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Oriol Amat EMPRESAS QUE MIENTEN Cómo maquillan las cuentas y cómo prevenirlo y 2 detectarlo a tiempo 3 Créditos © Oriol Amat, 2017 © ACCID, 2017 © Profit Editorial I., S.L. 2017 Travessera de Gràcia, 18; 6º 2ª; Barcelona 08021 Diseño de cubierta: XicArt Epub: Gráficas Rey Revisión: Pilar Lloret ISBN Epub: 978-84-16904-11-2 Depósito legal: B-4.511-2017 Primera edición: marzo, 2017 No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea electrónico, mecánico, por fotocopia, por grabación u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito del editor. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (Art. 270 y siguientes del Código Penal). Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; teléfono 91 702 19 70 – 93 272 04 45). 4 Dedicatoria A Pilar, Mireia, Natàlia, Marc, Lluís y Anna 5 Presentación Presentación La información financiera de las empresas es imprescindible para tomar decisiones (por ejemplo, para estudiar la compra de acciones, conceder un préstamo o evaluar al equipo directivo de la empresa), aunque también hay muchas decisiones en materia de marketing, recursos humanos, tecnología o cualquier otra dimensión de la empresa en la que el conocimiento de la situación financiera es decisiva. Por ello, es básico que las cuentas sean fiables, pues de lo contrario se pueden tomar decisiones erróneas y, además, se puede perder la confianza en la empresa. Sin embargo, a menudo se producen problemas de fiabilidad contable. Como muestra, podemos recordar un informe de PWC de 2014 en el que se afirma que, en los dos últimos años, y a escala mundial, en el 11,2% de las empresas se producen fraudes contables. Este porcentaje es del 8,6% a nivel europeo y del 9,6% en España. El maquillaje contable es un problema que preocupa y más cuando se repite con frecuencia, circunstancia que se produce especialmente en años de crisis económica, ya que con la caída de la actividad económica los números se deterioran y más directivos caen en la tentación de esconder que las cosas no van bien. Esta preocupación motiva el interés de detectar engaños antes de que sea demasiado tarde. Sobre esta temática, ya escribimos en 1996 el libro Contabilidad creativa conjuntamente con el añorado profesor John Blake. Veinte años después el problema sigue existiendo, aunque con dimensiones diferentes, ya que el mundo de la empresa, y también la legislación contable y mercantil, ha experimentado cambios notables. En algunos aspectos se ha mejorado, pero en muchos otros hemos ido hacia atrás. Este libro describe y analiza la naturaleza de los maquillajes contables, sus motivaciones y también propone diversas técnicas para detectar estas prácticas. Para exponer de forma más eficaz los distintos temas se describen múltiples casos reales. Como algunos tratan situaciones recientes que aún se están dirimiendo en los tribunales, se omiten los nombres de las empresas afectadas. Al final se hacen propuestas que pueden permitir reducir los maquillajes contables o que, en caso de que se produzcan, se puedan detectar cuanto antes. En la siguiente figura se visualiza el esquema que sigue el libro: 6 Esquema del libro Antes de iniciar la exposición, deseo expresar mi agradecimiento a varias personas. En primer lugar, a Jordi Lapiedra Cros, Josep María López Serra y Beatriz Calvo Vallejo, que han efectuado aportaciones que se han incluido en los anexos 1 y 2 al final del libro. Andrei Boar y Clara Calabuig me han ayudado en el análisis del caso de Olympus. También me han sido de gran utilidad las sugerencias que me hicieron Tomàs Casanovas y Jordi Riera; Daniel Faura, Presidente del Col·legi d’Auditors-Censors Jurats de Comptes de Catalunya, de los compañeros de Junta en ACCID (Fernando Campa, Carlos Puig de Travi, Xavier Subirats, Gemma Soligó, Joaquim Rabaseda); así como de Nicola Eusebio, Manel Haro y Marc Oliveras. 7 1 Fraudes y maquillajes contables 1 Fraudes y maquillajes contables La contabilidad tiene muchas zonas grises, lo que permite a muchos directivos pervertirla. Por ello, las cuentas a menudo reflejan más lo deseos de la Dirección que la marcha real de la empresa. Arthur Levitt, Presidente de la SEC (Securities and Exchange Commission, regulador y supervisor bursátil de EEUU, 1998) 1.1. El fraude y sus efectos Un fraude es la acción de engañar a alguien para obtener un beneficio injusto o ilegal. De acuerdo con ACFE (Association of Certified Fraud Examiners, que es la organización internacional de referencia en relación con la detección de fraudes) los principales tipos de fraudes empresariales son: – Robo de activos: caja, mercaderías con precios excesivos, gastos hinchados, empleados que cobran pero no trabajan... – Corrupción: conflictos de intereses, sobornos, regalos ilegales, extorsión... – Maquillaje contable: sobrevaloración (o infravaloración) de activos, pasivos, gastos e ingresos (ACFE 2016). En los últimos años ha ido aumentando la relevancia del cibercrimen o delito informático, que es el fraude hecho por vías informáticas o que tiene como objetivo destruir y dañar ordenadores, medios electrónicos y redes de Internet. Así, según la encuesta mundial sobre fraude empresarial de PWC (2016), los delitos informáticos ya son el segundo tipo de delito más frecuente por detrás del robo de activos. Continuando con ACFE (2016), según la última encuesta entre sus miembros, los diferentes tipos de fraude cuestan a las empresas alrededor de un 5% de su cifra de ventas. Se trata de una pérdida muy relevante si la comparamos, por ejemplo, con el beneficio medio de las empresas, que en los años buenos se sitúa alrededor del 3% de las ventas (ACCID, 2016). Esta pérdida es causada por el maquillaje contable (68%), el robo de activos (21%) y la corrupción (11%) de las pérdidas totales causadas por los fraudes empresariales. En otro estudio (KPMG, 2010) referido a España, el 34,5% de los directivos 8 encuestados indicaron que sus empresas habían sido objeto de algún tipo de fraude en los últimos 12 meses. De la totalidad de fraudes, el 11% correspondía a maquillajes contables, los terceros en importancia detrás de los robos (28%), los sobornos y la corrupción (13%). Estos datos demuestran que el maquillaje contable es un tema de gran relevancia por su frecuencia y por las pérdidas que provoca. El maquillaje contable consiste en intervenir en el proceso de elaboración de la información financiera con el objetivo de conseguir que las cuentas presenten una imagen distinta de la que ofrecerían si no se hubiese practicado la manipulación. Se trata de un problema importante, ya que afecta a la fiabilidad de las cuentas. Los maquillajes se hacen para conseguir que las cuentas reflejen lo que interesa a los directivos y administradores. De esta manera, no se informa de la realidad y se engaña a los usuarios de las cuentas. 1.2. Modificando la información financiera de las empresas Las cuentas se pueden modificar a través de apuntes contables o de transacciones reales, que pueden ser legales o ilegales (ver figura 1.1): – Maquillajes contables legales: se trata de contabilizaciones que, en principio, no infringen la normativa contable, ya que aprovechan las alternativas previstas en la legislación, las posibilidades de efectuar estimaciones más o menos optimistas y los vacíos legales. Muchos autores denominan este tipo de maquillaje contabilidad creativa, aunque no hay unanimidad, ya que hay quien usa esta denominación para referirse a los maquillajes ilegales. Este tema se amplía en el capítulo 5. – Maquillajes contables ilegales: son prácticas no permitidas por la legislación vigente (ocultar ventas o gastos, contabilizar ventas o gastos ficticios, ocultar activos o deudas, etc.). Al vulnerar la legislación vigentepueden tener consecuencias legales ya que constituyen delitos contables. Es una temática que se amplía en el capítulo 6. – Transacciones reales legales: son operaciones reales y legales que se diseñan con el fin de que las cuentas ofrezcan la imagen que interesa. Ejemplos de este tipo de operaciones son: • Venta de inmuebles para generar resultados excepcionales en el momento deseado. • Vender activos y recomprarlos a continuación para materializar resultados. • Retrasar la entrega de una mercancía para que entre en el siguiente ejercicio contable. • Adelantar o retrasar inversiones. • Incrementar o reducir gastos fácilmente modificables por la empresa como la formación o publicidad, por ejemplo. • Facturaciones entre empresas de un grupo para transferir resultados entre ellas. • Aumentar la venta de productos a distribuidores (incrementando excesivamente sus almacenes) con el objeto de mejorar los resultados. 9 – Transacciones reales ilegales: son operaciones reales que no encajan en la legalidad vigente. Ejemplos de este tipo de operaciones serían las ventas a precios diferentes a los precios de mercado a través de terceras empresas o de filiales en paraísos fiscales que alteran los beneficios, activos o pasivos de las empresas. Figura 1.1. Clasificación de prácticas de manipulación de las cuentas. 1.3. Llamando a las cosas por su nombre: de la contabilidad creativa a los enjuagues contables Se utilizan diversas denominaciones sobre maquillaje contable. Así, en el Reino Unido al referirse al maquillaje contable se utiliza la expresión creative accounting (contabilidad creativa). El término también lo usan muchos autores para denominar los maquillajes contables cuando se hacen sin vulnerar la legalidad vigente. La contabilidad agresiva consiste en maquillar las cuentas para aumentar los beneficios. El término earnings management (gestión del beneficio) es el predominante en EEUU y se refiere, normalmente, a maquillajes contables legales. En cambio, cuando los maquillajes son ilegales se denominan earnings manipulations (manipulaciones del beneficio). Aunque estas denominaciones parece que solo se refieran maquillajes que afectan al beneficio, en la práctica se usan para todo tipo de maquillajes contables. En EEUU también se utilizan términos como accounting shenanigans (chanchullos 10 contables) e income smoothing (alisamiento de resultados). El alisamiento de resultados pretende evitar los efectos negativos de la volatilidad de los resultados. Es una variante de gestión del beneficio que consiste en traspasar resultados de un año a otro, reduciendo los beneficios en los años buenos y así poder incrementarlos en los años siguientes. Este traspaso se hace, por ejemplo, contabilizando importantes deterioros en un año, que se anulan en algún año futuro. Así, se reduce el beneficio del primer año y, en cambio, se incrementa en el futuro. El alisamiento del resultado puede llevarse a cabo con tres tipos de prácticas: – Año en el que se lleva a cabo la transacción: un inmueble se puede vender a finales de diciembre, o bien a primeros de enero y, por tanto, en el siguiente ejercicio contable. Eligiendo el momento concreto en el que se efectúa la transacción podemos condicionar el resultado de cada año. – Asignación de gastos o ingresos a lo largo de distintos ejercicios: las amortizaciones y las provisiones son partidas susceptibles de ser distribuidas a lo largo de un mayor o un menor número de ejercicios. – Lugar en el que se clasifica una partida: una misma partida de gasto o ingreso se puede encuadrar dentro de resultados ordinarios o excepcionales (o resultados de operaciones continuadas o discontinuadas) según interese, variando así la imagen que ofrecen las cuentas. Los dos ejemplos siguientes permiten ver la diferencia que provoca en el beneficio la práctica del alisado. 11 Figura 1.2. Resultados de un banco, con y sin alisado de beneficios. También se utiliza la expresión window dressing (arreglar el escaparate) para referirse a los maquillajes que se hacen para que las cifras a final de año sean las mejores posibles. Ejemplos de este tipo de maquillajes son retrasar pagos a los proveedores a final de año para que el saldo de caja sea más elevado, ofrecer altos descuentos a los clientes para subir las ventas de diciembre, retrasar la contabilización de gasto hasta después de cerrado el ejercicio, etc. Otra variante de maquillaje es el enjuague contable (big bath, en inglés) que consiste en aumentar las pérdidas en un año para revertirlas en el futuro y así mejorar los beneficios futuros. Esta situación se produce con más frecuencia cuando hay un cambio en la cúpula de la empresa y la Dirección entrante formula las cuentas inmediatamente después de su incorporación. El enjuague contable en muchos casos permite generar provisiones excesivas (en inglés, se denomina cookie jar, caja de galletas) que pueden ser revertidas en años futuros y así elevar los beneficios de los años en los que se revierten. Otro término ligado a la manipulación es el impression management (gestión de la impresión) que consiste en presentar las cuentas con datos y gráficos que resaltan lo positivo y esconden lo negativo. De esta forma, consiguen impresionar favorablemente a accionistas y medios de comunicación. 12 Temas clave del capítulo Referencias bibliográficas ACCID (2016): Ratios sectoriales 2015: Balances de situación, cuentas de resultados y ratios de 166 sectores. Barcelona: Associació Catalana de Comptabilitat i Direcció. ACFE (2016): The 2016 ACFE Report to the Nations on Occupational Fraud and Abuse. Austin: Association of Certified Fraud Examiners. Amat, O. y Blake, J. (1996): Contabilidad creativa, Barcelona: Gestión 2000. 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PWC (2016): Global Economic Crime Survey 2016. Saurinas, J. (1999): Existe alisamiento del beneficio en las cajas de ahorros españolas, Moneda y Crédito n.º 209, págs. 161-193. Stolowy, H. y Breton, G. (2000): A framework for the classification of accounts manipulations. Les cahiers de recherche. Chambre de Commerce et d’industrie de Paris. 28 junio. 14 2 El engaño contable: una práctica que viene de lejos 2 El engaño contable: una práctica que viene de lejos Un comerciante quería saber cuánto eran dos más dos. El contable después de comprobar que nadie podía oírles, le murmuró al oído: -Usted ¿cuánto quiere que sea? Anónimo veneciano 2.1. Los primeros engaños contables Los recientes escándalos contables promueven la creencia de que es un problema del mundo actual, pero en realidad se trata de un problema antiguo e inherente al ser humano. Como nos recuerda José Saramago (2000): «El hombre es capaz de lo mejor y de lo peor». El engaño contable existe desde que existe el ser humano, o mejor dicho, desde que existe la contabilidad. Las primeras evidencias de la existencia de la contabilidad se remontan a la Antigua Mesopotamia, hace más de 4.000 años y estaba relacionada con el comercio y los tributos que financiaban la actividad de los templos. De aquella épocason los primeros registros contables en tablas de arcilla o papiros que informaban de los beneficios obtenidos con las cosechas y eran la base para el cálculo de los tributos. Y ya de esos años tan remotos existen evidencias de fraudes contables como los que se recuerdan a continuación. 15 Años más tarde, para evitar estos engaños, se empezó a custodiar las tablas de arcilla o los papiros en sobres de arcilla que no se abrían hasta su entrega en los templos. Siglos después, cuatrocientos años antes de Cristo, en el Antiguo Egipcio, Babilonia y en la India, existían sistemas de control de las entradas y salidas de almacenes que eran orales, ya que los movimientos eran explicados de viva voz a los inspectores de tributos. De hecho, estos controles fueron las primeras auditorías (del latín audire, que significa «oír»). También en esos años se produjeron muchos fraudes. Por ejemplo, en el siglo IV antes de Cristo, en la India se han documentado más de cuarenta malversaciones de caudales públicos hechos a partir de engaños contables. 2.2. Con la partida doble continúan los engaños contables Pasaron los años y fueron mejorando los conceptos, las técnicas contables y la calidad de la información suministrada, pero los engaños continuaron. Uno de los avances más decisivos se produjo en 1494 cuando Luca Pacioli publicó su libro Summa de Arithmetica, Geometria, Proportioni et Proportionalità en el que expuso las bases de la partida doble, el sistema contable que se usa aún hoy en día. La información contable ha ido ganando en calidad, sobre todo como reacción a escándalos que se han ido produciendo. Podemos recordar, por ejemplo, el caso de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales. 16 Las quejas de los accionistas, como las que ocurrieron en la Compañía Holandesa de las Indias Orientales en 1622 hicieron que las autoridades obligasen a las compañías a suministrar información a sus accionistas. 17 Estos escándalos motivaron que algunas empresas empezaron de forma voluntaria a emplear auditores para asegurarse de que no se producían engaños con las cuentas. Así, por ejemplo, a partir de 1880, los capitalistas escoceses e ingleses que invertían en Bolsas norteamericanas enviaban a sus auditores para asegurarse de que los balances que suministraban las empresas eran fiables. 2.3. El crack de 1929 y la obligación de auditar las cuentas La obligación de auditar las cuentas y suministrar el informe de auditoría, llegó varias décadas después, tras el crack bursátil de 1929. Este provocó, entre otros importantes cambios normativos, que en Estados Unidos a partir de 1930 se obligara a las empresas cotizadas a informar de sus estados contables y a someterlos a auditoría externa a cargo de un Certified Public Accountant (auditor de cuentas). Pero en 1938 se produjo otro escándalo que motivó cambios más profundos: el de McKesson & Robbins. A raíz del escándalo de McKesson & Robbins, el supervisor bursátil de EEUU, la SEC introdujo en 1941 la obligatoriedad de que en sus trabajos, los auditores incluyesen la confirmación de saldos con terceros y la comprobación física de la existencia de los activos tangibles, como es el caso de las existencias. Además, los auditores tendrían que enviar su informe a los accionistas. Unos años después, en 1968, se produjo el escándalo de la Bar Chris Construction Corporation. Esta compañía tuvo un deterioro muy importante entre la fecha de cierre del ejercicio y la fecha en la que se hizo público el informe de auditoría. Es decir, el cambio se produjo inmediatamente después de la fecha de cierre del ejercicio. Por tanto, cuando los auditores dieron su visto bueno a las cuentas de cierre del ejercicio, no dijeron nada de los negativos sucesos que se produjeron posteriormente. Esto provocó que las normas de auditoría introdujesen la obligatoriedad de evaluar hechos posteriores que pudiesen modificar la imagen que ofrecían las cuentas en la fecha de cierre. 2.4. Refuerzo de la legislación mercantil y la auditoría tras la cadena 18 de escándalos del año 2000 A pesar de las continuas reformas en la normativa, los fraudes se siguieron sucediendo. En el año 2000, coincidiendo con el pinchazo de la burbuja puntocom, salieron a la luz una serie de grandes escándalos contables y, entre ellos, uno de los más impactantes de todos los tiempos: Enron. La quiebra de Enron se producía poco después del estallido de la burbuja de internet (año 2000) y fue seguido de otros escándalos contables (WorldCom, Global Crossing, Tyco, Xerox, Parmalat...). En esos momentos, la credibilidad de la contabilidad y la auditoría estaba muy cuestionada en todo el mundo. Como muestra podemos recordar las declaraciones de Samuel A. DiPiazza, Presidente de PwC (2002): Hay una crisis en la información contable que facilitan las empresas…El impacto es global… afecta a las Bolsas, a los inversores y a las economías de todo el mundo. También en 2002, Harvey Pitt, Presidente de la SEC (EEUU) manifestaba: Se han ocultado irregularidades contables, se han hinchado balances…se trata de un flagrante engaño perpetrado por los responsables de las empresas… con el error casi absoluto de quien tenía que evitarlo, auditores, consejos de administración, abogados y organismos reguladores. Todo ha fallado. A partir de ese momento, se pusieron en marcha importantes reformas (Ley Sarbanes- 19 Oxley en EEUU y modificaciones de las leyes mercantiles y de auditoría en muchos países). Por ejemplo, en EEUU, desde 2002 el PCAOB (Public Company Accounting Oversight Board) tiene la responsabilidad de controlar la calidad de las firmas que auditan a las empresas cotizadas. También se acometieron grandes reformas contables, como la adopción de las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) en muchos países. En 2004, la Unión Europea optó por la adopción de las NIIF para los grupos cotizados y en 2007 se aprobó en España un nuevo Plan General de Contabilidad que recogía una buena parte de las NIIF. Durante estos años, los esfuerzos, tanto de los reguladores, como de las empresas y los usuarios de la contabilidad, han sido muy importantes. 2.5. Con la crisis de 2008 se repite la historia Sin embargo, en 2008, con el estallido de la burbuja inmobiliaria y la crisis financiera global posterior, se repitieron escándalos muy similares a los de 2002. Cada vez que hay una crisis importante vuelven a resurgir los escándalos ya que afloran los problemas de muchas empresas (Callao y Jarne, 2010). Como en el cuento del Rey desnudo de Hans Christian Andersen, cuando la economía empieza a flaquear es cuando los números de muchas empresas ya no son lo que parecía que eran. Recordemos el caso de Lehman Brothers. Sorprendentemente, las sucesivas reformas y los aumentos en los controles de todo tipo, no han evitado que los escándalos contables sigan produciéndose sin cesar, especialmente en los años de recesión. Demerjian y otros (2013) cifran en más del 50% las compañías cotizadas en EEUU que reformularon las cuentas entre los años 2006 y 2009, como consecuencia de errores en las mismas. Unos años antes, de 1997 a 2002 en EEUU hubo 919 compañías cotizadas que reformularon sus cuentas. Los principales motivos para la reformulación son la existencia de errores, ya sea por fraudes o no. En EEUU, la SEC descubre un promedio entre 100 y 200 casos de engaños contables al año 20 (Eaglesham y Rapoport, 2015). Los engaños principales, según la SEC, consisten en la mala valoración de activos y deudas, la incorrecta estimación de los ingresos y las deficiencias en la información sobre riesgos. Como muestra de que estamos ante un problema de alcance mundial, podemos recordar el estudio mundial de Ernst & Young (2013), realizado con encuestas a más de 3.000 directivos que concluye que el 42% de directivos a nivel mundial consideran que las empresas manipulan su contabilidad. De todas formas, como hemos indicado, hay que tener en cuenta que una parte de las reformulaciones de cuentas no están relacionadas con fraudes sinocon errores, como el que recordamos a continuación. Temas clave del capítulo 21 Referencias bibliográficas Callao, S. y Jarne, J.I. (2010): El impacto de la crisis en la manipulación contable, Revista de Contabilidad, vol. 14, n.º 2. Demerjian, P., Lev, B., Lewis, M.F. y McVay, S.E. (2013): Managerial Ability and Earnings Quality. The Accounting Review 88:2, 463-498. DiPiazza, S.A. y Eccles, R.G. (2002): Building public trust. The future of corporate reporting. Wiley: Nueva York. Eaglesham, J. y Rapoport, M. (2015): SEC gets busy with accounting inquiries, The Wall Street Journal, 25 de enero. Ernst & Young (2013): Navigating today’s complex business risks. Fraud survey 2013. Londres: Ernst & Young. Gironella, E. (1978): La auditoria independiente en los Estados Unidos: Evolución de sus objetivos y técnicas. Revista Española de Financiación y Contabilidad, vol.VII, n.º 26, págs. 155-182. Mills, D.Q. (2003): Wheel, Deal, and Steal: Deceptive Accounting, Deceitful CEOs, and Ineffective Reforms. Upper Saddle River (Nueva Jersey): Financial Times Prentice Hall. Pacioli, L. (1494): Summa de Arithmetica, Geometria, Proportioni et Proportionalità. Venecia: Paganini. Saramago, J. (2000): La caverna. Madrid: Alfaguara. 22 3 Problemas en la normativa y en los que intervienen en la información financiera 3 Problemas en la normativa y en los que intervienen en la información financiera Un balance inevitablemente es falso. Porque o bien se valoran las cosas por lo que han costado, y lo que han costado no es generalmente lo que valen, o se pretende anotarlas por lo que valen y, ¿cómo podemos saber lo que vale una cosa que no sabemos cuándo y a qué precio venderemos? Auguste Detoeuf (1883-1947), fundador de Alsthom 3.1. Cómo se genera la información financiera Cuando la información financiera de las empresas llega a los usuarios (sobre todo accionistas, entidades de crédito y acreedores), se ha seguido un proceso como el que se visualiza en la figura 3.1. Los ejecutivos de la empresa preparan las cuentas, el Consejo de Administración las formula y la Junta General de Accionistas las aprueba. También intervienen los auditores que opinan sobre la razonabilidad de las cuentas de acuerdo con las normas de contabilidad y de auditoría vigentes. Finalmente, también actúan los analistas y las empresas de rating que valoran y opinan sobre la situación y perspectivas de la empresa. La calidad de este proceso es seguida por los organismos supervisores. Figura 3.1. Agentes que intervienen en la formulación, aprobación, control y difusión de la información financiera. En lo que respecta a los directivos de la empresa y el Consejo de Administración hay 23 factores que pueden condicionar negativamente. La presión por conseguir los resultados esperados se acentúa en años de recesión y la generalización de sistemas de incentivos basados en los resultados financieros a corto plazo lo agrava. En muchas empresas existen sistemas de incentivos perversos que promueven actuaciones que pueden elevar los bonus a percibir pero perjudicando a la empresa y sus partes interesadas (clientes, trabajadores, accionistas...) a largo plazo. Esta presión, acompañada de un deterioro de los estándares éticos puede hacer crecer la tentación de maquillar las cuentas y engañar a los auditores, y también a los accionistas y otros usuarios de las cuentas. 3.2. La auditoría de cuentas: imprescindible, pero no infalible Los auditores de cuentas opinan sobre la razonabilidad de la información financiera de las empresas. Son una pieza clave para conseguir los máximos niveles de transparencia y fiabilidad, pero hay que tener claro lo que se espera de una auditoría de cuentas. Como expone Faura (2016): El objetivo de una Auditoría es aumentar el grado de confianza de los usuarios en los Estados Financieros que formulan los administradores de las empresas, mediante la expresión de una opinión sobre si los estados financieros han sido preparados, en todos los aspectos materiales, de conformidad con un marco de información financiera aplicable. Para formular su opinión se requiere que el auditor obtenga una seguridad razonable de que los estados financieros en su conjunto están libres de incorrección material debida a fraude o error. Una seguridad razonable es un grado alto de seguridad, que requiere la obtención de evidencia de Auditoría suficiente y adecuada para reducir el riesgo de auditoría a un nivel aceptablemente bajo, pero en ningún caso supone una seguridad absoluta… Los responsables del gobierno de la entidad y la Dirección son los principales responsables de la prevención y detección del fraude. Por tanto, el descubrimiento de fraudes no es el objetivo principal del trabajo del auditor, independientemente de que a lo largo de la auditoría se puedan descubrir fraudes. Sin embargo, los usuarios de las cuentas tienen normalmente una percepción distinta y, por ello, cuando salta un escándalo contable muchos se interrogan: «Dónde estaban los auditores». Esta pregunta surge de lo que se conoce como diferencia de expectativas (expectation gap). Esta diferencia se debe al hecho de que lo que los usuarios esperan de los contables y de los auditores no es lo mismo que lo que éstos pretenden ofrecer (García Benau, 2016). Los usuarios esperan que las cuentas anuales informen de la realidad de una empresa, a fin de poder tomar decisiones adecuadas. Por lo tanto, esperan que los activos estén valorados a precios similares a los de mercado. También quieren que si la empresa tiene algún problema o fraude, o lo pueda tener en un futuro próximo, los auditores les avisen con suficiente antelación. En cambio, los contables presentan y los auditores revisan unas cuentas anuales que tiene que reflejar la imagen fiel de la situación 24 patrimonial y económica de la empresa. Pero por imagen fiel los contables y los auditores no entienden la realidad, sino la que se deriva de la aplicación de las normas contables, aunque éstas se alejen de la realidad. Por ello, pueden afirmar que reflejan la imagen fiel unas cuentas que no recogen la mayor parte de los intangibles, ni las valoraciones a precio de mercado de los inmuebles y que, además, pueden variar según las normas contables de cada país. Esta diferencia de expectativas viene de lejos. Como muestra recordemos el caso de Kingston Cotton Mills Co. Es posible que en los próximos años, el gap de expectativas se reduzca ya que los recientes cambios en el informe de auditoría clarifican más la responsabilidad del auditor en relación a los fraudes contables. Otro aspecto relevante es la calidad de los trabajos de auditoría. En EEUU, el PCAOB (Public Company Accounting Oversight Board) controla la calidad de las firmas que auditan a las empresas cotizadas. Para ello, revisa entre 300 y 400 informes de auditoría cada año. Estas revisiones detectan entre el 15% y el 40% de informes de auditoría con deficiencias (Walworth, 2015). Estas deficiencias están relacionadas con la evaluación del control interno, las estimaciones contables y los muestreos. 25 Sin embargo, la mayoría de los informes de auditoría no generan problemas. A modo de ejemplo, podemos recordar que en España se hacen unas 62.000 auditorías anuales, hechas por unas 1.200 sociedades de auditoría y alrededor de 6.000 auditores. De estas, poco más de una veintena presentan problemas que acaban provocando sanciones del supervisor (Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas). Por otro lado, ha habido muchos casos en que la señal de alerta sobre cuentas erróneas la dieron los auditores. En el capítulo 11, por ejemplo, recordaremos el caso de AFINSA y Fórum Filatélico donde los auditores dieron señales de alerta muy claras dos años antes de la quiebra. Lo mismo ocurrió con Nueva Rumasa. De todas formas, son numerosos los casos de engaños contables que no han sido detectados por los auditores. Según un estudio de Beasley y otros (2013), en el 55% de los fraudes contables producidos entre 1998 y 2010 en EEUU, los informesde auditoría tenían la opinión favorable y sin salvedades. En algunas ocasiones, los auditores han cometido errores al no detectar los fraudes cometidos por los directivos. Sin embargo, en la mayoría de los casos, ellos, a su vez, también han sido engañados por los directivos y sufren sus consecuencias. Un problema que juega a la contra es la presión a la baja de los honorarios de la auditoría, provocada por la elevada competencia y la presión de los clientes que piden precios más reducidos. Esto podría promover en algún caso un deterioro de la calidad del trabajo del auditor. 3.3. Analistas y agencias de rating 26 Los analistas financieros y de inversiones también pueden avisar a tiempo cuando hay problemas. Sin embargo, a veces los analistas trabajan en entidades que hacen operaciones de intermediación. En este caso se puede producir el conflicto de interés de que para que haya más negocio de compra-venta puede interesar que las opiniones de los analistas sean favorables. No es de extrañar, por ello, que la mayoría de los informes de análisis recomienden comprar las acciones de la empresa analizada. Un hecho sorprendente es que en EEUU, más del 70% de las empresas superan las estimaciones de beneficios que consensuan los analistas. De acuerdo con Lev (2016) este porcentaje tan alto se debe o bien a que gran parte de las estimaciones de los analistas están cocinadas, o bien a que las empresas manipulan mucho sus cuentas. Cualquiera de las dos explicaciones es motivo de preocupación. Y también es clave el papel de las agencias de rating. El aumento de la información financiera y su creciente complejidad explica que las agencias de rating sean cada vez más necesarias. Los inversores necesitan conocer de forma rápida la capacidad de pago de los emisores. Desafortunadamente, la crisis de 2008 puso de manifiesto que las opiniones de las agencias de rating no son infalibles. Se produjeron quiebras de entidades (Lehman Brothers, por ejemplo) que hasta muy poco antes habían recibido calificaciones muy favorables de las agencias de rating. En la figura 3.2 se acompaña la evolución de la cotización de Lehman Brothers desde septiembre 2007 hasta el momento de la quiebra en septiembre de 2008. El rating de Standard & Poors fue de A+ hasta el 2 de junio de 2008, que bajó hasta A. Tras la quiebra, el rating pasó a ser de Default (suspensión de pagos), pero ya era demasiado tarde para los inversores que habían 27 confiado en la compañía. Figura 3.2. Evolución de la cotización (dólares) y del rating de Lehman Brothers. Uno de los aspectos de las agencias de rating que genera interrogantes es el hecho de que sus propietarios son grandes fondos de inversión, sobre todo estadounidenses. Además, las agencias de rating son contratadas por las mismas entidades a las que han de calificar, por lo que la independencia puede ser cuestionable. Otro problema es la falta de competencia en este ámbito, y la consecuente existencia de un oligopolio. A parte de Standard & Poors, Moodys y Fitch, que casi monopolizan el mercado mundial del rating (Moody, por ejemplo, elabora alrededor del 40% de las valoraciones de todo el mundo), hay otras agencias como AM Best (EEUU), Veda Advantage (Australia), Dominion Bond Rating Service (Canadá), Japan Credit Rating Agency (Japón), Clasificadora de Riesgo Humphreys (Chile), Companhia Portuguesa de Rating (Portugal) ... La mayoría de estas agencias están especializadas en mercados financieros más locales. Una muestra de la influencia de las agencias de rating es la opinión de Thomas Friedman, periodista del New York Times: «Actualmente, en el mundo hay dos grandes superpotencias: EEUU y Moody’s». Los oligopolios a menudo generan inconvenientes, como forzar subidas de precio y disminuir la calidad de los productos ofrecidos. Estos problemas contribuyen al aumento de las dudas respecto a la utilidad de las valoraciones, y recientemente se ha reclamado la creación de agencias de rating públicas. No obstante, estas tendrían un conflicto de interés adicional por su falta de independencia respecto de los gobiernos. Por motivos como los expuestos, en la Unión Europea se han producido mejoras, ya que las agencias han pasado a estar sometidas a un sistema de registro y supervisión de sus métodos que se ha encomendado a ESMA (European Supervisory Markets Authorities). La nueva regulación consiste en controlar que las agencias cuentan con medios organizativos suficientes para realizar su tarea y que su organización interna elimina, o al menos palia, los conflictos de interés señalados. Otro aspecto importante, es que las agencias deben dar transparencia a los modelos utilizados para la determinación de los ratings. Además, la agencia debe asegurarse de que la información introducida en los modelos es toda la relevante para realizar calificaciones y no ha sido seleccionada sesgadamente. Finalmente, las agencias deben dar más información sobre los cambios en las calificaciones, para que queden más justificadas de lo que han sido hasta ahora. 28 Todos estos cambios en la regulación pueden contribuir a mejorar algunos de los problemas existentes, aunque las críticas a la posición oligopolística y a los conflictos de interés se siguen produciendo. 3.4. Los reguladores y las limitaciones de la normativa contable Los reguladores tienen la misión de producir una buena normativa y los supervisores se encargan de vigilar que la normativa se cumple. Como ya se ha indicado, en los años de recesión suelen aparecer a nivel mundial escándalos contables que ponen de manifiesto tanto problemas de mala regulación, como de mala supervisión. Por esto, lo normal es que en cada periodo de recesión económica se aprueben nuevas normativas con el intento de evitar que se vuelvan a producir los fraudes. En EEUU, la regulación contable la realiza el FASB (Financial Accounting Standards Board) y la supervisión la SEC, aunque también hay otros organismos como el Public Company Accounting Oversight Board (PCAOB) que, como ya hemos expuesto, supervisa los informes de auditoría de compañías cotizadas. En España, el regulador en temas económicos es el Ministerio de Economía y el supervisor la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores), en el caso de las inversiones, y el ICAC (Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas), en el caso de la contabilidad y las auditorías. Una parte relevante de los maquillajes se debe a que la información financiera tiene limitaciones: a) Precio de adquisición: en la normativa contable de muchos países imperan los principios de prudencia y de precio de adquisición que indican que los activos se han de valorar al más bajo entre el precio de adquisición y el valor de mercado. Además, el precio de adquisición se reduce con las correspondientes amortizaciones acumuladas, aunque también puede incrementarse cuando se aprueban leyes de actualización (en España, la última se produjo en 2012). Esto hace que en aquellas empresas que tengan activos, sobretodo inmuebles adquiridos hace muchos años, éstos tengan un valor contable que está muy alejado de la realidad. Este problema ha sido resuelto en parte con la adopción de las Normas Internacionales de Información Financiera que permiten contabilizar activos tales como los inmuebles a precio de mercado, aunque su precio de adquisición sea menor. Esta es una solución parcial ya que la mayoría de empresas y países, aunque hayan adoptado las NIIF, siguen primando el precio de adquisición, aunque el precio de mercado sea mucho mayor. En España, por ejemplo, el Plan General de Contabilidad de 2007 que, en principio, se hizo para adaptar la normativa las NIIF, sigue primando el precio de adquisición. b) Diferencias contables internacionales: las normas contables cambian mucho en función del país del que se trate. Esto explica que una misma transacción pueda tener un impacto diferente en las cuentas. Por ejemplo, los inmuebles en Alemania se valoran a precio de adquisición, menos las amortizaciones correspondientes. En España, comoya se ha indicado, el Plan 29 General de Contabilidad obliga a valorar los inmuebles a precio de adquisición (o el de mercado cuando es inferior). Sin embargo, cuando se aprueban leyes de actualización, los inmuebles se pueden actualizar. En cambio, en las NIIF está permitido valorar los inmuebles a precio de mercado. En otros países, especialmente en Sudamérica, las empresas ajustan sus cuentas y, por tanto, los inmuebles, de acuerdo con la inflación producida. Áreas donde hay grandes diferencias entre países son los criterios de valoración de activos, el tratamiento de ingresos y gastos, la dotación de amortizaciones y provisiones, las stock options, la investigación y desarrollo, el reconocimiento de contingencias, en los planes de pensiones, las operaciones en moneda extranjera, las normas de consolidación y los criterios para estimar transacciones futuras, entre otras. Para evaluar el impacto de estas diferencias veamos un ejemplo basado en una empresa española a la que se han aplicado las normas contables de diversos países a las transacciones realizadas durante un año (ver figura 3.2). Figura 3.2. Alteraciones en el beneficio de una empresa con los criterios contables de varios países. Es cierto que en estos últimos años en el mundo se ha ido extendiendo la adopción de las NIIF, que está favoreciendo un proceso de convergencia entre las normativas contables de muchos países. De todas formas, aunque se ha avanzado en la armonización contable internacional aún queda mucho camino por recorrer. c) Intangibles: los pilares de la contabilidad actual se diseñaron hace unos siglos cuando los activos más importantes de las empresas eran los activos tangibles, tales como los edificios, las máquinas y las existencias. Hoy en día en muchas empresas una parte muy importante de su valor está en los denominados intangibles, tales como las marcas, el saber-hacer de sus empleados, la red de distribución, la clientela, la tecnología y otros. La mayor parte de estos activos no está incluida en el balance de situación y esto explica en gran medida la gran diferencia entre el valor contable de una empresa y el valor de mercado. En octubre de 2016, por ejemplo, el valor de mercado de las empresas cotizadas en EEUU superaba en 2,9 veces el valor contable para los valores que se habían incluido en el índice Standard & Poors. d) Complejidad de la normativa: con la nueva normativa contable aprobada tras el escándalo de Enron en 2000, ha aparecido un problema adicional y es que la complejidad de muchas normas de valoración en la mayoría de países hace que sean de muy difícil comprensión por parte de contables y usuarios de la contabilidad (Marín y Antón, 2010). 30 Todos estos problemas hacen que hoy día se cuestione la utilidad de la contabilidad y la información financiera de las empresas. Lev (2016), por ejemplo, afirma: «La información financiera de las empresas no sirve para tomar las decisiones de inversión y financiación del siglo XXI». Pero las reformas en la normativa contable, a pesar de sus elevados costes y complejidad, tampoco han permitido generar una información más útil para la toma de decisiones. Wang y Yu (2015) demuestran con un estudio sobre 44 países que las sucesivas reformas contables no han aportado información más relevante para los usuarios de la contabilidad. 31 3.5. Papel de los medios de comunicación A veces se han cuestionado los intereses de los medios de comunicación por no informar o informar erróneamente de la realidad de las empresas. En muchos escándalos contables algunos medios de comunicación han jugado un papel poco claro. Por ejemplo, en EEUU el periodista Dan Scotto del Wall Street Journal fue despedido por comparar Enron con el emperador desnudo, según Elliott y Schroth (2003). En España, se puede repasar las hemerotecas para ver el trato exquisito que dieron la mayoría de medios de comunicación a Nueva Rumasa hasta muy pocos días antes de estallar el escándalo. Quizás se trata de un caso aislado, pero en este escándalo muchos medios de comunicación se negaron a publicar artículos que avisaban de los problemas antes de que estallase el escándalo. Se trataba de medios (periódicos, radios, televisiones) que se beneficiaron de las continuas campañas de publicidad que se hicieron hasta poco antes de la quiebra de Nueva Rumasa. Temas claves del capítulo Referencias bibliográficas Amat, O. (2002): Reflexiones y propuestas sobre los problemas de la información contable. Economistas, n.º 93. 32 Beasley, M., Carcello, J., Hermason, D. y Neal, T. (2013): An analysis of alleged auditor deficiencies in SEC fraud investigations: 1998-2010. Center for Audit Quality. DiPiazza, S. y Eccles, R.G. (2002): Building public trust. The future of corporate reporting. Nueva York: Wiley. Elliot, A.L. y Schroth, R.J. (2003): Cómo mienten las empresas. Barcelona: Gestión 2000. Faura, D. (2016): El papel del auditor externo en la detección de fraudes. Revista de Contabilidad y Dirección, n.º 23, págs. 97-111. García Benau, M.A. (2016): Las expectativas de a auditoría y el fraude. Revista de Contabilidad y Dirección, n.º 23. Lev, B. (2016): The end of accounting and the path forward for investors and managers. Nueva York: Wiley. Marín, S. y Antón, M.A. (2010): Información financiera: Experiencias de un año de aplicación de la nueva normativa. Revista de Contabilidad y Dirección, n.º 10. Nieto, A.B. (2002): Los inversores presentan demandas para ser indemnizados. CincoDías, 22 de mayo, pág. 29. Túa, J. (1985): Algunas precisiones adicionales en torno al principio de imagen fiel. Técnica Contable, diciembre, págs. 441-484. Walworth, W. (2015): Auditing the auditor: Insights from PCAOB inspection reports. Wang, J. y Yu, W. (2015): The information content of stock prices, legal environment and accounting standards. European Accounting Review, 24, pág. 490. 33 4 Por qué se maquillan las cuentas 4 Por qué se maquillan las cuentas El fraude es el hermano de la codicia Jonathan Gash 4.1. Motivación, oportunidad y racionalización Los que maquillan cuentas lo hacen por múltiples razones, pero para entender el proceso que lleva a la existencia de estos engaños es ilustrativo el denominado Triángulo del Fraude (Cressey, 1980). Este es un modelo (ver figura 4.1) que explica los tres factores que cuando coinciden en el tiempo llevan a la comisión de un fraude. El criminólogo Donald Cressey formuló su teoría del triángulo después de entrevistar a más de 300 reclusos encarcelados por haber cometido diversos delitos. A partir de los resultados de las entrevistas identificó las circunstancias que coinciden en la mayoría de delitos. Figura 4.1. El Triángulo del Fraude (Cressey, 1980). – Motivación: es la necesidad o presión que incentiva el interés en defraudar. Algunos ejemplos de motivaciones que ejercen presión para defraudar son: • Se reducen las ventas y los beneficios y hay interés en ocultar este deterioro a banqueros o accionistas. • Pagar menos impuestos. • Empresa que va a ser vendida, o va a empezar a cotizar en Bolsa, y quiere ofrecer mejores cifras. • Empresa que ha de hacer una regulación de empleo o ha de pedir subvenciones y quiere ofrecer peores cifras. • Un directivo que quiere que los beneficios sean más elevados para percibir una mayor retribución variable. 34 – Oportunidad: es una situación que permite defraudar con un nivel de riesgo bajo. La existencia de oportunidades hace más fácil que se produzcan los fraudes. Como dicen en América Latina: “En arca abierta, el justo peca” que significa que cuando hay una oportunidad, inclusive una persona que no tiene intención de defraudar, puede hacerlo. Ejemplos de situaciones que brindan oportunidades para el fraude pueden ser: • Empresa con un sistema de control deficiente. • Empresa no auditada o con un auditor de cuentas inadecuado. • Empresa con problemas de gobierno corporativo. – Racionalización: es el marco mental que justifica que una persona cometa el fraude. La mayoría de fraudes son cometidos porpersonas normales que no se ven a sí mismas como criminales. Creen que cometen el fraude porque tienen una causa justificada. La racionalización explica que muchas personas que cometen fraudes se sientan bien consigo mismas y no se arrepientan de su mal comportamiento. Ejemplos de hechos que podrían justifican la racionalización que empuja al fraude: • Empresa que precisa un préstamo y engaña para evitar despedir empleados o cerrar. • Directivo que hace un fraude porque tiene un sentimiento de superioridad que hace que crea que las reglas de la empresa no se le aplican a él. • Empleado que roba para compensar su bajo sueldo que considera injusto. • Empleado que roba porque ve que la Alta Dirección también defrauda. • Personas que consideran lícito engañar porque tienen el síndrome de Robin Hood y consideran que son pobres por lo que engañar a los ricos (ya sean accionistas o bancos, por ejemplo) es un acto de justicia (Zayas, 2016). • En el caso de un alisado de beneficios los que hacen el maquillaje tienden a pensar que no perjudican a nadie. Por tanto, de acuerdo con el Triángulo del Fraude, éste se comete cuando hay una motivación para ello, existe la oportunidad y se considera que se trata de una acción justificada. Veamos algunos casos reales de fraudes contables que podemos relacionar con los factores que explican la existencia de fraudes. 35 36 4.2. La Puerta del Fraude Con posterioridad a la formulación del Triángulo del Fraude, otros autores han propuesto circunstancias adicionales para entender porqué se producen los fraudes. Estas circunstancias están relacionadas con el perfil de las personas que cometen los fraudes: – Capacidad: habilidades de las personas que cometen los fraudes (Wolfe y Hermanson (2004). Se trata de tener en cuenta aptitudes del defraudador sin las cuales el fraude no se podría cometer. Los elementos que explican que una persona tenga capacidad para cometer el fraude pueden ser: • Formación (nivel de estudios, conocimientos de informática, ingeniería financiera, contabilidad…). • Experiencia. • Red de contactos. • Cargo en la empresa. Por ejemplo, determinados cargos permiten intervenir en contratos, en la formulación de las cuentas… De acuerdo, con Beasley (1996) los consejeros delegados y/o los Directores Generales intervienen en el 70% de los fraudes contables. 37 – Arrogancia: la persona arrogante carece de humildad y se siente superior a los demás. Se trata de un orgullo excesivo de una persona en relación consigo misma y que la lleva a creer y exigir más privilegios de los que tiene derecho. Las personas arrogantes se pueden distinguir por: • Exceso de lujo. • Narcisismo. • Altanería. • Agresividad. • Exposición excesiva a los medios de comunicación. • Critican por la espalda a los que no les agradan. • Tratan con crueldad con sus enemigos. • Mienten y hacen trampas a menudo inclusive en temas poco importantes, como jugando a cartas o practicando deportes. • Se enojan sobreactuando cuando alguien perjudica su imagen pública. • No suelen reconocer errores y cuando se equivocan no se disculpan. La arrogancia explica que algunas personas tengan una codicia ilimitada y la sensación de impunidad al creer que las normas de la empresa no les afectan (Crowe, 2010). 38 39 – Intenciones del defraudador: en función de la intención podemos distinguir entre el fraude cometido accidentalmente por una persona que no tenía necesariamente la intención de cometerlo y el fraude cometido por un depredador que tiene una voluntad permanente en el tiempo de cometer el fraude (Kranacher y otros, 2010). En este último caso estamos ante una persona sin ningún compromiso ético. En el caso del maquillaje contable, se pueden dar casos en los que no había intención de maquillar sino que se trata más bien de errores. Este tipo de situaciones puede demostrarse cuando la propia empresa reconoce inmediatamente el error y lo corrige reformulando cuentas o exponiéndolo en la memoria y en el estado de cambios en el patrimonio neto. En el resto de casos, lo más probable es que se trate de maquillajes intencionados. 40 41 En un caso como el expuesto, lo que sorprende es que una persona pueda ir repitiendo tantos fraudes y los inversores caen una y otra vez. Como dice el viejo refrán: «El hombre es el único animal que cae varias veces en la misma piedra». Para los que piensen que el caso expuesto es un hecho aislado y que hoy en día ya no se produciría que recuerden la historia de Rumasa (grupo intervenido por el gobierno español en 1983) y lo que sucedió con Nueva Rumasa (grupo que entró en concurso en 2011). Dado que las tres últimas características que se han propuesto (capacidad, arrogancia e intencionalidad), se refieren al perfil del defraudador, proponemos incluirlas en un modelo más integrado que incluya las cuatro variables y que podemos denominar la Puerta del Fraude (ver figura 4.2). Figura 4.2. La Puerta del Fraude. Estas cuatro principales variables las usaremos a partir del capítulo 8 cuando 42 analicemos las señales de alerta que ayudan a descubrir fraudes. 43 44 45 46 Temas clave del capítulo: Referencias bibliográficas Abarnell, J. y Lehavy, R. (2003): Can Stock Recommendations Predict Earnings Management and Analysts. Journal of Accounting Research, marzo. Ahold (2003): Anual Report 2002. Baker, C.R, Cohanier, B y Leo, N.J. (2016): Considerations Beyond the Fraud Triangle in the Fraud at Société Générale. Journal of Forensic & Investigative Accounting, vol. 8, n.º 3, julio-diciembre. Beasley, M.S. (1996): An empirical analysis of the relation between the board of director composition and financial statement fraud. The Accounting Review. 71(4), págs. 443- 465. Cressey, D. (1980): Encyclopedia of Criminological Theory. SAGE Publications Inc. Cressey, D.R. (1986). Why managers commit fraud. Australian and New Zealand. Journal of Criminology. 19 (4): págs. 195-209. 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(2016): Señales de alerta para la detección de fraude en las empresas. Revista de Contabilidad y Dirección, 23. 48 5 Maquillajes contables legales 5 Maquillajes contables legales Los vacíos y la flexibilidad de normativa contable permiten una gran variedad de resultados contables. James A. Largay (sobre las lecciones del caso Enron) 5.1. Alternativas, estimaciones y vacíos legales Ya nos hemos referido anteriormente al maquillaje contable legal. Se trata de una contabilización que, a pesar de no vulnerar la normativa contable, se hace con la finalidad de que las cuentas presenten la imagen que interesa a los que preparan las cuentas, en lugar de hacerse con objetividad. En algunos casos puede tratarse de un fraude de ley, ya que aunque se aplica la normativa, se trata de prácticas que persiguen objetivos que están en contra de lo que pretende la normativa contable. Si existe el maquillaje legal es, básicamente, por la flexibilidad que tiene la normativa. Esto explica que algunas empresas maquillen sus cuentas amparándose en la normativa contable. Es un problema de alcance internacional ya que ningún país se salva de la excesivaflexibilidad de la normativa contable. Un estudio publicado por la revista CFO en 1998, concluyó que el 78% de los directores financieros afirmaban haber recibido instrucciones para utilizar de forma interesada la normativa contable y así conseguir que las cuentas ofrecieran una mejor imagen. El 38% reconocieron haber seguido dichas instrucciones. Seguidamente, repasamos los principales aspectos que hacen que la normativa contable tenga un amplio margen de flexibilidad: a) Transacciones que se pueden contabilizar eligiendo entre varias alternativas En la normativa contable existen muchas transacciones que se pueden reflejar contablemente utilizando diversas alternativas. Esto posibilita utilizar alternativas contables más prudentes o más agresivas en función de lo que interese. 49 La formulación actual de algunos de los principios contables favorece en gran medida el nivel de flexibilidad. En este sentido, podemos recordar el contenido del principio de uniformidad y el de importancia relativa: Uniformidad Hay casos en los que las empresas cambian los criterios contables utilizados de un año a otro. Aunque existe la obligatoriedad de aplicar los criterios contables de forma uniforme a lo largo de los años, lo que suelen hacer en caso de cambio de criterios es explicar en la memoria que han cambiado las circunstancias que motivaron en su día la utilización de un determinado criterio. Por otra parte, un cambio significativo en los principios y normas contables se refleja en el informe como una salvedad cuando el cambio suponga un incumplimiento del marco normativo o por una omisión de información si el cambio fuera a otro principio aceptado pero no explicado detalladamente en la memoria. Importancia relativa De acuerdo con este principio se admite la no aplicación estricta de algunos de los principios y criterios contables cuando la importancia relativa en términos cuantitativos y/o cualitativos de la variación que tal hecho produzca sea escasamente significativa y, en consecuencia, no altere la expresión de la imagen fiel. El problema es que en la normativa contable no se incluye una pauta que permita cuantificar cuándo un tema es importante o no. Esto puede lugar a interpretaciones diversas. Por otro lado, hay momentos en los que los reguladores autorizan tratamientos especiales que permiten que las cuentas ofrezcan una mejor imagen. Por ejemplo, en 2008, a raíz de la virulencia de la crisis financiera global, en España se aprobó una norma (RDL 10/2008) que autorizaba no computar la pérdida por el deterioro de activos inmobiliarios. Esto permitió que no entraran en causa de disolución muchas empresas 50 que se habían visto muy afectadas por los deterioros de sus inmuebles. b) Apuntes contables basados en estimaciones que implican un alto grado de subjetividad Hay muchas operaciones que para ser contabilizadas se requieren estimaciones subjetivas, más o menos optimistas sobre acontecimientos futuros. Esto afecta, por ejemplo, a la cuantificación de los deterioros (pérdida de valor de activos) y a las provisiones (pensiones, indemnizaciones por despido, etc.). Un ejemplo de estimación interesada es calcular el deterioro por morosidad de clientes con criterios optimistas (o pesimistas) para subir (o bajar) los beneficios. Otro ejemplo, es el criterio utilizado para estimar los gastos indirectos de producción que se incorporan a los productos en curso y acabados. Hay ocasiones en que se emplea a un profesional externo para que realice las estimaciones. Por ejemplo, en materia de pensiones, se puede contratar a un actuario para fijar las contingencias futuras. En este caso, se puede manipular la valoración eligiendo a un tasador conocido para que haga una valoración pesimista u optimista teniendo en cuenta que la valoración de la deuda en materia de pensiones depende de las estimaciones que se realicen sobre: – Tablas de mortalidad y esperanza de vida de la plantilla. – Evolución previsible del colectivo actual que posee derecho a pensión. – Rotación de los empleados. – Evolución previsible de los salarios, de las bases de cotización y de las prestaciones de la Seguridad Social. – Evolución de la estructura de la plantilla actual, con respecto a la antigüedad, categoría, puesto de trabajo, etc. – Edad de jubilación. Y también hay que considerar factores como: – Tasas previstas para la inflación futura. – Aumentos de las pensiones. – Fallecimiento de empleados antes de la jubilación. – Rentabilidad de las inversiones en que se materializan los recursos del plan de pensiones. Si la contabilidad se basa en estimaciones, en lugar de en hechos, se incrementa la posibilidad de maquillaje contable. Para hacernos una idea de la importancia de este tema, hemos analizado el número de veces que sale la palabra estimación (estimate, en inglés) o derivaciones del mismo término en las cuentas anuales de las empresas incluidas en el índice bursátil europeo EUROSTOXX del año 2016 y en la mayoría de empresas sale entre 15 y 110 veces. Las estimaciones afectan a la mayoría de las partidas más relevantes de las cuentas anuales. Además, el problema de las estimaciones se agrava día a día, ya que cada vez más 51 las empresas usan estimaciones en la formulación de sus cuentas. De acuerdo con Lev (2016) la media de estimaciones que hace una empresa del índice S&P 500 ha pasado de 30 en 1995 a 148 en 2013. c) Vacíos en la normativa contable También existen transacciones novedosas para los que existen vacíos en la normativa. Un ejemplo es la denominada deuda sin recurso: Hay empresas, normalmente grandes constructoras, que financian proyectos de inversión (project finance) a través de la deuda sin recurso. Para ello, la forma más habitual es utilizar una sociedad filial que solo tiene los activos y pasivos del proyecto. En este tipo de operación, la garantía para el banco la da el grupo que crea la filial pero sólo hasta que se acaba el proyecto de inversión. Una vez finaliza la construcción la garantía única pasa a ser la propia sociedad filial que ha recibido el préstamo, por lo que la garantía es el activo que se ha construido. Por ejemplo, si se construye una central nuclear y se financia con deuda sin recurso, en caso de que haya incumplimientos en la devolución del préstamo la garantía es: – En la fase de construcción, la garantía es el grupo que crea la filial. – Una vez ha finalizado la construcción de la central, la garantía pasa a ser la filial y, por tanto, la propia central que es lo que tiene en su activo. En cambio, si se tratase de una deuda con recurso el prestamista, en caso de impago, podría quedarse la central nuclear, pero también podría reclamar al grupo del que forma parte la filial que ha recibido el préstamo. Hay empresas que, aprovechando la falta de concreción de la normativa contable sobre el tratamiento de la deuda sin recurso no incluyen la deuda sin recurso en el pasivo. En otros casos, la deuda se hace con un contrato de difícil comprensión en el que no queda claro si la prestataria tiene que responder de la deuda en caso de impago y se aprovecha esta circunstancia para no reflejar la deuda como pasivo de la prestataria. Estos maquillajes se utilizan para reducir el endeudamiento. 52 5.2. Principales maquillajes legales A continuación recordamos los principales tipos de maquillajes contables legales que algunas empresas practican para: – Aumentar o reducir activos (figura 5.1). 53 – Aumentar o reducir deudas (figura 5.2). – Reclasificar activos o deudas para cambiar la estructura de los activos y/o de las deudas (figura 5.3). – Aumentar o reducir beneficios (figura 5.4). La reclasificación de partidas, aunque parece que no tendría que alterar la imagen que ofrece la empresa, en algunos casos puede tener un impacto relevante. Por ejemplo, poner un anticipo pagado a un proveedor como menos pasivo corriente o como un activo corriente puede modificar el ratio de liquidez (activo corriente/pasivo corriente). Las reclasificaciones también se usan para maquillarel estado de flujos de efectivo cuando se reflejan flujos de las operaciones como si fueran de financiación o de inversión (o viceversa). También se puede maquillar en la cuenta de resultados reclasificando partidas operativas como si fueran excepcionales o de operaciones discontinuadas (o viceversa). 54 Figura 5.1. Maquillajes contables (que posiblemente son) legales para aumentar o reducir los activos. Figura 5.2. Maquillajes contables (que posiblemente son) legales para aumentar o reducir las deudas. 55 Figura 5.3. Maquillajes contables que posiblemente son legales para reclasificar partidas de activo. Figura 5.4. Maquillajes contables (que posiblemente son) legales para aumentar o reducir los beneficios. 5.3. Impacto de los maquillajes legales en las cuentas 56 El impacto de los maquillajes contables legales puede ser muy relevante. Como muestra, en la figura 5.5 se acompaña el resultado de aplicar a una empresa real los criterios más conservadores y los menos conservadores incluidos en la normativa NIIF, la norteamericana y la española. El resultado de la empresa, con los criterios más habituales del PGC, se ha puesto en base 100. Se puede comprobar que el resultado de esta empresa según la normativa española puede fluctuar entre –31 y +140. A modo de ejemplo, a la hora de contabilizar el gasto de investigación y desarrollo se ha contabilizado como gasto en Criterios más conservadores y como activo en Criterios menos conservadores, teniendo en cuenta que los dos métodos están admitidos por la normativa contable española. En este ejemplo, se comprueba que las normas NIIF son las que ofrecen un margen mayor de flexibilidad ya que el resultado fluctúa entre -58 y 174. Estos datos son coherentes con múltiples estudios (por ejemplo, Callao y Jarne, 2010) que demuestran que las NIIF ofrecen más posibilidades de tratamientos alternativos y estimaciones en comparación con otras normativas contables. Un estudio de ACCID (2017) concluye que en las NIIF hay más de un centenar de operaciones que permiten tratamientos contables alternativos y estimaciones subjetivas. Figura 5.5. Alteraciones en el beneficio de una empresa aplicando las normas contables de varios países. Temas clave del capítulo: 57 Referencias bibliográficas ACCID (2008): El Nuevo PGC y el PGC pymes. Barcelona: ACCID-Profit. ACCID (2017): Comprender las Normas Internacionales de Contabilidad. Barcelona: ACCID. Amador, S. (2012): Contabilidad creativa. Contabilidad y Tributación, n.º 347. Callao, S. y Jarne, J.I. (2010): Have IFRS affected Earnings Management in the European Union? Accounting in Europe, vol. 7, n.º 1, págs. 159-188. Fortune (2016): When Donald Trump Got in Trouble with the SEC http://fortune.com/2016/03/14/donald-trump-sec/ Largay, J. (2002): Lessons from Enron. Accounting Horizons, vol. 16, n.º 2, pág. 154. Mohrle, S.R. (2002): Do firms use restructuring charge reversals to meet earnings targets? The Accounting Review, vol.77, n.º 2, págs. 397-423. Penman, S.H. y Zhang, X. (2002): Accounting conservatism, the quality of earnings, and stock returns, The Accounting Review, vol. 77, n.º 2, págs. 237-264. Real Decreto-Ley 10/2008, de 12 de diciembre, por el que se adoptan medidas financieras para la mejora de la liquidez de las pequeñas y medianas empresas, y otras medidas económicas complementarias. 58 6 Maquillajes contables ilegales 6 Maquillajes contables ilegales Somos la mejor compañía del mundo Placa en el vestíbulo de la sede de Enron 6.1. Delito contable El maquillaje contable ilegal es una práctica no permitida por la legislación. Es un delito contable ya que implica falsedad en los documentos contables. En la mayoría de países el delito contable es castigado con la cárcel. En España, por ejemplo, el artículo 290 del Código Penal está dedicado a este delito y castiga con pena de prisión de uno a tres años la falsificación de las cuentas anuales. En este caso, se entiende por falsedad la omisión de datos o la consignación de datos ficticios. La falsedad se considera delito cuando evita conocer la verdadera situación económica de la empresa y, además, provoca un prejuicio. Y, ha de existir dolo, es decir, conciencia de que se infringe la ley e intención de producir un daño perjudicando a un tercero. Los responsables del delito son los autores y sus cómplices. Si se llevan contabilidades distintas para ocultar la verdadera situación fiscal de la empresa o cuando se contabilizan apuntes contables ficticios o diferentes a los verdaderos que excedan de 240.000 euros en un año las penas de prisión son de cinco a siete meses, en España. Las contabilidades distintas se refieren a lo que se conoce como doble contabilidad, la que sirve para las declaraciones fiscales y la que permite conocer la situación real de la empresa. Estas penas afectan a los responsables del delito, que suelen ser el empresario y el contable (cuando actúa como cómplice del empresario). 59 Veamos un ejemplo de maquillaje contable ilegal: 6.2. Cómo se hacen los maquillajes ilegales 60 En la Norma Internacional de Auditoría (NIA 240) se consideran fraudes contables las siguientes prácticas: – Manipulación, falsificación o alteración de los registros contables. – Representación errónea o la omisión interesada de hechos u otra información significativa en los estados financieros. – Aplicación intencionalmente errónea de principios contables. El fraude contable se lleva a cabo: – Aumentando o reduciendo activos (ocultación de activos, incorporar activos inexistentes, utilizar precios de adquisición irreales…). – Aumentando o reduciendo deudas (ocultar deudas, incorporar deudas inexistentes, hinchar deudas...). – Aumentando o reduciendo beneficios (ocultar o hinchar ingresos de forma irreal, aplicar precios alejados del precio de mercado, anticipar ingresos, ocultar o hinchar gastos, o contabilizarlos como reservas sin pasar por la cuenta de resultados; amortizaciones, provisiones y deterioros ilegales...). La contabilización de ventas ficticias es uno de los fraudes contables más extendidos y además de los casos que exponemos en este libro hay otros escándalos famosos en los que se hizo este tipo de fraude (el fabricante de preservativos Durex incrementó sus beneficios en 90 millones de libras esterlinas en el año 2000 con ventas ficticias). 61 6.3. Las operaciones a través de paraísos fiscales La operativa a través de paraísos fiscales no tiene porque ser ilegal. Sin embargo, conviene recordar que, de acuerdo con la OCDE, los paraísos fiscales se distinguen por: – Baja fiscalidad. – Falta de transparencia por los menores requisitos de divulgación de información. – No se permite el intercambio de información para propósitos fiscales con otros países. – Se permite a los no residentes beneficiarse de rebajas impositivas aún cuando no desarrollen efectivamente una actividad en el país. La combinación de estos cuatro requisitos explica que la mayor parte de escándalos contables que se han producido en las últimas décadas, se han realizado a través de filiales en paraísos fiscales (Enron, Parmalat, etc.). Los paraísos fiscales, son países de reducida dimensión (Isla de Man, Islas Caimán, Isla de Jersey, Gibraltar, por ejemplo) en los que están domiciliadas cientos de miles de sociedades que son filiales de empresas de otros países. En muchos casos las operaciones no vulneran la legalidad y son simplemente prácticas de elusión fiscal (operaciones, en principio legales, para reducir la fiscalidad) y es diferente a la evasión fiscal (ocultar ilegalmente bienes o ingresos para pagar menos 62 impuestos). En 2016, Christian Kem, Presidente de Austria, denunció estas prácticas recordando: Cualquier puesto de salchichas paga más impuestos en Austria que una empresa multinacional. Esto se aplica a Amazon o Starbucks y otras compañías. De hecho, en 2014, según Christian Kem, Starbucks pagó en Austria 1.400 euros en concepto de Impuesto de Sociedades. Seguramente, estas compañías realizan prácticas legales,aunque sea más discutible si estas prácticas son éticas o no. Algo similar ocurre con varias multinacionales de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) como Apple, Microsoft, Yahoo, Facebook, eBay y Amazon. Tienen la matriz en EE.UU. y filiales en diversos países europeos, pero su sede europea suele ubicarse en Irlanda. En la filial de este país es donde se acumulan la mayor parte de los beneficios generados en las demás filiales europeas. Para ello, las filiales de los países que tienen mayores impuestos se convierten en meras comisionistas, ya que desde Irlanda se facturan las actividades que desarrollan en Europa. Otra opción es que las filiales de países de mayor tributación compren los productos a la filial irlandesa a un precio elevado, lo que permite que el beneficio se concentre en Irlanda. Esto explica que muchas de estas multinacionales registren pérdidas o pocos beneficios en países como España. Google, por ejemplo, declara pérdidas en su filial española, que de hecho es una fuerza de ventas que sólo factura gastos a la filial irlandesa, que es la que realiza las ventas en España. Del mismo modo, Starbucks ha registrado pérdidas en el Reino Unido en catorce de los últimos quince años, como consecuencia de los altos royalties que paga a sus filiales en Holanda y Suiza. El atractivo de Irlanda está en que tiene un tipo de impuesto sobre beneficios del 12,5%, mientras que en otros países este porcentaje es mucho más elevado y se sitúa entre el 20% y el 30%. Además, bastantes multinacionales utilizan sociedades en Holanda que no tienen empleados y que les permiten acabar tributando poco más del 1% de los beneficios producidos en Europa. A este tipo de sociedad holandesa se la denomina sociedad pantalla, porque desde ella el dinero se envía a paraísos fiscales. Una cuestión que se plantea es hasta qué punto se trata de prácticas legales. En principio, aunque se utilizan paraísos fiscales y otras estrategias para reducir al mínimo la factura fiscal, se trata de actividades legales. De hecho, lo que hacen es pagar los mínimos impuestos aprovechando la diferente regulación fiscal que hay en cada país, lo cual es lógico en empresas cuyo principal objetivo es maximizar la riqueza que generan para sus accionistas. Por tanto, no estamos hablando de economía sumergida ni de vulnerar la legislación vigente. Sin embargo, quizá podría tratarse de un fraude de ley, ya que se cumple la ley pero para conseguir unos resultados contrarios a los que persigue la normativa. También hay quejas por la competencia desleal que produce la reducción de la factura fiscal en relación con las empresas que sí cumplen. Otro tema es la dimensión ética. En 2014 el Parlamento británico concluyó que se trata de una inmoralidad reprobable. Esto puede afectar a la reputación empresarial, por 63 lo que no es una sorpresa que Starbucks, por ejemplo, haya anunciado que a partir de ahora pagará más impuestos en Europa. A pesar de lo anterior, el hecho de que los grandes escándalos contables se han hecho a través de filiales en paraísos fiscales, nos lleva a intuir que los paraísos fiscales son una señal a la que prestar atención. Así, por ejemplo, Portillo y Morales (2015) exponen que los métodos más usados para efectuar fraudes fiscales son las facturas falsas y las operaciones a través de empresas ubicadas en paraísos fiscales. Muchos fraudes contables se han hecho a través de las denominadas operaciones triangulares: 6.4. Principales maquillajes ilegales En las figuras siguientes se recuerdan los principales tipos de maquillajes contables que se pueden hacer. Son maquillajes que se hacen para: -Aumentar o reducir los activos (figura 6.2). -Aumentar o reducir las deudas (figura 6.3). -Aumentar o reducir los beneficios (figura 6.4). 64 Figura 6.2. Ejemplos de maquillajes contables ilegales para aumentar o reducir los activos. Figura 6.3. Ejemplos de maquillajes contables ilegales para aumentar o reducir las deudas. 65 Figura 6.4. Ejemplos de maquillajes contables ilegales para aumentar o reducir los beneficios. 6.5. Principales partidas afectadas por los fraudes contables Para evaluar la importancia de los diferentes tipos de fraude contable, hemos hecho un estudio sobre las partidas afectadas en 148 fraudes contables que hemos identificado a nivel internacional desde 1980 hasta 2016 (ver figura 6.5). En dicha figura, puede apreciarse que de los casos analizados, en prácticamente todos ellos el maquillaje modificó el resultado neto y el patrimonio neto. Entre el resto de partidas que se han visto más afectadas por los maquillajes destacan las ventas, clientes, operaciones con filiales y gastos. 66 Figura 6.5. Partidas afectadas por fraudes contables en una muestra de 148 fraudes contables producidos a nivel internacional entre 1980 y 2016. 67 68 Temas claves del capítulo 69 Referencias bibliográficas Blasco, J.J. (1998): De la Contabilidad creativa al delito contable, Partida Doble, n.º 85, enero, pág. 34. http://www.wsj.com/articles/SB90054033198468000 ICJCE (2015): Herramienta de planificación: “NIA-ES 240”. Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España, abril. King, N. (1998): Sark, ‘Utopia’ of English Channel, Faces Heat for Offshore Havens, Portillo, M.J. y Morales, F. (2015): Fraude fiscal y economía sumergida en España. Algunas consideraciones. Gestión, 61, julio-diciembre. REA-REGA (2015): Documento técnico para la aplicación práctica de la NIA 240. Registro de Economistas Auditores REA-REGA, noviembre. Suozo, P, Sutherland, G, Cooper, S. y Deng, Z. (2002): Can you trust the numbers? UBS Warburg, Londres. 70 7 Consideraciones éticas y consecuencias económicas de los maquillajes 7 Consideraciones éticas y consecuencias económicas de los maquillajes La codicia es buena. Gordon Gekko (Michael Douglas), en la película Wall Street 7.1. Dimensión ética del engaño contable Ética significa actuar según los principios aceptables desde el punto de vista moral. En el pasado, a las organizaciones se les pedía simplemente que alcanzaran sus objetivos y, en el caso de las empresas con ánimo de lucro, que ganaran dinero. Una muestra la tenemos en el Premio Nobel Friedman, que en 1970 afirmó: «La responsabilidad social de una empresa es aumentar sus beneficios». Sin embargo, aunque muchos siguen hoy pensando como Friedman, la sociedad se ha vuelto más sensible a las cuestiones éticas. Esto es consecuencia de tendencias como la mayor difusión de todo tipo de información, de los escándalos que han incrementado la desconfianza en muchas organizaciones y de la percepción de la creciente responsabilidad social de las empresas. Esta mayor concienciación explica que esté aumentando el número de organizaciones que ponen en marcha códigos éticos con el fin de fomentar la ética en los comportamientos de directivos y empleados. El engaño contable genera interrogantes relacionados con su dimensión ética. Hay quien se cuestiona si se trata de prácticas admisibles o no. Tal y como se visualiza en la figura 7.1, hay prácticas que son claramente éticas y otras que son claramente no éticas, pero en medio hay una amplia zona gris donde hay menos unanimidad a la hora de calificarlas. Cuando la información contable vulnera la ley, está claro que se trata de un comportamiento no ético. Esto también es claro cuando se trata de engaños que persiguen beneficiar los intereses particulares de los directivos, por ejemplo, para percibir un bonus más elevado. En cambio, son dudosas las prácticas que usan estimaciones o alternativas permitidas por la normativa vigente, pero que no son neutrales y no buscan informar de la realidad sino que persiguen informaciones interesadas. Tampoco está clara la dimensión ética cuando se miente «por buenas razones» como puede ser proteger los puestos de trabajo de los empleados, por ejemplo. La zona gris también existe cuando no está claro cuál es la «verdad» en un 71 determinado tema. Por ejemplo, cuando se vende a crédito a un cliente, casi nunca
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