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Argumentacion-en-textos-de-analisis-poltico-en-el-contexto-de-la-eleccion-presidencial-Mexico-2012--una-aproximacion-pragmalingustica

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Facultad de 
Filosofía y 
Letras 
UNIVERSIDAD NACIONAL 
AUTÓNOMA DE MÉXICO 
FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS 
SISTEMA DE UNIVERSIDAD ABIERTA Y EDUCACIÓN A DISTANCIA 
ARGUMENTACIÓN EN TEXTOS DE ANÁLISIS POLÍTICO 
EN EL CONTEXTO DE LA ELECCIÓN PRESIDENCIAL, MÉXICO 2012: 
UNA APROXIMACIÓN PRAGMALINGÜÍSTICA 
TESIS 
QUE PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE LICENCIADO EN LENGUA Y 
LITERATURAS HISPÁNICAS 
PRESENTA 
ANA PAULA CAMARGO NATERAS 
ASESORA: MTRA. ANA ISABEL TSUTSUMI HERNÁNDEZ 
MÉXICO, D.F. 2014 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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A Silvia y Carlos por darme la libertad de ser quien quisiera ser; 
a Tsutsumi por su generosidad absoluta, su sapiencia, y su compañía; 
a Taniel por el tiempo vivido, y por hacer del amor una posibilidad. 
2 
Índice 
• 
• 
• 
• 
Introducción 
Capítulo 1: Argumentación 
¿ Qué es la argumentación? 
Argumento y argumentación (verdad y verosimilitud) 
Argumentación y persuasión 
Indagar a través de la argumentación 
Falacias 
Capítulo 2: Mecanismos lingüísticos de la argumentación 
Elementos de la argumentación 
Garantías 
Topos 
Marco argumentativo 
Mecanismos lingüísticos de la argumentación 
Clasificación de mecanismos lingüísticos 
1. Calificar/Valorar 
2. Sentenciar/Aseverar 
3. Semejanza 
4. Provocar inferencias 
5. Orientar argumentos ajenos (coorientarj antiorientar) 
6. Contraponer posturas 
7. Ironizar 
Capítulo 3: Contexto 
Fases de la argumentación y estructura 
Contexto 
Contexto y argumentación 
Marco argumentativo 
Topos y contexto 
Análisis de textos del corpus a partir de su contexto 
Conclusiones 
3 
5 
12 
18 
20 
22 
24 
25 
28 
28 
30 
30 
31 
31 
32 
35 
36 
39 
42 
46 
50 
53 
58 
58 
66 
66 
67 
71 
74 
81 
• Capítulo 4: Emisor 82 
Algunas consideraciones teóricas en torno a la figura del emisor 82 
Polifonía 84 
Postura del argumentador frente a lo enunciado 87 
Intención 90 
Análisis de textos del corpus a partir de la figura del emisor 93 
Conclusiones 107 
• Capítulo 5: Información Implícita 108 
Sobre la información implícita 109 
Inferencias 111 
Significado en sí y sentido adquirido 114 
Análisis de textos del corpus a partir de la figura de la información implícita 116 
Conclusiones 126 
• Conclusiones 127 
• Bibliografía 133 
• Anexo: Corpus 135 
4 
INTRODUCCIÓN 
Este trabajo aborda el estudio de la argumentación concibiéndola como una modalidad 
discursiva compleja en la cual conviven muchos planos-el lingüístico, discursivo, 
extralingüístico, etc. -los cuales deben ser comprendidos e integrados en el análisis de 
textos argumentativos. La investigación se centra también en la dimensión pragmática 
de la argumentación, pues esta modalidad a diferencia de otras, depende mucho de la 
comunicación que se da a nivel pragmático. Trata de dar cuenta también de cómo 
funcionan textos reales-es decir, discursos generados en contexto-y de los 
mecanismos lingüísticos que estos usan para cumplir con sus objetivos. 
El estudio se originó por la inquietud de responder a las preguntas: cómo funcionan 
los textos de análisis politico; qué mecanismos usan, cómo se conforman estos 
mecanismos y qué generan en los interlocutores; por qué hay textos más convincentes 
que otros (textos que funcionan mejor que otros). Y por responder una pregunta de 
carácter más general que tiene que ver con la comunicación a través de la lengua: cómo 
es que por medio del discurso somos capaces de transmitir más información que la 
contenida propiamente en la forma, es decir, ¿cómo es que podemos extraer información 
implicita a partir de lo explicitado en el texto?; esta característica además, se manifiesta 
claramente en la argumentación, razón por la cual esta modalidad me interesó desde un 
inicio. 
Corpus 
Para solucionar estas preguntas una de las primeras tareas que realicé fue la formación 
de un corpus lingüístico. Para conformarlo seleccioné tres autores especialistas en 
análisis politico y columnistas de tres periódicos de circulación nacional: Julio 
5 
Hernández' de La Jornada, Rafael Cardona
2 quien publica en Crónica, y Lorenzo Meyer3, 
cuyos textos de análisis politico aparecen en el periódico Reforma y el programa de TV, 
Primer Plano, de Canal Once. Decidí asimismo que el tema de todos los textos del corpus 
fuera la elección presidencial del 2012, por ser un asunto de interés nacional e histórico, 
además de ser un tema actual. 
Los criterios de selección de los textos que forman el corpus fueron los siguientes: 
a) Tipo de publicación: prensa escrita y programa de TV, ambos de análisis 
politico. 
b) Autor. Hernández, Cardona y Meyer son especialistas con prestigio en el tema de 
la politica. Hubo una intención también de elegir un conjunto de analistas cuyos 
miembros se distinguieran marcadamente entre sí por su estilo. 
c) Línea editorial: tanto La Jornada como Crónica, Reforma y Primer Plano tienen una 
linea editorial muy definida que interesa contrastar en la investigación, o en su 
defecto descubrir las coincidencias en el uso de esquemas argumentativos, 
independientemente de la linea editorial. 
d) Género: los textos seleccionados cumplen características de alguno de los 
siguientes géneros: articulo de opinión, ensayo, texto dialógico (programa de 
análisis, en TV). 
e) Temático: todos los textos tocan el tema de la elección presidencial en México 
2012. 
j) Tiempo de publicación: todos los textos fueron escritos en el 2012, en alguno de 
los siguientes periodos: 1) periodo precampaña; 2) periodo campañas 
presidenciales y 3) periodo postelección presidencial; y publicados en medios 
mexicanos. 
Ejemplo de un texto del corpus donde señalo los criterios de selección: 
I Astillas' 
Rodolfo Tuirán, el subsecretario encargado de la SEP, ha hecho saber que en México 
muchos que dicen leer no recuerdan el nombre del libro o del autor. Las palabras del 
funcionario de la administración federal panista han de llevar consuelo a un virtual 
1 Todas los textos de J. Hernández fueron consultados en el sitio de Internet http://www.jomada.unarn.mx. 
2 Los artículos de R. Cardona se consultaron en su página web personal www.elcristalazo.com. 
3 Los textos de L. Meyer escritos para su colunma Agenda Gudadana se consultaron en 
http:/ jwww.lorenzomeyer.com.mx. 
6 
candidato presidencial que en Guadalajara mostró plena identificación con esas 
tendencias de desmemoria e ignorancia ... ' 
JR, F1: 22. (Julio Hernández, La Jornada, 22 de febrero 2012). 
a) Tipo de publicación: prensa, La Jornada. b) Autor: Julio Hernández, analista 
especializado en politica nacional. c) Línea editorial: La Jornada, periódico de izquierda. 
d) Género: articulo de opinión. e) Tema: elecciones presidenciales / precampafias. /) 
tiempo de publicación: febrero del 2012. 
Aclaro que los textos del corpus son fragmentos de textos más amplios. Decidi 
trabajar con fragmentos por dos razones: 1) para tener muestras que fueran mucho más 
manejables que el texto entero, y 2) seleccioné sólo lo que consideré las partes más 
logradas e interesantes de los articulas leídos. Es decir, no me interesaba trabajar con el 
texto completo, sino sólo con las partes que contenían los mecanismos que quiero 
estudiar. 
El corpus está dividido en tres fases que son: 
• 
• 
• 
lera fase: PERIODO PRECAMPAÑAS,1 de enero a129 de marzo del 2012. 
2da fase: PERIODO CAMPAÑAS PRESIDENCIALES, 30 de marzo al 30 de junio del 
2012. 
3era fase: PERIODO POSTE LECCIÓN PRESIDENCIAL, 1 de julio al 30 de septiembre del 
2012. 
Cada una de las fases del corpus cuenta con 87 la primera, 73 la segunda, y 73 la 
tercera, teniendo un total de 233 textos. 
Los ejemplos del corpus se utilizan de dos formas, la primera para ejemplificar: 
a) los diversos mecanismos lingüísticos usados para argumentar [Capítulo 2]; y 
b) las diferentes fases de los textos argumentativos [apartado Fases de la argumentación y 
estructura en el Capítulo 3]. 
La segunda como materia de análisis en los capítulos 3, 4 Y 5. 
Para ambos usos la manera en la que se citan es la misma. La primera información 
que aparece es la referencia asignada al texto dentro del corpus, la cual se compone por 
tres elementos: 1) las iniciales de autor, 2) la fase del corpus en la cual se encuentra, y 3) 
el número con el que se designó cada texto: 
• Re, F1: 45. Texto número 45, de Rafael Cardona, ubicado en la Fase 1 del corpus. 
• JH, F1: 15. Texto número 15, de Julio Hernández, ubicado en la Fase 1 del corpus. 
7 
• LM, Fl: 83. Texto número 83, de Lorenzo Meyer, ubicado en laFase 1 del corpus. 
La segunda información es la referencia bibliográfica, 
• (Rafael Cardona, elcristalazo.com, 4 de febrero 2012) 
• (Julio Hernández, La Jornada, 13 de enero 2012) 
• (Lorenzo Meyer, Primer Plano, 12 de marzo 2012) 
A continuación un ejemplo de la forma en la se encuentran todos los textos del corpus 
dentro de la tesis: 
y en el contexto en el que se da, se puede decir: Está haciendo las mismas 
prácticas del PRI, pero mal hechas, porque se le fueron los acarreados antes 
de que fuera el momento culminante. Entonces es priismo. [ ... ] Muy mal 
hecho. LM, n: 83. (Lorenzo Meyer, Primer Plano4, 12 de marzo 2012). 
Realicé esta investigación enfocándome principalmente en las teorias contemporáneas 
de la argumentación por ser las más afines a mi postura y suposiciones sobre el tema. 
Del texto de S. Toulmin, The uses of argument extraje su propuesta de esquema 
argumentativo, así como conceptualizaciones pertinentes para este trabajo, como la 
distinción entre argumento y argumentación; el uso de términos modales, que presentan 
como una de sus funciones marcar las fases argumentativas; y su oposición a la 
reducción de la argumentación por la lógica, justo lo que deviene en su esquema, más 
complejo que el tradicionalmente conocido (premisa mayor-premisa menor-conclusión). 
Otros de los conceptos en los que se basa esta investigación fueron tomados del Traité 
de l' argumentation. La nouvelle réthorique de Ch. Perelman y L. Olbrechts-Tyteca. Me 
refiero a los términos auditorio, topos y razón práctica. Distinciones como demostrar vs 
justificar, o racional vs razonable planteadas en mi trabajo y tomadas en cuenta para los 
análisis de textos argumentativos provienen también de Perelman. 
De Oswald Ducrot, lingüista que desarrolló la Teoría de la argumentación en la lengua 
(ADL) tomo los conceptos de orientación lingüística (que según este autor es un hecho que 
forma parte de la lógica interna de la lengua), polifonía, y la división teórica que hace del 
emisor (sujeto empírico, locutor y enunciador). 
4 Todas las transcripciones de PRIMER PLANO fueron tomadas del sitio de InteTIlet http:j j oncetv-
ipn.netj prirnerplano j 
8 
Los marcadores del discurso, cuya importancia en el análisis de textos argumentativos 
es central, fueron estudiados en el articulo que sobre el tema escribieron M.A. Martín 
Zorraquino y J. Portolés; y que se encuentra en la Gramática descriptiva de la lengua 
española, (Bosque y Demonte). También de este articulo tomé el binomio significado en sí y 
sentido adquirido. 
Otro texto en el que apoyé mi investigación fue Mecanismos lingüísticos de la persuasión 
de C. Fuentes y E. Alcaide, el cual aplica los conceptos desarrollados por el lingüista 
francés O. Ducrot en el análisis de textos argumentativos. Mis propios análisis tomaron 
como referencia los hechos por estas autoras. 
El libro de Christian Plantín La argumentación. Historia, teorías, perspectivas, me 
proporcionó la visión panorámica de la historia de la argumentación, a partir de la cual 
tracé mi propio mapa mental sobre el tema. Finalmente, en el texto de Weston Las claves 
de la argumentación encontré la idea de que la argumentación es un medio para indagar-
discurrir reflexivamente sobre un tema-sobre determinada cuestión. Idea que me 
parece muy importante para la modalidad discursiva. 
Este estudio se hizo desde una aproximación pragmalingüistica, por lo que es 
importante mencionar las referencias: J.L. Austín con su teoria de los actos de habla; las 
máximas de cortesía de Haverkate, algunas ideas sobre la teoría de la relevancia de 
Sperber y Wílson, y los libros Qué es la pragmática de Marcella Bertuccelli, y Key Terms in 
Pragmatics de Nicholas Allot. 
Conceptos clave 
Del estudio de las diferentes teorias de la argumentación y el análisis de los textos que 
componen el corpus, definí las unidades de análisis: contexto, emisor e información 
implicita. Escogí estos tres conceptos porque a través de ellos es posible hacer una 
interpretación cabal de los textos argumentativos. Para Sperber y Wílson durante el 
proceso de interpretación de un texto deben ser comprendidos, a través de la lectura 
razonada, los siguientes elementos: mecanismos lingüísticos 5 (información explicita, 
evidencial); información implicita; intención y postura del emisor; y contexto. Si esto 
funciona para cualquier tipo de texto, he de decir que en la modalidad argumentativa 
5 Descritos y ejemplificados en el Capítulo 2. 
9 
esos tres conceptos juegan un rol que define el funcionamiento de los mecanismos 
lingüísticos usados. 
Problematización 
Tras comprender estructuras, esquemas de análisis, y conceptos aportados por las 
diferentes teorias, y después de haber hecho una clasificación de los mecanismos 
encontrados, me pregunté si todos estos mecanismos lingüisticos -observados y 
propuestos a partir del estudio del corpus - eran capaces de generar un discurso 
argumentativo que funcionara eficientemente. Los capítulos 3, 4 Y 5, están dedicados a 
resolver esta cuestión por medio de un análisis diseñado específicamente a partir de 
cada uno de los conceptos clave propuestos. 
Capitulado 
El trabajo consta de cinco capítulos. El capítulo 1. Argumentación está dedicado al estado 
de la cuestión donde se expone el marco teórico desde el cual se realiza la investigación. 
Trata asimismo cuestiones generales que conciernen tanto a la práctica como al estudio 
de la argumentación tales como: persuasión, verdad y verosimilitud, indagar por medio 
del discurso argumentativo, falacias, fines de la argumentación y una definición de la 
misma. 
En el segundo capítulo 2. Mecanismos lingüísticos de la argumentación, reviso los 
elementos que conforman una argumentación, basándome tanto en el esquema de 
Toulrnin, como en los conceptos topos y marco argumentativo. Planteo la clasificación 
hecha sobre los mecanismos lingüísticos argumentativos y ejemplifico con textos del 
corpus. 
En los siguientes tres capítulos desarrollo, a partir de un concepto clave para cada 
capítulo, el análisis de textos argumentativos del corpus. 
El contexto de producción es un elemento determinante para la modalidad 
argumentativa, y conlleva implicaciones pragmáticas importantes para lograr los 
objetivos de este tipo de discurso, estas cuestiones son desarrolladas en el capítulo 3. 
Contexto. Otro elemento primordial, a partir del cual se articulan muchos de los 
mecanismos lingüísticos estudiados es el de emisor, al estudio de su relación con el 
fenómeno argumentativo dedico el capítulo 4. Emisor. En el último capítulo dedicado al 
análisis, e15. Información implícita, profundizo sobre los conceptos inferir, significadoen sí 
10 
y sentido adquirido e intento comprender uno de los fenómenos de la lengua sobre los que 
me cuestiono al inicio de esta introducción: ¿cómo es que podemos extraer información 
implicita a partir de lo explicitado en el texto? 
Cabe aclarar que las imágenes puestas en los capítulos 3, 4 Y 5, dedicados al análisis 
de textos argumentativos -caricaturas politicas- fungen como apoyo paratextual a los 
textos analizados. No se realizó un análisis de ellas, debido a que no era el propósito, se 
pone en cada una un breve comentario que hace alusión a la vinculación entre éstas y el 
texto del corpus con el que aparecen. 
Finalmente, en las Conclusiones hago una recapitulación de lo estudiado en cada 
apartado, y concluyo con mis reflexiones generales sobre la investigación. 
En el Anexo se encuentra el corpus recogido para realizar esta investigación. La 
primera selección constaba de más de 300 textos, de los cuáles se decidió trabajar 
solamente 233, que son los que presento aquí. 
11 
CAPÍTULO 1: ARGUMENTACIÓN 
liLa argumentación es una actividad que siempre 
trata de modificar un estado de cosas preexistente" 
Perelman y Olbrechts 
En el prólogo a La argumentación. Historia, teorías, perspectivas6 de Christian Plantin, R. 
Marafioti nota que "El estudio de la argumentación en algún punto parece un cruce de 
caminos donde confluyen diferentes perspectivas. Cada una de ellas aporta su grano de 
arena a ese enorme afán por tratar de desentrañar y comprender la conducta humana" 
(Plantin, 2012: 13); es este punto de partida el que quiero tomar para el presente capítulo, 
pues el fenómeno argumentativo es tan complejo que se tiene que mirar desde varias 
lados para poder aprehenderlo de forma cabal. 
La argumentación es una práctica humana y una modalidad discursiva estudiada 
desde la antigüedad, pero no se visualizaba como una disciplina autónoma sino 
vinculada a otras tres áreas, como Plantin observa a continuación: 
"Desde el punto de vista de la organización clásica de las disciplinas, la argumentación 
está ligada a la lógica, I arte de pensar correctamente'; a la retórica, I arte de hablar bien', 
y a la dialéctica, I arte de dialogar bien'. Este conjunto forma la base del sistema en el 
cual la argumentación ha sido pensada desde Aristóteles hasta finales del siglo XIX." 
(Plantin, 2012: 20). 
Así, a lo largo de la historia occidental la argumentación ha sido vista y practicada 
siguiendo nociones retóricas, dialécticas y lógicas. Por supuesto que con el paso del 
tiempo y al modificarse estas disciplinas, la misma argumentación ha adquirido 
nociones nuevas, desechando otras a la par que la lógica, la retórica, y la dialéctica han 
sufrido cambios estructurales bastante fuertes. Al no contar con autonomia como 
disciplina, a la argumentación se le impusieron las mismas condiciones de existencia 
(metodologias, fines, objetivos, alcances, etc.) que las disciplinas desde las cuales se ha 
6 Para hacer esta breve genealogía de los estudios sobre argumentación, sigo la línea trazada por Plantin. 
12 
estudiado. Por poner un par de ejemplos significativos, cuando la lógica se formalizó se 
intentó que la argumentación también lo hiciera, considerando que sólo un 
razonamiento capaz de formalizarse tiene la posibilidad de ser válido (desechando el 
resto de los argumentos que escapan a esta forma de análisis y que por lo tanto no son 
racionales, según este punto de vista). El otro caso, a finales del siglo XIX con la 
deslegitimación de la retórica por el positivismo imperante de la época, la 
argumentación de origen retórico pasa a ser vista como una práctica no propia del 
mundo académico, sin fiabilidad y sin capacidad de soportar una crítica racional, es 
decir, es excluida del mundo cientifico. 
En 1958 salieron a la luz dos obras que dieron un giro a su historia, y más que nada, 
respondieron a la necesidad de la 'construcción de un pensamiento autónomo de la 
argumentación' (Plantin), asunto crucial para el trabajo que aquí presento. Estos dos 
estudios son The uses of argument (LUA) de S. Toulrnin, y Traité de l'argumentation. La 
nouvelle réthorique (T A) de Ch. Perelman y L. Olbrechts-Tyteca; quienes estudiaron la 
argumentación desde su especificidad, haciendo manifiestas sus diferencias con otras 
disciplinas, al mismo tiempo que recuperaron ciertas nociones-tanto antiguas como 
contemporáneas-pertinentes para su comprensión. 
Hablar de estas dos lineas de investigación a partir de los estudios realizados por 
Toulrnin, Perelman y Olbrechts, es hablar del surgimiento de las teorías de la 
argumentación contemporáneas. Las dos guardan ciertas similitudes: por un lado se 
oponen a la reducción de la argumentación por la lógica, esto es, a considerar que 
solamente lo que se puede racionalizar en términos de lógica formal tiene cierto valor. 
Por otro, abren el campo de la argumentación al terreno de la razón práctica, de la 
realización del discurso, de la acción. La idea es notar que la naturaleza y la lógica que 
sigue la práctica argumentativa es otra muy distinta a la naturaleza de la lógica formal. 
A partir de esta suposición surgen términos como Lógica informal, o la Lógica natural de 
Grize para designar la práctica de la argumentación en campos diferentes a los de las 
ciencias exactas. 
Perelman y Olbrechts abrevan en la Retórica, la Dialéctica y Tópicos de Aristóteles 
(olvidadas por el mundo moderno), rescatando importantes nociones como las de 
auditorio, topos y razón práctica: "Se puede hacer una comparación de la nueva retórica 
(T A) con la dialéctica-retórica de Aristóteles, y ver cómo recogen las mismas 
13 
preocupaciones, intereses e ideales." (Beuchot, 1997: 61). Perelman (1989: 42) afirma que 
la lógica formal y la teoría de la argumentación son complementarias, pues la primera 
estudia lo que se puede demostrar en términos matemáticos, mientras que la segunda 
estudia lo que es susceptible de justificarse por medio del discurso, reconociendo las 
diferencias y alcances entre un lenguaje formal y un lenguaje natural; Perelman opone la 
noción de demostración (proveniente de la lógica formal) a la de argumentación. 
Para el positivismo sólo a través de la demostración se realiza una operación racional, 
lo que implica que cualquier otra práctica que no se apegue al método deductivo caería 
en lo irracional. Perelman no cree en esta oposición racional vs irracional (Descartes) 
pues "esta concepción inserta una dicotomía, una distinción de las facultades humanas 
completamente artificial y contraria a los procesos reales de nuestro pensamiento" 
(Perelman y Olbrechts, 1989: 33), sino más bien propone la distinción racional vs 
razonable, siendo lo racional lo que se puede formalizar siguiendo la lógica de la 
matemática, mientras que lo razonable cae dentro del terreno del sentido común del 
denominado hombre razonable. Por supuesto, la argumentación se desarrolla en dicho 
terreno. 
Para Perelman, otra de las cosas que distinguen a la lógica formal de la 
argumentación es que ésta, al dirigirse a un auditorio, busca generar una transformación 
palpable en su interlocutor, no sólo a nivel mental sino incitándolo a la acción: liLa 
intensidad de la adhesión que se procura conseguir no se limita a la producción de 
resultados puramente intelectuales, al hecho de declarar que una tesis parece más 
probable que otra, sino que muy a menudo se le reforzará hasta que la acción, que debía 
desencadenar, se haya producido" (Perelman y Olbrechts, 1989: 97). Esto es muy 
importante para la argumentación pues al desarrollarse en el mundo de lo social, uno de 
sus fines es impeler al interlocutor a incidir en el orden socialmente establecido. 
Tras reflexionar sobre el (T A) de Perelman y Olbrechts, Mauricio Beuchot ve 
amplificado el campo de la argumentación, eliminando de cierta manera la tajante 
escisión impuesta por el positivismo: 
Así, puede verse lateoría de la argumentación como un todo, del cual lo que se ha 
conocido recientemente como lógica es una parte, o puede considerarse la lógica de una 
manera más amplia que como recientemente se la ha concebido, y ser considerada como 
equivalente o coextensiva a la teoría de la argumentación con diferentes tipos de 
premisas, aunque la fuerza que confieren las reglas o esquemas inferenciales sea la 
misma. (Beuchot, 1997: 60, 61). 
14 
Este tipo de pensamiento integrador, que observa las diferentes operaciones 
cognitivas y discursivas como parte de un continuo más que un campo de naturaleza 
discreta, es el que intentaré seguir a lo largo de este trabajo. 
Por su parte Toulrnin, formado en el seno de tradición filosófica escribe Los usos de la 
argumentación (LUA) movido por la necesidad de "criticar el supuesto, asumido por la 
mayoría de los filósofos anglosajones, de que todo argumento significativo puede 
expresarse en términos formales; no como un mero silogismo [ ... ] sino como una 
deducción estrictamente concluyente según la geometría euclediana" (Toulrnin, 2003: 9) 
dejando claro que su 'objetivo era estrictamente filosófico'. 
El diálogo que genera Toulrnin es con la lógica analitica, pues (de manera similar a 
Perelman y Olbrechts), establece que no todo proceso de pensamiento crítico puede 
apegarse a los principios axiomáticos propuestos por la lógica formal. Toulrnin hace una 
diferencia entre la lógica que se aplica únicamente a asuntos teóricos y la 'aplicación 
práctica' de la lógica por la que él se interesa (y por la cual la lógica teórica no ha 
mostrado ningún interés). Para estudiarla establece un paralelismo entre la 
jurisprudencia y la argumentación, pues considera que éstas dos tienen tareas similares, 
así, deja sentado que "nuestra finalidad es, análogamente (a la de la jurisprudecia), 
caracterizar lo que podría llamarse 'el proceso racionaY, los trámites y categorías que se 
emplean para que las afirmaciones en general puedan ser objeto de argumentación y el 
acuerdo final sea posible." (Toulrnin, 2003: 25). 
Toulrnin estaba asimismo interesado en crear una forma de análisis que diera cuenta 
de la estructura de las argumentaciones realizadas en diversos campos; su inquietud 
estaba referida a si era posible crear un esquema que estableciera las relaciones entre los 
elementos de la argumentación y al hacer esto poder establecer un esquema general capaz 
de incluir a todo tipo de argumentaciones en él. Dicho esquema tendría que ser más 
amplio y complejo que el tradicionalmente usado en la lógica (premisa mayor, premisa 
menor, conclusión), pues las argumentaciones que analiza Toulmin se desarrollan en una 
infinidad de campos y contienen elementos que no pueden ser formalizados o 
enunciados dentro del sistema tradicional. 
A partir de estos dos trabajos (TA) y (LUA) contemporáneos sobre argumentación, es 
que comienza a desplegarse una serie de estudios con diferentes enfoques pero que de 
una u otra forma rescatan lo dicho por Toulrnin, Perelman y Olbrechts. Lo interesante de 
15 
este momento es que cada uno de los diferentes estudios que surgen, cuentan ya con la 
conciencia de que la argumentación es un territorio autónomo que se rige por sus 
propias reglas y tiene toda una serie de especificidades a las que hay que analizar y 
considerar en todo su alcance. 
Uno de estos estudios-aparecido en los afias setenta-es la Teoría de la argumentación 
en la lengua (AD L) de Oswald Ducrot. Plantin nos dice de este texto que "la importancia 
de Ducrot, [ ... ] está en que él hablaba de la 'argumentación en la lengua' y desde ahí se 
comenzó a pensar en el hecho de que siempre el discurso además de dar cuenta de un 
estado del mundo, supone un sujeto que quiere hacer algo con su discurso: influir, 
buscar consenso, determinar una conducta a realizar." (Plantin 2012:12). 
El enfoque de Ducrot está puesto entonces en lo discusivo, en lo lingüistico, y a partir 
de ahí desarrolla sus ideas oponiéndose a lo propuesto por Toulmin: "Contra la 
reducción de la argumentación a un arreglo de hechos, la teoría denominada 'la 
argumentación en la lengua' ha puesto en evidencia el rol discursivo de las orientaciones 
impuestas por el lenguaje" (Plantin, 2012: 31); es decir, la cuestión que se plantea aquí es 
cómo pensar la argumentación: si desde la estructura de la lengua (Ducrot '70s) o desde 
las estructuras mentales-cognitivas, esto es, desde una forma de relacionar hechos del 
mundo de manera racional (Toulmin '50s). 
Para Ducrot, la lógica interna de la lengua preestablece una dirección en el discurso, 
lo cual significa que cualquier cosa que sea dicha orienta 7 hacia una dirección que 
eventualmente desemboca en la conclusión: es dentro de la lengua misma donde se 
genera, sostiene y desarrolla el proceso argumentativo. Esto ocasiona la paradoja de que 
"la conclusión está ya presente en el argumento, que ella no hace más que reformular. 
Esta visión encierra toda argumentación en una forma de círculo vicioso, 'P entonces P," 
(Plantin, 2012: 38). Este enfoque llega a un callejón sin salida que el mismo Ducrot 
reconoce afias más tarde cuando afirma que "la teoría de la ADL 'debería más bien 
denominarse teoría de la no argumentación" (Plantin, 2012: 39). 
Dejando esta paradoja a un lado, lo que Ducrot critica a Toulmin sobre su esquema es 
que ignora la naturaleza de lo lingüístico y se apega a la estructura de ciertos silogismos, 
lo cual en algunos casos lo acerca más bien al modo en el cual se argumenta desde la 
ciencias-categorizando en la forma en la que éstas lo hacen-alejándose de otro tipo de 
7 El concepto de orientación propuesto por Ducrot es muy importante para el anáhsis argumentativo, y se retomará en el 
capítulo 2., apartado 5. Orientar argumentos ajenos. (coorientarjantiorientar) 
16 
práctica argumentativa. A tal punto llega la crítica a Toulntin, que afírma que "En este 
modelo, el rol del lenguaje es símplemente reenviar a un procesos fundamentalmente no 
lingüístico, asegurando una designación correcta de los diferentes elementos de este 
último; en otros términos, Toulntin supone una lengua perfecta" (Plantin, 2012: 36). Lo 
que me parece ímportante notar de esta confrontación entre enfoques es que hace 
emerger la complejidad del texto argumentativo, el cual está compuesto por diversas 
capas- desde lo contextual hasta lo lingüístico, pasando por lo discursivo y lo 
cognitivo - donde cada uno de estos niveles tiene características especificas que es 
indispensable comprender para un análisis completo. 
Lo que ofrece Toulntin al dar un esquema es una visión general- panorámica - del 
fenómeno. Ducrot por su parte, al concentrarse en el asunto de la orientación lingüística 
nos da información pertinente pues toca un punto central: la naturaleza de la lengua. Sin 
embargo, pierde de vista la generalidad de la acción argumentativa, pues su mírada se 
posa únicamente sobre fenómenos lingüísticos que si bien conforman el discurso no son 
los únicos que intervienen en la argumentación. 
Queda claro que la argumentación es un fenómeno complejo que se debe observar 
desde muchas perspectivas para ser comprendido, por lo tanto, parece difícil que una 
sola teoría o tratado de la argumentación sea capaz de dar cuenta del fenómeno desde 
todos los ángulos posibles de estudio. 
Para finalizar quiero tocar brevemente el tema de los afectos dentro de la 
argumentación. Es un asunto interesante que Plantin pone sobre la mesa: "El dominio de 
la argumentación pura se ha caracterizado históricamente por su rechazo de los afectos 
[ ... ] Para fundar su pretensión de verdad, el discurso argumentativo debía ser ímpasible 
e ímpersonal. Los trabajos contemporáneos sobre las emociones tienden a mostrar que 
las relaciones entre razones y emociones son más complejas" (Plantin, 2012: 89). La 
cuestión que quiero destacar es que los razonamientos no están separadosde la 
afectividad de las personas. Este es un tema delicado y complejo, pues es comprensible 
que la razón para dejar fuera la afectividad y lo emocional de una práctica que está 
8 Lo que sí se puede observar en la argumentación que se da en otros ámbitos (como por ejemplo el político, el 
periodístico, el social, diferentes al ámbito juridico al que apela recurrentemente Toulmin), es que las rutas o caminos que 
sigue el proceso argumentativo, no siempre se apegan al esquema propuesto por (L UA) aún entendiendo que el esquema 
es eso justamente, sólo una manera de reducir o simphficar el proceso. 
17 
vinculada con el pensamiento crítico, tiene que ver con la pretensión de que la 
argumentación sea una práctica objetiva. Aceptando esto último, sigue apareciendo el 
problema de cómo hacer para no escindir, no fragmentar al ser humano: el problema de 
cómo analizar una práctica que afecta a sus participantes en todos sus niveles. 
¿Qué es la argumentación? 
Hacer cosas con palabras, modificar la realidad, incitar a la acción son nociones-
introducidas por J.L. Austin en su teoría de actos de habla - que frecuentemente se 
vinculan a la argumentación. Esta podríamos definirla como una modalidad discursiva 
que consiste en emitir y sustentar una opinión sobre determinado tema, de manera 
crítica y razonada-es decir, con fundamentos-ofreciendo 'elementos justificatorios'-
hechos, razones, pruebas, datos 9 - que apoyen nuestras afirmaciones, a través de 
diversos mecanismos lingüísticos con el fin de persuadir y convencer a nuestro 
interlocutor. 
Sin embargo, el hecho de considerarla una actividad producto de un pensamiento 
razonado no implica que todo tipo de argumentación-perteneciente a cualquier campo 
en el que ésta se pueda dar-se presente siempre con la rigurosidad que nos hacen 
pensar las palabras de manera crítica y razonada. Es necesario entonces tener presente la 
gradación que se da en la práctica argumentativa, la cual va a depender en gran medida 
del tipo de objeto sobre el cual se esté argumentando: no es lo mismo argumentar desde 
la estética que desde la física; o en un tribunal de justicia que en la calle. 
Usualmente la argumentación tiene varios momentos, a través de las cuáles se 
despliega el proceso argumentativo. Esto es, no basta con afirmar algo ni con presentar 
datos: hay que explicar o desplegar el pensamiento razonado que nos hizo sacar 
determinadas conclusiones. Por ejemplo- esta es la explicación que presenta Toulmin en 
(LUA) - al emitir x afirmación el argumentador presenta datos que la sustentan, y a su 
vez, no siempre basta con presentar dichos datos, muchas veces es necesario explicar 
cómo estos nos han hecho sacar ciertas conclusiones: hacer explicita la conexión datos-
afirmación. Sin embargo, no siempre sucede de esta forma pues muchas veces esta 
conexión descansa en lugares comunes (compartidos por la comunidad, o al menos 
algunos miembros de ella), es decir-y esto pasa muy frecuentemente-mucha de la 
9 Toulmin denomina datos a los elementos justificatorios que sostienen un argumento. 
18 
información puede estar implícita de alguna u otra forma (en la situación presentada, en 
el contexto, en el conocimiento del mundo que los interlocutores tienen, en su relación, 
etc.). 
Otro aspecto de la argumentación que es pertinente destacar es que "trata de alcanzar 
una de entre las alternativas posibles; proponiendo y justificando su jerarquia, la 
argumentación pretende racionalizar una decisión." (Perelman y Olbrechts, 1989: 116). 
La práctica argumentativa existe en las situaciones donde tenemos varias opciones y 
tenemos que decantarnos por una de ellas. Como nota Perelman la argumentación trata 
sobre lo discutible, sobre lo que puede ser deliberado: 
La naturaleza misma de la deliberación y de la argumentación se opone a la necesidad y 
a la evidencia, pues no se delibera en los casos en los que la solución es necesaria ni se 
argumenta contra la evidencia. El campo de la argumentación es el de lo verosímil, lo 
plausible, lo probable, en la medida en que este último escapa a la certeza del cálculo. 
(Perelman y Olbrechts, 1989: 30). 
Un último aspecto por considerar sobre este tipo de práctica, es que se desarrolla 
considerando siempre a un 'otro' con el cual se genera una interacción (la cual puede 
darse de facto o no, lo cual no afecta a la forma en la que se produce el discurso); este es 
uno de los puntos que Perelman destaca en su (T A) acotándolo a la figura del auditorio. 
Por su parte, para el enfoque dialogal de la argumentación 
Hay algo de irreductiblemente enunciativo e interaccional dentro de la argumentación. 
Según la feliz formulación de Debora Schiffrin (1987:17-18), 'la argumentación es un 
modo de discurso ni puramente monológico ni puramente dialógico [ ... ] un discurso 
por el cual los locutores defienden unas posiciones discutibles'(Plantin, 2012: 58). 
Recapitulando: la argumentación es una modalidad discursiva que se despliega a 
través de diversos mecanismos lingüísticos; contiene una serie de fases que no siguen un 
orden riguroso presentando una estructura variable; tiene más que ver con la 
legitimación de ciertas posturas (afirmaciones, proposiciones) que con la demostración 
de una verdad lógica; y no sólo es un medio para sustentar y explicar opiniones, sino 
también para indagar10 ciertas posturas, de las que finalmente se busca la adhesión del 
interlocutor. 
10 Esta idea de usar la argumentación para indagar, la menciona Weston en Las claves de la argumentación, (Weston, 2010: 
14). 
19 
En lo que resta del presente capítulo y el que sigue, profundizaré-caracterizando y 
analizando-sobre los aspectos de la argumentación mencionados hasta aquí. 
Argumento y argumentación (verdad y verosimilitud) 
Si bien la argumentación se trata de un proceso de pensamiento donde se emite una 
afirmación de manera razonada, las manifestaciones de la misma no siempre siguen un 
alto grado de rigurosidad, a esto me refiero arriba cuando menciono la gradación que se 
da en la práctica argumentativa. La argumentación es un proceso que no tiene tanto que 
ver con lo verdadero, sino con lo verosímil, esto es: el modo en el que se sustenta una 
afirmación dentro de la argumentación no pasa tanto por comprobar una verdad de 
manera absoluta, y sí por sustentar una postura a través de una serie de mecanismos" 
que hacen que nuestras afirmaciones aparezcan como legítimas. Y en el mundo de lo 
social, muchas veces lo legítimo es más importante que la verdad apodíctica. 
Toulmin establece una diferencia entre el argumento de la lógíca formal (el cual se 
rige por métodos matemáticos: deductibles, comprobables, axiomáticos), y la 
argumentación, que para él es mucho más cercana a la jurisprudencia por sus modos de 
establecer afirmaciones, traer datos que las sustenten y finalmente establecer 
conclusiones. Si bien encuentro particularmente útil esta distinción, considero que la 
argumentación en el contexto que la estudio (politico-social) difiere en varios aspectos 
del la jurisprudencia, la cual- por mencionar sólo un aspecto - sigue un orden 
predeterminado en su manera de argumentar. 
Perelman hace la distinción verosímil vs necesario pues "Se estima que el 
razonamiento dialéctico es paralelo al razonamiento analitico, pero el primero trata de lo 
verosímil en lugar de versar sobre proposiciones necesarias" (Perelman y Olbrechts, 
1989: 36). Esto se vincula con lo citado arriba sobre que 'la naturaleza misma de la 
deliberación y de la argumentación se opone a la necesidad y a la evidencia' (Perelman: 
30). La argumentación es el terreno de lo discutible, y las verdades absolutas ciertamente 
no caen dentro de este terreno. 
11 Mecanismos de pensamiento que se hacen evidentes-y más aún, se estructuran-por medio de mecanismos 
hngüísticos. No hay que olvidar que la argumentación sucede por medio del un discurso. 
20 
La argumentaciónestá pensada para la interacción, toma en cuenta al otro, está 
dirigida hacia un objetivo (la aceptación del interlocutor a lo propuesto por el orador); es 
una actividad práctica que busca incidir de facto en el contexto donde se lleva a cabo: 
La idea de Perelman surge al comparar la demostración-que fue muy puesta de relieve 
por el positivismo lógico-con la argumentación, que toma en cuenta el grado de 
asentimiento logrado frente a una audiencia. Critica al positivismo, y hace ver que la 
argumentación está más en la perspectiva de la razón práctica, a la que no puede 
imponérsele sin más el tipo de argumentación propio de la razón teórica. La 
argumentación teórica es simplemente la inferencia que extrae conclusiones a partir de 
premisas, mientras que la argumentación práctica es sobre todo la que justifica nuestras 
decisiones. Es, además, una argumentación viva, dialógica, que se da frente a un 
auditorio concreto. (Beuchot, Mauricio, 1997: 61, 62). 
Lo que hay que comprender entonces de la argumentación es que trabaja en el campo 
de la realidad, de lo social, con herramientas como la lengua y el contexto, cuya 
naturaleza hace que la complejidad del proceso argumentativo sea tal que no pueda 
reducirse a una serie de fórmulas, se trata pues de la razón práctica, del pensamiento vivo. 
En la argumentación no hay desde mi perspectiva, espacio para lo 'absoluto', pues en 
ella todo tiene que ver con legitimar o desligitimar posturas, justificando lo que nos lleva 
a accionar, es decir, nuestras decisiones. 
Sobre los diferentes tipos de verdad, aquí una interesante reflexión hecha por 
Beuchot: 
También ha de observarse el tipo de verdad que se da en la teoría de la argumentación, 
el cual parecería ser sólo el de la verdad pragmática o por convención. Pero [ ... ] la 
verdad por convención no está reñida con la verdad como correspondencia, pues 
ambos tipos de verdad se reúnen en la argumentación hacia el auditorio universal, 
donde, a través del sentido común, se da la universalidad en la pretensión de verdad, y 
ya no se depende sólo de la convención, sino de la objetividad que capta el sentido 
común. y las creencias del sentido común son contrastables con los hechos, tienen 
pretensión de verdad empírica. (Beuchot, Mauricio, 1997: 64). 
Esta reflexión de Beuchot toca un punto importante al que es necesario referirse 
cuando se habla de argumentación: que en la práctica argumentativa el orador apela al 
sentido común de sus interlocutores; pues si bien las verdades de las que se habla en la 
argumentación no pueden basarse en axiomas eternos e incuestionables sí se busca un 
tipo de acuerdo que se apoye en la razonabilidad de las personas: 
21 
En tópica y retórica no se tienen axiomas, pero sí lugares comunes (en el sentido de 
cosas aceptadas por todos) y opiniones plausibles, y además se siguen reglas de 
inferencia o se instancian matrices de argumentos. Se trata de aludir al hombre 
razonable. Claro que se presupone un tipo de racionalidad o razonabilidad 
paradigmática, pero no se queda en el relativismo, sino que busca la generalización o 
universalización de esa razonabilidad, tocar el sentido común o la razón común de la 
que participan todos los hombres, al menos en principio. (Beuchot, Mauricio, 1997: 69). 
De esto deviene una distinción hecha por Perelman que me parece fundamental poner 
sobre la mesa; la distinción razonable vs racional: "La retórica alcanza la verosimilitud 
más que la verdad en sí, o, como dice Perelman, la razonabilidad más que la 
racionalidad, es decir, lo razonable más que lo racional o apodíctico." (Beuchot, 
Mauricio, 1997: 66). La argumentación trata sobre lo razonable, sobre lo que podemos 
razonar, no sobre lo que se puede racionalizar. Quizá tras esta consideración quede más 
clara la práctica argumentativa, pues nos permite comprender la naturaleza de este 
proceso cognitivo en contraste con otros a los cuales se la ha querido reducir. 
Por último, sobre el aspecto humano implicito en la práctica argumentativa, Christian 
Plantin hace la siguiente reflexión: 
El campo de la argumentación es más amplio que el de la demostración: la 
argumentación trata sobre lo que hay que creer, zona en la cual se enfrenta no sólo con 
la cuestión de la prueba y de la demostración, sino con lo que hay que hacer, renunciar o 
no, rechazar o aceptar ofertas de negociación ... Mientras que la duda es accidental para 
ciertas cuestiones concernientes a la creencia y la predicción científica, se vuelve 
esencial cuando se consideran situaciones donde intervienen agentes humanos. (2012: 
75). 
y aqui queda muy claro un asunto: si algo puede y de hecho debe ser discutido son 
todos los temas que implican de alguna u otra forma a la humanidad; y la práctica 
argumentativa es justo el espacio para tratar esos temas que nos conciernen como seres 
sociales. 
Argumentación y persuasión 
En muchos estudios dedicados a la argumentación es usual escuchar que uno de los 
fines de esta - sino es que el primordial- es persuadir al interlocutor. Sin embargo, 
también es frecuente escuchar que la noción de persuasión esté vinculada a la 
manipulación de los sentimientos de los auditorios o a la seducción de los interlocutores. 
22 
Por otro lado, aparece también otra noción: la de convencer; es decir, que el 
argumentador apela alIado razonable de su auditorio con argumentos fundamentados. 
Basándome en el análisis del corpus de este trabajo, puedo atestiguar que las formas de 
persuadir abarcan un amplio espectro que incluye tanto la intención de manipular, 
seducir desde lo emocional, como inducir a creer por medio de argumentos aceptables 
para el sentido común, así como la intención de convencer con hechos o razones, topos, 
que aparecen como indiscutibles para el interlocutor. 
Ahora, depende de la representación que el argumentador se haga de su auditorio es 
pertinente decir que el fin de la argumentación sea uno u otro. Si por ejemplo, vemos la 
argumentación como una actividad dialógica donde siempre existe un interlocutor 
real, universal, imaginario, el propio argumentador cuestionándose a sí mismo, el 
'hombre razonable' - es lógico pensar en dicho interlocutor como un ente dispuesto a 
refutar lo que se le argumenta; así la argumentación se presentaría: "como una actividad 
esencialmente dialógica, modulada por las réplicas explicitas o implicitas de un 
oponente que puede contraargumentar, negociar, y aun hacer fracasar con un 
contradiscurso el que le ha sido dirigido"(Marafioti, 1995: 33). Este tipo de 
argumentación dialógica estaría vinculada a la dialéctica y su fin parecería ser 
convencer. En cambio, una práctica argumentativa donde el emisor despliega una serie 
de recursos retóricos para persuadir a un interlocutor esencialmente pasivo (que es lo 
que siempre se dice de la retórica desde su deslegitimación), dirigiéndose a él de manera 
que lo conmueva sólo a un nivel emocional, sería una argumentación que buscaría sólo 
persuadir (concibiendo a la persuasión como una actividad que se dirige a la parte 
emocional del auditorio). Este tipo de argumentación se vincula con la retórica clásica. 
Sin embargo, si tomamos otro punto de vista podemos notar que el asunto es más 
complejo que esto, como observa Perelman: "Para aquel que se preocupa por el 
resultado, persuadir es más que convencer, al ser la convicción sólo la primera fase que 
induce a la acción. [ ... ] En cambio, para aquel que está preocupado por el carácter 
racional de la adhesión, convencer es más que persuadir" (1989: 65-66) 
Lo que emerge de esta discusión entre los fines de persuadir y convencer es la 
problemática escisión entre intelectualidad-afectividad presente en el mundo occidental 
desde la modernidad. Y en un campo como el argumentativo (el de la razón práctica) 
este rompimiento tan tajante resulta conflictivo pues estos dos aspectos se encuentran 
23 
vinculados: no es tanfácil trazar la linea donde empieza uno y acaba el otro. No es 
posible ignorar que decidir, tomar una postura en vez de otra, implica al ser humano de 
manera total, incluyendo su complejidad (afectos, pasiones, ideas, raciocinio, etc.). 
Sobre la distinción que se ha hecho 'entre la influencia sobre el entendimiento y la 
influencia sobre la voluntad' favorecida por Tópicos y Retórica de Aristóteles, Perelman 
apunta que "El error está en concebir al hombre como si fuera un ser compuesto por 
facultades completamente separadas" (Perelman y Olbrechts, 1989: 94) Es decir, el 
problema es pensar que actuamos fragmentadamente, cuando cualquier pensamiento 
está atravesado por una afectividad específica. 
La respuesta que Perelman da a esta discrepancia es la siguiente: 
11 es necesario reconocer, [ ... ] que nuestro lenguaje utiliza dos nociones, convencer y 
persuadir, entre las cuales se estima generalmente que existe un matiz comprensible. 
Nosotros nos proponemos llamar persuasiva a la argumentación que solo pretende 
servir para un auditorio particular, y nominar convincente a la que se supone que 
obtiene la adhesión de todo ente de razón." (1989: 67). 
Recuperando lo dicho arriba sobre la rigurosidad que como pensamiento razonado 
presenta la argumentación, específicamente el aspecto de la gradación, considero que 
algo análogo sucede entre persuadir y convencer; así, tenemos una linea gradual, un 
campo continuo que nos lleva de la una a la otra. No por esto hay que olvidar que una 
buena argumentación debe ser capaz de sostenerse frente a la crítica, esto es, frente a las 
posibles contraargumentaciones que se le presenten. 
Indagar a través de la argnmentación 
En este apartado quiero considerar un punto referente a la práctica argumentativa que 
me parece importante destacar: me refiero a la acción de indagar por medio de la 
actividad argumentativa, pues aunque no se hable mucho sobre esto, me parece que es 
uno de los aspectos distintivos de la argumentación. Uno de los fines que puede adoptar 
esta modalidad es precisamente discurrir reflexivamente sobre un tema yeso la 
distingue de otras modalidades (no tiene los mismos objetivos que la narración, la 
descripción o la exposición, aunque éstos puedan conformar en algún momento un texto 
argumentativo y a la inversa.). Es decir, si consideramos a la argumentación como una 
actividad del pensamiento vivo (Perelman), donde se da la búsqueda de la mejor 
alternativa entre un número posible de ellas (si no existieran otras sería absurdo 
24 
argumentar), es natural pensar que en algunos tipos de argumentación el locutor use 
esta modalidad para explorar algún problema específico, considerando opciones y 
desechándolas o apuntalándolas a través de diversas operaciones. Aqui podemos 
considerar el asunto de la argumentación como proceso cognitivo (meditando sobre el valor 
de la argumentación como proceso de pensamiento) basado en la reflexión, la crítica y 
las inferencias que realizamos para arribar a ciertas conclusiones. 
En este sentido me parece que el enfoque de la Lógica natural de Grize dirige la 
atención hacia lo que quiero notar: la argumentación es una actividad donde se realizan 
operaciones lógico-discursivas a través de las cuales se construyen objetos, pues según 
éste autor: "La actividad del discurso sirve para construir objetos de pensamiento que 
servirán de referentes comunes a los interlocutores" (Plantin, 2012: 40). Lo que quiere 
decir que los objetos se crean mediante el discurso y entre los implicados en el momento 
mismo de la argumentación. Y una parte de construir objetos está vinculada a la 
exploración de la forma que finalmente adquiere el objeto. Aqui se pone de relieve "la 
dimensión de co-construcción del objeto de discurso" (Plantin, 2012: 40, 41), cuyo fin en 
la argumentación es encontrar lo mejor, lo más legítimo, lo más apegado a lo razonable. 
Falacias 
Falacia es un término esquivo, pero vital. Esquivo porque no hay unanimidad en su 
definición, en los criterios para distinguir sus funcionamientos y evaluación, tampoco 
en las especies que abarca, esto es, en una clasificación taxativa de sus posibles tipos. 
Vital porque, en las esferas de dominio de lo cotidiano, los hablantes acusan recibo de 
ciertos movimientos dialógicos considerados injustos porque, por ejemplo, evitan el 
peso de la prueba, caen en descalificaciones personales o simplemente los someten a 
irritantes autoalabanzas que, sin justificación, su interlocutor emplea como 
herramientas para enfatizar sus-a veces inexistentes-virtudes. (Marafioti, 2008: 9). 
Las falacias conforman un tema muy amplio e interesante el cual está vinculado con 
la argumentación de forma tan estrecha que se podría realizar la segunda parte de esta 
tesis elaborando un análisis semejante al que realizaré, pero considerando los textos que 
dentro del corpus funcionan de manera falaz, como constata el siguiente planteamiento: 
Desde este punto de vista [el de la argumentación como teoría crítica], la relación 
argumentación/fo1acia es relativamente simple de establecer. La forma más expeditiva 
de construir una teoría de la argumentación es "dar una vuelta" a una teoría de los 
paralogismos. El análisis de los argumentos y el análisis de los paralogismos aparecen 
25 
como el anverso y el reverso de una misma cara, una que focaliza sobre lo positivo, la 
otra sobre lo negativo. (Plantin, 2008: 118). 
La idea central en torno a las falacias tiene que ver con la violación o la transgresión 
de ciertos principios, reglas de razonamiento, o usos contextuales, lo que deviene en la 
construcción de argumentaciones defectuosas, de las cuales a su vez, se desprenden 
conclusiones no válidas. Para Luis Vega Refión la argumentación falaz sería un 
"discurso que se presta o induce a error en un contexto argumentativo por ser un seudo 
argumento o un argumento fallido o fraudulento" (Vega Refión12, 2008: 185). Roberto 
Marafioti, siguiendo la pragmadialéctica, caracteriza a "los movimientos falaces [como] 
comportamientos argumentativos que contravienen las reglas que permiten la 
resolución crítica de una diferencia de opinión" (Mar afio ti, 2008: 11). La 
pragmadialéctica apunta a un aspecto fundamental del proceso argumentativo, el cual 
las falacias no cumplen, este consiste en-justamente-construirse a partir de la lógica 
del pensamiento crítico. Es decir, el aspecto crítico de la argumentación es una condición 
que se debe respetar pues un discurso que no sea capaz de soportar la crítica no es un 
discurso que se pueda insertar en un contexto argumentativo: "Douglas Walton sostiene 
que un argumento comete una falacia cuando es inválido, defectuoso o inexacto. La 
definición de Walton dice que ella es 'un tipo de debilidad, deficiencia o movimiento 
inadmisible que le permite a uno abrirse a la crítica" (Mar afio ti, 2008: 104). 
Otra de las faltas que se pueden cometer al ser falaz es violar ciertos usos 
contextuales, así, existen muchos tipos de argumentos y mecanismos lingüísticos 
(usados para argumentar) que pueden usarse falazmente, por ejemplo, se puede usar el 
argumento por autoridad manipulando la información, y concluyendo (esto es, 
legitimando) determinada postura apoyándose en alguna autoridad traída al discurso 
para afirmar lo que se desea. Esto, claramente, se vincula de manera directa con la 
importancia de poner en contexto las argumentaciones; pues interesa mucho notar como 
a veces en ciertos contextos un argumento puede ser válido, mientras que en otro resulta 
una falacia: "en algunos casos aquello que puede ser considerado de manera falaz en 
algunos ámbitos no es visto con la misma óptica desde otras posiciones" (Plantin, 
2012:16). Y este movimiento se hace en ambas direcciones, tanto 1) sacar conclusiones 
12 Tomado de Marafioti y Santinbáftez, (2008), De las falacias: argumentación y comu:nicación, BIELOS. 
26 
apoyadas en argumentosque por su no pertinencia provocan un proceso argumentativo 
falaz, como lo contrario, 2) traer argumentos ajenos que al sacarlos de su contexto 
resulten falaces, y de esa forma contrargumentar y descalificarlos, sacando conclusiones 
contrarias a las que los argumentos traídos orientarían. El contexto entonces determina 
los usos, y estos a su vez, en la medida que son respetados o no, nos hacen ver si los 
argumentos que se manejan son falaces. 
Considerando lo anterior, no siempre es una tarea fácil detectar las falacias (aunque 
por supuesto que existen casos donde es obvio que nos enfrentamos a una de ellas, ya 
porque se trate de un argumento cuya intención sea una burda manipulación; o quizá 
sea un argumento insostenible que con la primera crítica sea derribado, u otros casos 
donde sea evidente que nos enfrentamos a un razonamiento injustificado), y mucho 
menos clasificarlas, por lo que varios enfoques de teorías de las falacias consideran que 
"es razonable pensar que tanto a efectos de detección y análisis, como a efectos de 
evaluación, conviene referirse a determinados usos falaces en su contexto antes que a 
falacias-tipo o plantillas o patrones generales de la argumentación falaz" (Vega Refión13, 
2008: 187). Esta reflexión trae sobre la mesa dos asuntos: el contexto y los aspectos 
pragmáticos del discurso, ambos de primordial interés para el presente estudio, y que 
serán estudiados más adelante. 
Dada la amplitud del tema de las falacias, sólo hablaré brevemente de ciertas 
nociones fundamentales cuando eventualmente, aparezcan en el análisis concreto de 
algún texto argumentativo de los capítulos subsecuentes. 
13 Ídem 
27 
CAPÍTULO 2: MECANISMOS LINGüíSTICOS DE LA ARGUMENTACIÓN 
En el presente capítulo planteo dos cuestiones que deterrnínarán la forma en la cual se 
realizará el análisis de los textos del corpus. En primer lugar cuáles son los elementos de 
la argumentación-para lo cual me baso en el esquema de Toulrnín, y en otros conceptos 
como topos, como lo plantea Perelman; y marco argumentativo, con la definición de Lo 
Cascio. En segundo lugar, una lista acotada de los mecanismos lingüísticos usados para 
argumentar, los cuales son explicados y ejemplificados con fragmentos del corpus. De 
estas dos cuestiones se desprenden conceptos clave - que sirven como unidades de 
análisis-y esquemas de análisis que serán aplicados en los capítulos 3.Contexto, 4. 
Emisor, y 5. Información implícita. 
Elementos de la argumentación 
Los elementos que componen la argumentación son de naturaleza diversa. Algunos de 
ellos son objetos teóricamente simples sobre los cuales no necesitamos ahondar (como 
los datos, p.ej.), otros en cambio son conceptos complejos sobre los cuales se han 
desarrollado amplios y recurrentes estudios (los lugares o topos, p.ej.). A estos dedico 
apartados para reflexionar sobre sus implicaciones. 
Toulrnín es conocido por haber desarrollado un esquema donde establece los 
elementos que a su modo de ver conforman el proceso argumentativo. Este esquema se 
conoce como el modelo de Toulmin. Como hemos visto en apartados anteriores, este 
modelo ha sido criticado por seguir más bien la lógica de los hechos (cognitiva) que una 
lógica discursiva. Aún con las críticas que se le han hecho, el esquema propuesto por él 
nos ofrece una visión amplia del asunto que vamos a tratar. 
28 
Los elementos que según Toulntin se encuentran presentes en toda argumentación 
son los siguientes: datos (D), garantías (G), conclusiones (C), términos modales (M), 
condiciones de excepción (E) y respaldo de las garantías (R). Y se relacionan de la siguiente 
forma: 
D 
porque .. 
G 
teniendo en cuenta que .. 
R 
por tanto M, e 
amenos que .. 
E 
Los datos (D) son toda la información (hechos, razones, elementos justificatorios, 
pruebas) que el argumentador trae al discurso para sostener sus conclusiones y construir 
los argumentos. Las conclusiones (e) son las afirmaciones que se pueden extraer del 
proceso argumentativo, las cuales pueden estar matizadas por términos modales (M) 
(calificativos o matizadores modales: necesariamente, posiblemente, presumiblemente, etc.) 
los cuales indican la fuerza con la que el argumentador presenta las conclusiones14. La 
conexión entre los datos y las conclusiones se da a través de las garantías (G), 
(explicadas en el apartado siguiente). Dos elementos más se agregan al esquema: el 
respaldo de las garantías (R) y las condiciones de excepción (E). Las primeras son el 
fundamento sobre el cual descansa toda garantia, "certezas, sin las cuales las propias 
garantias carecerían de autoridad y vigencia" (Toulntin, 2003: 140); mientras que las 
condiciones de excepción o refutación "apuntan las circunstancias en que la autoridad 
general de la garantia ha de dejarse a un lado" (Toulntin, 2003: 137), es decir, indican el 
caso excepcional que invalidaría las garantias presentadas. 
14 En el apartado Fases de la argumentación y estmctura (Capítulo 3) se hablará más a fondo sobre ténninos modales. 
29 
Garantías 
A la acción de explicitar la relación que se establece entre los elementos-datos y 
conclusiones-de la argumentación Toulmin la denomina garantía y la explica de la 
siguiente forma: "lo que hay que hacer es no ofrecer más datos, puesto que estos se 
pueden poner en tela de juicio inmediatamente [ ... ] sino proposiciones de un típo 
bastante diferente: reglas, principios, enunciados, etc., que nos permitan realizar 
inferencias en lugar de agregar información adicionar' (Toulmin, 2007: 134). Las 
garantías son entonces este típo de nuevas proposiciones, son el paso que da el 
argumentador para legitimar la conexión entre datos y conclusiones presentadas. Estos 
enunciados pueden tener una extensión variable, Toulmin las ejemplifica con la muy 
simplificada forma de "Si D entonces e", "D por tanto C', (Toulmin, 2007: 134, 135); pero 
aclara que esta manera de guiar inferencias o sea, la forma de presentar garantías puede 
ser mucho más extensa en favor a una mayor claridad en el discurso. 
Según Plantin (2012: 35) y otros autores las garantías son lo que en la noción 
tradicional se denomina topos, los cuales vamos a tratar en el siguiente apartado. 
Topos (regla general, garante, regla de paso, tópico, relación argumentativa) 
Este es un concepto central en las diversas teorias de la argumentación. Su importancia 
radica en que guia una serie de inferencias de indole netamente argumentatívo y que 
además preexisten al discurso en sí. El concepto fue estudiado por Aristóteles y 
posteriormente se le atribuye a Perelman su rescate en el (T A) en el cual las define así: 
"premisas de carácter muy general a las que calificaremos con el nombre de lugares, los 
topoi, de los que derivan los Tópicos, o tratados dedicados al razonamiento dialéctíco" 
(Perelman y Olbrechts, 1989: 145). Estas premisas de carácter general son 
"sobreentendidas con frecuencia" (1989: 146) y se les atribuye la función de que 
"intervienen para justificar la mayoría de nuestras elecciones" (1989: 146) 
Es decir, no se argumenta sobre la nada, los topos son los supuestos sobre los que 
descansan las relaciones establecidas entre proposiciones y conclusión: "lo que nos 
interesa es el aspecto por el cual todos los auditorios, cualesquiera que fueren, tíenden a 
tener en cuenta ciertos lugares [ ... ] Nos vemos obligados a tratarlo más detalladamente 
con el fin de que la noción de lugar sea, para todos los lectores, algo distinto a un campo 
vacío"(Perelman y Olbrechts, 1989: 147). 
30 
Dependiendo del topos que el emisor utilice para establecer la conexión entre datos y 
conclusiones es que se organizará la información dentro del proceso argumentativo y se 
podrán extraer tales o cuales conclusiones. Así mismo, se puede realizar la operación 
contraria, como apunta Perelman: "se puede realizar un mismo objetivo sirviéndose de 
lugares muy diversos" (1989: 164).Marco argumentativo 
Un último elemento por considerar es el referente al marco argumentativo, el cual se 
encuentra en estrecha relación con el contexto en el que se produce el discurso. La 
importancia del contexto en la argumentación es tal que le dedicaremos un capítulo 
entero (Cap. 3). Por ahora solamente hablaré de forma somera del marco, el cual abarca 
lo siguiente: 
Lo Cascio (1998) denomina, [ ... ] marco (a lo) 'que concierne a las situaciones 
pragmáticas en las que se desarrolla la argumentación: tema, tipos de interlocutores, 
introducción, principio y fin, estadios intermedios del proceso argumentativo y de la 
persuasión, objetivos, condiciones, situaciones sociolingüísticas y culturales, tiempo y 
espacio, precedentes de la discusión, tipo de texto, etc.'(43-44). (Fuentes y Alcaide, 2002: 
229). 
Como vemos, al estudiar las cuestiones referentes al marco argumentativo tenemos 
que tomar en cuenta aspectos extralingüísticos, metalingüístico s y pragmáticos, mismos 
que forman parte de lo discursivo pues determinan y afectan la estructura, contenidos y 
marcas textuales (argumentativas) que guian inferencias y sentidos dentro del discurso. 
Si existe una modalidad textual donde el diálogo entre lo lingüístico y lo extralingüístico 
es importante, esa es la modalidad argumentativa, y los elementos del marco lo 
constatan. De hecho "el marco argumentativo es la función argumentativa del 
contexto. "(Fuentes y Alcaide, 2002: 40) lo que significa que estos mismos elementos son 
usados con fines argumentativos, como lo constatan estas dos autoras. 
Mecanismos lingüísticos de la argumentación 
La modalidad argumentativa posee un amplio espectro de mecanismos lingüísticos para 
arribar a su fin: la aceptación de sus interlocutores a las posturas planteadas. Estos 
mecanismos a su vez, se expresan a través de formas diversas lo cual expande aún más 
las posibilidades de manifestación. Por ejemplo, el mecanismo de orientar un argumento 
31 
(coorientarj antiorientar), puede aparecer a través de la cita, del desdoblamiento del 
emisor, de la polifonía o diafonía, entrecomillando o con preguntas retóricas. 
Los mecanismos argumentativos han sido definidos por "R. Núiíez-E. del Teso (1996, 
189) como 'el proceso que relaciona la información de determinadas proposiciones, las 
premisas, para obtener nueva información: la conclusión o tesis" (Fuentes y Alcaide, 
2002: 224). 
El movimiento argumentativo se sirve de distintas estrategias tomando siempre en 
cuenta una serie de factores: contexto, tema, tipo de texto, campo argumentativo, 
receptor al que se dirige, datos con los que se cuenta para sostener argumentos, etc. 
Dicho movimiento no se manifiesta de la misma forma en un texto expositivo-
argumentativo de carácter académico que en uno publicitario, o en una conversación 
informal que en un articulo de opinión dedicado al análisis politico. 
No obstante, aunque cada texto-contexto prefiera unos mecanismos a otros esto no 
quiere decir que dichos mecanismos sean exclusivos de cada tipo de texto. Hay textos 
mucho más flexibles que otros, que son capaces de aceptar todo tipo de mecanismo 
argumentativo-como las conversaciones informales quizá-mientras que otros tienen 
un carácter más restrictivo al respecto, y en medio de estos dos extremos existe un 
amplio espectro de posibilidades. 
Los textos de los que me ocupo-de análisis politico-aceptan un amplio grupo de 
mecanismos argumentativos, si bien cada autor tiene sus preferencias y una tendencia 
clara a la hora de argumentar. 
A continuación describo las estrategias y las diversas formas-marcas formales- en 
que se manifiestan. 
Clasificación de mecanismos lingüísticos 
La presente clasificación15 es una propuesta que surgió cuando estaba realizando el 
análisis del corpus. La idea inicial fue retomar un esquema de representación textual que 
permitiera dar cuenta de los textos argumentativos que formaban mi corpus, sin 
15 Revisando el trabajo de Fuentes y Alcaide (2002) y a partir de su propuesta de su análisis, es que vi la necesidad de 
hacer una clasificación específica para esta investigación, observando la forma en la que éstas autoras plantean sus 
propios análisis de textos argumentativos. 
32 
embargo al ver la riqueza textual del corpus de trabajo se decidió proponer un esquema 
que diera cuenta de los elementos lingüísticos presentes en el corpus. De esta manera 
uno de los principales trabajos consistió en detectar las marcas formales que dentro de 
los textos estudiados presentaban una función argumentativa. 
Posteriormente se realizó una categorización de dichos mecanismos lingüísticos, pues 
justo son las marcas formales que permiten evidenciar el proceso de argumentación. 
Es importante señalar que la clasificación hecha no incluye todas las marcas 
encontradas, pero sí las que aparecían más frecuentemente en el corpus porque se 
perciben como las más relevantes. Éstas se ordenan en siete mecanismos lingüísticos 
argumentativos: 1. Calificar/Valorar; 2. Sentenciar/ Aseverar; 3. Semejanza; 4. Provocar 
inferencias; 5. Orientar argumentos ajenos; 6. Contraponer posturas; y 7. Ironizar. 
Para presentar el análisis realizado en los capítulos 3, 4 Y 5, examino estos 
mecanismos a partir de los conceptos clave propuestos: Contexto, Emisor e Información 
implícita. 
A continuación presento mi esquema de la clasificación realizada, y posteriormente la 
explicación y ejemplificación de cada uno de los mecanismos y las formas en las que se 
manifiestan. 
33 
Esquema de mecanismos lingüísticos argumentativos 
1. Calificar I Valorar ......................... 81 
2. Sentenciar I Aseverar 
-f 
.. 3. Semejanza ...................................... e 
~ 4. Provocar inferencias .. o ••••••••••••••• o •••• e 
5. Orientar argumentos ajenos 
(coorientar I antiorientar) 
7. Ironizar 
Adjetivos 
Epítetos 
Sintagma nominal 
Adverbios / frase adverbial 
Senteciar 
Aseverar 
Uso de autoridad .................. 8I 
Met:ífora 
Comparación 
Analogía 
SimulaciÓn 
Paralelismos 
Inferir a partir de un topos 
Cita 
Preguntas retÓricas 
Objeción ofensiva 
Polifonía 
Diafonía 
Oposición de posturas, 
(nosotros/ ellos) 
Emitir postura personal 
EntreOJmillar 
34 
Gon.mlizado"",¡ Vo.z pública 
1. Calificar / Valorar 
Adjetivos 
Epítetos. 
Sintagma nominal. 
Adveroios/frase adverbial. 
Prácticamente presente en todo tipo de argumentación, consiste en manifestar 
apreciaciones sobre información relevante del texto; se puede calificar cualquier cosa: 
personas, acciones, sucesos, ideas, posturas, etc. Al emitir valoraciones el argumentador 
genera una imagen positiva anega tiva de la cosa, imagen que - por su valor 
argumentativo- impacta todo el discurso, generando las consecuencias buscadas por el 
emisor. A continuación, enumero y ejemplifico las marcas formales- aparecidas más 
frecuentemente en el corpus - que se usan para calificar: 
Adjetivos. 
"Sus adversarios se quejan y ella, con fingida humildad 'madreteresiana', explica un error en el 
equipo de producción" Re, F1: 42 . (Rafael Cardona, elcristalazo.com, 30 de enero 2012). 
Tanto fingida como madreteresiana valora negativamente la explicación dada por la 
candidata, en la cual se disculpa por errores cometidos por el equipo de producción de 
su campaña. La adjetivación hecha por el argumentador induce a una lectura 
determinada de los hechos. 
Epítetos. 
"Una de las casas especializadas en esos estudios de opinión pública anuncia desgracias para el 
Copete que Cae [ ... ], venturas para la Sonrisa Tatuada [ ... ], y estancamiento para el 
NeomaderistaAmoroso." JH, F1: 15. (Julio Hernández, La Jornada, 13 de enero 2012). 
En este caso los epítetos creados por el autor emiten una crítica intencional que 
deviene en un retrato de cada uno de los personajes. A partir de esa lectura el autor 
despliega su texto, haciendo uso de la fuerza argumentativa de cada retratohecho. 
Sintagma nominal. 
l/Hoy esos excesos le otorgan oportunidad al panismo de alimentar la hoguera del desprestigio 
lleguen o no las cosas hasta el punto del proceso judicial." Re, Fl: 45. (Rafael Cardona, 
elcristalazo.com, 4 de febrero 2012). 
35 
El uso del sintagma nominal tiene las mismas consecuencias que expliqué arriba en 
adjetivos y epítetos. Calificar y valorar las acciones de los personajes públicos contra los 
que se argumenta. 
Es el mismo caso el que se presenta a continuación, con el uso de las frases 
adverbiales, mal hecho y muy mal hecho: 
Adverbios/frase adverbial. 
l/Yen el contexto en el que se da, se puede decir: Está haciendo las mismas prácticas del PRI, pero 
mal hechas, porque se le fueron los acarreados antes de que fuera el momento culminante. 
Entonces es priismo. [ ... ] Muy mal hecho." LM, n: 83. (Lorenzo Meyer, Primer Plano, 12 de 
marzo 2012). 
En todos los fragmentos presentados, el calificar caracteriza dirigiendo la atención 
hacia una lectura determinada de hechos y personas. Dicha lectura, a su vez, apoya los 
argumentos y conclusiones que se dan en el texto, pues su presencia marca particulas 
relevantes del discurso. 
2. Sentenciar/ Aseverar 
Sentenciar. 
Aseverar. 
Uso de Autoridad. 
Genemlimdores/Vox Publica. 
Cita. 
Presentar la información a través de afirmaciones contundentes, como son aseveraciones 
y sentencias, suele tener un efecto argumentativo poderoso pues lo enunciado 
adquiere - al menos en apariencia - un carácter de incontestable. Este mecanismo 
presenta a su vez al emisor como autoridad, lo cual también tiene una gran carga 
argumentativa, como veremos en el apartado uso de autoridad. 
Se n te ncia r. 
Cuando el argumentador sentencia lo hace con la pretensión de determinar lo que va a 
acontecer, como si se tratara de un hecho casi consumado, algo que va a suceder tal como 
él lo plantea; la enunciación adquiere un carácter de inevitable: 
36 
"Si a pesar de su moderación el proyecto de la izquierda fracasa, al futuro inmediato de la 
República lo podrán caracterizar varias cosas, pero no la serenidad." LM, Fl: 77. (Lorenzo 
Meyer, Agenda Ciudadana, 16 de febrero 2012). 
Sentenciar es como advertir, pone al argumentador en una posición privilegiada, 
pues su discurso aparece adelantado a los hechos: 
Pero si 'El Mesías' se sigue pareciendo a los demás, si se esfuerza por contener su 
discurso y sus acciones; en hacer cosas cuya sola mención antes le habría repugnado, si 
no se sostiene en todo aquello por lo cual ha sido diferente y valioso para tantos 
(muchos millones de mexicanos lo consideran un genuino candidato de esperanza), 
entonces se irá quedando vacío poco a poco. O peor aún, se parecerá a quienes tanto 
ha despreciado. Si su discurso se ablanda [ ... ] lo habremos visto diluirse en el 
tiempo. Re, F1: 68. (Rafael Cardona, elcristalazo.com, 26 de marzo 2012). 
Aseverar. 
En las aseveraciones el argumentador se presenta como autoridad, es decir, lo enunciado 
se legitima en su propia persona, por la forma contundente en que la información es 
presentada: 
Pero una cosa es, y esta columna lo ha dicho, TRANS:rvIITIR debates por televisión y 
otra hacer debates DE televisión. No es materia de la CffiT la educación cívica, 
política, democrática de los ciudadanos ni tampoco la tutela de los procesos 
electorales. Y si esa fuera su misión malamente la cumple la industria con la 
programación habitual el resto del tiempo. RC, Fl: 58. (Rafael Cardona, elcristalazo.com, 
18 de febrero 2012). 
Aqui otro ejemplo: 
Nadie gana en la ruleta si se sale del casino. Unámonos todos en la búsqueda del 
número premiado y repartamos con justicia cuanto cada quien merezca. En ese sentido 
la gran sombrilla hace nugatorio todo intento de desarrollo personal. Se gobierna más 
con la habilidad del funámbulo y menos con el paso firme del hombre convencido. 
Todo se negocia, todo se tasa y se vende y se compra. RC, Fl: 52. (Rafael Cardona, 
elcristalazo.com, 8 de febrero 2012). 
La aseveración funciona-en algunos casos como el anterior-como una crítica 
implicita en el discurso. 
Uso de Autoridad 
Uno de los recursos más recurrentes y eficaces es el uso de autoridades dentro del 
discurso. Recordemos que ser capaces de legitimar lo que decimos es de suma 
importancia en la modalidad argumentativa, en este sentido, el respaldo que ofrece la 
autoridad al discurso lo dota de impugnabilidad, y hace que lo enunciado luzca como 
37 
verdadero. Este mecanismo se presenta bajo dos formas: 1) bajo la figura de la voz 
pública, es decir, como algo que todo el mundo piensa, cree o sabe y que por lo tanto tiene 
que ser cierto, (Generalizadores/ Vox Publica). Y 2) bajo la figura de una autoridad en la 
materia, cuyo conocimiento y estatus legitima que su voz aparezca como respaldo para 
cualquier conclusión deseada (Cita). 
Generalizadores/ Vox Publica. 
Los 25 millones de pesos en maletas enviadas por aire a Toluca siguen siendo uno de 
los grandes misterios de la política mexicana que con más sencillez y facilidad 
desentraña la inmensa mayoría de los ciudadanos, pero no los funcionarios y políticos 
involucrados en esas maniobras. Para mucha gente, el caso es uno más de corrupción, 
esta vez relacionada con asuntos electorales. JH, Fl: 21. (Julio Hernández, La Jornada, 17 
de febrero 2012). 
Es claro que desde la perspectiva de quienes conforman la minoría acaudalada -esos 
que salen entre los multimillonarios de Forbes- los últimos 30 años no han sido malos, 
pero es igualmente claro que para la sociedad en su conjunto, el mal imitar el modelo 
seguido y recomendado por nuestros vecinos del norte, ha sido pésimo. LM, Fl: 70. 
(Lorenzo Meyer, Agenda Ciudadana, 5 de enero 2012). 
En estos dos ejemplos es la sociedad entera la que sostiene los argumentos: lo que 
pensamos o sabemos todos, introducido por los enunciados, "la inmensa mayoría de los 
ciudadanos", "Para mucha gente" y " para la sociedad en su conjunto", tienen un peso 
suficiente-digamos irrefutable-dentro de la argumentación, lo que permite llegar a las 
conclusiones presentadas. 
Cita. 
Preguntabas, María Amparo, ha cambiado, dos cosas, me tomo una cita de Moritz 
Dibergé en su libro sobre los partidos políticos donde dice como maldición: Todo 
partido nace con un sello y nunca lo pierde a lo largo del tiempo. El PRI nació con un 
sello. Nació para administrar, pero no para aceptar una competencia democrática. LM, 
F1: 81. (Lorenzo Meyer, Primer Plano, 5 de marzo 2012). 
Al citar a otro autor, el argumentador justifica su conclusión de que tal partido nació 
bajo cierto sello lo cual no sólo explica su comportamiento sino que permite juzgar sus 
acciones presentes, pasadas y futuras. 
Otro ejemplo del mismo funcionamiento: 
Apenas ayer recordaba en este espacio aquello de la sui géneris monarquía hereditaria 
sexenal y transversa como aportación (hoy desaparecida) de los mexicanos a la realidad 
38 
política del siglo XX, según la definición de don Daniel CosÍo V illegas*, cuando 
aparece un interesante análisis de Jesús Silva Herzog Márquez comparando y 
oponiendo, las conductas del monarca y el presidente republicano. RC, Fl: 59. (Rafael 
Cardona, elcristalazo.com, 28 de febrero 2012). 
Igual que el texto anterior, la visión del argumentador se apoya en la definición de 
otro autor, y a partir de ahí expone su argumentación. 
3. Semejanza 
Metáfora. 
Comparación. 
Analogía. 
Simulación. 
Paralelismos. 
Establecer relaciones de semejanza con elementos relevantes del discurso es una 
estrategia muy eficaz para exponer lo que se quiere transmitir. Este mecanismo 
constituye un proceso cognitivo bastante frecuente, y es parte tanto de procesos de 
pensamiento como de manifestaciones lingüísticas. 
Quizá de su frecuencia y eficacia proviene su fuerza argumentativa pues puede 
aplicarse a textos diversos, desde los más simples y obvios, hasta los altamente 
elaborados y complejos.

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