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Analisis-de-la-polisemia-en-el-esquema-de-formacion-de-verbos-parasinteticos-en-en---ar-del-tipo-enlatar

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1 
 
 UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
 
 FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS 
SISTEMA DE UNIVERSIDAD ABIERTA Y EDUCACIÓN A DISTANCIA 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 NOVIEMBRE 2011 
ANÁLISIS DE LA POLISEMIA EN EL ESQUEMA DE FORMACIÓN DE 
VERBOS PARASINTÉTICOS EN en- -ar, DEL TIPO enlatar 
 
 
 
 T E S I S 
QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE: 
LICENCIADA EN LENGUA Y LITERATURAS HISPÁNICAS 
P R E S E N T A 
HILDA FLORINA SAUCEDO LÓPEZ 
 
ASESOR:DR.RAMÓN F. ZACARÍAS PONCE DE LEÓN 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
Agradecimientos 
 
 
A mis padres, quienes me dieron lo mejor que tenían. 
 
A Ehécatl, por su infinito amor y su alegría. 
 
A mis maestros, cuyos conocimientos, estímulo, 
paciencia y fe fueron imprescindibles para alcanzar 
esta meta. 
 
A mis amigos, por su lealtad, ejemplo, complicidad, 
cariño y compañía. 
 
A Luz María Figueroa Gutiérrez, 
In memoriam. 
Índice 
 
Introducción 7 
Capítulo I. Formación de palabras 9 
 I.1 Morfología 9 
 I.1.1. Divisiones de la Morfología 13 
 I.1.2. Morfología flexiva 14 
 I.1.3. Morfología léxica 16 
 I.2. Formación de nuevas palabras. Neología 18 
 I.3. Afijación 20 
I.3.1. Prefijación 22 
I.3.2. Sufijación 26 
I.3.3. Parasíntesis o circunfijación 30 
I.3.4. Composición 31 
I.3.5. Otros procesos 34 
Capítulo II. Parasíntesis 36 
II.1. Postura procesual: parasíntesis 38 
II.2. Postura afijal: circunfijo 39 
II.3. Formación de verbos por circunfijación 40 
II.3.1. Formación de verbos en a– –ar 42 
II.3.2. Formación de verbos en des– –ar 43 
II.3.3. Formación de verbos en en– –ecer 48 
II.3.4. Formación de verbos en en– –ar 50 
Capítulo III. La parasíntesis en en– –ar 55 
III.1. Alomorfia en los verbos en en– –ar 58 
III.2. Comparación de los valores de la preposición 
 «en» con los valores del circunfijo en– –ar 59 
III.3. Polisemia 60 
III.4. Corpus 62 
III.4.1. Significados atribuidos a los verbos 
 parasintéticos en– –ar 65 
III.5. Categorización de la parasíntesis en– –ar 66 
III.5.1. Agrupamientos iniciales por significado 67 
III.5.2. Propuesta: tres ejes de significación y su 
 funcionamiento 69 
III.5.2.1. Eje dimensión: «superficie» o 
 «contenedor» 69 
III.5.2.2. Eje figura-fondo: «objeto» o «lugar» 70 
III.5.2.3. Eje concreto-abstracto: «concreto» o 
 «abstracto» 73 
III.5.4. Clasificación de los verbos en grupos de 
 acuerdo a los ejes de significación 75 
III.5.4.1. Grupo 1 75 
III.5.4.2. Grupo 2 75 
III.5.4.3. Grupo 3 76 
III.5.4.4. Grupo 4 76 
III.5.4.5. Grupo 5 77 
III.5.4.6. Grupo 6 78 
III.5.4.7. Grupo 7 78 
III.6. Resumen de resultados 79 
III.7. Conclusiones del capítulo 80 
Capítulo IV. Encuestas y comentarios 83 
IV.1. Introducción 83 
IV.2. Resultados de la encuesta aplicada 84 
IV.3. Resultados por segmento 85 
IV.3.1. Primer segmento: eje dimensión 85 
IV.3.2. Segundo segmento: eje figura-fondo 89 
IV.3.3. Tercer segmento: eje concreto-abstracto 94 
IV.4. Conclusiones del capítulo 97 
Conclusiones 99 
Bibliografía 103 
Anexo 1. Corpus. Grupos, esquemas explicativos y ejemplo de 
 uso de cada verbo 105 
Anexo 2. Encuesta anónima 124 
 
 
 
Índice de tablas y figuras 
 
Tablas Página 
Capítulo I 
Tabla 1.1. Ejemplos de afijos flexivos 15 
Tabla 1.2. Procesos de afijación 20 
Tabla 1.3. Morfemas utilizados en la derivación y en la 
parasíntesis 
 
31 
Tabla 1.4. Ejemplos de categoría gramatical de las bases 
empleadas en la composición 
 
34 
Capítulo II 
Tabla 2.1. Derivación heterogénea. Sufijación y 
circunfijación 
 
36 
Tabla 2.2. Los circunfijos o afijos parasintéticos 37 
Tabla 2.3. Algunos significados de los verbos 
parasintéticos en el esquema en― ―ar 
 
43 
Tabla 2.4. Ejemplos de verbos parasintéticos mediante el 
esquema des― ―ar y verbos prefijados en el 
esquema des― 
 
 
44 
Tabla 2.5. Verbos parasintéticos formados mediante el 
circunfijo des― ―ar y su esquema de 
formación 
 
 
45 
 
Tabla 2.6. Posibilidad de interpretación de los verbos 
como parasintéticos o como prefijados 
 
46 
Tabla 2.7. Análisis de verbos como parasintéticos 
formados mediante el esquema des― ―ar y 
como verbos sufijados formados mediante el 
esquema des― 
 
 
 
47 
Tabla 2.8. Posibilidades de elección de uso entre los 
circunfijos a― ―ar, en― ―ar y en― ―ecer 
 
49 
Tabla 2.9. Uso de los alomorfos en– –ar y em– –ar 51 
Capítulo III 
Tabla 3.1. Alomorfia del circunfijo en– –ar y su 
distribución complementaria 
 
58 
Tabla 3.2. Comparación de los valores comunes a la 
preposición «en» y el circunfijo en– –ar 
 
60 
Tabla 3.3. Análisis de los verbos previo a su incorporación 
en el corpus 
 
63 
Tabla 3.4. Muestra representativa de sesenta verbos 
formados con el esquema parasintético en en– 
–ar. El subíndice de la base señala su clase 
gramatical: N nombre y A adjetivo 
 
 
 
65 
Tabla 3.5. Productividad por grupo y distribución 79 
 
 
Figuras Página 
Capítulo I 
Figura 1.1. Divisiones de la morfología y ubicación de la 
circunfijación o parasíntesis 
 
13 
Capítulo III 
Fig. 3.1. Eje dimensión 70 
Fig. 3.2. Eje figura-fondo 72 
Fig. 3.3. Eje concreto-abstracto 73 
Fig. 3.4. Eje concreto-abstracto: frontera 74 
Capítulo IV 
Fig. 4.1. Porcentaje de coincidencia de los resultados de 
las encuestas con nuestras paráfrasis para el 
eje dimensión con los valores “sobre” y 
“dentro” 
 
 
 
88 
Fig. 4.2. Porcentaje de coincidencia de los resultados de 
las encuestas con nuestras paráfrasis para el 
eje figura-fondo con los valores “objeto” y 
“lugar” 
 
 
 
93 
Fig. 4.3. Porcentaje de coincidencia con nuestras 
paráfrasis con los valores “concreto” y 
“abstracto” 
 
 
97 
 
7 
 
Introducción 
 
Al mundo lo nombramos, detallamos todas sus características, desde las 
más obvias hasta las más sutiles y ocultas, lo interpretamos, nos lo 
explicamos y lo comprendemos mediante palabras; cada una de las cuales 
es pronunciada para alcanzar este propósito. Pero las palabras utilizadas 
no son siempre las mismas ni pueden permanecer inalteradas, entonces 
cambian, se modifican, se eliminan unas y se crean otras a través de 
procesos de formación. 
 
Los procesos de formación de palabras son la afijación, la 
composición y algunos otros como los acortamientos, los cruces, la 
acronimia y la siglación. La parasíntesis, perteneciente a la afijación, 
presenta diversos esquemas entre los que, actualmente, en― ―ar tiene una 
clara productividad. 
 
Las palabras formadas mediante este esquema tienen significados tan 
variados que a veces parecen inconexos, sin embargo, esta profusión no 
suele ser un problema para los hablantes, quienes manifiestan suficiente 
habilidad para crearlas y comprenderlas. La polisemia es una 
característica relevante en este tipo de palabras, pero es también el mayor 
problema que encontramos, pues hasta ahora la sistematización de sus 
significados ha presentado una seria dificultad. 
 
Nuestra propuesta es considerarque el esquema prototípico o valor 
central del proceso de formación de palabras mediante parasíntesis en 
en—ar es “poner”, y su paráfrasis general es “poner algo en algo”. La 
hipótesis de este trabajo es que la profusión de significados puede 
resolverse, si consideramos que la parasíntesis en en—ar se desplaza a lo 
largo de tres ejes de significación: el primero implica la dimensión, si es 
una superficie o un contenedor, el segundo si la base de formación de la 
8 
 
palabra es el objeto que se pone, o bien, el lugar en donde se pone algo y, 
finalmente, el tercero es si el lugar en donde se pone algo es concreto o 
abstracto. 
 
En el presente trabajo comprobaremos que la polisemia presentada 
por las palabras formadas mediante el esquema parasintético en en– –ar, 
es decir, verbos parasintéticos como enlatar, derivada del sustantivo lata y 
el circunfijo en– –ar, sí es susceptible de ser sistematizada (ordenada y 
clasificada), para lo cual, propondremos una sistematización basada en su 
análisis. 
 
La aplicación de este esquema parasintético no representa dificultad 
para los hablantes a pesar de la variedad de significados que los verbos 
adquieren, por el contrario, la polisemia permite al esquema ser utilizado 
prácticamente sin restricciones. Los hablantes saben o intuyen lo que la 
base de formación del verbo permite realizar o su cualidad relevante y 
cómo es la acción que se indica, aunque aparentemente los verbos de ese 
tipo formen un conjunto cuya sistematización parece muy compleja. 
 
El trabajo está formado por cuatro capítulos, esta introducción y las 
conclusiones. En el capítulo I definiremos los términos empleados y los 
conceptos morfológicos que hemos tomado como fundamento para nuestro 
estudio. También se situará a la parasíntesis o circunfijación en el 
conjunto de procesos de formación de palabras dentro de la morfología 
léxica. 
 
En el capítulo II revisaremos las opiniones de Mervin Lang, J. Alberto 
Miranda, Soledad Varela, Ramón Almela, Elizabeth Beniers y David 
Serrano-Dolader sobre este esquema de formación de palabras, y las 
características de la formación de acuerdo a cada uno de los circunfijos 
más productivos actualmente. 
9 
 
 
En el capítulo III estudiaremos las características de este esquema de 
formación de palabras y el análisis de la polisemia basándonos en los 
verbos de nuestro corpus, propondremos la sistematización de esta 
polisemia de acuerdo a los ejes de significación dimensión, figura-fondo y 
concreto-abstracto y presentaremos los grupos formados como resultado 
de nuestro análisis. 
 
En el capítulo IV compararemos la coincidencia entre las paráfrasis 
propuestas para cada verbo y los resultados de la encuesta aplicada. 
 
El corpus completo puede consultarse en el Anexo 1 y la encuesta, tal 
como fue aplicada, en el Anexo 2. 
 
10 
Capítulo I. Formación de palabras 
 
I.1. Morfología 
 
La morfología es el estudio de la estructura interna de las palabras, de sus 
componentes, del análisis de los procesos y las reglas de formación de las 
palabras, así como de la categorización de acuerdo a la función que cada 
palabra desempeña dentro de la oración. 
 
Para estudiar la estructura interna de las palabras es necesario 
definir algunos conceptos que tomaremos de los textos de Jesús Pena y de 
Soledad Varela: 
 
a) morfema. Las palabras están formadas por “elementos más 
pequeños que tienen contenido significativo: los „morfemas‟” (Varela, 
2005:17), son los elementos más simples con que se construyen las 
palabras, son la „unidad mínima portadora de significado‟, los morfemas no 
pueden dividirse en sus elementos (o fonemas) sin perder el contenido 
semántico. Ejemplos de morfemas son: perr―, ―o, ―a, ―ito, ―azo, ―ería, 
que forman las palabras „perro‟, „perra‟, „perrito‟, „perrazo‟ y „perrería‟; y 
también cortin―, patin―, rop― y ―aje, de „cortinaje‟, „patinaje‟ y „ropaje‟. 
 
b) raíz. Es el morfema que porta el significado básico. En un conjunto 
de palabras es “el segmento básico y constante en el significante de 
cualquier palabra que, como resultado de eliminar en tales significantes 
todos los afijos derivativos o flexivos, es irreductible o no susceptible de 
ulterior análisis” (Pena, 2000:237). Ejemplo de raíz es zapat― en zapato, 
zapatero, zapatazo, zapatería. 
 
c) base. Es la forma a la cual se adiciona un afijo derivativo, la base 
puede coincidir con la raíz, pero también puede estar previamente afijada 
 
11 
o ser una palabra compuesta, es “aquel constituyente de la palabra, en 
cualquier nivel de constitución o estructura jerárquica, sobre el que puede 
operar cualquier tipo de proceso morfológico” (Pena, 2000:238). 
 
 d) afijo. En español son todos los elementos que, unidos a una raíz o 
a una base, aportan un matiz al significado o lo modifican, están 
clasificados de acuerdo al lugar de la palabra en el que se insertan en 
prefijos, sufijos y circunfijos o afijos discontinuos. Los afijos no pueden 
realizarse solos, necesitan siempre estar unidos a una base. 
 
Los morfemas, como unidades de construcción son de dos tipos: se 
llaman morfemas libres a los que coinciden con palabras completas (sal, 
mar, camión), no necesitan de ninguna otra partícula para realizarse 
plenamente; y los morfemas trabados o ligados, que necesitan estar 
agrupados para realizarse, pues “funcionan sólo cuando se combinan con 
otros morfemas” (Lang, 1990:24). El morfema cant– de cantar, canto, 
cantante que aporta el significado básico, es un morfema trabado, pero 
también lo son los morfemas –ar, –o y –ante, en los mismos ejemplos, son 
morfemas trabados o ligados cuya contribución al significado de cada una 
de estas palabra es: „acción realizada‟ (cant + –ar), „hecho realizado‟ (cant + 
–o), e „individuo que realiza la acción‟ (cant + –ante). 
 
Las palabras constituidas por un morfema libre se denominan 
monomorfémicas, no pueden ser sometidas a análisis y constituyen el 
léxico básico o primitivo de la lengua. Las palabras que forman los 
morfemas trabados o ligados son llamadas polimorfémicas o palabras 
complejas, estas palabras sí pueden ser sometidas a análisis y son mucho 
más abundantes, pues, de hecho, constantemente se crean nuevas. 
 
La realización del morfema o su forma fonémica se denomina morfo. 
Por ejemplo, el morfema libr– en las palabras libro, librero, librería, librito 
 
12 
tiene la misma forma, sin embargo, “los morfemas presentan a menudo 
variantes formales o „alomorfos‟” (Varela, 2005:23), por lo que la 
realización de los morfo depende del contexto dentro del que se 
encuentren. Cada alomorfo, al unirse para formar palabras, necesita 
ajustarse a las exigencias fonéticas de la lengua, satisfacer las preferencias 
de los hablantes y también, “por motivos etimológicos o convencionales” 
(Lang, 1992:29), realizarse de formas especiales. 
 
Los alomorfos son ligeramente distintos entre sí en cuanto a la forma, 
pero conservan el significado del morfema; su diferenciación, como 
apuntamos, depende de las exigencias fonéticas del contexto, es decir, de 
la palabra en la que se incluyan. En el caso del prefijo [in-] con el 
significado de „negación‟ existen tres formas fonémicas o alomorfos: in–, 
im–, i–, en invisible [in–] + [visible], en impermeable [im–] + [permeable] y en 
irreductible [i–] + [reductible]1. En el caso de concebir [conceb–] + [–ir], 
concebible [conceb–] + [–ible], concepción [concep–] + [–ción]2, encontramos 
dos alomorfos de la base: conceb– y concep–, cada uno de los cuales se 
ajusta al fonema inicial del sufijo con el que se unen para formar la 
palabra. Como vemos en los ejemplos, tanto las bases como los afijos 
pueden presentar alomorfos sin que se modifique su significado. 
 
Los alomorfos manifiestan una distribución complementaria porque la 
forma depende del contexto, los alomorfos no aparecen nunca en el mismo 
contextoni en sustitución de otro, “los alomorfos no pueden aparecer en 
los mismos entornos” (Gironella, 2005:33). En los ejemplos del párrafo 
anterior el fonema de inicio determina el alomorfo a emplear: ante las 
consonantes bilabiales /p/ y /b/ el alomorfo empleado es im–, ante 
consonantes líquidas /l/ y /r/ es utilizado i–, y ante las vocales y las 
 
1 Existe otro prefijo [in–] o [im–] homónimo del que mencionamos, el cual tiene el 
significado de „introducción‟ en palabras de origen culto como infiltrar o importar. 
2 Los ejemplos fueron tomados de Lang (1990:42-50) donde presenta una amplia 
discusión acerca de las particularidades de cada alteración fonológica. 
 
13 
consonantes que no sean bilabiales ni líquidas se usa in–. De una forma 
similar se utiliza conceb– ante vocal y concep– ante consonante. 
 
Tanto los morfos que realizan la función de base como los que realizan 
la función de afijos pueden presentar alomorfos cuya finalidad es cumplir 
con las condiciones fonológicas del contexto. Las bases, aun cuando sean 
polimorfémicas (formadas por más de un morfema), pueden también 
presentar alomorfia. 
 
 
I.1.1 Divisiones de la morfología 
 
La morfología tiene dos ramas: la flexiva o estudio de los paradigmas 
verbales o conjugación, y la léxica o estudio de los procesos de formación 
de palabras. 
 
 
 
Figura 1.1. Divisiones de la morfología y ubicación de la 
circunfijación o parasíntesis 
Morfología 
Morfología flexiva 
Morfología léxica 
formación de palabras 
Afijación 
C
o
m
p
o
s
ic
ió
n
 
Prefijación 
Sufijación 
Circunfijación 
(parasíntesis) 
Acortamiento, acronimia, cruces, siglación 
Adjetivo+adjetivo, 
nombre+adjetivo, 
verbo+nombre, 
nombre+nombre, 
nombre+i+adjetivo, 
nombre+de+nombre… 
 
14 
En el cuadro mostramos la división de la morfología y la ubicación 
de la parasíntesis dentro de los procesos de afijación pertenecientes a la 
morfología léxica. Los procesos de formación de palabras en español son la 
afijación, la composición, el acortamiento, la acronimia, la siglación y los 
cruces (blends o traslapamientos). 
 
 
I.1.2. Morfología flexiva 
 
Las palabras están constituidas por una raíz, a la que se le suman los 
afijos o morfemas derivativos y las desinencias o morfemas flexivos, que 
aportan los accidentes verbales: persona, género, modo, tiempo, número y 
grado. En la formación de palabras, “por regla general cuando concurren 
en una misma palabra afijos derivativos y flexivos, los flexivos son más 
externos” (Pena, 2000:241), el lugar que ocupan los morfemas flexivos en 
español siempre es el extremo derecho. El análisis de los afijos existentes 
en la palabra “constitucionalizarán” es constituir + ―ción (derivativo) > 
constitución + ―al (derivativo) > constitucional + ―izar (flexivo), el ejemplo 
pertenece la tercera persona del plural, del futuro simple de indicativo. 
 
Uno de los criterios para clasificar a las palabras es precisamente su 
capacidad para aceptar o no morfemas flexivos, lo que las distingue entre 
palabras invariables, si no es posible que los acepten, y variables o 
flexivas, si pueden aceptarlos (Gironella, 2005:36). Un ejemplo de palabra 
invariable es „caos‟, a la que no puede aplicarse ningún morfema explícito 
de género o número. 
 
El género es señalado por los morfemas –o masculino y –a femenino. 
Se aplica a sustantivos (niño, niña) y a adjetivos (alto, alta). Para el 
número se utiliza solamente el morfema que pertenece al plural, sus 
alomorfos son –s, –es, y ø (o vacío, dado que para algunas palabras no hay 
 
15 
un símbolo gráfico ni un fonema para señalarlo); la selección depende del 
contexto o fonema final del sustantivo o adjetivo: –s si la palabra termina 
en vocal, –es si termina en consonante. 
 
Los accidentes verbales están organizados en paradigmas con valores 
opuestos en: personas, número, tiempo y modo. En el ejemplo a 
continuación cant– es la raíz, los morfemas flexivos aportan el contenido 
de persona, tiempo y modo: 
 
Raíz Afijo flexivo Variante flexiva Tiempo/modo 
cant– 
–o 
–as 
–amos 
canto 
cantas 
cantamos 
presente de indicativo 
cant– 
–ara 
–aras 
–áramos 
cantara 
cantaras 
cantáramos 
pretérito de subjuntivo 
 
Tabla 1.1. Ejemplos de afijos flexivos 
 
La morfología flexiva se refiere a la conjugación verbal, considera a las 
palabras o formas que tienen la misma raíz y algún morfema flexivo como 
variantes flexivas de la misma palabra. Los verbos expresan acciones, 
procesos, fenómenos o estados. Se clasifican de acuerdo a su naturaleza, a 
su conjugación y a su significado, pero también son de tipo transitivo, 
intransitivo, de estado, reflexivo, recíproco e impersonal. 
 
Las palabras extranjeras que tienen un uso frecuente en la lengua 
española adquieren una aceptación plena en el momento en que empiezan 
a emplearse con ellas morfemas flexivos, tal como se puede hacer con 
cualquier palabra en español, por ejemplo, la palabra „chat‟ se utiliza como 
 
16 
raíz de verbo a la que se le adhiere el morfema o sufijo verbalizador –ear: 
chat > chatear la cual, posteriormente, da origen a otras palabras al 
aceptar nuevos afijos: chatear + –dor > chateador; otros ejemplos son: twit 
+ –ear > tuitear, twit + –ero > tuitero, o twit + en– –ar > entuiterar3, Face 
Book4 + –ear > facebookear, Face Book + –ero > facebookero; lo mismo 
sucede con las palabras de nueva creación formadas con las siglas, UAM 
(Universidad Autónoma Metropolitana) + –ero > uamero > uameros, CCH 
(Colegio de Ciencias y Humanidades) + –ero > ceceachero, ITAM (Instituto 
Tecnológico Autónomo de México) + –ita > itamita, etc. 
 
 
I.1.3 Morfología léxica 
 
La morfología léxica, también conocida como formación de palabras, tiene 
su campo de estudio en los procesos de creación de las palabras, las 
cuales son generadas a partir de morfemas léxicos o lexemas y morfemas 
derivativos o afijos. Los procesos de formación de palabras más 
importantes son la afijación y la composición. La afijación está constituida 
por los procesos de prefijación, sufijación y parasíntesis o circunfijación, 
cuyo nombre indica el punto de unión del afijo a la base. 
 
Los lexemas o morfemas léxicos tienen un contenido semántico 
específico que los diferencia del resto. El número de lexemas disponibles 
en una lengua no puede ser determinado porque constantemente se 
adquieren nuevos lexemas (a través de préstamos de otras lenguas), o los 
 
3 “Entuiterar” significa „estar la atención atrapada por la aplicación o red social twiter‟. 
Comunicación personal de Rosa María Luna Bernard, usuaria de Twiter. 
4
 Mino, Fernando. Revista Letra S, número 178. “El amor está online”. Jueves 5 de mayo 
de 2011. “Cada vez es más cierto que contar con un perfil de Facebook es importante (¿y 
deveras está guapo? ¿será confiable? ¡Ya está! Facebookéalo para ver sus fotos y con 
quién se lleva).” 
 
 
17 
mismos lexemas cambian su significado, lo amplían, lo pierden, o se 
acuñan nuevos. 
 
Cuando los afijos o morfemas derivativos se unen a los lexemas 
forman diferentes palabras, pero además causan otros efectos, algunos 
matizan o cambian el significado de la base, otros le cambian la categoría 
gramatical. La base puede ser una palabra ya existente: primitiva, 
derivada o compuesta. Las palabras pueden contener uno o más afijos 
que, de acuerdo al punto de unión, reciben su nombre: los prefijos son 
afijos que se unen al principio, los sufijos se unen al final de la base antes 
de los afijos flexivos, y los circunfijos se unen en ambos puntos, de ahí que 
también se llamen afijos discontinuos. 
 
Para comunicarse, además de utilizar las palabras existentes, los 
hablantes tienen la posibilidad de formar nuevas palabras necesarias para 
expresarse con claridad justo en el momentoque lo requieren y, para ello, 
pueden elegir entre cierta cantidad de afijos que comparten el mismo 
significado, el que se ajuste a la precisión, al gusto, al estilo o al sentido 
buscado; dicha posibilidad de elección determina que unos afijos sean más 
empleados o productivos que otros. Esta característica se denomina 
productividad y depende totalmente de las particularidades idiosincrásicas 
del hablante, por lo que puede esperarse una variación en la productividad 
de cada afijo de acuerdo al lugar y al momento en el que es estudiado. 
 
Existen afijos que comparten cierto significado pero que pueden 
gustar más o menos a los hablantes o ser elegidos por tener una 
connotación culta o popular, un matiz lúdico o peyorativo, o porque con su 
empleo se busca provocar un efecto específico en los oyentes o lectores sin 
menoscabo en la comprensión de lo comunicado, por ello, la productividad 
de los afijos no puede ser siempre constante. 
 
 
18 
I.2. Formación de nuevas palabras. Neología 
 
La cantidad de palabras disponibles en una lengua no es constante, por el 
contrario, cambia continuamente pues al mismo tiempo que unas palabras 
se pierden otras son creadas. La neología o formación de palabras nuevas 
puede entenderse de esta forma como la capacidad de renovación del 
léxico, pero también como el estudio de estas palabras nuevas (Correia, 
2005:13). En español “la incorporación y formación de palabras son las 
dos vías de la neología” (Almela, 1999:19), las palabras nuevas o 
neologismos tienen las dos fuentes mencionadas: las adquisiciones o 
préstamos de otras lenguas y la creación de nuevas formas a partir de 
otras ya existentes en la lengua. 
 
Para que una adquisición o préstamo sea percibida por los hablantes 
como propia es necesario que, después de algún tiempo de uso constante, 
evolucione mediante algún o algunos procesos de formación igual que el 
resto de las palabras en español, lo cual da origen, inicialmente, a 
neologismos, pero a partir de esta aceptación los préstamos llegan a 
estabilizarse y formar parte de la lengua. 
 
La creación de nuevas formas a partir de palabras ya existentes se 
realiza al aplicar algún procedimiento inherente a la lengua, esta 
posibilidad permite a los hablantes generar una forma nueva no 
escuchada antes, pero perfectamente reconocible, o conocer el significado 
preciso de los neologismos y su posibilidad de aplicación. Los procesos de 
formación de palabras a partir de otras existentes en la lengua de uso es la 
más importante fuente de neologismos. 
 
Debemos mencionar que existe una tercera fuente de palabras nuevas 
que reviste no poca importancia, es la creación de neónimos, términos 
creados para designar nuevas realidades en ciencia y tecnología y que 
 
19 
constituyen parte del lexicón específico del área de estudio; los neónimos a 
veces pasan a la lengua común como palabras de moda y posteriormente 
continúan como palabras usuales. 
 
Todos los procesos de formación de palabras son adquiridos por los 
hablantes a muy temprana edad, de una manera un tanto inconsciente 
entre los cuatro y los seis años, durante el periodo que se conoce como de 
“adquisición de la gramática” (Hockett, 1979). Dichos procedimientos y sus 
reglas nos permiten “generar un nuevo ítem o término en el momento que 
sea necesario, sin que ello implique memorizarlo” (Seco, 1928:) así 
tenemos un léxico real que es el conjunto de palabras de la lengua –de 
número indeterminable– y un léxico virtual o el “conjunto de patrones que 
determinan las construcciones posibles y su interpretación” (Basilio, 
2004:14), lo que significa que cada individuo tiene un lexicón de extensión 
indeterminada de acuerdo a sus características idiosincrásicas y a la 
capacidad de crear nuevas palabras útiles en su entorno. 
 
Los neologismos denominativos nombran una realidad nueva a la cual 
definen y separan intelectualmente de realidades conocidas; los 
neologismos estilísticos son los que, utilizados por todos los hablantes, 
buscan dar expresividad al discurso. Muchos de estos últimos responden a 
tendencias temporales o modas, por lo que son abandonados después de 
un tiempo, cuando la tendencia ha sido sustituida por otra e, incluso, 
olvidada, aunque algunos de ellos, sin embargo, son muy aceptados por 
los hablantes y permanecen indefinidamente en la lengua cotidiana hasta 
estabilizarse e incluirse en los diccionarios, como “cantinflear” que es un 
mexicanismo aceptado cuyo significado es „hablar de forma disparatada e 
incongruente y no decir nada‟ (DRAE, www.rae.es). 
 
Al estudiar los procesos de formación de palabras, la morfología léxica 
también deduce las reglas de formación de palabras y las restricciones 
 
20 
para su formación, ambas indispensables para mantener la asequibilidad, 
eufonía, coherencia y utilidad de los nuevos ítems, que son aprovechadas 
en la permanente actualización y renovación de la lengua. 
 
 
I.3. Afijación 
 
La afijación es el procedimiento de formación de palabras mediante la 
adición de uno o más afijos a una base que puede ser una palabra 
primitiva, una palabra previamente afijada o una palabra compuesta. Los 
afijos pueden ser derivativos o flexivos, y los procesos a los que dan lugar 
son la derivación y la flexión. 
 
Los afijos derivativos se clasifican por su modo de adjunción o punto 
en el que se unen a la base, es decir, topológicamente: en el extremo 
inicial, en el final, en ambos o, los menos comunes, entre la base y otro 
afijo. En la tabla siguiente ofrecemos un ejemplo de cada proceso de 
afijación: 
 
Proceso Punto de inserción Afijo Ejemplo 
Prefijación Inicio ambi– ambidiestro 
Sufijación Final –uzco blancuzco 
Interfijación Entre la base y el sufijo –ar– humareda 
Parasíntesis Inicio y final en– –ar ensillar 
 
Tabla 1.2. Procesos de afijación 
 
De acuerdo a estas posiciones, se llaman prefijos si preceden a la 
base, si son posteriores a ella se denominan sufijos, si un prefijo y un 
sufijo se unen simultánea y solidariamente a una base son llamados 
 
21 
circunfijos, afijos discontinuos o afijos parasintéticos, y si están entre la 
base y un sufijo y no aportan significado son comúnmente llamados 
interfijos, su función, muy importante, es la de servir como enlace o 
articulación entre la base y el sufijo para conservar los requerimientos 
fonéticos del español (Pena, 2000:241). 
 
La cantidad de afijos existentes y su polisemia favorecen y estimulan 
la imaginación de los hablantes pues las palabras formadas mediante 
esquemas de afijación mantienen la “claridad de sentido que aporta el 
afijo” (Almela, 1999:47), lo cual permite aplicar el mismo proceso con afijos 
y bases distintas, con los que el hablante consigue expresividad porque 
modifican o matizan el significado de la base a la que se han unido, p.ej.: 
el prefijo sub– indica menor jerarquía en las palabras subdirector, 
subsector, e indica una posición inferior en sublingual, subterráneo; en 
ambas acepciones conserva el sentido de inferioridad aunque el matiz de 
dicho sentido es distinto. 
 
Adheridos a una raíz puede haber varios prefijos y sufijos, los cuales 
se han ido sumando sucesivamente a la base previa en respuesta a la 
precisión con que se desea expresar una idea o un concepto. En la 
secuencia: constitución > constitucional > inconstitucional > 
antiinconstitucional, las palabras se han formado sumando afijos 
sucesivamente: [constitución] + [–al] = constitucional, > [in–] + 
[constitucional] = inconstitucional, > [anti–] + [inconstitucional] = 
antiinconstitucional; los afijos –al, in– y anti– se han sumado a la base 
formada previamente sin abandonar el significado que porta la raíz pero 
precisando cada vez el significado. 
 
Las palabras formadas mediante afijación o derivación adquieren 
ciertas características si el afijo empleado es un prefijo, un sufijo o un 
circunfijo.En general, puede decirse que los prefijos (in– y anti– en el 
 
22 
párrafo anterior) no cambian la categoría de la base a la que se unen, es 
decir, la palabra derivada conserva la categoría gramatical de la base, en la 
secuencia son adjetivos „constitucional‟, „inconstitucional‟ y 
„antiinconstitucional‟. Este tipo de derivación se conoce como derivación 
homogénea, aunque existen algunas excepciones (Pena, 2000:242). 
 
Los circunfijos y algunos sufijos, también de manera muy general, 
cambian la categoría de las bases, en el proceso de sufijación de nuestro 
ejemplo „constitución‟ es un sustantivo al que se ha sumado el sufijo –al 
para formar su derivada „constitucional‟, que es un adjetivo. La derivación 
en la que cambia la clase gramatical entre base y derivada es denominada 
derivación heterogénea y se da también en la circunfijación o parasíntesis. 
Por ejemplo, en la formación del verbo parasintético „enlatar‟, la base „lata‟, 
de la cual se ha derivado, es un sustantivo al que se ha unido el circunfijo 
en– –ar. 
 
I.3.1. Prefijación 
 
En la prefijación el afijo está unido al extremo inicial de la base, no cambia 
la categoría gramatical, solamente matiza el significado, pues “la 
prefijación añade precisión a la base que precede” (Varela, 2005: 57), es 
una suma de los significados del prefijo y de la base, la palabra formada 
pertenece a la misma categoría de la base (Almela, 1999: 59); „prever‟ es un 
verbo formado con el prefijo pre– y el verbo „ver‟, que ha servido como base, 
ambos, base y derivada, pertenecen a la misma categoría gramatical, por 
ello la prefijación es denominada derivación homogénea, porque la derivada 
pertenecen a la misma categoría gramatical de la base. Cuando a un verbo 
se le adhiere un prefijo, la derivada también es un verbo: [re–] + [leer] > 
[releer], y en bases que son sustantivos [entre–] + [tela] > [entretela], o 
adjetivos [sub–] + [desarrollado] > [subdesarrollado]. 
 
 
23 
Existen prefijos que tienen su origen en preposiciones del español y 
otros en el griego o el latín que no se realizan en español como morfemas 
libres; otros, en cambio, sí se realizan en español y, por ello, algunos 
autores consideran que los prefijos nunca se unen realmente a las bases y 
conservan su carácter de preposiciones, como „entre‟ en entresacar, „sobre‟ 
en sobreponer, o „contra‟ en contraindicar. Esta independencia de algunos 
prefijos se conserva notoriamente en los casos en los que el prefijo tiene 
una vocal final igual a la vocal inicial de la base, en dichos casos ambas 
vocales permanecen marcando la independencia de cada morfema: 
„antiimperialista‟ (Varela, 2005: 57), derivada de [anti–] + [imperialista]. 
 
Existen muchos prefijos que no se parecen a ninguna preposición y 
requieren siempre estar unidos, ligados o trabados a alguna base, la cual 
puede ser una palabra simple o monomorfémica, una palabra derivada que 
contenga otros prefijos, otros sufijos o ambos, o puede también ser un 
compuesto, es decir, cualquier tipo de palabra polimorfémica. La función 
más importante de los prefijos es aportar matiz al significado de la palabra 
derivada. Para Mervin Lang “los prefijos son menos ambiguos que los 
sufijos, con manifiesta tendencia a la monosemia, que implica un 
significado claro y constante o que, a lo sumo, permite una polisemia 
limitada” (1992:220), sin embargo, para otros autores la polisemia es la 
más importante característica de los prefijos, dado que su valor semántico 
es “relacional y variable según la base léxica a la que se agreguen” (Varela, 
2005: 60). En otras palabras, existen morfemas que contienen significados 
disímiles o emparentados de acuerdo al contexto en el que se realizan y 
otros que tiene la misma forma pero valor semántico distinto, dependiente 
del significado de la base a la que se han unido. 
 
Almela señala que los prefijos son muy flexibles, cualidad que les 
proporciona una amplia disponibilidad para los hablantes, quienes pueden 
trasladarlos a un número creciente de bases (1999: 63), y coincide con 
 
24 
Varela al afirmar que diferentes formas de prefijos comparten sentidos: la 
anterioridad es compartida por los prefijos ante– y pre–, algunos prefijos, 
en cambio, tienen más de un sentido. Los siguientes son unos cuantos 
ejemplos de los muchos significados que los prefijos proporcionan: ad– 
‘proximidad‟, ambi– „uno y otro‟, an– „negación‟ o „carencia‟, „al otro lado‟, 
„de nuevo‟, „contrario a‟, „conformidad‟, anfi– „alrededor de‟, ante– „antes‟, 
anti– „antagonismo‟, „protección‟, archi– „intensidad‟, „jerarquía‟, bene– „bien‟ 
(Almela, 2005: 61-70). 
 
Varela llama al significado de los prefijos, acertadamente, precisiones. 
Su clasificación es muy extensa en variedades y formas, tanto de 
significados como de prefijos. A continuación mostramos algunos prefijos, 
los hemos acomodado según el significado que fue señalado por Varela 
para indicar la acción. 
 
„negación‟ o „privación‟: a–/an– 
„negación‟, „inversión‟, „reversión‟ o „privación‟: des- 
 
„procedencia‟: ab– 
„procedencia‟: de– 
„dirección‟ o „meta‟: ad–/a– 
 
„dos‟ (cuantificador): ambi– 
„dos‟, „doble‟, „por dos veces‟ (cuantificador): bi–/bis–, 
 
„anterioridad en el tiempo‟, „delante de‟ (posición): ante–, 
„oposición‟, „contrariedad‟: anti– 
„posición al frente‟, „oposición‟ o „contrariedad‟: contra– 
 
„por sí mismo‟ (reflexividad): auto–, 
„compañía‟: co–/con– 
 
25 
 
Existen muchos otros prefijos pero en los ejemplos anteriores puede 
notarse que la forma de algunos es similar, aunque sus significados son 
completamente distintos; y por el contrario, otros tienen formas distintas y 
comparten significados. 
 
Algunos prefijos tienen predilección por una determinada categoría 
gramatical. Por ejemplo, el prefijo in– se une principalmente a adjetivos en 
donde su significado es la negación de la cualidad: inexacto, inhóspito, 
inmoderado, inverosímil; en el habla informal el prefijo re– unido a 
adjetivos significa la intensificación de la cualidad: rechula, refácil, 
resimple, y unido a verbos indica iteratividad: renacer, releer, repintar, 
resurgir; los apreciativos, por su parte, se unen a sustantivos en los que 
puede medirse el tamaño o la cantidad: minifalda, macroeconomía, bipolar, 
monoaural (Varela, 2005: 57-58). 
 
La disponibilidad y flexibilidad de los prefijos y su capacidad para 
unirse a una gran cantidad de bases debe cumplir con ciertos aspectos, 
tales como la relación o complementariedad interna del prefijo y la base, 
ser una partícula añadida a una base y no parte de la misma, y que no 
haya divergencia etimológica o semántica, de hecho, un prefijo es una 
forma disponible para ser utilizada por los hablantes “como elemento 
susceptible de ser colocado al inicio de una palabra” (Almela, 1999: 61-62). 
Para ejemplificar lo anterior, en el verbo reducir, „re‟ es parte de la base 
pero en releer, es un prefijo [re–] + [leer], el verbo callar es base de acallar 
[a–] + [callar], pero no de encallar, cuyo proceso de formación es [callo] + 
[en– –ar] = [en–] + [callo] + [–ar]. 
 
Usualmente los prefijos manifiestan dependencia fonética con 
respecto a la base, sobre todo en los casos en que el prefijo termina y la 
base inicia con consonante pues la dificultad para pronunciar dos 
 
26 
consonantes juntas obliga a los primeros a realizarse en diferentes 
alomorfos, como el ya citado prefijo in– que se realiza en los alomorfos i– 
(irreal), im– (imperfecto) e in– (insensible). 
 
 
I.3.2. Sufijación 
 
La sufijación, llamada también derivación heterogénea o derivación sufijal, 
exceptuando a los sufijos apreciativos, es el procedimiento de formación de 
palabras en el que un afijo se une al final de la base, por supuesto, antes 
de los afijos flexivos, si los hay. Es usual la transcategorización o cambio 
de categoría gramatical como en los procesos deformación de palabras: 
[salud] + [–ble] = [saludable], donde „salud‟ es un sustantivo o nombre al 
que se le adhiere el sufijo –ble, de lo que resulta el adjetivo „saludable‟. 
 
La cantidad de sufijos disponibles en español es muy amplia y 
variada; su uso por lo general es simple, pero sus efectos fonológicos, 
morfológicos y lexémicos en la palabra derivada son complejos (Almela, 
1999:71), esto sucede porque los sufijos tienen por lo general una 
categoría propia que imponen a la base a la que se agregan (Varela, 
2005:41), excepto por los sufijos apreciativos. González Ollé y Casado, 
citado por Almela dice que la transcategorización “es el rasgo que de modo 
neto diferencia a la sufijación de la prefijación” y está precisamente 
referido a la capacidad del sufijo que “modifica generalmente y de una 
manera sistemática la clase de la palabra base” (Almela, 2005: 75), lo cual 
queda de manifiesto en: árbol (N) > arbolar (V), espacio (N) > espacial (Adj.), 
torpe (Adj.) > torpeza (V), relatar (V) > relato (N). 
 
La determinación es una relación entre la base y el sufijo que se refiere 
a la imposición del valor semántico de una u otro. A diferencia de la 
prefijación en la que el significado de la base se impone y el afijo solamente 
 
27 
lo matiza, en la sufijación se dan tanto la posibilidad de que el significado 
de la base sea el núcleo semántico como también la de que el sufijo sea el 
elemento que determina el significado, hecho que sucede con el sufijo –ción 
que significa «la acción de» como en los sustantivos deverbales: sujeción, 
que es la acción de sujetar, traslación es la acción de trasladar, y 
verificación, la acción de verificar; el sufijo –ble significa «que puede ser» 
en los adjetivos deverbales como lavable, el cual significa “que puede ser 
lavado”, rompible, “que puede ser roto”, y rellenable, “que puede ser 
rellenado”; el sufijo –ecer significa «que produce» en palabras como 
enrojecer, atardecer y palidecer. En estos casos se considera al sufijo como 
núcleo semántico (Almela, 1999: 74). 
 
Los sufijos seleccionan la base a la cual se unirán de acuerdo a la 
categoría gramatical pero también a su contenido semántico (Varela 
2005:41-42), el sufijo –ble que se une a bases verbales para formar 
adjetivos, trasladar > trasladable, definir > definible; el prefijo –ción, se une 
también a bases verbales y forma nombres, trasladar > traslación, definir > 
definición; el sufijo ―idad forma nombres de cualidad a partir de adjetivos: 
solidario > solidaridad, longevo > longevidad. 
 
La abundancia de sufijos disponibles y la diversidad de significados 
propician una extensa variedad en las propuestas de clasificación debido a 
que el contenido semántico del sufijo depende, en gran medida, de que “la 
relación entre la base y el sufijo es dinámica, no se puede afirmar que sea 
la suma de los significados de la base más el sufijo porque entre ambos se 
condicionan” (Almela, 1999:76). Para los hablantes es importante este 
“grado de transparencia en la relación entre la base y el afijo” (Lang, 
1992:56), pues de ello depende su elección y, por lo tanto, la vitalidad de 
uno respecto de otro u otros. 
 
 
28 
Existen sufijos, los unívocos, utilizados en los nombres de los 
compuestos químicos que tienen un solo sentido y una sola forma, por 
ejemplo, los nombres de alcoholes se forman con el sufijo –ol: etanol, 
metanol y sorbitol, no obstante, en el habla cotidiana lo común son los 
sufijos con más de una función o con más de una forma. 
 
Los sufijos que realizan una sola función pero tienen formas distintas 
pueden considerarse sinónimos como –ción, –miento, –da y –dura, los 
cuales, unidos a bases verbales dan origen a nombres: rotar > rotación, 
entender > entendimiento, caer > caída, torcer > torcedura. Los que 
poseen más de una función son considerados „homófonos‟ (Varela, 
2005:45) pero, también polifuncionales por otros autores. Estos se 
caracterizan por tener una forma y aportar significados distintos, entre 
ellos el sufijo –azo que se une a bases nominales y significa „golpe fuerte 
dado con…‟: mano > manazo, puerta > portazo, tranca > trancazo, bat > 
batazo; pero también significa „intensificación o aumento‟ como en: éxito > 
exitazo, gol > golazo, sueldo > sueldazo, susto > sustazo. 
 
Los sufijos pueden definir el conjunto de palabras que tiene la misma 
terminación y por lo tanto la misma categoría o subcategoría gramatical y 
constituyen en conjunto un campo morfosemántico al que corresponde 
cierta paráfrasis genérica, como –ol y –azo en los párrafos anteriores y 
como –o, que señala al «árbol que produce…»: árbol que produce 
manzanas: manzano, árbol que produce naranjas: naranjo, y así: papayo, 
guayabo, ciruelo y cerezo; el sufijo –anza indica la «actividad de...» en 
crianza, “actividad de criar”, enseñanza, “actividad de enseñar”, lo mismo 
que en andanza y matanza; el sufijo –ez marca la «calidad de…» en 
inmediatez, “calidad de inmediato”, altivez, “calidad de altivo”, robustez, 
redondez, y el neologismo chilanguez, que significa “calidad de chilango”. 
 
 
29 
La derivación heterogénea sí cambia la clase gramatical de la base en 
prácticamente cualquier combinación: un verbo se convierte en nombre 
(diluir > dilución) o en adjetivo (callar > callado), un adjetivo se convierte 
en nombre (simple > simpleza), en verbo (rico > enriquecer), en adverbio 
(triste > tristemente), un nombre se convierte en adjetivo (leche > lechoso), 
en verbo (azúcar > azucarar), o en una subclase distinta de nombre (ratón 
> ratonera), y un adverbio se convierten en adjetivo (lejos > lejano). 
 
En la faceta de la sufijación como proceso de derivación homogénea, 
no se cambia la categoría gramatical de la derivada; en este tipo de 
derivación se encuentran los sufijos apreciativos, que a su vez se clasifican 
en diminutivos, aumentativos, meliorativos y despectivos (o peyorativos), 
que “se caracterizan por no seleccionar la clase de palabras a la que 
pertenece la base” (Pena, 2000:243). Dentro de la función expresiva del 
lenguaje aportan al significado de la base un valor cualitativo „mejor‟ o 
„peor‟, y en la función representativa como cambio en el tamaño o la 
atenuación o intensificación de una cualidad, la frecuencia de la acción de 
los verbos más una valoración intensiva o atenuada; los sufijos 
apreciativos se aplican a nombres: zapato > zapatito, casa > casucha, a 
adjetivos: blando > blanducho, a adverbios: bastante > bastantito, y 
verbos: bailar > bailotear. 
 
Una palabra puede contener diversos prefijos y sufijos al mismo 
tiempo. Lo que sí es importante es el lugar que cada uno ocupa dentro de 
la palabra. Para los sufijos la selección de tal lugar depende del tipo de 
sufijo que se pretenda añadir. En general, los que se colocan más cerca de 
la base son los derivativos heterogéneos, seguidos de los derivativos 
homogéneos, y dejando el lugar más externo a los morfemas flexivos 
cuando los hay. 
 
 
 
30 
I.3.3. Parasíntesis o circunfijación 
 
En la parasíntesis o circunfijación, un prefijo y un sufijo se unen a una 
base que puede ser un nombre o un adjetivo, para producir un verbo, 
aunque algunos autores consideran también la formación de un adjetivo. 
Este proceso de formación de palabras ha sido estudiado desde muy 
diversos enfoques. A lo largo de estos estudios se ha definido el esquema 
de formación como una estructura ternaria, si se quiere ver al prefijo y al 
sufijo como independientes, o binaria si se les quiere ver como un afijo 
discontinuo. El estudio de la parasíntesis dentro de la morfología en el 
español, en palabras de Mervin Lang, “resulta fundamental, dado que su 
léxico está repleto de derivados en los que se ha aplicado prefijación y 
sufijación sobre una misma base” (2002, 241). 
 
El concepto de afijo discontinuo permite explicar la formación de 
derivadas parasintéticas enun solo paso, es decir, en la adición de un afijo 
discontinuo formado por un prefijo y un sufijo que se unen a la base 
simultáneamente. La razón más importante para este concepto es que no 
existe una secuencia de formación en la que haya una palabra intermedia 
que contenga a la base y a uno de los dos afijos; por ejemplo, para formar 
„encarcelar‟ no existe el verbo *carcelar, que sea el paso previo, ni existe 
tampoco *encarcel. 
 
En el caso de la formación verbal, Serrano hace la distinción de los 
esquemas de formación de verbos entre los que considera de forma 
individual a la parasíntesis, nos dice: “En el proceso de verbalización, se 
puede producir simplemente la aplicación del sufijo verbalizador 
(„derivación verbal‟) o bien la aplicación conjunta del morfema verbalizador 
sufijal y de un prefijo („parasíntesis verbal‟)” (GDLE,1999: 4685), es decir, 
existen dos métodos distintos, uno en el que interviene solamente un 
sufijo y otro en el que tan importante es la intervención de un sufijo como 
 
31 
la de un prefijo. En el cuadro siguiente mostramos los ejemplos que él 
mismo nos ofrece para la formación de los verbos baldosar y embaldosar, 
con el mismo significado, derivados ambos del sustantivo „baldosa‟ 
mediante procesos distintos. 
 
Proceso Morfema Verbo 
Derivación verbal Sufijo verbalizador –ar baldosar 
Parasíntesis verbal Sufijo verbalizador –ar y prefijo en– embaldosar 
 
Tabla 1.3. Morfemas utilizados en la sufijación y en la parasíntesis. 
 
De entre los autores que han estudiado los verbos parasintéticos, 
Lang y Serrano-Dolader consideran a la parasíntesis o circunfijación como 
un procedimiento productivo de formación de verbos a partir de nombres y 
adjetivos, para Lang dichos verbos son invariablemente formados con 
prefijo a– o en– a los que se les adiciona el morfema del infinitivo, es decir, 
los sufijos –izar, –ificar, o –ecer (2002:242) y, para Serrano, los verbos 
parasintéticos formados con a– y en– son el grupo más numeroso de este 
tipo de verbos en español, los cuales, excepto por raras excepciones, se 
combinan con las terminaciones verbales –ar o –ecer, y se aplican a bases 
sustantivas o adjetivas (1999:4704). Los detalles de cada uno de los tres 
esquemas de formación de palabras mediante parasíntesis más 
productivos se tratarán ampliamente en el siguiente capítulo por ser el 
objetivo principal de esta investigación. 
 
 
I.3.4. Composición 
 
La composición es el otro proceso más productivo de formación de palabras 
además de la afijación. Un compuesto puede definirse como la suma de dos 
 
32 
o más lexemas o bases para formar una sola palabra “con un sentido 
único y constante” (Varela, 2005:73). Los lexemas o bases que forman el 
compuesto pueden ser nombres, adjetivos, verbos, adverbios o temas 
griegos o latinos cuyo único requisito para ser considerados como 
compuesto es el estar lexicalizados o aceptados por el uso e identificados 
con cierto contenido semántico convencional. 
 
Eventualmente pueden formarse grupos de lexemas que aparecen 
juntos con cierta regularidad para designar conceptos nuevos, algunos de 
los cuales se mantendrán y evolucionarán hasta unirse gráficamente en 
un compuesto ortográfico o compuesto léxico y modificarán, por tanto, la 
categoría gramatical del compuesto respecto de las bases de origen, la 
acentuación –pues uno de ellos perderá el acento– y en ocasiones sus 
límites fonológicos. Por ejemplo, el compuesto „sacacorchos‟ se forma con 
el verbo „sacar‟ y el sustantivo „corchos‟, en el compuesto, las bases se 
unieron gráficamente y para ello el lexema o base verbal, situada a la 
izquierda, perdió el morfema –r, de la forma en infinitivo y también el 
acento, el lexema o base sustantiva, situada a la derecha, „corchos‟, 
conserva el morfema –s de plural y el acento. 
 
Al unirse gráficamente, los compuestos pueden requerir de ciertos 
cambios o la articulación entre las bases proporcionada por una vocal 
insertada entre ambas, pero puede suceder que no se unan gráficamente 
sino que se mantengan como palabras independientes, algunos 
compuestos necesitan una preposición que los ligue. A continuación 
presentamos la clasificación de los compuestos5 que tiene en cuenta la 
clase gramatical de las bases: 
 
 
5 Zacarías P., Ramón (2009). El espacio semántico de la composición nominal. Tesis de 
Doctorado. UNAM. p. 34 
 
33 
Clase gramatical de la base Ejemplos 
verbo + nombre 
sacacorchos, abrelatas, 
guardabosques, mataperros 
nombre + i +adjetivo pelirrojo, cabizbajo, maniatado 
nombre + adjetivo 
cabezadura, caradura, 
aguafuerte 
nombre de nombre 
papel de estraza, mano de hierro, 
ojo de águila 
nombre + nombre 
telaraña, compraventa, 
zarzamora, puntapié 
 
Tabla 1.4. Ejemplos de categoría gramatical de las bases 
empleadas en la composición. 
 
 
Del cuadro anterior, los compuestos “papel de estraza”, “mano de 
hierro”, “ojo de águila” y en general, los que tienen una preposición que 
articula los sustantivos que los forman, son llamados compuestos 
sintagmáticos, porque forman una unidad solidaria y tienen un significado 
único (Varela, 2005:80), o compuestos preposicionales, la característica 
más importante es que sus elementos se conservan como palabras 
independientes pero, dentro del sintagma, mantienen un orden y aluden a 
un contenido semántico específico. 
 
Existen también los compuestos denominados yuxtapuestos, en ellos 
participan dos elementos: los yuxtapuestos nominales, donde ambos son 
sustantivos, y los yuxtapuestos adjetivales, donde ambos son adjetivos. 
 
 
34 
En los compuestos yuxtapuestos nominales apositivos el primer 
nombre es el núcleo semántico y el segundo aporta solamente una 
característica que matiza el significado del primero, por ejemplo, en „traje 
sastre‟ el elemento „traje‟ es el núcleo semántico y „sastre‟ especifica la 
clase de traje de que se hace referencia. Los compuestos yuxtapuestos 
nominales coordinados tienen también dos elementos pero generalmente 
unidos por un guión, en compuestos como „falda-pantalón‟, que conservan 
todas las características de sus elementos. 
 
Los compuestos yuxtapuestos adjetivales están formados por adjetivos 
que pertenecen al mismo campo conceptual, también es usual el guión y 
es normal que el primer elemento presente una forma acortada, en „socio-
político‟, el elemento inicial no presenta el morfema final pero el compuesto 
contiene el significado de social y de político en igualdad de importancia. 
Las combinaciones posibles para formar compuestos son muy amplias 
porque los hablantes utilizarán los lexemas idóneos para nombrar y 
describir con precisión las nuevas realidades. 
 
 
I.3.5. Otros procesos 
 
El acortamiento, los cruces (traslapamientos o blends), la siglación y los 
acrónimos son otros procesos con los que se forman palabras nuevas a 
partir de las ya existentes. 
 
En el acortamiento las palabras pierden algún fonema o sílaba, 
generalmente al final de la palabra, pero no su contenido semántico, por el 
contrario, adquieren una connotación de familiaridad como góber < 
gobernador, peque < pequeño/ña, poli < policía, narco < narcotraficante, 
depre < depresión. 
 
 
35 
En la siglación las letras iniciales de un nombre institucional o 
corporativo se utilizan de manera común en lugar del nombre completo 
(IMSS, OPEP, ONU). En los acrónimos pueden incluirse letras iniciales y 
sílabas completas (Profepa, Unesco, Coparmex). 
 
Los cruces son un proceso ingenioso de formación de palabras en las 
que se utilizan dos bases que tienen una sílaba, un grupo de fonemas 
igual o parecido, o al menos un núcleo vocálico similar6; en brujer se 
traslapa el grupo formado por uj de m uj e r y b r uj a; para formar 
burrócrata se traslapa el grupo burr de burro y bur de burócrata, se 
conserva el grupo„bu‟ en el que está el núcleo vocálico „u‟ que comparten 
sus bases, y se traslapan los fonemas consonánticos /r/ y /ř/ que son la 
parte distinta del núcleo. Muchos cruces son palabras efímeras creadas 
por los hablantes para una realidad particular con el objetivo de 
sorprender a los oyentes (o lectores) y dar dinamismo y sentido crítico o 
lúdico al discurso. Muchos cruces (blends o traslapamientos) se han 
conservado por largo tiempo, pues la realidad a la que aluden sigue tan 
vigente como su capacidad de generar sorpresa. 
 
Hasta aquí hemos hablado acerca de las ramas de la morfología: la 
morfología flexiva, avocada al estudio de los morfemas flexivos de género y 
número y a la conjugación verbal, y la morfología léxica dedicada al 
estudio de los procesos de formación de palabras. Hemos presentado las 
características más importantes de los dos procesos de formación de 
palabras en español: composición y derivación; en la segunda, los procesos 
de prefijación, sufijación y parasíntesis o circunfijación. De esta forma 
hemos situado el lugar que ocupa el proceso que es materia de este 
trabajo. 
 
6 Cortés Fernández, Orly, 2011, “Formación de palabras y paronomasia”, Lingüística 
Mexicana, Vol. VI, núm. 1. [En prensa]. 
36 
Capítulo II. Parasíntesis 
 
La parasíntesis o circunfijación es uno de los procesos de formación de verbos 
mediante afijación, está incluida dentro de la derivación heterogénea, junto a la 
sufijación. La diferencia principal entre estos procesos es el tipo de afijo 
empleado. Aunque también es distinta la variedad de bases que puede 
utilizarse para cada uno. En la parasíntesis se emplean como base sustantivos 
y adjetivos y, de acuerdo a la definición de la Gramática de la Real Academia 
Española, la parasíntesis “consiste en la adición de afijos discontinuos, en 
concreto un prefijo y un sufijo elegidos simultáneamente” (GRAE, 2010: 577-
578). Por lo que puede considerarse como la característica más relevante de 
este proceso el uso de un prefijo y un sufijo unidos a una base para formar un 
verbo parasintético. En la sufijación, en cambio, se emplean como palabra base 
a sustantivos, adjetivos, adverbios, algunos verbos e, inclusive, pronombres; el 
afijo usado es un sufijo. 
 
Derivación heterogénea 
Sufijación 
base + sufijo 
Parasíntesis o circunfijación 
prefijo + base + sufijo 
adjetivo + –ar 
adverbio + –ar 
adjetivo + –ear 
nombre + –ecer 
verbo + –ear 
nombre + –izar 
pronombre + –ear 
 
transparentar 
atrasar 
azulear 
favorecer 
bailotear 
categorizar 
tutear 
 etc. 
en– nombre –ar 
a– adverbio –ar 
a– nombre –ar 
en– adjetivo –ar 
en– adjetivo –ecer 
en– nombre –ecer 
 
entejar 
acercar 
acalambrar 
engordar 
entorpecer 
atardecer 
etc. 
 
Tabla 2.1. Derivación heterogénea en la sufijación y la circunfijación 
37 
De acuerdo a la base sobre la que son formados, los verbos 
parasintéticos se denominan: verbo parasintético denominal, verbo parasintético 
deadjetival, verbo parasintético deverbal y verbo parasintético deadverbial. 
Todos ellos con la estructura de formación: 
 
prefijo+base+sufijo 
 
Los afijos discontinuos, parasintéticos o circunfijos están constituidos por 
parejas de prefijo y sufijo, algunos ejemplos son: 
 
 circunfijo esquema de formación verbo formado 
1) prefijo a– 
 + sufijo –ar a– –ar a + palanca + ar = apalancar 
 + sufijo –ecer a– –ecer a + noche + ecer = anochecer 
2) prefijo en– 
 + sufijo –ar en– –ar en + crema + ar = encremar 
 + sufijo –ecer en– –ecer en + triste + ecer = entristecer 
3) prefijo des– 
 + sufijo –ar des– –ar des + copete + ar = descopetar 
 
Tabla 2.2. Los circunfijos o afijos parasintéticos 
 
El requisito para considerar un verbo como parasintético es que no se 
utilice en el habla una palabra que coincida con la base más uno de los dos 
afijos, base + sufijo o prefijo + base, es decir, en los ejemplos mencionados 
arriba no son utilizadas las formas *apalanca ni *palancar, tampoco *entriste o 
*tristecer, ni *descopete o *copetar; sin embargo, los verbos parasintéticos son 
analizados siguiendo diferentes criterios. 
38 
 
Los afijos parasintéticos o circunfijos pueden analizarse desde dos 
perspectivas: la procesual y la afijal. En la procesual se considera la elección 
simultánea de un prefijo y un sufijo independientes, es decir, la parasíntesis 
como un proceso en el que a una base se le suman los dos afijos que no 
forman una estructura unitaria. La otra postura, la afijal, considera que la 
formación se da a través de la unión de la base más un afijo. El afijo, llamado 
aquí discontinuo o circunfijo, está formado por un par de segmentos, sufijo y 
prefijo, que se unen simultánea y solidariamente a la base y que para dicha 
formación no pueden funcionar de manera independiente. 
 
II.1. Postura procesual: parasíntesis 
 
Algunos autores como Mervin Lang (1994) y Alberto Miranda (1994) consideran 
que la formación de los verbos parasintéticos se da al elegir dos afijos 
independientes, un prefijo y un sufijo de manera simultánea, cuya elección 
depende de la exigencia de expresar cierto matiz específico para una base 
particular; sin embargo, a partir de la independencia de los afijos y a pesar de 
que no existan en el habla etapas de formación intermedias, ya que la elección 
y adición suceden simultáneamente, este tipo de verbos podrían analizarse así: 
 
base + sufijo > prefijo + base sufijada = verbo parasintético, o 
 
prefijo + base > base prefijada + sufijo = verbo parasintético 
 
Lo que implica, al menos, dos pasos sucesivos desde la base hasta el verbo 
parasintético, pero este tipo de análisis lleva a la conclusión de que la 
parasíntesis es un subtipo de prefijación o de sufijación, definición en la que 
coincide Lang, “la parasíntesis es un tipo de derivación” (1994:241) porque 
considera a los afijos morfemas autónomos, y Miranda, para quien “la 
parasíntesis es un tipo de prefijación (derivación) sobre base sufijada” 
39 
(1994:78). Soledad Varela, en cambio, habla acerca de la prefijación y 
sufijación fusionados o realizados en solamente un paso “pues, de no hacerlo 
ambos conjuntamente, no obtendríamos una palabra completa: ni *em-pobre ni 
*pobr-ecer son buenas formaciones en español” (2005:34). 
 
Por ejemplo, del sustantivo „placer‟ por prefijación (com–) obtenemos 
„complacer‟, de esta nueva base, mediante sufijación (–encia) se obtiene 
„complacencia‟. Las etapas contienen las palabras „placer‟, „complacer‟ y 
„complacencia‟ existentes en la lengua de uso, por lo que esta derivada no 
pertenece al proceso de formación parasintético sino a procesos independientes 
para cada etapa; lo mismo ocurre en la secuencia esperar > desesperar > 
desesperación. Pero no ocurre así para triste > entristecer, porque en la lengua 
no existe la secuencia de formación triste > *entriste > entristecer, ni tampoco 
triste > *tristecer > entristecer, las etapas intermedias no son palabras que se 
usen en el habla, por lo que debe suponerse que el proceso de formación del 
verbo entristecer no se da en dos pasos sino en uno solo. 
 
Sin embargo, y aunque no es predecible, las formas intermedias son 
posibles de acuerdo al sistema, por lo que podrían ser en algún momento 
introducidas en la lengua como palabras en uso, como señala Ramón Almela: 
“No todo lo que permite el sistema lo acepta la norma: *desalma y *almado 
están posibilitados por el sistema, pero la norma no los ha aceptado (por 
ahora)” (1999:193). 
 
II.2. Postura afijal: circunfijo 
 
La postura acerca de la formación de verbos por parasíntesis o circunfijación 
más aceptada en la actualidad es la afijal, para ésta el único afijo involucrado 
es el afijo discontinuo o circunfijo, pero siendo un único morfema, se realiza en 
dos lugares de la palabra: al inicio y al final de labase, prefijándola y 
sufijándola simultánea y solidariamente. 
40 
 
Para formar un verbo parasintético se selecciona la base y de entre los 
afijos existentes se elige un circunfijo que se le adiciona; el circunfijo puede ser 
a– –ar, a– –ear, a– –ecer, a– –izar, en– –ar, en– –ecer, en– –izar, des– –ar, re– –ar, 
etc.: 
 
base + circunfijo = prefijo+base+sufijo 
 
Lo cual cumple con el requisito de no existencia de una palabra en el 
habla que coincida con un prefijo+base sufijada ni base prefijada+sufijo, como 
etapa intermedia, para considerar a un verbo como parasintético. 
 
II.3. Formación de verbos por circunfijación 
 
Los procesos de formación de verbos en el español –circunfijación y sufijación– 
presentan esquemas morfológicos muy variados tanto por la clase gramatical 
de las bases como por la variedad de afijos verbalizadores que pueden elegirse 
y aplicarse, pues “los procesos de formación de verbos existen en todas las 
lenguas románicas, [de las cuales] el español es especialmente rico tanto en 
esquemas morfológicos como en la productividad y libertad de aplicación de los 
mismos” (Serrano, 1999:4685), lo que, como veremos más adelante, permite la 
alternancia de algunos procesos y esquemas y, en cierta medida, dificulta el 
análisis. 
 
Las bases léxicas más importantes que dan origen a verbos parasintéticos 
son los sustantivos, formadores de verbos denominales, y los adjetivos, que 
forman verbos deadjetivales, aunque también los adverbios pueden servir como 
base, según se muestra en los ejemplos tomados de la Nueva gramática de la 
lengua española (2010), acerca de los esquemas que dicha obra califica como 
fundamentales: 
 
41 
a–adjetivo–ar atontar <tonto 
a–adverbio–ar alejar <lejos 
a–nombre–ar acolchonar <colchón 
a–nombre–ear apredrear <piedra 
a–nombre–ecer anochecer <noche 
a–nombre–izar aterrizar <tierra 
en–adjetivo–ar ensuciar <sucio 
en–adjetivo–ecer enrarecer <raro 
en–nombre–ar enjaular <jaula 
en–nombre–ecer ensombrecer <sombra 
en–adjetivo–izar encolerizar < cólera 
des–nombre–ar descabezar < cabeza 
re–adjetivo–ar refinar < fino 
re–adjetivo–ecer reblandecer < blando 
re–nombre–ar reciclar ciclo 
 
No todos los esquemas de formación de verbos por parasíntesis tienen la 
misma productividad; mientras unos se utilizan escasamente, algunos 
actualmente resultan más productivos; de estos últimos describiremos en los 
siguientes apartados las características relevantes, dichos esquemas son los 
que emplean los circunfijos a– –ar, en– –ecer, des– –ar y en– –ar, y son: a– 
adjetivo –ar, a– nombre –ar, en– adjetivo –ecer, en– nombre –ecer, des– adjetivo 
–ar, des– nombre –ar, en– adjetivo –ar, y en– nombre –ar, (NGLE, 2010:578-
580), estos esquemas comparten el contenido semántico: son causativos o 
incoativos, indican la adquisición o la dotación de algo, etc., esto permite a los 
hablantes una gran libertad de elección entre esquemas, pues los significados 
entre algunos verbos están muy cercanos o llegan a ser idénticos y la elección 
depende de la preferencia del hablante y de la eufonía lograda. 
 
En los siguientes puntos describiremos las características relevantes de 
los cuatro esquemas que presentan una alta productividad atendiendo a los 
42 
significados que aportan, las bases que prefieren y las posibilidades de alternar 
con otros esquemas parasintéticos o no parasintéticos que inciden en su 
dinamismo y vitalidad. 
 
II.3.1. Formación de verbos en a– –ar 
 
El circunfijo a– –ar forma verbos parasintéticos a partir de bases que son 
adjetivos, sustantivos y adverbios, llamados de acuerdo a las categorías 
gramaticales: verbos parasintéticos deadjetivales, denominales y deadverbiales, 
con los esquemas: 
 
a– adjetivo –ar „atontar‟, „alaciar‟, „alentar‟ 
 
a– nombre –ar „acampar‟, „aborregar‟, „acolchonar‟ 
 
a– adverbio –ar „alejar‟, „acercar‟ 
 
Algunos verbos parasintéticos generados mediante el esquema a– –ar en el 
español antiguo y en el clásico son ahora palabras en las que ya no es 
transparente la base de origen, por ejemplo, el verbo „abonar‟ o su reflexivo 
„abonarse‟ se derivan por parasíntesis de „bueno‟ en el sentido de „dar por 
bueno‟, „atristar‟, utilizada en el español clásico ha sido sustituida por 
„entristecer‟, „adulzar‟ se utiliza menos que „endulzar‟, „limpiar‟ está en uso 
cotidiano actualmente pero no „alimpiar‟ (Serrano, 1995:83); el esquema tiene 
hoy por hoy una alta productividad porque da lugar a neologismos que 
expresan diversos significados transparentes para los hablantes, como la 
adquisición de la cualidad en los verbos „agringarse: adquirir las características 
de gringo‟, „adelgazar: hacerse o hacer delgado a alguien o a algo‟. 
 
En las gramáticas es usual que el esquema de formación de palabras 
mediante el circunfijo a– –ar se estudie simultáneamente con el en– –ar, pues 
43 
ambos proporcionan al verbo derivado significados similares tales como „meter 
algo en‟, „meter en algo‟, „volver o volverse algo‟ o „ejecutar una acción con la 
ayuda de algo‟, como se muestra a continuación: 
 
Clase 
gramatical de 
la base 
Ejemplos de verbo derivado Significado 
Sustantivo: 
cantón > acantonar, 
trinchera > atrincherar, 
campo > acampar, 
colcha > acolchar 
„introducir o meter 
en algo’ 
Adjetivo: 
lacio > alaciar, 
corto > acortar, 
barato > abaratar, 
tenue > atenuar, 
„volver o volverse 
algo’ 
Sustantivo: tigre > atigrar(se) 
„adquirir las 
cualidades de algo’ 
Sustantivo: 
cuchillo > acuchillar, 
puntilla > apuntillar, 
punta > apuntar 
„ejecutar una acción 
con la ayuda de algo’ 
 
Tabla 2.3. Algunos significados de los verbos parasintéticos en a― ―ar 
 
 
II.3.2. Formación de verbos en des– –ar 
 
En la actualidad existe una gran cantidad de neologismos que contienen el 
circunfijo des– –ar o el prefijo des–, el cual aporta los significados de negación, 
inversión o reversión y privación (Varela, 2005:64), que el circunfijo des– –ar 
44 
conserva en la formación de verbos parasintéticos. Ejemplos de estos 
neologismos los encontramos sobre todo en el lenguaje periodístico que, para 
llamar la atención del lector, genera formaciones efímeras pero transparentes 
en las que toma como base un adjetivo, un sustantivo o un verbo formado en 
un proceso de parasíntesis previo. Debido a lo cual, clasificar a un verbo como 
parasintético en este esquema debe atender a ciertas restricciones o “criterios 
delimitativos” (Serrano: 1999:4716-4719), que evitarán en alguna medida las 
ambigüedades. 
 
El primer criterio o restricción es que la estructura debe ser como el resto 
de los verbos formados por parasíntesis prefijo+base+sufijo, sin que exista una 
palabra en el habla que coincida con prefijo+base sufijada o base 
prefijada+sufijo, o “todas aquellas formaciones que presentan como formante 
inicial el prefijo des–, y que transparentan en su estructura una formación 
parasintética verbal preexistente (normalmente constituida con a– o en–) son 
formaciones prefijadas y no parasintéticos verbales”. 
 
Base del verbo 
parasintético 
Verbo parasintético 
utilizado como base 
Verbo prefijado con 
des– 
lodo 
rollo 
barco 
enlodar 
enrollar 
embarcar 
desenlodar 
desenrollar 
desembarcar 
 
Tabla 2.4. Ejemplos de verbos parasintéticos mediante el esquema 
des― ―ar y prefijados en el esquema des― 
 
El significado de los verbos denominales parasintéticos “indica, por lo 
general, la acción de privar de ese objeto a alguien o algo” (Beniers, 2004:169), 
como corteza + des― ―ar > descortezar, donde la posible confusión con verbos 
prefijados que podrían ser analizados como parasintéticos puede minimizarse 
45 
si se comprueba la existencia o inexistencia de un verbo que sea la base de 
formación y cuyo significado sea contrario al significado del parasintético que, 
para nuestro ejemplo, *cortezar es inexistente.El segundo criterio delimitativo nos indica el complemento lógico del 
anterior: “todas aquellas formaciones verbales que presentan como formante 
inicial el prefijo des– y que transparentan en su estructura una base sustantiva 
o adjetiva son parasintéticos verbales”. 
 
Verbo parasintético en des– –ar Esquema de formación 
despedazar 
descremar 
desvalijar 
des– pedazo –ar 
des– crema –ar 
des– valija –ar 
 
Tabla 2.5. Verbos parasintéticos formados mediante el esquema 
des― ―ar y su esquema de formación 
 
En la tabla hemos incluido verbos denominales “que denotan el producto 
de una destrucción: despedazar” (Beniers, 2004:169), que cumplen con este 
criterio pues tampoco existe para ellos un verbo que pudiera haber servido 
como base de formación: *pedazar, *cremar (< crema) o *valijar. 
 
Algunos de los verbos que cumplen con los dos criterios mencionados 
presentan dificultad para clasificarse como parasintéticos porque existe un 
verbo que podría haber servido de base, sin embargo, el tercer criterio 
delimitativo evita la ambigüedad: “todas aquellas formaciones verbales que 
presentan como formante inicial el prefijo des–, y que transparentan una base 
sustantiva o adjetiva, pero no transparentan entre sus formantes un 
parasintético verbal con prefijo explícito (a– o en–), podrán ser interpretadas, a 
veces, y dependiendo en algunas ocasiones de cuestiones extralingüísticas, 
46 
además de como formaciones parasintéticas, como formaciones prefijadas 
sobre una base verbal previa. Los criterios delimitativos primero y el segundo 
no se excluyen sino que se complementan”. 
 
La siguiente tabla muestra tres casos en los que es necesario analizar los 
verbos dentro del contexto para definir el esquema en el que fue formado. 
 
Verbo Como parasintético Como prefijado 
descaminar 
deshonrar 
desnivelar 
des– camino –ar 
des– honra –ar 
des– nivel –ar 
des– caminar 
des– honrar 
des– nivelar 
 
Tabla 2.6. Posible interpretación de verbos como 
parasintéticos o como prefijados 
 
Los verbos formados con el esquema des– –ar utilizan bases que son 
sustantivos o adjetivos, como se mencionó al inicio de este segmento, los 
significados de los verbos parasintéticos formados con des– –ar son bastante 
diversos, de los cuales, los más importantes son: verbos con el significado 
“alejar, sacar, salir de algo” o ablativos, “realizar una acción con ayuda de algo” 
o instrumentales, “producción o destrucción de algo” o efectivos (desboronar o 
desmoronar), y “quitar algo” o privativos (deshuesar), “inversión de una acción” 
(descarrilar) y “completar una acción” (desvanecer) (Beniers, 2004:168-172)1. 
 
En seguida presentamos ejemplos del análisis de algunos verbos que tiene 
los significados descritos en el párrafo anterior (ablativos, instrumentales, 
efectivos y privativos), y que pueden ser analizados de acuerdo al contexto en el 
que se encuentran como verbos parasintéticos o como verbos prefijados, donde 
 
1
 Para los ejemplos de verbos en este párrafo. 
47 
será notoria la utilidad de los criterios delimitativos para distinguir uno de otro 
tipo. 
 
 
 
In
s
tr
u
m
e
n
ta
l:
e
s
: 
 
deslumbrar 
desgarrar 
desbarrar 
 
 
des– lumbre –ar 
des– garra –ar 
des– barra –ar 
 
 
*des– lumbrar 
*des– garrar 
*des– barrar 
 
 
E
fe
c
ti
v
o
s
: despedazar 
desgajar 
deshebrar 
desmembrar 
des– pedazo –ar 
des– gajo –ar 
des– hebra –ar 
des– miembro –ar 
*des– pedazar 
*des– gajar 
*des– hebrar 
*des– membrar 
 
P
ri
v
a
ti
v
o
s
: desmantecar 
despiojar 
desbravar 
descabezar 
des– manteca –ar 
des– piojo –ar 
des– bravo –ar 
des– cabeza –ar 
*des– mantecar 
*des– piojar 
*des– bravar 
*des– cabezar 
 
Tabla 2.7. Análisis de verbos como parasintéticos formados en el 
esquema des– –ar y como sufijados formados en el esquema des– 
 
 
2
 El verbo desbordar como prefijado se deriva de bordar y significa „deshacer lo bordado‟. 
Verbo analizado Como parasintético Como prefijado 
A
b
la
ti
v
o
s
: desvainar 
destronar 
desbandar 
desbordar 
des– vaina –ar 
des– trono –ar 
des– bando –ar 
des– borde –ar 
*des– vainar 
*des– tronar 
*des– bandar 
* des– bordar2 
48 
Algunos verbos que han sido formados mediante el esquema parasintético 
des– –ar pueden alternar con los verbos formados mediante el esquema de 
prefijación des– de un verbo parasintético sin que su significado se vea 
afectado. Ejemplo de esta posibilidad son las parejas formadas por descarrilar y 
desencarrilar, descuadernar y desencuadernar, desbotonar y desabotonar 
(GRAE, 2010:723), en las que el primero es un verbo parasintético y el segundo 
es un verbo prefijado. Los esquemas parasintéticos que alternan en estos 
ejemplos con des– –ar son en― ―ar y a― ―ar. 
 
II.3.3. Formación de verbos en en– –ecer 
 
El esquema de derivación verbal mediante el sufijo –ecer ha sustituido en 
muchos casos al esquema –ir del castellano antiguo, lo que le proporcionó a 
dichos verbos una cierta noción de modernidad: fallecer se prefirió en lugar de 
fallir, fenecer por finir, establecer por establir, guarecer por guarir y escarnecer 
por escarnir. Dicha noción de modernidad también la proporciona el esquema 
en– –ecer en verbos actuales: embravecer se prefiere a embravar, encalvecer a 
encalvar (Serrano, 1999:4700-4707) o embellecer a embellir, embravecer a 
embravir y enriquecer a enriquir (GRAE, 2010:616). 
 
Este esquema se aplica a bases sustantivas y adjetivas, preferentemente 
bisílabas, pues “hay tendencia a evitar la derivación parasintética en [en– –ecer] 
cuando el adjetivo [o sustantivo] de base tiene tres o más sílabas...” y se evita si 
la base contiene sibilantes porque “ocasionaría una acumulación de sibilantes 
de dudosa eufonía” (Serrano, 1999:4705-4707). 
 
Los autores consultados coinciden en que los verbos formados en el 
esquema en– –ecer expresan valores en los cuales “destaca el matiz incoativo” 
(Beniers, 2004:187), o “la noción de que surge o se manifiesta en el significado 
del verbo incoativo” (GRAE, 2010: 616), pero responden también al significado 
de “adquirir o hacer adquirir alguna de las características del sustantivo base” 
49 
(Serrano, 1999:4711), cuando son denominales como emplumecer y enmohecer, 
de igual manera que los deadjetivales envejecer que significa „adquirir las 
características propias de la vejez‟, o entorpecer que significa „volver o volverse 
torpe‟. 
 
Las restricciones para el uso de este esquema pueden observarse en la 
tabla siguiente. La base (sustantivo o adjetivo) que da lugar al verbo, de 
acuerdo al número de sílabas y la presencia o ausencia de sibilantes, 
determina el esquema de formación de verbos idóneo y las posibilidades de 
libertad de elección que tiene el hablante entre los esquemas a― ―ar, en― ―ar 
y en― ―ecer. Los esquemas pueden alternar y conservar idéntico significado, su 
uso depende de la eufonía y la preferencia del hablante. 
 
Adjetivo Posibilidades de elección entre verbos parasintéticos derivados 
calvo *encalvar o encalvecer 
bravo *embravar o embravecer 
grueso *agrosar o engrosar 
delgado adelgazar o *endelgazar 
loco alocar o *enlocar oenloquecer 
tonto atontar o *enlocar o entontecer 
 
Sustantivo Posibilidades de elección entre verbos parasintéticos derivados 
barba *abarbar o *embarbar o embarbecer 
pluma *aplumar o emplumar o emplumecer 
moho *amohecer o enmohecer 
tigre *atigrar o*entigrar o entigrecer(se) 
 
Tabla 2.8. Posibilidades de elección de uso entre los circunfijos 
a– –ar, en– –ar y en– –ecer 
 
50 
II.3.4. Formación de verbos en en– –ar 
 
La formación de palabras en el esquema de parasíntesis en en– –ar ha sido y es 
uno de los esquemas de formación más productivos en español. Algunas 
palabras creadas en este esquema provenientes del latín

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