal hacer una caracterización mineralógica de la 
materia prima (arcilla/barro) utilizada como recurso en la elaboración de cerámicas en Santa 
Ana Coatepec, en el Valle de Atlixco. Además de encontrar las diferentes fuentes de estas. 
 
22 
 
Como objetivos particulares también se consideran: 
1. Clasificar las cerámicas. 
2. Determinar cuáles grupos cerámicos son locales y cuáles son producto del intercambio con 
regiones vecinas. 
3. Relacionar las rutas utilizadas para intercambiar/vender/transportar las cerámicas. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
23 
 
Capítulo I 
Área de estudio: Marco geográfico y 
geológico 
 
1.1 Localización 
Santa Ana Coatepec se encuentra a 1700 m de elevación, es una pequeña localidad ubicada 
en el Valle de Atlixco, municipio de Huaquechula, Puebla. Sus coordenadas son 18°50’ N y 
98° 26’ W (Fig. 3). 
1.2 Aspectos socioeconómicos 
Su principal vía de comunicación es la autopista México-Atlixco o Atlixco Matamoros, la 
localidad se encuentra rodeada de campos empleados para la agricultura, principalmente para 
la producción de maíz, siendo esta su principal actividad económica. Considerando el hecho 
de que es una población pequeña no se encuentran muchos caminos pavimentados, son más 
comunes los caminos de terracería. 
De acuerdo con INEGI, en su censo del 2010, Santa Ana Coatepec cuenta con 1147 
habitantes, de los cuales 554 son hombre y 593 son mujeres. Su grado de marginación es alto 
y el grado de rezago social es bajo (SEDESOL, 2013). Existen 324 viviendas habitadas de 
carácter particular. 
1.3 Características ambientales 
Santa Ana Coatepec tiene un clima semicálido subhúmedo con lluvias en verano y su 
temperatura varía de los 20° alos 23° (Fig. 4). 
El suelo sobre el que se asienta Santa Ana Coatepec, según INEGI, es Fluvisol, un suelo 
utilizado para la agricultura por su gran fertilidad y cercano a la zona también hay Feozem 
haplico y Rendzina (Fig. 5). El tipo Feozem se forman a partir del material que lo subyace y 
24 
 
está constituidos por una capa superficial de color oscuro rica en materia orgánica, la cual 
está sobre un horizonte de acumulación de arcilla (INEGI, 1997). 
Pertenece a la provincia fisiográfica del Eje Neovolcánico, que es un sistema montañoso a lo 
largo de los paralelos 19° y 20° N, que marca el extremo meridional de la Altiplanicie 
Mexicana separándola de la Depresión del Balsas, que incluye las máximas elevaciones del 
país, formadas por volcanes como el Pico de Orizaba, el Popocatépetl, el Iztaccíhuatl, el 
Nevado de Toluca, la Malinche, el Nevado de Colima, el Tancítaro, el Tláloc, el Cofre de 
Perote, entre otros. Ésta presenta una morfología conformada por derrames de lava poco 
intemperizados, lo que favorece que el substrato sea tan permeable que no se desarrollan vías 
de drenaje superficial ni siquiera en pendientes pronunciadas (Ortega, 1978). Dentro de dicha 
provincia se encuentra la subprovincia Lagos y Volcanes de Anáhuac, cuyo territorio se 
localiza en la capital de la República y en Pachuca, Toluca, Tlaxcala, Puebla y Cuernavaca; 
integrada por grandes sierras volcánicas, amplias llanuras y vasos lacustres en su gran 
mayoría (INEGI, 1997). 
 
 
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Figura 3. Mapa de la ubicación de Santa Ana Coatepec, municipio de Huaquechula en el Estado de Puebla. 
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28 
 
 En cuanto a su hidrología, el río Nexapa pasa junto a la localidad (Fig. 6), éste desciende de 
la Sierra Nevada al igual que el río Atoyac-San Martín Texmelucan y un sistema de canales, 
ambos pertenecen a la cuenca del Río Atoyac, que se localiza al este de del Estado de México, 
y tiene una superficie de 0.38% del área estatal, colindando al norte y al oeste con la cuenca 
del río Moctezuma y se interna en el estado de Tlaxcala, y al este y sur se extiende a los 
estados de Puebla y Morelos. El drenaje es de tipo dendrítico, conformado por corrientes de 
tipo perenne e intermitente. El rio Atoyac es el principal afluente que integra al Balsas, cuyo 
origen son los deshielos que descienden de altitudes del orden de los 4 000 m, del flanco 
oriental del volcán Iztaccíhuatl en los límites de los estados de México y Puebla (INEGI, 
2009). 
 
Figura 6. Mapa de la hidrología en Santa Ana Coatepec. 
29 
 
1.4 Geología regional 
Santa Ana Coatepec se encuentra asentada sobre lo que en la carta geológica E14 B52 (Fig. 
7) se puede identificar como depósitos de lahar, cubren el 70% de la carta geológica; y están 
constituidos por depósitos caóticos de clastos de andesita y basalto con estructura 
pseudoestratificada a masiva, donde los clastos están soportados por una mesostasis tobácea 
ligeramente soldada, además se observa lutita y pumicita, que por relaciones de campo se le 
asigna edad del Cuaternario, pues en general cubre, discordantemente, a las unidades de roca 
prexistentes (SGM, 2014). Sin embargo, es importante mencionar que a sus alrededores se 
encuentran presentes otros tipos de litologías. 
La formación Morelos, que puede observarse en la SE de la figura 7, está conformada 
principalmente por caliza de estratificación delgada a masiva, de 0.20 a 4 m de espesor, a la 
cual se le observan vetillas y fracturas rellenas por calcita con microfauna y macrofauna, 
líneas estilolíticas, escaso pedernal de color gris claro, estructura kárstica producto de 
disolución, y en partes, muy recristalizada (SGM, 2014). Su edad con base en el contenido 
faunístico se ubica en el Albiano-Cenomaniano. Con la formación Balsas y los lahares los 
contactos son discordantes, y concordantes con la formación Mexcala, que aflora de manera 
restringida en el sector sureste; conformada por lutita y arenisca con niveles calcáreos. La 
lutita forma paquetes de 2 a 40 cm de espesor, con algunas vetillas de calcita, presenta intenso 
clivaje y estructuras en lápiz, fuerte deformación, e intercalación de niveles calcáreos. La 
arenisca, en capas de 10 a 20 cm de espesor, constituida principalmente por granos de cuarzo, 
con algo de feldespato, calcita y minerales arcilloso, soportados en matriz arcillo-arenoso, 
con cementante calcáreo y densidad moderada de fracturas; dicha composición litológica está 
presente en la población de San Lorenzo Tajonar (SGM, 2014). 
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De la Faja Volcánica Transmexicana, al norte de la población se localiza el cerro Guadalupe, 
compuesto por una brecha volcánica dacítica, al igual que el cerro Chiquihuite; su estructura 
es conformada por flujos de andesita y brechas volcánicas dacíticas y andesíticas, a la que se 
le asigna edad Plioceno-Holoceno, considerando su contemporaneidad a los eventos que 
originaron los volcanes Popocatépetl, Sierra de Chichinautzin e Iztaccíhuatl; sus relaciones 
con las unidades que cubre son discordantes, y con el lahar se considera concordante y 
erosivo por los constituyentes que éste presenta (SGM, 2014). 
El basamento del área estudiada se encuentra dentro del Complejo Acatlán, comprende al 
Subgrupo Petlalcingo y al Subgrupo Acateco. El resto del Complejo Acatlán lo forman tres 
unidades graníticas que intrusionan a las anteriores. La expresión fisiográfica de dicho 
Complejo se caracteriza por lomeríos con un perfil suave y una amplia distribución, esto se 
explica porque, por mucho tiempo ha estado sujeto a largos periodos de erosión, y a que su 
litología es cuarzo-feldespática, impermeable y de grano fino. El Complejo Acatlán aflora al 
oeste, en el área de Los Reyes Metzontla, y al suroeste de La Compañía. Este complejo se 
originó por la deformación y polimetamorfismo asociados a un evento de colisión continental 
hace al menos 391 Ma; las rocas fueron metamorfizadas en condiciones de bajo a alto grado, 
y sufrieron otro evento de deformación aproximadamente hace 354 Ma (Ortega, 1978). 
1.5 Importancia de los depósitos producidos por la actividad del volcán 
Popocatépetl en la composición del suelo contenido en la cuenca de Atlixco. 
El volcán Popocatépetl (5,452 msnm) es el segundo pico más alto de México. Se encuentra 
incluido en la porción central del Cinturón Volcánico Trans-Mexicano, 70 km hacia el SE de 
la Ciudad de México y 45 km al W de la Ciudad de Puebla (Arana-Salinas, 2011). “Desde 
1895, Aguilera y Ordóñez identificaron al Popocatépetl como un estratovolcán con un cráter 
truncado, compuesto por una alternancia de depósitos piroclásticos y lavas de composición 
andesítica de hiperstena y hornblenda” (Macías, 2005). 
Las erupciones plinianas del Popocatépetl desde tiempos prehispánicos han afectado los 
asentamientos humanos alrededor del volcán, ya sea directamente con la generación de flujos 
incandescentes y el emplazamiento de gruesosespesores de material caliente de pómez y 
ceniza, o indirectamente con la generación de lahares, que inundaron extensas áreas situadas 
en la cuenca de Puebla (Siebe et al., 1996a, 1996b, citado en Macías, 2005). Las últimas tres 
32 
 
erupciones plinianas del Popocatépetl coinciden con eventos importantes de la historia de 
Mesoamérica: La erupción ocurrida hace 5 000 años (3195-2830 a. C.) coincide con la fecha 
3114 a. C. del inicio del Calendario Mesoamericano, la erupción que ocurrió hace 2 150 años 
(800-215 a. C.) coincide con la transición Preclásico al Clásico de la arqueología mexicana 
y la última, ocurrida hace 1 100 años (675-1095 d. C. probablemente 823 d. C.), también 
coincide con la transición de los periodos Clásico al Posclásico (Macías, 2005). 
Según la estratigrafía de las últimas tres erupciones, iniciaron su actividad con emisión de 
poca ceniza y pequeños flujos piroclásticos, posteriormente se presentaron explosiones 
freatomagmáticas, y los flujos que resultaron de dichas explosiones, se extendieron de forma 
radial a grandes velocidades por las laderas del volcán, lo que culminó en una fase 
paroxísmica con el surgimiento de una gran columna pliniana, caída de piedra pómez y el 
emplazamiento de flujos piroclásticos al colapsarse la columna (Fig.8). La vegetación 
alrededor del volcán sufrió afectaciones al igual que la red hidrográfica, la cual quedó 
cubierta por los materiales emitidos. 
33 
 
 
Figura 8. Columna estratigráfica compuesta del Volcán Popocatépetl de las erupciones plinianas más jóvenes: 
la erupción Pómez Lorenzo de 2,150 años A.P (fases Pre-Pliniana, Pliniana y efusiva) y la erupción Pómez 
Rosa, cuya edad se traslapa desde los 1350, 1200 y 800 años A.P., que consta de varios miembros 
representados por cuatro secuencias de depósitos piroclásticos (piedra pómez de composición intermedia). 
Arana-Salinas et al. (2017). Capítulo I, Estudios Geológicos. Monografías (22) Memoria Técnica del mapa de 
peligros del volcán Popocatépetl. Recuperado el 23 de noviembre de 2018, de 
http://www.geofisica.unam.mx/assets/monografias22.pdf 
 
34 
 
Al término de las erupciones se generaron tormentas que produjeron voluminosos lahares 
(corrientes de lodo y ceniza) en las laderas del Popocatépetl y el Iztaccíhuatl, donde varios 
km³ de material no consolidado y fragmentado habían sido depositados por la erupción. Lo 
anterior se debió a que los vientos predominantes durante la erupción soplaron desde el oeste 
y el suroeste lo que ocasionó que la columna pliniana se desviara hacia el este y noreste. Los 
lahares inundaron toda la cuenca de Puebla drenada por el río Atoyac, y afectaron de manera 
significativa los valles de Atlixco y Cuautla (Siebe et al., 1996 citado en Franco-Ramos et 
al., 2017). 
El evento pliniano del Volcán Popocatépetl conocido como pómez Lorenzo, está fechado en 
~2,150 años A. P. (Siebe et al., 1995, 1996 a, b, citado en Franco-Ramos et al., 2017), lo cual 
coincide con el periodo del Preclásico, dentro del cual se desarrolló en diversas fases 
eruptivas de diferente tipología. Su secuencia de depósitos permite plantear como fue la 
dinámica y evolución de la erupción que inicia con una explosión que generó diversas oleadas 
piroclásticas. A medida que transcurre el tiempo la energía de la erupción se incrementa y se 
genera una explosión de mayor magnitud que indujo el ascenso de una columna pliniana, la 
cual probablemente alcanzó altitudes alrededor de los ~20 km. 
Como producto de lo anterior, se generó un depósito de caída de pómez y ceniza de 
coloración anaranjada, con espesores máximos en zonas proximales y que se distribuyó hacia 
el E del cráter. El área afectada por los depósitos de caída de esta erupción se estima en 240 
km². Esta erupción finaliza debido a la desgasificación del magma, con la emisión de un flujo 
de lava andesítica-dacítica, denominado flujo de lava Nealtican. Este flujo no nace en el 
cráter central, sino que es fisural y se origina en la ladera NE, a 4,000 msnm, en un punto 
ubicado sobre la falla de dirección SW-NE que cruza el volcán. El derrame de lava fluyó 
hacia el NE-E y finalmente hacia el S, alcanzando distancias máximas de 18 km y espesores 
43 m de espesor en promedio. El flujo de lava inundó un área de 90.6 km² y se estima que 
tiene un volumen de 3 km³ (Panfil et al., 1999 citado en Franco-Ramos, 2017). 
Dicho flujo aísla dos montículos del relieve preexistente correspondientes a “hummocks” del 
depósito de avalancha Mayorazgo, en la cima de los cuales se hallaron restos arqueológicos 
que indican la realización de actos ceremoniales. Es en estos lugares y en los bordes y frente 
del flujo donde pudo observarse que la lava reposa directamente sobre el depósito de caída 
35 
 
de la “Pómez Lorenzo”, sin que se observe el desarrollo de paleosuelo o depósitos 
retrabajados entre ellos. Sobreyaciendo la lava, en diversos lugares de la superficie del flujo, 
se identificaron los depósitos de pómez de caída de color rosa de la erupción “Pómez Rosa”. 
Actualmente, en todo el largo del frente de lava, desde los pueblos de San Buenaventura 
Nealtican hasta Atlimeyaya, se observan canteras de roca, donde se explota manualmente la 
andesita, para usos industriales y de mobiliario urbano. La erupción pliniana “Pómez 
Lorenzo” fue una de las erupciones más destructivas ocurridas durante el Preclásico en 
México, tal como se ha documentado en registros estratigráficos y arqueológicos, que indican 
un fuerte impacto social y ambiental (Siebe et al., 1996 a, 1996 b; Panfil et al., 1999, citado 
en Macías, 2005). 
Las ruinas de diversos sitios arqueológicos en el Valle de Puebla se encuentran asentadas 
sobre cerros pequeños que sobresalen de las planicies del valle, conformadas casi en su 
totalidad por depósitos de lahar. Los antiguos habitantes del lugar observaron cómo los 
lahares que bajaban de los volcanes destruían sus construcciones y campos de cultivo; se 
calcula que la velocidad con la que avanzaban los lahares era mayor a 50 km/h, por lo que 
muchas personas fueron afectadas, sin embargo también hubo sobrevivientes, que tuvieron 
que emigrar, ya que durante muchos años el suelo y el drenaje de la zona quedaron 
inservibles, tanto para asentarse como para la agricultura (Siebe et al., 1996). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
36 
 
Capítulo II 
La arcilla (barro) de las cerámicas de Santa 
Ana Coatepec 
Para realizar este trabajo la metodología que se llevó a cabo fue dividida en tres fases: 1) 
Trabajo de gabinete 2) Difracción de Rayos X (DRX) y 3) Elaboración de láminas delgadas. 
Estas fases son descritas en los siguientes párrafos. 
2.1 Trabajo de gabinete 
Información bibliográfica. 
Se realizó la revisión bibliográfica de textos que contuvieran información acerca de la zona 
de estudio; se consultó información de índole geográfica en los Prontuarios de Información 
Municipal elaborados por INEGI, y geológica en las cartas Atlixco (E14 B52) escala 1:50 
000 y Pachuca (E14-5) escala 1:250 000. La parte histórica y de antecedentes fue consultada 
en textos del INAH, trabajos de Patricia Plunket, principalmente, y trabajos publicados 
previamente por diversos autores. 
Se localizó el pueblo de Santa Ana Coatepec, (municipio de Huaquechula, en el Valle de 
Atlixco, Puebla) en la carta topográfica E14 B52 Atlixco, y en las cartas geológicas 
anteriormente mencionadas, se utilizó también la carta edafológica elaborada por CONABIO 
y la información de mapas de tipo de suelo elaborados por INEGI. Posteriormente se 
elaboraron mapas en los que se muestra sólo la zona de estudio y sus alrededores. Se elaboró 
la cartografía de la zona de estudio, con el programa ArcMap 10.1; el mapa de localización 
de Santa Ana Coatepec, se generó teniendo como mapa base la carta geológica Atlixco (E14 
B52) escala 1:50 000 y para la realización del mapa de la geología de Santa Ana Coatepec y 
sus alrededoresinmediatos (Fig. 7) se utilizó como mapa base la carta geológica de Pachuca 
escala 1:250 000. 
Se trabajaron las muestras cerámicas empleando distintas metodologías. Inicialmente se 
realizó un inventario de estas, así como la descripción escrita de sus características más 
visibles (color, textura, densidad, entre otros), incluido el color y forma de los adornos 
37 
 
(grecas, curvas, etc.) en caso de que existieran. Posteriormente se tomaron fotografías (Fig. 
9). 
2.2 Metodología de Difracción de Rayos X (DRX). 
Para conocer la naturaleza de las fases cristalinas de las muestras cerámicas, se empleó la 
técnica de Difracción de Rayos X (sus siglas DRX). En el análisis DRX, las muestras se 
montaron en un porta-muestras de doble carga para evitar su orientación preferente. No se 
realizaron fracciones orientadas de la arcilla para no perder mucho del material de las 
cerámicas. 
Una muestra de polvo al azar tiene sus cristales dispuestos en todas las orientaciones posibles, 
de modo que siempre habrá un número grande de cristales orientados en forma tal que sean 
capaces de dar máximos de difracción para un grupo de planos determinados. En una mezcla 
de cristales cada especie produce sus máximos de difracción correspondientes a las distancias 
interplanares de cada especie particular. 
Para la selección de las muestras que se analizarían se trató de cubrir todo el espectro en 
existencia de los diversos tipos de cerámica (Loza Anaranjada Pulida, Anaranjada Pintada, 
Atlixco Roja, Atlixco Polícroma, Coatepec Bruñida y Cholula Polícroma). Las características 
que se tomaron en cuenta de las cerámicas fueron aspectos como el color, la densidad y la 
textura, aspectos que pudieran darnos diferencias o similitudes entre ellas para explicar sus 
proveniencias. 
38 
 
 
Figura 9. Ejemplares de los siete tipos de cerámicas que fueron encontradas en Santa Ana Coatepec. Estas 
son: A) y B) Loza Anaranjada, C) Atlixco Roja, D) Anaranjada Pintada, E) Cholula Polícroma F) Coatepec 
Bruñida y G) Atlixco Polícroma. 
 
La técnica de DRX se realizó en el Laboratorio de Difracción de Rayos X, del Instituto de 
Geología bajo la supervisión de la Doctora Teresa Pi Puig. Los pasos a seguir fueron los 
siguientes: Primero se trituraron las muestras de la siguiente manera, se colocó un fragmento 
de cada cerámica en una bolsa plástica nueva, después fue golpeado con un martillo de 
geólogo hasta fragmentar lo más pequeño posible (Fig. 10). Cuando los fragmentos fueron 
39 
 
más pequeños, la molienda se realizó en mortero de ágata (Fig. 11A) para obtener un tamaño 
muy fino. Después de la molienda de cada muestra se pudo observar que algunas de sus 
propiedades, como cambio de color en la cerámica (Fig. 11B). Después de la molienda se 
tamizo el material obtenido de la fragmentación utilizando una malla número 200 (apertura 
de <75micras) hasta obtener el contenido de un tubo de plástico de 60 mg. El siguiente paso 
fue la medición y detección de los elementos químicos presentes, estos se midieron en el 
Difractómetro EMPYREAN equipado con filtro de Ni, tubo de cobre de foco fino y detector 
PIXcel3D, utilizando un porta muestras de aluminio de doble carga. La medición se realizó 
en el intervalo angular 2θ de 5° a 80° en escaneo por pasos con un “step scan” de 0.003° (2 
Theta) y un tiempo de integración de 40s por paso. Después de la medición el equipo genera 
un difractograma por muestra. 
La interpretación se realizó utilizando el software Highscore v4.5 y las bases de datos del 
ICSD (inorganic Crystal Structure Database) y ICDD (international Center for Diffraction 
Data) 
 
Figura 10. Martillo de geólogo con el que se comenzaron a fragmentar las muestras cerámicas dentro de la 
bolsa de plástico. 
40 
 
 
Figura 11: A) Proceso de trituración y molienda de la cerámica y B) Proceso de tamizado de muestras. 
El procesamiento de datos se llevó a cabo con el software del equipo llamado HighScore 
Plus, en el que se anexan los difractogramas obtenidos en el Difractómetro EMPYREAN. En 
las gráficas se marcó el background y se eliminó la Kalfa 2, que es la longitud de onda que 
genera dobles picos, para obtener un patrón de difracción monocromático; posteriormente se 
revisó si los picos coincidían con los que automáticamente se habían generado en la gráfica, 
y se insertaron los faltantes de ser necesario. Finalmente se ajustó la gráfica, de esta forma el 
software realiza una búsqueda en la base de datos de minerales, identificando el contenido 
de estos en el material proporcionado. 
2.3 Metodología en la elaboración de láminas delgadas 
Tratando de tener el estudio más completo se elaboraron secciones delgadas de las cerámicas 
que también fueron utilizadas en el análisis de DRX, además de otras 10 siguiendo los 
mismos criterios de selección. Un total de 25 secciones delgadas fueron realizadas con el fin 
de determinar la mineralogía presente en las diversas cerámicas. 
Las secciones delgadas (laminas delgadas), fueron elaboradas en el taller de laminación del 
Instituto de Geología de la siguiente manera: 
Se cortó con una máquina de disco de diamante (Fig. 12A) un fragmento de las muestras de 
cerámica, posteriormente se adhirió a un portaobjetos con una resina epóxica de 
41 
 
fotopolimerización; una vez fija la muestra se procedió a cortes y desbastes continuos con 
abrasivos de carburo de silicio de distinta granulometría hasta obtener un grosor de 30 micras, 
casi el espesor de una hoja de papel, y como terminado final se pule con liquido de diamante 
para dejar una superficie de espejo. 
 
Figura 12. Material de trabajo para la elaboración de láminas delgadas y petrografía. A) disco de diamante 
con que se cortaron las muestras de cerámica. B) microscopio petrográfico de polarización. 
 
Para poder identificar y estimar cualitativa y cuantitativamente los minerales que se 
encuentran en las pastas de las cerámicas se utilizó la técnica de la mineralogía óptica, para 
la cual se recurrió a un microscopio petrográfico de polarización, perteneciente a la sala de 
microscopios del departamento de vulcanología, del Instituto de Geofísica (Fig. 12B), el cual, 
emite una luz polarizada que pasa a través de los minerales traslúcidos de la lámina delgada 
42 
 
generando efectos de refracción que son particulares para cada mineral y con él se observaron 
sus propiedades asociadas a su estructura interna. 
Con este microscopio se identificaron las diversas fases mineralógicas presentes en las 25 
secciones delgadas de las pastas de las cerámicas. Además, se obtuvieron microfotografías 
que se realizaron con diversos aumentos y filtros (Fig. 13). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
43 
 
Capítulo III 
Resultados y discusión 
3.1 Análisis de láminas delgadas 
Un total de 25 secciones delgadas fueron elaboradas para poder determinar las fases 
mineralógicas presentes en cada una de las muestras seleccionadas (Tabla 1 y 2). Los 
resultados de este análisis son los siguiente: Se encontraron 3 tipos de matriz (material que 
soporta otros materiales más pequeños y menos abundantes), estas son: vítrea la más 
abundante (18), vítrea y óxido (5) y arcillosa (3). 
Los cristales no pasan el centímetro en tamaño, pero el tamaño promedio es de 3 a 5 mm, los 
cristales son subeuhedrales, algunos subredondeados a redondeados. En cuanto a las fases 
mineralógicas contenidas en la muestra en orden de su abundancia son: GDM 1(1) olivinos, 
plagioclasas, cuarzos y óxidos; GDM 1(2) arcilla, plagioclasas, anfíboles; GDM 2(3) 
plagioclasas, cuarzos, piroxenos, óxidos; GDM 2(4) plagioclasa, piroxenos; GDM 6(12) 
arcilla, plagioclasas, calcita, cuarzo, minerales fibrosos; GDM 6(13) plagioclasas piroxenos 
cuarzo; GDM 6(14) plagioclasas, ortopiroxenos, clinopiroxenos, anfíbol; GDM(15) 
plagioclasas, piroxenos, anfíboles; GDM(16) plagioclasas, anfíboles, piroxenos; GDM(17) 
piroxeno,plagioclasa, cuarzo; GDM(18) piroxeno, plagioclasa; GDM(20) anfíboles, cuarzos, 
clinopiroxenos, plagioclasas, ortopiroxenos; GDM(21) ortopiroxenos, clinopiroxenos, 
plagioclasas, olivinos, óxidos (hematitas) ; GDM(23) plagioclasas, piroxenos; GDM(24) 
plagioclasas, piroxenos; GDM(28) piroxenos, plagioclasas, olivino; GDM(29) piroxenos, 
plagioclasas; GDM(30) piroxenos; GDM(31) plagioclasas, piroxenos; GDM(32) 
plagioclasas, piroxenos, óxido; GDM(33) plagioclasas, anfíbol, piroxenos; GDM(35) 
plagioclasas, piroxenos, olivino, óxido GDM(36) piroxenos, plagioclasas, GDM(37) olivino, 
óxido, plagioclasas, clinopiroxenos, anfíbol, ortopiroxenos; GDM(38) anfíbol, 
ortopiroxenos, clinopiroxenos; GDM(39) anfíbol, plagioclasas, piroxenos. Algunas de las 
muestras comúnmente tienen fragmentos de roca de tamaños mayores a 1 mm y estos 
fragmentos sin excepción son redondeados (GDM1(2), GDM2(3), GDM6(12), GDM14, 
GDM18, GDM20). Las descripciones de las características de los cristales en cada sección 
delgada son mostradas en la Tabla 2. 
44 
 
 
Figura 13. Microfotografías de Secciones petrográficas (escala 10X) que pertenecen a las muestras GDM35, 
GDM2(3), GDM2(4) y GDM37, donde se pueden apreciar algunos cristales de minerales como piroxenos, 
anfíboles, plagioclasas (A, E y F). Además, fragmentos de rocas (B y E) se observan redondeados en la matriz 
vítrea. Mientras que en las fotografías C y D se muestra una sección delgada de la muestra GDM37, que posee 
un borde de un color claro (a), mientras que el centro de la cerámica es más oscuro (b), en esta misma foto 
(izquierda) puede verse el límite del borde y del centro en luz paralela, mientras que aplicando el filtro de 
nicoles cruzados este límite apenas es notado (foto D. 
45 
 
Tabla 1. Tabla de datos obtenidos por el método de petrografía de las láminas delgadas. 
 
Muestra Tipo de cerámica 
Fases mineralógicas en 
lámina delgada 
GDM 1(1) 
Loza anaranjada pulida. Muestra 1. Pasta 
suave, engobe anaranjado. 
Olivinos 
Plagioclasas 
Cuarzos 
Óxidos 
GDM 1(2) 
Loza anaranjada pulida. Muestra 2. Pasta 
suave, superficie jaspeada. 
Arcilla 
Plagioclasas 
Anfíboles 
GDM 2(3) 
Loza anaranjada pulida. Pasta suave: 
Superficie jaspeada 
Plagioclasas 
Cuarzos 
Piroxenos 
Óxidos 
GDM 2(4) 
Loza anaranjada pulida. Pasta suave: 
Superficie jaspeada 
 
Plagioclasa 
Piroxenos 
GDM 6(12) 
Loza anaranjada pulida. Muestra 6. Pasta 
compacta 
Arcilla 
Plagioclasas 
Calcita 
Cuarzo 
Minerales fibrosos 
GDM 6(13) Loza anaranjada pulida. Pasta compacta 
Plagioclasas 
Piroxenos 
Cuarzo 
GDM 14 Atlixco roja 
Plagioclasas 
 Ortopiroxenos 
Clinopiroxenos 
Hornblenda (piroxeno) 
GDM 15 Atlixco roja 
Plagioclasas 
 Anfíboles 
Piroxenos 
GDM 17 Atlixco roja 
Plagioclasa 
Piroxeno 
Anfíboles 
GDM 18 Atlixco roja. 
Piroxeno 
Plagioclasa 
Cuarzo 
 
 
46 
 
 
 
Tabla 1. (Continuación). Tabla de datos obtenidos por el método de petrografía de las láminas delgadas. 
 
Muestra Tipo de cerámica 
Fases mineralógicas en 
lámina delgada 
GDM 20 Anaranjada pintada 
Anfíboles 
 Cuarzos 
 Clinopiroxenos 
Plagioclasas 
Ortopiroxenos 
GDM 21 Anaranjada pintada 
Ortopiroxenos 
 Clinopiroxenos 
Plagioclasas 
Olivinos 
Óxidos (hematitas) 
GDM 23 Atlixco roja 
Plagioclasas 
Piroxenos 
GDM 24 Atlixco roja 
Plagioclasas 
Piroxenos 
GDM 28 Anaranjada pulida 
Piroxenos 
Plagioclasas 
Olivino 
GDM 29 Anaranjada pulida 
Piroxenos 
Plagioclasas 
 
Anaranjada pulida Piroxenos 
GDM 30 
GDM 31 Atlixco polícroma 
Plagioclasas 
Piroxenos 
GDM 32 Atlixco polícroma 
Plagioclasas 
Piroxenos 
Hierro 
GDM 33 Atlixco polícroma 
Plagioclasas 
Anfíboles 
Piroxeno 
GDM 35 Cholula polícroma 
Plagioclasas 
Piroxenos 
Olivinos 
Fragmentos de óxido 
 
47 
 
 
Tabla 1. (Continuación). Tabla de datos obtenidos por el método de petrografía de las láminas delgadas. 
 
Muestra Tipo de cerámica 
Fases mineralógicas en 
lámina delgada 
GDM 36 Cholula polícroma 
Anfíboles 
Piroxenos 
Plagioclasas 
GDM 37 Cholula polícroma 
Olivino 
Hierro 
Plagioclasa 
Piroxenos 
Anfíboles 
Ortopiroxenos 
GDM 38 Cholula polícroma 
Anfíboles 
Piroxenos 
Ortopiroxenos 
Clinopiroxenos 
GDM 39 Atlixco roja 
Anfíboles (hornblenda) 
Plagioclasas 
Piroxenos 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
48 
 
Tabla 2. Tabla de la descripción de las secciones delgadas, que incluyen matriz de las pastas, su porcentaje de 
componentes y tamaños de fragmentos. 
 
 
Muestra 
Matriz observada en la petrografía 
(10 x) 
Observaciones complementarias 
acerca de su composición. 
GDM 1(1) 
Compuesta de material calcáreo y 
alrededor de 5% de cristales. Se 
observa color amarillento con puntos 
de óxidos. 
Los olivinos que contiene están 
fragmentados y sus plagioclasas son 
subhedrales. 
GDM 1(2) Arcillosa, de color amarillento. 
Se observaron también fragmentos de 
líticos. 
GDM 2(3) 
80% isotrópica, sumamente fina con 
muchos puntos de óxido. 
Presencia de líticos y muy pocos 
cristales. 
GDM 2(4) 
80% isotrópica, sumamente fina con 
muchos puntos de óxido. 
Muy pocos cristales de plagioclasa y 
piroxenos, son finos. 
GDM 6(12) 
Compuesta de 70% vidrio y menos de 
5% de cristales. 
Presenta líticos. Los fragmentos que 
presenta de plagioclasas son 
subhedrales y sus piroxenos son 
pequeños. 
GDM 6(13) De arcilla, de color amarillento. 
Se observó una parte oscura que está 
compuesta de vidrio. Presenta calcita. 
Sus plagioclasas y cristales son 
subhedrales y muy pequeñas. 
GDM 14 
Compuesta entre 65% y 70% entre 
vidrio y carbonatos. 
Sus cristales son muy finos, 
principalmente las plagioclasas; 
además presenta líticos. 
GDM 15 
Compuesta de pasta carbonatada en las 
orillas y la parte de en medio es de 
vidrio. 
Sus cristales son muy pequeños en 
general. 
GDM 17 
En sus bordes se observan carbonatos y 
vidrios y el centro es puro vidrio. 
Muy pocos fragmentos de líticos. 
GDM 18 Vítrea en su parte central. Contiene fragmentos de líticos. 
GDM 20 
65% vítrea y en la orilla de la lámina se 
observó matriz con carbonatos y hierro. 
Presenta fragmentos de roca. 
GDM 21 
60% isotrópica con coloración rojiza y 
amarillenta de calcita; con mínimo 
porcentaje de vidrio. Con 40% 
contenido de cristales. 
Se observaron óxidos como hematitas 
(euhedrales) en formas cristalinas 
cúbicas y fragmentos de olivinos con 
bordes de reacción. 
49 
 
Tabla 2. (Continuación). Tabla de la descripción de las secciones delgadas, que incluyen matriz de las pastas, 
su porcentaje de componentes y tamaños de fragmentos. 
 
 
 
Muestra Matriz observada en la petrografía (10 x) 
Observaciones complementarias acerca de su 
composición. 
GDM 23 60% vítrea, y 40% cristales. 
Los más abundantes son los cristales pequeños 
sin caras bien formadas y algunos redondeados. 
GDM 24 
70% vítrea, 30% cristales muy pequeños y 
redondeados 
La fase más abundante es la de las plagioclasas. 
GDM 28 60% vítrea. 
Sus cristales presentan caras redondeadas. 
Abundan los cristales más pequeños (35% 
piroxenos y plagioclasas) de 4 mm a menos; 5% 
de la pasta está compuesta de cristales grandes 
(también son plagioclasas y piroxenos). 
GDM 29 75% vítrea y 20% de cristales. 
Sus cristales están muy dañados y presenta tanto 
grandes como pequeños. 
GDM 30 70% vítrea 
Presenta gran abundancia de cristales grandes 
(25% aproximadamente) de hasta 1 cm, son 
piroxenos muy rotos por presión. El resto de los 
cristales son pequeños. 
GDM 31 60% vítrea. 
Con menos de 3% de cristales grandes 
(plagioclasas) y 37% cristales pequeños de 
plagioclasas y piroxenos. 
GDM 32 50% vítrea y 50% con contenido de hierro. 15% de los cristales son grandes 
GDM 33 65% vítrea. 
Algunos de los cristales presentes están muy 
redondeados y otros en fragmentos. Los cristales 
más abundantes son los más pequeños.50 
 
Tabla 2. (Continuación). Tabla de la descripción de las secciones delgadas, que incluyen matriz de las pastas, 
su porcentaje de componentes y tamaños de fragmentos. 
 
 
Muestra 
Matriz observada en la 
petrografía (10 x) 
Observaciones complementarias acerca de su 
composición. 
GDM 35 
Entre 60% y 65% vítrea y cristales 
de piroxenos de hasta 8 mm 
La presencia de cristales grandes es menor (7%) 
y plagioclasas grandes de 7 mm en adelante. 
También se observó pedacería de cristales, 
muchos fragmentados. 
GDM 36 60% vítrea 
Los anfíboles y las hornblendas presentes son de 
0.5mm en su mayoría y de caras completas. 
Cuenta con 10% de cristales grandes, sus 
anfíboles son pequeños. 
Las plagioclasas llegan a medir hasta 7 mm, 
aunque también hay más pequeñas entre 2 a 3 
mm. 
GDM 37 
60% vítrea muy rica en hierro y 
40% cristales. 
Se observó pedacería de olivino de 0.3 mm; 
además de poblaciones de plagioclasas de 0.5 
mm al igual que los piroxenos, entre éstos 
últimos observamos ortopiroxenos. La muestra 
presenta inclusiones de hierro en piroxenos 
formando golfos. Los cristales más abundantes 
son las plagioclasas; y la presencia de anfíboles 
es muy leve. 
GDM 38 
Vítrea en 60% a 65%, constituida 
por plagioclasas de tamaños hasta 
de 8 mm, anfíboles, y piroxenos de 
los cuales se pueden distinguir 
ortopiroxenos y clinopiroxenos. 
Las estructuras de los cristales están muy bien 
conservadas. Los cristales grandes son un 10% y 
lo restante es de cristales pequeños. 
GDM 39 
70% vítrea y 30% fragmentos de 
cristales. 
El material es de lodo tomado de la región, 
cercano a una fuente volcánica lo cual se puede 
asegurar porque los cristales tienen caras bien 
formadas y no se ve transporte alguno. Se 
observa presencia de plagioclasas (algunas con 
tamaños de 0.8mm), anfíboles como la 
hornblenda de 4mm y piroxenos; mientras que 
los otros cristales son menores a 5 mm; así como 
la presencia de otras rocas. 
 
51 
 
3.2 Análisis de DRX 
De acuerdo con los datos y gráficos obtenidos de la difracción se clasificaron en 3 grupos los 
resultados. Tipo 1, muestras con 4 minerales y un mineral variante; Tipo 2, muestras con más 
de 4 minerales y un par de minerales variantes y Tipo 3, muestras con 3 minerales y una 
variante mineral. En general poseen fases minerales coincidentes, de tal manera que para las 
muestras de estudio Tipo 1 se observan los siguientes minerales: calcita, cuarzo e illita (como 
las fases de minerales predominantes) y un mineral variante que pudiera ser la gelhenita, 
albita y anortita. Por otro lado, en el grupo Tipo 2, observamos muestras con mayor número 
de fases minerales (4 a 6), donde las fases comunes son anortita, andesina, cuarzo, tridimita 
y actinolita y las variantes en el grupo son la albita, sanidino, illita y mica. Este grupo está 
representado por las gráficas de la figura 15e (muestra GDM 15), 15f (muestra GDM 17), 
16g (muestra GDM 18), 16h (muestra GDM 20) y 16i (muestra GDM 24). Por último, en el 
grupo del Tipo 3, se presentan gráficos con 2 minerales que son comunes entre el grupo y 
hasta cinco fases minerales variantes, estos están representados en las siguientes figuras: 
Gráficos de la figura 17j (muestra GDM 25), 17k (muestra GDM 29) y l7 l (muestra GDM 
32), Figura 18 Grafico 18m (muestra GDM 37), Fig.18n (muestra GDM 38) y Fig.18 O 
(muestra GDM 39). 
Se generó también la Tabla 3, donde se puede observar con mayor detalle el contenido 
mineral obtenido por DRX para cada muestra. Y así, con base en dichos resultados se 
analizarán los grupos cerámicos y se discutirá la pertenencia de cada muestra a su 
clasificación. 
52 
 
 
 
Figura 14. Difractogramas de las muestras DRX1 (GDM 1(1)); b) DRX2 (GDM 2(3)) y; c) DRX3 (GDM 6(12)). 
Los símbolos de colores representan las fases minerales presentes en la cerámica. 
53 
 
 
 
Figura 15. (Continuación), d) Difractograma de la muestra DRX4 (GDM 6(13)), e) Difractograma de DRX5 
(GDM 15) y f) Difractograma de DRX6 (GDM 17). Los símbolos de colores representan las fases minerales 
presentes en la cerámica. 
54 
 
 
Figura 16. (Continuación), Difractogramas de g) es la gráfica perteneciente a la muestra DRX7 (GDM 18), h) 
Difractogramas de DRX8 (GDM 20) y i) Difractogramas de DRX9 (GDM 24). Los símbolos de colores 
representan las fases minerales presentes en la cerámica. 
 
55 
 
 
Figura 17. (Continuación), j) Difractogramas de DRX10 (GDM 25), k) Difractogramas de DRX11 (GDM 29) 
y l) Difractogramas de DRX12 (GDM 32). Los símbolos de colores representan las fases minerales presentes 
en la cerámica. 
56 
 
 
 
Figura 18. Gráficos con resultados de DRX, donde m) es la gráfica perteneciente a la muestra DRX13 (GDM 
37), n) es DRX14 (GDM 38) y o) es DRX15 (GDM 39). Los símbolos con el contenido de minerales se 
relacionan con su color. 
57 
 
Tabla 3. Contenido mineral obtenido por DRX para cada muestra. 
Muestra 
Clave de muestra 
DRX 
Fases mineralógicas en DRX 
GDM 1(1) DRX 1 
Cuarzo 
Mica-illita 
Calcita 
Gehlenita 
GDM 2(3) DRX 2 
Plagioclasa de composición intermedia 
Cuarzo 
Calcita 
Gehlenita 
GDM 6(12) DRX 3 
Plagioclasa de composición 
intermedia 
Cuarzo 
Mica-illita 
GDM 6(13) DRX 4 
Plagioclasa de composición 
intermedia 
Cuarzo 
Mica-illita 
GDM 15 DRX 5 
Plagioclasa de composición intermedia 
Feldespato Potásico 
Cuarzo 
Anfíbol tipo actinolita o similar 
Mica-illita 
Tridimita 
GDM 17 DRX 6 
Plagioclasa de composición intermedia 
Cuarzo 
Anfíbol tipo actinolita o similar 
Tridimita 
GDM 18 DRX 7 
Plagioclasa de composición intermedia 
Cuarzo 
Anfíbol tipo actinolita o similar 
Mica-illita 
Tridimita 
GDM 20 DRX 8 
Plagioclasa de composición intermedia 
Cuarzo 
Anfíbol tipo actinolita o similar 
Mica-illita 
Tridimita 
 
58 
 
Tabla 3. (Continuación). Contenido mineral obtenido por DRX para cada muestra. 
Muestra 
Clave de muestra 
DRX 
Fases mineralógicas en DRX 
GDM 25 DRX 10 
Plagioclasa de composición intermedia 
Anfíbol tipo actinolita o similar 
Tridimita 
GDM 29 DRX 11 
Plagioclasa de composición intermedia 
Cuarzo 
Mica-illita 
GDM 32 DRX 12 
Plagioclasa de composición intermedia 
Anfíbol tipo actinolita o similar 
Tridimita 
GDM 37 DRX 13 
Plagioclasa de composición 
intermedia 
Cuarzo 
Anfíbol tipo actinolita o similar 
GDM 38 DRX 14 
Plagioclasa de composición 
intermedia 
Anfíbol tipo actinolita o similar 
Mica-illita 
Tridimita 
GDM 39 DRX 15 
Plagioclasa de composición 
Intermedia 
Anfíbol tipo actinolita o similar 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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3.3 Discusión 
Inicialmente la hipótesis era cada una de las cerámicas encontradas en el estanque eran de 
distinta composición mineral, que existían depósitos de los que extraían las arcillas y que no 
eran elaboradas sólo con las arcillas de dicha localidad. Sin embargo, posteriormente a la 
realización de las técnicas de DRX y petrografía, la revisión de la carta geológica Atlixco 
E14 B52, así como la consulta bibliográfica con trabajos previos de la zona de estudio, se 
presentan los siguientes argumentos para re-evaluar la hipótesis. 
Dado que existe una estrecha relación entre el material parental como factor formador del 
suelo, y la petrología y la mineralogía de éste, se realizó una comparación de los minerales 
contenidos en las pastas de las cerámicas para poder establecer su proveniencia dependiendo 
del contenido mineral de los suelos en Santa Ana Coatepec y sus alrededores. 
De acuerdo con Porta y colaboradores (2003), cuando se intentar relacionar la formación de 
un suelo y el material del que procede, debe ser tomado en cuenta el tipo de roca, su 
comportamiento frente a los fluidos, los productos a que puede dar lugar al intemperizarse y 
las condiciones de medio, en especial, el régimen de humedad, el de temperatura y las 
condiciones de drenaje. 
El material parental conformado de rocas ígneas está compuesto

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