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3 3 Universidad Nacional Autónoma De México Escuela Nacional De Artes Plásticas DeConstrucciones Una réplica escrita sobre representación pictórica contemporánea Tesis Que para obtener el Título de: Licenciado en Artes Visuales Presenta Silvia Alejandra Álvarez Martínez Director de Tesis: Maestro Luis Jesús Argudín Alcerreca México D.F. 2014 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 4 4 A la memoria de Pilar Tula Alba, que siempre creyó en mi 5 5 AGRADECIMIENTOS La filosofía espiritista dice que existe una simpatía entre espíritus, una fuerza que atrae a los espíritus semejantes a causa del parecido de sentimientos y gustos. Entre ellos se desarrollan afectos particulares se siguen y se ayudan a progresar a lo largo de la vida. Dedico el esfuerzo de esta tesis a los espíritus que han simpatizado conmigo, que me han guiado y acompañado en este viaje Agradezco A mis Maestros: Luis Argudín, maestro encarecido y amigo, por enseñarme la alegría de vivir y el gozo a través del trabajo. Ulises García Ponce de León, apreciado maestro de vida, cuya prolífica enseñanza a partir de la pintura, se desbordo a todos los ámbitos de la vida. A Gustavo de Pablo compañero de vida que SIEMPRE está a mi lado. A mis padres, Norma S. Martínez y Arturo Álvarez, por apoyarme a su muy especial manera. 6 6 ÍNDICE INTRODUCCIÓN………………………………………………………………………7 1. Entropía semiótica…………………………………………………………......…9 CAPITULO I. HISTORIA……………………………………………………………12 1 Filosofía de la historia……………………………………………………..……14 2. El sentido teleológico de la historia………………….………………………..16 3. interpretación estética de la historia…………………………………………..17 3.1 Poética en la historia………………………………………………………18 CAPITULO II. DECONSTRUCCIÓN………………………………………………19 1. La importancia del lenguaje para el siglo XX…………………………………21 2. El arte y la pintura como lenguajes. ………………………………………… 25 3. Elocuencia en las artes visuales……………………………………………… 28 4. Deconstrucción…………………………….………………………………….….29 4.1 Deconstrucción en las artes visuales……………..…………………….….31 4.2 Deconstrucción Pictórica…………………………………………………….33 CAPITULO III. RENACIMIENTOS…………………………………………………35 1. Ver y ser, el ojo del pintor………………………………………………….…...36 2. Creación humana ….…..……………………………………………………..…37 3. El dominio de la materia Técnica……………………………………………....40 4. Superación del oficio…..………………………………………………………..42 7 7 5. El arte espiritualizado………………………………..…………………………44 CAPITULO IV. CONSTRUCCIÓN.………………………………………………45 1. Lógica creativa………………………………………………………………….47 2. Certeza y verdad, convicción y fe…………………………………………….51 3. Lógica racional y metafísica teológica……………………………………….55 CAPITULO V. APOTEOSIS………………………………………………………..57 1 El Proyecto DeConstrucciones………………………..…………………..…….57 2 Tema……………………………………………………………………….……...58 3 Tratamiento del tema……………………………………………………….……59 3.1Elegancia y poesía……………………………………………………….…..60 4. El tiempo expresado en pintura………………………………………………..63 4.1Forma y espacio……………………………………………………………..….63 4.1.1 Formas y niveles de representación……………………………………..63 4.1.2 El espacio y su disposición…………………………………………….....64 4.2 Color y luz…………………………………………………………………....66 4.2.1Pintura monocromática, síntesis del zeitgeist…………………..………67 5. Obra……………………………………………………………………….……...69 BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………………..79 8 8 propósito de los pintores.” Tous ces modernes sont des poètes que ont étre "peintres". L'un a cherché des drames dans l'histoire, l'autre des scénes de moeurs, celui-ci traduit des religions, celui-la une philosophie.”1 Este imita a Rafael, aquel otro a los primeros maestros italianos; los pintores de paisajes emplean arboles y nubes para componer odas y elegías. Ninguno es simple y totalmente pintor; todos son arqueólogos, psicólogos directores de escena de cualquier recuerdo o teoría; se complacen en nuestra erudición, en nuestra filosofía. Están como nosotros, colmados, rebosantes de ideas generales. Aman la forma, no por lo que es, sino por lo que expresa. Son hijos de una generación erudita, atormentada y reflexiva; a muchas leguas de los antiguos maestros, que no leían y pensaban solamente en dar un festín a los ojos. Friedhich Nietzche, La voluntad de poder. 1 Todos estos modernos son poetas que han sido pintores. Uno ha buscado temas en los dramas de la historia, el otro los busca en escenas costumbristas; aquel traduce de religiones y aquel otro de una filosofía. A 9 9 Introducción La Historia no es un caos de sucesos fortuitos, sin unidad, estructura o sentido, sino que posee una dimensión más profunda y amplia. Entender el “espíritu de los tiempos y de las naciones” representa un conocimiento más significativo de la naturaleza humana que cualquier disección anatómica o practica psicológica. La pintura es mucho más que materia cromática dispuesta en formas dentro del espacio limitado del lienzo; es la construcción de un lenguaje que replica su tiempo y es a su vez un reflejo del devenir histórico del hombre, que no es lineal, estable o progresivo, sino que parece ser un ciclo de construcción destrucción, deconstrucción y renacimiento en cada época, una y otra vez en proceso desenfrenado dentro de un espiral que no tendrá fin jamás. Estamos en un momento particular, caracterizado por la fugacidad, la velocidad y la inmediatez, donde estamos presenciando la apertura universal de la información, el exacerbado cientificismo tecnológico y la desmaterialización de la imagen. Por otro lado la importancia de lenguaje a lo largo del siglo xx ha culminado su advenimiento en la pintura con expansión de sus conceptos tradicionales y procesos pasticos, se ha empeñado en descifrar sus códigos y estrategias, así como sus anhelos y ambiciones. La pintura responde a esto tratando de reflejarlo todo, revelando sus procesos y asimilando lenguajes ajenos a su tradición, todo en resonancia, en un discurso estético cuyo contenido es capaz de trascender los límites que la contienen dentro de su esencia, en un frenesí por expandir sus alcances. Esta compilación es solo la breve traducción de un ensayo visual, sobre lo humano reflejado en naturaleza pictórica, La pintura contiene una serie de elementos metafísicos imposibles de cifrar en un universo tan limitado como el de las palabras, su totalidad no se puede expresar a partir de ella y mucho 10 10 menos desde un método científico, es por eso que en este caso la palabra última y definitiva será siempre pintada. Este trabajo reúne una serie de posturas referentes al proceso artístico, a sus problemáticas, construcción y su interpretación. Entre otros temas, he elegido una forma de interpretar la historia, una visión histórica; el problema del lenguaje, y su interferencia en la obra artística; la técnica como el dominio sensiblede la materia y la lógica para las artes; y finalmente las he reunido en un análisis de mi obra, que es motivo de estos cuestionamientos y origen de este trabajo. Todas las formas, los métodos e ideas que se exponen en este trabajo, se derivan de la manera en que pinto, mis axiomas, ideas y conceptos, todo lo que me ha ayudado a concebir mi trabajo, es parte de la teoría que uso. Mi medio de expresión no es la palabra, y de hecho comencé con renuencia, pues pensaba que no se podía trasladar la obra pictórica al terreno de las letras, pero después de pasar por todo este proceso, me doy cuenta de que realmente no es imposible escribir sobre pintura, cuando yo comencé a pintar había muchos imposibles, por la dificultad que conlleva en sí mismo el proceso pictórico. Hoy, en cambio, tengo una certeza absoluta del poder que puede tener una pintura, y en el lenguaje sucede lo mismo; es un arte a dominar con sus principios y reglas, y que conlleva una técnica. No estoy segura de haber podido expresar en este texto todo lo que deseaba plasmar, sin embargo ha aclarado muchas dudas y el escribir y darle orden y sentido a mis ideas me ha hecho consciente de toda una parte que desconocía de mi trabajo. No creo que los críticos o los curadores, sean los que tienen la última palabra sobre la obra de un artista, nadie sabe más de su obra que el propio artista, solo que pocos estamos dispuestos a sumergirnos en las turbias aguas de la teoría, porque éstas nos exponen al más duro de los juicios: el propio. Escribir no es pintar y pintar no es escribir, pero si es posible tratar ciertos temas desde ambas perspectivas, sin crear distancia, sino más bien de complementar todo aquello que aun no puede decirse mediante la pintura. 11 11 ENTROPÍA SEMIÓTICA La entropía puede traducirse etimológicamente como la cercanía al cambio, se define en el campo de la física como el grado de desorden y de caos que existe en la naturaleza, como el irremediable progreso hacia la destrucción o desorden inherente a un sistema. La entropía es por definición la perdida irremediable de calor en un proceso, se refiere al desperdicio energético en la transformación de la materia en energía. Este estudio es una analogía sobre el contenido, el calor y el encanto perdidos, y la distancia ganada. Un lenguaje no debía ser sometido a la traducción por las pretensiones intelectuales contemporáneas. En este sentido ésta es una disertación sobre la imposibilidad de traducir un lenguaje a otro en su totalidad. Cambiar la naturaleza original, es una condena irremediable a la entropía y perder al menos una parte de su significado. Esta investigación es un intento por traducir un ensayo visual, concebido en términos pictóricos, a un ensayo verbal con tintes cientificistas. Inicialmente hay que aclarar que esta traducción no es equivalente, es desigual. La forma de una tesis en artes visuales debía ser fundamentalmente diferente a la de otras áreas del conocimiento puesto que ésta se fundamenta a priori en la visualidad y se requiere de instrumentos de investigación que no se adecuan al científico. Una descripción de una obra de arte bajo los criterios del método científico resultan cortos y parcos Hjelmslev en sus prolegómenos a una teoría del lenguaje (1943), establece las bases de un problema básico y lógico, que frecuentemente resulta irrelevante para historiadores y críticos de arte. Existe una diferencia fundamental entre los fenómenos naturales y los humanistas, que los hace intrínsecamente opuestos. En la tradición humanística se niega a priori la existencia de una constancia en los fenómenos que se estudian, e incluso hay renuencia para aceptar su legitimidad y buscarla. Mientras que los fenómenos naturales 12 12 resultan recurrentes y pueden ser sometidos a un tratamiento exacto (generalizante o ,científico). Los humanísticos, requieren de un método diferente a la descripción pura, más cercano a la poesía que a la ciencia exacta. Del racionalismo de Descartes al positivismo de Comte, todo se verbaliza y se somete a la razón y los métodos de la ciencia, pero solo una analogía verbal creada por un artista de la palabra o poeta podría descifrar y enunciar una mayor parte de lo que en pintura se puede representar (poética de la imagen) sin embargo ésta nunca será exacta ni completa No hay equivalencia entre el lenguaje verbal y el pictórico, ninguno es superior al otro, si ambos se probaran en sus distintas aptitudes se superarían y disminuirían, pues cada uno posee características que los hacen aptos para objetivos determinados. Por ejemplo, en términos de la cantidad de información contenida en una forma visual, a diferencia de un concepto, podemos ver que, la palabra tiene más de una acepción, y puede ser ambigua, mientras que la representación pictórica no; la imagen visual solo referirá al objeto que representa correctamente siempre (a menos que este mal pintada, pero este equivale a una escritura inentendible) sino que además nos arrojará una gran cantidad de datos extras, solo por mencionar a algunos de los aspectos más sencillos de interpretación, ya que también puede dotarse de valores, morales y de algunos otros más. Aquí radica la importancia de la adecuación del lenguaje, con aquello que se quiera expresar; todos los lenguajes tienen una función específica y un fin. En ciertos casos pueden ser complementarios entre sí (éste será uno de los fundamentos trasladados a pintura que circundan este trabajo). En cuanto a la asociación de la lingüística en general con el análisis de las obras de arte, podemos establecer que la observación formal del arte no es capaz de dar una explicación causal de los fenómenos que se observan ante éste, es decir nuestro resultado final en el mejor de los escenarios seria una bien delineada y acertada descripción. 13 13 La pintura en todo su esplendor no puede contenerse o cifrarse en una descripción poética por buena que ésta sea; en la pintura acontece siempre mucho más, las relaciones entre tratamientos, colores, elementos, y formas hacen una suerte infinita de posibilidades que resultan en una experiencia singular para cada individuo. Su significado es variable, dependiendo de los distintos grados de sensibilidad, experiencia y cultura del que la contempla. Si cerramos una obra, la definimos o curamos le quitamos parte de su esencia, le negamos esa fecundidad creativa particular que puede producir en cada individuo. La pintura contiene una serie de elementos metafísicos imposibles de plasmar en universo tan limitado como el de las palabras, aun si nuestra plataforma es tan amplia como la lengua española, es inadecuada. La estructura formal cerrada y cientificista de una investigación de tesis simplemente es inadecuada, sin embargo éste en un sincero intento de plantear otra versión de este trabajo, aunque finalmente no alcance las mismas proporciones del lenguaje original, el pictórico. En este caso tengo la certeza de que la última palabra en mi caso al menos, la más poderosa y la de mayor alcance, será siempre pintada. La vida misma es una lucha contra la entropía, parte del fluir de la materia y la energía en el cosmos, el mundo físico es la tendencia de las cosas a desgastarse y agotarse. El arte en sus diversas manifestaciones constituye la actividad con la que el ser humano se opone más energéticamente a la entropía. A pesar que se desintegra en el proceso, la obra tiende a enfrentar la entropía a la que tiende todo en la naturaleza. El artista crea un mundo ficticio que va a contracorriente de lo físico y de lo biológico, de la muerte y de la vida que parecen repetirse en toda realidad, es un mundo ficticio compuesto de sus mismos elementos. 14 14 CAPITULO IHISTORIA Mi pintura es un ensayo visual sobre naturaleza humana, es una búsqueda por plasmar una visión estética de la historia Empecemos entonces por la Historia misma, en la búsqueda de un antecedente, en un intento de explicar la creencia de que en los registros del pasado podemos encontrar un sentido a la existencia misma. En este caso, la duda tiene marcado un sentido filosófico con tintes teleológicos que nos marcan una dirección diferente a la clásica línea cronológica. En el sumario de la Historia existe un subtexto, contenido entre líneas sobre la naturaleza humana, pero no en un sentido antropológico. La Historia es la narración fidedigna de los hechos y su interpretación ateniéndose a criterios de objetividad; pero que sin embargo no es capaz de entender en su totalidad la odisea del hombre a través de tiempo. Estos temas, en un principio de manera inconsciente, han sido una importante directriz en mi obra. Son una serie de dudas por el ser, su sentido y por la naturaleza humana. ¿Cuál es el sentido de la vida? ¿Por qué hay algo, y no más bien nada? ¿Qué es todo esto? ¿Por qué y para qué estamos aquí? ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos? ¿Todo acaba tras la muerte? ¿Es esto todo lo que hay? La búsqueda de sentido es la indagación más apasionada del género humano, una búsqueda que ha constituido el aliento de incontables religiones y filosofías2, 2 Mónica Cavalle; Filosofía Sapiencial Artículo publicado en: http://www.monicacavalle.com/filosofia-sapiencial/filosofia-sapiencial-o-la-ciencia-de-la-vida/ 15 15 que han buscado en todas las épocas y culturas, dar respuesta a estas preguntas o al menos indagar si es posible alcanzar tales respuestas. Estas preguntas, conciernen a todo ser humano, aunque pocos proceden respecto a ellas de manera consciente y rigurosa. De cualquier forma no es posible eludir dichas preguntas y en la Historia de la humanidad, hay la posibilidad de encontrar respuestas. La humanidad se congratula de sus logros, como especie recuerda, añora y evoca los triunfos de nuestra civilización, aunque pocas veces son en conjunto. Siempre subyace por debajo el triunfo de una voluntad individual, que logra expresar desde su interior lo que todos sentimos. Podemos citar, como ejemplo, la historia de la conquista espacial, que se ha dirigido por visionarios como Jeans, Van Maannen, De Sitter, Rusell, Arrehenius, Bernard, Adams, Eddigton, Hubble, Von Brown. ¿Pero qué hay detrás de esa búsqueda, ¿porqué el hombre ha soñado a través de su historia con escapar de su burbuja terrestre ¿Qué hay afuera que es tan importante? ¿Porque los esfuerzos de tantas vidas se han sumado para construir la impresionante infraestructura para lograr el viaje espacial?, ¿donde está la frontera final?, ¿que buscamos afuera? Alejandra Álvarez, Odisea (2013),120x200 cm 16 16 Hay sueños y anhelos que nos conectan como conjunto, como si realmente fuéramos una unidad, que da lo mejor de sí mismos en cada vida, con una meta en común. El arte comparte también esta búsqueda, lo ha hecho una y otra vez a lo largo de toda la historia, es uno de los trabajos más importantes de todos los artistas, expresar el sentir, las angustias y los sueños más profundos de la humanidad como especie. La duda por nuestra naturaleza y sentido es inmanente a la historia del arte. 1. FILOSOFÍA DE LA HISTORIA La filosofía de la historia comprende un estudio del desenvolvimiento de la humanidad, en su afán de crear y desarrollar cultura, teniendo como valor para reflexionar el progreso humano. La invención de este término se le atribuye a Voltaire que considero a la historia desde la perspectiva de la razón, con base a una actitud crítica y escéptica en relación a los dogmas establecidos. Su intención era explicar el “espíritu de los tiempos y de las naciones” (idea que posteriormente se convertirá en el concepto de Zeitgeist), y el progreso de la civilización en sus diversos aspectos, con un criterio “científico”3. Los idealistas alemanes de los siglos XVIII y XIX, muy en particular Kant y Hegel, dieron forma a un tipo de reflexión sobre la historia que penetra una dimensión más amplia, y que “quiere significar una interpretación de la Historia Universal, de acuerdo con un principio según el cual los acontecimientos históricos se unifican en su sucesión y se dirigen hacia un significado fundamental”. 3 Voltaire, Filosofía de la historia (Madrid: Tecnos, 1990), p. 24 17 17 La filosofía de la historia, persigue una finalidad ambiciosa, e intenta proporcionar una interpretación global del proceso histórico en su totalidad. Y patentiza una profunda necesidad humana que seguirá recurrentemente poniéndose de manifiesto de distintas maneras, a través de la reflexión de diversos autores. En otras palabras, “Si queremos comprender la historia como un todo es para comprendernos a nosotros mismos”.8 El saber que representa la filosofía de la historia, y las incógnitas que intenta descifrar, se arraigan profundamente en nuestra condición humana y ejercen una perenne fascinación sobre nuestro espíritu, que encuentra normalmente muy difícil admitir que el curso de la historia pueda ser caótico e irracional, y se empeña en sentir que hay “algo moralmente afrentoso en la idea de que la historia no tiene en sí consonancia ni razón que impulse a los hombres a buscar una norma en la cadena de los acontecimientos históricos”4. Sin esa “razón”, dice Maritain, nos aguarda la desesperación, al no ser capaces de “descifrar algún significado transhistórico en el abrumador avance del tiempo hacia la noche de lo desconocido. Eliade expresaba esa misma inquietud; ¿cómo puede soportar el hombre la historia, es decir, su insondable misterio? Y su respuesta es que un modo de enfrentarla consiste en procurar hallar en la misma un sentido,5 en buscar la unidad, la estructura, y esto sólo puede interesara la humanidad en conjunto”. Caspar David Friedrich Caminante sobre el mar de niebla (1817-1818). 4 Karl Jaspers, Origen y meta de la historia (Madrid: Ed. Revista de Occidente, 1968), p. 297 5 Mircea Eliade, Le mythe de l’éternel retour (Paris: Gallimard, 1969), pp. 153, 155 18 18 Ciertamente, el tipo de saber que proporciona la filosofía de la historia tiene una singularidad que le coloca en un plano muy especial. Por un lado, intenta comprender el significado de la historia como el del sufrimiento y la angustia originados por el acontecer histórico en el frágil destino de los individuos; por otro, en el esfuerzo de notables pensadores —entre ellos Kant, Hegel, Dilthey, y Heidegger, por ejemplo— para formular un recuento coherente e inteligible del curso histórico que a su vez le otorgue un sentido transhistórico, orgánico y/o trascendente, a pesar de su aparente caos e irracionalidad. Y en el caso específico de Heidegger, incluso podemos observar de qué modo la historia de la humanidad acaba por transformarse en la historia del ser, que se “revela”. 2. SENTIDO TELEOLÓGICO DE LA HISTORIA Y EL ARTE Nada, en particular, la cultura, resulta producto del azar o de la casualidad, pues todo en ella responde a un objetivo humano. La historia en su totalidad, es el producto de un continuo esfuerzo humano, que se orienta y organiza, cumpliendo con una intención, propósito o finalidad. Por eso se reconoce que la historia es esencialmente teleológica (del griego fin La vía para el conocimiento de la cultura, está determinada por el conocimiento de los objetivos o metas que motivaron larealización de los hechos; la comprensión teleológica es el fondo común en la caracterización de los hechos que se estudian. En el arte y en especial la pintura, ha demostrado a lo largo de su evolución que es una construcción histórica y teleológica pues es testigo de esa búsqueda del sentido de la existencia de la humanidad. 19 19 3. INTERPRETACIÓN ESTÉTICA DE LA HISTORIA Atlas Mnemosine, Aby Warburg, 1912 La historia vista simplemente como un registro del pasado de la humanidad no podría producir algo más que una reconstrucción ficticia y mimética del pasado, porque es directa y superficial, no busca las causas, ni entiende las consecuencias. Mi visión plástica es una opinión crítica que se construye de los testimonios presentes en la historia del arte, de momentos especialmente significativos, para construir una visión estética a través del estudio de imágenes principalmente. Se necesita una visión histórica que abarque más que los simples acontecimientos, es decir que es necesario conocer más allá de los registros historiográficos y dar un lugar importante al arte y la poesía de la época, verlos por todo aquello que significan en la historia humana y el desarrollo de la humanidad Una interpretación estética de la historia, es una visión construida a partir de los registros del arte, pintura, escultura, danza, música, literatura arquitectura, cine, por mencionar algunos. Como se ha establecido anteriormente un sentido 20 20 particular que tiene la historia del arte es el de explorar la naturaleza humana. Por tanto su visión de la historia profundiza y se adentra en las inmensidades del alma, es un registro de la evolución espiritual de la humanidad, El registro histórico del arte es particular, contiene una visión subjetiva sobre un momento determinado, que empieza por su propia selección. Cada hecho cultural es individual e irrepetible, pues nunca deja de operar dentro de una peculiaridad esencial, lo que hace imposible establecer leyes generales que los precisen o los expliquen; por eso su conocimiento e interpretación consiste en una renovada actitud de estimación particularizada de la esencia humana. 3.1 POÉTICA EN LA HISTORIA La poesía es el fundamento que soporta la historia del arte, es una expresión del alma de una cultura, una proyección hacia lo divino y lo infinito. El paradigma del acto creativo. La esencia de la poesía está encajada en el esfuerzo de comunicar los signos de los tiempos y la voz del pueblo (zeitgeist) La poesía Implica renovación del lenguaje que, a su vez, significa una (re)creación de la realidad. Al expresar el ser, se crea un mundo es el uso creativo del lenguaje y de metáforas, para tratar de explicar todo aquello que no puede ser explicado, en este terreno se ubican las emociones más profundas que puede experimentar un ser humano, y que a pesar de ser inefables, requieren expresarse ante al mundo. La poesía en la historia del arte revela a su vez una historia de las inquietudes espirituales del ser humano a través del tiempo 21 21 CAPITULO II DECONSTRUCCIÓN El progreso implica destrucción, un cambio ligado a la liberación de grandes cantidades de energía. El efecto dinámico que es desencadenado por esta acción impulsora sienta las bases de las creaciones futuras. Cuando los objetos se rompen o destruyen siguiendo las leyes internas de la materia propia de la que se componen, su destrucción revela el secreto de su estructura esencial. Al actuar el hombre sobre la materia, al destruir, se subordina a las leyes secretas de la materia. Todo acto de destrucción tiene el sentido de un atentado al pudor en cuanto nos ofrece la desnudez total de la materia. El hombre destruye y deconstruye para conocer, el anatomista desmantela un cuerpo humano para conocer su estructura, el científico rompe la materia para conocer su composición.6 Aldo Pelegrini Deconstruyamos la visión contemporánea de la pintura, hablemos de su concepción como un lenguaje y la idea de que ésta se puede estudiar, e incluso someter a las leyes de la retorica lingüística. La pintura no es un arte verbal, y no se pueden utilizar medios ajenos a ella para analizarla y comprenderla. A lo largo del siglo XX se le atribuyo una naturaleza lingüística a diversas artes, debido al auge de la semiótica, y al intento del lenguaje de explicarse a sí mismo. Ante ésta pandemia lingüística también se ha intentado explicar al arte bajo las mismas premisas. Durante el siglo XX (más que en ningún otro) se ha tratado de entender ese noúmeno denominado lenguaje. El lenguaje es una capacidad innata del 6 Aldo Pellegrini, Fundamentos para una estética de la destrucción. Publicado en Las 2001 noches, revista de poesía, Aforismos y frescores. No. 15 Argentina, 1998. 22 22 hombre que surgió con la necesidad fundamental de comunicarnos, la palabra es una defensa ante la inefable realidad en que estamos inmersos, ya que nosotros no la creamos, no tenemos potestad y no somos partícipes (a menudo ni siquiera testigos) de sus leyes, pero indudablemente surgimos de ésta. Ante esa incomprensión de la realidad tenemos a la ciencia y la palabra, como medios para tratar de comprenderla. La palabra ha sido siempre nuestra defensa, un territorio confortable y manejable ante lo que no conocemos. Algo designado, deja de ser absolutamente desconocido, sin embargo el territorio de lo que puede expresar la palabra es limitado, y su poder para aclarar suele enturbiarse, enmudecer y lucir torpe, parco e insignificante ante el arte. Cuando vemos pintada la montaña de Sainte- Victorire por Cezanne no podemos encerrar su contenido simplemente en la palabra montaña, la representación rebasa, y su presencia pictórica se desborda en densidad semántica. El arte no puede ser delimitado lingüísticamente porque las palabras son conceptos, definidos y delineados por un significado específico, mientras que el arte hace exactamente lo opuesto; toma una forma y la desborda de significados. La palabra no es impotente ni incapaz de decir nada sobre el arte, pero las sensaciones simplemente escapan al territorio de la palabra, el buen arte logra transmitir estas sensaciones sin una codificación lingüística. Paradójicamente la deconstrucción, un estudio surgido en el campo de la lingüística, puede ser aplicado a las artes no verbales ya que es un proceso capaz de desmontar mecánicamente los principios pictóricos más íntimos y describir la mirada prístina del pintor al concebir la pintura misma 23 23 1. LA IMPORTANCIA DEL LENGUAJE EN EL SIGLO XX . Mark Tansey Reader, 1990. El arte ha probado a lo largo de todo su historia una remarcable resistencia a ser comprendido racionalmente. Ha sido analizado por partes, es decir deconstruido bajo métodos científicos, sin embargo éstos no parecen arrojar resultados objetivos, como los que se obtienen en las ciencias. Desde tiempos de la ilustración ha existido la pretensión de las ciencias para resolver y comprenderlo todo a través de su metodología, sin embargo el arte desde su 24 24 naturaleza subjetiva no puede ordenarse dentro de las estructuras racionales y lingüísticas. El siglo veinte colocó al centro del pensamiento filosófico un abismo que no pudo menos que llamar “lenguaje”7. La filosofía, cambió profundamente y una parte de ella se avocaría exclusivamente al pensamiento sobre el lenguaje. Todo sería lenguaje, sólo eso, ni más ni menos que eso. Filosofar entorno a la vastedad del lenguaje ofrece una visión prodigiosa que, por sí sola, justifica el hecho mismo de su existencia. En otras palabras nos interesa contemplaral lenguaje retorcerse sobre sí mismo para mirarse, para descifrarse y saber qué es él mismo, más allá de simples sustantivos. En efecto durante el siglo pasado contemplamos el triunfo sintáctico sobre la pintura, la música y la poesía, inmersas en el marco teórico y científico de una investigación artística proclive a medirse por la capacidad de formalizar y controlar sus resultados. En la década de los sesenta del siglo anterior las diversas artes parecían confluir en una formalización artística que se justificaba tanto por su convivencia con las ciencias del lenguaje, como con la lingüística en un sentido estricto, con la comunicación verbal o no verbal, como por recurrir a las ciencias lógico matemáticas. Desde el romanticismo, y en Hegel, con “el arte como reflexión” se respiraba en el ambiente la reflexión artística y poética, y se hacían más patentes las posibilidades que el futuro deparaba a los artistas en los medios expresivos en cada una de las artes. Encarando su futuro destino y el de la propia estética, la obra artística, elevada a la reflexión creadora, se convierte en premisa de la 7 Se le llama lenguaje a cualquier tipo de código semiótico estructurado, para el que existe un contexto de uso y ciertos principios combinatorios formales. 25 25 metáfora de los “lenguajes artísticos” declarados en el siglo XX como los nuevos dominios de la investigación estética y la experimentación artística. La filosofía del arte posterior a Hegel se inscribe en un fenómeno más global y envolvente en cuyo ámbito se despliega la epistemología moderna, es decir su convivencia con las ciencias del lenguaje, un retorno del lenguaje en su sentido lato. “Este retorno no es un accidente fortuito, sino algo inserto en la cultura occidental, de acuerdo con las necesidades sentidas en los albores de la ilustración pero no manifestadas de modo abierto en la estética y en las artes, sino hasta el principio del siglo XX”. La cuestión del lenguaje ha invadido la forma en que conocemos (episteme) modernamente “A partir del siglo XIX sostiene Foucault en “Las palabras y las cosas” el lenguaje se ha replegado sobre si mismo, y ha adquirido un espesor propio, despliega su historia, leyes y una objetividad que solo a él pertenecen. 8 La reflexión radical sobre el lenguaje, inaugurada en la obra de Nietzsche y consumada por Wittgenstein afloro con virulencia desde principios del siglo XX en los dominios de la teoría estética Se puede apreciar entonces un despliegue de valores referenciales o representativos del lenguaje, acordes con las exigencia del pensamiento, y del conocimiento de los objetos y cosas por el denotados, y los valores formales, los cuales imponen a los sonidos, las sílabas, las raíces etc., un régimen distinto al de la representación. La cuestión del lenguaje se decanta en dos problemáticas. “Ante todo se comienza a desconfiar de la capacidad de las palabras para expresar la realidad, es decir se abre una brecha infranqueable entre las palabras y las 8 M. Foucault, Las palabras y las cosas, siglo XXI editores p.289. 26 26 cosas, entre el lenguaje y la realidad. El lenguaje es juzgado como inadecuado, cuando se descubre que las palabras ya no se corresponden con las cosas que designan o que no revelan toda su riqueza. Se rechaza la estructura lógica del discurso ya que no ofrece suficientes garantías para alcanzar el sentido de las cosas y el acontecimiento. En suma se pone en entredicho aquella estructura lingüística que, siguiendo las reglas de la sintaxis y la gramática, constituía el principio de orden de las lenguas occidentales.” “Como consecuencia la figura sonora de la palabra despierta una vida multiforme una nueva plenitud de contenidos, unos valores absorbidos por la vertebración lógica del pensamiento que tiende al exterior. Si esto acaece en un sistema tan estricto como el lingüístico, ¿Qué no sucederá en cada una de las artes, en cuanto a su extrapolación metafórica?”9 La historia del arte nos muestra que el lenguaje también se han replegado sobre sí mismo, sobre su propia estructura y conquistando una nueva densidad (del que la palabra nunca había carecido), pero que ahora se acrecienta-, al que se le presta una atención teórica relativamente tardía. El alejamiento de la representación forzó a abandonar la lógica de la clasificación y del cuadro, propia del pensamiento ilustrado y de los sistemas estéticos. En virtud del citado desdoblamiento el lenguaje se dispersa y se desparrama. Pero lo decisivo para la modernidad y para la estética es que, al disiparse la unidad de la gramática general y del discurso clásico, apareció el lenguaje según múltiples modos de ser cuya unidad no puede ser restaurada, esto es consustancial a la modernidad. La dispersión del lenguaje es correlativa, en general a la desaparición del discurso clásico. La fragmentación en las artes contemporáneas discurre paralela a la ruptura de ese mismo orden clásico y establece las representaciones artísticas. 9 Marchan Fiz, Simón. La estética de la cultura moderna. Alianza, Madrid, 1987 p 226 27 27 Es entonces que sobreviene un desbordamiento de las funciones referenciales que contagian a diversas artes. En la pintura moderna aflora una tensión irreconciliable entre la referencia a los objetos de la realidad exterior y los propios medios plásticos o expresivos, y se observan tres fenómenos primarios: la disolución o desintegración de la figura y la forma de los objetos representados (ante todo en el impresionismo, neoimpresionismo o en el cubismo), el predominio de los valores no referenciales o indeterminados del color respecto al tono local tradicional (los colores impresionistas de la luz opuestos a los de la sustancia de los cuerpos, los valores constructivos y la modulación del color en Cezanne, las funciones expresivas en Van Gogh y el expresionismo, los colores puros en Matisse y el Fauvismo) y el proceso complejo de la deconstrucción del sistema espacial de la representación tridimensional a partir de Cezanne, el cubismo el futurismo etc. Lo cierto es que las deconstrucciones plásticas acaecidas en el espacio pictórico de Cezanne a Matisse y el cubismo, los desplazamientos y las condensaciones significativa de la imagen en los surrealismos-, la descontextualización y desfuncionalización de los objetos en el ready made dadaísta y el objet-trouve surrealista, la invasión de las funciones autónomas de cada elemento plástico en la pintura y escultura abstractas, son muestras del corte histórico epistemológico apremiado por este retorno del lenguaje y por los subsiguientes desdoblamientos de las funciones literarias o plásticas en las diversas artes. La disociación de la unidad tradicional entre la forma y el contenido es por lo tanto un rasgo recurrente de la Modernidad 2. EL ARTE Y LA PINTURA COMO LENGUAJES Con el auge del movimiento lingüístico la crítica artística, también se vio afectada, y al reconsiderarse se vio estancada en una terminología imprecisa y confusa, de tono metafórico, así que optó por un sistema lingüístico que aparentemente hacía posible un análisis de los hechos artísticos en los términos objetivos de los signos y con bases científicas. Por largo tiempo la 28 28 critica pretendió resolver el fenómeno artístico en la cuestión de la “expresión”, y en el concepto de inefabilidad e irrepetibilidad. Aserciones que no son falsas, pero que si son capaces de detener su estudio, al ubicarse en la categoría de la imposibilidad e indefinición Debemos considerar como un problema fundamental losiguiente: ¿es el arte un lenguaje si su función principal no es comunicar, o no al menos del mismo modo racional y estructurado desde el que lo hace un lenguaje verbal? El arte no es una estructura comunicativa, no es un signo, no es un código, no es un sistema, por lo tanto no puede ser comprendido bajo los mismos métodos que se usan para los estudios lingüísticos. En virtud de su esencia presentativa y no representativa como en el caso del lenguaje verbal, simplemente no se les puede considerar análogas. La pintura no tiene como objetivo primario la comunicación sino la expresión autoreflexiva, y esta característica fundamental elimina la posibilidad de llamarla lenguaje. La obra aunque sea considerada como objeto existe no solo como objeto, sino como una cosa que transmite (una experiencia) otra cosa a alguien, por lo tanto es ciertamente algún tipo de medio de comunicación, sin embargo es pertinente hacer aquí una distinción entre la función de comunicación como la que tiene el lenguaje verbal y la función de expresión. La expresión transmite algo sólo como resultado de la conducta humana interpretable, y la pintura es, precisamente, expresión. El llamado signo pictórico inventado por el pintor, encontrará realmente solo un significado a posteriori en la comunidad de experiencias emocionales entre el pintor y el espectador de su obra. 10 El hecho de que la obra asuma un significado posterior a la relación entre el pintor y el espectador, confirma la presencia de la obra en el territorio de las ideologías ¿Es la pintura un lenguaje? Si ni siquiera el significado del lenguaje parece caber en la palabra lenguaje, la descripción verbal dibuja, mientras que 10 Calabrese, Omar. El lenguaje del arte, Ed. Paidos Barcelona 1997. p133 29 29 la pintura tiene una densidad mayor capaz de codificar un universo entre las relaciones sucitadas por los elementos que la componen. La pintura y el arte, aun no han podido ser estudiadas por la semiótica (disciplina que estudia la interpretación de los fenómenos significantes del lenguaje) puesto que el arte siempre contiene elementos que escapan a ésta. Los modelos de lingüística de ningún modo pueden explicar el arte, en este sentido Emilio Garrioni sostiene " Si en este ámbito de los fenómenos la semiótica ha dado hasta ahora resultados parciales o incluso insignificantes, su derrota no debe ser imputada a la juventud de la disciplina o a la incapacidad de los semióticos, sino a una razón teórica no superable. Simplemente la semiótica no es adecuada para estos fenómenos."11 El arte y la pintura comunican pero en un nivel íntimo, y no es objetivo como lo puede ser la palabra o el dibujo en su expresión mínima. La relación entre la obra de un pintor y el que especta es subjetiva, es un dialogo a nivel no racional. Un cuadro puede conmover sin una razón aparente. El arte en su más poderosa expresión hace posible una comunicación entre individuos desconocidos, sin un código condicionante, aunque finalmente un análisis estructural del arte no llega a dar ninguna explicación causal de los fenómenos observados en éste. 11 Emilio Garrioni, Reconocimiento de la semiótica Ed. Concepto México (1977) p 88 30 30 3. ELOCUENCIA EN LAS ARTES VISUALES “Nada se pierde por no esforzarse en expresar lo inexpresable. ¡Lo inexpresable, más bien, está contenido -inexpresablemente- en lo expresado!” Wittgenstein En su ensayo «+R»12 Jaques Derrida habla de cierta “presencia” en los objetos visuales, en pintura, escultura, y arquitectura. Y se refiere a la pintura como algo que deja sin aliento, extraño a todo discurso y que somete al mutismo de la cosa misma, que se instaura en un silencio autoritario. En el objeto visual existe una clase de presencia fenomenológica de la que las palabras carecen. El arte se presenta a sí mismo como silencio, aunque en su mutismo, produce un efecto de presencia plena, pero que puede ser interpretado en forma contradictoria. En este punto debemos establecer en primera instancia una distinción entre los términos mutismo y taciturnidad. Taciturnidad es el silencio de algo que puede hablar, mientras que llamamos mutismo al silencio de una cosa que no puede hablar. El hecho de que una obra de arte no hable puede interpretarse en dos formas. Por un lado, está la idea de su mutismo total, la idea de que es totalmente ajena o heterogénea a las palabras, reconociendo un límite, a partir del que ejerce resistencia contra la autoridad del discurso, contra la hegemonía discursiva. Existe en tal obra de arte muda un lugar auténtico en donde las palabras encuentran su límite. Y de este modo, podemos observar a la vez una debilidad y un deseo de autoridad y hegemonía por parte del discurso, especialmente a la hora de clasificar las artes: por ejemplo, en términos de la jerarquía que hace que las artes visuales estén subordinadas a las artes discursivas. 12 Jaques Derrida, La verdad en pintura, Paidos, Argentina, 2010 31 31 Por otra parte, el contrapunto de la misma experiencia, es que siempre podemos referirnos a la experiencia que nosotros, como seres hablantes, tenemos de estas obras silentes, porque siempre podemos recibirlas, leerlas o interpretarlas como discursos en potencia. Es decir, que las obras silenciosas son, al mismo tiempo y en realidad, muy locuaces, pues están llenas de discursos virtuales. Y desde ese punto de vista la obra muda se convierte en un discurso aún más autoritario, se convierte en el verdadero lugar de una palabra que es la más poderosa por su silencio, y que encierra, al igual que un aforismo, una virtualidad discursiva que es infinitamente autoritaria. Se puede decir, que el mayor poder logocéntrico del arte reside en el silencio de una obra, y que la liberación de esta autoridad reside en el lado del discurso, un discurso que puede relativizar las cosas, va a emanciparse a sí mismo negándose a arrodillarse ante las autoridades representadas por la escultura o la arquitectura. Es esa misma autoridad la que intentará de algún modo aprovecharse, en primer lugar, del poder infinito de un discurso virtual - siempre hay más que decir y somos nosotros quienes le hacemos hablar cada vez más- y, en segundo lugar, del efecto de una presencia intocable, monumental e inaccesible. En el caso de la arquitectura esta presencia es casi indestructible, o en todo caso pretende serlo, crea el efecto abrumador de una presencia que habla. 4. DECONSTRUCCIÓN Definiremos deconstrucción como el método implícito en la obra de Martin Heidegger, fundamentalmente en su análisis etimológico de la historia de la filosofía. Consiste en mostrar cómo se ha construido un concepto a partir de procesos históricos y acumulaciones metafóricas, mostrando que lo claro y evidente dista de serlo. 32 32 El término deconstrucción es la traducción que propone Jaques Derrida del término alemán Destruktion, que Heidegger emplea en su libro Ser y tiempo. Derrida estima ésta como una traducción más pertinente que la traducción clásica ‘destrucción’ en la medida en que no se trata de la reducción a la nada. En otras palabras, las diferentes significaciones de un texto pueden ser descubiertas descomponiendo la estructura del lenguaje dentro del cual está redactado. Mark Tansey. Derrida Queries De Man. 1990 En la filosofía tradicional, la obra literaria es considerada como una envoltura retórica en cuyo interior duerme la sabiduría oculta de la Idea a la que el lector debe despertar con el beso semiológico. La obra literaria estaba en ese sentidoconsiderada siempre como dotada de una totalidad de sentido. La deconstrucción afirma que la envoltura retórica es todo lo que hay y que por ello la obra de arte literaria es irreductible a una idea o un concepto. En ese sentido la deconstrucción niega a la obra literaria el concepto de totalidad al 33 33 afirmar que el texto no puede ser aprehendido en su globalidad ya que la escritura circula en un movimiento constante de remisión que convierte a la totalidad en parte de una totalidad mayor que nunca está presente. Al lenguaje se le reconoce una gran complejidad y una riqueza que no siempre poseen por lo que se aceptan dos tipos de lectura: la unívoca basada en el mensaje transparente, tal y como está escrita y la deconstructiva, que le confiere a la palabra la capacidad de moldearse y adquirir otras acepciones de acuerdo a su contexto, es decir a la plasticidad y corporeidad misma de los significantes de cada palabra. La deconstrucción niega la posibilidad de la denotación pura, es decir que un texto dice mucho más de lo que esta expresado en palabras Y plantea la democracia de la polisemia, estableciendo que el acto de lectura genera infinitas posibilidades. 4.1 DECONSTRUCCIÓN EN LAS ARTES VISUALES Existe cierta reticencia a aplicar la deconstrucción a las artes visuales, está funciona con la palabra, para lo que está escrito, porque lo que está ahí no es lo que está significado, mientras que en un cuadro todo está presente ahí, por lo tanto podría parecer que no se puede aplicar la deconstrucción Sin embargo la deconstrucción no se limita a los textos discursivos (y ciertamente no solo a los textos filosóficos y literarios). Deconstruir supone un discurso, pero también implica algo muy distinto de lo que se denomina “texto”, al discurso firmado o las enseñanzas particulares de alguien. La deconstrucción funciona en campos que no tienen que ver con lo que es 34 34 específicamente filosófico o discursivo, incluyendo a las prácticas denominadas artísticas que son, o que parecen ser, no discursivas o ajenas al discurso. No puede existir ninguna cosa, y particularmente ningún arte, que no esté textualizado. (en el sentido de que la palabra texto va más allá de lo puramente discursivo) El texto existe en todos los campos llamados artísticos, visuales o espaciales. Existe texto porque siempre hay discurso dentro de las artes visuales, y también porque aunque no haya discurso, el efecto del espaciamiento implica una textualización. Por ello, la expansión del concepto de texto es estratégicamente decisiva. Y ni siquiera las obras de arte más vehementemente silenciosas pueden evitar ser atrapadas en una red de diferencias y referencias que les confieren una estructura textual. Tan pronto como existe una estructura textual, la deconstrucción puede estar allí. Alex Kanevsky Chelsea Hotel Landscape 2009() 35 35 4.2 DECONSTRUCCIÓN PICTÓRICA. La deconstrucción es un sistema inmanente a la pintura. Un proceso pictórico desmonta el concepto básico (que ya es en sí mismo una representación y no el objetó real) y se remite al objeto en busca de la verdad de este mismo, aunque en este sentido no es un proceso histórico aparentemente, la representación de la deconstrucción del mundo va cambiando junto con las percepciones culturales del tiempo en que se encuentra inscrito. En este sentido la deconstrucción puede tener varias acepciones dependiendo de las diferentes etapas del proceso pictórico, la deconstrucción de la realdad que hace el pintor del mundo a través su mirada, traduce la forma del mundo material o modelo en materia pictórica, dotándolo de su subjetividad. La fotografía, a diferencia de la pintura, es una imagen "objetiva" del mundo que se puede analizar como un texto; en ella podemos observar los elementos que la componen y sus relaciones, debido a que éstos no pueden variar. El estudio sistemático y comparativo de un motivo, extraído de fotografías que son objetivas por ejemplo, nos da idea de cómo fue un suceso determinado, podemos obtener conclusiones y resolver preguntas observando imágenes. Cuando construimos realidades alternas como en la pintura, la fotografía se vuelve sólo un punto de partida. Al deconstruir imágenes en el sentido en que lo hace Heidegger, remitiéndonos a su origen y construcción, yendo a sus causas, nos da una perspectiva más amplia que puede dar a luz imágenes más concentradas de un motivo. La híper-abundancia de las imágenes en la que vivimos inmersos gracias a la inmediatez de internet, nos permite hacer una selección de fotografías y otros documentos visuales que podemos destilar para obtener la esencia. Esta 36 36 deconstrucción, en su sentido más profundo, busca su verdad y su lógica. El artista, en este sentido, tiene una responsabilidad moral, porque solo lo más verdadero puede ser trascendental. El ojo del pintor deconstruye todo lo que ve con la mirada y la vuelve a construir con pinceladas. Cuando una forma se vuelve motivo pictórico, deja de ser una imposición de la realidad, ésta abandona su dimensión solida y la forma que surge ya no es el objeto que se extrae de la realidad, sino que se vuelve un reflejo pictórico en el espejo del lienzo, renace en éste con otro significado, con otra expresividad y otra elocuencia, pues la materia de la que se extrae el mundo exterior se convierte solamente en referencia. El objeto representado ya no habla de su realidad, surge de ésta, pero se convierte en símbolo de algo más, que trasciende su referente material, y en este resurgimiento aumenta su realidad que paradójicamente surge a partir de su nueva ficción No es una apropiación de la realidad, es una deconstrucción de ésta para animar y dotar con un nuevo espíritu incluso a lo que no está vivo. En la deconstrucción de la realidad se encuentran las semillas para su renacimiento. Este es un cuestionamiento de la realidad para construir otra nueva a partir del juego de la imaginación, Claude Monet, Water (1907), 37 37 CAPITULO III RENACIMIENTOS . En la mente, el mundo se puede destruir y deconstruir a partir de la mirada, y no hay mirada mas inquisitoria que la del pintor. Ésta busca en la realidad la quintaesencia, el secreto que hace que algo se constituya como algo; en todo este proceso de buscar y romper las concepciones sobre las cuales se cimienta la realidad, podemos encontrar el vestigio y las pruebas que testifican su renacimiento en potencia. En este sentido el pintor contempla la destrucción del mundo objetivo y lo hace renacer a partir de su subjetividad, una impresión del mundo que nos puede conmover de una forma tan fehaciente que logre repetirse como fenómeno y expresarse en la realidad nuevamente a través de la voluntad del artista. Éste como creador tiene el impulso de expresarse mediante la materia y revelar el conocimiento que le brinda su sensibilidad. ¿En qué se diferencia el arte de la artesanía? ¿En qué punto se logra esta trascendencia, ese algo tan especial en la pintura, que ha sobrevivido tanto tiempo, y que logra que la materia inerte se pueda transformar en una entidad ontológica completa; y cómo es que después de numerosos atentados la pintura sigue repuntando, no como artesanía, sino como disciplina espiritual Se trasciende el oficio y se convierte en arte sabiendo ver, entendiendo la mirada como el momento en que inicia la creación, con la consciencia del don creativo y por ende la búsqueda de un diestro dominio de la materia, para llegar finalmente a una fase de espiritualización del trabajo, donde se entiende como la materia trasciende su naturaleza. 38 38 1. Ver y Ser, el ojo del pintor. Es prestando su cuerpo al mundo,que el pintor cambia el mundo en pintura Merleau-Ponty, El ojo y el espíritu Nadie habla sobre la visión en la manera en la que Merleau-Ponty lo hace en su libro El ojo y el espíritu. En el establece que la vista es un sentido más amplio que la pura física, es más que fisiológica, es también una operación del pensamiento. La mirada no es estática y en la medida en la que ve al mundo lo conoce. Un cuerpo se conoce relacionándose con otros, es decir que se hace consciente de sí mismo viendo a otros y viendo su entorno porque es parte de él. En este sentido se dice que el mundo se hace visible, justo en medio del que ve y lo que se ve. Este libro es de vital importancia para el arte y en especial para los pintores, porque habla en un sentido profundo del papel que la visión juega en el arte, y el pintor, entre todos los artistas, es el que le ha dado más importancia al fenómeno de la visión, por eso es que presta especial atención al mundo que ve, ejercitando y construyendo una visión diferente que puede mirar más allá de lo se ve a simple vista, aunque la mirada del pintor es un fenómeno más complejo, es también una síntesis porque el pintor busca plasmar el todo en cada fragmento, El pintor hace visible un mundo existente entre aquel que ve y lo que se ve. Merleau-Ponty hace también una observación sumamente poética sobre la visión al afirmar que en la medida en la que un pintor contempla el mundo, éste también lo contempla a él, y si se logra establecer un nexo entre el vidente y lo visto, se abre un canal de comunicación en el que se aprecia la interioridad y la esencia de aquello que se mira. Así es como el ojo del pintor puede ser conmovido por una impresión del mundo y ser capaz de restituirla al mundo 39 39 pintando, como si el lienzo se volviese un espejo que refleja una visión humana del mundo. La forma en que se ve al mundo puede cambiarnos profundamente debido al poder revelador contenido en la vista del pintor, en la medida en que conoce, también co-nace:“la pintura es un nacer continuado, cada vez más consciente de sí mismo y lo que le rodea. El don de la visión y la capacidad creativa del hombre lo han llevado, a civilizarse y superarse continuamente, aunque su devenir sea incierto, en la medida que el hombre progresa cumple con su destino."13 Mark Tnasey, "The Innocent Eye Test (La prueba del ojo inocente)", 1981. 13 Ponty, Merleu, El ojo y el espiritu, Paidos, España 1984 p.36 40 40 2. CREACIÓN HUMANA La creación es el sello distintivo del hombre, esta capacidad nos distingue del resto de los animales. Nuestro progreso esta cimentado sobre creaciones científicas y tecnológicas, pero son pocos los que a lo largo de la historia han reparado en el papel que juega la estética para la fuerza creativa, como un punto clave para el desarrollo creativo de la misma tecnología; la potencia de la creatividad y la imaginación solamente han encontrado el desarrollo pleno de sus potencias en el arte. Y sólo cuando la ciencia logra convertirse también en arte puede crear revoluciones, progreso, saltos significativos en la historia. Sólo cuando el científico aprende del artista y desarrolla su misma convicción espiritual puede explotar su creatividad, puede constituirse como pleno revolucionario. El ejercicio de la creación es fundamento en las artes, y también fundamento del progreso de la civilización humana. El hombre ha rebasado sus capacidades y ha desarrollado su inteligencia mediante el ejercicio de la creación, cuando decimos que el instinto de creación es inmanente a la naturaleza humana, se dice en el sentido más profundo, pues el hombre no solo tiene un cuerpo adecuado sino también las habilidades psicométricas para la manipulación y transformación de la materia, tiene además consciencia de ello, entiende la profundidad de su significado y lo que puede representar para el conocimiento, para el progreso y el provecho de toda la especie. Los católicos dicen que “dios creó al hombre a su imagen y semejanza”, hay muchas interpretaciones al respecto, algunas mas literales que otras, sin embargo creo que la frase contiene en si misma, la propia esencia de la humanidad: si somos semejantes a dios, al Creador por excelencia, lo somos por nuestra inmanente capacidad creativa. En este sentido un artista maduro, puede entender a dios como semejante y a su vez tiene una idea básica del porque se creó el universo. No es que exista un objetivo final como nosotros lo 41 41 entendemos, sino que también debe entender que solo a través del amor que siente por la forma y la materia, ésta revela todo su potencia, el universo puede entenderse también como ese amor a la creación misma y que abarca la superación de la materia informe que busca el artista. Miguel Ángel, La creación de Adán (1511 aprox.), capilla Sixtina Crear es modificar, transformar libremente la materia para llegar a un fin determinado, desde ayudarnos a superar las carencias que tenemos ante el mundo, la mas básica forma de supervivencia, hasta la satisfacción de necesidades más elevadas como el arte El medio a través del cual se hace patente la creación en el mundo es la técnica, que es un modo especifico de hacer. Una técnica tiene como objetivo el manejo óptimo de la materia para lograr el los mejores resultados posibles en cada generación; la técnica y la tecnología que genera es un proceso de superación histórica. 42 42 3. EL DOMINIO DE LA MATERIA El espíritu de la obra de arte es proceso, y por lo tanto también lo es la obra de arte. Adorno - 123 El nombre estético que se le ha dado al dominio de la materia es: Técnica, proviene del griego antiguo, τέχνη [téjne] que puede traducirse literalmente como técnica u oficio y que incluía también a las artes y artesanías. Todos los procedimientos artísticos que dan forma al material y que se dejan dirigir por él, se reúnen retrospectivamente desde el punto de vista técnico y tecnológico. La técnica es a su vez el dominio de la materia, que se produce con conocimiento y experiencia, es la capacidad para catalizar la energía, que se transmite durante la experiencia estética y que tiene como fin último convertirse en arte. Anselm Kiefer, Lot’s Wife, 1981 43 43 La técnica, es decir la materia y su dominio son procesos progresivos, esto es evidente a lo largo de la historia. Su evolución, va ligada directamente a las necesidades ideológicas del tiempo y lugar en que se desarrollan, se dice acertadamente en este caso que “la necesidad es la madre de toda invención”, como un claro ejemplo podemos hablar de la invención de la perspectiva en la pintura, como un fenómeno que se corresponde con la ideología racionalista de la ilustración. El progreso se hace evidente mediante la comparación de técnicas y métodos de diferentes épocas, la falibilidad y eficiencia de cada innovación se depura y perfecciona a lo largo del tiempo. Esta facultad de diferenciación que distingue un elemento que funciona de uno que forma parte del dominio estético del material. En este sentido, el progreso no es solo del dominio certero de la materia, sino también una espiritualización del mismo. Hay que distinguir entre técnica y contenido, debido a que éstas se generan recíprocamente, en una relación dialéctica ya una se enfrenta a la otra hasta encontrar una síntesis. La técnica condiciona al contenido en las obras significativas La técnica tiene un carácter clave para el conocimiento del arte porque solo ella lleva a la reflexión de la estructura interna de las obras (pero solo para quien hable su idioma) La técnica no es todo el arte, perodesde su concreción se puede extrapolar el contenido. La técnica es un territorio que permite un juicio en una zona en la que no hay juicios. La técnica está constituida por los problemas, que la obra se plantea objetivamente, ya quela técnica surge a partir de esta. Y así como una obra no se pude comprender completamente sin comprender su técnica, ésta tampoco se puede comprender sin comprender la obra. La comprensión de la obra crece con la comprensión de la factura técnica 44 44 La técnica de las obras de arte es aquello mediante lo cual se organizan y se adecuan a un fin; solo mediante la maestría técnica las obras de arte pueden llegar a su fin. La técnica puede hacer que la obra de arte sea más que un aglomerado de lo que está presente fácticamente; convierte al objeto físico en un objeto mental, espiritual, estético. 4. SUPERACIÓN DEL OFICIO El humanismo está íntimamente unido a la evolución de las personas, a la superación del ser humano. Siempre creí que la superación del oficio está ligada a la superación del ser entero. Mario Moreno La finalidad se da cuando la técnica tiene un objetivo, cuando, se entiende como un medio para conquistar un fin, hablamos de una técnica que tiene un sentido y un objetivo pleno de transformar la materia en bruto en forma. La técnica se puede utilizar con fines muy variados, en la industria, en las artesanías y en otros campos muy diversos, pero es en el terreno del arte donde se presenta como fenómeno particular, porque las artes no tienen una finalidad específica. Kant llamó a esto “Finalidad sin fin”, donde se describe un fin que no es objetivo, ni subjetivo y su finalidad solo se corresponde con la forma en sí misma. Podemos decir entonces que el fin determina sus medios y técnicas Siguiendo en esta línea, Kant establece que “el obrar según un fin, se le conoce como voluntad, un estado o acción del espíritu que es final”, 14es decir que podemos reconocer a la voluntad como la fuerza o el impulso necesario para llegar conseguir nuestros objetivos. La voluntad es una potencia del 14 Kant, Emanuel, Critica del juicio, Editorial Porrúa, México, p.221 45 45 espíritu que se expresa con un despliegue de energía inusual, que aumenta exponencialmente en cuanto se acerca a su objetivo. Cuando la voluntad llega a su máximo punto y se vuelve inquebrantable, puede superar, toda clase obstáculos y se vuelve susceptible y perspicaz a todo aquello que le sirva para llegar a su fin. Los artistas en especial son susceptibles a este tipo de experiencias. Algunos las describen como una expansión de la consciencia, similar al estado que producen ciertas drogas, lo cierto es que la meditación profunda sobre el trabajo estético y el triunfo de la voluntad produce una experiencia mística, como un “despertar del espíritu”. La neurociencia tiene conocimiento de este fenómeno, que se describe como la secreción de una hormona conocida como dmt en la glándula pineal. Esta experiencia es una especie de Iluminación que unifica a todos los sentidos en uno solo, y nos brinda un entendimiento universal, de las leyes de la materia, sobre sus fundamentos y su dominio, a nivel espiritual. James Joyce, en El retrato del artista adolescente le llamó "epifanía". Es a través de estas experiencias de iluminación que se ha construido el gran Arte, el que es verdaderamente trascendental y universal. Frederic Edwin Church, Aurora Boreal 1865 46 46 5. EL ARTE ESPIRITUALIZADO Nadie puede llegar a la cima armado sólo de talento. Dios da el talento; el trabajo transforma el talento en genio. Anna Pavlova (1881-1931) célebre Bailarina rusa. Aquello mediante lo cual las obras de arte, al materializarse se vuelven algo más que la suma de sus partes, es su espíritu. Este ha tenido diferentes denominaciones: para Walter Benjamin por ejemplo era llamado Aura, para Gilles Deleuze, Fantasma, pero en general se refieren al mismo fenómeno. La definición de las obras de arte mediante el espíritu es hermana de la definición de las obras de arte como fenómenos en sí mismos, es algo que no aparece como tal sino como una aparición invisible. “Es aquello que aparece en las obras de arte, pero que no se puede separar de la aparición, pero que tampoco es está o es idéntico a ella, lo no fáctico en su facticidad es su espíritu.”15Esto hace que las obras de arte, que en principio son una cosa más, se transformen en algo diferente de una cosa, si bien sólo en tanto cosas son capaces de llegar a ser obras de arte, no mediante su localización en el espacio y en el tiempo, sino mediante el proceso de cosificación inmanente a ellas que hace de ellas algo igual a sí mismo, idéntico a sí mismo. De lo contrario no se podría hablar de su espíritu, como aquello que no es en absoluto una cosa. El espíritu de las obras de arte no es simplemente un halito que les da vida y las convierte en un fenómeno extraordinario, sino que, es a su vez, la fuerza interior de las obras, la fuerza que tienen para catalizar una reacción en la mente del espectador. En las obras de arte, el espíritu trasciende tanto el aspecto material como el fenómeno sensible a partir del cual se originan, y sin embargo está ligada a estos, porque solo existe en la medida en que esos fenómenos acontecen. Esto significa que en las obras de arte no hay nada 15 Adorno, Theodor, Teoría estética, Akal, España 1984 p.185 47 47 literal, nada en sus palabras o imágenes; el espíritu es un medio, lo que habla a través de ellas o más rigurosamente es lo que realmente las constituye como arte. El espíritu de de las obras de arte se apega a su figura, pero solo es espíritu en la medida en que va mas allá de ella. 16 Turner, Joseph Mallord William The Fighting Temeraire, 16 Adorno, Theodor, op cit, p. 121-123 48 48 CAPITULO IV CONSTRUCCIÓN En la obra de arte, la construcción (o composición) es la directriz de la lógica y de la causalidad, es la imposición de un orden creativo que procede del conocimiento adquirido a través del estudio y la observación, expone las leyes, los modos y las formas del conocimiento. En el arte hay una síntesis que se asemeja a los procesos cognitivos, la obra de arte es una forma de conocer ya que busca revelar la verdad contenida dentro de los objetos y es semejante a una interpretación epistemológica, pues al recrear el orden del mundo lo conocemos de otra forma. Componer es una manera de ordenar, extrayendo elementos de la realidad y cambiando los hasta que vuelvan a ser aptos para la nueva unidad que se les impone. Este reordenamiento de la realidad, conjuga una serie de elementos que son seleccionados para resignificarla, es una manera de cuestionar el orden dado en el mundo, (del cual no somos partícipes) y una demostración de nuestra capacidad de alteridad frente a él, en un despliegue de poder a nivel simbólico. Un nuevo orden devela potencias inherentes al objeto que en la misma naturaleza, por sí mismas, no son explotadas. La prioridad del arte es revelar todo aquello que no se percibe a simple vista, y a veces, al alterar el orden común de los elementos, se pueden esclarecer algunos aspectos ocultos por la realidad. Cuando un retratista pierde la dimensión o la proporción de los rasgos, puede simplemente girar el soporte del retrato para ver las formas en otro ángulo, cuando hace esto deslinda a las formas de su significado y de su contexto y ahí no solo pueden revelarse 49 49 nuevas características sino que partir de un simple movimiento se puedepercibir otro orden sin que éste haya sido alterado realmente. La construcción es la prolongación del dominio subjetivo. En sus reflexiones se muestra cómo funciona la mente de un artista, nos sugiere sus prioridades en sus jerarquías, y nos muestra un universo que cuanto más lejos es llevado, tanto más se esconde. Porque en tanto que nos revela la esencia, más evidentes se hacen nuestras diferencias. Es mediante la construcción que el arte intenta escaparse desesperadamente, por sus propias fuerzas, a lo contingente, para llegar a vincularse a algo superior, a algo más general. Sigmar Polke, Sin Titulo. 1991. 1. LÓGICA CREATIVA La lógica es una disciplina asociada con las ciencias y las matemáticas, incluso su presencia se exige en éstas como un requisito riguroso. Es mediante ella 50 50 que adquieren una validez que las hace preponderantes dentro de las áreas del conocimiento humano. La lógica estudia las formas de inferencia del pensamiento y sus consecuencias validas. Realmente no es una disciplina con contenido propio, ya que se encarga del estudio de los métodos y los principios utilizados para distinguir el razonamiento correcto del incorrecto. Se utiliza normalmente en las ciencias objetivas, sin embargo la lógica en un sentido filosófico está más ligada al sentido común y la inteligencia, y puede llegar en última instancia a la ética. En un sentido estricto la lógica tiene que ver con la coherencia y la validez del pensamiento humano, esto implica un comportamiento natural y universal en el que todos nuestros semejantes deberían concurrir. 17 Estas características son las que llevan a afirmar que el pensamiento lógico se convierte en herramienta indispensable para el ser humano en su día a día pues gracias a él se pueden resolver los problemas que surgen de manera cotidiana. Así, mediante la observación de todo lo que está a su alrededor, su experiencia propia, y la información que pueda encontrar en su entorno, el hombre deberá aplicar el pensamiento lógico para y solventar los conflictos que emerjan en su rutina diaria. El conocimiento humanístico a diferencias de lo que se piensa comúnmente (especialmente en el terreno artístico) funciona también bajo premisas lógicas (como todo).Pero a diferencia de la lógica científica, la lógica humanística no es literal, ni muchos menos obvia, El arte, a diferencia de la creencia popular, no es producto de la improvisación y raramente lo es de la pura inspiración, 17 Campistrous, Luis, Lógica y procedimientos lógicos del pensamiento., Documento digital. La Habana 1993.- ttp://definicion.de/pensamiento-logico/#ixzz2qyZbtTkO. 51 51 «Consiste mi propósito en demostrar que ningún punto de la composición puede atribuirse a la intuición ni al azar; y que aquélla avanzó hacia su terminación, paso a paso, con la misma exactitud y la lógica rigurosa propias de un problema matemático (...) Lo cierto es que la originalidad — exceptuando los espíritus de una fuerza insólita— no es en manera alguna, como suponen muchos, cuestión de instinto o de intuición. Por lo general, para encontrarla hay que buscarla trabajosamente; y aunque sea un positivo mérito de la más alta categoría, el espíritu de invención no participa tanto como el de negación para aportarnos los medios idóneos de alcanzarla».18 Podemos decir entonces que, aunque las obras de arte ni son conceptos ni juicios lógicos, si son estructuralmente lógicas. No serian plausibles y nada podría ser enigmático en ellas si su logicidad inmanente no colaborara de manera coordinada con su contenido discursivo. Las obras de arte de hecho, están muy cerca del silogismo y su modelo de pensamiento objetivo. La "lógica" del arte es, paradójicamente para las reglas de la otra lógica, un silogismo sin concepto ni juicio. Extrae consecuencia de fenómenos, mediados espiritualmente y en cierto modo logificados. Su procedimiento lógico se mueve en un ámbito que es extralógico, el del medio dentro del cual se plantea su propuesta. De hecho podríamos en este punto establecer un comportamiento análogo con “las matemáticas debido a su carácter formal y a que no son conceptuales; sus signos no son signos de algo y al igual que el arte no emiten juicios de existencia y a menudo se les ha otorgado una esencia estética. La relación con 18 Poe, Edgar, A. La filosofía de la composición (1846), acerca de su poema El Cuervo, 30 Versión on-line en <http://www.ciudadseva.com/textos/teoria/opin/poe01.htm> 52 52 las matemáticas que el arte ha establecido es la autoconciencia del arte y de su dimensión lógica de la consecuencia.” 19 Este conocimiento consciente o inconsciente, es clave para el arte, así es como se explica su naturaleza dialéctica y su relación permanente con su propia historia. Que una obra como acontecimiento sea causa, y esté ligada a otras, deja clara su relación causal, dentro del discurso del arte. Una cosa tiene que surgir de la otra, por eso es necesario conocer su historia y su contexto, y a su vez sus consecuencias y efectos. Especialmente en el caso de la pintura podríamos decir que es un dialogo entre los pintores de todos los tiempos. En este sentido las obras de arte son iguales a sí mismas, tienen la misma naturaleza y están vinculadas entre sí, su contrato con toda la historia del arte es inmanente, y esto representa a su vez un peligro latente por que pueden caer en una homeostasis; frenar su evolución creativa y renunciar a la libertad en favor de la estabilidad, con formulas y métodos establecidos, lo que equivale a una agonía lenta. Es por eso que el arte es causal a nivel histórico, deviene y está profundamente influenciado por todo el bagaje cultural del que procede pero también lo es a un nivel microhistórico, porque cada artista aprende de las consecuencias de cada una de las obras que conforman su trayectoria. La capacidad lógica de cada artista debe crecer a la par de su obra. El arte posee también un impulso antimimético a modo de un instinto de conservación. Este es el aspecto racional de las obras de arte que niega una obligación inmanente. La logicidad es la fuerza del arte que lo constituye de manera más enérgica como una segunda Naturaleza, mediante la consecuencia las obras de arte quedan determinadas objetivamente en sí mismas y en su propia historia, al 19 Adorno, Theodor, Teoría estética, Akal España1984 pag 185 53 53 margen de la recepción. La lógica en el arte al igual que otros fenómenos estéticos es una antinomia porque es a tiempo férrea y relajada. 20 2. CERTEZA Y VERDAD, CONVICCIÓN Y FE. El que tiene la verdad en el corazón no debe temer jamás que a su lengua le falte fuerza de persuasión. John Ruskin (1819-1900) Crítico y escritor británico. El arte nos hace más sensibles y más humanos, nos muestra a simple vista aquello que no se ve, y en este sentido siempre es un acto de fe, porque surge a partir de una impresión estética del mundo completamente subjetiva. El arte es una manera de testificar nuestra humanidad, la certeza de un sentimiento que motiva los diversos intentos del artista por plasmarlo en obra. La certeza es un estado de ánimo de naturaleza racional, preservado de cualquier interferencia que pueda resultar engañosa, y excluyendo de la mente cualquier reserva, duda, o inseguridad respecto a éste. Dicho saber es una actitud de completa certidumbre acerca de algo, y tal conciencia de la verdad permite reconocerla de inmediato. Como hemos establecido anteriormente, el arte sigue una lógica causal, la obra de un artista se
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