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1 UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE ECONOMÍA LAS CONDICIONES ECONÓMICO-POLÍTICAS QUE PROPICIARON EL SURGIMIENTO DEL REALISMO DURANTE EL SEGUNDO IMPERIO DE FRANCIA (1852 – 1870). ESTUDIO DE CASO: GERMINAL DE ÉMILE ZOLA TESIS PARA OBTENER EL TÍTULO DE LICENCIATURA 0045N ECONOMÍA PRESENTA: MURILLO LOEZA MICHE CECILIA DIRECTORA DE TESIS: MTRA. LOURDES CAROLINA HERNÁNDEZ CALVARIO CIUDAD UNIVERSITARIA, CD. MX. MAYO 2018 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 CONTENIDO INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………..3 CAPÍTULO I…………………………………………………………………………10 1.1 La historia del hombre…………………………………………………11 1.2 Arte…………………………………………………………………………..19 1.3 Realismo……………………………………………………………………29 1.4 Vanguardismo……………………………………………………………34 CAPÍTULO II………………………………………………………………………..39 2.1 Prontuario de la historia de la Revolución Francesa……….41 2.2 Los Termidorianos……………………………………………………..59 2.3 Napoleón Bonaparte………………………………………………….67 2.4 caída del Imperio Napoleónico…………………………………...73 2.5 La Restauración de los Borbones……………………….……….80 2.6 La monarquía de julio……………………………………….………84 2.7 La Revolución de 1848……………………………………….…….87 2.8 Napoleón III……………………………………………………..…….92 CAPÍTULO III…………………………………………………………………97 3.1 Émile Zola. Esbozo Biográfico………………………………...99 3.2 Influencia Económica en Germinal……………………..…105 3.3 Huelga Real de los mineros ingleses en 1893………..148 3.4 La huelga de Cananea, México, 1906………………….…156 3.5 Pasta de Conchos 2006………………………………………..159 CONCLUSIONES………………………………………………………………163 BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………………..169 RECURSOS ELECTRÓNICOS……………………………………………….170 3 INTRODUCCIÓN Nuestra investigación, las “condiciones económico-políticas que propiciaron el surgimiento del realismo durante el Segundo Imperio de Francia (1852 - 1870). Estudio de caso: Germinal de Émile Zola”, parte de la pregunta sobre qué es el arte, especialmente la literatura, al responderla se evidenció que toda producción artística se encuentra influenciada de ciertos aspectos económicos que permiten su existencia. Para nosotros, entonces, el contexto, en este caso el económico, influye directamente en la vida del artista y en la obra misma, además que otorga la posibilidad de leer las grandes obras no sólo como un relato ameno y ajeno, sino como lecturas adicionales a las económicas que, por sus propias características, permiten tener una visión más amplia sobre los fenómenos. Entender un tema como el Segundo Imperio es posible a través de los personajes de Zola, los cuales reflejan las consecuencias de la crisis social y económica durante la caída del imperio de Napoleón III, crisis que se manifiesta en los hogares de los mineros que sufren las relaciones económicas y sus múltiples efectos en la sociedad. Y aunque el factor económico, desde luego, no es el único que influye en la creación de los artistas y de las grandes obras (pues existen 4 muchos más como el político, social, cultural, psicológico, etcétera), para los fines de nuestra investigación éste, el económico, se presenta como el de mayor relevancia. Ahora bien, para entender aquello que se trabajó durante ésta investigación, es necesario partir desde un punto ideológico en el que se considera que todo está influenciado por su contexto histórico. Es decir, para nosotros, el hecho de que Zola haya tenido carencias económicas, experiencias vitales dentro de las minas y huelgas, así como su lectura de autores como Karl Marx y Bakunin, además del hecho de encontrarse en Francia durante enfrentamientos políticos y económicos (muy comunes debido a la crisis industrial que se vivía y el despilfarro del Gobierno), permitió que él fuera capaz de construir juicios a partir de valores específicos que le permitieron crear sus grandes obras literarias. Claro es que esto no significa, en ningún momento de nuestro estudio, que nosotros busquemos negar la indudable genialidad y elocuencia del escritor, por el contrario, lo único que deseamos es comprender al artista y sus obras desde un punto más real y completo. Es fundamental entender mejor los problemas económicos de la historia, estudiarlos como problemas sociales y no como meros números e índices, una lectura economicista limita al lector y le impide poder entender la realidad y, en consecuencia, le impide también eludir los errores del pasado. Desde los límites del economicismo, no se considera a la historia como parte de las personas, sino que se trata sólo de relatos lejanos e indiferentes. En este mismo sentido, y de forma complementaria, esta investigación surgió de la necesidad de descartar aquellas corrientes que plantean al artista desde la perspectiva absoluta del genio nato pues si consideramos que además del genio los artistas se ven influidos por su época, cada obra resultará más maravillosa y se comprenderá de mejor manera. 5 El interés profesional de esta tesis, para decirlo de otro modo, se encuentra en intentar hacer economía de una forma distinta, pues la experiencia nos indica que no funciona lo que hemos venimos desarrollando: las complicaciones que surgieron desde hace 200 años, las seguimos padeciendo hoy en día. Esto se debe, según nosotros, al hecho de que algunas teorías se separan tanto de la realidad y aíslan la economía de las demás ciencias y de las personas, que terminan por ser inaplicables a lo real y, en el peor de los casos, crean las peores crisis económicas, sociales y políticas. Necesitamos, entonces, hacer ciencia para las personas y el bienestar de todos, lo cual sólo se puede lograr entendiendo cada momento en su totalidad, y las obras literarias, precisamente, pueden aproximarnos a este objetivo. Ahora bien, para el presente estudio se eligió Germinal de Émile Zola, porque en esta obra se plasma de manera evidente la influencia de la economía, ya que después de la industrialización francesa, el abandono de la madera como fuente energética principal, las condiciones laborales lamentables y la crisis económica en toda Europa, se crearon la condiciones de levantamientos obreros y, a la postre, la creación misma de la Primera Internacional. Todos estos son puntos que se tocan de forma profunda en Germinal, y sus personajes introducen al lector en el año de 1869, dejando ver con ello su forma de vida y los principales problemas sociales y económicos que padecen, logrando con ello, de forma más cruda, entender las consecuencias prácticas del capitalismo en la vida de las personas. En este sentido, los objetivos principales de nuestro trabajo consisten en: a) demostrar la interacción recíproca y permanente de las esferas económica y del arte en la creación artística del hombre, esto con el fin de abandonar la idea de la genialidad como factor determinante del arte; b) esclarecer el surgimiento del 6 realismo como creación humana bajo ciertas condiciones económicas y artísticas, pues creemos que el realismo, a su vez, es producto de su contexto histórico- económico; por último, c) queremos develar la influencia de los aspectos económicos en la obra Germinal de Zolá, esto por medio de la investigaciónde las principales variables económicas de Francia durante el Segundo Imperio y su relación con la obra. Dentro del capítulo I de nuestra tesis es posible entender mejor el marco teórico y la metodología de nuestro trabajo, ya que se expone en un primer momento cómo debemos considerar la historia y cómo entenderla, y después se intenta que el lector comprenda la importancia de la historia como parte de la vida de cada persona y de la humanidad. Además, se expone con mayor claridad la influencia de las distintas esferas de la vida (económica, política, cultural, social, etcétera), las cuales se co-determinan constantemente para la creación de la realidad, se ve como la relación permanente de diversos factores. Por otro lado, el siguiente subtema de nuestro primer capítulo, busca explicar qué es el arte, el cual, según nuestra interpretación, se define como: Aquel trabajo libre que tiene la capacidad de organizar estéticamente una multiforme presencia de factores extra estéticos, en donde podemos observar no sólo las relaciones humanas generales sino a su vez representaciones singulares de su realidad, sus aspectos esenciales y aparenciales. Ahora bien, con las explicaciones que se dan en los subtemas uno y dos del capítulo primero, es posible entender mejor el siguiente apartado (el subtema tres), en el cual se explica qué es el Realismo y cómo es que hay que entender este movimiento artístico. Esto lo logramos gracias a una serie de ejemplos con los que buscamos esclarecer el hecho de que el realismo es el resultado directo de los factores económicos, sociales y políticos, principalmente, y que este movimiento, 7 dadas sus características, sólo pudo surgir en Francia en la primera mitad del siglo XIX. Por último, en el subtema cuatro, se otorgan ejemplos de lo que no es el Realismo (El Vanguardismo, Naturalismo y otras mal interpretaciones modernas del Realismo que desde su centro se contradicen), esto con el objetivo de que el error esclarezca el acierto. En el Capítulo II se presenta el contexto histórico político de Francia, desde la Revolución Francesa hasta el Segundo Imperio. En esta parte del trabajo comenzamos a explicar los problemas por los que se enfrentaba Francia desde la Revolución de 1789, momento que desató, con mayor fuerza, los acontecimientos venideros, pues es aquí cuando el pueblo comienza a participar de manera más activa en la política, en las calles y en el enfrentamiento físico, con tal de obtener libertad, igualdad y fraternidad. Lo que provocó el surgimiento de un movimiento artístico que plasma toda aquella desilusión, tragedia de la época y esperanza por algo mejor. Todas las complicaciones y los distintos enfrentamientos físicos, el arrebato del triunfo de las masas por la burguesía, la implementación de políticas que permitieron hacer de Francia todo un Imperio, la toma del poder de un estratega militar que conquistó casi toda Europa, entre muchas cosas, facilitaron la industrialización francesa, la creación de una masa proletaria significativa y la explotación de la misma. Con lo anterior en mente, no resulta para nada extraño que Germinal, una obra realista, trate el tema de la huelga minera, la sofocación del movimiento y el atropellamiento de los derechos de los mineros y sus familias, terminando con el derramamiento de sangre y la germinación del odio de clase y el deseo de venganza en toda la población. Por último, el capítulo III comienza con una pequeña biografía de Émile Zola, de su infancia, sus carencias, su preparación escolar, de la influencia de su íntimo amigo Giard, de sus experiencias dentro de las minas y siendo parte de 8 huelgas. Se intentan explicar sus experiencias vitales para entender cómo y por qué simpatiza con la clase obrera y su continuo interés por contar sus historias. En el segundo subtema, se hace una relación de Germinal y de la economía en Francia en el Segundo Imperio, para lo cual se intentó relacionar los relatos de la obra con algunas variables económicas con el fin de sustentar nuestra hipótesis: las condiciones económicas mantienen gran influencia en el surgimiento del realismo en la literatura francesa, reflejándose de manera puntual en la obra de Emilio Zolá, Germinal. Nuestro objetivo fue, entonces, ofrecer una interpretación “más real”, pues las experiencias relatadas en la obra coinciden plenamente con la realidad de Francia y de Europa, así que lo que aparentemente era un relato ficticio aparece fundamentado en la realidad misma, así que, si bien, es cierto que dichos personajes propiamente no existieron, queda claro que la novela relata situaciones similares a las que efectivamente vivieron muchos franceses en esa época, es una denuncia de las condiciones inhumanas que se sufren bajo un sistema económico voraz. En el siguiente subtema de nuestro último capítulo, se ofrece el ejemplo de una huelga de mineros ingleses que, no por coincidencia, es muy similar a la relata en Germinal: ambas huelgas estallan por la baja del salario y las malas condiciones laborales; pero mientras que en Germinal la huelga duró dos meses y medio, la de los ingleses se prolongó hasta cuatro meses. En este sentido, fue gracias a La Huelga de los mineros ingleses de 1893, texto de Rosa Luxemburgo1, que fue posible aproximarnos a la realidad de las huelgas de la época y entender, así, de forma más amplia, por qué las huelgas francesas fracasaron, lo que nos permitió entender por qué la de Germinal también fracasó. Además, también ofreceremos el ejemplo de una huelga mexicana, la huelga de Cananea, la cual, si bien 1 Rosa Luxemburgo. La Huelga de los mineros ingleses. Sprawa Robotnicza, París, nov-dic. 1893. 9 responde a otro momento histórico y a otro espacio, la problemática y el trato a los mineros es el mismo. Se expone este ejemplo, por lo demás, con la finalidad de hacer entender que la explotación de los mineros y el trato hacia éstos, es el mismo a través del tiempo y el espacio, lo que evidencia uno de los principales problemas del sistema capitalista. Por último, ofrecemos el ejemplo de la mina 8 de Pasta de Conchos, con el objetivo de entender las complicaciones y malas condiciones de las minas en la época contemporánea. No sabemos, claro está, si una huelga hubiera evitado la tragedia y si, en consecuencia, esos 63 hombres no estarían ahora sepultados en las entrañas de la mina, pero es claro que no puede continuar de este modo el trato hacia la clase trabajadora. A casi dos siglos de los levantamientos obreros en busca de una mejor vida, y después de tanta muerte por las lamentables condiciones laborales, nuestras sociedades siguen permitiendo estos atropellos. El valor de la vida no ha cambiado en ese sentido, incluso los logros obtenidos por el levantamiento de algunos hombres se han perdido paulatinamente. Parece, pues, que no ha habido un progreso real en ese sentido. Y nuestro trabajo, de alguna forma, pretende ser también una denuncia ante este hecho. 10 CAPÍTULO I 11 1.1 LA HISTORIA DEL HOMBRE Para poder comprender la siguiente investigación es necesario partir de una concepción muy específica de la historia que posibilite un conocimiento amplio y sencillo. Dicha concepción, para nuestro entendimiento, es que la historia es aquella ciencia que permite develar la vida humana en el tiempo, entendiendo al hombre como ser social influenciado por muchos y diversos factores. Es decir, la historia permite entender la vida del hombre, con todo lo compleja que ésta es, y los factores que intervienen en ella, tales como: la economía, política, cultura, entre otros, todos los cuales determinan de alguna manera ciertas conductas, acontecimientoso posibilidades presentes en un momento específico. La importancia de esta forma de ver la historia, para nosotros, radica en entender el pasado como mecanismo para entender el presente, pero no sólo como acontecimientos que nos han traído hasta donde nos encontramos, sino también como los acontecimientos que debemos dejar atrás para emprender una nueva vida, una nueva etapa o momento de la historia, sin olvidar lo que un día fuimos y viendo hacia lo que queremos ser. 12 Un ejemplo para esclarecer lo anterior nos lo otorga Herbert Marcuse 2 cuando nos explica cómo la Ciudad-Estado griega aparece como lo universal y da su significación a los acontecimientos o a los individuos, que son lo particular, pues las cualidades de una persona son identificadas, en parte, por su universalidad, es decir, una persona puede empezar a ser comprendida en tanto se le comprende como un ciudadano griego (o romano, mexicano, estadounidense, etc.)3. Esto no quiere decir que la vida de un individuo está condicionada sólo por el mero hecho de ser ciudadano griego, pero el ser griego, por lo menos, marca de algún modo su tipo de vida, su entendimiento y su forma de reproducción social. Para decirlo en otros términos, la vida completa del individuo está definida, por lo menos en parte, por la sociedad a la que pertenece, sociedad que, a su vez, se halla definida por un contexto político, económico, cultural e ideológico que corresponde a un tiempo y a un lugar específico. Un individuo, pues, al pertenecer a una sociedad en un momento específico está condicionado por el contexto (tanto espacial como temporal) en el que le ha tocado existir. Ahora bien, lo universal de un momento histórico no puede establecer una relación totalmente directa con el sujeto, es decir, lo universal no determina de manera absoluta al sujeto, principalmente porque éste entiende y absorbe siempre de manera diferente el elemento universal. Continuando con el caso de la ciudad- estado griega dado por Marcuse, podemos decir que la relación del elemento universal (ser ciudadano griego, es decir, haber nacido en un lugar denominado 2 Herbert Marcuse. Razón y revolución, España, Alianza, 2003, pp. 75. 3 Con este ejemplo se intenta describir un tipo de sociedad con ciertas características: ciudadanos libres con derechos, esclavos sin derechos, la prioridad a las artes y a la enseñanza, independencia económica, independencia política, participación política de los ciudadanos, entre otras. Si entendemos lo que significaba ser un ciudadano griego podremos entender que surgieran los grandes filósofos como Pitágoras, Sócrates, Platón, Aristóteles, entre muchos más, pues sin querer quitarles el mérito propio o su genialidad (sin la cual no hubieran logrado sus grandes obras), es claro que sólo pudieron desenvolverse de ese modo gracias a su contexto histórico. 13 Grecia, que posee ciertas características políticas, económicas, culturales, etc.) con el individuo es, más bien, una relación de pensamiento, pues la persona se asume como ciudadano griego (tal vez con cierta libertad) y no la ciudad lo dota de aquella característica. Las personas se hacen parte de una idea abstracta que hacen efectiva y concreta en su forma de reproducción (son griegos según su propia forma de entender y asumir lo que es ser ciudadano griego). La relación con los factores específicos universales (la economía, política, etc.) y la influencia de éstos en las cualidades generales de un momento o individuo no es inmediata. Lo que queremos indicar es que la relación de las cosas, del mundo, no es directa y absoluta con el hombre; aquellas no determinan totalmente a éste; sino más bien éste las absorbe y las manifiesta de manera diferente según cada ser humano. Esto es importante tenerlo claro, pues ayudará a comprender el porqué de este trabajo, en la medida en que nos ayuda a entender por qué no hay dos Gustave Flaubert, dos Aristóteles o dos Émile Zolá, muy a pesar de existir muchos sujetos que, al igual que éstos y en el mismo tiempo y lugar, fueron sometidos a las mismas condiciones, a los mismos estímulos y a las mismas circunstancias. Es así, a nuestro juicio, como debemos entender la historia y la realidad de una época. Valga un ejemplo: Sabemos que el Holocausto4 fue un momento de auténtica crisis humana en el que aproximadamente seis millones de judíos murieron bajo el régimen nazi (entre muchos otros acontecimientos), éste no debe considerarse como un momento histórico espontáneo y, en definitiva, no podemos atribuírselo sólo a una persona y a sus patologías. Las acciones y mandatos de Adolfo Hitler, aparente responsable directo de todas las muertes, son más bien el resultado del desarrollo de complicadas condiciones históricas. Así, por ejemplo, el 4 Únicamente consideramos la persecución y genocidio de miles de judíos, planteando sólo una pequeña parte de todo el fenómeno con el fin de facilitar el entendimiento de nuestra concepción sobre la historia y la vida del hombre. 14 asesinar masivamente judíos responde a un cierto tipo de ideología en la que se deshumaniza a las personas que practican el judaísmo5. Semejante concepción es milenaria y halla su sentido en condiciones históricas particulares que, a su vez, tampoco son fruto de la casualidad. Recurrentemente encontramos una identificación del judío con prácticas injustas o deshonestas vinculadas a la actividad del comercio, sin embargo; habría que considerar que en las zonas desérticas (aquellas en las que mayoritariamente se asentaron los judíos y los pueblos semitas, en general) la posibilidad de realizar actividades como la siembra o la ganadería es prácticamente inexistente, así que los pueblos semitas pronto aceptaron el comercio como su actividad fundamental, apareciendo así ante el resto de las personas como aquellos que viven del trabajo de otro. El “odio” que los nazis y el pueblo alemán sentían por ellos, no es más que una construcción histórico-cultural que se fue desarrollando a través del tiempo y el espacio. Se decía que ellos eran los culpables de la derrota durante la Primera Guerra Mundial o que eran los causantes del desempleo y otro tipo de cosas. Todo eso preparaba el terreno a la violencia y el exterminio. En este sentido, es claro que el genocidio ocurrido en “La Gran Catástrofe (Shoá)”, fue sin duda una decisión que se tomó por Hitler y sus colaboradores a partir de una construcción ideológica específica, pero debemos reconocer que fueron las condiciones de esa época (alimentadas durante siglos) las que permitieron que semejante ideología permeada de violencia fuera seguida por muchos, en el discurso y en la práctica. Una concepción 5 En El mercader de Venecia, obra de William Shakespeare escrita entre 1596 y 1598, se observa la concepción de la época en torno a los judíos. Bassanio, al haber hecho que su amigo Antonio se endeudara con el judío Shylock y perdiera toda su fortuna por el hundimiento de sus navíos, lo compromete a pagar una libra de carne más próxima a su corazón. Porcia, disfrazada de abogado, trata de disuadir al usurero de reclamar su pago pero el judío se rehúsa. Cuando Shylock gana el juicio y es momento de recobrar su premio, no debe ser derramada ni una gota de sangre, pues el contrato sólo establece una libra de carne pero ninguna gota de sangre. En fin, esta historia recalca la precepción que la civilización europea tiene del pueblo judío, por lo menos 340 años antes del exterminio nazi contra los judíos. 15 diferente a la nuestra, como la determinista, partiría de una idea lineal en la que únicamente se enmarcan los hechos cronológicamente, partiendo del ascenso de Hitler en 1933 hasta llegar al asesinatode judíos; en esta concepción unilateral los acontecimientos aparecen como ajenos y aislados, fuera de nuestra realidad, hechos meramente pasados. Las otras relaciones, en cambio, aparecen insignificantes, se les despoja al momento de su realidad y como consecuencia el estudio de la historia como mecanismo para entender nuestro presente es imposible, casi inexistente. “Leemos [la historia] con ojos distintos a nuestro propio tiempo; esto es, indirecta y desinteresadamente, totalmente conscientes de su carácter ficticio y de nuestra propia ilusión.”6 Ahora bien, es importante destacar que en la realización de cualquier fenómeno existen convergencias de partes contrarias7, tendencias generales que dan lugar a variaciones, transiciones, cambios, inclinaciones u orientaciones. En este sentido, como son convergencias de opuestos, cualquier problema a tratar, cualquier fenómeno a analizar, no está del todo en una posición, sino que se ve influenciado en muchos sentidos por ambas tendencias, lo que le da un carácter más bien dinámico. Sin embargo, estas partes contrarias nunca se presentan como puras en su totalidad, sino que también se construyen a partir de condiciones contextuales, pues es imposible que de pronto exista un factor o un individuo sin relación con algo. Por el contrario: los factores de la realidad son siempre la consecuencia directa de relaciones anteriores y, al mismo tiempo, parte de otras relaciones, son parte de la unidad, jamás son aisladas o espontáneas. En el arte, por ejemplo, en ningún momento un artista podrá pertenecer a un sólo 6 Arnold Hauser, Historia social de la literatura y el arte. Desde el Rococó hasta la época del cine, Madrid, Debate, 1998, pp. 247. 7 Dichas divergencias se presentan como situaciones antagónicas, tales como el socialismo y el capitalismo, realismo y vanguardismo, burgués y proletario, campo y ciudad, etc. En ellas, si bien hay matices, claramente existe inclinación hacia una. 16 movimiento: Picasso pasó del surrealismo a ser el genio del cubismo, incluso Guernica, una de sus obras más importantes, es considerada por algunos como parte del surrealismo más que del cubismo, pues es una obra que, por sus cualidades, pertenece a los dos movimientos. Como vemos, todas y cada una de las posibilidades que sirvan para la comprensión de un fenómeno son de gran importancia para una verdadera comprensión de la historia y de la vida del hombre. Ahora podemos ver hacia atrás, saber qué decisión se tomó, sentir sus consecuencias y obtener más información de ella. Por el contrario, un estudio que no contemple las anteriores posibilidades llevará a determinismos y despojará de su carácter dinámico a la historia, “para conocer realmente a un objeto hay que captar e investigar todos sus aspectos, todas las conexiones y mediaciones. Nunca lo conseguiremos del todo, pero la exigencia de omnilateralidad nos preservará de errores y cristalizaciones dogmáticas”8. De esta manera, después de entender que el hombre está sujeto a su tiempo y su tiempo está sujeto al hombre, debemos comenzar a concebir a todos y cada uno de los hombres como parte de un todo atemporal que es la humanidad. Con esto se nos presenta una forma de pensar que da la facultad para entender nuestra vida y la historia como parte constitutiva de ella. Así, gracias a que el individuo se asume como parte de un todo, la historia, además de explicar la actualidad, será reconocida por el presente absorbiéndola y dándole un sentido más amplio: la historia ayudará a explicar a la humanidad, no sólo a individuos. Para nosotros, en este sentido, no existe contradicción alguna entre la comprensión del ser humano bajo su contexto histórico y la del ser humano como 8Geörgy Lukács, Materiales sobre Realismo,Barcelona, Grijalbo, pp. 14. 17 parte de la humanidad, pues lo que nos interesa señalar es que si bien cada sujeto tuvo especificas situaciones que otro individuo de otro tiempo no entendería, el hecho de que ambos formen parte de un todo que es la humanidad, hace posible reconocer el pasado y, a través de él, reconocerse a sí mismo y a su vez reconocer a los que están por venir. En resumen, a nosotros nos motiva la idea de que “el presente esclarece el pasado. Sólo ahí podemos ver que los acontecimientos actuales son culminación de fuerzas que obraron largo tiempo.”9 Siguiendo a Lukács, creemos entonces que para tener un pensamiento crítico se debe partir de la creencia aristotélica que afirma que un aspecto esencial del hombre es su ser social, es decir, su carácter de zoon politikón, lo que nos permite partir de la certeza de que el ser humano no es ni podrá ser nunca aislado, sino que se encuentra en continua interacción con su entorno y, por ello mismo, en permanente relación con otro seres humanos y con la naturaleza exterior. Con esta idea, como punto de partida, la presente investigación entiende al ser humano del siglo XVI como determinante para el ser humano del siglo XXI, y a los seres humanos del siglo XVIII como determinados por una serie de condiciones (pasadas y presentes) que los moldean y los determinan, sin que ello signifique que dichos seres humanos carezcan totalmente de voluntad y, con ella, de cierta dosis de libertad que les permitan conducir, guiar o modificar lo que la vida misma, la historia y la sociedad, en la que viven ya de por sí, les ha dado. El ser humano se halla determinado por su época (lo que significa, a su vez, estar condicionado por una serie de factores desarrollados a lo largo de un prolongado pasado), pero a su vez, se encuentra siempre en posibilidad de reaccionar ante su propia condición, de modificarla o guiarla según sus propias ideas, aspiraciones u objetivos. Las relaciones del hombre y su realidad 9GeörgyLukács, Significación actual del realismo crítico, México, Era, pp. 17. 18 (su época, su sociedad, su pasado), para decirlo de algún modo, se co-determinan permanentemente, y es así como hay que entenderlo para alcanzar una comprensión amplia de la vida y la historia de los pueblos y los individuos. 19 1.2. ARTE Era necesario exponer nuestra concepción de la historia para, de esta manera, construir un concepto del arte que corresponda a esos términos. Sin embargo, no es de interés para la investigación dar una gran explicación del problema del arte y su concepto, así que sólo intentaremos una breve introducción con el fin de esclarecer conceptualmente la problemática: El arte es aquel trabajo libre que tiene la capacidad de organizar estéticamente una multiforme presencia de factores extra estéticos, en donde podemos observar no sólo las relaciones humanas generales sino, a su vez, representaciones singulares de su realidad, sus aspectos esenciales y aparenciales. 10 El concepto anterior entiende cuatro momentos, el trabajo libre, la estética, los factores extra estéticos y, por último, la realidad humana. Explicaremos sólo brevemente cada uno de ellos, pues la explicación del arte que aquí buscamos nos 10 El arte resulta un tanto complejo de entender –es de conocimiento general, que aún hoy existe un gran debate en torno a él- y por ello se definió en dichos términos. 20 será de ayuda cuando intentemos mostrar la relación entre éste y la situación económica. a) El hombre es un ser que trabaja por naturaleza y el trabajo en su origen es una actividad libre, pues desde el momento en que el sujeto tiene necesidades como el alimento, vestido, vivienda, entre otras, éste se halla ante la necesidad de modificar su entorno. Es entonces medianteel trabajo que se cubre dicha necesidad y al, satisfacerla, el ser humano se afirma así mismo asegurando su supervivencia, imponiéndose a la naturaleza. Sin embargo; en la sociedad que se estudia en esta investigación -la de Francia durante la primera mitad del siglo XIX-, el trabajo aparece como algo ajeno al hombre, es trabajo que no le pertenece al trabajador mismo sino a otro hombre, en este caso el empleador, el cual directamente no abastece su necesidad originaria (como pudiera ser el hambre, la vivienda, etc.), sino más bien satisface la necesidad de obtener el medio a través del cual poder cubrirla, es decir, dinero. Ahora el hombre no se afirma en el mundo exterior sino que se niega a sí mismo al hacer un trabajo forzado que no lo afirma, el hombre necesita alimento y produce tornillos, por consiguiente niega su vida y atenta realmente contra ella, pues no hay seguridad de encontrar alimento aún con el dinero obtenido, ya que pueden suscitarse miles de escenarios que lo impidan. La importancia de la obra de arte en este contexto histórico radica justamente en que es un trabajo libre que lo afirma y que le permite plasmar su esencia en el objeto artístico. Es un trabajo que se realiza por el simple hecho de ser hombres. Ahora, en este caso, el objeto pasa a ser el resultado de una exigencia interior, es humanizado. Pero el arte, sin embargo, no es sólo un proceso de trabajo creador, ya que nuestra 21 comprensión de él (es decir, la comprensión de aquel que lo admira o contempla) abarca también el reconocimiento de la dimensión ideológica y cognoscitiva del arte (hablando en términos de obra artística finalizada). Así, pues, tenemos entonces que el arte cumple una satisfacción doble: para el creador es una forma de expresar lo que él piensa y desea, y para el espectador es la posibilidad de admirar, comprender e identificarse con el sentimiento, las ideas o las esperanzas de otro, a partir de formas estéticas y bellas. b) La dimensión estética, consideramos, es un asunto un tanto más complejo, por principio, por el hecho de ser un concepto en continua construcción, dependiendo siempre de la óptica ideológica desde la cual se le reflexione. Nosotros creemos, sin embargo, que dicho concepto sólo se puede explicar partiendo de la idea del trabajo, pero no del trabajo como lo conocemos (es decir, trabajo enajenado o trabajo para alguien más), sino del trabajo por y para el mismo hombre, el cual, como dijimos, es a su vez un trabajo superior que puede satisfacer las necesidades espirituales. En otras palabras: lo estético es para nosotros la forma de trabajo libre en la que se plasma el fenómeno artístico de forma bella, sensible y que, por tanto, es capaz de mostrar al objeto, tanto esencialmente como aparencialmente, según se presenta en la realidad. c) Una vez entendida la vida del hombre y su historia podemos entender el tercer momento con mayor facilidad, pues el arte, al igual que la historia y la vida del hombre, está influenciado por distintos factores que no son estéticos, tales como la política, la economía, la psicología, etcétera. En este contexto, vemos entonces que el arte no puede escapar a ciertos 22 determinantes que afectan su postura, forma y esencia, ya que la vida del hombre y, en consecuencia, la del artista, no se puede escindir de ellos. Lo estético es, en este sentido, un medio a través del cual el ser humano es capaz de expresar su comprensión del mundo y, con ello, exponer el contexto histórico en el que éste se desenvuelve, lo que implica siempre una particular forma de sentir y percibir la realidad; es por esto que el auténtico artista tiene la obligación de develar el sentido de su época según su comprensión, determinada siempre por sus condicionamientos socio- históricos. El arte pasa a representar, entonces, el sentir de una época, la crítica a un tiempo:“Todo un mundo se presenta ante nuestros ojos al contemplar la más simple obra de arte de un artista genial.11” Es por esto que el arte puede ser considerado como una capacidad organizadora de la realidad y de los factores o determinaciones que, sin ser elementos propiamente estéticos, se expresan estéticamente a través de los diversos mecanismos de expresión artística. d) El cuarto y último momento de nuestro concepto de arte hace referencia, precisamente, al objeto del arte: la realidad. En todas y cada una de las obras de arte, el objetivo fundamental es plasmar al ser humano, su entorno y la interacción existente entre ambos. Así, por ejemplo, en una pintura de naturaleza muerta, como el cuadro de Vincent Van Gogh, Los girasoles, aunque en la imagen no se represente propiamente a una persona, se expresa a través de las flores secas lo que éstas significan para el hombre, es decir, se han humanizado; son portadoras de un significado social, de un mundo humano plasmado en el arte. Por ejemplo, se dice que 11 Dussel, Enrique, Historia de la filosofía latinoamericana y filosofía de la liberación, Bogotá, Nueva América, 1994, pp. 293. 23 Van Gogh padecía depresión, es por ello que los girasoles representan (según algunas interpretaciones) su necesidad por seguir el sol o la luz; además, hay que considerar que realizó siete versiones del mismo cuadro con una variación en el número de girasoles y con un proceso que muestra la manera en que se van marchitando, lo que evidencia claramente la relación de los elementos de la naturaleza con el hombre y el carácter dinámico, cambiante, de la realidad. Así, pues, tal como afirma Adolfo Sánchez Vázquez: El hombre es el objeto específico del arte aunque no siempre sea el objeto de la representación artística. Los objetos no humanos representados artísticamente no son pura y simplemente objetos representados, sino que aparecen en cierta relación con el hombre.12 Para Geörgy Lukács, por su parte, el arte inicia como un conocimiento sensible del mundo que complementa al conocimiento científico, filosófico, etcétera. Dichas formas del conocimiento están co-determinadas permanentemente y, de esa manera, reflejan una misma realidad: El fundamento de todo conocimiento justo de la realidad es el reconocimiento de la objetividad del mundo exterior… toda concepción del exterior no es más que un reflejo en la conciencia humana del mundo que existe independientemente de ella.13 Ahora bien, en lo que respecta a la teoría del reflejo, Lukács nos dice que ésta es el fundamento común de todas las formas del conocimiento, pues es el reflejo en donde por medio del pensamiento se descubre la realidad, alejándola de 12Adolfo Sánchez Vázquez, Las ideas estéticas de Marx. Ensayos de estética marxista, México, Era, 1977, pp. 34. 13 Álvaro Quesada, “Arte y “Realismo” en el pensamiento de Geörgy Lukács”, en Revista de Filosofía de la Universidad de Costa Rica, XIX (49-50), Costa Rica, 1981. Pp. 89 24 su mera apariencia cotidiana e incomprensible. De esta manera es posible profundizar en la esencia, con lo cual pareciera que el análisis se separa cada vez más de la realidad, sin embargo, si se entiende bien cuál es la esencia del fenómeno, dicha profundidad realmente nos permite acercarnos más a ella. Aquí es importante mencionar que no dentro de todo producto artístico existe un reflejo fiel de la realidad, pues en muchas obras no se plasma de forma correcta la realidad porque, por principio, no se comprende la época de manera adecuada: las limitaciones del autor son resultado de su ideología, de su comprensión, adecuada o no, del mundo. En este sentido, para poder ver la vida y la historia se tiene que partir de una visión amplia en la que todos los factores se relacionan entre sí, de lo contrario se fraccionará la realidad de tal maneraque será imposible plasmar o criticar la realidad de manera adecuada. Flaubert en su carta a George Sand dice algo que nos ayuda a comprender lo anterior: Una frase suya me sublevó en otro tiempo: la de que una obra no tenía importancia más que como documento histórico. Me parece que aquí, al contrario, da usted mucha importancia al arte en sí, y tiene usted razón, yo así lo creo. En efecto, una obra no tiene importancia más que en virtud de su eternidad, es decir, que mientras más capaz sea de representar a la humanidad de todos los tiempos, más bella será.14 E arte no sólo es una representación individual del artista sino también una representación de una época, a lo largo de la historia nos encontramos con diferentes movimientos artísticos que caracterizan un cierto momento. Un ejemplo de lo anterior es el arte barroco, pues con la decadencia de la religión católica, el desinterés de la gente hacia la religión y el desarrollo del protestantismo durante el siglo XVI, la religión se vio en la necesidad de llamar de nuevo a la fe por medio 14Gustave Flaubert, La Educación Sentimental, Madrid, Alianza, 1981, pp. 15 25 de lo visual; fue así que surgieron iglesias en Europa que se caracterizarían por estar atestadas de imágenes religiosas. De esta manera, no fue casualidad que el barroco naciera en Italia justo a finales del siglo XVI, es decir, justo cuando el protestantismo comenzaba a quitarle terreno. Un ejemplo adicional podemos encontrarlo en el surrealismo, que es un movimiento caracterizado por una supuesta unión del hombre con el todo a través de los sueños, unión del inconsciente y el consiente, fusión, lo que genera imágenes que únicamente se presentan como posibles en la mente humana. Dicho movimiento aparece como reflejo de la época bélica de la primera mitad del siglo XX y todo lo que ésta trajo consigo, aunado esto al trabajo teórico de Sigmund Freud. No hay que olvidar, así, que André Bretón, fundador del movimiento surrealista, vivió las dos guerras mundiales y realizó lecturas rigurosas de las obras del psicoanalista austriaco. Es evidente, pues, que ambos movimientos son producto de su época y no son sólo fruto de la idea espontánea de un hombre a través de la cual saltan o aparecen en la realidad: son resultado, más bien, de un ser humano en circunstancias sociales, vitales, ideológicas y biológicas precisas, circunstancias con las que él, al asumirlas, se relaciona de manera crítica. Es importante destacar también que así como existe nuestra forma de entender la vida del hombre, también existen muchas y variadas formas de entender la historia del arte, algunas de las cuales caen en el error de ser una visión restringida que prioriza solamente a las relaciones externas o únicamente al ser humano, errores que, precisamente, nosotros deseamos evitar aquí. Expliquemos más al respecto. El primer error basa su teoría en la priorización de las relaciones externas sobre el hombre. Heinrich Wölfflin, famoso historiador y crítico de arte, creó una doctrina que llamó historia del arte sin nombres. En ella se asegura que el 26 tiempo histórico determina directamente la visión y representación de las obras artísticas, parámetros de los cuales el artista no puede escapar. Con esta interpretación coincidimos en el hecho de que el momento histórico en el que se desarrolla tanto la obra como el artista son claros factores influyentes, sin embargo; para nosotros, como ya hemos dicho, no es lo único, por lo que pensarlo así es errado. Por el contrario, para poder entender las obras es primordial entender el contexto en el que se desarrollan, pero también la apreciación de la realidad, la comprensión de la esencia, ideología y, desde luego, las habilidades natas y adquiridas del artista. El ser humano, como artista, tiene entonces la obligación de entender el contexto exterior (política, economía, cultura, tradiciones, etc.) e interior (tendencias patológicas, experiencias vitales, etc.), pero siempre desde lo más profundo del fenómeno. En este sentido, la genialidad del artista se basa en la relación del ser y su entorno, y ante todo en su capacidad de comprender que ésta es una relación dinámica que está en continua construcción. Así, si analizamos la concepción de Wölfflin, vemos que éste tiene una forma de apreciar el arte muy similar al de Platón, pues para el griego “el arte era entonces imitación de la idea primigenia 15 ”, es decir, mera imitación de la realidad sin ningún elemento crítico; cuestión ésta que contrasta con nuestra idea de que el arte tiene la obligación de ser crítico y, por ello mismo, transformar la realidad: es un “esfuerzo por construir un mundo más de acuerdo con nuestras aspiraciones y necesidades”16 Ahora bien, en lo que podríamos llamar como el psicoanálisis de la obra artística se prioriza el sujeto, es decir, se intenta dar una explicación del arte como mero resultado del consiente e inconsciente del hombre. Con esto se asegura que 15 Dussel, op. cit., pp. 290. 16 Quesada, op. cit., pp. 90. 27 el artista, como en la realidad se ve imposibilitado para satisfacer sus necesidades instintivas de carácter sexual, por ejemplo, recurre entonces a la ficción como forma o vía para satisfacerlas. Dichas necesidades se manifiestan de dos formas: subliminal y simbológicamente. “En la vida anímica no hay más que una continuidad del inconsciente”17. Al respecto Arnold Hauser nos ofrece el ejemplo de Ernest Jones, quien realizó un estudio psicoanalítico de la obra de Shakespeare, Hamlet, en el que éste asegura que el problema central de la obra es el complejo de Edipo. Sin embargo, si bien esta tesis ha sido aceptada por muchos críticos, también ha sido muy debatida por aquellos que reclaman que una obra tan importante se convierta en mera sublimación de la vinculación sexual de Shakespeare con su madre. Para Lukács18, nuevamente, la metodología freudiana (que nosotros encontramos en el análisis de Jones) plantea de forma aparencial el fenómeno, pues para el húngaro se parte de la patología para explicar la realidad, de la enfermedad para explicar al hombre sano; se trata, según él, de una tendencia abstracta y vacía para escapar del hecho ineludible: la realidad. Esta concepción (tanto para Lukács como para nosotros), limita al lector y al mismo escritor e impide apreciar las relaciones de la vida cotidiana; se trata de una metodología estática, espontanea e inexplicable, y en ella aparece el sujeto como predestinado a estar enfermo y a vivir especificas situaciones negándole las posibilidades existentes en la vida cotidiana, mismas que para el realismo (sobre todo para el realismo del que nos habla Lukács) son de vital importancia. Pues bien, podemos decir ahora que en definitiva el arte es el trabajo libre, que nace de una exigencia interior, que afirma al ser humano como tal y, al 17Arnold Hauser, Historia social de la literatura y el arte. Desde el Rococó hasta la época del cine, Madrid, Debate, 1998, pp.120. 18 Lukács en el texto Materiales sobre realismo, Barcelona, Grijalbo, 1977, deja clara su postura sobre la metodología de Freud y su interpretación del hombre. 28 hacerlo, satisface una necesidad propia de los humanos. En este proceso de satisfacción que es el arte, sin embargo; intervienen factores externos (aparentemente ajenos al arte) que co-determinan el proceso creativo explicando así las relaciones humanas en representaciones particulares de la realidad: el objeto arte, humanizado, explica la realidad del ser humano que lo produce, lo que no significa que todo arte pueda reproducir fielmente su época, ya que la decadencia ideológica del ser humano como creador de arte,genera en el artista ciertas restricciones que imposibilitan ver la esencia de los objetos y, únicamente, son una forma de imitación del fenómeno a tratar. Son sólo las obras que tienen éxito en esta empresa, es decir, las obras que parten de una concepción amplia de la realidad, las que logran trascender incluso su misma época, pues explican su momento específico y, al hacerlo, explican también una parte de la historia de la humanidad que, como todas, está en estrecha relación con todas las demás. 29 1.3. REALISMO El realismo, en el pensamiento de Lukács, es la representación esencial del hombre y la naturaleza, de la realidad19. Las relaciones existentes entre dichos elementos son dialécticas y se plasman por la necesidad imperante del creador por expresar su disgusto hacia su realidad, no sólo como protesta de la forma como aparece sino, más bien, como comprensión de la situación que le tocó vivir y su deseo por el cambio hacia un mundo mejor. No se trata, como para otro concepto de “realismo”, de entender el trabajo creativo como fiel retrato de la apariencia de las cosas, inmediata y sin censura. Es, realmente, algo mucho más complejo. Dentro de la contribución de Lukács se encuentra, como ya lo habíamos indicado anteriormente, la llamada teoría del reflejo, con la cual se plasma la visión de completitud de la vida y, con ella, la comprensión del fenómeno y de la crítica. Existen casos, sin embargo; en los que se plasma parcialmente la realidad y por ello se distorsiona y es incomprensible. Cabe mencionar, también, que todas las 19 Lukács, op. cit., pp. 62. 30 obras de alguna manera se permean de otros aspectos de la realidad debido a la relación con la totalidad de un momento, es decir, el artista y su obra se empapan siempre de diversos factores que posibilitan su existencia como tal, es por eso que el verdadero problema radica en que al no existir una crítica (y en consecuencia, al no existir una concepción realmente completa de la realidad) no trasciende en el tiempo y no pasa entonces a ser una “gran obra” ni lo que podríamos denominar como “arte genial”. Es por esto que nuestro interés va hacia las obras que, consideramos, sí lo logran, pues sólo éstas muestran las variaciones de las estructuras históricas respecto al hombre y la naturaleza. Son sólo aquellas obras que mantienen una estrecha relación con la evolución de la humanidad, que comprenden la esencia y que se plantean como críticas, o por lo menos se acercan mucho a ello, las que perduraran y exhiben su época a los ojos de la humanidad. Con esto, lo que queremos indicar es que, en la teoría del reflejo auténtico, se plantean los problemas de un momento y de la vida dentro de un proceso complejo de exposición y superación. Es en este momento cuando el arte se constituye como un elemento vital para entender el pasado. Ahora bien, podemos decir que el realismo es un producto directo del desarrollo de las fuerzas productivas20, es por esta razón que se origina en Francia durante el siglo XVIII. Es un movimiento emergido de un contexto en donde las relaciones hostiles del sujeto y su entorno son más evidentes y se resalta la necesidad de plasmarlo en las obras artísticas. Así, por ejemplo, sentimientos de rabia y desolación en una época de decadencia y re acomodo social, abrieron camino a un nuevo tipo de literatura en donde el objetivo de escribir había dejado de ser la venta y la complacencia a un cierto tipo de público, cabe aclarar que 20 José Valenzuela, Producto, Excedente y Crecimiento, México, Trillas, 2005. 31 unicamente en Francia surgió debido la Revolución francesa, los derechos adquiridos y la esperanza de algo mejor, el derrocamiento de la monarquía, la conciencia de clase y de la fuerza que tenían las masas y la importancia de las artes en Francia. Es ahora cuando los lectores se tendrían que adaptar a un estilo de literatura y no el escritor adaptarse a su público. Todos los rasgos característicos del siglo son identificados ya hacia 1830. La burguesía está en plena posesión de su poder, y tiene conciencia de ello. La aristocracia ha desaparecido de la escena de los acontecimientos históricos y lleva una existencia meramente privada. El triunfo de la clase media es indudable e indiscutible21 No es sino hasta que las contradicciones claras se afirman, producto de la ascensión al poder de la burguesía, que se generaron las condiciones en las que los escritores tomaron conciencia y se plantearon una posición de crítica y de verdadero arte. Con lo anterior no pretendemos decir que sólo en Francia del siglo XIX o que sólo en el realismo como movimiento artístico existe crítica y, en consecuencia, realidad, pero debemos mantenernos en los límites de nuestra investigación. En este sentido, si bien existe a través del tiempo una crítica de la realidad, no es sino hasta este momento en donde esta dinámica aparece como un movimiento vivo y crítico: “hasta el siglo XVIII los autores no eran otra cosa que portavoces de su público. Ellos aceptaban y sancionaban los principios morales y los criterios estéticos reconocidos por todos; no los inventaban ni modificaban.”22Además, importante es mencionar en este mismo sentido, que: Nada refleja tan agudamente la relación tensa y discordante entre la parte productora y la parte receptora de la generación de 1830, como el nuevo tipo de 21 Hauser,op. cit., pp. 249. 22Arnold Hauser. Ibidem, pp. 250. 32 héroe de novela que aparece con Stendhal y Balzac. Todo rasgo trágico-heroico, toda voluntad de autoafirmación y toda fe en la perfectibilidad de la propia naturaleza, ceden el lugar a una disposición al compromiso, a la tendencia a vivir sin objetivos y morir oscuramente.23 De esta manera, podemos inferir que para algunos autores aquí expuestos, el realismo se entiende no como un movimiento que se caracteriza por determinada forma de escribir o un conjunto de ciertas técnicas, sino, más bien, como comprensión esencial de una época y, por lo tanto, una crítica fuerte hacia su realidad y una propuesta para un mundo mejor. “El realismo se caracteriza por una intención o una actitud hacia el hombre y el mundo referida a la esencia real.”24 Sin embargo, importante es mencionar que aquello que para ciertos autores, como Lukács, es característico del realismo, también lo encontramos en otras corrientes; tal es el caso del romanticismo revolucionario. Para esclarecer lo anterior, es necesario explicar que el romanticismo, como afirma Michael Löwy, es una crítica al ascenso del capitalismo desde los valores y principios del pasado, crítica sensible de la inconformidad, de aquello que aparece como indignante. Lo cual, desde luego, no debe impulsar a entender al romanticismo como una visión retrograda25, pues más bien se trata de una crítica revolucionaria en pos de una vida mejor, sin dejar de mirar nostálgicamente aquel pasado en el que la vida se presentaba de alguna forma como algo mejor. No se trata, pues, de “una crítica cultural de la civilización moderna en nombre de valores pre modernos”26. 23Ibidem, pp. 252. 24 Álvaro Quesada, op. cit., pp. 96. 25 No es retrograda en los términos románticos no revolucionarios, los cuales sólo buscan regresar a un momento de la historia pasada. 26 Michael Löwy, op. cit., pp. 18. 33 De esta manera, entonces, caemos en cuenta en el hecho de que el romanticismo cumple también las condiciones que para Lukács corresponden al realismo, pues dentro de este movimiento se comprende la esencia del problema (el nuevo modo de producción) y se plasma el disgustoy aberración hacia él en este su momento histórico. Además, se intenta cambiar la vida retomando ciertas cosas del pasado, pero su implementación evidentemente no significa un retroceder (como en el “romanticismo retrógrada”), sino más bien un avanzar retomando lo adecuado, aquello que sea útil, del pasado. Empero, es importante recordar que en esta investigación únicamente nos ocupamos del realismo y sus características específicas, pues nuestro interés es mostrar cómo las condiciones histórico-económicas (como uno de los factores determinantes del movimiento) crearon las posibilidades para el surgimiento de este movimiento literario, con la fuerza e impacto que, a nuestro juicio, ningún otro caso histórico logró. 34 1.4. VANGUARDISMO Al existir varias formas de concebir el realismo, nosotros nos vemos en la necesidad de insistir en ejemplificar los errores principales a los que, en este contexto, fácilmente se puede caer. En este sentido, el vanguardismo aparece como un intento equivocado o defectivo de realismo, pues realmente no es más que una tendencia antirealista que se expresa en las obras y con la cual se busca plasmar sólo la forma superficial de las cosas, pues con el vanguardismo se oscurecen los problemas, que son lo que debería interesar. Además de esto, el vanguardismo desecha las posibilidades dentro de la obra para implementar acontecimientos forzados que nos venden como infortunios y, con ello, se establece un claro posicionamiento a favor de la apariencia de los hechos. El vanguardismo, además, se equivoca en creer que logra mostrar la realidad sin tener que evidenciar también las diversas posibilidades o variantes de un hecho, pues éstas son fundamentales si lo que se quiere es explicar las relaciones del hombre con el exterior. La realidad del hombre está marcada 35 siempre por múltiples posibilidades, por lo que la vida de un personaje no tendría por qué ser distinta, sobre todo si lo que se intenta es plasmar al hombre como un todo, lo que implica, en la medida de lo posible, no olvidar ni un instante su esencia ni todas sus determinaciones. Sin mostrar las posibilidades dentro de las obras, pues, se cae en un individuo (personaje) solitario y desprendido de la realidad, soledad y desprendimiento totalmente injustificados. El vanguardismo aparece, en este sentido, como una apropiación del realismo por parte de creadores burguesas, justamente para fines diferentes a los que se persigue en el realismo de Balzac, Gorki, Flaubert, Mann, etcétera. Lukács, que ve esta apropiación en aquellos que tratan de explicar problemas complejos a partir de elementos meramente individuales (como la enfermedad, por ejemplo), lo dice de este modo: La protesta que se expresa con la huida a lo patológico es completamente abstracta y vacía: juzga en términos sumarios y generales la realidad de la que hay que huir, y no expresa nada crítico concreto acerca de ella: la huida a lo patológico es eso necesariamente, una huida orientada igualmente al vacío.27 En este sentido, en la búsqueda de protagonismo del hombre como hombre enfermo, solo, deprimido, ansioso, etcétera, se cae en una obra vacía y forzada que no contribuye a nada y se reduce a un mero entretenimiento, pues no es crítica ni plantea la posibilidad de algo mejor; no es revolucionaria. Refugiarse en un recurso como la enfermedad para que la historia se sustente o sea interesante es, para Lukács, decadente e insostenible, ya que se desecha la posibilidad del hombre sano y de la comprensión de su existencia a través de los múltiples factores que la determinan; es una mera reducción simple a una patología. Y aunque la misma vida, es cierto, puede contener las más grandes tragedias y los 27 Lukács, Significación…, pp. 35. 36 más grandes amores y pasiones (mismos que pueden sustentarse y desenvolverse en la obra), una obra realista, como asegura André Gide, en la que no es forzada una situación “interesante”, es únicamente “una epopeya de la mediocridad, una novela anti novelesca, porque en ella se anunciaban cosas que luego no ocurrían, porque ahí no ocurría nada, nada más que la vida28. Ahora bien, dentro de la literatura decadente o vanguardista se sobrepone, también, una visión que coloca al hombre como el todo, principio que se presenta como inmutable y del cual es característico el naturalismo. En este sentido, es pertinente aclarar que el naturalismo no es igual que el realismo y que por obvias razones no puede surgir el naturalismo de él: a Gustave Flaubert se le declaró como padre del naturalismo, pero, ¿cómo es posible que de un pensamiento omnilateral pueda resultar algo unilateral? El naturalismo, por la idea del hombre aislado, es propiamente vanguardista y vacío, pues aísla lo exterior, la apariencia, de lo ideológico; es por eso que entendemos que el vanguardismo es el fruto de mal entendimiento del realismo, es su contrario. Para Lukács la línea vanguardista comienza con el naturalismo seguido del naturalismo tardío, impresionismo, simbolismo, neorrealismo, surrealismo, etc., considerando de esta manera a todas las anteriores como naturalistas, pues parten de él y, en consecuencia, de una visión estática que para nada es una tendencia o moda, sino más bien que refleja la decadencia del pensamiento desde el siglo XIX, es decir, la decadencia del pensamiento burgués en boga. Como afirma Hauser: La novela realista, que es la creación más original de esta época y la conquista artística más importante del siglo, a pesar del romanticismo de sus fundadores, a 28 Flaubert ,op. cit., pp. 10. 37 pesar del rousseaunianismo de Stendhal y del melodramatismo de Balzac, es ante todo la expresión del espíritu nada romántico de la nueva generación. Tanto el racionalismo económico como la ideología política expresada en los términos de la lucha de clases incitan a la novela al estudio de la realidad social y de los mecanismos psicológicos sociales.29 En síntesis, el vanguardismo es el intento de realismo que cayó en el equívoco de priorizar el aislamiento del hombre y el mundo, enfatizando las enfermedades del hombre y otros elementos presuntamente individuales, para hacer más interesante la obra y establecer como premisa que el hombre, solo y aislado, está enfermo, lo que en consecuencia imposibilitaría la construcción de la idea de un hombre sano que está en búsqueda de un mundo mejor. Sin embargo, es preciso recordar una vez más, semejante visión vacía y decadente no es más que el resultado necesario del espíritu de su época, de su momento histórico, pues al igual que el realismo surgió de las contradicciones de la realidad que iban abriéndose camino como crítica de su tiempo, el vanguardismo es el resultado de la visión restringida que se originó, casi en la misma época, por el fortalecimiento del modo de producción y por la resignación del hombre a las condiciones de vida originadas por éste. Ante esto, resulta entonces evidente que en una época de desinterés y explotación (como en la Francia del siglo XIX, en donde las jornadas laborales eran incluso de 18 horas diarias y continuas, y había prohibiciones para reunirse y organizarse con el objetivo de impedir la defensa de los propios derechos laborales, entro otros casos), muy difícilmente podríamos encontrar las herramientas necesarias para poder expresarse artísticamente sobre la realidad. Sin embargo, pareciera que es en los momentos más difíciles cuando surge la necesidad de hacer un esfuerzo por cambiar lo que se vive, y qué mejor 29Arnold Hauser. op. cit., pp. 250. 38 que con trabajo libre y creador que satisfaga las necesidades espirituales personales.39 CAPÍTULO II 40 Marie-Antoinette, reine de France et sesenfants Louise Elisabeth Vigée-Lebrun, 1787 41 2.1 PRONTUARIO DE LA HISTORIA DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA Como ya se explicó en el capítulo anterior, es necesario conocer las condiciones históricas (para nuestra investigación en su aspecto económico) de la Francia del siglo XIX, con el fin de entender cómo es que surgió el realismo, cómo surgieron grandes escritores, qué condiciones posibilitaron la existencia de dichas obras y qué realidad es la que se está reflejando. Sin embargo; también es necesario explicar lo que le precedió, si lo que queremos es tener un panorama amplio de la sucesión de acontecimientos, es por esta razón que consideramos relevante situarnos a finales del siglo XVIII y explicar, a partir de ahí, lo que sucedió en Francia desde entonces. Para fines prácticos, únicamente describiremos lo más relevante entre los sucesos ocurridos desde el inicio de la Revolución francesa y hasta la primera mitad del siglo XIX. En la Francia del silgo XVIII el sistema feudal era predominante, pues salvo algunas industrias, principalmente artesanales, la mayor parte de la población vivía de aquello que el sector agrario brindaba, ya sea como fruto directo de su trabajo, 42 como tributo o como diezmo. La economía francesa, entonces, se sostenía por la agricultura, y justo a esto se debe que éste sea uno de los factores que resulte de la mayor importancia revisar nuevamente, pues a nuestro juicio, es en la agricultura en donde se exacerban las contradicciones sociales y, en consecuencia, se manifesta con mayor fuerza el malestar de los pueblos. Tomando en cuenta lo anterior, al llegar Luis XVI al poder, este optó por una serie de decisiones, que indudablemente, marcaron su reinado como el último que se había adquirido bajo las mismas normas y tradiciones que las que se seguían desde hace siglos y también fue el último que se pudo adquirir si derramar sangre. El primer gran error fue nombrar a Turgot a cargo del control General de Hacienda, Turgot al tomar posesión, de tan importante cargo, instituyó una política de “Pan Caro”, el principal interés de dicha ley consistía en fortalecer al campo y dar mayor autonomía a los productores agrarios, es decir, permitir a los agricultores vender al precio que les parecía correcto, creyendo que con esto se impulsaría su mayor producción y se fortalecería el campo; sin embargo, dichas medidas resultaron contraproducentes, pues la población no tenía la oportunidad de adquirir el pan a tan altos precios, además el Rey francés había perdido injerencia en el control de los precios. Es por esta razón que la cosecha ridícula de 1774 mantuvo los precios altos hasta 1775, lo que trajo como consecuencia el aumento de la mendicidad, Considérese, por ejemplo, que casi la tercera parte de la población eran vagabundos o mendigos para 1788. 43 Porcentaje de mendicidad en Francia del siglo XVIII 0%Indigentes y Mendigos 33%Población en general 67% Gráfica 1. Mendicidad en Francia en 1788 Población en situación de mendicidad (Porcentaje) Fuente: Elaboración propia con datos de Manfred, A. Z. y Sminov, N. A., La revolución francesa y el imperio de napoleón, México, Grijalbo, 1969. Los diversos ataques contra los agricultores, malestar de las clases populares y múltiples hurtos en los mercados, como resultado directo de la ley, se intentaron abatir por medio del castigo ejemplar, Turgot intentó mandar un mensaje a todos aquellos que violaran la ley de pan caro, es así como mandó a ahorcar a los primeros presos, intentando con esto calmar a la población y dar terminó a la llamada “Guerra de las Harinas”. Pese a sus tiranos esfuerzos, no logró mejorar la situación nacional, lo cual era muy evidente si pensamos que el pan era el principal alimento que conformaba la canasta básica, es claro que un aumentó en su precio, según la teoría económica, se re direccionaría una mayor cantidad del ingreso a este bien o se sustituiría el consumo del pan por otro alimento menos costoso. En la realidad, las cosas no eran tan simples, en la mayoría de los casos, no fue posible comprar más pan ni comprar otra cosa para sustituirlo, lo que realmente pasó fue que las personas ahora obtenían menos pan 44 para toda la familia y este se dividía entre todos los integrantes de la familia, priorizando en los que trabajaban, esto para que tuvieran más fuerza. El disgusto comenzó a manifestarse en la población, sobretodo en la que residía en las ciudades, principalmente en parís, para darnos una idea, según datos de Pierre Goubert30 , en 1789 residían en París 650,000 personas aproximadamente. Los motines populares no se hicieron esperar, para 1788 se habían extendido por toda Francia, lo que obligó a los comerciantes a vender el trigo a un precio razonable, a un precio “honesto” Aunado a la crisis agrícola, la crisis financiera y la quiebra del tesoro acentuaron la necesidad de convocar a los Estados Generales31, 175 años después de haber sido reunidos por última vez. La crisis financiera se puede explicar por la cuestionable decisión de Luis XVI, al mandar recursos a Estados Unidos para su independencia de los ingleses, era cuestionada ya que, mientras la población se mal alimentaba, los recursos de Francia se llevaban a un país extranjero, los franceses comenzaron a sentir que su Rey no podía seguir gobernando, lo que acentuó el disgusto fueron las fiestas y mascaradas atiborradas de alimento exótico y costoso, mientas la población se moría de hambre, la nobleza despilfarraba. Los Estados Generales, al contrario de lo planeado, sólo provocaron mayor actividad política entre las masas, en 1789 la agitación social había alcanzado toda Francia, con levantamientos en Marsella, Tolón, Orleans, Genoble, Rennes y Besanzon, entre los cuales el más significativo se originaría en Saint- 30 Pierre Goubert. Historia de Francia, Barcelona, Grijalbo, 1987. Pp 67 31 Los Estados Generales, en el antiguo régimen, eran asambleas extraordinarias que concentraban al Rey, representantes del Clero (Segundo Estado), Nobleza (Primer Estado) y de ciudadanos que disponían de consistorio (Tercer Estado). En dichas asambleas, principalmente, se discutían temas financieros respecto a las crisis; el objetivo de las asambleas era conocer la opinión o punto de vista de los tres Estados convocados por el Rey para poder llegar, así, a una solución fundamentada en un conocimiento profundo del tema o fenómeno a tratar. Estas formas organizacionales fueron creadas en 1302 por Felipe IV de Francia y disueltas por Luis XIII, por lo menos hasta 1789, año en el que los representantes fueron nuevamente convocados por Luis XVI. 45 Antoine, levantamiento que sería aplastado por la autoridad y que, al hacerlo, dejaría a su paso cientos de muertos y heridos. Ante estos hechos, los sobrevivientes de aquel acontecimiento convocaron a una manifestación de duelo con rumbo al cementerio, misma que demostraría la altura y el poder que había alcanzado el movimiento social para entonces. Ahora bien, en este contexto el tercer Estado, al tener intereses distintos a los del Rey, se constituyó el 17 de junio de 1789 como una “Asamblea Nacional” cuya principal petición consistía en exigir la creación de una constitución. Dicha Asamblea juró no disolverse hasta lograr su objetivo, mismo que comenzaba a delinearse de forma cada más clara hacia el 9 de julio de ese mismo año, fecha en la que, fortalecida la Asamblea con la adhesión de diversos aliados (algunos de ellos incluso diputados), se declararía y convertiría en una Asamblea Constituyente. El Rey manifestó siempre su abierto rechazo, lo que provocaría el aumentode la agitación social y, de esta manera, el gran asalto de “La Bastilla”, por aquel entonces la prisión más temida de Francia y una construcción compuesta, entre otras cosas, por ocho torres y rodeada de dos fosas profundas. Este símbolo de la Francia del Rey fue tomado por el pueblo, y a pesar de todas las víctimas, los comerciantes, obreros, funcionarios, estudiantes o carpinteros, atacaron unidos. Para este momento, el 14 de Julio de 1789, La Bastilla era ya del pueblo y la Revolución Francesa había comenzado. Este acontecimiento, la toma de la Bastilla, provocaría que el Rey aceptara otorgar concesiones a las masas y respaldará ciertas decisiones de la Asamblea. Poco tiempo después de esto, por ejemplo, se formaría un órgano de administración de la ciudad integrado por representantes de la gran burguesía, mismo que se conocería como la Guardia Nacional Burguesa, la cual tenía como su 46 jefe a Lafayette 32 . Aunado a esto, la popularidad del movimiento traspasó fronteras y llegó a Rusia, Inglaterra y a los Estados Alemanes e italianos, lugares en donde los hombres progresistas e idealistas acogieron el movimiento como una luz que los iluminaba y les abría paso a un mundo mejor. En lo que respecta al ámbito nacional, la Revolución se extendió por todo el país, así que el 18 de julio de 1789 el pueblo comenzó un levantamiento en Troyes (el pueblo se apoderó de las armas y tomó el ayuntamiento), el 19 en Estrasburgo (en donde el pueblo fue dueño absoluto por dos días), el 21 en Cherburgo, el 24 en Ruan (el pueblo salió a gritos pidiendo “pan o muerte a los acaparadores”). De esta manera, por temor hacia lo que podían hacer las masas, el Rey optó por dejar que los nuevos municipios burgueses se encargaran de dar solución a los problemas. Sin embargo, el movimiento pronto se les salió de las manos, pues los campesinos tomaron tres de los cinco castillos del Limousine impusieron una norma que aseguraba que a cualquiera que se le sorprendiera pagando la renta al terrateniente (así como al mismo terrateniente reclamarla) se le ahorcaría de manera inmediata. Como en el caso anterior, la inseguridad de los nobles en los pueblos se agudizó en muchos otros sitios, provocando con ello su huida hacia las grandes ciudades, lo que impulsó a la Asamblea a proponer, en su declaración de agosto de 1789, la abolición del régimen feudal, logrando con ello anular las cargas personales y los diezmos de la iglesia, las demás cargas al pertenecer a una actividad relacionada con la propiedad feudal, se rescataron y se defendieron. Ahora, con esta serie de cambios el poder parecía concentrarse cada vez más en las manos de los burgueses, siendo sus principales actores los miembros de la Supremacía del municipio de París y otras ciudades, la Guardia Nacional y La 32 El Marques de Lafayette obtuvo su popularidad gracias a su participación en la guerra de independencia de las colonias Norteamericanas de Inglaterra. 47 Asamblea Constituyente. Podemos ver cómo la burguesía supo aprovechar las condiciones en las que se encontraba y en cuestión de meses lograron eliminar el feudalismo e instaurar el inicio del capitalismo. Para el 26 de agosto de 1789, tendría lugar la aprobación de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, la cual, entre otras cosas, afirma que “los hombres nacen libres y son libres e iguales en derechos”. Este documento emblemático, no sólo para los franceses sino también para el mundo en su totalidad, había dejado una gran impresión por su procedencia, ya que provenía de un contexto servil y ejemplificaba precisamente la lucha y el proceso por su liberación. Pero dicho documento, hay que recordar, no sólo mantenía como sagrada la libertad, sino también a la propiedad privada, estableciendo así las condiciones necesarias para el florecimiento de la burguesía. Con elementos como éstos, evidentemente, la burguesía asentó y antepuso sus intereses y las bases sólidas, todo esto sobre las necesidades del pueblo, pues en realidad, la Asamblea únicamente buscaba colocar una monarquía constitucional no defender los derechos de la población ni acabar con la monarquía. Además, digno también de consideración es que, ante estos hechos, otro de los principios más importantes de la Revolución, es decir, la igualdad, parecía estar ahora condicionado a la posición social, no sólo para votar sino también para ser elegido como representante político. El Rey, por su parte, lejos estaría de aceptar todos estos eventos que venían aconteciendo, así que, por esa misma razón, planeó un contraataque revolucionario que, sin embargo, al llegar a oído del pueblo y los revolucionarios a través de rumores, hizo enviar al Rey y a su familia a París, en donde sería vigilado, lo que facilitaría que la Asamblea continuara con sus labores sin obstáculo alguno. 48 Ahora bien, con el objetivo ya trazado previamente por la Asamblea de impulsar el debilitamiento del régimen feudal, ésta comenzaría por poner a la venta tierras pertenecientes al clero con el objetivo de que fueran los campesinos quienes las adquirieran. De esta manera con ésta y otras medidas tomadas por la Asamblea, en poco tiempo aumentó la industria y, con ello, el número de asalariados en Francia; pero lo que parecía un logró, más bien terminó con el establecimiento de jornadas laborales excesivas (de 14 a 18 horas diarias), caracterizadas por una paga ciertamente miserable, todo lo cual produjo que rápidamente se crearan distintas asociaciones en contra de los patrones, las más representativas la Asociación Tipográfica y la Hermandad de Carpinteros. Ante este nuevo intento de organización por parte de los trabajadores, la Asamblea respondería con la creación de la ley Chapelier, que desde el 14 de junio de 1791 prohibiría a los obreros el derecho a reunión en asociaciones y, por si fuera poco, también la posibilidad de la huelga. En ese mismo año, Francia sería declarada monarquía constitucional. Una vez declarada la monarquía constitucional, Luis XVI asumiría el poder del Ejecutivo y la Asamblea el Legislativo. Los ciudadanos votantes eran los activos (ciudadanos que representaban el 20 por ciento del total de la población), pero el descontento acumulado hasta el momento originaría clubes y sociedades populares que, pese a la oposición de la Asamblea, se fortalecían cada vez más. Entre estos el de mayor influencia era el club de los Jacobinos y el de los Cordeleros, organismos que habían adquirido sus nombres por el nombre del convento en el que se reunían; el verdadero nombre de los Jacobinos, sin embargo, era Sociedad de los amigos de la constitución, mientras que la de los Cordeleros era Sociedad de los amigos de los derechos del hombre y del ciudadano. El club de los Jacobinos, por su parte, reunía a figuras como Mirabeau y Robespierre, mientras 49 que el de los Cordeleros reunía a hombres sin voto y mujeres, en su mayoría. Estas sociedades, claramente, estaban en clara oposición con las disposiciones de la Asamblea, y asunto similar ocurriría con la creación de diversos periódicos entre los cuales, los más importantes, eran Boca de hierro y El amigo del pueblo, este último editado por Marat, conocido por ser un defensor inquebrantable de las masas. Pero Luis XVI no podía sólo contemplar los acontecimientos que destruían la Francia que él conocía, así que elaboró un golpe contrarrevolucionario que provocaría que el 21 de julio de 1791 todo el pueblo de París se despertara con la noticia de que habían huido el Rey y la Reina. Su objetivo era llegar a la fortaleza de Montmedy, en donde los esperaban tropas del marqués de Boniller que servirían para que el Rey, a la cabeza de un ejército contrarrevolucionario, disolvería la Asamblea y, con ella, todas las medidas anti-monárquicas
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