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1 UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS SISTEMA DE UNIVERSIDAD ABIERTA Y EDUCACIÓN A DISTANCIA NOVIEMBRE 2011 ANÁLISIS DE LA POLISEMIA EN EL ESQUEMA DE FORMACIÓN DE VERBOS PARASINTÉTICOS EN en- -ar, DEL TIPO enlatar T E S I S QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE: LICENCIADA EN LENGUA Y LITERATURAS HISPÁNICAS P R E S E N T A HILDA FLORINA SAUCEDO LÓPEZ ASESOR:DR.RAMÓN F. ZACARÍAS PONCE DE LEÓN UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. Agradecimientos A mis padres, quienes me dieron lo mejor que tenían. A Ehécatl, por su infinito amor y su alegría. A mis maestros, cuyos conocimientos, estímulo, paciencia y fe fueron imprescindibles para alcanzar esta meta. A mis amigos, por su lealtad, ejemplo, complicidad, cariño y compañía. A Luz María Figueroa Gutiérrez, In memoriam. Índice Introducción 7 Capítulo I. Formación de palabras 9 I.1 Morfología 9 I.1.1. Divisiones de la Morfología 13 I.1.2. Morfología flexiva 14 I.1.3. Morfología léxica 16 I.2. Formación de nuevas palabras. Neología 18 I.3. Afijación 20 I.3.1. Prefijación 22 I.3.2. Sufijación 26 I.3.3. Parasíntesis o circunfijación 30 I.3.4. Composición 31 I.3.5. Otros procesos 34 Capítulo II. Parasíntesis 36 II.1. Postura procesual: parasíntesis 38 II.2. Postura afijal: circunfijo 39 II.3. Formación de verbos por circunfijación 40 II.3.1. Formación de verbos en a– –ar 42 II.3.2. Formación de verbos en des– –ar 43 II.3.3. Formación de verbos en en– –ecer 48 II.3.4. Formación de verbos en en– –ar 50 Capítulo III. La parasíntesis en en– –ar 55 III.1. Alomorfia en los verbos en en– –ar 58 III.2. Comparación de los valores de la preposición «en» con los valores del circunfijo en– –ar 59 III.3. Polisemia 60 III.4. Corpus 62 III.4.1. Significados atribuidos a los verbos parasintéticos en– –ar 65 III.5. Categorización de la parasíntesis en– –ar 66 III.5.1. Agrupamientos iniciales por significado 67 III.5.2. Propuesta: tres ejes de significación y su funcionamiento 69 III.5.2.1. Eje dimensión: «superficie» o «contenedor» 69 III.5.2.2. Eje figura-fondo: «objeto» o «lugar» 70 III.5.2.3. Eje concreto-abstracto: «concreto» o «abstracto» 73 III.5.4. Clasificación de los verbos en grupos de acuerdo a los ejes de significación 75 III.5.4.1. Grupo 1 75 III.5.4.2. Grupo 2 75 III.5.4.3. Grupo 3 76 III.5.4.4. Grupo 4 76 III.5.4.5. Grupo 5 77 III.5.4.6. Grupo 6 78 III.5.4.7. Grupo 7 78 III.6. Resumen de resultados 79 III.7. Conclusiones del capítulo 80 Capítulo IV. Encuestas y comentarios 83 IV.1. Introducción 83 IV.2. Resultados de la encuesta aplicada 84 IV.3. Resultados por segmento 85 IV.3.1. Primer segmento: eje dimensión 85 IV.3.2. Segundo segmento: eje figura-fondo 89 IV.3.3. Tercer segmento: eje concreto-abstracto 94 IV.4. Conclusiones del capítulo 97 Conclusiones 99 Bibliografía 103 Anexo 1. Corpus. Grupos, esquemas explicativos y ejemplo de uso de cada verbo 105 Anexo 2. Encuesta anónima 124 Índice de tablas y figuras Tablas Página Capítulo I Tabla 1.1. Ejemplos de afijos flexivos 15 Tabla 1.2. Procesos de afijación 20 Tabla 1.3. Morfemas utilizados en la derivación y en la parasíntesis 31 Tabla 1.4. Ejemplos de categoría gramatical de las bases empleadas en la composición 34 Capítulo II Tabla 2.1. Derivación heterogénea. Sufijación y circunfijación 36 Tabla 2.2. Los circunfijos o afijos parasintéticos 37 Tabla 2.3. Algunos significados de los verbos parasintéticos en el esquema en― ―ar 43 Tabla 2.4. Ejemplos de verbos parasintéticos mediante el esquema des― ―ar y verbos prefijados en el esquema des― 44 Tabla 2.5. Verbos parasintéticos formados mediante el circunfijo des― ―ar y su esquema de formación 45 Tabla 2.6. Posibilidad de interpretación de los verbos como parasintéticos o como prefijados 46 Tabla 2.7. Análisis de verbos como parasintéticos formados mediante el esquema des― ―ar y como verbos sufijados formados mediante el esquema des― 47 Tabla 2.8. Posibilidades de elección de uso entre los circunfijos a― ―ar, en― ―ar y en― ―ecer 49 Tabla 2.9. Uso de los alomorfos en– –ar y em– –ar 51 Capítulo III Tabla 3.1. Alomorfia del circunfijo en– –ar y su distribución complementaria 58 Tabla 3.2. Comparación de los valores comunes a la preposición «en» y el circunfijo en– –ar 60 Tabla 3.3. Análisis de los verbos previo a su incorporación en el corpus 63 Tabla 3.4. Muestra representativa de sesenta verbos formados con el esquema parasintético en en– –ar. El subíndice de la base señala su clase gramatical: N nombre y A adjetivo 65 Tabla 3.5. Productividad por grupo y distribución 79 Figuras Página Capítulo I Figura 1.1. Divisiones de la morfología y ubicación de la circunfijación o parasíntesis 13 Capítulo III Fig. 3.1. Eje dimensión 70 Fig. 3.2. Eje figura-fondo 72 Fig. 3.3. Eje concreto-abstracto 73 Fig. 3.4. Eje concreto-abstracto: frontera 74 Capítulo IV Fig. 4.1. Porcentaje de coincidencia de los resultados de las encuestas con nuestras paráfrasis para el eje dimensión con los valores “sobre” y “dentro” 88 Fig. 4.2. Porcentaje de coincidencia de los resultados de las encuestas con nuestras paráfrasis para el eje figura-fondo con los valores “objeto” y “lugar” 93 Fig. 4.3. Porcentaje de coincidencia con nuestras paráfrasis con los valores “concreto” y “abstracto” 97 7 Introducción Al mundo lo nombramos, detallamos todas sus características, desde las más obvias hasta las más sutiles y ocultas, lo interpretamos, nos lo explicamos y lo comprendemos mediante palabras; cada una de las cuales es pronunciada para alcanzar este propósito. Pero las palabras utilizadas no son siempre las mismas ni pueden permanecer inalteradas, entonces cambian, se modifican, se eliminan unas y se crean otras a través de procesos de formación. Los procesos de formación de palabras son la afijación, la composición y algunos otros como los acortamientos, los cruces, la acronimia y la siglación. La parasíntesis, perteneciente a la afijación, presenta diversos esquemas entre los que, actualmente, en― ―ar tiene una clara productividad. Las palabras formadas mediante este esquema tienen significados tan variados que a veces parecen inconexos, sin embargo, esta profusión no suele ser un problema para los hablantes, quienes manifiestan suficiente habilidad para crearlas y comprenderlas. La polisemia es una característica relevante en este tipo de palabras, pero es también el mayor problema que encontramos, pues hasta ahora la sistematización de sus significados ha presentado una seria dificultad. Nuestra propuesta es considerarque el esquema prototípico o valor central del proceso de formación de palabras mediante parasíntesis en en—ar es “poner”, y su paráfrasis general es “poner algo en algo”. La hipótesis de este trabajo es que la profusión de significados puede resolverse, si consideramos que la parasíntesis en en—ar se desplaza a lo largo de tres ejes de significación: el primero implica la dimensión, si es una superficie o un contenedor, el segundo si la base de formación de la 8 palabra es el objeto que se pone, o bien, el lugar en donde se pone algo y, finalmente, el tercero es si el lugar en donde se pone algo es concreto o abstracto. En el presente trabajo comprobaremos que la polisemia presentada por las palabras formadas mediante el esquema parasintético en en– –ar, es decir, verbos parasintéticos como enlatar, derivada del sustantivo lata y el circunfijo en– –ar, sí es susceptible de ser sistematizada (ordenada y clasificada), para lo cual, propondremos una sistematización basada en su análisis. La aplicación de este esquema parasintético no representa dificultad para los hablantes a pesar de la variedad de significados que los verbos adquieren, por el contrario, la polisemia permite al esquema ser utilizado prácticamente sin restricciones. Los hablantes saben o intuyen lo que la base de formación del verbo permite realizar o su cualidad relevante y cómo es la acción que se indica, aunque aparentemente los verbos de ese tipo formen un conjunto cuya sistematización parece muy compleja. El trabajo está formado por cuatro capítulos, esta introducción y las conclusiones. En el capítulo I definiremos los términos empleados y los conceptos morfológicos que hemos tomado como fundamento para nuestro estudio. También se situará a la parasíntesis o circunfijación en el conjunto de procesos de formación de palabras dentro de la morfología léxica. En el capítulo II revisaremos las opiniones de Mervin Lang, J. Alberto Miranda, Soledad Varela, Ramón Almela, Elizabeth Beniers y David Serrano-Dolader sobre este esquema de formación de palabras, y las características de la formación de acuerdo a cada uno de los circunfijos más productivos actualmente. 9 En el capítulo III estudiaremos las características de este esquema de formación de palabras y el análisis de la polisemia basándonos en los verbos de nuestro corpus, propondremos la sistematización de esta polisemia de acuerdo a los ejes de significación dimensión, figura-fondo y concreto-abstracto y presentaremos los grupos formados como resultado de nuestro análisis. En el capítulo IV compararemos la coincidencia entre las paráfrasis propuestas para cada verbo y los resultados de la encuesta aplicada. El corpus completo puede consultarse en el Anexo 1 y la encuesta, tal como fue aplicada, en el Anexo 2. 10 Capítulo I. Formación de palabras I.1. Morfología La morfología es el estudio de la estructura interna de las palabras, de sus componentes, del análisis de los procesos y las reglas de formación de las palabras, así como de la categorización de acuerdo a la función que cada palabra desempeña dentro de la oración. Para estudiar la estructura interna de las palabras es necesario definir algunos conceptos que tomaremos de los textos de Jesús Pena y de Soledad Varela: a) morfema. Las palabras están formadas por “elementos más pequeños que tienen contenido significativo: los „morfemas‟” (Varela, 2005:17), son los elementos más simples con que se construyen las palabras, son la „unidad mínima portadora de significado‟, los morfemas no pueden dividirse en sus elementos (o fonemas) sin perder el contenido semántico. Ejemplos de morfemas son: perr―, ―o, ―a, ―ito, ―azo, ―ería, que forman las palabras „perro‟, „perra‟, „perrito‟, „perrazo‟ y „perrería‟; y también cortin―, patin―, rop― y ―aje, de „cortinaje‟, „patinaje‟ y „ropaje‟. b) raíz. Es el morfema que porta el significado básico. En un conjunto de palabras es “el segmento básico y constante en el significante de cualquier palabra que, como resultado de eliminar en tales significantes todos los afijos derivativos o flexivos, es irreductible o no susceptible de ulterior análisis” (Pena, 2000:237). Ejemplo de raíz es zapat― en zapato, zapatero, zapatazo, zapatería. c) base. Es la forma a la cual se adiciona un afijo derivativo, la base puede coincidir con la raíz, pero también puede estar previamente afijada 11 o ser una palabra compuesta, es “aquel constituyente de la palabra, en cualquier nivel de constitución o estructura jerárquica, sobre el que puede operar cualquier tipo de proceso morfológico” (Pena, 2000:238). d) afijo. En español son todos los elementos que, unidos a una raíz o a una base, aportan un matiz al significado o lo modifican, están clasificados de acuerdo al lugar de la palabra en el que se insertan en prefijos, sufijos y circunfijos o afijos discontinuos. Los afijos no pueden realizarse solos, necesitan siempre estar unidos a una base. Los morfemas, como unidades de construcción son de dos tipos: se llaman morfemas libres a los que coinciden con palabras completas (sal, mar, camión), no necesitan de ninguna otra partícula para realizarse plenamente; y los morfemas trabados o ligados, que necesitan estar agrupados para realizarse, pues “funcionan sólo cuando se combinan con otros morfemas” (Lang, 1990:24). El morfema cant– de cantar, canto, cantante que aporta el significado básico, es un morfema trabado, pero también lo son los morfemas –ar, –o y –ante, en los mismos ejemplos, son morfemas trabados o ligados cuya contribución al significado de cada una de estas palabra es: „acción realizada‟ (cant + –ar), „hecho realizado‟ (cant + –o), e „individuo que realiza la acción‟ (cant + –ante). Las palabras constituidas por un morfema libre se denominan monomorfémicas, no pueden ser sometidas a análisis y constituyen el léxico básico o primitivo de la lengua. Las palabras que forman los morfemas trabados o ligados son llamadas polimorfémicas o palabras complejas, estas palabras sí pueden ser sometidas a análisis y son mucho más abundantes, pues, de hecho, constantemente se crean nuevas. La realización del morfema o su forma fonémica se denomina morfo. Por ejemplo, el morfema libr– en las palabras libro, librero, librería, librito 12 tiene la misma forma, sin embargo, “los morfemas presentan a menudo variantes formales o „alomorfos‟” (Varela, 2005:23), por lo que la realización de los morfo depende del contexto dentro del que se encuentren. Cada alomorfo, al unirse para formar palabras, necesita ajustarse a las exigencias fonéticas de la lengua, satisfacer las preferencias de los hablantes y también, “por motivos etimológicos o convencionales” (Lang, 1992:29), realizarse de formas especiales. Los alomorfos son ligeramente distintos entre sí en cuanto a la forma, pero conservan el significado del morfema; su diferenciación, como apuntamos, depende de las exigencias fonéticas del contexto, es decir, de la palabra en la que se incluyan. En el caso del prefijo [in-] con el significado de „negación‟ existen tres formas fonémicas o alomorfos: in–, im–, i–, en invisible [in–] + [visible], en impermeable [im–] + [permeable] y en irreductible [i–] + [reductible]1. En el caso de concebir [conceb–] + [–ir], concebible [conceb–] + [–ible], concepción [concep–] + [–ción]2, encontramos dos alomorfos de la base: conceb– y concep–, cada uno de los cuales se ajusta al fonema inicial del sufijo con el que se unen para formar la palabra. Como vemos en los ejemplos, tanto las bases como los afijos pueden presentar alomorfos sin que se modifique su significado. Los alomorfos manifiestan una distribución complementaria porque la forma depende del contexto, los alomorfos no aparecen nunca en el mismo contextoni en sustitución de otro, “los alomorfos no pueden aparecer en los mismos entornos” (Gironella, 2005:33). En los ejemplos del párrafo anterior el fonema de inicio determina el alomorfo a emplear: ante las consonantes bilabiales /p/ y /b/ el alomorfo empleado es im–, ante consonantes líquidas /l/ y /r/ es utilizado i–, y ante las vocales y las 1 Existe otro prefijo [in–] o [im–] homónimo del que mencionamos, el cual tiene el significado de „introducción‟ en palabras de origen culto como infiltrar o importar. 2 Los ejemplos fueron tomados de Lang (1990:42-50) donde presenta una amplia discusión acerca de las particularidades de cada alteración fonológica. 13 consonantes que no sean bilabiales ni líquidas se usa in–. De una forma similar se utiliza conceb– ante vocal y concep– ante consonante. Tanto los morfos que realizan la función de base como los que realizan la función de afijos pueden presentar alomorfos cuya finalidad es cumplir con las condiciones fonológicas del contexto. Las bases, aun cuando sean polimorfémicas (formadas por más de un morfema), pueden también presentar alomorfia. I.1.1 Divisiones de la morfología La morfología tiene dos ramas: la flexiva o estudio de los paradigmas verbales o conjugación, y la léxica o estudio de los procesos de formación de palabras. Figura 1.1. Divisiones de la morfología y ubicación de la circunfijación o parasíntesis Morfología Morfología flexiva Morfología léxica formación de palabras Afijación C o m p o s ic ió n Prefijación Sufijación Circunfijación (parasíntesis) Acortamiento, acronimia, cruces, siglación Adjetivo+adjetivo, nombre+adjetivo, verbo+nombre, nombre+nombre, nombre+i+adjetivo, nombre+de+nombre… 14 En el cuadro mostramos la división de la morfología y la ubicación de la parasíntesis dentro de los procesos de afijación pertenecientes a la morfología léxica. Los procesos de formación de palabras en español son la afijación, la composición, el acortamiento, la acronimia, la siglación y los cruces (blends o traslapamientos). I.1.2. Morfología flexiva Las palabras están constituidas por una raíz, a la que se le suman los afijos o morfemas derivativos y las desinencias o morfemas flexivos, que aportan los accidentes verbales: persona, género, modo, tiempo, número y grado. En la formación de palabras, “por regla general cuando concurren en una misma palabra afijos derivativos y flexivos, los flexivos son más externos” (Pena, 2000:241), el lugar que ocupan los morfemas flexivos en español siempre es el extremo derecho. El análisis de los afijos existentes en la palabra “constitucionalizarán” es constituir + ―ción (derivativo) > constitución + ―al (derivativo) > constitucional + ―izar (flexivo), el ejemplo pertenece la tercera persona del plural, del futuro simple de indicativo. Uno de los criterios para clasificar a las palabras es precisamente su capacidad para aceptar o no morfemas flexivos, lo que las distingue entre palabras invariables, si no es posible que los acepten, y variables o flexivas, si pueden aceptarlos (Gironella, 2005:36). Un ejemplo de palabra invariable es „caos‟, a la que no puede aplicarse ningún morfema explícito de género o número. El género es señalado por los morfemas –o masculino y –a femenino. Se aplica a sustantivos (niño, niña) y a adjetivos (alto, alta). Para el número se utiliza solamente el morfema que pertenece al plural, sus alomorfos son –s, –es, y ø (o vacío, dado que para algunas palabras no hay 15 un símbolo gráfico ni un fonema para señalarlo); la selección depende del contexto o fonema final del sustantivo o adjetivo: –s si la palabra termina en vocal, –es si termina en consonante. Los accidentes verbales están organizados en paradigmas con valores opuestos en: personas, número, tiempo y modo. En el ejemplo a continuación cant– es la raíz, los morfemas flexivos aportan el contenido de persona, tiempo y modo: Raíz Afijo flexivo Variante flexiva Tiempo/modo cant– –o –as –amos canto cantas cantamos presente de indicativo cant– –ara –aras –áramos cantara cantaras cantáramos pretérito de subjuntivo Tabla 1.1. Ejemplos de afijos flexivos La morfología flexiva se refiere a la conjugación verbal, considera a las palabras o formas que tienen la misma raíz y algún morfema flexivo como variantes flexivas de la misma palabra. Los verbos expresan acciones, procesos, fenómenos o estados. Se clasifican de acuerdo a su naturaleza, a su conjugación y a su significado, pero también son de tipo transitivo, intransitivo, de estado, reflexivo, recíproco e impersonal. Las palabras extranjeras que tienen un uso frecuente en la lengua española adquieren una aceptación plena en el momento en que empiezan a emplearse con ellas morfemas flexivos, tal como se puede hacer con cualquier palabra en español, por ejemplo, la palabra „chat‟ se utiliza como 16 raíz de verbo a la que se le adhiere el morfema o sufijo verbalizador –ear: chat > chatear la cual, posteriormente, da origen a otras palabras al aceptar nuevos afijos: chatear + –dor > chateador; otros ejemplos son: twit + –ear > tuitear, twit + –ero > tuitero, o twit + en– –ar > entuiterar3, Face Book4 + –ear > facebookear, Face Book + –ero > facebookero; lo mismo sucede con las palabras de nueva creación formadas con las siglas, UAM (Universidad Autónoma Metropolitana) + –ero > uamero > uameros, CCH (Colegio de Ciencias y Humanidades) + –ero > ceceachero, ITAM (Instituto Tecnológico Autónomo de México) + –ita > itamita, etc. I.1.3 Morfología léxica La morfología léxica, también conocida como formación de palabras, tiene su campo de estudio en los procesos de creación de las palabras, las cuales son generadas a partir de morfemas léxicos o lexemas y morfemas derivativos o afijos. Los procesos de formación de palabras más importantes son la afijación y la composición. La afijación está constituida por los procesos de prefijación, sufijación y parasíntesis o circunfijación, cuyo nombre indica el punto de unión del afijo a la base. Los lexemas o morfemas léxicos tienen un contenido semántico específico que los diferencia del resto. El número de lexemas disponibles en una lengua no puede ser determinado porque constantemente se adquieren nuevos lexemas (a través de préstamos de otras lenguas), o los 3 “Entuiterar” significa „estar la atención atrapada por la aplicación o red social twiter‟. Comunicación personal de Rosa María Luna Bernard, usuaria de Twiter. 4 Mino, Fernando. Revista Letra S, número 178. “El amor está online”. Jueves 5 de mayo de 2011. “Cada vez es más cierto que contar con un perfil de Facebook es importante (¿y deveras está guapo? ¿será confiable? ¡Ya está! Facebookéalo para ver sus fotos y con quién se lleva).” 17 mismos lexemas cambian su significado, lo amplían, lo pierden, o se acuñan nuevos. Cuando los afijos o morfemas derivativos se unen a los lexemas forman diferentes palabras, pero además causan otros efectos, algunos matizan o cambian el significado de la base, otros le cambian la categoría gramatical. La base puede ser una palabra ya existente: primitiva, derivada o compuesta. Las palabras pueden contener uno o más afijos que, de acuerdo al punto de unión, reciben su nombre: los prefijos son afijos que se unen al principio, los sufijos se unen al final de la base antes de los afijos flexivos, y los circunfijos se unen en ambos puntos, de ahí que también se llamen afijos discontinuos. Para comunicarse, además de utilizar las palabras existentes, los hablantes tienen la posibilidad de formar nuevas palabras necesarias para expresarse con claridad justo en el momentoque lo requieren y, para ello, pueden elegir entre cierta cantidad de afijos que comparten el mismo significado, el que se ajuste a la precisión, al gusto, al estilo o al sentido buscado; dicha posibilidad de elección determina que unos afijos sean más empleados o productivos que otros. Esta característica se denomina productividad y depende totalmente de las particularidades idiosincrásicas del hablante, por lo que puede esperarse una variación en la productividad de cada afijo de acuerdo al lugar y al momento en el que es estudiado. Existen afijos que comparten cierto significado pero que pueden gustar más o menos a los hablantes o ser elegidos por tener una connotación culta o popular, un matiz lúdico o peyorativo, o porque con su empleo se busca provocar un efecto específico en los oyentes o lectores sin menoscabo en la comprensión de lo comunicado, por ello, la productividad de los afijos no puede ser siempre constante. 18 I.2. Formación de nuevas palabras. Neología La cantidad de palabras disponibles en una lengua no es constante, por el contrario, cambia continuamente pues al mismo tiempo que unas palabras se pierden otras son creadas. La neología o formación de palabras nuevas puede entenderse de esta forma como la capacidad de renovación del léxico, pero también como el estudio de estas palabras nuevas (Correia, 2005:13). En español “la incorporación y formación de palabras son las dos vías de la neología” (Almela, 1999:19), las palabras nuevas o neologismos tienen las dos fuentes mencionadas: las adquisiciones o préstamos de otras lenguas y la creación de nuevas formas a partir de otras ya existentes en la lengua. Para que una adquisición o préstamo sea percibida por los hablantes como propia es necesario que, después de algún tiempo de uso constante, evolucione mediante algún o algunos procesos de formación igual que el resto de las palabras en español, lo cual da origen, inicialmente, a neologismos, pero a partir de esta aceptación los préstamos llegan a estabilizarse y formar parte de la lengua. La creación de nuevas formas a partir de palabras ya existentes se realiza al aplicar algún procedimiento inherente a la lengua, esta posibilidad permite a los hablantes generar una forma nueva no escuchada antes, pero perfectamente reconocible, o conocer el significado preciso de los neologismos y su posibilidad de aplicación. Los procesos de formación de palabras a partir de otras existentes en la lengua de uso es la más importante fuente de neologismos. Debemos mencionar que existe una tercera fuente de palabras nuevas que reviste no poca importancia, es la creación de neónimos, términos creados para designar nuevas realidades en ciencia y tecnología y que 19 constituyen parte del lexicón específico del área de estudio; los neónimos a veces pasan a la lengua común como palabras de moda y posteriormente continúan como palabras usuales. Todos los procesos de formación de palabras son adquiridos por los hablantes a muy temprana edad, de una manera un tanto inconsciente entre los cuatro y los seis años, durante el periodo que se conoce como de “adquisición de la gramática” (Hockett, 1979). Dichos procedimientos y sus reglas nos permiten “generar un nuevo ítem o término en el momento que sea necesario, sin que ello implique memorizarlo” (Seco, 1928:) así tenemos un léxico real que es el conjunto de palabras de la lengua –de número indeterminable– y un léxico virtual o el “conjunto de patrones que determinan las construcciones posibles y su interpretación” (Basilio, 2004:14), lo que significa que cada individuo tiene un lexicón de extensión indeterminada de acuerdo a sus características idiosincrásicas y a la capacidad de crear nuevas palabras útiles en su entorno. Los neologismos denominativos nombran una realidad nueva a la cual definen y separan intelectualmente de realidades conocidas; los neologismos estilísticos son los que, utilizados por todos los hablantes, buscan dar expresividad al discurso. Muchos de estos últimos responden a tendencias temporales o modas, por lo que son abandonados después de un tiempo, cuando la tendencia ha sido sustituida por otra e, incluso, olvidada, aunque algunos de ellos, sin embargo, son muy aceptados por los hablantes y permanecen indefinidamente en la lengua cotidiana hasta estabilizarse e incluirse en los diccionarios, como “cantinflear” que es un mexicanismo aceptado cuyo significado es „hablar de forma disparatada e incongruente y no decir nada‟ (DRAE, www.rae.es). Al estudiar los procesos de formación de palabras, la morfología léxica también deduce las reglas de formación de palabras y las restricciones 20 para su formación, ambas indispensables para mantener la asequibilidad, eufonía, coherencia y utilidad de los nuevos ítems, que son aprovechadas en la permanente actualización y renovación de la lengua. I.3. Afijación La afijación es el procedimiento de formación de palabras mediante la adición de uno o más afijos a una base que puede ser una palabra primitiva, una palabra previamente afijada o una palabra compuesta. Los afijos pueden ser derivativos o flexivos, y los procesos a los que dan lugar son la derivación y la flexión. Los afijos derivativos se clasifican por su modo de adjunción o punto en el que se unen a la base, es decir, topológicamente: en el extremo inicial, en el final, en ambos o, los menos comunes, entre la base y otro afijo. En la tabla siguiente ofrecemos un ejemplo de cada proceso de afijación: Proceso Punto de inserción Afijo Ejemplo Prefijación Inicio ambi– ambidiestro Sufijación Final –uzco blancuzco Interfijación Entre la base y el sufijo –ar– humareda Parasíntesis Inicio y final en– –ar ensillar Tabla 1.2. Procesos de afijación De acuerdo a estas posiciones, se llaman prefijos si preceden a la base, si son posteriores a ella se denominan sufijos, si un prefijo y un sufijo se unen simultánea y solidariamente a una base son llamados 21 circunfijos, afijos discontinuos o afijos parasintéticos, y si están entre la base y un sufijo y no aportan significado son comúnmente llamados interfijos, su función, muy importante, es la de servir como enlace o articulación entre la base y el sufijo para conservar los requerimientos fonéticos del español (Pena, 2000:241). La cantidad de afijos existentes y su polisemia favorecen y estimulan la imaginación de los hablantes pues las palabras formadas mediante esquemas de afijación mantienen la “claridad de sentido que aporta el afijo” (Almela, 1999:47), lo cual permite aplicar el mismo proceso con afijos y bases distintas, con los que el hablante consigue expresividad porque modifican o matizan el significado de la base a la que se han unido, p.ej.: el prefijo sub– indica menor jerarquía en las palabras subdirector, subsector, e indica una posición inferior en sublingual, subterráneo; en ambas acepciones conserva el sentido de inferioridad aunque el matiz de dicho sentido es distinto. Adheridos a una raíz puede haber varios prefijos y sufijos, los cuales se han ido sumando sucesivamente a la base previa en respuesta a la precisión con que se desea expresar una idea o un concepto. En la secuencia: constitución > constitucional > inconstitucional > antiinconstitucional, las palabras se han formado sumando afijos sucesivamente: [constitución] + [–al] = constitucional, > [in–] + [constitucional] = inconstitucional, > [anti–] + [inconstitucional] = antiinconstitucional; los afijos –al, in– y anti– se han sumado a la base formada previamente sin abandonar el significado que porta la raíz pero precisando cada vez el significado. Las palabras formadas mediante afijación o derivación adquieren ciertas características si el afijo empleado es un prefijo, un sufijo o un circunfijo.En general, puede decirse que los prefijos (in– y anti– en el 22 párrafo anterior) no cambian la categoría de la base a la que se unen, es decir, la palabra derivada conserva la categoría gramatical de la base, en la secuencia son adjetivos „constitucional‟, „inconstitucional‟ y „antiinconstitucional‟. Este tipo de derivación se conoce como derivación homogénea, aunque existen algunas excepciones (Pena, 2000:242). Los circunfijos y algunos sufijos, también de manera muy general, cambian la categoría de las bases, en el proceso de sufijación de nuestro ejemplo „constitución‟ es un sustantivo al que se ha sumado el sufijo –al para formar su derivada „constitucional‟, que es un adjetivo. La derivación en la que cambia la clase gramatical entre base y derivada es denominada derivación heterogénea y se da también en la circunfijación o parasíntesis. Por ejemplo, en la formación del verbo parasintético „enlatar‟, la base „lata‟, de la cual se ha derivado, es un sustantivo al que se ha unido el circunfijo en– –ar. I.3.1. Prefijación En la prefijación el afijo está unido al extremo inicial de la base, no cambia la categoría gramatical, solamente matiza el significado, pues “la prefijación añade precisión a la base que precede” (Varela, 2005: 57), es una suma de los significados del prefijo y de la base, la palabra formada pertenece a la misma categoría de la base (Almela, 1999: 59); „prever‟ es un verbo formado con el prefijo pre– y el verbo „ver‟, que ha servido como base, ambos, base y derivada, pertenecen a la misma categoría gramatical, por ello la prefijación es denominada derivación homogénea, porque la derivada pertenecen a la misma categoría gramatical de la base. Cuando a un verbo se le adhiere un prefijo, la derivada también es un verbo: [re–] + [leer] > [releer], y en bases que son sustantivos [entre–] + [tela] > [entretela], o adjetivos [sub–] + [desarrollado] > [subdesarrollado]. 23 Existen prefijos que tienen su origen en preposiciones del español y otros en el griego o el latín que no se realizan en español como morfemas libres; otros, en cambio, sí se realizan en español y, por ello, algunos autores consideran que los prefijos nunca se unen realmente a las bases y conservan su carácter de preposiciones, como „entre‟ en entresacar, „sobre‟ en sobreponer, o „contra‟ en contraindicar. Esta independencia de algunos prefijos se conserva notoriamente en los casos en los que el prefijo tiene una vocal final igual a la vocal inicial de la base, en dichos casos ambas vocales permanecen marcando la independencia de cada morfema: „antiimperialista‟ (Varela, 2005: 57), derivada de [anti–] + [imperialista]. Existen muchos prefijos que no se parecen a ninguna preposición y requieren siempre estar unidos, ligados o trabados a alguna base, la cual puede ser una palabra simple o monomorfémica, una palabra derivada que contenga otros prefijos, otros sufijos o ambos, o puede también ser un compuesto, es decir, cualquier tipo de palabra polimorfémica. La función más importante de los prefijos es aportar matiz al significado de la palabra derivada. Para Mervin Lang “los prefijos son menos ambiguos que los sufijos, con manifiesta tendencia a la monosemia, que implica un significado claro y constante o que, a lo sumo, permite una polisemia limitada” (1992:220), sin embargo, para otros autores la polisemia es la más importante característica de los prefijos, dado que su valor semántico es “relacional y variable según la base léxica a la que se agreguen” (Varela, 2005: 60). En otras palabras, existen morfemas que contienen significados disímiles o emparentados de acuerdo al contexto en el que se realizan y otros que tiene la misma forma pero valor semántico distinto, dependiente del significado de la base a la que se han unido. Almela señala que los prefijos son muy flexibles, cualidad que les proporciona una amplia disponibilidad para los hablantes, quienes pueden trasladarlos a un número creciente de bases (1999: 63), y coincide con 24 Varela al afirmar que diferentes formas de prefijos comparten sentidos: la anterioridad es compartida por los prefijos ante– y pre–, algunos prefijos, en cambio, tienen más de un sentido. Los siguientes son unos cuantos ejemplos de los muchos significados que los prefijos proporcionan: ad– ‘proximidad‟, ambi– „uno y otro‟, an– „negación‟ o „carencia‟, „al otro lado‟, „de nuevo‟, „contrario a‟, „conformidad‟, anfi– „alrededor de‟, ante– „antes‟, anti– „antagonismo‟, „protección‟, archi– „intensidad‟, „jerarquía‟, bene– „bien‟ (Almela, 2005: 61-70). Varela llama al significado de los prefijos, acertadamente, precisiones. Su clasificación es muy extensa en variedades y formas, tanto de significados como de prefijos. A continuación mostramos algunos prefijos, los hemos acomodado según el significado que fue señalado por Varela para indicar la acción. „negación‟ o „privación‟: a–/an– „negación‟, „inversión‟, „reversión‟ o „privación‟: des- „procedencia‟: ab– „procedencia‟: de– „dirección‟ o „meta‟: ad–/a– „dos‟ (cuantificador): ambi– „dos‟, „doble‟, „por dos veces‟ (cuantificador): bi–/bis–, „anterioridad en el tiempo‟, „delante de‟ (posición): ante–, „oposición‟, „contrariedad‟: anti– „posición al frente‟, „oposición‟ o „contrariedad‟: contra– „por sí mismo‟ (reflexividad): auto–, „compañía‟: co–/con– 25 Existen muchos otros prefijos pero en los ejemplos anteriores puede notarse que la forma de algunos es similar, aunque sus significados son completamente distintos; y por el contrario, otros tienen formas distintas y comparten significados. Algunos prefijos tienen predilección por una determinada categoría gramatical. Por ejemplo, el prefijo in– se une principalmente a adjetivos en donde su significado es la negación de la cualidad: inexacto, inhóspito, inmoderado, inverosímil; en el habla informal el prefijo re– unido a adjetivos significa la intensificación de la cualidad: rechula, refácil, resimple, y unido a verbos indica iteratividad: renacer, releer, repintar, resurgir; los apreciativos, por su parte, se unen a sustantivos en los que puede medirse el tamaño o la cantidad: minifalda, macroeconomía, bipolar, monoaural (Varela, 2005: 57-58). La disponibilidad y flexibilidad de los prefijos y su capacidad para unirse a una gran cantidad de bases debe cumplir con ciertos aspectos, tales como la relación o complementariedad interna del prefijo y la base, ser una partícula añadida a una base y no parte de la misma, y que no haya divergencia etimológica o semántica, de hecho, un prefijo es una forma disponible para ser utilizada por los hablantes “como elemento susceptible de ser colocado al inicio de una palabra” (Almela, 1999: 61-62). Para ejemplificar lo anterior, en el verbo reducir, „re‟ es parte de la base pero en releer, es un prefijo [re–] + [leer], el verbo callar es base de acallar [a–] + [callar], pero no de encallar, cuyo proceso de formación es [callo] + [en– –ar] = [en–] + [callo] + [–ar]. Usualmente los prefijos manifiestan dependencia fonética con respecto a la base, sobre todo en los casos en que el prefijo termina y la base inicia con consonante pues la dificultad para pronunciar dos 26 consonantes juntas obliga a los primeros a realizarse en diferentes alomorfos, como el ya citado prefijo in– que se realiza en los alomorfos i– (irreal), im– (imperfecto) e in– (insensible). I.3.2. Sufijación La sufijación, llamada también derivación heterogénea o derivación sufijal, exceptuando a los sufijos apreciativos, es el procedimiento de formación de palabras en el que un afijo se une al final de la base, por supuesto, antes de los afijos flexivos, si los hay. Es usual la transcategorización o cambio de categoría gramatical como en los procesos deformación de palabras: [salud] + [–ble] = [saludable], donde „salud‟ es un sustantivo o nombre al que se le adhiere el sufijo –ble, de lo que resulta el adjetivo „saludable‟. La cantidad de sufijos disponibles en español es muy amplia y variada; su uso por lo general es simple, pero sus efectos fonológicos, morfológicos y lexémicos en la palabra derivada son complejos (Almela, 1999:71), esto sucede porque los sufijos tienen por lo general una categoría propia que imponen a la base a la que se agregan (Varela, 2005:41), excepto por los sufijos apreciativos. González Ollé y Casado, citado por Almela dice que la transcategorización “es el rasgo que de modo neto diferencia a la sufijación de la prefijación” y está precisamente referido a la capacidad del sufijo que “modifica generalmente y de una manera sistemática la clase de la palabra base” (Almela, 2005: 75), lo cual queda de manifiesto en: árbol (N) > arbolar (V), espacio (N) > espacial (Adj.), torpe (Adj.) > torpeza (V), relatar (V) > relato (N). La determinación es una relación entre la base y el sufijo que se refiere a la imposición del valor semántico de una u otro. A diferencia de la prefijación en la que el significado de la base se impone y el afijo solamente 27 lo matiza, en la sufijación se dan tanto la posibilidad de que el significado de la base sea el núcleo semántico como también la de que el sufijo sea el elemento que determina el significado, hecho que sucede con el sufijo –ción que significa «la acción de» como en los sustantivos deverbales: sujeción, que es la acción de sujetar, traslación es la acción de trasladar, y verificación, la acción de verificar; el sufijo –ble significa «que puede ser» en los adjetivos deverbales como lavable, el cual significa “que puede ser lavado”, rompible, “que puede ser roto”, y rellenable, “que puede ser rellenado”; el sufijo –ecer significa «que produce» en palabras como enrojecer, atardecer y palidecer. En estos casos se considera al sufijo como núcleo semántico (Almela, 1999: 74). Los sufijos seleccionan la base a la cual se unirán de acuerdo a la categoría gramatical pero también a su contenido semántico (Varela 2005:41-42), el sufijo –ble que se une a bases verbales para formar adjetivos, trasladar > trasladable, definir > definible; el prefijo –ción, se une también a bases verbales y forma nombres, trasladar > traslación, definir > definición; el sufijo ―idad forma nombres de cualidad a partir de adjetivos: solidario > solidaridad, longevo > longevidad. La abundancia de sufijos disponibles y la diversidad de significados propician una extensa variedad en las propuestas de clasificación debido a que el contenido semántico del sufijo depende, en gran medida, de que “la relación entre la base y el sufijo es dinámica, no se puede afirmar que sea la suma de los significados de la base más el sufijo porque entre ambos se condicionan” (Almela, 1999:76). Para los hablantes es importante este “grado de transparencia en la relación entre la base y el afijo” (Lang, 1992:56), pues de ello depende su elección y, por lo tanto, la vitalidad de uno respecto de otro u otros. 28 Existen sufijos, los unívocos, utilizados en los nombres de los compuestos químicos que tienen un solo sentido y una sola forma, por ejemplo, los nombres de alcoholes se forman con el sufijo –ol: etanol, metanol y sorbitol, no obstante, en el habla cotidiana lo común son los sufijos con más de una función o con más de una forma. Los sufijos que realizan una sola función pero tienen formas distintas pueden considerarse sinónimos como –ción, –miento, –da y –dura, los cuales, unidos a bases verbales dan origen a nombres: rotar > rotación, entender > entendimiento, caer > caída, torcer > torcedura. Los que poseen más de una función son considerados „homófonos‟ (Varela, 2005:45) pero, también polifuncionales por otros autores. Estos se caracterizan por tener una forma y aportar significados distintos, entre ellos el sufijo –azo que se une a bases nominales y significa „golpe fuerte dado con…‟: mano > manazo, puerta > portazo, tranca > trancazo, bat > batazo; pero también significa „intensificación o aumento‟ como en: éxito > exitazo, gol > golazo, sueldo > sueldazo, susto > sustazo. Los sufijos pueden definir el conjunto de palabras que tiene la misma terminación y por lo tanto la misma categoría o subcategoría gramatical y constituyen en conjunto un campo morfosemántico al que corresponde cierta paráfrasis genérica, como –ol y –azo en los párrafos anteriores y como –o, que señala al «árbol que produce…»: árbol que produce manzanas: manzano, árbol que produce naranjas: naranjo, y así: papayo, guayabo, ciruelo y cerezo; el sufijo –anza indica la «actividad de...» en crianza, “actividad de criar”, enseñanza, “actividad de enseñar”, lo mismo que en andanza y matanza; el sufijo –ez marca la «calidad de…» en inmediatez, “calidad de inmediato”, altivez, “calidad de altivo”, robustez, redondez, y el neologismo chilanguez, que significa “calidad de chilango”. 29 La derivación heterogénea sí cambia la clase gramatical de la base en prácticamente cualquier combinación: un verbo se convierte en nombre (diluir > dilución) o en adjetivo (callar > callado), un adjetivo se convierte en nombre (simple > simpleza), en verbo (rico > enriquecer), en adverbio (triste > tristemente), un nombre se convierte en adjetivo (leche > lechoso), en verbo (azúcar > azucarar), o en una subclase distinta de nombre (ratón > ratonera), y un adverbio se convierten en adjetivo (lejos > lejano). En la faceta de la sufijación como proceso de derivación homogénea, no se cambia la categoría gramatical de la derivada; en este tipo de derivación se encuentran los sufijos apreciativos, que a su vez se clasifican en diminutivos, aumentativos, meliorativos y despectivos (o peyorativos), que “se caracterizan por no seleccionar la clase de palabras a la que pertenece la base” (Pena, 2000:243). Dentro de la función expresiva del lenguaje aportan al significado de la base un valor cualitativo „mejor‟ o „peor‟, y en la función representativa como cambio en el tamaño o la atenuación o intensificación de una cualidad, la frecuencia de la acción de los verbos más una valoración intensiva o atenuada; los sufijos apreciativos se aplican a nombres: zapato > zapatito, casa > casucha, a adjetivos: blando > blanducho, a adverbios: bastante > bastantito, y verbos: bailar > bailotear. Una palabra puede contener diversos prefijos y sufijos al mismo tiempo. Lo que sí es importante es el lugar que cada uno ocupa dentro de la palabra. Para los sufijos la selección de tal lugar depende del tipo de sufijo que se pretenda añadir. En general, los que se colocan más cerca de la base son los derivativos heterogéneos, seguidos de los derivativos homogéneos, y dejando el lugar más externo a los morfemas flexivos cuando los hay. 30 I.3.3. Parasíntesis o circunfijación En la parasíntesis o circunfijación, un prefijo y un sufijo se unen a una base que puede ser un nombre o un adjetivo, para producir un verbo, aunque algunos autores consideran también la formación de un adjetivo. Este proceso de formación de palabras ha sido estudiado desde muy diversos enfoques. A lo largo de estos estudios se ha definido el esquema de formación como una estructura ternaria, si se quiere ver al prefijo y al sufijo como independientes, o binaria si se les quiere ver como un afijo discontinuo. El estudio de la parasíntesis dentro de la morfología en el español, en palabras de Mervin Lang, “resulta fundamental, dado que su léxico está repleto de derivados en los que se ha aplicado prefijación y sufijación sobre una misma base” (2002, 241). El concepto de afijo discontinuo permite explicar la formación de derivadas parasintéticas enun solo paso, es decir, en la adición de un afijo discontinuo formado por un prefijo y un sufijo que se unen a la base simultáneamente. La razón más importante para este concepto es que no existe una secuencia de formación en la que haya una palabra intermedia que contenga a la base y a uno de los dos afijos; por ejemplo, para formar „encarcelar‟ no existe el verbo *carcelar, que sea el paso previo, ni existe tampoco *encarcel. En el caso de la formación verbal, Serrano hace la distinción de los esquemas de formación de verbos entre los que considera de forma individual a la parasíntesis, nos dice: “En el proceso de verbalización, se puede producir simplemente la aplicación del sufijo verbalizador („derivación verbal‟) o bien la aplicación conjunta del morfema verbalizador sufijal y de un prefijo („parasíntesis verbal‟)” (GDLE,1999: 4685), es decir, existen dos métodos distintos, uno en el que interviene solamente un sufijo y otro en el que tan importante es la intervención de un sufijo como 31 la de un prefijo. En el cuadro siguiente mostramos los ejemplos que él mismo nos ofrece para la formación de los verbos baldosar y embaldosar, con el mismo significado, derivados ambos del sustantivo „baldosa‟ mediante procesos distintos. Proceso Morfema Verbo Derivación verbal Sufijo verbalizador –ar baldosar Parasíntesis verbal Sufijo verbalizador –ar y prefijo en– embaldosar Tabla 1.3. Morfemas utilizados en la sufijación y en la parasíntesis. De entre los autores que han estudiado los verbos parasintéticos, Lang y Serrano-Dolader consideran a la parasíntesis o circunfijación como un procedimiento productivo de formación de verbos a partir de nombres y adjetivos, para Lang dichos verbos son invariablemente formados con prefijo a– o en– a los que se les adiciona el morfema del infinitivo, es decir, los sufijos –izar, –ificar, o –ecer (2002:242) y, para Serrano, los verbos parasintéticos formados con a– y en– son el grupo más numeroso de este tipo de verbos en español, los cuales, excepto por raras excepciones, se combinan con las terminaciones verbales –ar o –ecer, y se aplican a bases sustantivas o adjetivas (1999:4704). Los detalles de cada uno de los tres esquemas de formación de palabras mediante parasíntesis más productivos se tratarán ampliamente en el siguiente capítulo por ser el objetivo principal de esta investigación. I.3.4. Composición La composición es el otro proceso más productivo de formación de palabras además de la afijación. Un compuesto puede definirse como la suma de dos 32 o más lexemas o bases para formar una sola palabra “con un sentido único y constante” (Varela, 2005:73). Los lexemas o bases que forman el compuesto pueden ser nombres, adjetivos, verbos, adverbios o temas griegos o latinos cuyo único requisito para ser considerados como compuesto es el estar lexicalizados o aceptados por el uso e identificados con cierto contenido semántico convencional. Eventualmente pueden formarse grupos de lexemas que aparecen juntos con cierta regularidad para designar conceptos nuevos, algunos de los cuales se mantendrán y evolucionarán hasta unirse gráficamente en un compuesto ortográfico o compuesto léxico y modificarán, por tanto, la categoría gramatical del compuesto respecto de las bases de origen, la acentuación –pues uno de ellos perderá el acento– y en ocasiones sus límites fonológicos. Por ejemplo, el compuesto „sacacorchos‟ se forma con el verbo „sacar‟ y el sustantivo „corchos‟, en el compuesto, las bases se unieron gráficamente y para ello el lexema o base verbal, situada a la izquierda, perdió el morfema –r, de la forma en infinitivo y también el acento, el lexema o base sustantiva, situada a la derecha, „corchos‟, conserva el morfema –s de plural y el acento. Al unirse gráficamente, los compuestos pueden requerir de ciertos cambios o la articulación entre las bases proporcionada por una vocal insertada entre ambas, pero puede suceder que no se unan gráficamente sino que se mantengan como palabras independientes, algunos compuestos necesitan una preposición que los ligue. A continuación presentamos la clasificación de los compuestos5 que tiene en cuenta la clase gramatical de las bases: 5 Zacarías P., Ramón (2009). El espacio semántico de la composición nominal. Tesis de Doctorado. UNAM. p. 34 33 Clase gramatical de la base Ejemplos verbo + nombre sacacorchos, abrelatas, guardabosques, mataperros nombre + i +adjetivo pelirrojo, cabizbajo, maniatado nombre + adjetivo cabezadura, caradura, aguafuerte nombre de nombre papel de estraza, mano de hierro, ojo de águila nombre + nombre telaraña, compraventa, zarzamora, puntapié Tabla 1.4. Ejemplos de categoría gramatical de las bases empleadas en la composición. Del cuadro anterior, los compuestos “papel de estraza”, “mano de hierro”, “ojo de águila” y en general, los que tienen una preposición que articula los sustantivos que los forman, son llamados compuestos sintagmáticos, porque forman una unidad solidaria y tienen un significado único (Varela, 2005:80), o compuestos preposicionales, la característica más importante es que sus elementos se conservan como palabras independientes pero, dentro del sintagma, mantienen un orden y aluden a un contenido semántico específico. Existen también los compuestos denominados yuxtapuestos, en ellos participan dos elementos: los yuxtapuestos nominales, donde ambos son sustantivos, y los yuxtapuestos adjetivales, donde ambos son adjetivos. 34 En los compuestos yuxtapuestos nominales apositivos el primer nombre es el núcleo semántico y el segundo aporta solamente una característica que matiza el significado del primero, por ejemplo, en „traje sastre‟ el elemento „traje‟ es el núcleo semántico y „sastre‟ especifica la clase de traje de que se hace referencia. Los compuestos yuxtapuestos nominales coordinados tienen también dos elementos pero generalmente unidos por un guión, en compuestos como „falda-pantalón‟, que conservan todas las características de sus elementos. Los compuestos yuxtapuestos adjetivales están formados por adjetivos que pertenecen al mismo campo conceptual, también es usual el guión y es normal que el primer elemento presente una forma acortada, en „socio- político‟, el elemento inicial no presenta el morfema final pero el compuesto contiene el significado de social y de político en igualdad de importancia. Las combinaciones posibles para formar compuestos son muy amplias porque los hablantes utilizarán los lexemas idóneos para nombrar y describir con precisión las nuevas realidades. I.3.5. Otros procesos El acortamiento, los cruces (traslapamientos o blends), la siglación y los acrónimos son otros procesos con los que se forman palabras nuevas a partir de las ya existentes. En el acortamiento las palabras pierden algún fonema o sílaba, generalmente al final de la palabra, pero no su contenido semántico, por el contrario, adquieren una connotación de familiaridad como góber < gobernador, peque < pequeño/ña, poli < policía, narco < narcotraficante, depre < depresión. 35 En la siglación las letras iniciales de un nombre institucional o corporativo se utilizan de manera común en lugar del nombre completo (IMSS, OPEP, ONU). En los acrónimos pueden incluirse letras iniciales y sílabas completas (Profepa, Unesco, Coparmex). Los cruces son un proceso ingenioso de formación de palabras en las que se utilizan dos bases que tienen una sílaba, un grupo de fonemas igual o parecido, o al menos un núcleo vocálico similar6; en brujer se traslapa el grupo formado por uj de m uj e r y b r uj a; para formar burrócrata se traslapa el grupo burr de burro y bur de burócrata, se conserva el grupo„bu‟ en el que está el núcleo vocálico „u‟ que comparten sus bases, y se traslapan los fonemas consonánticos /r/ y /ř/ que son la parte distinta del núcleo. Muchos cruces son palabras efímeras creadas por los hablantes para una realidad particular con el objetivo de sorprender a los oyentes (o lectores) y dar dinamismo y sentido crítico o lúdico al discurso. Muchos cruces (blends o traslapamientos) se han conservado por largo tiempo, pues la realidad a la que aluden sigue tan vigente como su capacidad de generar sorpresa. Hasta aquí hemos hablado acerca de las ramas de la morfología: la morfología flexiva, avocada al estudio de los morfemas flexivos de género y número y a la conjugación verbal, y la morfología léxica dedicada al estudio de los procesos de formación de palabras. Hemos presentado las características más importantes de los dos procesos de formación de palabras en español: composición y derivación; en la segunda, los procesos de prefijación, sufijación y parasíntesis o circunfijación. De esta forma hemos situado el lugar que ocupa el proceso que es materia de este trabajo. 6 Cortés Fernández, Orly, 2011, “Formación de palabras y paronomasia”, Lingüística Mexicana, Vol. VI, núm. 1. [En prensa]. 36 Capítulo II. Parasíntesis La parasíntesis o circunfijación es uno de los procesos de formación de verbos mediante afijación, está incluida dentro de la derivación heterogénea, junto a la sufijación. La diferencia principal entre estos procesos es el tipo de afijo empleado. Aunque también es distinta la variedad de bases que puede utilizarse para cada uno. En la parasíntesis se emplean como base sustantivos y adjetivos y, de acuerdo a la definición de la Gramática de la Real Academia Española, la parasíntesis “consiste en la adición de afijos discontinuos, en concreto un prefijo y un sufijo elegidos simultáneamente” (GRAE, 2010: 577- 578). Por lo que puede considerarse como la característica más relevante de este proceso el uso de un prefijo y un sufijo unidos a una base para formar un verbo parasintético. En la sufijación, en cambio, se emplean como palabra base a sustantivos, adjetivos, adverbios, algunos verbos e, inclusive, pronombres; el afijo usado es un sufijo. Derivación heterogénea Sufijación base + sufijo Parasíntesis o circunfijación prefijo + base + sufijo adjetivo + –ar adverbio + –ar adjetivo + –ear nombre + –ecer verbo + –ear nombre + –izar pronombre + –ear transparentar atrasar azulear favorecer bailotear categorizar tutear etc. en– nombre –ar a– adverbio –ar a– nombre –ar en– adjetivo –ar en– adjetivo –ecer en– nombre –ecer entejar acercar acalambrar engordar entorpecer atardecer etc. Tabla 2.1. Derivación heterogénea en la sufijación y la circunfijación 37 De acuerdo a la base sobre la que son formados, los verbos parasintéticos se denominan: verbo parasintético denominal, verbo parasintético deadjetival, verbo parasintético deverbal y verbo parasintético deadverbial. Todos ellos con la estructura de formación: prefijo+base+sufijo Los afijos discontinuos, parasintéticos o circunfijos están constituidos por parejas de prefijo y sufijo, algunos ejemplos son: circunfijo esquema de formación verbo formado 1) prefijo a– + sufijo –ar a– –ar a + palanca + ar = apalancar + sufijo –ecer a– –ecer a + noche + ecer = anochecer 2) prefijo en– + sufijo –ar en– –ar en + crema + ar = encremar + sufijo –ecer en– –ecer en + triste + ecer = entristecer 3) prefijo des– + sufijo –ar des– –ar des + copete + ar = descopetar Tabla 2.2. Los circunfijos o afijos parasintéticos El requisito para considerar un verbo como parasintético es que no se utilice en el habla una palabra que coincida con la base más uno de los dos afijos, base + sufijo o prefijo + base, es decir, en los ejemplos mencionados arriba no son utilizadas las formas *apalanca ni *palancar, tampoco *entriste o *tristecer, ni *descopete o *copetar; sin embargo, los verbos parasintéticos son analizados siguiendo diferentes criterios. 38 Los afijos parasintéticos o circunfijos pueden analizarse desde dos perspectivas: la procesual y la afijal. En la procesual se considera la elección simultánea de un prefijo y un sufijo independientes, es decir, la parasíntesis como un proceso en el que a una base se le suman los dos afijos que no forman una estructura unitaria. La otra postura, la afijal, considera que la formación se da a través de la unión de la base más un afijo. El afijo, llamado aquí discontinuo o circunfijo, está formado por un par de segmentos, sufijo y prefijo, que se unen simultánea y solidariamente a la base y que para dicha formación no pueden funcionar de manera independiente. II.1. Postura procesual: parasíntesis Algunos autores como Mervin Lang (1994) y Alberto Miranda (1994) consideran que la formación de los verbos parasintéticos se da al elegir dos afijos independientes, un prefijo y un sufijo de manera simultánea, cuya elección depende de la exigencia de expresar cierto matiz específico para una base particular; sin embargo, a partir de la independencia de los afijos y a pesar de que no existan en el habla etapas de formación intermedias, ya que la elección y adición suceden simultáneamente, este tipo de verbos podrían analizarse así: base + sufijo > prefijo + base sufijada = verbo parasintético, o prefijo + base > base prefijada + sufijo = verbo parasintético Lo que implica, al menos, dos pasos sucesivos desde la base hasta el verbo parasintético, pero este tipo de análisis lleva a la conclusión de que la parasíntesis es un subtipo de prefijación o de sufijación, definición en la que coincide Lang, “la parasíntesis es un tipo de derivación” (1994:241) porque considera a los afijos morfemas autónomos, y Miranda, para quien “la parasíntesis es un tipo de prefijación (derivación) sobre base sufijada” 39 (1994:78). Soledad Varela, en cambio, habla acerca de la prefijación y sufijación fusionados o realizados en solamente un paso “pues, de no hacerlo ambos conjuntamente, no obtendríamos una palabra completa: ni *em-pobre ni *pobr-ecer son buenas formaciones en español” (2005:34). Por ejemplo, del sustantivo „placer‟ por prefijación (com–) obtenemos „complacer‟, de esta nueva base, mediante sufijación (–encia) se obtiene „complacencia‟. Las etapas contienen las palabras „placer‟, „complacer‟ y „complacencia‟ existentes en la lengua de uso, por lo que esta derivada no pertenece al proceso de formación parasintético sino a procesos independientes para cada etapa; lo mismo ocurre en la secuencia esperar > desesperar > desesperación. Pero no ocurre así para triste > entristecer, porque en la lengua no existe la secuencia de formación triste > *entriste > entristecer, ni tampoco triste > *tristecer > entristecer, las etapas intermedias no son palabras que se usen en el habla, por lo que debe suponerse que el proceso de formación del verbo entristecer no se da en dos pasos sino en uno solo. Sin embargo, y aunque no es predecible, las formas intermedias son posibles de acuerdo al sistema, por lo que podrían ser en algún momento introducidas en la lengua como palabras en uso, como señala Ramón Almela: “No todo lo que permite el sistema lo acepta la norma: *desalma y *almado están posibilitados por el sistema, pero la norma no los ha aceptado (por ahora)” (1999:193). II.2. Postura afijal: circunfijo La postura acerca de la formación de verbos por parasíntesis o circunfijación más aceptada en la actualidad es la afijal, para ésta el único afijo involucrado es el afijo discontinuo o circunfijo, pero siendo un único morfema, se realiza en dos lugares de la palabra: al inicio y al final de labase, prefijándola y sufijándola simultánea y solidariamente. 40 Para formar un verbo parasintético se selecciona la base y de entre los afijos existentes se elige un circunfijo que se le adiciona; el circunfijo puede ser a– –ar, a– –ear, a– –ecer, a– –izar, en– –ar, en– –ecer, en– –izar, des– –ar, re– –ar, etc.: base + circunfijo = prefijo+base+sufijo Lo cual cumple con el requisito de no existencia de una palabra en el habla que coincida con un prefijo+base sufijada ni base prefijada+sufijo, como etapa intermedia, para considerar a un verbo como parasintético. II.3. Formación de verbos por circunfijación Los procesos de formación de verbos en el español –circunfijación y sufijación– presentan esquemas morfológicos muy variados tanto por la clase gramatical de las bases como por la variedad de afijos verbalizadores que pueden elegirse y aplicarse, pues “los procesos de formación de verbos existen en todas las lenguas románicas, [de las cuales] el español es especialmente rico tanto en esquemas morfológicos como en la productividad y libertad de aplicación de los mismos” (Serrano, 1999:4685), lo que, como veremos más adelante, permite la alternancia de algunos procesos y esquemas y, en cierta medida, dificulta el análisis. Las bases léxicas más importantes que dan origen a verbos parasintéticos son los sustantivos, formadores de verbos denominales, y los adjetivos, que forman verbos deadjetivales, aunque también los adverbios pueden servir como base, según se muestra en los ejemplos tomados de la Nueva gramática de la lengua española (2010), acerca de los esquemas que dicha obra califica como fundamentales: 41 a–adjetivo–ar atontar <tonto a–adverbio–ar alejar <lejos a–nombre–ar acolchonar <colchón a–nombre–ear apredrear <piedra a–nombre–ecer anochecer <noche a–nombre–izar aterrizar <tierra en–adjetivo–ar ensuciar <sucio en–adjetivo–ecer enrarecer <raro en–nombre–ar enjaular <jaula en–nombre–ecer ensombrecer <sombra en–adjetivo–izar encolerizar < cólera des–nombre–ar descabezar < cabeza re–adjetivo–ar refinar < fino re–adjetivo–ecer reblandecer < blando re–nombre–ar reciclar ciclo No todos los esquemas de formación de verbos por parasíntesis tienen la misma productividad; mientras unos se utilizan escasamente, algunos actualmente resultan más productivos; de estos últimos describiremos en los siguientes apartados las características relevantes, dichos esquemas son los que emplean los circunfijos a– –ar, en– –ecer, des– –ar y en– –ar, y son: a– adjetivo –ar, a– nombre –ar, en– adjetivo –ecer, en– nombre –ecer, des– adjetivo –ar, des– nombre –ar, en– adjetivo –ar, y en– nombre –ar, (NGLE, 2010:578- 580), estos esquemas comparten el contenido semántico: son causativos o incoativos, indican la adquisición o la dotación de algo, etc., esto permite a los hablantes una gran libertad de elección entre esquemas, pues los significados entre algunos verbos están muy cercanos o llegan a ser idénticos y la elección depende de la preferencia del hablante y de la eufonía lograda. En los siguientes puntos describiremos las características relevantes de los cuatro esquemas que presentan una alta productividad atendiendo a los 42 significados que aportan, las bases que prefieren y las posibilidades de alternar con otros esquemas parasintéticos o no parasintéticos que inciden en su dinamismo y vitalidad. II.3.1. Formación de verbos en a– –ar El circunfijo a– –ar forma verbos parasintéticos a partir de bases que son adjetivos, sustantivos y adverbios, llamados de acuerdo a las categorías gramaticales: verbos parasintéticos deadjetivales, denominales y deadverbiales, con los esquemas: a– adjetivo –ar „atontar‟, „alaciar‟, „alentar‟ a– nombre –ar „acampar‟, „aborregar‟, „acolchonar‟ a– adverbio –ar „alejar‟, „acercar‟ Algunos verbos parasintéticos generados mediante el esquema a– –ar en el español antiguo y en el clásico son ahora palabras en las que ya no es transparente la base de origen, por ejemplo, el verbo „abonar‟ o su reflexivo „abonarse‟ se derivan por parasíntesis de „bueno‟ en el sentido de „dar por bueno‟, „atristar‟, utilizada en el español clásico ha sido sustituida por „entristecer‟, „adulzar‟ se utiliza menos que „endulzar‟, „limpiar‟ está en uso cotidiano actualmente pero no „alimpiar‟ (Serrano, 1995:83); el esquema tiene hoy por hoy una alta productividad porque da lugar a neologismos que expresan diversos significados transparentes para los hablantes, como la adquisición de la cualidad en los verbos „agringarse: adquirir las características de gringo‟, „adelgazar: hacerse o hacer delgado a alguien o a algo‟. En las gramáticas es usual que el esquema de formación de palabras mediante el circunfijo a– –ar se estudie simultáneamente con el en– –ar, pues 43 ambos proporcionan al verbo derivado significados similares tales como „meter algo en‟, „meter en algo‟, „volver o volverse algo‟ o „ejecutar una acción con la ayuda de algo‟, como se muestra a continuación: Clase gramatical de la base Ejemplos de verbo derivado Significado Sustantivo: cantón > acantonar, trinchera > atrincherar, campo > acampar, colcha > acolchar „introducir o meter en algo’ Adjetivo: lacio > alaciar, corto > acortar, barato > abaratar, tenue > atenuar, „volver o volverse algo’ Sustantivo: tigre > atigrar(se) „adquirir las cualidades de algo’ Sustantivo: cuchillo > acuchillar, puntilla > apuntillar, punta > apuntar „ejecutar una acción con la ayuda de algo’ Tabla 2.3. Algunos significados de los verbos parasintéticos en a― ―ar II.3.2. Formación de verbos en des– –ar En la actualidad existe una gran cantidad de neologismos que contienen el circunfijo des– –ar o el prefijo des–, el cual aporta los significados de negación, inversión o reversión y privación (Varela, 2005:64), que el circunfijo des– –ar 44 conserva en la formación de verbos parasintéticos. Ejemplos de estos neologismos los encontramos sobre todo en el lenguaje periodístico que, para llamar la atención del lector, genera formaciones efímeras pero transparentes en las que toma como base un adjetivo, un sustantivo o un verbo formado en un proceso de parasíntesis previo. Debido a lo cual, clasificar a un verbo como parasintético en este esquema debe atender a ciertas restricciones o “criterios delimitativos” (Serrano: 1999:4716-4719), que evitarán en alguna medida las ambigüedades. El primer criterio o restricción es que la estructura debe ser como el resto de los verbos formados por parasíntesis prefijo+base+sufijo, sin que exista una palabra en el habla que coincida con prefijo+base sufijada o base prefijada+sufijo, o “todas aquellas formaciones que presentan como formante inicial el prefijo des–, y que transparentan en su estructura una formación parasintética verbal preexistente (normalmente constituida con a– o en–) son formaciones prefijadas y no parasintéticos verbales”. Base del verbo parasintético Verbo parasintético utilizado como base Verbo prefijado con des– lodo rollo barco enlodar enrollar embarcar desenlodar desenrollar desembarcar Tabla 2.4. Ejemplos de verbos parasintéticos mediante el esquema des― ―ar y prefijados en el esquema des― El significado de los verbos denominales parasintéticos “indica, por lo general, la acción de privar de ese objeto a alguien o algo” (Beniers, 2004:169), como corteza + des― ―ar > descortezar, donde la posible confusión con verbos prefijados que podrían ser analizados como parasintéticos puede minimizarse 45 si se comprueba la existencia o inexistencia de un verbo que sea la base de formación y cuyo significado sea contrario al significado del parasintético que, para nuestro ejemplo, *cortezar es inexistente.El segundo criterio delimitativo nos indica el complemento lógico del anterior: “todas aquellas formaciones verbales que presentan como formante inicial el prefijo des– y que transparentan en su estructura una base sustantiva o adjetiva son parasintéticos verbales”. Verbo parasintético en des– –ar Esquema de formación despedazar descremar desvalijar des– pedazo –ar des– crema –ar des– valija –ar Tabla 2.5. Verbos parasintéticos formados mediante el esquema des― ―ar y su esquema de formación En la tabla hemos incluido verbos denominales “que denotan el producto de una destrucción: despedazar” (Beniers, 2004:169), que cumplen con este criterio pues tampoco existe para ellos un verbo que pudiera haber servido como base de formación: *pedazar, *cremar (< crema) o *valijar. Algunos de los verbos que cumplen con los dos criterios mencionados presentan dificultad para clasificarse como parasintéticos porque existe un verbo que podría haber servido de base, sin embargo, el tercer criterio delimitativo evita la ambigüedad: “todas aquellas formaciones verbales que presentan como formante inicial el prefijo des–, y que transparentan una base sustantiva o adjetiva, pero no transparentan entre sus formantes un parasintético verbal con prefijo explícito (a– o en–), podrán ser interpretadas, a veces, y dependiendo en algunas ocasiones de cuestiones extralingüísticas, 46 además de como formaciones parasintéticas, como formaciones prefijadas sobre una base verbal previa. Los criterios delimitativos primero y el segundo no se excluyen sino que se complementan”. La siguiente tabla muestra tres casos en los que es necesario analizar los verbos dentro del contexto para definir el esquema en el que fue formado. Verbo Como parasintético Como prefijado descaminar deshonrar desnivelar des– camino –ar des– honra –ar des– nivel –ar des– caminar des– honrar des– nivelar Tabla 2.6. Posible interpretación de verbos como parasintéticos o como prefijados Los verbos formados con el esquema des– –ar utilizan bases que son sustantivos o adjetivos, como se mencionó al inicio de este segmento, los significados de los verbos parasintéticos formados con des– –ar son bastante diversos, de los cuales, los más importantes son: verbos con el significado “alejar, sacar, salir de algo” o ablativos, “realizar una acción con ayuda de algo” o instrumentales, “producción o destrucción de algo” o efectivos (desboronar o desmoronar), y “quitar algo” o privativos (deshuesar), “inversión de una acción” (descarrilar) y “completar una acción” (desvanecer) (Beniers, 2004:168-172)1. En seguida presentamos ejemplos del análisis de algunos verbos que tiene los significados descritos en el párrafo anterior (ablativos, instrumentales, efectivos y privativos), y que pueden ser analizados de acuerdo al contexto en el que se encuentran como verbos parasintéticos o como verbos prefijados, donde 1 Para los ejemplos de verbos en este párrafo. 47 será notoria la utilidad de los criterios delimitativos para distinguir uno de otro tipo. In s tr u m e n ta l: e s : deslumbrar desgarrar desbarrar des– lumbre –ar des– garra –ar des– barra –ar *des– lumbrar *des– garrar *des– barrar E fe c ti v o s : despedazar desgajar deshebrar desmembrar des– pedazo –ar des– gajo –ar des– hebra –ar des– miembro –ar *des– pedazar *des– gajar *des– hebrar *des– membrar P ri v a ti v o s : desmantecar despiojar desbravar descabezar des– manteca –ar des– piojo –ar des– bravo –ar des– cabeza –ar *des– mantecar *des– piojar *des– bravar *des– cabezar Tabla 2.7. Análisis de verbos como parasintéticos formados en el esquema des– –ar y como sufijados formados en el esquema des– 2 El verbo desbordar como prefijado se deriva de bordar y significa „deshacer lo bordado‟. Verbo analizado Como parasintético Como prefijado A b la ti v o s : desvainar destronar desbandar desbordar des– vaina –ar des– trono –ar des– bando –ar des– borde –ar *des– vainar *des– tronar *des– bandar * des– bordar2 48 Algunos verbos que han sido formados mediante el esquema parasintético des– –ar pueden alternar con los verbos formados mediante el esquema de prefijación des– de un verbo parasintético sin que su significado se vea afectado. Ejemplo de esta posibilidad son las parejas formadas por descarrilar y desencarrilar, descuadernar y desencuadernar, desbotonar y desabotonar (GRAE, 2010:723), en las que el primero es un verbo parasintético y el segundo es un verbo prefijado. Los esquemas parasintéticos que alternan en estos ejemplos con des– –ar son en― ―ar y a― ―ar. II.3.3. Formación de verbos en en– –ecer El esquema de derivación verbal mediante el sufijo –ecer ha sustituido en muchos casos al esquema –ir del castellano antiguo, lo que le proporcionó a dichos verbos una cierta noción de modernidad: fallecer se prefirió en lugar de fallir, fenecer por finir, establecer por establir, guarecer por guarir y escarnecer por escarnir. Dicha noción de modernidad también la proporciona el esquema en– –ecer en verbos actuales: embravecer se prefiere a embravar, encalvecer a encalvar (Serrano, 1999:4700-4707) o embellecer a embellir, embravecer a embravir y enriquecer a enriquir (GRAE, 2010:616). Este esquema se aplica a bases sustantivas y adjetivas, preferentemente bisílabas, pues “hay tendencia a evitar la derivación parasintética en [en– –ecer] cuando el adjetivo [o sustantivo] de base tiene tres o más sílabas...” y se evita si la base contiene sibilantes porque “ocasionaría una acumulación de sibilantes de dudosa eufonía” (Serrano, 1999:4705-4707). Los autores consultados coinciden en que los verbos formados en el esquema en– –ecer expresan valores en los cuales “destaca el matiz incoativo” (Beniers, 2004:187), o “la noción de que surge o se manifiesta en el significado del verbo incoativo” (GRAE, 2010: 616), pero responden también al significado de “adquirir o hacer adquirir alguna de las características del sustantivo base” 49 (Serrano, 1999:4711), cuando son denominales como emplumecer y enmohecer, de igual manera que los deadjetivales envejecer que significa „adquirir las características propias de la vejez‟, o entorpecer que significa „volver o volverse torpe‟. Las restricciones para el uso de este esquema pueden observarse en la tabla siguiente. La base (sustantivo o adjetivo) que da lugar al verbo, de acuerdo al número de sílabas y la presencia o ausencia de sibilantes, determina el esquema de formación de verbos idóneo y las posibilidades de libertad de elección que tiene el hablante entre los esquemas a― ―ar, en― ―ar y en― ―ecer. Los esquemas pueden alternar y conservar idéntico significado, su uso depende de la eufonía y la preferencia del hablante. Adjetivo Posibilidades de elección entre verbos parasintéticos derivados calvo *encalvar o encalvecer bravo *embravar o embravecer grueso *agrosar o engrosar delgado adelgazar o *endelgazar loco alocar o *enlocar oenloquecer tonto atontar o *enlocar o entontecer Sustantivo Posibilidades de elección entre verbos parasintéticos derivados barba *abarbar o *embarbar o embarbecer pluma *aplumar o emplumar o emplumecer moho *amohecer o enmohecer tigre *atigrar o*entigrar o entigrecer(se) Tabla 2.8. Posibilidades de elección de uso entre los circunfijos a– –ar, en– –ar y en– –ecer 50 II.3.4. Formación de verbos en en– –ar La formación de palabras en el esquema de parasíntesis en en– –ar ha sido y es uno de los esquemas de formación más productivos en español. Algunas palabras creadas en este esquema provenientes del latín
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