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1 UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES ACATLÁN El abrasador fuego de las pasiones: daños morales de la pasión amorosa en Las desventuras del joven Werther TESIS QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE LICENCIADO EN FILOSOFÍA PRESENTA DAVID AGUILAR FULLADOSA Asesor: Antonio Luis Marino López Santa Cruz Acatlán, Naucalpan, Estado de México, Marzo del 2017 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 ÍNDICE Introducción 4 Capítulo I: La alegría de la belleza natural 16 Capítulo II: La agridulce pasión amorosa 28 Capítulo III: Werther en las oficinas de la burguesía 42 Capítulo IV: Autodestrucción de las pasiones 50 Conclusión 63 3 “¡Un minuto entero de felicidad! ¿Acaso es poco para una vida humana…?” Las noches blancas, Un relato sentimental (de los recuerdos de un soñador), F. Dostoyevski 4 Introducción Las relaciones humanas tienen su base en las pasiones; así como separan a las personas, pueden unificarlas. Amor, odio, miedo, alegría, son características tan propias del hombre como resulta evidente por su manifestación cotidiana. La exploración de ellas, por lo tanto, resulta de una importancia central si es que queremos conocer al hombre. La indagación puede arrojarnos diversos frutos, tanto encontrar la posibilidad de que exista algún tipo de control sobre las pasiones o mínimamente conocer los problemas concernientes a la expansión de las mismas. Indagar en todas las pasiones, pese a lo importante del asunto, resultaría una tarea tremenda, quizás interminable. En el presente trabajo me abocaré principalmente a explorar la pasión amorosa y sus consecuencias morales. Una buena guía en la búsqueda de lo recientemente planteado, la encuentro en la novela Las desventuras del joven Werther de Johann Wolfgang von Goethe, pues ahí se presentan el desarrollo y las desventuras de una pasión desaforada. Esto lo realizaré en cuatro capítulos; el primero tendrá como objetivo describir la emoción que le causa al personaje, Werther, el estar cerca de la naturaleza y alejado de la ciudad; en el segundo se describirá y se reflexionará sobre la pasión amorosa que el personaje siente por la bella Charlotte. En el tercero se presentará la vuelta a la ciudad de nuestro personaje; y en el cuarto se reflexionará en las consecuencias de las decisiones tomadas por el joven Werther a lo largo de la novela, como el hecho de alejarse de Wahlheim y volver. En una primera impresión, los capítulos anteriormente descritos parecen obedecer únicamente a los hechos puestos por el autor, a un seguimiento lineal de la novela. Por ello, quizá sea útil explicitar con más detalle qué pasajes interpretaré para realizar el objetivo general del presente trabajo, así como la pertinencia de que sean esos. Con el primer capítulo del trabajo se podrá tener una perspectiva del alma de Werther, es decir, qué características son aquellas que lo mueven a actuar del modo como lo hace. Por ejemplo, su deseo constante de querer observar la 5 naturaleza nos va sugiriendo a una persona que encuentra en la belleza natural un motivo para encontrarse a gusto y quizás alcanzar la felicidad. No se trata tan sólo de un hombre que odia a las demás personas, busca refugio en la soledad y la tranquilidad de los bosques, pues en la novela también notamos que siente un fuerte deseo por tener una amistad sincera, así como que se enternece en las expresiones sinceras de los hombres. Parece, en breve, buscar la expresión natural de sus pasiones, como lo es el deleitarse viendo la naturaleza externa o disfrutando de la amistad propia y ajena. Este detalle es muy importante, pues nos damos cuenta que el personaje no encuentra problema alguno en permitir que afloren sus pasiones, es más, me atrevería a afirmar que él desea inflamarlas. Incrementa sus pasiones contemplando la naturaleza, pero al no ser ésta suficiente para satisfacerse, busca sentir con mayor intensidad sus pasiones con otras personas; finalmente, manifiesta sus pasiones del modo más fuerte: ama. Según mi interpretación, va descubriendo y desarrollando sus pasiones; comienza con la tranquilidad y la alegría que le causa la naturaleza y luego esa alegría la eleva cuando se enamora. Quizá quede la duda de por qué estimula sus pasiones con su entorno y por qué, una vez dominado por la pasión, actúa tan irresponsablemente. Para entender esto, y reafirmar que las pasiones deben ser expresadas al máximo, Werther compara su corazón con un niño caprichoso, es decir, las pasiones deben manifestarse según él lo vaya queriendo, sin ninguna clase de control ni de responsabilidad. Por eso es importante fijar la atención en su gusto por la naturaleza, porque ahí se comienzan a inflamar las pasiones sin ningún tipo de control, las cuales no sólo causarán problemas con las personas con las que se va relacionando, incluso desembocarán en su suicidio. Como consecuencia de haberse dispuesto a regar constantemente el jardín de sus pasiones con objetos y situaciones agradables, Werther se enamora. La más bella flor de su jardín, el amor, también la riega sin cesar y, en consecuencia, también crece. Dicho de otra manera: el personaje al estar buscando satisfacer sus pasiones las hace crecer, lo que le dispone a enamorarse perdidamente de Charlotte. Por ello, para entender el enamoramiento por Lotte, junto con sus consecuencias, es importante observar cómo se van manifestando y acrecentando 6 las pasiones mostradas desde el inicio. Para que esta interpretación se sostenga, esto supone que las diferentes pasiones tienen relación entre sí. En el desarrollo de cada capítulo se irá notando y afinando esta postura con más detalle. Los señalamientos anteriores nos pondrán en condición de ir juzgando la responsabilidad de Werther al momento de enamorarse. Para entender mejor lo anterior, se pensará si el amor es una especie de destino, algo que surge sin ninguna preparación. A su vez, también se podrá reflexionar si la expresión extrema de las pasiones es la máxima expresión del hombre, es decir, la más natural, la que lo vuelve más inquieto y difícilmente desaparece, tesis que parece sugerírsenos con la figura de Werther. Por otro lado, junto con las pasadas consideraciones se podrá pensar cómo concibe el propio personaje su pasión, así se tendrá conocimiento del modo en el cual juzga sus relaciones sociales. La contraposición entre lo que siente el personaje y el efecto que sus pasiones tienen en su sociedad, puede mostrarnos no sólo una sociedad que anteponga ciertas costumbres ante los arrebatos pasionales, sino también puede sugerirnos la existencia de un sentimiento moral. Dicho de otra manera: hay un sentimiento que le muestra al personaje que no es bueno dejarse llevar por determinadas pasiones, pues afecta a su amada. Lo cual puede ayudarnos a comprender por qué el personaje prefiere alejarse y no afectar a nadie con su desaforada pasión. Lo anterior, dicho brevemente, parte de que la moralidad tiene cierto rasgonatural o la base de la misma es natural. Todo lo anterior podrá discutirse con mayor profundidad en su lugar correspondiente, es decir, en el segundo capítulo. En el tercer capítulo se buscará poner especial énfasis en el modo de vida opuesto al que hasta ese momento llevó Werther: cerca de muchas personas, principalmente el de la gente con la cual no se lleva bien y que carece de sentimientos fraternos. En otras palabras: se pensará en la vida burguesa de la que había escapado en un principio el personaje. Como se puede colegir, este capítulo se contrapone al primero, pues mientras en el primero se presenta a un Werther contento y con cierta libertad de expresar sus pasiones, en el tercero se le muestra infeliz, víctima de groserías y con la necesidad de contener sus pasiones. 7 De dicha oposición se podrá entender por qué el personaje había elegido una vida más afín a lo natural. También se podrá juzgar si realmente es preferible la vida no burguesa, la natural, a la burguesa o es una falsa oposición, pues la provoca alguien que sencillamente no quiere acoplarse al mundo burgués. La pregunta con la cual se puede resumir la oposición anterior podría ser: ¿cómo le conviene vivir al hombre: buscando honores o deleitándose con la naturaleza y dejando aflorar sus pasiones? Nótese que Werther había escapado ya una vez del modo de vida burgués para buscar la felicidad en lo natural; ese hecho no carece de importancia, pues marca el inicio de la novela; las consecuencias de su escape lo devuelven nuevamente al mundo burgués, aunque la naturaleza y el amor que le hicieron manifestar tan fuertemente sus pasiones, aun en el ambiente burgués, siguen palpitando en él. Finalmente, el cuarto capítulo es el regreso de Werther al lugar donde amó, pero no vuelve a un entorno floreciente (el de la primavera), sino a uno que se va deshojando (el del otoño). La correspondencia entre las estaciones y el ánimo del personaje va señalando el vínculo hacia lo natural que se presentaba desde el primer capítulo. Dicho vínculo tiene una culminación en el invierno, pues es la época en la cual acontece el suicidio. De lo anterior se deduce que la naturaleza no sólo tiene un lado bello, sino también uno frío como la nieve invernal, donde se presencia el desborde de un río y la autodestrucción del personaje. Aunque lo anterior sugiera que el suicidio es una etapa más dentro de la naturalidad del personaje, no parece tan sencillo aceptarlo, pues sería afirmar que éste se suicida por un exceso de pasión, lo cual no coincide con la actitud descrita en la última parte de la novela. Empero, no se debe perder de vista que quizás el quitarse la vida por la propia mano sea una instancia a la cual se llega por las consecuencias de ya no saber qué hacer con las pasiones, es decir, se llega al suicidio por una reflexión sobre las propias pasiones. Como queda visto por lo anterior, no es cosa sencilla saber los motivos del suicidio, tal vez sea el suceso más oscuro de la obra. En otro lugar del mismo capítulo, también se pondrá especial énfasis en el aspecto moral de lo hecho por Werther, es decir, en las consecuencias morales de sus pasiones. Para hacerlo es imprescindible tener en cuenta el triángulo Werther, 8 Lotte y Albert. Con cada uno se puede establecer una postura sobre las pasiones, es decir, según los actos de cada uno se puede dilucidar si las pasiones tienen algún límite o no pueden limitarse; bajo qué condiciones parece encontrarse un control a las pasiones o bajo qué condiciones parecen incontrolables. Si contener las pasiones es sencillo, el hecho de desbordarlas sería un acto del más puro capricho y, en consecuencia, reproblable en extremo. Si no es tan fácil controlar las pasiones, se vuelve difícil juzgarlas. Si no todos pueden controlarlas, quizá se deba reflexionar detenidamente en las condiciones de quien no pudo contener sus pasiones, lo cual debería tener como consecuencia el no reprobar al apasionado tan fácilmente. Como se puede juzgar por lo recientemente expuesto, hay asuntos centrales en el presente trabajo: la relación del hombre con la naturaleza, las pasiones, principalmente la pasión amorosa y la relación entre el apasionado con su entorno social. Si bien hay capítulos en los cuales se aborda con mayor cuidado cada uno de esos temas, todos los asuntos se relacionan y a veces varios temas son tratados en un mismo capítulo. Teniendo esbozada la estructura del presente trabajo, queda pendiente explicar por qué se interpretará una novela para cumplir el objetivo. Se hará con una novela porque así se puede ver, principalmente, una vivencia verosímil de la manifestación de la pasión amorosa y sus consecuencias. Evidentemente con la novela no se ve con exactitud lo que le puede pasar a todas las personas que se enamoran y no son correspondidas, pero sí se pueden distinguir ciertos aspectos propios del hombre, como el hecho de enamorarse. Además, la novela nos va presentando el cambio de los estados de ánimo del personaje, es decir, la novela permite ir comprendiendo que el enamoramiento, la alegría o la tristeza no son estados que se presenten en un solo momento o que tengan una sola manera de expresarse. Los cambios de los estados de ánimo dependen de cierta temporalidad que se expresa adecuadamente en una novela, lo que mediante un tratado considerado filosófico, como la Disertación de las pasiones de David Hume, no se puede percibir. Evidentemente, esos cambios de ánimo en la 9 narración varían según el personaje y las situaciones en las cuales se ve inmerso. Asimismo, las pasiones y las acciones se pueden captar mejor en una novela, pues se desarrollan con mayor detalle en un contexto, con varias situaciones relacionadas. No se trata únicamente de detallar cuidadosamente una escena y describir, por ejemplo, todos los muebles y objetos circundantes, donde se encontraban dos personajes cuando se besaron por primera vez, sino de ver cuáles son las situaciones que se nos describen, a cuáles se les dedica mayor espacio y por qué precisamente se presentan esas. No deja de ser importante el contexto de la escena, es decir, las escenas que le antecedieron y las que le siguen, así como el inicio de la novela y el final. En Las desventuras del joven Werther, por ejemplo, las descripciones se enfocan principalmente a la naturaleza (árboles, ríos, insectos, etc.) así como a los gestos y palabras con las cuales interactúan los diversos personajes; también se encuentran algunas reflexiones del personaje sobre arte, las costumbres de las personas y su situación emocional. Las descripciones nos las presenta el autor con un objetivo, el cual puede entenderlo el lector mientras avanza en la lectura e interpretación de la novela. Podemos afirmar: Goethe mostró un personaje tan apasionado para que nos percatáramos de las consecuencias de no esforzarnos por contener nuestra pasión amorosa, pues Werther cree que sólo por expresar su pasión a quien no podrá corresponderlo será feliz; pero pronto se da cuenta que el no verse correspondido lo hace sufrir mucho. Entre más elementos se encuentren en la misma novela para reforzar una interpretación, nos es más claro el objetivo del autor o al menos se va vislumbrando. La mejor interpretación es posible si se hace a partir de los propios elementos que la novela nos ofrece. Añadirle elementos ajenos a la novela sin una justificación o algún objetivo, puede opacarnos la comprensión de aquélla. Por tal motivo, en el presente trabajo me centraré en la novela y sólo por cuestiones de claridad recurriré a otros textos, sin perder de vista que los temas principales surgen de la obra misma, no de los otros libros. 10 Por otro lado, el buen autor ofrece un asunto o diversos asuntos en una novela que resultan importantes de ser pensados para entender las problemáticaspasiones humanas. Esto ayuda a vislumbrar a las novelas como instrumentos adecuados para conocer el actuar humano, sus posibles causas, que en este caso son las pasiones, y sus consecuencias, como los delitos más atroces. Las novelas, y el modo en el que se intenta reflexionar sobre una en el presente trabajo, pueden alumbrar la reflexión sobre el hombre. ¿Son las pasiones el aspecto más importante para entender al hombre? Según pretendo mostrar, sí, pues éstas influyen decisivamente en su modo de actuar. Entender las pasiones ayuda a ver de dónde provienen diversos problemas éticos y morales. Nuevamente tomando el ejemplo de la historia de Werther, aquí Goethe presenta la manifestación de la pasión amorosa exacerbada y no correspondida. La cual podemos encontrar en nuestra cotidianidad, es decir, vemos que muchas personas se enamoran, sufren con el amor, hacen disparates cuando se encuentran enamorados e incluso llegan a cometer un crimen. ¿Cómo se debe juzgar la pena cuando el asesinato tuvo como móvil los celos? Todavía se puede ir más lejos y desarrollar la personalidad del celoso como alguien bondadoso, aunque ajeno al hogar; y a la víctima como una persona buena, pero tentada por una añeja añoranza. La calidad de un autor se mide cuando expresa con mayor veracidad los asuntos más importantes que le competen al hombre. Según entiendo la literatura, en las novelas de los mejores autores se hace una descripción de los conflictos que más se le presentan al hombre, que más le hacen cuestionarse y que más le compete entender. Con tales cuestionamientos el hombre puede entender los problemas más embrollados en los cuales se ve inmerso en las múltiples relaciones que vive. ¿Las novelas pueden educar moralmente si le ayudan al hombre a pensar mejor sus acciones antes de concretizarlas? Esto no es del todo claro, porque los mejores novelistas no dan una idea clara sobre el hombre, pues las propias novelas presentan características problemáticas, contradictorias, en torno al hombre. Visto así, la lectura adecuada de las novelas no es preceptiva, no dan una guía de las mejores acciones a 11 realizar.1 El novelista no puede definir a todas las personas con un solo personaje, por eso en alguna medida busca que su lector pueda descubrirse en las páginas de su novela; que encuentre las semejanzas que tiene con el personaje que va conociendo; que le vaya comprendiendo sus propias situaciones con las situaciones leídas; que se autoconozca mediante la novela. Uno de los aspectos centrales de Las desventuras del joven Werther es su composición formal, la cual está constituida principalmente por cartas. Esto puede servirnos como ejemplo de algunos puntos tratados recientemente sobre la importancia de las obras literarias. La cuantiosa cantidad de cartas que componen la novela, ayuda a entender en buena medida el drama del personaje, pues da muestra de su exaltada personalidad, de su difícil personalidad, mediante su propia voz. En primera instancia parecería fácil comprender a Werther porque estamos leyendo directamente lo que él escribió, quizá sólo desconfiaríamos un poco de su memoria. Visto así, determinar si lo que él va describiendo que hace es reprobable o digno de aprobación no sería difícil. Pero lo que él decide escribir, cómo lo escribe y en qué estado de ánimo se encuentra al momento de hacer alguna carta, va dificultando que se pueda comprender el contenido de la misiva y al propio personaje. El afán de Werther, en la primera parte de la obra, de intentar manifestar la belleza de la naturaleza ¿no propiciará el ocultamiento de algunos aspectos desagradables en sus descripciones? En caso de que no oculte detalles importantes sobre sus acciones, ¿no exagerará algunas o varias de sus descripciones? Por ejemplo, hay una descripción que muestra notablemente una circunstancia exagerada y da un motivo para no describir con mesura. Esto sucede cuando Werther cuenta que la hermanita de Lotte cree que le saldrá barba por haber tocado con su cachete el cachete barbudo de aquél. La carta la finaliza 1 En el libro III de la República de Platón hay un episodio que podría contrastar con la mencionada afirmación, pues Sócrates dice, entre otras cosas, que para que los hombres sean más valientes deben escuchar historias de los poetas que les hagan pensar que la muerte no es terrible y no escenas que les hagan creer lo contrario. Una posible lectura de ese pasaje es que la filosofía está totalmente en contra de los contenidos de la literatura y la poesía, pero también se nos podría advertir con dicho pasaje que la literatura tiene un sentido educativo y por ello hay que leerla con mucho cuidado. Dicho de otra manera: la literatura influye en el hombre; como toda influencia puede ser buena o viciosa. Cfr. Platón, Diálogos IV, República, Madrid, Gredos, 2012, 386a-388e. 12 con las siguientes palabras: “Y en el fondo de mi corazón seguí siendo fiel a la verdad: debemos obrar con los niños como Dios lo hace con nosotros; cuando más felices nos hace, es cuando nos deja vagar en alas de dulces ilusiones.”2 Con dichas palabras podemos creer que la exageración de sus descripciones la hace para propiciar el gusto de quien está leyendo sus cartas. Además, cuando escribe dicha carta ya se encuentra enamorado de Lotte, por lo cual podemos interpretar que la felicidad de su enamoramiento le lleva a hacer afirmaciones que quizá con anterioridad no habría aceptado. Con este breve ejemplo podemos ver que Werther tiene una tendencia a presentarse como un personaje, un ser enredado entre la fantasía y la realidad de sus propias misivas, principalmente si esto le causa agrado. El que Werther no quiera mostrarse en toda su veracidad nos dificulta no sólo la comprensión que buscamos sobre él, sino también nos vuelve más difícil elaborar un juicio sobre sus actos por él mismo narrados. Aunque la dificultad no es una barrera infranqueable, pues se puede reflexionar acerca de los motivos por los cuales parece ocultarse el personaje, me refiero a cómo escribe y el estado de ánimo en el cual se encuentra al momento de escribir, y comprendiendo tales motivos podremos decir si erró o actuó adecuadamente. Para una mejor ubicación del estado de ánimo del personaje, su propensión a exagerar o a contarnos sus vivencias con exaltación, hemos de atender a las divisiones de la novela. La novela se divide en dos partes: la primera comienza con la huida de Werther del mundo burgués y finaliza con la huida del mundo natural; la segunda comienza con la llegada del personaje al mundo burgués y termina con la huida definitiva: el suicidio. En la primera parte podemos hacer tres divisiones: la felicidad del mundo natural3, el enamoramiento de Werther por Lotte o éxtasis de la felicidad natural4 y la infelicidad del amor no correspondido5. De la segunda parte podemos hacer dos: el regreso al mundo burgués6, al trabajo, y el regreso a Lotte7. Las cinco 2Cfr. Von Goethe, Wolfgang Johann, Las desventuras del joven Werther, Madrid, Cátedra, 2010, P. 87. 3 Cfr. Ibid. Pp.55-68 4 Cfr. Ibid. Pp. 68-92 5 Cfr. Ibid. Pp. 92-110 6 Cfr. Ibid. Pp. 113-130 13 divisiones, como resulta claro, se relacionan y una causa a la otra. El mundo natural va hermanado con el amor (como ya se explicará a detalle en el capítulo correspondiente), así como el mundo burgués es contrario a toda expresión de afecto sincero. Cada división tiene agrupada una serie de cartas que, sugiero, deben ser leídas en el contexto de la división, pues nuestro personaje no escribe de los mismos temas cuando se encuentra enamorado que cuando está bajo las órdenes del embajador; incluso la frecuencia de las misivas disminuye de un momento a otro. Mediante estas divisiones se puede comprendera nuestro personaje y, en consecuencia, reflexionar sobre sus acciones. Aunque el hecho de que Werther elabore descripciones exageradas sobre sus vivencias también puede sugerirnos a un personaje donde se enfatiza su carácter apasionado, no la veracidad de sus descripciones en las misivas. Dicho de otra manera, Goethe nos pone a un personaje sumamente apasionado, con preferencia a la fantasía, porque quiere resaltar la centralidad de las pasiones en el hombre. Dicho lo anterior con brevedad: lo más importante en el hombre es lo que siente, no lo que piensa. La afirmación es peligrosa, pues justificaría cualquier acción siempre y cuando tenga su base en el sentimiento. Habría que explicitar con mayor cuidado la tesis, así como mostrar otros elementos que corroboren lo afirmado. Tal vez sea mejor decir: es preferible en el hombre el buen sentimiento a las razones que buscan engañar, como aquellas que le dan más valor al hombre de renombre, pues pueden justificar casi cualquier acción en nombre del éxito. Esta afirmación podrá ser explicada con mayor detalle en el siguiente trabajo. Por el momento sería bueno pensar en Werther como aquel que va buscando o descubriendo el buen sentimiento y guía sus acciones basándose en el mismo; también hay que ir pensando en que las razones buscan oscurecer cómo el hombre se concibe a sí mismo. Las misivas, como ya se ha dicho, nos acercan a Werther o nos dan esa apariencia, es decir, nos hacen sentir como sus destinatarios, como sus confidentes, aquellos en quienes busca comprensión. Los sucesos del personaje 7 Cfr. Ibid. Pp. 130-181 14 nos conmueven, pues también sufrimos con sus penas, mucho más si hemos conocido a una persona con características como las de nuestro personaje o si nos reconocemos en su figura; nos alegramos en sus momentos de dicha y apreciamos la belleza de los paisajes que nos comparte. Según interpreto, Goethe escribe su novela mayormente en misivas, pues así somos persuadidos con mayor facilidad por la extrema sensibilidad de Werther, quien es una persona incomprendida ante los demás. Esto nos lleva a considerar que alguien que tiene una sensibilidad diferente de la de las otras personas, merece ser tratado diferente, quizá con atención y paciencia. No intento sugerir que Goethe nos quiera manipular, sólo sugiero que pretende convencernos o inducirnos a reparar en la importancia de comprender a una persona tan difícil de comprender, tan, en apariencia, molesta por sus fuertes arranques de pasión. Los motivos pueden ser muchos, por ejemplo: él, Goethe, quisiera que no fuéramos tan duros y descuidados al momento de elaborar juicios sobre el actuar de gente semejante a Werther. Junto con lo anterior, también nos estaría señalando que no es fácil entender el alma humana, pues tiene muchos recovecos dentro de ella, tensiones en las cuales se ve inmersa, causas oscuras por las cuales actúa. Finalmente, el genio de Weimar nos ayuda a entendernos a nosotros mismos al vernos, de manera aproximada, en el personaje, a cuestionarnos sobre nuestra pasión amorosa. Entonces la cercanía que permiten las misivas con el lector es una cercanía que puede ser dirigida hacia distintos puntos. En la interpretación aquí ofrecida, Goethe no es sólo quien ensalza el buen sentimiento por encima de la razón, sino quien muestra las consecuencias de la pasión exacerbada, pues él nos muestra tanto el lado bello de guiarse únicamente mediante el sentimiento, así como nos muestra el lado tenebroso y horrendo. Goethe cuestiona con Werther si vale la pena vivir expresando fuertemente y de cualquier manera las pasiones. Ahora sólo queda decir de manera general por qué es importante desarrollar el objetivo previamente presentado. Exploraré la pasión amorosa y sus consecuencias morales, porque así se podrá comenzar a conocerla, a reflexionar 15 si es ilimitada o puede controlarse de alguna manera. Esto puede llevarnos a una nueva reflexión: si es preferible limitar la pasión, en caso de que esto fuera posible, o si es mejor estimularla. Un objetivo secundario al principal, por el cual también se hará la siguiente exploración, es que podré demostrar que las novelas nos permiten comprender las situaciones problemáticas de nuestra cotidianidad, aquellas que nos arrojan más preguntas que respuestas. El objetivo, además, tendrá como finalidad el que podamos comenzar a dilucidar si el amor es dador de felicidad o una condena de los apasionados, como en el caso de Werther, a que sean infelices; si el destino de toda gran pasión es hacer sufrir a quien la padece por no encontrar la manera de manifestarla o, muy por el contrario, posibilitarle, aunque no de manera sencilla, la felicidad. La infelicidad no sólo radica en aquellos que se ven afectados por la pasión, sino también en sus allegados, sus seres queridos, ya que ellos conviven más con el apasionado y se preocupan por él. Su convivencia con los demás vuelve a la pasión amorosa un asunto moral. Aparentemente podría resultar sencillo calificar de imprudente al que siente en su pecho el fuego del amor y guía sus acciones según su corazón le hace sentir. Pero una reflexión cuidadosa, como pretendo realizar en el siguiente escrito, nos llevará a percatarnos de lo problemático de definir con tanta sencillez si el apasionado es una persona reprobable o debe juzgársele de manera benigna. Incluso podríamos pensar que debe juzgársele bajo ciertas condiciones, de manera diferente de la que se haría con los demás. La reflexión sobre la pasión amorosa es un asunto de crucial importancia. 16 Capítulo I: La alegría de la belleza natural El objetivo principal del presente capítulo es examinar los principales rasgos del carácter de Werther. Primero presentaré el vínculo entre su naturaleza y la naturaleza externa, lo cual se hará considerando principalmente la búsqueda del personaje por vivir principalmente en constante deleite. Esto me llevará a considerar las actividades que le son agradables y a interpretar por qué las prefiere. Las actividades agradables a dicho joven son varias y a lo largo de toda la novela se reitera su fuerte agrado por ellas; en esta parte mencionaré y reflexionaré de manera breve sobre la contemplación de la naturaleza (el bosque, el río y los insectos), su necesidad de amistades y el observar las expresiones naturales de los hombres (las fraternales, maternales y amorosas). En esta indagación no se debe dejar de lado el gusto especial de Werther por los niños y su pretensión de ser semejante a uno, pues ello le acerca a lo natural. Finalmente se reflexionará en la descripción, casi infantil, que hace de su corazón. El reverso de todas estas actitudes, es decir, la crítica de los modos de ser naturales, examinados en el presente capítulo, se hará con mayor detalle en el cuarto capítulo. Empero, aquí mismo ya se empezarán a enunciar algunos defectos e inconsecuencias de la actitud del personaje. Se explorará el objetivo planteado, porque así se podrá entrever si toda esa disposición de Werther hacia la naturaleza lo predispone a un apasionado enamoramiento. Dicho de otra manera: se buscará si hay una estrecha relación entre su cercanía a la naturaleza y la fuerza con la que se enamora. De ser esto cierto, se podrá pensar de manera más adecuada la personalidad del personaje. De lo anterior se podrán colegir las consecuencias de inflamarse tanto con un entorno auténtica o aparentemente bello. Pretendo, pues, encontrar las principales actividades que parecen inocentes, pero que realmente estimulan las pasiones, principalmente la amorosa, de nuestro personaje. El inicio de la primera carta nos planteauna de las principales características del joven Werther: “¡Qué feliz soy de no estar ahí! Mi buen amigo, ¡cómo es el 17 corazón del hombre! ¡Alejarme de ti, a quien tanto estimo, y de quien era inseparable, y sentirme dichoso! Ya sé que me lo perdonas ¿No estaban bien elegidas por el destino todas mis otras amistades para angustiar un corazón como el mío?”8 La característica, señalada desde el comienzo de la novela, es lo mucho que abandona en su búsqueda por la felicidad, pues deja de lado su vida pasada y una amistad; prefiere deleitarse, aunque modifique todas sus relaciones sociales. El cambio de vida tan repentino, sin ninguna planeación, puede mostrarnos una personalidad sumamente intranquila o una nueva vida increíblemente maravillosa (con otras consideraciones podremos decidirnos por alguna de las dos opciones). Tantas oraciones ubicadas dentro de signos de admiración nos realzan la emotividad que siente el personaje, quizá característica de su modo de ser, de alejarse de la gente desagradable. El personaje se presenta como alguien que busca satisfacer su deseo en cuanto se le presenta la oportunidad, sin mucha meditación; alguien que se guía siguiendo únicamente lo que le produce alegría. ¿Cuál es la actividad que más le gusta al personaje?, ¿por qué se siente tan feliz en ese lugar? Su felicidad se debe principalmente a la contemplación cuidadosa de la naturaleza, la cual desde la primera carta nos es señalada y se insiste en ello de manera notable a lo largo de toda la novela. La primera mención dice: “Cada árbol, cada seto es un ramillete de flores y uno quisiera volverse mariposa para revolotear en este mar de perfumes y poder encontrar en él todo su alimento. La ciudad en sí es desagradable, pero en cambio la naturaleza de sus alrededores es de una belleza indescriptible”9. La cercanía con los árboles y las flores nos va sugiriendo el encuentro o la vuelta a lo natural, un encuentro con la felicidad. Va comenzando a florecer una relación entre naturaleza y felicidad; desde esta primera descripción se va semejando lo natural con lo bello. Con la posibilidad de esta rápida semejanza podemos llegar a la relación de la belleza con la felicidad, es decir, la felicidad la da el percibir (con nuestra vista, olfato, tacto y el personaje quisiera sentirla hasta con el gusto, pues le fascinaría muchísimo ser mariposa) los árboles y las flores. ¿Por qué la ciudad no le proporciona esta dicha?, ¿por qué 8 Ibid. P. 55 9 Ibid. P. 56 18 Werther es tan feliz observando la naturaleza? Me parece que ambas preguntas pueden contestarse considerando lo siguiente: “Se ha adueñado de todo mi ser una admirable serenidad parecida a esas dulces mañanas de primavera que disfruto con toda mi alma”10. Aquí encontramos una relación que justifica la relación naturaleza-felicidad (belleza-naturaleza), pues las pasiones de Werther se asemejan a la naturaleza: las dulces mañanas de primavera se disfrutan porque el salir del sol es suave, así como el trinar de los pajarillos, lo que mantiene a las pasiones tranquilas, serenas, disfrutando sosegadamente; la ciudad, por el contrario, es ruidosa, con mucho movimiento y tumultuosa. La belleza la siente de manera directa en la pasión cuando disfruta la naturaleza. Su sensación de tranquilidad se acrecienta con la contemplación de la naturaleza; como también se incrementa su alegría. ¿Nos es lejano en este punto el personaje?, ¿coincidimos con él en su relación con lo natural? Efectivamente nos agrada un entorno tranquilo, con elementos naturales, como los parques, algunos bosques o, en su defecto, mantenernos cerca de las plantas. Aunque el gusto por la naturaleza no es algo que todos compartan, pues no todos gustan vivir en un entorno repleto de árboles, como sí le gusta al deleitado personaje; dicho gusto va definiéndolo. Sin embargo, hasta aquí no podemos saber con precisión si la belleza natural se le incrusta hasta el fondo de sus sentimientos, transformándolos radicalmente, o si algo distintivo de él permite la apertura a la belleza. Tal vez analizando con mayor claridad la relación entre la naturaleza y él podamos entenderlo mejor. La clarificación del impacto de lo natural en Werther la encontramos cuando nos dice que al ver la belleza de la naturaleza siente “la presencia del Todopoderoso que nos creó a su imagen, y el soplo del infinito Amador que nos sostiene y mantiene flotando en eterna delicia.”11. Interpreto lo anterior como que nuestra principal actividad, el sentido de nuestra existencia, es el mantenernos ante la belleza de la naturaleza, disfrutándola; quien no lo haga (quien prefiera la ruidosa ciudad), estará atentando contra el motivo por el cual fue creado, estará errado en lo que debe estar haciendo, se cancelará como hombre natural. Por eso, según el 10 Ibid. P. 56-57 11 Ibid. P. 57 19 personaje, se da su relación con la naturaleza, de ser feliz sintiendo la naturaleza, porque fue hecho para dicho deleite. En lo natural no sólo podemos encontrar alimentos agradables a nuestra lengua, como las manzanas, los mangos o las peras, sino también podemos encontrar alimentos a nuestra alma, es decir, sensaciones que nos puedan conducir a la felicidad; quizás así entendemos el que Werther quiera ser como una mariposa, deleitándose entre las flores y comer de ellas. El personaje, más que ofrecer una explicación del hombre en general, me parece que da una justificación de su reciente cercanía o redescubrimiento de la naturaleza. El hombre no sólo se basta de bellos paisajes para sentirse dichoso y su felicidad no se centra en eso. Con estas breves consideraciones se va mostrando con mayor detalle la singularidad de Werther, mas no por ello una barrera para entenderlo, pues se puede encontrar alguna explicación a su fascinación por lo natural. Su exageración está basada en una personalidad sumamente receptiva, es decir, se alegra o se disgusta con mayor facilidad o por más cosas en comparación con las demás personas. Por otro lado, anteriormente pudo no haber sentido nada de eso: la novedad lo altera; al ser un sentimiento nuevo, cuya experiencia apenas va conociendo, no puede juzgarla todavía de manera clara. Así se podría explicar su felicidad, es decir, es feliz por haber pasado de un estado sin captaciones agradables a uno con unas cuantas. Lamentablemente, su convivencia con la naturaleza no le resulta suficiente al sensible personaje para sentirse plenamente feliz, requiere algo más, necesita amigos. Pero ¿por qué le son tan importantes los amigos a Werther? Quien está satisfecho con la naturaleza, alejado del ruidoso contacto que proporcionan las ciudades, ¿para qué necesita de los amigos? Esta última pregunta se justifica todavía más si tenemos en cuenta que se ha alejado de todas las personas conocidas (incluidas su madre y su amigo) y dice ser feliz entre las flores. Sin embargo, Werther no puede prescindir totalmente del trato con las personas, busca la compañía de la gente, bromea, organiza bailes y paseos con las personas. Esto confirmaría, preliminarmente, que su incipiente experiencia en la observación atenta de la naturaleza era lo que le hacía exagerar en la felicidad obtenida. 20 El personaje es difícil de contentar, pues aún con compañía no se encuentra feliz: “Sólo que entonces no se me ocurre pensar que en mí descansan todavía muchas fuerzas que se marchitan inútilmente y que debo ocultar con todo cuidado. ¡Ay, todo eso me encoge de tal modo el corazón…! Y, sin embargo, nuestro destino es ser incomprendidos.”12. Entonces vemos que la relación con los hombres todavía no le puede producir a Werther la felicidad, tan sólo se distrae. Otra prueba de lo anterior es que ya tuvo una amiga con la cual pudo manifestarsus emociones, sentirse comprendido, estar alegre por la presencia de una mujer, con la que se sintió unido y pudo manifestar ingeniosas observaciones13. Para ser felices, parece necesario tener un buen amigo, no sólo un conocido, pues la amistad es una relación natural entre los hombres, como natural es el que manifestemos ciertas capacidades con los amigos. Si no tenemos amigos, algo en nosotros se desperdicia.14 En lo relativo a la amistad, también podemos coincidir en alguna medida con los pensamientos y quizá con las experiencias de dicho joven, mas no del todo nos sucede así. Pues no en todas las amistades se deben manifestar los sentimientos en un grado exaltado para definirlas como las mejores amistades o las auténticas; ni todas las relaciones amistosas nos permiten engrandecer nuestro ingenio. Algo distintivo se nos vuelve a aparecer en el personaje, pues para que él pueda llamar amistad a su interacción con las personas, le debe propiciar sentimientos exaltados. Consideremos otros aspectos u otras personas con las cuales se relaciona el personaje, para clarificar mejor un asunto tan complejo. Werther, además de conocer a gente como las recientemente descritas, entabla una corta conversación un joven presumido y ve a tipos retorcidos; también ha conocido al administrador del príncipe, quien es calificado por Werther como alguien agradable y sensible, pues sufrió mucho por la muerte de su esposa. Este tipo de personas, en contraste con las otras, parecen adecuarse al carácter de 12 Ibid. P. 60 13 Cfr. Ibid P. 60 14En el libro Conversaciones con Goethe de Eckermann J. P., éste nos narra una conversación donde Goethe le enfatizó la importancia que tuvo su amigo Schiller para su producción literaria (véanse las entradas del 23 y 24 de marzo de 1829). Algunos amigos influyen en nuestra vida decisivamente. 21 nuestro personaje y, por ello, pueden ser amigables. Además, otra característica de la amistad en la novela es que ésta debe propiciar la alegría; y no sólo la amistad debe propiciarla, sino cualquier relación humana. Por eso Werther se molesta con el señor Schmidt cuando éste no quiere mostrarse alegre en una tertulia (donde se encontraba Lotte, una amiga de ella, Friederike, y los padres de ésta). Lo que ocasiona, según interpreto, una recriminación al malhumorado por su actitud, pues manifestar tal actitud puede desgastar la vida de un ser querido hasta llevarlo a la tumba.15 Las relaciones, amistosas o sociales, deben hacerse con alegría pues así se vive bien, en caso contrario se está prefiriendo la muerte. Semejante a la amistad parece ser el sentimiento de fraternidad que se experimenta entre los hermanos. Una escena, inesperada para nuestro alegre personaje, retrata esto: “…un muchacho como de unos cuatro años sentado en el suelo, sostenía entre sus brazos, estrechando contra su pecho, a otro niño como de medio año, sentado a su vez entre las piernas del mayor que le servía de poltrona, y a pesar de la vivacidad con que sus ojos negros miraban a todas partes, permanecía sentado tan tranquilo.”16 La bella escena, asimismo, es dibujada por Werther y él mismo la califica de natural. ¿Por qué es natural la fraternidad? Parece que la fraternidad es algo que nos une con nuestros familiares de manera desinteresada, un deseo de protegerlos, de estar cerca de ellos de cualquier manera posible, que se encuentra en nosotros desde pequeños (con lo cual se puede corroborar su naturalidad, pues un niño no ha recibido mucha o casi ninguna formación que pudiera calificarse de poco natural), como el pequeño de cuatro años protege a su hermanito de seis meses. En esa escena también se puede apreciar la tranquilidad que provoca la protección fraternal. ¿Por qué Werther prefiere pintar esta escena que algún paisaje?, ¿por qué es lo primero que pinta? Me parece que la pintura, el llevar imágenes al papel que alguien más puede contemplar, expresa con mayor fidelidad los sentimientos de lo que lo harían las palabras. Lo cual nos comienza a mostrar dos perspectivas de lo natural: lo no tan cercano al hombre (árboles, animales, insectos, ríos, el sol, la 15 Cfr. Op. Cit. Pp. 82-85 16 Op. Cit. P. 54 22 luna y las estrellas) y lo cercano al hombre: la amistad y la fraternidad. Hasta este punto se va presentando, según interpreto, una descripción de los sentimientos más profundos del hombre. Siguiendo con la historia de los niños, el joven pintor nos cuenta sobre la madre de los dos pequeños retratados: ella fue a comprar comida para sus hijos, por eso los dejó solos; mucho trabajo le costó a la madre el alejarse de los pequeños. ¿Por qué Werther se interesa por la madre de los niños y le gusta estar cerca de ella? Me parece que la maternidad lo deleita de manera semejante a como lo deleitó la fraternidad, pues la maternidad también es un sentimiento natural que busca el beneficio desinteresado y la protección de los hijos. Además, Werther descubre la unidad que puede otorgar la vida familiar, es decir, va entendiendo que hay sentimientos que unifican y se encuentran por encima de cualquier condición social. En consecuencia, ver y descubrir lo anterior lo alegran sobremanera, pues le muestran nuevas experiencias, nuevos modos de sentir pasiones agradables.17 Otra manifestación de lo natural se muestra con la presentación de un enamorado. Werther se encuentra a un mozo enamorado en cuerpo y alma, es decir, alguien que, parece, no sólo busca satisfacer su deseo sexual, sino que gusta de la compañía de su amada, inclusive se casaría con ella. Ese amor, según palabras de nuestro joven personaje, es inenarrable: “No, no hay palabras para expresar la ternura que encerraba su expresión y todo su ser; cuanto yo pudiera reproducir sería pálido reflejo.”18 Aunque el sentimiento sea indescriptible, busca que tengamos una ligera comprensión de lo que es el amor del enamorado; que nos esforcemos por sentir de manera semejante a como él sintió lo contado por el mozo; que nos percatemos de lo complicado de ese fenómeno natural. ¿Realmente el amor será ininteligible?, ¿el amor sólo puede ser sentido y no puede explicarse cómo se siente el enamorado cuando ve a la amada o cuando se encuentra lejos de ella? Si sólo puede ser sentido y no explicado mediante palabras, ¿entonces únicamente quien ya se ha enamorado puede entender a quien se encuentra amando? ¿Se podría dibujar al enamorado, se le podría 17 Cfr. Op. Cit. Pp. 65-66 18 Op. Cit. Pp. 67-68 23 representar en una imagen? Parece que la historia más que darnos respuestas, nos ofrece preguntas; quizá sí nos señale, mas no responda con claridad, que el amor no se entiende, sólo se siente. Esto es corroborado casi al final de la carta: “No me regañes si te digo que al evocar tal inocencia y sinceridad me arde lo más profundo del alma y me acosa por todas partes la imagen de esta fidelidad y ternura y que por ella inflamado me consumo y languidezco.”19 Werther no entiende lo que le pasa, sólo lo siente. Así parece que han sido sus vivencias en Wahlheim desde que llegó. Pero ¿Werther ya ha amado? En lo que va de la novela no se ha dicho si ya amó o si no ha amado, pero un hecho tan importante para una persona tan sensible no lo habría pasado por alto y alguna indicación nos debió haber dado en el caso de que ya hubiera amado. Entonces parece que todavía no ama. En ese caso ¿por qué se inflama de pasión al evocar las palabras del mozo enamorado hasta el punto de debilitarse, si no ha sentido lo que es el amor? Podría deberse a que su fuerte sensibilidad le permite sentir algo semejante a lo del mozo, estar, por decirlo así, en una posición semejante. Aunque no es sólo el gusto por imaginarla pasión de otra persona lo que le provoca alegría a nuestro apasionado personaje, sino que se deleita evocando las vivas expresiones del mozo enamorado porque también desea sentir amor hacia alguien más. Las intensas expresiones del mozo le muestran y hacen deseable la pasión amorosa. El mozo enamorado se nos presenta como alguien que manifiesta fuertemente sus pasiones. El amor se nos muestra en la novela como la pasión que el hombre experimenta con mayor fuerza; por eso el enamorado vive en una tensión, pues ama a quien sólo debería servir y a quien quizá no lo pueda corresponder. Por ello Werther, al observar a una persona enamorada, se estremeció hasta alcanzar la debilidad corporal. Todavía la fraternidad pudo dibujarla, parece que el amor es algo tan difícil de imaginar que ni siquiera se puede plasmar en un dibujo. Si eso le pasa cuando observa a un enamorado, ¿qué le pasará cuando ame? Werther, según interpreto, no se conformará con lo que otro le cuente sobre el amor, quiere amar. Aunque, lo que otro le cuenta le sirve para contagiarse de la emoción del 19 Op. Cit. P. 68 24 amor. ¿El joven ha encontrado aquello en lo cual puede sentirse plenamente él mismo?, ¿ya sabe lo que tiene que hacer para ser una persona natural, feliz?, ¿quizá no lo sepa sino sólo lo sienta? Sin dejar de considerar el amor, añadámosle ahora el deseo de Werther por tener un carácter semejante al de un niño. Dicho así podría sonar extraño, quizá adecuado a quien muestra una viva emoción por su entorno o inadecuado por su ansia de amar. Veamos, en primer lugar, qué piensa de los niños: “Sí, querido Wilhelm, los niños es lo que más quiero en este mundo. Cuando los miro y veo en esa pequeñita cosa el germen de todas las virtudes, de toda la energía que habrán de necesitar algún día; cuando descubro en su terquedad la constancia futura y la firmeza de carácter, en su predisposición al buen humor y la ligereza para deslizarse sobre los peligros del mundo; todo ello tan natural y puro, ¡tan…!, siempre, siempre tengo que repetir las áureas palabras del Maestro de los hombres: <<Si no os hacéis semejantes a uno de estos…>> Pues bien amigo mío, a estos que son nuestros semejantes y que deberíamos tomar como modelo los tratamos como a subordinados.”20 El deseo de nuestro infantil personaje pareciera radicar principalmente en llegar a un estado de pureza natural como la de los niños, es decir, tener la tenacidad de un niño, su alegría, su impresión por lo que van observando y su fraternidad. Pero ¿qué tipo de consecuencias trae consigo querer tomar como modelo a un niño? Además del buen humor, de estar siempre alegre, el niño aparentemente se aleja de sus responsabilidades, pues no responde de la misma manera por una acción que un adulto dada su inexperiencia. ¿Quiere esto Werther o es una exageración pensarlo de ese modo? Lo quiere pero sin reflexionarlo demasiado; es más, por eso lo quiere, pues no le gusta reflexionar mucho sobre sus deseos. Visto así, parece parcial su deseo, no se da cuenta de todo lo que implica querer alegría ilimitada, pues su anhelo se podría contraponer con la realidad y se pondría triste, como un niño caprichoso que pide un juguete sin saber si sus padres pueden otorgárselo o les resultaría imposible. Por otro lado, en toda su descripción nunca dio ningún detalle sobre si los niños tendrán la energía para sobrevivir en el mundo, o si la terquedad más que hacerlos tenaces, aventureros y ansiosos de 20 Op. Cit. P. 80 25 vida, los vuelva caprichosos, astutos y hasta violentos; tampoco dice que los niños son proclives al mal humor. Los niños son buenos sin la menor duda; hasta Jesús, supuestamente, se lo corrobora. Werther sólo quiere disfrutar en todo momento, quiere anular su adultez, las responsabilidades que ser adulto le acarrean. Por ejemplo: no debería engañar a una muchacha, prometiéndole amor para el resto de su vida, cuando realmente le gusta la hermana de dicha mujer21, pues en el momento en que se desengañe podría atentar contra su hermana o contra ella misma. Es decir, debería prever las consecuencias de sus acciones antes de cometerlas. Sobre Werther quizá sólo nos falte precisar: ¿cómo entiende que siente su corazón? La pregunta no es baladí y todavía no se responde del todo. La respuesta nos puede dar mayor claridad sobre el personaje, un primer acercamiento a su pasión amorosa y también nos puede ayudar a vislumbrar qué tan involuntario o qué tan voluntario es su deseo de deleitarse con lo natural. Lo anterior nos dará luces, siquiera incipientes, sobre qué tan controlables o incontrolables se nos presentan las pasiones en la novela. La observación sobre cómo es el corazón de Werther la hace él mismo en una de sus cartas: “¡Cuántas veces arrullo, para que se calme, mi sangre alborotada [con la lectura de Homero], pues no habrás visto corazón tan irregular e inconstante como éste! ¡Amigo mío! ¿Tengo que decirte esto a ti que tantas veces has tenido que sobrellevar el peso de verme pasar de la tristeza a la loca extravagancia, de la dulce melancolía a la depravada pasión? Trato a mi corazoncito como a un niño enfermo, le doy cuanto se le antoja. No se lo digas a nadie, hay quien me lo tomaría a mal.” 22 ¿Por qué le tomarían a mal el que su corazoncito sea tratado como a un niño enfermo?, ¿por qué nos molestaría el que una persona con pasiones inconstantes las estimulara? Quizá las personas se sentirían incomodas al convivir con alguien así, pues alguien que de repente se siente triste podría atentar contra su propia vida; así como podría atentar contra la de cualquier persona en un repentino arrebato de furia. No es difícil considerar irresponsable ese tipo de actitud, pues si el joven fuera ignorante al respecto de su problema, se le intentaría ayudar para 21 Cfr. Op Cit. P. 55 22 Op. Cit. P. 58 26 que lo intentase solucionar, pero no sólo no es ignorante sino que estimula su desorden pasional. Werther estimula sus pasiones adultas como un niño, sin saber a dónde puede llegar con ello. El corazón caprichoso parece indicarnos un modo de actuar caprichoso, quien así actúe, según interpreto, no le encontrará problema alguno a explorar pasiones cada vez más fuertes. A la persona acostumbrada a las acciones que siempre le proporcionan contento, le va a costar mucho trabajo actuar sin buscar tal complacencia. Quizá no se quiera contentar con poco; quizá su estado natural le lleve a destacar toda la fuerza de sus pasiones. Werther actuará así: estimulará su amor caprichosamente sin percatarse de las consecuencias que ello tendrá. Errará conscientemente. Pero antes de ser demasiado estricto con el joven, y de paso con todas las personas semejantes, debería preguntar: ¿qué pasaría si Werther limitara su pasión? Retrocedamos un poco más: ¿podría limitarla mediante la lectura? Si es que la pudiese limitar, parecería que eso le causaría la infelicidad, sería como quitarle una parte de sí, el imposibilitarle las condiciones de su goce. Con respecto a la segunda pregunta, parece que la lectura no es un tranquilizante adecuado para alguien que se estimula con las cosas que puede apreciar mediante sus sentidos. Incluso se puede interpretar su búsqueda de lo natural no tanto para estimular su pasión y dañar a los demás, sino para conducirla de la manera más decente. Pero todavía no se puede afirmar esto, pues falta ahondar más en el desarrollo de sus pasiones a lo largo de la novela; hay que corroborar si Werther conduce de buena o mala manera sus pasiones, si puede limitarlas y si le causan dicha o infortunio. No hay que perder de vista esto asuntos en los siguientes capítulos. Hasta esta parte, podemosconcluir que el corazón inconstante del joven personaje es singular, pues no tiene amigos que lo comprendan, no tiene amigos semejantes a él. Esto, según interpreto, parece mostrarnos una nueva manera de comprender y presentar al hombre: con el gusto por las emociones exageradas, con la necesidad de expresarlas cada vez más fuerte. ¿Persuade al lector ese modo de vivir?, ¿se ve animado a emularlo? Hay que pensar en el cuadro 27 completo, en los puntos principales de la novela para responder sin precipitación. Por todas estas características, debemos ser muy cuidadosos al analizar dicho corazón apasionado, mucho más si queremos juzgarlo. Finalizando el presente capítulo, dejaré una serie de preguntas con asuntos que quizá puedan responderse o se desarrollen mejor en los siguientes capítulos. Primeramente, vuelvo a una cuestión no respondida en el inicio del capítulo: el que el personaje cambie tan repentinamente su modo de vivir, ¿muestra una personalidad caprichosa, que deja su vida pasada sin importar las consecuencias, o alguien que supo actuar adecuadamente según sus circunstancias? Según sus palabras, actúa de manera caprichosa, como un niño inconstante e imprudente. Según sus acciones pareciera que sí, aunque no lo afirmaría tan fácilmente, pues no actúa sin reflexionar. Incluso da razones del porqué es preferible la alegría al mal humor o nos muestra la belleza de un acto de protección fraternal. Empero, sus motivos parecen exagerados, pues optan siempre por el sentimiento como la guía hacia la felicidad, por la belleza como una luz que indica el culmen de la felicidad. ¿La felicidad de las sensaciones nunca se agota, es imperecedera?, ¿no afecta a nadie más que al contemplador de las maravillas naturales? ¿Puede ser el amor la expresión humana más bella, sentirlo es la única forma para alcanzar la felicidad y nunca se vuelve horrendo?, ¿Las pasiones incipientes son más difíciles de controlar? La primera pregunta puede responderse parcialmente considerando a Werther como alguien que nunca deja de seguir indagando en nuevas maneras de apreciar la belleza natural. Dicho de otra manera, sí se agota, pues necesita refrescarse esa felicidad sensorial. Con respecto a la segunda pregunta, parece que no afecta a nadie desarrollando su gusto por la contemplación de la naturaleza y los fenómenos naturales. Pero, para responder a lo demás, hemos de reflexionar y explorar su pasión amorosa. Su enamoramiento nos dará más luces para comprenderlo. 28 Capítulo II: La agridulce pasión amorosa En el presente capítulo indagaré acerca de la pasión amorosa y sus principales consecuencias, poniéndole énfasis a si el enamorado Werther decide amar (lo que sería semejante a preguntar si la pasión tiene alguna clase de límite) o el amor lo golpea repentinamente. También se hablará de la alegría provocada por el amor y de lo contrario, de cómo éste causa diversos inconvenientes; debido a esto, Werther debe recurrir a la fantasía para no sentirse desdichado. Me parece sumamente complicado dar una definición rotunda de la pasión amorosa, pues involucra demasiados aspectos, más de los que puedo abordar aquí. Pero intentaré tomar una definición de la propia novela para saber en qué consiste la pasión amorosa del personaje, así podré ir explicando con mayor claridad el drama de Werther y ver si su pasión se va gestando o es inesperada. Con lo anterior ya se tendrán los suficientes elementos para encontrarle cierta claridad al asunto de si las pasiones liberan o condenan; pueden controlarse y dar felicidad o arrojar a la desgracia. Para hablar de los asuntos anteriores, consideraré el momento en el que Werther se enamora: el baile; después mostraré algunas escenas donde se muestra la felicidad que esto le causa. Pero de la felicidad pasa a la infelicidad, a la duda, pues no sabe si será correspondido por Lotte. Él sabe que no lo será cuando llega Albert, el prometido de Charlotte. Con la llegada de éste Werther sigue sufriendo, por eso fantasea, y se lamenta porque se considera un enfermo. Además, la presencia de Albert mostrará la oposición entre la razón, representada por Albert, y la pasión, representada por Werther. Lo anterior servirá para precisar si las pasiones pueden ser controladas por la razón o son incontrolables. El tema del presente capítulo es decisivo, pues aquí se podrá conocer el corazón del conflicto de Werther. Por otro lado, se podrá juzgar si tal pasión le quita toda capacidad de decisión a quien la padece o el enamorado puede actuar inclusive contra el deseo que le provoca su amor. De ser el primer caso, quizá no se puedan juzgar las acciones del enamorado, pues no se puede controlar; en el 29 segundo caso, sí se le puede juzgar en algún sentido, ya que puede controlarse y decidir. De lo anterior se colige si la infelicidad que podría causar la pasión amorosa puede revertirse. Antes de reflexionar sobre cómo le afectó a Werther haber conocido a Lotte, me parece importante recordar brevemente algunos aspectos del capítulo anterior: el modo de ser del personaje (su naturaleza) y cómo éste se estimula. Como ya mencioné, Werther es un joven con fuertes deseos, que hasta antes de enamorarse no han sido satisfechos, y por eso busca por doquier la manera de satisfacerlos, siquiera mínimamente; sus deseos parece que sólo se tranquilizan y vuelven a surgir. Además, los deseos se nos presentan en el personaje como algo que se estimula y se acrecienta, es decir, cada expresión natural va adentrándose, apoderándose, más en él: la belleza natural es semejante a sus sentimientos y lo tranquiliza, pero lo tranquiliza aún más ver a los niños y a su madre; todavía parece encontrar un mayor deleite en ver al joven enamorado, pero no más tranquilidad. El hombre va desarrollando su naturaleza contemplando la belleza de los bosques y de los actos puros, apasionados, sinceros; el acto más sincero parecería ser el del amor. Asimismo, el que Werther haya mandado una carta sobre amor antes de enamorarse puede interpretarse como que se encontraba listo para amar. Según lo recientemente dicho, esos factores son las experiencias que tienen alguna semejanza con la pasión amorosa, es decir, la alegría de ver bosques bellos se parece ligeramente a la alegría que provoca el amor. Visto así, Werther paulatinamente fue desenvolviendo sus pasiones, su condición lo fue llevando manifestar con más fuerza su propia pasión, él se encontraba listo para amar. Aunque afirmar la predisposición al amor no me parece una hipótesis tan clara de comprobar, pues se puede cuestionar: ¿por qué Werther no se enamoró de las primeras mujeres que encontró en sus primeros días en Wahlheim? ¿Qué es lo específico de Lotte?, ¿tendrá alguna conexión su modo de ser, sus principales características, con las cosas que le fascinan de ella? Si no los tiene, no había elementos previos que le predispusieron a amar, tan sólo amó repentinamente. 30 ¿Alguien puede preparar su enamoramiento, así como se acuerda una visita? Si se puede preparar el enamoramiento, predisponerse a amar, ¿se puede predisponer a desenamorarse? Veamos cómo se enamora para corroborar si en alguna medida es consciente de su enamoramiento o no podía prever algo así. Werther no sospecha siquiera a quién conocerá ese día del baile; conoce a la amada repentinamente. Su disposición a convivir con las demás personas, buscando cierta alegría, lo inclina a ir al baile. Antes de que éste pase por Charlotte, le advierten que ella está comprometida. La primera impresión que ella le causa es de lo más particular: “Al subir la escalinata y abrir la puerta presenciaron mis ojos el espectáculo más encantador que viera jamás. Seis niños de dos a once años correteaban en la antesala alrededor de una muchacha de hermosa figura y estatura mediana, que llevaba un sencillovestido blanco con lazos rosa en los brazos y en el pecho. Tenía una hogaza de pan en la mano e iba cortando para cada pequeño una rebanada según la edad y el apetito; se lo daba con gran afabilidad, y cada uno exclamaba sin el menor artificio ¡gracias!, levantando sus manecitas antes de terminar de partirlo, y según iban recibiendo se alejaban saltando felices…”23 Él descubre en Lotte una belleza que no necesita de grandes adornos para ser notada. Además, la señorita nos es presentada como una madre, alguien que da felicidad con la sencilla acción de cortar y repartir un cacho de pan. Esa primera imagen en el corazón de Werther se fijará indeleblemente, casi podría señalar que con ella se despierta e incrementa paulatinamente su sentimiento. Más que afirmarlo, pensemos: ¿qué tan decisiva es una primera impresión para entrar en el camino del amor? Ahí se va fijando el agrado por la belleza externa de la persona amada, pues ésta es vista inmediatamente. Pero lo que más cautiva al personaje, y por eso cuenta con tanto detalle la escena, son las acciones de la mujer, pues es lo que más la describe, lo que más habla de quién es ella. En tan sólo unos minutos Werther queda cautivado, y por ello le cuesta tanto reponerse de su asombro cuando ella va a buscar su abanico. Por otro lado, no es la primera vez que el admirado personaje se muestra sumamente atraído por una escena materna, donde una madre da felicidad a sus hijos. Parece que esa clase de 23 Op. Cit. P. 70 31 escenas le agradan, según interpreto, porque muestran la alegría que los sentimientos naturales pueden otorgar. Visto así, Werther se enamora de Lotte por su naturalidad, tanto en su atuendo como en su carácter. Añadiendo más circunstancias al enamoramiento de Werther por Lotte, podemos hallar la coincidencia de su gusto intelectivo por los libros; a ambos les gustan los que plasmen su feliz vida diaria.24 Sus lecturas no buscan la erudición ni la aparente aprobación, sino encontrar una relación con su vida cotidiana, algo que les corrobore y les muestre la felicidad proporcionada por los sencillos placeres que sean fáciles de conseguir y nada perjudiciales. Le agrada la inteligencia de Lotte, mostrada en sus comentarios sobre los libros, porque comparte con él su modo de apreciar la vida. Juntos podrían vivir felizmente. La belleza, tanto corporal como de carácter, y los gustos intelectivos de Lotte son las primeras y las principales características que a Werther le gustan de ella. Ambas le agradaban a él desde antes de conocerla. La belleza de su carácter ya le gustaba desde que la descubrió en una madre; la inteligencia la había encontrado en su amiga cuya vida expiró. Como ya había admirado suficientemente la belleza externa, le faltaba la interna, la cual encontró en Lotte. No pretendo igualar belleza humana con belleza no humana, pues la segunda tiene, además del sentido interno recientemente mencionado, una mayor variación con cada gesto, lo cual, según interpreto, la vuelve más viva, con mayor amplitud. Hay alguna especie de constancia cuando se va descubriendo la belleza interna, por eso se afianza más en quien está apreciándola y comprendiéndola. Su búsqueda de felicidad y desarrollo de sus pasiones, comenzada desde sus primeras vivencias en Wahlheim, encuentra su meta en Lotte. Si sus pasiones se van desarrollando, parece que el enamoramiento forma parte de ese desarrollo. Todavía falta considerar si ese desarrollo puede detenerlo el personaje o lo va conduciendo. En el baile se pueden encontrar mayores elementos para dilucidar este punto. 24 Cfr. Op Cit. P. 72 32 ¿Cómo entender el baile?, mejor dicho: ¿qué nos dice el baile sobre una persona y su pareja durante la ejecución?, ¿qué nos dice sobre nuestro personaje y su amada? Sobre lo anterior señala: “Tener en los brazos la más amable de las criaturas, volar con ella como torbellino que todo lo arrastra, y… Wilhelm, para serte franco, juré en aquel momento que la muchacha que yo amase, sobre la que yo tuviese derecho, no bailaría el vals con nadie más que conmigo, aunque me costase la vida. ¡Ya me comprendes!”.25 El baile, según la cita anterior, nos muestra una compresión de la sensibilidad entre dos personas mediante los movimientos acompasados, los cuales expresan diversas pasiones. La persona que baila es una persona gozando con determinado tipo de movimientos, estos pueden ir desde la suavidad más delicada (como en el vals) hasta la rápida seducción (como en el tango); aunque las pasiones, en el baile, se presentan con orden, con límites, pues no se trata de manifestar movimientos desordenados sin final. El baile, además, proporciona un goce compartido; Werther parece verlo como un goce únicamente de dos personas, íntimamente unidas, donde los demás no importan, y las otras preocupaciones pueden ser dejadas de lado. Por eso la mención de Albert, el prometido de Lotte, en medio del baile inquieta tanto a Werther, pues él pensaba que ella ya le pertenecía, cuando realmente no era así. Para Lotte el baile es un asunto público, un entretenimiento, pues no trata a Werther como su amado, sino como un amigo con el cual pasa un rato agradable. Por eso no le niega a su pareja de baile que ella se encuentra comprometida. La confusión entre lo que siente Lötchen y cómo lo entiende Werther es un asunto presente a lo largo de la novela, en la escena reciente una parece incentivar una amistad y el otro inflama su pecho de pasión amorosa. Cuando dos personas se relacionan manifiestan ciertos sentimientos, desde el más leve agrado hasta el más fuerte enamoramiento. Aunque saber qué siente una persona por otra no siempre es fácil; mucho más difícil se vuelve cuando, como Werther, alguien tiene un fuerte sentimiento por la persona a la que se le quieren sondear los sentimientos. Es fácil confundir los sentimientos de las personas hacia nosotros; algunos, como Werther, no quieren aceptar que sus amadas no sientan lo mismo 25 Op. Cit. P. 74 33 por ellos. El hombre puede engañarse muy fácilmente cuando se trata de sus sentimientos, por eso puede ilusionarse fácilmente, sentirse alegre, pero también fácilmente puede romperse la ilusión y entristecer. Ya con el amor en el pecho, el mundo comienza a tornarse distinto, pues la belleza de la naturaleza se incrementa cuando quien la contempla ama. Un día después de la fiesta donde conoció y bailó con Lotte, nuestro enamorado personaje nos dice: “Fue la salida de sol más hermosa que he visto. ¡Los árboles del bosque goteaban el rocío mañanero, el frescor del campo nos envolvía!”.26 Lo cual nos corrobora dos cosas: la pasión amorosa es más fuerte que la simple contemplación de los bosques y dicha contemplación depende en gran medida del estado de quien la contempla. Las cosas resultan más bellas cuando uno se encuentra enamorado, pues se aprecian desde otro punto de vista, con otra disposición. Relacionarse con otras personas puede ser más sencillo. Aunque el enamoramiento no convierte en una persona sin juicio a quien lo padece, pues no todo le resulta bello y su relación con otras personas no resulta del todo agradable, como la escena cuando conviven con el malhumorado señor Schmidt. Los sentimientos no someten totalmente el juicio de quien los padece; aunque sí influyen en su contemplación de su alrededor y en su actuar. Al haberse enamorado Werther siente la mayor felicidad posible; no necesita ir a ningún lado más, no busca alguna otra cosa, sólo amor, pues amar lo satisface, como no lo hizo la observación atenta de la naturaleza.27 Quien se encuentre enamorado, parecerá coincidir con Werther, aunque ¿el amor no causa desdichas, no vuelve a los hombresinfelices? En primera instancia, cuando se comienza uno a enamorar, se encuentra en un estado de gran felicidad. ¿Quién podrá imaginarse malos momentos cuando goza de los buenos? Dada la gran felicidad experimentada por el enamorado, difícilmente podrá prever el fin de la dicha; se siente tan contento que no cree en el agotamiento de dicha sensación. ¿El joven enamorado podía presentir sus desventuras mientras tomaba en sus brazos a la bella Lotte? Rotundamente respondo que no. Y si la presencia del nombre de 26 Op. Cit. P. 77 27 Cfr. Op. Cit. Pp. 78-79 34 Albert manifestada por los propios labios de su amada le destanteó, le hizo recordar concretamente su situación, inmediatamente su felicidad presente le ocupó en otros asuntos y volvió a olvidar al intruso, como si ese sentimiento naciente de amor fuera tan grande que alejara todo aquello que pudiera causarle alguna desdicha. Entonces, ¿cuándo el amor, de causar la mayor dicha, se torna en la mayor de las desdichas posibles? La respuesta se encuentra antes de la llegada del intruso Albert. El amor comienza a tornarse desagradable cuando la duda se apodera del corazón de Werther. Nos cuenta que en una ocasión había muchas personas y Lotte no lo miraba, luego cree que ella volteó a verlo, pero no está seguro y termina recriminándose que es un niño.28 La duda le recuerda que ama, pero que quizá no es amado. En esos momentos su intención de volverse un niño, carente de toda responsabilidad, no le es suficiente para estar satisfecho. Un niño puede prescindir de tener una amada, de saberse amado, pues se entretiene con juegos. El hombre enamorado necesita sentirse amado. Por eso más adelante Werther debe decir que Lotte se interesa por él, su porvenir, que lo quiere.29 Pero sabe que se encuentra en una fantasía, pues en esa misma carta nos cuenta que Lotte quiere a otro hombre. También nos dice cuánto le altera el que ella le roce con sus manos, pies o aliento; si se aleja de esos roces, misteriosamente vuelve a ellos, pero no osaría tocarla con una intención inadecuada, pese a quererlo hacer, pues ella le es sagrada.30 Por eso Werther sufre: se da cuenta que el amor debe ser recíproco y no se puede quedar únicamente en una idea incorpórea. Dicha escena también nos muestra que se está dispuesto a transgredir las costumbres cuando se ama; su asunto no se limita a si se sabe y se siente amado, sino también involucra si es lícito mostrarle su amor a quien se encuentra comprometida. No sólo resulta prohibido tocarla porque eso sería mal visto, sino que su principal limitación es que ella no le ama y ama a alguien más. Además, Werther no quiere abusar de quien le ha dado su confianza, pues dicha confianza desaparecería 28 Cfr. Op. Cit. P. 87 29 Cfr. Op. Cit. P. 89 30 Cfr. Op. Cit. Pp. 89-90 35 bruscamente, lastimando a la mujer que confiaba en él; eso no lo soportaría, se sentiría vil. Asimismo, ella se alejaría, dejaría de tenerle el mínimo afecto. Su limitación no obedece únicamente a portarse bien, sino a que su propio sentimiento le muestra que no es correcto manifestar su deseo. La limitación puede encontrarse en comportarse bien para no ser juzgado por las demás personas, por la sociedad. Aunque eso no lo limitaría a satisfacer sus deseos a escondidas, cuando la oportunidad le es propicia. Algo lo detiene, una sensación interna, como un sentimiento moral que le recuerda lo inconveniente de satisfacer su deseo; dos sentimientos chocan: uno señala lo correcto y otro quiere rebasar lo correcto. En la novela el choque es más complejo, pues Werther no sabe si las atenciones de Lotte hacia él se deben a que lo ama, o simplemente a que lo estima. Como ya se dijo, el amor debe ser correspondido. Por ello los amantes en solitario, no correspondidos, se torturan con la presencia de la amada cuando no les es posible ni siquiera abrazarla. Ahí comienzan las mayores penas del amante, cuando ve limitado su sentimiento, cuando sólo lo siente dentro de él, cuando sólo se ve limitado a moverse sin una finalidad aparente por no encontrar correspondencia en los brazos de su amada. Entonces el amante se conforma con estar cerca de la persona a quien ama; otros querrán saber si tienen posibilidades de ser correspondidos. No sabe qué esperar, no espera realmente nada en concreto; especula, se ilusiona. Nuestro personaje, por ejemplo, compara al amor con la luz proveniente de una linterna mágica, de donde salen diversas imágenes multicolores; siente que la felicidad del amor es aparente, como un fantasma pasajero.31 El mundo sólo le da sentido a Werther si existe el amor; sin amor resulta inútil, como una lámpara sin luz. Pero la certeza de la felicidad mediante el amor es inasible, una mera ilusión. En otros términos podríamos denominar su amor como algo subjetivo e irreal. De ser tal la condición del amor ¿por qué lo siente, por qué le parece tan importante, al grado de ser casi la única posibilidad de encontrar la felicidad? Quizás el problema sea que el amor le parece inasible cuando no es correspondido y debe conformarse con puras imágenes, con los 31 Cfr. Op. Cit. P. 90 36 fantasmas de sus ilusiones, es decir, con lo no vivo, con lo intangible. Así pensado, Werther no quiere enfrentarse con su realidad, pues hacerlo le sería de muy doloroso; no quiere o ¿no puede enfrentarse al hecho de que Lotte no lo ama? Pareciera que no puede, así como tampoco puede dejar de visitarla con mucha frecuencia.32 La tensión en la cual se encuentra le motiva a consolarse y no sufrir, a enfrascarse en dulces ilusiones. Werther se ilusiona cuando enfrentarse a la realidad lo derrumbaría. En la incertidumbre padecida por nuestro personaje de no ser correspondido por Lotte o de que ésta sí lo quiere, la balanza se inclina a la imposibilidad con la llegada de Albert. No está seguro si debe irse o quedarse, se encuentra confundido, pues alejarse de su amada le causaría dolor, pero estar cerca de ella y no ser correspondido también le resulta doloroso. Por eso cree que nadie puede entenderlo. Inclusive cree que Lotte es una frívola.33 Parece que aquí se manifiesta la división, presente anteriormente en la novela, entre la pasión y la razón, pues las pasiones no siempre obedecen a los argumentos; entre más fuerte sea una pasión, la razón tiene menos cabida en una persona. Aceptar lo anterior nos dejaría con la idea de que el hombre es principalmente pasional, es decir, actúa principalmente buscando la satisfacción de sus pasiones. Pero si tal fuera la condición del hombre, no tendría tensiones ni dudas sobre cómo le conviene actuar; en el caso del cual se habla, Werther haría cualquier cosa para deshacerse del intruso. Quizá, volviendo a una interpretación previa, a Werther no le agradaría satisfacer sus pasiones actuando de cualquier manera, pero él quiere lo mejor, es decir, amar y ser amado. La contradicción, la pugna, entre sus sentimientos y su razón, es su más doloroso verdugo. Antes de seguir con las penas de Werther, una pregunta requiere mayor atención: ¿la razón está separada de la pasión? Con la novela podemos hablar de una separación, estimulada porque el personaje no puede tomar una decisión sin que ésta no sea dolorosa, alejándose de su amada, o sea incorrecta, satisfaciendo su pasión sin importar las consecuencias. Pero más que separación, como ya se 32 Cfr. Op. Cit. P. 92 33 Cfr. Op. Cit. Pp. 92-94 37 apuntaba, más bien habría que pensarla como una pelea, una pugna. En nuestra cotidianidad, igualmente, regularmente hacemos cosas que sabemos incorrectas o con funestas consecuencias. ¿Será que la pasión nos obnubila o resulta
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