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I UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE CIENCIAS COMUNIDAD DE MACROMICETOS XILOSAPROBIOS EN EL BOSQUE DE ABIES RELIGIOSA EN LA CUENCA DEL RÍO MAGDALENA, D. F., MÉXICO. T E S I S QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE: B I Ó L O G A P R E S E N T A : Daniela Abigail Guzmán Ramírez DIRECTOR DE TESIS: Dra. María Guadalupe Barajas Guzmán Ricardo Texto escrito a máquina Ciudad Universitaria, Cd. Mx. 2016 Ricardo Texto escrito a máquina UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. II Hoja de datos del jurado 1. Datos del alumno Apellido paterno Apellido materno Nombres Universidad Nacional Autónoma de México Facultad de Ciencias Carrera Número de cuenta 1. Datos del alumno Guzmán Ramírez Daniela Abigail Universidad Nacional Autónoma de México Facultad de Ciencias Biología 308173727 2. Datos del tutor Grado Nombres Apellido paterno Apellido materno 2. Datos del tutor Dra. María Guadalupe Barajas Guzmán 3. Datos del sinodal 1 Grado Nombres Apellido paterno Apellido materno 3. Datos del sinodal 1 Dr. Joaquín Cifuentes Blanco 4. Datos del sinodal 2 Grado Nombres Apellido paterno Apellido materno 4. Datos del sinodal 2 Dra. Hermelinda Margarita Villegas Ríos 5. Datos del sinodal 3 Grado Nombres Apellido paterno Apellido materno 5. Datos del sinodal 3 Dr. Sigfrido Sierra Galván 6. Datos del sinodal 4 Grado Nombres Apellido paterno Apellido materno 6. Datos del sinodal 4 M. en C. Juan Carlos Peña Becerril 7. Datos del trabajo escrito Título 7. Datos del trabajo escrito Comunidad de macromicetos xilosaprobios en el bosque de Abies religiosa en la cuenca del río Magdalena, D.F., México. Número de paginas Año 103p 2016 III LOCURA: Todos nos volvemos cada día un poco más locos, y cada uno de una locura diferente. Ésa es la razón por la que nos comprendemos tan mal los unos a los otros. Yo mismo me siento alcanzado por la paranoia y la esquizofrenia. Además, soy hipersensible, cosa que deforma mi visión de la realidad. Lo sé. Ahora intento, en vez de sufrirla, utilizar esa locura como motor para todo lo que emprendo. Pero cuanto más triunfo, más loco me vuelvo. Y cuanto más loco me vuelvo, mejor alcanzo los objetivos que me fijo. La locura es un león furioso escondido en cada cráneo. Sobre todo, no hay que matarlo. Basta con identificarlo y domarlo. Vuestro león domesticado os conducirá entonces mucho más allá que cualquier maestro, que cualquier escuela, droga o religión. Pero, como ocurre con toda fuente de poder, hay un riesgo si uno juega demasiado con su propia locura: a veces el león, sobreexcitado, se vuelve contra quien quería domarle. EDMOND WELLS Enciclopedia del saber relativo y absoluto, tomo II. IV Agradecimientos A la Dra. María Guadalupe Barajas Guzmán por aventurarse conmigo en este trabajo, por todas sus enseñanzas de estadística y ecología, su incondicional apoyo y paciencia para la culminación de este trabajo y su ayuda en la toma de datos y recolecta de macromicetos. Al Dr. Sigfrido Sierra Galván por la revisión y asesoría en la identificación de los macromicetos, por transmitirme sus conocimientos y pasión sobre el estudio de los hongos. A la Dra. Hermelinda Margarita Villegas Ríos por la excelente revisión y comentarios que mejoraron este trabajo. Al M. en C. Juan Carlos Peña Becerril por la revisión exhaustiva y todas las sugerencias que mejoraron mi tesis. Al Dr. Joaquín Cifuentes Blanco por la revisión y comentarios a este trabajo. A la Biól. Lilia Pérez Ramírez por asesorarme en la identificación de los ejemplares encontrados. A los profesores del taller de Ecología del suelo Dr. Francisco Javier Álvarez Sánchez y Dra. Irene Sánchez Gallen por sus comentarios al trabajo durante las sesiones del taller. A Agapcel Felipe Martínez, Ishwari Gutiérrez y Miguel Guzmán por su ayuda en la toma de datos. A Tere Martínez por la revisión de mi tesis. A la Universidad Nacional Autónoma de México por ser un pilar en mi formación académica. Al Proyecto: “La Cuenca del Río Magdalena, D.F. como sitio de referencia para el monitoreo de los efectos del cambio climático”. Programa de investigación en Cambio Climático 2012 (PINCC). V Dedicatorias A mis padres Víctor y Maru por todo lo que me han brindado durante toda mi vida. A mis hermanos Víctor y Miguel por su incondicional apoyo y confianza. A mi Agapcel por todo su amor y apoyo. A mi profesora Guadalupe Barajas por todo el apoyo para la tesis y sus consejos. A mi profesor y gran amigo Fernando Carrillo Arreola. A mis amigos de la carrera Eduardo, Andrea, Wendy, Ishwari y Sally. A mis compañeros y amigos del laboratorio de tremeloides Lisette, Sigfrido, Eduardo, Areli, Sandra y Aarón por los conocimientos compartidos y los buenos momentos en congresos, recolectas y en el lab. A mis amigos de la secundaria Dulce y Edgar. A mis amigos de la prepa Eder y Alonso. A mis profesores Juan Manuel Navarrete Alba, José Luis Terrones Tavera, Samuel Valtierra Izquierdo, Fermín Vargas Rodríguez A mis tíos Juan y Rosalio. A mi amiga Liliana. VI ÍNDICE 1. RESUMEN 1 2. INTRODUCCIÓN 2.1 La madera muerta en los ecosistemas templados 2 2.1.1. Importancia de la madera muerta 3 2.1.2. Estructura y composición de la madera 5 2.1.3. Dinámica de la desintegración de la madera 8 2.2.Hongos en la desintegración de la madera 8 2.2.1. Macromicetos xilosaprobios 10 2.2.2. Taxonomía 11 2.2.3. Tipos de pudrición 12 2.3. Factores para el establecimiento de las comunidades 14 2.3.1. Factores ambientales del sitio 15 2.3.1.1. Clima (temperatura y precipitación) 15 2.3.1.2. Tipo de vegetación 15 2.3.1.3. Suelo 16 2.3.1.4. Conservación y manejo 16 2.3.2. Características de la madera 18 2.3.2.1. Causa de la muerte 18 2.3.2.2. Tamaño y volumen 20 2.3.2.3. Contenido de humedad 21 2.3.2.4. Densidad 22 2.3.2.5. Relación carbono/nitrógeno (C/N) 24 2.3.3. Características de los macromicetos 25 2.3.3.1. Especificidad de sustrato 25 2.3.3.2. Capacidad de dispersión25 2.3.3.3. Estrategias de vida 26 3. ANTECEDENTES 3.1. Estudios a nivel mundial de las comunidades de macromicetos xilosaprobios 28 3.2. Estudios en México sobre macromicetos xilosaprobios 30 3.3. Estudios en la Cuenca del Río Magdalena (CRM) sobre macromicetos xilosaprobios 31 4. JUSTIFICACIÓN 32 5. OBJETIVOS 5.1. General 33 5.2. Particulares 33 6. HIPOTESIS 34 7. ZONA DE ESTUDIO 34 8. MATERIAL Y METODOS 8.1. Recolecta de material 36 8.2. Análisis de resultados 39 9. RESULTADOS 9.1. Riqueza de esporomas de macromicetos xilosaprobios 41 9.2. Relación de variables bióticas y abióticas 46 9.2.1. Volumen 47 9.2.1.1. Volumen de la madera-Abundancia de esporomas 47 9.2.1.2. Volumen de la madera-Riqueza de géneros 48 VII 9.2.1.3. Volumen de la madera-Diversidad de esporomas 50 9.2.2. Densidad 9.2.2.1. Densidad de la madera-Volumen de los troncos 50 9.2.2.2. Densidad de la madera-Humedad de la madera 51 9.2.2.3. Densidad de la madera-Relación C/N de la madera 52 9.2.2.4. Densidad de la madera-Abundancia de esporomas 52 9.2.2.5. Densidad de la madera-Riqueza de géneros 53 9.2.2.6. Densidad de la madera-Diversidad de esporomas 55 9.2.3. Humedad 9.2.3.1. Humedad de la madera-Abundancia de esporomas 56 9.2.4. Nitrógeno 9.2.4.1. Nitrógeno de la madera-Densidad de la madera 57 9.2.4.2. Nitrógeno de la madera-Diversidad de esporomas 58 9.2.5. Relación carbono-nitrógeno 9.2.5.1. Relación C/N-Abundancia de esporomas 59 9.2.5.2. Relación C/N-Riqueza de géneros 60 9.2.5.3. Relación C/N-Diversidad de esporomas 60 10. DISCUSIÓN 10.1. Riqueza de esporomas de macromicetos xilosaprobios 61 10.2. Relación de variables bióticas y abióticas 64 10.2.1. Volumen 10.2.1.1. Volumen de la madera-Abundancia, riqueza y diversidad de esporomas 67 10.2.2. Densidad 10.2.2.1. Densidad de la madera-Abundancia, riqueza y diversidad de esporomas 69 10.2.3. Humedad 10.2.3.1. Humedad de la madera-Abundancia de esporomas 72 10.2.4. Nitrógeno 10.2.4.1. Nitrógeno-Densidad de la madera y diversidad de esporomas 72 10.2.5.Relación carbono/nitrógeno 10.2.5.1. Relación C/N-Abundancia, riqueza y diversidad de esporomas 73 11. CONCLUSIONES 74 12. REFERENCIAS 75 13. ANEXO 94 1 1. RESUMEN En los últimos años han surgido alrededor del mundo investigaciones orientadas a determinar las características de la madera que influyen en los patrones de distribución y ensamble de comunidades de macromicetos que habitan y desintegran la misma, en México poco se sabe acerca de la ecología de este grupo de organismos, clave en la desintegración de la lignocelulosa de la madera en los ecosistemas. El objetivo de este trabajo fue evaluar la relación que existe entre la riqueza, abundancia y diversidad de macromicetos xilosaprobios con el volumen, densidad, contenido de humedad y relación C/N de troncos en desintegración. El muestreo de campo se realizó en el bosque de Abies religiosa en la cuenca del río Magdalena, D.F. (ahora Ciudad de México CDMX) México, durante los meses de lluvias del año 2013 estudiando un total de 43 troncos. Se registraron un total de 2261 esporomas y se identificaron 24 especies, pertenecientes a 43 géneros y 28 familias; el género más diverso fue Mycena con 18 morfoespecies y Mycena pura y la especie más abundante fue Dacrymyces punctiformis; se encontraron cuatro grupos funcionales de macromicetos: pudrición blanca, pudrición café, pudrición blanda y ectomicorrízicos. La relación entre las características de la madera y los atributos de la comunidad fue en su mayoría de forma exponencial negativa: a mayor volumen, densidad y relación C/N en la madera tanto la riqueza taxonómica (géneros) como la abundancia de esporomas y la diversidad disminuyeron paulatinamente, también a mayor contenido de humedad disminuyó la abundancia de esporomas, y a mayor contenido de nitrógeno disminuyó la diversidad; por otro lado se encontró una relación exponencial positiva entre el volumen y la densidad de la madera, contenido de nitrógeno y la densidad de la madera, así como entre la densidad y la relación C/N de la madera. En conclusión la riqueza, abundancia y diversidad de macromicetos xilosaprobios de esta comunidad está determinada por la densidad de la madera en desintegración, ya que esta tiene relación con todas las demás variables evaluadas. 2 2. INTRODUCCIÓN 2.1. La madera muerta en los ecosistemas templados Los bosques representan aproximadamente el 31% del área terrestre en el mundo (FAO, 2011), y en el caso de México ocupan una superficie de alrededor de 17.6% del territorio nacional (INEGI, 2012). La madera de estos bosques es un componente básico en la estructura y funcionamiento del ecosistema, las diferentes formas en que se presenta el tejido leñoso muerto: ramas, árboles en pie, troncos y tocones, contribuyen a elevar la heterogeneidad espacial; así mismo, las condiciones en las que se encuentre determinará a los organismos que se presenten en ella. Por otro lado, la madera también es un producto comercial predominante en los bosques templados siendo un material de gran valor e importancia para la economía mundial (Martínez et al., 2005). La madera muerta ha sido estudiada con diversos enfoques, los primeros trabajos comenzaron en el siglo XVIII cuando se inició el estudio de la fauna y flora de distintos hábitats, entre ellos, los animales y plantas que habitaban los árboles muertos (Maser y Trappe, 1984; Delgado y Pedraza, 2002). No obstante, estos trabajos eran meramente taxonómicos y únicamente describían los distintos grupos que se encontraban en los troncos y tocones. Los primeros trabajos que se enfocaron directamente a estudiar las comunidades presentes en este microhábitat comenzaron alrededor del primer tercio del siglo XX, cuando ya se habían desarrollado los fundamentos de la teoría ecológica (Delgado y Pedraza, 2002). Actualmente basados en todos los datos que se han obtenido sobre la madera muerta, a nivel mundial se busca realizar y ejecutar planes de manejo forestal que permitan el aprovechamiento del recurso maderable sin que ello afecte las reservas de madera muerta que se requieren para el buen funcionamiento de los ecosistemas, por lo que es crucial elaborar estudios de manera local para 3 determinar la biodiversidad existente en la madera muerta, cuánto tejido leñoso puede extraerse y de que tamaños o por el contrario cuánto y de que tamaños debe introducirse para restaurar el sitio (Christensen et al., 2005; Eräjää et al., 2010). Así mismo estos estudios aportan información sobre la calidad de los bosques, ya que se sabe que los bosques naturales albergan una mayor cantidad y variedad de madera muerta que los bosques manejados, y existen un gran número de organismos que viven en esta madera que son empleados como indicadores de edad y estado de los ecosistemas (Butler y Green, 2002; Verkerk et al., 2011). 2.1.1. Importancia de la madera muerta La madera muerta ha sido identificada como un componente crítico en la biodiversidad forestal, las recientes investigaciones han mejorado nuestra comprensión y conocimiento de las relaciones de muchas especies con este material leñoso (Jonsson et al., 2005). Los compuestos de la madera en los ecosistemas son fuente de alimento para distintosorganismos que están asociados directa o indirectamente a ésta; actualmente se calcula que hay de 400 000 a 1 millón de especies que habitan la madera muerta del mundo (Stokland et al., 2014). Los hongos y los insectos son los grupos más abundantes en la madera muerta de los bosques (Sippola y Renvall, 1999), de los hongos se encuentran especies de los Phylum Zygomycota, Chytridiomycota, Basidiomycota y Ascomycota (Kubartová et al., 2015) y de insectos han sido diferenciadas especies principalmente de los órdenes Coleoptera, Diptera, Hymenoptera, Dictyoptera, Lepidoptera, Hemiptera, Thysanoptera y Zoraptera; también pueden estar presentes invertebrados como ácaros, arácnidos, pseudoescorpiones, nemátodos, tardígrados, anélidos, diplópodos, quilópodos y colémbolos, incluso algunas especies de moluscos (Delgado y Pedraza, 2002). Entre los vertebrados, hay varias especies con asociaciones directas a la madera, que aunque no se 4 alimentan de ella es vital para su ciclo de vida, ya que ocupan las cavidades naturales o hechas por ellas mismas para habitar y criar a su descendencia, tales como pájaros carpinteros, mamíferos como musarañas, ardillas y tlacuaches, y diversos anfibios y reptiles (Stokland et al., 2014). Sin embargo, entre los principales organismos que habitan y participan activamente en la desintegración de la madera muerta, se encuentran algunas especies de bacterias y protozoarios, gran cantidad de especies de coleópteros, micromicetos y macromicetos xilosaprobios (Osono, 2007). Aunado a esta amplia diversidad taxonómica de la que se habló, existe una gran gama de papeles funcionales que incluyen a los detritívoros, fungívoros, depredadores, carroñeros, parasitoides y diversos tipos de simbiosis (comensalismo, mutualismo) (Stokland, et al., 2014), todos ellos conforman una red compleja de organismos que se forma en torno a la madera muerta (Figura 1). Figura 1. Red alimentaria en la madera con los organismos ordenados conforme a su funcionalidad. Las flechas indican la nutrición y energía de la vía, el grosor de la flecha indica la magnitud de esa vía, siendo las flechas discontinuas la magnitud más baja. Tomada y modificada de (Stokland, et al., 2014). 5 La madera muerta es considerada una reserva de carbono y materia orgánica, además de ser un sitio para la liberación y aprovechamiento de nitrógeno por parte de bacterias y hongos, de este modo actúa como un liberador de fertilizante a largo plazo. Sin embargo, continúa siendo materia de debate si la cosecha intensiva de madera puede desabastecer de ciertos nutrimentos a los bosques (Hunter, 1990; Delgado y Pedraza, 2002). También es importante la cantidad de agua que se absorbe en la madera y protege de la evaporación al suelo debajo de los troncos, lo cual puede permitir la existencia de numerosas especies animales y el establecimiento de varias plantas, aún en las épocas de sequía. Así mismo, la presencia de grandes troncos puede ayudar a evitar la erosión, y a detener o disminuir los flujos de agua en las laderas con fuertes pendientes (Maser y Trappe, 1984). 2.1.2. Estructura y composición de la madera La madera es uno de los materiales más resistentes a la degradación biológica, y su resistencia, se debe a su organización anatómica y a su composición química. Macroscópicamente en un corte transversal de un tronco de árbol se observan distintas estructuras, la parte central es llamada médula y rodeando a ésta se van formando progresivamente anillos de crecimiento, la sección de anillos de color oscuro se conoce como duramen y la sección de color más claro es la albura, el duramen y la albura están formados por tejido xilemático y son los que constituyen propiamente la madera; rodeando a estas capas se encuentra el cambium cuyas células van formando paralelamente nuevos anillos de crecimiento (al interior) y floema (al exterior), después del floema hay una última capa externa llamada epidermis y que es lo que se conoce como corteza (Gracia, 2011) (Figura 2). 6 Figura 2. Sección transversal de un tronco mostrando las principales capas celulares. Tomada de Gracia (2011). Cada célula de la madera tiene una pared formada por dos capas, una primaria y una secundaria, y esta última a su vez cuenta con tres subcapas denominadas S1, S2 y S3; cada subcapa está constituida por microfibrillas de celulosa, las microfibrillas son moléculas de celulosa rodeadas y ligadas por hemicelulosa y lignina (Gracia, 2011) (Figura 3). Figura 3. Diagrama de la estructura de la pared celular. Tomada de Gracia (2011). 7 Se estima que en general la madera contiene un 50% de carbono, 43% de oxígeno, 6% de hidrógeno, 0.8% de nitrógeno y 0.2% de sustancias minerales (Cruz de León, 2011). Los principales compuestos que están presentes en la madera son la celulosa, la hemicelulosa y la lignina; la celulosa es el polímero individual más importante de las plantas, constituyendo entre el 40% y 50% de la pared celular de la planta madura, una molécula de celulosa consiste en cadenas lineales de alrededor de 3000 unidades de glucosa, que pueden encontrarse al azar (celulosa amorfa) o en apretadas microfibrillas (celulosa cristalina). La hemicelulosa constituye del 25-30% de la composición total de la madera y es parte estructural del material de las paredes de las plantas, está compuesta por diversos azúcares como: pentosas (xilosa y arabinosa), hexosas (manosa, glucosa y galactosa), ácidos urónicos (ácido glucurónico y galacturónico) y galactanos en madera de las ramas de ciertos árboles (Cruz de León, 2011; Stokland et al., 2014). Se ha sugerido que las hemicelulosas, en asociación con la celulosa, determinan la organización de la lignina (Kirk y Cullen, 1998), ésta última es el segundo polímero natural más abundante en el planeta después de la celulosa, sin embargo, es más resistente a la desintegración, y constituye de 20 a 30% de la madera, es resistente a la degradación de muchos microorganismos, su papel primario en la pared celular de la madera es proteger a los carbohidratos del ataque microbiano. La lignina es eficientemente degradada en la naturaleza principalmente por los hongos de la pudrición blanca (Stokland et al., 2014). Por último un 3 a 7% de la composición de la madera son compuestos extraíbles orgánicos e inorgánicos (taninos, aceites, resinas, ceras, terpenos, fenoles, cetonas, aldehídos, iones metálicos, etc.) (Gracia, 2011). En específico en la madera viva de Abies religiosa se ha reportado un contenido de humedad alto, una densidad promedio de 0.346 g/cm3, un 74.98% de contenido de holocelulosa, 32.46% de lignina y 11.17% de compuestos extraíbles (Lima, 2012). En cuanto a minerales importantes la madera de esta especie llega a tener 8 hasta un 45% de K, 35.96% de Ca, 4.31% de Mg, 3.23% de P, 2.35% de Na y menos de 1% de Al, Si y S (Lima, 2012). 2.1.3. Dinámica de la desintegración de la madera La dinámica de la desintegración de la madera juega un papel crucial en el mantenimiento de una gran diversidad de especies de animales, plantas y hongos en los bosques (Kaila et al., 1994; Bader et al., 1995; Renvall, 1995; Penttilä y Kotiranta, 1996). En los ecosistemas forestales la madera muerta es un tejido que puede contener el 23% del potasio del ecosistema, el 21% de calcio y el 16% de su nitrógeno, sin embargo, estos elementos deben ser mineralizados y se vuelven aprovechables por medio de organismos desintegradores, de tal manera que puedan ser reincorporados a los ciclos biogeoquímicos; la desintegración de la madera es un proceso que puede llevar desde varios años hasta algunas décadas (Maser y Trappe, 1984). El proceso de desintegración es muy complejo por la gran cantidad de factores que intervienen,los cuales son propios del sitio que se estudie, las características de la madera y los organismos que participan, entre ellos los macromicetos xilosaprobios. 2.2 Hongos en la desintegración de la madera Los hongos como grupo o reino, son organismos eucariontes que se encuentran ampliamente distribuidos por todo el globo terrestre y viven en cualquier sitio que presente material orgánico, agua y una temperatura comprendida generalmente entre 4 y 60°C, sin embargo, existen hongos cosmopolitas y también hongos restringidos a sitios especiales (Herrera y Ulloa, 2004). Todos son heterótrofos, es decir, producen enzimas extracelulares que les permiten utilizar los sustratos orgánicos como fuente de energía y nutrientes (Osono, 2007). 9 El proceso de desintegración de la madera desarrollado por los hongos es complejo (Kirk y Cullen, 1998) pues sigue varias vías y en este se ven involucrados todos los tipos de pudrición de la madera y por tanto diferentes especies de hongos, sin embargo, es posible establecer una secuencia general (más no la única) en el proceso de desintegración de la madera por hongos: 1. La colonización de los hongos tiene una sucesión o secuencia, primero actúan los mohos y hongos cromógenos, pertenecientes a los Phylum Zygomycota y Ascomycota (y sus anamorfos), los cuáles, si bien no afectan la estructura ni la composición de la madera, pues sólo crecen de manera superficial y a veces decoloran la madera, su presencia y propagación pueden servir de base para el ataque de hongos de pudrición (Juacida, 1992), que posteriormente actúan degradando la madera (Gilbertson, 1980). 2. La pudrición empieza cuando las hifas de los hongos de pudrición pertenecientes a los Phylum Ascomycota y Basidiomycota penetran la madera e inicia la colonización con la liberación sus enzimas. En esta fase de colonización, el daño es limitado y aún no hay evidencias visibles, esta etapa es llamada incipiente (Stokland et al., 2014). 3. A medida que se desarrolla el proceso de pudrición aparecen pequeños cambios en el color y en la textura de la madera, pueden aparecer fibras quebradizas; estos cambios constituyen la fase temprana, cuando la pudrición es detectable, pero no obvia (Juacida, 1992). 4. A medida que el proceso de pudrición continúa hacia la fase intermedia, hay evidentes cambios de color y textura en la madera, pero el grosor de la estructura permanece aún intacto (Gilbertson, 1980; Stokland et al., 2014) 10 5. La fase tardía es cuando hay un rompimiento total de la estructura de la madera y la madera residual se vuelve blancuzca y de mala calidad (Zabel y Morrell, 1992). 2.2.1. Macromicetos xilosaprobios Según su hábitat y la relación que establecen con el sustrato del que se alimentan los hongos pueden dividirse en biótrofos, necrótrofos y saprótrofos; los hongos biótrofos son parásitos que se nutren a expensas de las células vivas del hospedante, por el contrario los necrótrofos son parásitos que se alimentan de las partes muertas del hospedante y los hongos saprótrofos utilizan sustancias orgánicas inertes, muchas de ellas en desintegración, que pueden ser productos de excreción y excrementos de los mismos, o restos de vegetales y animales (Herrera y Ulloa, 2004). Dentro de los hongos saprótrofos se encuentran los hongos xilosaprobios (también llamados saproxílicos o xilófagos), es decir, los hongos que habitan y se alimentan de la madera muerta (Ulloa y Hanlin, 2006). De los aproximadamente 1.5 millones de especies de hongos que se ha estimado que existen en los diferentes hábitats (Hawksworth, 1991), 140 000 especies corresponderían a macromicetos (Hawksworth, 2001) y un 10% de estos hongos macroscópicos, es decir, 14 000 especies se estima son hongos xilosaprobios (Schmidt, 2006). Los macromicetos xilosaprobios se distribuyen en todo el planeta ya que pueden desintegrar madera tanto de angiospermas como de gimnospermas, se consideran los organismos más importantes en el proceso de desintegración de la lignocelulosa (Cooke y Rayner, 1984; Rolstad et al., 2004; Osono, 2007), pues son los únicos que pueden desintegrar completamente la lignina y hacer que sus componentes se reintegren al suelo y los ciclos de nutrientes. Además de hongos xilosaprobios, es importante mencionar que ya han sido reportadas numerosas especies de hongos ectomicorrízicos y algunos parásitos sobre la madera muerta (Renvall, 1995; Nordén et al., 1999; Tedersoo et al., 2003). 11 2.2.2. Taxonomía Taxonómicamente los macromicetos xilosaprobios pertenecen a los Phylum Basidiomycota y Ascomycota (Tabla 1 y Tabla 2), siendo los más abundantes los primeros, donde se encuentra el grupo de hongos con mayor importancia en cuanto a la degradación de la madera, pertenecientes al orden Polyporales (Stokland et al., 2014). Tabla 1. Algunos géneros de macromicetos xilosaprobios del Phylum Basidiomycota. Tomado y modificado de Schmidt (2006). Orden Familia Género Auriculariales Auriculariaceae Auricularia Dacrymycetales Dacrymycetaceae Dacrymyces Polyporales Fomitopsidaceae Oligoporus Antrodia Daedalea Fomitopsis Laetiporus Phaeolus Piptoporus Ganodermataceae Ganoderma Meruliaceae Bjerkandera Meripilaceae Grifola Meripilus Physisporinus Phanerochaetaceae Phanerochaete Phlebiopsis Polyporaceae Lentinus Polyporus Tyromyces Diplomitoporus Trametes Fomes Sparassidaceae Sparassis Hymenochaetales Hymenochaetaceae Inonotus Phellinus Incertae sedis, Trichaptum Gloeophyllales Gloeophyllaceae Gloeophyllum Russulales Amylostereaceae Amylostereum Bondarzewiaceae Heterobasidion Lachnocladiaceae Asterostroma Stereaceae Stereum 12 Cont. Orden Familia Género Agaricales Agaricaceae Coprinus Cyphellaceae Chondrostereum Fistulinaceae Fistulina Hydnangiaceae Laccaria Physalacriaceae Armillaria Flammulina Pleurotaceae Pleurotus Schizophyllaceae Schizophyllum Strophariaceae Pholiota Boletales Boletaceae Boletus Coniophoraceae Coniophora Paxillaceae Paxillus Serpulaceae Serpula Tabla 2. Algunos géneros de macromicetos xilosaprobios del Phylum Ascomycota. Tomado y modificado de Pavlidis et al., (2005). 2.2.3. Tipos de pudrición Los macromicetos xilosaprobios desintegran la madera de tres formas diferentes dependiendo de su capacidad enzimática y se clasifican en: a) Hongos de pudrición café o marrón: metabolizan la holocelulosa (celulosa y hemicelulosa), desintegrando de forma relativamente rápida estos compuestos dando a la madera un color moreno u oscuro de aspecto carbonizado, con agrietamientos longitudinales y transversales al sentido de Orden Familia Género Hypocreales Nectriaceae Nectria Helotiales Helotiaceae Ascocoryne Bisporella Godronia Lachnaceae Dasyscyphus Pezizales Pezizaceae Peziza Pyronemataceae Scutellinia Xylariales Hyponectriaceae Physalospora Xylariaceae Hypoxylon Kretzschmaria Xylaria 13 las fibras leñosas, por lo que finalmente se aprecia una fragmentación en cubos de consistencia quebradiza. La mayoría de hongos de este tipo de pudrición habita en madera de coníferas y requieren suministro de oxígeno para desintegrar (Stokland et al., 2014). Este tipo de pudrición la llevan a cabo únicamente especies del Phylum Basidiomycota (Schmidt, 2006; Kuhad y Singh, 2013). b) Hongos de pudrición blanca: metabolizan holocelulosa (celulosa y hemicelulosa) y lignina. Existen dos formas de degradación: a) simultánea, donde todos los componentes se metabolizan al mismo tiempo y b) selectiva, donde primero se degrada la lignina y después la celulosa y hemicelulosa (Stokland et al., 2014); la mayoría de los hongos tienensolo una forma de degradación, simultánea o selectiva, pero algunas especies cuentan con ambas según las condiciones en que vivan (Blanchette, 1991). En este tipo de pudrición los hongos degradan con menor velocidad que los hongos de pudrición café, decoloran drásticamente la madera dándole un color generalmente blanco, vuelven la madera ligera, reblandecida y de textura fibrosa o esponjosa y fácilmente desmenuzable; requieren buen suministro de oxígeno. Esta pudrición la realizan especies del Phylum Basidiomycota y la familia Xylariaceae del Phylum Ascomycota (Schmidt, 2006; Kuhad y Singh, 2013). c) Hongos de pudrición blanda: metabolizan hemicelulosa y celulosa de la capa central de la pared secundaria, la apariencia de la madera es parecida a la pudrición blanca, la consistencia es ligera y bofa. Estos hongos pueden desintegrar aún en bajas concentraciones de oxígeno y alta humedad. Este tipo de pudrición la realizan especies de hongos del Phylum Ascomycota y sus anamorfos (Schmidt, 2006; Kuhad y Singh, 2013). Si bien, por un lado los macromicetos xilosaprobios tienen una importancia ecológica, las pudriciones que realizan en la madera pueden causar grandes 14 perjuicios a nivel económico en la industria maderera, ya que al alterar los componentes celulares cambian las propiedades físicas y químicas de la madera y con ello su valor comercial. Por otro lado, su actividad enzimática presenta una gran variedad de aplicaciones biotecnológicas en la industria del papel, de textiles y tintes, alimentos y procesos de biorremediación (Schmidt, 2006). En cuanto a las especies de macromicetos ectomicorrízicos mucho se han discutido las razones de que se encuentren en la madera muerta, algunos autores argumentan que al ser hongos que evolucionaron a partir de hongos saprótrofos, simplemente retuvieron algunas enzimas involucradas en la desintegración de materia orgánica y por ello son capaces de desintegrar algunos componentes de la madera bajo condiciones ambientales específicas (Hibbett et al., 2000; Koide et al., 2008), enzimas involucradas en la desintegración de madera como lacasas y peroxidasas se han encontrado en especies ectomicorrízicas (Chambers et al., 1999 ; Burke y Cairney, 2002). Para otros autores estos hongos aparecen porque al ser simbiontes de las raíces de los árboles aprovechan los troncos como soporte para sus esporomas pero no degradan ningún componente de la madera (Kõljalg et al., 2000). 2.3 Factores para el establecimiento de las comunidades Una comunidad biológica se define como un conjunto de poblaciones de diferentes especies que interactúan en un mismo espacio y tiempo (Ottosson, 2013), el cómo especies colonizadoras fracasan o tienen éxito para sobrevivir en la madera muerta conforma el establecimiento de las comunidades fúngicas, los patrones distintivos en la composición de especies y en la estructura de las comunidades pueden ser determinadas por factores ambientales así como por las interacciones bióticas dentro de la madera muerta. 15 2.3.1. Factores ambientales del sitio 2.3.1.1. Clima (temperatura y precipitación) La temperatura del sitio es importante para la sobrevivencia de los macromicetos xilosaprobios, ya que ésta tiene influencia sobre la temperatura dentro de la madera. Las especies de macromicetos de clima templado, en su mayoría tienen óptimos de crecimiento alrededor de 20 a 30 ° C y son generalmente incapaces de crecer en temperaturas superiores a los 35 ° C (Boddy, 1983; Schmidt, 2006). No obstante generalmente los hongos de la pudrición son mesófilos y crecen en un rango de 0-45ºC y el rango óptimo es entre 20 y 30ºC (Rayner y Boddy, 1988). La cantidad de precipitación en el lugar es clave en el mantenimiento de la humedad en los troncos de madera, esta variable no sólo dependerá de las lluvias sino de la temperatura y la exposición al sol que tenga cada tronco, así como del proceso de desintegración en sí mismo. Los microclimas dentro de los bosques templados creados por la apertura del dosel tienen gran influencia sobre las características de la madera muerta (Jonsson y Stokland; 2014). 2.3.1.2. Tipo de vegetación El tipo de vegetación que exista en el lugar de estudio es decisivo, pues la composición de especies y la estructura de las comunidades vegetales son las variables que determinan la variedad y calidad de madera muerta que existe al inicio del proceso de desintegración (Stokland et al., 2014). La identidad de los árboles que se desintegran tiene gran importancia sobre las comunidades de macromicetos xilosaprobios, debe reconocerse en especial si se trata de gimnospermas o angiospermas, ya que desde esta clasificación general hay diferencias marcadas que repercuten en los macromicetos que pueden habitar dicha madera. Las gimnospermas cuentan con 630 especies maderables, el 16 contenido de lignina es del 25-33% y es mucho más resistente que la lignina de angiospermas, también se caracterizan por presentar una hemicelulosa distinta a la de angiospermas y su sistema de defensa es mucho más veloz ya que pueden cerrar sus heridas en apenas unas horas; las gimnospermas por lo general albergan mayor cantidad de macromicetos de pudrición café (Ryvarden y Gilbertson, 1993; Renvall, 1995). Las angiospermas cuentan con aproximadamente 300000 especies arbóreas, un contenido de lignina del 20-25% y un sistema de defensa menos eficaz que las gimnospermas ya que a éstas les toma de semanas a meses cerrar una herida, por lo cual son mucho más susceptibles al ataque de hongos de todo tipo de pudriciones (Stokland et al., 2014). Así, es posible entender que entonces cada especie de árbol tendrá características distintas en su composición e historia de vida, lo cual tendrá un efecto sobre los organismos que vivirán en su madera muerta. 2.3.1.3. Suelo Las características del suelo como profundidad, cantidad de materia orgánica, relación C/N, porosidad, etc.; están relacionadas con la vegetación que se encuentra en él, y también con todos los organismos que viven dentro y sobre él, lo cual puede tener efectos directos en insectos y hongos que al vivir en el suelo pueden trasladarse a la madera muerta. Por otro lado, la humedad y temperatura del suelo contribuyen al contenido de humedad y temperatura dentro de la madera (Stokland et al., 2014). 2.3.1.4. Conservación y manejo La opinión de que la madera muerta era un recurso desperdiciado, signo de una mala gestión y una amenaza para la salud de los bosques por el riesgo de brotes de plagas y enfermedades, era una idea generalizada que actualmente en algunos 17 países persiste (Delgado y Pedraza, 2002). Ahora hay dos tendencias opuestas de ver a la madera muerta, por un lado, la apreciación de su importancia es cada vez mayor, y la retención de madera muerta y árboles viejos es común; por otro, la extracción de biomasa para energía está poniendo más presión sobre la madera y la recolección de ramas y troncos se está incrementando (Stokland et al., 2014). El volumen de madera muerta es generalmente menor en los bosques gestionados que en los bosques naturales (Siitonen, 2001); esta diferencia está vinculada a la historia, así como la intensidad y el tipo de manejo forestal actual. Además de la gran pérdida de volumen, el manejo forestal a menudo también provoca cambios en la calidad de la madera muerta disponible, es decir, en la distribución de madera de las diferentes etapas de desintegración y tamaños de la misma (Kruys et al., 1999; Storaunet et al., 2005). En particular, los bosques gestionados carecen de troncos y tocones de grandes dimensiones de largo y diámetro y en etapas avanzadas de desintegración (Siitonen et al., 2000). Con base en lo anterior, también se ha reportado una menor riqueza de especiesque habitan la madera muerta en bosques gestionados comparados con bosques naturales, así como especies que sólo aparecen en alguno de los dos tipos de bosques (Lindblad, 1988; Pentilä et al., 2004) (Tabla 3). Tabla 3. Ejemplos de macromicetos xilosaprobios en los diferentes tipos de bosques y manejos (Rostald et al., 2004; Stokland et al., 2014). Tipo de bosque Especies Joven Gloeophyllum sepiarium, Trichaptum abietinum. Maduro Amylocystis lapponica, Fomes fomentarius, Fomitopsis pinicola, Fomitopsis rosea, Gloeophyllum sepiarium, Phellinus cinereus, Trichaptum abietinum. Gestionado Fomes fomentarius, Fomitopsis pinicola, Phellinus cinereus, Scutellinia sp., Trichaptum abietinum. 18 Para asegurar el buen funcionamiento de los ecosistemas en cuanto a madera muerta y su diversidad Harmon (2001) propone el término morticultura, que establece que al igual que en la silvicultura, el propósito sería satisfacer las necesidades futuras en cuanto a producción de madera y pulpa, pero a la vez se ocuparía de los métodos para producir estructuras de material leñoso para la función del ecosistema. Además, subraya que su aplicación debe ser en conjunto con la silvicultura y no de manera aislada. Por lo tanto, es necesario que la morticultura aborde todos los estudios pertinentes para registrar localmente la cantidad y calidad de la madera, así como la biodiversidad asociada a ésta y el proceso de desintegración, a este respecto, la morticultura es quizá aún más exigente que la silvicultura tradicional, que se centra en un conjunto limitado de cualidades del árbol. La morticultura tendría que incluir varios componentes: (1) el vínculo entre árboles vivos y muertos, (2) la dinámica de desintegración de la madera muerta, (3) la planificación de distribución espacial de la madera muerta, (4) acciones de restauración como la inclusión de madera, tala y quema selectiva, extracción y reforestación, y (5) las respuestas de monitoreo en función de la biota y los ecosistemas (Stokland et al., 2014). 2.3.2. Características de la madera 2.3.2.1. Causa de la muerte La forma en que un árbol muere tiene importante repercusión en la composición de las especies en la madera en desintegración, se da una gran diferencia si el árbol muere de repente, por ejemplo debido a una tormenta o un incendio, o si muere poco a poco debido a la sequía, la vejez o agentes que lo predisponen a morir, como el ataque de insectos u hongos parásitos. Lo anterior repercute directamente en las características que tendrá esta madera para el inicio de la desintegración, como el contenido de nutrientes, humedad, volumen y densidad (Stokland et al., 2014). 19 Muchos árboles mueren a causa de fuertes vientos que derriban sus troncos, en cuanto a hongos, el género Trichaptum es muy común en árboles derribados por el viento; el corte o tala es otro factor de la mortalidad repentina, hay muchos hongos que utilizan regularmente tocones cortados, como Gloeophyllum odoratum y G. sepiarium, Heterobasidion, Trametes y Phlebiopsis gigantea (Stokland et al., 2014); otro factor es el fuego, la madera quemada es un hábitat muy particular para los hongos, se han reportado especies que se especializan en vivir en este sustrato como Daldinia loculata, Gloeophyllum carbonarium y Phanerochaete raduloides (Penttilä y Kotiranta, 1996; Johannesson et al., 2001). Otros árboles mueren a causa de la competencia por los recursos locales contra otros, los árboles que mueren por la competencia en realidad mueren de hambre debido a la falta de luz, agua o nutrientes (Kozlowski et al., 1991). La sequía es otro factor de mortalidad en los árboles, esto ocurre durante largos períodos de calor y tiempo seco, lo que a su vez favorece la aparición de insectos y hongos que debilitan a los árboles y contribuyen a su muerte, existen hongos que toleran las fluctuaciones de agua en la madera y permanecen hasta la etapa de desintegración tales como ascomycetes del género Hypoxylon y tremeloides como Dacrymyces stillatus (Rayner y Boddy, 1988). Un factor más es la senescencia o muerte natural de los árboles porque han llegado al final de su ciclo de vida, los árboles que mueren por esta causa son extremadamente importantes para las especies que viven en madera muerta ya que proporcionan una variedad mucho mayor de microhábitats que los árboles que mueren jóvenes; hongos como Antrodia crassa, A. infirma, Gloeophyllum protractum, Postia lateritia ,Odonticium romellii y Chaetoderma luna se especializan en este tipo de sustrato(Speight, 1989; Winter y Möller, 2008). Algunos otros factores de mortalidad son las avalanchas y deslizamientos de tierra que también pueden derribar árboles sanos, y crear sustratos similares a los producidos por los daños del viento; las inundaciones son otro de los factores de 20 mortalidad que causa complejos cambios fisiológicos y bioquímicos en los árboles (Kozlowski et al., 1991). 2.3.2.2. Tamaño y volumen La gran mayoría de los estudios ecológicos sobre la madera muerta y su relación con los organismos que la habitan y desintegran siguen la clasificación de diámetros de la madera de Kruys y colaboradores (1999) que incluye dos categorías de diámetro FDW (Fine Woody Debris) y CWD (Coarse Woody Debris) o la versión modificada de Küffer y Senn-Irlet (2005) que incluye tres categorías VFDW (Very Fine Woody Debris), FDW y CDW (Tabla 4). Tabla 4. Clasificación de tamaños de la madera muerta, tomado y modificado de Küffer y Senn-Irlet (2005). Se ha prestado especial atención a definir si el tamaño de los troncos influye en la riqueza y diversidad de los hongos, varios estudios han afirmado que los troncos grandes son particularmente importantes para la biodiversidad fúngica (Bader et al., 1995; Renvall, 1995; Bredesen et al., 1997; Kruys et al., 1999; Sippola y Renvall, 1999), lo mismo para briofitas (Söderström, 1998; Andersson y Hytteborn, 1991) e insectos saproxílicos (Grove, 2002; Similä et al., 2003). En cambio otros trabajos han demostrado que las pequeñas fracciones de restos leñosos pueden ser mucho más importantes para los hongos (Kruys et al., 1999) e insectos (Schiegg, 2000a). Categoría de tamaño Siglas en inglés Diámetro de la madera muerta (cm) Restos de madera muy fina VFWD (Very Fine Woody Debris) <5 Restos de madera fina FWD (Fine Woody Debris) 5−9 Restos de madera gruesa CWD (Coarse Woody Debris) ≥10 21 Bader y colaboradores (1995), Renvall (1995) y Stokland y Kauserud (2004) han propuesto que los grandes troncos aparte de su efecto positivo en la relación especies-área, son capaces de mantener un microclima más estable que es una condición requerida por algunos hongos especializados, Renvall (1995) añade que los troncos de gran tamaño podrían beneficiar a ciertas especies de crecimiento lento, simplemente porque se desintegran más lento que los troncos pequeños, y por lo tanto funcionan como sustratos para un periodo más largo, en relación directa a esto último Stokland y Kauserud (2004) sugieren que los troncos pequeños pueden suministrar una nutrición insuficiente para algunas especies de hongos. Otros estudios han concluido que tanto troncos grandes como pequeños son importantes para la riqueza de macromicetos xilosaprobios, pues diferentes grupos de éstos se especializan en habitar madera de distintos tamaños y la importancia radica en asegurar la permanencia de madera muerta de gran variedad de diámetros y volúmenes totales (Abrego y Salcedo, 2013). 2.3.2.3. Contenido de humedad El contenido de humedad de la madera está negativamente relacionado con la densidad. Así, a mayor estado de desintegración disminuye la densidad del troncoy el contenido de humedad se incrementa. Aunque los procesos de desintegración generalmente son proporcionales al contenido de humedad del sustrato, la desintegración se retarda en troncos con una humedad alta, donde la disponibilidad de oxígeno es limitada y se obstruye el crecimiento de los hongos (Rayner y Boddy, 1988). No obstante, las maderas con menos del 20% de contenido de humedad son inmunes al ataque por los hongos. Sin embargo, con contenidos de humedad por encima de este valor, el riesgo de desintegración por hongos aumenta dramáticamente y el contenido de humedad se hace óptimo hacia aproximadamente el 30-50% (Wainwright, 1995). 22 2.3.2.4. Densidad La densidad de la madera es una característica física muy importante, ya que aporta información sobre el estado de desintegración de la madera, pocos trabajos han medido esta variable (Schmit, 2005) y más bien en otros se encuentra dentro de la cuantificación de la tasa de desintegración. Lo más común ha sido subdividir la desintegración de la madera muerta en cinco etapas, este sistema ha sido adoptado en diversas partes del mundo y por un gran número de autores (Sollins, 1982; Renvall, 1995; Stokland, 2001; Waddell, 2002; Heilmann-Clausen y Christensen, 2003; Stokland et al., 2003) los cuáles además reportan diferentes especies de hongos en cada una de las etapas mencionadas (Tabla 6). También existen sistemas con más etapas de desintegración, por ejemplo ocho (Söderström, 1988), o con menos. La mayoría de los sistemas de clasificación hacen hincapié en el aspecto visual y suavidad de la madera en cada etapa, pero es también de interés conocer la pérdida de biomasa Næsset (1999) (Tabla 5 y Figura 4). La duración de cada etapa varía según el lugar y todas las variables relacionadas a la madera muerta. Tabla 5. Esquema de clasificación de la madera muerta. Tomada y modificada de Stokland (2001) y Heilmann-Clausen y Christensen (2003). Etapa de desintegración % aproximado de biomasa viva Características 0 Árbol debilitado 100 Árbol vivo pero debilitado (heridas, sequía, senescencia) aún con follaje verde. 1 Árbol recien muerto 100-95 Árbol recién muerto con corteza y madera sin desintegrar, un cuchillo penetra pocos milímetros. 2 Débilmente desintegrado 95-75 Corteza suelta o caída, un cuchillo penetra 3 cm en la madera, comienza a verse micelio bajo la corteza. 3 Medianamente desintegrado 75-50 Un cuchillo penetra hasta 5 cm en la madera desintegrada pero sin llegar al centro del tronco. 4 Muy desintegrado 50-25 Tronco desintegrado pero no en su totalidad, aún quedan partes duras en el tronco fragmentado; un cuchillo penetra de 5-10 cm. 5 Casi desintegrado completamente 25-0 Tronco muy fragmentado y madera desintegrada casi en su totalidad, hay grandes y abundantes cavidades en el tronco; un cuchillo penetra más de 10 cm en casi todo el tronco. 23 Figura 4. Apariencia visual de la madera durante las cinco etapas de desintegración y cantidad de biomasa restante durante las etapas de desintegración. Tomada y modificada de Stokland (2001). Tabla 6. Especies de macromicetos xilosaprobios reportadas en cada etapa de desintegración de la madera (Høiland y Bendiksen, 1996; Lindblad, 2001; Heilmann-Clausen, 2001; Heilmann-Clausen y Boddy, 2005). 24 2.3.2.5. Relación carbono/nitrógeno (C/N) La tasa de desintegración también depende del contenido de lignina, celulosa y hemicelulosa del tronco. Las enzimas ligninolíticas actúan efectivamente cuando el sustrato tiene una relación alta carbono-nitrógeno (Rayner y Boddy 1988). La expresión de estas enzimas también se encuentra condicionada por nutrientes como el nitrógeno, el manganeso y el cobre (Godio et al., 2004). La madera es un recurso pobre en nitrógeno con relación C/N de 500:1 y hasta 1250:1 (excepto la zona de cambium). Sin embargo, como la celulosa y la lignina se desintegran por la acción de hongos, el contenido de nitrógeno en realidad aumenta ya que la concentración de nitrógeno en el micelio es 7-10 veces mayor que en la madera (Merrill y Cowling, 1966; Swift y Boddy, 1984). El nitrógeno en su mayoría está presente en forma de quitina en las paredes celulares de los hongos, y es un elemento valioso para los hongos desintegradores de madera que tienen la capacidad para descomponer y reciclar nitrógeno a partir de sus propias paredes celulares, así como de los micelios de colonizadores anteriores (Lindahl y Finlay, 2006). Los hongos son eficientes en su uso del nitrógeno y lo requieren principalmente para producción de enzimas y componentes celulares (González, 2012). Los macromicetos especializados para utilizar la madera pueden reciclar el nitrógeno desde micelio viejo a nuevo micelio, y tienen la capacidad de utilizar y seleccionar de entre diferentes compuestos químicos de nitrógeno (Caddick, 2004). El nitrógeno también puede incorporarse a los esporomas; así el desarrollo y producción de biomasa son diferencialmente afectados por el contenido de carbono, nitrógeno y la relación C/N en medios definidos (Watkinson, 1999). Las cantidades de carbono y nitrógeno que se acumulan en el micelio y esporomas de los macromicetos son de suma importancia ecológica, en el sentido 25 de que potencialmente regulan la productividad a través de los efectos sobre el crecimiento vegetal y la descomposición microbiana (Watkinson et al., 2006). 2.3.3. Características de los macromicetos 2.3.3.1. Especificidad de sustrato Se ha discutido si existe una especificidad de ciertos hongos respecto a la madera de una especie de árbol en particular, esto parece ser poco común y se plantea la hipótesis de que gran parte de la preferencia por alguna planta se relaciona más bien con las características físicas y químicas de la estructura y composición de la madera (Rukke, 2000; Dighton et al., 2005). 2.3.3.2. Capacidad de dispersión A medida que su hábitat es transitorio en el tiempo, la capacidad de dispersión es un factor clave en la dinámica poblacional de las especies que viven en madera muerta, esto incluye la dispersión a cortas distancias entre diferentes y cercanos árboles muertos, así como, la dispersión dentro de un ecosistema fragmentado. Sin embargo, la importancia relativa de la dispersión varía entre las especies y parece estar relacionado con la disponibilidad temporal y espacial de la madera muerta (Stokland et al., 2014). La gama de tamaños de esporas entre los hongos sugiere grandes diferencias en el potencial de dispersión. Los macromicetos que producen un gran número de pequeñas esporas parecen tener relativamente buena capacidad de dispersión, las esporas de especies de como Fomitopsis rosea y Phlebia centrifuga tienen una dispersión a largas distancias (Edman et al., 2004a). Esporas de macromicetos son producidas a un ritmo de miles de millones por día, y la deposición de esporas en paisajes altamente fragmentados puede oscilar 26 entre decenas de esporas por m2 día-1 hasta 100 esporas por m2 día-1, incluso para las especies en la lista roja, restringidas a bosques primarios, como Phlebia centrifuga y Fomitopsis rosea (Edman et al., 2004a). No obstante, el nivel real de la deposición de esporas necesario para la colonización exitosa es aún desconocido. Los estudios empíricos muestran que, a pesar de un nivel alto en la deposición de esporas, la colonización de la madera muerta se correlaciona con la viabilidad de esporas y propágulos así como con la disponibilidad de sustrato y los hongos ya establecidos en dichos sustratos (Edman et al., 2004b; Jönsson et al., 2008). Además, las relaciones de muchas especies de macromicetos con insectos que habitan la madera pueden mejorar su capacidad de dispersión (Jonsell y Nordlander, 1995). La producciónde esporas se conecta con el número de propágulos y esporomas que a su vez tiene relación con la dispersión y colonización de los macromicetos, así la producción de esporomas sumado a las condiciones ambientales, se conecta estrechamente a la dinámica de la población de las especies de hongos (Edman et al., 2004b). 2.3.3.3. Estrategias de vida La madera muerta es un sustrato dinámico, distribuido de forma desigual en el tiempo y el espacio. A medida que el sustrato leñoso se desintegra el microambiente físico y químico cambia continuamente. Para hacer frente a estas condiciones cambiantes, los macromicetos que habitan en la madera han desarrollado diferentes formas en que enfrentan el estrés biótico y abiótico. Según Cooke y Rayner (1984), los macromicetos que habitan en madera pueden ser asignados a tres estrategias de vida (Tabla 7): ruderales (selección-R), tolerantes al estrés (selección-S) o competitivos (selección-C), aunque muchos hongos pueden ejercer una combinación de dos o tres estrategias. 27 Tabla 7. Ejemplos de macromicetos xilosaprobios y sus estrategias de vida (Stokland et al., 2014). Especies ruderales tienen normalmente capacidad de dispersión eficiente, rápida reproducción y crecimiento (Boddy y Heilmann-Clausen, 2008). Estos macromicetos pueden establecerse de manera eficiente en sustratos recién disponibles y libres de competencia durante el proceso de desintegración; son los colonizadores primarios de los recursos (Rayner y Boddy, 1988). A medida que la comunidad se desarrolla, toda la colonización se produce a partir de la captura secundaria de los recursos, es decir, todo nuevo territorio se gana desde sitios ya colonizados por otros hongos (Boddy, 2001; Stenlid et al., 2008). Sólo las especies con mejores habilidades combativas son capaces de defender su espacio ocupado en la madera, o vencer y hacerse de un territorio ya ocupado, y entonces persistir en la comunidad. La sustitución de especies primarias por especies de fases tardías de desintegración es común, y las especies tardías tienen mejores capacidades competitivas. A lo largo de todo el proceso de desintegración aparecen diferentes especies tolerantes al estrés abiótico cambiante de la madera (Holmer y Stenlid, 1997). Las interacciones entre especies pueden ser mutualistas, parasitarias o competitivas (Morin, 2011). En comunidades de macromicetos la competencia por el espacio en el interior de la madera es la interacción más común (Boddy, 2000), cuando los hongos crecen en la proximidad uno del otro aumentan su producción Estrategias de vida Especies Ruderales Ascomycetes, Fomitopsis pinicola, Tremella Tolerantes al estrés Heterobasidion annosum, Stereum sanguinolentum Competitivas Fomitopsis rosea, Pheblia centrifuga 28 de enzimas lignolíticas (Iakovlev y Stenlid, 2000; Hiscox et al., 2010), y otros metabolitos secundarios tóxicos (Woodward y Boddy, 2008), las interacciones pueden resultar en un punto muerto en que ambos hongos retengan su territorio o sustitución, parcial o completa de un hongo por otro (Boddy, 2000). Sin embargo, el desarrollo de la comunidad y la estructura en un solo tronco se basa en interacciones dinámicas de las especies y los individuos (gineta) (Swift, 1987; Rayner y Boddy, 1988; Boddy, 1992). Dependiendo del tipo de pudrición de la madera que tengan los hongos colonizadores pioneros se abren distintas vías de sucesión, muchos hongos especializados dependen de cierta etapa de desintegración precedente (Renvall y Niemelä, 1992; Niemelä et al., 1995; Holmer et al., 1997) y en cada comunidad las interacciones serán distintas, pues influyen un gran número de variables, por lo que es importante repetir estudios tanto de campo como de laboratorio para mejorar la comprensión sobre la dinámica de comunidades de hongos que habitan en madera, ya que las interacciones pueden tener influencia significativa en la composición y estructura de éstas lo que a su vez modifica la desintegración de los restos leñosos (Dickie et al., 2012; Van der Wal et al., 2012). 3. ANTECEDENTES 3.1. Estudios a nivel mundial de las comunidades de macromicetos xilosaprobios Los estudios realizados de hongos xilosaprobios alrededor del mundo están cobrando gran interés, ya sea como ciencia básica o como parte de proyectos para la conservación y manejo de bosques. Micólogos y ecólogos trabajan en conjunto para este tipo de estudios, ya que involucran la elaboración de extensos listados taxonómicos y su relación con parámetros ecológicos (Cooke y Rayner, 1984). 29 La relevancia de los trabajos en estos países es que abarcan diferentes puntos del tema, la taxonomía es la base y una fase obligada, en ecología se mide la riqueza, abundancia y diversidad de esporomas, en algunos casos se trabaja con micelio y los patrones de colonización de éste en la madera (ramas, troncos y tocones); de los troncos se mide el tamaño (largo y diámetro) y la etapa de desintegración. Existen trabajos donde se evalúan interacciones entre especies: se inoculan micelios de distintas especies de hongos en rodajas de madera para evaluar la competencia o facilitación (Fukami et al., 2010), también algunos otros han medido tasas de desintegración, y otros más aventurados y con estudios a largo plazo proponen la introducción de madera (Heilmann- Clausen y Christensen, 2003), o la quema controlada de madera para la recuperación de ciertas especies de hongos (Sippola y Renvall, 1999). Con todos estos datos se hace una interpretación del establecimiento y sucesión en las comunidades fúngicas de la madera, que proporcionan a países como Finlandia, Suecia, Noruega, entre muchos otros, la capacidad de gestionar de manera adecuada la extracción de madera de los bosques, la creación de nuevas reservas (Lodge, 1997) y listados de especies en peligro (Tabla 8). 30 Tabla 8. Ejemplos de estudios de macromicetos xilosaprobios en el mundo. País No. de estudio Tipo de bosque Riqueza Resultados Referencia 1 Pinus sylvestris, Betula pubescens, Salix caprea 47 especies 570 troncos *Mayor riqueza en troncos de mayor volumen *Mayor abundancia de hongos de pudrición café *Mayor riqueza en etapas 3 y 4 de desintegración Sippola y Renvall, 1999. 2 Picea abies, Pinus sylvestris, Betula pubescens, Populus tremula, Sorbus aucuparia, Salix caprea, Prunus padus 31 especies Poliporoides Corticioides *Mayor riqueza en CDW * Poliporoides sólo en CDW con diámetro mayor a 30cm *Mayor riqueza en etapa 3 y 4 de desintegración Sippola, 2001. Finlandia 3 Picea abies 85 especies Poliporoides *Mayor riqueza a mayor variación en volumen de los troncos *Mayor riqueza en bosques maduros y CWD con diámetros mayores a 40cm *Mayor riqueza en últimas etapas de desintegración Penttilä et al ., 2004. 4 Picea abies, Pinus sylvestris, Betula pubescens, Populus tremula, Alnus incana 133 especies 24689 troncos *Mayor riqueza en CDW Juutilainen et al ., 2011. 5 Picea abies, Pinus sylvestris, Betula pubescens, Populus tremula, Alnus incana 164 especies 2862 troncos *Mayor riqueza en troncos de diámetro mayor a 10cm *Mayor abundancia en troncos de diámetro menor a 10cm Juutilainen et al ., 2014. 1 Picea abies 31 especies 1030 troncos *Mayor riqueza amayor tamaño del tronco *Mayor riqueza en etapas intermedias de desintegración Bader et al ., 1995. 2 Coryolus avellana 140 especies *Mayor riqueza en primeras etapas de desintegración Nordén y Paltto, 2001. Suecia 3 Quercus rubus, Quercus petrae, Betula pendula, Fraxinus excelsior, Populus tremula, Acer platanoides, Tilia cordata, Fagus sylvatica, Salix caprea, Picea abies 411 especies *Mayor riqueza en troncos de mayor volumen *Mayor riqueza de ascomicetos en troncos de diámetro menor a 1.1 cm Nordén et al. , 2004. 4 Picea abies 91 especies 180 troncos *Mayor riqueza en CDW Edman et al ., 2004b. 5 Fagus sylvatica, Picea abies, Abies alba, Pinus sylvestris, Castanea sativa 238 especies 3339 troncos *Mayor riqueza en troncos de diámetro menor a 5 cm Küffer et al ., 2005. Dinamarca 1 Fagus sylvatica 277 especies 70 troncos *Mayor riqueza a mayor tamaño del tronco *Mayor riqueza en etapas 3 y 4 de desintegración Heilmann-Clausen y Christensen, 2003. Noruega 1 Picea abies 118 especies 144 troncos *Mayor riqueza en etapa intermedia de desintegración *Mayor riqueza en bosque natural que en manejado Lindblad, 1998. Australia 1 Eucalyptus obliqua 195 especies 100 troncos *Mayor riqueza en troncos de diámetro menor a 10 cm. Gates et al. , 2011. España 1 Fagus sylvatica 315 especies 10376 troncos *Riqueza explicada por la variación en los tamaños de los troncos Abrego y Salcedo, 2013. 3.2. Estudios en México sobre macromicetos xilosaprobios Los estudios en nuestro país que reportan especies de macromicetos xilosaprobios son pocos y limitados a elaborar listados taxonómicos, en México la totalidad de los trabajos que se tienen sobre macromicetos xilosaprobios son únicamente de taxonomía y evaluación de la pudrición de la madera con interés forestal y económico (Tabla 9). 31 Tabla 9. Ejemplos de estudios que consideran macromicetos xilosaprobios en México. Estado No. de Estudios Tipo de bosque Riqueza Referencia Durango 1 Pino Pino-encino 51 especies Díaz et al., 2005. Chihuahua 1 Pino Pino-encino 83 especies Díaz-Moreno et al., 2009. Nuevo León 1 Pinus arizonica var. stomiae Pinus greggii Pinus hartwegii Pinus pseudostrobus Pinus teocote 76 taxones Marmolejo y Méndez, 2007. Distrito Federal 1 Abies religiosa 13 especies García-Romero, 1973. Veracruz, Tamaulipas, Morelos, Oaxaca, Jalisco, Michoacán, Chiapas, Edo. Mex., Puebla, Guerrero, Querétaro y Nuevo León Revisión de ascomicetos de BMM en México Bosque Mesófilo de Montaña (Liquidámbar sp., Quercus sp., Magnolia sp., Miconia sp., Eugenia sp. y Platanus sp.) 69 especies Medel, 2013. Sonora 1 Pino-Encino Pino-encino con galerías Matorral subtropical 13 especies Méndez-Mayboca et al., 2007. Distrito Federal 1 Abies religiosa, Cupressus lusitanica, Pinus sp. Prunus serotina spp. capuli. 30 especies Pérez-Pazos, 2014. Estado de México 3 Abies religiosa 2 especies Fomitopsis pinicola y Heterobasidion annosum Ruiz-Rodríguez y Pinzón-Picaseño, 1994- 1995-2006. Campeche 1 Selva alta y mediana Selva baja temporalmente inundable 7 especies Sierra et al., 2012. Distrito Federal Libro Abies religiosa 24 especies Tovar y Valenzuela, 2006. Eje Neovolcánico Transversal (Distrito Federal, Estado de México, Morelos, Hidalgo, Tlaxcala) 1 Abies religiosa 59 especies Valenzuela et al., 2004. 3.3. Estudios en la Cuenca del Río Magdalena (CRM) sobre macromicetos xilosaprobios Los trabajos que reportan macromicetos xilosaprobios elaborados hasta ahora en la zona de la Cuenca del Río Magdalena (CRM) incluyen el trabajo de Villaruel- 32 Ordaz y Cifuentes (2007) que es un listado taxonómico en los tres tipos de bosque de la CRM y el trabajo de Valenzuela y colaboradores (2004) que es un reporte de revisión de herbarios de hongos que crecen sobre madera de Abies religiosa en el Eje Volcánico Transversal (Tabla 10), con los reportes de ambos trabajos se tienen registrados en la CRM 13 especies de hongos xilosaprobios aunque realmente para el bosque de A. religiosa son sólo 10 especies, pues de las seis especies del trabajo de Villaruel-Ordaz y Cifuentes (2007) son tres las que pertenecen a bosque de A. religiosa. Tabla 10. Macromicetos xilosaprobios en la CRM. 4. JUSTIFICACIÓN La CRM es una zona de crucial importancia para el Distrito Federal ya que alberga a uno de los últimos ríos de la ciudad y sus bosques proporcionan recursos y servicios ecosistémicos valiosos para la población. Enriquecer el conocimiento sobre la biodiversidad de la CRM da pauta a la elaboración y puesta en marcha de mejores programas para la protección de este sitio. El bosque de Abies religiosa de la CRM es uno de los bosques más productivos del mundo (Morales-Rojas, 2015), por lo que se debe mantener un manejo forestal adecuado y un monitoreo constante y a largo plazo de la estructura y funciones del ecosistema; en este sentido la madera muerta es un componente No. Estudios Tipo de bosque Riqueza Referencia 1 Bosque de Abies religiosa Bosque de Pinus hartwegii Bosque mixto( A. religiosa, Cupressus, varias especies de Pinus y Quercus) 6 especies Villarruel-Ordaz y Cifuentes, 2007. 2 Bosque de Abies religiosa 7 especies Valenzuela et al., 2004. 33 que debe integrarse a este manejo forestal ya que hay un desconocimiento enorme en todo el país sobre la biodiversidad en este material leñoso. En 2011 en la manifestación de impacto ambiental para el retiro de arbolado muerto en la CRM (Juárez-Palma y Romero-López, 2011) no se toma en cuenta a los insectos y hongos xilosaprobios (los dos grupos más importantes que habitan y dependen en gran medida de este recurso) porque no existen hasta ahora datos sobre ellos. Este trabajo pretende conocer la diversidad de macromicetos xilosaprobios y explicar sus patrones de distribución en la madera mediante las características físicas y químicas de ésta, la información obtenida no sólo será útil para un mejor manejo de la madera muerta en la CRM sino que busca cambiar la forma negativa en que aún se ve a la madera muerta y a algunos macromicetos que la habitan en los bosques del país; este estudio abre la puerta para el inicio de más trabajos sobre la ecología de macromicetos xilosaprobios en México y muestra la gran importancia de estos en el flujo de nutrientes y biodiversidad de los bosques templados. 5. OBJETIVOS 5.1. General Estimar la riqueza y abundancia de esporomas de macromicetos xilosaprobios en relación a las características físicas y químicas de la madera de Abies religiosa. 5.2. Particulares Obtener la riqueza de esporomas de macromicetos xilosaprobios de la CRM. Relacionar la riqueza, abundancia y diversidad de esporomas de macromicetos xilosaprobios con el tamaño, densidad y contenido de humedad de la madera. 34 Relacionar la riqueza, abundancia y diversidad de esporomas de macromicetos xilosaprobios con el contenido de carbono,nitrógeno y la relación C/N de la madera. 6. HIPÓTESIS De acuerdo a la información de la literatura sobre los macromicetos xilosaprobios se plantean las siguientes hipótesis: A mayor volumen del tronco mayor será la abundancia y la riqueza de esporomas de macromicetos xilosaprobios. A mayor humedad en la madera mayor será la abundancia y la riqueza de esporomas de macromicetos xilosaprobios. A mayor densidad en los troncos disminuirá la riqueza y abundancia de esporomas de macromicetos xilosaprobios. A mayor relación C/N disminuirá la riqueza y abundancia de esporomas de macromicetos xilosaprobios. 7. ZONA DE ESTUDIO La cuenca del río Magdalena (CRM) también conocida como “Los Dinamos” debe su nombre a uno de los últimos ríos permanentes de la Ciudad de México, cuenta con 3000 ha aproximadamente, localizadas al sur-occidental del Distrito Federal dentro de las delegaciones La Magdalena Contreras, Álvaro Obregón y Cuajimalpa (Cantoral et al., 2007). La CRM se localiza en la Sierra de las Cruces dentro de la cuenca de México (19° 13’ 53” y 19° 18’ 12” N y 99° 14’ 50” y 99° 20’ 30” W). Debido al gradiente altitudinal de la cuenca existen dos tipos de clima, en la parte urbana y hasta los 3050 msnm el clima es templado subhúmedo y en la parte alta 35 entre los 3100 y 3800 msnm el clima es semifrío. La precipitación es de casi 1000 mm en la parte baja y hasta de 1500 mm en la parte más alta (García, 1988), la época de lluvias va de mayo a octubre y en estos meses la precipitación siempre es mayor a la evapotranspiración; el verano es fresco, largo y con poca oscilación térmica; la temperatura media anual es de 10 a 14°C siendo los meses más calientes abril, mayo y junio (Almeida-Leñero et al., 2007). El relieve es montañoso y se distinguen principalmente tres comunidades vegetales, la de Pinus hartwegii en la parte más alta, Abies religiosa en la parte media y bosque mixto en la parte baja; los suelos son de origen volcánico (andosol húmico) muy permeables y susceptibles a erosionarse (Almeida-Leñero et al., 2007) (Figura 5). Figura 5. Ubicación geográfica del Bosque de Abies religiosa, los puntos amarillos marcan puntos de muestreo. La CRM abarca el 4% del suelo de conservación del D.F. y es considerada como una importante fuente de abastecimiento de agua para la zona sur del D.F. y su cobertura forestal contribuye al mantenimiento de la calidad del agua del río, además esta zona proporciona servicios ecosistémicos relevantes, como la 36 protección de cuencas hidrológicas, captura de carbono y mantenimiento de la biodiversidad, y a pesar de su importancia ecológica, económica y social presenta graves problemas referentes a su manejo y estatus legal que han sido ocasionados por el rápido crecimiento de la población (Galeana-Pizaña et al., 2013). Otros problemas que tiene la CRM son la tala clandestina, turismo no controlado, contaminación del río, prácticas agro-pastoriles, incendios (hubo 157 incendios entre 1995-2004, en 1998 fue el de más intensidad) y conflictos entre los miembros de la comunidad. En 2011 se realizó una manifestación de impacto ambiental para el retiro de arbolado muerto en los bienes comunales de la Magdalena Contreras, se desconoce si se llevó a la práctica esta actividad (Juárez-Palma y Romero-López, 2011). Dentro de la CRM el bosque de Abies religiosa es el más extenso, cuenta con 1469 ha y va de los 3000 a los 3500 msnm, presenta suelo andosol húmico con 50 cm de profundidad, pH de 4.6 a 5.1 y contenido de materia orgánica de un 15 a 30%. En este bosque la vegetación se constituye por Abies religiosa, Acaena elongata, Cestrum trysoideum, Fuchsia microphylla var. microphylla, Roldana angulifolia, Roldana barba-johannis y Senecio cinerarioides; los musgos son otro tipo de vegetación que es fácilmente observable en las cortezas de los árboles de oyamel, con un 60 a 95 % de cobertura, así como diversas especies de líquenes y basidiomicetos (Cantoral et al., 2007). La micobiota de los bosques de Abies es de las más ricas en especies (Guzmán, 1977). 8. MATERIAL Y MÉTODOS 8.1. Recolecta de material En el campo se hizo un muestreo no probabilístico de agosto a noviembre del 2013, dentro y en los alrededores de 6 sitios elegidos al azar del bosque de Abies 37 religiosa. Se evaluaron un total de 43 troncos, se seleccionaron los troncos caídos que tuvieran al menos 2 esporomas en su superficie y más de 10 cm de diámetro (los diámetros oscilaron entre 17 y 300 cm), de cada tronco seleccionado se midió el largo y ancho (para posteriormente obtener el volumen) y se tomó de los extremos y parte media una muestra de madera (aproximadamente 500 g peso fresco) para calcular la humedad, densidad y relación C/N de la madera; no se tomaron medidas cualitativas del estado de degradación de los troncos en el campo. En cuanto a los macromicetos presentes en los troncos, se contó el número de morfoespecies y el número de esporomas por morfoespecie (Figura 6), se tomó un registro fotográfico de los esporomas (Anexo 1), y finalmente se recolectaron, todo lo anterior para calcular riqueza, abundancia y diversidad de los macromicetos xilosaprobios. Figura 6. Fotografías de los sitios de muestreo y la recolecta de esporomas de macromicetos. En el Laboratorio de Ecología del Suelo de la Facultad de Ciencias de la UNAM se pesaron las muestras de madera en fresco para obtener el peso húmedo, después los troncos se metieron a la estufa durante 5 días a 100°C y se volvieron a pesar para obtener el peso seco. Se calculó la cantidad de agua que hay en un gramo 38 de madera (humedad) en cada tronco, mediante la siguiente fórmula propuesta por Núñez (2007): Donde PH= Peso Húmedo PS= Peso Seco Se calculó la densidad básica de la madera mediante la siguiente fórmula propuesta por Núñez (2007): Donde Db= Densidad básica Dp= Densidad de pared constante (1.5 g cm-3) = La diferencia entre el Peso húmedo y el Peso seco o mínimo Pm= Peso seco o mínimo El volumen de los troncos se calculó mediante la fórmula del cilindro: Donde Vol= Volumen =3.1416 = radio al cuadrado h= altura 39 Las muestras de madera se trituraron y se enviaron al Laboratorio de Fertilidad de Suelos del Colegio de Posgraduados, Campus Montecillos donde se realizaron los análisis químicos del contenido de carbono y nitrógeno. En el Laboratorio de Hongos Tremeloides (Heterobasidiomycetes) de la Facultad de Ciencias UNAM se hizo una breve descripción de características macroscópicas de los esporomas en fresco, después éstos se colocaron en una secadora durante 24 horas y se guardaron en cajas de cartón para su posterior determinación. Los esporomas recolectados se separaron por morfoespecie y se determinaron hasta el nivel taxonómico más fino posible, con ayuda de claves taxonómicas con caracteres macro y microscópicos (Figura 7). Los nombres y autores de las especies fueron actualizados de acuerdo al Index Fungorum. Figura 7. Fotografías de esporomas de macromicetos xilosaprobios (A) y estructuras microscópicas: ascas y ascosporas (B), basidio (C), basidiosporas (D) y cistidios (E). 8.2. Análisis de resultados Se trabajó con nueve variables, tres de ellas correspondientes a los macromicetos (riqueza taxonómica, abundancia y diversidad de esporomas, esta última calculada con las dos anteriores mediante el índice de diversidad de Shannon- 40 Wiener) y seis respecto a características de la madera (volumen, humedad, densidad, carbono, nitrógeno y relación C/N). Con los datos de riqueza se elaboró una tabla que muestra datos bibliográficos
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