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Afganistán - Fernando Sauri

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Afganistán sufre de una grave inestabilidad crónica producto del conflicto armado que surgió tras la caída del régimen Talibán y la intervención norteamericana y de la OTAN en el contexto de la guerra contra el terrorismo iniciada en 2001. Elementos del anterior régimen Talibán, así como otras organizaciones terroristas, permanecen activos y hostiles contra el gobierno central de Afganistán y nacionales extranjeros en cada una de las provincias del país, realizando ataques de manera frecuente.
Ninguna provincia en Afganistán se considera inmune a la violencia y al crimen, y existe además una alta posibilidad en todo el país de que ocurran actos hostiles en cualquier momento. Viajar a todas las áreas de Afganistán representa un grave riesgo debido a las actuales operaciones militares, la existencia de minas antipersonales, bandidaje, rivalidad armada entre los diversos grupos políticos y tribales, y la posibilidad real de que se sucedan atentados terroristas, incluyendo ataques suicidas o con coche-bomba.
Protestas e incidentes de violencia civil pueden ocurrir sin previo aviso en Afganistán. Incluso aquellas protestas inicialmente pacíficas pueden escalar en violencia, por lo que se sugiere alejarse inmediatamente de ellas.
En territorio afgano, se sugiere mantenerse completamente alejado de los sitios de refugio de las fuerzas rebeldes, así como de objetivos de ataques, tales como bases aéreas y militares, edificios gubernamentales o locales frecuentados por soldados norteamericanos o civiles extranjeros. Todo el país es considerado de zona de riesgo alto. Particularmente el sur y este del país, así como las áreas tribales en la frontera con Pakistán.
La intensa situación que se vive en el país obliga a sus ciudadanos a buscar desesperadamente protección humanitaria, principalmente refugio en cualquier país que pueda alojarlos y alejarlos de tan terrible situación. Lastimosamente, México no posee una representación en Afganistán. Las relaciones con ese país se conducen desde la Embajada de México en Irán, sin embargo, México no deja de ofrecer protección y refugio a quienes lo necesitan, en este caso, se ha desplegado una operación operación de rescate, coordinada por la Secretaría de Relaciones Exteriores, la Secretaría de Gobernación y distintas entidades del Gobierno Federal, se ha ejecutado con la colaboración del Gobierno egipcio y las embajadas mexicanas en Irán, Emiratos Árabes Unidos y Egipto. Finalmente, como resultado de estas operaciones ya casi 400 personas procedentes de Afganistán se encuentran ya a salvo en suelo mexicano.

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