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1 
 
 
UNIVERSIDAD NACIONAL 
AUTÓNOMA DE MÉXICO 
 
FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES 
ACATLÁN 
 
El abrasador fuego de las pasiones: daños morales de la pasión amorosa en Las 
desventuras del joven Werther 
 
TESIS 
 
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE 
LICENCIADO EN FILOSOFÍA 
 
PRESENTA 
 
DAVID AGUILAR FULLADOSA 
 
 
Asesor: Antonio Luis Marino López 
Santa Cruz Acatlán, Naucalpan, Estado de México, Marzo del 2017 
 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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 2 
ÍNDICE 
Introducción 4 
Capítulo I: La alegría de la belleza natural 16 
Capítulo II: La agridulce pasión amorosa 28 
Capítulo III: Werther en las oficinas de la burguesía 42 
Capítulo IV: Autodestrucción de las pasiones 50 
Conclusión 63 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 3 
“¡Un minuto entero de felicidad! 
¿Acaso es poco para una vida humana…?” 
Las noches blancas, Un relato sentimental 
(de los recuerdos de un soñador), F. Dostoyevski 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 4 
Introducción 
Las relaciones humanas tienen su base en las pasiones; así como separan a las 
personas, pueden unificarlas. Amor, odio, miedo, alegría, son características tan 
propias del hombre como resulta evidente por su manifestación cotidiana. La 
exploración de ellas, por lo tanto, resulta de una importancia central si es que 
queremos conocer al hombre. La indagación puede arrojarnos diversos frutos, 
tanto encontrar la posibilidad de que exista algún tipo de control sobre las 
pasiones o mínimamente conocer los problemas concernientes a la expansión de 
las mismas. 
Indagar en todas las pasiones, pese a lo importante del asunto, resultaría una 
tarea tremenda, quizás interminable. En el presente trabajo me abocaré 
principalmente a explorar la pasión amorosa y sus consecuencias morales. Una 
buena guía en la búsqueda de lo recientemente planteado, la encuentro en la 
novela Las desventuras del joven Werther de Johann Wolfgang von Goethe, pues 
ahí se presentan el desarrollo y las desventuras de una pasión desaforada. Esto lo 
realizaré en cuatro capítulos; el primero tendrá como objetivo describir la emoción 
que le causa al personaje, Werther, el estar cerca de la naturaleza y alejado de la 
ciudad; en el segundo se describirá y se reflexionará sobre la pasión amorosa que 
el personaje siente por la bella Charlotte. En el tercero se presentará la vuelta a la 
ciudad de nuestro personaje; y en el cuarto se reflexionará en las consecuencias 
de las decisiones tomadas por el joven Werther a lo largo de la novela, como el 
hecho de alejarse de Wahlheim y volver. 
En una primera impresión, los capítulos anteriormente descritos parecen obedecer 
únicamente a los hechos puestos por el autor, a un seguimiento lineal de la 
novela. Por ello, quizá sea útil explicitar con más detalle qué pasajes interpretaré 
para realizar el objetivo general del presente trabajo, así como la pertinencia de 
que sean esos. 
Con el primer capítulo del trabajo se podrá tener una perspectiva del alma de 
Werther, es decir, qué características son aquellas que lo mueven a actuar del 
modo como lo hace. Por ejemplo, su deseo constante de querer observar la 
 5 
naturaleza nos va sugiriendo a una persona que encuentra en la belleza natural un 
motivo para encontrarse a gusto y quizás alcanzar la felicidad. No se trata tan sólo 
de un hombre que odia a las demás personas, busca refugio en la soledad y la 
tranquilidad de los bosques, pues en la novela también notamos que siente un 
fuerte deseo por tener una amistad sincera, así como que se enternece en las 
expresiones sinceras de los hombres. Parece, en breve, buscar la expresión 
natural de sus pasiones, como lo es el deleitarse viendo la naturaleza externa o 
disfrutando de la amistad propia y ajena. Este detalle es muy importante, pues nos 
damos cuenta que el personaje no encuentra problema alguno en permitir que 
afloren sus pasiones, es más, me atrevería a afirmar que él desea inflamarlas. 
Incrementa sus pasiones contemplando la naturaleza, pero al no ser ésta 
suficiente para satisfacerse, busca sentir con mayor intensidad sus pasiones con 
otras personas; finalmente, manifiesta sus pasiones del modo más fuerte: ama. 
Según mi interpretación, va descubriendo y desarrollando sus pasiones; comienza 
con la tranquilidad y la alegría que le causa la naturaleza y luego esa alegría la 
eleva cuando se enamora. Quizá quede la duda de por qué estimula sus pasiones 
con su entorno y por qué, una vez dominado por la pasión, actúa tan 
irresponsablemente. Para entender esto, y reafirmar que las pasiones deben ser 
expresadas al máximo, Werther compara su corazón con un niño caprichoso, es 
decir, las pasiones deben manifestarse según él lo vaya queriendo, sin ninguna 
clase de control ni de responsabilidad. Por eso es importante fijar la atención en su 
gusto por la naturaleza, porque ahí se comienzan a inflamar las pasiones sin 
ningún tipo de control, las cuales no sólo causarán problemas con las personas 
con las que se va relacionando, incluso desembocarán en su suicidio. 
Como consecuencia de haberse dispuesto a regar constantemente el jardín de sus 
pasiones con objetos y situaciones agradables, Werther se enamora. La más bella 
flor de su jardín, el amor, también la riega sin cesar y, en consecuencia, también 
crece. Dicho de otra manera: el personaje al estar buscando satisfacer sus 
pasiones las hace crecer, lo que le dispone a enamorarse perdidamente de 
Charlotte. Por ello, para entender el enamoramiento por Lotte, junto con sus 
consecuencias, es importante observar cómo se van manifestando y acrecentando 
 6 
las pasiones mostradas desde el inicio. Para que esta interpretación se sostenga, 
esto supone que las diferentes pasiones tienen relación entre sí. En el desarrollo 
de cada capítulo se irá notando y afinando esta postura con más detalle. Los 
señalamientos anteriores nos pondrán en condición de ir juzgando la 
responsabilidad de Werther al momento de enamorarse. Para entender mejor lo 
anterior, se pensará si el amor es una especie de destino, algo que surge sin 
ninguna preparación. A su vez, también se podrá reflexionar si la expresión 
extrema de las pasiones es la máxima expresión del hombre, es decir, la más 
natural, la que lo vuelve más inquieto y difícilmente desaparece, tesis que parece 
sugerírsenos con la figura de Werther. Por otro lado, junto con las pasadas 
consideraciones se podrá pensar cómo concibe el propio personaje su pasión, así 
se tendrá conocimiento del modo en el cual juzga sus relaciones sociales. 
La contraposición entre lo que siente el personaje y el efecto que sus pasiones 
tienen en su sociedad, puede mostrarnos no sólo una sociedad que anteponga 
ciertas costumbres ante los arrebatos pasionales, sino también puede sugerirnos 
la existencia de un sentimiento moral. Dicho de otra manera: hay un sentimiento 
que le muestra al personaje que no es bueno dejarse llevar por determinadas 
pasiones, pues afecta a su amada. Lo cual puede ayudarnos a comprender por 
qué el personaje prefiere alejarse y no afectar a nadie con su desaforada pasión. 
Lo anterior, dicho brevemente, parte de que la moralidad tiene cierto rasgonatural 
o la base de la misma es natural. Todo lo anterior podrá discutirse con mayor 
profundidad en su lugar correspondiente, es decir, en el segundo capítulo. 
En el tercer capítulo se buscará poner especial énfasis en el modo de vida 
opuesto al que hasta ese momento llevó Werther: cerca de muchas personas, 
principalmente el de la gente con la cual no se lleva bien y que carece de 
sentimientos fraternos. En otras palabras: se pensará en la vida burguesa de la 
que había escapado en un principio el personaje. Como se puede colegir, este 
capítulo se contrapone al primero, pues mientras en el primero se presenta a un 
Werther contento y con cierta libertad de expresar sus pasiones, en el tercero se le 
muestra infeliz, víctima de groserías y con la necesidad de contener sus pasiones. 
 7 
De dicha oposición se podrá entender por qué el personaje había elegido una vida 
más afín a lo natural. También se podrá juzgar si realmente es preferible la vida no 
burguesa, la natural, a la burguesa o es una falsa oposición, pues la provoca 
alguien que sencillamente no quiere acoplarse al mundo burgués. La pregunta con 
la cual se puede resumir la oposición anterior podría ser: ¿cómo le conviene vivir 
al hombre: buscando honores o deleitándose con la naturaleza y dejando aflorar 
sus pasiones? Nótese que Werther había escapado ya una vez del modo de vida 
burgués para buscar la felicidad en lo natural; ese hecho no carece de 
importancia, pues marca el inicio de la novela; las consecuencias de su escape lo 
devuelven nuevamente al mundo burgués, aunque la naturaleza y el amor que le 
hicieron manifestar tan fuertemente sus pasiones, aun en el ambiente burgués, 
siguen palpitando en él. 
Finalmente, el cuarto capítulo es el regreso de Werther al lugar donde amó, pero 
no vuelve a un entorno floreciente (el de la primavera), sino a uno que se va 
deshojando (el del otoño). La correspondencia entre las estaciones y el ánimo del 
personaje va señalando el vínculo hacia lo natural que se presentaba desde el 
primer capítulo. Dicho vínculo tiene una culminación en el invierno, pues es la 
época en la cual acontece el suicidio. De lo anterior se deduce que la naturaleza 
no sólo tiene un lado bello, sino también uno frío como la nieve invernal, donde se 
presencia el desborde de un río y la autodestrucción del personaje. Aunque lo 
anterior sugiera que el suicidio es una etapa más dentro de la naturalidad del 
personaje, no parece tan sencillo aceptarlo, pues sería afirmar que éste se suicida 
por un exceso de pasión, lo cual no coincide con la actitud descrita en la última 
parte de la novela. Empero, no se debe perder de vista que quizás el quitarse la 
vida por la propia mano sea una instancia a la cual se llega por las consecuencias 
de ya no saber qué hacer con las pasiones, es decir, se llega al suicidio por una 
reflexión sobre las propias pasiones. Como queda visto por lo anterior, no es cosa 
sencilla saber los motivos del suicidio, tal vez sea el suceso más oscuro de la 
obra. En otro lugar del mismo capítulo, también se pondrá especial énfasis en el 
aspecto moral de lo hecho por Werther, es decir, en las consecuencias morales de 
sus pasiones. Para hacerlo es imprescindible tener en cuenta el triángulo Werther, 
 8 
Lotte y Albert. Con cada uno se puede establecer una postura sobre las pasiones, 
es decir, según los actos de cada uno se puede dilucidar si las pasiones tienen 
algún límite o no pueden limitarse; bajo qué condiciones parece encontrarse un 
control a las pasiones o bajo qué condiciones parecen incontrolables. Si contener 
las pasiones es sencillo, el hecho de desbordarlas sería un acto del más puro 
capricho y, en consecuencia, reproblable en extremo. Si no es tan fácil controlar 
las pasiones, se vuelve difícil juzgarlas. Si no todos pueden controlarlas, quizá se 
deba reflexionar detenidamente en las condiciones de quien no pudo contener sus 
pasiones, lo cual debería tener como consecuencia el no reprobar al apasionado 
tan fácilmente. 
Como se puede juzgar por lo recientemente expuesto, hay asuntos centrales en el 
presente trabajo: la relación del hombre con la naturaleza, las pasiones, 
principalmente la pasión amorosa y la relación entre el apasionado con su entorno 
social. Si bien hay capítulos en los cuales se aborda con mayor cuidado cada uno 
de esos temas, todos los asuntos se relacionan y a veces varios temas son 
tratados en un mismo capítulo. 
Teniendo esbozada la estructura del presente trabajo, queda pendiente explicar 
por qué se interpretará una novela para cumplir el objetivo. Se hará con una 
novela porque así se puede ver, principalmente, una vivencia verosímil de la 
manifestación de la pasión amorosa y sus consecuencias. Evidentemente con la 
novela no se ve con exactitud lo que le puede pasar a todas las personas que se 
enamoran y no son correspondidas, pero sí se pueden distinguir ciertos aspectos 
propios del hombre, como el hecho de enamorarse. Además, la novela nos va 
presentando el cambio de los estados de ánimo del personaje, es decir, la novela 
permite ir comprendiendo que el enamoramiento, la alegría o la tristeza no son 
estados que se presenten en un solo momento o que tengan una sola manera de 
expresarse. Los cambios de los estados de ánimo dependen de cierta 
temporalidad que se expresa adecuadamente en una novela, lo que mediante un 
tratado considerado filosófico, como la Disertación de las pasiones de David 
Hume, no se puede percibir. Evidentemente, esos cambios de ánimo en la 
 9 
narración varían según el personaje y las situaciones en las cuales se ve inmerso. 
Asimismo, las pasiones y las acciones se pueden captar mejor en una novela, 
pues se desarrollan con mayor detalle en un contexto, con varias situaciones 
relacionadas. No se trata únicamente de detallar cuidadosamente una escena y 
describir, por ejemplo, todos los muebles y objetos circundantes, donde se 
encontraban dos personajes cuando se besaron por primera vez, sino de ver 
cuáles son las situaciones que se nos describen, a cuáles se les dedica mayor 
espacio y por qué precisamente se presentan esas. No deja de ser importante el 
contexto de la escena, es decir, las escenas que le antecedieron y las que le 
siguen, así como el inicio de la novela y el final. En Las desventuras del joven 
Werther, por ejemplo, las descripciones se enfocan principalmente a la naturaleza 
(árboles, ríos, insectos, etc.) así como a los gestos y palabras con las cuales 
interactúan los diversos personajes; también se encuentran algunas reflexiones 
del personaje sobre arte, las costumbres de las personas y su situación 
emocional. 
Las descripciones nos las presenta el autor con un objetivo, el cual puede 
entenderlo el lector mientras avanza en la lectura e interpretación de la novela. 
Podemos afirmar: Goethe mostró un personaje tan apasionado para que nos 
percatáramos de las consecuencias de no esforzarnos por contener nuestra 
pasión amorosa, pues Werther cree que sólo por expresar su pasión a quien no 
podrá corresponderlo será feliz; pero pronto se da cuenta que el no verse 
correspondido lo hace sufrir mucho. Entre más elementos se encuentren en la 
misma novela para reforzar una interpretación, nos es más claro el objetivo del 
autor o al menos se va vislumbrando. La mejor interpretación es posible si se hace 
a partir de los propios elementos que la novela nos ofrece. Añadirle elementos 
ajenos a la novela sin una justificación o algún objetivo, puede opacarnos la 
comprensión de aquélla. Por tal motivo, en el presente trabajo me centraré en la 
novela y sólo por cuestiones de claridad recurriré a otros textos, sin perder de vista 
que los temas principales surgen de la obra misma, no de los otros libros. 
 10 
Por otro lado, el buen autor ofrece un asunto o diversos asuntos en una novela 
que resultan importantes de ser pensados para entender las problemáticaspasiones humanas. Esto ayuda a vislumbrar a las novelas como instrumentos 
adecuados para conocer el actuar humano, sus posibles causas, que en este caso 
son las pasiones, y sus consecuencias, como los delitos más atroces. Las 
novelas, y el modo en el que se intenta reflexionar sobre una en el presente 
trabajo, pueden alumbrar la reflexión sobre el hombre. ¿Son las pasiones el 
aspecto más importante para entender al hombre? Según pretendo mostrar, sí, 
pues éstas influyen decisivamente en su modo de actuar. Entender las pasiones 
ayuda a ver de dónde provienen diversos problemas éticos y morales. 
Nuevamente tomando el ejemplo de la historia de Werther, aquí Goethe presenta 
la manifestación de la pasión amorosa exacerbada y no correspondida. La cual 
podemos encontrar en nuestra cotidianidad, es decir, vemos que muchas 
personas se enamoran, sufren con el amor, hacen disparates cuando se 
encuentran enamorados e incluso llegan a cometer un crimen. ¿Cómo se debe 
juzgar la pena cuando el asesinato tuvo como móvil los celos? Todavía se puede ir 
más lejos y desarrollar la personalidad del celoso como alguien bondadoso, 
aunque ajeno al hogar; y a la víctima como una persona buena, pero tentada por 
una añeja añoranza. La calidad de un autor se mide cuando expresa con mayor 
veracidad los asuntos más importantes que le competen al hombre. Según 
entiendo la literatura, en las novelas de los mejores autores se hace una 
descripción de los conflictos que más se le presentan al hombre, que más le 
hacen cuestionarse y que más le compete entender. Con tales cuestionamientos 
el hombre puede entender los problemas más embrollados en los cuales se ve 
inmerso en las múltiples relaciones que vive. ¿Las novelas pueden educar 
moralmente si le ayudan al hombre a pensar mejor sus acciones antes de 
concretizarlas? Esto no es del todo claro, porque los mejores novelistas no dan 
una idea clara sobre el hombre, pues las propias novelas presentan características 
problemáticas, contradictorias, en torno al hombre. Visto así, la lectura adecuada 
de las novelas no es preceptiva, no dan una guía de las mejores acciones a 
 11 
realizar.1 El novelista no puede definir a todas las personas con un solo personaje, 
por eso en alguna medida busca que su lector pueda descubrirse en las páginas 
de su novela; que encuentre las semejanzas que tiene con el personaje que va 
conociendo; que le vaya comprendiendo sus propias situaciones con las 
situaciones leídas; que se autoconozca mediante la novela. 
Uno de los aspectos centrales de Las desventuras del joven Werther es su 
composición formal, la cual está constituida principalmente por cartas. Esto puede 
servirnos como ejemplo de algunos puntos tratados recientemente sobre la 
importancia de las obras literarias. La cuantiosa cantidad de cartas que componen 
la novela, ayuda a entender en buena medida el drama del personaje, pues da 
muestra de su exaltada personalidad, de su difícil personalidad, mediante su 
propia voz. En primera instancia parecería fácil comprender a Werther porque 
estamos leyendo directamente lo que él escribió, quizá sólo desconfiaríamos un 
poco de su memoria. Visto así, determinar si lo que él va describiendo que hace 
es reprobable o digno de aprobación no sería difícil. Pero lo que él decide escribir, 
cómo lo escribe y en qué estado de ánimo se encuentra al momento de hacer 
alguna carta, va dificultando que se pueda comprender el contenido de la misiva y 
al propio personaje. El afán de Werther, en la primera parte de la obra, de intentar 
manifestar la belleza de la naturaleza ¿no propiciará el ocultamiento de algunos 
aspectos desagradables en sus descripciones? En caso de que no oculte detalles 
importantes sobre sus acciones, ¿no exagerará algunas o varias de sus 
descripciones? Por ejemplo, hay una descripción que muestra notablemente una 
circunstancia exagerada y da un motivo para no describir con mesura. Esto 
sucede cuando Werther cuenta que la hermanita de Lotte cree que le saldrá barba 
por haber tocado con su cachete el cachete barbudo de aquél. La carta la finaliza 
 
1 En el libro III de la República de Platón hay un episodio que podría contrastar con la mencionada 
afirmación, pues Sócrates dice, entre otras cosas, que para que los hombres sean más valientes deben 
escuchar historias de los poetas que les hagan pensar que la muerte no es terrible y no escenas que les 
hagan creer lo contrario. Una posible lectura de ese pasaje es que la filosofía está totalmente en contra de 
los contenidos de la literatura y la poesía, pero también se nos podría advertir con dicho pasaje que la 
literatura tiene un sentido educativo y por ello hay que leerla con mucho cuidado. Dicho de otra manera: la 
literatura influye en el hombre; como toda influencia puede ser buena o viciosa. Cfr. Platón, Diálogos IV, 
República, Madrid, Gredos, 2012, 386a-388e. 
 12 
con las siguientes palabras: “Y en el fondo de mi corazón seguí siendo fiel a la 
verdad: debemos obrar con los niños como Dios lo hace con nosotros; cuando 
más felices nos hace, es cuando nos deja vagar en alas de dulces ilusiones.”2 Con 
dichas palabras podemos creer que la exageración de sus descripciones la hace 
para propiciar el gusto de quien está leyendo sus cartas. Además, cuando escribe 
dicha carta ya se encuentra enamorado de Lotte, por lo cual podemos interpretar 
que la felicidad de su enamoramiento le lleva a hacer afirmaciones que quizá con 
anterioridad no habría aceptado. Con este breve ejemplo podemos ver que 
Werther tiene una tendencia a presentarse como un personaje, un ser enredado 
entre la fantasía y la realidad de sus propias misivas, principalmente si esto le 
causa agrado. 
El que Werther no quiera mostrarse en toda su veracidad nos dificulta no sólo la 
comprensión que buscamos sobre él, sino también nos vuelve más difícil elaborar 
un juicio sobre sus actos por él mismo narrados. Aunque la dificultad no es una 
barrera infranqueable, pues se puede reflexionar acerca de los motivos por los 
cuales parece ocultarse el personaje, me refiero a cómo escribe y el estado de 
ánimo en el cual se encuentra al momento de escribir, y comprendiendo tales 
motivos podremos decir si erró o actuó adecuadamente. Para una mejor ubicación 
del estado de ánimo del personaje, su propensión a exagerar o a contarnos sus 
vivencias con exaltación, hemos de atender a las divisiones de la novela. La 
novela se divide en dos partes: la primera comienza con la huida de Werther del 
mundo burgués y finaliza con la huida del mundo natural; la segunda comienza 
con la llegada del personaje al mundo burgués y termina con la huida definitiva: el 
suicidio. En la primera parte podemos hacer tres divisiones: la felicidad del mundo 
natural3, el enamoramiento de Werther por Lotte o éxtasis de la felicidad natural4 y 
la infelicidad del amor no correspondido5. De la segunda parte podemos hacer 
dos: el regreso al mundo burgués6, al trabajo, y el regreso a Lotte7. Las cinco 
 
2Cfr. Von Goethe, Wolfgang Johann, Las desventuras del joven Werther, Madrid, Cátedra, 2010, P. 87. 
3 Cfr. Ibid. Pp.55-68 
4 Cfr. Ibid. Pp. 68-92 
5 Cfr. Ibid. Pp. 92-110 
6 Cfr. Ibid. Pp. 113-130 
 13 
divisiones, como resulta claro, se relacionan y una causa a la otra. El mundo 
natural va hermanado con el amor (como ya se explicará a detalle en el capítulo 
correspondiente), así como el mundo burgués es contrario a toda expresión de 
afecto sincero. Cada división tiene agrupada una serie de cartas que, sugiero, 
deben ser leídas en el contexto de la división, pues nuestro personaje no escribe 
de los mismos temas cuando se encuentra enamorado que cuando está bajo las 
órdenes del embajador; incluso la frecuencia de las misivas disminuye de un 
momento a otro. Mediante estas divisiones se puede comprendera nuestro 
personaje y, en consecuencia, reflexionar sobre sus acciones. 
Aunque el hecho de que Werther elabore descripciones exageradas sobre sus 
vivencias también puede sugerirnos a un personaje donde se enfatiza su carácter 
apasionado, no la veracidad de sus descripciones en las misivas. Dicho de otra 
manera, Goethe nos pone a un personaje sumamente apasionado, con 
preferencia a la fantasía, porque quiere resaltar la centralidad de las pasiones en 
el hombre. Dicho lo anterior con brevedad: lo más importante en el hombre es lo 
que siente, no lo que piensa. La afirmación es peligrosa, pues justificaría cualquier 
acción siempre y cuando tenga su base en el sentimiento. Habría que explicitar 
con mayor cuidado la tesis, así como mostrar otros elementos que corroboren lo 
afirmado. Tal vez sea mejor decir: es preferible en el hombre el buen sentimiento a 
las razones que buscan engañar, como aquellas que le dan más valor al hombre 
de renombre, pues pueden justificar casi cualquier acción en nombre del éxito. 
Esta afirmación podrá ser explicada con mayor detalle en el siguiente trabajo. Por 
el momento sería bueno pensar en Werther como aquel que va buscando o 
descubriendo el buen sentimiento y guía sus acciones basándose en el mismo; 
también hay que ir pensando en que las razones buscan oscurecer cómo el 
hombre se concibe a sí mismo. 
Las misivas, como ya se ha dicho, nos acercan a Werther o nos dan esa 
apariencia, es decir, nos hacen sentir como sus destinatarios, como sus 
confidentes, aquellos en quienes busca comprensión. Los sucesos del personaje 
 
7 Cfr. Ibid. Pp. 130-181 
 14 
nos conmueven, pues también sufrimos con sus penas, mucho más si hemos 
conocido a una persona con características como las de nuestro personaje o si 
nos reconocemos en su figura; nos alegramos en sus momentos de dicha y 
apreciamos la belleza de los paisajes que nos comparte. Según interpreto, Goethe 
escribe su novela mayormente en misivas, pues así somos persuadidos con 
mayor facilidad por la extrema sensibilidad de Werther, quien es una persona 
incomprendida ante los demás. Esto nos lleva a considerar que alguien que tiene 
una sensibilidad diferente de la de las otras personas, merece ser tratado 
diferente, quizá con atención y paciencia. No intento sugerir que Goethe nos 
quiera manipular, sólo sugiero que pretende convencernos o inducirnos a reparar 
en la importancia de comprender a una persona tan difícil de comprender, tan, en 
apariencia, molesta por sus fuertes arranques de pasión. Los motivos pueden ser 
muchos, por ejemplo: él, Goethe, quisiera que no fuéramos tan duros y 
descuidados al momento de elaborar juicios sobre el actuar de gente semejante a 
Werther. Junto con lo anterior, también nos estaría señalando que no es fácil 
entender el alma humana, pues tiene muchos recovecos dentro de ella, tensiones 
en las cuales se ve inmersa, causas oscuras por las cuales actúa. Finalmente, el 
genio de Weimar nos ayuda a entendernos a nosotros mismos al vernos, de 
manera aproximada, en el personaje, a cuestionarnos sobre nuestra pasión 
amorosa. Entonces la cercanía que permiten las misivas con el lector es una 
cercanía que puede ser dirigida hacia distintos puntos. 
En la interpretación aquí ofrecida, Goethe no es sólo quien ensalza el buen 
sentimiento por encima de la razón, sino quien muestra las consecuencias de la 
pasión exacerbada, pues él nos muestra tanto el lado bello de guiarse únicamente 
mediante el sentimiento, así como nos muestra el lado tenebroso y horrendo. 
Goethe cuestiona con Werther si vale la pena vivir expresando fuertemente y de 
cualquier manera las pasiones. 
Ahora sólo queda decir de manera general por qué es importante desarrollar el 
objetivo previamente presentado. Exploraré la pasión amorosa y sus 
consecuencias morales, porque así se podrá comenzar a conocerla, a reflexionar 
 15 
si es ilimitada o puede controlarse de alguna manera. Esto puede llevarnos a una 
nueva reflexión: si es preferible limitar la pasión, en caso de que esto fuera 
posible, o si es mejor estimularla. Un objetivo secundario al principal, por el cual 
también se hará la siguiente exploración, es que podré demostrar que las novelas 
nos permiten comprender las situaciones problemáticas de nuestra cotidianidad, 
aquellas que nos arrojan más preguntas que respuestas. El objetivo, además, 
tendrá como finalidad el que podamos comenzar a dilucidar si el amor es dador de 
felicidad o una condena de los apasionados, como en el caso de Werther, a que 
sean infelices; si el destino de toda gran pasión es hacer sufrir a quien la padece 
por no encontrar la manera de manifestarla o, muy por el contrario, posibilitarle, 
aunque no de manera sencilla, la felicidad. La infelicidad no sólo radica en 
aquellos que se ven afectados por la pasión, sino también en sus allegados, sus 
seres queridos, ya que ellos conviven más con el apasionado y se preocupan por 
él. Su convivencia con los demás vuelve a la pasión amorosa un asunto moral. 
Aparentemente podría resultar sencillo calificar de imprudente al que siente en su 
pecho el fuego del amor y guía sus acciones según su corazón le hace sentir. 
Pero una reflexión cuidadosa, como pretendo realizar en el siguiente escrito, nos 
llevará a percatarnos de lo problemático de definir con tanta sencillez si el 
apasionado es una persona reprobable o debe juzgársele de manera benigna. 
Incluso podríamos pensar que debe juzgársele bajo ciertas condiciones, de 
manera diferente de la que se haría con los demás. La reflexión sobre la pasión 
amorosa es un asunto de crucial importancia. 
 
 
 
 
 
 
 
 16 
Capítulo I: 
La alegría de la belleza natural 
El objetivo principal del presente capítulo es examinar los principales rasgos del 
carácter de Werther. Primero presentaré el vínculo entre su naturaleza y la 
naturaleza externa, lo cual se hará considerando principalmente la búsqueda del 
personaje por vivir principalmente en constante deleite. Esto me llevará a 
considerar las actividades que le son agradables y a interpretar por qué las 
prefiere. Las actividades agradables a dicho joven son varias y a lo largo de toda 
la novela se reitera su fuerte agrado por ellas; en esta parte mencionaré y 
reflexionaré de manera breve sobre la contemplación de la naturaleza (el bosque, 
el río y los insectos), su necesidad de amistades y el observar las expresiones 
naturales de los hombres (las fraternales, maternales y amorosas). En esta 
indagación no se debe dejar de lado el gusto especial de Werther por los niños y 
su pretensión de ser semejante a uno, pues ello le acerca a lo natural. Finalmente 
se reflexionará en la descripción, casi infantil, que hace de su corazón. El reverso 
de todas estas actitudes, es decir, la crítica de los modos de ser naturales, 
examinados en el presente capítulo, se hará con mayor detalle en el cuarto 
capítulo. Empero, aquí mismo ya se empezarán a enunciar algunos defectos e 
inconsecuencias de la actitud del personaje. 
Se explorará el objetivo planteado, porque así se podrá entrever si toda esa 
disposición de Werther hacia la naturaleza lo predispone a un apasionado 
enamoramiento. Dicho de otra manera: se buscará si hay una estrecha relación 
entre su cercanía a la naturaleza y la fuerza con la que se enamora. De ser esto 
cierto, se podrá pensar de manera más adecuada la personalidad del personaje. 
De lo anterior se podrán colegir las consecuencias de inflamarse tanto con un 
entorno auténtica o aparentemente bello. Pretendo, pues, encontrar las principales 
actividades que parecen inocentes, pero que realmente estimulan las pasiones, 
principalmente la amorosa, de nuestro personaje. 
El inicio de la primera carta nos planteauna de las principales características del 
joven Werther: “¡Qué feliz soy de no estar ahí! Mi buen amigo, ¡cómo es el 
 17 
corazón del hombre! ¡Alejarme de ti, a quien tanto estimo, y de quien era 
inseparable, y sentirme dichoso! Ya sé que me lo perdonas ¿No estaban bien 
elegidas por el destino todas mis otras amistades para angustiar un corazón como 
el mío?”8 La característica, señalada desde el comienzo de la novela, es lo mucho 
que abandona en su búsqueda por la felicidad, pues deja de lado su vida pasada y 
una amistad; prefiere deleitarse, aunque modifique todas sus relaciones sociales. 
El cambio de vida tan repentino, sin ninguna planeación, puede mostrarnos una 
personalidad sumamente intranquila o una nueva vida increíblemente maravillosa 
(con otras consideraciones podremos decidirnos por alguna de las dos opciones). 
Tantas oraciones ubicadas dentro de signos de admiración nos realzan la 
emotividad que siente el personaje, quizá característica de su modo de ser, de 
alejarse de la gente desagradable. El personaje se presenta como alguien que 
busca satisfacer su deseo en cuanto se le presenta la oportunidad, sin mucha 
meditación; alguien que se guía siguiendo únicamente lo que le produce alegría. 
¿Cuál es la actividad que más le gusta al personaje?, ¿por qué se siente tan feliz 
en ese lugar? Su felicidad se debe principalmente a la contemplación cuidadosa 
de la naturaleza, la cual desde la primera carta nos es señalada y se insiste en ello 
de manera notable a lo largo de toda la novela. La primera mención dice: “Cada 
árbol, cada seto es un ramillete de flores y uno quisiera volverse mariposa para 
revolotear en este mar de perfumes y poder encontrar en él todo su alimento. La 
ciudad en sí es desagradable, pero en cambio la naturaleza de sus alrededores es 
de una belleza indescriptible”9. La cercanía con los árboles y las flores nos va 
sugiriendo el encuentro o la vuelta a lo natural, un encuentro con la felicidad. Va 
comenzando a florecer una relación entre naturaleza y felicidad; desde esta 
primera descripción se va semejando lo natural con lo bello. Con la posibilidad de 
esta rápida semejanza podemos llegar a la relación de la belleza con la felicidad, 
es decir, la felicidad la da el percibir (con nuestra vista, olfato, tacto y el personaje 
quisiera sentirla hasta con el gusto, pues le fascinaría muchísimo ser mariposa) 
los árboles y las flores. ¿Por qué la ciudad no le proporciona esta dicha?, ¿por qué 
 
8 Ibid. P. 55 
9 Ibid. P. 56 
 18 
Werther es tan feliz observando la naturaleza? Me parece que ambas preguntas 
pueden contestarse considerando lo siguiente: “Se ha adueñado de todo mi ser 
una admirable serenidad parecida a esas dulces mañanas de primavera que 
disfruto con toda mi alma”10. Aquí encontramos una relación que justifica la 
relación naturaleza-felicidad (belleza-naturaleza), pues las pasiones de Werther se 
asemejan a la naturaleza: las dulces mañanas de primavera se disfrutan porque el 
salir del sol es suave, así como el trinar de los pajarillos, lo que mantiene a las 
pasiones tranquilas, serenas, disfrutando sosegadamente; la ciudad, por el 
contrario, es ruidosa, con mucho movimiento y tumultuosa. La belleza la siente de 
manera directa en la pasión cuando disfruta la naturaleza. Su sensación de 
tranquilidad se acrecienta con la contemplación de la naturaleza; como también se 
incrementa su alegría. ¿Nos es lejano en este punto el personaje?, ¿coincidimos 
con él en su relación con lo natural? Efectivamente nos agrada un entorno 
tranquilo, con elementos naturales, como los parques, algunos bosques o, en su 
defecto, mantenernos cerca de las plantas. Aunque el gusto por la naturaleza no 
es algo que todos compartan, pues no todos gustan vivir en un entorno repleto de 
árboles, como sí le gusta al deleitado personaje; dicho gusto va definiéndolo. Sin 
embargo, hasta aquí no podemos saber con precisión si la belleza natural se le 
incrusta hasta el fondo de sus sentimientos, transformándolos radicalmente, o si 
algo distintivo de él permite la apertura a la belleza. Tal vez analizando con mayor 
claridad la relación entre la naturaleza y él podamos entenderlo mejor. 
La clarificación del impacto de lo natural en Werther la encontramos cuando nos 
dice que al ver la belleza de la naturaleza siente “la presencia del Todopoderoso 
que nos creó a su imagen, y el soplo del infinito Amador que nos sostiene y 
mantiene flotando en eterna delicia.”11. Interpreto lo anterior como que nuestra 
principal actividad, el sentido de nuestra existencia, es el mantenernos ante la 
belleza de la naturaleza, disfrutándola; quien no lo haga (quien prefiera la ruidosa 
ciudad), estará atentando contra el motivo por el cual fue creado, estará errado en 
lo que debe estar haciendo, se cancelará como hombre natural. Por eso, según el 
 
10 Ibid. P. 56-57 
11 Ibid. P. 57 
 19 
personaje, se da su relación con la naturaleza, de ser feliz sintiendo la naturaleza, 
porque fue hecho para dicho deleite. En lo natural no sólo podemos encontrar 
alimentos agradables a nuestra lengua, como las manzanas, los mangos o las 
peras, sino también podemos encontrar alimentos a nuestra alma, es decir, 
sensaciones que nos puedan conducir a la felicidad; quizás así entendemos el que 
Werther quiera ser como una mariposa, deleitándose entre las flores y comer de 
ellas. El personaje, más que ofrecer una explicación del hombre en general, me 
parece que da una justificación de su reciente cercanía o redescubrimiento de la 
naturaleza. El hombre no sólo se basta de bellos paisajes para sentirse dichoso y 
su felicidad no se centra en eso. Con estas breves consideraciones se va 
mostrando con mayor detalle la singularidad de Werther, mas no por ello una 
barrera para entenderlo, pues se puede encontrar alguna explicación a su 
fascinación por lo natural. Su exageración está basada en una personalidad 
sumamente receptiva, es decir, se alegra o se disgusta con mayor facilidad o por 
más cosas en comparación con las demás personas. Por otro lado, anteriormente 
pudo no haber sentido nada de eso: la novedad lo altera; al ser un sentimiento 
nuevo, cuya experiencia apenas va conociendo, no puede juzgarla todavía de 
manera clara. Así se podría explicar su felicidad, es decir, es feliz por haber 
pasado de un estado sin captaciones agradables a uno con unas cuantas. 
Lamentablemente, su convivencia con la naturaleza no le resulta suficiente al 
sensible personaje para sentirse plenamente feliz, requiere algo más, necesita 
amigos. Pero ¿por qué le son tan importantes los amigos a Werther? Quien está 
satisfecho con la naturaleza, alejado del ruidoso contacto que proporcionan las 
ciudades, ¿para qué necesita de los amigos? Esta última pregunta se justifica 
todavía más si tenemos en cuenta que se ha alejado de todas las personas 
conocidas (incluidas su madre y su amigo) y dice ser feliz entre las flores. Sin 
embargo, Werther no puede prescindir totalmente del trato con las personas, 
busca la compañía de la gente, bromea, organiza bailes y paseos con las 
personas. Esto confirmaría, preliminarmente, que su incipiente experiencia en la 
observación atenta de la naturaleza era lo que le hacía exagerar en la felicidad 
obtenida. 
 20 
El personaje es difícil de contentar, pues aún con compañía no se encuentra feliz: 
“Sólo que entonces no se me ocurre pensar que en mí descansan todavía muchas 
fuerzas que se marchitan inútilmente y que debo ocultar con todo cuidado. ¡Ay, 
todo eso me encoge de tal modo el corazón…! Y, sin embargo, nuestro destino es 
ser incomprendidos.”12. Entonces vemos que la relación con los hombres todavía 
no le puede producir a Werther la felicidad, tan sólo se distrae. Otra prueba de lo 
anterior es que ya tuvo una amiga con la cual pudo manifestarsus emociones, 
sentirse comprendido, estar alegre por la presencia de una mujer, con la que se 
sintió unido y pudo manifestar ingeniosas observaciones13. Para ser felices, 
parece necesario tener un buen amigo, no sólo un conocido, pues la amistad es 
una relación natural entre los hombres, como natural es el que manifestemos 
ciertas capacidades con los amigos. Si no tenemos amigos, algo en nosotros se 
desperdicia.14 
En lo relativo a la amistad, también podemos coincidir en alguna medida con los 
pensamientos y quizá con las experiencias de dicho joven, mas no del todo nos 
sucede así. Pues no en todas las amistades se deben manifestar los sentimientos 
en un grado exaltado para definirlas como las mejores amistades o las auténticas; 
ni todas las relaciones amistosas nos permiten engrandecer nuestro ingenio. Algo 
distintivo se nos vuelve a aparecer en el personaje, pues para que él pueda llamar 
amistad a su interacción con las personas, le debe propiciar sentimientos 
exaltados. Consideremos otros aspectos u otras personas con las cuales se 
relaciona el personaje, para clarificar mejor un asunto tan complejo. 
Werther, además de conocer a gente como las recientemente descritas, entabla 
una corta conversación un joven presumido y ve a tipos retorcidos; también ha 
conocido al administrador del príncipe, quien es calificado por Werther como 
alguien agradable y sensible, pues sufrió mucho por la muerte de su esposa. Este 
tipo de personas, en contraste con las otras, parecen adecuarse al carácter de 
 
12 Ibid. P. 60 
13 Cfr. Ibid P. 60 
14En el libro Conversaciones con Goethe de Eckermann J. P., éste nos narra una conversación donde Goethe 
le enfatizó la importancia que tuvo su amigo Schiller para su producción literaria (véanse las entradas del 23 
y 24 de marzo de 1829). Algunos amigos influyen en nuestra vida decisivamente. 
 21 
nuestro personaje y, por ello, pueden ser amigables. Además, otra característica 
de la amistad en la novela es que ésta debe propiciar la alegría; y no sólo la 
amistad debe propiciarla, sino cualquier relación humana. Por eso Werther se 
molesta con el señor Schmidt cuando éste no quiere mostrarse alegre en una 
tertulia (donde se encontraba Lotte, una amiga de ella, Friederike, y los padres de 
ésta). Lo que ocasiona, según interpreto, una recriminación al malhumorado por 
su actitud, pues manifestar tal actitud puede desgastar la vida de un ser querido 
hasta llevarlo a la tumba.15 Las relaciones, amistosas o sociales, deben hacerse 
con alegría pues así se vive bien, en caso contrario se está prefiriendo la muerte. 
Semejante a la amistad parece ser el sentimiento de fraternidad que se 
experimenta entre los hermanos. Una escena, inesperada para nuestro alegre 
personaje, retrata esto: “…un muchacho como de unos cuatro años sentado en el 
suelo, sostenía entre sus brazos, estrechando contra su pecho, a otro niño como 
de medio año, sentado a su vez entre las piernas del mayor que le servía de 
poltrona, y a pesar de la vivacidad con que sus ojos negros miraban a todas 
partes, permanecía sentado tan tranquilo.”16 La bella escena, asimismo, es 
dibujada por Werther y él mismo la califica de natural. ¿Por qué es natural la 
fraternidad? Parece que la fraternidad es algo que nos une con nuestros familiares 
de manera desinteresada, un deseo de protegerlos, de estar cerca de ellos de 
cualquier manera posible, que se encuentra en nosotros desde pequeños (con lo 
cual se puede corroborar su naturalidad, pues un niño no ha recibido mucha o casi 
ninguna formación que pudiera calificarse de poco natural), como el pequeño de 
cuatro años protege a su hermanito de seis meses. En esa escena también se 
puede apreciar la tranquilidad que provoca la protección fraternal. ¿Por qué 
Werther prefiere pintar esta escena que algún paisaje?, ¿por qué es lo primero 
que pinta? Me parece que la pintura, el llevar imágenes al papel que alguien más 
puede contemplar, expresa con mayor fidelidad los sentimientos de lo que lo 
harían las palabras. Lo cual nos comienza a mostrar dos perspectivas de lo 
natural: lo no tan cercano al hombre (árboles, animales, insectos, ríos, el sol, la 
 
15 Cfr. Op. Cit. Pp. 82-85 
16 Op. Cit. P. 54 
 22 
luna y las estrellas) y lo cercano al hombre: la amistad y la fraternidad. Hasta este 
punto se va presentando, según interpreto, una descripción de los sentimientos 
más profundos del hombre. 
Siguiendo con la historia de los niños, el joven pintor nos cuenta sobre la madre de 
los dos pequeños retratados: ella fue a comprar comida para sus hijos, por eso los 
dejó solos; mucho trabajo le costó a la madre el alejarse de los pequeños. ¿Por 
qué Werther se interesa por la madre de los niños y le gusta estar cerca de ella? 
Me parece que la maternidad lo deleita de manera semejante a como lo deleitó la 
fraternidad, pues la maternidad también es un sentimiento natural que busca el 
beneficio desinteresado y la protección de los hijos. Además, Werther descubre la 
unidad que puede otorgar la vida familiar, es decir, va entendiendo que hay 
sentimientos que unifican y se encuentran por encima de cualquier condición 
social. En consecuencia, ver y descubrir lo anterior lo alegran sobremanera, pues 
le muestran nuevas experiencias, nuevos modos de sentir pasiones agradables.17 
Otra manifestación de lo natural se muestra con la presentación de un enamorado. 
Werther se encuentra a un mozo enamorado en cuerpo y alma, es decir, alguien 
que, parece, no sólo busca satisfacer su deseo sexual, sino que gusta de la 
compañía de su amada, inclusive se casaría con ella. Ese amor, según palabras 
de nuestro joven personaje, es inenarrable: “No, no hay palabras para expresar la 
ternura que encerraba su expresión y todo su ser; cuanto yo pudiera reproducir 
sería pálido reflejo.”18 Aunque el sentimiento sea indescriptible, busca que 
tengamos una ligera comprensión de lo que es el amor del enamorado; que nos 
esforcemos por sentir de manera semejante a como él sintió lo contado por el 
mozo; que nos percatemos de lo complicado de ese fenómeno natural. 
¿Realmente el amor será ininteligible?, ¿el amor sólo puede ser sentido y no 
puede explicarse cómo se siente el enamorado cuando ve a la amada o cuando se 
encuentra lejos de ella? Si sólo puede ser sentido y no explicado mediante 
palabras, ¿entonces únicamente quien ya se ha enamorado puede entender a 
quien se encuentra amando? ¿Se podría dibujar al enamorado, se le podría 
 
17 Cfr. Op. Cit. Pp. 65-66 
18 Op. Cit. Pp. 67-68 
 23 
representar en una imagen? Parece que la historia más que darnos respuestas, 
nos ofrece preguntas; quizá sí nos señale, mas no responda con claridad, que el 
amor no se entiende, sólo se siente. Esto es corroborado casi al final de la carta: 
“No me regañes si te digo que al evocar tal inocencia y sinceridad me arde lo más 
profundo del alma y me acosa por todas partes la imagen de esta fidelidad y 
ternura y que por ella inflamado me consumo y languidezco.”19 Werther no 
entiende lo que le pasa, sólo lo siente. Así parece que han sido sus vivencias en 
Wahlheim desde que llegó. Pero ¿Werther ya ha amado? En lo que va de la 
novela no se ha dicho si ya amó o si no ha amado, pero un hecho tan importante 
para una persona tan sensible no lo habría pasado por alto y alguna indicación 
nos debió haber dado en el caso de que ya hubiera amado. Entonces parece que 
todavía no ama. En ese caso ¿por qué se inflama de pasión al evocar las palabras 
del mozo enamorado hasta el punto de debilitarse, si no ha sentido lo que es el 
amor? Podría deberse a que su fuerte sensibilidad le permite sentir algo 
semejante a lo del mozo, estar, por decirlo así, en una posición semejante. 
Aunque no es sólo el gusto por imaginarla pasión de otra persona lo que le 
provoca alegría a nuestro apasionado personaje, sino que se deleita evocando las 
vivas expresiones del mozo enamorado porque también desea sentir amor hacia 
alguien más. Las intensas expresiones del mozo le muestran y hacen deseable la 
pasión amorosa. 
El mozo enamorado se nos presenta como alguien que manifiesta fuertemente sus 
pasiones. El amor se nos muestra en la novela como la pasión que el hombre 
experimenta con mayor fuerza; por eso el enamorado vive en una tensión, pues 
ama a quien sólo debería servir y a quien quizá no lo pueda corresponder. Por ello 
Werther, al observar a una persona enamorada, se estremeció hasta alcanzar la 
debilidad corporal. Todavía la fraternidad pudo dibujarla, parece que el amor es 
algo tan difícil de imaginar que ni siquiera se puede plasmar en un dibujo. Si eso le 
pasa cuando observa a un enamorado, ¿qué le pasará cuando ame? Werther, 
según interpreto, no se conformará con lo que otro le cuente sobre el amor, quiere 
amar. Aunque, lo que otro le cuenta le sirve para contagiarse de la emoción del 
 
19 Op. Cit. P. 68 
 24 
amor. ¿El joven ha encontrado aquello en lo cual puede sentirse plenamente él 
mismo?, ¿ya sabe lo que tiene que hacer para ser una persona natural, feliz?, 
¿quizá no lo sepa sino sólo lo sienta? 
Sin dejar de considerar el amor, añadámosle ahora el deseo de Werther por tener 
un carácter semejante al de un niño. Dicho así podría sonar extraño, quizá 
adecuado a quien muestra una viva emoción por su entorno o inadecuado por su 
ansia de amar. Veamos, en primer lugar, qué piensa de los niños: 
“Sí, querido Wilhelm, los niños es lo que más quiero en este mundo. Cuando los miro y veo en esa 
pequeñita cosa el germen de todas las virtudes, de toda la energía que habrán de necesitar algún 
día; cuando descubro en su terquedad la constancia futura y la firmeza de carácter, en su 
predisposición al buen humor y la ligereza para deslizarse sobre los peligros del mundo; todo ello 
tan natural y puro, ¡tan…!, siempre, siempre tengo que repetir las áureas palabras del Maestro de 
los hombres: <<Si no os hacéis semejantes a uno de estos…>> Pues bien amigo mío, a estos que 
son nuestros semejantes y que deberíamos tomar como modelo los tratamos como a 
subordinados.”20 
El deseo de nuestro infantil personaje pareciera radicar principalmente en llegar a 
un estado de pureza natural como la de los niños, es decir, tener la tenacidad de 
un niño, su alegría, su impresión por lo que van observando y su fraternidad. Pero 
¿qué tipo de consecuencias trae consigo querer tomar como modelo a un niño? 
Además del buen humor, de estar siempre alegre, el niño aparentemente se aleja 
de sus responsabilidades, pues no responde de la misma manera por una acción 
que un adulto dada su inexperiencia. ¿Quiere esto Werther o es una exageración 
pensarlo de ese modo? Lo quiere pero sin reflexionarlo demasiado; es más, por 
eso lo quiere, pues no le gusta reflexionar mucho sobre sus deseos. Visto así, 
parece parcial su deseo, no se da cuenta de todo lo que implica querer alegría 
ilimitada, pues su anhelo se podría contraponer con la realidad y se pondría triste, 
como un niño caprichoso que pide un juguete sin saber si sus padres pueden 
otorgárselo o les resultaría imposible. Por otro lado, en toda su descripción nunca 
dio ningún detalle sobre si los niños tendrán la energía para sobrevivir en el 
mundo, o si la terquedad más que hacerlos tenaces, aventureros y ansiosos de 
 
20 Op. Cit. P. 80 
 25 
vida, los vuelva caprichosos, astutos y hasta violentos; tampoco dice que los niños 
son proclives al mal humor. Los niños son buenos sin la menor duda; hasta Jesús, 
supuestamente, se lo corrobora. Werther sólo quiere disfrutar en todo momento, 
quiere anular su adultez, las responsabilidades que ser adulto le acarrean. Por 
ejemplo: no debería engañar a una muchacha, prometiéndole amor para el resto 
de su vida, cuando realmente le gusta la hermana de dicha mujer21, pues en el 
momento en que se desengañe podría atentar contra su hermana o contra ella 
misma. Es decir, debería prever las consecuencias de sus acciones antes de 
cometerlas. 
Sobre Werther quizá sólo nos falte precisar: ¿cómo entiende que siente su 
corazón? La pregunta no es baladí y todavía no se responde del todo. La 
respuesta nos puede dar mayor claridad sobre el personaje, un primer 
acercamiento a su pasión amorosa y también nos puede ayudar a vislumbrar qué 
tan involuntario o qué tan voluntario es su deseo de deleitarse con lo natural. Lo 
anterior nos dará luces, siquiera incipientes, sobre qué tan controlables o 
incontrolables se nos presentan las pasiones en la novela. La observación sobre 
cómo es el corazón de Werther la hace él mismo en una de sus cartas: 
“¡Cuántas veces arrullo, para que se calme, mi sangre alborotada [con la lectura de Homero], pues 
no habrás visto corazón tan irregular e inconstante como éste! ¡Amigo mío! ¿Tengo que decirte 
esto a ti que tantas veces has tenido que sobrellevar el peso de verme pasar de la tristeza a la loca 
extravagancia, de la dulce melancolía a la depravada pasión? Trato a mi corazoncito como a un 
niño enfermo, le doy cuanto se le antoja. No se lo digas a nadie, hay quien me lo tomaría a mal.” 22 
¿Por qué le tomarían a mal el que su corazoncito sea tratado como a un niño 
enfermo?, ¿por qué nos molestaría el que una persona con pasiones inconstantes 
las estimulara? Quizá las personas se sentirían incomodas al convivir con alguien 
así, pues alguien que de repente se siente triste podría atentar contra su propia 
vida; así como podría atentar contra la de cualquier persona en un repentino 
arrebato de furia. No es difícil considerar irresponsable ese tipo de actitud, pues si 
el joven fuera ignorante al respecto de su problema, se le intentaría ayudar para 
 
21 Cfr. Op Cit. P. 55 
22 Op. Cit. P. 58 
 26 
que lo intentase solucionar, pero no sólo no es ignorante sino que estimula su 
desorden pasional. Werther estimula sus pasiones adultas como un niño, sin saber 
a dónde puede llegar con ello. 
El corazón caprichoso parece indicarnos un modo de actuar caprichoso, quien así 
actúe, según interpreto, no le encontrará problema alguno a explorar pasiones 
cada vez más fuertes. A la persona acostumbrada a las acciones que siempre le 
proporcionan contento, le va a costar mucho trabajo actuar sin buscar tal 
complacencia. Quizá no se quiera contentar con poco; quizá su estado natural le 
lleve a destacar toda la fuerza de sus pasiones. Werther actuará así: estimulará su 
amor caprichosamente sin percatarse de las consecuencias que ello tendrá. Errará 
conscientemente. Pero antes de ser demasiado estricto con el joven, y de paso 
con todas las personas semejantes, debería preguntar: ¿qué pasaría si Werther 
limitara su pasión? Retrocedamos un poco más: ¿podría limitarla mediante la 
lectura? Si es que la pudiese limitar, parecería que eso le causaría la infelicidad, 
sería como quitarle una parte de sí, el imposibilitarle las condiciones de su goce. 
Con respecto a la segunda pregunta, parece que la lectura no es un tranquilizante 
adecuado para alguien que se estimula con las cosas que puede apreciar 
mediante sus sentidos. Incluso se puede interpretar su búsqueda de lo natural no 
tanto para estimular su pasión y dañar a los demás, sino para conducirla de la 
manera más decente. Pero todavía no se puede afirmar esto, pues falta ahondar 
más en el desarrollo de sus pasiones a lo largo de la novela; hay que corroborar si 
Werther conduce de buena o mala manera sus pasiones, si puede limitarlas y si le 
causan dicha o infortunio. No hay que perder de vista esto asuntos en los 
siguientes capítulos. 
Hasta esta parte, podemosconcluir que el corazón inconstante del joven 
personaje es singular, pues no tiene amigos que lo comprendan, no tiene amigos 
semejantes a él. Esto, según interpreto, parece mostrarnos una nueva manera de 
comprender y presentar al hombre: con el gusto por las emociones exageradas, 
con la necesidad de expresarlas cada vez más fuerte. ¿Persuade al lector ese 
modo de vivir?, ¿se ve animado a emularlo? Hay que pensar en el cuadro 
 27 
completo, en los puntos principales de la novela para responder sin precipitación. 
Por todas estas características, debemos ser muy cuidadosos al analizar dicho 
corazón apasionado, mucho más si queremos juzgarlo. 
Finalizando el presente capítulo, dejaré una serie de preguntas con asuntos que 
quizá puedan responderse o se desarrollen mejor en los siguientes capítulos. 
Primeramente, vuelvo a una cuestión no respondida en el inicio del capítulo: el que 
el personaje cambie tan repentinamente su modo de vivir, ¿muestra una 
personalidad caprichosa, que deja su vida pasada sin importar las consecuencias, 
o alguien que supo actuar adecuadamente según sus circunstancias? Según sus 
palabras, actúa de manera caprichosa, como un niño inconstante e imprudente. 
Según sus acciones pareciera que sí, aunque no lo afirmaría tan fácilmente, pues 
no actúa sin reflexionar. Incluso da razones del porqué es preferible la alegría al 
mal humor o nos muestra la belleza de un acto de protección fraternal. Empero, 
sus motivos parecen exagerados, pues optan siempre por el sentimiento como la 
guía hacia la felicidad, por la belleza como una luz que indica el culmen de la 
felicidad. ¿La felicidad de las sensaciones nunca se agota, es imperecedera?, ¿no 
afecta a nadie más que al contemplador de las maravillas naturales? ¿Puede ser 
el amor la expresión humana más bella, sentirlo es la única forma para alcanzar la 
felicidad y nunca se vuelve horrendo?, ¿Las pasiones incipientes son más difíciles 
de controlar? La primera pregunta puede responderse parcialmente considerando 
a Werther como alguien que nunca deja de seguir indagando en nuevas maneras 
de apreciar la belleza natural. Dicho de otra manera, sí se agota, pues necesita 
refrescarse esa felicidad sensorial. Con respecto a la segunda pregunta, parece 
que no afecta a nadie desarrollando su gusto por la contemplación de la 
naturaleza y los fenómenos naturales. Pero, para responder a lo demás, hemos de 
reflexionar y explorar su pasión amorosa. Su enamoramiento nos dará más luces 
para comprenderlo. 
 
 
 
 28 
Capítulo II: 
La agridulce pasión amorosa 
En el presente capítulo indagaré acerca de la pasión amorosa y sus principales 
consecuencias, poniéndole énfasis a si el enamorado Werther decide amar (lo que 
sería semejante a preguntar si la pasión tiene alguna clase de límite) o el amor lo 
golpea repentinamente. También se hablará de la alegría provocada por el amor y 
de lo contrario, de cómo éste causa diversos inconvenientes; debido a esto, 
Werther debe recurrir a la fantasía para no sentirse desdichado. Me parece 
sumamente complicado dar una definición rotunda de la pasión amorosa, pues 
involucra demasiados aspectos, más de los que puedo abordar aquí. Pero 
intentaré tomar una definición de la propia novela para saber en qué consiste la 
pasión amorosa del personaje, así podré ir explicando con mayor claridad el 
drama de Werther y ver si su pasión se va gestando o es inesperada. Con lo 
anterior ya se tendrán los suficientes elementos para encontrarle cierta claridad al 
asunto de si las pasiones liberan o condenan; pueden controlarse y dar felicidad o 
arrojar a la desgracia. 
Para hablar de los asuntos anteriores, consideraré el momento en el que Werther 
se enamora: el baile; después mostraré algunas escenas donde se muestra la 
felicidad que esto le causa. Pero de la felicidad pasa a la infelicidad, a la duda, 
pues no sabe si será correspondido por Lotte. Él sabe que no lo será cuando llega 
Albert, el prometido de Charlotte. Con la llegada de éste Werther sigue sufriendo, 
por eso fantasea, y se lamenta porque se considera un enfermo. Además, la 
presencia de Albert mostrará la oposición entre la razón, representada por Albert, 
y la pasión, representada por Werther. Lo anterior servirá para precisar si las 
pasiones pueden ser controladas por la razón o son incontrolables. 
El tema del presente capítulo es decisivo, pues aquí se podrá conocer el corazón 
del conflicto de Werther. Por otro lado, se podrá juzgar si tal pasión le quita toda 
capacidad de decisión a quien la padece o el enamorado puede actuar inclusive 
contra el deseo que le provoca su amor. De ser el primer caso, quizá no se 
puedan juzgar las acciones del enamorado, pues no se puede controlar; en el 
 29 
segundo caso, sí se le puede juzgar en algún sentido, ya que puede controlarse y 
decidir. De lo anterior se colige si la infelicidad que podría causar la pasión 
amorosa puede revertirse. 
Antes de reflexionar sobre cómo le afectó a Werther haber conocido a Lotte, me 
parece importante recordar brevemente algunos aspectos del capítulo anterior: el 
modo de ser del personaje (su naturaleza) y cómo éste se estimula. Como ya 
mencioné, Werther es un joven con fuertes deseos, que hasta antes de 
enamorarse no han sido satisfechos, y por eso busca por doquier la manera de 
satisfacerlos, siquiera mínimamente; sus deseos parece que sólo se tranquilizan y 
vuelven a surgir. Además, los deseos se nos presentan en el personaje como algo 
que se estimula y se acrecienta, es decir, cada expresión natural va adentrándose, 
apoderándose, más en él: la belleza natural es semejante a sus sentimientos y lo 
tranquiliza, pero lo tranquiliza aún más ver a los niños y a su madre; todavía 
parece encontrar un mayor deleite en ver al joven enamorado, pero no más 
tranquilidad. El hombre va desarrollando su naturaleza contemplando la belleza de 
los bosques y de los actos puros, apasionados, sinceros; el acto más sincero 
parecería ser el del amor. Asimismo, el que Werther haya mandado una carta 
sobre amor antes de enamorarse puede interpretarse como que se encontraba 
listo para amar. Según lo recientemente dicho, esos factores son las experiencias 
que tienen alguna semejanza con la pasión amorosa, es decir, la alegría de ver 
bosques bellos se parece ligeramente a la alegría que provoca el amor. Visto así, 
Werther paulatinamente fue desenvolviendo sus pasiones, su condición lo fue 
llevando manifestar con más fuerza su propia pasión, él se encontraba listo para 
amar. 
Aunque afirmar la predisposición al amor no me parece una hipótesis tan clara de 
comprobar, pues se puede cuestionar: ¿por qué Werther no se enamoró de las 
primeras mujeres que encontró en sus primeros días en Wahlheim? ¿Qué es lo 
específico de Lotte?, ¿tendrá alguna conexión su modo de ser, sus principales 
características, con las cosas que le fascinan de ella? Si no los tiene, no había 
elementos previos que le predispusieron a amar, tan sólo amó repentinamente. 
 30 
¿Alguien puede preparar su enamoramiento, así como se acuerda una visita? Si 
se puede preparar el enamoramiento, predisponerse a amar, ¿se puede 
predisponer a desenamorarse? Veamos cómo se enamora para corroborar si en 
alguna medida es consciente de su enamoramiento o no podía prever algo así. 
Werther no sospecha siquiera a quién conocerá ese día del baile; conoce a la 
amada repentinamente. Su disposición a convivir con las demás personas, 
buscando cierta alegría, lo inclina a ir al baile. Antes de que éste pase por 
Charlotte, le advierten que ella está comprometida. La primera impresión que ella 
le causa es de lo más particular: 
“Al subir la escalinata y abrir la puerta presenciaron mis ojos el espectáculo más encantador que 
viera jamás. Seis niños de dos a once años correteaban en la antesala alrededor de una muchacha 
de hermosa figura y estatura mediana, que llevaba un sencillovestido blanco con lazos rosa en los 
brazos y en el pecho. Tenía una hogaza de pan en la mano e iba cortando para cada pequeño una 
rebanada según la edad y el apetito; se lo daba con gran afabilidad, y cada uno exclamaba sin el 
menor artificio ¡gracias!, levantando sus manecitas antes de terminar de partirlo, y según iban 
recibiendo se alejaban saltando felices…”23 
Él descubre en Lotte una belleza que no necesita de grandes adornos para ser 
notada. Además, la señorita nos es presentada como una madre, alguien que da 
felicidad con la sencilla acción de cortar y repartir un cacho de pan. Esa primera 
imagen en el corazón de Werther se fijará indeleblemente, casi podría señalar que 
con ella se despierta e incrementa paulatinamente su sentimiento. Más que 
afirmarlo, pensemos: ¿qué tan decisiva es una primera impresión para entrar en el 
camino del amor? Ahí se va fijando el agrado por la belleza externa de la persona 
amada, pues ésta es vista inmediatamente. Pero lo que más cautiva al personaje, 
y por eso cuenta con tanto detalle la escena, son las acciones de la mujer, pues es 
lo que más la describe, lo que más habla de quién es ella. En tan sólo unos 
minutos Werther queda cautivado, y por ello le cuesta tanto reponerse de su 
asombro cuando ella va a buscar su abanico. Por otro lado, no es la primera vez 
que el admirado personaje se muestra sumamente atraído por una escena 
materna, donde una madre da felicidad a sus hijos. Parece que esa clase de 
 
23 Op. Cit. P. 70 
 31 
escenas le agradan, según interpreto, porque muestran la alegría que los 
sentimientos naturales pueden otorgar. Visto así, Werther se enamora de Lotte por 
su naturalidad, tanto en su atuendo como en su carácter. 
Añadiendo más circunstancias al enamoramiento de Werther por Lotte, podemos 
hallar la coincidencia de su gusto intelectivo por los libros; a ambos les gustan los 
que plasmen su feliz vida diaria.24 Sus lecturas no buscan la erudición ni la 
aparente aprobación, sino encontrar una relación con su vida cotidiana, algo que 
les corrobore y les muestre la felicidad proporcionada por los sencillos placeres 
que sean fáciles de conseguir y nada perjudiciales. Le agrada la inteligencia de 
Lotte, mostrada en sus comentarios sobre los libros, porque comparte con él su 
modo de apreciar la vida. Juntos podrían vivir felizmente. 
La belleza, tanto corporal como de carácter, y los gustos intelectivos de Lotte son 
las primeras y las principales características que a Werther le gustan de ella. 
Ambas le agradaban a él desde antes de conocerla. La belleza de su carácter ya 
le gustaba desde que la descubrió en una madre; la inteligencia la había 
encontrado en su amiga cuya vida expiró. Como ya había admirado 
suficientemente la belleza externa, le faltaba la interna, la cual encontró en Lotte. 
No pretendo igualar belleza humana con belleza no humana, pues la segunda 
tiene, además del sentido interno recientemente mencionado, una mayor variación 
con cada gesto, lo cual, según interpreto, la vuelve más viva, con mayor amplitud. 
Hay alguna especie de constancia cuando se va descubriendo la belleza interna, 
por eso se afianza más en quien está apreciándola y comprendiéndola. Su 
búsqueda de felicidad y desarrollo de sus pasiones, comenzada desde sus 
primeras vivencias en Wahlheim, encuentra su meta en Lotte. Si sus pasiones se 
van desarrollando, parece que el enamoramiento forma parte de ese desarrollo. 
Todavía falta considerar si ese desarrollo puede detenerlo el personaje o lo va 
conduciendo. En el baile se pueden encontrar mayores elementos para dilucidar 
este punto. 
 
24 Cfr. Op Cit. P. 72 
 32 
¿Cómo entender el baile?, mejor dicho: ¿qué nos dice el baile sobre una persona 
y su pareja durante la ejecución?, ¿qué nos dice sobre nuestro personaje y su 
amada? Sobre lo anterior señala: “Tener en los brazos la más amable de las 
criaturas, volar con ella como torbellino que todo lo arrastra, y… Wilhelm, para 
serte franco, juré en aquel momento que la muchacha que yo amase, sobre la que 
yo tuviese derecho, no bailaría el vals con nadie más que conmigo, aunque me 
costase la vida. ¡Ya me comprendes!”.25 El baile, según la cita anterior, nos 
muestra una compresión de la sensibilidad entre dos personas mediante los 
movimientos acompasados, los cuales expresan diversas pasiones. La persona 
que baila es una persona gozando con determinado tipo de movimientos, estos 
pueden ir desde la suavidad más delicada (como en el vals) hasta la rápida 
seducción (como en el tango); aunque las pasiones, en el baile, se presentan con 
orden, con límites, pues no se trata de manifestar movimientos desordenados sin 
final. El baile, además, proporciona un goce compartido; Werther parece verlo 
como un goce únicamente de dos personas, íntimamente unidas, donde los 
demás no importan, y las otras preocupaciones pueden ser dejadas de lado. Por 
eso la mención de Albert, el prometido de Lotte, en medio del baile inquieta tanto a 
Werther, pues él pensaba que ella ya le pertenecía, cuando realmente no era así. 
Para Lotte el baile es un asunto público, un entretenimiento, pues no trata a 
Werther como su amado, sino como un amigo con el cual pasa un rato agradable. 
Por eso no le niega a su pareja de baile que ella se encuentra comprometida. 
La confusión entre lo que siente Lötchen y cómo lo entiende Werther es un asunto 
presente a lo largo de la novela, en la escena reciente una parece incentivar una 
amistad y el otro inflama su pecho de pasión amorosa. Cuando dos personas se 
relacionan manifiestan ciertos sentimientos, desde el más leve agrado hasta el 
más fuerte enamoramiento. Aunque saber qué siente una persona por otra no 
siempre es fácil; mucho más difícil se vuelve cuando, como Werther, alguien tiene 
un fuerte sentimiento por la persona a la que se le quieren sondear los 
sentimientos. Es fácil confundir los sentimientos de las personas hacia nosotros; 
algunos, como Werther, no quieren aceptar que sus amadas no sientan lo mismo 
 
25 Op. Cit. P. 74 
 33 
por ellos. El hombre puede engañarse muy fácilmente cuando se trata de sus 
sentimientos, por eso puede ilusionarse fácilmente, sentirse alegre, pero también 
fácilmente puede romperse la ilusión y entristecer. 
Ya con el amor en el pecho, el mundo comienza a tornarse distinto, pues la 
belleza de la naturaleza se incrementa cuando quien la contempla ama. Un día 
después de la fiesta donde conoció y bailó con Lotte, nuestro enamorado 
personaje nos dice: “Fue la salida de sol más hermosa que he visto. ¡Los árboles 
del bosque goteaban el rocío mañanero, el frescor del campo nos envolvía!”.26 Lo 
cual nos corrobora dos cosas: la pasión amorosa es más fuerte que la simple 
contemplación de los bosques y dicha contemplación depende en gran medida del 
estado de quien la contempla. Las cosas resultan más bellas cuando uno se 
encuentra enamorado, pues se aprecian desde otro punto de vista, con otra 
disposición. Relacionarse con otras personas puede ser más sencillo. Aunque el 
enamoramiento no convierte en una persona sin juicio a quien lo padece, pues no 
todo le resulta bello y su relación con otras personas no resulta del todo 
agradable, como la escena cuando conviven con el malhumorado señor Schmidt. 
Los sentimientos no someten totalmente el juicio de quien los padece; aunque sí 
influyen en su contemplación de su alrededor y en su actuar. 
Al haberse enamorado Werther siente la mayor felicidad posible; no necesita ir a 
ningún lado más, no busca alguna otra cosa, sólo amor, pues amar lo satisface, 
como no lo hizo la observación atenta de la naturaleza.27 Quien se encuentre 
enamorado, parecerá coincidir con Werther, aunque ¿el amor no causa desdichas, 
no vuelve a los hombresinfelices? En primera instancia, cuando se comienza uno 
a enamorar, se encuentra en un estado de gran felicidad. ¿Quién podrá 
imaginarse malos momentos cuando goza de los buenos? Dada la gran felicidad 
experimentada por el enamorado, difícilmente podrá prever el fin de la dicha; se 
siente tan contento que no cree en el agotamiento de dicha sensación. ¿El joven 
enamorado podía presentir sus desventuras mientras tomaba en sus brazos a la 
bella Lotte? Rotundamente respondo que no. Y si la presencia del nombre de 
 
26 Op. Cit. P. 77 
27 Cfr. Op. Cit. Pp. 78-79 
 34 
Albert manifestada por los propios labios de su amada le destanteó, le hizo 
recordar concretamente su situación, inmediatamente su felicidad presente le 
ocupó en otros asuntos y volvió a olvidar al intruso, como si ese sentimiento 
naciente de amor fuera tan grande que alejara todo aquello que pudiera causarle 
alguna desdicha. Entonces, ¿cuándo el amor, de causar la mayor dicha, se torna 
en la mayor de las desdichas posibles? La respuesta se encuentra antes de la 
llegada del intruso Albert. 
El amor comienza a tornarse desagradable cuando la duda se apodera del 
corazón de Werther. Nos cuenta que en una ocasión había muchas personas y 
Lotte no lo miraba, luego cree que ella volteó a verlo, pero no está seguro y 
termina recriminándose que es un niño.28 La duda le recuerda que ama, pero que 
quizá no es amado. En esos momentos su intención de volverse un niño, carente 
de toda responsabilidad, no le es suficiente para estar satisfecho. Un niño puede 
prescindir de tener una amada, de saberse amado, pues se entretiene con juegos. 
El hombre enamorado necesita sentirse amado. Por eso más adelante Werther 
debe decir que Lotte se interesa por él, su porvenir, que lo quiere.29 Pero sabe que 
se encuentra en una fantasía, pues en esa misma carta nos cuenta que Lotte 
quiere a otro hombre. También nos dice cuánto le altera el que ella le roce con sus 
manos, pies o aliento; si se aleja de esos roces, misteriosamente vuelve a ellos, 
pero no osaría tocarla con una intención inadecuada, pese a quererlo hacer, pues 
ella le es sagrada.30 Por eso Werther sufre: se da cuenta que el amor debe ser 
recíproco y no se puede quedar únicamente en una idea incorpórea. Dicha escena 
también nos muestra que se está dispuesto a transgredir las costumbres cuando 
se ama; su asunto no se limita a si se sabe y se siente amado, sino también 
involucra si es lícito mostrarle su amor a quien se encuentra comprometida. No 
sólo resulta prohibido tocarla porque eso sería mal visto, sino que su principal 
limitación es que ella no le ama y ama a alguien más. Además, Werther no quiere 
abusar de quien le ha dado su confianza, pues dicha confianza desaparecería 
 
28 Cfr. Op. Cit. P. 87 
29 Cfr. Op. Cit. P. 89 
30 Cfr. Op. Cit. Pp. 89-90 
 35 
bruscamente, lastimando a la mujer que confiaba en él; eso no lo soportaría, se 
sentiría vil. Asimismo, ella se alejaría, dejaría de tenerle el mínimo afecto. Su 
limitación no obedece únicamente a portarse bien, sino a que su propio 
sentimiento le muestra que no es correcto manifestar su deseo. La limitación 
puede encontrarse en comportarse bien para no ser juzgado por las demás 
personas, por la sociedad. Aunque eso no lo limitaría a satisfacer sus deseos a 
escondidas, cuando la oportunidad le es propicia. Algo lo detiene, una sensación 
interna, como un sentimiento moral que le recuerda lo inconveniente de satisfacer 
su deseo; dos sentimientos chocan: uno señala lo correcto y otro quiere rebasar lo 
correcto. En la novela el choque es más complejo, pues Werther no sabe si las 
atenciones de Lotte hacia él se deben a que lo ama, o simplemente a que lo 
estima. 
Como ya se dijo, el amor debe ser correspondido. Por ello los amantes en 
solitario, no correspondidos, se torturan con la presencia de la amada cuando no 
les es posible ni siquiera abrazarla. Ahí comienzan las mayores penas del amante, 
cuando ve limitado su sentimiento, cuando sólo lo siente dentro de él, cuando sólo 
se ve limitado a moverse sin una finalidad aparente por no encontrar 
correspondencia en los brazos de su amada. Entonces el amante se conforma con 
estar cerca de la persona a quien ama; otros querrán saber si tienen posibilidades 
de ser correspondidos. No sabe qué esperar, no espera realmente nada en 
concreto; especula, se ilusiona. Nuestro personaje, por ejemplo, compara al amor 
con la luz proveniente de una linterna mágica, de donde salen diversas imágenes 
multicolores; siente que la felicidad del amor es aparente, como un fantasma 
pasajero.31 El mundo sólo le da sentido a Werther si existe el amor; sin amor 
resulta inútil, como una lámpara sin luz. Pero la certeza de la felicidad mediante el 
amor es inasible, una mera ilusión. En otros términos podríamos denominar su 
amor como algo subjetivo e irreal. De ser tal la condición del amor ¿por qué lo 
siente, por qué le parece tan importante, al grado de ser casi la única posibilidad 
de encontrar la felicidad? Quizás el problema sea que el amor le parece inasible 
cuando no es correspondido y debe conformarse con puras imágenes, con los 
 
31 Cfr. Op. Cit. P. 90 
 36 
fantasmas de sus ilusiones, es decir, con lo no vivo, con lo intangible. Así 
pensado, Werther no quiere enfrentarse con su realidad, pues hacerlo le sería de 
muy doloroso; no quiere o ¿no puede enfrentarse al hecho de que Lotte no lo 
ama? Pareciera que no puede, así como tampoco puede dejar de visitarla con 
mucha frecuencia.32 La tensión en la cual se encuentra le motiva a consolarse y no 
sufrir, a enfrascarse en dulces ilusiones. Werther se ilusiona cuando enfrentarse a 
la realidad lo derrumbaría. 
En la incertidumbre padecida por nuestro personaje de no ser correspondido por 
Lotte o de que ésta sí lo quiere, la balanza se inclina a la imposibilidad con la 
llegada de Albert. No está seguro si debe irse o quedarse, se encuentra 
confundido, pues alejarse de su amada le causaría dolor, pero estar cerca de ella 
y no ser correspondido también le resulta doloroso. Por eso cree que nadie puede 
entenderlo. Inclusive cree que Lotte es una frívola.33 Parece que aquí se 
manifiesta la división, presente anteriormente en la novela, entre la pasión y la 
razón, pues las pasiones no siempre obedecen a los argumentos; entre más fuerte 
sea una pasión, la razón tiene menos cabida en una persona. Aceptar lo anterior 
nos dejaría con la idea de que el hombre es principalmente pasional, es decir, 
actúa principalmente buscando la satisfacción de sus pasiones. Pero si tal fuera la 
condición del hombre, no tendría tensiones ni dudas sobre cómo le conviene 
actuar; en el caso del cual se habla, Werther haría cualquier cosa para deshacerse 
del intruso. Quizá, volviendo a una interpretación previa, a Werther no le agradaría 
satisfacer sus pasiones actuando de cualquier manera, pero él quiere lo mejor, es 
decir, amar y ser amado. La contradicción, la pugna, entre sus sentimientos y su 
razón, es su más doloroso verdugo. 
Antes de seguir con las penas de Werther, una pregunta requiere mayor atención: 
¿la razón está separada de la pasión? Con la novela podemos hablar de una 
separación, estimulada porque el personaje no puede tomar una decisión sin que 
ésta no sea dolorosa, alejándose de su amada, o sea incorrecta, satisfaciendo su 
pasión sin importar las consecuencias. Pero más que separación, como ya se 
 
32 Cfr. Op. Cit. P. 92 
33 Cfr. Op. Cit. Pp. 92-94 
 37 
apuntaba, más bien habría que pensarla como una pelea, una pugna. En nuestra 
cotidianidad, igualmente, regularmente hacemos cosas que sabemos incorrectas o 
con funestas consecuencias. ¿Será que la pasión nos obnubila o resulta

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