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Analisis-didactico-del-uso-del-libro-de-texto-en-un-grupo-de-quinto-grado-de-la-Escuela-Nacional-Preparatoria

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
Facultad de Filosofía y Letras
Análisis didáctico del uso del libro de texto
en un grupo de quinto grado de la
Escuela Nacional Preparatoria
INFORME ACADÉMICO POR ACTIVIDAD
PROFESIONAL
Que para obtener el grado de
Licenciado en Lengua y Literatura Hispánicas
Presenta
SILVIA BUENROSTRO PÉREZ
Asesora
Lic. Laura Leticia Rosales Luna
Ciudad Universitaria México, 2011
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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Dedicatoria y agradecimientos 
 
Dedico este trabajo a mis padres, José y Gloria, quienes han estado muy cerca de mí en todo 
momento y a quienes entusiasma más que a nadie la culminación de este trabajo. Por estar 
conmigo siempre, gracias papás, llegamos juntos hasta aquí. 
Quisiera agradecer de una forma muy especial a la profesora Leticia Rosales Luna por la 
paciencia, la confianza y el apoyo que me ofreció a lo largo de este proceso. A las maestras Elia 
Acacia Paredes Chavarría, Rosaura Herrejón García y Rosalinda Saavedra Morales, así como al 
maestro Galdino Morán López por sus consejos y por la atención puesta a este informe académico. 
Gracias también a todas aquellas personas que directa e indirectamente me han alentado 
para llegar a la meta, a mis amigos, compañeros de trabajo y a mi hermana Carolina. 
Vaya un agradecimiento especial a la institución que me cobijo en sus aulas durante casi 
diez años y que ahora me ofrece la posibilidad de formar parte de su planta docente, a mi alma 
mater, Universidad Nacional Autónoma de México. 
 
 
 
Índice 
 Pag. 
 
Introducción 1 
 
I. Marco referencial 
 
A. El Plan de estudios de la Escuela Nacional Preparatoria 6 
de la UNAM 
B. Las materias humanísticas del quinto grado 7 
C. Estructura del programa de Literatura Universal 9 
 
II. Primeras variables del análisis didáctico 
 
A. Los alumnos de la Escuela Nacional Preparatoria 14 
de la UNAM 
B. Perfil del grupo de análisis 16 
C. Didáctica empleada durante la clase de 
 Literatura Universal 24 
 
III. Diferentes tipos de materiales didácticos 
 
A. Materiales didácticos para la educación media superior 43 
B. Los libros de texto para las materias científicas y humanísticas 45 
 
IV. Análisis didáctico de un libro de texto 
A. ¿Ún libro de texto para Literatura Universal? 54 
B. Características que deben poseer los libros de texto 
en general 60 
C. Relación con el programa de estudio de la materia 71 
D. Enfoque didáctico específico 74 
 
Conclusiones 82 
 
ANEXOS 86 
 
Bibliografía 148 
 
1 
 
INTRODUCCIÓN 
 
 
Al egresar de la carrera de Letras Hispánicas opté por dedicarme a la docencia, y 
de inmediato me enfrenté a la problemática educativa de cualquier nivel: “¿Cómo 
enseñar?”. El reto resulta difícil para el incipiente profesor y una de las primeras 
ideas que viene a la mente es que las clases tomadas en la Facultad no fueron 
suficientes, pues a partir de la experiencia frente a los grupos, el egresado se 
percata de la carencia de herramientas pedagógicas para lograr el objetivo que 
todos los profesores nos hemos impuesto: lograr un aprendizaje significativo en 
los estudiantes, y, en el caso de los docentes que imparten la asignatura de 
Literatura: despertar el gusto por la lectura en adolescentes, cuyas edades oscilan 
entre los quince y diecisiete años. 
Con ésta y otras expectativas pasé a formar parte de la planta docente de la 
Escuela Nacional Preparatoria, al ingresar en el año 2004 al plantel No. 7 
“Ezequiel A. Chávez”. La inquietud por mejorar el nivel educativo en los nueve 
planteles que conforman el bachillerato de la UNAM preocupa, indudablemente, a 
la misma institución. Es por ello que ofrece cursos de nivelación pedagógica, 
diseñados especialmente para su planta docente, con el único fin de mejorar la 
calidad educativa en sus planteles y de este modo lograr su objetivo primordial: 
formar individuos con conocimientos integrales, útiles a la sociedad y capaces de 
valerse por sí mismos frente a la realidad que les tocó vivir. 
Gracias a estos cursos, los docentes que formamos parte de la ENP 
podemos modificar y mejorar nuestro trabajo en las aulas frente a los grupos. 
Considero que, en lo particular, estos cursos me han otorgado las herramientas 
necesarias para superar mi labor académica, aunque, por supuesto, cada día me 
enfrento a diferentes problemáticas con los alumnos, mismas que me obligan a 
replantear mi tarea como docente. 
Es preciso mencionar que nuestro trabajo es de los que mayor actualización 
requiere y que es necesario que cada profesor renueve y organice su plan de 
trabajo en cada ciclo escolar, de tal manera que resulte adecuado para los 
jóvenes. Esto nos lleva a considerar la planeación y el acopio o selección del 
2 
 
material didáctico más adecuado con perfil de los grupos que atendemos año con 
año, objetivos, estrategias, evaluación, libro de texto, obras y autores 
representativos, visitas guiadas a algún museo o la proyección de algunas 
películas y videos que apoyen la transmisión y asimilación de conocimientos de la 
materia. 
Entre los distintos materiales didácticos con los que cuentan los profesores 
de los distintos centros educativos, el libro de texto el que tiene una relevancia 
primordial debido al fácil acceso que se tiene de él, gracias a la difusión que de 
este apoyo pedagógico ofrecen las distintas casas editoriales que cubren las 
necesidades de los sistemas educativos. Sin embargo he de decir que durante 
mis primeros años como docente, no consideré ninguno como parte de la clase; ya 
fuera porque consideraba la situación económica de los estudiantes o porque me 
parecía que las actividades que proponen estos textos interferían con la 
planeación personal del curso. La cuestión monetaria pasa a segundo plano, si se 
toman en cuenta los aspectos que conciernen a lo meramente académico: los 
libros de texto que alguna vez revisé con la intención de ponerlos en 
funcionamiento durante las clases, por un lado, no cubrían mis expectativas ni 
cubrían las necesidades de los grupos ni los contenidos que propone el programa 
de estudios del bachillerato de la ENP de la asignatura Literatura Universal, 
incluso, los enfoques pedagógicos no eran claros el algunos y presentaban un 
punto de vista muy personal del autor o autores. Respecto a mis expectativas, 
tenía la sensación de no avanzar en los contenidos de la asignatura debido al 
carácter enciclopédico de los mismos o a la complejidad de las lecturas ofrecidas 
por los textos; en cuanto a las actividades que tenían que desarrollar los alumnos, 
en éstas, se pide a los alumnos explicar o desarrollar aspectos que no se 
contemplaron en el desarrollo del tema; incluso, algunas no tenían coherencia con 
los contenidos presentados, pues no ofrecían un enfoque didáctico bien definido y, 
finalmente, algunos materiales de este tipo no cubrían al cien por ciento los 
contenidos expuestos en el programa de la asignatura. 
De las apreciaciones anteriores, de la experiencia que al paso del tiempo se 
va adquiriendo y de lo aprendido en los cursos de nivelación pedagógica que nos 
3 
 
ofrece la EscuelaNacional Preparatoria, surge esta investigación en la que analizo 
el uso de un libro de texto de Literatura Universal y, que fue realizado en un grupo 
del plantel ya mencionado, a través del libro Literatura Universal de los autores 
Miguel Ángel de la Calleja, Judith Salazar y Tania Herrera Dondiego editado por 
Santillana. La decisión de utilizar este libro de texto surgió porque esta editorial ha 
presentado materiales, que desde mi punto de vista, resultan novedosos, ya que 
integra el uso de las nuevas tecnologías a través de un CD-ROM, herramienta que 
acerca de manera lúdica a los estudiantes al mejor estudio y comprensión de la 
materia y, sobre todo, los acerca a la realidad que están viviendo: la presencia 
cada día más fuerte de la tecnología en cualquier ámbito, sugiere páginas de 
internet que contienen información confiable y, lo más importante para el profesor, 
incluye los contenidos que corresponden al currículum del bachillerato de la 
UNAM, la selección adecuada de los fragmentos literarios que, aunque no se 
consideran como el único medio para estudiar la literatura, responden, en general, 
a los intereses del profesor, debido a que al final de cada lectura se proponen 
actividades que ayudan a la mejor comprensión del texto analizado. 
También es importante señalar que mi investigación está apoyada en la 
experiencia de colegas de otros colegios para quienes el libro de texto es una guía 
de gran ayuda para los estudiantes y para el mismo docente; no obstante, hay 
quienes consideran que los libros de texto no son necesarios en las clases, ya sea 
porque no presentan los contenidos del currículum o porque no cubren sus 
necesidades. Sin embargo, el éxito del libro de texto se establece a partir de la 
manera como el docente lo utiliza. Evidentemente, los profesores no debemos 
dejar toda la responsabilidad al material didáctico; es necesario planificar su 
presencia durante el curso y evitar situaciones que resulten adversas a los jóvenes 
tales como la “resolución” de páginas con el único fin de obtener una calificación. 
De acuerdo con estas consideraciones podemos afirmar que el libro de 
texto no es una panacea y, por tanto, el profesor no tiene la vida resuelta. El libro 
de texto sólo debe tomarse como una herramienta, un material que acerque al 
estudiante a la asignatura estudiada y que al profesor le sirva como apoyo para 
lograr este acercamiento. 
4 
 
Este trabajo se compone de cuatro capítulos. El primero corresponde a la 
descripción del Plan de estudios de la Escuela Nacional Preparatoria, a las 
asignaturas humanísticas que conforman el quinto año de bachillerato de la UNAM 
y, finalmente, al plan de estudios de la asignatura. 
En el segundo capítulo, se presentan algunos antecedentes del plantel 7 
“Ezequiel A. Chávez”, la descripción del grupo 514 y de la forma de trabajo con el 
mismo. 
El tercer capítulo, se refiere a los distintos tipos de materiales didácticos y a 
aquellos que sirven a los profesores de bachillerato, principalmente, al libro de 
texto, sus antecedentes, su impacto en las instituciones educativas y su uso en las 
aulas escolares y la manera como lo contemplan algunos profesores de otras 
áreas distintas a la de Humanidades de la preparatoria no. 7 “Ezequiel A. Chávez” 
Finalmente, el capítulo cuatro corresponde al análisis del libro Literatura 
Universal de editorial Santillana; aquí se presentan algunas de las distintas 
posturas que los investigadores han adoptado frente a los libros de texto en 
general y algunos de los modelos para evaluar la calidad de esta herramienta. Con 
base en estos modelos, creé uno propio para darle validez al libro de texto de 
editorial Santillana, en este modelo se contemplan la relación que éste tiene con el 
programa de estudios de la asignatura, el enfoque didáctico que proponen los 
autores del mismo, los distintos aprendizajes que se esperan desarrolle el alumno 
(conceptual, procedimental y actitudinal), el orden como están presentados los 
contenidos, el formato, las ilustraciones o imágenes que se presentan, entre otros 
aspectos. 
El proceso y la metodología que empleé para llevar a cabo la elaboración 
de este informe académico consistió en la aplicación de cuestionarios a los 
alumnos del grupo 514 de la preparatoria 7, sobre su visión respecto a la 
asignatura de Literatura Universal y acerca del libro de texto. Se aplicaron dos 
cuestionarios: uno al inicio del ciclo escolar y otro al final. Cabe aclarar que los 
puntos de vista de los alumnos fueron muy distintos al inicio y al final del curso, 
pues algunos cambiaron su visión negativa por una positiva respecto a la 
asignatura y al material. 
5 
 
La participación de los docentes del mismo centro educativo también se 
tomó en cuenta para este informe. Para conocer los criterios de selección y su 
posición frente al libro de texto, apliqué cuestionarios a profesores del mismo 
colegio de Literatura y de otros colegios, entre ellos, del colegio de Etimologías, de 
Matemáticas, Psicología y Orientación educativa y de Educación para la Salud, 
cuyos resultados aparecen en la sección de anexos de este informe. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
5 
 
I. Marco referencial 
 
 
A. El Plan de estudios de la Escuela Nacional Preparatoria de la 
Universidad Nacional Autónoma de México 
 
La misión de la Escuela Nacional Preparatoria es la de contribuir a una 
formación integral de los educandos, es decir, desarrollando las capacidades 
intelectuales, afectivas, físicas, artísticas, morales y comunicativas de los 
mismos. Para lograr esta misión ha ideado un plan de estudios que contempla 
un contenido programático de 94 asignaturas que corresponden al orden 
científico, social y tecnológico. Estas asignaturas se conforman por programas 
ideados para desarrollarse por año. El programa que corresponde al quinto año 
de bachillerato comprende 12 asignaturas que pertenecen a las distintas áreas 
del conocimiento con el fin de fomentar en los estudiantes un conocimiento 
integral. (Véase anexo 1) 
 
La estructura del plan de estudios de 1996 establece tres etapas de 
formación, las cuales representan una graduación en el proceso educativo de 
los estudiantes; el 4º año corresponde a la etapa de introducción; el 5º año, a la 
de profundización y el 6º, a la de orientación. Los dos primeros años 
corresponden a lo formativo y a lo cultural, mientras que el tercer año es una 
especie de propedéutico o preparación para la facultad, en el que los 
estudiantes tendrán su primer acercamiento con las asignaturas, ya sean 
optativas u obligatorias que correspondan a la carrera que elegirán. El tercer 
año de bachillerato (6º) está dividido en tres áreas: 
 
6 
 
 Físico-Matemática y de las Ingenierías. 
 Ciencias Biológicas y de la Salud. 
 Ciencias Sociales y Humanidades y arte. 
 
Literatura Universal es una de las 94 asignaturas que se presentan en el 
mapa curricular de los Planes y programas de estudio de la ENP, su ubicación 
se halla en el segundo año (5º); es de carácter obligatorio y teórico; su valor en 
créditos es de 12; se imparte tres horas por semana y las horas anuales 
estimadas por año marcadas en el programa son 90. Los datos que identifican 
la materia y que se encuentran planteados en la carátula del programa 
comprenden el colegio al que pertenece la asignatura, el nombre del programa, 
la clave, el año escolar en el que se estudia, la categoría de la materia, el 
carácter de la misma, el número de horas semanales y anuales que comprende 
y los créditos que cubre. (Véase anexo 2) 
Según el programa de estudios, la materia de Literatura Universal se 
ubica en 5º año porque es la continuación de Lengua Española, que se imparte 
en cuarto año. En este curso los alumnos adquirieron las herramientas para 
redactar, analizar e investigar; además, de que ya han adquirido elhábito de la 
lectura y la sensibilidad necesaria ante un texto literario. En el curso de 5º año, 
los alumnos continuarán desarrollando lo aprendido en 4º, pero esta vez 
descubrirán corrientes, autores y obras literarias universales para conocer otras 
formas de ser y de pensar que les permitan comprender. Después, en 6º, 
estudiarán la propia literatura -Mexicana e Iberoamericana- y sus 
manifestaciones artísticas. 
Uno de los propósitos de los Planes y programas de estudio de la ENP 
es la relación interdisciplinaria entre las asignaturas para lograr una formación 
integral del estudiante, por eso, se aprovecharán los conocimientos obtenidos 
7 
 
en el curso de Historia Universal, mismos que orientarán al alumno para que 
ubique en el tiempo y para que comprenda el pensamiento de los autores, las 
características de las corrientes literarias y de las mismas obras de la Literatura 
Universal. Otra materia, que enriquecerá los contenidos del programa, es 
Geografía, ya que el alumno podrá ubicar en el espacio los países donde 
surgen y se desarrollan las manifestaciones literarias estudiadas en Literatura 
Universal. Geografía e Historia Universal son materias antecedentes que sirven 
para complementar los temas estudiados en Literatura Universal. Los Planes 
de estudio de la ENP, contemplan, además de las materias antecedentes, las 
paralelas y las consecuentes como las Etimologías Grecolatinas del Español 
que propician el acceso para mejorar la habilidad lexicológica; la Historia 
Universal que coadyuva a relacionar a nuestro país con el mundo; la Ética que 
permite al alumno el apropiarse de los contenidos, especialmente al desarrollar 
la comprensión de los valores, entre ellos el estético; Idiomas que propicia la 
habilidad lingüística en otras lenguas y el conocimiento de textos en su lengua 
original. Finalmente, la asignatura consecuente que culminará la preparación 
cultural y lingüística es, en 6º año, Literatura Mexicana e Iberoamericana.1 
No obstante, los conocimientos adquiridos en cada grado escolar 
servirán a los estudiantes no sólo para concluir exitosamente su bachillerato, 
estos conocimientos, en tanto que, adquiridos a través de un aprendizaje 
significativo se convertirán en una base sólida y en una herramienta utilísima 
en la futura carrera académica de los aún bachilleres; por otro lado, la labor del 
profesor servirá para integrar adecuadamente todos esos conocimientos que 
corresponden a las materias antecedentes y paralelas: 
 
1Basado en: Escuela Nacional Preparatoria, Programa de estudios de la asignatura de 
Literatura Universal, Universidad Nacional Autónoma de México, 1996, p. 3 
8 
 
El aprendizaje significativo es de tal manera que se integra con 
conocimientos anteriores. El contenido actual no se ve como algo 
aislado, sino como algo que forma unidad con otros temas 
aprendidos. Ayudar a captar esas relaciones entre los diferentes 
contenidos es una de las más importantes labores del profesor.2 
 
B. Las materias humanísticas del quinto grado 
 
De las doce materias que comprende la currícula del quinto grado de 
bachillerato, cinco corresponden al área de humanidades, 
LITERATURA UNIVERSAL LITERATURA 
ÉTICA FILOSOFÍA 
LENG.EXTR. INGLÉS V IDIOMAS 
LENG.EXTR. FRANCÉS V IDIOMAS 
LENG.EXTR. ITALIANO I IDIOMAS 
LENG.EXTR. ALEMÁN I IDIOMAS 
LENG.EXTR. INGLÉS I IDIOMAS 
LENG EXTR. FRANÉS I IDIOMAS 
HISTORIA DE MÉXICO II HISTORIA 
ETIMOLOGÍAS 
GRECOLATINAS 
LETRAS CLÁSICAS 
 
El objetivo o propósito de cada una de ellas, al igual que el de Literatura 
Universal, es el de formar alumnos con un conocimiento integral; para ello, en 
los programas que corresponden a las diferentes materias humanísticas, se 
promueve la relación que existe entre cada materia, ya sea de una manera 
ascendente, paralela o consecuente. 
En cuanto a las asignaturas paralelas con Literatura Universal, en quinto 
año, se encuentran las asignaturas que pertenecen al núcleo básico del área 
del lenguaje, comunicación y cultura: Etimologías e idiomas (Inglés, Francés, 
Alemán o Italiano). Se consideran paralelas a la Literatura Universal, de 
 
2 GUTIÉRREZ Sáenz, Raúl, Introducción a la didáctica, México, ESFINGE Grupo Editorial, 
2007, p. 23 
9 
 
acuerdo a los programas de cada uno de los idiomas que se enseñan en la 
ENP, “porque ubica la trascendencia de la literatura de expresión inglesa 
[francesa, italiana y alemana] dentro de la cultura universal.”3 
Por su parte, en el programa de Etimologías Grecolatinas se manifiesta 
la importancia de esta materia en la formación integral de los estudiantes: “es la 
materia que constituye la herramienta básica en el estudio de las humanidades 
y de las ciencias que emprende el estudiante universitario”.4 Además de que 
otorga al alumno dominio sobre su lengua y sobre su cultura e, incluso, sobre 
otras culturas. 
 
Estructura del Programa de Literatura Universal 
El programa de estudios de Literatura Universal busca que el alumno egresado 
de bachillerato desarrolle su capacidad de análisis y de investigación apoyado 
por el profesor; además de que el alumno logre un criterio selectivo al elegir 
sus lecturas. Se trata también de que el estudiante reconozca los valores 
morales que contienen las grandes obras universales, de que se identifique con 
los personajes y analice las posibles soluciones a la problemática planteada en 
un texto para que, si en algún momento de su realidad se le presentara una 
situación similar, pueda resolverla. 
 El programa de Literatura Universal comprende ocho unidades, 
ordenadas de manera cronológica, que abarcan desde las literaturas antiguas 
hasta la época contemporánea. Se pretende que el alumno conozca –ahora- 
sobre autores y obras de otros países con el fin de que relacione y comprenda 
la visión de la literatura propia de su país o del mundo. 
 
3 Escuela Nacional Preparatoria, Op. Cit., Universidad Nacional Autónoma de México, 1996, p.3 
4 Escuela Nacional Preparatoria, Programa de estudio de la asignatura de Etimologías, 
Universidad Nacional Autónoma de México, 1996, p. 2 
10 
 
 Según el Programa, el estudio de esta asignatura implica investigación 
en bibliotecas, lectura, análisis y comentario oral de textos, interrelación con 
otras asignaturas y la elaboración de un trabajo formal de redacción al final de 
cada unidad. 
 La estructura listada del programa es la siguiente: 
 Primera Unidad: Las literaturas orientales en la antigüedad. 
1. Textos literarios de la antigüedad oriental. 
2. Proyección de la historia y de la religión en la literatura. 
3. Características esenciales de estas literaturas. 
 Segunda unidad: Las literaturas clásicas grecolatinas. 
1. Las epopeyas homéricas. 
2. El género dramático en Grecia y en Roma. 
3. La lírica grecolatina. 
4. Valores universales de la cultura clásica en el arte. 
 Tercera unidad: La Edad Media en Europa. 
1. Los géneros literarios en el medioevo. 
2. Conceptos importantes de esta etapa. 
3. Contexto cultural de la literatura. 
4. Los grandes autores de la transición de la Edad Media al 
Renacimiento. 
 Cuarta unidad: La literatura en el Renacimiento. 
1. Características de la literatura renacentista. 
2. Lectura de textos seleccionados. 
3. Análisis estructural. 
4. El contexto sociocultural. 
11 
 
5. Géneros literarios cultivados en este período. 
 Quinta unidad: La literatura neoclásica. 
1. Lo bello y lo útil en este período. 
2. El poder de la razón y de la crítica en el neoclasicismo. 
3. El contexto histórico cultural. 
4. Los géneros en esta etapa: teatro, fábula, novela y poesía. 
 Sexta unidad: Romanticismo y realismo literarios. 
1. Distinción entre estas corrientes literarias. 
2. La transformación de la literatura porel individualismo, por el 
sentimiento y el liberalismo. 
3. La objetividad del realismo. 
4. El contexto sociocultural del siglo XIX. 
 Séptima unidad: De la literatura moderna a la vanguardia. 
1. La singularidad del vanguardismo en el arte. 
2. Características de las vanguardias en sus distintas 
manifestaciones. 
3. La filosofía y la historia en este período de inseguridad mundial. 
4. Las literaturas de vanguardia. 
 Octava unidad: La época actual desde el período entreguerras. 
1. El mundo contemporáneo en sus variables que propician la 
angustia y preocupación vitales: 
2. La literatura como revelación. Modificaciones estructurales de la 
obra literaria. 
3. La importancia de la literatura.5 
 
5 Programa de estudios, Ibidem., p. 6 
12 
 
Al finalizar cada unidad, aparece un listado de la bibliografía de consulta 
y de diccionarios que podrán revisar tanto el alumno como el profesor y; al final 
del programa se halla una serie de sugerencias de lecturas para que el 
profesor elija de esa lista las lecturas que se dejarán a lo largo del ciclo escolar; 
de acuerdo al programa de estudios, estas lecturas deberán ser obligatorias y 
completas: 
En esta unidad, el profesor señalará la(s) lectura(s) obligatoria(s) 
que estime pertinente(s), pero se insiste en que sean lecturas 
directas, no resumidas. 
Considerar la lista de lecturas sugeridas en la página 44.6 
 
Cabe mencionar que algunas de esas lecturas no corresponden al 
contenido temático del programa. Tal es caso de la unidad VII, que se refiere a 
las vanguardias, en donde se sugieren lecturas de autores y temas que no se 
tratan en dicha unidad y que corresponden más bien a la unidad VIII; por lo 
que, el profesor debe hacer una revisión cuidadosa de los temas para verificar 
que, efectivamente, se pedirá a los educandos la lectura adecuada de cada 
unidad. Por otra parte, considero, que el profesor no debe ceñirse a las lecturas 
directas propuestas por el programa; al contrario, si conoce otro título de la 
obra de alguno de los autores estudiados en clase y, considera que este texto 
gustará y despertará el interés del joven, puede elegirlo siempre y cuando no 
rompa con la continuidad del programa y agregarlo a la lista de lecturas del 
curso. 
Los temas propuestos en el programa de Literatura universal están 
presentados de forma cronológica y las literaturas que fueron consideradas 
como punto de partida de la materia son las literaturas orientales para finalizar 
 
6 Programa de estudios, Op. Cit., p. 8 
 
13 
 
con la época actual (Véase programa listado arriba), lo que permite una 
adecuada articulación temática y facilita su comprensión. Cada unidad 
comienza con el número y el título que le corresponden y se indican los 
propósitos u objetivos que los alumnos deberán alcanzar. Una característica 
importante que posee el programa de estudios es que no es exhaustivo, es 
decir, que el profesor puede emplear su criterio y señalar los temas que, según 
su punto de vista, son de vital importancia para la trayectoria académica de los 
alumnos; lo anterior, está respaldado en el Estatuto del Personal Académico 
(EPA), en el artículo 41 del capítulo 1, inciso a, que se titula “Reglas comunes 
al Personal Académico Ordinario”7, al permitir la libre cátedra. El deber del 
profesor, frente a una situación tan permisiva como la de la libre cátedra, es el 
de aportar los mejores elementos al proceso de enseñanza-aprendizaje de sus 
estudiantes. Por otro lado, a partir de la libre selección del profesor de cada 
uno de los contenidos que trabajará durante el curso, el número de horas 
valorado e indicado en el programa para cada unidad coincidirá con el plan de 
trabajo del profesor en el aula. 
Finalmente, en cada unidad se señala el número de horas en que se 
tiene que estudiar cada tema; se desglosa el tema en subtemas o en 
contenidos; se describe cada uno de estos contenidos; se proponen 
actividades o estrategias de aprendizaje como ayuda al profesor y; finalmente, 
se propone bibliografía indirecta o de consulta. (Véase anexo 3) 
 
 
 
 
7 El personal académico ordinario al servicio de la Universidad tiene los siguientes derechos: 
a) Realizar su trabajo académico con las más amplia libertad de investigación y de cátedra, 
dentro de los planes y programas aprobados, y exponer libremente los resultados de sus 
investigaciones; 
14 
 
14 
 
II. Primeras variables del análisis didáctico 
A. Los alumnos de la Escuela Nacional Preparatoria 7 “Ezequiel 
A. Chávez” de la UNAM 
De acuerdo con el Reglamento de la Escuela Nacional Preparatoria, ésta es 
una institución “a través de la cual la Universidad Nacional Autónoma de 
México, realiza uno de sus sistemas de educación a nivel bachillerato”.8 La 
Escuela Nacional Preparatoria (ENP) está integrada por nueve planteles, 
ubicados en diferentes puntos del Distrito Federal, cuya comunidad está 
constituida por 48,000 alumnos y alrededor de 2,400 profesores. 
Los antecedentes de la Escuela Nacional Preparatoria no. 7 “Ezequiel A. 
Chávez” se remontan al año de 1960. Inicia actividades en un edificio ubicado 
en la calle de Guatemala en el centro de la Ciudad de México. En 1964, se 
inauguran las nuevas instalaciones de la misma, en la delegación Venustiano 
Carranza, en Calzada de la Viga no. 54, colonia Merced Balbuena. Esta 
preparatoria recibe su nombre actual en 1968, “Ezequiel A. Chávez”, como 
reconocimiento a la labor académica de este erudito y a su participación en los 
estudios previos a la creación de la Universidad Nacional de México; además 
por su desempeño como director de la ENP y como rector de esta institución 
durante dos periodos, de 1913 a 1924.9 Actualmente, el plantel 7 posee una 
población estudiantil de 5,565 alumnos en ambos turnos.10 
 
8 Escuela Nacional Preparatoria, Reglamento de la ENP, en Escuela Nacional Preparatoria, 
Dirección General de Preparatorias, Universidad Nacional Autónoma de México, 1985, 18 de 
diciembre de 2009, http://dgenp.unam.mx/acercaenp/reglamento.html 
9 Escuela Nacional Preparatoria no. 7 “Ezequiel A. Chávez”, Reporte institucional 1998, 
Universidad Nacional Autónoma de México, 1998, p. 1 
10 Escuela Nacional Preparatoria no. 7 “Ezequiel A. Chávez”, UNAM, 
http://prepa7.unam.mx/?page_id=16, 18 de diciembre de 2009 
 
15 
 
15 
 
El plantel 7 “Ezequiel A. Chávez” presenta dos situaciones desiguales, 
pues la población estudiantil del turno matutino es totalmente distinta a la 
población del turno vespertino. No todos los jóvenes que asisten al plantel por 
las mañanas, tienen la necesidad de trabajar; no obstante, se dan pocos casos 
de alumnos que tienen que comenzar a trabajar por problemas económicos en 
casa, por ejemplo, de un grupo de 60 alumnos, sólo dos o tres alumnos son los 
que buscan empleo y comienzan a faltar hasta llegar a la deserción total. 
La problemática notable que se presenta en los alumnos desertores del 
turno matutino tiene un aspecto diferente, se debe a la poca importancia que los 
estudiantes otorgan a su trayectoria académica y la gran importancia que le 
prestan a sus actividades fuera del aula. Ejemplo de lo anterior es que en la 
preparatoria número 7, existen grupos de alumnos establecidos en las mesas 
de ping pong; cada mesa tiene su nombre y sus características particulares. Los 
jóvenes que desean participar en estas mesas, tienen que cumplir con un 
horario de asistencia; originalmente, se reúnen en sus horas libres; sin 
embargo, algunos comienzan a faltar a sus clases para quedarse a no hacer 
nada en la mesa a la que pertenecen. Estaríamos hablando, entonces, de la 
poca motivación que existe en cada uno de estos estudiantes frente a la 
escuela; ya que encuentran más beneficio o bienestaren este tipo de 
actividades; alumnos que pertenecieron a las mesas, por ejemplo, no salieron 
de la escuela, cursaron el cuarto año que la institución les otorga para terminar 
su estudios; sin embargo, no lo lograron y, algunos siguen deambulando por los 
pasillos del platel e invitando a los jóvenes de nuevo ingreso a adherirse a su 
mesa, incidiendo, de este modo, en un número más amplio de desertores y 
aumentando los índices de reprobación del plantel. 
16 
 
16 
 
B. Perfil del grupo de análisis 
Hablar sobre los grupos de este o aquel ciclo escolar es una conversación 
común entre los docentes; se comparan los buenos con los malos y se 
discuten, sobre todo, las situaciones conflictivas que se generaron en el aula 
con aquellos grupos que año con año presentan un ambiente árido en el aula. 
En los centros educativos existe la tendencia a creer que hay grupos que por 
tradición se distinguen por su calidad académica, a pesar de que los alumnos 
que los conforman cambian al iniciar cada ciclo escolar; por lo que, los 
profesores que tienen la “suerte” de trabajar con ellos se jactan continuamente 
de sus aciertos y de sus progresos con estos alumnos; en cambio aquellos 
profesores que tienen que “cargar” con la labor de lidiar con los grupos malos, 
todo el tiempo desacreditan a sus alumnos y les preocupa tener que trabajar 
con este tipo de grupos. Existe además la versión de los alumnos que, 
siguiendo con las buenas tradiciones, buscan a toda costa inscribirse en los 
grupos de alto nivel académico; no obstante, también hay quienes buscan el 
horario más cómodo o el grupo que les demande menos trabajo. 
La “buena” o “mala” distribución de los alumnos en cada grupo 
corresponde la administración de los planteles bajo el criterio de distribuir a los 
alumnos de mejor promedio o alto nivel académico en determinados grupos y, 
después de que todos los buenos estudiantes son acomodados, vienen los 
alumnos regulares para, al final, dejar el turno a los alumnos que obtuvieron el 
promedio más bajo. Con este proceso de selección: por fechas, se trata de 
homogeneizar los grupos para lograr una educación de calidad y evitar altos 
índices de reprobación y de deserción; no obstante, los resultados comprueban 
que esta distribución no resulta del todo favorable, pues no se toman en cuenta 
17 
 
17 
 
las diferencias personales de cada individuo o sus intereses; asunto que 
propicia que los grupos no sean homogéneos en su totalidad: 
Han sido muy diferentes las formas de agrupación según la 
capacidad o el nivel de rendimiento. La bondad de la fórmula de 
homogeneizar grupos parte del supuesto de que así el profesor 
encontrará más fácil la acomodación de su enseñanza a los 
estudiantes, al reducirse la variabilidad de niveles, haciendo más 
factible la individualización didáctica, lo que significa realizar una 
enseñanza “a la medida del alumno.11 
 
Por otro lado, en este intento homogeneizador se presenta otra 
situación que interfiere con los fines que se pretenden: las inscripciones 
extemporáneas. Se trata de aquellos estudiantes que no hicieron su 
trámite de inscripción en la fecha establecida, pero que tienen la 
oportunidad de hacerlo en otro momento aunque sin opción a elegir el 
grupo que deseen, sino el que se les asigne en servicios escolares. 
El grupo 514 de la Escuela Nacional Preparatoria No. 7 “Ezequiel A. 
Chávez” se conformó de alumnos que, en su mayoría, se inscribieron fuera de 
la fecha establecida; otros porque el horario les pareció cómodo; algunos por 
seguir a sus amigos y; los menos, porque ya conocían a algunos profesores, a 
quienes consideraban buenos maestros. Notamos, por tanto, que ninguno de 
los alumnos se inscribió al grupo en primer lugar por tratarse de un grupo de 
alto nivel académico y en segundo lugar, ni siquiera se inscribieron a tiempo. A 
pesar de los motivos tan diversos de cada alumno respecto a la elección del 
grupo, éste se caracteriza por ser homogéneo en cuanto a aprovechamiento 
académico; sin embargo, hay que tomar en cuenta que cada alumno posee una 
personalidad distinta, que se trata de un individuo único que va a diferir de sus 
compañeros “en condiciones intelectuales, ritmo de trabajo y de aprendizaje, 
 
11 GIMENO Sacristán, J., et al., Comprender y transformar la enseñanza, Madrid, Morata, 2008, 
p. 295 
18 
 
18 
 
condiciones previas a su entrada a la escuela, intereses, etc.”12 Por otra parte, 
se puede señalar que la buena o mala disposición del alumno hacia ciertas 
asignaturas tiene que ver con sus experiencias dentro del aula y de sus 
relaciones con sus compañeros y con su profesor. De estas experiencias 
resultan el interés y el gusto del joven hacia la escuela o, por el contrario, el 
alumno se forma una visión negativa y de poco interés hacia sus estudios. Esta 
visión negativa y el poco interés tienen su origen en la escasa motivación que el 
docente inspira en el aula aunada a esta situación la marginación que, en 
ocasiones, propician los profesores respecto a sus educandos. 
Desafortunadamente, los estudiantes generalizan y etiquetan a todos los 
profesores, ya sean de Literatura, de Matemáticas, de Biología o de cualquier 
otra materia en la que hayan padecido problemas al relacionarse con otros 
profesores o con otros compañeros. En el caso de nuestra asignatura, podemos 
mencionar que de acuerdo con un cuestionario exploratorio realizado al inicio 
del curso (Véase anexo 4), 31 de los alumnos describen la clase de Lengua 
Española, materia antecedente a Literatura Universal, como aburrida y 
monótona; además expresaron su malestar respecto a la personalidad de sus 
profesores; algunos, externaron la rigidez de su profesor o profesora; otros, la 
poca dedicación y atención que éste había dado a la asignatura; unos cuantos, 
a pesar de la rigidez y de que no les gustaba el ambiente en el aula, también 
aceptaron que habían aprendido mucho en el curso anterior. 
Ante este panorama, al profesor que inicia un nuevo curso, no le queda 
más que integrar lo mejor posible a los alumnos y propiciar en ellos un gusto 
por la materia. 
 
12 GIMENO Sacristán, J. et al., Ibidem., p. 293 
19 
 
19 
 
Estas situaciones promueven un horizonte dificultoso en el salón de 
clases, ya que los alumnos no tendrán una buena disposición hacia la clase; por 
lo que es recomendable para el nuevo profesor identificar la situación particular 
de cada uno de ellos al inicio del ciclo escolar. Cada alumno es distinto, no se 
puede generalizar o partir de los “supuestos” y afirmar categóricamente que a 
ningún estudiante le interesa o le gusta la materia. Es entonces cuando nos 
percatamos de que existen dos puntos de vista respecto a lo que es un grupo; 
por un lado, para el joven, “el grupo es el escenario donde se juega su éxito o 
fracaso en los aspectos vinculares, en las relaciones interpersonales, en su 
inserción social.”13 Por otra parte, si analizamos el punto de vista del profesor, 
respecto a qué es para él el grupo, nos encontraremos con una concepción 
totalmente distinta a la de los alumnos; vemos que para el maestro el grupo es 
el “lugar donde podrá dar o no dar clases con cierta tranquilidad, sentirse 
cómodo, recibir una acogida cordial o una actitud de hostigamiento.”14 
La labor docente va más allá de pararse delante de un grupo de alumnos 
a impartir cátedra, asunto que, la mayoría considera como tal. La tarea del 
profesor es lograr integrar ese grupo creando un ambiente sano, agradable, 
siendo respetuoso y respetando la diversidad de pensamientos, pero a la vez 
estableciendo límites para crear un ambiente sano y agradable. En estos días, 
los psicólogos hablan sobre asertividad y, en el terreno educativo, invitan a los 
profesores a crear un ambiente asertivo en sus aulas, ya que consideran que 
bajo esteclima se genera en primer lugar, un aprendizaje significativo y, en 
segundo, el contexto del alumno se transforma, pues pasa de ser un lugar de 
 
13 BARREIRO, Telma, Conflictos en el aula, Buenos Aires, Novedades Educativas, 2000, p. 71 
14 BARREIRO, Telma, Op. Cit., p. 71 
20 
 
20 
 
martirio al lugar donde puede expresarse sin temor a ser rechazado o a que sus 
debilidades sean expuestas ante los compañeros: 
En otras palabras, la asertividad puede definirse como una 
habilidad social gracias a la cual una persona e capaz de decir: 
«Yo soy así», «eso es lo que yo pienso, creo, opino», «éstos son 
mis sentimientos sobre este tema», «éstos son mis derechos»… Y 
dice todo esto respetando a los demás y respetándose a sí 
mismo.15 
 
De acuerdo con la cita, la actitud asertiva no sólo incumbe al profesor 
también interesa al alumno, pero para que el estudiante adquiera una habilidad 
asertiva, es necesario que el maestro la enseñe a través de sus propias 
conductas: 
La conducta asertiva abarca lo que se dice y cómo se dice, es 
decir, tanto las formas verbales como las no verbales: mirada, 
gestos, tonos de voz, actitudes, etc. La conducta asertiva implica 
siempre el respeto a la integridad de la persona y el respeto a la 
integridad del oro, y en este sentido es una habilidad social 
también relacionada con la comunicación.16 
 
El grupo 514 de la Escuela Nacional Preparatoria número 7 “Ezequiel A. 
Chávez” del turno matutino del ciclo escolar 2007-2008 estuvo constituido por 
59 alumnos en lista; 37 son mujeres y 29 son hombres; cuyas edades iban de 
los 15 a los 18 años; estaba conformado por 53 alumnos regulares y 6 
irregulares, denominados comúnmente bajo el rótulo de “recursadores”, título 
que obtienen cuando cursan por segunda vez las materias que no aprobaron en 
su curso normal, a diferencia de los “requinteadores”, término que se refiere a 
los alumnos que repiten el grado escolar completo. En el grupo 514 solamente 
encontramos seis “recursadores” de la materia de Literatura Universal. Este tipo 
de alumnos, usualmente, rompe con el equilibrio del grupo provocando 
conflictos en el aula, pues ya no muestran el mismo interés que los alumnos 
 
15 GÜELL, Manuel, ¿Por qué he dicho blanco si quería decir negro? Técnicas asertivas para el 
profesorado y formadores, España, Grao, 2005, p. 14 
16 GÜELL, Manuel, Ibidem, p. 14 
21 
 
21 
 
regulares por la materia, debido a su mala experiencia en el curso anterior. 
Estos alumnos influyen en los demás, propician la indisciplina al no cumplir con 
las reglas de la clase y; ante estas situaciones, el profesor debe lograr que 
estos jóvenes se involucren y se integren adecuadamente con el resto de los 
compañeros dejando de lado la etiqueta de “recursadores”. Sin embargo, esta 
acción integradora nace, también, de los otros compañeros. 
Al tratarse del 514, como mencioné anteriormente, la mayoría de los 
estudiantes que lo componían en ese momento mostraron interés por la clase y 
trabajaban adecuadamente durante las sesiones, lo que provocó un ambiente 
de orden. Gracias a lo anterior, considero que los alumnos irregulares no 
rompieron con la dinámica de las clases y lograron incorporarse 
adecuadamente al trabajo escolar bajo la disciplina requerida al inicio del ciclo. 
La comunicación y el interés que muestre el profesor hacia cada uno de los 
alumnos y a su problemática personal favorecen un buen clima de trabajo, se 
debe lograr una vinculación entre cada uno de los miembros que conforman el 
grupo, pues: 
de acuerdo con esta trama vincular y con la matriz comunicacional 
[…], el grupo potenciará en sus miembros determinadas conductas 
e inhibirá otras. Esto dependerá, naturalmente, no sólo de la 
atmósfera grupal y la trama subyacente sino también del lugar que 
cada uno ocupa dentro del grupo, y de sus características de 
personalidad.17 
 
Por lo que el trato que se les dio a los alumnos propicio su buen 
desempeño en la materia de Literatura Universal, que corresponde al ciclo 
escolar 2007-2008, se creó un ambiente sano de convivencia y de trabajo en el 
aula, solamente 11 de todos los alumnos contestaron al cuestionario 
exploratorio sobre la materia (Véase anexo 4), que la asignatura no les gustaba, 
 
17 BARREIRO, Telma, Op. Cit., p. 74 
22 
 
22 
 
que les aburría y que no les interesaba; sin embargo, en el mismo respondieron 
que sí era importante la asignatura en el bachillerato; la mayoría escribió que 
servía para fomentar el hábito de la lectura; otros respondieron que la literatura 
incrementa su acervo cultural y, un número muy reducido, anotó que era el 
único acercamiento en serio que tendrían con los autores. Sólo 53 de los 59 
alumnos que conformaban el grupo respondió a este cuestionario, en la 
siguiente gráfica presentan de manera esquematizada las respuestas de la 
pregunta ¿Te gusta la clase d Literatura Universal?: 
 
 
 
Al finalizar el curso, solamente 46 alumnos aprobaron la asignatura. La 
causa de reprobación se debió principalmente al ausentismo para finalizar en la 
deserción total de los estudiantes. No es fácil conocer con precisión el motivo 
por el cual los jóvenes abandonan la clase o la escuela, sin embargo, algunos 
comentarios entre compañeros dejan ver que se trata de problemáticas 
personales de los jóvenes o familiares o, en el caso de este grupo, por 
embarazos no deseados: esta última situación se presentó en el grupo, una 
joven dejó sus estudios a causa de su embarazo. Sin embargo, es importante 
recalcar que el número de deserciones en el turno matutino es menor que en el 
0 
5 
10 
15 
20 
25 
30 
35 
SÍ NO MÁS O 
MENOS 
CUESTIONARIO SOBRE LITERATURA UNIVERSAL 
¿TE GUSTA LA CLASE DE LITERATURA UNIVERSAL? 
SEXO FEMENINO 
SEXO MASCULINO 
23 
 
23 
 
turno vespertino, esto se debe, tal vez, a la situación económica de los 
estudiantes; ya que, generalmente, los jóvenes que asisten a la escuela por la 
mañana no tienen que trabajar. Y, en caso de que sea así, representan un 
porcentaje menor, sus empleos son sabatinos o en negocios familiares, y el 
resto depende totalmente de sus padres. 
Respecto al origen de los alumnos, la mayoría vive cerca del plantel y lo 
consideraron como una de sus primeras opciones, aunque encontramos 
algunos que vienen desde el Estado de México y el plantel 7 “Ezequiel A. 
Chávez” era su última opción. Las escuelas de procedencia de estos alumnos 
son secundarias públicas, tanto diurnas como técnicas. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
24 
 
24 
 
C. Didáctica empleada durante la clase de Literatura 
Universal 
La palabra educación evoca aquellos tiempos en que el profesor era el que 
dictaba una cátedra magistral, a veces, haciendo gala de su erudición sobre los 
temas expuestos. 
 Por su parte, la única función de los estudiantes era la de escuchar y 
admirarse ante el vasto conocimiento de su profesor y memorizar al pie de la 
letra cada uno de los conceptos dictados por el maestro. Afortunadamente, los 
tiempos han cambiado y la tarea del educador ya no consiste solamente en 
lanzar un sin fin de conceptos para que los jóvenes los atrapen sin hacer ningún 
cuestionamiento o crítica a lo dicho por la autoridad magisterial. Las nuevas 
tendencias didácticas y los cambios producidos en las sociedades modernas 
proponen un cambio en el rol de cada uno de los personajes que interviene en 
el proceso educativo. Se habla ya, de propiciar una intervención activa del 
estudiante; ya no es suficiente su presencia en el aula como mero receptor de 
conocimientos, su función va más allá que el de simple depositario de 
información, se trata de que éste tome las riendas de su propio aprendizaje y se 
convierta en el constructor del mismo; aspecto que se contemplaen el Plan de 
estudios de año 1996.18 
 Además, la fuerte tendencia individualizadora que ha fomentado el 
neoliberalismo y a la que estarán sometidos los jóvenes en su situación laboral 
y en otros aspectos de su vida cotidiana, ha despertado la preocupación de los 
educadores, por lo que han aparecido propuestas didácticas y pedagógicas 
para propiciar un aprendizaje cooperativo y un ambiente de democracia y 
 
18 Escuela Nacional Preparatoria, Op. Cit., p. 28 
25 
 
25 
 
socialización en el aula. Al respecto, José Gimeno Sacristán y Ángel I. Pérez 
Gómez expresan que: 
 
la función educativa de la escuela, en su vertiente compensatoria y 
en su exigencia de provocar la reconstrucción crítica del 
pensamiento y la acción, requiere la transformación radical de las 
prácticas pedagógicas y sociales que tienen lugar en el aula y en el 
centro y de las funciones y competencias del profesor/a. El 
principio básico deriva de estos objetivos y funciones de la escuela 
contemporánea es facilitar y estimular la participación activa y 
crítica de los alumnos/as en las diferentes tareas que se 
desarrollan en el aula y que constituyen el modo de vivir de la 
comunidad democrática de aprendizaje.19 
 
Al profesor corresponde promover, facilitar y estimular esta 
participación activa y crítica en los jóvenes, el papel del docente es el de 
guiar a los alumnos en su proceso de enseñanza y aprendizaje; sin 
embargo, no sólo los alumnos y los profesores intervienen en este 
proceso, corresponde también a la institución educativa su participación 
en este tema: 
 
“ofreciendo (sic) al alumnos condiciones propicias para el 
aprendizaje efectivo tales como: lugares adecuados de trabajo; 
recursos accesibles; un clima emocional exento de tensiones. Es 
decir, condiciones físicas y afectivas que hagan posible el encuentro 
del alumno con la cultura. [Pues] es el aprendizaje de los alumnos el 
fin y la razón de ser de los profesores como de las instituciones."20 
 
 
 
 
 
 
 
19 GIMENO Sacristán, J. et al., Op. Cit., p. 33 
20 Asociación Nacional de Universidades e Institutos de Enseñanza Superior, Manual de 
didáctica general. Curso introductorio, México, Centro de didáctica, UNAM, 1972, p. 1 
 
26 
 
26 
 
El trabajo en el salón de clases 
 
En la educación tradicional el método del educando concierne sólo al profesor y 
consiste en los siguientes pasos: 
 Investigar el tema a estudiar. 
 Explica a los alumnos dicho tema de estudio. 
 Dicta conceptos fundamentales. 
 Interroga. 
 Cuenta anécdotas y hace comentarios, da ejemplo en relación con 
su experiencia. 
Los alumnos, por su parte: 
 Escuchan. 
 Toman notas en clase. 
 Hacen algún comentario. 
 Dan una respuesta breve. 
 Como actividad extra-clase, consultan algún autor. 
 Elaboran un trabajo para presentarlo a fin de curso.21 
Al hablar del trabajo en el salón de clases, es necesario remitirnos a las 
actividades hechas por el profesor con antelación. El docente no debe llegar al 
aula y subir al estrado sin la mínima idea de lo que va a tratar durante los 
cincuenta minutos que dura la clase y lo que es peor aún, sin la idea de lo que 
se va a trabajar a lo largo del ciclo escolar; por lo tanto es importante considerar 
que el docente debe transmitir los conocimientos establecidos en el programa 
de estudios y despertar el interés por su especialidad, pero ¿cómo se logra lo 
 
21 Asociación Nacional de Universidades e Institutos de Enseñanza Superior, Ibidem, p. 39 
27 
 
27 
 
anterior? Antes que nada, el educando debe fijar los objetivos o las metas que 
se pretende alcanzar a lo largo del curso, formularlos a partir de lo que se 
quiera conseguir y, sobre todo, comunicarlos a los estudiantes, pues de esta 
manera ambas partes, tanto profesor como alumnos, estarán enterados de los 
temas, los objetivos, las habilidades y los recursos didácticos que son los 
medios para llegar a una evaluación objetiva. 
Al inicio del curso escolar, proveo a los estudiantes de la planeación del 
curso que incluye los temas del programa de estudios correspondiente, elegidos 
previamente, según mi criterio, los que considero más importantes de cada 
unidad. También planteo los objetivos que debemos alcanzar, estos objetivos 
no sólo incluyen los conocimientos o conceptos que los alumnos deben 
comprender o manejar en la asignatura, sino también las habilidades que 
desarrollarán a lo largo del ciclo escolar. Dentro de los objetivos se encierra la 
forma en la que se comprobará que efectivamente éstos se han cumplido, por 
medio de instrumentos como el libro de texto, copias de lecturas, libros 
completos sobre el tema que corresponda a cada unidad, investigaciones en la 
biblioteca, exámenes, lecturas, análisis literarios y trabajos escritos. La 
determinación y el cumplimiento de éstos permite una evaluación objetiva, pues 
“la determinación de los objetivos de una asignatura va a constituir una base 
indispensable en el momento en que se pretenda apreciar los resultados de la 
enseñanza y el aprendizaje."22 
La extensión del programa de estudios de la materia de Literatura 
Universal exige tanto métodos concretos que simplifiquen esta cualidad del 
programa como estrategias que despierten el interés de los estudiantes; para 
 
22 GUTIERREZ Sáenz, Raúl, Op. Cit., p. 43 
28 
 
28 
 
ello conviene en primer lugar, hallar los métodos didácticos adecuados para el 
grupo, tomando en cuenta el número de alumnos que lo conforma y el nivel 
académico de los estudiantes. Entre los métodos didácticos se podrían nombrar 
el de exposición o método tradicional, como algunos lo llaman; el de 
interrogatorio, el de investigación bibliográfica y hemerográfica, el de la 
investigación práctica o el de la discusión dirigida. Podría decir que el método 
didáctico que empleo durante mis clases es un método "ecléctico", pues tomo lo 
que más convenga de cada uno de ellos, ya que "Cada procedimiento didáctico 
tiene su propio valor, así como sus limitaciones; […] (y) La adecuada selección, 
combinación y aplicación -obedeciendo a las necesidades mismas del proceso 
enseñanza-aprendizaje,- van a promover un aprendizaje más eficiente."23 
 
De acuerdo con lo que Raúl Gutiérrez Sáenz considera en su 
Introducción a la didáctica, el profesor debe tomar lo que se considere mejor del 
método expositivo para los temas más complejos para el estudiante; 
parafraseando al autor, en la exposición el profesor debe tomar en cuenta 
ciertos aspectos; ésta debe adecuarse al nivel cognoscitivo de los estudiantes, 
este nivel no corresponde exactamente a la inteligencia, sino a los sentidos, 
pues ningún aprendizaje llega a la inteligencia sin haber pasado antes por los 
sentidos, por lo que la explicación debe contener ejemplos concretos o 
imágenes que ofrecen los medios audiovisuales o los libros de textos. También 
hay que adecuar el contenido de la exposición al tipo de estudiantes con los 
que se trabaja, en este caso adolescentes, puesto que no es lo mismo explicar 
un tema a un adulto o a un niño. En esta adecuación, está presente el 
 
23 Asociación Nacional de Universidades e Institutos de Enseñanza Superior, Op. Cit., p. 39 
 
29 
 
29 
 
vocabulario, se deben explicar los tecnicismos de la materia para que el alumno 
comprenda lo que está escuchando. Por otro lado, también es necesario que el 
contenido se adecue a la realidad o al contexto que vive el alumno para que 
éste capte su aplicación práctica, de esta manera se despierta la motivación 
intrínseca del estudiante y no como una obligación impuesta por el profesor. 
La exposición del tema debe tener una estructura lógica, ordenada y 
clara; además se debe incluirla participación de los estudiantes para 
retroalimentar el tema. La emotividad que el docente imprima a su explicación 
despertará el interés de los jóvenes y estimulará así cierta participación activa 
de los mismos, a través de preguntas, pausas y llamadas de atención; el interés 
también se propicia con los ejercicios a resolver, tanto en el aula como en 
casa.24 
A continuación describiré una clase de Literatura empleando el método 
expositivo; como se mencionó líneas arriba, este método es el adecuado para 
los temas más complejos y cuando se tiene un tiempo limitado. Los pasos que 
sigo son los siguientes: 
1.- Anoto en el pizarrón el tema y los objetivos que se tienen que cubrir en 50 o 
40 minutos. 
2.- Planteo preguntas dirigidas sobre el tema para sondear y reactivar los 
conocimientos previos de los estudiantes. En este punto, les hago notar la 
relación que existe entre la Literatura Universal y otras asignaturas como la 
Historia, las Etimologías y la Ética. Considero importante lo anterior, ya que el 
Programa de estudios de la materia y el Plan de estudios de la ENP hacen 
cierto énfasis en la interdisciplinariedad25 y, creo que es labor de los profesores 
 
24 GUTIÉRREZ Sáenz, Raúl, Op. Cit., pp. 76-84 
25 Escuela Nacional Preparatoria, Op. Cit., p. 27 
30 
 
30 
 
hacer conscientes a los alumnos de este aspecto, incluso, lo ilustro con un 
ejemplo muy concreto cuando estudiamos la unidad que corresponde al 
Renacimiento, por ejemplo, al hablar sobre el hombre universal, les explico que 
en esta etapa, el hombre se hace conciente de sus capacidades físicas e 
intelectuales y que, debido a ello, podemos encontrar que un sólo hombre, por 
ejemplo Leonardo Da Vinci, es pintor, poeta, matemático, astrólogo, inventor, 
etc.; es decir, su conocimiento se mueve en diversas áreas, por lo tanto es un 
hombre cuyo conocimiento es integral y universal, lo mismo que promueve la 
ENP: crear hombres y mujeres que conozcan los diferentes aspectos del 
conocimiento, tanto el técnico, el científico y el humanista. 
3.- Una vez que identifico cuáles son las deficiencias de los alumnos sobre el 
tema o que éstos no tienen ningún conocimiento previo diseño mi exposición 
cubriendo los faltantes. 
4.- Concluida la exposición, se retoman los aspectos más importantes a manera 
de conclusiones, a partir de preguntas sobre el tema recién enseñado. 
5.- Dejo una tarea de investigación sobre algún aspecto que no se vio en mi 
exposición para que el tema quede completo. 
6.- En la siguiente clase, con las investigaciones de los jóvenes, hacemos un 
mapa conceptual, un cuadro sinóptico o un punteado sobre el aspecto 
pendiente. Los alumnos participan de manera oral y yo voy anotando todas sus 
aportaciones; además, si se trata de un mapa conceptual, ellos me van 
ayudando a organizar la información; de este modo uniformamos lo investigado 
por los estudiantes para que todos tengan lo más importante y les sirva como 
guía para el examen. 
31 
 
31 
 
Procuro que cada clase tenga un esquema distinto para evitar el fastidio 
de los alumnos o para evitar la rutina. A continuación describiré como se 
revisan las lecturas completas de un texto: 
1.- Una semana antes de iniciar un nuevo tema, señalo a los alumnos la lectura 
completa de algún texto, ellos entienden que se trata de la lectura de la unidad 
que se va a comenzar; el margen de tiempo para que realicen esta lectura es 
en un tiempo aproximado de tres semanas; cabe señalar que al inicio del ciclo 
escolar, entrego a los estudiantes el programa de la asignatura y la lista de 
lecturas a realizar; no obstante, como jóvenes que son, suelen olvidar sus 
tareas y es por ello que es necesario recordarles constantemente lo que tienen 
que hacer. 
2.- El día establecido para la lectura es excitante para aquellos que leyeron el 
libro completo, sobre todo si se trata de un texto que les resultó interesante. La 
dinámica consiste, en primer lugar, en que cada uno de ellos empiece a 
parafrasear de forma oral el texto; estas sesiones de revisión de lectura se 
vuelven muy amenas, pues entre ellos se quitan la palabra, para completar la 
información que al compañero le faltó en su participación. 
3.- Después de la paráfrasis oral de los alumnos, comenzamos con el análisis 
literario de la obra, también de forma oral, la primera pregunta al respecto es 
¿cuál es el tema del texto? A partir de que ellos identifican el tema, si se trata 
de un asunto polémico, comienza un debate, pues algunos están de acuerdo 
con éste y otros no. En seguida, comenzamos a describir psicológicamente a 
los personajes y continúa el debate. Debo mencionar que las lecturas que más 
se prestan para esta dinámica son las tragedias griegas. La revisión de lectura 
nos toma dos clases, ya que los jóvenes son muy participativos. 
32 
 
32 
 
4.- Una vez concluidos estos puntos del análisis literario, solicito a los jóvenes 
que me entreguen dicho análisis completo y por escrito. 
Uno de los materiales de apoyo que sobresale en los centros educativos 
y en las diferentes asignaturas es el libro de texto, por lo tanto, el docente debe 
elegir, en primer lugar, aquél que considere posea los contenidos curriculares 
de la asignatura; en segundo lugar, debe tomar en cuenta que el material sea 
de fácil manipulación y debe discurrir también, si, efectivamente, este libro de 
texto goza de un nivel y una estructura adecuados y llamativos para los 
alumnos y, sobre todo, que incluya los contenidos currriculares. 
A pesar de la existencia de materiales didácticos elaborados por las 
casas editoriales, el docente tiene la opción de elaborar él mismo su propio 
material de apoyo o, en el caso de los profesores de literatura, elegir nosotros 
mismos los textos que consideremos correctos para nuestros alumnos. La 
elección de las lecturas y la elaboración de los distintos materiales didácticos 
por el mismo profesor ofrece ciertas ventajas en el desarrollo del curso, pues, el 
docente conoce a la perfección los objetos de aprendizaje y su aplicación; 
además de que éstos se adecuan al propio método de enseñanza que se 
emplee; por otro lado, este material puede ser adaptado a las distintas 
circunstancias o características que identifican a cada grupo y, además son 
perfectibles. 
El libro de texto que utilizamos en la clase de Literatura universal, lleva el 
mismo nombre de la asignatura, sus atores son Miguel Ángel de la Calleja, 
Judith Salazar, Tania Herrera Dondiego, y lo edita Santillana. Este material o 
herramienta didáctica funge como tal en la clase, podría decir que la utilización 
33 
 
33 
 
del mismo durante el curso corresponde a un 40%; la forma como se utiliza 
dicho apoyo es la siguiente: 
1.- Al inicio de unidad, en el salón de clases, utilizo las ilustraciones que 
contiene el libro sobre el tema a estudiar para reactivar los conocimientos 
previos de los estudiantes; comenzamos por observar la ilustración, les solicito 
que destaquen aquello que les parezca familiar. 
2.- Una vez que observaron la ilustración e identifican los elementos conocidos, 
comienzo a hacer preguntas como: ¿en qué época estará ubicado el tema a 
estudiar?, ¿qué aspectos importantes conocen sobre ese momento histórico?, 
¿qué estudiaron sobre el tema en su clase de Historia universal? ¿conocen a 
algún personaje importante de tal etapa?, ¿qué saben sobre la literatura de ese 
momento? 
3.- Al inicio de cada unidad, los autores presentan una cita de algún escritor 
representativo de la corriente literaria a estudiar, en este paso, solicito a algún 
alumno que lea dicha cita y pregunto el significado de tal cita y si conocen al 
autor o han escuchado hablar de él o si han ya leído algún libro del mismo. 
4.- Después de esta actividad, leemos los objetivos que vamos a trabajar en la 
unidad, los objetivos son los fijados por el libro detexto, en ocasiones, les pido 
a los jóvenes que anoten otros que, de acuerdo con mi criterio, también serán 
importantes a considerar. 
5.- A continuación, un alumno, elegido por mí o por voluntad de él mismo, 
comienza la lectura que corresponde al contexto histórico y a lo literario y 
conforme se va haciendo la lectura, también voy ampliando el tema; por otro 
lado, pido a los jóvenes que vayan anotando, a manera de glosa, estas 
explicaciones y lo sobresaliente del texto. 
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Otra manera de trabajar con el libro de texto es la siguiente: 
1.- El libro está diseñado en apartados de subtemas, que el profesor reparte al 
azar o los alumnos se ofrecen de manera voluntaria para exponer el subtema. 
2.- La siguiente clase, cada uno de los alumnos a los que asigné un tema, 
deberá presentarlo de manera oral; además, deberá llevar elaboradas dos o 
tres preguntas respecto al tema para dejarlas como tarea a sus compañeros. 
3.- Al inicio de la siguiente clase, se revisan las preguntas y se comentan. Cabe 
mencionar, que en los 50 minutos de sesión, exponen de 3 a 4 alumnos. 
En otras ocasiones, se trabaja de la siguiente manera con el libro de 
texto: 
1.- Después de realizar la actividad de observación de la ilustración y de revisar 
los objetivos del tema, solicito a los alumnos que realicen la lectura sobre el 
contexto histórico y elaboren cuadros sinópticos, mapas mentales o 
conceptuales. 
2.- En la siguiente sesión, algunos de los jóvenes explican frente al grupo su 
cuadro o mapa. 
Respecto a lo literario: 
1.- Revisamos en la clase las características de la corriente literaria que 
corresponde a la unidad estudiada. 
2.- Realizo preguntas para que los alumnos me expliquen qué entienden por 
cada característica y, si dicha característica corresponde o tiene su antecedente 
en otro tema, se los hago notar. 
3.- Después, se procede a hacer la lectura de los textos que incluye el libro; en 
ocasiones, les proporciono copias o les pido a los jóvenes que los investiguen 
en páginas de Internet sugeridas en el libro de texto o revisadas por mí para 
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hacer notar los aspectos que no se toman en cuenta en el libro de texto y que 
yo considero importantes. 
4.- Una vez leídos los textos, procedemos a comentarlos de manera oral. 
5.- Ya comentados, volvemos a los textos para realizar el análisis literario y 
encontrar todos los elementos que conforman el texto, tanto de contenido como 
de forma. 
6.- En otras ocasiones, solicito a los jóvenes que realicen las actividades 
propuestas por el libro de texto para comentarlas en la siguiente clase. 
Cabe mencionar, que el libro de texto de Editorial Santillana contiene un 
CD en el que se incluyen actividades lúdicas para reforzar los temas, los 
alumnos realizan las actividades como tarea y las imprimen para comentarlas 
en la clase. 
Además del libro de texto, se utiliza también la bibliografía directa; es 
decir, los alumnos tienen que leer un libro completo. 
 
Reglas de la clase 
Para que los alumnos acrediten el curso de Literatura Universal tienen que 
cumplir con el 85% de asistencia como se estipula en el Reglamento de la ENP, 
tareas, exámenes, trabajos, exposiciones y participaciones para obtener el 
100% de la calificación. El programa de estudios de Literatura universal 
propone al profesor un modo de evaluación y lo plantea de la siguiente manera: 
 
d) Porcentaje sobre la calificación 
Participación en clase = 25% 
Trabajos de redacción = 25% 
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Investigaciones bibliohemerográficas = 25% 
Exámenes = 25%26 
 
Este modelo sobre la calificación no es forzoso, pues el programa indica 
que se trata de una propuesta general de acreditación; la forma de obtener una 
evaluación tangible en cifras dependerá del criterio del docente. 
Al inicio del ciclo escolar, planteo algunas reglas que los estudiantes 
deben cumplir para; en primer lugar, lograr un ambiente agradable en el aula y 
propiciar la idea de responsabilidad y respeto hacia el profesor y los 
compañeros y, en segundo lugar; estas reglas tocan también el aspecto de la 
evaluación y, por lo tanto, la acreditación de la asignatura. 
La asistencia y la puntualidad son dos aspectos importantes en el salón 
de clases, ya que la asistencia regular y la puntualidad son fundamentales, no 
sólo en su formación académica, sino también, en un futuro, en su labor 
profesional. De acuerdo con el Reglamento de la ENP, los alumnos deben que 
cumplir con un 85% de asistencia total para tener derecho a examen final y a la 
primera y segunda vuelta de exámenes ordinarios, cuando su promedio final es 
menor de 8. y, por ende, aprobar la asignatura.27 
Respecto a la puntualidad, los alumnos tienen 10 minutos de tolerancia 
para entrar al salón de clases una vez iniciada la clase; no obstante, guardo 
cierta flexibilidad al tratarse de la primera hora, pues no debemos olvidar que 
somos víctimas del caos vial, las aglomeraciones o los problemas cotidianos del 
transporte público. 
 
26 Escuela Nacional Preparatoria, Op. Cit., p. 39 
27 Reglamento de la Escuela Nacional Preparatoria, Op. Cit. 
 
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Referente a la labor académica de los alumnos, se contempla todo el 
trabajo que éstos realicen dentro y fuera del aula; se toman en cuenta las 
participaciones en clase, las exposiciones, las tareas, las notas de clase y los 
trabajos. Aclaro además que en ciclos escolares pasados, solía incluir como 
parte de la calificación la asistencia y la puntualidad; desafortunadamente, esta 
condición fomentaba el desinterés de los jóvenes por la clase, pues algunos 
sólo asistían al aula para cubrir el 20% del porcentaje que correspondía a la 
asistencia; por lo que, eliminé la asistencia como requisito de evaluación para 
tratar de impulsar en ellos cierto cariz de responsabilidad y gusto por asistir a 
cada sesión. Esta decisión resultó oportuna, ya que los muchachos toman, por 
decisión propia, la clase y, aquellos que asisten de manera azarosa, 
naturalmente, no acreditan la asignatura, debido a que no existe una 
continuidad en su trabajo escolar. 
Reanudando el aspecto sobre la forma de calificar el trabajo de los 
estudiantes, tomo en cuenta algunos aspectos formales de las labores 
realizadas por los alumnos. En cuanto a los trabajos escritos, también considero 
la pulcritud, la claridad de los textos, la ortografía y la puntualidad; en este 
último aspecto me refiero a la entrega puntual de los trabajos, ya que, en 
ocasiones, los jóvenes entregan de manera extemporánea lo que les hay 
solicitado, cuando esto ocurre, acepto sus textos, pero les indico que éstos 
serán evaluados por debajo del porcentaje establecido en un principio a manera 
de amonestación por no haber cumplido oportunamente con el trabajo 
demandado. 
La organización escolar que establece el bachillerato de la ENP 
corresponde a tres años, cada uno de éstos se divide en tres periodos, cuya 
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duración es de tres meses, en los cuales se trabajan de dos a tres unidades del 
programa. Durante este tiempo el profesor planea la forma en la que evaluará 
estos espacios de trabajo en el aula. La calificación que obtienen los alumnos 
durante cada periodo se divide en los siguientes porcentajes: 
 
1. 60% exámenes 
2. 20% tareas y participaciones en clase 
3. 20% trabajos sobre la unidad (ensayos, paráfrasis, análisis 
literarios, de investigación, entre otros) 
 
Los alumnos deben completar un 100% al concluir cada periodo. Los 
exámenes corresponden a cada unidad revisada en este tiempo, el número de 
éstos varia de acuerdo a cuantas unidades se hayan abarcado en estos tres 
meses; en ocasiones, éstas son muy cortas y, por lo tanto, no toman mucho 
tiempo para desarrollarse, entonces se pueden estudiar tres unidades durante 
el periodo, lo que equivale a tres exámenes, o sea, el 60%de la calificación. 
Las tareas hechas en casa consisten en la investigación de los temas en la 
biblioteca y, en ocasiones, en Internet, para ampliar la información que contiene 
el libro de texto o lo expuesto por el profesor en clase. En cuanto al uso del 
Internet, debo aclarar, que los alumnos consultan páginas recomendadas por 
mí, les aclaro que deben ser cuidadosos con la información que consulten por 
este medio, pues no todas las páginas son confiables, por eso es importante 
señalar que debemos discriminar de aquellas fuentes electrónicas poco 
confiables; incluso en el mismo libro de texto de la materia, se recomiendan 
páginas de consulta. 
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Los trabajos escritos que cubren el 20% restante de la calificación se 
refieren a la lectura de los textos completos sobre el tema estudiado; pueden 
ser ensayos, opiniones personales sobre algún aspecto del texto; una simple 
paráfrasis para comprobar la comprensión de la lectura o un análisis literario 
elaborado a partir de un esquema estudiado en clase. También se toma en 
cuenta la participación oral, a partir de debates o mesas redondas, en los 
cuales los alumnos defienden su punto de vista respecto a algún tema 
promovido por alguna lectura. 
Los métodos didácticos propuestos en los últimos años también 
consideran a los estudiantes, por lo que es importante tomar en cuenta las 
opiniones de los jóvenes respecto a la manera como piensan que debería 
llevarse a cabo su proceso de enseñanza aprendizaje. Los jóvenes de este 
momento, evidentemente, ya no son como los de hace veinte años, pues su 
contexto ha cambiado radicalmente; el aumento de la población y las 
consecuencias que esto ha acarreado; la economía tan frágil de los hogares 
que ha propiciado que ambos padres tengan que trabajar, acerca a los 
adolescentes a problemas emocionales diferentes a los de los jóvenes de 
antaño; los medios de comunicación los bombardean con un sin fin de 
imágenes y los alejan cada vez más de los libros; los medios electrónicos tan 
avanzados los han sometido a una dinámica tan vertiginosa que los predispone 
de una manera negativa hacia la escuela y hacia cualquier método pasivo o 
tradicional de enseñanza; todo lo reciben ya digerido, por lo tanto ya no están 
preparados para la reflexión. 
Además, los jóvenes son individualistas, situación que repercute en el 
aula, ya que el profesor se encuentra frente a un grupo de individuos incapaces 
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de trabajar en conjunto o peor aún de atender a las explicaciones del docente. 
No es raro ver a los jóvenes ensimismados por los pasillos o en las mismas 
aulas, debido al uso de los audífonos y agarrados firmemente al ipod o al 
teléfono celular. Atendiendo al contexto tan problemático en el que se 
desarrollan los alumnos, es necesario que el profesor busque los métodos 
atractivos y adecuados para despertar el interés de éstos. Al analizar las 
respuestas de los alumnos del grupo 514 en el cuestionario sobre la asignatura 
(véase anexo 4), una de las preguntas se refería a cómo consideraban ellos 
que debía ser impartida la materia de literatura; la mayoría respondió que a 
través de una clase dinámica en donde todos participen, tanto maestro como 
estudiantes, platicando o comentando los temas o las lecturas que 
correspondan a la clase; otros respondieron que leyendo y conversando sobre 
los textos; otros tantos consideraron importante la utilización de un material de 
apoyo como el libro de texto, fotocopias, películas y obras de teatro. Cabe 
resaltar, que la mayoría de las respuestas de los alumnos del sexo masculino 
se referían a evitar las clases aburridas o tediosas; contrario a las mujeres que, 
en general, tienen una buena disposición hacia la materia; no obstante, también 
incluyeron en sus respuestas el deseo de clases dinámicas. 
 
 
 
 
 
 
 
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III. Diferentes tipos de materiales didácticos 
La labor docente no comienza en el salón de clases frente al grupo; detrás de 
esta tarea se halla otra que es fundamental para la buena realización del 
proceso de enseñanza y aprendizaje de los estudiantes: la de la planeación y 
organización de los objetivos que se desarrollarán durante el ciclo escolar; las 
estrategias de aprendizaje y la evaluación son los elementos que la 
complementan. De esta planeación dependerá, en gran medida, el éxito o el 
fracaso del curso y la motivación y el interés de los alumnos respecto a la 
asignatura, pero sobre todo se debe buscar: “el desarrollo para un aprendizaje 
permanente”.28 
La planeación, organización y desarrollo de los objetivos propuestos se 
lleva a cabo a través de estrategias de aprendizaje pensadas y adecuadas para 
cada uno de los contenidos del curriculum, en el caso del programa de estudio 
de la ENP, se proponen estrategias didácticas que el profesor puede 
considerar para presentar los temas estudiados, por ejemplo, el debate, la 
lluvia de ideas, investigaciones en la biblioteca, entre otras. Las estrategias 
corresponden a los tipos de aprendizaje que se quieran lograr en los 
estudiantes, ya sea, conceptuales, actitudinales o procedimentales o siguiendo 
los principios de los diferentes enfoques educativos que han aparecido en los 
últimos años como el Constructivismo, el Aprendizaje cooperativo, el Enfoque 
comunicativo, entre otros. 
Dentro de la planeación se establecen también los recursos o materiales 
didácticos que se emplearán para llevar a cabo el desarrollo de los objetivos y 
de las estrategias. Esta tarea de planeación, organización de los objetivos, 
 
28 RÍOS, Pablo, “El libro de texto como recurso para el aprendizaje estratégico” en Pablo Ríos 
Cabrera, 5 de enero de 2010, http://www.pablorioscabrera.com/articulo.asp?id=75 
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estrategias, evaluación y elección de los materiales de apoyo resulta difícil, ya 
que el profesor se enfrenta cada año a grupos muy distintos entre sí, pues sabe 
que el éxito, tan esperado cada ciclo escolar, dependerá del tipo de alumnos 
que conformen el o los grupos con los que trabajará. Por lo tanto, el profesor 
debe tener en cuenta estas variantes en el momento de dicha organización, 
como dice Parcerisa: 
La coherencia de las estrategias didácticas y la actitud del 
profesorado respecto a la diversidad de ideas, de experiencias, de 
actitudes, de estilos de aprendizaje, de ritmos, de capacidades, de 
intereses, etc., marcará de manera muy relevante las 
características del ambiente de aprendizaje que se dé en el aula 
ya que, entre otros aspectos, dicha coherencia y actitud implican 
planteamientos metodológico-organizativos y evaluativos que 
responden a la coherencia indicada.
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Existen grupos muy homogéneos, en los que los jóvenes tienen el 
mismo objetivo: trabajar lo mejor que se pueda en cada una de sus materias, 
cumplir con todas las tareas o trabajos que se les encomienden, atender atenta 
y silenciosamente a la clase, es decir, son los llamados grupos modelo. Sin 
embargo, también existen los grupos heterogéneos, en los que los alumnos 
tienen diversas personalidades; desafortunadamente en estos grupos priva la 
desatención y el desinterés; en su mayoría, los jóvenes están poco motivados 
hacia el estudio, algunos son los famosos “recursadores” que, en ocasiones, 
llegan con un muy mal recuerdo de la asignatura y es muy difícil interesarlos en 
la clase nuevamente. Se trata de grupos en los que hay poca participación, 
solamente son unos cuantos que se interesan en los temas y en cumplir su 
papel como estudiantes. Pensando en la diversidad de estudiantes que 
conforman los grupos cada ciclo escolar, el profesor se adentra en una 
 
29 PARCERISA Aran, Artur, Materiales curriculares. Cómo elaborarlos, seleccionarlos y 
usarlos, España, GRAO, 2007, p. 26 
 
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peligrosa aventura: comprobar que la planeación del curso y la

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