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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA 
DE MÉXICO 
FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS 
ANÁLISIS CONCEPTUAL DEL MIEDO Y 
DESESPERACIÓN EN LA FILOSOFÍA DE BARUCH 
SPINOZA. RENDIMIENTOS Y APLICACIONES 
ACTUALES. 
T E S I S 
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE: 
LICENCIADO EN FILOSOFÍA 
 P R E S E N T A : 
SAMUEL GUILLERMO OROPEZA 
BRAVO 
DIRECTOR DE TESIS: 
DR. FERNANDO ESAÚ ORTIZ SANTANA 
2017
usuario
Texto escrito a máquina
CIUDAD UNIVERSITARIA, CDMX
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). 
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objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para 
fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo 
mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
Agradecimientos
Quiero comenzar expresando mi más sincero y profundo agradecimiento a mi alma 
mater la Universidad Nacional Autónoma de México, en la cual viví innumerables 
experiencias que fueron determinantes para mi formación humana y académica. A la 
Facultad de Filosofía y Letras, en la que tuve oportunidad 
de conocer individuos sumamente interesantes, virtuosos y, sobre todo, poseedores de 
una gran calidez humana. Haber tenido la oportunidad de pisar sus aulas, jardines, 
bibliotecas, patios, pasillos, hizo que me sintiera parte de aquello que, con justa razón, 
llaman comunidad universitaria. Igualmente quiero agradecerle al programa de Becas para 
proyectos de investigación para la UNAM. Egresados de alto rendimiento, el cual fue de 
gran ayuda en el proceso y culminación del presente trabajo. De igual manera al programa 
de becas Manutención UNAM, el cual me brindó su apoyo durante la licenciatura. 
A mis padres, quienes han sido mi principal sostén a través del tiempo. No hay 
palabras que logren expresar cuánto les agradezco por todo su amor, comprensión e 
impulso para conquistar los viejos y nuevos sueños. Para Ivonne, quien sembró en mí el 
germen del cual brotó un sueño llamado Ciudad Universitaria, cuna de muchos más. Por su 
aliento e incondicional apoyo desde siempre, infinitas gracias. Así como a Rafa, mi grato y 
preciado hermano. A Emiliano y Leonel, símbolo de la frescura, inocencia y viva expresión 
del thauma, principio motor del quehacer de los colegas. Por recordarme 
constantemente la genuina y noble tarea del filósofo en el mundo. 
También a Viridiana, oídos pacientes que me acompañaron mañanas, tardes y 
noches a lo largo de este tiempo. Boca de la que brotaron dudas, comentarios e ideas de 
gran ayuda. Corazón y viva voz de apoyo incondicional que fue, y es, sumamente 
importante para mí. Así a Hiram, amigo y colega presto siempre a escuchar y ayudar a 
responder mis dudas. Por todas las alegres horas en estas cuatro paredes. También a David, 
atento siempre ante cualquier contrariedad presente durante estos años. Pieza presente del 
grato pasado que fue la licenciatura. A Nadia, gran apoyo en todo momento y motor interno 
de gran importancia. Por su invaluable presencia a lo largo de estos años en muchos 
aspectos que no terminaría de expresar aquí. A Guillermo Franco, por enseñarme el tan 
fuerte y sincero significado de la amistad. Recordatorio constante del trabajo dentro de sí y 
la importancia de las raíces que echamos. Así como a Rubén, quien plasmó en la más 
hermosa de las palabras el contenido más abstracto: filosofía. Por sus consejos y atenciones. 
Pero, sobre todo, por iluminar la senda actual de mi camino. Y en general, a los amigos que 
fueron y serán parte de todo esto, Vane, Alejandra, Lalo, Arturo, Pepe, Dani, Fer Ixchelt, 
Álan, Andreas, Yunen, Gabriel, Jesús, Rodrigo, Jorge, Axel, infinitas gracias. 
A mis profesores, incentivadores de la curiosidad; parte determinante a lo largo de 
mi vida académica. A Arturo, Isabel, los hermanos Mayorga, Julieta, Adán, Pedro Enrique, 
Hugo, María Teresa, David, Fernando Esaú, Carlos, Gerardo, Luis, Jorge Armando y a cada 
uno de los que sembraron frutos que habrá siempre que cuidar para, tal vez, algún día 
cosechar.
 
Advertencia al lector 
Dentro de la presente tesis la manera de citar las obras de Spinoza será la siguiente: 
E = Hace referencia a la obra Ética demostrada según el orden geométrico, que se 
divide en libros. 
Cada libro dentro de esta se escribirá con número romano, con sus respectivas 
abreviaturas: 
Ax = Axioma 
Cap = Capítulo 
Cor = Corolario 
Def = Definición 
Dem = Demostración 
Esc = Escolio 
Lem = Lema 
P = Proposición (en número arábigo)
Post = Postulado 
TP = Hace referencia a la obra Tratado político, que se divide en capítulos. 
Cada capítulo se escribirá con número romano, seguido de los aparatos, que se 
escribirán con números arábigos. 
TTP = Hace referencia a la obra Tratado teológico-político, que se divide en 
capítulos. 
Cada capítulo se escribirá con número romano, seguido del número de página de la 
edición de Tecnos, Madrid, Trad. Enrique Tierno Galván, Quinta edición, 2010. 
TRE = Hace referencia a la obra Tratado de la reforma del entendimiento, que se 
divide en parágrafos. 
Cada parágrafo se identificará con el símbolo “§”, seguido del número específico de 
cada cual en numeración arábiga. 
 
Índice 
Página
Introducción -------------------------------------------------------------------------------- 05 
1. Diagnóstico y aproximaciones generales ---------------------------------------------- 09
1.1. Estado de la cuestión ---------------------------------------------------------------- 09
1.2. Problemas ------------------------------------------------------------------------------ 14
1.2.1. Desigualdad social ----------------------------------------------------------- 16 
1.2.2. Resentimiento y exclusión -------------------------------------------------- 19 
1.2.3. Violencia ---------------------------------------------------------------------- 22 
1.3. Metodología --------------------------------------------------------------------------- 27 
1.4. Rendimientos filosóficos ------------------------------------------------------------ 32 
2. Profundización y análisis del miedo, la violencia y el otro a través de la
filosofía de B. Spinoza -------------------------------------------------------------------- 37
2.1.Postulados y problemas principales --------------------------------------------------38
2.1.1. Des-igualdad ------------------------------------------------------------------ 43 
2.1.2. Resentimiento ----------------------------------------------------------------- 48 
2.1.3. Violencia -----------------------------------------------------------------------51 
2.2. Problemas derivados ------------------------------------------------------------------55 
2.2.1. Duda, ignorancia --------------------------------------------------------------55 
2.2.2. Miedo ---------------------------------------------------------------------------65 
2.2.3. Desesperación ----------------------------------------------------------------- 84 
3. Rastreo y planteamiento de alternativas -------------------------------------------------92
3.1. Bases ------------------------------------------------------------------------------------92
3.1.1. El individuo compuesto ------------------------------------------------------93 
3.1.2. Afecciones activas ------------------------------------------------------------95 
3.1.3. Buenos encuentros -----------------------------------------------------------101 
3.2. Aplicación de las bases indagadas y construcción de enmiendas ------------- 106 
3.2.1. El Yo: colectividad esencial ------------------------------------------------1083.2.2. Alianza, defensa, convivencia ----------------------------------------------112 
4. Conclusiones generales -------------------------------------------------------------------117
5. Bibliografía --------------------------------------------------------------------------------124
5 
Introducción
El presente trabajo de investigación pretende realizar un análisis de los conceptos del miedo 
y desesperación. Esto a partir de la concepción ofrecida por el pensamiento de Baruch 
Spinoza. Dicha exploración no se limitará a una especie de genealogía de los mismos; más 
bien pretende su revisión e interpretación para su posterior aplicación a determinados 
fenómenos sociales actuales. Por esto, resulta clave tener en cuenta a lo largo de ésta que se 
trata de un análisis cuya finalidad, sobre todo, es práctica; es decir, que más que sólo 
revisar ambos conceptos a través del espinosismo se pretende construir una suerte de 
puente que pueda conectar el pensamiento filosófico con la realidad social presente. Por 
ende, es necesario realizar un esbozo de las problemáticas mismas a las que habrá que hacer 
referencia a través de dicho sistema filosófico. Del por qué recurrir específicamente a 
ambos conceptos dentro del gran aparato conceptual ofrecido por el mismo autor, será una 
tarea que el lector habrá de descubrir a lo largo de la primera parte del presente trabajo. 
Esto justificado dado que es menester adquirir panorama general del posicionamiento de 
este estudio. Tener el contexto preciso resultará de gran ayuda al momento de sumergirse 
en los postulados filosóficos de Spinoza. 
Hacer referencia al miedo resulta una tarea en suma complicada en razón de poder 
ser abordada a través de diversas ramas de estudio. Sin embargo, una de las características 
fundamentales (y que será de gran ayuda para el desarrollo de la investigación) es que se 
considera, generalmente, que éste es un obstáculo; algo inconveniente. No obstante, el 
considerarlo como tal genera más preguntas que respuestas; ¿obstáculo para qué/quién? 
¿Cuál es su origen y función en la naturaleza? ¿Su presencia se reduce al mundo animal? 
 
 
6 
 
Sin embargo, resulta necesario cuestionarse acerca de las condiciones de posibilidad del 
mismo. Es decir, situaciones a través de las cuales se dice que el miedo se hace presente. Es 
natural considerarle cuando existe una amenaza, por ejemplo. Algo o alguien cuya 
determinada acción resultaría en un problema o afectaría de manera negativa a alguien. 
Es necesario, además, tener en cuenta que las condiciones que fomentan su 
existencia podrían ser tan variadas que encontrar coincidencias entre ellas sería en suma 
difícil. La expresión del miedo que experimenta un infante podría ser totalmente diferente 
al de un adulto, por ejemplo. Sin embargo, hay algo recurrente entre ellas que, si bien 
aquello que produce el miedo pueden ser elementos específicos muy diferentes entre sí, 
lleva a considerar la existencia de algo en común entre ambas causas. La búsqueda de ese 
algo es justamente uno de los principales motores de la presente investigación. 
En cuanto a la desesperación, concepto que a primera vista pareciera más complejo 
que el de miedo, será necesario considerar totalmente el planteamiento espinosista; esto en 
razón de que es a través de éste que es posible adquirir una percepción más adecuada de 
aquel “puente” a través del cual conectar su sistema con las condiciones actuales. En otras 
palabras, será necesario indagar dentro del pensamiento del holandés con el propósito de 
realizar la conexión entre ambos conceptos y la realidad social actual. No obstante, cabe 
señalar que son precisamente las condiciones sociales actuales y su relación con dicho 
horizonte filosófico las que motivan la realización de tal inquisición. 
Existen, dentro de los grupos humanos actuales, condiciones tales que merecen una 
reflexión crítica orientada a comprenderles mejor. Estas, aunque muchas de las veces 
resultan convenientes para ellos mismos, la mayoría de las veces derivan en problemáticas 
 
 
7 
 
cuya existencia dificulta las relaciones entre estos. La violencia y la desigualdad social son 
algunos ejemplos muy ilustrativos ante tal juicio. Por esto, resulta urgente la reflexión sobre 
estas y demás cuestiones con el objetivo de ofrecer un planteamiento que, más que 
quedarse en mera conjetura, apunte hacia una propuesta concreta sobre posibles 
resoluciones ante tales problemáticas. 
Ahora bien, de qué manera el espinosismo da cuenta del estado actual de los grupos 
humanos es la tarea medular a tratar aquí; cómo lograr la relación entre la propuesta teórica 
de Spinoza y la realidad social actual. Pensar al ser humano, y las relaciones entre estos, a 
partir de condiciones tales que sea posible identificar elementos comunes entre ellos, es una 
tarea que destaca por su poca sencillez. Esto si se consideran múltiples factores presentes 
en el contexto del siglo XXI, dentro de las cuales destaca la gran dinámica de corrientes de 
pensamiento encaminadas a dar respuesta a fenómenos tecnológicos, biológicos, políticos, 
sociales, económicos, etc. Estas líneas teóricas, empero, tienen como base postulados 
tomados de diferentes tradiciones filosóficas presentes a lo largo de la historia de las ideas; 
desde los griegos, pasando por la edad media y el renacimiento, hasta la modernidad y 
demás vertientes contemporáneas a esta. Por lo cual, resulta necesario mirar hacia 
propuestas encaminadas a la consideración del ser humano y su relación con el mundo 
como algo común, unificado. Para lo cual, el pensamiento de Spinoza resulta un elemento 
en suma revelador e imprescindible para tal propósito. 
A través de las siguientes páginas, la referencia a fenómenos actuales con el 
propósito de abrir terreno para el cumplimiento del objetivo estipulado, así como la 
exposición de elementos fundamentales del espinosismo con el objetivo de adquirir una 
idea clara del mismo recurriendo a sus fuentes directas, será una labor asistida por las ideas 
 
 
8 
 
de determinados comentadores como Moreau, Luciano Espinoza, Yagüe, Brandt, La 
Tournerie, etc., cuyas ideas sirvan como guía para la comprensión del planteamiento del 
holandés. Esto, empero, únicamente como herramienta que refuerce los planteamientos 
ofrecidos por él mismo. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
9 
 
 Capítulo 1 
Diagnóstico y aproximaciones generales 
 
1.1. Estado de la cuestión. 
Al hacer referencia a los factores que intervienen dentro de los grupos humanos al 
momento de la formación de comunidades o sociedades es obligada la pregunta sobre si es 
posible que dicha unión pueda mantenerse a lo largo de un gran período de tiempo. Si se 
considera que los seres humanos se relacionan necesariamente desde diversos aspectos tales 
como la política, la cultura, la economía, etcétera, entonces la resolución a dicha pregunta 
comienza a tener un punto de partida claro. Cuando existen determinados grupos cuyas 
ideas, costumbres y formas de concebir la realidad son tan diferentes entre sí, arriba la 
necesidad de protección entre comunidades quienes comparten características en común. 
Existe una necesidad de protección dentro de éstas con la finalidad de seguir 
conservándose. 
La conservación1 de la vida es la que lleva a justificar la ejecución de acciones que 
tengan como resultado el dominio (y como último resultado la supresión) de otros grupos 
que no sigan las normas ideológicas, morales, religiosas, sociales, etc., establecidas por los 
primeros. 
Dentro de la historia de las ideas existen diversas corrientes que postulan el origen 
de la sociedad; dependiendo de su punto de partida están los autores que defienden la 
postura de que la sociedad es un conjunto de seres humanos que realizan una especie de 
pacto (los contractualistas), cuyo objetivo principal es la conservación y protección dela 
 
1
 Contenido tratado ampliamente dentro del sistema espinosita. El cual será retomado posteriormente a partir 
de la figura del conatus. 
 
 
10 
 
vida en un espacio natural que se encuentra bajo constantes amenazas externas, ya sea por 
bestias, fenómenos naturales, etc. También los que defienden el origen de la sociedad 
igualmente como un pacto, pero entre Dios y el hombre. 
Existe entre estas una vertiente que concibe a la sociedad como un individuo 
compuesto por otros múltiples entes. Además de considerar las relaciones producidas entre 
éstos y para con otras diversas sociedades (que son concebidas igualmente como entidades) 
que no comparten las mismas ideas y que se encuentran en un estado de constante agresión. 
Esta corriente afirma que el miedo es la constante que impera dentro de dichas asociaciones 
humanas, y se fundamenta en el hecho de que pactan su asociación en aras de la 
conservación de la propia vida, la cual se encuentra amenazada por diversos factores 
externos. Los grupos humanos se asocian entre sí en la búsqueda de protección mutua ante 
los factores externos que les provocan adversidades que derivan en un estado de 
incertidumbre; para evitar esto es que conjuntan sus fuerzas en pos de la mutua seguridad, 
formando así grupos más grandes. 
Por otro lado, es necesario tener en cuenta la presencia de factores externos que 
propician condiciones necesarias para suscitar el miedo en los seres humanos. Para esto hay 
que tener presente que los seres existentes pueden afectarse entre sí de infinitas maneras. 
Dichas afecciones no necesariamente resultan benéficas o convenientes para los cuerpos 
humanos; es decir, habrá ciertos elementos que tratarán de destruir al cuerpo humano. 
Habiendo una multiplicidad de factores que no entran en armonía con ciertos individuos 
(por ejemplo, virus, bacterias, minerales, sustancias químicas, que no son compatibles con 
la naturaleza propia de algún cuerpo humano) resulta entonces que, en ocasiones, lleguen a 
ser mortales para los primeros. Así como éstos factores, existen otros diversos que no 
pertenecen al plano de la extensión, pues dentro de esta vasta multiplicidad de elementos 
 
 
11 
 
compuestos se encuentran las ideas, acciones y formas de concebir la realidad. Luego, de 
esto resulta que existan diversas formas de pensamiento entre los individuos que encuentran 
puntos de discrepancia entre sí. Ideas compartidas por ciertos seres humanos o grupos de 
éstos que propician conflictos con las de otros; la mejor fuente para justificar esto es la 
historia misma de la especie humana: guerras cuyo principal motivo fue la religión, guerras 
de independencia, revoluciones, etc. Sin embargo, cuando las propuestas teóricas o formas 
de pensamiento que interpretan la realidad son tan distintas que llegan a ser contradictorias 
entre sí, generalmente llegan a un punto tal que no pueden concebirse en armonía, 
resolviendo así en una degeneración resultante del deseo de imposición ideológica3 de los 
adeptos de la una hacia la otra. El presente trabajo revisará aquellas formas de contacto 
humano que son cuna de obstáculos que dificultan la coexistencia armónica entre grupos 
humanos. Es decir, de relaciones humanas cuyo origen sea el conflicto. 
Ahora bien, al momento de hacer referencia a las posturas filosóficas que definen la 
sociedad como producto de un pacto, como anteriormente se expresó, la propuesta de 
Baruch Spinoza resulta esclarecedora. Para él existe un derecho natural intrínseco en el ser 
humano para conseguir aquello que pueda alcanzar, es decir, que su derecho se extiende 
hasta donde su poder le permita. 
Pero la potencia universal de toda la naturaleza no es sino la potencia de todos los individuos 
reunidos; se sigue, por tanto, que cada individuo tiene un derecho supremo sobre todas las cosas que 
puede alcanzar, es decir, que el derecho de cada uno se extiende hasta donde se extiende su poder. 
 
3 Tal es el caso de la propuesta jesuita de la inculturación, la cual consistía en compartir la doctrina cristiana a 
otras culturas con el objetivo de realizar "una mezcla de búsqueda por el conocimiento de la condición 
humana con base en la educación, los intereses culturales, intelectuales, la inclinación a establecer lazos 
amistosos […] y la flexibilidad para la adopción de nuevas costumbres […]". Como es notorio, en ese caso no 
existen conflictos o problemáticas generadas por la diversidad de formas de pensamiento, este trabajo se 
servirá de aquellas formas de contacto humano que son cuna de obstáculos que dificultan la coexistencia 
armónica entre grupos humanos. Rocha Pino, Manuel, El método de acomodación jesuita y la evangelización 
de las órdenes mendicantes en China Imperial, Universidad Autónoma de Barcelona, Culturales, Vol. VI, No. 
12, 2010, pp. 153-154 
 
 
12 
 
[…] Aquel que produce una cosa según las leyes de su naturaleza, lo hace con pleno derecho, puesto 
que ha obrado según determinaba su naturaleza, y no podía obrar de otro modo.5 
 
Al adoptar esta concepción, la frontera entre las bestias y los seres humanos parece poco 
clara, pues todo es posible en tanto que se tenga la condición física o potencia intelectual 
suficientes para concretar el deseo de algún ser (sea humano o no). En su propuesta es 
necesaria la realización de un pacto entre seres humanos que limite su potencia natural con 
el fin de mantener un orden social en aras de la propia seguridad. Este último punto resulta 
clave, pues si se acepta que la sociedad se funda en aquel pacto inicial, entonces la 
conservación y protección de la vida de sus miembros se vuelve un aspecto imprescindible 
para cualquier grupo humano que se denomine como tal. Dicha conservación de la vida 
resulta del empeño humano en escapar del miedo en el que se encuentra antes del comienzo 
de su situación en sociedad. Lo que se busca con la aceptación de dicho pacto es el dominio 
sobre la potencia de los demás integrantes, asegurando así la permanencia mutua de los 
componentes del cuerpo social. 
Cabe señalar el hecho de que existen situaciones en las cuales dichos principios no 
se cumplen. Sociedades en las cuales el miedo es la constante que permite la realización de 
fines contrarios al postulado de protección a la vida. Al relacionar las circunstancias 
anteriores con el postulado filosófico de Spinoza citado, resulta que existe una 
contradicción práctica. Dicha incoherencia estriba al aceptar que las sociedades adquieren 
sentido en tanto se defiende el pacto inicial de protección a la vida de sus integrantes, 
procurando así dejar atrás la condición que esto conlleva y que, en la práctica, esto no sea 
así. Además, si este acuerdo de protección no es llevado a término de la manera pactada 
 
5 TTP, XIV, pp. 68-69 
 
 
13 
 
entre un Estado y sus ciudadanos, este no resulta conveniente para el segundo. Al respecto, 
Spinoza argumenta que "un pacto no puede tener fuerza alguna, sino por razón de su 
utilidad, quitada la cual, el pacto mismo desaparece y se convierte en nulo".6 
 Sin embargo, es menester analizar el porqué de dichas incongruencias. Y, por otro 
lado, cuáles son las consecuencias de una situación tal. Cuáles son las causas para el 
surgimiento de esa situación de incongruencia, haciendo referencia tanto a los elementos 
que configuran el individuo social, como los encargados de cumplir el pacto hecho en 
principio para la cancelación del miedo entre los ciudadanos pertenecientes al Estado. 
Cuáles son los orígenes de la incoherencia surgida y el cómo pueden ser interpretadas a 
través de la propuesta espinosista. 
La propuesta de Spinoza tiene como objetivo principal traducir dicha situación en 
términos ontológicos, ofreciendo así un punto de apoyocontundente, pues contempla las 
relaciones humanas como relaciones corporales que se dan tanto en niveles simples como a 
gran escala. Al tener la concepción de la sociedad como un individuo compuesto por otros 
individuos (una especie de organismo), la propuesta que parte de lo individual hacia lo 
general es clara: dado que el cuerpo humano necesita, para su conservación, de muchos 
otros cuerpos, y es como si éstos lo regenerasen continuamente7, el Estado (que es 
concebido como un individuo compuesto) necesita también de componentes que se estén 
regenerando. Las modificaciones que se dan se producen a causa de cuerpos externos que 
intentan desconfigurar la composición interna de esta. Esta última premisa es crucial pues 
al plantear Spinoza que “cada cosa se esfuerza, cuanto está a su alcance, por perseverar en 
 
6 TTP, XVI, p. 73 
7 E, II, Post. 4. 
 
 
14 
 
su ser”8, se deduce que no existe el ánimo de autodestrucción por parte de ningún individuo 
compuesto o cuerpo. Desde el punto de vista de la filosofía de Spinoza, el objetivo de esta 
suerte de autoconservación es la de mantener una cohesión social que permita la 
perduración de la sociedad dentro del Estado.9 Aquello que se vislumbra en la sociedad 
actual es la falta de acción por parte de sus integrantes, situaciones en las cuales los seres 
humanos tienden a ceder ante actitudes que atentan contra el bienestar general: . Hay una 
actitud pasiva en la que sólo se limitan a recibir las perturbaciones externas iniciadas por 
esos grupos antes mencionados: el ejército, los cuerpos policiales, etc. El problema radica 
en que son estos grupos los encargados de que dichas perturbaciones o alteraciones no 
lleguen a manifestarse en contra de la parte civil de un Estado. En otras palabras, es 
contradictorio que los organismos encargados de la seguridad de la población civil de un 
Estado sean aquellos a los que la sociedad civil tema. 
La cuestión merece ser tratada como lo hace Spinoza desde su sistema: desde la 
ontología; como respuesta a la necesidad de referirse a la sociedad como un cuerpo. Un 
cuerpo que, como todos, es afectado externamente; derivado de múltiples condiciones y 
causas que se irán revisando a lo largo de la investigación. De esta manera el acercamiento 
a ciertas problemáticas sociales actuales tendrá un enfoque especial que no se limita a la 
perspectiva sociológica o política, sino igualmente a la ontología política y a la metafísica 
misma. 
1.2. Problemas 
Una vez planteada la perspectiva desde la cual se parte en el presente trabajo, resulta 
ahora necesaria la contextualización de la misma. El objetivo es dar una perspectiva general 
 
8 E, III, P. 6 
9 TTP, XVI 
 
 
15 
 
del plano en el que sitúa la problemática acerca del miedo. Como se expresó anteriormente, 
es necesario indagar más a profundidad acerca de las condiciones en las que se manifieste 
claramente la contradicción planteada entre la promesa de seguridad por parte de la 
asociación de individuos y las circunstancias reales. Sin embargo (para fines prácticos), 
resulta más esclarecedor si se toma un ejemplo en concreto mediante el cual se pueda 
delimitar la relación conceptual tratada en el apartado anterior. En este punto es necesario 
resaltar que en dicho modelo a revisar se conjugan distintas condiciones de tal modo que 
pueda utilizarse en todo el sentido de la palabra modelo; esto es, que reúne diversos 
patrones que se repiten en otras circunstancias. Con esto se logra no solamente explicitar 
esas condiciones en particular, sino partir de ellas para la realización de otros análisis 
filosóficos en otras condiciones similares a las planteadas en el presente apartado. 
Es en este proceso que el caso mexicano10 esclarece, de una manera clara, cómo es que 
existen relaciones ontológicas no convenientes para los individuos dentro de un solo 
sistema estructurado reconocido como el Estado. Y más allá aún, muestra cómo es que se 
incumple el pacto que garantiza a los individuos la supresión del miedo que conlleva el 
estar fuera de dicha asociación. Dicho fenómeno, como se expresó anteriormente, pareciera 
tener contradicciones fuertes en tanto que dicho sistema encuentra su existencia justificada 
en cuanto que brinda las condiciones necesarias para la protección de la vida de factores 
externos a los integrantes que le configuran, cancelando así las condiciones que propician el 
miedo. A lo largo del presente apartado se harán evidentes los elementos que apoyan la 
postura de la contradicción conceptual y teórica que de esto se genera. 
 
10 Requisado a partir de la instauración de determinadas acciones (más adelante analizadas) cuyo resultado 
haya sido el atropello de condiciones humanas necesarias dentro del Estado mexicano actual, como la 
seguridad, el bienestar social, etc. 
 
 
16 
 
La razón por la cual hacer énfasis en este ejemplo en especial tiene su origen en 
diversas causas. Entre ellas debido a que es un caso próximo, dado el contexto en el que se 
desarrolla el presente trabajo. De esta manera se tiene la ventaja de partir del centro de las 
problemáticas y contar con hechos concretos y detallados lo suficiente para poder acceder a 
estos desde la perspectiva ontológica. Otra justificación tiene que ver con lo anterior dicho 
sobre tomar este ejemplo como un modelo. De esta manera, tomar el caso mexicano “se 
debe a que su realidad constituye, más que un caso, un “modelo” a estudiar, en el sentido de 
que condensa de manera muy clara una serie de tendencias de carácter más general”.11 
 
1.2.1. Desigualdad social 
Dentro de las principales problemáticas a abordar se encuentra la relacionada con la 
forma en la que los individuos que conforman la sociedad se ubican dentro de diversas 
condiciones que benefician o entorpecen su desarrollo en el entorno. Estas últimas van 
generando dentro de las relaciones entre individuos disimilitudes justificadas, sobre todo en 
el alcance material, político, cultural, etc., que crean la desigualdad. “Las desigualdades y 
exclusiones sociales son producidas y reproducidas por la acción social de los diversos 
tipos de actores sociales y esta, a su vez, es estructurada por las condiciones (pre)existentes 
de las desigualdades”.12 Los miembros del grupo social se encuentran en cierto tipo de 
condiciones diferentes que, como se dijo anteriormente, impiden o ayudan su desarrollo 
dentro del mismo conjunto de individuos. Ahora bien, un factor importante a considerar es 
 
11 Calveiro, Pilar, Violencias de Estado: La guerra antiterrorista y la guerra contra el crimen como medios de 
control global, Ed. Siglo XXI, Buenos Aires, 2012, p. 172 
 
12 Silva, Manuel Carlos, Desigualdad y exclusión social: De breve revisitación a una síntesis proteorética, 
RIPS (Revista de –investigaciones Políticas y Sociológicas), vol. 9, núm. 1., Santiago de Compostela, España, 
2010, p. 129 
 
 
17 
 
el hecho de que no sólo existe la producción de dichas condiciones de desigualdad entre los 
individuos, sino que se van reproduciendo. Esto significa que la situación parece estar 
dentro de un círculo en el que, más que pretender poner fin, se mantiene. 
La sociedad actual se encuentra fragmentada. Dicha condición halla su origen en 
una concepción del cuerpo social como un todo que se configura de tal manera que a sus 
componentes se les asigna un valor. Al adoptar esta concepción se tiene como resultado que 
el valor de cada individuo que compone a la sociedad sea diferente. En dicha interpretación 
los seres (humanos o no) adquieren un valor intrínseco por medio del cual se ubican dentro 
de una especie de jerarquía social. Esta última intenta fundamentar dichavaloración interna 
por medio de elementos externos a los individuos. Un claro ejemplo de esto es la 
consideración de un individuo dentro de la jerarquía social tomando como principio para su 
contemplación el poder adquisitivo de bienes materiales o servicios con los que cuenta. En 
otras palabras, se valora a las personas por medio de aquello que les pertenece o tienen la 
posibilidad de adquirir a través de los recursos (económicos, principalmente) de los que 
dispone dentro de la sociedad. Se adjunta un valor con relación a lo que sus recursos 
puedan brindarle: ventajas frente a otros individuos. 
Esa diferenciación entre individuos teniendo como principio el valor asignado tiene 
algunos inconvenientes, entre los que se encuentra principalmente el hecho de que para 
toda valorización para con cierto individuo, necesariamente existe una desvalorización para 
otro u otros. Dicho proceso es lo que, en el nivel más básico, presenta la desigualdad en la 
sociedad. Esta lleva consigo necesariamente la subestimación de ciertos grupos y la 
sobrevaloración de otros. Para la mejor comprensión del presente punto resulta de gran 
 
 
18 
 
utilidad considerar que dichas relaciones de desigualdad entre individuos sirven de materia 
prima para el desarrollo de otras problemáticas, como la violencia.13 
Ahora bien, las condiciones que posibilitan el desarrollo desigual de los individuos 
en sociedad, como se expresó anteriormente, son reproducidas dentro del mismo contexto 
en el que se producen estas. “La desigualdad genera humillación, violencia, desconfianza y 
falta de cooperación”.14 Al considerar que el valor otorgado externamente se fundamenta en 
las ventajas adquiridas frente a otros, se tiende a considerar el hecho de que dichas ventajas 
puedan ser totalmente azarosas, fortuitas; es decir, que no necesariamente exista una razón 
que justifique su posesión. Individuos con más alcance económico y poder adquisitivo cuya 
apropiación no se justifica por el mérito. Un ejemplo de esto pueden ser ciertos individuos 
que, fortuitamente, se encuentran en una posición de ventajas económicas por herencia. En 
este ejemplo es claro el hecho de que, en un momento inicial, estas condiciones, 
comparadas con las de otros individuos que carecen de ese factor totalmente fortuito al 
momento de su nacimiento, presentan grandes ventajas y desventajas para ambos, 
respectivamente. Uno de los rendimientos derivados de estas condiciones suele ser el 
resentimiento por parte del segundo para con el primero, pues no existe razón que 
fundamente esa desventaja si se refiere únicamente a los individuos vistos como miembros 
de una comunidad. Los individuos, al momento de ser conscientes de dichas condiciones 
que generan desigualdad entre unos y otros, pueden generar diversas reacciones. Dentro de 
 
13 Que retomaremos en el siguiente apartado. 
14 Muñoz Oliveira, Luis, Árboles de largo invierno. Un ensayo sobre la humillación, Almadía, México, 2016, 
p. 66 
 
 
19 
 
ellas está el rechazo, con este viene la exclusión15, la cual abrirá paso al surgimiento del 
resentimiento; respuesta que amerita su análisis inmediato. 
 
1.2.2. Resentimiento y exclusión 
Como se menciona en el apartado anterior, la desigualdad en la que se hallan los 
seres inmersos en la sociedad genera dentro de estos determinados sentimientos; los cuales 
son producto del reconocimiento de la diversidad de niveles existentes en el estado de 
sociedad. El resentimiento nace como respuesta a estas condiciones de desigualdad entre 
individuos. La razón principal estriba en el hecho de que aquellos individuos que 
experimentan la sensación de restricción de ciertos bienes o condiciones por parte de los 
otros quienes tienen acceso a aquello de lo que carecen los primeros, comienzan a 
identificar la problemática que genera la desigualdad en sus diferentes manifestaciones: 
económica, social y cultural principalmente. Esto es, al momento en el que alguien toma 
conciencia de que se halla en una situación desfavorecida dentro de las condiciones de 
desigualdad en sociedad se genera en aquellos excluidos un sentimiento de rechazo hacia 
dicha situación, y a los que la ocasionan. En palabras de Luis Villoro, los individuos 
experimentan la injusticia, pauta que desemboca en el surgimiento del resentimiento: 
El dolor físico o anímico es una realidad de nuestra experiencia cotidiana. Pero hay una experiencia 
vivida particular: la de un dolor causado por el otro. Sólo cuando tenemos la vivencia de que el daño 
sufrido en nuestra relación con los otros no tiene justificación, tenemos una percepción clara de la 
injusticia. La experiencia de la injusticia expresa una vivencia originaria: la vivencia de un mal 
injustificado, gratuito16. 
 
 
15 Es importante señalar el hecho de que dicha exclusión puede darse de parte de ambos lados, sin embargo, 
el rechazo que denuncia la desigualdad de condiciones generada por factores fortuitos generalmente nace en 
el seno de entre los que sufren esas desventajas. Su tratamiento será abordado en el siguiente apartado. 
16 Villoro, Luis, Los retos de la sociedad por venir, FCE, México, 2013, p. 16 
 
 
20 
 
La experiencia de la exclusión, el dolor, la injusticia, los cuales son causados por los otros, 
repercuten en los cuerpos de los individuos de tal manera que se gesta en estos últimos el 
empeño por cambiar su condición de desventaja. El anhelo por salir de dichas condiciones 
es lo que funciona como potenciador del resentimiento, ya que este sirve como una especie 
de motor para la acción, esta última encaminada a al mejoramiento de condiciones 
materiales, sociales, etc. Sin embargo, el camino para lograr el objetivo del cambio de 
condiciones depende (en la mayoría de los casos) de respuestas negativas derivadas del 
resentimiento. 
En la concepción anterior, el resentimiento surge de la experiencia de la injusticia; 
esta última resultado del sufrimiento de un mal injustificado: sin razón alguna aparente. A 
diferencia de cuando existen las condiciones patentes para la exclusión o desigualdad, el 
mal injustificado pareciera no tener dichas condiciones o justificaciones para poner en 
acción conductas negativas hacia los individuos: injustas. El origen de esta acción 
injustificada parece incierto. No obstante, necesariamente se encuentra ligado a la 
interacción con el otro. Es por esto que resulta tanto complicado rastrear los elementos que 
integran la exclusión y, por ende, el resentimiento. Actitudes negativas como respuesta a la 
desigualdad social que pueden ir desde el desprecio a la sola presencia del cuerpo afectante 
hasta conductas que deriven en la completa destrucción del mismo: la muerte del otro, de la 
diferencia. 
Ahora bien, el hecho de que exista la exclusión entre los individuos no implica que 
esta afecte a todos por igual. Las necesidades de los cuerpos que conforman el todo social 
son tan numerosas y distintas que aquello que afecte a alguno podría ser beneficioso para 
otros, dependiendo de la naturaleza que tenga cada cual; aquello que le resulta útil a ciertos 
 
 
21 
 
cuerpos puede resultar nocivo para otros distintos17. Es por esto que el "daño" que se 
presenta dentro de los integrantes del cuerpo social puede ser totalmente relativo a las 
diversas necesidades, configuración y posición de estos mismos. "La ausencia de un valor 
carente suele corresponder a una característica que comparten los miembros de un grupo o 
clase social [...]. Esa característica expresa un tipo de necesidad colectiva propia del grupo 
y da lugar a la conciencia de ausencia de un valor específico."18 En otras palabras, el daño 
es relativo a la exclusión o ausencia específica de ciertas necesidades o valores. De esto se 
deriva entonces que el resentimiento tenga su existencia condicionadaa acciones 
provocadas por otros cuerpos cuyo resultado sea la exclusión de valores o necesidades 
específicas de un cuerpo o grupo de estos. 
El surgimiento del resentimiento se posibilita en tanto existan carencias específicas 
hacia un individuo en específico o un colectivo de los mismos. Sin embargo, existen 
necesidades o valores que son compartidos por la mayoría de seres humanos; condiciones 
sin las cuales no podría haber una conveniencia del todo y a las que la mayor parte de éstos 
aspiran. Un ejemplo claro de esto es la seguridad, dado que ningún cuerpo podría mantener 
su existencia prolongada si no fuese por la seguridad que se le brinda en el Estado 
(condición que ya se revisaba anteriormente). Más aún, el sentimiento de seguridad dentro 
de los individuos resulta clave para la acción, pues este lleva consigo el aspecto de la 
certeza. Gracias a dicho sentimiento puede haber acciones: nadie saldría de su hogar si 
tuviese la certeza de que moriría apenas saliendo de este. Otro ejemplo claro es el 
reconocimiento del estatus humano, necesidad imprescindible para lograr la identificación 
 
17 E, IV, P .38 
18 Villoro, op. cit. p. 21 
 
 
22 
 
de la multiplicidad ontológica en la que se desenvuelven los seres humanos. El carácter 
humano, connatural a los seres quienes comparten la configuración en extensión y en 
pensamiento propias de dicho modo, no podría ser revocado por ningún otro ser, sea 
humano o no. Su reconocimiento es indispensable para la concreción de una sociedad 
humana. La revisión de estos dos ejemplos constituye la existencia de ciertas condiciones 
generales para los individuos cuya carencia resulta totalmente nociva para la construcción 
de una sociedad. Factores o necesidades que son requeridas en cualquier individuo o grupo, 
cuya carencia deriva en el resentimiento por parte de los carentes hacia aquellos quienes 
propician dichas acciones. 
Ahora bien, los caminos opcionales que surgen como respuesta al resentimiento (es 
decir, la manera en la cual es posible concretar o hacerlo patente) pueden tornarse en 
diferentes formas. Luis Villoro menciona un camino en específico19: La equiparación entre 
el excluido y el excluyente, la cual es una acción gestada en el excluido al equiparar las 
condiciones en las que se plantea una especie de pelea, la cual comienza por hacer notar el 
común carácter humano entre ambos, para después llegar al reconocimiento del otro y, de 
esa manera, de uno mismo. En el presente trabajo se hará hincapié en la respuesta violenta, 
física e intelectual; cuyo tratamiento será realizado enseguida. 
1.2.3. Violencia 
Existen condiciones entre los individuos que conforman la sociedad tales que, en un 
primer momento, logran adjudicarle un valor a cada uno de estos, permitiendo la 
diferenciación entre estos que abre paso a la desigualdad. Este primer momento genera las 
 
19 Villoro, Luis, op. cit. Apartado I: Una vía negativa hacia la justicia 
 
 
23 
 
condiciones propicias para el surgimiento del otro como un extraño que, para comenzar, es 
diferente a uno mismo; luego esa diferencia se ve identificada como una desventaja o un 
problema. El problema de la identificación de los demás individuos como diferentes entre sí 
aparece cuando los otros se convierten en extraños. 
Contrariamente al planteamiento de Spinoza sobre "si, por ejemplo, dos individuos 
que tienen una naturaleza enteramente igual se unen entre sí, componen un individuo 
doblemente potente que cada uno de estos por separado. Y así, nada es más útil al hombre 
que el hombre; […]"20 los extraños en la sociedad actual, quienes representan una especie 
de quiebre en la normalidad de la misma, parecen ser el mayor peligro para aquellos que se 
ven insertos en la sociedad, para los individuos normales. En otras palabras, dada la 
desigualdad social, y la generación de diversos tipos de valor entre individuos, que 
posiciona en condiciones favorables o desfavorables a ciertos integrantes de la sociedad, 
nace en ella el resentimiento por parte de los desvalorizados o extraños (usando el término 
de Zygmunt Bauman21). Con la presencia de este último comienza a gestarse la idea de la 
diferenciación y distintas valoraciones entre los diversos integrantes de la sociedad. Con 
esto, los seres humanos resultan un problema para unos y otros, incumpliéndose así el 
postulado de Spinoza. Esto fundamentado en el hecho de que dejan de tener la misma 
naturaleza entre unos y otros, impidiendo así la unión entre los mismos para la generación 
de potencias mayores. La multiplicidad entre los diferentes tipos de individuos comienza a 
ser inconveniente para ellos mismos. 
 
20 E, IV, Esc. P. 18. 
21 Bauman, Zygmunt, La posmodernidad y sus descontentos, Los extraños de la era del consumidor: del 
Estado del bienestar a la prisión, Ed. Akal, Madrid, 2014. 
 
 
24 
 
Ahora bien, al momento de la toma de conciencia sobre el sitio que ocupa cada cual 
en sociedad, comienzan a surgir sentimientos negativos entre los individuos para con sus 
cohabitantes, justificados (generalmente) en las condiciones desiguales dentro de las que se 
encuentran. Al identificar a los otros como seres diferentes o extraños se abren distintas 
posibilidades de respuesta. La resolución que surge entre los individuos se expresa de tal 
manera que va encaminada a modo de perpetuar la desigualdad: la respuesta violenta. Esto 
debido a que "como los hombres quieren estar siempre en el primer lugar, entran en 
querella e intentan en la medida en que pueden esclavizarse los unos a los otros. El 
vencedor de esta lucha se ensalza más por haber dañado a su semejante, que por el 
beneficio que haya obtenido"22. 
Las conductas resultantes del deseo de ciertos individuos de conquistar el "primer 
lugar", tienen como objetivo primero ya no la reivindicación de su puesto o la equiparación 
de ambos individuos como iguales, sino (como argumenta Spinoza) la mejora de su estatus 
dentro de la jerarquía social resultante de la asignación de valor. El objetivo de los extraños 
no es la búsqueda de la erradicación de la desigualdad o la diferenciación de valor entre 
seres, sino el mejoramiento del lugar en el que se encuentran dentro de la jerarquía social; 
de esta manera, aunque no se tenga plena conciencia de esto, se busca perpetuar la 
desigualdad y con ella las condiciones favorables o desfavorables para los diversos 
individuos. Estas condiciones desiguales, como se revisó anteriormente, pueden tener como 
resultado la respuesta violenta por parte de los individuos afectados. Derivado del anhelo de 
(en el mejor de los casos) equiparación de las condiciones entre individuos o de la 
búsqueda de un mejor posicionamiento dentro de la jerarquía social, sin embargo, las 
 
22 TP, I, 5 
 
 
25 
 
posiciones "primeras", aquellas que son la pretensión de la mayoría de individuos, se 
encuentran firmemente defendidas por parte de sus poseedores. La consecuencia es que 
estos individuos tratan de defender su actual posición a través de diversas vías, no obstante, 
por medio de la misma resolución: la violencia. Las relaciones violentas así descritas 
pueden ser ilustradas de múltiples modos. La conducta de exclusión por parte de personas 
sin recursos económicos suficientes para llevar cierto estilo de vida hacia personas quienes 
poseen bienes de sobra para efectuar operaciones que los primeros no, es un ejemplo de 
respuesta violenta; esto es así dado que esa condición no es razón suficiente para proceder 
de tal manera que existan sentimientos de odio y en diversos ejemplos violencia física hacia 
las personas que disponen de ciertas ventajas. Por otro lado, las personas que cuentan conlos medios necesarios para adquirir la garantía de seguir manteniendo sus bienes al obtener 
fuerza física extra de cuerpos de protección utilizan la violencia como moneda de cambio 
en todo momento para con personas en condiciones materiales desfavorecidas. La violencia 
deviene en método habitual cuando hay que tratar con el otro. De esta manera se 
normalizan las respuestas que lastiman a los individuos entre sí. 
Por otro lado, es en suma importante explicitar el hecho de que la violencia entre 
individuos no se restringe únicamente entre estos; sino también por parte del Estado hacia 
sus integrantes. Esto resulta en tanto que este último es considerado desde la perspectiva 
ontológica de Spinoza como un cuerpo/individuo; pues donde los hombres viven bajo una 
legislación general, estos constituyen una sola personalidad espiritual23. Es decir, que el 
Estado es entendido como un cuerpo, al igual que los individuos, siendo este último 
componente del primero. En ese sentido, puede hablarse de violencia entre el cuerpo estatal 
 
23 TP, II, 16 
 
 
26 
 
para con sus componentes: los individuos. Resultan ser los cuerpos estatales, encargados de 
mantener la integridad individual de los ciudadanos, aquellos que atentan contra los 
segundos de manera justificada. Pues, como se explicará más adelante, es el Estado el 
comisionado por sus mismos integrantes para el cumplimiento de la estabilidad e integridad 
de cada uno de los ciudadanos que lo componen y dan sentido a su existencia, tal y como 
señala Bauman: 
El Estado que vestía a los hombres de uniforme de modo que pudieran tener permiso y recibir 
instrucciones para pisotear y ser absueltos de antemano de la culpa de pisotear, era el Estado que se 
consideraba a sí mismo fuente, guardián y única garantía de la vida ordenada: el dique que protege al 
orden del caos. Era el Estado que sabía cómo debía ser el orden y que disponía de la suficiente fuerza 
y arrogancia no sólo para proclamar que todos los demás estados de cosas alternativos equivalían al 
desorden y al caos, sino también para obligarles a rebajarse a una condición tal24. 
 
La respuesta surgida de parte del Estado es clara: de no ser así, al no aplicar la violencia 
como medio para mantener el orden y estabilidad de todo el cuerpo social, lo que queda es 
el caos. La violencia llega a ser tan habitual dentro de los límites en los que debería no 
manifestarse que dicha condición o respuesta se normaliza. La problemática descrita estriba 
en que, si es el Estado el representante del orden y el encargado de velar por los intereses y 
el bienestar del conjunto social, ¿qué justifica el empleo de la violencia como medio de 
control? ¿cuál es el objetivo de la búsqueda del bienestar si es por medio del malestar de la 
violencia? Las condiciones de desigualdad y la violencia surgida como respuesta a estas 
generan entre los cuerpos el resentimiento, como se mencionaba anteriormente. Dicha 
situación es relevante si se considera el hecho de que se está quebrantando así el pacto entre 
individuos en tanto que este genera las condiciones idóneas para que pueda surgir la 
violencia. Es precisamente el estado en sociedad el que se funda con la promesa de 
 
24 Bauman, op. cit, p. 28 
 
 
27 
 
seguridad física, primeramente. Se limita el derecho natural que tienen los individuos de 
llegar hasta donde su poder se los permite25 en aras de la conquista de los instintos, la 
seguridad y el control del miedo que resulta de la incertidumbre al hallarse en el estado de 
naturaleza, donde lo posible es realizable en tanto se tenga el poder para hacerlo. Sin 
embargo, el individuo en sociedad se encuentra cada vez más cercano a las condiciones que 
justamente anheló abandonar en el estado de naturaleza: incertidumbre, hallarse a expensas 
de las potencias ajenas y de la propia. Todas estas condiciones tienen como resultado la 
instauración de un orden que difiere de sus principios básicos. El pacto que promete el 
mejoramiento de condiciones genera otros diferentes cuyos resultados no es precisamente 
el esperado: la abolición de la incertidumbre y con esto la conquista de la seguridad; el 
abandono del miedo. Las condiciones diferentes, como se ha revisado, tienen que ver con 
un estado de tensión en el que los integrantes buscan preservar un orden de desigualdad 
ontológica entre los seres, cuyo fin principal no es la supresión del mismo, sino la conquista 
de mejores posicionamientos dentro de la jerarquía social. Como decía Spinoza, se busca el 
"primer lugar". 
 
1.3. Metodología 
Una vez manifestadas las condiciones bajo las cuales se desarrolla la presente 
problemática es menester expresar ahora la manera en la que se les dará el tratamiento 
adecuado a estas por medio de los lineamientos planteados por la filosofía espinosista. 
Resultará más viable, para los propósitos planteados dentro de la investigación, la 
 
25 TTP, XIV, p. 68 
 
 
28 
 
realización de un análisis conceptual. Esto en parte debido a que tiene como ventaja la 
revisión conceptual, por medio de la cual se puede llegar a la realización de una 
interpretación más clara y fiel de los planteamientos ofrecidos por Spinoza (u otros 
autores). Al analizar los conceptos dentro de su sistema se pretende abordar un horizonte 
interpretativo apegado al contenido ofrecido por él mismo; de esto resultará la conexión 
con su vigencia actual dentro de diversos fenómenos que no se limiten a lo político o social 
(uno de los objetivos prescritos aquí), sino su probable aplicación dentro de otros diversos 
campos del conocimiento. Sin embargo, esto no será tema de abordaje dentro de la presente 
investigación. La concepción de análisis propuesta es entendida como la indagación directa 
de elementos que influyan en la postulación de diversos conceptos del sistema filosófico 
planteado por Spinoza. Es decir, inquirir acerca de los componentes que integran algunos 
de los postulados planteados en dicho sistema filosófico. La realización de una especie de 
genealogía conceptual para adquirir una mayor comprensión con vistas a emplearse en la 
comparación de posibles contextos donde aplicarse. Para esto será necesario tomar en 
cuenta desde qué perspectivas en específico habrá que abordar las problemáticas 
mencionadas anteriormente. Para la consumación de dicha empresa resultará en suma útil 
identificar por separado las cuestiones relacionadas con dicho sistema filosófico. 
En primer lugar, es inevitable esclarecer que todas las cuestiones derivadas de los 
pasados planteamientos tendrán una revisión desde la perspectiva ontológica. Es por esto 
que, como se podrá vislumbrar, el material imperioso de referencia será la Ética 
demostrada según el orden geométrico. El motivo de esto estriba en el hecho de que el 
núcleo de la obra de Spinoza se halla, inevitablemente, en el seno de la filosofía moderna. 
De esta manera se logra tener una interpretación más apegada de los postulados ontológico-
 
 
29 
 
políticos planteados dentro de otras obras, como el Tratado político, cuya redacción es 
posterior a la Ética. Como se mencionó anteriormente, uno de los objetivos principales de 
la presente investigación es traducir al plano ontológico algunas de las situaciones antes 
abordadas. Esto con el propósito de realizar un análisis que tenga como punto de partida la 
concepción espinosista del miedo; esto último resulta clave, dado que esta es una de las 
premisas principales de la presente investigación. Analizar el concepto de miedo desde la 
perspectiva ontológica espinosista generará rendimientos que podrían ser aplicados al plano 
político26, principalmente en el ámbito de la acción humana. El objetivo de partir de una 
concepción ontológica estriba en poder lograruna mejor comprensión no de un caso en 
donde se presente el miedo, sino que sea posible generalizar dicha concepción (siendo fiel 
al espíritu moderno propio de la filosofía de Spinoza). 
Por otro lado, es importante esclarecer el porqué del tratamiento de dichas 
cuestiones a través de un análisis. Entre las causas se halla una comprensión general de los 
conceptos dentro de la filosofía espinosista, y atisbar los alcances de dichas concepciones, 
es decir, con esto se pretende revisar casos actuales, en los cuales exista la posibilidad de 
“traducirlos” en dichos términos filosóficos. Esto último con el objetivo de probar los 
rendimientos que puede tener el análisis de problemáticas actuales con concepciones 
ontológicas y qué es lo que puede derivarse de esto. Uno de los caminos que 
inevitablemente se tendrá que recorrer en dicho propósito será el de la filosofía política, 
respondiendo igualmente a la esencia misma de la filosofía del holandés, la cual encausa 
sus premisas con aplicaciones políticas. Además, el hecho de que se trate de un análisis 
abre la posibilidad a múltiples interpretaciones del mismo; esto es, al lograr analizar 
 
26 Dicha temática será abordada más adelante en la investigación. 
 
 
30 
 
distintos fenómenos sociopolíticos por medio de la ontología espinosista, se consigue así 
mismo una nueva ventana por medio de la cual interpretar las problemáticas actuales. Con 
esto puede demostrarse, además, que a pesar de que los conceptos planteados por Spinoza 
se gestaron en un contexto diferente al actual, estos pueden, no obstante, dar respuesta a 
problemáticas vigentes y de suma importancia. La interpretación de fenómenos 
sociopolíticos actuales por medio de la filosofía de Spinoza es uno de los rendimientos 
pretendidos en el presente análisis, lo cual será abordado en el siguiente apartado. 
El análisis pretendido tiene ciertos alcances y limitaciones propias del modelo de 
investigación mediante el cual se desarrolla el presente trabajo. Una parte de los alcances 
ya ha sido mencionada anteriormente; refiriéndose a la posibilidad de lograr establecer un 
horizonte teórico desde la filosofía de Spinoza que permita dar cuenta de fenómenos 
sociales y políticos (principalmente) actuales. No obstante, una de las limitaciones a esto 
último resulta el hecho de que la interpretación de dichas situaciones sea únicamente desde 
el plano de la ontología y la política; en otras palabras, el hilo conductor de todas las 
cuestiones tratadas será el de la ontología política. Esto último se entiende como una 
concentración del análisis de diversas temáticas en la ontología para desembocar en sus 
rendimientos y aplicaciones políticas. 
Otro de los límites fijados dentro del análisis propuesto es el hecho de centrarse en 
el sistema filosófico de Spinoza, empero se revisarán de manera general algunos autores 
intérpretes de dicho sistema27 que amplíen el horizonte de comprensión filosófica de los 
 
27 Los autores y sus posturas dependerán de los temas a revisar dentro de la filosofía espinosista. Sus posturas 
y aportes serán considerados únicamente como material de referencia, pues el objetivo del presente trabajo es 
la revisión de ciertas temáticas sociopolíticas por medio del sistema de Spinoza, tomando como referencia 
directa los textos del mismo. 
 
 
31 
 
temas a abordar. En suma, el análisis partirá de la postura ontológica de este sistema, 
revisando algunas otras para contemplarlas dentro del trabajo como material de referencia, 
para, finalmente, lograr una propia interpretación de los postulados de Spinoza; los límites 
serán los impuestos por el propio sistema. Esto sin el ánimo de forzar los conceptos de tal 
manera que adviertan significados que poco tienen que ver con lo que pretendía el autor de 
esta filosofía. Sin embargo, en su momento se advertirá la flexibilidad con la que cuenta 
dicho sistema de tal manera que pueda ser base para la realización del análisis pretendido. 
Al emplear el término “flexibilidad” se hace referencia a la manera en la que el sistema 
filosófico planteado por Spinoza puede ser interpretado desde diferentes puntos de vista, de 
manera tal que sirva como base para distintas formas de pensamiento, bien sea desde la 
política, la metafísica u ontología, la historia, etcétera. En su momento se harán patentes las 
diversas posturas que retoman como base dicho pensamiento y que, aunque algunas puedan 
resultar a primera vista incompatibles, tienen la misma raíz: el espinosismo. 
No obstante, una de las desventajas más patentes emerge cuando algunas 
interpretaciones se alejan tanto de los postulados y concepciones del espinosismo que 
obligan al sistema a rendir cuenta de aspectos a los que no es posible referirse con esta o 
que “forzan” al mismo para explicar determinados puntos. Un ejemplo de esto podría ser 
una de las posturas de Deleuze, quien en ciertos pasajes de su vasta obra sobre Spinoza 
hace referencia a ciertas concepciones que no necesariamente expresan aquello que este 
último escribió en realidad28 o, si se refiere a ciertas partes de la obra espinosista, son 
 
28
 Un ejemplo muy ilustrativo de esto es un pasaje dentro de su obra Filosofía práctica, p. 12, en donde habla 
sobre la concepción de Spinoza acerca del poder y fin del Estado. En ella, se hace referencia sobre que el 
verdadero objetivo del individuo en sociedad es el evitar la sujeción a la regla del Estado. Lo cual no es 
precisamente lo que expresa Spinoza en el capítulo V del Tratado político. En él, se expresa claramente que el 
mejor Estado es aquel los hombres viven en concordia y las leyes no se vulneran. TP, V, 2. 
 
 
32 
 
encaminadas en otras direcciones que difieren de la concepción de los textos originales. Es 
por esto último que se pretende trabajar con las fuentes directas del espinosismo y aquellas 
que fungieron como inspiración en el pensamiento del holandés; esto en razón de apegarse 
a los postulados y concepciones inmediatas a su sistema. Además, con esto se pretende 
realizar un mejor análisis de los fenómenos actuales, pues se evita el trance de su sistema 
por medio de comentadores o intérpretes. Esto último surge como respuesta a otro de los 
objetivos presentes: explorar hasta qué punto es posible aplicar las concepciones 
espinosistas en algunos elementos del contexto actual del siglo XXI. 
1.4. Rendimientos filosóficos. 
El hecho de hacer referencia a la filosofía de Spinoza dentro del presente trabajo es 
resultado de múltiples cuestionamientos acerca de la posibilidad de emplearla como 
herramienta conceptual al momento de pretender abordar problemáticas actuales por medio 
de ella. La presencia de estas últimas, como se ha tratado más a profundidad en los 
apartados pasados, exhorta a la búsqueda de nuevos y diversos caminos por medio de los 
cuales obtener una comprensión general de la realidad social actual; esto con el objetivo de 
instalarse en un horizonte por medio del cual se brinde la posibilidad no sólo de interpretar 
la realidad, sino dar cuenta de posibles respuestas a diversos aspectos que resultan de dicha 
interpretación. 
Uno de los rendimientos inmersos dentro de la vasta red conceptual que es el 
espinosismo se encuentra en la concepción del miedo. Al momento de instalarse dentro de 
esta resulta en suma peculiar la estrecha conexión que se tiene entre el concepto de miedo y 
el pensamiento político del holandés. Esto último resulta más claro si se realiza una 
 
 
33 
 
revisión a la obra de este, en particular el Tratado Político, dentro del cual en no pocas 
ocasiones se hace referencia a la importancia que tiene dicho concepto al momento de 
pretender hacer un análisis político de la sociedad dentro de la que, en ese entonces,se 
encontraba dicho pensador. No obstante, el profundizar en dicha problemática es tarea 
pretendida para otro momento en la investigación. Por el momento es pertinente referirse a 
los resultados de la realización de un análisis filosófico del concepto de miedo. 
El método requiere de un hilo que logre unificar diversas problemáticas con puntos 
de conexión que no se vislumbran en un primer momento. Los elementos relatados al 
principio del capítulo hacen referencia a una manera muy general en la que se hallan las 
sociedades humanas en el mundo occidental del siglo XXI. Las temáticas son diversas. Sin 
embargo, existe una constante por medio de la cual se puede entender su exposición: tanto 
la desigualdad, la violencia y el resentimiento tienen como trasfondo una concepción en 
especial del miedo: la ignorancia como base fundamental de este. Esta vía se entiende (en 
este primer momento) como aquel sentimiento que surge de la incertidumbre sobre un 
hecho o acción que pueda resultar perjudicial para un individuo29. Dado el enfoque 
ontológico destinado, la concepción del miedo que se pretende revisar tiene como 
principales objetivos: contemplar diversas problemáticas por medio de este, lo cual deriva 
en hallar (como se expresaba anteriormente) una suerte de base que sirva para poder 
interpretar a las primeras y adquirir un panorama más amplio de las mismas. En otras 
palabras, el análisis del concepto de miedo dentro de la filosofía de Spinoza conducirá a la 
interpretación de fenómenos sociales y políticos (principalmente) por medio del mismo, de 
 
29 Dicha noción se encuentra en la definición XIII de las Definiciones de los afectos en el libro tercero de la 
Ética. La cual tendrá su revisión en el segundo capítulo. 
 
 
34 
 
manera tal que se pueda adquirir un diagnóstico general de la situación a través del 
horizonte del espinosismo. Por otro lado, otro de los propósitos al partir de dicho concepto 
radica en el hecho de rastrear otros conceptos espinosistas que logren una especie de puente 
entre la ontología y lo planteado en su teoría política; algunos de los pilares de dicho 
sistema. 
Ahora bien, dentro de los frutos pretendidos se vislumbra, además del análisis 
general, la posibilidad de ofrecer una propuesta a los obstáculos sociales y políticos 
presentes en el contexto actual. El camino para lograr dicha empresa lo dictarán los propios 
alcances de los conceptos del sistema filosófico spinozista; es por esto el énfasis en la 
importancia de la correcta comprensión de los postulados y concepciones ofrecidas en este. 
Es en este último punto que se hace pertinente la postulación del concepto de 
desesperación. Este último está fuertemente ligado al concepto de miedo; sin embargo, 
carece de un factor clave que los diferencia totalmente: la ignorancia. En este último 
concepto hay una carencia de esta, la cual es sustituida en el primero por la certidumbre30 
derivada del conocimiento de factores que intervendrán negativamente en la composición 
de un individuo. Ya que en estos últimos conceptos se manifiesta la duda o ignorancia, por 
un lado (miedo), y la certidumbre o falta de duda por el otro (ignorancia), será necesario 
profundizar en estos para lograr establecer la vía estimada como posible respuesta a las 
problemáticas actuales. En otros términos, aquello que se plantea como una de las hipótesis 
del trabajo de investigación es el hecho de que la sociedad actual no es ya ignorante de sus 
problemáticas; todo lo contrario, es consciente de ellas y deja a un lado el miedo, el cual 
 
30 El tratamiento de dicha idea será abordado una vez se tengan los elementos necesarios para la justificada 
postulación de dicha concepción como posible propuesta dentro de la tesis. E, III, Def. afectos. 15 
 
 
35 
 
reclama necesariamente la duda. Es por esto que se traslada ya al terreno de la 
desesperación; esto en tanto que se disipa la duda sobre acontecimientos que afectarán de 
manera negativa a un individuo o al conjunto de estos; se tiene la certitud de esto. No 
obstante, estas consideraciones, vagas aún, generarán frutos que irán de la mano con la 
instauración del horizonte espinosista de interpretación. Su tratamiento se irá gestando a lo 
largo del trabajo de investigación; por esto es necesario tener en cuenta toda una gama de 
conceptos periféricos a los dos principales (tema ineludible e hilo conductor del capítulo 
inmediato). 
Los rendimientos pretendidos se centran en el marco de la filosofía política; no 
obstante, como se ha mencionado repetidas veces, partiendo de la ontología. Al realizar 
dicha conexión o puente entre ambas disciplinas se inquiere la inseparable relación entre 
ambas de modo tal que una pueda dar cuenta de la otra y viceversa. En otras palabras, lo 
que se busca al hacer dicha conexión es hacer evidente algo que no siempre resulta como 
tal: la ontología puede derivar en el plano político y a la inversa. Esto puede apreciarse 
mejor si se tiene una concepción de individuo adecuada para tal fin. Para esto será necesario 
referirse al concepto de cuerpo, el cual es determinante al momento de construir dicho 
puente; esto en razón de que en ambos planos (político y ontológico) se puede utilizar con 
cierta maleabilidad. El tratamiento de esta cuestión tendrá su debido lugar cuando resulte 
pertinente dentro de la investigación, sin embargo, es de gran utilidad contemplar que dicho 
fruto de la investigación no es menos importante que los demás, esto en razón de que no es 
tan común en la actualidad formarse la idea de una ontología política que pueda dar cuenta 
de ciertos fenómenos presentes ya sea en las sociedades o los individuos. De esta manera se 
 
 
36 
 
pretende explicitar un campo dentro de la filosofía que no es material de referencia primera 
al momento de indagar sobre cuestiones como las que se reflejan aquí. 
Es de esta manera que se vislumbran los primeros productos del planteamiento 
ofrecido y qué es lo que se espera utilizando al espinosismo como sistema filosófico capaz 
de ofrecer una propuesta a las vicisitudes presentes en la sociedad actual. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
37 
 
Capítulo 2 
Profundización y análisis del miedo, la violencia y el otro a través de la 
filosofía de B. Spinoza 
 
Las condiciones en las cuales se despliega el análisis del estado actual de la sociedad, 
generan una vasta cantidad de interrogantes dignas de una amplia reflexión por medio de 
herramientas conceptuales propias de la filosofía. Para titánica empresa es necesario tomar 
en consideración diversos factores, pues resulta claro que no es tarea sencilla ni mucho 
menos veloz. Es por esto que a lo largo del siguiente capítulo se tratará sobre lo ya 
esbozado anteriormente de manera tal que pueda interpretarse a través del horizonte 
filosófico que ofrece el pensamiento de Spinoza. Por otra parte, cabe mencionar la 
importancia de la que goza el planteamiento de dichas problemáticas, pues una de las 
ventajas que se adquiere partiendo desde éste es la eventual generalización que puede tener 
lugar al ejercer un tratamiento ontológico. No se trata entonces únicamente de las 
condiciones concretas de una sociedad en particular; sino más bien es una suerte de 
diagnóstico actual que bien puede ser trasladado a diversos ámbitos humanos alrededor del 
mundo. 
Sin embargo, en el presente apartado será requisito indispensable pensar en el 
contexto a través del cual se desarrolla la investigación. De esta manera se tiene la ventaja 
de mantener en dichas problemáticas una especie de frescor que será útil para poder 
comprender más atinadamente su carácter; esto, claramente, con el objetivo de ir hilándolas 
con la maquinaria conceptual espinosista. Una clave para concebir a ésta y corroborar su38 
 
validez actual es su identificación por medio de circunstancias que, además de la 
posibilidad de interpretarlas por medio de éste, sean cercanas y por lo mismo accesibles. 
El presente capítulo tiene como objetivo principal la condensación de dichas ideas; 
esto por medio de la instauración del espinosismo como organon por medio del cual 
realizar un examen de las condiciones presentes en las que se desenvuelve la sociedad 
mexicana y, además, de cuáles son sus consecuencias dentro del ámbito social, político y 
ontológico. Ante tal situación será necesaria la constante referencia a ÉTICA, obra en la que 
se sientan las bases de la ontología espinosista; esto al igual que una profundización en 
elementos clave para la correcta realización del análisis propuesto como fin. Dichos 
elementos son medulares dentro de la problematización presente y deben, por ende, ser 
tratados a profundidad para proceder, de manera posterior, a la conjunción de todos los 
elementos con el objetivo de generar una visión amplia de los problemas. 
 
2.1. Postulados y problemas principales 
Realizado un primer acercamiento a cuestiones específicas relacionadas con las 
temáticas anteriores vinculadas con la desigualdad social, el resentimiento, la exclusión y la 
violencia, llega el espacio para profundizar en estos e indagar sobre sus rendimientos 
mediante las herramientas conceptuales brindadas por la filosofía espinosista. Para 
comenzar con dicha empresa es necesario tomar consciencia de la envergadura de esas 
problemáticas. Por esto, toca ahora realizar una breve exposición de estos últimos por 
medio de la terminología de Spinoza; esto, además de lograr la conexión postergada con 
anterioridad, permitirá su elemental comprensión y la de los demás problemas que puedan 
derivarse. 
 
 
39 
 
Al partir de la ontología espinosista se adquiere la primera ventaja de superar la 
barrera que implica considerar a los seres humanos como entidades apartadas de las 
demás31 o dotadas de ciertas propiedades que lo instalan por encima de los demás entes. En 
este caso en particular (y que servirá como punto de apoyo para una concepción general de 
demás propuestas del sistema) es necesario referirse a la horizontalidad ontológica por 
medio de la cual generalmente se deduce la interpretación de su sistema. Para Spinoza no 
hay una causalidad vertical; es decir, que no existe un ser como causa trascendente que, 
como el término lo indica, se encuentre por encima de lo causado. En otras palabras, que 
toda cosa finita tiene como causa a otra cosa finita que ocasiona una cadena infinita de 
causas sin llegar a referirse a Dios como una causa primera o remota32 (entendiéndolo como 
substancia absoluta; o sea, como causa indirecta de todas las cosas); esto es, que Dios como 
causa debe estar necesariamente ligada a sus efectos desde una especie de proximidad o 
inmediatez y no ser factor indirecto de la creación33.conectan la causa y el efecto, pues 
entre las cosas que se conciben bajo la concepción de comunicación no se producen 
cambios entre los objetos comunicados. Esto en razón de que cada objeto en comunicación 
posee autosuficiencia; no hay cambio en las condiciones que se encuentran los partícipes de 
la comunicación. Por otro lado, los objetos que tienen comercio entre sí adquieren 
 
31 Esta concepción puede contraponerse con innumerables tesis dentro de la historia de la filosofía occidental. 
Un ejemplo ilustrativo de esto es la propuesta del filósofo renacentista Giovanni Pico della Mirándola dentro 
de su Discurso sobre la dignidad del hombre, mediante el cual defiende la tesis del hombre como un ser 
capaz de darse la forma que este elija para sí, abriendo la posibilidad de convertirse en un ser alejado de lo 
terrenal o apegado a las bestias: “Al hombre, desde su nacimiento, el Padre le confirió gérmenes de toda 
especie y gérmenes de toda vida y, según como cada hombre los haya cultivado, madurarán en él y le darán 
sus frutos”. Della Mirándola, Giovanni Pico, Discurso sobre la dignidad del hombre, Ed. π, 2006, p. 6 
32 E, I, P. 28 
33 Concepto que será entendido no como un “producto” o “emanación”, concepciones ligadas a otras 
tradiciones filosóficas como el neoplatonismo. Más bien como aquello que es en otra cosa por medio de otra y 
así sucesivamente. E, I, Ax 1. 
 
 
40 
 
características que no les eran propias. El comercio entre objetos genera cambios en estos; 
pone características en estos de las que antes estaban privados. 
De esta manera, se entiende que todas las cosas son comprendidas en Dios. Este 
último no se encuentra separado de los efectos, más bien es su causa próxima. Se sigue de 
esto que la concepción de la ontología que se plantea en el espinosismo tenga al ser humano 
contemplado como ente entre entes, el cual se halla en una continua actividad de comercio 
con los demás entes que le rodean. Esto último implica que haya en él constante actividad y 
cambio dentro del sí. Para comprender mejor esto es necesario revisar el concepto de 
cuerpo. Esto tiene como objetivo principal instalar la perspectiva espinosista a partir de la 
cual comenzar a entender el concepto de ser humano. 
Para el neerlandés, partiendo de la definición primera del libro II de la ÉTICA: 
“Entiendo por cuerpo un modo que expresa de cierta y determinada manera la esencia de 
Dios, en cuanto se la considera como cosa extensa […]”34; es necesario que al pensar el 
cuerpo se esté dispuesto a referirse a él desde el plano (o atributo) de la extensión. Los 
cuerpos son expresiones de Dios o la sustancia, por esto es que son denominados modos. 
Existen en infinitas formas y mantienen innumerables relaciones físicas o extensivas de 
movimiento y reposo entre sí. Ahora bien, hay que hacer hincapié en la diferencia existente 
entre el concepto de cuerpo y el de cosa singular, puesto que, en E, II, def. 7, se define a 
estas últimas como “las cosas que son finitas y tienen una existencia limitada; y si varios 
individuos cooperan a una sola acción de tal manera que todos sean a la vez causa de un 
solo efecto, los considero a todos estos, en este respecto, como una sola cosa singular”35. 
 
34 E, II, P. 1 
35 Dicha definición tendrá rendimientos aplicables en la filosofía política y dentro de los planteamientos 
plasmados anteriormente. 
 
 
41 
 
En esta concepción, Spinoza plantea no sólo la diferencia entre los cuerpos, los cuales 
parecen diferenciarse de las cosas singulares por hallarse antes que estas segundas dentro 
de una concepción temporal. Los cuerpos, modos de la extensión, permiten así la 
conformación de las cosas singulares. El cómo se alcanza dicha acción es comprensible si 
se considera que las cosas singulares están configuradas de tal manera que cada una de 
ellas es expresión única dentro de la infinidad de posibilidades de manifestación de los 
atributos de Dios. Las cosas tienen ciertas intensidades de movimiento y reposo, dirá 
Spinoza en el Lema 1 del libro II de la Ética, y será en consonancia con esto que se haga la 
distinción entre éstas. Algo novedoso en la manera que tiene el espinosismo de interpretar 
el concepto de cuerpo es la “madurez” (como la llama La Tournerie) con la que se maneja. 
No es que se tenga un cuerpo, se es un cuerpo36. Sin embargo, se entiende el tamaño de la 
tarea que implica el esbozo y profundización de tan fértil concepto; y es por esto que su 
tratamiento aquí será tan exigente como la misma investigación lo requiera. 
Ahora bien, al instaurarse en el horizonte filosófico ontológico, propio del 
espinosismo, la imagen que se tiene del ser humano (o más bien, de lo que vulgarmente se 
denomina cuerpo humano) es la de una cosa singular inmersa dentro del atributo de la 
extensión. Al estar dentro de este se deduce necesariamente el constante “bombardeo”

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