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Ensayo del Diplomado Tanatología (YGR) - Yissell González R

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NEZAHUALCOYOTL, MÉX., SEPTIEMBRE 2020
P R E S E N T A
PARA OBTENER EL TITULO DE LA LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA
“DUELO INFANTIL: LA PERDIDA DE UN SER QUERIDO”
NOMBRE DEL REVISOR: Lic. Covarrubias Morales Ricardo 
NOMBRE DEL EGRESADO: González Robles Yissell 
DOCUMENTO ACADÉMICO
Índice
Introducción
Fundamentos de la tanatología
Tanatología………………………………………………… 4
Antecedentes históricos…………………………………... 6
Proceso de duelo y cultura de la muerte
Duelo………………………………………………………… 7
Duelo en los niños…………………………………………. 9
Tipos de duelo……………………………………………… 10
Duración del proceso de duelo…………………………… 11
Fases del duelo……………………………………………. 12
El duelo en las etapas de la vida
0 a 10 meses……………………………………………….. 13
10 meses a 2 años………………………………………… 14
2 a 5 años…………………………………………………... 14
6 a 9 años…………………………………………………... 15 
10 a 12 años………………………………………………... 15
Adolescencia……………………………………………….. 15
Adultos………………………………………………………. 16
Adultos mayores/Vejez…………………………………….. 16
Implicaciones de la enfermedad y muerte
Enfermedad………………………………………………… 17
Enfermedad terminal………………………………………. 18
Cuidados paliativos………………………………………... 18
Cáncer…………………………………………………….… 19
Suicidio…………………………………………………….... 20
Intervención tanatológica
¿Cómo comunicar la muerte de un ser querido?........... 21
Pautas de acción tanatológicas…………………………. 23
Estrategias tanatológicas………………………………… 23
Conclusión 
Bibliografía 
La muerte es una parte inevitable de la vida, lo queramos o no. Sin embargo cada persona tendrá una forma distinta de ver la muerte, por ejemplo habrá a quienes les cause mucho miedo. Pues el hecho de pensar, imaginar o ver morir a nuestros seres queridos es doloroso, sin embargo no podemos hacer nada para evitarlo, ya que es un hecho que todos debemos morir para cumplir con nuestro ciclo de vida como seres vivos (nacer, crecer, reproducirnos y morir). 
Al tener una pérdida ya sea por muerte, perdida de alguna extremidad, separación o ruptura amorosa (por mencionar algunas), esta se deberá afrontar de alguna manera. Para algunas personas serán emociones pasajeras, mientras que para otras estas emociones serán bastante fuertes debido al gran dolor que pudo provocar la pérdida y que deberán trabajarse con ayuda preferentemente de profesionales como lo son los tanatólogos. 
Debido a que desde que nacemos estamos expuestos a tener pérdidas, es importante que desde que somos niños se nos dé a conocer y explique estos procesos que conlleva el tener una pérdida y así podamos tener una mayor comprensión de las situaciones relacionadas a las pérdidas que presentaremos a lo largo de nuestra vida. Al hablar de estos temas con los niños se deberá de hacer de forma que esta platica o conversación deje una huella mnémica y no como algo malo que pueda incluso generar un trauma. 
No debemos evitar que estos temas se hablen con los niños. Quizá hablar sobre pérdidas o muertes es lo que menos quiere hacer un adulto, pues normalmente siempre se habla sobre el presente y se planea un futuro en el que no se toman en cuenta pérdidas o muertes. Los adultos prefieren evitar hablar sobre estos temas, sin embargo lo terminan hablando en el momento en que ha ocurrido una pérdida, o la muerte de algún familiar e incluso de las mascotas que se pudieran llegar a tener. 
Por lo que en este trabajo se retomarán los módulos vistos durante el diplomado, encaminados al duelo infantil por la pérdida de un ser querido. 
FUNDAMENTOS DE LA TANATOLOGÍA 
“Vive de tal forma que al mirar hacia atrás no lamentes haber desperdiciado la existencia. Vive de tal forma que no lamentes las cosas que has hecho ni desees haber actuado de otra manera. Vive con sinceridad y plenamente. Vive. “
 Elisabeth Kübler-Ross
Tanatología 
El termino Tanatología deriva del griego thanatos que significa muerte y logos que significa estudio o tratado y estudia la muerte como el proceso de morir y la muerte misma. Sin embargo varios autores fueron dando una definición más propia, partiendo desde su área de aplicación y conocimiento. 
El tema de duelo fue abordado por primera vez por Freud en 1915 al escribir “Duelo y melancolía”, se refiere al duelo como un requerimiento pulsional en función de la insuficiencia estructural de elementos significantes para hacer frente al agujero que implica el duelo y explica que en ocasiones puede manifestarse por medio de las adicciones a la comida, el alcohol, las drogas y los psicofármacos.
Lacan lo retoma también denominado al proceso que le sigue a la pérdida como: función de duelo, ya que según la explicación que presenta, su elaboración involucra un cambio de posición subjetiva, que puede atravesar el habitual sentimiento de culpa y consecuentemente proporcionar una distribución del goce. Enfatiza el soporte que los grupos bien organizados representan en los tiempos del duelo, así como sostiene la importancia de los rituales funerarios para este mismo.
La Dra. Elizabeth Kübler consideraba que la tanatología es la ciencia de la muerte y sus manifestaciones. Gira alrededor del enfermo terminal y se basa en las descripciones y observaciones que sobre él se realizan para ofrecer un diagnóstico y mediante éste, determinar las acciones a seguir. (Mondragón, 2009)
La Dra. Elizabeth Kübler-Ross se dio cuenta de los fenómenos psicológicos que acompañan a los enfermos en fase terminal durante el proceso de muerte, por lo que define a la Tanatología moderna como “una instancia de atención a los moribundos”; por ello, es considerada la fundadora de esta nueva ciencia.
Con su labor, la Dra. Kübler hace sentir a los agonizantes que son miembros útiles y valiosos de la sociedad, y para tal fin creó clínicas y hospicios cuyo lema es “ayudar a los enfermos en fase terminal a vivir gratamente, sin dolor y respetando sus exigencias éticas”. 
El término Tanatología, “La ciencia de la muerte”, fue acuñado en 1901 por el médico ruso Elías Metchnikoff. En ese momento la Tanatología fue considerada como una rama de la medicina forense que trataba de la muerte y de todo lo relativo a los cadáveres desde el punto de vista médico- legal. (Pielago, 2014)
Mondragón (2009) en su ensayo Tanatología y sus campos de aplicación menciona lo siguiente: La Tanatología es la disciplina encargada de encontrar sentido al proceso de la muerte, con un método científico que la ha convertido en un arte y en una especialidad. Su objetivo principal está centrado en proporcionar calidad de vida al enfermo terminal buscando que sus últimos días transcurran de la mejor forma posible, fomentando el equilibrio de y entre los familiares. Además se ocupa de todos los duelos derivados de pérdidas significativas que no tienen que ver con la muerte ni con los enfermos moribundos (p. 28). 
A partir de que nacemos, los seres humanos nos enfrentamos a diferentes tipos de acontecimientos siendo uno de los más difíciles el duelo por la pérdida principalmente de un ser querido, el cual es inherente a toda la humanidad y siendo una contestación regular frente a la falta del ser preciado. Este proceso se vivirá de manera diferente en cada individuo dependiendo del nivel cognitivo, la cultura y creencias que se tengan. 
La muerte forma parte de nuestra vida a partir de que nacemos, e incluso históricamente se puede decir que existe un miedo o temor a la enfermedad y muerte. El tema de la muerte ha sido abordado por diversas disciplinas, pero dentro del área científica es la tanatología la encargada de su estudio.
La palabra muerte proviene del latín mors o mortis, que significa cese o término de la vida. La definición de muerte según el Diccionario de la Real Academia Española (2001) se refiere a “la cesación o término de la vida, en el pensamiento tradicional, separación del cuerpo y el alma.”
El termino muerte tiene los parámetros de irreversibilidad, universalidad y causalidad (Barreño,2007).
Antecedentes históricos 
En la antigüedad de acuerdo con varios textos, se tenía una mayor familiaridad con la muerte, sin presencia de temor y con una confianza mística. No se preocupaban por el hecho de morir no se preguntaban el porque tenían que hacerlo, simplemente lo entendían como una parte del ciclo vital.
Morin, (1974), en su libro El hombre y la muerte menciona que: El muerto prehistórico era depositado en la tierra funeraria encogido, en posición fetal. La práctica histórica del enterramiento puede explicarse por la preocupación de proteger al muerto, o a su doble, de los agravios de los animales feroces, o de protegerse del propio muerto encerrándolo en su agujero. Pero también se trata ya, de reintroducir el esqueleto-feto en la tierra de la que renacerá.
Con esto nos podemos dar una idea de que consideraba a la tierra como una madre por lo que al depositar los restos de los muertos en la tierra se podría considerar que resurgiendo la vida como los hacen las plantas, en una posición fetal con la que podría darse la protección que tuvo desde el vientre materno.
Se sabe de los entierros, ritos, sarcófagos y cementerios, que éstos nacieron con el hombre primitivo. Los entierros más antiguos datan de 100000-70000 años con el Neandertal. Algunas sepulturas halladas de esta época ponen de manifiesto que a las personas las enterraban con utensilios de diario y con comida. Estos rituales funerarios expresaban la creencia de una supervivencia, en la que se necesitaban alimentos y utensilios habituales de la vida terrestre. La actitud del hombre de esta época para con sus muertos debió de ser una mezcla de respeto, de miedo, de veneración y de cuidado por su bienestar (Gómez, 2006)
Bacci (2003), toma los aportes de Vivante, haciendo referencia a que la consciencia de la muerte y su ritualización tienen su origen en el Homo sapiens, el cual pintaba a sus muertos y además los adornaba con objetos.
En el antiguo Egipto, las famosas momias nos hablan de la necesidad de eternizar el cuerpo para su próxima vida. Los mayas enterraban a sus muertos en distintos lugares dependiendo de su nivel social. Los aztecas disponían a los muertos para la lucha de diversos obstáculos que debían de pasar antes de encontrarse con el señor de los muertos, el cual resolvía su destino.
PROCESO DE DUELO Y CULTURA DE LA MUERTE 
Duelo 
El duelo del latín dolium, que significa dolor o aflicción, es la reacción natural ante la pérdida de una persona, objeto o evento significativo o también, la reacción emocional y de comportamiento en forma de sufrimiento y aflicción cuando un vínculo afectivo se rompe.
Incluye componentes psicológicos, físicos y sociales, con una intensidad y duración proporcionales a la dimensión y significado de la pérdida. En términos generales es un proceso normal, por lo que no se requieren situaciones especiales para su resolución.
Se tiende a pensar en el duelo sólo en el contexto de la muerte de un ser querido, pero también suele producirse como reacción ante la pérdida de una persona amada o de alguna abstracción que ha ocupado su lugar, como la patria, la libertad, un ideal, entre otros.
En todo tipo de situaciones vitales existe un grado de aflicción y duelo; incluso, cambios tan comunes como mudarse a otra casa o trasladarse a una nueva región pueden implicar la sensación de pesar por la pérdida del contexto en el que siempre hemos vivido y, a veces, del estrecho contacto con los amigos.
Entre los diferentes procesos de duelo que tienen que enfrentarse, el más doloroso se refiere a la del término de nuestra vida y la de nuestros seres queridos.
Gómez (2004) menciona que a medida que transcurre la vida tenemos un contacto más directo y más frecuente con la muerte, pues cada vez es más cercana. Cuando mueren familiares y amigos, sobre todo si son aproximadamente de nuestra edad, su pérdida nos enfrenta a nuestra propia realidad y a un futuro inevitable 
Lo esencial del duelo es el cariño y la pérdida. La muerte imprime al duelo un carácter particular en razón de su radicalidad, de su irreversibilidad, de su universalidad y de su implacabilidad.
Una separación no mortal deja siempre abierta la esperanza del reencuentro; la muerte, jamás; de ahí que nos referiremos al proceso de duelo ante la muerte, sin desestimar que otras pérdidas pueden desencadenar respuestas intensas e impredecibles, pero la muerte de un ser querido es la forma paradigmática de pérdida. La intensidad del duelo no depende de la naturaleza del objeto perdido, sino del valor que se le atribuye.
De acuerdo con algunos estudios pertinentes que se realizaron por la Asociación de Médicos de Atención Primaria nos dice que 16% de las personas que pierden un familiar sufre una depresión durante el año siguiente, cifra que se incrementa hasta aproximadamente 85% en la población mayor de 60 años de edad (Meza et al, 2008).
El duelo en los niños 
Podría decirse que la mayoría de los adultos consideran que los niños pequeños no comprenden lo que es la muerte ni que estos puedan sentirse afectados por ella, sin embargo no es así.
Esta idea tan errónea se desprende debido a su forma de comportarse muchas veces como si no hubiera pasado nada, debido a que su emoción de tristeza puede ser demasiado fugaz y el niño continúa sus actividades.
Sabemos que los niños tienden a vivir más en el presente, presentan lapsos de atención bastante cortos y se distrae con facilidad, por lo que son más las ocasiones en las que puede olvidarse de su aflicción y pueden actuar como si nada hubiera pasado. Pero eso no quiere decir que haya olvidado al difunto o que no lo recuerde y extrañe (Lafurten, 1996).
Algunas investigaciones realizadas comprueban que los niños son conscientes de la muerte y pueden sentir una gran aflicción por la de un ser querido. Los niños pueden alcanzar un nivel de entendimiento de ambos, tanto de enfermedad como de muerte, en diferentes etapas, a través de un proceso que dependerá de su nivel evolutivo y madurez cognitiva, más que de su edad cronológica. 
En nuestra sociedad podría incluso ser importante el mantener apartados a los niños de la muerte y de cuanto la rodea y, con frecuencia se les oculta información o se enmascara, proporcionándoles información deformada y equivoca.
Comúnmente se les dice a los niños pequeño que quien ha muerto se ha ido de viaje, que ha sido trasladado a otro hospital, que se ha quedado dormido en un sueño profundo, o que se ha ido al cielo, e incluso simplemente omiten decirle al menor que alguien ha muerto. Todas estas imprecisiones pueden generar más inconvenientes que ventajas, pues se le confunde al niño y este puede incluso pensar que el hecho de dormir puede ser malo.
Dialogar con un infante sobre el deceso suscita alta ansiedad en los adultos, sin embargo es fundamental que fomentemos una comunicación clara en las familias donde se ha producido el deceso de un familiar relevante para el infante. 
Debemos considerar que el grado cognitivo y la vivencia de un infante son menores, por lo cual es más simple que realice inferencias equivocadas si no se le da información clara y estricta, o si no se le deja hacer cuestiones. 
Se tienen que eludir, por igual, las explicaciones bastante detalladas que tienen la posibilidad de confundir al infante, y los conceptos que se transmitan tienen que traducirse al lenguaje y grado de comprensión del infante.
Existen algunos factores que afectarán la adaptación del niño a la muerte entre ellos está el tipo de muerte que se dé. Cada muerte es una experiencia dolorosa y abrumadora. Sin embargo, si la muerte es por una enfermedad que persiste, existe la oportunidad para que la familia se prepare, planifique el último día, participe en el proceso de la muerte y, en algunos casos, tome medidas preventivas de salud mental. El impacto de la muerte súbita dificulta la comprensión y la aceptación y puede provocar una variedad de emociones. Algunas causas, como el suicidio, el asesinato, elSIDA y la sobredosis de drogas, han podido ser vergonzosas, agravando aún más el dolor y el duelo.
La mayoría de los niños son conscientes de la muerte, incluso si no la comprenden. La muerte es un tema común en los caricaturas, video juegos y en la televisión, y algunos de los amigos de su hijo pueden haber perdido a sus seres queridos. Sin embargo, sentir dolor directamente es un proceso diferente y, a menudo, confuso para el niño. Como padre, no puede proteger a su hijo del dolor de la pérdida, pero puede darle tranquilidad. Y al permitirle y animarlo a expresar sus sentimientos, puede ayudarla a desarrollar habilidades de afrontamiento saludables que la ayudarán en el futuro.
Tipos de duelo 
Duelo anticipado: este se da antes de que la muerte haya ocurrido y es común presenciarlo cuando se da un diagnóstico de alguna enfermedad terminal.
Duelo sin resolver: en este, la fase de duelo sigue presente, sin embargo se le denomina así ya que ha pasado un tiempo que esta entre los 18 y 24 meses y en los cuales no se ha superado aún la pérdida.
Duelo crónico: También es un tipo de duelo sin resolver a pesar del transcurso del tiempo y puede durar años. También se le puede conocer como duelo patológico, en el cual la persona llega a ser incapaz de revivir y recordar los sucesos relacionados con la pérdida que sufrió.
Duelo ausente: en este se hace referencia a cuando una persona niega que haya ocurrido la pérdida, la persona queda estancada en la primera etapa del duelo ya que no quiere hacer frente a la situación. Puede considerarse como mecanismo de defensa ante la situación 
Duelo retardado: Su inicio de este tipo de duelo se da al cabo de un tiempo. Suele presentarse en personas que controlan sus emociones y que pueden aparentar ser fuertes emocionalmente. Este se puede apreciar cuando al momento de la pérdida prefiere ocuparse de otras actividades.
Duelo inhibido: Se presenta cuando hay una dificultad para expresar los sentimientos y emociones, por lo que la persona puede evitar el dolor que puede provocar la pérdida.
Duración del proceso de duelo
Nancy O’ Connor, en su libro déjalos ir con amor nos habla sobre la duración del proceso de duelo normal o adaptativo : 
1. Ruptura de hábitos (hasta 8 semanas) En los cuales los dolientes se dedican a rituales y ceremonias. Los hábitos alimentarios y sueño se alteran. Hay dolor y miedo, intenso llanto, o confusión y negación. Idealización del ser querido fallecido. 
2. Reconstrucción de la vida (2 a 12 meses). Aunque difícil, hay nuevas rutinas, aprendiendo a vivir sin la presencia del ser querido, se lucha contra la recuperación. El dolor y llanto van disminuyendo pero hay crisis en fechas significativas. 
3. Nuevos objetos de amor y amigos (transcurso del 2º. Año) Como fase de resolución, en la que se toma conciencia de que su vida debe continuar, de que se es responsable de su felicidad. Aumenta la vida social, que se había alterado. 
4. Terminación del reajuste (final del 2º. Año) Aceptar lo pasado, vivir el presente y estar dispuesto a planear el futuro. (O’Connor, 2006).
Fases del duelo 
Con el paso de los años han ido surgiendo teorías sobre las fases por las que se pasan al estar en un período de duelo. Una de estas teorías y que es la más conocida es la de la Dra. Elizabeth Kübler-Ross que fue publicada en 1969. La cual se basa en que son 5 etapas del duelo, sin embargo están no siempre se darán en orden y no forzosamente se tienen que pasar por todas estas etapas: 
1- Negación: la persona se niega a aceptar la realidad ya sea de manera consciente o inconsciente. Suele aparecer como un mecanismo de defensa con el cual se puede reducir los niveles de ansiedad en el momento del individuo. 
2- Cólera o irá: la tristeza que genera la pérdida puede llevar a las personas a sentir irá, impotencia o rabia y a su vez buscar culpables o bien culpabilizarse por lo ocurrido.
3- Negociación: Debido al dolor que se presenta por la pérdida se puede llegar a buscar una negociación, esta puede ser incluso con alguna fuerza divina. Como por ejemplo “lograré esto por ti”. Esta negociación puede reducir el dolor de momento.
4- Depresión: La pérdida de alguien cercano puede tener un gran impacto por lo que lleva a la persona a tener una situación muy dolorosa que normalmente se acompaña de un estado de tristeza al darse cuenta de la pérdida vivida. 
5- Aceptación: Se da cuando se ha aceptado la situación dolorosa, Esta etapa representa un desapego emocional y comprensión de lo ocurrido. 
EL DUELO EN LAS ETAPAS DE LA VIDA 
Habitualmente se considera que la infancia no debería saber la realidad en cuanto al tema de la muerte, los adultos tienden a mentir o a no mencionar con claridad un evento de pérdida. Es fundamental conocer la fase de desarrollo en el que está cada persona para mencionar la realidad. Los papás, madres o cuidadores tienen que prestar atención a las respuestas típicas a el deceso de esta forma como a las señales de que un infante o niña puede necesitar  ayuda profesional. Es común que la infancia sienta una vasta gama de emociones en contestación a la muerte de un ser querido, como impresión, tristeza, ansiedad o enojo.
Después de perder a un ser querido, el bebé o niño puede llorar durante un minuto antes de volver a jugar. El cambiante estado de ánimo del niño no significa que no estés triste o que el período de duelo haya terminado. Los niños enfrentan el dolor de manera diferente a los adultos, y el juego puede ser un mecanismo de defensa que evita que los niños se sientan abrumados. También es normal estar triste, sentirse culpable, preocupado o enojado con el difunto o con otras personas. 
Los niños muy pequeños pueden tener retrocesos a etapas anteriores y empezar a mojar la cama o hablar como un bebé.
La manera de expresar estos sentimientos va a depender de su edad y su desarrollo (Salek y Ginsburg, 2016).
0 a 10 meses 
Evidentemente un bebé de menos de 10 meses de nacido no es consiente de lo que pasa cuando algún familiar fallece. Sin embargo si la persona que fallece es alguno de los cuidadores primarios, este puede notar cambios en las rutinas diarias tales como los olores, los sonidos, los sabores, entre otros los cuales harán que el bebé constantemente esté llorando, se muestre irritado e incluso que presente problemas de sueño. Es indispensable que se vuelva a la rutina habitual lo antes posible. 
Los bebés perciben de cierta manera el estado de ánimo de sus cuidadores primarios, es decir de quien los cuida, los carga en brazos e incluso les da de comer. Es recomendable que cuando alguno de los cuidadores primarios (mamá o papá) sufre alguna pérdida, este abrace al bebé y le hable sobre lo ocurrido. Aunque como ya lo mencionamos el bebé no tendrá conciencia sobre lo que ocurre, de alguna forma el cuidador primario sentirá que comparte el sentimiento de dolor y se podrá mostrar más relajado/a con el bebé. 
10 meses a 2 años 
Si la pérdida que se da es de alguno de los cuidadores primarios, es más probable que el menor se de cuenta y su reacción puede ser mayor. Es indispensable seguir manteniendo sus horarios, mantener más contacto físico y afectivo. A si mismo contestar sus preguntas acerca de la pérdida, esto para que el menor no se confunda. 
Probablemente el menor repita constantemente estas preguntas, por lo que deberemos responder la misma respuesta. La situación de perdida puede generar estrés, por lo que el menor puede volver a etapas ya superadas, tales como volver al chupón. 
2 a 5 años 
Debido a la edad que ya presentan, los menores se darán cuenta totalmente de que alguien ya no esta, por lo que se les debe hablar claramente sobre la pérdida que se dio. En esta etapa de la infancia el lenguaje que se tiene es literal, por lo que será importante utilizar palabras concretas tales como muerto o morir, enlugar de utilizar frases como “se ha ido", “se ha quedado dormido en un sueño profundo”, “se fue al cielo" , pues esto podría hacer pensar al menor que la persona volver o despertara 
Los niños acostumbran repetir mucho las preguntas para ejercitar la memoria, por lo que tienen la posibilidad de preguntar algo ahora y después dentro de una hora como si no lo supieran. En estas edades se requiere mucho del contacto físico, y se le tiene que explicar que tras la pérdida de la persona el no se quedará solo, así mismo comentar que es normal que estén tristes y que pueden llorar. 
6 a 9 años 
Entre estos años se puede comprender más lo que es la muerte, sin embargo pueden no saber como afrontarla. Será necesario explicarles cuales son las causas de la pérdida y en el caso de un fallecimiento que es lo que ocurrirá en caso de haber entierro. Pueden sentirse culpables por la muerte, pensando que ellos pudieron haberla causado. El menor puede hablar de su propia muerte y puede expresar su tristeza llorando. 
10 a 12 años
En esta etapa se les considera preadolescentes y ya pueden entender claramente lo que es la muerte y los cambios que conlleva al momento en que ocurre. Será importante no ocultar ni omitir información sobre la pérdida o muerte ocurrida pues se podrían sentir evitados o traicionados al no decirles toda la información. Pueden sentires preocupados por temas como el dinero, el cuidado de hermanos menores (en el caso de tener), sentir vergüenza por expresar sus sentimientos y emociones, presentar miedo por ser abandonados. 
Adolescentes 
La adolescencia ya es de por sí una fase de duelo, pues es aquí donde se pierden los hábitos y privilegios que se tuvieron durante la niñez, sin embargo todavía no se entra en la vida adulta, y es por esa razón que un joven en duelo se puede sentir sobrepasado en su capacidad de enfrentarse a los cambios.
En esta etapa tienen la posibilidad de no admitir el apoyo que se les da, tratando aparentar más libertad de la que tienen, por lo cual lo que se puede hacer por ellos es ofrecer espacio para la comunicación y respetar su intimidad. Valoran mucho que se les de toda la información por rígida que sea, para no sentirse traicionados por adultos supervivientes. Requieren saber que no van a ser abandonados, y los cambios que sufrirá su ambiente.
 Además se les tiene la posibilidad de solicitar que entiendan que a lo largo de una época el comportamiento de los adultos supervivientes va a ser distinto hasta que elaboren su propio duelo. Aun cuando es un periodo de mucho apoyo en las amistades, en esta situación tienen la posibilidad de sentirse poco entendidos e inclusive rechazados si los amigos no saben como actuar con ellos.
Adultos 
Las personas mayores la aceptan de mejor manera la pérdida que los jóvenes, las mujeres mejor que los hombres y las personas religiosas o creyentes mejor que los no practicantes, aunque esto es totalmente variable dependiendo de las culturas y naciones. Igualmente, distingue actitudes positivas y negativas ante la muerte. En esta etapa ya se han tenido varias pérdidas, principalmente la de independizarse de los padres y el comienzo de su vida laboral. 
Adultos mayores/ Vejez 
Al igual que pasa con los niños, el problema primordial de su duelo es la percepción que se frecuenta tener de que van a ser incapaces de hacer frente a la pérdida y se les tiene que defender de la información y de las protestas habituales de profunda emoción. De igual forma, esto conduce a que se sientan inutilizados y sin ingreso al apoyo que implica el duelo compartido entre los miembros de una familia. No olvidemos que el duelo del anciano forma parte de un proceso familiar, en que los parientes tratan de conservar al abuelo, pero en que éste, en su lucidez, y trata a su vez de no inquietar al resto expresando su tristeza o aflicción, en parte en un intento de no dejar en entredicho su libertad personal. 
Solemos pensar de los ancianos que son más susceptibles a dejarse arrastrar por las pérdidas, en especial las de sus cónyuges, pero lo cierto es que son personas con más vivencia frente a los sucesos vitales de pérdida, lo cual puede jugar a su favor. Es fundamental no infravalorar su capacidad de actitud al estrés ni, en el extremo contrario, pensar que como no se le ha dado la mayoría de la información no sufrirá el efecto. Sencillamente prepara su duelo como un integrante más de la familia, quizá más poco a poco. Las fases convencionales sobre la aprobación de la muerte son fundamentalmente las mismas, con menos negación, menos rebeldía y más grande elemento de revisión de la propia vida en la preparación. (Moreno, 2002)
IMPLICACIONES DE LA ENFERMEDAD Y MUERTE 
“A lo largo de la historia, siempre hubo una enfermedad que para la gente tenía connotaciones mágicas, demoníacas o sagradas. En el tiempo de Hipócrates las personas con epilepsia no podían contraer matrimonio o testificar en un juicio. En los inicios del cristianismo la lepra era muy frecuente y curarla fue uno de los milagros más frecuentes en la vida de Cristo, los leprosos vivían apartados de las poblaciones, siendo relegados a vivir en condiciones infrahumanas, al asistir al centro de los poblados anunciaban su presencia con el tableteo de sus maracas o algún objeto que hiciera ruido. Durante la Edad Media la sífilis, tomó este rol entre la población, ya que se sabía que la transmisión de esta enfermedad es por vía sexual, entonces se señalaba como impuros a estos enfermos.” (Gómez, 2006) 
La enfermedad y la muerte juegan un papel fundamental en la sociedad de nuestro tiempo, los individuos acostumbran frecuentar poco o evitan enteramente este asunto, argumentando que no se habla de la muerte o la enfermedad puesto que la atraeremos a nosotros mismos o a nuestros propios seres queridos o cercanos. 
Recordemos que la pérdida no es únicamente por muerte, sin embargo esta es la más común. Pero dentro de la muerte existen varias causantes, en este módulo principalmente se trataron muertes debido a enfermedades terminales e incluso al suicidio. 
Enfermedad 
La OMS define enfermedad como "Alteración o desviación del estado fisiológico en una o varias partes del cuerpo, por causas en general conocidas, manifestada por síntomas y signos característicos, y cuya evolución es más o menos previsible".
Enfermedad terminal 
Es una patología avanzada, progresiva e incurable con bastante escasa capacidad de contestación o casi nula al procedimiento especifico, aquí el enfermo terminal tiene un declive acelerado en su estado de salud dependiendo del tipo de patología que tenga, para terminar con la muerte, con un pronostico de vida casi inferior a 6 meses, este número de tiempo tiene un costo estadístico y es un requisito para ser cuidado en un programa de Hospice, ofrecer un límite es irreal inseguro e inútil y las familias tienen que acostumbrarse a la incertidumbre y a la duda. Empero para que el enfermo llegue a tener realmente aprobación y no dicte un si de dientes para afuera necesita que la terapia haya curado el sufrimiento propio de cada una de los sentimientos, malestar, frustración, depresión y aprobación. No es cuestión de fe, es una vivencia humana, es el dolor que todos hemos pasado, ya con las muertes de nuestros propios seres queridos y que sufriremos una vez que lleguemos a nuestro fin. (Chavarria, 2011)
Dentro de las enfermedades terminales nos encontramos principalmente con el cáncer. Hablar sobre esta enfermedad es realizándolo principalmente acerca del proceso de vida de una personaque se confronta a diversas cambios individuales, sociales, laborales y económicos, ya que el aspecto médico creara una modificación extremista de manera holística en la vida del paciente. El sujeto que obtiene la noticia sobre su enfermedad iniciara cambios en lo personal, al afrontar a tratamientos que le obligaran a hacer una batalla interna; una contienda de aprendizaje en vida; con un proceso de entendimiento sobre si mismo, que le llevaran a un aprendizaje de identificación en diferentes puntos de la vida.
Principalmente este tipo de enfermedades requieren de cuidados paliativos una vez que se les ha diagnosticado.
Cuidados paliativos 
Los cuidados paliativos son un enfoque particular en el cuidado de los individuos que poseen patologías graves, como cáncer. Los cuidados paliativos se concentran en mejorar la calidad de la vida ayudando a pacientes y cuidadores a intentar los indicios de patologías graves y los efectos colaterales de los tratamientos.
Se hicieron para que los equipos de atención médica ayuden a los individuos que sufren una patología grave a vivir tan bien como sea viable por cuanto tiempo logren.
 Los cuidados paliativos son apropiados para personas de cualquier edad y en cada una de los periodos de cualquier patología grave. Los cuidados paliativos se deberían utilizar continuamente que una persona presente indicios que deban controlarse. (American Cancer Society) 
Estos cuidados los recibirá cualquier persona diagnosticada con una patología grave que presente indicios debería recibir cuidado paliativo. Los individuos con inconvenientes médicos complicados, ejemplificando, alguien con insuficiencia cardiaca, diabetes y cáncer, tienen que recibir cuidado paliativo. Este cuidado de apoyo debería estar disponible a partir del instante del diagnóstico hasta que esté ya no sea primordial (en cualquier fase y en cualquier ámbito para el cuidado médico). 
Cáncer 
La palabra cáncer deriva del latín, y como la derivada del griego karkinos, significa 'cangrejo'. Se dice que las formas corrientes de cáncer avanzado adoptan una forma abigarrada, con ramificaciones, que se adhiere a todo lo que agarra, con la obstinación y forma similar a la de un cangrejo marino, y de ahí deriva su nombre. (García, 2010)
Se considera a veces sinónimo de los términos 'neoplasia' y 'tumor'; sin embargo, el cáncer constantemente es una neoplasia o tumor malicioso. Grupo de patologías, crónica y degenerativa, de los tejidos caracterizada por una variación en la estabilidad entre los mecanismos de proliferación y muerte celular.
El cáncer es provocado por anormalidades en el material genético de las células. Estas anormalidades tienen la posibilidad de ser provocadas por agentes carcinógenos, como la radiación (ionizante, ultravioleta, etcétera.), de productos químicos (procedentes de la industria, del humo del tabaco y de la contaminación en general, etcétera) o de agentes infecciosos.
Suicidio 
El suicidio es definido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el acto deliberado de quitarse la vida. Su prevalencia y los métodos utilizados varían de acuerdo a los diferentes países. Desde el punto de vista de la salud mental, los y las adolescentes poseen vulnerabilidades particulares, por su etapa del desarrollo. (Román y Abúd, 2017)
El suicidio es una de las pérdidas que nos llevará a un duelo difícil con cada una de sus manifestaciones, bastante difícil de llevar a cabo pues abarca en sí un tipo de muerte social de la cual poco se habla.
“La muerte por suicidio es generalmente violenta y socialmente estigmatizada, se da más frecuentemente en aquellos que sufren estrés o una patología psiquiátrica previa, en ocasiones se impide la celebración de los ritos funerarios habituales lo que bloqueará la despedida y el desprendimiento necesario de los deudos, además de que deja mucha ira, arrepentimiento y culpas en los sobrevivientes”. (Domínguez, 2013).
INTERVENCIÓN TANATOLÓGICA 
La intervención tanatológica está dirigida a brindar apoyo a quienes atraviesan por una pérdida o proceso de duelo, tiene como fin cambiar la percepción inicial del doliente y sus indicios para poder hacer una unión total de la vivencia de pérdida.
Este modelo terapéutico labora a partir de diferentes niveles de mediación de consenso al instante por el cual se encuentre atravesando. Mediante información, apoyo, empatía y técnicas concretas aborda las expresiones emocionales del paciente y, a veces de parientes, para reducir su malestar y frustración, borrar sentimientos de culpa y admitir su condición para poder hacer la consolidación de un sentido de vida.
En este módulo, se nos dieron las herramientas necesarias para diseñar una planeación tanatológica y poderla llevar a cabo, entre las cuales se encuentran técnicas o herramientas para poder trabajar con el proceso de duelo. A continuación se propondrá como seria un plan de acción a trabajar con un menor, tras la pérdida de un ser querido. 
¿Cómo comunicar la muerte de un ser querido? 
La noticia de la muerte de un ser preciado debería ser transmitida al infante lo antes posible y continuamente por medio de una persona en la que confíe y sienta cercana, de ser viable sus propios papás. Es aconsejable realizarlo en un lugar tranquilo y sin interferencias de ningún tipo, de esta forma como hablarle con cariño, a los ojos y poniendo en marcha toda la ternura elemental para auxiliar al infante a recibir la noticia con todo el cuidado y el afecto viable. Debería comunicarse cuanto antes la muerte del ser preciado del infante a la escuela para que el equipo profesor y psicopedagógico tenga en cuenta la nueva situación del menor.
No debemos asustarnos por el uso de la palabra “muerto” o “murió”: éste es el inicio primordial para conseguir una buena comprensión de lo sucedido. Además, es fundamental que le expliquemos al infante lo que le ocurre al cuerpo humano una vez que alguien fallece, ya que éste es el comienzo que explica el fin de la vida: nuestro cuerpo humano se detiene y desaparece. Los recuerdos, el amor que sentimos por la persona que hemos perdido, nuestro quiero de no olvidarla jamás y de guardar todo lo que nos mantenga vinculados a ella en nuestro corazón va a ser lo que ponga en marcha el proceso de duelo.
En esta explicación que demos al menor sobre la muerte del ser querido, podemos mencionar también lo que creemos que pasa con las personas que mueren de acuerdo a nuestras creencias religiosas o espirituales. 
Por otra parte tenemos a las mascotas que si bien no son familiares directamente, se pueden considerar como una parte de la familia por lo que al igual que con las personas fallecidas, se le deberá explicar y diera que el menor elabore su duelo.
Ayudar a un niño que está en duelo por la pérdida de una mascota a establecer una variedad de respuestas para lidiar con la pérdida que es parte del repertorio del niño, las pequeñas caras de pérdida y las familias en duelo, y una gran pérdida futura para el niño. Para discutir el concepto de morir con mascotas, los educadores y los padres deben: informar al niño de la noticia y hablar con el niño para explicar el motivo de la muerte. Pregúntese si quiere despedirse de su mascota. Tenga mucho cuidado en este punto para determinar las necesidades del niño. Estos al recibirla noticia pueden llorar, gritar y entrar en estado de shock.
Evite comentarios que subestimen la pérdida de mascotas. Es importante explicar qué sucede cuando esta muere e invitarla a participar en los rituales que utiliza la familia, como enterrarla en el jardín. Reúnase en familia,agradézcales por su existencia, ponga flores y escuche las necesidades del niño tales, como hacer un dibujo de su mascota o recordar una fecha que crea importante, como el cumpleaños de su mascota, para recordar los momentos vividos juntos.
Kroen (2002) ha especificado una serie de consejos generales para ayudar a un niño en la elaboración de su duelo:
· Hable con el niño de la persona que ha muerto con la mayor naturalidad posible, es una manera sencilla de manifestar que sigue viva en nuestro corazón. 
· Darles la oportunidad de elegir si desean participar en los ritos funerarios, aniversarios y conmemoraciones. 
· Hablarles de la pérdida común y del dolor que sienten todos. 
· Ofrecer al niño un espacio y un tiempo para la expresión de las emociones, y del dolor de manera íntima y personal (no importa si sus sentimientos son de rabia o enojo) 
· Respetar el tiempo de malestar, ya que se trata de algo normal.  Aclarar temores, ya que probablemente puede haber pseudoalucionaciones (oír al difunto, o parecer que le ha visto), aclarando que es algo normal. 
· Preguntar lo que necesita el niño. 
· Estar alerta para diferenciar cualquier reacción que pueda llevar a pensar que el niño necesita ayuda profesional. 
· Apoyar la realización de cualquier actividad para mantener la salud y prevenir enfermedades durante el duelo, donde las defensas están más bajas. 
· Leer un cuento juntos sobre el dolor y el duelo. (veremos algunas recomendaciones posteriormente).
Pautas de acción 
El duelo no es solo la tristeza porque se extraña a alguien o a algo, se tiene que reorganizar la vida completa sin lo que se perdió; por lo cual es de vital importancia que en un suceso de pérdida se actúe de la manera adecuada para ayudar al niño a manejar de mejor manera sus emociones y facilitar el proceso.
A continuación se mencionaran cuales serian algunas de estas pautas a tomar en cuenta para el manejo del duelo: 
· Restablecer el día a día de los niños: es decir que se mantengan estable los horarios de comida, sueño, escuela, juego. Estos en un principio podrán verse afectados, pero es necesario restaurarlos lo antes posible. 
· Educar para la muerte: hablar sobre la muerte para que esto no genere angustia o miedo hacia la muerte y sin embargo la vean como un elemento del ciclo vital de la vida. 
· Duelo en el ámbito escolar: que los educadores de las instituciones educativas sepan como manejar y afrontar las reacciones de los alumnos cuando se muere alguien cercano a estos. Enseñen el respeto y promuevan el apoyo ante el duelo de algún compañero.
Estrategias tanatológicas 
Dado que el propósito del programa de educación de la primera infancia es garantizar el desarrollo de habilidades para la vida, debe respaldar situaciones en las que se requieran resultados de aprendizaje importantes. Los niños son únicos y tienen un profundo amor y curiosidad por aprender. Tiene un gran potencial para las habilidades, habilidades, actitudes y valores que practicas en tu vida diaria. Por lo que las siguientes actividades propuestas no serán difíciles de llevar a cabos puesto que son actividades que ya han realizado.
John Dewey citado por Carretero y Costa (2000) lo dice así: “el ser humano es un organismo psicobiológico que se hace progresivamente, y la educación tiene como misión desarrollar las aptitudes del hombre para satisfacer sus necesidades en el ambiente, con miras al progreso social”
Juego: Dentro de éste proceso, Carretero y Costa (2000) consideran el juego como la “base existencial de la infancia”, un hecho de indiscutible realidad y trascendencia en la vida preescolar. Así el niño, vivirá una forma de exteriorización infantil.
Como sabemos el juego es considerado una actividad lúdica, la cual da al menor la libertad de hacer sus propias creaciones. Al utilizar este recurso para abordar el tema de muerte, estaremos observando cuál es la percepción que tiene sobre este concepto. Dentro de esta categoría entran los juegos de roles y los juegos exploratorios. 
Teatro guiñol: es una de las estrategias la cual puede ser de gran utilidad para trabajar el concepto de muerte en el niño, pues bastará con que el niño quiera divertirse, jugar y aprender; inventando e interpretando historias. Mediante esta estrategia estaremos trabajando la socialización del tema de la muerte y la motivación del pensamiento con el cual se pueden aclarar dudas.
El dibujo: es un medio de expresión que se da de forma natural en los niños y es a través de esta herramienta que podemos ayudarle a comprender y elaborar su duelo. Con el dibujo podremos aclarar las dudas que surjan, así como detectar las fantasías que pudiera tener sobre el tema. 
Los cuentos: el tema de la muerte puede ser abordado a través de esta herramienta y así mismo el menor se irá familiarizando con la palabra y cual es el significado de muerte. Despertando así un interés en el niño que hará que este realice preguntas y a que de posibles respuestas sobre el tema. 
Tiene el objetivo de contribuir al desarrollo del concepto de muerte en el niño de preescolar, y proveerá a los niños, una gama de diversos medios, métodos y oportunidades que faciliten la labor de aprender; especialmente porque experimentarán, insistirán, buscarán, reintentarán y adquirirán destrezas y habilidades durante el proceso. (Ruedas & Guillen)
Películas: Este es uno de los recursos que más podrían gustarle a los niños, por lo que podemos sacar provecho para poder abordar el tema de la muerte, haciendo una revisión de algunas películas las cuales toquen dicho tema y el niño pueda visualizarlo. Es importante que si durante o después de la película surgen dudas, estas sean contestadas.
Será importante observar las emociones que pudiera generar la película. No debemos forzar al niño a que haga comentarios o preguntas, el puede tomarse su tiempo.
Algunas películas infantiles que tocan este tema son: El rey león, Up, Bambi, Big hero 6, Tierra de osos, coco.
Festividad del día de muertos: es una oportunidad con la cual se puede iniciar el conocimiento de la muerte a través de las tradiciones culturales. 
Esta celebración permite a los niños acercarse al concepto de la muerte de forma natural en el entorno físico y especialmente social, ya que tienen la oportunidad de conocer más sobre sus antepasados ​​fallecidos mientras aprenden sobre ellos Elementos tradicionales del memorial, de ese día. (Las ofertas incluyen altares, fotos de los difuntos, comida, bebidas, flores, velas, papel de colores, etc.): Compara a los niños para ver si pueden disfrutar de esta tradición cultural y descubre los rasgos típicos a reconocer esta temática, pero de una manera despreocupada, divertida y lúdica, sin moderación, censura o miedo.
Sabemos que en el momento en el menor está pasando por un duelo, su entorno se puede ver afectado, por lo que como ya se mencionó como una de las pautas de acción es que se les de aviso sobre la nueva situación del menor en la escuela, para que sus maestros o maestras tengan en cuenta esta información.
Es importante saber cómo reconocer algunos de los comportamientos más comunes de un niño con problemas en el aula debido al duelo por el que está pasando, incluida la comprensión de las razones del comportamiento y su implementación.
Algunas de las reacciones más comunes que tienen los niños en la escuela son que a menudo están distraídos o en las nubes, mirando por la ventana y perdiéndose en el espacio. Hace que sea más fácil distraerse de los movimientos y sonidos de su entorno. Piensan en la persona que quieren, esperando que todavía esté viva. Por la misma razón, es más probable que se olviden. Porque tienen otras cosas en mente y su trabajo debe posponerse. Tienenmás miedo, la mayoría de los niños están preocupados y asustados después de la muerte de sus padres, muchos niños tienen miedo de que sus padres se separen, tienen miedo de que suceda algo y quieren proteger a sus familias, también tienden a estar ansiosos en sociedad. Miedo a la discriminación y discusiones, como el Día de la Madre. Los niños tienen episodios de agitación repentina en cualquier momento del día, pensar en sus seres queridos es fácil hacerlos llorar.
En caso de pérdida o muerte, es importante que los niños sean evaluados por un especialista e incluidos en la gestión del tratamiento. Así mismo la familia debe ser guiada, instruida y acompañada. Enseñarle a respetar no solo la vida, sino también la muerte.
CONCLUSIÓN 
La niñez es una fase crítica en el desarrollo de la identidad humana que ha sido bastante mal valorada y consecuentemente poco estudiada a partir de una óptica rigurosa, científica. El reconocer el efecto que el desempeño del duelo tiene en las diferentes fases de la niñez, y sus consecuentes implicaciones en la vida adulta es, indudablemente un enfoque demasiado eficaz para el Tanatólogo, que le facilitará la aplicación de herramientas para que se dé un desempeño del duelo de la mejor forma en cada una de las edades y fases del sujeto.
Muchas veces intentamos proteger a nuestros niños del sufrimiento y el dolor provocados por el proceso de muerte y dolor, pero nos dimos cuenta de que al separarlos no los estábamos protegiendo sino abandonándolos. Obligamos a los niños a aprender por sí mismos, lo que no garantiza un correcto aprendizaje porque se basa en la ignorancia. Para colmo, los conocimientos falsos o inexactos que han obtenido a través de la televisión, otros niños u otros medios. A menudo dejamos espacio para que su imaginación absorba conocimientos como la muerte. Informarles los protege de su propio razonamiento, siempre y cuando creamos que hablar directamente sobre la muerte es algo para lo que no están preparados. El resultado de un evento puede ser completamente independiente del adulto.
Hablando con ellos los protegemos, los preparamos, les damos las armas del conocimiento y la seguridad cuando surge una situación y les permitimos superarla para siempre. Lo que los niños piensan sobre la muerte no está determinado únicamente por los pensamientos y miedos de cada etapa del crecimiento y desarrollo intelectual. Sin embargo, con información obtenida directamente de los padres, familiares, profesores y mediante la observación, son la principal guía para comprender, aceptar y aprender a afrontar esta situación. Por tanto, la comunicación con los niños es fundamental independientemente de su edad.
En la educación tanatológica, es esencial que los adultos aprendan a comprender el tema de muerte, a superar el miedo y a buscar un significado personal en la vida y la muerte. Porque si no podemos aclarar nuestros pensamientos, es mejor mostrar nuestra incertidumbre y buscar ayuda de expertos. Esto es para evita intervenir erróneamente este tema con los niños.
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