Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES ACATLÁN DIVISiÓN DE DISEÑO Y EDIFICACiÓN CARRERA: DISEÑO GRÁFICO DISEÑO DE IDENTIDAD INSTITUCIONAL PARA LA COMISiÓN DE FESTEJOS DEL PUEBLO DE LOS REYES (ASOCIACiÓN CIVIL), PERTENECIENTE A LA DELEGACiÓN COYOACÁN. TESIS PARA OBTENER EL TíTULO DE LICENCIADO EN DISEÑO GRÁFICO qUE PRESENTA: ARMANDO MARTíNEZ BELMONT ASESORA: MTRA. MARISELA MONTES DE OCA TLALPAN MÉXICO D.F. AGOSTO 2015 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES ACATLÁN DIVISIÓN DE DISEÑO Y EDIFICACIÓN CARRERA: DISEÑO GRÁFICO DISEÑO DE IDENTIDAD INSTITUCIONAL PARA LA COMISIÓN DE FESTEJOS DEL PUEBLO DE LOS REYES (ASOCIACIÓN CIVIL), PERTENECIENTE A LA DELEGACIÓN COYOACÁN. TESIS PARA OBTENER EL TÍTULO DE LICENCIADO EN DISEÑO GRÁFICO QUE PRESENTA : ARMANDO MARTÍNEZ BELMONT ASESORA: MTRA. MARISELA MONTES DE OCA TLALPAN MÉXICO D.F. AGOSTO 2015 Agradezco a todas las personas que contribuyeron en for- mación tanto profesional como personal, a todos los maestros de la Facultad de Estudios Profesionales Acatlán, aquellos que me enseñaron cosas útiles y a los que no porque me motivaron a in- vestigar y a superarme, a no quedarme con los brazos cruzados. A mis amigos y compañeros de carrera. Muy especialmente a mi asesora Marisela Montes de Oca Tlalpan, cuyos consejos y sobre todo paciencia, me permitieron terminar este trabajo. Al maestro Héctor Aguilar Álvarez quien me motivo a rea- lizar este proyecto de tesis y a mis amigas Lulú y Brenda quienes también me ayudaron e insistieron para que me titulara. A mi padre Víctor que me proporciono mucho del material documental de la historia del pueblo y de la Comisión de Festejos, a mi madre Teresa y mis hermanos David, Karina y Octavio que sin su apoyo, sus consejos y su cariño no hubiera podido llegar tan lejos. A mi cuñada Alma y a mi sobrinito Cesar que son un rayo de luz y motivación. A mis compañeros del servicio social que me ayudaron sin saberlo a ser mas sociable. A mi amiga y compañera de trabajo Laura Hidalgo Vivas que aunque a veces estricta, me enseñó a ser muy cuidadoso en mi actividad laboral y sentir gran aprecio por las mujeres, ya que siempre hizo más grato el ambiente laboral, pues a pesar de las presiones no dejo de obsequiarme una gran sonrisa y mostrarme su amistad. También a la amistad de la señora Laura que aunque no estuvimos mucho tiempo juntos fue grato estar con ellas. Y a los sinodales Claudia Mosqueda Gómez, Olimpia Gua- dalupe Bañales Muñoz, Guadalupe del Carmen Márquez Ceseña y Ricardo Alberto Salas Zamudio por hacerme ver los errores y también por su flexibilidad. Sin olvidar a la UNAM y a sus hermosos planteles que aun- que pública esta muy bien cuidada. Dedicatorias Nuestra ración de tiempo y paraíso, tocar nuestra raíz y recobrarnos, recobrar nuestra herencia arrebatada por los ladrones de vida hace mil siglos. Octavio Paz. 4 Introducción ......................................................................8 Primer Capítulo Los pueblos originarios de la Ciudad de México ........ 13 1.1 Los pueblos originarios de la Ciudad de México y su contexto. ...................................................................................................13 1.2 Razón por la cual se les denomina pueblos originarios de la Ciudad de México. ................................................................................. 23 Segundo Capítulo El Pueblo de Los Reyes Coyoacán. ............................... 31 2.1 Comunidad y Localización .........................................................31 2.2 Historia del Pueblo de Los Reyes Coyoacán ...................... 36 2.3 El barrio de Santiago Xochiac ................................................42 2.4 El barrio de Los Reyes Huitzilac .............................................43 2.5 El Señor de la Misericordia. ......................................................44 2.6 La comuna del Pedregal de Santo Domingo de Los Reyes Coyoacán. .................................................................................................51 Índice 5 2.7 El panteón de Los Reyes .......................................................... 57 2.8 Las fiestas tradicionales ..........................................................58 2.9 Las fiestas religiosas y su relación con las celebraciones prehispánicas. ....................................................................................... 65 Tercer Capítulo La Asociación Civil del Pueblo de Los Reyes ...............69 3.1 El sistema de cargos. .................................................................69 3.2 La Comisión de festejos del pueblo de Los Reyes Asocia- ción Civil ................................................................................................... 72 Cuarto Capítulo .............................................................. 80 Identidad gráfica corporativa. ..................................... 80 4.1 Identidad .......................................................................................80 4.2 El proceso de identificación. .................................................... 81 4.3 Identidad Corporativa. ..............................................................82 4.3.1 Elementos de la identidad corporativa .............................. 87 Nombre .............................................................................................. 87 Marca ...................................................................................................91 Logotipo ............................................................................................. 95 6 Imagotipo o símbolo gráfico .....................................................100 Color .................................................................................................. 102 Tipografía ........................................................................................ 106 Lema publicitario (Slogan) ......................................................... 109 La frase de campaña (Tagline) ....................................................111 4.4 La imagen .................................................................................... 113 4.4.1 La Imagen Corporativa .......................................................... 115 4.4.2 La imagen de “marca”. ...........................................................121 4.4.3 Imagen pública ........................................................................ 122 4.5 Rediseño de Identidad corporativa...................................... 126 4.6 Manual de identidad corporativa ......................................... 128 Quinto Capítulo. Manual de Identidad Institucional de la Comisión de Festejos del Pueblo de los Reyes. ...............................134 5.1 Presentación .............................................................................. 134 5.2 Referentes históricos. .............................................................. 134 5.3 Características de la escultura del Señor de la Miseri- cordia. ......................................................................................................137 7 5.4 Análisisdescriptivo de la escultura del Sr. De la Miseri- cordia ..................................................................................................... 138 5.5 Directrices de la Comisión de Festejos del Pueblo de Los Reyes Asociación Civil. ....................................................................... 139 5.6 Propuesta de diseño de logotipo. ......................................... 139 5.7 Elementos iconográficos que se consideraron: .................141 5.8 Uso y representación del logotipo. .......................................... 146 Conclusiones .................................................................169 Fuentes documentales ................................................. 172 Apéndices ...................................................................... 176 Pueblos Originarios del Distrito Federal de México ...................176 Pueblos y barrios de Coyoacán ........................................................181 IN TR OD UC CI ÓN 88 Título. La presente tesis lleva por título “Diseño de logotipo y pro- puesta de identidad institucional para la Comisión de Festejos del Pueblo de los Reyes (Asociación Civil), perteneciente a la Delega- ción Coyoacán”. Planteamiento del problema. La Comisión de Festejos del Pueblo de los Reyes de la De- legación Coyoacán se dedica, año con año, a la planeación de las festividades del citado pueblo. Eventos de tradición ancestral que han persistido los embates del tiempo porque se han trans- mitido de generación en generación, y subsiste hasta nuestros días; cuyo origen, de este pueblo, se remonta a los primeros pue- blos prehispánicos que se asentaron después de la explosión del Xitle, de raíz Tepaneca, que después pasó a ser tributaria de los aztecas, luego de españoles y del México independiente. Con el desarrollo histórico, la época precolombina, la con- quista española, la independencia de México, el desmesurado avance del siglo XX y la globalización, muchas de las tradiciones culturales se van perdiendo, y los pueblos indígenas originarios de la Ciudad de México han sido los más afectados a lo largo de los siglos, y son los que finalmente representan sectores vincula- dos con nuestras más profundas raíces. La Asociación Civil del Pueblo de los Reyes Coyoacán, ha hecho y hace enormes esfuerzos por preservar las tradiciones, mejor dicho su tradición, sus creencias y sus costumbres. En un principio esta asociación civil se crea con el objetivo de tener una figura de representación legal de la comunidad, que defendiera sus derechos ante los atropellos que la autoridad y diferentes ac- tores venían realizando. Dada la situación por la que atravesaba Introducción IN TRODUCCIÓN 99 y debido a esta premura su identidad visual careció de importan- cia, posteriormente para compensar este inconveniente se crea el logotipo, que en su momento sirvió como signo de identidad. Con el tiempo esa imagen que proyectaba fue desligándose de la imagen que la propia organización proyectaba en su actuar. Ya que desde el principio el signo de identidad no hacía referen- cia a la actividad de esta asociación y requería la ayuda obliga- toria del mensaje escrito para poder discernir su significado. La identidad que intentaba mostrar este logotipo era ya irrelevante, carente de contexto y de valores positivos. Al estar desligada del sujeto al que representa, muy pronto las connotaciones negativas comenzaron a aflorar en detrimento de la imagen propia de esta asociación, muestra ya una imagen anticuada, descontextualiza- da, descuidada e informal. Y la finalidad de esta asociación como figura de representación estaba coartada por la imagen que pro- yectaba el logotipo como su signo de identidad Justificación. La importancia la presente propuesta de tesis se basa por lo menos en tres justificaciones: La primera es que la Asociación Civil del Pueblo de los Re- yes Coyoacán, no cuenta con elementos de identidad, por lo que este trabajo de tesis podría contribuir a fortalecer su imagen me- diante la propuesta de un logotipo, el cual se refleje en medios como papelería externa e interna, y el diseño de la indumentaria para las festividades realizadas por el Pueblo de los Reyes Coyoa- cán, principalmente aquella dedicada al santo patrono del lugar, y con base en sus referencias simbólica-iconográfica. En segundo lugar, un trabajo dedicado al rescate de la ima- gen de tradición local, permitiría reforzar aspectos culturales del mismo pueblo y de una zona cultural de la Ciudad de México, tan importante como lo es Coyoacán. IN TR OD UC CI ÓN 1010 En tercer lugar, y la justificación de más peso que me ha lle- vado a realizar esta tesis es que yo pertenezco a esa zona, tengo raíces indígenas y mis ancestros se han desarrollado ahí. Pero también han padecido los efectos del desarrollo urbano, y ¿por qué no decirlo? Hasta en determinados momentos discrimina- ción. Creo que mi formación como diseñador podría ser útil para proponer elementos de identidad a la Asociación Civil del pueblo de Los Reyes Coyoacán, del cual me siento muy orgulloso y al que pertenezco. Objetivo general. Diseñar el logotipo de la Comisión de Festejos del Pueblo de Los Reyes Coyoacán, Asociación Civil, para ser utilizada como identidad institucional e implementarla en la papelería, folletería y vestimenta, de la citada Asociación. Objetivos Particulares. � Realizar una reseña histórica de la situación de los pueblos originarios de la Ciudad de la Ciudad de México. � Identificar y describir las características del Pueblo de Los Reyes Coyoacán. � Exponer las características iconográficas de las festividades del pueblo de Los Reyes Coyoacán. � Proponer el diseño de logotipo para la Asociación Civil del pueblo de Los Reyes Coyoacán. IN TRODUCCIÓN 1111 � Proponer el diseño de indumentaria para las festividades del Pueblo de Los Reyes Coyoacán. Metodología. El presente trabajo de tesis tomará como base de inves- tigación el método de análisis que propone Bernd Löbach, que consiste en descomponer el objeto de estudio en cada una de sus partes. Tomando en consideración conceptos, palabras clave y vi- sión de los autores de la fuentes consultadas. Para el desarrollo de los diseños, he considerado la meto- dología de Bernd Löbach, quien propone que los pasos del proce- so de diseño creativo para la solución de problemas debe cubrir las siguientes fases: � Problemática existente. � Reunión de información. � Valoración y relación creativa. � Desarrollo de soluciones para el problema. � Realización de la solución más adecuada. Marco Teórico. El marco teórico de la presenta tesis se sustenta en los análisis de Andrés Medina Hernández, respecto a los postulados expuestos en “La memoria negada de la Ciudad de México”, y en las propuestas de Ethelia Ruíz Medrano, referente al “Poder y Justicia: Los códigos jurídicos como un mecanismo de negación indígena”. IN TR OD UC CI ÓN 1212 Para la propuesta de diseño tomaré en consideración a Mark Rouden, en cuanto a las ideas expuestas en “El arte de la identidad: Creación y manejo de una identidad corporativa exito- sa”, y a Javier González Solas desarrolladas en “Identidad Visual Corporativa: La imagen de nuestro tiempo”. Desarrollo capitular La presente tesis ha sido realizada en cinco apartados capi- tulares que señalo a continuación: El primer capítulo tiene como objetivo destacar el contexto en el que se encuentran los pueblos originarios de la Ciudad de México, y exponer la problemática de segregación que han sufri- do los pueblos originarios de esa zona. El segundo capítulo lleva como objetivo exponer el contex- to histórico del desarrollo del Pueblo de los Reyes, así como su ubicación, origen, idiosincrasia y rituales realizados por esa co- munidad. El tercer capítulo, lo he destinado a explicar las determi- nantes del origen de la Asociación Civil del Pueblo de los Reyes, y los antecedentes de las mayordomías,así como la función que cumple dicha asociación. El cuarto capítulo, refiere las características de la identidad corporativa e institucional desde la perspectiva del diseño gráfi- co, y sus elementos compositivos. En el quinto capítulo expongo la propuesta de diseño de la identidad institucional de la Comisión de Festejos del Pueblo de los Reyes Coyoacán, Asociación Civil. . PRIM ER CAPÍTULO 1313 1.1 Los pueblos originarios de la Ciudad de México y su contex- to. La ciudad capital de México se le ha caracterizado por ser un mosaico lleno de diversos matices culturales, gracias a la cons- tante inmigración que ha sufrido a lo largo de su historia, pero muy poco se ha profundizado en la historia de su población ori- ginaria, que si bien sabemos de su origen prehispánico que ha perdurado a pesar de la conquista, la pregunta es ¿qué hay de ella y de sus pueblos originarios? No me refiero a los espacios y colonias populares ni a las poblaciones indígenas de los Estados que son más contemporá- neas y que han tenido su difusión, sino a los antiguos poblados prehispánicos que existían antes y después de la colonia. ¿Acaso desaparecieron o es que fueron devorados por la urbanización y ya no queda ninguno? La realidad es otra, ya que han subsistido a lo largo de la historia de México, no como protagonistas, sino entre las som- bras, con movimientos y luchas poco conocidas; que los gobier- nos pretenden ocultar. Además, mucha de su historia no está documentada, pues la mayor parte de ella ha sido rescatada de la historia oral de sus habitantes, esto ha dificultado a los histo- riadores el encontrar fuentes. En el proceso modernizador la Ciudad de México ha sufrido numerosos cambios a lo largo de su desarrollo: construcción y re- construcción de espacios públicos y privados; el aumento desme- surado de la población y mancha urbana han provocado transfor- maciones radicales durante el pasado siglo XX, específicamente entre los años 1940 a 1968 —periodo conocido como el “milagro mexicano”—, con la modernización, y durante los años 70 la inva- sión de tierras; cambios que hasta hoy seguimos sufriendo por sus efectos devastadores. Primer Capítulo Los pueblos originarios de la Ciudad de México PR IM ER C AP ÍT UL O 1414 El periodo de 1940 a 1968 fue un tiempo de gran prosperi- dad económica, crecimiento sostenido en los sectores industrial, comercial, financiero y de servicios, razón por la cual se le conoce como “Milagro mexicano”. Comprendía los periodos presidencia- les de Manuel Ávila Camacho (1940-1946), Miguel Alemán Valdez (1946-1952), Adolfo Ruiz Cortines (1952-1958), Adolfo López Ma- teos (1958-1964) y Gustavo Díaz Ordaz (1994-1970). Lo que ayudó a prosperar a este periodo fue la estabilidad política que se logró durante el periodo de los años 30s y 40s, ya que durante esta etapa se instaura la institucionalidad guberna- mental, y quedaron atrás las luchas armadas por el poder y co- menzó la hegemonía del partido único. Además, la expropiación petrolera permitió el aumento en la producción, y de esta forma cubrir la demanda de energéticos e insumos durante la Segunda Guerra Mundial. El objetivo principal de este periodo se centró en industria- lizar al país, favorecer la sustitución de importaciones e invaria- blemente apoyar el desarrollo del campo para que sus productos llegaran a la ciudad. Sin embargo, después 1955 se abandona la estrategia de inversión y protección al sector primario de cultivo y se abandona el campo. La industrialización tuvo múltiples efectos ya que favoreció y aceleró la urbanización del país, principalmente de la zona cen- tral. Los sectores más favorecidos tuvieron un aumento sustan- cial del poder de compra a raíz del aumento al salario. Este breve periodo de prosperidad permitió el nacimiento de nuevos patrones de consumo. Surgieron nuevas necesidades de servicios e infraestructura, así como nuevas formas de espar- cimiento. Drásticamente el paisaje de la Ciudad de México iba cam- biando de su imagen rural a cosmopolita y de modernización. Se mostraba entonces una ciudad en constante crecimiento, llena PRIM ER CAPÍTULO 1515 de oportunidades, por lo que hubo una mejora en la demanda la- boral que atrajo a mucha gente en búsqueda de una mejor forma de vida, lo cual agudizó a un más el abandono del campo. Personas provenientes de los diferentes Estados de la Re- pública se desplazaron a la ciudad. Diversas etnias y comunida- des también emigraron de sus lugares de origen para radicar en la Ciudad de México. Laura Elena Corona señala que: En la década de los años cuarenta, tal como ocurre hoy en día, mu- chos mexicanos pensaban que la industrialización y la urbanización sacarían a México del “subdesarrollo” quitándole lo “rural” para con- vertirlo en un “país cosmopolita”. El modelo a seguir entonces como hoy, eran los EU y su american way of life, esa forma de vida que han criticado, entre otros, el antropólogo Sydney Mintz (2003) y el perio- dista Eric Schlosser (2003), ambos norteamericanos. Este estilo de vida implica patrones de consumo y de producción particulares, que han provocado cambios drásticos en muchos ámbitos como son el natural, el social, el económico y el cultural.1 Durante ese tiempo surgieron las colonias populares, las ciudades perdidas, las vecindades y las unidades habitacionales. Para amortiguar el aumento poblacional se implementaron más y mejores servicios públicos que anteriormente no existían, y que no se requerían pues las poblaciones locales eran autosustenta- bles. Servicios e infraestructura como agua potable, electricidad, drenaje, escuelas, centros de salud, mercados, etc., que si bien es- taban condicionados pues servían como moneda de cambio para apoyos políticos. Todo lo anterior no podía ser posible de no ser por los prés- tamos solicitados al exterior, que trajo como consecuencia el en- deudamiento público y los periodos de crisis subsiguientes. 1 Corona de la Peña, Laura Elena, Las visitas del Señor de la Misericordía como es- presión de la construcción cultural y de la memoria histórica, 1940 – 2007, Escuela Nacional de Antropología e Historia: Posgrado en Historia y etnohistoria, México, 2008, p.78 PR IM ER C AP ÍT UL O 1616 Los recursos como el agua y los espacios destinados a la vivienda, les fueron despojados a las comunidades originarias. La inmigración comenzó a ser abrumadora y las medidas adoptadas fueron superadas, la infraestructura urbana muy pronto colapso, lo cual trajo consigo una gran diversidad de problemas sociales, de infraestructura, educativos, de sanidad, de seguridad, etc. Durante su crecimiento anárquico de la mancha urbana se dio el inevitable choque sociocultural con las poblaciones an- cestralmente asentadas. Los antiguos pueblos que habían so- brevivido por tanto tiempo, que se habían podido adaptar a las ocupaciones tanto de aztecas, españoles, a las guerras de Inde- pendencia, de Reforma, a las invasiones francesa y estadouni- dense, al Porfiriato, a la Revolución y demás batallas por el poder; nunca se sintieron más amenazados. Principalmente por la ocu- pación territorial, pues la implacable mancha urbana no respe- taba nada, cualquier espacio era codiciado y la gente que llegaba tenía poco respeto, ya que no tenían arraigo y habían perdido sus costumbres e identidad. Andrés Medina en su libro La Memoria Negada de la Ciudad de México: Sus Pueblos Originarios, escribe al respecto: Una mancha urbana gris que avanza inexorablemente sobre tierras de cultivo, bosques y jardines, ríos, manantiales y pantanos, destru- yendo el perfil distintivo de los antiguos asentamientos coloniales. Las tierras de cultivo se reducen y desaparecen, y con ello los límites visibles de los pueblos.2 La población inmigrante comenzó a invadir predios y arre- batar espacios, tanto paracaidistas como gente de gobierno que veían la forma de sacar provecho a la situación. La gente de los 2 Medina, Hernández, Andrés,La Memoria Negada de la Ciudad de México: Sus Pue- blos Originarios, UNAM: Instituto de Investigaciones Antropologicas, UACM., México, 2007, p. 35 PRIM ER CAPÍTULO 1717 pueblos originarios poco podía hacer ante tales atropellos, pues no tenía la suficiente fuerza ni representación legal, esto auna- do a la poca preparación académica para defenderse, además de que el gobierno se coludía con los invasores. La necesidad de infraestructura, de servicios y de vialidad; también hizo mella en sus espacios, grandes avenidas dividieron a los poblados, bombas de extracción secaron el sistema acuí- fero (ríos, ojos de agua, lagos, pozos) que alguna vez existieron, las amplias zonas de cultivo y pastoreo fueron expropiadas para construir escuelas, unidades habitacionales y espacios de gobier- no. Corona documenta los efectos que causo la especulación ha- bitacional en los pueblos: Por su parte Mora considera que “al elevarse el valor comercial de los predios por la construcción de CU, la Unidad Independencia y el Esta- dio Azteca, se promovió la invasión de terrenos por parte de quienes trabajaron en esas obras. La invasión significó una pérdida de tierras comunales para los pueblos de Los Reyes y de La Candelaria, lo cual se sumó al deterioro por la desecación de los mantos freáticos y con- tribuyó a que las personas de estos pueblos se integraran al mercado laboral en el sector de servicios.”3. Se construyeron otras vialidades que dividieron los pueblos y separaron predios y familias, como fue el caso de la lucha del pueblo de La Candelaria, a raíz del proyecto de construcción del Eje 10. Enríquez Ureña, que Corona documenta como ejemplo. Caso que fue registrado en distintos textos, tanto de las personas del pueblo, como de los investigadores del INAH que participaron en la propuesta de declaratoria patrimonial. (…) el 17 de enero de 1986 un grupo de vecinos del pueblo tomaría el nombre de “Grupo del Eje”, solicitaron apoyo al Comité Ejecutivo de la Delegación D-II-IA-1 de la sección 10 del SNTE que agrupa a los Profesores Investigadores Mora citado por Corona, op cit., p. 87. PR IM ER C AP ÍT UL O 1818 del INAH, para solicitar la promoción de una declaratoria de carácter constitucional, que garantizara la integridad del pueblo y así evitar que con dicha obra se afectara la traza original del pueblo y el con- texto del templo.4 Después de este proceso que tuvo varias etapas e involucró a distintos actores e instancias, se logró salvar la integridad terri- torial del pueblo de la Candelaria quien presentó dos alternativas de vialidad al proyecto del DDF, y el eje fue desviado. La capital se consolidó como la gran urbe cosmopolita con una ideología modernista y de progreso, influenciada por el capi- talismo norteamericano que llegaba del exterior, y fue olvidán- dose y viendo con desdén todo aquello que le recordara su raíz mesoamericana. El discurso gubernamental y los medios masivos segrega- ban y pretendían pormenorizar la existencia de los pueblos y ba- rrios, pues desdibujaba la imagen cosmopolita y de “primer mun- do” que los gobiernos en turno querían proyectar. Este no fue un acto al azar, pues correspondía a un ata- que sistemático a la diversidad cultural que comenzaba a llevar a cabo el naciente sistema globalizador. Los pueblos de raíz mesoamericana, asentados en el an- tiguo sistema lacustre de la cuenca de México, no estaban de acuerdo con estas medidas y reaccionaron de múltiples maneras a los cambios y a la expansión de la capital del país. Se adaptaron e implementaron estrategias para mantener su integridad social y cultural. Corona cita a un habitante de uno de estos pueblos: …la fuerte penetración ideológica que a través de los medios masivos de comunicación vienen haciendo las transnacionales, pretendiendo acabar con nuestras tradiciones, costumbres, formas de vida, nues- tro lenguaje, impidiendo e imponiendo formas de vestir y hábitos en 4 Corona, op cit, p. 88. PRIM ER CAPÍTULO 1919 la forma de comer –menospreciando lo nuestro…5 (…) Desgraciada- mente, en la actualidad se ha desatado la actividad inmobiliaria en nuestros pueblos […] Hoy en día la mayoría de los pueblos de Coyoa- cán sentimos gran respeto por nuestras tradiciones […] comparten los mismos problemas, muy poco comercio, irregularidad en la te- nencia de la tierra, mala calidad de la vivienda, carencia de infraes- tructura, etc.6 Los pueblos siguieron con sus tradiciones y fiestas cultura- les como muestras de resistencia pacíficas, que desdibujaban la imagen modernista de la ciudad que el gobierno pretendía mos- trar al mundo. Pues a pesar de del ruido, del tráfico, de las gran- des avenidas y de los edificios lujosos aún siguen las procesiones y peregrinaciones religiosas de los pueblos que invaden las calles, las avenidas de gran renombre con el estruendo de los cohetes, con música tradicional, con danzantes, con comparsas, con andas (carros alegóricos floridos) bloqueando las calles, que rompen con el letargo de la rutina citadina de esta ciudad cosmopolita, y que la gente mira con incredulidad y curiosidad. Estos pueblos dan muestra de su vitalidad y folklor; orga- nizan año con año sus eventos y se niegan a acatar las políticas del capitalismo global, y que al gobierno no le quedó de otra que reconocer su existencia, pero minimizo su repercusión negándo- les la difusión. Ante el asedio constante y a pesar de las muchas pérdidas de espacios los pueblos continuaron su resistencia, las nuevas ge- neraciones con mejor preparación, gracias a que abrieron espa- cios públicos educativos tal como la UNAM, UAM y el Politécnico les permitieron tener una preparación y una concepción mejor de la situación que les acaecía, se organizaron y conformaron aso- 5 Flores, citado por Corona de la Peña, op cit., p. 86 6 Ídem. Procesión del pueblo de Los Reyes al pueblo de Santa Ursula Coapa, por la avenida División del Norte esquina con calzada de Tlalpan, año 2013. PR IM ER C AP ÍT UL O 2020 ciaciones civiles, que les permitieron tener un ente legal con el cual ser escuchados y representados, y así fortalecer la defensa de sus comunidades. A pesar de múltiples luchas que durante años entablaron en resistencia, no fue sino hasta los años noventa cuando cobra mayor fuerza y organización, tal como lo describe Andrés Medina Hernández de la siguiente forma: Con el crecimiento de los movimientos internacionales por los dere- chos humanos, y más específicamente por los derechos de las mi- norías étnicas y nacionales (…) otro más es propiciado por el levan- tamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (…) pero sobre todo por las reivindicaciones contenidas en los Acuerdos de Paz firmados por el gobierno federal y los insurgentes zapatistas, mejor conocidos como los “Acuerdos de San Andrés”. (…) y la firma del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo por el gobierno mexicano, con lo que se compromete a reconocer los dere- chos políticos de los “pueblos originarios”; de carácter nacional serán la reforma de los Artículos 4 y 27 Constitucionales, en los que recono- ce la composición pluricultural de la nación mexicana.7 Es así como comenzaron las movilizaciones políticas y su postura contra los efectos de la urbanización desmedida. Los an- tiguos pueblos se organizan y comienzan a configurar su identi- dad política, exigiendo el reconocimiento de sus derechos ante las autoridades y adoptan el término de “Pueblos Originarios”, tal como lo documenta Medina: En este contexto político los antiguos pueblos indios cercados por el crecimiento de la ciudad de México comienzan a configurar su identidad política y a definir sus reivindicaciones en tanto parte de la misma identidad; en este proceso adoptan el término “originario” plasmado en el Convenio 169 de la OIT.8 7 Medina, op cit., p. 17 8 Ibid., p. 18 El 1 de enero de 1994, indígenas de Chiapas iniciaron un levantamiento armado contrael gobierno mexicano en demanda de autonomía (Cuartos- curo/Archivo). PRIM ER CAPÍTULO 2121 Los pueblos reclaman un reconocimiento de sus derechos políticos, y a sus especificidades culturales como “Pueblos Origi- narios”. Hacen saber que tienen características sociales y cultura- les que dejan ver la antigua raíz mesoamericana, especialmente en el aspecto político y religioso en el que se puede reconocer la mezcla de la influencia colonial y las raíces mesoamericanas. Me- dina también destaca: La emergencia de los pueblos originarios de la ciudad de México ha tomado por sorpresa a los estudiosos de la diversidad cultural, inclu- so a las propias autoridades, como se reconoce por su ausencia en las propias categorías administrativas (…) Para la etnografía misma los estudios sobre tales pueblos han sido escasos, y en ello han te- nido que ver dos concepciones hegemónicas: por una parte el aura cosmopolita que se ha cultivado para la ciudad de México (…) y por la otra es la que asume que los pueblos indios están en proceso de desaparición, y lo que encontramos son solamente supervivencias, “ruinas étnicas” 9 Los estudios etnográficos sobre estos pueblos han sido es- casos y muy poco difundidos, ya que va en contra de las políticas internacionales del neoliberalismo global que aboga por la cul- tura occidental y “de primer mundo”, y que minimiza la cultura de raíz mesoamericana, la cual considera “arcaica, retrograda y tercermundista”, cuya presencia hay que borrar pues es conside- rada como un lastre que impide alcanzar los objetivos políticos, económicos y culturales de la globalización. Cada vez hay una mayor presencia de los pueblos en los di- ferentes espacios políticos y jurídicos de la ciudad de México, que entre muchas cosas han logrado echar abajo muchas iniciativas cuyo objetivo era realizar proyectos inmobiliarios dentro de sus comunidades. También cada vez más gente ajena a estos pueblos participa y se integra a sus festividades, pese a la poca difusión y 9 idem. PR IM ER C AP ÍT UL O 2222 en contra de lo que se pudiera esperar, haciéndose más grande e imposible de ignorar. Sumado a esto, gracias a los cambios tec- nológicos se van encontrando nuevos canales de difusión y más simpatizantes en todo el mundo. Las características particulares de estos pueblos origina- rios lo hacen un caso aparte cuando se trata de promulgar inicia- tivas que legislen a estas comunidades, sus aspectos fundamen- tales, en términos sociales, económicos, religiosos y culturales son diferentes a las de otras comunidades étnicas que radican en la ciudad. El primer aspecto diferenciador está en el nombre de su co- munidad, en el que los pueblos aparecen con el nombre del santo patrono y un topónimo en Náhuatl. (…) los topónimos o nombres de los lugares se registraron glíficamen- te en la piedra, la pintura mural, la cerámica, el papel amate, y fueron retomados por distintas culturas. En monte Albán, Oaxaca, donde se conservan los más antiguos registros glíficos de topónimos (2500 años aproximadamente), encontramos el glifo “cerro” que denotó la idea de “pueblo” hasta el Postclásico (900 – 1521 d.C.). (…) buena cantidad de sitios de nuestra ciudad, como en todo México, están representados en náhuatl. Ciudades, pueblos, calles, ríos, lagos y montañas, nombres que existen desde hace cientos de años; algunos de ellos tienen cerca de mil años. Son los topónimos autóctonos de México. (…) hay también, nombres de lugares en otros idiomas como el otomí, el maya, en mixteco, en zapoteco, el purepecha. Pero dado que la Cuenca de México predominó la lengua náhuatl, la mayoría de los nombres indígenas se expresan en ésta.10 10 Moctezuma Barragán, Pablo, Glifos de la ciudad de México, Ciudad de México: Gobierno del Distrito Federal, México, 2006, p. 12 PRIM ER CAPÍTULO 2323 1.2 Razón por la cual se les denomina pueblos originarios de la Ciudad de México. Los pueblos originarios son aquellas comunidades que his- tóricamente se desarrollaron en el Valle de México y tienen un origen prehispánico, pero han sido absorbidos por la gran me- trópoli de la Ciudad de México como consecuencia de su creci- miento desmesurado. Estos pueblos originarios poseen además del nombre de un santo (asignado por los españoles, conforme a la religión de los conquistadores), un topónimo de origen náhuatl, que es en realidad el nombre original de estos pueblos. Las carac- terísticas geográficas de los pueblos la describe Medina: La exploración del lugar mismo del asentamiento nos permitió re- conocer otros rasgos, como su carácter colonial, en el que destaca un centro marcado por una plaza a la que rodean la iglesia, algunos edificios de carácter administrativo, una escuela, el mercado, con una traza de calles estrechas, retorcidas algunas, callejones y casas situadas en grandes solares bardeados; al núcleo central le rodean las viviendas de las familias antiguas y luego construcciones más re- cientes que se diluyen en el conjunto de la mancha urbana, sin que sea fácil un reconocimiento de los linderos del pueblo, los que pronto descubriríamos, son más bien de carácter simbólico y se arcan como parte de un paisaje sagrado en las procesiones y los ceremoniales comunitarios.11 Un dato que me parece preciso agregar, además de las ca- racterísticas geográficas, que describe Medina, es que los pue- blos tenían un área comunal y un ejido, que les permitía sufragar las festividades. En cuanto a la cosmovisión de los pueblos, Medina deja ver otro rasgo diferenciador: 11 Medina, op cit, p. 18 PR IM ER C AP ÍT UL O 2424 El de la presencia de una cosmovisión mesoamericana, una concep- ción del mundo que sintetiza las diversas tradiciones civilizatorias de los antiguos pueblos americanos, pero particularmente aquellos que alcanzan un elevado desarrollo intelectual y cultural, y el de la organización social, que genera y reproduce esta antigua tradición de pensamiento y se nos presenta ahora como un complejo de or- ganizaciones comunitarias comprometidas en la realización de gran- des ceremoniales que establecen los ámbitos simbólicos donde se mantienen y reproducen las identidades comunitarias, la memoria histórica misma, los mitos y tradiciones.12 Esto permite ver que la cosmovisión mexica del universo permitía al habitante de la Cuenca entender la geografía como un mundo totalmente mítico, vinculado con su entorno, dotando de sentido y concepción a todos los pueblos mesoamericanos, de ahí que las comunidades tuvieran un nombre náhuatl que hacía referencia a las características geográficas de su entorno. Muchas han sido las situaciones a lo largo de la historia don- de se han visto amenazadas las tierras comunales, por ejemplo: En el siglo XIX, el carácter corporativo de la comunidad indígena resistió, con muy diversos resultados, los embates destructivos tanto de liberales como de conservadores. Sin embargo, nume- rosas comunidades fueron devastadas con las leyes de Reforma, que desconocieron las autoridades y propiedad comunales. Inclu- so se llegó al extremo del casi exterminio del pueblo Yaqui en la dictadura porfirista, y al despojo de las tierras, propiciando for- mas de trabajo servil prácticamente etnocidas. Fue hasta la Reforma Agraria un logro de la Revolución Mexicana, que los gobiernos crearon las condiciones para la re- construcción de las comunidades agrícolas, y con ellas las de los pueblos indios. Sin embargo, la reforma constitucional de 1928, impuso un régimen de gobierno autoritario y vertical, dejando desamparadas a las comunidades agrarias frente al despojo 12 Medina, op cit, p. 20 PRIM ER CAPÍTULO 2525 sistemático que le somete la especulación inmobiliaria, particu- larmente la desarrollada por las propias instituciones guberna- mentales en el nombre de un interés social; carentes de represen- tación política, se articula el clientelismo y los acuerdos privados. La defensa del territorio, tradiciones, usos ycostumbres que se han conservado desde tiempos ancestrales, y que en va- rias ocasiones han sido defendidos por medio de documentos de origen colonial, tal como ocurrió en Cuajimalpa con el Códice Te- chialoyan de Cuajimalpa, también hubo casos del uso de la Real cédula13. Tanto es así la defensa de sus tradiciones, que hasta ahora mantienen internamente un sistema de gobierno propio, elegido por las comunidades, con base en sus tradiciones y costumbres, sistema que proviene de la época prehispánica, en la cual se de- nominaban Calpullis a estos representantes y que posteriormen- te, con la influencia española, pasaron a llamarse Mayordomías y Comisiones. Son rasgos de la influencia de la Iglesia Católica Apostólica Romana, que utilizó como estrategia para lograr una conversión pacífica adoptando muchas de las tradiciones, costumbres y fies- tas religiosas indígenas, adaptándolas con las propias, como la fiesta de Día de Muertos que se sincretizó con la de Día de Todos Los Santos y la Conmemoración de los Fieles Difuntos propias de Europa. 13 Una Real cédula era una orden expedida por el rey de España entre los siglos XV y XIX. Su contenido resolvía algún conflicto de relevancia jurídica, establecía alguna pauta de con- ducta legal, creaba alguna institución, nombraba algún cargo real, otorgaba un derecho personal o colectivo u ordenaba alguna acción concreta. Usada principalmente en los dominios españoles de ultramar (América y Filipinas), con asesoramiento en la mayoría de los casos del Consejo de Indias. Vease estudios de Ethelia Ruiz Medrano, Poder y justicia: los códices jurídicos como un mecanismo de negociación indígena, 1550-1600, Ed. SEP/CONACYT, 2001. PR IM ER C AP ÍT UL O 2626 Esto ha propiciado una situación en la que las comunidades se articulan a las estructuras de gobierno de la ciudad de una manera informal, pero por otro lado construyen sus propios sis- temas políticos, con base en la estructura institucional cívico-re- ligiosa de raíz colonial. El sistema de gobierno de los pueblos fue adoptado duran- te la colonia, tal como lo plantea Medina: La institución que constituía el puente entre el posclásico de la his- toria mesoamericana y la configuración de la Nueva España era el municipio castellano, impuesto a las sociedades indias que sobrevi- vían a la confrontación militar, las cuales tenían como unidad políti- ca fundamental al tlatocayotl, encabezada por un linaje noble cuyo dirigente, era un tlatoani. La articulación entre el cabildo español y el tlatocayotl, lo que en la terminología de la sociedad colonial sería la República de Indios, daría origen a un sistema político-religioso en el que bajo la terminología castellana se cobijarían procesos políti- cos y concepciones del poder profundamente arraigadas en la tradi- ción mesoamericana. Una de las razones para la continuidad fue el mantenimiento de la base agrícola, centrada en el cultivo de la mil- pa, y de las relaciones sociales establecidas, de trabajo y familiares, correspondientes; y otra más fue el interés de los colonizadores en mantener organizada y controlada la fuerza de trabajo sobre la que construía la sociedad novohispana.14 Los pueblos originarios han organizado diversos congresos, tal como refiere Medina y pone como ejemplo el Primer Congreso de Pueblos Originarios del Anáhuac: En la comunidad de San Mateo Tlaltenango, de la delegación de Cua- jimalpa, Distrito Federal, se reunieron 378 delegados para realizar el Primer Congreso de Pueblos Originarios del Anáhuac el 25 de no- viembre del 2000; estaban representadas comunidades de los esta- dos de México y Morelos; así como del Distrito Federal: Milpa Alta, Xochimilco, Tlalpan, Magdalena Contreras, Cuajimalpa e Iztapalapa. 14 Medina, op cit, p. 30 PRIM ER CAPÍTULO 2727 En los resolutivos aprobados se refieren, entre otras cuestiones de importancia, a la “construcción de la autonomía en los pueblos in- dígenas del Anáhuac y a los Acuerdos de San Andrés” y al reconoci- miento, por parte de las legislaturas estatal y federal, del “derecho consuetudinario de usos y costumbres que rige diversos aspectos de la organización social, política y agraria de los pueblos originarios del Anáhuac”. Asimismo, como la expresión de las presiones del des- bocado crecimiento urbano, las comunidades apuntan a situaciones específicas en las que son afectadas y reclaman soluciones que sal- vaguarden sus derechos, como se apunta en su “rechazo total a las expropiaciones de tierras que en 1983, 1990 y 1998 sufrieron los po- blados de San Mateo Tlaltenango sobre el Parque Nacional Desierto de los Leones, San Gregorio Atlapulco sobre sus principales tierras de Chinampa, y San Miguel y Santo Tomás Ajusco sobre su casco ur- bano”. El rechazo se extiende también a los “megaproyectos viales, residenciales, turísticos y comerciales que pretenden privatizar las tierras” de los pueblos originarios.15 De estas acciones deriva el uso de la palabra “chilango” por parte de los pueblos originarios del Distrito Federal, para referir- se a los inmigrantes molestos que tratan de destruir o aprove- charse de las tradiciones y prácticas de los pueblos originarios, como fue el caso de la expropiación de terrenos al pueblo de San Mateo Tlaltenango en Cuajimalpa, para infraestructura urbana, los cuales luego fueron dados como pago por la construcción del Puente de los Poetas a la constructora que durante varios años los había querido adquirir directamente del ejido. Si bien, existen pueblos que han sobrevivido, también hubo poblaciones que sucumbieron, debido a la alta inmigración que destruyó sus formas de organización e identidad tradicional. Pues los inmigrantes, en muchos casos se hicieron de sus propiedades por medio de la invasión violenta, como ocurrió en el Pedregal de Santo Domingo (antaño propiedad comunal de los pueblos de Los Reyes, La Candelaria y Copilco) y pocas veces pacífica, una prácti- ca aún usada por grupos políticos. 15 Ibid p 35 PR IM ER C AP ÍT UL O 2828 Algunos de las antiguas comunidades que ya no se conside- ran pueblos originarios, pues ya no existe una población autócto- na, pero que aún conservan el nombre originario son: � La Villa de Guadalupe, esta localidad tuvo categoría de villa la cual no fue considerada por la gran segmentación que ha sufrido, así como la desaparición de sus barrios por urbani- zaciones modernas, lo que en su mayoría ha cambiado su título de barrio a colonia, por ejemplo Barrio Centro por Co- lonia Gustavo A. Madero, además de ser confundida sobre todo por los inmigrantes recientes con la Basílica de Guada- lupe, e incluso con la delegación o municipio de Gustavo A. Madero de la cual fue cabecera. � Santiago Tlatelolco adquirió la categoría de ciudad en la épo- ca colonial, fue absorbida por el Conjunto Urbano Nonoalco Tlatelolco, con la cual es confundida habitualmente, sobre todo por los migrantes recientes. � Tepito, por ser un barrio de la antigua ciudad de México-Tla- telolco no se le consideró como pueblo originario. � San Juan Tenochtitlan, población con calidad de ciudad que fue rápidamente absorbida por la Ciudad de México, aunque se mantuvo bastante independiente hasta le desaparición de su ayuntamiento en 1812, todavía mantiene tradiciones comunitarias sobre todo religiosas, alrededor de la parro- quia de San Juan. � La Piedad, población con calidad de Villa la cual fue descar- tada al considerársele como parte de la ciudad de México, a pesar de que su fundación es anterior a la de la ciudad de México, su época de auge fue durante la Colonia cuando alrededor de la iglesia y convento de La Piedad se creó un mercado de artículos diversos para los peregrinos, hacién- dolo muy similar al registrado en la Villa de Guadalupe o Los Remedios. PRIM ER CAPÍTULO 2929 � San Lorenzo Tlacoquemécatl, localidad con calidad de pue- blo el cual fue fraccionado en los años 50 del siglo XX por co- lonizadores, los cuales usaron lapresión política para logar desaparecer el ejido y dispersar a sus habitantes, e incluso hoy en día el atrio y plaza central del pueblo es considerada solo un parque de la ciudad incluso para las autoridades de la Delegación; algunos de los antiguos habitantes aún man- tienen la tradición de la fiesta patronal, este pueblo fue fun- dado antes que la ciudad de México. � Villa de Azcapotzalco, esta villa no fue totalmente ignorada, cuatro de sus barrios, Santo Tomás, San Sebastián, San Si- món y San Andrés Tetlalman, fueron ingresados como pue- blos separados. � Pueblo de Chapultepec, desaparecido a finales del siglo XIX cuando se realizaron obras de embellecimiento en el Bosque de Chapultepec, fundado por los mexicas en el siglo XV, es usualmente confundido con San Miguel Chapultepec que es un barrio del Tacubaya. � San Salvador Xochimanca, pueblo de la delegación Azcapot- zalco, el cual se considera desaparecido ya que sus terrenos se expropiaron para fraccionarse en terrenos industriales, los cuales actualmente están siendo usados para crear edifi- cios habitacionales. Es común en el Distrito Federal, escuchar cómo se nom- bra indiscriminadamente Colonia a una población sin importar que ésta sea un pueblo, barrio, villa e incluso una ciudad, pues es más numerosa la población inmigrante que ignora que exis- tan esos términos. Ya que normalmente la población inmigrante más contemporánea se asentó en desarrollos y fraccionamien- tos regulares e irregulares –irregulares en su gran mayoría- los cuales se llamaron genéricamente Colonias, ya que normalmente sus habitantes hacían vida de colonos, pues se debían organizar en grupos políticos llamados Consejos de Colonos, con el fin de PR IM ER C AP ÍT UL O 3030 conseguir que las autoridades delegacionales les dotaran de los servicios básicos, como regularización de terrenos, calles, agua potable, drenaje, energía eléctrica o transporte público, esto a cambio de su apoyo en cuestiones políticas. Como se ha mencionado, la denominación de pueblo hoy día tiene una connotación de mayor prestigio y peso político, pues el reconocimiento como pueblo le da un sentido de unidad corporativa, con derechos y delimitaciones políticas particulares. SEGUN DO CAPÍTULO 3131 Mapa de la división política de la delegación Coyoacán 2.1 Comunidad y Localización La comunidad del el Pueblo de Los Reyes es uno de los siete pueblos que aún se encuentran dentro de la demarcación Política de Coyoacán, muy cercana a la Villa de Coyoacán. Además de ser una de las 145 poblaciones capitalinas reconocidas como pueblos originarios en el Distrito Federal, por parte de la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades del Gobierno del Distrito Federal. Muy poco se ha documentado acerca de la historia del pue- blo de Los Reyes, así como la de muchos de los antiguos pueblos y barrios de raíz mesoamericana, donde se asentó la ciudad de México, pues hasta hace poco no se tenían registros escritos de su historia, y la mayor información es por la convicción de algu- nos de sus pobladores, quienes la rescataron de la historia oral de El Pueblo de Los Reyes Coyoacán. Segundo Capítulo Coyoacán _. • _. -- ---. = -- = - ,~._- - ---- - --- --- = -- --_.- -+ SE GU N DO C AP ÍT UL O 3232 sus habitantes y de los pocos registros referentes a ellos. Ya que como mencioné, muchos de ellos tienen un origen prehispánico anterior incluso a los aztecas. Geográficamente, el Pueblo de Los Reyes está delimitado por calles y avenidas: al norte está la avenida Miguel Ángel de Quevedo, al noroeste la avenida Pacífico y hacia el oeste con la calle Europa. Al suroeste el eje vial Aztecas, el cual lo separa del pueblo vecino la Candelaria16, la avenida Rey Moctezuma lo deli- mita hacia el suroeste hasta topar con la calle Mixquic, que en di- rección norte se prolonga con la calle Santa Tecla y la avenida Eje 10 Sur, marcan los límites hacia el suroeste con la colonia Santo Domingo, antaño propiedad comunal de Los Reyes. Por último, hacia el oeste, la unidad habitacional Privanza y la calle Cruz Ver- de, lo separa del barrio del Niño Jesús17. Esta división geográfica (impuesta por las autoridades, que sin más aplicaron por cuestiones administrativas y burocráticas) no respetó la delimitación original que tenían los pueblos y una parte de estos se encuentran fuera de sus límites; hoy pertene- cen a los pueblos o colonias colindantes. Sin embargo, los habi- tantes que viven en esas comunidades siguen manifestando ser parte del Pueblo de los Reyes y no de la comunidad en la que se les asocia. Participan en las festividades y demás actividades cul- turales que se realizan en el pueblo de Los Reyes. 16 La Candelaria “Chinampan”, terminó náhuatl cuyo significado es “sobre las chi- nampas”. El pueblo de La Candelaria se conformó como resultado de la unión de tres tlaxilacalli (barrios): La Candelaria, San Lorenzo Chinampan (tenía una ermita) y Santa Cruz. La Candelaria es- taba en los márgenes del lago de Xochimilco, una zona chinampera, de ahí su topónimo. Recetario: por los olores y sabores de la cocina coyoacanense, Gobierno del Distrito Federal en Coyoacán: Dirección General de Cultura, México, 2012. p. 62 17 El Niño Jesús Tehuitzo. Esta última voz proviene del náhuatl: telt, pedregal; uitzo- mitl, aguja y co, en (locativo), que no está en topónimo que significa “en el pedregal de piedras agudas” o “en el acantilado”, cuyo origen, quizá, éste en el banco de piedra que se ubica en la parte lateral de la antigua ermita. Sus antecedentes históricos se remontan tiempos prehispánicos. Ibid., p.7 SEGUN DO CAPÍTULO 3333 Mapa del pueblo de Los Reyes, cortesía de google maps. Muchos relatos coinciden acerca de la belleza que tenía este pueblo: “un hermoso pueblito situado a orillas del pedregal, don- de abundaban flores, por la calle de Pacífico, que era un inmenso prado de verde césped, tranquilamente pastaban vacas y borre- gos. El ojo de agua estaba rodeado de un pretil circular de piedra como de doce metros de diámetro, dentro del cual brotaba agua limpia y fresca, que permitía ver el fondo adornado por plantas acuáticas y como había flores y como había agua”.18 Otro relato 18 Aguilar, citado por Corona de la Peña , op cit., p. p. 80, 81 El pueblo de Los Reyes, sus caracte- risticas calles sinuosas. hacia 1930. •• __ o --~~ ¡ I - ~ , 1- 0/ rl • _. • _. -_ . .... -...... - \ 1 -_.-. .,..r;\, '.- \ •• \ í SE GU N DO C AP ÍT UL O 3434 que concuerda con la descripción es del etnohistoriador Enrique Llanos nativo de los Reyes, quien destaca el oficio ancestral de este pueblo, el de la floricultura. …me contaba mi papá que él, desde niño, ayudaba a sus abuelitos y a sus papas, lo levantaban a las tres de la mañana para ir a regar las plantas con una regadera bien pesada […] mi papá se iba con mi abuelita a vender flores a la Merced y a otros mercados, también a particulares, salía descalzo como a las cuatro o cinco de la mañana para tomar el primer tren que pasaba en San Pablo, a veces se iban a San Pablo en camión, otras veces caminando, a esas horas hacía mu- cho frío. Con lo que vendían compraban el mandado y ya venían de regreso […] Los Reyes era un pueblo de floricultores, se especializa- ban en hacer todo tipo de injertos e incluso existe una rosa originaria de Los Reyes, es una flor pequeñita que huele muy bonito, también había muchos árboles frutales, chabacano, pera […] el ganado se lle- vaba al pedregal y eran sobre todo cabras y chivas…19 Una descripción similar hace un habitante del pueblo de la Candelaria, pueblo colindante con el de Los Reyes: “En la Cande- laria se cultivaban una gran variedad de flores como nubes, ale- líes, amapolas, perritos, mercadelas, margaritas, pensamientos, cartulinas, chícharos, espuelas, carmelitas, mosquetas; así como hortalizas: lechugas, rabanitos, espinacas, entre otras. También tenían frutales:membrillos, tejocotes, limones reales, diferentes variedades de peras, moras, nopales, naranjos, zapote blanco, aguacate, chirimoya, granada roja, manzana. Los linderos de los terrenos estaban limitados por pequeños canales por los que corría agua durante todo el año. Contrastaban los predios de pedregal, en los que había nopaleras y grandes hileras de ór- ganos que servían de límite entre los terrenos. Los árboles más comunes eran: pirul, fresno, álamo, huejotes y el sauce llorón. En 19 Llanos Rivas, Enrique citado por Corona de la Peña, op cit., p. 82 Foto antigua que illustra la mayoria de los terrenos, donde se muestran muchas zonas acuiferas región. Hacia 1940 La Cantera en tiempo de lluvias, 1955 Trabajadores nativos de Los Reyes en faena dominical extrayendo piedras en el cerro del Diablo en la Cantera de los Reyes. SEGUN DO CAPÍTULO 3535 algunas partes de los terrenos tenían plantas medicinales como micle, ruda, manzanilla, hierbabuena, cedrón, entre las más co- munes”.20 Los dos pueblos compartían una geografía similar, por las calles y terrenos había zanjas donde pasaban riachuelos. A ello se debe la traza irregular de las calles de Los Reyes, a causa de los numerosos cursos de agua que recorrían su superficie, algunas de las calles aún conservan los nombres en náhuatl. Sus habitantes se dedicaban a la alfarería, pero adquirieron fama como tejedores de flores, arte que aún se conserva, con la que elaboraban los arcos de madera forrados de flores que se levantaban a la entrada del pueblo en las fiestas patronales. El pueblo de Los Reyes ha sufrido múltiples transgresiones, principalmente en cuanto al agua, elemento fundamental en su desarrollo y prosperidad que gozó durante milenios. La mayoría de los manantiales están desapareciendo con la instalación de las bombas de extracción de Xotepingo, utilizadas para proveer a las nuevas colonias, tal como lo documenta Corona: Varios autores (Aceves, Mora y Quintal; Rivas, Peralta y otros), relatan la perforación de los pozos en la antigua hacienda de Xotepingo y la instalación de bombas para transportar agua a la creciente metrópo- li, como la causa de la desecación de los manantiales de la zona y los consecuentes cambios en el paisaje y en la forma de sustento de las personas. Otra consecuencia del proceso de desecación fue que los antiguos cursos de agua se convirtieron en calles y callejones21 Otra de las transgresiones fue el despojo de sus tierras co- munales, invadidas por medio de la violencia por parte de líderes corruptos, en complicidad de autoridades. “Sumado a estos están las constantes agresiones de inmobiliarias e industrias que de 20 Ibid., p. 82 21 Ibid, p.86 Bombas de Xotepingo en la av. Divi- sión del Norte hacia 1950 Portada estructura de madera y za- cate en donde se teje la flor . Plazuela de los Reyes esquina con Real de Los Reyes 1940 Portada hacia 1as hacia 1930 SE GU N DO C AP ÍT UL O 3636 manera fraudulenta logran los permisos de uso de suelo, vio- lando los acuerdos y los decretos federales, donde se declara a esta zona como Típica y Patrimonial con uso de suelo unifamiliar. Y que como consecuencia este pueblo carece de áreas verdes y deportivas”.22 La construcción de vialidades también trajo como conse- cuencias más cambios en el paisaje, expropiaciones y destruc- ción del patrimonio. Por ejemplo, la Av. Miguel Ángel de Quevedo que “fue la causa de que el tradicional Barrio de San Francisco fuera seccionado en dos partes”, además de que varios caminos comunales ubicados entre huertos y humildes casas perdieron continuidad. A pesar de las múltiples dificultades que se le han ido plan- teando al Pueblo de Los Reyes, no han frenado sus múltiples fes- tividades que año con año se llevan a cabo, esto gracias al com- promiso y a la devoción de sus habitantes, y a las gestiones que llevan a cabo los mayordomos hoy constituidos en organizacio- nes civiles, como es el caso de la Comisión de Festejo del Pueblo de Los Reyes Asociación Civil, encargadas de mantener y preser- var estas tradiciones. 2.2 Historia del Pueblo de Los Reyes Coyoacán En la región Suroeste de la cuenca de México, los primeros pobladores que se asentaron en esta zona, erigieron Cuicuilco, el gran centro urbano cívico-ceremonial, hacia fines de la época preclásica (100 d. C.). Cuicuilco fue uno de los primeros y más importantes cen- tros ceremoniales en el Valle de México, junto con Copilco y Teo- tihuacán (del náhuatl: Teōtihuácān, “Lugar donde fueron hechos los dioses” o “ciudad de los dioses”. Sin embargo, el desarrollo 22 Rivas Hernández, Breve Historia del Pueblo de Los Reyes Coyoacán, 1993, p. 84 La pirámide de Cuicuilco en el Pedre- gal, importante vestigio de la antigua ciudad sepultada por toneladas de ceniza y lava de la erupción del volcán Xitle. Foto Chavelzon, 1983, INAH. Andas (estructuras de madera y zacate, a manera de altares moviles) de flor tejida. Fiesta delRecibimiento 1940. SEGUN DO CAPÍTULO 3737 Pintura (óleo-cera) de Jorge González Camarena. Representación de la erupción del volcán Xitle, que dio lugar al pedregal que rodea y cubre en gran parte de la zona arqueológica de Cuicuilco. de Cuicuilco y de Copilco terminó a raíz de la erupción del volcán Xitle, aproximadamente hace 2000 años, el cual puso fin a este asentamiento humano al quedar cubiertos por la lava. A raíz de este hecho Teotihuacán se convirtió en el centro urbano más im- portante de ese periodo. Moctezuma Barragán habla de la prime- ra construcción en Cuicuilco: La primera construcción pública de proporciones monumentales de la región se levantó al sur, en Cuicuilco durante el preclásico tardío (400 a.C.-200 d.C.). Al noreste se han encontrado vestigios arqueo- lógicos en Zacatenco, El Arbolillo y Ticomán donde se ubican centros ceremoniales. En el periodo clásico (del año 200 al 900 d.C.) Se con- solidaron decenas de poblados. Los primeros pobladores fueron los otomíes, mazahuas y matlazincas, posteriormente los tepanecas.23 No obstante, la región Cuicuilco y Copilco vuelve a resurgir en el siglo VI d.c., gracias a que se establece en la zona una tri- bu Nahuatl Tepaneca “los que se encuentran sobre la piedra”, la cual nombra al lugar Coyohuacán nombre Náhuatl que significa “lugar de los que poseen coyotes”. Con el tiempo llegó a tener el 23 Moctezuma Barragán, op cit, p.15 SE GU N DO C AP ÍT UL O 3838 rango de Altepetl24, una especie de Estado-ciudad indígena que tenía bajo su administración alrededor de 31 calpullis. Esta ex- tensa zona es conocida como El Pedregal ya que se asentó en los linderos que dejó la lava. Posteriormente, en el clásico tardío (600-900 d.C.), des- pués del declive de Teotihuacán, en la cuenca prosperaron los pueblos de Azcapotzalco, Coyoacán y Culhuacán, producto de la interacción de los pueblos originarios con los pueblos olmecas. Los pueblos originarios de esta Cuenca hablaban náhuatl y nombra- ban los ríos, montañas y poblados, según sus características geográ- ficas o las actividades de sus habitantes que se agrupaban en Calpu- llis. Cada lugar fue adquiriendo su propio rostro y tenía su glifo, que lo representa. Cada sitio tiene una identidad particular, tan arraigada que muchos de ellos subsisten.25 La definición de Calpullis la presenta Moctezuma Barragán de la siguiente forma: Los habitantes originarios de la Cuenca de México, tuvieron un orga- nización comunitaria basada en los Calpullis, que eran organizaciones de familias que vivían en común y se especializaban en determinado trabajo, la obsidiana, orfebrería, platería, cerámica, producción de flores, frutos, comercio, transporte. Las familias nucleares se agru- paban en ithuallis –especie de vecindades- y el conjunto de ithuallis formaba el Calpulli. (…) existían Calpullis urbanos y rurales; el conjun- 24 El Altepetl es el nombre usado en la antigüedad prehispánica del Altiplano –pe- riodo Posclásico- para denominar a las ciudadeso asentamientos, pero también se refería a su realidad política, a su constitución como sociedad. El Altepetl era la forma de conceptualizar a la sociedad, al asentamiento a la red de relaciones que se establecían entre varias comunidades entre un centro rector y las localidades dependientes (…) García Chávez, Dr. Raúl. El Altepetl como formación sociopolítica de la Cuenca De México. Estado de México: Centro INAH EDOMEX, 2007, p. 1 25 Moctezuma Barragán, op cit, p. 7 SEGUN DO CAPÍTULO 3939 to de urbanos formaba los altepetl o poblados, y los más grandes de ellos, que concentraban el poder político, económico, cultural, militar, eran los hueyaltepetl.26 Otro autor, Zorita describe también el Calpulli o Chinancalli, al cual define como “barrio de gente conocida o linaje antiguo, y que posee de manera ancestral sus tierras”.27 Hace hincapié en que había tierras comunales que no podían pertenecer a una sola persona ni heredar, sino que podían explotar en comuna y nunca se daban ni se dan aquellas tierras a quien no es natural del Cal- pulli o barrio. Los Calpullis tenían un representante o administrador, que posteriormente en la colonia se le conocería como mayordomo28, designado por un cabildo que también determinaba su periodo de posesión. Este mayordomo se encargaba entre muchas cosas de llevar a cabo las festividades y los ritos festivos, pero además, era el encargado de negociar con las autoridades que los gober- naban. Bajo el dominio de los aztecas tanto Coyoacán como sus Calpullis se convirtieron en pueblos tributarios, pero a pesar de todo, esta forma de gobierno se conservó y al parecer no sufrió mayor modificación, ya que a los aztecas les favorecía el mante- ner esta forma de gobierno, pues les daba un mejor control de estas comunidades. 26 Ibid, p. 15 27 Zorita citado por Mancilla J., Ignacio. Del Pedregal a Santo Domingo. Historia del proceso de regularización. Ciudad de México: Gobierno del Distrito Federal: Dirección General de Regularización Territorial, 2000, p. 41. 28 La palabra mayordomía proviene del griego OIKONOMIA que significa adminis- tración, comisión, supervisión y dispensación. Viene de dos palabras griegas: OIKOS: una casa y NOMOS: ley. La derivación OIKONOMOS se traduce mayordomo, administrador, curador y tesorero (OIKOS: una casa y NEMO: disponer, su significado seria: “uno que está encargado”). SE GU N DO C AP ÍT UL O 4040 Incluso esta forma de representatividad perduró durante la colonia, los españoles al igual que los aztecas decidieron mante- ner esta estructura pues les era muy productiva, “Esta organiza- ción-administrativa indígena fue aprovechada por los conquis- tadores para canalizar el tributo y el trabajo forzado desde los pueblos sujetos”29. Los Calpullis pasaron a ser pueblos, barrios y villas según correspondía, esto para darle una connotación dife- rente y para un mejor control. Además los españoles les cambia- ron el nombre anteponiendo el nombre de un santo conforme a su religión. Durante la Colonia, el pueblo de Los Reyes lo conformaban dos barrios30: el barrio de Santiago Xochiac, que se ubicaba en la actual calle de Las Flores, y el barrio de Los Reyes Huitzilac ubicado en las calles de Real de Los Reyes y Plazuela. Y que pos- teriormente mediante un proceso de integración, que describe Llanos, se consolidaron como el pueblo de Los Reyes (Huitzilac) Coyoacán: El aspecto religioso fue marcando la vida de estos barrios, pues al ser destruida la ermita de Santiago y al darle los misioneros dominicos más fuerza a los Santos Reyes, entonces los barrios poco a poco se fueron funcionando en uno solo, como ahora lo conocemos, a saber: Los Reyes Coyoacán.31 29 Rivas Hernandez, Miguel, citado por Corona op cit., pag. 22 30 Como forma de separación de razas fue instaurada: el centro era morada exclu- siva de pobladores europeos y los indígenas ocuparían los barrios o pueblos. Estos barrios por su organización interna, eran verdaderos pueblos y contaban con sus autoridades indígenas: un representante y un cabildo compuesto y elegido por los miembros del barrio. 31 García Llanos, Pbro. Sergio Jorge. Huichilac, Breve historia de Los Reyes Huichilac., folleto, Ciudad de México, 1995. op cit, p. 7 SEGUN DO CAPÍTULO 4141 Sin embargo, algunos historiadores32 mencionan otros barrios que se fusionaron, tal como lo dice Eugenio Cruz quien describe que fueron tres los barrios: Texomulco (Techomulco), Hueytlilatl (Huitzilac) y Xochac (Xochiac); otro historiador Emilia- no Suárez, menciona que fueron cinco, pues agrega Teclamaco y Quiahuac, mientras que la recopilación que se hace en el libro “Recetario: por los olores y sabores de la cocina coyoacanense” se mencionan cuatro: “Los Reyes Hueytlilatl, la palabra náhuatl (Huey: grande; tlilli: carbón, hollín o negro y atl: agua) significa “en las grandes aguas negras”. Los Reyes se transformaron en pueblo tras la fusión de los cuatro barrios indígenas, Texomolco, Tetlamaco, Hueytlilatl y Xochiac.”33 Enrique Rivas menciona también la existencia de estos ba- rrios, al señalar que: Debe mencionarse, el pueblo de Los Reyes, contaba con tres Calpulli originales, que fueron: Tetlamaco, Texomulco y Hueytlilatl. Cada uno de ellos tenía su deidad particular, y a la llegada de los españoles, éstos les obligaron a suplantar sus dioses por las deidades católicas. Así se escogió a los tres Reyes Magos, para que los tres Calpullis indí- genas se constituyeran en un solo pueblo.34 32 Celebración del Señor Santiago en el pueblo de Los Reyes Coyoacán, ed. Gobierno del Distrito Federal en Coyoacán: Dirección de Fomento Cultural: Coordinación de Investigación y Preservación del Patrimonio Cultural, México, 1999, p. 12 33 Recetario, op cit, p. 74 34 Rivas Llanos, Enrique, y Irving Roberto Días Portillo . Recibimiento del Señor de la Misericordía, Sr. de la Misericordia pueblo de Los Reyes Coyoacán. folleto de divulgación local, Gobierno del Distrito Federal: Dirección General de Regularización Territorial; Subdireccion de Di- fusión y Programas Territoriales, 2000, p.7 SE GU N DO C AP ÍT UL O 4242 Por su parte, la historiadora Patricia Safa35 dice que cuando llegaron los españoles existían seis centros poblacionales impor- tantes en Coyoacán, uno de ellos fue Quiahuac (al que identifica como Los Reyes), los otros cinco son: Copilco, Xotepingo, Tepetla- pan, Coapan y Culhuacán. 2.3 El barrio de Santiago Xochiac Xochiac fue un Calpulli, su nombre proviene del náhuatl Xochitl “flor” y de Actoc “hendido, metido, incrustado”, y que sig- nificaba “El lugar de las flores metidas o hendidas entre peñas”. Esto se debe a que el barrio estaba asentado entre peñas, donde se encontraba un ojo de agua llamado Tetepilota que quiere decir “ubicado entre peñas”. En la época prehispánica, Xochiac era uno de los barrios más prósperos e influyentes entre las comunidades tributarias de la Villa de Coyoacán. Pues gozaba de un gran desarrollo pas- toril, floricultor y hortalicero. Hoy se localizaría en la calle de las Flores y el callejón de Santiago en el pueblo de Los Reyes. Por su prosperidad, el ambicioso Hernán Cortés atacó de forma violenta el lugar, y ante la gran resistencia que mostraron sus habitantes ordenó construir una ermita dedicada al Señor Santiago, pues solía construir ermitas dedicadas a este patrono de España, ya que tenía la creencia que lo acompañaba en sus más duras batallas y le otorgaba la victoria. Es a partir de ese momento la comunidad toma el nombre de Santiago Xochiac. 35 Safa citada en el folleto, Celebración del Señor, op cit, p. 12 Glifo de Xochiac: “en las flores” xochitl - “flor” y co - lugar Manantial (Aljibe) Xochiacatl, Pueblo de Los Reyes Foto: Enrique Rivas Llanos, 1997./ AMHPBC SEGUN DO CAPÍTULO 4343 En este barrio existió una capilla erigida al Sr. Santiago, en el predio que pertenece actualmente a Don Isaac Juárez; de ella han quedado algunas obras artísticas como la imagendel Señor Santiago que per- manece en el templo de Los Santos Reyes; algunas pinturas y otras imágenes de bulto son conservadas por familias del pueblo.36 2.4 El barrio de Los Reyes Huitzilac También fue un Calpulli, su nombre proviene del náhuatl Huitzilin “chupamirto o colibrí”, de Atl “agua” y de C “en” y que en conjunto quiere decir “Sobre el agua de los colibríes”. Esta traduc- ción concuerda con el lugar, puesto que los habitantes del barrio eran floricultores, motivo por el cual proliferaban los colibríes en los jardines. Esta comunidad se localizaba al occidente de Santiago Xo- chiac, en lo que ahora es la calle Real de Los Reyes y Plazuela de Los Reyes, y en donde la orden de los misioneros dominicos construyeron una ermita dedicada a Los Santos Reyes. Esto de- terminó que el barrio de Huitzilac recibiera el topónimo de Los Reyes Huitzilac. García Llanos menciona la existencia de una ermita que pertenecía al barrio de Huitziilac, que al igual que sucedió con la de Xochiac fue destruida, sin embargo y a diferencia de la última, se erigió la actual parroquia del pueblo. En otro barrio se refiere a Los Reyes Huichilac. Se ubica al occidente de Santiago Xochiac, en lo que ahora se conoce como Real de Los Reyes y Plazuela de Los Reyes. Existia una ermita en el predio que ocupa el edificio parroquial. Fue derribada aproximadamente hacia el año de 1947, por motivos de espacio, pues el pueblo había ya crecido y necesitaba un templo más grande; éste fue el argumento que se 36 García Llanos, op cit, p.5 Huitzilac: “Sobre el agua de los colibríes” Huitzilin “chupamirto o colibrí”, de Atl “agua” y de C “en” Construcción del techo de la Iglesia de los Reyes 1954 Antigua iglesia de los Reyes hacia 1940. Conmemoración del día de la bandera. SE GU N DO C AP ÍT UL O 4444 utilizó para llevar a cabo la obra. (…) sin embargo, y afortunadamente, se conservó la torre original del templo antiguo que ésta le izquierda, de frente al templo.37 Huichilac al igual que Xochiac, se dedicaba a la agricultura y a la ganadería pero Huitzilac fue menos próspero que Xochiac, pues en Xochiac había incluso un mercado al que acudían pueblos vecinos. Al transcurrir el tiempo, y por diversos factores entre ellos la destrucción de la ermita a Santiago, los barrios se fueron fusio- nando poco a poco y se constituyeron en el Pueblo de Los Reyes Huitzilac. 2.5 El Señor de la Misericordia. La figura más venerada en el pueblo de Los Reyes es el Se- ñor de la Misericordia, la cual llegó al pueblo hace casi tres siglos aproximadamente (no se tienen datos precisos). Es una escultura que representa iconográficamente a Je- sucristo, se encuentra sentado con las manos atadas con heridas sangrantes en el cuerpo, porta una corona de espinas y un cetro, ambos artículos de color dorado. En los momentos anteriores al vía crucis, cuando Jesús acaba de ser flagelado y ridiculizado por los guardias romanos, muestra una actitud de misericordia ante Poncio Pilatos. Esta escultura es de una sola pieza de madera, sin cabello, tiene una altura aproximada de un metro, se le coloca una peluca de pelo natural y se le viste con una capa o clámide (capa corta y ligera que usaron los griegos, principalmente para montar a ca- ballo, y que después adoptaron los romanos) la capa está soste- nida a los lados con dos varillas metálicas, en su regazo lleva un 37 García Llanos, op cit, p. 6 Señor de la Misericordia en el pueblo de Los Reyes, 1943 SEGUN DO CAPÍTULO 4545 cendal (tela rectangular con que se rodea el cuerpo de la figura desde la cintura hasta las piernas) sentado sobre una peana (con un cojín encima, otro bajo sus pies y uno más en las manos para sostener su cetro); las manos están atadas con un cordón. Lleva además una corona de espinas y un cetro. De la co- rona de espinas sobresalen tres potencias con rayos de luz, cada uno de los grupos de rayos de luz se agrupan en triadas las cuales se ponen en la cabeza de las imágenes de Jesucristo (y en número de dos en la frente de las de Moisés), que según la fe cristiana re- presenta cada una de las tres facultades del alma: entendimien- to, voluntad y memoria. Su cetro es una caña que en tiempos de Jesucristo sirvió como mofa, le pusieron la caña simbolizando el cetro de un rey. SE GU N DO C AP ÍT UL O 4646 La peana (base, apoyo o pie para colocar encima una figura u otra cosa) de madera donde está sentada y atornilla la figura del Señor de la Misericordia, está decorada con querubines y de- talles en oro. Luna Otero apunta que: …su perfil es de tipo “italiano”, es decir de tres cuartos, a diferencia del que tiene el Divino Pastor que es de tipo “español” y por lo tanto mira de frente […] El Señor de las Misericordias tiene unas llagas en su espalda, en sus rodillitas, en sus codos, el Divino Pastor no tiene nada de eso.38 Cabe mencionar que existe una cédula de la escultura en el catálogo de bienes artísticos de patrimonio cultural, en el cual se redacta lo siguiente: Señor de la Misericordia: a) Descripción: escultura de madera poli- cromada sentada sobre base de madera pintada de rojo y oro, un tornillo sujeta la imagen a la base. El Cristo lleva a veces corona de espinas y a veces corona de plata. En los brazos lleva la palmera del martirio. Tiene pelo y pestañas naturales y capa que cambia de color según la liturgia y ojos de vidrio. El 2º domingo de Pascua sale de visita en procesión por las calles del pueblo y se queda a turno en los templos cercanos para volver definitivamente a la parroquia de los Santos Reyes el 2 de septiembre; b) Observaciones: se quemó a causa de un incendio en 1954 y fue casi totalmente restaurado. Tenía corona y palma de oro que le fueron robados. Actualmente corona y palma son de plata dorada.39 La imagen (como suele decírsele en el pueblo) es conside- rada muy milagrosa, por lo que muchos habitantes le retribuyen sus favores de diferente forma para su festividad: algunos donan 38 Luna Otero, Ángel, citado por Corona de la Peña, op cit., p. p. 36, 37 39 Ibid, p. 39 SEGUN DO CAPÍTULO 4747 cosas (arreglos florales, tapetes de aserrín, otros confeccionan su vestimenta, etc.), ofrecen comida y algunos más apoyan con su trabajo, según las posibilidades de cada uno. Al Señor de la Misericordia se le considera muy milagroso y sus de- votos le piden muchas cosas; sin embargo, de acuerdo con nuestras entrevistas y al registro etnográfico, la petición más común es la de solucionar problemas de salud, tal vez esto refleje más una condición de la problemática actual de las personas que de la especialidad de la imagen, de cualquier forma sería necesaria mayor investigación para poder afirmarlo. La “energía”, “poder curativo” o “misericordia” del Señor es transmitida a los devotos principalmente a través del contacto físico, ya sea al tocar a la imagen o su ropa, tener contacto con su indumentaria o con flores que previamente hayan tocado a la imagen. Se retribuye o “agrada” al Señor de la Misericordia a través de: 1) participar en sus celebraciones y recorridos; 2) hacerle ofren- das o regalos, entre los que es de particular importancia el traje; 3) “trabajar para él” como dicen algunas personas, que consiste en ir a enflorar sus andas y portadas, ofrecer comida a los que trabajan en los preparativos y de manera especial, difundir su devoción a más personas; 4) cargar sus andas.40 Cuentan los creyentes que les basta tocar alguna de sus prendas, el sendal, su capa o los algodones con los que se limpia la figura. Ha habido muchos casos en los que se afirma que ha cu- rado a más de uno de enfermedades terminales o incapacitantes. Incluso de situaciones de peligro, en las que atribuyen una inter- vención divina pues no saben cómo pudieron sobrevivir. Otros devotos del Señor son la familia Mercado del pueblo de Los Re- yes, ellos trabajan la pirotecnia y en una ocasión hubo una explosión en su taller en Texcoco y salieron con bien, por
Compartir