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Mercedes Bravo Luis Pons LA EDUCACIÓN TEMPRANA de 3 a 7 años Pautas y ejercicios de estimulación para desarrollar las capacidades de los niños NOVENA EDICIÓN REVISADA 2 Colección: Hacer Familia Director de la colección: Ricardo Regidor Coordinador de la colección: Fernando Corominas © Mercedes Bravo - Luis Pons, 2014 © Ediciones Palabra, S.A., 2014 Paseo de la Castellana, 210 - 28046 MADRID (España) Telf.: (34) 91 350 77 20 - (34) 91 350 77 39 www.palabra.es epalsa@palabra.es Diseño de la cubierta: Raúl Ostos Imagen de portada: © Istockphoto Edición en ePub: José Manuel Carrión ISBN: 978-84-9840-277-3 Todos los derechos reservados. No está permitida la reproducción total o parcial de este libro, ni su tratamiento informático, ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopia, por registro u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito del editor. 3 http://www.palabra.es mailto:epalsa@palabra.es A Cristina y a nuestros hijos Luis, Belén, Javier, Pablo, Carlos y Álvaro con todo mi cariño y agradecimiento. A Attendis colegios. 4 INTRODUCCIÓN Este libro va dirigido, en primer lugar, a los padres, puesto que la primera escuela empieza en el hogar, pero también servirá a los profesores que, con su experiencia, pueden aportar muchas ideas, y, asimismo, a todas esas personas, familiares o no, que con tanto cariño atienden a los pequeños. Vamos a tratar de la estimulación temprana, que pretende desarrollar todo el potencial intelectual que los hijos heredan de los padres. El niño, con todas las salvedades, podemos imaginarlo como un satélite que va a ser lanzado al espacio para que alcance su órbita. El satélite contiene en su interior la información necesaria –la herencia genética– para seguir la trayectoria. Sin embargo, hay que contar con unos agentes externos: el combustible, el rozamiento del aire, la temperatura, la gravedad, etc. –estímulos externos– que unidos a la herencia harán que el satélite alcance la órbita, su desarrollo total. Es importante que, durante el período comprendido entre los 0 y 7 años, el niño disponga de un ambiente cargado de estímulos ofrecidos en el momento y del modo adecuado, para que así afloren todas sus posibilidades y la riqueza natural que guarda en su interior. Con ello se conseguirá que los aprendizajes propios de este período se realicen no solo con menor esfuerzo, sino de manera atractiva. Al hablar de estimulación, debemos tener en cuenta que: • No hay desarrollo sin estímulo. • El desarrollo responde a un mayor estímulo. • El estímulo repetido favorece el desarrollo. En las páginas del libro se tienen en cuenta todos los aspectos que contribuyen a que nuestros niños se realicen al máximo. Queremos niños felices, pero también que sean sanos e inteligentes. Por ello no solo nos referimos a potenciar su inteligencia, sino también su salud, su voluntad, su fe. No es fácil de superar el reto que se nos presenta: establecer las bases educativas, los cimientos en los que se elevará el edificio de su edad escolar, de su adolescencia y, al fin, de su madurez de adulto. Felices, inteligentes, sanos, capaces A lo largo de los capítulos hablaremos de la inteligencia de nuestros niños en cuanto a su conocimiento, valoración, dominio y capacidad de utilizar sus recursos personales. También nos referiremos al concepto de sí mismo, de su seguridad, de sus normas de convivencia, hábitos de salud, higiene, alimentación, ejercicios físicos y 5 psicomotricidad. Por último, nos referiremos a la relación del niño con su entorno a través de su expresión máxima: el lenguaje oral, escrito y gestual. Todos estos conocimientos y relaciones irán acompañados de FÓRMULAS DE ESTIMULACIÓN adecuadas a su edad y explicadas de modo sencillo para que puedan entenderse y aplicarse fácilmente en casa o en el colegio, siempre contando con vuestro cariño y paciencia: • Circuitos de psicomotricidad. • Bits de inteligencia. • Audiciones musicales. • Paseos de aprendizaje. • Uso de nuevas tecnologías. • Etcétera. Sin embargo, no nos podemos limitar al cuidado de su inteligencia. Deseamos también estimular la capacidad de respuesta de todas las facultades de los niños. Deseando lo mejor para ellos, queremos que sean ordenados, obedientes, justos, fuertes, generosos, sinceros, etc. Para seguir este plan, el libro ha sido dividido en diez capítulos. Aconsejamos una lectura rápida de todos ellos para conseguir una visión global que ayudará después a comprender mejor los apartados referidos a etapas determinadas. En los capítulos o apartados que se refieren a edades muy concretas, aconsejamos también no limitarse a la lectura del período en el que se encuentra el niño. No siempre la edad corresponde al calendario de maduración del niño; sin que signifique un juicio laudable o vergonzoso, a un niño de tres años se le pueden aplicar cosas correspondientes a los cuatro o, a la inversa, a un niño de siete le pueden ir bien cuestiones que se refieren especialmente a los seis. Después de una segunda lectura más pausada, descubriréis ideas, ejemplos y sugerencias que requieren planes de acción. Deberéis ser vosotros quienes le pongan título al plan de acción que precisa vuestro pequeño. En un punto estaremos de acuerdo: Queremos lo mejor para nuestros niños. Y, para conseguir este objetivo común, es preciso estimular y desarrollar sus capacidades intelectuales, físicas y volitivas. 6 PRIMERA PARTE: ESTIMULACIÓN TEMPRANA «Nosotros comenzamos a instruirnos al comenzar a vivir; nuestra educación comienza con nosotros mismos». J. J. Rousseau, Emile, I La educación temprana se fundamenta en la relación existente entre el desarrollo de la actividad del sistema nervioso central, y por tanto del cerebro, y el aprendizaje. Aunque la herencia genética es sin duda una buena posición de salida para la maduración y el aprendizaje, es más importante rodear al niño de un ambiente rico en estímulos adecuados para cada edad y cada momento. ESTIMULACIÓN TEMPRANA ¿Qué es la estimulación temprana? ¿Qué son los períodos sensitivos? ¿Qué relación tiene el sistema nervioso con el aprendizaje? ¿Cómo puedo cuidar su crecimiento físico? 7 CAPÍTULO 1 | ¿Qué es la estimulación temprana? La inteligencia depende de dos factores: la herencia y la riqueza estimuladora del ambiente en el que el niño o la niña se desenvuelven, que incide en la madurez orgánica. Simplificando esta idea, podríamos decir que: Inteligencia = herencia x estímulos. Si no se da la maduración orgánica suficiente –fundamentalmente neuronal–, no se es capaz de asimilar ningún tipo de aprendizaje: lo posibilita la maduración. A su vez, el aprendizaje acelera y enriquece los procesos madurativos, de modo que sitúa a la persona en disposición de adquirir otros nuevos. La educación o estimulación temprana tiene su principal fundamento en esta relación entre maduración del sistema nervioso central y el aprendizaje adquirido. Aprovechar los primeros momentos que ofrece la maduración para posibilitar la adquisición de unos aprendizajes tiene un efecto acelerador, tanto para dicha maduración como para abrir nuevos campos de aprendizaje. La herencia es lo dado, la rampa de salida. El resto depende de la riqueza estimuladora del entorno. Podemos considerar la inteligencia como el producto resultante de multiplicar la herencia genética por los estímulos recibidos. Indudablemente importa tener una buena herencia genética, pero, si el ambiente en que ese niño se desarrolla es pobre o nulo en estímulos, el resultado será muy bajo. Por ejemplo: De modo esquemático: un niño de padres con un alto cociente de inteligencia, que se ocupan poco de él, a pesar de tener una buena herencia genética, puede resultar mucho más mediocre que otro, fruto de unos padres con más bajo cociente, pero que por cariño y dedicación le han ofrecido más estímulos y, por lo tanto, han aumentado su campo de aprendizaje. Así, alguien con un mínimode talento heredado para los idiomas o para nadar, si hubiera tenido una buena estimulación –aprendizaje– durante el período sensitivo en que la madurez orgánica hace posible la adquisición de un aprendizaje, mostraría una capacidad o aptitud superior a otro que tuviera más aptitudes, pero que no hubieran sido estimuladas. 8 El aprendizaje que se lleva a cabo durante el período sensitivo adecuado se adquiere de forma natural, deja huella en la configuración y desarrollo cerebrales y hace posible obtener altos rendimientos con menor esfuerzo. Los estímulos y el desarrollo de la inteligencia en los períodos sensitivos ¿Qué son los períodos sensitivos? En el crecimiento y maduración de la persona hay una serie de momentos –llamados períodos sensitivos u óptimos– en los que el estadio madurativo cerebral y personal facilita la rápida adquisición de unos determinados aprendizajes. Si, en estos cortos períodos de tiempo, el niño no recibe la estimulación necesaria, quizá ciertas capacidades requieran mayor coste (tiempo, recursos, repetición) para su desarrollo y el nivel de competencia alcanzado será menor al que se hubiese logrado en su tiempo óptimo. En los niños, cuando se está realizando el desarrollo neuronal y se establece la configuración cerebral (todo el sistema de relaciones neuronales), los períodos sensitivos son espacios de tiempo en los que predomina un determinado tipo de acciones. Estos períodos son involuntarios; el organismo tiende intuitivamente a realizar una determinada acción de forma natural. De esta forma, en un ambiente con la estimulación adecuada: Entre los 10 y 15 meses, un niño empezará a andar. Su maduración y el deseo de imitar lo impulsarán a andar. Un niño entre uno y cuatro años es capaz de aprender la lengua materna o más idiomas sin esfuerzos y con la mayor naturalidad, porque está viviendo su período sensitivo del habla. Los niños que empiecen a mostrar interés por escribir a la edad normal –en torno a los cuatro años– adquieren una habilidad en la escritura que no se encontrará en los que comiencen a los seis o siete años. ¿Qué importancia tienen los estímulos? Vamos a relatar dos hechos reales que responden muy bien a la pregunta. 1. En el siglo XVIII, Federico de Prusia quiso experimentar si –como creía– el lenguaje era algo innato y, por consiguiente, no requería de ningún aprendizaje. Para ello reunió en un orfanato huérfanos recién nacidos de todo el país. Dio instrucciones a las enfermeras que los cuidaban para que los limpiaran y alimentaran, pero sin pronunciar palabra. 9 Los períodos sensitivos facilitan la rápida adquisición de unos determinados aprendizajes. Los niños no solo no aprendieron a hablar, sino que, a pesar de estar perfectamente alimentados, fueron muriendo en el plazo de un año. 2. Una investigación llevada a cabo por el Doctor Wayne Dennis en tres orfanatos de Teherán ilumina este punto dramáticamente. En el primer orfanato, la mayoría de los niños eran admitidos antes de la edad de un mes. Permanecían casi continuamente en cunas individuales. Yacían de espaldas en blandos colchones, y no los levantaban ni les daban la vuelta hasta que aprendían por sí solos. Los mudaban cuando era imprescindible y los bañaban cada dos días. Les daban el biberón mediante un soporte; aunque a veces ingerían alimentos semisólidos que les administraba un asistente. No tenían juguetes ni entretenimientos; el mundo en el que vivían carecía de estímulos sensoriales e intelectuales. Cuando estos niños tenían aproximadamente tres años, los trasladaban a un segundo orfanato, cuyo ambiente era del mismo tipo. El Doctor Dennis comprobó que menos de la mitad de los niños, de edades comprendidas entre uno y dos años, podía incorporarse y ninguno sabía andar. Es de señalar que los niños que viven en condiciones normales saben sentarse solos alrededor de los seis meses y andan entre los diez y los quince meses. Del primer hospicio, menos de la mitad de los chiquillos de dos años podían sostenerse en pie, ni siquiera agarrándose a algo, y menos del 10% sabían andar solos. En el segundo orfanato únicamente el 15% de los que tenían tres años habían aprendido a andar. En un estudio posterior el Doctor Dennis tomó, en un asilo de Beirut, a un grupo de niños comprendidos entre las edades de siete meses y un año: ninguno de ellos sabía incorporarse y los sometió a un programa de estimulación sensorial. Durante una hora al día se les sacaba de sus camas y los llevaban a una sala contigua. Allí los sujetaban en unas sillas bajas y les ofrecían una variedad de objetos para que los mirasen y los manipularan: flores, bolsas de papel, esponjas de colores, tapaderas de cajas de metal, moldes brillantes para flanes, platos de plástico multicolores, botellitas de plástico y ceniceros metálicos. Ningún adulto actuaba sobre los pequeños, lo cual habría sido más estimulante todavía para ellos. Aun con esta estimulación mínima de una hora diaria, todos los niños aprendieron rápidamente a levantarse por sí mismos. Tras una considerable vacilación por parte de alguno de los chiquillos, todos se divertían jugando con los objetos. Durante el curso del experimento, como resultado de la estimulación sensorial de jugar con estos objetos, sin la estimulación de jugar con adultos, estos niños alcanzaron un desarrollo cuádruplo de lo que era su promedio. 10 Cuanto más y mejor madure y se organice un cerebro, mayor será su capacidad para aprender. ¿A qué edad deben empezar los estímulos? Cuanto antes. Si es posible, antes del nacimiento: Antes de nacer el niño, su cerebro está funcionando, configurándose, madurando. Se podría decir que un niño pequeño – hasta los tres años– es un cerebro con patas. Cuando trabajamos con un niño, más que trabajar con sus manos, sus pies, sus ojos, etc., lo hacemos con su cerebro, enviándole numerosa y variada información. In utero, el cerebro registra lo que percibe en el medio fluido en el que se encuentra: va archivando impresiones auditivas, gustativas, luminosas y kinestésicas. Las emociones de la madre afectan al niño. Las palabras tiernas y la música suave lo tranquilizan. El habla enojada o la música estridente lo inquietan. Los rítmicos latidos del corazón de la madre lo sosiegan, pero, si el temor acelera sus palpitaciones, el corazón del feto latirá dos veces más deprisa. Una madre tranquila suele tener un hijo tranquilo. La alegría de esa madre puede hacer que el niño que lleve dentro salte de alegría. La identificación y registro de estas y otras muchas sensaciones tienen ocupado el cerebro de la criatura. El funcionamiento del cerebro determina su estructura, y la estructura conseguida abre nuevos cauces de funcionamiento. Cuanto más lo hagamos funcionar, más y mejor se estructurará. El cerebro de un niño crece tanto como lo permitan las oportunidades que le demos. Nuestros niños serán tan inteligentes como oportunidades tengan de serlo. Cuando hablamos de la estimulación del sistema nervioso central, nos referimos a la estimulación de cada uno de los cinco sentidos: vista, oído, gusto, olfato y tacto, y de estos sobre todo la vista, el oído y el tacto, que son las vías o canales fundamentales por los que la información sensorial llega al cerebro, donde es procesada. Los niños pequeños no son responsables de su aprendizaje. Los niños solamente crecen tal y como pueden en el ambiente que les rodea. Los chicos para los cuales el ambiente está preparado para un desarrollo deseable son muy afortunados, tanto si sus padres y los adultos que les rodean son conscientes de ello como si no lo son. Pero, desgraciadamente, hay niños privados de estímulos deseables y, peor aún, expuestos a otros indeseables (violencia, miedo…), que se desarrollan en mala dirección. La estimulación temprana en casa Por ejemplo: 11 ¿Qué puede hacer una madre en su casa? En la lactancia natural, la madre alterna sucesivamente ambos lados cuando alimenta a su bebé. Si la lactancia es con biberón, la madre diestra tiende a coger a su hijo con lamano derecha, colocando al bebé en su lado izquierdo tapando totalmente el oído y el ojo derechos del niño, estimulando fundamentalmente el lado izquierdo. El 85% de las mujeres son diestras y el 85% de los bebés se alimentarán estimulando más el lado izquierdo, enfocados a ser zurdos, cuando la predisposición genética de muchos de ellos es la contraria. Por otra parte, sabemos que los niños deben reptar y gatear, pero no se lo permitimos cuando llega el momento. Los parques que se utilizan en los hogares para controlar a los niños y evitar que hagan un estropicio o se hagan daño, probablemente crean más problemas en el desarrollo general y visual que ventajas ofrecen. Dentro de los parques los niños no tienen oportunidad de desarrollar su visión mediante la motricidad. El niño que para coger el lápiz desvía su mirada no tendría ese problema si hubiera gateado, pues al hacerlo debe mirar alternativamente a sus manos al avanzar, coordinándolas con sus ojos. Para aquellos padres que quieran hacerlo, esto puede resultar una experiencia alegre y emocionante no solo para ellos, sino también para el niño. ¿Es conveniente el uso del andador o «taca-taca»? El uso del «taca-taca» no es aconsejable por varias razones: por la propia seguridad del niño; porque se le impide que se arrastre y gatee todo cuanto quiera –movimientos fundamentales para el buen desarrollo de los canales ojo-cerebro y oído-cerebro– que van a llevar al niño a que lea y escriba correctamente. Además, se le obliga a ponerse de pie antes de que sus huesos y músculos puedan hacerlo adecuadamente, con lo que puede plantearse otro tipo de dificultades. Hay personas que se preguntan: «Si el gateo es tan importante para aprender a leer, ¿cómo es posible que haya niños que sin haber gateado no presenten problemas a este aprendizaje?». Se ha comprobado que estos niños representan aproximadamente un 5% del total y la causa más probable de que no presenten dificultades es que han tenido muchas posibilidades de manipular objetos, con lo que el objetivo coordinación mano-ojo se ha conseguido. ¿Qué ejercicios, actividades, etc., se pueden hacer en casa, sin necesitar mucho material o instalaciones especiales? Ejercicios físicos para reforzar la lateralidad cuyo fin es poner al niño en óptimas condiciones madurativas para la lectura y escritura y, como consecuencia, disminuir sus problemas de aprendizaje: 12 Arrastre: ejercicio muy difícil, pues debe arrastrarse con todo su cuerpo con los brazos estirados como los niños pequeños, no como los soldados que lo hacen con los brazos doblados. Gateo. Caminar en patrón cruzado: avanzan a la vez una pierna y el brazo contrario, como en los desfiles de los soldados. Croquetas: Pueden hacerse verticalmente apoyados en una pared y girando sobre sí mismo, o rodando por un talud. En ambos casos, los brazos deben estar estirados hacia arriba y con las manos juntas. Volteretas. Saltar en patrón cruzado. Braquiación: Ejercicio difícil que consiste en que se cuelgue de los barrotes de una escalera horizontal, elevada a una altura conveniente, y que avance de barrote en barrote, sosteniéndose solo con las manos. ¿Qué otros estímulos se pueden ofrecer a un niño para conseguir un desarrollo adecuado? ESTIMULACIÓN ACTIVIDADES VISUAL Coger y colocar objetos, juguetes, etc., según conceptos espaciales (arriba, abajo, delante, detrás, encima, debajo, cerca, lejos, etc.), jugar al veo-veo, observar letreros de anuncios de las calles, cuentos ilustrados, hacer puzles, buscar determinadas imágenes en un conjunto de varias distintas, recordar objetos vistos previamente, etc. AUDITIVA LENGUAJE ORAL Mantener conversaciones, darle órdenes, contar cuentos y cantar canciones, escuchar música variada. TÁCTIL MANUALIDAD Jugar con los conceptos –duro, blando, áspero, liso, etc.–. Utilizar tijeras, puzles, juegos de encaje, pintar, plastilina, moldes de arena, excavar en la tierra, utilizar pizarra, pinzas de la ropa, etc. Recortar, pegar. MOTRICIDAD Subir y bajar escaleras, dar volteretas, saltar, jugar con pelotas,aros…, montar en bicicleta, etc. Es importante ofrecer numerosas ocasiones para que el niño desarrolle al máximo sus sentidos, especialmente la vista, el oído y el tacto, que facilitan y enriquecen el desarrollo y configuración del cerebro. 13 Recuerda que: – La inteligencia depende de dos factores: la herencia y la riqueza estimuladora del ambiente en el que el niño o la niña se desenvuelven. – Cuando trabajamos con un niño, más que trabajar con sus manos, sus pies, sus ojos, etc., lo hacemos con su cerebro, enviándole numerosa y variada información. – Es importante ofrecer numerosas ocasiones para que el niño desarrolle al máximo sus sentidos, especialmente la vista, el oído y el tacto, que facilitan y enriquecen el desarrollo y configuración del cerebro. 14 CAPÍTULO 2 | Algunos datos sobre el cerebro Formación y estructuración cerebral El cerebro es el encargado de dirigir todo el organismo y de elaborar el pensamiento. La unidad básica y elemental del cerebro es la neurona. El cerebro tiene alrededor de un billón de células, de las cuales unos cinco mil millones son neuronas. Las neuronas son células que forman el Sistema Nervioso. Estas neuronas pueden estar activadas o inhibidas. Decimos que están activadas cuando se cargan positivamente y generan un impulso eléctrico; este impulso se transmite a otra neurona con la que contacta a través de unas sustancias que hacen que a la vez se active esta segunda neurona. Este contacto entre dos neuronas se denomina sinapsis. Y es donde se liberan una serie de sustancias químicas denominadas neurotransmisores (serotonina, noradrenalina, acetilcolina, etc.). Entre las neuronas se van formando conexiones, y esto hace que se desarrolle lo que podríamos llamar estructuración cerebral. El cerebro del niño pequeño se estructurará más, cuantas más oportunidades de estimulación sensitiva le ofrezcamos. Muchas neuronas se unen y se especializan en una determinada función. Por ejemplo: El bebé al nacer tiene unos circuitos establecidos, por ejemplo, el reflejo de succión y el reflejo de búsqueda; el primero le permite mamar o succionar de un biberón al acercárselo a la boca; también si tocamos al lado de las comisuras labiales el bebé buscará hacia la izquierda o la derecha, dependiendo del lado estimulado, pero conforme va creciendo estos reflejos irán desapareciendo y aparecerán otros circuitos. Pues bien, durante los primeros años, es cuando más circuitos neuronales se crean, todo depende de la estimulación recibida: a mayor número de circuitos, mejor desarrollo cerebral. Partes del sistema nervioso. Estímulos y respuestas De un modo resumido podemos dividir el sistema nervioso en las siguientes partes: 15 CEREBRO Tiene dos subdivisiones: un hemisferio derecho y uno izquierdo y que se conectan fundamentalmente a través de lo que se denomina cuerpo calloso. MÉDULA ESPINAL Unida al cerebro y extendida a lo largo de la columna vertebral; actúa de una forma autónoma y regula la respiración, la circulación de la sangre y la digestión. CEREBELO Es el encargado de coordinar los movimientos en el cuerpo humano. SISTEMA LÍMBICO Localizado entre el cerebelo y la médula interviene en la conducta emotiva y en la memoria a largo plazo. HIPOTÁLAMO Participa en el sistema autónomo y la función endocrina mediante lashormonas que produce. TÁLAMO Intercambia información con la corteza y el hipotálamo. CORTEZA CEREBRAL Capa superficial que cubre los hemisferios cerebrales. Una de las principales funciones del cerebro, ante la presencia de un estímulo, consiste en analizar la información recibida, elaborar y dar una respuesta adecuada. Pero para esto es preciso que reciba estimulación. Ya lo hemos comentado en el capítulo anterior con los ejemplos de Federico II de Prusia y el del Dr. Wayne Dennis. Por ejemplo: El mismo ejemplo podría aplicarse a los niños lobos. Estos niños, indica la experiencia que, cuandofueron mayores, nunca pudieron adquirir una serie de funciones propias de los humanos. Sabían andar a cuatro patas más rápidamente que cualquier ser humano y tenían más desarrollado el olfato. Habían mantenido el desarrollo de algunos circuitos durante los primeros años de la vida, pero habían perdido la facultad de desarrollar otros circuitos en unos determinados períodos sensitivos de su existencia. De aquí se deduce que existen unos períodos en los que se debe aplicar la estimulación conveniente; por ejemplo, estimularemos a andar a un niño entre los 10-15 meses (período sensitivo), período que tiene máxima capacidad receptora para desarrollar el circuito de la deambulación (andar). Por tanto, habrá que aplicar un estímulo adecuado dentro del calendario de maduración cerebral del niño. ¿En qué momentos se pueden aplicar estos estímulos? Tan pronto como los órganos sensoriales aparecen y sean accesibles. 16 En el útero de la madre, la piel se forma alrededor de los 60 días, el vestíbulo del oído, alrededor de los 90 días de gestación. El niño en el útero es capaz de sentir a través de los receptores de presión y oír si le facilitamos los estímulos adecuados; hay muchas investigaciones que avalan estos hechos; incluso que el niño huele en el útero. Alrededor de las siete semanas de gestación tiene una talla de 3 cm, se aprecian las extremidades, los ojos y se puede distinguir su cerebro. Al nacer, el peso del cerebro del bebé es de unos 350 g alcanzando su peso máximo de 1.400 g aproximadamente sobre los 25-30 años; no obstante, el cerebro del niño a los 3 años ha alcanzado 1.100 g, casi el del adulto; el resto (300-400 g) lo hará hasta los 20 años siguientes, a diferencia de los animales. Por ejemplo, el cerebro del chimpancé pesa al nacer de 350 g y llega a pesar 450 g cuando es adulto. Si un niño recibe en el útero y en los primeros años de su vida la estimulación adecuada, hará que en su corteza cerebral se creen unos circuitos neuronales que serán las bases, previamente establecidas durante estos primeros años, para aprender en un futuro. No es que a partir de entonces no pueda aprender nuevas cosas, sino que el aprendizaje le será más difícil si no ha recibido la estimulación adecuada en su período sensitivo. Por otro lado, varias neuronas o circuitos neuronales pueden asociarse y formar unas áreas específicas que son las áreas sensoriales y las áreas de interpretación del cerebro; estas áreas están unidas unas con otras, de tal forma que pueden activarse o inhibirse en un determinado momento. EJEMPLO Supón que estás leyendo este libro que tienes en tus manos. Estás poniendo toda la atención visual sobre la palabra escrita y sobre lo que los autores, en este caso nosotros, te queremos comunicar, es decir, has puesto en marcha el área sensitiva primaria que te permite leer las palabras y también el área de interpretación que te permite comprender el lenguaje escrito. Pero a la vez tu cerebro está recibiendo información de la presión de tus vestidos, del asiento donde estás sentado, sobre la temperatura, frío o calor, etc., a través de los receptores sensitivos. DEDUCCIONES – Están activados varios circuitos cerebrales. – Uno de los circuitos, el que tú decides, es el que dirige, el que está más activado. – En un momento dado, puedes activar otro circuito que estaba en un segundo plano o no estaba activado. CONCLUSIONES – El cerebro es muy amplio y complejo. – No conocemos toda la capacidad del cerebro. 17 Educar es una ciencia y un arte que siempre requiere de cariño. – Cuantos más estímulos ofrezcamos a un niño, mayor capacidad de respuesta tendrá en un futuro. – Hay que estimular la inteligencia, sin olvidar que hay que educar la voluntad. El niño no es una miniatura de hombre, es una persona con una dualidad íntima y totalmente inseparable, alma y cuerpo, por lo tanto no podemos dejarnos llevar del biologismo cientificista que plantea todas las bases y operaciones de la persona en un mero soporte corporal. Hemisferio dominante y no dominante Como sabes, el cerebro tiene dos hemisferios, uno que es el dominante y otro, no dominante. El hemisferio dominante es el que dirige, en los diestros está en el izquierdo y en los zurdos, en el derecho. El hemisferio dominante juega un papel importante en las funciones de la corteza cerebral; pongamos un ejercicio: si se lesiona el área auditiva del hemisferio dominante en una persona, esta persona puede oír bien, incluso reconocer palabras, pero es incapaz de reconocer el mensaje que llevan estas, es incapaz de darle una interpretación. Cerca del 95% de las personas tienen como hemisferio dominante el hemisferio izquierdo. El 5% restante desarrollan de una manera simultánea ambos hemisferios y raramente se desarrolla el derecho. Sin embargo, si se extirpa el área de interpretación dominante durante la niñez, el lado opuesto del cerebro es capaz de desarrollar todas las capacidades dominantes. Se ha dicho que el hemisferio derecho es analógico, que tiene visión de conjunto, y que el izquierdo es un hemisferio lógico, crítico, contable y matemático, dependiendo de que uno u otro sea el dominante. Durante los primeros años de la vida, hasta los seis aproximadamente, un niño no tiene definido el hemisferio dominante. Es a partir de los seis años cuando el niño debe estar bien lateralizado, por tanto, antes de la lateralización debe recibir estimulación por ambos lados del cuerpo, y alrededor de los cinco años se le debe facilitar al niño la estimulación adecuada, sin obligarle, para que se lateralice definitivamente. ¿Por qué debe recibir estimulación por ambos lados durante los primeros años? Porque no somos un solo hemisferio dominante, sino que está unido un hemisferio con el otro por millones de fibras nerviosas y ambos deben estar conectados correctamente, al igual que dos cables de la luz, que si no se conectan adecuadamente harán que el estímulo recibido se pierda en el medio y no se producirá una respuesta adecuada. Finalmente el que esté bien lateralizado a los cinco, seis o siete años hará que un niño esté preparado para desarrollar todas las capacidades que nos distinguen de los seres 18 inferiores, es decir, la capacidad de hablar, leer, escribir y andar. Lo veremos en el siguiente capítulo. Recuerda que: – El cerebro del niño pequeño se estructurará más, cuantas más oportunidades de estimulación sensitiva le ofrezcamos. – Existen unos períodos en los que se debe aplicar la estimulación conveniente. – Los estímulos deben aplicarse tan pronto como aparezcan los órganos sensoriales. 19 CAPÍTULO 3 | Desarrollo y estimulación temprana Desarrollo físico y estimulación La experiencia confirma que un elevado número de fracasos escolares están relacionados con trastornos o déficits motores, neuromotores o perceptivo-motores. Las investigaciones llevadas a cabo demuestran que la causa está en la falta de madurez del sistema nervioso. En la medida en que un niño recibe los estímulos necesarios, su sistema nervioso se desarrolla y se organiza adecuadamente. En el cerebro existen 5 vías de entrada, que son los 5 sentidos: vista, oído, gusto, olfato y tacto. Estimulando adecuadamente cada uno de ellos, es decir, dándoles oportunidades de desarrollo, el niño llegará a hablar, leer, escribir, moverse y captar sensaciones olfativas y gustativas. VÍAS DE ENTRADA VÍAS DE SALIDA Oído Hablar Vista Leer Tacto Escribir, dibujar, pintar, etc.Moverse: andar, correr… Olfato Captar sensaciones olfativas. Gusto Degustar alimentos sólidos y líquidos. Conviene, por tanto, estimular en los niños cada uno de los 5 sentidos mediante ejercicios del tipo de los propuestos en el capítulo 1 y de otros que vayan surgiendo a lo largo del libro. La falta de oportunidad de desarrollo para cualquiera de ellos influye en el desarrollo de los demás. Por ejemplo: Así, por ejemplo, interesa exponer al niño a una gran variedad de sonidos, de modo que vaya siendo capaz de distinguirlos desde los primerosmeses de vida. Si el niño es incapaz de oír correctamente desde que es un bebé, tendrá dificultades para hablar bien. 20 Las cinco vías de «entrada» y las cinco de «salida» no se desarrollan aisladamente, sino en conjunto. Las vías de «salida» ayudan a reforzar las de «entrada» y tienden a coordinarse para que el cerebro pueda desarrollar su potencial completo. La visión sin audición y sin movilidad es incompleta, la movilidad sin audición y sin visión es incompleta, la audición sin movilidad y sin visión también es incompleta. El uso de la vista, percibir, oír, moverse, usar las manos, los brazos y vocalizar, todo contribuye al desarrollo del sistema nervioso. En los seis primeros años de vida el niño IMITA constantemente aquello que le rodea; de ahí la necesidad de que los entornos familiar, escolar y social sean ricos en estímulos y que los educadores –los padres, los primeros– se planteen la conveniencia de mostrar lo más claramente posible lo que desean que el niño aprenda. Estos tienen un interés, una concentración y una atención soberbios. Un recién nacido es como un «libro en blanco», y, hasta que cumple seis o siete años, está en total disposición para recoger toda la información que se le dé. El niño es como una «esponja» que absorbe mucho más de lo que imaginamos. Nadie sabe hasta dónde puede llegar el potencial intelectual de un niño. Por eso, podemos frenar su desarrollo si no estimulamos sus sentidos, no le ofrecemos hechos claros, concretos, precisos y nada ambiguos y no contestamos a todas sus preguntas con la verdad. • El potencial intelectual de un niño es enorme. • Debemos intentar llegar al máximo de ese potencial: no frenar su desarrollo. • El pensamiento y la actividad del niño en estas edades son globales. Cuando estimulamos un sentido, estamos estimulando los demás. • Hay que estimular el cerebro de cada niño en cada una de sus vías de «entrada»; teniendo en cuenta que están íntimamente unidas a las de «salida»: nunca actúan separadas. Etapas básicas del desarrollo cerebral del niño de 3 a 7 años ¿Qué hacer, por tanto, para conseguir el máximo desarrollo y madurez? Según el Doctor Carl Delacato, de EE.UU., con el nacimiento comienza el proceso de desarrollar y aprender a usar el sistema nervioso, el cual pasa por cuatro etapas básicas: PRIMERA ETAPA Del arrastre y del uso alternado de los lados opuestos del cuerpo. Tiene lugar durante los seis primeros meses de vida. 21 SEGUNDA ETAPA El gateo sobre manos y rodillas y el uso simultáneo de ambos lados del cuerpo, en la que el cerebro aprende a controlar brazos y piernas, ojos, oídos y manos al mismo tiempo. Sin la necesaria oportunidad para gatear y sin el estímulo necesario para sus oídos y sus ojos, el desarrollo cerebral quedaría incompleto. Ocurre generalmente entre los ocho-nueve meses. TERCERA ETAPA Aparece la capacidad de andar. Esta etapa se caracteriza por el comienzo de actividades propias del género humano: las de hablar y caminar erguido. Comprende la edad entre diez y quince meses. CUARTA ETAPA Una mitad de la capa exterior del cerebro se convierte en dominante y el niño desarrolla un predominio lateral completo. Una de las dos mitades del cerebro se vuelve dominante y asume la función del hemisferio del lenguaje. Comienza entre los dieciocho meses y los dos años y concluye a la edad de seis o siete años. Habilidades básicas para el éxito escolar y profesional Como decíamos antes, hay algunas capacidades que caracterizan a los seres inteligentes -las personas- y que no poseen los animales: Andar, correr y saltar en posición vertical, utilizando los brazos y las piernas en armonía. Utilizar un lenguaje abstracto, simbólico, convencional e inventado: inglés, español, francés, etc. Utilizar los dedos de las manos de manera que puedan representar gráficamente ese lenguaje abstracto, simbólico. En un niño de seis años, deben encontrarse estas tres capacidades, que serían como los PILARES de la inteligencia, entendida como la capacidad de observar las cosas: La facultad de leer. 22 Para que un niño menor de siete años se desarrolle correctamente no hay que motivarle con premios y castigos. La facultad de oír. La comprensión del lenguaje. El movimiento. El éxito escolar radica en que el niño hable, lea y escriba y se mueva coordinadamente, y ya hemos dicho antes cómo puede potenciarse a través del desarrollo sensorial y motor, teniendo en cuenta los períodos sensitivos. Labor de los padres ¿Cuál debe ser la actitud, el comportamiento de los padres y cómo puede organizarse la casa para que un niño menor de siete años se desarrolle correctamente y su inteligencia no sea frenada? He aquí unas sugerencias para crear un ambiente familiar estimulante: 1. Enriquecer el entorno con juguetes y experiencias adecuados. 2. Dedicar tiempo a preparar situaciones de juego para cuando él vuelva a casa. 3. No resolver todos los problemas que se le planteen. Dedicarle unos momentos para explicarle y sugerirle lo que puede hacer. 4. Hablar de todo lo que se va haciendo. 5. Actuar de manera que el niño se sienta libre de consultar y pedir ayuda. 6. Participar del entusiasmo del niño en cada nuevo logro. 7. Mostrar contento o alegría al tener cerca al niño. 8. Dejar siempre los límites muy claros. Actuar con cariño pero con firmeza. 9. No motivarle con premios y castigos materiales. 10. Prevenir y, tan pronto como se detecten las dificultades, acudir y pedir consejo a los profesionales que saben aplicar los medios adecuados. Situación familiar: «Los niños necesitan espacio y movimiento» Ante un niño de cuatro años que no para quieto, que lo toca todo y que vuelve locos a sus padres, conviene tener en cuenta que se trata de una preocupación normal en las madres con hijos de estas edades. Un psicólogo realizó en cierta ocasión un experimento. Rodó una película de una hora de duración de un preescolar en acción, dentro y fuera del patio del recreo. Después se proyectó esta película en presencia de un miembro del equipo de rugby de una universidad. Este tenía instrucciones de realizar los mismos movimientos que acababa de 23 ver que hacía el niño. Antes de terminar la película el jugador de rugby estaba extenuado. ¿QUÉ PUEDE HACERSE? Se debe proporcionar a los hijos el espacio y los medios suficientes para que jueguen y se muevan, tanto en casa como al aire libre. Eso les permitirá desprenderse de su ilimitada energía y realizar todos los ejercicios que necesitan para alcanzar el control y la destreza de su sistema muscular. Los niños tienen que saltar, correr y gritar. Esto, con frecuencia, se opone a los deseos de paz, sosiego y orden de los padres y hermanos mayores, por lo que puede resultar difícil cooperar plenamente a que satisfagan sus necesidades biológicas. Sin embargo, si no se le brinda una salida constructiva a su inmensa energía, ellos encontrarán sin duda una salida destructiva. ¿Y SI EL PROBLEMA PERSISTE? El niño tiene que pasar por ese estadio de su desarrollo, por lo que hay que darle una gran y amplia oportunidad de actividad a los músculos. Si un niño se ha visto forzado a ser demasiado tranquilo y «bueno» durante sus años preescolares, más adelante estará en desventaja con sus compañeros de escuela. Carecerá de los cimientos básicos de la coordinación muscular, que le son imprescindibles para obtener una razonable pericia en los juegos y deportes y, por tanto, en las relaciones sociales en la escuela. ¿QUÉ RELACIÓN TIENE CON EL APRENDIZAJE? Es la base y, además, en un grado mucho mayor de lo que creen la mayoría de los padres. Las habilidades motrices constituyen la piedra angular de posteriores logros intelectuales, como la lectura y la escritura. ¿SOLO QUEDA AGUANTAR? En cierta manera sí, pero hay que tener en cuenta que, a causa de las características de la personalidad a esta edad, los niños de cuatro años necesitan firmeza. Los padres débiles o vacilantes se ven dominados por sus hijos. El niño de esta edad progresa en la variedad. Necesitaun cambio de andadura. Una madre avispada tendrá en la mente alguna nueva actividad para interesar a su hijo y sacarlo de una situación particularmente molesta. El juego y el comportamiento de un niño pueden degenerar fácilmente en la bobería y en la simpleza si no se controlan. Los padres tienen que anticipar cuándo va a suceder esto y prepararle para una nueva e interesante actividad. Recuerda que: – En la medida en que un niño recibe los estímulos necesarios, su sistema nervioso se 24 desarrolla y se organiza adecuadamente. – Un recién nacido es como un «libro en blanco», y, hasta que cumple seis o siete años, está en total disposición para recoger toda la información que se le dé. El niño es como una «esponja» que absorbe mucho más de lo que imaginamos. – El éxito escolar radica en que el niño hable, lea y escriba y se mueva coordinadamente, y ya hemos dicho antes cómo puede potenciarse a través del desarrollo sensorial y motor, teniendo en cuenta los períodos sensitivos. 25 CAPÍTULO 4 | Crecimiento, desarrollo y nutrición del preescolar Una situación familiar: «¿Se nota la diferencia?» Cristina tiene un hijo en preescolar y es casi una experta en estimulación temprana. Desde el embarazo, ya había realizado ejercicios con él, estimulando el sentido del tacto y también le había facilitado el desarrollo psicomotor (arrastre, gateo, etc.). Tras una conferencia sobre este tema, su amiga le pregunta: – ¿Tú realmente le has notado a tu hijo una diferencia con los demás niños? – Sí; no creas que es pasión de madre, le noto como más despierto, con mucho interés por conocer y con una gran riqueza de vocabulario. Además, tienes que ver qué bien lleva el ritmo cuando le pongo música; bien es verdad que lleva oyendo audiciones musicales desde que estaba embarazada, pues se las ponía 5 o 10 minutos al día. – Mi hijo ha escuchado algo de música, pero, la verdad, no he sido tan constante como tú, pues no conocía su importancia. De la conferencia me ha llamado la atención la importancia que se ha dado a que el niño haya pasado por todas las etapas del desarrollo psicomotor, arrastre, gateo, caminar, etc. Nuestro hijo estuvo mucho tiempo en el parque (corralito) y gateó poco. – A mi hijo lo dejé gatear por toda la casa, pues precisamente en la fase de gateo tienen un gran interés por conocer todo lo que les rodea, así le ayudaba a reconocer las cosas por el tacto y por su nombre, que yo le decía cuando las alcanzaba, y, además, le favorecía su desarrollo psicomotor. – Me gustaría hacer en casa todos los ejercicios que ha dicho el conferenciante, pero lo veo muy difícil porque mi casa es pequeña. – Es cuestión de saber utilizar la imaginación. Mira… en casa, lo primero que hago con mi hijo es ponerlo en chándal. Previamente se desviste él solo y así aprende la manualidad final al desabrocharse los botones y el hábito del orden, luego se descalza y le pongo a hacer el ejercicio de arrastre sobre un trozo de césped artificial que pongo en el pasillo; así le facilito el movimiento correcto pues, si no, se deslizaría y no se arrastraría. A continuación, le pongo en la moqueta con el objeto de que gatee estimulando el tacto a través de las manos y pies, también tengo 26 una calle de sintasol, y todos estos «retales» son de distinto color y textura. Le pongo unas mantas o una colchoneta para las volteretas y croquetas. – Parece muy sencillo como tú lo explicas, pero ¿cómo le digo yo a mi hijo que haga estos ejercicios? – Ya te lo ha dicho el conferenciante: el niño precisa modelos. En mi casa tanto mi marido como yo nos echamos al suelo para hacer los ejercicios y para que él vea que es un juego muy divertido. Ya verás qué bien se lo pasa cuando vea a papá y mamá gateando. Pero, además, ha dicho que hay que tener cariño y paciencia. Yo te diría que fueseis constantes; para eso hay que dedicarle un ratito de tiempo, aunque estés muy ocupada durante el día con los otros niños, es cuestión de ordenarte bien el día, ya verás como sale. – Y ¿la braquiación cómo la haces? – Con una escalera, poniéndola en horizontal, o con una cuerda de nudos. Además, cuando sale del colegio nos vamos a un parque en el que hay toboganes, laberintos para braquiación y equilibrio, neumáticos de distintos colores, y el niño sube, baja, corre, se estira, se cuelga de las manos, juega con la arena y se lo pasa en grande. En casa tenemos pelotas de distintos tamaños, colores y texturas, lazos y distintos juegos adecuados para su edad. A veces, nos gastamos mucho dinero en los juguetes y los niños disfrutan más con materiales con los que pueden crear o componer ellos distintos juguetes; es cuestión de usar la imaginación, lo que sucede es que actualmente muchos niños pasan gran parte de su día delante de la televisión, y con esto no les ayudamos a desarrollar toda la imaginación y creatividad que pueden tener. – Ahora veo que no es tan difícil estimular al niño. Te llamaré por teléfono si tengo alguna duda y avísame si dan otra conferencia en el colegio, ¡es muy interesante! Se lo voy a contar todo a mi marido, y la próxima vez asistiremos los dos, pues esto no tiene desperdicio. Crecimiento y nutrición del preescolar El crecimiento en el niño consiste en un aumento de la masa corporal, que le da forma a su cuerpo y a la vez consigue la maduración funcional (desarrollo). El crecimiento del niño tiene tres períodos: Período de crecimiento rápido. 0 a 2 años. Período de crecimiento estable. Preescolar y escolar. Período de aceleración. Es el estirón de la pubertad. 27 Por tanto, tu hijo se encuentra dentro del período de crecimiento estable, que tiene un ritmo lento; anualmente crece entre 5-7 cm y coge un peso alrededor de 2, 5 a 3, 5 kg por año. Se encuentra en una etapa en la que va a consolidar sus habilidades físicas y sus relaciones sociales que han empezado a los dos años. Tiene un mayor perfeccionamiento (mielinización) de su Sistema Nervioso que determina una mayor coordinación neuromuscular y un aumento de la capacidad intelectual debido al desarrollo de la corteza cerebral. Es la edad de los catarros frecuentes debido al contacto con sus compañeros y también a que está desarrollando su inmunidad. Alrededor de los tres años puede aparecer, unos meses antes o después, una tartamudez que la mayoría de las veces es transitoria y funcional. También es la época de las pesadillas o terrores nocturnos. En estas edades es importante la educación de los hábitos alimentarios, ya que el niño escoge, manifiesta preferencia entre los distintos alimentos, en el sentido de desarrollar su gusto comprobando distintos sabores, olores y textura; la apariencia o presentación de los alimentos contribuye a la aceptación de algunos de ellos; por eso hay que educar en una alimentación completa y correcta, no caprichosa; si no se corrige en estas edades, difícilmente se hará cuando sea mayor. Los padres y los educadores le servimos de modelo para comer correctamente. Es frecuente encontrar, cuando un niño no come una alimentación variada, que algún miembro de la familia, padre o madre, manifieste su rechazo a un determinado alimento. También los comedores escolares, por influencia e imitación de sus compañeros, le ayudan a tomar alimentos variados, siempre, lógicamente, acompañado con la instrucción necesaria de los educadores, dietistas, médicos y profesionales que intervienen en la confección de una dieta adecuada para estas edades. Debe mantenerse un cierto ritual en la alimentación, acostumbrando al niño a comer con la familia o con sus compañeros en su guardería o colegio. La nutrición en estas edades depende, en primer lugar, de la edad, pero también del ritmo de crecimiento del niño, de la actividad física que realice y del grado de absorción y, por tanto, utilización de los alimentos que consume. En general conviene que haya una buena proporción entre los principios inmediatos de los alimentos: 50% Hidratos de carbono. 35% Grasas. 15% Proteínas. La OMS y otras organizaciones dan como guía de requerimientosenergéticos importantes a seguir y según la edad, las siguientes: 28 La familia juega un papel muy importante en la adquisición de hábitos alimentarios. Niños de 1 a 3 años: 1.300 kcal/día (102 kcal/kg peso). Niños de 4 a 6 años: 1.800 kcal/día (90 kcal/kg peso). Niños de 6 a 10 años: 2.000 kcal/día (70 kcal/ kg peso). Pero también es importante su distribución a lo largo del día, que podríamos titular de la siguiente forma: Un desayuno fuerte, inculcándole unos buenos hábitos para el desayuno. Podríamos introducir un «algo» a media mañana y ponemos entre comillas la palabra algo, porque a veces es el causante de la falta de apetito del almuerzo, por lo que debe ser preferiblemente frutas. Una comida adecuada y proporcionada, pero no demasiado copiosa para poder continuar con sus actividades escolares. Una merienda feliz y agradable. No prolongada hasta la cena. Una cena sencilla que complete las necesidades energéticas del día. Todo esto, sin picoteos intermedios Y cuidando las grasas ocultas –prevención del colesterol–. Hay que considerar el consumo de los snack. El consumo de chucherías o tentempiés resulta inevitable y el problema más importante no consiste en impedir su consumo, sino que este sea limitado, que sean productos de buena calidad y equilibrados en cuanto a sus nutrientes. Muchos de ellos contienen elevadas cantidades de azúcares, colesterol y grasas saturadas; es el grupo de alimentos llamados alimentos basura. Una alimentación correcta debe aportar la energía indispensable y los nutrientes necesarios para que actúen en el organismo del niño y crezca correctamente. Los alimentos serán variados: cereales, verduras, legumbres, frutas, carnes magras, pescado blanco o azul no graso, uno a tres huevos a la semana, hígado, leche, queso, yogur, etc., que aporten hidratos de carbono, grasas, proteínas, calcio, hierro, cinc, etc., además del flúor dependiendo de que las aguas estén o no fluoradas. La buena nutrición tiene relación con la prevención de enfermedades a largo plazo, cuando es adulto, como, por ejemplo, la isquemia coronaria, el cáncer, la hipertensión, la osteoporosis, la obesidad, etc., pero también, a corto plazo, en cuanto un déficit nutricional puede interferir en la maduración de algunos mecanismos que intervienen en su crecimiento y limitan su capacidad de desarrollo y aprendizaje. Si los padres son consumidores de dietas altas en grasas saturadas o colesterol, los hijos tendrán tendencia a seguir estas mismas conductas. 29 Bebidas Y con respecto a las bebidas hay que tener en cuenta que la mayor parte de nuestro organismo está compuesto de agua, por lo que precisamos de esta para vivir. Las bebidas refrescantes son consumidas en general durante las comidas o cuando se toman snack, y en lugar de la leche. Estas bebidas refrescantes pueden tener una correlación negativa con la ingesta de calcio, magnesio, vitaminas y otros nutrientes que contiene la leche. Los zumos de frutas son aceptables y muy nutritivos como parte de la composición de la dieta de un niño siempre que no sea utilizada en exceso. Hay una tendencia actual a aumentar su consumo a expensas de una disminución de la leche. En general los menores de 5 años son los mayores consumidores, por tanto, que os vean a vosotros que tomáis agua, leche, zumos y no se cambia la bebida refrescante o el zumo por la leche o el agua, aunque se tomen de vez en cuando. Y finalmente, en cuanto a las comidas, no hay que obligarle a comer, pero tampoco usar una política de recompensas. No hay que usar los premios o castigos para que coman bien. Es frecuente oír a algunos padres, cuando ven que su hijo no come: 30 Educar hoy en los hábitos alimentarios es prevenir carencias del mañana. —¡No te levantarás de la silla hasta que te termines el plato! —Si te lo comes todo, te compraré… O también frases como esta, cuando los niños comen lo suficiente, pero la madre quiere que coma más: —Mi hijo come la mayoría de días bien, pero hay días que no come apenas. O bien, cuando el niño es caprichoso, refieren: —No come bien, come un poquito de cada cosa, otras veces sí come, es desesperante. Es preferible no discutir, habrá que guardar el alimento y ofrecérselo en la siguiente comida. No os preocupéis tanto, si vuestro pediatra os ha dicho que está bien, porque, aparte de que el niño no tiene un pelo de tonto, tiene muy bien desarrollado el apetito y, en consecuencia, el hambre. Es importante educar en los hábitos alimentarios. El niño aprende por imitación. La nutrición debe ser variada y completa. El acto de comer es una necesidad, no un premio o un castigo. La forma de presentar las comidas fomenta el apetito. Comer en un ambiente agradable y familiar estimula los hábitos alimentarios, las buenas costumbres y las relaciones con los demás. Fórmulas y sugerencias para estimular precozmente Existen muchas fórmulas para estimular al niño tempranamente; nosotros, a lo largo del libro, te daremos unas cuantas. No obstante hay que proporcionarle al niño unas áreas donde pueda expansionar sus energías y desarrollar sus aptitudes, con unos entornos seguros y limitados de acuerdo con su comportamiento, donde pueda tener la oportunidad de emplear sus habilidades y potenciar su responsabilidad como niño; favoreciendo su seguridad en sí mismo y estimulando su autoestima ante un objetivo conseguido o ante el esfuerzo que desarrolla para conseguirlo. Como fórmulas de estimulación, te hablaremos de los circuitos de psicomotricidad, ya que la experiencia confirma que un elevado número de fracasos escolares están relacionados con trastornos o déficits psicomotores o perceptivo-motores. Trataremos de las audiciones musicales; el desarrollo de la capacidad intelectual está muy unido al desarrollo sensorial; cuanto más estimulemos los distintos sentidos, más desarrollaremos la inteligencia y los aprendizajes. 31 Para educar mejor, los padres deben estudiar la ciencia de educar. Los paseos de aprendizaje en casa, en el jardín o en la calle ofrecen múltiples posibilidades de aprendizaje y, además, estimulan los sentidos, la memoria y los hábitos de conducta. Hablaremos de los bits de inteligencia, el conocimiento se basa en la información asimilada de hechos, palabras, números, imágenes, etc. Son unidades de información presentadas de forma adecuada a los niños. Hablaremos de estimular la voluntad, la educación de los hábitos en la etapa infantil, entendiendo hábito como cualidad estable, en virtud de la cual el hombre realiza determinado tipo de actos con facilidad, perfección y complacencia; es la educación de las virtudes y los valores, aunque en los niños pequeños no cabría hablar de virtudes pero sí de hábitos buenos que se podrán convertir en virtudes con el uso de razón. Y finalmente tres sugerencias para educar al niño en estas edades: Cariño. Paciencia. Cierto grado de conocimientos. El cariño es fácil de conseguir, la paciencia se ejercita diariamente y los conocimientos se adquieren con el estudio y la experiencia. Un circuito de psicomotricidad Te comentábamos que la experiencia confirma que un elevado número de fracasos escolares están relacionados con déficits psicomotores, y las investigaciones llevadas a cabo indican que la causa está en la falta de desarrollo o madurez del sistema nervioso. El proceso de desarrollar y aprender a usar el sistema nervioso pasa por cuatro etapas básicas que comienzan desde el nacimiento, como ya te comentamos en el capítulo anterior: • Etapa de arrastre. • Etapa de gateo. • Etapa de caminar erguido y del habla. • Etapa de hemisferio dominante. Si alguna de estas etapas, por falta de oportunidad, se acorta, el resultado afecta a la organización neuronal y desarrollo del sistema nervioso y los primeros aprendizajes tendrían lugar más lentamente y con menos perfección. Por eso consideramos que se deben realizar los siguientes ejercicios en los niños de 3 a 7 años y por dos motivos fundamentalmente: 32 1. Porque puede que no se le diese la oportunidad en su fase dedesarrollo, por ejemplo, gateo. 2. Y porque es preciso reforzar el desarrollo psicomotor; y estos los haremos dentro de un circuito de psicomotricidad. Describiremos, a continuación, la manera correcta de llevarlos a cabo: ARRASTRE HOMOLATERAL Estirando brazos y poniendo las palmas de las manos en el suelo con los dedos hacia adelante. El modelo es el de la lagartija, no el del soldado. GATEO Cabeza algo levantada, palmas de los dedos juntos y hacia adelante, levantando solo mano y rodilla alternas. Arrastrar suavemente los empeines, es decir, no levantar el pie. La distancia entre las rodillas debe ser de un palmo de la mano del niño. CAMINAR El dedo índice de la mano derecha señala, con cierto énfasis, la punta del pie izquierdo. El índice de la mano izquierda señala la punta del pie derecho. Se puede hacer siguiendo una línea o encima de un tablón o pasarela. REFUERZO DEL PATRÓN CRUZADO Al levantar la rodilla izquierda es golpeada por la mano derecha, al levantar la rodilla derecha es golpeada con la mano izquierda. CARRERA El patrón es cruzado, levantando claramente las rodillas, marcando el movimiento, hacerlo con ritmo, sin precipitarse, dominando el cuerpo y evitando la tensión. VOLTERETAS Apoyar bien la mano sobre toda la palma, resbalar suavemente al caer. Quedarse de pie al salir de la última voltereta. CROQUETAS Brazos y piernas estirados formando un todo que rueda de lado, procurando no desviarse. Puede hacerse, si falta espacio adecuado, tomando como apoyo una pared. BRAQUIACIÓN En una escalera horizontal, procurando pasar, uno a uno, por todos los barrotes y volver al punto de partida. A falta de escalera puede hacerse colgándose de una cuerda, usando una espaldera o barra horizontal. 33 Los ejercicios que te hemos comentado los realizará tu hijo gradualmente. No se trata de hacer todos los ejercicios cada día: hasta que haya asimilado unos, no interesa empezar con otros. Los ejercicios hay que proponérselos al niño como un juego, no imponérselo y con actitudes positivas, diciéndole ¡MUY BIEN! cuando efectúe el ejercicio o cuando ponga esfuerzo para realizarlo, alentándole y ofreciéndole un buen modelo para que lo imite. El tiempo de realización, unos 15-20 minutos. Comienza por el arrastre y el gateo. La braquiación es costosa de conseguir, comienza colgando al niño de las manos e intenta que se mantenga así unos instantes. Las pantallas de la casa: televisión, ordenador, smartphone, tablet… Si preguntásemos cuánta gente se conecta a una pantalla, nada más llegar a casa, veríamos que el porcentaje es muy elevado. Unas personas la usan como entretenimiento, otras, como trabajo, otras, como compañía, o simplemente, el conectarla es un acto reflejo y mecánico, un algo más fuerte e incapaz de gobernar uno mismo. Así aprenden a usar las pantallas los pequeños de la casa. Cómo educar en el uso de la televisión Los jóvenes, a los dieciocho años de edad, pueden haber empleado más tiempo viendo la televisión que asistiendo a clase. De acuerdo con una reciente estadística, los niños entre dos y cinco años ven alrededor de 25 horas a la semana, los de seis a once años ven unas 22 horas y los adolescentes, unas 23 horas semanales. La televisión tiene sus ventajas y sus inconvenientes, aspectos positivos y negativos; es un medio que tenemos y hay que hacer buen uso de ella. VENTAJAS Proporciona a los niños una ampliación de sus conocimientos generales. La información permite ejercitar más libremente la capacidad electiva. Puede suscitar la curiosidad y el deseo de una información complementaria. A los niños les puede ofrecer espectáculos, cine, dibujos, circo, etc., que habitualmente no pueden ver. Es otra actividad recreativa de la familia. INCONVENIENTES 34 La televisión es una manera pasiva de diversión. Disminuye el tiempo para la imaginación y creatividad (manualidades, música, arte, etc.). Se opone al ejercicio físico y, si este tiempo se acompaña de «bocadillos y frutos secos», surgen problemas de peso. Quita tiempo para el deporte. Reduce las relaciones familiares y sociales. Muchas horas de televisión influyen sobre el rendimiento escolar, interfiriendo el estudio, las horas de descanso y el vocabulario, que es menos rico que el familiar. La televisión se opone al juego y a la lectura. La lectura requiere más concentración y perfecciona el vocabulario. El niño pequeño es incapaz de distinguir la fantasía de la realidad. Toma los personajes como modelos y toma como propia la conducta agresiva de estos. No todos los programas infantiles son adecuados para su edad. SOLUCIONES Estimula las actividades recreativas: juegos, deportes, etc. Apaga la televisión de vez en cuando y ofrécele otras alternativas. Por ejemplo, jugar con él, pasear, juguetes, etc. Empieza a leerle cuentos desde muy pequeño (un año); estimularás su imaginación y su afán por aprender. Si se los repites, estimularás su memoria. Charla frecuentemente con él; mejorará su habilidad para la conversación. Limita el tiempo para ver la televisión. Anima a tu hijo a ver programas educativos o que eduquen en los valores humanos. Infórmate de los programas previamente. No la dejes encendida como un sonido de fondo, es más estimulante oír música. SUGERENCIAS Considera la televisión como una actividad más de la familia. Ve con los niños tantos programas como sea posible. Coloca juguetes cerca de la televisión. Establece tiempos definidos para verla. Limita los horarios precisos para encenderla. Cambia la televisión por ver vídeos y repítelos. Y, sobre todo, da buen ejemplo. 35 Una recomendación: no más de dos horas de pantallas al día, fomenta el deporte, la música y las artes. Podríamos revisar, punto por punto, las ventajas y los inconvenientes, incluso añadir algunos más; preguntarnos cuántas horas de televisión se ve en casa, tanto nosotros como los pequeños, si todos los programas son adecuados, si la consideramos como una actividad más de la familia, etc. Y recuerda que, en educación temprana, la televisión es un medio más para estimular a tu hijo, no la caja tonta que tranquiliza a los pequeños de la casa cuando no queremos que nos molesten. Recuerda que: – Los padres y los educadores le servimos de modelo para comer correctamente. – El cariño es fácil de conseguir, la paciencia se ejercita diariamente y los conocimientos se adquieren con el estudio y la experiencia. – En educación temprana, la televisión es un medio más para estimular a tu hijo. 36 UNA PROPUESTA DE PLAN DE ACCIÓN SITUACIÓN: Unos padres con un hijo de 6 años acabaron leyendo, con ocasión de la escuela de familias a la que asistieron, un libro que hablaba de la importancia del desarrollo físico en los niños y su relación directa con el desarrollo de la inteligencia. Desde entonces decidieron no perder más tiempo y llevar a cabo un plan de acción. OBJETIVO: Desarrollo físico. MEDIOS: Una de las ideas que tuvieron nació de los recuerdos de la infancia, pues su madre recordaba cómo de pequeña su padre le enseñó a ella y a sus hermanos a jugar al tenis de mesa utilizando la mesa del comedor y así decidieron hacerlo ellos también. La mesa era suficientemente grande como para que sirviera. Este juego les valía para estimular la coordinación de manos y ojos de su hijo. Para estimular el equilibrio pensaron que sería buena idea enseñarle a patinar, además no hacía falta comprar los patines pues se los pidieron prestados a unos primos. Así, decidieron que los sábados después de cenar jugarían un rato al tenis de mesa y los domingos por la mañana saldrían a pasear mientras el pequeño patinaba. MOTIVACIÓN: Al pequeño no fue necesario motivarle; tener unos patines y jugar con su padre al tenis de mesa era suficiente para que estuviese deseando empezar. DESARROLLO Y RESULTADOS: El sábado por la mañana fueron padre e hijo a comprar las raquetas y la red. El pequeño iba emocionado y no paraba de hablar. Ese mismo día lo instalaron y jugaron: se lo pasaron en grande. El domingo por lamañana fueron a patinar; resultó algo más complicado porque se caía cada dos por tres y tenía que ir agarrado a algo… ¡o a alguien! Al fin de semana siguiente, se les unió un vecino con otros patines: iban felices. El tercer fin de semana no 37 pudieron jugar al tenis porque los padres tenían una cena con amigos, pero por la mañana sí fueron a patinar con vecino incluido. Después de dos meses los padres siguen con el plan y están muy contentos con el resultado. Los patines potencian el equilibrio y el tenis de mesa ayuda a coordinar la vista con la distancia, con los movimientos de muñeca, con una gran sensibilidad en el golpe... Es un ejercicio muy estimulante. 38 PARA RECORDAR: La capacidad intelectual de un niño no depende solo de la herencia de sus padres, sino también de los estímulos que le ofrezcamos. Un buen desarrollo psicomotor del niño favorecerá las capacidades de: hablar, leer, escribir y andar erguido. Hay que educar en una alimentación completa y correcta, no caprichosa; si no se corrige en estas edades, difícilmente se hará cuando sea mayor. Comparte con los niños el tiempo dedicado a las pantallas. PARA PROFUNDIZAR: Ana Sánchez, Experiencias de una madre, Col. Hacer Familia, nº 44, Palabra. El libro se propone y consigue enseñarnos a educar a nuestros hijos para que el día de mañana sean nuestros amigos, personas libres, responsables y, además, muy felices. Francisco Kovacs, Hijos mejores, Ed. Martínez Roca. El libro explica que la educación debe conseguir tanto que se establezcan en la mente del niño el mayor número posible de conexiones cerebrales, como aportar afecto y un modelo de conducta. Este libro descubre a los padres un método no solo para educar correctamente a sus hijos, sino también para que desarrollen todo su potencial y se desenvuelvan con éxito en la sociedad. 39 SEGUNDA PARTE: ESTIMULAR LOS VALORES, LOS SENTIDOS Y LA INTELIGENCIA «El verdadero objeto de la educación, como el de cualquier otra disciplina moral, es engendrar la felicidad». W. M. Godwing, of Awakening the mind. Es importante conocer los períodos sensitivos de los niños no solo para su desarrollo psicomotor, sino para su educación como personas. La adquisición de determinados hábitos y valores es más fácil en las etapas tempranas del crecimiento. Por ejemplo, el período más adecuado del orden se vive entre el año y los tres años de edad. ESTIMULAR LOS VALORES, LOS SENTIDOS... ¿Por qué es tan importante el orden? ¿Cómo conseguir que sean obedientes? ¿Qué es la autoestima y qué papel jugamos los educadores en ella? ¿Cómo podemos estimular los sentidos y la inteligencia? ¿Quiénes son los modelos de un niño en su proceso de aprendizaje? 40 CAPÍTULO 5 | Orden, obediencia y autoestima El orden es una virtud que está en la base de todas las demás virtudes humanas y les sirve de apoyo. Estimulando el orden, virtud que está en la base La educación de los hijos podría resumirse en facilitar y ayudar a adquirir las disposiciones estables (hábitos) que le permitan obrar bien. Hábito significa cualidad estable, difícil de remover, mediante el cual el hombre –en este caso los hijos– realiza determinado tipo de actos con facilidad, perfección y complacencia. La educación debe promover los hábitos que tienen sentido positivo en la realización de cada persona, ya que la perfeccionan. Así al educar buscamos el fomento de las virtudes –hábitos buenos– y los valores. La expresión «orden» es muy amplia pero todos sus aspectos guardan de una u otra forma relación ya que el hecho de ser capaces de ser ordenados en nuestras cosas, tiempos y presencia física nos facilita ser ordenados también en nuestra cabeza y afectos. El orden material nos dispone al orden de la inteligencia y afectividad. Proporciona confianza, seguridad, y evita contratiempos. ¿Qué se puede hacer para desarrollar este hábito en los niños? La educación del orden comienza con la propia vida del niño, necesaria para su correcto desarrollo físico, psíquico y espiritual: • En los horarios de comida. • En las horas de sueño. • En el aseo personal: arreglo, necesidades fisiológicas… • En sus salidas de paseo, en sus tiempos de juego… Los niños van desarrollando su propio sentido del orden lógico y tienden a ordenar las cosas por tamaños, colores, etc. Así se ve que guardan juntos los coches, las muñecas, o que han distribuido los libros en grandes y pequeños. El período más adecuado del orden se vive entre el año y los tres años de edad, sin embargo, como indicamos en las audiciones musicales, se debe seguir trabajando, sobre todo teniendo en cuenta la importancia de este hábito. En estas edades no es difícil lograr que los hijos guarden sus juguetes o su ropa en el mismo lugar. Para ello, hay que jugar con ellos repetidas veces a colocar las cosas en el mismo lugar y en el mismo orden. 41 Es una verdad, comprobada por la experiencia, que el orden exterior hace la vida más agradable. ¿Cómo lograr que los niños dejen las cosas en su sitio sin recordárselo continuamente? Además de lo indicado antes, es fundamental que esté claro cuál es el sitio de cada cosa. Después habrá que ser muy pacientes y muy perseverantes en la presentación de padres modelos encantados del orden, pero no fanáticos de él. Es interesante que los hijos dispongan de un cajón o caja, estantes o jugueteras a su alcance donde puedan guardar sus cosas. Así se les acostumbra a que cada cosa tiene un sitio, siempre el mismo. Hay que mostrarles modelos repetidos, pues, con la misma facilidad que imitan el orden, imitan el desorden. Como no se trata de que los hijos imiten el concepto de orden de sus padres, sino que aprendan a ordenar sus cosas, habrá que exigirles que sus cosas estén ordenadas, pero de acuerdo con sus propios criterios. Para ello conviene invitarles a participar en actividades de orden: colocar los libros de la biblioteca, guardar ropa, zapatos, etc., limpiar y guardar los utensilios de la cocina, observar cuando se hace la maleta, etc. También se les pueden pedir razones de su propio sistema de ordenar las cosas para que vayan captando el interés que tiene el encontrar el sitio apropiado para cada cosa, de modo que no se estropee y se encuentre con facilidad cuando sea necesario. Del mismo modo, es importante enseñarles a utilizar los objetos ordenadamente: telefonear, pegar unas fotos en un álbum, etc. En cada caso existen unas reglas o pasos para que utilicen el objeto en cuestión adecuadamente. Sin olvidar que la exigencia es necesaria para educar bien. El orden: Alivia la memoria, permitiendo encontrar sin esfuerzo las cosas en su sitio. Facilita la calma, suprimiendo esas causas de enervamiento y fatiga que constituye el desorden. Hace ganar tiempo, pues permite obrar con seguridad para encontrar aquello que se necesita. Facilita el respeto al bien común y el sentido social, porque nada perjudica tanto la buena armonía y mutua ayuda como el no volver a su lugar los objetos útiles pertenecientes a la comunidad familiar. El orden asegura también la exactitud, y la exactitud es a la vez una de las formas más preciosas del orden y la cortesía. Estimulando sin agobios: la obediencia 42 No se trata de que los niños obedezcan sin más. Tienen que obedecer bien. ¿Cuántos padres desearían tener una varita mágica para que sus hijos obedecieran a la primera? Suponemos que todos. ¿Cuántas veces hemos perdido la paciencia ante las reiteradas faltas de obediencia de nuestros hijos? Muchas. ¿Cuántas veces hemos pensado cómo conseguir el hábito de la obediencia en nuestros hijos?… El niño pequeño obedece porque reconoce intuitivamente la autoridad de sus padres. Los padres le dan seguridad y cariño y todo ello le lleva a cumplir sus deseos aunque, a la vez, se sienta inclinado a desobedecer para probar su propia fuerza y sus posibilidades de actuar con independencia. Hacia los tres años, la edad del no –proceso evolutivo tan molesto para los padres– supone la naciente voluntad infantil. Es la edad del: «¡No quiero!», «¡No meda la gana!». El no por costumbre. Ya en estas edades se hacen necesarias las primeras argumentaciones de los motivos que, poco a poco, irán fundamentando su libertad. A partir de los cuatro años es importante combinar la exigencia con el razonamiento de lo que se exige, de tal modo que el niño obedezca porque ve que es razonable. También puede obedecer por agradar y por cariño hacia sus padres. La desobediencia provoca, en estas edades, irritación en los padres, que corren el peligro de contentarse con una obediencia más o menos ciega. Por ejemplo: «¡Haces esto porque te lo digo yo y basta!». En principio esta actitud da una sensación de paz y orden, pero hay que darse cuenta de que el mero cumplir lo que se le manda no desarrolla la virtud de la obediencia, sino del autoritarismo. SUGERENCIAS PARA EDUCAR EN LA OBEDIENCIA 1. La obediencia está facilitada por una actuación ordenada de los padres. Entorpeceríamos la adquisición de esta virtud si nos comportásemos de un modo cambiante e imprevisible, según el estado de ánimo de cada momento, y exigiésemos unas cosas unos días sí y otros días no. 2. Obediencia y autoridad están íntimamente relacionadas; para que la obediencia pueda ejercitarse, la autoridad ha de ejercerse. 3. Más vale un objetivo concreto sobre la obediencia que no muchos. 4. Es importante darles una información clara en un momento oportuno, con una exigencia serena, perseverante, amorosa y alegre, en un ambiente de orden y cariño. 5. La autoridad radica en el padre y en la madre, por tanto, los objetivos sobre la obediencia deben ser previamente consensuados y concretados por ambos. No actuar individualmente. 6. Hay que agradecerles y estimular la obediencia a los niños, reconociendo lo que está bien hecho. Tenemos el derecho de ser obedecidos, pero, si saben que nos hemos dado cuenta de sus esfuerzos, tendrán más interés por obedecer (reforzamientos positivos). 43 Refuerzos positivos: la autoestima La autoestima es el concepto que tenemos de nosotros mismos y de nuestras capacidades. Es la cantidad de pensamientos, experiencias y sentimientos que hemos vivido desde nuestros primeros años. La autoestima está configurada por factores internos y factores externos: – Factores internos, que radican o están creados por el individuo (ideas, conductas, creencias). – Factores externos, del entorno, las experiencias transmitidas por los padres, los educadores, la cultura. Para que los niños tengan, en un futuro, una elevada autoestima, es preciso: 1. Que se vean amados incondicionalmente por quienes les rodean. 2. Que se crean inteligentes, sanos, capaces y felices. Un niño con autoestima irradia sentimientos y actitudes positivos hacia sí mismo y hacia los demás. Suelen mostrarse alegres y optimistas. Los pequeños tienen que sentirse amados por quienes les rodean y principalmente por sus padres, que tienen que demostrarles un amor incondicional en todas las situaciones; tienen que sentirse acogidos y queridos, amados y respetados. Los hijos no crecen en un vacío, crecen en un contexto familiar y social. En las relaciones posteriores, un hijo puede tener la experiencia de ser aceptado y respetado o rechazado y postergado. Un niño puede experimentar el equilibrio adecuado entre protección y libertad. O bien la sobreprotección que le infantiliza o bien la subprotección que exige al niño recursos que puede no tener aún. CONDICIONES QUE FAVORECEN LA AUTOESTIMA EN LOS NIÑOS: 1. Cuando los padres tienden a tener un alto nivel de autoestima. Son modelo de eficacia personal y respeto hacia uno mismo y el niño ve ejemplos vivos de los que aprender. 2. Cuando el niño aprecia una total aceptación de su propia persona. 3. Cuando el niño experimenta respeto hacia su dignidad como ser humano. Los padres no utilizan la violencia o la humillación para controlar al niño. Los padres negocian las reglas familiares dentro de los límites escrupulosamente fijados, impera la autoridad, no el autoritarismo. 4. No se le da una libertad ilimitada. Los límites suponen normas en que el niño será capaz de cumplirlos. Abrazos Para todo lo anterior es necesaria la estimulación del sentido del tacto, que resulta esencial para el desarrollo sano de un niño. Si falta, un niño puede morir aun cuando vea 44 Mucho antes de que el niño pueda comprender el lenguaje, comprende el tacto. Necesidades y cuidados, para más tarde aprender a confiar en sí mismo. satisfechas sus demás necesidades, como se ha visto en capítulos anteriores con el experimento de Federico II de Prusia. A través del tacto enviamos estimulación sensorial que ayuda al niño a desarrollar su cerebro. Mediante el tacto expresamos amor y protección. No podemos ser maniquís de un escaparate, hay que romper esa luna fría que le separa y abrazar al niño. Cariño Un niño tratado con cariño tiende a interiorizar este sentimiento y a experimentarse a sí mismo como alguien digno de cariño. El amor se manifiesta por la expresión verbal, por los cuidados y por el gozo que mostramos en el mero hecho de la existencia del niño. Que se le ama de forma incondicional. Seguridad Desde su estado de dependencia, el niño tiene necesidad de seguridad física y emocional, que consiste en la satisfacción de sus necesidades fisiológicas y los cuidados básicos en todos sus aspectos, empezando a formar una mente que más tarde aprenderá a confiar en sí mismo. Respeto Un niño que recibe respeto de sus padres aprende a respetarse a sí mismo y a los demás. Un niño que es tratado con aceptación tiende a interiorizar la respuesta y a aprender a aceptarse a sí mismo. Un padre puede ser ordenado y su hijo, desordenado. Un padre puede ser extrovertido y su hijo, diferente. Un padre puede tener una afición artística y su hijo, no. Un padre puede ser muy social y su hijo, distinto: Hay que aceptar al hijo tal y como es. Si se aceptan las diferencias, puede crecer la autoestima. Visibilidad Si yo me pongo a jugar y tú te pones en la misma situación, si expreso alegría y tú comprendes mi estado o si expreso tristeza y tú manifiestas empatía, me siento observado y comprendido por ti, me siento visible. En cambio, si digo o hago algo y tú reaccionas de forma que carece de sentido a mi conducta, si me pongo de broma y reaccionas como si yo estuviera hostil, si expreso alegría y respondes que no sea tonto, o tristeza y me acusas de fingir, no me siento visto y comprendido. Me siento invisible. Si un niño llega a su casa sonriendo y su madre le besa y le abraza, el niño está visible, pero, si su madre le grita: «¡Por qué tienes que hacer tanto ruido!», «¡Eres un 45 Cuando manifestamos cariño, aceptación y respeto hacemos al niño visible. egoísta y un desordenado!», ¿cómo se sentirá el niño? Cuando nos sentimos visibles, sentimos que la otra persona y yo estamos en la misma realidad. Cuando no nos sentimos visibles, es como si estuviéramos en realidades diferentes. Elogios Hay padres que, preocupados por apoyar la autoestima de sus hijos, piensan que la mejor manera de hacerlo es con elogios y a veces un elogio puede ser tan perjudicial como una crítica inadecuada. Hay que hacer una distinción entre elogio valorativo y elogio apreciativo: – El elogio valorativo: es aquel que no sirve a los intereses del niño. – El elogio apreciativo: es productivo, en tanto que apoya su autoestima y refuerza, en calidad, la conducta deseada. Un ejemplo de elogio valorativo es decirle al niño: «¡Eres un niño bueno!», «¡Vas muy bien!», «¡Sigue haciendo bien las cosas!». Es un elogio evaluativo, pero de poca utilidad. ¿Por qué? Porque crea ansiedad y fomenta la dependencia. No propicia la confianza en sí mismo. Si decimos lo que nos gusta y apreciamos las acciones y logros del niño, permanecemos a un nivel descriptivo, dejamos que sea el niño quien evalúe. Un ejemplo de elogio apreciativo sería el de una madre que evita los elogios personales a su hijo, que le ha ayudado a ordenar el armario, del tipo: «Has hecho un buen trabajo», «Qué bien lo has ordenado» (elogios valorativos).
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