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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE CIENCIAS ALTERACIONES ESTRUCTURALES EN CÉLULAS DE SERTOLI, CAUSADAS POR LA INHALACIÓN DE LA MEZCLA DE PENTÓXIDO DE VANADIO Y CLORURO DE MANGANESO: MODELO EN RATÓN. T E S I S QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE: BIÓLOGA P R E S E N T A : PAULINA FLORES RESCALVO DIRECTORA DE TESIS: M. EN C. MARTHA PATRICIA BIZARRO NEVARES 2009 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. Hoja de datos del jurado 1. Datos del alumno Flores Rescalvo Paulina Universidad Nacional Autónoma de México Facultad de Ciencias 098147067 2. Datos del tutor M. en C. Martha Patricia Bizarro Nevares 3. Datos del sinodal 1 Dr. Luis Felipe Jiménez García 4. Datos del sinodal 2 Dra. Teresa Imelda Fortoul van der Goes 5. Datos del sinodal 3 Dra. Laura Colín Barenque 6. Datos del sinodal 4 Dr. Mario Agustín Altamirano Lozano 7. Datos del trabajo escrito Alteraciones estructurales en células de Sertoli, causadas por la inhalación de la mezcla de pentóxido de vanadio y cloruro de manganeso: modelo en ratón. 83 p 2009 AGRADECIMIENTOS A la Universidad Nacional Autónoma de México y a la Facultad de Ciencias por darme la oportunidad de aprender una pequeña parte del estudio de la vida… A mis sinodales: M. en C. Martha Patricia Bizarro Nevares Dr. Luis Felipe Jiménez García Dra. Teresa Imelda Fortoul van der Goes Dra. Laura Colín Barenque Dr. Mario Agustín Altamirano Lozano Al Departamento de Biología Celular y Tisular de la Facultad de Medicina, UNAM. Dra. Teresa Imelda Fortoul van der Goes A la unidad de Bioterio de la Facultad de Medicina, UNAM. MVZ. Enrique Pinzón Estrada A la Unidad de Microscopía Electrónica y de fotografía del Departamento de Biología Celular y Tisular. Biol. Armando Zepeda Rodríguez Tec. Acad. Francisco Pasos Nájera Este trabajo fue apoyado por DGAPA PAPIIT-IN200606 AGRADECIMIENTOS Dedico esta tesis a DIEGO, mi bodoque, por haber aguantado horas y horas de ausencia, sé que valió la pena ¡TE QUIERO MUCHO!… A mis papás LUZ Y GILBERTO por la segunda oportunidad espero no haberlos defraudado, por la paciencia y el apoyo, muchas gracias!!. A mis hermanos (GUADALUPE, ANDREA, ADRIANA, FRANCISCO “Panchito”, JOSÉ, JUAN, MARÍA DE LA PAZ, ANGÉLICA Y BETO), así como a mi abuelita CONCHITA (por su insistencia en que terminara), por que de muchas formas me echaron la mano… A mis sobrinos JAQUELINNE, LEONARDO y SOFÍA, por que también les debo algunas horas de juego y compañía… A mi amiga ABIGAIL, gracias por las porras, por los buenos momentos en la facultad, por escucharme, por entenderme, por aconsejarme, hasta por regañarme, principalmente, gracias por tu amistad… A WENDY, gracias por la empatía y por el apoyo, hoy podemos decir juntas: ¡lo logramos!... Agradezco al Sr. ALBERTO Gordon por el apoyo en estos últimos años. A mis primos ARTURO y JULIO por que me sacaron de muchos problemas con la “compu”, ¡muchas gracias! A PATTY BIZARRO, gracias por todo el tiempo que empleaste para que yo aprendiera, por tu paciencia, por tu disposición, por todos aquellos momentos de risa en el laboratorio, por preocuparte por mi y por Diego, ¡Muchas gracias! A TERE FORTOUL, por que de ti, nunca obtuve un “no” por respuesta, por tu disposición para que este trabajo saliera adelante, ¡Muchas gracias! A LAURA COLÍN, gracias por todo, por interesarte en mi trabajo, me fueron muy útiles todos tus comentarios desde el inicio del mismo… A todos los integrantes del DBTC (PATTY MUSSALI, GUMARO, ADRIANA, ARMANDO, PACO PASOS), por que siempre hubo una sonrisa para mi... A GABY y MARSE, gracias por todo su apoyo, no saben cuanto me ayudaron... Y a todos los chavos del lab., PAOLA, NALLELY, ESTEPHANIA, NELLY, CARLOS, MÓNICA, EDGAR, RUBÉN, CARMEN, VIANEY, MICHAEL, JESÚS, y a los chicos nuevos, por que a pesar de los momentos de tensión, siempre hubo momentos de diversión, gracias por eso¡¡¡ A mis amigos de la facultad JORGE, PAULA, PAULINA, CESAR, IXEL, IVON, OSCAR, IVAN, YISLEM, MARTÍN, ISABEL y NIEVES, siempre los recuerdo con cariño... Y a quienes omito por olvido, ¡Muchas gracias por todo a todos! ÍNDICE 1. RESUMEN 10 2. ANTECEDENTES 12 2.1 CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA 12 2.1.1 Contaminación ambiental en la Ciudad de México 14 2.1.2 Partículas suspendidas y su efecto en la salud 15 2.2 CONTAMINACIÓN POR METALES 16 2.2.1 VANADIO 17 2.2.1.1 Generalidades 17 2.2.1.2 Propiedades físicas y químicas 17 2.2.1.3 Usos 18 2.2.1.4 Fuentes de exposición 18 2.2.1.4.1 aire 18 2.2.1.4.2 agua 19 2.2.1.4.3 suelo 19 2.2.1.4.4 alimento 19 2.2.1.5 Toxicoxinética 20 2.2.1.5.1 absorción 20 2.2.1.5.2 distribución 21 2.2.1.5.3 eliminación 21 2.2.1.6 Efectos del vanadio 21 2.2.1.7 Efectos reproductivos 23 2.2.2 MANGANESO 25 2.2.2.1 Generalidades 26 2.2.2.2 Propiedades físicas y químicas 27 2.2.2.3 Usos 27 2.2.2.4 Fuentes de exposición 27 2.2.2.4.1 aire 28 2.2.2.4.2 agua 28 2.2.2.4.3 suelo28 2.2.2.4.4 alimento 29 2.2.2.4.5 otras fuentes 29 2.2.2.5 Toxicocinética 29 2.2.2.5.1 absorción 29 2.2.2.5.2 distribución 30 2.2.2.5.3 eliminación 31 2.2.2.6 Efectos tóxicos del manganeso 31 2.2.2.7 Efectos reproductivos del Mn 32 2.3 APARATO REPRODUCTOR MASCULINO 33 2.3.1 Testículos 34 2.3.1.1 células de Leydig 36 2.3.1.2 células espermatogénicas 36 2.3.2 Espermatogénsis 37 2.3.3 Espermiogénesis 37 2.3.4 Células de Sertoli 39 2.3.4.1 Núcleo 39 2.3.4.2 Citoplasma 40 3. JUSTIFICACIÓN 47 4. HIPÓTESIS 47 5. OBJETIVOS 47 6. MATERIAL Y MÉTODO 48 7. RESULTADOS 51 7.1 Necrosis 51 8. DISCUSIÓN 60 8.1 Interacciones químicas 61 8.2 Efecto Sinérgico 62 8.3 Causas que conducen a la necrosis 62 8.4 Muerte celular necrótica dependiente de receptores (TNF) 65 9. CONCLUSIÓN 68 10. REFERENCIAS 69 10.1 Referencias electrónicas 83 ABREVIATURAS ATP adenosin trifosfato BHE barrera hematoencefálica BHT barrera hematotesticular C carbono Ca calcio CAT catalasa Cd cadmio CO monóxido de carbono CPX glutatión peroxidasa Cr cromo DMT-1 transportador de metal divalente 1 DNA ácido desoxirribonucléico ERO especies reactivas de oxígeno FADD dominio de muestre asociado a Fas Fe hierro Hg mercurio IL-6 interleucina 6 JNK c-jun N-terminal cinasa K potasio KMnO4 perma nganato de potasio MET microscopio electrónico de transmisión Mg magnesio MMT metilciclopentadienil manganeso tricarbonil Mn manganeso Mn [CH3COO]2 acetato de manganeso MnCl2 cloruro de manganeso MnO2 dióxido de manganeso MnSO4 Sulfato de manganeso Na sodio NADPH nicotinamina adenina dinucleótido fosfato, forma reducida Ni níquel NO3- nitratos NO2 bióxido de nitrógeno O3 ozono P fósforo Pb plomo PM 0.1 partículas con diámetro menor a 0.1 micrómetros PM 2.5 partículas con diámetro menor a 2.5 micrómetros PM 10 partículas con diámetro menor a 10 micrómetros PO3-4 fosfatos PST partículas suspendidas totales REL retículo endoplásmico liso RER retículo endoplásmico rugoso RIP-1 proteína de interacción con el receptor RL radical libre SO2 bióxido de azufre SO2-4 sulfatos SOD superóxido dismutasa TNF factor de necrosis tumoral TNFα factor de necrosis tumoral alfa TNFR-1 receptor 1 del factor de necrosis tumoral TNFR-2 receptor 2 del factor de necrosis tumoral TRADD dominio de muerte asociado al receptor del factor de necrosis tumoral V vanadio V2O5 pentóxido de vanadio Zn zinc 1. RESUMEN Uno de los principales problemas que se generan en una megaciudad, como lo es la ciudad de México (definida así por sus casi veinte millones de habitantes), es la contaminación atmosférica. Cientos de industrias que laboran emitiendo contaminantes al ambiente y miles de vehículos que circulan diariamente por la ciudad, generan contaminantes altamente nocivos a la salud de la población en general. La zona Metropolitana del Valle de México presenta características que favorecen la contaminación atmosférica, ya que se encuentra rodeada casi en su totalidad por altas montañas que impiden la disipación del aire. Se han identificado una gran variedad de contaminantes atmosféricos. Entre los principales se encuentran las partículas suspendidas totales (PST), éstas pueden ser muy perjudiciales a la salud ya que son fácilmente inhalables dado que presentan diámetros menores a 10μm (PM10) ó menores a 2.5 μm (PM 2.5). Estas partículas son generadas a través de la quema de combustibles fósiles principalmente, por lo que los niveles de estas partículas en el ambiente han aumentado. Adheridas a las PST se encuentran moléculas metálicas como el Vanadio y el Manganeso, estos metales tienen un amplio uso industrial y han sido consumidos por mucho tiempo. Se tiene conocimiento de que dichos metales ejercen daño a la salud de personal ocupacionalmente expuesto y que afecta a la salud en general, además, se ha observado que la fertilidad masculina ha disminuido en los últimos años. Hay estudios sobre sus efectos en el sistema nervioso, sistema respiratorio, sistema reproductor entre otros. Sin embargo, los estudios efectuados se llevan a cabo con cada metal de forma individual; en los que se ha demostrado que afectan los sistemas antes mencionados. No obstante, existe poca información acerca de la mezcla de metales. Por lo que el propósito de este trabajo fue evaluar el efecto de la mezcla de pentóxido de vanadio y cloruro de manganeso, por vía inhalada (ya que esta es la forma en la que estamos expuestos cotidianamente) sobre la célula de Sertoli, una célula muy importante en el proceso de la espermatogénesis y por ende de la fertilidad. Para llevar a cabo este estudio se emplearon 20 ratones macho de la cepa CD1, los cuales inhalaron una mezcla de pentóxido de vanadio y cloruro de manganeso, 1 hora dos veces por semana en una concentración de 0.02M, durante cuatro semanas y cinco ratones control que sólo inhalaron solución salina fisiológica. Cada semana se sacrificó un grupo de ratones a los que se les extirparon los testículos y se procesaron para la técnica de MET para observar los cambios estructurales de las células de Sertoli. Nuestros resultados, mostraron que la mezcla de vanadio-manganeso es capaz de inducir muerte celular por necrosis en células de Sertoli, siendo significativo desde la primera inhalación manteniéndose durante todo el tratamiento, al igual que la vacuolización la cual es característica temprana de alteración en la célula de Sertoli. Se observó también que las células de Sertoli con núcleo tripartita presentaron necrosis en la cuarta semana de inhalación, algo que no se ha reportado en la inhalación de ambos metales de forma individual. Los resultados obtenidos sugieren, que la mezcla de pentóxidode vanadio y cloruro de manganeso ocasionan un efecto sinérgico sobre la célula de Sertoli, provocando vacuolización y muerte celular por necrosis desde la inhalación aguda, al contrario de lo que pasa con el vanadio por la misma vía, que presenta alteraciones estructurales hasta la exposición subaguda y crónica, así como el manganeso que se observa alteración en la célula hasta la exposición crónica. Sugerimos que la muerte celular necrótica puede suceder por dos vías; una es por la alteración energética al disminuir el ATP, el desbalance iónico, sobreproducción de especies reactivas de oxígeno en la mitocondria, además de las generadas por los propios metales y la subsecuente ruptura de membranas plasmáticas e intracelulares por la peroxidación lipídica y la otra es por la muerte celular necrótica dependiente de receptor, TNFR1, en la que pueden estar interfiriendo el vanadio y el manganeso. Por lo anterior, podemos concluir que la inhalación de la mezcla vanadio- manganeso podría afectar la fertilidad masculina al provocar la muerte de la células de Sertoli. 2. ANTECEDENTES 2.1 CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA Cerca de la mitad de todos los habitantes del mundo (48%) viven en regiones urbanas (Molina y Molina 2004), en América Latina y el Caribe son tres cuartas partes de la población que vive en estas áreas (Lacasaña- Navarro y col., 1999; Bell y col., 2006) propiciando el deterioro del ambiente por la contaminación que se genera. Además, algunas poblaciones en estas áreas carecen de cuidados básicos de salud y en algunos casos de adecuada nutrición, lo que las hace más vulnerables a la contaminación ambiental (Bell y col., 2006). La contaminación atmosférica puede definirse como la presencia de materia o energía que pueden ser perjudiciales para la vida y que al incorporarse al aire, altera o modifica su composición y condición natural, provocando un desequilibrio ecológico; cambiando las condiciones meteorológicas o climáticas. (González y Villafaña 2003; Vallejo y col., 2003). Por su parte, un contaminante atmosférico es cualquier sustancia (química, física o biológica) que al agregarse al aire puede alterar su composición natural; incluyen los humos, cenizas, polvos, polen, microorganismos, vapores, gases y sus mezclas, residuos y desperdicios, además de la radiactividad, el ruido y el calor (Bravo y Sosa 1997; González y Villafaña 2003; Vallejo y col., 2003). Existen diversas clasificaciones para los contaminantes atmosféricos; por su origen, por su estado físico, su composición química y/o por el sitio en el que se encuentran (cuadro 1). (Bravo y Sosa 1997; Mugica y col., 2002; González y Villafaña 2003): Origen Contaminantes secundarios: Se forman en la atmósfera como el producto de una alguna reacción, (fotoquímica, hidrólisis y oxidación) como el ozono (O3) y los sulfatos (S03). Contaminantes Primarios: Son emitidos a la atmósfera como resultado de un proceso natural ó antropogénico y se encuentran en la misma forma como fueron emitidos, como el monóxido de carbono (CO) y el bióxido de azufre (SO2). Cuadro 1. Clasificación de los contaminantes atmosféricos (Bravo y Sosa 1997; González y Villafaña 2003). Las fuentes de contaminación atmosférica se clasifican en naturales y antropogénicas. Las naturales siempre han existido, mientras que las antropogénicas, como su nombre lo indica, son causadas por las actividades humanas. Las emisiones por fuentes naturales son significativamente mayores que las originadas por fuentes antropogénicas. Sin embargo, las fuentes antropogénicas están concentradas en zonas urbanas y, por tanto, es en estas áreas donde su contribución es dominante (Bravo y Sosa 1997). En el cuadro 2 se muestran las fuentes principales de contaminación y su clasificación: Sitio en el que se encuentran Aire del exterior: contaminantes del aire atmosférico; como materia suspendida resultado de la quema de combustibles fósiles. Aire del interior: aire dentro de los inmuebles (casas habitación, oficinas, industrias, etc.) Composición Química Orgánicos: aquellos que contienen carbono e hidrógeno, como los hidrocarburos y sus derivados pudiendo contener otros elementos. Partículas: pueden ser líquidas o sólidas, incluyen polvo, humo y cenizas, entre las que se encuentran las partículas gruesas, (<10 y > 2.5 μm) finas, (= ó < a 2.5 μm) y las ultrafinas (<0.1 μm). Inorgánicos: no contienen compuestos con carbono excepto los compuestos simples (CO y CO2) así como partículas metálicas, óxidos de azufre y Nitrógeno (SOX, NO) etc. Estado Físico Gases: incluyen vapores; no tienden a depositarse y permanecen en la atmósfera transformándose en compuestos más simples o más complejos. Cuadro 2.Principales fuentes de contaminación (Bravo y Sosa 1997). 2.1.1 Contaminación ambiental en la Ciudad de México La zona Metropolitana del Valle de México, comenzó a ser una megaciudad desde 1975, al elevarse el porcentaje de las tasas de crecimiento hasta alcanzar 18 millones 335 mil habitantes (Cortez-Lugo y col., 2003; Molina y Molina 2004). Enfrenta un problema severo de contaminación ambiental generado por una acelerada urbanización e industrialización así como el uso incrementado de combustibles fósiles (Mugica y col., 2002; Cortez-Lugo y col., 2003). Esta zona metropolitana cuenta con casi 3.5 millones de vehículos que circulan diariamente (http://.setravi.df.gob.mx/vialidades/transporte_viali dad.htm), que consumen aproximadamente 40 millones de litros de gasolina cada día (Molina y Molina 2004), así como aproximadamente 35 000 industrias que emiten residuos contaminantes al ambiente. (Rivero-Rosas y col., 1997; Mugica y col., 2002). La Zona Metropolitana de la Ciudad de México cuenta con una extensión de 2000 km2 y está situada a una latitud tropical de 19 grados N y a una altitud de 2240 m sobre el nivel del mar. Presenta características que favorecen la contaminación atmosférica, ya que se encuentra rodeada casi en su Fuentes Naturales Fuentes Antropogénicas Erupciones volcánicas; emiten partículas y contaminantes gaseosos que pueden alcanzar distancias considerables y permanecer durante largos periodos en la atmósfera. Móviles; vehículos, aviones, barcos y trenes. Emiten óxidos de nitrógeno, bióxido de azufre, ozono, hidrocarburos (monóxido de carbono etc.) Incendios Forestales; generan carbono, óxidos de Nitrógeno y cenizas. Fijas; plantas energéticas comerciales y domésticas e industrias de procesos. Emiten monóxido de carbono, óxido de nitrógeno y partículas. Tolvaneras; contienen cantidades importantes de partículas. Compuestas: (combinación de fuentes móviles y fijas) las zonas urbanas emiten óxidos de nitrógeno, bióxido de azufre, monóxido y bióxido de carbono. Los océanos; emiten de manera continua partículas de sal. Las olas reducen el material rocoso a arena pasando a la atmósfera. http://.setravi.df.gob.mx/vialidades/transporte_viali%20dad http://.setravi.df.gob.mx/vialidades/transporte_viali%20dad totalidad por altas montañas que alcanzan 1,200 metros de altura, (excepto hacia el norte); las emisiones contaminantes de la zona industrial de la ciudad (zona norte), se distribuyen hacia el sur por la dirección de las corrientes de aire (relativamente débiles) de noreste a suroeste donde la Sierra del Ajusco obstaculiza su disipación y donde además, las zonas boscosas también se ven afectadas por la deposición de los contaminantes atmosféricos (Rivero-Rosas y col., 1997; Vallejo y col., 2003; Bernal-Salazar y col., 2004). En años recientes, algunos científicos se han dado a la tarea de investigar la contaminación atmosférica de la ciudad de México, con el fin de identificar su composicióny fuentes asociadas a ésta; así como evaluar la exposición personal a la contaminación y evaluar el riesgo a la salud (Rivero-Rosas y col., 1997; Mugica y col., 2002). Se han identificado una gran cantidad y variedad de contaminantes que tienen efectos sobre la salud, como el ozono (O3), el monóxido de carbono (CO), el bióxido de azufre (SO2) el bióxido de Nitrógeno (NO2) las partículas suspendidas totales (PST), y las partículas menores de 10 micrómetros de diámetro (PM10) (Vallejo y col., 2002; Bell y col., 2006). 2.1.2 Partículas suspendidas y su efecto en la salud Uno de los principales problemas de la contaminación ambiental, específicamente la contaminación del aire son, después del ozono, las partículas suspendidas; éstas se encuentran a menudo por encima de los estándares de calidad del aire nacional e internacional. En México, el estándar de calidad del aire para las partículas suspendidas totales (PST) es de 260 μm/m3, y el estándar para partículas con diámetro menor de 10 μm (PM10), la fracción respirable, es de 150 μm/m3. (Rivero Rosas y col., 1997; Mugica y col., 2002). Dentro de las partículas suspendidas se incluyen sustancias que se desprenden al ambiente como el polvo proveniente de los suelos erosionados y caminos sin asfaltar, la aspersión marina, las emisiones volcánicas y los incendios forestales; o que se forman en la atmósfera por reacciones químicas o fotoquímicas, en los que intervienen gases y compuestos orgánicos (Fortoul T. 1997; Vallejo y col., 2003). Las partículas suspendidas están determinadas por su tamaño y composición química y precisamente debido al tamaño pueden ser inhaladas y penetrar a los pulmones y por vía sistémica llegar a otros órganos como cerebro, hígado, riñón, testículos, etc. (Mugica y col.. 2002). Se consideran como partículas inhalables a las que tienen un diámetro igual o menor de 10μm y se clasifican en partículas gruesas, partículas finas y partículas ultrafinas, (cuadro 3) (Vallejo y col., 2003): Cuadro 3. Clasificación de las partículas suspendidas (Vallejo y col., 2003). 2.2 CONTAMINACIÓN POR METALES Es de particular interés la presencia de metales en las partículas suspendidas, pues algunos de éstos presentan propiedades altamente tóxicas para los seres vivos. La presencia de metales en la atmósfera está relacionado a la fracción inorgánica, que proviene de polvos de suelos, emisiones volcánicas, procesos de combustión e industriales, transporte y erosión de partes metálicas (Mugica y col., 2002). El incremento en los valores de los metales pesados en lo biosfera, es resultado de perturbaciones originados por el hombre en el ambiente o por fenómenos geológicos. En las últimas décadas se ha incrementado la contaminación de la atmósfera, del agua y de los suelos por metales pesados, como consecuencia de la actividad industrial y de la explotación minera (Moreno Sánchez y Devars 1999). Para la mayoría de los organismos, es extremadamente tóxica la exposición a un exceso de metales pesados como vanadio (V), cadmio (Cd), mercurio (Hg), cromo (Cr), níquel (Ni), manganeso (Mn), y plomo (Pb). Los iones metálicos tóxicos suelen penetrar a la célula a través de los mismos sistemas de captación que utilizan los iones fisiológicamente importantes Partículas Gruesas Partículas Finas Partículas Ultrafinas Tienen un diámetro aerodinámico menor de 10μm (PM10) y mayor de 2.5 μm (PM 10). Están compuestas principalmente por sílice, titanio, aluminio, sodio, hierro y cloruros. Poseen un diámetro aerodinámico igual o menor a 2.5 μm (PM2.5). Están compuestas por productos derivados de la quema de combustibles fósiles, e incluyen carbono (C), plomo (Pb), vanadio (V), SO2, Manganeso (Mn) y dióxido de Nitrógeno (NO2). Son aquellas que tienen un diámetro aerodinámico menor de 0.1μm (PM0.1). Están compuestas por los productos de quemas agrícolas y forestales y por la combustión de gasolina y diesel. como calcio (Ca), magnesio (Mg), zinc (Zn), fósforo (P), sodio (Na), y potasio (K) (Moreno Sánchez y Devars, 1999). Para llevar a cabo sus funciones, los organismos vivos requieren de diversos iones inorgánicos esenciales como son: Na+, K+ Mg2+, Ca2+, sulfatos (SO2-4), fosfatos (PO3-4), y nitratos (NO3-). Otros iones, que también se hallan en el ambiente, son tóxicos y sin alguna actividad biológica asociada, (por ejemplo los metales pesados Pb+, Hg2+, Cd2+, Ag+), o bien son esenciales, pero son tóxicos cuando se encuentran en concentraciones relativamente elevadas (como el Mn), (Moreno Sánchez y Devars 1999). Existen varias definiciones del término metales pesados. Por lo general, se acepta que son aquellos elementos cuya densidad es mayor a 5g/ml (Moreno Sánchez y Devars 1999). 2.2.1 VANADIO En 1801, el mineralogista Andrés Manuel del Río descubrió el vanadio, y fue purificado por el químico Nils Sefstrom en 1830. Del Río, al principio le dio el nombre de “pancrómico,” dada su coloración en su transición por varios estados de oxidación (Barceloux, 1999a). Nils Sefstrom purificó el Vanadio en la forma de óxido y le dio este nombre por la diosa nórdica de la belleza y la fertilidad: Vanadis (Tsiani y Fantus, 1997; Barceloux, 1999a; Mukherjee y col., 2004). 2.2.1.1 Generalidades El vanadio metálico puro no se encuentra en la naturaleza (Barceloux, 1999a), se presenta frecuentemente combinado con otros metales formando aleaciones y es un componente natural del petróleo (ATSDR, 1992a; Barceloux, 1999a), donde las concentraciones varían ampliamente según su origen (de 1-1500 µg/kg) (WHO, 2000) 2.2.1.2 Propiedades físicas y químicas El vanadio (V) es un elemento transicional miembro del grupo B de la tabla periódica. Este metal existe en los estados de oxidación de -1 a +5, pero las valencias más comunes son +3, +4 y +5 (ATSDR, 1992a; Barceloux, 1999a; IPCS, 2000; EFSA, 2004; Mukherjee y col., 2004). El pentóxido de vanadio (V2O5) es un polvo cristalino amarillo a rojo-café, es escasamente soluble en agua y es la forma más comercial (IPCS, 2000). Debido a su dureza y su capacidad de formar aleaciones, los componentes que contienen estas mezclas (es decir ferrovanadio), se hicieron populares en la fabricación de herramientas y máquinas de acero (Barceloux, 1999a; IPCS, 2000). 2.2.1.3 Usos Los usos del V incluyen: producción de aleaciones de acero, en la catálisis de la producción de ácido sulfúrico y para la conversión de naftalina a anhídrido ftálico durante la formación de plástico, en la fabricación de semiconductores, reveladores fotográficos y agentes colorantes, en la producción de pigmentos y cerámicas (ATSDR, 1992a; Barceloux, 1999a). Las aleaciones no férricas que contienen V son usados en partes de automóviles (ATSDR, 1992a), así como en aeronaves, en tecnología espacial y en la industria de la energía atómica. La adición de compuestos de V mejora la dureza, la maleabilidad, y la resistencia al acero. (Barceloux, 1999a). Se han propuesto algunos compuestos de V (p. e. metavanadato de sodio) para el tratamiento de la anemia, la tuberculosis, la diabetes y la sífilis. En los deportistas de levantamiento de pesas, se ha administrado el vanadil sulfato para mejorar su desempeño (Barceloux, 1999a). 2.2.1.4 Fuentes de exposición 2.2.1.4.1 Aire El V se deposita en el aire por fuentes antropogénicas y fuentes naturales; por óxidos complejos o simples de V de la incineración de combustibles del petróleo (antropogénicas), y erosión del suelo e incendios forestales (naturales) (Barceloux, 1999a). El vanadio es un metal no volátil y el transporte atmosférico es por medio de partículas (IPCS, 2000; WHO, 2000). Los niveles en el ambiente dependen de las condiciones climáticas, la posición geográfica y las condiciones de urbanización,entre otros factores (Rodríguez y Altamirano, 2006) .Se han detectado concentraciones en el aire urbano que van de 0.15 µg/m3 y en áreas rurales cantidades menores a 0.024 µg/m3. (Goc, 2006; Rodríguez y Altamirano, 2006). La exposición de la población en general a óxidos de V en el aire resulta principalmente de la combustión del petróleo y del carbón (principal fuente de contaminación ambiental (IPCS, 2000; WHO 2000) durante la generación de electricidad (Barceloux, 1999a; Evangelou, 2002; Cooper, 2007). Se calcula que dos tercios del V en la atmósfera son de origen antropogénico, el cual se presenta en forma de óxidos de vanadio (Barceloux, 1999a). Así mismo, las emisiones atmosféricas de fuentes naturales son estimadas en 64000 toneladas al año globalmente. (IPCS, 2000; WHO, 2000). 2.2.1.4.2 Agua El agua de bebida no es una fuente importante de V para la población en general; con concentraciones típicas de <1μg/L (Barceloux, 1999a) y hasta más de 100 µg/L, dependiendo de la localización geográfica (WHO, 2000). La liberación natural del V, de la erosión del suelo y el desgaste de rocas, remotamente excede la deposición de V de fuentes antropogénicas en el aire (Barceloux, 1999a). Las concentraciones en el agua de mar fluctúan entre 1 y 3 μg/L y las concentraciones en el sedimento oscilan entre 20 y 200 μg/L; siendo el costero, el sedimento con más altos niveles del metal (IPCS, 2000; WHO, 2000). 2.2.1.4.3 Suelo El desgaste de las rocas puede liberar vanadio al aire o al agua y también precipitar el V con cationes polivalentes o complejos orgánicos (Barceloux, 1999a), las concentraciones en el suelo varían en el rango de 3-310 µg/g (WHO, 2000). 2.2.1.4.4 Alimento Aún cuando muchos alimentos contienen bajas concentraciones (<1 ng/g), el alimento es la principal fuente de exposición para la población en general (Barceloux, 1999a; Evangelou, 2002). Muchos cereales, peces, frutas y vegetales tienen este elemento; tales como los champiñones, los mariscos, las semillas, el perejil, la pimienta negra etc. (Mukherjee y col., 2004). Se ha estimado que se ingiere de 10 a 20 µg/día de V en los alimentos (WHO, 2000; EFSA, 2004). 2.2.1.5 Toxicocinética El vanadio es un metal traza esencial en varias especies marinas (Mukherjee y col., 2004) aunque hay datos contradictorios, se asume que no es esencial en humanos (EFSA, 2004) Los individuos, pueden estar expuestos al metal a través de la atmósfera contaminada por la combustión del petróleo que contiene V, el humo y el polvo generado de la refinación metalúrgica (Evangelou, 2002). La toxicidad de los compuestos del vanadio depende de ciertos factores; la ruta de administración y la toxicidad propia del compuesto particular (Barceloux, 1999a). La inhalación es una ruta de exposición que produce toxicidad inmediata. La toxicidad del V se incrementa con valencias superiores y los compuestos pentavalentes son usualmente los más tóxicos (Barceloux, 1999a; Evangelou, 2002; Leopardi y col., 2005). 2.2.1.5.1 Absorción La absorción del V depende de su solubilidad y la ruta de entrada (Barceloux, 1999a). Las bajas concentraciones de V presentes en la orina comparada con la ingesta diaria y los niveles en heces indican, que menos del 5% del V ingerido es absorbido (EFESA, 2004) El V entra al organismo por inhalación (25%) (Goc, 2006; Rodríguez y Altamirano, 2006; Cooper, 2007), por el tracto gastrointestinal (5-10%) (EFESA, 2004; Goc, 2006) y por la piel (siendo esta última la ruta menos importante de absorción); y es almacenado en ciertos órganos, principalmente en el hígado, los riñones, los huesos y los testículos (Barceloux, 1999a; IPCS, 2000; Mukherjee y col., 2004; Rodríguez y Altamirano, 2006; Cooper, 2007). El V es pobremente absorbido por el tracto gastrointestinal (cerca del 10%) (IPCS, 2000; Mukherjee y col., 2004). La mayor parte del V ingerido es transformado en forma de catión vanadil en el estómago antes de ser absorbido en el duodeno (Goc, 2006). La forma aniónica vanadato también es absorbida a través de sistemas de transporte aniónico (Mukherjee y col., 2004; Rodríguez y Altamirano, 2006). El vanadato (v) se reduce a vanadil (iV) por el ácido ascórbico (AA) y otras sustancias reductoras en el plasma y es subsecuentemente unido a proteínas (Mukherjee y col., 2004). 2.2.1.5.2 Distribución El 90% del V absorbido (Goc, 2006) es transportado principalmente en el plasma unido a transferrina (WHO, 2000) y albúmina (Evangelou, 2002; Rodríguez y Altamirano, 2006); el V pentavalente es reducido en los eritrocitos a la forma tetravalente en un proceso dependiente de glutatión (WHO, 2000; Evangelou, 2002), en estado pentavalente o tetravalente es distribuido a todo el organismo, principalmente hueso, hígado, riñón, bazo y también es detectado en los testículos (Barceloux, 1999a; IPCS, 2000; WHO, 2000; Evangelou, 2002) 2.2.1.5.3 Eliminación El V absorbido, subsecuentemente es excretado por vía urinaria con una fase inicial rápida de eliminación (10 a 20 hrs.), continuando con una fase lenta (40 a 50 días) (Barceloux, 1999a), lo cual presuntamente refleja la liberación gradual del vanadio del los tejidos del cuerpo (IPCS, 2000). El V es rápidamente excretado por los riñones a través de la orina, y a través de la bilis por medio de las heces, (Barceloux, 1999a; Evangelou, 2002; Goc, 2006), con una relación 5:1 (Goc, 2006). El V no absorbido se excreta por las heces; por administración intraperitoneal en ratas y humanos se excreta aproximadamente el 10% (Barceloux, 1999a; IPCS, 2000; WHO, 2000; Mukherjee y col., 2004). 2.2.1.6 Efectos tóxicos de vanadio Se han descrito síntomas relacionados con la exposición ocupacional (tos seca e irritación de garganta y ojos), debido a la inhalación de humo y polvo de óxidos de vanadio. Otros compuestos del V ocupados en la industria pueden además producir irritación de la piel, de las mucosas y del tracto respiratorio y coloración verde de la lengua (ATDSR, 1992; Barceloux, 1999a; IPCS, 2000; Mukherjee y col., 2004). Se han reportado efectos agudos y crónicos por la inhalación principalmente de V2O5 en la industria, tales como rinitis, faringitis, bronquitis, neumonitis y bronconeumonitis (WHO, 2000). Estudios hechos en ratas y ratones han demostrado que los efectos tóxicos de los compuestos del V están relacionados a la especie, la dosis, la ruta y duración de la administración así como la naturaleza del compuesto (Evangelou, 2002). En primates no humanos por ejemplo, se ha observado que la inhalación de V2O5 (6 hrs. de exposición a 3 y 5 mg/m 3) provoca cambios en la función respiratoria (WHO, 2000). Sin embargo en ratas y ratones, la exposición de V2O5 (1.0 mg/m 3, 6 hrs al día) no produjo toxicidad del tracto respiratorio (IPCS, 2000). No obstante, se han reportado en otros estudios hechos en rata, efectos respiratorios en altas dosis (27 µg/m3); congestión y hemorragias pulmonares así como bronquitis. En bajas dosis (3 -5 µg/m3) edema perivascular, congestión capilar, hemorragias y bronquitis (WHO, 2000). En una concentración de 2 mg/m3 de V2O5, se observó toxicidad del tracto respiratorio en roedores incluyendo hiperplasia y metaplasia del epitelio respiratorio (trabajo citado en: IPCS, 2000). En nuestro grupo de trabajo se comparó el efecto del V2O5 vía inhalada en dos especies diferentes, rata y ratón, se encontró que la inhalación de V provoca cambios epiteliales tales como proliferación en la rata y descamación en los ratones, incremento de IL-6 y TNF en la rata en el ratón sólo incrementó IL-6. Además, la alpha actina bronqueolar y vascular fue más evidente en rata, comprobando que la inhalación de V afecta a ambas especies (rata y ratón), (Falcón Rodríguez, 2008). También eneste grupo, López Valdez (2008), estudió el efecto de la inhalación del V2O5 en ratones en un modelo de carcinogénesis pulmonar. El V2O5 disminuye el tamaño y la frecuencia de los adenomas inducidos por uretano, disminuye la expresión y funcionalidad de las conexinas además de la acumulación de esta proteína en el citoplasma celular conduciendo a una disminución en la proliferación de neumocitos. En ratón, se ha encontrado que el V2O5 por inhalación (V2O5 0.02M 1h/2 veces por semana) es capaz de provocar efectos neurotóxicos tales como, pérdida de espinas dendríticas en neuronas piramidales del hipocampo, muerte neuronal por necrosis y alteración de la memoria espacial (Ávila y col. 2006). Las células de la capa granulosa del bulbo olfatorio de los ratones expuestos a la mezcla de V2O5 y MnCl2 presentaron alteraciones ultraestructurales desde la primera semana y consistieron en: invaginaciones nucleares, neuronas electrodensas con organelos dilatados y rompimiento de membranas. Además, se observó muerte neuronal por apoptosis. El daño ultraestructural observado en las células granulosas de bulbo olfatorio de los animales expuestos a la mezcla de pentóxido de vanadio y cloruro de manganeso podría relacionarse probablemente con alteración en la función olfatoria (Colín B. y col., 2007). En nuestro grupo de trabajo, se llevan a cabo estudios en el sistema nervioso en los que se ha observado que la inhalación de V2O5 genera muerte neuronal por exotoxicidad en corteza cerebral, y en plexo coroideo provoca rompimiento entre las uniones intercelulares de las células ependimarias, alteración en la estructura del plexo y rompimiento de la barrera hematoencefálica (Jiménez Martínez, 2009); también disminución en la función olfatoria e incremento de las gelatinasas A y B (proteínas encargadas de la remodelación y degradación de la matríz extracelular) del bulbo olfatorio (Cervantes Piza, 2009) y aumenta la concentración de las metaloproteinasas (encargadas, entre otras cosas de la remodelación sináptica) en ciertas zonas cerbrales (estriado, hipocampo y plexo coroideo) que puede conllevar a la muerte neuronal (Cortés Torres, 2009). En un estudio de genotoxicidad, Altamirano y col. (1999) encontraron que el V2O5 administrado por vía intraperitoneal (i.p.) (23.0, 11.5, o 5.75 µg/g), induce daño al DNA (evaluado por ensayo cometa) en diferentes órganos y tejidos de ratón. Hígado, riñón y corazón fueron lo órganos más sensibles que bazo, médula ósea y pulmón a este compuesto, al parecer, debido a la diferencia entre la proliferación de cada tipo tisular. Se evalúo el efecto que ejerce el V2O5 por vía inhalada en bazo y médulo ósea, de ratones, se encontró que provoca incremento en cantidad y tamaño de megacariocitos en ambos órganos, además de modificaciones en el citoplasma, contenido de gránulos y la ultraestructura nuclear, lo que podría influir en la trombocitosis, dado que puede resultar en un aumento en la producción de plaquetas, (Fortoul y col. 2009). 2.2.1.7 Efectos reproductivos En un estudio reprotóxico, Altamirano y col. (1996) descubrieron que la administración intraperitoneal de V2O5 es capaz de reducir la fertilidad, las implantaciones, el número de fetos vivos al nacer, el peso fetal, además de aumentar el número de reabsorciones fetales. Por otro lado, el sulfato de V en una inyección única, (intratesticular de 0.08 mmol/kg) en ratas redujo el peso medio testicular y produjo necrosis total del testículo a 2 días después de la exposición al V, causando daño severo al epitelio seminífero con exfoliación y lisis de los elementos celulares (Domingo, 1996). No obstante, en ratones hubo disminución del peso testicular sin cambios necróticos por inyección subcutánea de sulfato de V (0.08 mmol/kg) (Domingo, 1996). El sulfato de vanadil en ratas macho, administrado oralmente (100mg/kg/día) por 60 días causó un decremento en el peso testicular, en el análisis del epidídimo se observó una disminución en el número y en la movilidad de los espermatozoides; atrofia y reducción en el diámetro de túbulos seminífero, así como en el diámetro en el núcleo de las células de Leydig y probablemente supresión de biosíntesis de andrógenos (Chand y col., 2007). Otros efectos, como la necrosis total y la disminución del peso medio testicular sucedió después de una inyección intratesticular de 0.08 mmol/kg de sulfato de vanadio en ratas, dos días después de la exposición (Domingo, 1996). Con metavanadato de sodio, ratas macho adultas oralmente expuestas (0, 5, 10 y 20 mg/Kg/día, durante 60 días), apareadas con ratas hembras tratadas con el mismo compuesto y mismo periodo, no presentaron cambios en la fertilidad y reproducción. Sin embargo, la descendencia sufrió bajo peso y talla desde el nacimiento y la lactancia (Domingo, 1996). Llobet y col. (1993) con el mismo compuesto en ratones por vía oral (0, 20, 40, 60 y 80 mg/kg/día), encontraron disminución el la tasa de preñez, sin embargo, (evaluado con el apareamiento con hembras sin tratar), no redujo la fertilidad en ratones macho en 20 y 40 mg/kg/día, y el peso testicular no cambió; el conteo de espermatozoides disminuyó, pero la movilidad de los mismos no fue alterada, por lo que concluyen que la fertilidad humana podría no estar afectada por las dosis ingeridas de V en el agua de bebida (Llobet y col., 1993). Aragón y Altamirano (2001), utilizaron tetraóxido de vanadio (V2O4) en ratón y lo administraron intraperitonealmente (ip) durante 60 días (0, 4.7, 9.4 y 18.8 mg/kg). Encontraron que el peso testicular no se vio afectado por el tratamiento, comparado con los controles (excepto con 18.8 mg/kg). Sin embargo, disminuyó la movilidad y la viabilidad espermática comparada con el grupo control. La morfología de los espermatozoides también presentó cambios; ya que aumentaron las formas anormales de los espermatozoides de manera dosis dependiente. En el epitelio seminífero encontraron células germinales degeneradas y con marginación de la cromatina, vacuolas en el epitelio y pérdida de células germinales. También se analizó la ultraestructura y la concentración de progesterona y testosterona; encontrando aumento en el número de células apoptóticas en células germinales, la concentración de ambas hormonas en el suero no se vio afectada por el tratamiento. Se observaron estructuras de inclusión intranuclear en células de Sertoli y células germinales así como vacuolas y pérdida de crestas mitocondriales, en células de Sertoli. Así, este compuesto por esta vía de administración (ip) puede afectar algunos parámetros espermáticos en el ratón e inducir daño testicular sin modificar la concentración hormonal (Aragón y col. 2005). En otro estudio (D’Cruz y Uckun, 2000), se evaluó a cuatro vanadocenos (v. diacido, v. dicianato, v. dioxicianato y v. monocloro oxicianato; 7.5 mg/kg/testículo por 28 días) como agentes inductores de apoptosis en células germinales, administrados por vía intra testicular. Se examinó el peso testicular y el número de espermatozoides en el epidídimo; disminuyendo ambos. Y la examinación histopatológica reveló atrofia y vacuolización casi completa de túbulos seminíferos y pérdida de espermátides tardías, estos compuestos indujeron apoptosis de células germinales, comparadas con el control. Así, se mostró que estos compuestos (vanadocenos) in vivo, pueden ser selectivos al inducir apoptosis en células germinales y no en células somáticas (células de Sertoli). Por otra parte, se ha observado que el V2O5, por inhalación en ratón (V2O5 0.02M 1h/2 veces por semana, durante 12 semanas) puede causar disminución del porcentaje de la gama tubulina en todas las células testiculares (células de Sertoli, de Leydig y espermatogénicas), lo que podría implicar una alteración en la espermatogénesis, dada la relevancia de esta proteínaen la división celular (Mussali y col., 2005). Con este mismo modelo, se descubrió que el V2O5 causa necrosis de espermatogonias, espermatocitos y células de Sertoli y seudoinclusiones nucleares en espermatogonias. También se midió la concentración del V en el tejido testicular; la cual aumenta drásticamente desde la primera semana de inhalación y se mantiene constante durante todo el tratamiento. Asimismo, se encontró que este compuesto es capaz de romper las uniones intercelulares (por observación histológica), lo que permite alterar las funciones de la barrera hematotesticular. Los autores del trabajo sugieren que el V2O5 es capaz de actuar sobre las proteínas de las uniones intercelulares (Fortoul y col., 2007). 2.2.2 MANGANESO En la edad de piedra, el dióxido de manganeso era usado como pigmento para pinturas en cuevas. En la Grecia antigua, los espartanos usaron el Manganeso (Mn) junto con el Hierro (Fe) para fabricar sus armas, las cuales se dice, eran superiores a las de sus enemigos. Los egipcios y los romanos lo ocuparon para la elaboración de vidrio y para dar color rosa, púrpura o negro a las tintas (International Manganese Institute). El Mn fue reconocido como un elemento en 1771 por el químico sueco Scheels y fue aislado en 1774 por uno de sus colaboradores, J. G. Gahn. Su nombre se debe en un principio, a que en Egipto se encontraron vidrios anormalmente negros, lo cual se debía al silicato de cobre y a un mineral llamado Magnesia nigra, parecida a la piedra imán, pero para diferenciarla de esta se le llamó pseudomagnes. En la edad media este mineral era conocido por los vidrieros como Lápiz manganesis, derivado del griego manganizein. (International Manganese Institute). 2.2.2.1 Generalidades El Mn es un constituyente ubicuo del ambiente que comprende cerca del 0.1% de la corteza terrestre. No se encuentra naturalmente en estado puro, sino como componente de cerca de 100 minerales; óxidos, carbonatos y silicatos (WHO, 2001), fosfatos y boratos (WHO, 2004b) entre los más importantes. El Mn es un elemento esencial para el apropiado funcionamiento del organismo, ya que es requerido para el funcionamiento de muchas enzimas celulares (por ejemplo: manganeso superóxido dismutasa y piruvato carboxilasa) y puede servir para activar muchas otras (cinasas, transferasas, hidrolasas) (WHO, 2004a); (Aschner y col. 2005; Teeguarden y col. 2007); así como en la respuesta inmune, el metabolismo energético y la energía celular, la reproducción, la digestión y el crecimiento óseo (Aschner y col. 2005). Por lo tanto, la deficiencia de este metal puede presentar efectos adversos en la salud; pobre formación ósea y defectos en el esqueleto, fertilidad reducida, defectos de nacimiento, tolerancia anormal a la glucosa y metabolismo alterado de lípidos y carbohidratos (aunque no ha sido clínicamente reconocido en humanos) (Aschner y col. 2005). Los compuestos de Mn pueden estar presentes en la atmósfera como partículas suspendidas, humos o aerosoles como resultado de las emisiones industriales, la erosión del suelo, las emisiones volcánicas y por la combustión de gasolina que contiene metilciclopentadienil manganeso tricarbonil (MMT) (WHO, 2001; WHO, 2004a; Aschner y col 2005;). La fundición de minerales naturales y la quema de combustibles fósiles también pueden resultar en la emisión de partículas de Mn a la atmósfera en forma de humo o ceniza en el rango de partículas finas (<2.5 μm), las cuales son ampliamente distribuidas (WHO, 2001; Aschner y col. 2005). 2.2.2.2 Propiedades Físicas y Químicas El Mn es un metal muy duro, quebradizo, de color blanquecino grisáceo (Barceloux 1999b). Los estados de oxidación del Mn tienen un intervalo que va desde 0 a +7, pero la valencia más estable es +2 (Barceloux 1999b) y los compuestos biológica y ambientalmente más importantes son los que contienen Mn+2 (cloruro de Mn [MnCl2]), Mn +4 (dióxido de Mn [MnO2]) y Mn +7 (permanganato de potasio [KMnO4]) (WHO, 2004a; WHO, 2004b; Aschner y col. 2005). Las propiedades físicas y químicas de los diferentes compuestos de Mn varían substancialmente. Estas características a su vez, determinan el comportamiento, destino, exposición potencial y el subsecuente potencial toxicológico de cada compuesto (WHO, 2004 a). 2.2.2.3 Usos El principal uso del Mn metálico es en la producción de acero a altas temperaturas para proveerlo de firmeza y dureza. El cloruro de Mn (MnCl2) se usa para la elaboración de baterías y como suplemento traza en alimento de animales; el dióxido de Mn en la producción de vidrio, explosivos y baterías; el sulfato de Mn en cerámica, fungicidas y suplementos nutricionales; el permanganato de potasio como desinfectante, conservador de flores y frutas; y los compuestos orgánicos de Mn, el MMT es usado como aditivo antidetonante en gasolina (Roth, 2006) sin plomo (Pb) en Canadá (Barceloux 1999b), Estados Unidos , Europa, Asia y Sudamérica (WHO, 2001; WHO, 2004a; Aschner y col. 2005). 2.2.2.4 Fuentes de exposición 2.2.2.4.1 Aire La fuente antropogénica del Mn en el ambiente incluye la quema de combustibles fósiles (20%) y la emisión del Mn de fuentes industriales (80%). La erosión del suelo es la fuente natural más importante en el ambiente aéreo (Barceloux 1999b). El Mn se encuentra en la atmósfera en partículas inhalables (Dorman y col. 2001), y el nivel promedio del Mn en el ambiente aéreo es aproximadamente 5 y 33 ng Mn/m3 en el aire rural y urbano respectivamente, aunque las concentraciones pueden ser superiores, dependiendo de la cercanía de las industrias que emiten este metal (Dorman y col. 2001, Aschner y col. 2005). La exposición al Mn del aire está en varias órdenes de magnitud menor que el de la dieta, típicamente alrededor de 0.04 ng/día y 2-5 mg/día en promedio respectivamente, no obstante, puede variar substancialmente dependiendo de la proximidad a la fuente del Mn (Dorman y col. 2004; WHO, 2004a). El grado de absorción respiratoria del Mn por inhalación depende principalmente del tamaño de la partícula, cuando las partículas son bastante pequeñas (PM 0.1) alcanzan los alvéolos pulmonares y son absorbidas al sistema circulatorio (WHO, 2001). El Mn inhalado tiende a ser más tóxico que el ingerido debido a su grado de absorción, se asume que por inhalación puede ser hasta el 100%, en tanto que por ingestión se absorbe entre 3 y 5% (WHO, 1999; Brenneman y col. 2000). 2.2.2.4.2 Agua En el agua, el Mn se encuentra en formas disueltas y suspendidas, dependiendo de factores como el pH, aniones presentes y potencial de óxido-reducción (WHO, 2004a). Algunos compuestos de Mn son solubles en agua (MnCl2, MnS04), y por lo tanto la exposición al Mn puede resultar de la ingestión de agua que lo contiene. Generalmente, la contribución del agua de bebida sobre la captación de Mn es pequeña comparada con el alimento (Barceloux 1999b). La concentración del Mn promedio en agua de mar es de 2μg/L, mientras que en agua dulce hay un intervalo de 1 a 200μg/L (Barceloux 1999a; WHO, 2004a). Los altos niveles de Mn en el agua, están usualmente asociados con la contaminación industrial (WHO, 2004 A; Aschner y col. 2005). 2.2.2.4.3 Suelo El Mn y sus compuestos se presentan como sólidos en casi todos los tipos de suelos con concentraciones promedio de 40-900 mg/kg (Barceloux 1999b) sin embargo, niveles excesivos de Mn pueden ocurrir en sitios de residuos peligrosos como zonas donde son utilizados pesticidas y fungicidas agrícolas que contiene Mn (ATSDR 1992b; Woolf y col. 2002; WHO, 2004a). 2.2.2.4.4 Alimento El alimento es la fuente de exposición más importante para la población en general y diariamente se ingiere de 2-9 mg de Mn dependiendo de los hábitos nutricionales (Barceloux 1999b; WHO, 2001; WHO, 2004a; Aschner y col.2005). Entre los alimentos más ricos en Mn se incluyen las nueces (18.21–46.83 mg/kg), los granos (0.42–40.70 mg/kg), las verduras (2.24– 6.73 mg/kg), las frutas (0.20–10.38 mg/kg), los vegetales (0.42–6.64 mg/kg) el trigo y el arroz (10 y 100 mg/kg) (WHO, 2004). 2.2.2.4.5 Otras fuentes Los humanos también pueden estar expuestos al Mn por pesticidas que lo contienen, tales como etileno-bis-ditiocarbamato (Maneb) o la droga “Bazooka”, la cual está hecha a base de cocaína, contaminada con carbonato de manganeso (Aschner y col. 2005). 2.2.2.5 Toxicocinética Los determinantes clave de la absorción son la vía de exposición y el compuesto específico en el cual el Mn está presente (WHO, 1999). Aunque la cantidad de Mn en el aire a la cual los individuos están expuestos puede ser pequeña comparada con la cantidad ingerida en la dieta, la absorción y la distribución del Mn a varios órganos blanco es mayor por inhalación que por ingestión (100% contra 3-5% respectivamente) (Davis, 1998; WHO, 2001; Teeguarden y col. 2007). El Mn esta presente en todos los tejidos del cuerpo, principalmente en el hueso, el hígado, el riñón, el páncreas, y los testículos (Mahoney y Small, 1968) y se almacena en ciertas regiones del cerebro (Davis, 1998; Brenneman y col. 2000; Vitarella y col. 2000). En niveles fisiológicos, el Mn específicamente se concentra en la mitocondria, donde puede interferir con la fosforilación oxidativa (Malecki, 2001; WHO, 2004; Aschner y col. 2005). 2.2.2.5.1 Absorción La cantidad de Mn que es absorbido por vía oral es aproximadamente de 3- 5% (Barceloux 1999b; WHO, 2004a; Aschner y col. 2005). Mecanismos homeostáticos controlan la absorción del Mn del intestino y por lo tanto, la cantidad de Mn absorbido depende de la cantidad ingerida así como de la concentración de Mn existente (Barceloux 1999; WHO, 2004a). La absorción del Mn del tracto gastrointestinal varia inversamente con la cantidad de calcio (Ca) en la dieta y con el hierro (Fe) sérico, ya que se ha observado en estudios hechos en animales que la deficiencia de Fe mejora la absorción de Mn a través del tracto gastrointestinal independientemente del Mn almacenado (WHO, 2004a; Aschner y col., 2005) dado que el Mn y el Fe comparten el mismo sistema de transporte (también se ha observado en humanos) (Davis, 1998). Por inhalación, el Mn puede entrar al cuerpo por tres procesos principales: transporte neuronal olfatorio (directo al sistema nervioso central), transporte epitelial pulmonar hacia la sangre y por el movimiento mucociliar de la faringe al tracto gastrointestinal donde puede ser ingerido (Roth, 2006). No hay estudios acerca de la absorción del Mn en animales o humanos a través de la piel, pero es generalmente asumido que es muy limitada (Aschner y col. 2005). 2.2.2.5.2 Distribución El Mn por vía oral, llega al hígado vía circulación porta y es unido a proteínas (Aschner y col. 2005); en el plasma sanguíneo, aproximadamente el 80% del Mn trivalente es unido a β-globulina y transmanganina, y una pequeña fracción es unido a transferrina y albúmina (Barceloux, 1999b; Aschner y col., 2005; Roth, 2006). El Mn no se metaboliza, dado su forma elemental, es absorbido y excretado sin cambios, sin embargo, el Mn presenta, como se mencionó antes, muchos estados de oxidación y puede sufrir cambios en sus valencias dentro del organismo (WHO, 1999) y según su valencia ser transportado por transferrina (Mn+3) o por albúmina (Mn+2) (Roth 2006). Las proteínas transportadoras, transportador de metal divalente (DMT-1) y ferroportina, están presentes dentro del epitelio alveolar y posiblemente participan en el transporte de metales a través de células alveolares hacia el sistema linfático o directamente a la sangre (Roth 2006) y también por trancitosis; una vez hecho el complejo Mn-transferrina en el fluido pulmonar, el metal puede ser directamente transportado a través del tejido epitelial. (Heilig y col. 2005; Roth 2006) 2.2.2.5.3 Eliminación La eliminación del Mn ocurre principalmente por excreción biliar, sólo una pequeña porción es eliminada por la orina (0.1-2%) (Barceloux 1999b; WHO, 2004a; Aschner y col., 2005). El Mn es removido de la sangre por el hígado y es excretado al intestino vía biliar. Parte del Mn en el intestino es reabsorbido a través de la circulación enterohepática (Aschner y col., 2005) El páncreas acumula Mn, y estudios hechos en ratas han demostrado que la excreción de este elemento por medio de los fluidos pancreáticos es escasa (Aschner y col., 2005). El sudor (60 µg/L) (IPCS, 1981), cabello (0.2 µg/g de cabello), y leche materna (de 3 a 120 y de 30 a 50 µg/L, según los niveles de Mn en la dieta) también contribuyen a la excreción (WHO, 2004). Experimentos con animales indican que la eliminación del Mn del cerebro, es más lenta que del resto del cuerpo (Barceloux, 1999b; Aschner y col., 2005). 2.2.2.6 Efectos tóxicos del Manganeso La toxicidad del Mn varía de acuerdo a la ruta de exposición; por inhalación es más alta que por vía oral (WHO, 1999; Brenneman y col., 2000). Se ha observado en individuos expuestos a altas concentraciones de manganeso a nivel ocupacional que, puede causar inflamación de leve a moderada en los pulmones (neumonitis), afectar la habilidad motora, tal como ejecutar movimientos rápidos y mantener el equilibrio, así como alteración en la función sexual y reproductiva (ATDSR 1992b; Barceloux 1999b; WHO, 2001; Dobson y col. 2004; Dorman y col., 2004; Aschner y col. 2005). La inhalación de Mn provoca congestión pulmonar en ratas, enfisema pulmonar en primates no humanos y lesiones bronquiales en hámsteres (WHO, 1999). Además se ha observado que incrementa la susceptibilidad a ciertas infecciones en el sistema respiratorio (Davis, 1998). Trabajadores ocupacionalmente expuestos a altas concentraciones de Mn (0.2 mg Mn/m3), pueden presentar tos y otros signos asociados con bronquitis. La inhalación aguda de una concentración extremadamente alta de Mn (≥ 1 mg Mn/m3) puede resultar en neumonitis (Dorman y col. 2005). Con compuestos solubles (MnSO4) e insolubles (Mn3O4) en diferentes tejidos (pulmón, hígado, fémur, y testículo), se ha demostrado que la concentración de Mn en el tejido puede aumentar cuando la exposición es por inhalación (3 mg Mn/m3/14 días) (Dorman y col., 2001). In vitro daña al DNA en linfocitos humanos y provoca intercambio de cromátidas hermanas. En ratones expuestos a sulfato de manganeso ó permanganato de potasio, provoca aberraciones cromosómicas y micronúcleos en médula ósea (trabajos citados en WHO, 1999; SCF, 2000). En un modelo murino de exposición por inhalación de MnCl2 (0.02 M, 2 horas 2 veces por semana durante 4 semanas), se demostró que este compuesto puede producir rompimientos de cadena sencilla de DNA en leucocitos (Rojas L., 2006). Rojas Lemus (2009), evalúo el potencial genotóxico del pentóxido de vanadio o cloruro de manganeso y su mezcla en eritrocitos de ratones hembras y machos (jóvenes y adultos). Encontró que tanto el V como el Mn y su mezcla aumentan la frecuencia de micronúcleos, excepto en hembras adultas, siendo los machos los más susceptibles a la inhalación de los metales individualmente y por la mezcla. Además observó que el V, el Mn y su mezcla también reduce el número de eritrocitos en todos los casos (hembras y machos; jóvenes y adultos). Dorman y col. (2001), observaron que por la inhalación de MnSO4 y de Mn3O4 (3 mg Mn/m 3/14 días vía inhalada), el Mn puede acumularse en el bulbo olfatorio, aún siendo el Mn3O4 un compuesto insoluble. (Dorman y col. 2001). En ratones expuestos a la inhalación de MnCl2, se observaron alteraciones en la disposición y pérdida de las papilas filiformes en lengua y aumento en la descamación epitelial de las papilas fungiformes (VélezC. 2006) 2.2.2.7 Efectos Reproductivos del Mn En casos ocupacionales (frecuentemente entre 1-5 mg/m3 de Mn), se reporta que la función reproductiva puede ser alterada por la exposición al Mn, manifestada a menudo por la pérdida de la libido y disfunción eréctil (Davis, 1998, WHO, 2001, Tapin y col.2006). En modelos experimentales, Ponnapakkam y col. (2003) determinaron el efecto reproductivo de la exposición oral de Mn en ratones macho. Utilizando acetato de manganeso (Mn [CH3COO]2) oralmente en tres dosis (7.5, 15.0, y 30, mg/kg/día) por 43 días, encontraron disminución en la motilidad espermática y el número de espermatozoides en las dosis de 15 y 30 mg/kg/día. No encontraron alteraciones en la fertilidad ni en la morfología testicular en los ratones tratados con Mn comparados con los grupos control. Sin embargo, en otro estudio realizado con uno de los compuestos de la combustión del MMT (sulfato de manganeso [MnSO4] 3000 µg/m3; inhalado por 13 semanas consecutivas), se encontró que las concentraciones en tejido testicular aumentaron con respecto al control, así como en hígado, riñón, pulmón y ciertas regiones del cerebro (Tapin y col.2006). Wirth y col. (2007) proporcionaron evidencia de que el Mn presente en el ambiente puede alterar la fertilidad en los hombres. En dos clínicas de infertilidad se midieron los niveles de manganeso y selenio en la sangre de 200 hombres, y determinaron la correlación entre los metales y las variables del semen; los resultados que obtuvieron fueron, baja movilidad (<50%), baja concentración (<20 millones/mL), y baja calidad en la morfología (<4%) espermática. Los altos niveles de Mn fueron asociados con el incremento de la baja motilidad espermática y la baja concentración de espermatozoides. Con esto concluyeron que la exposición ambiental por manganeso puede estar asociada con una reducción en la motilidad y concentración espermática. En ratas y ratones se ha observado que por vía oral el Mn puede retardar la madurez reproductiva y el crecimiento testicular y reducir los niveles de testosterona (13mg Mn/kg de peso por día durante 100 a 224 días; WHO, 1999). Bizarro N. y col. (2006) encontraron que el MnCl2 (0.02M) por inhalación, altera la ultraestructura testicular; las células de Sertoli presentaron vacuolización y necrosis. En las células germinales no se encontró daño ultraestructural. En tanto que en las células de Leydig se observó un aumento significativo de células binucleadas a partir de la décima semana de exposición. Demostrando que la inhalación es una vía de exposición a través de la cual el MnCl2 ocasiona daño morfológico en testículo y posiblemente funcional, lo que implicaría alteraciones reprotóxicas. 2.3 APARATO REPRODUCTOR MASCULINO El aparato reproductor masculino en mamíferos consta de pene, glándulas sexuales accesorias, conductos deferentes, epidídimos y testículos (Pérez, 2003; Setchell y Breed, 2006). La secreción de las glándulas sexuales accesorias (vesículas seminales, glándulas bulbouretrales y próstata) (Setchell y Breed, 2006), contienen varias sustancias (fructuosa, ácido cítrico, zinc, fosfatasa ácida) que son adicionadas al semen en la eyaculación. El epidídimo es una estructura tubular alargada, contorneada, que recorre el testículo en su borde posterior superior (fig. 1); consta de cabeza, cuerpo y cola y esta última desemboca en el conducto deferente (Pérez, 2003; Setchell y Breed, 2006). Los espermatozoides maduran en el epidídimo, y la cola del epidídimo es un sitio importante de almacenamiento de éstos (Pérez, 2003). El conducto deferente (fig. 1) se extiende desde la cola del epidídimo hasta su unión con el conducto de la vesícula seminal y dirigen a los espermatozoides hacia la uretra prostática (Pérez, 2003). 2.3.1 Testículos Los testículos de mamíferos son estructuras pares y ovaladas cuyas principales funciones son dos: producción de espermatozoides y síntesis de hormonas masculinas, los andrógenos. Se diferencian en el feto de gónadas indiferenciadas después de la expresión del gen SRY del brazo corto del cromosoma Y (Setchell y Breed, 2006), interactuando con otros genes similares denominados SOX (Pérez, 2003). Las células de Leydig fetales secretan entonces andrógenos que inducen la diferenciación de los conductos mesonéfricos en los epidídimos y conductos deferentes y algunas de las glándulas sexuales accesorias y los genitales externos indiferenciados en un pene y escroto (Setchell y Breed, 2006). El escroto, es esencialmente una bolsa de piel, completamente diferente del resto de ella, sin grasa subcutánea y con abundantes glándulas sudoríparas (Setchell y Breed, 2006), mantiene una temperatura adecuada para la espermatogénesis y sirven de cubierta protectora a los testículos. Los testículos están rodeados por una cápsula de tejido conectivo denso, la túnica albugínea (fig. 1), la cual está cubierta con el remanente, del proceso vaginalis. De la superficie interna de la túnica albugínea, un septo de tejido conectivo se extiende posteriormente hacia una región de los testículos llamado el mediastino, dentro del cual, una red de conductos se anastomosan, dando origen a la rete testis (fig. 1) (Kerr y cols., 2006). Cada testículo está fraccionado en lóbulos (fig. 1), ocupados a su vez por tejido intersticial y los túbulos seminíferos (Marina, 2003; Setchell y Breed, 2006; Griswold y McLean, 2006). En el interior del túbulo se distinguen las células espermatogénicas y las células de Sertoli. (Fig.2) (Marina, 2003; Kerr y cols., 2006). Figura 1. Diagrama esquemático en el que se aprecian la túnica albugínea, los lóbulos testiculares, los túbulos seminíferos, la rete testis, el epidídimo y el conducto deferente. (Modificado de: http://www.uam.es/departamentos/ciencias/biologia/citologia/practica2.htm). Los Túbulos seminíferos están limitados por la membrana basal, que separa el tejido conectivo de las células epiteliales y está compuesta de glicoproteínas y proteoglicanos, llamada lámina propia, en esta última se observan fibroblastos y células peritubulares mioides (Dym, 1994: Kerr y cols., 2006). Este tejido preritubular, provee apoyo mecánico para los túbulos seminíferos; tiene influencia parácrina sobre la espermatogénesis; y permite el paso selectivo de macromoléculas hacia los túbulos seminíferos. (Kerr y cols., 2006). El tejido intersticial contiene los vasos sanguíneos y linfáticos (Kerr y cols., 2006), así como macrófagos, linfocitos, fibroblastos, células plasmáticas, monocitos, mastocitos y células de Leydig (Setchell y Breed, 2006; Griswold y McLean, 2006). Este tejido en roedores, es relativamente escaso, donde hay pequeños grupos de células de Leydig agrupadas alrededor de los vasos sanguíneos (Setchell y Breed, 2006) que producen la testosterona (Pérez, 2003). 2.3.1.1 Células de Leydig Las células de Leydig están localizadas entre los túbulos seminíferos, en el intersticio testicular (Marina, 2003; Kerr y cols., 2006; Griswold y McLean, 2006). Forman grupos y están cerca de vasos sanguíneos. Entre células de Leydig vecinas se observan uniones comunicantes y uniones tipo desmosomas rudimentarios. Todas las células de Leydig representan menos del 10% del Figura 2. Sección de un testículo en el que se observan los túbulos seminíferos, el tejido intersticial y el epitelio seminífero (Modificado de: http://www.vetmed.lsu.edu/eiltslotus/theriogenology- 5361/male%20reprod_2.htm). volumen testicular. Las células de Leydig maduras no se dividen (Marina, 2003). Tienen forma poligonal y el núcleo es redondeado, el nucleolo es prominente y suele ser único. El retículo endoplásmico liso (REL) es muy abundante como corresponde a una célula con actividad esteroidogénica. Las mitocondrias son también prominentes;se encuentran adyacentes con el REL y presentan crestas tubulares. Contiene gotas lipídicas y se considera que son la fuente de precursores para la biosíntesis androgénica (Kerr y cols., 2006). Los andrógenos sintetizados en las células de Leydig salen del testículo a través de los vasos linfáticos y sanguíneos y de los túbulos seminíferos. (Marina, 2003; Kerr y cols., 2006). 2.3.1.2 Células Espermatogénicas Las Células espermatogénicas masculinas comprenden a las espermatogonias, los espermatocitos primarios y secundarios, las espermátides y los espermatozoides (Marina, 2003). Las espermatogonias, son células que se dividen por mitosis; en el proceso de la espermatogénesis, darán lugar a la formación de espermatozoides (Kerr y cols., 2006). La identificación de los diferentes tipos de espermatogonias es compleja, debido a la falta de marcadores que puedan identificar estados específicos. La clasificación de estas células ha dependido de las características del núcleo y en particular de los patrones de la cromatina (De Kretser, 2002); se clasifican en espermatogonias tipo A (nucleoplasma granular) y espermatogonias tipo B (con numerosos cúmulos de cromatina colocados centralmente) (Gardner y Holyoke, 1964; Kerr y cols., 2006). Las espermatogonias no se separan completamente después de la mitosis debido a la citocinesis incompleta y permanecen unidas por puentes intercelulares. Estos puentes intercelulares persisten a través de todos los estados de la espermatogénesis, facilitan las interacciones bioquímicas permitiendo la sincronía de la maduración de las células germinales (De Kretser, 2002). Las células que llevan a cabo la meiosis, son los espermatocitos primarios y los espermatocitos secundarios. Los espermatocitos secundarios entran en la segunda división meiótica (Kerr y cols., 2006) y son relativamente más pequeños que los espermatocitos primarios, sin evidencia de material nucleolar (Gardner y Holyoke, 1964). La presencia relativamente infrecuente de estas células en las secciones de los túbulos, indica un periodo de vida corto antes de completar la meiosis (Kerr y cols., 2006). Las células son esféricas, intermedias en tamaño entre los espermatocitos primarios y las espermátides. Están situados cerca del lumen del túbulo seminífero, y su núcleo esférico contiene redes de cromatina homogénea (Kerr y cols., 2006). Después de esta segunda división, dan origen a las células hijas; es decir, las espermátides con una carga cromosomal haploide. Pueden ser identificadas por los cambios en el complejo de Golgi, ya que indican transformación entre la capa nuclear y el acrosoma. (Marina, 2003; De Kretser, 2002; Kerr y cols., 2006). Las espermátides se convierten en espermatozoides por medio de varios cambios morfológicos conocidos como espermiogénesis (Pérez, 2003). 2.3.2 Espermatogénesis La espermatogénesis es la secuencia de eventos citológicos que resultan en la formación de espermatozoides maduros a partir de células espermatogénicas inmaduras, que toma lugar dentro de los túbulos seminíferos (Pineau y col., 1999; Marina, 2003; Kerr y cols., 2006). Hay cuatro elementos principales, que juntos, constituyen la espermatogénesis: a) la renovación de células espermatogonias por el proceso de mitosis b) la proliferación de células espermatogonias por mitosis y diferenciación, c) la reducción del número cromosomal por meiosis, y d) la transformación de una célula convencional en la estructura compleja del espermatozoide, por una serie de cambios que no implican la división celular; la espermiogénesis (Marina, 2003; Kerr y cols., 2006). La renovación de las espermatogonias, se da por la división mitótica de las espermatogonias tipo A que están en contacto con la membrana basal del túbulo seminífero (Marina, 2003; Kerr y cols., 2006). En la proliferación de células espermatogonias por mitosis y diferenciación, la espermatogonia tipo A puede ser dividida en varios subtipos que representan diferentes fases de proliferación y progresión hacia la espermatogonia tipo B. Las espermatogonias tipo B representan a las células que se diferencian y previa apertura de las uniones estrechas, pasan al compartimiento luminal donde se transforman en espermatocito preleptoténico y entran en el proceso de meiosis (Marina, 2003; Kerr y cols., 2006) La reducción del número cromosomal comprende dos divisiones celulares, de espermatocito primario a espermatocito secundario y de este a espermátida. De un espermatocito primario que tiene cromosomas bivalentes, es decir con cuatro cromátides cada uno, se forman cuatro espermatozoides. Durante la meiosis, además de la reducción cromosómica, se produce el intercambio génico entre los cromosomas homólogos heredados del padre y de la madre. (Gardner y Holyoke, 1964; Marina, 2003). 2.3.3 Espermiogénesis. La transformación de espermátides a espermatozoides involucra una secuencia de eventos complejos que constituyen el proceso de espermiogénesis. Este proceso implica la transformación de células espermatogénicas convencionales, en una estructura altamente organizada y móvil (Kerr y cols., 2006). Los cambios pueden ser agrupados en a) la formación del acrosoma; esta estructura surge del complejo de Golgi, b) cambios nucleares; el núcleo cambia su posición durante la espermiogénesis de una posición central a una posición excéntrica, c) reorganización del citoplasma; en el citoplasma de las espermátides existe marcado movimiento de organelos, un sistema de filamentos citoplásmicos se organiza para facilitar el movimiento caudal del contenido citoplasmático y formar los cuerpos residuales de las espermátides. El desarrollo del flagelo es formado por nueve fibras densas arreglados cilíndricamente alrededor del axonema y e) relación entre las células de Sertoli y espermátides; durante este proceso, las espermátides permanecen adyacentes al lumen de los túbulos seminíferos, rodeadas por el citoplasma de las células de Sertoli. Uniones celulares; tipo desmosomas así como especializaciones ectoplásmicas ocurren con células de Sertoli en la zona de la cabeza de las espermátides (Marina, 2003; Kerr y cols., 2006). 2.3.4 Células de Sertoli Además de células espermatogénicas, los túbulos seminíferos también contienen a las células somáticas llamadas células de Sertoli, las cuales tienen funciones fisiológicas y de nutrición esenciales para el desarrollo de las células espermatogénicas (Setchell y Breed, 2006). Las células de Sertoli proveen un ambiente único dentro del túbulo seminífero y forman la barrera hematotesticular la cual es compatible con la migración de las células espermatogénicas (Hess y França, 2005; Kerr y cols., 2006), apoyan la migración de una población de células espermatogénicas que proliferan en la base del túbulo y se mueven progresivamente hacia el lumen cuando las células se diferencian (Kerr y cols., 2006). Las células de Sertoli son de forma columnar arborescente, se observan desde la base del túbulo, adyacente a la membrana basal y llegan hasta el lumen (fig.3), cambian de forma según el ciclo de la espermatogénesis (Hess y França, 2005; Kerr y cols., 2006), llevando a cabo sus funciones de ayuda a las células espermatogénicas por las múltiples digitaciones de su citoplasma que las envuelven. Tienen un núcleo indentado y un gran nucleolo. Estas células en el adulto no se dividen (Marina, 2003; Hess y França, 2005; Kerr y cols., 2006). Deben modificar continuamente su forma para adaptarse a las transformaciones estructurales y a la movilización de las células germinales desde la base a la superficie del epitelio seminífero, permaneciendo en asociación con las espermatogonias en mitosis, los espermatocitos y las subsecuentes divisiones meióticas y las espermátidas maduras (Kerr y cols., 2006). 2.3.4.1
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