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Administrador - Introducción a la técnica de investigación en ciencias de la administración y del comportamiento (2010) - Nayeli Morales

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Erica Doring y González Hermosillo 
2009 
 
Área Modular 
Técnico-Instrumental 
Fase Profesional 
Antología 
Metodología para el análisis de información político-electoral 
y la construcción de discursos institucionales 
 
Derechos Reservados 2009 
Esta edición y las características de la misma son 
Propiedad del Instituto Federal Electoral 
Viaducto Tlalpan No. 100 (esq. Periférico sur) 
Col. Arenal Tepepan, Del. Tlalpan 
C. P. 14610, México, D. F. 
 
3 
 
 
 
 
Índice 
 
Introducción a la técnica de investigación en ciencias 
de la administración y del comportamiento 
(Fernando Arias Galicia) 9 
Inicio de la investigación 10 
1. El problema 10 
2. Papel de la casualidad 12 
3. Planteamiento del problema 13 
3.1 Necesidad de las definiciones 15 
3.2 Reglas para definir 18 
4. Hipótesis 20 
4.1Requisitos de las hipótesis 22 
4.2 Funciones de las hipótesis 25 
5. Importancia del problema 28 
6. Planeación de la investigación 29 
6.1 Planeación del proceso de investigación 29 
7. Entrevista 31 
7.1 Tipos de entrevistas 32 
7.2 Limitaciones de la entrevista 33 
8. Cuestionarios 35 
8.1 Tipos de cuestionarios 35 
4 
 
8.2 Limitaciones de los cuestionarios 42 
8.3 Precauciones en la redacción de cuestionarios 45 
Bibliografía 47 
 
Metodología y técnicas de investigación 
en ciencias sociales. Introducción elemental 
(Felipe Pardinas) 59 
1. Tres diferentes tipos de conocimientos 60 
1.1 Descripción, explicación y predicción de 
 conducta de fenómenos 60 
1.2 Conocimiento: popular, de divulgación, científico 61 
1.3 Objetivos más importantes del estudio de la metodología 92 
2. Tipos y técnicas de observación científica de los fenómenos 95 
2.1 Observaciones Generales 95 
2.2 Algunas técnicas preliminares a las observaciones 
 de campo 117 
2.3 Entrevistas 122 
2.4 Cuestionarios 126 
3. El problema objeto de la investigación 134 
3.1 Algunos tipos de problemas 134 
3.2 Habilidad para descubrir un problema significativo 139 
3.3 Criterios para calificar un problema 140 
3.4 Serendipity 141 
3.5 Análisis de los términos del problema 141 
3.6 Problemas latinoamericanos 143 
 
5 
 
3.7 Relaciones con cuerpos teóricos más amplios 144 
4. La hipótesis en el trabajo científico 145 
4.1 Hipótesis y problemas 145 
4.2 Los términos de la hipótesis 146 
4.3 Fórmula simbólica de una hipótesis 147 
4.4 Algunas clases de proposiciones 150 
4.5 Condiciones de la hipótesis 153 
4.6 Hipótesis alternativas 154 
4.7 Hipótesis nula 155 
4.8 Hipótesis de trabajo 156 
Bibliografía 157 
 
La investigación científica 
 (Mario Bunge) 163 
1. El enfoque científico 164 
1.1 Conocimiento: ordinario y científico 164 
1.2 El método científico 170 
1.3 Las ramas de la ciencia 179 
1.4 Objetivo y alcance de la ciencia 185 
2. Problema 196 
2.1 La fuente de la ciencia 196 
Bibliografía 203 
 
6 
 
 
 
Teoría del conocimiento 
(Hessen) 205 
 
Introducción 206 
I. La esencia de la filosofía 206 
II. La posición de la teoría del conocimiento 
 en el sistema de la filosofía 212 
III. La historia de la teoría del conocimiento 214 
 
1. Teoría general del conocimiento. 
 Investigación fenomenológica preliminar 215 
1.1 El fenómeno del conocimiento y los problemas 
 contenidos en él 215 
2. El origen del conocimiento 222 
2.1. El racionalismo 222 
2.2 El empirismo 227 
2.3 El intelectualismo 230 
2.4 El apriorismo 232 
2.5 Crítica y posición propia 233 
 
Comunicación Política y Opinión Pública 
(Oscar Ochoa) 237 
1. Comunicación política y sus procesos 238 
Objetivo 238 
Introducción al capítulo 238 
Preguntas para reflexionar 239 
 
7 
 
 
Comunicación política y opinión pública: una 
 aproximación conceptual 239 
Comunicación política 239 
Opinión pública 244 
Orientaciones de la opinión pública 247 
La opinión pública en la actualidad 251 
Áreas de la comunicación política 256 
La opinión pública 257 
El análisis de contenido de los mensajes 257 
La propaganda política 257 
La conducta político-social 258 
El liderazgo y los grupos de poder 258 
Los efectos de la comunicación política 259 
Propósitos de la comunicación y opinión políticas 262 
2. Géneros de mensajes políticos 264 
Objetivo 264 
Introducción al capítulo 264 
Preguntas para reflexionar 265 
Los mensajes políticos 265 
Rasgos característicos de los mensajes políticos 266 
El discurso 267 
3. La investigación de la comunicación política 272 
Objetivo 272 
Introducción al capítulo 273 
8 
 
Preguntas para reflexionar 273 
El proceso de investigación 273 
Aplicación de sondeo de opinión 275 
El estudio de las actitudes 275 
El análisis de mensajes políticos 282 
El análisis de textos políticos 282 
Análisis de los espacios de la prensa 282 
Análisis interpretativo 284 
Análisis de titulares 285 
Análisis del diferencial semántico (o de tendencias 
 lingüísticas o de perfil de polaridades) 286 
Bibliografía 290 
 
 
 
 
 
 
 
 
9 
 
 
 
10 
 
Inicio de la investigación 
 
La búsqueda de la verdad es más hermosa que la verdad misma. 
Alberto Einstein 
 
La verdadera ciencia enseña a dudar y, en la ignorancia, a abstenerse. 
Claudio Bernard 
 
Preguntar quiere decir tener el valor de soportar la amargura de la realidad. 
Weischedel 
 
 
1. El problema 
Dice una vieja receta de cocina: ―para hacer un guiso de liebre, atrápese 
primero la liebre‖. Asimismo, para investigar es necesario contar primero con 
un problema para resolver. Podrán establecerse muchas recetas para cazar 
liebres, pero ninguna para detectar problemas. Estos surgen cuando el 
estudioso encuentra una laguna teórica, dentro de un conjunto de datos 
conocidos, o un hecho no abarcado por una teoría, un tropiezo o un 
acontecimiento que no encaja dentro de las expectaciones en su campo de 
estudio. Recuérdese también que algunos problemas serán planteados a los 
profesionistas, por sus clientes. Es desde luego, necesario estar compenetrado 
en la materia y conocer sus vericuetos, para encontrar problemas. En efecto, 
sólo conociendo a fondo los fenómenos estudiados y la estructura total de la 
teoría que los contempla, pueden detectarse las irregularidades o las lagunas 
existentes en el cuerpo de conocimientos. No existe la ―generación 
espontánea‖ en el proceso científico. Así como la vida siempre proviene de 
la vida, en la investigación los problemas surgen siempre del conocimiento 
previo. El problema es el punto de partida de la investigación. Si no se tiene 
problema alguno, ¿qué se va a investigar? 
Por otro lado, es necesario no olvidar que muchos problemas serán 
planteados por los clientes de los profesionistas y que, aunque no pretenden 
 
11 
 
aumentar el caudal de conocimientos, sino resolver casos concretos y 
limitados, es imprescindible seguir el proceso de la investigación científica 
para resolverlos. En otras palabras, la indagación científica no sólo es 
aplicable por las grandes eminencias y en centros de estudios superiores, sino 
que puede ser empleada por cualquier profesional en sus labores cotidianas; 
sin embargo, el cliente del profesionista se enfrenta a una lagunaen su 
conocimiento, que desea llenar para poder tomar decisiones acertadas. 
Véanse en seguida dos ejemplos en los cuales se narra brevemente la forma 
en la cual, dentro del marco de conocimientos, surgieron hechos 
inesperados, contradictorios a la teoría, o desconcertantes: generadores de 
avance en el campo de la psicología, y que han tenido repercusiones en 
mercadotecnia y en diversas teorías de la organización. 
Pavlov, el gran fisiólogo ruso, estudiaba las secreciones del estómago. En sus 
experimentos se veía constantemente obstaculizado porque los perros que le 
servían de sujetos de estudio salivaban y secretaban ácidos estomacales 
frecuentemente, sin que existiera, aparentemente, factor alguno que 
provocara estas respuestas. Los perros secretaban ante el alimento y, con 
frecuencia sin él, lo cual constituía un hecho insólito y un obstáculo para el 
trabajo de Pavlov, pues no podía, como hubiera deseado, controlar 
totalmente las secreciones, dificultando esto la experimentación. La 
salivación, aparentemente caótica, constituía una verdadera interferencia 
en su tarea. Sin embargo, empezó a tratar de relacionar las secreciones 
ocurridas sin estímulo, con otros eventos. Notó que algunos perros salivaban 
ante su presencia o ante la de alguna de sus ayudantes. Siguió investigando 
y relacionando unos datos con otros. El resultado es conocido 
perfectamente: el descubrimiento de los reflejos condicionados. Este nuevo 
campo absorbió completamente la atención de Pavlov, pasando a segundo 
término la fisiología del aparato digestivo. 
En pleno auge del conductismo norteamericano, preconizador de la fórmula 
estímulo-respuesta, allá por los años veintes, una importante corporación, la 
Western Electric, Co., se interesó por determinar las condiciones ambientales 
óptimas para la producción. Por tanto, inició una serie de estudios tendientes 
a señalar los grados de luminosidad que darían mejores resultados. (Guerreiro 
Ramos, sin fecha.) Al efecto se seleccionó un grupo experimental de 
operarios. Sobre este grupo se introdujeron cambios en la luminosidad del 
local de trabajo. Otro grupo, denominado control, no sufrió cambio en la 
luminosidad. Se inició el experimento, incrementando la luminosidad, con lo 
cual se aumentó la producción de ambos grupos. Volvió a incrementarse el 
12 
 
grado de luminosidad y nuevamente se registró un ascenso en la tasa 
reproducción. Para efectuar una contraprueba, se disminuyó la intensidad de 
la luz, esperando ―obviamente‖ un descenso en el nivel de producción. Pese 
a las expectaciones la producción volvió a incrementarse en ambos grupos. 
Los primeros investigadores dejaron ahí la tarea, pero otros se enfrascaron en 
nuevos experimentos en los cuales se permitía la libre conversación entre las 
operarias, se les proporcionaba café durante la jornada, antes de efectuar 
un cambio se comentaba con ellas, etc. Descubrieron que tan solo el hecho 
de haber sido escogidas para participar en el estudio, daba a las operarias 
un tinte de orgullo ante las demás compañeras de la factoría. Los estudios, 
prolongados durante varios años, llevaron al descubrimiento de la actitud en 
el personal, de la influencia del grupo en la situación de trabajo, y a toda una 
nueva concepción de la psicología laboral, cuyas repercusiones han llegado 
hasta las teorías administrativas en nuestros días. 
 
2. Papel de la casualidad 
Ahora bien, ¿qué condujo a los investigadores a fijar su atención en los 
fenómenos que estudiaron? Pavlov no fue el primero en estudiar la fisiología 
del sistema digestivo en los perros. Muchos otros lo hicieron antes que él. 
Seguramente a ellos se les presentó la dificultad de controlar 
adecuadamente la salivación. Los reflejos eran conocidos desde mucho 
tiempo antes.1 Mayo y Roethlisberger y sus colaboradores no fueron tampoco 
los primeros en tratar de establecer las condiciones óptimas para la 
producción. ¿Por qué sólo ellos pudieron llegar a esos descubrimientos?, ¿por 
casualidad? 
Es lugar común, muy difundido, pensar que muchos descubrimientos 
científicos se deben a la simple casualidad. ¿No por casualidad dejó 
Roentgen una placa fotográfica cerca de uno de sus bulbos, dando lugar al 
 
1 En 1878 el eximio Claudio Bernard, autor de la Introducción al estudio de la medicina experimental, escribió: “El sistema nervioso, 
sensitivo y vasomotor, preside todos los fenómenos de circulación local que acompañan a las funciones orgánicas; es así que la saliva corre 
abundantemente cuando un cuerpo con sabor va a impresionar los nervios de la membrana mucosa bocal y que el jugo gástrico se forma bajo 
la influencia del contacto con los alimento y de la superficie sensible del estómago. No obstante, esta excitación mecánica sobre los nervios 
sensitivos periféricos, que vienen a resonar en los órganos por acción refleja, puede ser reemplazada por una excitación puramente psíquica o 
cerebral. 
“Un experimento sencillo viene a proporcionar la demostración.” 
“Tomando a un caballo en ayunas, se descubre sobre el lado de la mandíbula el canal excretor de la parótida, se ve su conducto y se observa 
que nada fluye de ahí: la glándula está en reposo. Si entonces se hace que el caballo vea la avena o mejor, si sin mostrársela, se ejecuta un 
movimiento que indique al animal que se le va a proporcionar su alimento, al instante un chorro continuo de saliva fluye del conducto 
parotídeo, al mismo tiempo que el tejido de la glándula, se inyecta y se convierte en el sitio de una circulación más activa.” Sin embargo, no 
fue más allá. Corresponde a Pavlov el mérito de estudiar a fondo el fenómeno, descubrir sus nexos con los estímulos y dar nacimiento a una 
teoría que intenta explicar la conducta en general. 
 
13 
 
descubrimiento de los rayos X? La casualidad decía el eminente Pasteur, es 
una dama veleidosa que solamente se entrega a quien sabe cortejarla. 
Ramón y Cajal (1946) anota: ―…es forzoso convenir en que, si muchos sabios 
descubrieron lo que buscaban, todos ellos buscaron con admirable 
tenacidad y fueron dignos del éxito porque con rara penetración acertaron 
a sorprender los grandes progresos latentes en las tímidas y pragmáticas 
revelaciones del acaso. En suma: el azar afortunado suele ser casi siempre el 
premio al esfuerzo perseverante‖. En otras palabras, únicamente quien se 
encuentra preparado para obtener provecho de pequeños detalles que 
para otros pasan inadvertidos, o quien puede encontrar significado donde 
otros no ven sino datos sin importancia o escollos insalvables, está en 
posibilidad de hacer aportaciones importantes a la ciencia. Freud trabajó en 
su juventud con la cocaína, pero desaprovechó la oportunidad de emplearla 
como anestésico local, correspondiendo la gloria de tal descubrimiento a 
Koller. (Robert, 1966.) Sin embargo, estuvo alerta en otro campo varios años 
después, para iniciar una teoría que ha hecho famoso su nombre: la teoría 
psicoanalítica. Taton (1967) relata muchos casos en que la casualidad 
propició los descubrimientos científicos; sin embargo, su conclusión en cada 
uno de ellos es la misma: sólo es fructífera la casualidad si está presente el 
investigador preparado. 
 
3. Planteamiento del problema 
No sólo es necesario visualizar el problema, sino además plantearlo 
adecuadamente. El arte de plantear preguntas correctas se aprende 
gradualmente y no cabe duda que muchas de las dificultades actuales en la 
ciencia provienen de la carencia de un dominio completo de este arte. 
(Sullivan, 1956.) Se dice que cuando un problema está bien formulado, se 
tiene ganada la mitad del camino hacia su solución. En efecto, el 
planteamiento va a establecer la dirección del estudio para lograr ciertos 
objetivos, de manera que los datos pertinentes se recolecten teniendo en 
mente esos objetivos a fin de darles el significado que les corresponde.No es 
difícil encontrar investigadores profundamente aficionados a un método que 
tratan de aplicar a diferentes problemas, olvidando que cada uno tiene sus 
propias peculiaridades y requiere, por ende, un método adecuado. Puede 
decirse, pues, que el planteamiento del problema ayuda al control de los 
errores, puesto que un análisis del mismo ayuda a establecer sus diferentes 
ramificaciones y sus lagunas, así como las posibilidades de introducción de 
factores personales por parte del investigador. (Ghiselli y Brown, 1955.) 
14 
 
Básicamente, el investigador se enfrenta al plantear el problema, a dos 
preguntas: ¿Qué es lo que trato de resolver o de conocer?, y ¿cómo voy a 
lograrlo? La respuesta a estas preguntas no es tan fácil como aparenta. 
En el planteamiento debe contemplarse tanto al problema como todos los 
demás datos conectados con él. Para ello, puede intentarse enlistar todos los 
componentes del mismo. Se selecciona una serie de datos que parezcan 
estar más íntimamente ligados al mismo, basando la selección en un marco 
teórico, es decir, la inclusión de un elemento del problema en la lista estará 
dada por la conexión teórica aceptable con los demás datos. Si no existe un 
encadenamiento conceptual entre varios componentes, no será posible 
encontrar un significado a la investigación. Supóngase que un psicólogo 
establece un ―índice de compatibilidad matrimonial‖, con el cual espera 
predecir el éxito de una pareja en el matrimonio. El ―índice‖ se obtendría por 
la siguiente fórmula: 
en la cual: 
ICM = índice de compatibilidad matrimonial, 
P = puntuación en un test de habilidad para reconocer números primos, 
D = número de pestañas en el ojo derecho, y 
s = número de veces que los contrayentes hayan leído juntos a Shakespeare. 
El psicólogo de nuestro ejemplo, ¿podrá llegar a resultados satisfactorios? 
Seguramente no, porque si bien está incorporado en su fórmula una serie de 
datos, éstos no encajan dentro de teoría alguna respecto a la 
compatibilidad matrimonial ni puede mostrar lógicas conexiones entre sí. 
Dentro de las ciencias del comportamiento pueden citarse innumerables 
teorías que intentan explicar la conducta. Dentro del campo de la economía 
pueden citarse: el mercantilismo, el liberalismo, etc. En el campo de la 
administración tenemos: la administración ―científica‖ (Taylor), las ―teorías 
gerenciales‖, etc., y dentro de la contabilidad la teoría de la partida doble. 
Existen otras teorías aplicables por igual a diversas ciencias; por ejemplo, la 
teoría de los sistemas y la cibernética. Dos magníficas obras que muestran la 
interrelación de las teorías provenientes de las ciencias del comportamiento 
 
15 
 
con las administrativas, son: Bruns y De Coster, Trillas, 1974; Strumpel, Morgan y 
Zahn, 1972; otra que relaciona disciplinas administrativas, matemáticas y del 
comportamiento es la de Frank, Kuehn y Massy, 1969. 
En algunas investigaciones, tal vez, las relaciones entre los componentes del 
problema no sean tan obvias, pero no es necesario desesperarse, porque la 
propia investigación podrá hacer resaltar esas conexiones. Otras no serán 
visibles sino hasta mucho después. En un principio, los elementos del 
problema pueden parecer dispersos o inconexos. Sin embargo, el marco 
teórico de referencia va a servir de principio unificador capaz de integrar en 
un conjunto armónico todos los componentes. A través de él, va a adquirir 
una significación unitaria el listado de posibles elementos. Este marco teórico 
nos da una visión de conjunto, haciendo resaltar aquellos componentes 
debidamente integrados, por constituir datos ya confirmados, 
contrastándolos con otros que requieren de una mejor atadura con el marco, 
es decir, de una mejor explicación. Son precisamente estos datos los que 
demandan una mayor clarificación, los que pueden llegar a convertirse en 
objetos de una investigación. Por tanto, al examinar nuestro problema desde 
estas perspectivas teóricas podemos detectar con mayor precisión las 
variables a considerar. 
Sin embargo, no debemos quedarnos sólo con aquellos componentes 
detonadores de una relación obvia. Debemos buscar otros que tal vez nos 
hayan pasado inadvertidos. Para lograrlo, Ghiselli y Brown (1955), 
recomiendan considerar todos los elementos integrados como si no lo 
estuvieran y explorar todas sus implicaciones teóricas; volver a aquellos 
elementos descartados en un primer momento y analizar sus posibles 
conexiones, y volver a aquellas ideas descartadas anteriormente y 
reexaminarlas. Con estos pasos se conseguirá analizar con más detalle los 
elementos del problema, evitando tomar únicamente los más familiares y 
evidentes. 
 
3.1 Necesidad de las definiciones 
Un paso fundamental en el planteamiento del problema es la definición de 
los términos empleados para formularlo. De otra manera, la solución al 
problema no será fácil. Muchos descalabros se evitará el investigador si se 
preocupa por delimitar los términos que emplea. En algunos casos esos 
términos resultan relativamente claros, como cuando se habla de edad, o 
16 
 
sexo masculino o femenino, pero en otros casos es indispensable determinar 
de una manera explícita el contenido de ellos pues ya no resultan tan 
fácilmente asequibles. Por ejemplo, cuando se habla de trabajadores 
calificados, o de esquizofrénicos, o de países subdesarrollados, o de estados 
de resultados, o de canales de distribución, es necesario proporcionar el 
contenido, las notas, de esos términos. Lo mismo puede decirse de términos 
tales como: parques industriales, transferencia de tecnología, niveles 
socioeconómicos y mercados de mano de obra. 
Si nos preguntamos: ¿cuál es la motivación del trabajador mexicano?, 
empleamos términos tan amplios y vagos que toda respuesta se hace 
imposible. En efecto, si definimos la motivación como un factor que inicia, 
dirige y sostiene una conducta hacia una meta, Harper (1962), debemos 
clarificar todavía que existen motivaciones conscientes y motivaciones 
inconscientes; unas biológicas, otras psicológicas y otras sociales, etc. Por otra 
parte, ¿cómo definimos al mexicano? Podemos tomar un criterio geográfico, 
un criterio jurídico, uno etnológico, etc., y seguramente encontraremos 
grandes diferencias entre cada uno de ellos. Si decidimos tomar el criterio 
geográfico, podemos preguntarnos: ¿un trabajador de Mérida es igual a uno 
de Tijuana? Si tomamos el criterio jurídico podemos inquirirnos: ¿un trabajador 
nacido y criado en el extranjero, pero de padres mexicanos es igual a un 
trabajador nacido y criado en México, pero de padres extranjeros?, y así 
sucesivamente. Aún dentro de una misma zona geográfica, ¿los trabajadores 
de todas las clases sociales son iguales? Por otra parte, debemos también 
definir lo que entendemos por ―trabajador‖. Tal vez en este ejemplo, 
encontraremos más excepciones que casos que confirmen la definición. Se 
han bordado muchas ―psicologías del mexicano‖, en las cuales no se ha 
intentado siquiera una definición del último término, de donde se sigue que 
no conducen a conocimiento alguno y sí a muchas vaguedades e 
impresiones.2 
Si se preguntara: ¿Pueden aplicarse los mismos métodos de promoción de 
empresas en un país desarrollado que en uno subdesarrollado? Ante esta 
interrogante surge la necesidad de definir lo que se entiende por ―promoción 
de empresas‖, así como por ―desarrollo‖ y ―subdesarrollo‖. Si en una 
investigación de mercados nos encontramos con que el universo de la misma 
―es el formado por las clases socioeconómicas alta y media, con un nivel 
educativo superior, de la ciudad de Torreón, Coah.‖, seguramente estaremos 
 
2
 Un buen ejemplo de intento para concretar los términos e investigar las motivaciones de los mexicanos es Estudios de psicología del 
mexicano, por el doctor Rogelio Díaz-Guerrero, Editorial Trillas,S. A., 3ª edición, 1968. 
 
17 
 
frente a una serie de dificultades serias para entender realmente la 
investigación pues nos preguntaremos: ¿Entenderán los investigadores lo 
mismo que nosotros entendemos por clase alta y clase media o con lo 
vocablos clases A, B y C? 
El ―nivel educativo superior‖, ¿se referirá al que tienen las personas que 
poseen una educación universitaria?; en caso afirmativo, ¿incluirá a los 
estudiantes universitarios?; o ¿solamente a quienes ya terminaron sus estudios 
y además ya ha obtenido un grado?; ¿o a ambos? 
La definición ahorra esfuerzo. Las definiciones son auxiliares del investigador 
porque le economizan espacio, tiempo y atención. (Cohen y Nagel, 1934.) Al 
hablar de la audición, Harper (1962), anota que nuestra sensibilidad máxima 
se localiza entre los 2000 y los 4000 ciclos por segundo y que en la escala de 
los decibeles se aproxima al cero, requiriendo una presión menor a 0.0002 
dinas/cm2. Esta afirmación es incomprensible para el lego, aunque el 
investigador de la audición puede comprenderla en toda su amplitud 
porque a través de su formación profesional ha adquirido el conocimiento 
que encierran los diversos términos: ciclos por segundo, decibeles y dinas; ha 
aprendido a manejar los aparatos necesarios para medirlos, así como las 
escalas correspondientes, etc. Cada vez que se encuentre con estos términos 
en la literatura científica, no necesitará recorrer nuevamente todo el proceso 
de aprendizaje de los mismos, sino su sola mención le hará comprender toda 
la extensión de ellos, pues han sido delimitados con anterioridad. 
Igualmente, el autor de un artículo sobre el tema, no necesitará emplear 
espacio y esfuerzo en explicarlos nuevamente. La definición es, en estos 
casos, un resumen de todo un conjunto de conocimientos conexos entre sí. 
La definición desbroza el camino. Por otra parte, la definición tiende a 
clarificar las ideas, suprimiendo las asociaciones accidentales y fuera de 
lugar. (Cohen y Nagel, 1934.) Frecuentemente el lenguaje común aporta 
términos a la ciencia; pero si éstos no son delimitados cuidadosamente, 
pueden dar lugar a asociaciones afectivas o sugerir significados que 
obstruyen el proceso de la lógica rigurosa. Especialmente en las ciencias 
administrativas y las del comportamiento, el lenguaje cotidiano invade la 
sistematización científica, por lo que es más necesario contar con términos 
clarificados. 
El lenguaje de los especialistas en una disciplina, en ocasiones es 
incomprensible para el lego; no porque los científicos traten de mantener 
oculto el significado de los mismos, sino porque los vocablos empleados se 
18 
 
encuentran engarzados en sistemas conceptuales adquiridos sólo a través de 
la formación profesional. Por ejemplo: ―así, las matemáticas pueden 
establecerse como la ciencia en que nunca sabemos de qué hablamos ni si 
lo que decimos es verdad.‖ Esta definición podría parecer dada por un loco 
o por un ignorante. Sin embargo es la definición de Bertrand Russell (citado 
por Molina, 1954), uno de los grandes matemáticos y filósofos de nuestra 
época. Para comprenderla en toda su amplitud es necesario conocer el 
sistema de proposiciones postulado por este autor en Los principios 
matemáticos, Introducción a la filosofía matemática, Investigación sobre el 
significado y la verdad, Historia de la filosofía occidental, y en otras muchas 
de sus obras, de igual relevancia. 
 
3.2 Reglas para definir 
Después de los ejemplos citados, se tratará de demostrar la dificultad 
existente para que conceptos vagos, oscuros e imprecisos, proporcionen un 
buen cimiento a la investigación. La función de la definición consiste en 
desbrozar los rasgos principales de la estructura de un concepto para hacerlo 
más preciso, delimitándolo de otros conceptos, a fin de hacer posible una 
exploración sistemática del objeto que representa. Si el lenguaje es vehículo 
del pensamiento, debemos preocuparnos por emplear palabras cuyo 
significado realmente transmita nuestras ideas en forma precisa. Para ello, es 
menester tener en cuenta cuatro reglas para definir. (Cohen y Nagel, 1934.) 
Dar la esencia. La definición debe dar la esencia de lo que se intenta definir; 
es decir, su naturaleza, sus notas características, sus límites precisos. Por 
ejemplo: ―Umbral es la energía mínima de un estímulo, necesaria para 
producir un respuesta.‖ Otro ejemplo: ―Salario nominal es la cantidad en 
dinero que paga el patrón al trabajador por sus servicios.‖ Otros ejemplos: 
―Entendemos, para efectos de esta investigación, que la clase 
socioeconómica AB es aquella que comprende a las personas con ingresos 
mensuales iguales o superiores a $7,500.‖ ―Productividad es la relación 
existente entre la producción y los recursos empleados para obtenerla.‖ 
En comparación, tomemos esta ―definición‖: ―…cuando decimos el «hígado» 
tanto médicos como profanos nos estamos refiriendo conscientemente a un 
órgano concreto,…; pero inconscientemente, y más aún, en el profundo 
inconsciente que nunca llegó a la conciencia (inconsciente reprimido de 
Freud) el «hígado» debe representar muchas cosas…‖, así ―…aun cuando no 
 
19 
 
sepamos bien todavía de qué hablamos,3 cuando digamos «hígado» o «lo 
hepático» entre comillas, nos estamos refiriendo a esa imagen 
inconsciente…‖ Pese a esta confesión, Chiozza (1963), se atreve a escribir un 
largo ensayo, plagado de ambigüedades como la anotada, titulado 
Psicoanálisis de los trastornos hepáticos. 
Evitar tautologías. La definición no debe ser circular, o sea, no debe, directa o 
indirectamente, contener al objeto definido. No nos saca de dudas la 
afirmación: ―La economía estudia los fenómenos económicos.‖ 
Ni tampoco esta otra: ―El estado de origen y aplicación de recursos es aquel 
que nos muestra el origen y asignación de los recursos de una empresa 
durante un periodo determinado‖, o: ―El estado de resultados es aquel que 
nos muestra los resultados obtenidos por una empresa durante un periodo 
determinado‖, o bien: ―El método lógico general llamado análisis es aquel 
que consiste en analizar cada una de las partes que conforman un todo‖. 
Expresión afirmativa. La definición debe expresarse siempre en términos 
afirmativos y nunca en términos negativos. Si señalamos lo que no es el objeto 
a definir, debemos agotar todas las posibilidades antes de acertar, lo cual 
puede ser un proceso muy largo y enojoso. La definición: ―La psicología no 
estudia la conformación de los crustáceos‖, no nos informa sobre la índole 
del campo de la ciencia psicológica. 
Emplear lenguaje claro. La definición debe expresarse en palabras claras y 
asequibles. No debe contener metáforas o figuras literarias. 
Veamos un ejemplo. Fromm (1956a), dice ―…La tercera necesidad básica del 
hombre es la de arraigarse… si el hombre pierde sus raíces naturales, 
¿adónde se encuentra y quién es? Estaría solo, sin hogar; sin raíces; no podría 
soportar el aislamiento y el desamparo que significa esta situación… Se 
volvería loco…; puede, ciertamente permanecer atado por los lazos de la 
naturaleza, del suelo, de la sangre; pero si hace esto está paralizado el 
desenvolvimiento de su razón, de su independencia. Está atrapado en lazos 
incestuosos. La palabra incestuoso se emplea aquí no en sentido sexual, sino 
en el sentido emocional de permanecer atado en la tierra, por lazos de la 
sangre y del suelo…‖ En este caso, Fromm hace una metáfora con la ―madre 
tierra‖ y emplea tropos sin necesidad, corriendo el riesgo de oscurecer su 
argumento con una palabra cargada de afectividad y traumática para 
muchas personas. ¿Era indispensable correr el riesgo? En otra obra, 
 
3
 Cursivas del autor de este libro. 
20 
 
conceptúa así la salud mental: ―La salud mental se caracteriza por la 
capacidad de amar y de crear, por la liberación de los vínculos incestuosos4con el clan y con el suelo…‖ (1956b). La persona que lea esta definición sin 
haber leído la aclaración del autor, publicada en otra obra, puede caer en 
confusiones innecesarias. 
Existen diversas formas para definir. Una regla consiste en proporcionar el 
género próximo y la diferencia específica. Sobre esta base están dados los 
nombres científicos. Por ejemplo, homo sapiens indica que el ente conocido 
bajo este nombre pertenece a los homínidos, pero su capacidad intelectual y 
racional constituye la diferencia específica con los demás entes del género. 
Otra forma de definición es la operacional o genética, en la cual se 
establecen las operaciones que es necesario realizar para obtener el 
fenómeno en cuestión; dicho en otras palabras, se indica la manera de 
generar el fenómeno. Por ejemplo: ―si a un organismo se presenta un estímulo 
natural acompañado de otro y se repite el procedimiento un número 
suficiente de veces, el estímulo artificial termina por provocar la respuesta 
que antes era obtenida únicamente por la presentación del estímulo natural. 
Se dice entonces que se ha establecido un reflejo condicionado‖. El lector 
podrá darse cuenta que en esta definición se describen las operaciones 
necesarias para obtener actos condicionados. Dentro de la teoría de Keynes, 
el ahorro es la diferencia entre el ingreso y el consumo, a nivel nacional. 
 
4. Hipótesis 
En el planteamiento del problema aislamos y seleccionamos algunos hechos 
y datos relevantes que, explorados más a fondo, sirven de base a la 
formulación de hipótesis. Ante el problema planteado, el profesionista 
establece una conjetura sobre soluciones al mismo; propone una explicación 
tentativa respecto a los fenómenos que le interesan y las situaciones 
relacionadas con éstos. 
Una hipótesis es una proposición respecto a algunos elementos empíricos y 
otros conceptuales y sus relaciones mutuas, que emerge más allá de los 
hechos y las experiencias conocidas con el propósito de llegar a una mayor 
comprensión de los mismos. (Guiselli y Brown, 1955.) Las hipótesis germinan y 
crecen a través del razonamiento, pero contienen algunos hechos 
 
4
 Cursivas del autor de este libro. 
 
21 
 
confirmados que van a ligarse a nuevas posibilidades, partiendo de hechos 
conocidos. Contienen, por el acto imaginativo, elementos o relaciones no 
sensopercibidos hasta entonces. Por tanto, una hipótesis es una anticipación 
en el sentido de que propone ciertos hechos o relaciones que pueden existir, 
pero que todavía no conocemos y no hemos comprobado que existan. Por 
ejemplo, un investigador puede pensar que la proporción de ahorros 
depende del salario real de cada persona. Otro puede imaginar que estos 
ingresos dependen del grado en que su carácter sea acumulativo, en 
términos psicoanalíticos de Fromm; pero éstas son conjeturas, meras 
explicaciones profesionales al problema de determinar los factores que 
influyen en el ahorro, y han surgido de la familiaridad que tienen esos 
investigadores, con ciertas teorías. 
―La hipótesis, comenta Ramón y Cajal (1946), constituye una interpretación 
interrogativa de la naturaleza. Forma parte de la investigación misma, como 
que representa su fase inicial, su antecedente casi necesario. Pero especular 
de continuo, es decir, teorizar sin acudir al análisis de los fenómenos, es 
perderse en idealismos sin consistencia; es volver la espalda a la realidad.‖ Así 
pues, se hace necesario confrontar nuestras hipótesis con datos objetivos, lo 
cual constituye, precisamente, la meta de cualquier investigación, de 
manera que a través de los resultados de la misma, puedan confirmarse, 
modificarse o rechazarse. 
En caso de confirmación, y si ésta es repetida en otras ocasiones y por otros 
investigadores, la hipótesis deja de serlo y pasa a formar parte del cuerpo de 
conocimientos, convertida ya en un dato empírico, de modo que encaje en 
un marco de referencia tendiente a explicar la producción de los fenómenos 
y adicionándose a los datos objetivos que sustentan la teoría. 
Frecuentemente, a medida que se avanza en el planeamiento de la 
investigación, en el acopio de antecedentes, en la elaboración de los 
instrumentos de observación, etc., surgen nuevas hipótesis. En otras 
ocasiones, las hipótesis originales deben ser modificadas de acuerdo a los 
resultados de las investigaciones, afinando la dirección de futuras 
investigaciones mediante un proceso selectivo que consiga la conexión 
objetiva entre la hipótesis y los datos resultantes de la investigación. 
Pudiéramos decir que las hipótesis dirigen la investigación y entre ambas 
forman un cedazo a fin de lograr la distinción entre los principios explicativos 
de un fenómeno y la imaginación anticipatorio respecto a la explicación de 
los mismos. 
22 
 
Por otra parte, aun las hipótesis que resultan falsa tienen un valor dentro del 
proceso de investigación, pues, al ser rechazadas, hacen avanzar el 
conocimiento, ya que descartan y reducen el número de posibilidades entre 
el cual debe buscarse la relación objetiva. ―Y en todo caso, la explicación 
rechazada por falsa siempre tendrá una ventaja: la de restringir, por 
exclusión, el campo de lo imaginable, eliminando soluciones inaceptables y 
causas de error.‖ (Ramón y Cajal, 1946.) Además una investigación 
infructuosa puede servir a un investigador hábil para volver la mirada hacia el 
planteamiento del problema y hacia los métodos seguidos, para descubrir 
deficiencias que, una vez superadas, conduzcan al proceso inquisitivo 
adecuadamente. Generalmente, en las revistas y los libros científicos se 
publican las investigaciones notables pero nadie, seguramente, posee datos 
fidedignos sobre el total de las inquisiciones improductivas. El número de las 
últimas debe superar en mucho al de las primeras. Decía De Morgan, un 
lógico inglés: ―las hipótesis infructuosas, trabajadas correctamente después, 
han producido resultados más provechosos que la observación 
asistemática‖. ―Se sirve más a la ciencia… por error, que por la confusión‖, 
afirma Bernard (1944). 
Así, uno de los propósitos cumplidos por las hipótesis es servir de ideas 
directrices a la investigación. Por tanto, cuando se emplean para diseñarla se 
denominan frecuentemente hipótesis de trabajo, pues un investigador puede 
formular diversas hipótesis para ser sometidas a prueba, pero muchas veces 
se verá imposibilitado de hacerlo al unísono con todas. Por el contrario, 
tendrá que proceder paulatinamente. La hipótesis elegida en cada ocasión 
para servir de base a la pesquisa constituirá la hipótesis rectora, es decir, la 
hipótesis de trabajo. Algunas veces, en la actividad cotidiana, las hipótesis no 
se formulan explícitamente. Por ejemplo, el auditor que se encuentra con 
algunas anomalías, y decide profundizar en su investigación, está 
conjeturando que en el resto de las operaciones se encuentran otras 
irregularidades. 
 
4.1 Requisitos de las hipótesis 
Pueden formularse hipótesis a diestra y siniestra pero, a fin de cumplir con una 
serie de requisitos lógicos, deben servir de cimientos a toda investigación. Por 
ende, si no se encuentran adecuadamente formuladas, toda la estructura 
futura de la investigación corre el riesgo de venir por tierra. Por lo tanto, las 
hipótesis deben: 
 
23 
 
Establecer las variables a estudiar. Las hipótesis deben tener límites bien 
establecidos, Travers (1964), o sea, deben especificar las variables a estudiar. 
Las definiciones ayudan en esta tarea, precisamente. 
Un buen ejemplo está constituido por un estudio, Díaz-Guerrero, Fernández y 
Fernández (1967), para determinar si las calificaciones dadas por psicólogos a 
una técnica proyectiva de manchas de tinta, eran comparables a las 
proporcionadas por una computadora, recurriendo ésta a un diccionario 
especialmente preparado que se le había dado anteriormentegrabado en 
una cinta magnética. Las variables especificadas fueron: localización, 
rechazo, formas definidas, color, sombreado, movimiento, integración, 
humano, animal, anatomía, ansiedad, hostilidad, barrera y penetración. Los 
resultados correspondientes a protocolos de 48 niños de la ciudad de 
México, indicaron una correspondencia perfecta entre ambas calificaciones 
en las variables localización y rechazo (r = 1.00), y menor correspondencia en 
las demás. Los investigadores concluyen que disminuyendo las fuentes de 
error en ese diccionario se podrá lograr una equivalencia casi perfecta entre 
ambas calificaciones. Llegado ese momento, las respuestas dadas por los 
sujetos a las manchas de tinta que constituyen esa prueba podrán ser 
trasladadas a tarjetas perforadas e introducidas en la computadora para 
que ésta proporcione las calificaciones, con el consiguiente ahorro de 
tiempo y esfuerzo para el psicólogo. 
El investigador neófito se plantea frecuentemente problemas muy amplios, 
formulando hipótesis globales, no específicas. El deseo de abarcar muchos 
aspectos en una sola investigación amplifica todo: tiempo, esfuerzo, costo, 
generalmente termina en un esfuerzo inútil con el que nada se avanza.5 Por 
ejemplo: la hipótesis, si así puede denominársele: ―la mejoría de un paciente 
depende de la situación terapéutica‖, es tan amplia en su concepción que 
difícilmente puede ser confirmada o rechazada; es tan ambiciosa que 
seguramente rebasa las posibilidades de estudio por parte de cualquier 
individuo, a quien seguramente la respuesta se le escapará de las manos. Tal 
vez sería mejor formularla así: ―si un grupo de psiconeuróticos es tratado por 
el método de la terapia centrada en el cliente, entonces se observarán 
menos recaídas que en otros grupos de psiconeuróticos tratados por otros 
métodos.‖ Desde luego, para confirmar tal hipótesis debemos definir nuestros 
términos y fijar los criterios objetivos que servirán de base para el estudio. 
 
5
 Cursivas del Dr. Rogelio Díaz-Guerrero. 
24 
 
Uno de los objetivos de la publicidad es lograr incrementar las ventas de 
artículos o servicios. Un investigador puede interesarse en medir la efectividad 
de la publicidad. Pero ese es un tema muy amplio. Debería, por ejemplo, 
especificar que obtendrá la relación entre el grado en que a las personas les 
gusta o no un anuncio y la cantidad de adquisición del producto o servicio 
que compran. Si a las personas, en general, les gusta mucho un anuncio de 
un café instantáneo pero adquieren otro café, la efectividad de ese anuncio 
es reducida. Aquí las variables serían: a) opinión sobre anuncios, y b) 
adquisición del producto. Pueden incluirse otras variables como: sexo, edad, 
clase social, lugar de residencia, etc., de las personas, pues puede pensarse 
que los anuncios son más gustados o repudiados de acuerdo a esos datos y 
que algunos pueden influir en la decisión de compra. 
Establecer relaciones entre variables. De acuerdo con Cohen y Nagel (1934), 
una hipótesis debe ser especificada de tal manera que pueda servir de base 
a inferencias que nos ayuden a decidir si explica o no los fenómenos 
observados. Sin embargo, ocurre muy frecuentemente que la hipótesis, por la 
misma complejidad de los fenómenos, no puede ser puesta a prueba 
directamente a través de la simple observación. Así, por ejemplo, la hipótesis 
de que algunos tipos de dermatosis están asociados a estados afectivos, no 
puede ser confirmada o rechazada a través del simple examen de la piel. Es 
necesario, pues, establecer una serie de técnicas lógicas, matemáticas y 
metodológicas que permitan estudiar las conexiones entre ambos 
fenómenos. Si no es posible fincar métodos de observación o 
experimentación, nos será imposible avanzar en el conocimiento. Si no 
podemos diseñar un método que nos permita apreciar objetivamente, dentro 
de una serie de circunstancias, la intensidad de los estados afectivos crónicos 
y la gravedad de la dermatosis, no podemos verificar nuestra hipótesis. En 
otras palabras, requerimos que las hipótesis establezcan relaciones 
cuantitativas entre variables, Travers (1964). En nuestro ejemplo, se esperaría 
que a mayor intensidad de los estados afectivos crónicos se encontraría una 
mayor gravedad de las dermatosis. En el ejemplo del café, expuesto en el 
punto anterior, se esperaría que entre más gustado fuera el anuncio, mayor 
fuese la adquisición del producto. 
En nuestra época no ha sido posible aún verificar una serie de hipótesis 
(relativas al sueño, a la telepatía, a la psicokinesis, etc.), debido a la 
extraordinaria complejidad de muchos fenómenos psicológicos. No pocas 
veces el investigador se encuentra ante una carencia de métodos o de 
instrumentos para enfrentarse a su problema, de donde su tarea inicial es 
diseñarlos, lo cual constituye en sí misma toda una investigación. Esta 
 
25 
 
limitación no restringe la labor del investigador sino, por el contrario, amplía su 
campo de acción. Recordemos que detrás de muchos obstáculos 
aparentemente insalvables se esconden brillantes oportunidades para quien 
sepa aprovecharlas. 
Mantener la consistencia entre hechos e hipótesis. Las hipótesis se cimentan, 
al menos en parte, sobre hechos ya conocidos en el campo de estudio; por 
ende, no deben establecer implicaciones contradictorias o inconsistentes 
con lo ya verificado en forma objetiva. Por el contrario, debe establecerse un 
conjunto armónico entre hipótesis y hechos a menos que, precisamente se 
trate de encontrar nuevas conexiones entre los datos conocidos, en 
concordancia con nuevos supuestos que presenten una mayor armonía. 
Necesitar un número mínimo de supuestos ad hoc. Las hipótesis deben ser 
formuladas de la manera más sencilla posible. Con esto no solo nos referimos 
a la estructura del lenguaje en el cual se formulan sino, y esto tal vez es lo más 
importante, a la sencillez del sistema dentro del cual quedan engarzadas. 
(Cohen y Nagel, 1934.) No hay que confundir la sencillez con la familiaridad. 
Dentro de la física, la teoría de la relatividad de Einstein es más sencilla que la 
física de Newton, aunque esta afirmación puede parecer incomprensible 
para los legos en física. Es más sencilla porque requiere menos supuestos 
establecidos especialmente para explicar un área de fenómenos, lo que, por 
tanto, le permite efectuar generalizaciones más amplias, es decir, le permite 
exhibir las conexiones entre un mayor número de fenómenos. Dentro de la 
psicología, la ―teoría de campo‖ de Kurt Lewin, es más sencilla que la ―teoría 
psicoanalítica‖ de Freud. Así, las hipótesis deben ser consistentes con el 
cuerpo de conocimientos, como ya se indicó, de manera que no 
necesitemos, o restrinjamos al mínimo, la introducción de estructuras teóricas. 
 
4.2 Funciones de las hipótesis 
Ghiselli y Brown (1955) indican que las hipótesis cubren las funciones 
siguientes: 
De explicación inicial. Los elementos de un problema pueden parecer 
oscuros o inconexos, y necesitan una mejor descripción. A través de la 
formulación de hipótesis podrán complementarse los datos, detectando los 
posibles significados y relaciones de ellos, e introduciendo un orden entre los 
fenómenos. De esta manera, las hipótesis constituyen la argamasa primaria 
26 
 
que, posteriormente y una vez realizada la investigación, puede dar 
coherencia e integración, en un solo edificio teórico, a los datos. 
Un ejemplo sería: ―Tomando la escala de necesidades de Maslow, la 
necesidad de seguridad estará más insatisfecha entre los funcionarios del 
sector público que entre los del privado, en virtud de que los primeros están 
más sujetos a los vaivenes de la política.‖ Obsérvese que se trata de una 
conjetura cimentada en una posible explicación; igualmente es de hacerse 
notar que esta hipótesis resume dos conceptos extraídos de marcos teóricosdiferentes: uno relativo a la motivación; el otro, a la teoría política. 
De estímulos para la investigación. Las hipótesis concretan y resumen los 
problemas encontrados, sirviendo de impulso para la consecución del 
proceso inquisitorio. 
La hipótesis planteada en el punto anterior puede despertar la curiosidad e 
impulsar al investigador, o a alguien diferente, a tratar de conocer con 
hechos si la hipótesis es válida o no. Las hipótesis se convierten, así, en el 
objetivo de la investigación. 
De fuentes de metodología. Es muy frecuente que las hipótesis se enuncien 
como oraciones condicionales: ―si ocurre esto, entonces sucederá aquello‖. 
La formulación nos lleva a un análisis de las variables a considerar y, como 
consecuencia, a los métodos necesarios para controlarlas y cuantificarlas. ―Si 
una persona padece un estado afectivo crónico intenso, entonces tendrá 
mayores posibilidades de padecer dermatosis.‖ Otro ejemplo: ―Si a las 
mujeres de la clase media les gusta el anuncio, entonces comprarán el 
producto.‖ 
En el primer caso se necesitará un diagnóstico de los estados afectivos y otro 
de los padecimientos dermatológicos a fin de establecer las relaciones entre 
ambos. En el segundo, después de definir lo que significa ―clase media‖, será 
preciso determinar la forma de medir el agrado o desagrado y la manera de 
establecer si compran o no el producto. Todo lo anterior requiere seguir 
determinados métodos. 
De criterios para valorar las técnicas de la investigación. Con frecuencia las 
hipótesis establecen en su enunciamiento algún conjunto de condiciones, 
como se apuntó en el párrafo anterior. Por tanto, hacen posible también un 
juicio crítico sobre los procedimientos técnicos, experimentales y estadísticos 
seguidos para satisfacer las condiciones especificadas. Por ejemplo, en el 
 
27 
 
caso del punto anterior, es necesario determinar cómo va a medirse la 
intensidad del agrado o desagrado por el anuncio; cómo va a determinarse 
la clase social y cómo va a verificarse si el producto de que se trata es 
adquirido por el público consumidor. 
De principios organizadores. La hipótesis constituye principios organizadores 
alrededor de los cuales pueden formarse mallas de relaciones entre los 
hechos conocidos, pertinentes al problema, y otros no tan directamente 
conectados. Por ende, pueden erigirse en auxiliares valiosos para determinar 
los pesos relativos de cada uno de los componentes del problema. Adscribir 
las hipótesis a marcos teóricos de referencia, nos permite organizar nuestros 
conocimientos en un conjunto significativo de relaciones, a fin de obtener 
una clara perspectiva de las variables, revelándonos formas de ataque para 
recolectar información adicional. Buscamos relaciones entre los hechos y sus 
implicaciones teóricas, pudiendo así fincar soluciones del problema con 
objeto de someterlas a la confirmación mediante la investigación. 
En los ejemplos anteriores, la investigación va a girar alrededor de las 
hipótesis enunciada, con los métodos apropiados, etc. En otras palabras, el 
objetivo de la investigación es determinar si las hipótesis son válidas o no y 
para ello se requieren métodos y recursos adecuados. Métodos y recursos 
girarán alrededor de las hipótesis. 
De elementos para tomar decisiones. Mediante la investigación se pretende 
poner a prueba las hipótesis o conjeturas. Generalmente la investigación 
servirá para tomar algunas decisiones. Para auxiliarse, el investigador recurre 
a la estadística. Entonces, hay que plantear las hipótesis de acuerdo a los 
requerimientos de las técnicas inferenciales de la estadística. Se plantea, 
pues, la ―hipótesis cero‖ o ―hipótesis nula‖ de que no existen diferencias 
significativas entre variables, y la ―hipótesis alterna‖ de que sí existen 
diferencias significativas entre las variables. Después de obtenidos y 
analizados los datos, se prueban matemáticamente las hipótesis. Si se acepta 
la hipótesis nula, se rechaza la alterna y viceversa; o bien si los datos no son 
concluyentes, se reserva el juicio hasta que se colecten más evidencias. Para 
un tratamiento mayor de este tópico, consúltese: Estadística aplicadas a las 
ciencias de la conducta, de Young y Veldman, y Diseño experimental no-
paramétrico, de Siegel. 
 
 
28 
 
5. Importancia del problema 
Antes de emprender la investigación es necesario inquirirse sobre la 
significación del problema, es decir, se requiere determinar si el tiempo y el 
esfuerzo que serán invertidos en su solución estarán en relación con la 
aportación que pueda realizar el cuerpo de conocimientos. Supongamos 
que a un investigador se le ocurre precisar los factores que concurren para 
que algunas personas posean un número par de cabellos al momento del 
nacimiento, en contraste con aquéllas que poseen un número impar. 
Seguramente necesitará mucha paciencia y mucho tiempo para contar los 
cabellos y, después de todo, sería dudoso el valor de tal investigación en el 
desenvolvimiento del conocimiento científico. Puede dudarse también sobre 
la influencia de tal estudio en las corrientes establecidas del pensamiento. 
Es necesario precaverse en este punto de lo que pudiéramos denominar 
―enciclopedismo‖, o sea, el afán de obtener datos y medidas sin ton ni son, 
sólo por afán de proporcionarlos, pero sin efectuar ninguna aportación 
significativa. Así, por ejemplo Quiroz Cuarón y D‘Aloja (sin fecha) se lanzan a 
calcular el índice de correlación entre la edad de los hijos y la de los padres 
y, después de prolongados cálculos estadísticos confirman algo 
perfectamente conocido: a medida que la edad de los padres aumenta, la 
de los hijos también se incrementa. ¡No es posible encontrar el fenómeno 
contrario! 
Por otra parte, y dado que la ciencia es una inquisición constante, el 
problema no debe conducirnos a un callejón sin salida, sino, por el contrario, 
debe preferentemente allanar el camino para la solución de otros 
problemas, incrementando nuestros caudal de conocimientos. (Travers, 
1964.) 
Si la ciencia está al servicio del hombre, es menester no olvidarse también de 
las implicaciones prácticas de la investigación. En otras palabras, es 
necesario determinar también si los resultados pueden ser valiosos para 
conducir a incrementar la salud mental y la eficiencia de los individuos y la 
comunidad; si pueden ayudar a tomar mejores decisiones, o si pueden 
contribuir a incrementar el desenvolvimiento económico, político, 
psicológico, social, etc., del país. 
 
 
 
29 
 
6. Planeación de la investigación 
El científico sabe que para encontrar orden debe proceder con orden. Así 
como la naturaleza no está formada por un conjunto caótico de fenómenos 
y eventos, el proceso de la investigación debe realizarse con una planeación 
a la cual debe dedicarse mucho tiempo y atención. 
La planeación es la fase en la cual van fundamentarse lógicamente los 
problemas, las hipótesis y los métodos de estudio. Así como el ingeniero, antes 
de lanzarse a la construcción de un rascacielos, cuenta con el dinero y el 
terreno necesarios, y ha dibujado una serie de planos, con todas las medidas 
definitivas sobre todo los detalles de mampostería, instalaciones eléctricas, 
instalaciones sanitarias, etc., y ha realizado una serie de cálculos para 
asegurarse de que su rascacielos no se vendrá por tierra, el psicólogo debe 
tener también por anticipado los planos de su investigación. Muchos 
investigadores, tan entusiastas como ingenuos, se lanzan a recolectar datos 
sin la debida planeación, encontrándose posteriormente con innumerables 
conflictos. No es raro encontrar que al analizar sus datos no sepan cuáles 
medidas estadísticas deben emplear; o que se den cuenta que han pasado 
por alto un dato significativo. Algunas de estas dificultades se convierten en 
factores generadores de alteraciones que invalidan la investigación, con la 
consiguiente pérdidade tiempo, esfuerzo y recursos.6 
6.1 Planeación del proceso de investigación 
La planeación es el primer paso del proceso administrativo. Al planear, nos 
fijamos objetivos a lograr y la forma en que vamos a alcanzarlos. Nos 
adelantamos al tiempo: visualizamos los pasos sucesivos que es necesario dar 
para llegar a nuestro objetivo y las posibles dificultades que pueden 
presentarse, a fin de buscar la solución antes que detengan nuestro trabajo. 
Tal vez, la planeación requiera más tiempo, en ocasiones, que las demás 
fases de la investigación. La planeación es la fase fundamental de la 
investigación, es la etapa del razonamiento y la previsión. Una vez 
establecida, la recolección y el análisis de los datos se convierten en labores 
casi mecánicas. La preparación de un catálogo provisional del índice que 
contendrá el informe final, auxilia a visualizar el conjunto del trabajo y lo que 
se requiere para efectuarlo. 
 
6
 Cursivas del Dr. Rogelio Díaz-Guerrero. 
30 
 
Así pues, es necesario establecer, por una parte, las actividades y, por otra, 
los recursos necesarios para llevar a cabo la investigación. Dentro del renglón 
de recursos es imprescindible tener en consideración: tiempo requerido, 
espacio para trabajar y presupuesto de gastos (para materiales, transporte, 
sueldos, honorarios, mecanografía, reproducción de escritos, hospedaje, en 
algunos casos), tiempo de máquina para perforar, verificar y procesar los 
datos, etc. El investigador hará bien en repasarla antes de lanzarse a la 
recolección de datos. 
Puesto que el logro de la información necesaria para resolver el problema 
tiene un elevado costo (no sólo en dinero, sino en esfuerzo, frustraciones y 
decepciones, etc.), es importante establecer la relación entre lo beneficios 
(no sólo económicos, sino afectivos; las aportaciones al conocimiento, etc.) y 
los costos; evidentemente, si estos últimos son superiores a los beneficios la 
investigación no debe realizarse o deben reducirse las pretensiones. 
A continuación se ofrece una lista de actividades necesarias para levantar 
una encuesta, con la gráfica correspondiente; una vez establecidas aquéllas, 
debe calcularse el tiempo adecuado y real para cada una, así como los 
tiempos remotos y los próximos, lo cual conducirá a la determinación de una 
ruta crítica.7 Los tiempos anotados en la lista se proporcionan como 
ilustración y de ninguna manera deben considerarse como normas. En cada 
caso particular deben definirse los tiempos, de acuerdo con la envergadura 
del problema y los recursos disponibles. Como puede apreciarse, algunas 
actividades pueden realizarse en forma paralela a otras y no necesariamente 
en forma secuencial. Si bien el programa de actividades tiene por objetivo 
establecer tiempos para cada actividad, no debe pensarse que es 
imprescindible cumplir con la fecha fijada, si esto va en demérito de la 
calidad de la investigación, pues en algunas ocasiones los tiempos estimados 
son inferiores al real. Debe tenerse la elasticidad suficiente para cumplir con 
la investigación antes que con el programa, pero sin esconder la pereza o la 
apatía tras la flexibilidad. 
 
 
 
 
 
7
 El autor de este libro agradece al ingeniero Enzo Molino la prepración de la gráfica con sus correspondientes actividades. 
 
31 
 
LISTA DE ACTIVIDADES 
Actividad 
núm. 
 Tiempo estimado 
(días hábiles) 
1 
Búsqueda de antecedentes teóricos 
15 
2 
Establecimiento de hipótesis de trabajo (hipótesis 
nulas y alternas) 
2 
3 
Formulación del cuestionario preliminar 
5 
4 
Estudio estadístico previo para la determinación 
de la muestra (obtención de datos de diversas 
fuentes: Anuario estadístico, censos, etc.) 
2 
5 
Mecanografía e impresión del cuestionario en su 
versión preliminar 
2 
6 
Entrenamiento de encuestadores para aplicar el 
pre cuestionario 
1 
7 
Determinación de la premuestra para el estudio 
piloto que servirá para la afinación del cuestionario 
y para obtener datos complementarios 
 
 
 
7. Entrevista 
La entrevista consiste en obtención de información oral de parte de una 
persona (el entrevistado) recabada por el entrevistador directamente, en 
una situación de cara a cara. A veces la información no se transmite en un 
solo sentido, sino en ambos. Puede encontrarse esta situación en el caso de 
la entrevista de empleo, en el cual el entrevistador informa al entrevistado 
sobre algunas características del empleo y de la compañía, y el entrevistado 
informa sobre algunos detalles personales, laborales, escolares, familiares, etc. 
Existe información en un sentido, principalmente, en la entrevista de 
investigación de mercado, en la cual sólo el entrevistado informa sobre sus 
preferencias por determinado producto, o da su opinión sobre algunos 
atributos de algún artículo en especial, o en la entrevista terapéutica, en la 
cual el cliente relata sus sentimientos, sus experiencias, etc. 
 
32 
 
7.1 Tipos de entrevistas 
Se han clasificado tres tipos de entrevista, de acuerdo a la forma de 
efectuarlas. 
Entrevista libre. En ésta no existe un orden preestablecido a seguir en la 
obtención de la información. La ilación entre los temas surge 
espontáneamente. El entrevistador puede tomar uno de los temas y 
explorarlo más ampliamente, si le parece necesario. Por tanto, desde el 
punto de vista de la investigación, la entrevista libre no es confiable como 
instrumento, pues juega un papel importante el juicio inmediato del 
entrevistador. Existe, igualmente, la posibilidad de la sugerencia de algunas 
ideas o sentimiento o puntos de vista. Es decir, existe el riesgo de que el 
entrevistador ponga, de facto, en labios del entrevistado, algunas 
expresiones, simplemente por la forma de dirigir una pregunta, o induzca 
algunas palabras o ideas, especialmente si se encuentra frente a un sujeto 
receptivo. No puede dudarse de su valor en otros planos. 
En la psicoterapia y en la orientación profesional, en las cuales se trata de 
llegar a conclusiones sobre casos individuales, sin intentar llegar a 
generalizaciones, la entrevista libre cumple un papel fundamental. Es en estos 
dos campos precisamente donde más se emplea la llamada entrevista 
―profunda‖, o sea una forma de entrevista libre que intenta explorar aspectos 
muy íntimos de la persona. 
Entrevista dirigida. Aquí el entrevistador selecciona de antemano algunos 
temas de interés para él, y hacia ellos dirige la conversación. De esta forma, 
introduce ya ciertas restricciones. Se emplea en la psicoterapia y en la 
orientación profesional también, especialmente después de la entrevista 
libre. Se emplea también en estudios sobre actividades y en la selección de 
candidatos para ocupar un puesto. Sin embargo, las restricciones 
introducidas apuntan más hacia el área a tratar y no hacia el control de las 
formas de inquirir. 
Entrevista estandarizada. Para reducir algunos de los peligros de la 
subjetividad señalados anteriormente, se ha empleado la entrevista 
estandarizada, en la cual se formulan preguntas previamente establecidas; 
es decir, el entrevistador lee un formato, del cual no puede salirse. La 
uniformidad en las cuestiones proporciona mayores índices de confiabilidad 
aunque, también, constriñe la entrevista a un simple interrogatorio, restándole 
profundidad y espontaneidad. Por tanto, su empleo debería reducirse a los 
 
33 
 
estudios en los cuales se trata de llegar a generalizaciones, por ejemplo de 
preferencias de consumidores, dejando los otros tipos de entrevista a estudios 
clínicos; o sea, a aquellos que tienen por objeto realizar un diagnóstico y un 
pronóstico sobre un solo individuo. 
 
7.2 Limitaciones de la entrevista 
Aunque la entrevista es un instrumento indispensable en diversos campos de 
las ciencias administrativas y las del comportamiento,se enfrenta a algunas 
limitaciones en su valor como medio de investigación. 
Conducta del entrevistador. (Travers, 1964.) En la entrevista se establece una 
interacción entre el entrevistador y el entrevistado. Por ende, el sujeto no 
responde únicamente ante el significado de las palabras que pronuncia el 
investigador, sino también ante la interpretación que asigna a la conducta 
del entrevistador. Si la interpreta como un apoyo o una aprobación, su 
colaboración probablemente será más eficiente: si ve en ella un rechazo, la 
situación se invierte. Si el entrevistador trata de permanecer inmutable, sin 
asentir ni negar, puede encontrase con una aprensión por parte del sujeto. Si, 
por ejemplo, se encuentra el entrevistador ante un sujeto muy necesitado de 
aprobación, y éste interpreta como un apoyo la conducta del entrevistador, 
entonces probablemente intentará proporcionar datos que, desde su 
perspectiva, garanticen la atracción de la aprobación, tiñéndose entonces 
la entrevista de la una influencia que puede restarle validez. Por ende, a 
menos que el entrevistador pueda lograr la misma percepción de su papel 
por todos los sujetos, se introduce una serie de variables incontrolables. 
Por otro lado, parece que algunos rasgos de la personalidad del 
entrevistador están en relación con los frutos que obtiene. Así, en un estudio, 
Steinkamp (1966), encontró que los entrevistadores con dominancia 
(capacidad para persuadir a las personas, necesidad de dirigir a otros, 
deseos de supervisarlos, etc.) se mostraron más afortunados al recabar datos 
sobre cuentas de ahorro. En cambio halló que tenían menos éxito aquellos 
que mostraron deseos de ayuda a la gente y de obtener su simpatía. 
Introspección del entrevistado. En últimas instancias en la entrevista, así como 
en algunos tipos de cuestionarios, se solicita frecuentemente una 
introspección al sujeto. No todos los entrevistados tienen la misma posibilidad 
34 
 
de introspeccionarse. Este punto es más delicado en cuanto afecte asuntos 
más íntimos. 
Cooperación. No todas las personas están dispuestas a proporcionar 
información sobre sí mismas por trivial que pueda parecer ésta. Muchas 
rehúsan abiertamente y otras muchas lo hacen subrepticiamente, aportando 
información superficial, más por salir del paso que por colaborar con 
veracidad en la investigación. Esta limitación se encuentra también en 
algunos tipos de cuestionarios. 
Reducción (Travers, 1964.) En una entrevista son múltiples los datos que 
pueden ser registrados: palabras pronuncias por el entrevistado, ademanes, 
expresiones faciales, inflexiones en la voz, etc. Por razones prácticas no 
pueden asentarse todos, por lo cual se hace necesaria su reducción a unos 
cuantos aspectos significativos determinados de antemano con relación a la 
hipótesis. En el proceso de reducción interviene el investigador en la manera 
de seleccionar, resumir e interpretar los datos. Pudiera pensarse en eliminar la 
influencia del investigador sobre la reducción, con el empleo de grabadoras 
y cámaras cinematográficas; pero ello no facilita la solución, sino la 
complica. En efecto, en ese caso se emplearía tiempo en las entrevistas y 
tiempo en repasarlas mediante los aparatos necesarios para llegar 
nuevamente a la necesidad imperiosa de una reducción; pues ningún 
investigador podría retener en la memoria ni comunicar sus resultados en 
forma tan completa. Además, la ética profesional le impide grabar una 
entrevista sin el consentimiento previo del entrevistado, con lo cual se impone 
probablemente un límite a la aportación espontánea del sujeto. Lo mismo 
puede decirse, en múltiples ocasiones, cuando el entrevistador toma notas 
en el transcurso de la entrevista. 
Costo. La entrevista requiere del establecimiento de un rapport8 previo a la 
aportación de datos. En conjunto, ambas fases consumen tiempo. Por ello, 
generalmente, si se utiliza la entrevista, permite el examen de un número 
reducido de casos por un solo entrevistador. Si se requiere el estudio de una 
muestra numerosa, probablemente sean necesarios varios entrevistadores, 
incrementándose el costo de la investigación, por una parte, y, por otra, la 
variabilidad entre las reducciones de los datos, por parte de los distintos 
entrevistadores, constituye una dificultad adicional, superable sólo por un 
concienzudo entrenamiento de los entrevistadores, y por el establecimiento 
de un formato para registrar los datos aportados por los entrevistados. 
 
8
 Corriente de simpatía hacia el entrevistador. 
 
35 
 
Validez de la entrevista. Después del examen de algunas limitaciones de la 
entrevista, se nota que la validez resulta, en términos generales, bastante 
reducida como para emplearla sin reservas en el proceso de investigación. 
Algunos esfuerzos para corregir esta deficiencia se han mostrado fructíferos. 
Así, Palacios Newberry y Bootzin (1966), empleando una grabadora en la 
entrevista con pleno conocimiento de los entrevistados y una escala en la 
cual calificaban diversos incisos, pudieron predecir, auxiliándose con otras 
técnicas, los éxitos ocupacionales de un conjunto de ciegos. 
Confiabilidad de la entrevista. Muchos estudios han mostrado una falta de 
consistencia entre los resultados obtenidos por diversos entrevistadores; por 
ejemplo, Sydiaha (1962). Puede decirse, en términos gruesos, que entre 
menor sea la estructuración de la entrevista (mientras más libre ésta) menor 
será su confiabilidad. 
 
8. Cuestionarios 
Los cuestionarios, denominados a veces también cédulas, consisten en 
formas impresas en las cuales los sujetos proporcionan información escrita al 
investigador. En las próximas líneas solo serán considerados desde el punto de 
vista metodológico en general y no empleando como base de clasificación 
el objetivo al cual se destinan. Desde este último punto, pueden encontrarse 
formas de solicitud de empleo, formas de inquisición sobre actitudes y 
opiniones, inventarios de personalidad e interese, etc. 
El cuestionario permite el examen de un mayor número de casos en corto 
tiempo con relación a la entrevista, lo cual implica un costo menor. Además, 
como se sigue un cartabón, las respuesta son más fáciles de catalogar y 
existe menor riesgo de contaminar los resultados por la interacción personal 
entre el investigador y sus sujetos, a diferencia de la entrevista. Igualmente, 
hace posible la cuantificación de las respuestas. Los cuestionarios constituyen 
una manera de dirigir la introspección de los sujetos. 
 
8.1 Tipos de cuestionarios 
Fundamentalmente, son dos los medios posibles de recabar la respuesta. En 
el primero, conocido como de respuesta abierta, el investigador plantea la 
cuestión, pero no impone restricción alguna en la forma de respuesta; en el 
36 
 
segundo, denominado de elección forzosa, el investigador indica de 
antemano las posibles respuestas y pide a sus entrevistados que elijan 
solamente una de entre las señaladas. 
Cuestionarios de respuestas abiertas. En este tipo de cédula no existe mayor 
limitación que la capacidad de expresión y la personalidad del sujeto, así 
como su disposición para contestar. Sin embargo, puede presentarse tal 
variedad de respuestas, tanto en longitud como en contenido, que se hacen 
difíciles la sistematización, la catalogación y la estimación de la intensidad de 
la respuesta. Por otra parte, al analizar las repuestas y establecer diversas 
categorías, la inclusión de una respuesta en las diversas categorías, puede 
quedar al arbitrio del investigador, introduciendo así factores personales de 
este, en el estudio. Muchas veces las preguntas se formulan vagamente, no 
permitiendo repuestas precisas; es decir, se obtiene una gran variedad de 
gradaciones intermedias entre los extremos, dificultándose la delimitación 
entre las diversas categorías. Es, pues, cuestionablesu valor como 
herramienta del investigador cuando se trata de opiniones, actitudes, etc. 
Empero, el tipo de cuestionarios con respuesta abierta puede ser empleado 
como un método de exploración inicial con objeto de afinar las hipótesis o el 
cuestionario de elección forzosa. En manos del clínico experimentado, se 
convierte en un instrumento auxiliar de exploración y de diagnóstico. 
Cuestionarios de elección forzosa. Bajo este encabezado tiene cabida un 
conjunto numeroso de métodos cuya idea principal es ofrecer dos o más 
alternativas al interlocutor, quien debe escoger, solamente entre ellas, 
aquella igual o más semejante a su propia forma de repuesta. Desde luego, 
este tipo de cuestionario puede elaborarse cuando existen pocas 
alternativas y son fáciles de establecer. Igualmente, las diversas alternativas 
deben ser mutuamente excluyentes, lo cual no siempre es fácil de lograr. 
También es necesario intentar no presentar las cuestiones en una forma 
rítmica que pueda conducir a los sujetos en estudio a contestar 
mecánicamente. En ocasiones pueden combinarse los cuestionarios de 
respuesta abierta con los de elección forzosa. 
Cuestionarios dicotómicos. En este tipo de cuestionarios, la persona se 
encuentra únicamente entre dos alternativas: responder afirmativa o 
negativamente. El número de respuestas afirmativas y el de negativas, se 
obtiene por un simple conteo, permitiendo la obtención de cálculos 
estadísticos a partir del conjunto de respuestas de grupo. Por ejemplo, 
supóngase que se desea investigar los estereotipos femeninos y masculinos 
en los adolescentes. Quizá, podían incluirse las cuestiones: 
 
37 
 
 
 Sí No 
Los hombres son, sexualmente, más ardientes que las mujeres ____ ____ 
Las mujeres son más inteligentes que los hombres ____ ____ 
Las mujeres son más sentimentales que los hombres ____ ____ 
Los hombres son menos ―chismosos‖ que las mujeres ____ ____ 
 
Cuestionarios tricotómicos. En algunas ocasiones también se ofrece la 
oportunidad de abstenerse, por desconocimiento del asunto o por no 
haberse formado un opinión al respecto. En tal caso, se agrega un no sé. En 
el ejemplo anterior sería: 
 
 Sí No No sé 
Los hombres son, sexualmente, más ardientes que las mujeres __ __ ____ 
Las mujeres son más inteligentes que los hombres __ __ ____ 
Las mujeres son más sentimentales que los hombres __ __ ____ 
Los hombres son menos ―chismosos‖ que las mujeres __ __ ____ 
 
Comparación por pares. En este método se formula una serie de 
proposiciones cada una de las cuales debe ser comparada una vez con 
todas las restante, formando pares. 
El método de comparación por pares indica la preferencia relativa entre las 
proposiciones. Tómese como ejemplo alguno de los incisos empleados en 
una investigación sobre algunos intereses laborales. (Arias, 1964a.) Los sujetos 
marcarían una X dentro del paréntesis para indicar, en cada par, aquello 
que más le interesaría encontrar en su empleo: 
38 
 
Tener una jefe comprensivo y justo ( ) 
Tener más días de descanso y de vacaciones 
 
( ) 
Obtener un salario muy superior a sus propias necesidades ( ) 
Trabajar con compañeros simpáticos y amigables 
 
( ) 
Tener más días de descanso y de vacaciones ( ) 
Obtener un salario muy superior a sus propias necesidades 
 
( ) 
Trabajar en un lugar limpio y protegido contra accidentes ( ) 
Tener un jefe comprensivo y justo 
 
( ) 
Tener más días de descanso y de vacaciones ( ) 
Trabajar con compañeros simpáticos y amigables 
 
( ) 
 
En virtud de las comparaciones, el número de proposiciones debe 
mantenerse reducido, pues el número de pares se incrementa rápidamente. 
El total de pares se encuentra por la fórmula: 
 
 
39 
 
Así, mientras 8 proposiciones requieren 28 pares, 10 proposiciones necesitan 
45, y 20 proposiciones piden 190 comparaciones. Esta es una limitación 
importante, pues demanda mayor esfuerzo, entre mayor sea el número de 
proposiciones, por parte de los sujetos y, por tanto, puede introducir variables 
como el tedio y la fatiga en las últimas comparaciones. Aunque McCormick y 
Bachus (1952), encontraron que puede reducirse el número de pares sin 
afectar los resultados, no establecieron los límites de seguridad de tal 
reducción. 
Alternativas múltiples. Se ofrecen varias alternativas entre las cuales pueden 
optar los sujetos, por ejemplo: 
Indique en el cuadro con un X su estado civil: 
 
Soltero (a)  
Casado (a)  
Viudo (a)  
Divorciado (a)  
Unión libre  
 
Debe notarse que este método puede ser empelado cuando pueden 
establecerse categorías poco numerosas que se consideran exhaustivas. 
Sería muy laborioso, por ejemplo, enlistar todas las profesiones y los oficios 
para indicar el preferido. 
Respuesta ponderada. Este tipo de cuestionario fue inventado por Thurstone. 
Se empela generalmente para cuantificar las actitudes. El procedimiento 
básico de construcción consiste en elegir un número elevado, de 100 a 240, 
más o menos, de afirmaciones respecto a un tema, escribiendo cada una de 
ellas en una tira de papel o en un tarjeta; se escogen a varias personas, 
denominadas jueces (en un estudio Thurstone eligió 200), a quienes 
generalmente se pide que clasifiquen las afirmaciones en 7, 9 u 11 grupos. Los 
grupos se ordenan desde el que contiene la actitud más favorable hasta el 
que contiene la más desfavorable. En seguida, se determina el número de 
40 
 
veces que cada afirmación fue catalogada por los jueces en cada grupo; se 
determina la mediana y las cuartilas para cada afirmación. La mediana 
constituye el peso de afirmación en la escala, descartándose a aquellas 
afirmaciones con una gran desviación cuartilar por representar proposiciones 
ambiguas, ya que suscitan una gran variabilidad. A continuación se eligen las 
afirmaciones menos ambiguas y que representen una serie de actitudes 
desde la más favorable hasta la más desfavorable, quedando integrada la 
escala, generalmente, con unas veinte afirmaciones. Al aplicarse, se pide a 
los sujetos que marquen aquellas afirmaciones con las cuales estén de 
acuerdo. Desde luego en el cuestionario no se incluyen los pesos de cada 
afirmación para calificar; solamente se suman los valores de las afirmaciones 
marcadas por cada sujeto. En el ejemplo siguiente se incluyen algunas 
afirmaciones, con sus valores, de una cédula imaginaria para investigar la 
actitud hacia los comunistas: 
 
Los comunistas emplean medios inhumanos para 
conseguir sus fines 
1.6 
La gente honrada no se afilia al partido comunista 0.8 
Los comunistas son personas de buena fe que buscan 
mejorar al mundo, de acuerdo con sus teorías 
5.4 
Los comunistas son personas que luchan por una causa 
noble 
10.3 
 
Gradación de Likert. Rensis Likert diseñó un tipo de formato para graduar las 
opiniones, los intereses o las actitudes en cada respuesta. Generalmente se 
emplean cinco categorías: totalmente de acuerdo, generalmente de 
acuerdo, no sé, generalmente en desacuerdo y totalmente en desacuerdo; 
o bien, siempre, algunas veces, no sé, raras veces, nunca, etc. A cada una 
puede asignársele un número arbitrario, 5, 4, 3, 2 y 1; o +2, +1, -1, -2, etc., 
conforme a la gradación.9 El ejemplo anterior quedaría como el cuadro: 
 
 
9
 La construcción de cuestionarios implica una tecnología medianamente compleja. Véase por ejemplo, Techniques of attitude scale 
construction, por Allen E. Edwards. Nueva York: Appleton-Century-Crofts, 1957, y Elaboración de escalas de actitudes y psicofísica clásica, 
por Manning y Rosenstock, de esta misma editorial, así como Estudio de las actitudes, de Remmers. 
 
41 
 
 
 
S
ie
m
p
re
 
A
lg
u
n
a
s 
v
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c
e
s 
N
o
 s
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R
a
ra
s 
v
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c
e
s 
N
u
n
c
a
 
Los comunistas son personas de buena fe que 
buscan mejorar al mundo, de acuerdo a

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